Libro Moviendo montañas

Page 1

M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

1


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

MOVIENDO MONTAÑAS Historias familiares Felipita Bastida

2


M O V I E N D O M O N T A Ă‘ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Editorial Mexclando Letras Director Ricardo Talavera M Primera EdiciĂłn Derechos de autor reservados @Copyright.

3


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Introducción

Cada familia tiene su historia… en cada rincón del mundo se han forjado los momentos exactos para que hijos e hijas, se conviertan en padres y madres, en hermanos y nietos. No puedo, ni quiero juzgar a nadie, si lo hicieron bien o mal, no soy nadie para hacerlo y lo digo con convicción, sinceramente; soy sólo una pequeña parte de esa maquinaria sagrada ante los ojos de Dios nuestro Señor, soy una creyente más, sentada en la banca de una humilde capilla, junto con la comunidad en Beeville Texas. Lo que yo he vivido hasta estos días es inolvidable, la herencia que me han dejado estos años de lucha y trabajo constante, es invaluable, y no hablo de cuentas en el banco, ni tierras, ranchos o joyas, lo que más valoro, lo que me da más orgullo son mis raíces, porque de ellas han nacido los frutos más queridos, mis hijas, porque gracias a mis hermanos y hermanas soy lo que soy, a mi madre Mercedes y Adolfo, mi papá, les debo mi carácter, mi entereza, el orgullo de llevar su apellido, sus triunfos y fracasos, sus hazañas y caídas, este es un libro que busca unir y dignificar lo que somos, de dónde venimos, lo que hemos logrado todos, ni unos más ni unos menos, cada miembro de esta familia, es participe de nuestro pre4


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

sente y futuro, el pasado quedó atrás como una huella en la arena, la que nos recuerda donde estuvimos y que vale la pena recordar de cada lugar, de cada viaje, de cada persona. “¡La vida es tan corta y el oficio de vivir es tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse!” Joaquín Sabina – Canta autor español. Esta reflexión me hizo pensar en lo que hemos superado, tengo nueve hermanos, cinco hombres y cuatro mujeres, somos un equipo compacto entre los más grandes y los “peques o babies”, de niños pasamos muchas carencias, además de enfermedades graves y accidentes que nos dejaron a cicatrices visibles e invisibles, nunca vivimos la abundancia, los grandes autos, lujos, viajes exclusivos, sin embargo en ese pedacito de tierra, entre vacas, cerdos y gallinas fuimos felices, con miedos y alegrías, con travesuras y castigos, con la mezcla de idiomas e ídolos, nacionales e importados de México, crecimos con la leche bronca y el ejemplo permanente, con la disciplina férrea de un militar y una leona, compartimos el pan y las enseñanzas por debajo del mantel, rezábamos el mismo padre nuestro todas las noches, esperanzados que llegáramos juntos hasta aquí, hasta este futuro prometedor, Doña Mercedes partió, fue a cantar a otro escenario para alegrar más corazones. Gracias por acompañarme en mis oraciones, a mis hijas, a mi esposo por ser el cómplice perfecto para todas mis locuras, gracias José por tantas satisfacciones, por levantarme, por empujarme siempre a dar más, a cuidarnos tanto.

Felipita Bastida Noviembre 2018 5


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

I. ESE SEÑOR ES MI PAPÁ Tengo muchos recuerdos de niña, quizás por eso me siento afortunada, quizás por eso al ver a mi padre lo entiendo mucho más que antes, es un hombre de buena estatura y mirada tierna, eso lo heredamos varios de sus hijos, tiene las arrugas bien marcadas, pero son profundas y suaves, de esas que suelen atrapar el carisma y la simpatía de otros años, de esas que esconden gritos, regaños y malas pasadas; Adolfo González nació en Beeville Texas en 1933, el 15 de agosto, con el sol en todo lo alto y la partera sudando por atender de prisa sus primeros llantos, un hombre forjado con reglas precisas e instrucciones cortas, el culpable su padre, Don José Guadalupe tenía en ese momento cincuenta y ocho años. El abuelo tampoco se andaba con rodeos, nunca hablaba a las espaldas de nadie, era gente de bien, gente de palabra, quienes todo te lo dicen de frente, directo sin escalas, ni politiquería. Dice papá, que “Lupe” como le decían de cariño, llegó por tierra a tierras texanas, venía en la pequeña Villa de nuestra señora de Reinosa, nació en 1875 en el Estado de Tamaulipas, México, cruzó la frontera muy joven buscando que sus sueños se hicieran realidad, anhelaba un futuro prometedor, no tenía estudios, ni grados 6


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

escolares, pero era diestro con las manos y con la mente, con porte elegante y un bigote corto de corte aristocrático, se estableció con unos conocidos, el país necesitaba mucha mano de obra, gente que estuviera preparada y que quisiera ganar dinero. Casi de inmediato consiguió trabajo en Rockport, Texas. Tenía un físico privilegiado, espigado y fuerte como un nogal, sin embargo, no todo era fortaleza, poseía muchos conocimientos en mecánica, la práctica y la vida le extendieron una oportunidad, como un cheque al portador. Tocó muchas puertas, era paciente sabía que estaba en el lugar indicado, no se daba por vencido, ni un sólo día cesó su empeño. Entonces tuvo su recompensa, fue contratado como ayudante de mecánico para arreglar motores y los desperfectos en algunas embarcaciones, era bastante ágil con las manos, bueno para pintar, lijar y dar forma a la madera, le gustaba hacer cálculos, su memoria era privilegiada, también era rápido para los números, tenía don de gente, se desenvolvía con seguridad, bastante confiable para completar las tareas, solía aportar todo tipo de soluciones a los güeros, sus patrones, por eso se ganó varios puestos y más compromisos. “Lupe” please take care of that piece. Yes… con gusto, my pleasure – contestaba. “Lupe” comprendió con rapidez el idioma, eso le facilitó comunicarse adecuadamente con sus compañeros de trabajo, estudiaba por las noches para no cometer errores, aunque mucha gente hablaba español, sus superiores, la gente con la que trabajaba no, así que se hizo bilingüe por necesidad. Estando en suelo estadounidense conoció a muchas mujeres, latinas y afroamericanas, morenas y blancas, pero para él, la más bella de todas las muchachas, se llamaba Elvira Curiel y era 7


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

una mujer excepcional, comprometida y responsable con su familia y con los quehaceres del hogar. Estaba bien educada con los valores de antaño, era buena para cocinar y coser, sus manos eran afiladas y suaves, con ojos muy expresivos y profundos, de aquellos que suelen traspasar la piel y los huesos. Lupe quedó impactado, flechado, cuando la observó por primera vez intuyó su destino. Durante un tiempo se trataron, poco a poco ambos se convencieron de que tenían que vivir la vida juntos, entre ellos había mucho respeto y amor. Nadie se opuso al compromiso, las familias se regocijaron por el noviazgo. Se casaron en la primera oportunidad, entre los tiempos libres y el trabajo nació el amor y el respeto entre ellos, de esa unión procrearon doce hijos, lamentablemente dos varoncitos murieron siendo aún muy niños, una terrible enfermedad se los llevó de su lado casi al mismo tiempo, fue un dolor muy grande para los dos, sin embargo, los otros diez pudieron salir adelante, sanos y fuertes, capaces y bien presentados, en total fueron siete hombres y tres mujeres. Una parvada de gallos y palomas, un enorme compromiso diez bocas que alimentar, diez personitas que preparar para la vida. La familia Curiel tenía unos terrenos en Corpus Christi, así que después de varios años de trabajar en Rockport los González prefirieron mudarse cerca del mar, eso les dio un nuevo estilo de vida, mayor tranquilidad; Corpus era una ciudad tranquila, prospera llena de oportunidades y deseos de ser importante, el ferrocarril tomaba un lugar clave en la economía de la nación, generando riqueza con sus cientos de caballos de fuerza impulsados por el carbón: máquinas y hombres apoyando la distribución del petróleo y el gas, las empresas petroleras generaban muchos empleos, la mayoría de ellos con jornadas largas de trabajo, en los muelles, en las vías, en las fábricas se mezclaba el calor y la belleza de los reflejos en el horizonte, un punto en el mapa tocado por Dios. Era sin lugar a duda un lugar privilegiado, donde el paisaje 8


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

se suele llenar de brisa salada, vientos suaves y hermosas gaviotas que surcan los cielos en lo alto y en lo bajo. Elvira sonreía sin excusas ni pretextos, le gustaba lo que hacía, se la pasaba siempre con las manos ocupadas, silbando, tarareando alguna canción de antaño, atendiendo por igual a cada uno de sus hijos, no había preferencias por nadie, se daba el tiempo para lavar y planchar ajeno, con esas monedas que juntaba ayudaba a la economía del hogar, aparte tenía un criadero de animales y un pequeño huerto para surtirse de algunas legumbres, así ahorraba más. Los dos eran muy trabajadores y esplendidos en sus atenciones mutuas. Después de un tiempo se cambiaron a un pequeño pueblo en el mismo estado de Texas. Beeville estaba lejos del mar y las olas, su clima era extremoso, con meses largos de calor y poca lluvia, a pesar de eso ofrecía tierras fértiles, para la crianza de ganado y becerros; a la familia de “Lupe” estabilidad, crecimiento y tranquilidad, le habían ofrecido un trabajo en el ferrocarril y no pudo negarse, no pudo resistir la tentación de cambiar de aires y ganar un poco más de dinero, fuera el trabajo que fuera él lo hacía importante, por eso después de unos meses lo hicieron supervisor. La plática de ambos era siempre amena, jamás indiferente, jamás la deterioraban con bajezas u orgullo, tampoco el desaliento estaba permitido entre los dos, se sabían capaces de formar una hermosa familia porque ambos tenían la costumbre de trabajar en equipo, nadie se quedaba contemplando, siempre había cosas por hacer, limpiar, acomodar, estudiar. vivían en una casa grande y vieja, eso no impedía que la mantuvieran limpia, en orden. En la mesa del comedor se sentaban como soldaditos, pero la llenaban de historias y sorbos de un café oloroso, humeante y contagioso. Esa era la gran debilidad de “Lupe”, su café, los niños del mismo modo se acostumbraron a tomarlo con leche y piloncillo. ¿Puedo tomar un poco más? – solía preguntar mi padre, an9


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

tes de alzar cualquier cosa. Su mamá, Doña Elvira acompañaba su voz hermosa con la mirada para dar la mayoría de las indicaciones, sus hijos solían interpretar su aprobación y desaprobación en todo momento, el cariño y el respeto era parte importante a la hora de comer, eran los ingredientes perfectos aparte de la sal y la pimienta. Espérese, no lo alce usted solo. Ok – decía sonriente. Los hermanos mayores de Adolfo acostumbraban cortar la leña cuando hacía falta, su papa les había enseñado pacientemente las mañas necesarias para hacerlo con propiedad, mientras en la cocina sus hermanas le ayudaban a Elvira a cocinar, la regla era “todos cuidaban de todos”, al vivir cerca de las vías del tren, cuando este pasaba por ahí, las ventanas de la cocina temblaban con fuerza, otra regla era “siempre merendar juntos”, así se disfrutaban más entre sí. Había risas y juegos, obediencia ilimitada sin miramientos ni juicios previos. Justamente por eso no tenían la necesidad de golpear a nadie, a veces con un jalón de orejas, era suficiente y necesario, se les llamaba la atención con firmeza, sin ofensas, con el uso adecuado de la palabra para que nadie se saliera del camino, debían comprometerse con los resultados: en la escuela buenas notas, en la casa obediencia, orden y respeto, en la familia alegría, convivencia sana, apoyo incondicional a cada miembro del clan. “Lupe” disfrutaba enormemente cocinar con su esposa, combinaban ingredientes y texturas, un poco texanas, otras muy mexicanas, el pan de campo le gustaba mucho al abuelo, cuando no se cocinaba recurrían al pan de maíz. Utilizaban una lámina que estaba quemada, se colocaba por encima del sartén, ahí ponían brasas para que se cocinaran por arriba y por abajo. ¡Let me help you! Se hablaba español una buena parte del día, principalmente los fines de semana, aunque el idioma inglés predominaba de lunes a viernes, el primer idioma se usaba para no olvidarse, el segundo 10


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

por la necesidad en las escuelas y los trabajos. ¿Papá puedo salir a jugar? Nada más con cuidado, no te confíes de los animales – advertía “Lupe” a cada uno de sus hijos. Gracias lo tendré – contestaba papá sonriente. Sé que cada día rezaban, elevaban las manos con fervor envolviendo algunas oraciones y agradecimientos, después de una jornada agotadora, cenaban en familia y después se daban las buenas noches temprano para irse a dormir, no había televisión, la radio era el centro de atención de las familias. Para cenar por lo general había chicharrones en salsa, un platón grande con frijoles pintos, tortillas y gorditas de maíz, hechas a mano, una delicia. Las ollas desprendían esos olores inconfundibles a tierras aztecas, los condimentos hervían desesperados por ser degustados por tantos paladares, como Dioses del pasado que hablaban a través de los rituales entre humos y danzas ceremoniales. Nadie se quería perder la cena. Usted se sirve lo que se va a comer, no se levante, pide que le pasen las cosas, usando un por favor – le advertía el hermano mayor a mi papá. Era el que llevaba la batuta cuando faltaban las miradas de papá y mamá. Si está bien, ya entendimos – contestaba una de las hermanas menores, sobraba orden y respeto. Thank you. Una buena parte del día la estufa de leño estaba encendida, colocaban un “pato” con agua caliente, en aquel entonces no había calentador de agua y sí lo había, a mis parientes no les alcanzaba para tener uno, unas cajas con hielo servían como refrigerador. “Lupe” con sus hijos fabricaron la hielera y otros utensilios, necesarios para vivir con mayor comodidad. Era un hombre hábil e ingenioso, un marido ejemplar, le gustaba construir muchas cosas a mano, herramientas para la cocina y para el jardín. Nada se le atoraba, inventaban muchas cosas. 11


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Cada uno tenía sus responsabilidades, cada hijo sabía lo que tenía que hacer al terminar de merendar, algunos alzaban la mesa y otros lavaban los platos, en la tina del baño metían los trastes a remojar, en algunas ollas grandes calentaban el agua de la noria, tanto para darse una ducha como para desprender con mayor facilidad la grasa de las sartenes. Mira mujer, esto te va a servir aquí para que calientes las tortillas y tapes los guisados, pruébalo y si le hace falta algo me dices para arreglarlo. Gracias eso haré amor. Ándele y si necesita algo más sólo pídamelo para ver cómo le hago – contestaba raudo y atento, siempre con la actitud correcta, sin enojos, sin cargar malos sentimientos. La diversión de los niños era sencilla, les gustaba construir cometas y aprovechar las rachas de viento para alcanzar alturas inesperadas, cada uno con la suya, por las tardes cuando aún el sol calentaba, salían a volarlas, el cielo se abría en plenitud para ayudarlos, algunas nubes observaban curiosas como las figuras obtusas volaban zigzagueando entre risas y caras de asombro, también les atraía el futbol soccer y el softball. Tenían algunos guantes viejos y varias pelotas desgastadas de sus costuras, pero con eso era suficiente para ser felices. A mi abuela Elvira le gustaban los canarios, tenía varias jaulas afuera por donde lavaba, escuchaba con placer y atención los cantos, el trinar de las voces afinadas de esos pajaritos de color amarillo, a Lupe en cambio le gustaban los perros, había uno en particular que era su fiel compañero, lo seguía por todos lados y cuando se sentaba en alguna silla o el sofá a tomar su café, ese perro café lo esperaba pacientemente, le gustaba pasar el tiempo a su lado, sé por lo que me dice papá que nadie se quería arrimar ahí, no era bravo pero defendía el espacio entre su amo y él; el abuelo por las noches mascaba tabaco, otras veces fumaba pipa o puro. Con este 12


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

último, hacía un curioso y pequeño ritual, supongo que, para disfrutarlo más, le remojaba un poco la punta para que la hoja del tabaco cediera, después cercenaba un pedazo pequeño donde colocaría su boca y lo encendía con los cerillos, si tenía suerte a la primera prendía, cuando no se llevaba dos o tres cerillos, en su cara se miraba la satisfacción que le daba el aroma penetrante de ese tabaco tan especial. Anda hijo tráeme el tabaco por favor – gritaba a Adolfo. Los hijos sabían dónde guardaba todo, de inmediato iban por los pequeños contenedores y los cerillos para que pudiera prender la pipa. Sí papá, voy para allá – gritaba mi padre emocionado - ¡I´m on… the way! Right away. Hable bien, nada más que no se le hagan bolas las palabras – reclamaba sonriente, mientras que con sus manos grandes solicitaba rapidez. Sí, perdón. En la casa de mis abuelos se hablaban los dos idiomas, pero predominaba el español, el idioma ingles lo usaban por necesidad, para el trabajo, para la escuela y atender a otras personas que los visitaban, compradores y vendedores, algunas palabras se mezclaron con el español, había mucha disciplina, todo se hablaba de frente, sin mentiras. Adolfo, mi padre a veces tarda en hilar las ideas, pero cuando estás salen, todo se vuelve claridad. Habla con mesura de su pasado, sé que hay dolor en su alma por las cosas que no pudo darnos, siente que tiene una deuda con cada uno de sus hijos, él no sabe que yo lo sé, él no sabe que todo lo que nos dio tuvo un enorme significado. El alcohol nunca me generó ningún problema, la bronca estaba en la cantidad que tomaba jajaja – comenta elevando al cielo su risa indómita y un poco sarcástica. Su primer trabajo fue de jardinero, exactamente a los ca13


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

torce años cuando terminaba de hacer la tarea buscaba el azadón y el pico, los no tenía mucha experiencia, pero si ganas de hacer las cosas, como él se daba a entender sacaba las hierbas, el zacate, limpiaba terrenos, preparaba la tierra para poder plantar algunas flores, su primeros clientes fueron los vecinos donde vivían, al terminar la jornada por la tarde estiraba la mano para recibir la paga, le daban unas monedas, dieces y centavos. ¡Aquello era un dineral! – confiesa papá, estaba feliz si juntaba ochenta o noventa centavos al día, los juntaba para dárselos a su mamá, el sábado era el día de ir al mercado, había tantas cosas que comprar, frutas, panes, dulces, nadie le exigía que le diera el dinero a su mamá, sin embargo a él le daba placer dárselos, le gustaba ver la cara de satisfacción, los ojos se le cristalizaban con ternura. Álzaselo a tu mamá – sugería “Lupe”. Sí papá, claro. Con unas cuantas pesetas la familia llenaba varias bolsas de víveres, en aquel entonces todo era muy barato, ¡con una peseta salían dos o tres bolsas, con un dólar cajas! Echaban las cosas en una camioneta y jalaban para la casa, se llevaban mantequilla, arroz, frijoles pintos, jamón, tomates, papas, al llegar las carnes frías se depositaban en la hielera, lo demás a la despensa, eran experiencias inolvidables, imborrables para cada uno de ellos, y pensar que esta historia comenzó once catorce años atrás, a más de 163 millas de Reynosa a Rockport Texas. A veces llegaba el circo al pueblo, otras más, se organizaban carnavales, era el momento de salir a la calle y disfrutar los benefi14


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

cios de la diversión, el esparcimiento, la convivencia en familia no se gastaba mucho, las entradas eran muy baratas, nada era caro, las palomitas, los algodones de azúcar. No viajaban de vacaciones a ninguna parte, pero sabían disfrutar el momento, donde se diera, se llevaban bien, con una peseta o treinta centavos, se compraban las golosinas, una soda valía cuatro centavos, un paquete grande de galletas eran siete centavos, los fines de semana pasaban tiempo cosechando los cultivos que les regalaba la tierra: chile, las mazorcas de maíz, sandias. Cuando había elotes acostumbraban a prender una fogata para ponerlos a las brasas, lo que sobraba se guardaba, lo desgranaban para la sopa o lo molían para preparar el pan, los sabores de aquellos años eran tan diferentes a los de ahora, más naturales, la cocina era una mezcla de platillos mexicanos y texanos, siempre había cosas que le recordaban a México: salsas, tortillas, guacamole. La mayoría de los hijos de los González estudiaron en la escuela católica del pueblo, donde se llevaba un disciplina férrea, la cual apuntalaba los valores que recibían en el hogar, le gustaba estudiar sentía mucha responsabilidad con sus papas; las monjitas estaban atentas a las calificaciones, los ponían a leer en inglés, ayudaban a los niños para que las pronunciaran correctamente, desde el pupitre tenían que pararse para leer algunos libros de la literatura clásica estadounidense, la maestra se sentaba en su silla de madera y paraba oreja para escuchar la dicción de los alumnos, uno a uno tenía que decir unos párrafos comprobando así que estaba avanzando, en sus conocimientos. Adolfo se dio tiempo para ser monaguillo en la iglesia, eso le servía para escuchar y aprender del padrecito, un hombre muy atento y servicial. Acudían a misa, junto con algunos de sus hermanos apoyaban, cada día se turnaban entre sí. Los problemas que tuvo Adolfo en la escuela los resolvía hablando con sus padres, se paraba de frente y como si fuera un sol15


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

dadito de plomo pedía a su madre lo que necesitaba para estudiar, a veces era necesario que se apartara de la bola para poder concentrarse. Me lo imagino sobre su cama, encerrado repasando las notas en su cuaderno, tamborileando el lápiz contra su almohada. Desde el primer momento que inició la familia, todo indicaba que nació para triunfar, porque sus integrantes tenían dones importantes, mujeres y hombres por parejo, cada uno sacaba a relucir lo que la familia González era capaz. El siguiente trabajo de Adolfo fue más formal, entró a trabajar en una comercializadora de alimento para animales, le pagaban cuarenta centavos la hora, el patrón levantaba muchos granos, le gustaba lo que hacía por las tardes se juntaban para platicar y saber cómo estuvo el día, al llegar el día de paga, les entregaban 14 a 18 dólares, cantidad suficiente para comprar más víveres y seguir ayudando a su familia. Al salir de trabajar seguía ayudando en la casa, algunos de sus hermanos se habían casado, otros más se fueron a la segunda guerra mundial, fueron épocas complicadas, las noticias no eran buenas, uno de ellos estuvo en Francia, mandaba cartas a Doña Elvira, seguido se metía a su cuarto a llorar por los ausentes, por los que estaban en combate, durante muchos años no tuvieron coche, siempre andaban a pie, así se movían a la escuela, a la iglesia, varios de sus hermanos compraron autos, no nuevos pero fueron de gran ayuda para mover el mandado del mercado, acudir a la iglesia. Después pudieron comprar un guayín, fue una bendición porque las distancias se empezaron a hacer más grandes y el tiempo rendía más. Adolfo se graduó en 1951, solo cinco muchachos se graduaron ese día, John Garza y tres mujeres, terminaron el octavo grado, ese día andaba emocionado, llegó temprano a la ceremonia con sus mejores galas conoció a su primera novia en la escuela, pero nunca paso a mayores, estaban muy chicos y faltaba tiempo, porque aparte de su trabajo, ayudaba a sus hermanos para tener el cuidado y el 16


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

mantenimiento. Deberías de ir a ver al médico no te ves muy bien. No pasa nada, ahorita que descanse me sentiré mejor – contestaba. Don José Guadalupe se retiró del trabajo por la edad, lo jubilaron conforme los años que se establecía como límite en las empresas, su pelo se pintó de blanco y el cuerpo comenzó a deteriorarse de forma natural - los años no pasan en balde – decía. Lamentablemente nunca quería ir al doctor, con nada, por nada, buscaba los remedios caseros que le preparaba su mujer y sus hijas, algunas hierbas, ramitas para hacer un té, ungüentos, y las medicinas comunes que se usaban antes, los mejores años habían quedado atrás, aunque aún se le podía ver sentado en la mecedora, tomando su café y fumando su pipa, de vez en cuando buscaba el azadón y las tijeras, la gente lo seguía buscando para que les arreglara el jardín, tenía buena mano para las plantas; ese viernes podó un par de árboles, los últimos que pudo alcanzar, regresaba a casa a buscar descanso, un par de gordas de maíz y su café, eso lo mantenía en la tierra, conectado a los suyos, a sus recuerdos y los sabores de sus recuerdos. Cuando Adolfo tenía quince años su papá falleció, fue una pérdida muy grande para él, porque lo había disfrutado pocos años, aunque lo suficiente para amarlo profundamente. Su partida me partió el alma en dos, aun hoy en día lo sigo recordando tal como era, en sus mejores años, siempre con la palabra expresiva en la boca, dispuesto a enseñarnos algo, lo que fuera, sus muecas, los pliegues de sus manos las recuerdo sobre mi hombro cuando mirábamos el atardecer desde la ventana de la casa, no oculto mi dolor, nunca lo ocultaré – me confesó Adolfo con la voz entrecortada hace unos días. - El día que murió tuve la oportunidad de despedirme de él, estaba postrado en la cama y aun me llenó de consejos – debes de tener cuidado, cuidarte mucho siempre - eran las siete de la mañana, dos horas más tarde mi hermana más chiquita me buscó, yo estaba arriba de una troca grande descargando maíz, venía llorando, brinqué hasta 17


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

el suelo de un salto, la abracé con fuerza para escucharla – ¡papá acaba de morir! – dijo. Se me fue la sangre a los pies, me sentí bien débil, reconozco que estaba muy apegado a él. Comenta papá que el funeral fue muy triste, sus hijos y parientes se dieron cita en el camposanto, el día estaba nublado con corrientes de aire helado, las miradas se encontraban a ras del suelo, algunas flores aparecieron para acompañar a “Lupe” hasta el cielo. ¡Qué Dios lo reciba en su santa gloria! – comentó una amiga de la familia. Estamos aquí reunidos para darle el último adiós a un gran hombre, a un padre de familia excepcional, a quien nunca le faltó el aliento para ayudar a su mujer y a sus hijos – rezaba el cura del pueblo congojado por los sentimientos a flor de piel. Amén. Elvira lloró desde el principio al fin, erguida buscando en el cielo la nube más alta, sin embargo, no se quebró, flanqueada por sus hijos e hijas todo el tiempo, las palabras de sacerdote fueron sabias y precisas, les habló de unión y de ejemplo, de sacrificio y voluntad, la mayoría estuvo de acuerdo. Los ángeles bajaron a tierras texanas para llevarse su alma al reino de Dios, dejando atrás un legado importante para los que tuvieron la fortuna de conocerlo. Adolfo se mantuvo solemne y silencioso, estoico y concentrado, era apenas un muchacho con la vida por delante, su maestro, su amigo, partió, no hubo doctor que le revisara las entrañas, no hubo medicina ni receta casera que evitara su adiós, donde esté, seguramente estará bebiendo café y sonriendo, inventando alguna herramienta, una posible solución para el campo, las máquinas del ferrocarril o la cocina. A los diecinueve años entró al servicio militar, a cumplir su deber como ciudadano, pero esa es otra historia, la cual narraré más adelante, todo a su tiempo, todo. 18


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

II. LA MUJER QUE LE GUSTABA CANTAR Mi madre, Doña Mercedes, nació el 26 de mayo de 1940 en Beeville Texas, sus padres fueron Paula Treviño Salazar y Manuel Pérez Salazar, era la segunda de cinco hijos, en total fueron tres mujeres y dos hombres. Tenía los ojos más grandes y expresivos que he visto, siempre uno sabía que estaba pensando con solo verle el rostro, sus labios eran afilados y perfectos, la partera sonrió al ver a tan hermosa flor entre sus brazos. ¡Aquí llegó la princess! – sugirió la señora que ayudó en la labor de parto – Mire nada más que belleza. La niña provenía de una familia de comerciantes, gente emprendedora que ayudaba a la comunidad de muchas formas, tenían una tienda de abarrotes y generaban empleo, compraban artículos y productos que la gente preparaba aquí en Texas, de igual forma surtían varios productos mexicanos, costumbres bien arraigadas en algunos de los hogares de la localidad. 19


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

La relación entre sus padres y hermanos, grandes y chicos era muy cercana. “Mom” decía que ella y Paula por un tiempo llegaron a parecer hermanas, a las niñas les gustaba trabajar en la casa, disfrutaban de su compañía platicando, limpiando, siempre había cosas por hacer, un poco más grandecita la podías encontrar ayudándole a su papá en la tienda, se sentaba detrás del mostrador y con aquellos enormes luceros miraba todo a su alrededor, en su mente grababa como su papá, Don Manuel y otro empleado despachaban a las personas, era un hombre chapeado a la usanza antigua, con valores y cortesía, habitualmente ofrecía sin cargo extra un trato justo y una sonrisa. Solía tener siempre bajo la manga una frase chistosa, un comentario interesante, alto y delgado, evidentemente amaba a su trabajo y a su familia. Mira y aprende hija, ¡watch and learn! Con el paso de los años Mercedes fue conociendo el arte de cómo negociar, se paraba muy erguida frente a la gente, con la sonrisa por delante, nunca se cruzaba de brazos, con las personas era atenta y servicial, llevaba en la sangre todo para llegar a ser una buena vendedora, mejoró su forma de cerrar las ventas y operaciones con la mayoría de los clientes, era bastante astuta, sin que se lo pidieran les daba un pilón, un dulce para el niño, un pedazo más de pan, un extra de tortillas, eso hacía feliz a los compradores, muchas veces se sorprendían, más los clientes nuevos, le gustaba enseñarles respeto y compromiso mutuo, la razón del porque eran tan importantes para el negocio, se le notaba que era alegre haciendo a otras personas sentirse igual que a ella. Muchas gracias por su compra, regrese pronto, para que pruebe las tortillas de harina. ¡Aquí le va una paleta para su hija! No era nada egoísta con sus hermanos, ni con la gente que 20


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

conocía, desinteresadamente hacía el bien, siempre con amabilidad y palabras suaves, mostraba su cariño y agradecimiento por la preferencia de los clientes, con eso intentaba garantizar que la gente regresara a comprar más cosas. Muy bien hija. Tienes que tratar a la clientela bien para que regrese papá. Lo sé, mira ahí viene la señora Paty atiéndela tú, voy a ver si llegaron unas cosas que me encargo la semana pasada. Sí papá con gusto lo hago, bienvenida… ¡welcome señora hermosa!, ¿how are you? – decía mamá esbozando su mejor sonrisa. Mercedes estudió hasta el séptimo grado en la escuela pública Jackson School, la cual estaba cruzando la calle de su casa y de la tienda, desde niña fue juguetona y traviesa, una mujercita alegre e inteligente que le gustaba jugar con sus amigas, primas y tíos, los hermanos de su papá quienes también eran comerciantes, gente de provecho, responsables. Sé que a mamá le atraía ponerse a escuchar las pláticas de adultos, se sentaba cerca de Don Manuel con los oídos muy atentos a las historias y anécdotas de los comercios, también se hablaba de algunos problemas graves de racismo. En aquellos años las personas eran agredidas y relegadas. Negros, latinos, asiáticos y gabachos, peleaban por sus derechos, era relativamente una nación nueva, así que se estaba definiendo el futuro de millones de personas. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis – cantaba sonriente – tengo una muñeca vestida de azul, con su camisita y su canesú, la saqué a paseo, se me constipó, la tengo en la cama con mucho dolor y esta mañana me dijo el doctor, ¡que le dé el jarabe con el tenedor! ¡Mi hija hermosa qué bonito canta! Gracias – contestaba emocionada, aunque sabía que no era muy entonada le echaba ganas. Su mamá les decía con emoción su sentir, todo el tiempo 21


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

expresaba que adoraba a sus hijos, era cariñosa con Mercedes y sus hermanos, muy al pendiente de sus necesidades. Con el paso de los años y los cambios hormonales Mercedes descubrió que le gustaba la tesitura de su voz, la gente que conoció a mamá sabía que era una gran conversadora, desde chica tenía un timbre que tranquilizaba al niño más rebelde, quizás por eso el canto también le llamó la atención, ella cantaba tan seguido como le era posible, simpática y buena muchachita, vivía con la sonrisa a flor de piel, decía ocurrencias con mucha facilidad, había nacido con el “don de gentes”, era agradable y entregada, se conectaba de una manera muy especial con la clientela, sabía cuándo hablar y cuando callar, su papá la admiraba por eso y confiaba mucho en ella, sus dos hermanos más chicos, se colaban por ahí de vez en cuando, Tony y Manuel Junior, eran traviesos y divertidos. Olga, una de sus hermanas le gustaba más estar en la casa y cocinar junto a su mamá, se sentía bien consigo misma eso le abría muchas puertas. Si a la gente le prometes algo debes cumplírselo, para eso uno estrecha la mano para comprometerse. Tenía una frase para toda ocasión, para las amistades, para los negocios, para la iglesia. Era positiva, a todo le encontraba un lado bueno, algo favorable tenía que salir de cada tragedia, a cada situación le buscaba un aprendizaje, no era egoísta, compartía sus conocimientos con los demás, tanto en la escuela como en la casa, los comentarios que hacía eran acertados, cuidaba a sus hermanos con mucho cariño y respeto, aprendió el oficio del negocio y la administración. Vendían tortillas, tomates, frutas, salsas, sus padres idearon una ruta para surtir al vecindario, algunas cosas las podían surtir en bicicleta otras a penas con la camioneta, después ampliaron las rutas y surtieron a casi todo el pueblo, la tienda de los Salazar daba un buen servicio e innovaba productos de mes en mes, eran buenos para comprar, verificaban la calidad de las cosas y pagaban a tiempo 22


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

cada cuenta, siempre estaban al día. Hija hoy no me siento bien, puedes cuidar de tus hermanos que hagan la tarea por favor. Con gusto, no se preocupe – contestaba voluntariosa. Gracias hija, te quiero mucho. Todo eso forjó a Mercedes para el futuro, sacaba cuentas rápido sin la necesidad de un lápiz o papel, no había calculadoras en aquel tiempo, pero nadie las necesitaba, eran agiles con los números, a veces se sentaba en la mesa del comedor a repasar matemáticas con sus hermanos, su papá acostumbraba a traer las bolsas del pantalón lleno de monedas y los premiaba cuando hacían algo bien, el ruido que generaban las pequeñas monedas en sus bolsillos era muy singular, cuando las movía parecía como si trajera unas pequeñas maracas, entonces los niños intuían que habría un premio, era un hombre alto ¡tenía clase! La familia Salazar acuñaba el valor de la palabra y la gente de Beeville y otros pueblos vecinos, les reconocía eso, de boca en boca, recomendaban comprar en la tienda de ellos, por ser organizados y educados. En el año 55 Mercedes estrenó su primer automóvil, un motivo de orgullo y satisfacción, mamá era aventada y decidida, no eran ricos, pero sabían vivir bien, aunque su casa tuvo durante un tiempo el piso de tierra, trabajaban muy duro para lograr sus cosas. Pasaron por algunas crisis, épocas de vacas gordas y flacas por los movimientos de la gente, el pueblo no es muy grande y los tiempos de guerra complicaron la facilidad para superar la depresión económica. ¿Qué haces hija? Acomodando aquí en este sobre los pagos que hay que hacer. ¿Y la libreta amarilla? Hay anoto las ventas y saco las cuentas para ver si estamos bien, o hace falta vender más. 23


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Siempre hace falta vender más – contestaba Manuel, orgulloso por ver a Mercedes tan responsable con el dinero. En su casa tenían cosas muy bonitas, los muebles, adornos, cuadros, había algunas cruces de madera que colgaban de las paredes, fieles testigos de que eran creyentes, hijos de Dios. La religión para la familia Salazar siempre fue muy importante, la fe incondicional fue algo que Mercedes llevaría consigo toda la vida, mantuvo la convicción y cercanía con la iglesia, a pesar de que a veces no tenía tiempo, ella buscaba la manera de estar presente. La vida es muy corta, debemos de disfrutarla siempre – le repetía a Olga y a María Luisa, aunque siempre le decían “Licha”. Mamá no era una gran deportista, estaba más metida en el trabajo, en sus responsabilidades, le gustaba bailar pero tampoco era de las personas que amaran bailar, sí, lo hacía cuando salía con sus padres, ella se sentaba en la mesa bebía alguna soda y miraba a la gente hacerlo, disfrutaba más la música, los ojos le bailaban con cada tonada, con cada golpe de la batería, aunque tampoco tocó un instrumento, ella disfrutaba de la gente, convivencias, chistes, historias, estar con su familia. ¡Ojalá pudiera cantar hermoso! – bromeaba con cierta tristeza. Sin embargo, le echaba ganas. Lo haces cantas bonito – decía Don Manuel. Mentiroso. Te escucho con amor hija, y eso para mí es suficiente – contestaba acariciándole el antebrazo. Eso sí te lo creo papá. Mercedes no era una mujer que se quejara todo el tiempo, le consternaba el racismo, eso sí le preocupaba, podía enojarse ante la desigualdad – ¡qué nunca nadie te haga menos, porque todos somos iguales, nacimos del mismo padre, Dios nuestro Señor! – Ella se daba cuenta como había maltratos para los mexicanos, en la escuela, en la calle. Quizás por eso se convirtió en una defensora de los 24


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

más débiles, abogaba con su fe y sus acciones por todas las minorías. Lamentablemente la vida se llevó a mi abuelita Paula muy joven, enfermó de gravedad y a los pocos días falleció, eso llenó a mamá de un gran dolor, un enorme vacío en el pecho que creo nunca pudo llenar, tenía apenas dieciocho años cuando ocurrió todo eso; sin su mujer la soledad hizo prisionero a Manuel, tener la cama sola para él no era lo mismo, eso lo llenaba de angustia, de recuerdos y sentimientos, no fue nada sencillo dejarla ir, sus palabras, la alegría que imprimía al trabajar, aun se podía escuchar por las paredes de la casa. El sitio donde se solía sentar en la mesa transpiraba llanto, la ropa colgada había perdido color, sus zapatos dejaron de recorrer los caminos. La situación empeoró mucho, sin Paula nada parecía estar en su lugar fueron momentos muy amargos para la familia Salazar, pero más para su hija Mercedes, la unión entre ellas era sólida y significativa, por eso seguramente lloraba desconsoladamente por las noches, extrañando las palabras de su mamá, aprovechaba cada que podía para rezar al cielo con vehemencia, apretando sus manos y los dientes. Diosito dame fuerzas por favor para poder soportar esto. A la mañana siguiente, cuando se asomaba por la ventana, los recuerdos seguían ahí, se alzaban inmensos y profundos, eran mágicos como el azul del horizonte, y de pronto también estaban allí el frío de la soledad, el destello vinoso del aire, con su fulgor iridiscente. Le parecía entonces que su mamá nunca se había marchado, que andaba por ahí entre la gente, entre las miradas y las manos de sus hermanos. Mas no lograba entender como le habían endosado esa cruz tan difícil de llevar. Por las noches trataba de conciliar el sueño, pero le ganaban las ganas de llorar, miraba a su alrededor y no encontraba un solo lugar donde no haya compartido algo con su mamá, eso seguramente le dolía; los hermanos estaban en la adolescencia tendría que ser estricta con ellos para que no se fueran por caminos equivocados, con el paso de los años, ambos Tony y Manuel 25


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Junior le agradecieron su fortaleza, sus consejos y palabras. Mercedes no sabía cómo no entregarse a las personas, ella era así una fuente ilimitada de amor. Después de un tiempo la hermana mayor cedió ante la insistencia de su novio, tenía apenas veinte años cuando decidió casarse, fue algo intempestivo, quizás por salirse de la casa, quizás por dejar atrás los momentos dolorosos, tal vez por amor. Don Manuel no se opuso, pero su salud empezó a deteriorarse, fue todo muy rápido, lo peor es que la hermana se fue de casa con su esposo, eso implicaba alejarse del pueblo, al oeste, muy al oeste lejos de Beeville, entonces toda la responsabilidad de la tienda, sus hermanos menores y Don Manuel recayó sobre Mercedes, fueron tiempos complicados, pero más para ella. Te deseo lo mejor hermana, cuando me necesites estaré siempre para ti – dijo congojada, aun con los sentimientos atrapados en su pecho. Gracias todo va a estar bien Mercedes, confía en Dios. Así será siempre. Por desgracia poco tiempo después de morir su esposa, Don Manuel, cayó enfermo de tuberculosis y tuvo que ser hospitalizado a cuatro horas de Beeville, todo se complicó para Mercedes, sus tiempos, los gastos, cocinar para sus hermanos, era tiempos de zozobra, sobre sus hombros se libraban mil batallas, se aferró a su fe porque miraba todo muy difícil. Si la vida le exigía más, ella respondía esforzándose más, nunca se dejó vencer por los retos ni las caídas, salía siempre adelante, se persignaba y caminaba hacía donde ella 26


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

quería, como si supiera que Dios la estaba cuidando y nada le pasaría, trabajadora y responsable, un ejemplo para sus hermanos, para cada miembro de la familia. La familia Salazar era muy unida, se solidarizaron más las relaciones entre los tíos, los primos y los parientes lejanos, siempre estaban atentos para verse, compartir y apoyarse en todo momento, si alguien fallecía, la familia viajaba a los velorios, ahí podrías ver a parientes que venían de otras partes del país, del estado para escoltar a los suyos. Aquí estamos hija contigo. Gracias – contestaba la afectada. Mercedes empezó a enseñar la doctrina en la iglesia, eso aligeró el peso que sentía, aunque los viajes a visitar a su papá le sembraban pena, lo tenían encerrado con una máscara, le daban muy pocos minutos para poder verlo y tocarlo. Enfermera tenga misericordia conmigo entiéndame hago un viaje largo para poder estar con mi padre y no me dan tiempo para estar con él. No podemos hacer nada son instrucciones de los médicos, discúlpeme no es cosa mía señorita, son reglas del hospital – contestaba. No hablaban más, la enfermedad avanzaba con rapidez, nuevamente a la iglesia, a pedir apoyo a cielo una vez más. Iba y venía como un vendaval, solía decir que tenía la energía de veinte mujeres, era atrevida y responsable con sus cosas, las tareas, siempre andaba tratando de encontrarle sentido a su vida. El cuerpo le cambiaba cada año, se torneaban sus muslos y el pelo le crecía más brilloso, se miraba en el espejo con agrado, le gustaba arreglarse, tenía ropa bonita con colores vivos como sus perfumes, siempre buscaba como sonreír y hacer sonreír a sus hermanos también, cada que podía, cada que el tiempo y las distancias 27


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

visitaba a algunos de sus parientes para alivianar su pesar, fue así, como conoció a Adolfo, aquel hombre joven y apuesto, sencillo y trabajador, le gustaron muchas cosas de él, platicaron varias veces en casa de una tía. Las manos se entrelazaron varias veces, primero a escondidas, por encima de sus cabezas se alzaba el atardecer, el trinar de los pájaros y la caída del sol en el horizonte, una historia de amor se estaba gestando, entre las crisis y los problemas de salud de Don Manuel, entre la discriminación de los pueblos y la generosidad de la tierra texana. Me gustas mucho Mercedes – confesó el joven de la mirada tierna y postura de galán de cine. Tú no eres tan mal parecido Adolfo. Gracias, a tus órdenes. ¿Será? – bromeó, mostrando su sentido del humor, siempre chispeante e inesperado. Así mismo, por supuesto que sí, usted dígame que hacemos. Suspiros y corazones, seguramente salieron de esas primeras palabras de amor entre ellos, se vislumbraba un futuro prometedor entre ambos, Mercedes era una mujer de palabra y prometerle cualquier cosa, era irrevocable, se debía cumplir cabalmente, así estaba impuesta los hombres con los que convivía era muestra clara de rectitud y honestidad.

28


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

III. COMPROMISOS Y BODA Mi papá tenía 27 años cuando se hicieron novios, durante el carnaval tuvieron tiempo de platicar, Adolfo sabía por su hermano que Mercedes lo miraba con buenos ojos, << al parecer le gustaba >> confiesa emocionado. ¿Tienes novio? Pues no, la verdad no. Qué bueno, ya no necesitas buscar – contestó de manera atrevida aquel muchacho alto con porte de artista de cine. ¿Por qué? Porque ya hallaste uno – aseguró emocionado. Ella sonrío, otorgándole el sí a través de su silencio. Entonces inició la historia de su noviazgo, se visitaban en sus respectivas casas y a veces en casa de la hermana de Mercedes, que estaba casada con el hermano más chico de Adolfo, tuvieron tiempo de platicas, de conocerse más, de complementarse y ver como interactuaban en el día a día, como amigos, como novios, en familia. 29


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Ambos tenían tareas, buscaban afianzar su futuro de alguna manera, en la tienda Mercedes hacía muchas actividades, sin embargo, cuando Adolfo llegaba a visitarla, se daba el tiempo para atenderlo, para platicar. Al comienzo de su noviazgo, Adolfo no era bien visto por el papá de Mercedes, su suegro tenía sus reservas, dudaba de las intenciones del muchacho. Manuel, ese muchacho, es bueno no vas a encontrar a otro yerno mejor que él, viene de buena familia, yo conocí a Lupe, su papá, es gente de bien, un hombre responsable, no tienes que mortificarte por ella – dijo un amigo de la familia de Mercedes. Le gusta tomar cerveza y no sé, no me da buena espina. Dale la oportunidad, hazlo por la muchacha, por tu hija. La conversación era incesante, un tumulto de voces se escuchaba a lo lejos, la gente se preparaba para un nuevo carnaval, el tren llegaría al pueblo pronto. La gente se reunía por grupos: los mexicanos, los latinos, buscaban seguir manteniendo sus costumbres, el lenguaje y las fiestas de su tierra, delante de la cafetería del pueblo, de la oficina postal, la iglesia, la escuela, en cualquier lado te podías topar con alguien que hablara español. Los anglosajones tenían sus lugares preferidos, no simpatizaban mucho con las ideas, ni con el lenguaje, a veces les estorbaba, pero otras les era sumamente necesario para hablar con los trabajadores, pagaban la hora diferenciado, conforme les convenía, las leyes los protegían. Adolfo no sabía nada de eso, él seguía actuando como si nada, tratando a Mercedes bien, la miraba a la hora que le permitían, era educado y atento con Don Manuel. A ver muchacho si me ayudas a arreglar la cerca. Con todo gusto señor – contestaba ruborizado. Gracias. Al día siguiente le encargaba otra tarea, una nueva. ¿Sabes algo de plomería Adolfo? 30


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Sí Don Manuel. Revisa el baño de la entrada creo que está fugando agua. Claro – decía emocionado, le gustaba quedar bien y sentirse útil, sabía que la opinión de su suegro era importante en su relación, había mucho respeto y las cosas se hablaban de frente, siempre de frente. Mercedes se enteraba de todo después, Adolfo cada que tenía la oportunidad le platicaba lo que había pasado, en donde estuvo y lo que hizo y lo que no hizo, ella a veces se tenía que cruzar de brazos, se desesperaba esperando a que su novio terminara las tareas que le encargaba su papá, de un tiempo el no deseado se convirtió en el preferido. En cierta forma a Mercedes le gustaba que su papá buscara a su novio para hacer mil cosas: pintar, lijar, clavar, era apto para muchas tareas. Hablaba bien de él, lo que la molestaba era el tiempo de espera, había encomiendas más complicadas que otras. Luego cuando podían, ambos se lanzaban miradas y sonreían, cómplices de sus sentimientos y deseos, él de manera serena y su novia con la amplitud de toda su boca, diligente y eufórica, estaban felices por estar juntos y seguir creciendo en esos años maravillosos. Bueno, bueno muchas risas, ¿qué no te esperan en tu casa Adolfo? – dijo despreocupadamente. Sí Don Manuel ya me estaba yendo, buenas noches. Finalmente se llevaron muy bien, toda la familia lo aceptó, Adolfo ganaba dinero trabajando en el mantenimiento de algunas empresas, también ponía antenas para las televisiones, reparando muebles, por la noches se iba a donde mataban ganado para limpiar los canales, las bodegas, los pasillos, tenía mucho trabajo, pero se daba el tiempo para visitar a su novia, le llevaba algún detalle, flores, una carta, una nota de amor en algún papel, de puño y letra suyas. Cualquier detalle era bueno, para hacerle saber que pensaba en ella y la quería a su lado. 31


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Adolfo no tenía planes de boda, aun no, sin embargo, Mercedes sí, ella deseaba llevar su compromiso al siguiente nivel: al altar. Yo sí me quiero casar. Es que, pues sí, pero… Dudaba no sabía que decirle, como salirse de ese lío en que se había metido. El miércoles como a las siete nos puede casar el padre. Tanto así. Sí, una vez casados podemos ir para con tu hermano y mi hermana a San Antonio, allá estaríamos unos días. Está bien, sí así lo quieres, lo haremos a tu modo. Llegó el día y la hora indicada, Adolfo se vistió con sus mejores galas, sabía que sus papás no asistirían, también algunos de sus hermanos, los invitados comenzaron a aparecerse por ahí como no queriendo la cosa, unos corriendo otros sin prisa, los novios se miraban contentos, satisfechos, con el alma en los bordes de la piel, sensibles y emocionados, un sueño que ambos deseaban. La misa fue cortita, no hubo muchas personas, los padrinos fueron los hermanos de ambos, esa tarde el sol estaba ausente, pardeaba su reflejo en alguna nubes y en las fachadas de los edificios, el vestido de Mercedes no fue el mejor ni el más bonito, pero lucía hermosa como una muñequita de pastel, la verdad no tuvieron tiempo para preparar una gran celebración, ni servir un banquete con los platillos que ambos estaban acostumbrados faltaron parientes, amigos y tiempo, por la premura en que se realizó todo, un ramo pequeño adornaba las manos de la novia, el cura tenía una mirada enfática y celosa del momento, no especulaba nada, sabía que las 32


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

palabras que emanara de su boca tocaría los corazones de los asistentes, inmaculadamente blanco lucía el atuendo del sacerdote, se notaba sereno, mientras que los novios estaban impacientes. Comenzaron las plegarias y los cantos, las miradas furtivas y los corazones acelerados. Las velas estaban perfectamente colocadas, olorosas y sacramentales, iluminando los corazones de los muchachos que estaban frente al altar, nadie quería perder detalle de lo que estaba por suceder. Acepto – dijo Mercedes emocionada. Adolfo aceptas a Mercedes como tu esposa, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, para bien suyo y de Dios. Acepto. En nombre sea del padre del hijo y del espíritu santo, los declaro marido y mujer, Adolfo ya puedes besar a la novia. Gracias Padre. Un rápido impulso llevó Adolfo hasta los labios de su esposa, Mercedes le correspondió primero con timidez, después lo hizo con los derechos que le correspondían por ser su mujer. El tiempo se detuvo por ahí, se mezcló entre los asistentes a disfrutar el momento, no todos los días sucedía eso, no todos los días se podía observar a dos enamorados sonreír de una manera tan especial, tan profunda y significativa. Te amo. Seamos felices – contestó Mercedes. Los padrinos aplaudieron intempestivamente, el resto de los invitados se sumaron a la celebración, el órgano tocaba la marcha nupcial, algunas voces se mezclaban, susurros y gritos de júbilo, ambos se miraban satisfechos con el compromiso, sabían que no habría fiesta en ese momento, lo tuvieron que dejar para después. Salieron sonrientes rumbo a la calle, estando en la banqueta se llenaron de abrazos, de besos, de buenos deseos, había muchos planes que cumplir, lugares que visitar. 33


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

En hora buena hermano. En hora buena hermana. Algunas aves y golondrinas volaron cerca de donde estaba la gente, las sombras de los árboles se alargaban, se estiraban poco a poco, caía el sol en el horizonte. Había algarabía, se escuchaban los murmullos, las risas y el enorme cariño que se desprendía de cada uno de los asistentes, fue un momento glorioso a pesar de las prisas, a pesar de todo lo que les faltó, los ingredientes principales los tuvieron: amor y un gran respeto. ¡Felicidades! Gracias, por estar aquí. Sí por acompañarnos y ser parte de esta unión, gracias a Dios. Las personas se fueron retirando, las calles se llenaron de silencios y de esperanzas, la gente se fue a cenar, cada uno, para su casa, los novios partieron rumbo a San Antonio, allá pasarían sus primeros días de casados, gozarían de la privacidad y la compañía de sus padrinos, sus hermanos. Todo es para bien amor. Juntos podemos mover montañas. Así es y será.

34


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

IV. VIDA HUMILDE Comenzar una vida juntos cuesta trabajo y más cuando se empieza desde cero, la fuerza de voluntad era el capital principal, de ahí partiría todo lo demás, cuando regresaron de San Antonio rentaron un pequeño departamento en su ciudad natal, Beeville Texas, tanto Mercedes como Adolfo trabajaban, ambos sumaban al gasto familiar, les gustaba las cosas simples que da la vida, la naturaleza, el deporte, convivir en familia. Después de unos meses nacería la primera hija, Adolfo asistió a la partera de principio a fin, su trabajo consistía en apoyar sus manos contra el vientre de Mercedes y empujarlo con suavidad, daba apoyo moral y físico, a veces las uñas de su esposa le jugaban una mala pasada en su brazo, sin embargo, el seguía ahí firme esperando que saliera la primera dama de la familia. Jálele aquí, pushele allá – decía la partera. ¡Amor! De repente, el llanto de la bebé irrumpió en la habitación, con unas tijeras cortaron el cordón lumbrical, una pulgada arriba del vientre de la criatura, la primera felicidad de los que estaban ahí 35


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

presentes, apretando dientes y corazones, le retiraron los restos de la placenta y la sangre que estaba pegada a su cuerpo, con cuidado y con cariño, al terminar la envolvieron en una manta blanca, la entregaron a los brazos de su madre para que ambas sintieran el calor de sus cuerpos, rezaron una pequeña oración por la salud de ambos, la noticia corrió rápido por la familia y el pueblo, un nuevo integrante de la familia había nacido. Felicidades tienen una hermosa hija, se parece mucho a usted señora, pero tiene la nariz de Adolfo. ¡So pretty! Gracias – comentó Mercedes con un nudo en la garganta. Los Salazar festejaron en grande, tíos y primos, las cartas y mensajes llegaron pocos días, los González también se unieron a la celebración, estaban orgullosos, bautizaron a la niña con el nombre de Rebeca, pocos años después llegué yo, en noviembre de 1963 para ser exactos, me bautizaron con el nombre de Felipita, en honor a una tía, hermana de Don Lupe la quería mucho. Nuevamente la partera apoyo a mamá, una vez más papá estuvo ahí asistiendo a la partera, los días de estar cuidando bebés se incrementaron, lo mismo sucedió con la carga de trabajo para Adolfo, los centavos y las pesetas alcanzaban solo para cubrir lo indispensable. Vivían modestamente, el negocio de la tienda ayudaba a generar dinero, después de la boda y el nacimiento de los hijos, se complicó la logística, los tiempos, Mercedes hacía hasta lo imposible por mantenerla en operación, se apoyaba con sus hermanos y Adolfo. El negocio seguía siendo el punto de reunión de la familia Salazar, parientes iban y venían, primos, tíos, saludando y felicitando a la pareja por las niñas. ¿De qué Salazar eres tú Mercedes? – preguntaba la gente tratando de hacerle platica. ¿Cómo que de cuáles? – decía llevándose ambas manos a la cintura - ¡De los buenos! 36


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

¡Ah ya decía yo! Jajajaja – dijo la mujer del vestido blanco con flores bordadas en el pecho. Pásele que se va a llevar. Beeville tenía sus encantos, su historia, la calle central y sus casonas, la base militar palpitando con sus aviones, la luz y los verdes que vienen y van y vuelven a venir de nuevo, las familias pudientes con sus carros nuevos y las trocas viejas que pasan traqueteando la calle Adams y Corpus Christi, algunos caballos se asoman aun por las entre calles y las granjas, el cadavérico oficial que cuida el banco principal, las vías que cruzan y se detienen frente a las rutas nuevas. En 1886, el primer ferrocarril se construyó a través del pueblo, estimulando el crecimiento de la economía y la población. La Southern Pacific Transportation Company operó estos ferrocarriles hasta principios de los años setenta. Las calles de la ciudad fueron pavimentadas en 1921, un evento de suma importancia para la circulación de los nuevos vehículos motorizados. Algo que pocos recuerdan es que Beeville recibió el servicio de Trans-Texas Airways (TTa) una línea aérea durante la década de 1950. Operaban vuelos regulares de pasajeros con aviones Douglas DC-3 prop de Chase Field con servicio a Brownsville, Corpus Christi, Harlingen, Houston, San Antonio y otros destinos en Texas. La oficina de correos, la ferretería en la esquina, y junto a ella la biblioteca, con su torre y sus almenas a lo largo del tejado como si se tratara de un castillo antiguo, la hilera de viejos edificios de ladrillo en la calle Saint Marys; la gente que pasa y los carros que van y vienen, la luz que llega y cambia y que siempre vuelve y vuelve, y todo lo que viene y va y cambia en la plaza para que ésta siga siendo exactamente igual. Mercedes pensaba: «He aquí la visión de un pueblo que nunca cambia, que seguramente siempre seguirá igual.” Mamá seguía apoyando a sus hermanos más chicos, los 37


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

buscaba para darles consejos, a veces llegaban a comer al pequeño departamento donde vivían, frijoles pintos, queso, tacos, siempre había algo listo para saciar el hambre de las visitas. Eran tiempos complicados para el país y el mundo, ese año Martin Luther King Junior dio uno de los discursos más famosos de la historia “i have a dream”, “Yo tengo un sueño”, en la capital del país, en Washington DC, juntando a miles de personas, el objetivo era tratar de frenar los problemas de racismo en algunos estados de la unión americana, concientizar a la nación de que eso desgastaba los ánimos de la gente, en las ciudades y en el campo, en las capitales y los pueblos, fue un día memorable para las minorías, desde las escalinatas del Monumento a Lincoln. Luther King habló fuerte y con decisión durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, estoy segura de que eso fue un momento clave en el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos. Vieja es un gran hombre sin duda – comentó Adolfo cuando leyó la noticia en el periódico local. Muy valiente, por lo que está sucediendo – certificó Mercedes, mientras me arrullaba. La gente hablaría de ese discurso por mucho tiempo, en los cafés, en las iglesias, cientos de sermones se dedicaron a ese sueño, el de libertad, el de respeto a los demás, es considerado frecuentemente como uno de los mejores discursos de la historia. Las familias Salazar y González creían en los derechos de los demás, de cada raza, de cada individuo y defendían en su entorno 38


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

esa premisa, estaban orgullosos de sus raíces, jamás ocultaron su piel, ni costumbres, su fe hacía la virgen María, la morenita del Tepeyac. Una ventaja de mis padres es que ambos sabían cocinar, les gustaba hacerlo por las tardes, ya cuando el sol amainaba y la temperatura era más agradable, sobre todo cuando encontraban el tiempo adecuado, porque entre niños y trabajo, no era fácil acomodarse, los dos tenían la experiencia previa en sus respectivas casas, en su juventud con sus papas, hermanos y hermanas, eran amantes del buen café, lo preparaban de olla, granos o soluble como fuera pero que estuviera sabroso, calentaban el pan en el comal de acero, ahora que estaban juntos tenían la oportunidad de compartir sus recetas y platillos, de inventarse mutuamente como seres humanos, de consentirse y cuidarse para toda la vida, con sus hijas, las reuniones familiares eran divertidas, había siempre algo nuevo que platicar, que aprender, juegos de mesa, pelota o bromas que compartían por el placer de verse juntos y sonrientes. A Adolfo se le iban los ojos al ver a sus sobrinos, se imaginaba jugando a la pelota con uno propio, deseaba tener un varón, uno con quien compartir sus gustos por la tierra, la jardinería y las armas. Viejo creo que estoy embarazada – confirmó mamá emocionada - sí, tengo los mismos síntomas de otras veces, bien sabes que no puedo equivocarme. Habrá que hablar con la partera para que te revise mujer. Espero sea varón, ¡ya me toca! Sucedieron tantas cosas en ese año, ocho meses después de aquel día, de aquella charla en el comedor de madera, nació Adolfo, Junior, dando una enorme cantidad de felicidad a la pareja, era un niño fuerte y sonriente, con unos brazos enormes y las piernas gruesas como un jugador de futbol americano, la partera entregó el nuevo miembro de la familia, se celebró en grande, poco tiempo después llegó Manuel, de cejas pobladas y manos grandes, con una 39


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

sonrisa encantadora, se le puso ese nombre por su abuelo, el papá de Mercedes. Les alegró los corazones, ya tenían las parejitas, dos niñas, dos niños, el compromiso en el hogar crecía cada día más, el dinero no ajustaba, se tuvieron que hacer muchos sacrificios para sacar adelante los pagos, los pañales, la leche y toda la ropa. Ojalá pudiéramos vivir en otro lugar viejo – dijo mamá. Habrá que buscar por dónde. Con cinco hijos a cuestas y sus hermanos, la pareja decidió darse un descanso, ameritaban atención y cuidados, por la cantidad de trabajo que tenía Adolfo, y el poco dinero que ganaba, más el desgaste físico de ambos, a veces la paciencia se les acababa, pero la mayoría de las veces con amor y trabajo sacaban los compromisos adelante, las otras, en las difíciles acudían a la iglesia para pedir perdón por sus pecados, se sentían capaces de salir adelante, sabían que todo el esfuerzo que le imprimieran a su familia rendiría frutos, ¡sería una buena cosecha! Voy a tomar pastillas para no tener más hijos. Bueno, me parece bien. Pero, tú también ayúdame viejo, no me lo dejes todo a mí. Mercedes parecía que todo lo adivinaba, supo que al ingerirlas tendría problemas con su peso y tras la inevitable pesadumbre, se dedicó a mezclar profecías sobre la guerra y el futuro del país. Ellos aspiraban a vivir mejor, tener más espacio y gozar de un lugar especial, más abierto, por curiosidad y necesidad ubicaron a las afueras del pueblo un terreno grande, el sueño que ambos compartían, se imaginaron ahí en una cabaña de madera, con una enorme chimenea y una mesa grande para sus hijos, había la posibilidad de criar animales, una granja donde tener gallinas, marranos, chivos, vacas, la persona que les ofrecía la propiedad les daba la posibilidad de financiarles a pagos la tierra, estaba muy bien ubicado al borde de la carretera 181, eran seis acres en total, el hombre parecía tener la voluntad de negociar, el problema es que faltaba dinero, 40


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

imposible que Mercedes y Adolfo compraran todo. ¡Mírenlo bien es una buena oportunidad! – señaló detrás de las arrugas el dueño de la propiedad – yo no la necesito, se pueden hacer muchas cosas, pero bueno habrá que ver cómo nos arreglamos. No pues, déjeme hablarlo con la familia, le soy honesto no tenemos dinero en el banco, quizás unos ahorritos por aquí y por allá, a ver vieja ¿qué te parece? Me gusta bastante – contestó con los ojos bien abiertos, observando a detalle los árboles y la vegetación. Pues ahí está a sus órdenes, yo conocía a Don Manuel, su padre y el negocio que tuvieron, sé que son personas bien habidas, bien intencionadas. Gracias por sus palabras. Ándele anímese, va a ver que sí pueden. Como decimos en el rancho “la carga hace al burro”, digo sin agraviar a los presentes, es una manera coloquial de decir que conforme es la necesidad, más ganas le ponemos a las cosas para lograrlas. Entiendo – contestó Adolfo, tapándose la boca para toser un poco. Lo más importante es que no le van a pedir dinero al banco, el trato es directo conmigo. Bueno, gracias nosotros le avisamos a fin de este mes – dijo Mercedes contrariada, por supuesto que deseaban comprar la propiedad, pero tendrían que buscar el apoyo de alguien más. Entonces papá pensó en Christobal, su hermano menor, su padrino de boda, el mejor de sus amigos por muchos años, al día siguiente lo fueron a buscar, tenían que plantearle el trato. Lo mejor es ir para que lo veas, vale mucho la pena hermano, podemos partir mitades tres acres para ustedes y los otros para nosotros. Pues sí, vamos el domingo temprano, y ahí decidimos que hacemos, si le damos para adelante o para atrás, lo importante es que 41


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

el dueño sea de trato y no abuse con los pagos, para que sea viable, ¿verdad? Sí, eso es cierto, se mira buena persona, ya lo conocerás – contestó Adolfo satisfecho por la contestación de su hermano. Era una buena señal que no se negara de inicio, que ambos compartieran el deseo de tener tierra era pieza clave de ese rompecabezas. El domingo a primera hora las dos familias se dieron cita para mirar el terreno, los niños andaban por ahí corriendo, otros de la mano, parecía un día de campo, una cabaña de madera estaba hasta atrás del lado derecho, faltaban muchas cosas, acondicionar, podar, cortar, limpiar, tareas que como posibles dueños tenían que hacer para poder vivir en ese lugar. Esta bastante grande. Sí creo que nos acomodaríamos bien, ¿y bueno cual te gusta más para ustedes? Me gusta el de la izquierda, pegado a la carretera. Nosotros preferimos más alejados, por el ruido, pero cada uno su gusto, al cabo espacio sobra jajajaja. Eso sí – contestó Mercedes apretando la mano a su marido. Pues ya está hay que hablar con esa persona y ver de qué manera nos acomodamos, para quedar en buenos términos. Se despidieron con un fuerte abrazo, los hermanos, las hermanas, los niños. Los adultos revisarían su presupuesto y harían un ofrecimiento en conjunto para completar la operación. Nos buscamos en la semana – confirmó Christobal - Felicidades de nuevo Mercedes, te ves muy bien. Esperemos que todo salga bien, primero Dios. Por la noche no pudieron cerrar el ojo, ansiosos y preocupados porque el presupuesto se apretaba muchísimo, con el pago de todas las cuentas, eso sin contar lo que saliera mal en la propiedad, los gastos extras que siempre suelen aparecer, Adolfo se levantó al baño a buscar unas aspirinas, de tanto darle vueltas al asunto se 42


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

sintió mal, caminó despacio hasta el espejo del baño y encendió la luz, se miró en el espejo, algunas canas se empezaban asomar por sus sienes, no daba crédito a lo que miraban sus ojos, << a ver… ¿en dónde están esas pastillitas blancas que inventaron para aliviar estos dolores de cabeza? >> bromeaba la voz que llevaba dentro. Oye viejo ¿podemos conseguir algo más? – preguntó Mercedes nerviosa a la mañana siguiente al ver que las cuentas no checaban con lo que les tocaba poner. No sé déjame ver con el patrón. Y es que el dueño de la propiedad les había entregado por escrito las condiciones de la compraventa, el primer pago era importante, ellos sabían que la garantía era el compromiso latente, de que la negociación sería formal y que nadie podía echarse para atrás. Todo el día estuvieron buscando la manera de completar el dinero, se comprometieron con varias personas, empeñaron algunas cosas, todo por alcanzar su sueño. Trato hecho, aquí está el dinero. A ver, déjeme ver… let me take a look. Yes, its ok, it´s your money jajaja – señaló nervioso papá. Everything it´s perfect, muchas gracias – argumentó el antiguo dueño de la propiedad al sacudirle la mano a Christobal y a Adolfo. Quedaron contentos con el trato. El cambio fue radical del departamento a la casa, antes les sobraban muebles ahora les faltaban, aprovecharon al máximo el lugar, la pequeña cabaña de madera se llenó de ruidos y movimiento, lo oxidado se renovó, lo caído se cambió, un nuevo empuje a la familia, un gran logro para papá y mamá; y tal como lo habían establecido, cada quien tomó sus tres acres, Ofilia y Christobal los que estaban junto a la carretera y Felipita y Adolfo los otros tres, el convivio entre ellos se volvió muy estrecho, eran prácticamente inseparables. ¡Salud compadre! 43


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

¡Salud hermana! Brindaron con varias cervezas sumergidas en hielo, con unos tabiques improvisaron un pequeño pero funcional asador, tenían ganas de convivir, el cielo estaba despejado no se miraban nubes que atentaran en contra de la integridad de la comida, por eso pusieron carne asar, junto con unas salchichas para los niños, el convivio fue en grande, se podía ver a los críos correr por cualquier lado, unos detrás de la pelota y los demás, persiguiéndose entre sí. ¡Lo logramos! – comentaron conmocionados. Por fin que maravilla estar aquí. Una bendición. Un soplo de brisa fresca apagó las ganas de despedirse, las llamas iluminaban los semblantes, las almas estaban encendidas, los rostros sonreían, se identificaban, cada uno con su estilo propio, risas y expresiones que supieron como dejar atrás la máscara que la sociedad les impone, esa terrible certeza que los obligaba a mantenerse unidos como familia, hermanos, hermanas, primos y amigos. Nadie estaba por encima de nadie, existía respeto y comunión algo que los caracterizaba, desde sus antepasados, ningún interés superaba los intereses generales, “todos para uno y uno para todos”, como los tres mosqueteros, como el dúo dinámico, como super héroes salidos de las viejas tiras cómicas. Por las ventanas de la pequeña cabaña se podía apreciar todo el terreno, la tierra chata con su hirviente carga de matorrales y lodos, de barriadas y encinos viejos. Cerca de ahí corría la modernidad sobre un pavimento donde el desenfreno de algunos jóvenes ponía en peligros sus vidas tratando de evadir la justicia y llegar hasta la playa.

44


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

V. LA MARRANA DE LA SUERTE No todo era celebración y felicidad, los espacios en la cabaña no estaba acondicionadas para recibir una familia tan grande, los adornos y las fotografías no alcanzaban a sopesar las carencias, ni las terribles necesidades, las ventanas no servían adecuadamente y dejaban pasar el frío en el invierno y el calor en el verano, tanto papa y mamá idearon la manera de frenar el aire helado colocando cobijas, cuando hacía calor las retiraban y con algunos ventiladores procuraban ahuyentar de esa manera las altas temperaturas. Si ponemos las mantas más gruesas no podrá correr el aire tan libremente viejo – advirtió mamá, moviendo los brazos y las manos para indicar donde colocar los clavos. Esta bien, así lo hacemos, ándale tú también ayúdame. Papá hacía gestos, mas no por eso dejaba de hacer las cosas, era servicial y le preocupaba que sus hijos estuvieran bien, eso no cambiaba, por más de malas que estuviera, no le pesaba trabajar hasta tarde para solucionar las cosas. Vieja sé que la cabaña necesita reparaciones, meterle mano para 45


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

hacerle modificaciones, solo te pido vayamos vamos paso a paso, no todo es querer, faltan muchas cosas, el dinero escaseaba y más ahora que tenemos que pagar la propiedad. Está bien, pero no dejes de ayudarme, por favor – solicitaba Mercedes dándole un beso en la mejilla, esperando que eso aliviara un poco los malos ratos que habían atravesado ese día. Los dos se quedaban mirando desconsolados, no querían tener más problemas entre ellos, los niños los necesitaban juntos, con las risas, el cariño, las bromas, lo que los unía siempre. Una terrible certeza les golpeó de súbito la piel morena, necesitarían hacer milagros para poder solventar los compromisos que tenían en su destino, eso nunca le borró la sonrisa a pesar de todo el vendaval de situaciones en contra sabían cómo salir adelante, con trabajo y honestidad. La hermana de mamá y el hermano de papá, los padrinos de la boda, compraron y reubicaron una casa de dos pisos, pero decidieron quitarle la parte alta, la dejaron de una sola planta, se mudaron al mismo tiempo que nosotros, era una casa de buen tamaño, con unos postes separaron las propiedades, sonrientes y satisfechos colocaron la puerta que conectaba todo, la familia convivía de forma regular, en uno u otro lado se podía sentir la alegría de vivir. Un manto de nubes negras cabalgaba por el pueblo proveniente desde el mar, la gente se echaba a correr por la tormenta que se avecinaba, para guarecerse, en la iglesia se golpeaban los pechos al confesar sus pecados, un trueno descargo cerca de la propiedad de mamá y papá, rugiendo, la noche se hizo opaca como la pintura que adornaba la cabaña, no se veían un alma en las calles, la negrura del apagón se esparció como un aliento fétido y sombrío por los rincones del condado, la lluvia caía como una mortaja de vapor, el aliento de los relámpagos se filtraba por las ranuras de las ventanas, salpicaban luces celestiales sobre el horizonte, si prestabas atención podías ver como los arboles de repente reflejaban la luz del cielo, 46


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

sombras y llanto; estábamos metidos en el cuarto rezando que nada grave sucediera, a veces no se puede saber el resultado de una tormenta así. Viejo me siento mareada, me puedes ayudar a servir la cena a los niños, quiero irme a acostar. ¿Qué te pasa? A poco otra vez, ¿los mismos síntomas? Sí – contestó contrariada. Bueno acuéstate un déjame ir a buscar ayuda. Gracias amor – decía mamá cuando le apretaba el alma alguna preocupación, ese embarazo fue todo un desafío para ella. El abdomen de Mercedes creció de más, la partera se mostró preocupada, alistó las toallas, los aceites, todo lo necesario para recibir a la criatura, Adolfo estaba ahí firme al pie del cañón, la labor de parto se extendió por varias horas, primero salió la cabeza, Lupita jalaba con decisión, mientras que Adolfo apretaba el bajo vientre. ¡No puedo más! – dijo Mercedes angustiada ¡Pushele!, ¿Cómo que no puede?, Ándele, ahí viene ayúdeme un poco más por favor señora. Vieja dale, ¡puja fuerte! – señaló papá preocupado, pensaba que la cabeza se le iba a salir del pescuezo, porque no quería salir. ¡Me duele mucho! Pasaron muchos minutos y preocupaciones, hasta que finalmente la niña salió completita, dorada como el sol, con un par de piernas y brazos firmes y redondeados, adornaban el cuerpo de la criatura, tenía su cintura marcada, los labios bien definidos, era una niña demasiado grande, por eso le costó tanto trabajo a Mercedes, el dolor aun le recorría la espalda cada uno de sus huesos, estaba agotada y sudaba copiosamente, entonces limpiaron con cuidado a la niña antes de entregársela a mamá. Se llamará Rosy viejo. Me gusta sí, está bien, pero descansa este no estuvo sencillo mujer, debes dormir y obedecer a Lupe, la partera, tomarte lo que te 47


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

dice ok, por favor. Pasaban el día juntos, desde la madrugada en que se levantaban a cuidar al bebé hasta la tarde que se les hacía noche tomando café y oyendo a sus otros hijos hablar, contaban sus aventuras y lo que inventaban en sus juegos, las niñas se llevaban muy bien, los niños de vez en cuando se peleaban, algo bastante normal entre ellos, entre niños la rivalidad sucedía siempre por algún juguete o inclusive llamar la atención de mamá o Felipita. << Quien sabe cómo papá estuvo siempre al tanto de la tienda y de sus hijos >> Pensó Mercedes al salir rumbo al local. Después de unos años ya no hubo quien apoyara a Mercedes en la tienda y la tuvieron que cerrar, demasiado trabajo por los bebés y el manejo de las cuentas, la distribución y las compras. Ese sábado fue un día especial, la bóveda celeste estaba limpia desde muy temprano, ni una sola nube apareció en el horizonte, las tormentas aparecían a lo lejos por un tiempo y después se desvanecían al llegar al pueblo, Mercedes daba gracias a Dios por la oportunidad de vivir en un lugar tan bello y sentirse cerca de él, se notaba que estaba mucho mejor después del susto del último embarazo, aprovechaba el tiempo libre para cuidar a sus hijos y cocinar. El trabajo fue arduo y con las limitaciones de siempre, a veces tenían que repetir los platillos, porque no había para comprar otras cosas, Adolfo no ganaba lo suficiente para mantener a los cinco hijos, mas no por eso se detenía a pensar, trabajo que le ofrecían él lo tomaba, con tal de ganar un poco más, a veces las horas no le alcanzaban para disfrutarnos adecuadamente, llegaba cansado por las noches, solo para dormir algunas horas y enterarse que hicieron los pequeños, por la mañana a buena hora preparaban el desayuno, frijoles con queso y pan, papas cocidas, un poco de leche y más pan, antes de irse a misa, se alistaban, aunque no tenían dinero para usar ropa elegante les gustaba verse bien. Papá cuando tenía oportunidad miraba los partidos de béisbol, basquetbol o futbol americano, 48


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

le gustaba mucho los deportes en su juventud fue bueno para correr y tuvo una gran condición física, compraba cervezas y se sentaba frente al televisor mientras Mercedes organizaba la comida o la merienda, a veces lo mirábamos gritar de la emoción, era algo que disfrutaba y lo distraía de todas las preocupaciones que cargaba en su espalda. También le gustaba leer las noticias en el periódico, ese nunca podía faltar, eran gastos que a veces a mamá le molestaban, sobre todo cuando tenían problemas para hacer los pagos. - Otra vez ya vas a tomar. - Pues tú no lo quieres hacer. - Ya vamos a discutir otra vez - refutaba papá a gritos. Es por eso que a menudo se apretaban el cinturón, nunca falta un accidente, una caída, un raspón, mamá sabía que remedios usar en cada enfermedad, pensar en hospitales y doctores era un lujo que ellos no podían darse, por lo general ellos directamente buscaban la manera de solucionar las cosas, con remedios y señoras que sabían medicina, cuando de plano no tenían otra opción caían en los servicios médicos que les brindaba el hospital más cercano, después a pagar. Mom se apoyaba con las monjitas eran personas muy atentas y ocupadas, el personal era poco en el colegio, faltaba quien les hiciera el aseo tanto en la escuela como en el convento donde vivían. Voy a buscar trabajo para ayudarte Adolfo, limpiar casas, cuidar niños, a ver que encuentro, lo que sea es bueno, primero Dios. Está bien vieja, gracias. Quizás con las monjitas, puede ser un buen lugar y deben de pagar adecuadamente. La campana de la iglesia llamaba a misa, en los hogares de Beeville las personas se preparaban para ir con sus mejores galas, nosotros hacíamos lo mismo, planchados, peinados debíamos lucir perfectos. Poco a poco la gente empezaba a caminar aprisa por las banquetas, algunas camionetas y coches se enfilaron rumbo a la 49


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

iglesia, la madre superiora arregló un poco su regazo antes de salir a darle la bienvenida a la gente, a Adolfo le gustaba llegar a buena hora, Mercedes aprovechaba eso para encontrar un buen lugar. Había solidaridad y camaradería, la gente saludaba a sus conocidos, le preguntaban por la tienda, ella agachaba la cabeza con tristeza, no le gustó mucho la idea de tener que bajar la cortina, le gustaba mucho los negocios y atender a las personas personalmente, sin embargo la situación fue apremiante, ahora con cinco hijos debía empezar de nuevo desde abajo, eso no la incomodaba, al contrario la motivaba a seguir adelante, tocando puertas, hablando con la gente, los vecinos. Claro que si Mercedes, puedes trabajar en la casa, nos ayudas a limpiar y también en el convento – señaló una de las monjitas, de piel blanca y pelo cenizo. Muchas gracias, entonces la veo mañana primero Dios. Así es, salúdame a tus hermanos por favor Claro que sí – contestó emocionada por la oportunidad del trabajo, necesitaba sentirse más útil y apoyar a sus críos. Comenzó limpiando la casa donde vivían las religiosas, se afanaba trapeando y barriendo, acomodando los muebles, sacudiendo todo, eran personas educadas y muy ordenadas, por lo que las tareas no resultaban tan complicadas, se sentía extraña fuera de casa lejos de sus hijas e hijos, pero la responsabilidad era mucha, así que al mal tiempo buena cara, se comportaba de manera amable y educada, dejando detalles a cada una de las monitas, a veces una nota, una flor, algo que las hiciera sentir especiales; le gustaba admirar la grandeza del cielo, rezaba a menudo durante el día para agradecer el tiempo que compartía, que trabajaba, que aprendía. Cuando terminaba sus labores pasaba por sus hijos a la escuela, de regreso a casa platicaba lo que había hecho durante el día, revisaba las tareas y esperaba impaciente que llegara Adolfo de trabajar, a veces coincidían en los horarios, eso la ponía de buen humor, porque 50


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

así ambos se dedicaban a las tareas del hogar. Me duele la cabeza viejo. No me digas que te sientes mareada – bromeó Adolfo dándole un pequeño sorbo al café de esa mañana, tenía la taza atrapada entre sus enormes manos blancas. Así mero me siento, ¿qué comes que adivinas? Mercedes tenía el pulso frágil y tembloroso como el alumbrado público del pueblo, habían pasado ocho largos años desde su último embarazo, este sería sin duda un nuevo reto para ella, entonces con el paso de las semanas volvieron los achaques, los mareos, los dolores musculares. Mamá se mantuvo trabajando hasta donde el cuerpo aguantó. 1970 fue un año complicado para la familia, no por el nacimiento de Jorge, no, más bien por lo que sucedió en el mes de agosto, porque nadie se esperaba que un huracán golpeara con tanta fuerza a varios pueblos de Texas, las advertencias se emitieron en varias estaciones de radio para la costa superior del estado durante la mañana del 2 de agosto. Sin embargo, la depresión se mantuvo enfilada y peligrosa para dar un golpe directo en la costa, varias poblaciones resultarían afectadas. ¿Ya oíste eso viejo? No creo que nos pegue aquí – dijo Adolfo al lavarse los dientes. Habrá que prevenir, no te confíes, son sólo cincuenta y cuatro millas lo que nos separan. Llevaré los animales a otro lado para mayor seguridad, Dios nos cuidara mujer, no pierdas la fe. El 3 de agosto Corpus Christi esperaba una tormenta de categoría uno de gama alta o de categoría baja, con vientos sostenidos de 90 a 100 mph. Para los residentes y visitantes que esperaron en el puerto, el tiempo fue bastante limitado para hacer los preparativos adecuados o evacuar antes de que Celia tocara tierra. Por desgracia las con51


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

diciones empeoraron rápidamente cuando Celia experimentó una rápida intensificación antes de tocar tierra, durante la tarde del 3 de agosto ya era una tormenta de categoría tres con vientos sostenidos de 125 mph, medidos en el Aeropuerto Internacional de Corpus Christi y 130 mph en el Paso de Aransas. Fue muy triste saber que el huracán causó 15 muertes en el sur de Texas, mas 466 heridos. La casa de mis padres se vio severamente afectada, prácticamente quedó inservible, tendrían que rehacer muros, vigas y tuberías. El ciclón tropical se debilitó hasta convertirse en una tormenta tropical cuando llegó al interior de Texas, cerca de Cotulla, pero mantuvo la intensidad de la tormenta tropical al pasar por Del Rio, produciendo un millón de dólares de daños a la ciudad. Celia finalmente culminó en depresión tropical al alcanzar el Big Bend y mantuvo una intensidad similar a través de El Paso Texas antes de debilitarse. Al nacer Jorge tenía la cara suave y redondeada, con la nariz de bolita y los ojos brillantes como dos luceros nocturnos. ¡Un varón más! Una boca más que alimentar, primero Dios, que nos ayuda siempre – aseguró mamá mirando con enorme ternura a la criatura entre sus brazos. Con mucha tristeza la partera les notificó que había un problema con el niño, necesitarían llevarlo con un doctor ya que ella no podía saber con certeza que es lo que era, estaba un poco pálido y en el estómago se podía palpar algo que no estaba bien, papá y mamá se tomaron de la mano con delicadeza, era la primera experiencia de este tipo que sufrían, nada similar les había sucedido, enfermedades normales, malestares, gripes y hasta ahí. Por más que comía Jorge no subía de peso, por lo mismo no tenía muchas fuerzas, los alimentos no cumplían con sus funciones como debían, seis semanas después lo llevaron al hospital. El diagnóstico es reservado señora Mercedes, el niño tiene des52


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

prendido parte del estomaguito, habrá que operar y ver como evoluciona. Un enorme silencio se fincó en la sala del hospital, por instantes las palabras se dieron a la fuga, los gestos largos y los suspiros cortos aparecieron sin ningún retraso. Dios dispondrá doctor, gracias – murmuró mamá con rasgos de tristeza y esperanza. ¿y ahora qué vamos a hacer? Afrontar las cosas, el seguro con la compañía que trabajo nos ayudará hasta que el niño se nos recupere, habrá que organizarnos con los ingresos y los gastos viejo no hay más. Después de la operación el niño ganó peso, lentamente con el esfuerzo de cada uno, fueron varios años los que pasó mamá limpiando casas, con ayuda de las monjitas que se encargaron de recomendarla con otras personas, y así fue, como de boca en boca logró conseguir suficientes horas de trabajo para ganar lo necesario para pagar las cuentas y no estar tan apretados, no tenían ahorros en el banco pero tampoco demasiadas deudas, la más importante era la del rancho, lo que ambos ganaban les alcanzaba para vivir modestamente, tras el huracán mamá metió una solicitud de ayuda al Gobierno Federal para reparar la casa, tardaría algún tiempo en aprobarse, por eso comenzaron la crianza de animales, puercos, gallinas, chivas, ¡bueno hasta patos vendió alguna vez papá! Se juntaban muchos junto al huizache, les gustaba el agua y papá procuraba tener una canoa limpia para que pudiéramos tomar de ahí, pero cuando llegaban los patos hacían un desorden, se bañaban y se revolcaban en la tierra ensuciaban todo. ¡Asómate por la ventana viejo para que vea eso! Los animales más grandes se trataban de acercar para beber agua, pero los patos estaban parados en el contorno de la embarcación, parecían los dueños del lugar, graznando y aleteando espantando a los demás animales. 53


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Hora verán, ¡los voy a alzar van a ver! – dijo papá bastante indignado por el trabajo que tenía que volver hacer para limpiar el agua, sacarla y renovarla con cuidado. Piénsale bien, ¿cómo lo vas a hacer? Encontraré la manera. Con cuidado nada más, dicen que tienen muchas enfermedades – advirtió Mercedes con los ojos bien abiertos. Los filipinos que compraban huevo y carne en la casa de mis padres preguntaban curiosos por los animales que vendíamos: chivos, guajolotes, gallinas, seguramente esa tarde una parvada de patos estaba metida en el patio, disfrutando la tarde como el mejor de los inquilinos, jugaban y brincaban como pandilleros, sin ningún orden ni recato por nadie, no conocían la disciplina y tampoco se les podía matar con la escopeta, era un grave delito hacerlo. ¿Oiga Adolfo y no vende patos? Sí hombre claro que sí amigo, traite unos cinco o seis costales, vengase más tarde y aquí le junto varios – aseguró firme y decidido, extendiendo lo ancho de su mano para cerrar el trato, sabía lo que tenía que hacer. Adolfo tomó de unos costales un puño de granos de maíz, después de un frasco agarró café, para atraer los patos al interior de la casa, cerró las puertas de los cuartos y el baño para que el espacio se redujera y no pudieran escaparse tan fácilmente, el hombre regresó más tarde y le entregó los costales a papá, él lo estaba esperando pacientemente, ya tenía a la presa bajo custodia, así que sin tregua alguna logró meter todas las aves que junto en los costales, creo que desde esa vez los patos ya nunca más regresaron a beber agua de la canoa junto al huizache, reino la paz entre los animales y papá quedó contento al librarse de ese problema. ¿Qué le debo amigo? Nada así estamos bien, solo lléveselos de aquí eso es todo. Gracias Adolfo te veo en el trabajo, ¿no quieres un par para que 54


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

los cocinen? No, ni me diga eso, yo ni verlos, mucho menos comerlos. Jajaja ah que Adolfo, saludos a su mujercita santa pues – dijo el señor bajo el sombrero texano y un enorme cepillo por encima de sus labios, el bigote negro bien afilado y las patillas alargadas adornaban el rostro del amigo de papá. En esos meses hubo una marrana que fue la sensación del rancho, se llamaba Zoila, crecía y crecía a diferencia de los demás, Adolfo estaba seguro que podría ganar un buen dinero para componer las paredes que hacían falta en la casa, porque se había fincado con la ayuda del fondo de desastres naturales, pero faltaba el ladrillo, creo que le pusimos mucho empeño para que el animal comiera lo suficiente y no le faltara nada. Sé que esa marrana nos va a ayudar viejita. Sí hace falta muchas cosas. Ya sé, se va a vender muy bien ¡te aseguro que va a crecer mucho más que eso! – dijo Adolfo ansioso por ganarse esos dólares extras que tanto necesitaban. Ese año mamá salió embarazada y tuvo a Greg, el “güero”, de piel muy blanca, con la tonalidad precisa de papá, fue un alivio muy grande que naciera bien, sano sin ningún problema médico, estaba fuerte y suavecito, la verdad se llevaron un buen susto con George fue un verdadero milagro que sobreviviera, estuvo tres meses en el hospital, los médicos quedaron contentos con la recuperación. Mamá desde niña se convirtió en una mujer muy fuerte y positiva por eso se le facilitaba adaptarse a las diferentes situaciones, a las carencias, se quejaba muy poco y defendía a sus críos como una leona, sabía que trabajando tenían una parte solucionada, entre tantos solucionamos cualquier cosa, el dinero como sea nos arreglamos – decía. En cambio, Adolfo a veces se hartaba de la pobreza, la rutina, ver que las cosas no mejoraban, empeoraban. Quizás el aspiraba 55


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

a ser rico, lleno de comodidades ¿y quién no quisiera una vida así?, Deseaba ser jefe y no deber nada para poder disfrutar de sus hijos y su esposa, mucho más que estar sentado viendo algún partido o llevando a su familia a mirar los desfiles del pueblo. Había días en que se le acababa el entusiasmo y andaba amargado viendo a las vacas en el rancho, solía oír atento las predicciones del clima y las elecciones en la radio, para él eran como una serie de maldiciones. Los demócratas y los republicanos peleaban en todo el país. Richard Nixon gobernaba desde hace varios años, fue una administración muy trompicada, un día se informaba de algo y después se retractaban, un día salía un decreto y otro día otro, hasta que en 1974 tuvo que dejar la presidencia por un montón de cosas que le encontraron. Lo que pasa es que tú no crees en la democracia. Creo en la que nos beneficie a nosotros no a unos cuantos —dijo Mercedes emocionada - Yo qué voy a creer en esa democracia, que sean derechos y no se anden con secretos. Eso es verdad mujer. Los árboles del rancho saben tantas historias, el encino, el nogal, nos vieron crecer, uno a uno vivió las experiencias, los altibajos de la economía familia, los gritos y las risas, los convivios y los juegos, Adolfo le gustaba tener arreglado el jardín, disfrutaba podar el césped, podar las ramas secas, las que ya no aportan nada y siguen sin quererse morir con dignidad; disfrutaba cuidar de los viejos encinos, había días, momentos en que los sentía tan cerca, tan suyos como un buen amigo, tanto que les hablaba y cuando podía, sembraba nuevos árboles, algunos por la sombra que darían otra por los frutos, un nogal adornaba la parte frontal de la casa, y el más viejo quedó del lado izquierdo. El trabajo en la casa aumentaba con los niños grandes y ahora los pequeños, se ayudaban unos a otros, a veces solos y otras a regañadientes, recuerdo que me angustiaba no cumplir las expec56


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

tativas que mamá y papá tenían sobre nosotros, por eso apuraba a los demás, me convertí sin pedirlo en una pequeña mamá, Becky mi hermana mayor era mucho más tranquila que yo, quizás por eso los demás se recargaban tanto en mí personas, yo los organizaba y apuraba, me gustaba hacerlo, quien me pidiera un consejo también se lo daba. Cuando papá gritaba o le pegaba a alguien de mis hermanos, yo trataba de consolarlos, me ponía de su lado durante el tiempo que estábamos solos. Tenía que hacerlo, en parte me sentía responsable por sus actos, por ser de las mayores, porque así me había acostumbrado, me gustaba jugar ese rol de mamá protectora, pero cuando llegaba papá, disimulaba mi apoyo, ¡ponía en riesgo mi trasero! No debes de hacer eso, cuídate, por algo te están diciendo las cosas – decía moviendo el dedo índice cerca del rostro de alguno de mis hermanos. Pero, es que papá. Lo haces enojar, no le gusta que brinques en las láminas te puede pasar algo. Zoila, la marrana había crecido demasiado, caminaba poco por su peso y corpulencia, sudaba copiosamente cada vez que se desplazaba de un corral a otro, era interesante verla a veces la perseguíamos para sentir como temblaba la tierra que pisaba, estaba lista para llevarse a vender kilos y kilos de carne de cerdo. El sábado tempranito habrá que subir a Zoila a la camioneta para llevarla a vender – advirtió Adolfo a Mercedes, para que estuviera todo listo, Cuando se llegó la hora, los niños, las niñas, todos estábamos ahí nerviosos tratando de aportar algo, gran parte de la venta de la marrana serviría para pagar los muros que faltaban de la casa, así que era muy importante que el animal estuviera vivo, ya que, al morir, la gente paga mucho menos por ellos o inclusive ya no los 57


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

compran. Recuerdo que estaba ansiosa me sudaban las manos, seguramente el pecho me estaba latiendo como un tambor de madera tumb, tumb, cada vez más fuerte, papá nos colocó como una valla semicircular para que la pudiéramos agarrar, había que detener al animal, y para eso prácticamente alguien tenía que colgársele del pescuezo o lazarla de los pies para provocar su caída, habría que tener mucho cuidado con la pisada de la marrana, si nos descuidábamos, quizás hasta un hueso nos podría romper, mis hermanos andaban envalentonados. Adolfo trataba de organizarnos, era obvio que se desesperara, gritaba y daba tumbos queriendo finiquitar todo ese asunto. A ver hijos pónganse abusados, Manuel fuerte abrázala. Felipita, tú y Becky bien firmes no se muevan – advertía mamá preocupada. Junior túmbala de las patas traseras hijo, ¡vamos tú puedes! Zoila corría y gritaba como nunca la habíamos visto, creo que quizás intuía lo que le iba a suceder, dos veces tuve que brincar a un lado para que no me atropellara, para mi edad y el tamaño que yo tenía, créanme que aquello parecía un enorme toro, el animal bufaba y corría como una locomotora, sus movimientos eran imprecisos, nadie podía predecir si tomaba rumbo a la izquierda, la derecha o se mantenía corriendo directamente hacía uno, es que estábamos chicos, y realmente había alcanzado proporciones considerables. Los más chicos observaban desde la tribuna la revuelta, mis papas no querían arriesgarlos a que les dieran un golpe, en cambio a los más fuertes, al frente. Ahí viene Felipita, quédate parada no te muevas el animal se detendrá les tiene miedo – reclamaba papá con las manos y los brazos, diciéndome como debía mantenerme. Está bien lo haré – respondía emocionada, con el corazón constipado del miedo, entonces cuando debía estacionarme frente aque58


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

lla enorme bola de carne y huesos, brincaba, me movía, por más que intentaba no lograba mantenerme de una sola pieza. Cerraba los ojos y el animal otra vez se nos escurría y otra vez, a correr detrás de Zoila y ella, incansable, como si le hubieran puesto un cohete en la cola, no se detenía por nada ni con nadie, entre gritos y risas nos la pasamos un buen rato, hasta que por fin logramos que se detuviera, algo pasó y se cayó de golpe al suelo como si se le hubieran acabado las pilas o le hubieran movido el piso que la sostenía, brincamos de gusto, pero papá mantenía una mirada acerada, lo miré extrañado con los brazos cruzados sobre su pecho, sentí que no le gustó como terminó la persecución, hubo algarabía entre mis hermanos, no lo podíamos creer. Ahora el problema era subirla a la camioneta. A ver empujen – gritaba mamá. Una, dos, ¡tres arriba! Dale más fuerte Manuel – desatinaba yo también. No puedo. Mover un peso muerto en una pendiente resulta complicado, extrañamente el animal no daba ninguna señal de vida, varios pensamos que Zoila estaba tan agotada que se quedó profundamente dormida. Muy bien, ahora vamos a venderla, gracias hijos por su apoyo – comentó papá atrapado en una mueca extraña, mamá sonreía satisfecha, los vimos partir bajo los intensos rayos del sol. Con esto vamos a poder comprar lo que nos hace falta para completar los muros, los baños, viejo, ¡qué maravilla no me cabe la menor duda que Dios es grande y siempre nos ha apoyado! Así es, las bendiciones nos llegan de muchas maneras. Después de manejar, se estacionaron cerca donde revisaban la mercancía, mamá hizo en su cabeza un montón de cosas con el dinero que iban a recibir; más tarde nos enteramos de que al llegar con el comprador, papá y el interesado intentaron levantar a Zoila, 59


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

le picaron la panza, los costados, la movieron, sin embargo, la marrana nunca respondió. Este animal está muerto Adolfo – confirmó un veterinario cuando pegó su oído al pecho de Zoila. Quizás por el esfuerzo, por la corrida tan inusual a la que se vio sometida, pero acaba de morir, ofrézcame algo por ella, ándele le hago un descuento. No hombre, para qué te oferto algo, tú sabes que así no nos sirve – explicó el comprador de la camisa a cuadros, un tipo de unos cincuenta y tantos años, ataviado con una estrella solitaria en la hebilla de su cinto y unas botas chatas. Bueno, tienes razón, pero de todas formas gracias, esperemos que la que sigue no le pase lo mismo verdad. El señor que la iba a comprar no la aceptó en esas condiciones, él revende los animales en otro pueblo o en la capital, total que no se hizo el negocio, Zoila entró en el proceso de corte y limpieza, finalmente regresó a casa convertida en una enorme cantidad de carne de puerco, mamá administró las chuletas, el jamón, todo, tuvieron que congelarlo eran demasiados kilos, esa anécdota nos duró muchos años, nadie olvidó lo que pasamos, las risas, los gritos de aliento, todo para poder disfrutarla, en la semana, en el mes se cocinaba conforme se iba necesitando. ¿Otra vez carne de puerco? Si hijo y, dale gracias a Dios que tenemos para comer, recuerda que hubo tiempos donde ni siquiera carne podíamos. Está bien – contestaba Manuel sacudiendo la cabeza con lentitud. Sé porque yo estuve ahí, después de un tiempo pudieron juntar todo el dinero que hacía falta para pagar los muros, no solamente juntaron para eso, faltaban tantas cosas en la casa, pero éramos felices, y eso estoy segura era mucho más importante para nuestra formación, que tener lujos y excentricidades; las cosas se hacían, mamá tenía palabra y una vez que se comprometía a algo no paraba su empeño en 60


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

lograr las cosas, aprendimos que no solo de promesas, ni de sueños se vive, son las acciones las que nos llevan al lugar donde deseamos estar. El terreno del rancho era muy grande era bastante común que animales de todo tipo circularan por ahí, cuando tenía unos diez años de edad había un toro negro enorme que era del vecino de atrás de nuestra propiedad, imponente por sus cuernos y tamaño, a veces me tocaba mirarlo paseándose sin recato alguno como si fuera dueño del lugar, imponía sus condiciones, papá le tenía tomada la medida, en su piel curtida por el sol habitaba la experiencia de muchos años, intuía cómo moverlo o ahuyentarlo, pero mom también se las ingeniaba, para ella nada era imposible, ese día estaba más caluroso que de costumbre, Texas se caracteriza por ser bastante cálida e inestable, un día lleno de sol se podría convertir más tarde en una tormenta, papá me encargó que regara algunas plantas, para ese fin teníamos una manguera enorme que jalábamos para el lugar que necesitara agua, salí contenta estaba el cielo plomizo, con nubes esparcidas como en un lienzo sin forma definida. Creo que nos daba mucha satisfacción ayudar en la casa, estar atentos uno del otro a ver que hacía falta, aunque algunos no cumplían esa regla al pie de la letra, hubo como en todas las familias hermanos y hermanas más displicentes, más tranquilos con las labores del hogar, por lo general los niños andaban metidos en sus juegos, los deportes, la pelota, los brincos, correr, papá los había hecho muy competitivos, fue un buen coach para ellos, se ponía a ver los partidos y les explicaba las jugadas, los pases, los encestes, quien hacía cada cosa. Quizás tarareaba una canción, quizás pensaba en lo bella que estaba la tarde, el agua salía cristalina y con fuerza de la manguera, estaba tan concentrada que nunca puse atención a mi alrededor, de pronto el chorro de la manguera desapareció, como por arte de magia se fue, a gritos pregunté al viento ¿qué pasa? Jalé la manguera y estaba atorada en algún punto del terreno, supuse que se había hecho bolas, aunque también supuse que alguien pudo cerrar 61


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

el acceso para jugarme una broma, caminé agachada buscando el camino de la manguera, caminé y caminé, jalaba la manguera para ver si se desatoraba, pero nada, seguí hasta que me tope de frente con el pecho del toro negro, sabía que no debía gritar, el corazón quería salírseme del pecho, así que me aparté con cuidado y cuando tuve oportunidad corrí, después ya que estaba a salvo grité con desesperación, por supuesto que en la casa se enteraron, nos reímos tanto por eso, afortunadamente no hice nada para alterar al toro, él quizás se me quedó mirando con calma sin querer molestar a nadie, tal vez estaba comiendo placenteramente y la que hizo todo el alboroto fui yo, gracias a Dios nadie salió herido. Mas tarde, mientras compartíamos los alimentos… Hijas nunca olviden que las bendiciones nos llegan a veces de maneras muy extrañas – confirmó mamá cuando nos vio, tenía las manos cruzadas sobre la mesa y estaba limpiando una bolsa enorme de frijoles pintos, su piel lucía radiante como las flores más bonitas del estado de Texas. No lo olvidaremos – contesté arqueando las cejas, excitada. No mamá. Por supuesto que no – repuso Manuel. Terminamos el día comiendo frijoles de la olla con pan fresco y queso, papá permaneció inmóvil pensativo, apreciando la escena con sus fuertes manos apenas sobrepuestas en el mantel, luego miró hacía el patio, los ojos se le cristalizaron, se le llenaron de sentimientos, de recuerdos, de pronto se sacudió la cara evitando de esa manera evidenciar lo que estaba sucediendo en su corazón.

62


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

VI. LA ESCUELA Y ALGO MÁS Al parecer lo peor había pasado, Mercedes se dedicó aprender y a enseñar, le gustaba el oficio de educar, << yo podría ser una buena maestra >> recapacitaba a menudo cuando se observaba con sus hijos, atendiéndolos y guiándolos, recordó que tenía sus estudios hasta el séptimo grado, tomaba sus cuadernos y libros añorando aquellos años de colegiala. En la casa aún faltaban ciertos arreglos, el campo ofrece una serie de ventajas importantes contra los limitados espacios de una ciudad o poblado, sin embargo, con lleva riesgos, las plagas, humedades, distancias. Ese fin de semana parecía perfecto para estar afuera junto al viejo encino, sacamos unas sillas y unas hieleras, estaba haciendo calor y mi hermano Greg estaba en su cuna, bebiendo una mamila de leche con un poco de miel, algo bastante común y saludable según decían los doctores, la ventana del cuarto donde estaba acostado se quedó a medio cerrar, nadie se imaginó que el peligro estaba al acecho, las hormigas son bastante trabajadoras y muy unidas para 63


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

lograr un objetivo pueden cargar veinte veces su peso, el sentido de orientación que poseen es casi perfecto, su organización es infalible usan exploradoras para detectar comida, nuevas rutas, fuentes de provisiones, materiales, entre otras cosas que necesitan para subsistir. No me pregunten cómo, porque no podría explicarlo adecuadamente, creo suficiente saber lo que señalaba anterioridad, al llegar la primera hormiga al cuerpo de mi hermano, no tardó en llegar la segunda y la tercera, el dolor le empezó a recorrer el cuerpo, los labios, las manos, entre la algarabía y el viento dejamos de percatarnos lo que estaba ocurriendo, Greg cayó entre la cama y la pared, la cortina amortiguó un poco el golpe, sin embargo no evitó que las hormigas siguieran mordiendo y comiendo, investigando, recorriendo su piel, ignoro por completo cuanto tiempo transcurrió, lamentablemente también ignoro el dolor tan inmenso y la desesperación que padeció, gracias a Dios alguien advirtió el llanto, un angelito guardián dio aviso y la tragedia pudo evitarse, no por completo, pero en gran medida, mamá de inmediato lo metió en el coche y lo llevó al hospital, en el trayecto iban sacándole hormigas de la boca, apartándolas de sus manos, de los oídos, ellas no conocen los límites ni los daños que están causando avanzan y avanzan, siempre. Virgencita, ayúdanos una vez más por favor - pedía mom desesperada con el alma en cada palabra. Todo va a estar bien, vieja, tranquila ya está con los doctores, esperemos buenas noticias, pudo haber sido peor. ¿Cómo pudo pasar esto? Un descuido, un accidente, habrá que arreglar las ventanas, yo me haré cargo de eso, vamos a rezar, a pedir que todo mejore - dijo papá consternado buscando donde refugiar su hombría. Mi hermano logró superar poco a poco, el ataque de las hormigas, algunas cicatrices quedaron en su mano, los doctores no da64


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

ban crédito a lo que había sucedido, el güero la libró y gracias a Dios aprendimos una gran lección, el trabajo en equipo, cuidarnos unos a otros, siempre estar atento a nuestro entorno y no dejar nada por hecho, habría que comprobar las cosas, cerciorarnos que se hagan correctamente. ¡Quiero dar clases! Necesitamos mejorar nuestros ingresos – dijo mamá con decisión. ¿Y eso?, ¿No estás muy complicada con tus hijos y lo que ya haces? Es cuestión de organizarnos, puedo y me gusta, voy a buscar una oportunidad para hacerlo, voy a intentarlo, primero Dios. Si todo sale bien dejó de limpiar casas y me dedico a algo que realmente me gusta, pienso en el futuro viejo. Cuando sentía a mamá preocupada por algo, preguntaba curiosa si estaba bien, esperaba su sonrisa, su alegría, el humor que le imprimía a todo, a las carencias y desventajas. Ella no me daba muchos detalles, simplemente acariciaba mi pelo y desenvolvía esa mirada desde el fondo de sus ojos, les aseguro que veía como le brillaba el alma de una manera inconfundible. ¿Mom everything it´s ok? Todo perfecto, hija me puedes pasarme el queso por favor. Claro que sí – contestaba emocionada, entonces corría al refrigerador, hurgaba hasta que lo encontraba, lo ponía sobre la mesa, para mi sorpresa tenía hongos, esa parte verdosa que suele aparecer después de varios días en que no se usan las cosas lácteas, con tristeza regresaba a su regazo para comentarle lo que había descubierto – mamá ya no sirve el queso tiene cosas verdes, green things in one side, looks badly, ¡sorry! A ver como qué no sirve álcelo para acá por favor, déjeme verlo. Nuevamente a correr, a buscar el pedazo de queso que había dejado sobre la mesa, parecía que se me quedaba mirando, ¡podía tomar vida en cualquier segundo! Ella lo tomaba entre sus manos, 65


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

le daba dos vueltas encontraba lo que no correspondía al color blanco o amarillo. Pásame un cuchillo por favor, con cuidado hija nada más – solicitaba, entonces al tenerlo, le trozaba los pedazos que no le gustaban, nuevamente lo revisaba cuidadosamente – ahí está listo mi niña, sírvase el que quiera. Lo mismo hacía con las humedades del pan, era infalible, tenía una solución sencilla, practica para todas las cosas. Supe que mamá insistió con trabajar en la escuela, Adolfo asintió con la cabeza, entendió que no podía detenerla, una vez que a Mercedes se le metía algo en la cabeza no había manera de pararla. Poco tiempo después Jesse Garza le dio la oportunidad de ser maestra, en 1976 empezó a dar clases en Head Start, una escuela para personas de bajos recursos, cuando le dieron el sí, se le iluminó el alma, nació dentro de ella una gran esperanza, dedicarse a los niños, se sentía muy bien, contenta y satisfecha por haber conseguido lo que estaba buscando, habían pasado casi veinticinco años 66


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

desde que Mercedes terminó su estudios, tenía miedo de no poder avanzar más, la distancia entre su GD y los nuevos requisitos era algo considerable, eso la desanimaba, se sentía capaz de lograr más, tener mejores sueldos y prestaciones, necesitaba que la suerte o un angelito la ayudara, y sucedió. Mercedes para el otro puesto de trabajo, necesitas tener tu certificado y para eso se deben de aprobar los cinco exámenes, esa es la política que tenemos. Entiendo… gracias – contestó agachando la cabeza, dolida consigo misma y con el paso de los años, de pronto entendió que ya no era una niña, ni una muchachita, era una señora con seis hijos, al pasar tantos años alejada de los libros, ignoraba si aún tenía la capacidad para poder pasar los exámenes que le pedían para su diploma. Su principal problema era el tiempo, ir a la escuela para estudiar nuevamente era casi imposible, por más que trataba de imaginarse el momento para su preparación, leer, hacer algunos ejercicios y tareas para lograr el diploma, no podía, algo surgía, en su casa, con sus hijos y el mismo empleo que ya tenía. Pasaron varias semanas, seguramente no podía dormir con el remordimiento de su GD. << ¿Qué es lo que te detiene? >> Le preguntó su voz interior. << ¿No eres tú la que siempre dices que todo lo puedes? ¿La que nadie le augura un no? >> Nuevamente se cuestionó a sí misma. Por las noches tomaba clases para regularizarse, a veces le llevaba tres horas, un tiempo muy valioso para ella porque tenía la necesidad de estar en casa con sus hijos, cuidando a los más pequeños, fueron tiempos complicados y desesperantes para papá y mamá, tenían que multiplicarse para poder lograr todas las metas que tenían, eso provocaba desgaste entre ellos, acusaciones y gritos, cuando se tranquilizaban buscaban la manera de reconfortarse y volver a empezar. Por encima de todo estaba su fe, esa inquebrantable fe que la llevaba de un lado a otro, por eso, la siguiente semana fue al co67


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

legio, tenía solo un día para contestar todas las pruebas, no había prorrogas, ni segundas vueltas, era todo o nada, por el tiempo, por sus hijos, por la familia que la esperaba en casa. Vengo por los exámenes para mi GD – solicitó a la secretaria del colegio. Permítame, ¿cuál es su nombre? Mercedes González. Ah sí ya recuerdo, déjeme ir por ellos por favor, puede tomar asiento mientras no me tardo, deben de estar en el archivo del director. Permítame. Sí gracias, espero – contestó con seriedad, tamborileando la pluma que llevaba en la mano contra su pierna, nerviosa, decidida a cerrar de una vez por todas ese capítulo tan largo de sus estudios. Pasaron quizás cinco minutos, los cuales a mamá se le hicieron eternos, en su cabeza giraban las respuestas, los recuerdos, las ideas y realidades, su experiencia, todo lo tenía ahí, de manera desordenada, esperaba que a la hora de ver las preguntas, un angelito o varios angelitos le pudieran echar una mano para acomodar de forma correcta todo lo que necesitaba contestar, para ella era importante desechar lo que no servía, tendría que dejar de lado los problemas con sus hijas y los regaños de sus hijos, el pago de la renta, el agua y la última pelea que tuvo con Adolfo, los gritos y descalificaciones que se dijeron no le servirían de nada para completar cada enunciado, cada palabra. Aquí tienes, si gustas te acompaño al salón para que contestes el primero – sugirió la señora de espejuelos y ceja escasa – oye mujer no recuerdo que hayas tomado los preparatorios, ¿Cuándo los hiciste? No, la verdad no los hice no tuve tiempo para hacerlos, pero eso no me impide contestar los exámenes o si – dudó por unos segundos, la sangre se les fue a los pies. No, no son necesarios si las respuestas son correctas, bueno se 68


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

diseñaron para ayudar a los alumnos, es como una guía confiable de lo que vendrá en cada examen. Ah que bueno, entonces sí puedo, gracias. Fueron varias horas las que le llevó cumplir el requisito, no contestó uno, solicitó el segundo, el tercero, uno por uno sin parar, sin tomarse un descanso, un respiro… la secretaria se quedaba pasmada, completamente sorprendida por la velocidad, lanzó sin querer una mirada recelosa sobre mamá, no daba crédito a lo que acababa de ver. Absorta se quedó en su silla tratando de imaginarse la cantidad de horas de preparación que tuvo que tener previo a tal suceso. Mercedes seguramente rezó en silencio para no equivocarse, a todas luces se miraba contenta, nada más satisfactorio para ella que poder ilustrar sus argumentos y conocimientos sobre el papel, se sintió bastante a gusto consigo misma, comprobar su capacidad y memoria después de tantos años, tal como un pez en el agua calma de río Guadalupe; una vez que leía las primeras preguntas para ver el camino, el tema y de golpe se seguía con las demás, volvía y repasaba las respuestas, hurgaba en su cabeza la mejor respuesta y después la escribía, fue un proceso repetitivo y engañoso, porque no sabía a ciencia cierta si sus respuestas eran las correctas, ahora todo su esfuerzo y concentración dependía de que estuvieran bien. Listo, aquí tiene este es el último, ¿verdad? Las últimas siete preguntas le costaron más trabajo que las demás, se acomodó en el pupitre un par de veces. Sí, así es este es el último, no hay más, por favor colócalo en el escritorio, los resultados se te darán la próxima semana, puedes pasar por ellos después de las dos de la tarde. Gracias, con su permiso – dijo aun temblando. También le mandaremos los resultados por correo Mercedes. Regresó a la cabaña casi corriendo, con los pies ligeros de la emoción, en cada paso que daba agradecía al cielo, la ayuda y el aliento, ella lo hacía como si fuera un hecho consumado su califica69


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

ción, como si ya tuviera el certificado en la mano, ese era el poder que tenía su mente y en su corazón. En un par de días le confirmaron con una carta sus sospechas, había aprobado los exámenes y con eso, pudo finalmente tomar el trabajo que estaba anhelando, también mejoraron sus ingresos, se pusieron felices en casa, se le notaba en el brillo de su piel, su sonrisa de bandera, andaba de mejor humor y bromeaba de todo, los quesos, los panes rancios, los platillos repetidos empezaron a desaparecer de nuestra mesa, las condiciones comenzaron a mejorar, un poco aquí y un poco allá, compraron algunos muebles y terminaron los muros que hacían falta alrededor de la casa. Años después nació Gerry, enorme y fuerte, un niño bonito con grandes manos, afortunadamente mamá no tuvo problemas con el proceso, puedo presumir que mom era buena para tener hijos y trabajar, parecía que nada podía detenerla, en cuanto se sentía un poco mejor, le picaba la cama, era normal encontrarla en la cocina, limpiando, acomodando la ropa, buscando algo en que entretenerse, su fortaleza era evidente, bromeaba ante la dificultad. Vamos niños ¿ya están listos? Arriba – reclamaba a gritos, le gustaba hacerlo, ante la duda nos gritaba, ante la flojera nos gritaba, antes de todo, nos gritaba, ponía orden de esa manera. Aquel día Adolfo recorrió a toda prisa las calles rumbo al granero, con su paso ansioso y atrevido, avanzaba grandes tramos de la banqueta, sin mediar una sola palabra con nadie, ningún saludo, iba concentrado a cumplir su cometido, como un cohete salido de la NASA, con rumbo fijo y sin escalas. Él sabía que tenía experiencia previa con los becerros y otros animales recién nacidos, eran frágiles y muy resbalosos, al llegar buscó en los anaqueles algunas hojas de papel periódico, era una vieja maña que conocía, envolvía al animalito como si fuera un regalo de navidad, meticulosamente, con eso evitaba que se le pudieran caer al piso a la hora de jalarlos, la ayuda tenía que ser efectiva porque un animal muerto no vale nada, 70


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

los patrones pierden la inversión y el tiempo, varias veces tuvo que sacarlos, metiendo el brazo para hurgar de donde agarrarse con firmeza, sin lastimar, sin romper nada, esa vez las dos enormes vacas pardas estaban a punto de dar a luz. Después de dos horas todo terminó, tanto la tormenta como la labor de parto por parte de los animales, nacieron bien, la maniobra resultó exitosa, Adolfo cumplió su cometido, sus conocimientos y experiencia resultaron el perfecto estimulo, en aquel lugar, en aquella atmosfera que resultaba febril y excesivamente enfática. ¡Well done my friend! Thanks – contestó papá satisfecho, aun con las manos llenas de sangre y placenta. Comenzamos a crecer y ayudar más a mamá, a Becky le gustaba dormir mucho, mientras que yo organizaba a mis hermanos, Manuel me ayudaba a veces, Adolfo Junior era responsable y procuraba que comiéramos bien, que estuvieran aseados y que no cometieran travesuras, adopté un papel de mamá desde temprana edad, por supuesto que a mí también me gustaba jugar, sin embargo me preocupaba que mis papas tuvieran más trabajo en casa, sentía una enorme carga si algo o alguien no cumplía con lo que nos habían encargado, los hombres eran tremendos y se divertían con todo lo que encontraban, por las tardes y en las noches pasábamos un tiempo estudiando. Cursamos los primeros años en Our Lady of Victory School, hasta el sexto grado, añoro cuando caminábamos con cuidado las calles, nos cruzábamos volteando para ambos lados, a veces mamá nos llevaba, en otras ocasiones papá nos recogía, la logística se complicaba para ambos por sus trabajos y horarios. ¿Ya están los frijoles? – preguntaba papá al llegar a casa, empleaba un tono amable. Listo, todo ya está listo – contestaba ágilmente mientras que 71


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

acomodaba las servilletas en la mesa. ¡Qué rico huele! – dijo Adolfo Junior. El comedor estaba arreglado con los manteles y los platos puestos, una vez que nos sentábamos, orábamos con fe para darle gracias al Señor nuestro Dios, juntábamos las manos, algunos cerrábamos los ojos y otros simulaban hacerlo, los ojitos se entreabrían como persianas descompuestas, mamá empezaba con un padre nuestro y al concluir unas cuantas palabras. Era el momento para escuchar las novedades, los más grandes hablábamos de la escuela, las tareas y los amigos. Voy a buscar algo para poner un negocio. No creo que debas de comprar nada vieja, como estamos nos acomodamos. Es que mira se pueden hacer muchas cosas, hay oportunidades, cada día yo lo veo en la calle. Nos hace falta mejorar en eso – reclamaba moviendo los brazos. La situación no nos deja arreglar muchas cosas, no estoy de acuerdo, siempre andas pensando en grande y no podemos. Quizás extraño la tienda de papá. Eso ya se perdió, vivimos otro momento Mercedes entiéndeme, debemos de tener los pies en la tierra. Había días en que entre papá y mamá salían a flote muchas diferencias, era evidente que a ella le gustaba volar, se imaginaba todo el tiempo en una mejor posición, con mejores ingresos, uno o varios negocios, su mente era ágil para eso, pero a papá eso le molestaba, él estaba acostumbrado a contar los pelos de la burra que tenía en la mano, por eso le cortaba las alas a Mercedes, era más aterrizado, realista por lo que vivió con sus padres. Felipita te tienes que apurar porque si no alguien se va a comer tu pan – advertía – a ver coman, ¿ya hicieron la tarea verdad? Me faltan algunas cosas – contestaba Becky. 72


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Ya terminé – aseguraba Junior. Yo quiero más – dijo Manuel. Empezamos a crecer y con ello, nuestras responsabilidades cambiaban, me gustaba ver a mamá con esa energía, la sonrisa franca y la mirada tierna. Cenábamos bien, un poco de todo: papas con salsa, sopa de pasta, usábamos más pan que tortilla, a veces nos tocaba postre, eso era una locura, queríamos un pedazo, la cafetera estaba lista para servir el café. Aun guardo esa imagen en mi mente, cuando estábamos sentados, mirándonos unos a los otros, los chicos, los grandes y la panza enorme de mamá porque estaba por dar a luz, sonriendo, bromeando escuchando las anécdotas de papá y mamá, era divertido estar ahí, formando parte de una familia unida, trabajadora y completamente orgullosa de su pasado, su presente y el futuro que nos esperaba a cada uno. Creo que era bastante prometedor llegar a la adolescencia con mis padres juntos, tenían sus problemas y arranques, suponía en aquel tiempo que era parte de crecer, de seguir aprendiendo, para mí y mis hermanos tener una historia de mis abuelos paternos y maternos tan llenos de vida y experiencias increíbles era algo fabuloso, cuantas cosas habían pasado, cada circunstancia que vivieron y superaron para formar nuestra historia. Cada noche rezaba y agradecía al Señor la oportunidad que nos daba, a los chicos y a los grandes y a los que estaban por llegar también. Papá se quedó sin empleo un tiempo, entonces se vio en la necesidad de solicitar ayuda al gobierno, esto con la finalidad de que sus ingresos se mantuvieran y poder ayudar a mamá con los gastos. No te muevas Manuel, no te vaya a cortar la oreja hijo – advertía papá a mi hermano mientras movía los dedos entre su cabeza. Rememoro a papá con la máquina de cortar el pelo en la mano, él se responsabilizaba de los hombres, le gustaba vernos limpios y presentables, nuestra apariencia para ellos era algo sumamente importante, jamás nos permitían andar chamagosos, 73


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

grasientos, empolvados, cuando ellos llegaban o cuando salíamos de la casa, debíamos de estar listos, por las mañanas la rutina era incesante: ¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente!, Arriba niños a la escuela, lávense la cara, cepíllense el pelo bien. Manuel, Adolfo ayúdame a que sus hermanos se pongan el cinturón, no quiero que salgan sin él, fájense tampoco las camisas van por fuera – comentaba papá. Mi hermana Becky andaba de novia con un muchacho que se llamaba Larry, por lo que pude observar era bueno, trabajador, quizás demasiado porque no lo veíamos muy seguido, era mecánico, sé que era inteligente, un buen mozo, educado y no tan mal parecido. Nos gustaba ir al cine, sentarnos frente a la enorme pantalla y ver a las grandes estrellas de Hollywood, estando ahí uno se olvidaba de todo, de los gritos en la casa, las preocupaciones con los hermanos. En una ocasión, en el noveno mes de embarazo de mamá, Becky pidió permiso a papá para ir al cine, mamá desde donde estaba sentada le dio su bendición, en aquellos años no había fechas aproximadas para los nacimientos se calculaba por los meses y las semanas sin ninguna exactitud, los dolores de parto eran los que alertaban a Adolfo y él a su vez a la partera de la familia, era una cadena de información eficiente. Nos vemos al rato Felipita – dijo Becky. Oye, ¡me platicas que tal estuvo! – contesté emocionada, la verdad me daba mucho gusto verla feliz. Yes, ¡i know! Bye. Salió apurada con una sonrisa de oreja a oreja, se veía radiante, Adolfo refunfuño desde la cocina estaba calentando agua para prepararle a mamá un té o un café, no recuerdo bien, a la me74


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

dia hora mamá comenzó a quejarse del vientre y la espalda baja, ese día matamos un marrano y andábamos organizando los cortes, la limpieza, eran pasadas las siete de la tarde, el sol estaba cayendo sobre el horizonte, con el sorbo de luz que aún le quedaba nos impulsó a recoger los utensilios y las ollas que habíamos utilizado, escuché a papá que trató de tranquilizarla, yo estaba ahí parada sin saber qué hacer. Voy por la partera hija, este bebé está por nacer, ayúdame con tu mama, calienta el agua – asintió con la mirada y el cuello, lo miré tranquilo sabedor de lo que iba a hacer. Mom acuéstate, ya sabes que debes de estar tranquila, déjame preparar el agua, las toallas y el alcohol mientras llega la partera. Sí papá – respondí apurada. Corre pues hija. ¡Ok! Doña Lupe y mi papá llegaron lo más rápido que pudieron y de inmediato tomaron cartas en el asunto, se encerraron en el cuarto principal, pocos minutos después nació mi hermana Gracie, la última de todos. El primer llanto inundó la sala, el comedor, mis hermanos más chicos, los que estaban ahí aplaudieron, los demás corrieron a ver qué es lo que sucedía, fue un momento inolvidable, cuando mi hermana mayor regresó del cine, se quedó sorprendida, no daba crédito a la rapidez con que sucedieron las cosas, me gustó ver la cara de asombro con que se enteró de la noticia. No puede ser uno sale a la calle un momento y nace mi hermanita jajaja ¡i can´t believe it! Ves para que te vas – bromeé al mirar sus expresiones. Recuerdo con mucho cariño que a Becky le encantaba tomar fotos, era su pasatiempo favorito, dormir y tomar fotos, bueno, ahora que estaba con Larry hacía otras cosas, se divertía y paseaba; sé que mamá miraba con buenos ojos su relación, siempre aconsejándola para que fuera una buena mujer, con valores, en ese tiempo 75


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

yo no tenía novio, andaba más ocupada en otras cosas, ayudar a mis papas y buscar trabajo para apoyarlos más, éramos nueve bocas que alimentar, nueve almas que guiar por el buen camino; seguramente por eso nos acercamos mucho a la iglesia, cada domingo debíamos de estar juntos en el mismo lugar, era una sensación muy especial ver a la familia reunida para orar con fervor y dedicación por las enormes bendiciones que teníamos, mi hermanita recién nacida, el rancho, los animales, el trabajo de papá y de mis hermanos mayores. Tenía dieciocho años al nacer Gracie, ella significó un pequeño sol, una bendición más para toda la familia González, era una niña hermosa y saludable, en su rostro se reflejaba una paz impresionante, cuando la vi por primera vez quedé prendida a ella, a su energía, su vitalidad. ¡Esta es la última Adolfo! – aseguró mamá con determinación. Está bien vieja, entonces me operaré para no alzar más hijos, con eso no puedo errarle. Varios meses después papá investigó con el doctor y se hizo la vasectomía así se cerró la fábrica de hijos.

76


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

VII. LA PRIMER BODA La adolescencia nos pegó duro a los mayores, llegó con la etiqueta de los ochentas, época de grandes cambios y compromisos, noviazgos y bodas, también fiestas y algunas locuras dignas de nuestra edad, después de algunos meses conocí a José y sucedió gracias a mamá, ella fue el querubín de nuestra historia de amor. Comenzó de una manera totalmente inesperada, en aquel tiempo Mercedes trabajaba en la escuelita de Head Star, había reuniones con los padres de familia, y los Barajas acudían responsablemente por sus dos niños, Felipe conoció a José Bastida porque trabajan juntos en la base aérea, él y señor Felipe se desempeñaban como mecánicos, quizás por eso se hicieron buenos amigos, también por el idioma o las costumbres que compartían, creo que tenían muchas cosas en común, gustos y profesiones; José les ayudaba a cuidar y a recoger a sus hijos los fines de semana, cuando él salía de trabajar a las tres de la tarde de la base militar, Felipe salía a las cinco. ¿José te puedes quedar a comer? Sí gracias ¿Y puedes cuidar a los niños? – solicitó amablemente la esposa 77


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

de Felipe, tenía las manos entrelazadas frente a su cintura – queremos a ir al cine. Está bien, con gusto lo haré, diviértanse mucho. Asumo que para José eso le ayudaba a dispersar su mente y divertirse un poco en familia, quizás extrañaba la suya no lo sé. Era un muchacho tranquilo, siempre dispuesto ayudar a los demás, creo que no sabía decir que no. Gracie crecía muy rápido, era una niña muy despierta y juguetona, se la pasaba mordiendo todo, quizás porque ya le estaban creciendo los dientitos de leche y le daba comezón, los mayores crecíamos parejo, mientras que yo estaba terminando la escuela, estaba en el último año de mis estudios en 1982, yo sabía que mamá acudía a las juntas de su trabajo, porque nos lo platicaba a Becky y a mí, sus cosas, lo que le preocupaba y sus éxitos personales, teníamos una relación muy cercana. Me gusta el trabajo en la escuela, ahí puedo ayudar a mucha gente necesitada de cariño, simplemente al escucharlas sienten respeto hacia uno, eso me da felicidad – nos confesó una tarde de mayo antes de acostarse, a veces la miraba cansada, sin embargo, eso no le borraba la sonrisa de su boca. Mis papas tenían sus diferencias, a veces las hacían muy notorias, cuando los escuchaba gritarse tan seguido yo pensaba << estos no se quieren, se la pasan reclamándose todo, como perros y gatos >>. Pasaron algunas semanas para que mamá conociera a José, todo sucedió a la salida del colegio donde ella trabajaba, como los Barajas le encargaban que pasara a recoger a sus niños cuando saliera de trabajar, tarde o temprano mamá y José tendrían que coincidir, ambos con el paso de los días se hicieron amigos, cada quien se ganó la confianza del otro, la suficiente para platicarse algunas cosas, entre ellos se acabaron los secretos, no sé cuándo se dieron el tiempo para platicar, Mercedes seguramente lo llenaba de preguntas, así era ella, 78


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

infranqueable y astuta… ¿Y de dónde eres José? De México, pero me trajeron muy chico acá a los Estados Unidos, mis papas viven en Los Ángeles señora Mercedes. ¿Y qué haces?, ¿qué estudiaste? Trabajo en la base militar aquí en Beeville soy mecánico de aviones, mantenimiento eso estudié – comentó sin muchos aspavientos, era un muchacho reservado, no le gustaba alardear sus capacidades, estaba fuerte, jugaba futbol y por el entrenamiento que llevaba. ¿Y tienes novia? ¿Sales con alguien? No, con nadie señora. Ignoro si mamá le dijo que tenía una hija de su edad y que estaba soltera, no sé si realmente habló de mi o por mí, incluso desconozco si quedaron en algo acerca de hacer alguna presentación y que José pudiera conocerme, con el paso de los años entendí que las cosas se fueron acomodando para que sucedieran, estoy segura que pusimos mucho de nuestra parte, cedimos, aceptamos depositamos ese pedacito de ganas que nos pide el destino que sumemos para cambiar el mundo, nuestro mundo. ¿Oye José podrías pasar por los niños los fines de semana después de que salgas de la base? – le preguntó Felipe Barajas, sabía que tenía que pagarle algo por su ayuda, sin embargo, le daban alojamiento a José viernes sábado y domingo, eso creo que fue suficiente para que quedaran satisfechos. Sí puedo, me gusta la idea. Gracias así quedamos entonces. Mamá me dijo dos veces que la escoltara a una de sus reuniones, porque quería presentarme a un muchacho, se acercaba mi baile de graduación y no tenía con quien ir, no había pensado en eso la verdad, andaba metida más en las materias, en pasar con buen promedio la escuela. Ella, siempre nos había dicho que no quería 79


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

que saliéramos con ningún soldado o gente de la base, temía y con justificada razón de que nos alejáramos de su lado o del pueblo, al casarnos con un militar tendríamos que seguirlo o vivir solas por largos periodos de tiempo, había muchas historias acerca de la vida de las mujeres del ejército, a mamá no le gustaban, sabía que algunos morían en cumplimiento del deber y otros se iban al extranjero, a Europa, Asia o el Medio Oriente, donde siempre han existido intereses del gobierno de los Estados Unidos. Sin embargo, con José, algo pasó, algo le inspiró tranquilidad a mamá, pudo ser el tipo de empleo que tenía, a lo mejor las cosas que ambos platicaron, le pudo dar pie para sentirse un poco más segura. Ándale Felipita vamos te quiero presentar a ese muchacho, total, mira si no te gusta José no pasa nada, me dices y ya, asunto arreglado, por lo que sé, es un buen hombre, trabajador, de buena raíz, como nosotros. Bueno, ¿a qué hora tienes la junta? En la tarde del viernes, por favor hija ponte muy bonita, usa esa blusa blanca que me gusta verte. Está bien – contesté de prisa, quería quitarme la obligación de encima, a veces mamá era muy insistente. No te enojes, solo quiero lo mejor para ustedes. Ay mamá, lo sé lo que pasa es que ando atareada con lo de mis exámenes, ahorita me voy a organizar ok – contesté con las manos en la cintura, sintiéndome un poco obligada a darle gusto. Ella se perdió rumbo a su habitación, algunos rayos del sol se colaban por el pasillo. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente, ¡recuérdalo hija! Me hizo reír, ella era así de impetuosa y decidida, así nos educaron con una enorme fuerza de voluntad. Los sonidos en la casa eran muy característicos, a veces era una mar en calma, otras tantas, cientos de tempestades corrien80


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

do de norte a sur, gritos, llantos, amenazas entre mis hermanos, el folklore familiar es un sello único que nos distingue de todas las demás familias; el día acordado con mamá me vestí con la mejor actitud, lo más seguro es que quería causar una buena impresión, a decir verdad estaba un poco nerviosa, bueno más bien ansiosa por cumplir el compromiso con mamá. Deseaba también despejar mis dudas y solucionar el asunto de la mejor manera, por supuesto que anhelaba que las cosas salieran bien, tener a un hombre guapo para que me cortejara al baile de la graduación era importante, aunque los gustos de mi mamá no eran los míos, supongo que en esos momentos de mi vida todo corría a mi favor, tenía salud, juventud y belleza, el futuro era una prometedora promesa, tenía muchas ganas de salir de Beeville y trabajar en algo importante << recién terminé los estudios, podré viajar y conocer más cosas >> pensaba. Deje atrás las vacilaciones y salí del cuarto sonriente, al cruzar lentamente la sala me tope con la mirada curiosa de mi madre. ¿Lista hija? – preguntó, sentada en el sillón de la sala. Sí, cuando quieras. Ya nos vamos viejo, al rato venimos te encargo los niños por favor, revisar tareas y que merienden bien, ahí están las papas caldudas listas para que se las coman. Papá andaba por ahí cuidando a los animales, con el gesto endurecido por tener que estar al frente de toda la tropa por unas horas, él buscaba la manera de acomodarse, se bebía un par de cervezas mientras que leía el periódico, con un ojo al gato y otro al garabato. No te preocupes, todo estará bien – contestó levantando el brazo y el dedo gordo. Al llegar a la reunión caminé despacio entre la gente, revi81


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

sando cada rincón de la casa para ver si podía ver a José antes de que él me viera, miré a varias personas hablando, algunos jóvenes, señores con los ojos inquietos, las mujeres estaban alrededor de la sala, me saludaban con cortesía, la mayoría eran atentos y serviciales, por fin después de un rato apareció el susodicho, dio algunos pasos hasta alcanzarnos, saludo a mamá primero, entonces me tomó la mano con decisión. Note que Mercedes se me quedó mirando de refilón, con una mueca entre la comisura de sus labios y el corazón, sé que ella deseaba verme feliz. José, mira esta es mi hija Felipita. ¡Mucho gusto! – contesté sin titubeos, sin apartarle la mirada. ¿Cómo está todo por aquí?, ¿Alguna novedad? Todo tranquilo la gente está llegando – explicó José con la mirada a nivel del suelo, un poco apenado Bueno los tengo que dejar voy a atender a los papas, con su permiso – dijo mamá guiñándome el ojo discretamente. De primera instancia me gustó, después de platicar con él me dio una buena impresión, sobre todo porque lo noté sincero, aunque he de confesar que un poco tímido y callado, que yo, siento que yo era más aventada, más atrabancada, por supuesto que sin perderle el respeto a nadie; él venía de California y trabajaba en la base militar de Beeville, nació en México, pero desde los cinco años lo cruzaron para Los Ángeles y ahí creció y estudió. La verdad me gustaba su forma de ser y la historia que me contó de su familia, no me dio muchos detalles, pero intuí que era gente sencilla y trabajadora tal como nosotros, a partir de ese momento comencé a verlo más seguido, con el paso de los días y las charlas me di cuenta que era un ser humano inteligente y sensato, un hombre que supo cómo meterse en mi corazón, poco a poco, como la gota que rompe la piedra, mis papás lo aceptaron de inmediato, sabía cómo hablarme y respetar nuestros acuerdos. Voy a tener el baile de mi graduación José, ¿te gustaría acom82


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

pañarme? Me encantaría – contestó sin sonreír, muy a su estilo – después pudiéramos ir a cenar a Corpus Christy, ¿te parece? Gracias encantada. Ambos nos vestimos de gala para el baile, no hablábamos mucho, poco pero sustantivo, creo que más bien nos disfrutábamos al estar cerca uno del otro, durante la fiesta se comportó como todo un caballero, me gustaba su forma de conducirse, era respetuoso con la gente, no hablaba mal de nadie, tampoco bailamos mucho esa vez, pero nos divertíamos viendo a los demás bailar, lo único malo de esa noche fue que no pudimos llegar a cenar, hubo un accidente en la carretera, un enorme tráiler bloqueó el camino, estuvimos esperando un par de horas, pero no pudimos pasar, decidimos regresarnos a cenar a Beeville, lo más importante fue que estuvimos juntos, que nos conocimos más, lo pude sentir cercano, responsable de sus actos, eso me atrajo de él, tener alguien así cerca es un baluarte para toda mujer. Me hizo sentir halagada como mujer porque hablaba mucho de lo importante de su madre, me dijo que hablaba con ella los domingos, un detalle que me pareció increíble. Cuando me dejo en la casa mamá no me preguntó nada, supongo estaba cansada y ya no eran horas para el montón de cuestionamientos que me quería hacer, fue hasta el día siguiente que hablamos acerca de José, le confirmé que me gustaba. Nos lo pasamos muy bien, nos divertimos mucho, es un buen muchacho – aseguré satisfecha. ¿Estás contenta? Sí – contesté. Eso es lo más importante, y dile a José que esta es su casa cuando guste pasar a visitarte, me dará gusto saludarlo hija. Lo haré. Con el paso de los días nos agarramos confianza, él se supo ganar a mamá y a papá, siempre servicial y atento, hablaba de frente sin rodeos, con mis hermanos se portó increíble, jugaban y se diver83


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

tían parejo, lo empecé a admirar por muchas cosas, su forma de ser, los valores que le habían inculcado sus padres, aunque en realidad no sabía si era mi novio, no me decía nada, nos volvíamos un poco torpes los dos, era reservado en esas cosas del amor.

84


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

VIII. LA GRAN VENDEDORA

A mamá se le presentó la oportunidad de entrar a trabajar vendiendo seguros, no cabía en su cuerpo de felicidad, era una compañía nueva con ganas de crecer y ganar mucho mercado, se llamaba American General lo mejor de todo es que pagaba bien, tenían bonos por cumplimiento y viajes a distintos lugares, mamá aceptó el trabajo y también aceptó las responsabilidades que este implicaba, manejo de dinero, pólizas, plazos, cobranza, seguimientos: el mundo de las ventas, le fascinaba estar en contacto con la gente, bromear con ellos y ayudar. A partir de ese trabajo estoy segura de que ella se renovó en muchos aspectos de su vida, obtuvo más confianza en sí misma, en lo que hacía y con nosotros, con sus hijos, su rebaño, nos miraba diferente por todo lo bueno que le estaba sucediendo. Ya me voy a la chamba vieja – gritaba papá. Dios te bendiga. Mamá por la mañana salía a visitar a sus clientes, tenía muchos conocidos en el pueblo y en la región, la tienda de sus padres fue una pieza clave para las relaciones y círculos con los que se mez85


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

claba, todo el pueblo la conocía y la respetaba, la gente la quería mucho, en cualquier lugar que se paraba la miraban con buenos ojos, eso definitivamente le facilitó su trabajo, porque sé que ella vendía mucho, con el paso del tiempo empezó a demostrar sus conocimientos, su ímpetu, esa era la fórmula para ganarse los premios mensuales que otorgaba la empresa, algunos los daban en efectivo, otros eran electrodomésticos, televisiones y viajes, tenía la chispa exacta para ser simpática y chispeante, era casi efervescente por sus bromas tanto en inglés como en español. Las personas disfrutaban de la presencia de mamá, usaba palabras sencillas y sonreía todo el tiempo, hacía todo con tal de que le pagaran las pólizas y firmaran los contratos del seguro. Era una tremenda negociadora. Haber señor Pérez, le pido un favor acuéstese ahí en el piso. ¿Cómo? Sí ahí delante de su esposa, y cierre los ojos. ¿Y eso para qué Mercedes? El hombre aquel se acostó en la alfombra delante de ellas, al hacerlo su mujer se le quedaba viendo extrañada, con cara de asombro, de golpe se llevó ambas manos a la boca, sorprendida por lo que estaba viendo. Mercedes suspiró profundamente antes de hablar. Hágame caso, ahorita le explico, présteme una sabana por favor - le decía mom a la mujer, ¡y se la colocaba encima! Mire, así es como se ve uno cuando se muere, imagínese a su pobre mujer que va a hacer sin usted, debe de pensar en ella. Pero si encuentra a otro disfrutara ese dinero con él – dijo el hombre frustrado. ¿Y si no tiene dinero? – Flexionó su cuerpo un poco para acercarse hasta donde estaba el cuerpo del cliente - va a necesitar encontrar a ese hombre que dice, qué mejor dejarle el futuro asegurado a ella y a sus hijos para que no busque a nadie. Pues sí, eso sí, ¿haber dígame señora Mercedes donde es que 86


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

debo de firmar? Aquí mero, aquí pon tú John Henry debajo de esta línea y listo, déjamelo todo a mi… please. ¿Y cuánto va a ser el pago mensual? – acusó el hombre exaltado, tratando de retomar su lugar en la sala Mama era buenísima con los números, sin necesidad de papel o calculadora, sacaba las cuentas con exactitud y seguridad. Mire me da doscientos ahorita y después al mes, depositará ciento setenta y cinco. ¿Muy bien eso es todo? – preguntó temeroso el cliente. Sí, no sé preocupe, a partir de mañana quedarán asegurados su mujer y sus hijos – contestaba guardando los papeles con toda calma, agarraba aire antes de seguir hablando – oiga, y si conoce a alguien más que le pueda interesar dígame por favor, hay que hacerles el bien a otras personas. Puede ser que a mi hermano le interese, déjeme darle el numero para que lo contacte, muchas gracias por todo. Mamá salía satisfecha, una venta más, una estrella más para su récord personal, buscaba siempre alcanzar los bonos, los viajes, aunque eso no ero lo más importante, para ella tener a sus hijos reunidos y sonrientes, era el mejor aliciente para salir adelante; se organizaba de tal forma que sin dejar de levantarse en la madrugada, podía hacer muchas cosas a la vez, tenía siempre un ojo en el gato y otra en el garabato; la custodia de los niños pequeños le llevaba mucho tiempo, pero nunca ella nunca se quejó, gozaba verlos crecer y ser mejores cada día. Los fines de semana descansaba del trabajo de la oficina, sin embargo, no había prorroga con los niños y las niñas, eran demandantes, siempre teníamos la necesidad de algo, algunos queríamos cariño, otros jugar, unos más bromear, y el resto correr, vivir contra del viento. Seguían teniendo muchos gastos, la economía variaba mucho, sin embargo mamá le pidió ayuda a Adolfo para que la lle87


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

vara a los pueblos vecinos, a veces ella tenía citas por las tardes y no quería manejar sola de regreso, la noche puede ser muy traicionera si anda uno manejando cansado, papá aceptó mientras encontraba donde trabajar, así que algunos días, después de comer se iba de chofer con ella, de esa manera ambos se complementaban y Mercedes, para bien suyo y de mis hermanos podía atender las citas con tranquilidad, eso era importante en su trabajo porque de esa manera se podía concentrar exclusivamente en la venta de los dichosos seguros. Bueno mañana me llevas a buscar a un cliente que me debe una póliza, pero mientras ¡a cenar niños! – gritaba con todas sus fuerzas, después cambiaba el tono de su voz - gracias niños por ayudarme con los platos. Está bien, nos acomodamos vieja, nos acomodamos. Lo importante es hacer las cosas, a pesar de nuestras diferencias mujer, podemos hacer más de esa manera, tú sabes que yo te apoyo – aseguraba metiéndose a la cama con su pijama azul. Buenas noches. Por lo general papá, conseguía trabajos temporales, tenía que hacerlo la necesidad era grande el compromiso con cuatro hijos aun pequeños. Era trabajador y responsable nadie tenía queja de él, siempre echado para adelante, a veces le descubrimos oculto detrás de una expresión serena, sé que buscaba la manera de sumar, a su modo, con sus limitaciones, pero siempre estaba dispuesto a aportar: experiencia, entrega, disciplina, honestidad y congruencia. Seguramente por eso, consiguió un trabajo en el aeropuerto, iba por las mañanas muy temprano, por las tardes ayudaba a mamá y a mantener a los chicos en orden. ¡Ya me voy vieja! Tan pronto, oye, pero si acabas de llegar – reclamaba mirando a su alrededor, llevaba el delantal puesto y los trastes se alzaban en lo alto del fregadero. 88


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Sí ya es hora, me dicen allá que soy bueno para eso que hago ¿tú crees? No solo para eso y si tienen dudas ahí están tus hijos que lo pueden comprobar. Sí verdad, jajaja, bueno vete con cuidado a tus cosas por favor – reía y se retiraba de la casa tarareando una canción. el cielo relampagueaba con tonalidades negras y azules, las ráfagas de viento sacudían algunos techos, los postes temblaban y los anuncios metálicos rugían desesperados. En cuanto me gradué, les avisé a mis papas que me iría para San Antonio, quería hacer muchas cosas, aprender más, trabajar, ganar de una manera diferenciada, no como se acostumbraba en el pueblo, yo sabía por mis familiares y amigos que allá había prosperidad, se respiraban otros aires, otras ideas, la modernidad solía mezclarse sabiamente con la gente que quería progresar, emprender un negocio o seguir estudiando; algunas partes de Texas enloquecieron con la fiebre del petróleo y el gas, parecía salpicarnos a todos con sus excentricidades y riqueza, era claro que la tierra daba recompensas para quien la sabía explotar, a los alrededores de Beeville se gestaba continuamente una lluvia de oportunidades, las carreteras, los caminos crecían y se mejoraban rápidamente. Al salir de casa empaqué solo algunas blusas, pantalones y dos vestidos, a decir verdad, tampoco tenía muchas, sabía que con el tiempo allá me podría comprar más ropa, zapatos, vestirme mejor. Me despedí de mis papas con la prisa de una colegiala, creo que disfracé mis miedos con la careta de querer vivir la aventura, sabía que no sería fácil dejar atrás el dolor del alejamiento, no me quedo otra que ponerme un par de sonrisas en el rostro y emplear palabras sencillas para no prometer nada complicado, mamá estaba en la puerta cuando me dio su bendición, quizás ella también fingió, ambas nos hicimos las fuertes. Bueno ya es hora. 89


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Sí hija vete con cuidado, nos hablamos y ven cuando tú lo creas conveniente, está es tu casa, nunca lo olvides – aseguró al besarme la mejilla.¡Gracias mom! Salí de ahí sin mirar hacia atrás, el hogar, los animales, mis hermanos tantos recuerdos se colgaban de mis hombros intentando no dejarme salir, sin embargo, estaba decidida, ya había hecho varios compromisos, traslados, pagos. Llegaría a vivir con mi hermana Becky, ella me habían ofrecido un lugar seguro y bonito donde vivir, pero tenía que buscar trabajo y pronto… para después yo encontrar algo donde rentar, la verdad no me gustaba depender de nadie; una hora después de que salí de casa respiré por primera vez el olor de la independencia, ese perfume penetrante, ese que te suele atravesar los huesos, la piel, el que te da de golpe con un impulso de madurez inesperado. En esos olores no sólo estaba el reconocimiento de las cosas pasadas, la percepción de tantos amigos, personajes y familiares. Había más, mucho más que eso: la magia de la asociación y de los deseos casi imposibles. De alguna manera todo estaba o estuvo allí en mi pasado, créanme que no sabría cómo explicarlo, sólo puedo decirles que lo percibí, sé que estaban allí, en los aromas de la tierra y los lastimosos muros, entre la penumbra de la tarde y el aroma de mis hermanos, tanto los chicos como los de mi edad, los presentes y los ausentes, el penetrante olor de las tragedias que habíamos atravesado, la flaqueza de nuestra economía, nuestro grandioso empuje y espléndido tesón de no dejar nada sin resolver, el hedor de 90


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

las especias y los granos, de los portentosos ríos y de las grandes plantaciones, de las gentes foráneas y las lenguas extrañas, la gloria del mundo desconocido me esperaba a dos horas de viaje, el esplendor del mundo aguardaba mi llegada, tantas cosas aún por visitar, el misterio, la belleza, la magnificencia de la prodigiosa tierra que me vio nacer, como si ésta hubiera sido construida a partir de las esplendorosas imágenes sacadas de la altiva y febril visión de mis sueños. Tuve que detenerme a mirar por un instante, lo que estaba dejando atrás, no podía pasar de largo ese momento, ese instante glorioso. Era como estar paseando lentamente por mis añoranzas. Recordé la tienda de mis padres, donde se hallaba el carro del reparto, siempre la añoraré con una dulce nostalgia. Me recordaba al verano y al aguacero repentino. Había pasado muchas tardes ahí observando pasar el tiempo. Hacía calor. Las nubes se acumulaban de pronto, caprichosas. Realmente estaban preparando una amenaza húmeda y eléctrica. Cuando hablaba a casa me enteraba un poco de todo, preguntaba cosas simples, y en medio de toda esa información surgía la voz de José, esperanzadora y humana. Hablábamos por un tiempo de sus cosas, después me preguntaba de las mías, de golpe todo el aire a mi alrededor rumiaba la amenaza de la tormenta, pero me sentía segura al escuchar al muchacho de piernas torneadas y sonrisa atorada. La luz se puso violeta, la aglomeración de nubes llegó hasta el culmen del relámpago. Y entonces el rayo apareció, se desató la tormenta. Mamá agarraba el teléfono para cuestionarme situaciones de mi hermana, mías, se preocupaba por nosotras, su corazón se apretaba ante nuestras dificultades. ¿Hija cómo va todo? Bien no te preocupes, parece que va a llover, pero estamos en casa. Gracias a Dios. Esa vez, llegó un diluvio torrencial como nunca había visto. 91


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Sencillamente se desplomó sobre ellos, como si el río Bravo hubiera brotado de los cielos. Cayó pesada, de manera instantánea como si estuviera esperando que colgara el teléfono. Y en un momento las calles enteras quedaron vacías, sin ningún rastro de vida, algunos perros ladraban a lo lejos como si se trataran de avisarme que estaban atentos. La lluvia siseaba al caer, las alcantarillas espumeaban como una cerveza, las aceras parecían presas abiertas, los canalones chorreaban interminables cataratas. Y mientras yo me adaptaba a la ciudad, José se estaba convirtiendo en una parte importante de la familia, los fines de semana cuando no estaba conmigo visitaba a mis papas y a mis hermanos, Rosie se sentía muy segura cuando él estaba cerca, porque mis papas no discutían delante de él, les daba pena el qué dirán, los mayores ya no vivían en la casa. José porque no te quedas a comer, mira hicimos las papas caldudas como te gustan. Claro hijo siéntate por favor, acompáñanos, Felipita no tarda en llamar, quizás preguntará por ti – advirtió mamá con su inefable sabiduría. Es verdad, entonces aquí me quedo, ¿y cómo está George y Gracie? Bien no tardan en salir de su cuarto, voy a ir a vestirla, ¿me cuidas los frijoles por favor? Sí está bien no se preocupe, aquí les echo un ojito. Antes de sentarse a comer, bendecían la mesa y los alimentos, entonces papá se sentaba en la cabecera en el lugar que más le gustaba, después los demás, donde cayeran, José se quedaba paradito hasta que le decían que se podía sentar, así estaba educado a la vieja usanza, con respeto por sus mayores, sé que su papá era muy duro con él, quizás eso lo hizo ser de esa manera, tan respetuoso y obediente. Ya entrados en confianza comían a sus anchas, sin mermar el esfuerzo de las quijadas, el agua fresca de limón o de fresa 92


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

custodiaba el paso de los alimentos, los sabores eran suculentos, balanceados entre lo texano y lo mexicano. Oye José ¿y qué le hace falta a la comida? ¡Alguien que se la coma! – respondía apuradamente. ¡Exacto! Jajaja Después de algunos meses José ya se había aprendido la respuesta idónea, Sé que él se la pasaba bien, en la casa lo querían mucho, lo respetaban por su forma de ser y quizás, sólo quizás quiero pensar por el interés que mostraba conmigo, aunque en realidad yo tenía muchas dudas, no me hablaba claro, sé que me quería decir algo, pero se quedaba callado, notaba su amor en su mirada, en el roce de su piel, yo sentía muchas mariposas en el estómago, eso dicen que es bueno, que es cuando el corazón palpita de a de veras. De cierto modo José se convirtió en parte de la familia, iba a la casa a lavar su ropa y a comer, dejó de ir con los Barajas y ahora pasaba más tiempo cuidando a mis hermanos, eso era genial para mamá e incluso para ellos, estando él ahí todo andaba muy bien, a veces dormía en el piso, le acomodaban unas cobijas, una almohada y listo, se quedaba tranquilo, supongo que extrañaba su casa, el calor del hogar y la convivencia, las cosas que suceden en una familia son únicas e inolvidables. José me fui a San Antonio porque siento que lo nuestro es sólo una bonita amistad y yo no quiero eso, seguramente estaré trabajando allá y tú no te puedes ir, porque tienes el trabajo aquí en la base, espero me entiendas. Sí comprendo – contestó un poco apenado. Pero no te preocupes seguirás viendo a mis hermanos y a mis papas, saldremos si quieres como lo hemos hecho hasta ahora. Ok – sentenció con solo dos letras su respuesta, quizás quería decirme algo más, tal vez buscaba las palabras adecuadas… en ese momento no las encontró. 93


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

En mis días libres seguramente regresaré a visitarlos. La primera semana José tuvo compromiso en la base, la segunda semana que habíamos hablado, me llegó de visita, con su cara de angelito, pulcro y perfumado, fue algo que me tomó completamente por sorpresa ignoro si mi hermana tuvo algo que ver, lo gracioso es que se fue a verme en una moto que tenía, por primera vez lo noté diferente, decidido, con eso me dio la idea de que sí le importaba, lo sentí muy sincero en su trato. Sin querer me hizo recordar aquella frase que usaba mi madre “¿Dónde está tu fe hija, donde?”. En esa ocasión él me hizo creer que teníamos algo importante, un compromiso serio, que ninguno de los dos estábamos jugando con eso, aunque estábamos jóvenes ambos sabíamos lo que queríamos, José conocía perfectamente a mi familia en las buenas y en las malas, eso me tranquilizaba bastante no había apariencias que guardar, nada que esconder, los dos nos teníamos confianza para decirnos las cosas, aunque él no era muy comunicativo que digamos. Estoy trabajando en el San Antonio State School y me gusta lo que hago, ayudar a los niños, son cientos de ellos los que más necesitan atenciones y cariño. Es una bella labor – comentó orgulloso. A partir de esos meses nos hicimos más amigos, más cercanos, más de todo, salíamos ya de manera “casi” oficial como novios, le pongo el casi porque José no me decía muchas cosas, pero nos complementábamos bien, a pesar de las distancias nos entendimos, he de reconocer que yo era muy agresiva para nuestra relación, me gustaba saber las cosas, porque cuando él no se comunicaba correctamente no me sentía segura, así estaba impuesta por mi madre, mi padre, mis hermanos. Bueno ya me voy a ir Felipita, pero regreso en una o dos semanas. Vamos yo voy contigo. 94


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Pero, mi papa es muy estricto – señaló José como si fuera un preámbulo de algo más importante. El mío también lo es, eso no me asusta, tú lo conoces. Quiero ir a visitarlos, estaré de vacaciones, no sé si debas ir. Por supuesto que yo voy a ir – aseguré cruzándome de brazos sin despegarle la vista un segundo. Pero… mis papas no saben de lo nuestro, les tengo que decir para que estén tranquilos y te puedan conocer. ¿Estamos juntos o no? Pues sí, pero… necesito decirles a mis papas primero, nuestros planes – aseguró apenado mirándose los pies. Eso harás, justamente para eso voy contigo que mejor que te acompañe como tú novia, tú futura esposa. Así me podrás presentar con ellos y quedaremos contentos. Sí, supongo que tienes la razón. José estaba inseguro, sabía que era un hombre independiente salió de su casa desde muy temprana edad, no dependía de la aprobación de sus papas para hacer las cosas, pero los respetaba mucho lo noté en su postura y quizás eso lo hacía dudar, quiero pensar que las prisas por definir mi vida y salir de casa lo asustaban un poco, sin embargo yo me mantuve firme en lo que quería hacer, no estaba dispuesto a ceder, a quedarme con las ganas de aclarar todo para bien o para terminar, no deseaba estar con alguien que no me diera la seguridad de lo que deseaba, era mi futuro el que estaba en juego, y eso para mí no era cualquier cosa, buscamos los boletos de avión serían tres horas de vuelo lo que nos tomaría llegar a California; honestamente quería hacerme la fuerte, el corazón latía demasiado rápido, por supuesto que yo también estaba nerviosa, era mi primer novio, mi primer vuelo y la primera vez que estaríamos solos lejos de casa, durmiendo juntos bajo el mismo techo, el cual fue su hogar en parte de su niñez y juventud, créanme que eso para una mujer no es cualquier cosa, no para mí, ni para mi papá, ni para 95


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

mom, era una apuesta importante en la casa, por la trascendencia que ese viaje representaría para mi futuro, bueno, nuestro futuro como familia. Todo va a estar bien, no te preocupes. Lo sé, estoy contigo. Sería injusto quejarme de un maltrato por parte de José, él jamás haría algo semejante, durante el vuelo se portó bien, a veces perturbado, sin hablarme mucho, pero tranquilo, me platicó de su mamá, su abuela y su papá, me pintó las cosas bastante dramáticas, supuse que exageraba para asustarme, la que soñaba con una boda hermosa era yo, la que se veía con el vestido blanco y un tocado deslumbrante en el pelo era yo, mas no para mi novio, no llevaba prisa, todo eso sería en un futuro sin fecha, conforme se fueran dando las cosas, los ingresos, la relación, sin embargo yo no estaba impuesta a ser de esa manera, para mi todo debe de resolverse, debe de tener una conclusión, un resultado, “nada es de a gratis decía mi madre”, nuestra relación estaba tomando fuerza y forma, conocer a sus papás era el paso siguiente, lo lógico si pensaba en casarme. Nice to meet you mister Bastida, soy Felipita. << está igualito a su papá, si no fuera por el pequeño bigote, el pelo, la mirada >> pensé sin hacer ningún ruido, no quería evidenciar algún gesto que mostrara lo que se cruzó por mi cabeza. Mira, y ella es mi mamá – dijo José emocionado, después de darse un hermoso abrazo. Señora, su hijo me habla mucho de usted, encantada – comenté mirándola a los ojos, sentí el aplomo de mis años correr por mi piel, la mamá de José tenía una mirada hermosa, llena de luz, iluminaba su entorno, era atenta y servicial, la noté muy tranquila, en cambio su papá tenía el gesto endurecido como una roca, demasiado frío muy calculador y estricto con su hijo, a mí me hizo sentir un cero a la izquierda, por cómo me vio, me barrió para arriba y para abajo ¡al 96


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

parecer no daba paso sin huarache! Bienvenida esta es tu casa – dijo Nelly la mamá de mi enamorado, abrió sus brazos tímidamente para darme un abrazo. Thanks – contesté con sinceridad. Welcome como dicen por aquí, pero pásense por favor, están en su casa ¿gustan un vaso de agua fresca?, ¿un refresco? Pasamos la tarde con ellos, hubo un momento que José se apartó de mi lado, supuse que fue hablar con su papá, el señor no andaba por ahí, eso me tranquilizó, seguramente pensé << las cosas marchaban bien, ¡con las tuercas un poco apretadas, el clima enrarecido por algunos personajes, pero caminaba la locomotora! >> Al día siguiente fue lo mismo, pero ahora la abuela de José, que se llamaba Olga fue la que me dejo bien claro que no era bienvenida, quizás porque hablaba tan poco español, tal vez por haber nacido aquí en los Estados Unidos, no supe cómo interpretarlo en aquel momento, solo me quedaba callada aceptando que tendría que manejar las cosas con mucha calma, por fortuna nadie se atrevió a ofenderme, sé que José no lo hubiera permitido y es que en casa ajena uno depende del trato de los anfitriones, yo me limitaba a sonreír, a ser educada, atenta, nunca les hice una mala cara ni respondí como yo hubiera querido; cuando estábamos solos y se daban las cosas, José se disculpaba conmigo, apretaba los dientes apenado y confundido sin saber qué hacer. ¿Qué pasó José no les has dicho nada de nuestra boda? Se quedó callado por unos instantes, quizás estaba buscando la mejor respuesta, no acostumbraba a echarme mentiras, eso no me preocupaba, su voluntad de hacerlo, sí. La verdad no he encontrado el momento adecuado, no tenido oportunidad dame tiempo para hacerlo – comentó calmado, ajustándose los botones de la camisa. Añoro aquel enorme sol californiano brillando con toda su majestuosidad, intenso y caprichoso desde muy temprano nos ba97


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

ñaba con su energía, yo quería hacer tantas cosas, deseaba avanzar con seguridad hacía algún punto en mi destino, porque tal vez para mi novio no era tan relevantes las cosas, para él tal vez tenían la etiqueta “sucederán”, pero yo tenía estar clara en el cuándo. Bueno, voy a esperar que hoy lo hagas, mira habla con tu mamá primero, ella parece tomar las cosas con más calma, la noté tranquila y contenta. Gracias – contestó. Nada sucedió, hicimos otras cosas, conocimos el lugar y sus los alrededores, escuché las historias que giraban alrededor de la vida de José, de su papá, su llegada a Estados Unidos fue interesante percatarme de las peripecias que hicieron para sacar adelante a su hijo. Dos días después de esas largas charlas, regresamos a Beeville, yo estaba un poco confundida, sabía lo que quería, a pesar de lo que sucedió en California seguía queriendo a José, respetaba a su familia como parte de su vida, de su pasado y el futuro que tendríamos juntos, me fui para San Antonio a seguir con mi trabajo, a la rutina de siempre, me gustaba lo que hacía, pero ahora tenía cosas más importantes en mi mente, si mal no recuerdo faltaban seis meses para la fecha que yo había planeado, por eso el siguiente fin de semana que regresé a la casa de mis padres decidí hablar con José. ¿Nos vamos a casar o no? Porque sí, yo me quiero casar para septiembre. Pero, no les he dicho nada – respondió extraviado entre lo que quería y lo que pensaba. Bueno ya te dije las cosas, no sé qué estás esperando. A veces evadía las respuestas dándome un beso en la mejilla, se acurrucaba en mis brazos con una excusa para sentirme cerca, en otras ocasiones con el trabajo, con asuntos de la base o mis hermanos, era algo extraño porque sé que me quería, que era feliz a mi lado, mi sueño tendría que hacerse realidad. 98


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

IX. CAMARÓN QUE SE DUERME SE LO LLEVA LA… ¿Nelly? Hola soy Felipita, ¿tienes unos minutos quiero hablar contigo? Sí dime, dime te escucho. Bueno, aparte de saludarte, te quiero comentar que ahora que fuimos para allá a visitarlos, José les iba a dar la noticia de que estamos planeando nuestra boda, nos vamos a casar. Entiendo, pude ver en tus ojos Felipita sabía que algo importante estaba por suceder, me da mucho gusto, no sólo por José, por los dos – señaló con voz suave. Gracias y también hablaba para avisarles la fecha y por supuesto que nos encantaría que nos acompañaran aquí en Beeville Texas. ¿Y cuándo es la ceremonia? En seis meses, el diez de septiembre es sábado, pero les mandamos por correo la invitación para que nos aparten la fecha por favor – comenté incrédula y feliz, había tomado una decisión hice las cosas a mi manera, no me gustaba estar o vivir en la incertidumbre. 99


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Claro que sí, yo le comento a mi esposo para que esté enterado, oye Felipita y cuéntame ¿cómo están tus papás? Hablamos de infinidad de cosas, me costaba trabajo por el idioma que no lo manejaba muy bien, pero nos dábamos a entender, me platicó de José, de su familia, yo le dije algunas cosas de mi trabajo, lo que hacía en San Antonio, quería que supiera que era una mujer preparada y que podía hacer muy feliz a su hijo, también charlamos de los planes que teníamos José y yo, en otras ocasiones nos dimos tiempo para abordar temas más íntimos, cosas de mujeres que en un futuro tendría que resolver, siempre me habló con mucho tacto y respeto. La sentí cercana y amable, eso me gustó mucho era un sello característico de ella, una mujer honesta y muy responsable con su familia, sabía llevar la barca a buen puerto ante los problemas y retos que vivieron, tal vez un poco sumisa, pienso que era bastante inteligente para no tener problemas, ni enfrentamientos con José, su marido. ¡Muchas gracias por tus palabras! – dije, antes de colgar, esa charla me tranquilizó, los nervios se desaparecieron como una nube solitaria en un cielo abierto. Ese fin de semana hablé con mi futuro esposo, debía de informarle lo que hice, la llamada con mi suegra, honestamente supuse muchas cosas, armé mi propio castillo, quizás fui bastante soñadora, pero siempre tuve bastante claro lo que deseaba, lo que esperaba que sucediera. José ya le hablé con tu mamá de nuestro compromiso, de la boda, le dije que estaban invitados y que será en septiembre como habíamos quedado. Bueno, supongo que sí, está bien. Ok entonces así le hacemos, iré viendo lo del vestido y el salón amor, gracias. Bueno, no fue la mejor de las contestaciones, sin embargo con eso me bastó, con eso fue suficiente para ir preparando todo, 100


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

decidimos el día en que José iría a la casa para pedirle mi mano a mis papas, yo les advertí el plan y la hora en que nos veríamos con ellos, para que estuvieran listos, con algo para beber y comer, recuerdo que se puso un traje azul obscuro y una camisa blanca lucia impecable, yo decidí usar un conjunto combinado, falda y blusa. José llegó puntual al compromiso, la loción que usaba me llenó las fosas nasales, respiré profundo antes de darle un beso, el primero de muchos; los dos nerviosos como niños que se suben a un tobogán por primera vez, mas no teníamos miedo, las palabras y nuestras acciones tenían un fin, un objetivo claro, ser felices para el resto de nuestras vidas, no era ninguna ocurrencia estar ahí, ambos nos sentíamos seguros de lo que estaba sucediendo, primero porque mis papas ya conocían el tipo de persona que era José, él había demostrado con creces su valor, su entereza y el cariño por la familia. Días antes le avise a Becky y a su esposo de nuestros planes, se pusieron felices. El primero en hablar fue el novio, con la voz templada y seguridad, comentó a mom y Adolfo el deseo de casarse conmigo, buscaba la bendición y yo, la aprobación, hubo un instante donde el ambiente se puso tenso, por la formalidad que le debe uno de imprimir al requisito. De pronto todo se convirtió en alegría, en la casa celebraron con nosotros el compromiso, nos abrazamos, no cabíamos en el cuerpo del gusto, tanto que vivir y sentir. Oye ¡Tendremos que matar un marrano José! Claro que sí, usted me dice cuándo y lo hacemos. ¡Congratulations! – arremetió papá nuevamente. Lo compramos habrá que buscar uno grande – dijo José emocionado, casi saboreando la carne antes de prepararla, se le hizo agua la boca y a José igual. Yes – comenté apuradamente, tratando de reforzar la propuesta de mi futuro esposo, la verdad no quería que mis papas se sintieran 101


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

comprometidos con los gastos. Bueno, hija nosotros te apoyaremos con la ropa de los niños y otras cosas – señaló un poco triste mamá, apoyando ambas manos sobre el mantel a cuadros. José y yo sabíamos que la economía en la casa de mis padres no andaba del todo bien, ellos gastaron una buena suma de dinero en la boda de Becky, entonces era lógico que no podrían volver a soltar tanto dinero, no cuando la economía no se había recuperado después de esos dos años que habían transcurrido, además nosotros estábamos trabajando, José en la base y yo en la escuela, no había razones para esperarlos, yo sé que la ayuda que nos habían ofrecido fue suficiente, también sé que les dolía no poder dar más, sin embargo lo principal para nosotros era la voluntad de mis padres, de mis hermanos, el que se hicieran las cosas de corazón, eso es lo más valioso que podíamos tener por parte de ellos y de cualquiera que se involucrara en nuestro compromiso. Ese día nos dimos tiempo para bebernos algunas cervezas, salimos al jardín colocamos la mesa, unas sillas, fue un convivio muy bonito, valía la pena brindar por nuestra felicidad, José estaba feliz, tal vez un poco asustado pero feliz, como diciendo “ya dije que sí, ahora no me puedo echar para atrás”, empezamos ahorrar dinero los dos, porque los gastos que se venían eran fuertes, no tiraríamos la casa por la ventana, sin embargo deseábamos algo inolvidable; casarse es algo único, es como uno puede trascender en la vida, porque de ahí vienen los hijos y ellos serán nuestro legado para este mundo, entonces es algo valioso e inolvidable, un hombre para el resto de mi vida, un compromiso para salir adelante en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, así de grande era lo que estaba por suceder. Por supuesto que mi mente comenzó a volar, a dibujar siluetas blancas, vestidos, arreglos, flores, imaginaba el momento exacto en que me pararía junto a José y el sacerdote, tantas cosas depen102


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

dían de ese instante, esos tres segundos que tardaría en decir “sí acepto”, obvio que estaba emocionada, aun se me sigue enchinando la piel al recordar todo lo que pasamos, lo que hice y decidimos hacer, fueron mil detalles, llamadas, consejos, revisar los pasos, los procedimientos legales y religiosos, más los permisos en los trabajos. Busqué el vestido de mis sueños, blanco inmaculado ajustado a mi cintura, siempre lo hice ajustándome a un presupuesto, José y yo sabíamos ahorrar no gastábamos en cosas que no fueran importantes, preferíamos invertirlo en algo que nos dejara satisfechos a los dos, y no fuera un mero desperdicio, un despilfarro, la boda sería en la iglesia de Lady of Victory, en el Bingo Hall, un espacio bonito y amplio para recibir a los invitados, la familia, los amigos de ambos. ¿Esta lista mi hija? Bastante lista – contesté. Te ves tan delgada, tan bonita José estará feliz a tu lado, tendrán una gran familia, nunca te olvides de Dios, de agradecerle los favores que nos hizo, las veces que nos ayudó y rescató a tus hermanos. Lo sé, siempre lo tengo presente mom, te prometo que cada domingo asistiré a misa para darle las gracias. Gracias eso me tranquiliza mucho, contestó. El tiempo se nos pasó tan rápido, sentía que volaba, las horas se hacían minutos, los meses días, creo que nos sucede cuando tienes una fecha por delante, el problema ocurre cuando hay tantas cosas por hacer y que involucra a terceros, en una boda no todo depende de uno y eso hace más tardadas las cosas, son muchos detalles que tomar en cuenta. Tuve varias conversaciones con Nelly nos llamábamos por teléfono para ponernos de acuerdo con varios asuntos, al hablar con ella supe que se trataba de una gran mujer, por sus palabras y confesiones, me di cuenta que fue la persona que más apoyo a José, todo 103


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

indicaba que el papá fue muy duro con él en su infancia, nadie puede juzgar la situación que sucedía entre ellos, la realidad de lo que sucedió entre ellos, entre padre e hijo es complicado, son estilos y modos, tal vez tuvo sus razones para ser así, nadie lo sabe, es imposible opinar al respecto, yo sabía que José no le tenía miedo, más bien lo respetaba mucho, jamás vi que le contestara de mala manera, ni tampoco hablaba a sus espaldas. Lamentablemente a la hora de la hora su papá no quiso venir, por lo que sé, comentó enojado que se le hizo todo muy de prisa, utilizó varias palabras para demostrar que estaba molesto, dijo que fue algo “muy apurado”, “no planeado”, ni José ni yo hicimos mucho alboroto por su decisión, lo que sí hicimos fue pagarle el boleto de avión a Nelly, ella se mostró muy accesible y agradecida, yo sabía que mientras la mamá estuviera con nosotros José iba a sentirse feliz, otras cuatro personas llegaron de California se vinieron manejando, en total dos amigos y dos primos hermanos. Bienvenida Nelly, gracias por venir. ¡Gracias mamá! – comentó José notoriamente conmovido por su presencia. Los amigos y los primos le dieron las felicitaciones, se abrazaron burdamente como lo hacen los hombres, entre apretones y golpeteos, para mí fue divertido ver como interactuaban entre ellos, se llevaban muy bien, con la confianza de los años y de haber pasado muchas cosas juntos. Ese día caminé nerviosa hasta el altar, toda mi seguridad de antes se me fue a los pies, llevaba el cuello erguido, sé que me miraba hermosa como nunca nadie me había visto, como una mujer, como una futura esposa… a papá le sudaban un poco las manos, él me entregó a José estaba tembloroso como si fuera su primera vez, mom estaba radiante, muy cerca de nosotros, los ojos se le cristalizaron intuí lo que sentía, ¿y pensar que fue ella quien la hizo de cupido? Bueno, no todo dependió de ella, fueron muchos detalles los 104


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

que se sumaron, el tiempo y la situación, la complicidad de nuestros ángeles. Todo estuvo muy bonito, la misa, los cantos. Sí acepto – contesté cuando toco mi turno, miré de reojo a José percibí su sonrisa, la satisfacción de estar a mi lado, junto a Dios como testigo de nuestro amor. Todo resultó tal como me la había imaginado, la gente, la música, la recepción, ¡había más de trescientas personas! El sermón del padre estuvo increíble, lleno de fe y gozo por nuestra unión, recuerdo que abría las manos y gesticulaba, le puso mucha emoción a cada palabra, mis hermanos, mis amigos, nos mirábamos agitados, creo que era alegría acumulada, por los meses y los días de espera, había tantas cosas que celebrar. Tuvimos música en vivo, ¡hasta mariachi sí señor! La gente disfrutaba en la pista de baile, giraban y sonreían como caballitos en un carrusel, el ambiente fue de feria, nada fancy o excesivo, fue un convivio sano entre sombreros texanos y copetes elevados, entre caballeros y damas; mis hermanos se mezclaron con sus amigos y parejas, los más chicos en la mesa con mis papas, era la época de los ochentas y las modas un poco locas, los colores también. Era evidente que papá se sentía orgulloso por haber matado el marrano, aquel que nos había prometido cuando José pidió mi mano, todo lo que se cocinó ese mediodía quedó delicioso, con mucho sabor, cada platillo que se sirvió llevaba el esmero de mis padres y el amor de nosotros como pareja, fue un gran esfuerzo económico lograr reunir a tantas personas, no ganábamos una fortuna, sin embargo supimos hacer los gastos adecuadamente; mom estaba muy emocionada con un peinado elegante y un vestido a la moda, sonreía y tomaba con sus conocidos, aunque a veces no podía ocultar su tristeza, le notaba una mirada contrariada, como perdida, su espíritu implacable se enfrentaría al futuro sin dos de sus grandes apoyos, Becky en San Antonio y yo en Los Ángeles California, pero la vida es así, debíamos de madurar, de crecer y aceptar nuevas res105


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

ponsabilidades. Felicidades hija te ves muy bonita, ¡you look so pretty! – dijo mi papá sosteniendo una cerveza en la mano derecha. Algunas arrugas comenzaban a salirle entre los ojos y las orejas, también en la frente. Gracias qué gusto que todo esté saliendo bien, ¿verdad mamá? Sí, la gente está muy feliz, pero no olvides que los más felices deben de ser los novios, porque comienzan una vida nueva, con mayores responsabilidades, vendrán los hijos y cambios de rutinas, pero bueno no me adelanto a nada, disfruta la fiesta hija. ¿Bailamos? – preguntó José sonriente. ¡Claro que sí! La fiesta se prolongó por muchas horas, las más que pudimos, bailamos tanto como los pies nos lo permitieron, el lunes saldríamos a Los Ángeles a vivir como marido y mujer. I love you – dije completamente trastornada por los sentimientos que sentía a flor de piel. Ya que nos fuimos a sentar, y que la gente convivía más pausadamente, me le quedé viendo a mi madre un rato, pero sin llamar su atención, observé con mesura sus movimientos, como le sonreía a la gente, sabía cuáles eran sus bromas favoritas, la admiraba por su forma de ser tan entrona tan sabia, transmitía paz con su voz y el temple de sus palabras. Al verla me hizo recordar las veces que regresaba de San Antonio a Beeville para visitarlos, me transporté en el tiempo a aquellas veces me tocaba acompañarla a vender 106


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

seguros, era impresionante observarla, trabajar a su lado era un inmenso aprendizaje, mom iba preparada para todo los argumentos posibles, los buenos y los malos, en aquellos años era novedad el sistema que se ofrecía y la gente desconfiaba, pero su forma de hablar, de vestir, de moverse, eran siempre las adecuadas. - ¡Wow eres muy buena en lo que haces! Seguro sí te lo propones hasta los calzones sucios puedes vender. - Ándale ayúdame con los papeles para terminar pronto y así tu papá no se enoje tanto conmigo. No le gusta que salga a trabajar por las tardes, pero es cuando la gente está en sus casas y me pueden atender hija. - Lo sé, él debe de comprender. - No es tan fácil - dijo haciendo una mueca con la comisura de sus labios. Siento que mentalmente visualizaba las cosas antes de hacerlas y aparte le gustaba lo que hacía, yo lo notaba en su cara, en la actitud que le ponía a cada negociación, era una gran vendedora, ¡afilada como un machete para los negocios y el dinero! Creo que muchas de las frases que decía, las bromas, los chistes los heredó de mi abuelo Manuel y de las personas que visitaban la tienda de los Salazar. Cuando un cliente estaba de malas, ella lo ponía de buenas, cuando tenía dudas ella se las aclaraba todas y cada una, las veces que tuve la fortuna de acompañarla siempre vendió y cobró, no dejaba ningún pez en el río, en el pueblo recurrían a ella con frecuencia, por consejo, por amistad, por cariño o por un seguro de vida. ¿Felipita estás bien hija? Sacudí un poco la cabeza, de golpe escuché la música, regresé a la fiesta, estaba soñando despierta. Sí papá gracias, ¡salud! Vamos a celebrar. Por supuesto qué felicidad, juntos siempre – dijo José. Brindamos, reímos, bailamos, olvidamos los malos tragos, 107


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

las penurias, la pobreza, todo quedó atrás, el huracán, Zoila, el toro del vecino, las tragedias, las comidas repetidas, los quesos en mal estado, era una nueva oportunidad para seguir adelante, entonces sucedió algo mágico decidí quedarme con lo mejor de mi pasado: mis hermanos, las travesuras, el olor del campo, los colores del amanecer en el rancho, los árboles que me acompañaron siempre, el encino, el nogal, mis primos, la tierra en las plantas de mis pies, los descubrimientos, aprendizajes, mi primera comunión, las oraciones que rezaba por las noches. ¡Por los novios! ¡Vivan los novios! El domingo nos levantamos tarde, no recuerdo que desayunamos, quizás fue el recalentado del marrano con algunas tortillas y pan, seguramente un café, pan tostado y mermelada, José amaneció a mi lado, como mi marido, por primera vez sentí la sensación de estar casada, por todas las de la ley, las terrenales y celestiales, un momento inolvidable para mis sentidos.

108


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

X. APARIENCIA Y DISCIPLINA Si hay algo que todos recordamos de la casa de mis padres, es la apariencia y la disciplina, tanto en las mujeres como en los hombres, nos forjaron con ideas claras de lo que debíamos ser en el futuro, nunca nos hicieron dudar, papá con cada uno de sus hijos fue estricto, a los hombres los forjó competitivos, no era nada extraño toparte con algunos de ellos jugando futbol, corrían rápido entre ellos, lanzaban la pelota alto para que hicieran el esfuerzo por atraparla, teníamos que estar a la altura de las circunstancias, ante cualquier eventualidad, habría que ser atentos y encomendados a Dios. No había momento en que la música no sonara, las canciones en español y con mariachi, de todo un poco, a mamá le alegraba la vida, a papá seguramente le hacía los momentos más llevaderos, más amables; a veces ambos tarareaban las canciones, de pena, de dolor, de alegría, eran parte de su compañía en los momentos más complicados y, también en los alegres, donde podíamos participar. En los cumpleaños mamá siempre entonaba las mañanitas, se preparaba como si fuera a cantar en las Bellas Artes, le gustaba hacerlo, 109


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

demostrarle a cada uno de sus hijos su cariño. ¿Listo José? Apúrale no quiero que vayamos muy rápido, más vale llegar a buena hora para que no pierda el vuelo tu mamá. Ya salgo, ¡vámonos! Empacaste cepillo de dientes, las medicinas – pregunté apurada, porque me gustaba tener las cosas ordenadas. Sí todo va en las cajas, no te apures y si nos falta algo allá lo compramos. Y si no yo tengo en la casa – apuntó Nelly sonriente. Thanks a lot, you´re so kind. Ese día saldríamos muy temprano al aeropuerto teníamos que llevar a mi suegra para que tomara un avión, volaría a California, a Los Ángeles, de regreso a su casa ahí esperaría nuestra llegada, ya que nosotros, José y yo, manejaríamos hasta allá; créanme que no podía creer como las cosas empezaron a cambiar, como se fueron acomodando y puliendo, siempre para bien, como pareja poco a poco nos íbamos entendiendo mejor, él me encontró el modo y yo le hallé el suyo, ambos fuimos honestos, hablábamos de frente cualquier cosa que no nos parecía la aclarábamos. Me da risa recordar que nuestras maletas eran dos bolsas negras de esas que se utilizan para guardar la basura, llevábamos también algunos regalos de la boda, en sus cajas, con sus moños, no los habíamos abierto, seguramente los estrenaríamos al llegar. Los Ángeles era una metrópoli enorme, nada que ver con nuestro pueblito de Beeville, ni siquiera con San Antonio, los dos sabíamos que estaba llena de oportunidades, con avenidas grandes, edificios emblemáticos, empleos de todo tipo y gente de todo México, la ciudad nos esperaba agazapada entre los rascacielos y los gritos de libertad, nos aguardaba rumorosa y expectante como una mujer en celo, en algún punto sería nuestro nuevo hogar, había tantas cosas por hacer, por descubrir, estaríamos viviendo en casa de los papas de mi esposo, mientras buscábamos una casa o un de110


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

partamento, me preocupaba no hablar mucho español eso era un impedimento para convivir adecuadamente con la gente cercana a José, sin embargo algo así no me detendría, tenía la capacidad para lograrlo, podía aprender en los libros o casetes y practicar con mi esposo. El viaje no resultó tan placentero como yo lo esperaba, José tampoco se sentía a gusto del todo, nos turnamos el volante conforme fuimos avanzando, ciertas ciudades él y otras yo, a veces dormía por horas, otras a ratitos, son muchas horas de viaje, veinticuatro en total, no teníamos mucho dinero y eso nos complicaba todo, no podíamos parar a dormir, ni a comer en cualquier lugar teníamos un presupuesto limitado, el auto que llevábamos era un Firebird 75 rojo sin aire acondicionado, obvio que mi peinado se perdió con rapidez, apenas llegamos a la segunda gasolinera, sin embargo, a pesar de todo las desavenencias, sonreíamos nos mantuvimos de buen humor, hablábamos del futuro lo que cada quien esperaba de él, trabajo, los planes eran sencillos: hijos, viajes, comodidades, estábamos jóvenes, recién casados, no cargábamos problemas del pasado, tampoco de salud ¡nuestra primera gran aventura! La primera de muchas más que esperábamos tener. ¿Falta mucho? A ver déjame ver – comentó José con los ojos cansados, mirando el mapa sobre la mesa de un restaurante de comida rápida, en aquellos años no teníamos celulares con GPS, ni aplicaciones tan avanzadas, ¡además costaban una fortuna! Motorola fue quien los introdujo al mercado en 1983. Nos faltan seis horas - confirmó mi marido. Bueno, ya no es tanto. Mira llegando allá nos dormimos muchas horas, ¿te parece bien? Asentí con la cabeza lentamente, el sol despuntaba el alba, estaba amaneciendo, me dolían las piernas y la cabeza, tenía la es111


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

peranza de que al llegar todo nos saliera de maravilla, sobre todo con mi suegro y la abuela de José, no quería sentirme menos, con que me dieran respeto y mi espacio estaría contenta, tendría que aprender español, estaba consciente de eso, era algo muy necesario para comunicarme mejor y también para los trabajos que me pudieran ofrecer. Me daba risa ver a José sacar un pie por la ventana, se hartaba de conducir, se cansaba del calor que sentíamos, él muy campante con esa actitud tranquila que lo caracteriza, aparentemente nada parecía molestarlo, bromeábamos de la situación, sé que ambos recordábamos con cariño a mis hermanos, a mis padres, al rancho cada uno de ellos era una semillita que crecía en el alma, un tesoro que guardábamos en nuestros corazones, la esperanza de volverlos a ver pronto estaba ahí latiendo calladamente entre la piel y los huesos. Estando allá haré unas llamadas para buscar a unas personas que tienen un taller, sé que mi tío me puede ayudar. El cuarto esta bonito y lo acomodaremos a nuestro gusto, habrá que ver el clima, no sé qué tan caliente se sienta la habitación, podemos tener todas las comodidades, queda en un segundo piso arriba del garaje – explicó José, haciéndome algunas señas con las manos. Gracias lo principal es estar juntos, lo que venga para adelante será bueno, debemos de tener fe en Dios. Así será. Finalmente llegamos a nuestro destino, cansados, saturados de la carretera, pero con la ilusión a tope por todas las oportunidades que teníamos adelante de nosotros: la oportunidad de ser felices, la oportunidad de aprender más, conocer otras personas, modos de pensar, lugares; sin embargo primero debíamos de adaptarnos a la ciudad, sobre todo a la casa de mi marido, yo nunca había vivido en casa ajena y aunque el departamento quedaba fuera de la casa de los papás, para donde me moviera podía ser observada por la abuela, 112


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

su habitación quedaba en la planta alta frente de donde estaban las escaleras, la percibí como una mujer hiriente y rencorosa. Por alguna razón que desconozco comenzó a llamarme “Princess”, no crean que por tierna o cariñosa, no, el tono en que lo decía era de burla, en cuanto me veía bajar o llegar alguna parte donde estuviera ella, empezaba: ¡Ahí viene la princess! No contestaba nada, no podía gritarle ni hacerle un gesto indebido, me aguantaba. Mírenla ¡ahí viene moviendo el pelo! Eso me incomodaba de sobremanera, sin embargo, aguanté sus hirientes burlas, por las noches le comentaba a José lo que estaba sucediendo con su abuelita, él se cruzaba de brazos y con mucha tranquilidad me advertía. Sweetie ¿por qué ella me dice cosas así? No le hagas caso ella ya está muy viejita y no anda bien de la cabeza, dice cosas incoherentes amor. Ella sabe lo que dice y cómo lo dice, créeme, ¡it´s not nice to hear that all the time! – reclamaba, porque si me dolía esa actitud estábamos recién casados y con esas cosas, lo mismo pasaba con el papá, su mirada, su postura me inquietaba. Lo que sucedía me hizo recordar cuando venimos a Los Ángeles por primera vez, aquel el día en que me presentó con la abuela, ella de inmediato comentó con sarcasmo acerca de mi nombre - ¡Ay que nombre! Felipita y mira el tono de su piel, está prietita – hizo una pauta para mirarme nuevamente de arriba para abajo - ¿qué es de rancho o qué? – señaló en con el rostro endurecido por los años y las tristezas que había pasado. José le contestó con determinación y sencillez Sí es de rancho. Yo también les dije que sí, no me sentía mal, ni menos que nadie, al contrario, era mi orgullo y el de mis padres también. Yo me 113


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

reí en aquel momento, no hablaba muy bien el español, pero todo lo entendía. Mi suegro se la pasaba usando esa mirada acerada e impenetrable, la del hombre inquebrantable y diciéndole a la hermana de José, mi cuñada. Tienes que salir a trabajar Patty, busca algo que hacer, no te quiero aquí en la casa sin hacer nada – reclamaba con ímpetu la situación, Gina la otra hermana se les quedaba mirando apenada. Ahí viene la princess mírenla como se mueve - arremetía la abuela al verme. La hermana de José tenía casi tenía mi edad, los reclamos del papá eran fuertes ella parecía temerle, quizás por eso yo los sentí como propios, como si fueran para mi también, quizás por eso decidí demostrarle que yo podía hacer las cosas, que no era ninguna floja, ni tonta, indirectamente me incentivó a salir adelante, me hizo más fuerte de lo que ya era, por su forma de ser tan especial. Pocas semanas después de que llegamos contacté a una agencia de colocaciones, llevé los papeles que me pidieron, hice varias llamadas y llené los documentos, las solicitudes; esas personas tuvieron la fortuna de localizarme una oportunidad de trabajo. No era para lo que yo había estudiado, sin embargo, no estaba tan mal, la posición era de recepcionista. “Cualquier trabajo es digno” decía mi madre, con esa mentalidad le comenté a José. ¡Amor encontré donde trabajar! - dije sonriente. ¿Qué gusto me da y donde es? Me avisaron que es en unas oficinas en el centro de la ciudad, eso es lo único malo, no está aquí cerquita hay que manejar en el tráfico hasta allá. Se dedican a importar cosas, ya investigaré bien, quiero pensar que será divertido aprender algo nuevo. Me gusta tu manera de pensar, y sobre la manejada, todo va a estar bien vas a ver que nos adaptaremos, yo mañana veré a mi tío 114


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

hay una vacante en una fábrica, creo que vamos a tener que comprar un carro, para no estar batallando los dos – advirtió. Varios días después José llegó a la casa con un vehículo estándar, un Sentra Nissan, la verdad no estaba muy bonito, pero fue para lo único que nos alcanzó, el reto era mayúsculo para mí, aprender a conducir en una ciudad como Los Ángeles siempre es un reto, hasta para los conductores más experimentados, las vías rápidas tienen mucho tráfico y los vehículos cambian de carril constantemente, yo no sabía manejar estándar así que me tuve que hacer la valiente, era necesario que aprendiera. Rememoro esas tardes cuando practicaba en los alrededores del sector donde vivíamos, de bajadita muy fácil, lo complicado eran las colinas, al no tener mucha experiencia se me iba para atrás el coche, tremendo susto que me llevé, creo que eran necesarios para agarrar practica y saber cómo responder ante cualquier situación, tenía que sentirme muy segura porque el trayecto completo hasta la oficina era más de veintidós millas. José me tuvo paciencia fue un buen maestro, no solo en eso, en muchas otras cosas que compartimos. Al día siguiente hablé al rancho, me contestó mom, emocionada con mil preguntas, me platicó de mis hermanos, de papá, del nuevo trabajo que tenía, estaba contenta las cosas iban mejorando, percibí que tenía muchas ganas de hacer cosas, poner un negocio, la escuchaba, pero no podía pensar en otra cosa más que en lo que estábamos pasando en casa de mis suegros. Te extrañamos mucho, hija. Y yo a ustedes. ¿Estás bien? – indagó curiosa. Sí todo bien, algunos detalles que estamos corrigiendo mom. No te olvides de rezar, de pedirle a Dios que los ayude. Eso hago todas las noches - contesté. Poco menos de un año pasamos así, en esa situación, con mis suegros, con sus diferencias y la abuelita avinagrada, cada fin de 115


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

semana era lo mismo, quejas, chistes y comentarios que no entendía, posturas complicadas de entender, por junio Becky me llamó un miércoles para avisarme que iría a visitarnos, me puse feliz, me levantó el ánimo porque extrañaba mucho a mi familia, al campo, la comida, a mi madre, mis hermanos, todo lo que teníamos allá en mi pueblo adorado, nos hacía mucha falta porque en aquella urbe de hierro, me sentía desubicada, la gente que conocí se me hizo tan desalmada, tan desangelada creo que José se daba cuenta de eso, mas no podía hacer nada al respecto, solo tenerme paciencia. Mi jefe en la oficina hizo un gesto de indiferencia cuando le pedí una semana de vacaciones. Déjame pensarlo – contestó con frialdad absoluta. Gracias. La verdad quería pasar tiempo con mi hermana, al despedirme del encargado me estampó en la frente aquella curiosa y fragmentaria expresión de desinterés, la cual me dolió en el alma, << qué hombre tan malvado >> pensé. Dejé que pasara una semana y volví a preguntarle, pensé que sí aceptaría había sido una buena empleada, no había faltado ni una sola vez, no tenía retardos y cumplí cabalmente con las tareas que me encargaban, sin embargo, ninguno de esos criterios le sirvió al hombre detrás del escritorio, se negó a darme los días que le pedí tan amablemente. Bueno, entonces si no me quieres dar los días como te los estoy pidiendo voy a renunciar. Entiendo, mira no lo puedo hacer contigo, porque los demás podrán pedir lo mismo llevamos un orden – dijo estoicamente sin mirarme a los ojos. Gracias. Y así fue, salí de esa oficina para no regresar jamás. Cuando mi hermana llegó a Los Ángeles ya estaba libre, corrí a su encuentro con el corazón latiendo torpemente, con una 116


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

fuerza desmedida; les juro que sentía que habíamos pasado muchísimo tiempo separadas, a José también le dio gusto verla, ahora éramos mujeres casadas, sentía que nos mirábamos diferentes, más completas, más felices, asumo que también para ella era lo mismo, el mismo sentimiento; platicamos muchas horas de lo que estaba sucediendo, le dije que había renunciado al trabajo para poder atenderlos como se merecen, creo que eso nos unió más, aunque la noté preocupada por nosotros, a veces permanecía inmóvil pensativa, teníamos mucho que hacer como para andarme lamentando por lo que estaba sucediendo con mi suegro y su madre, preferí reírme, disfrutar el momento con mi hermana y su esposo, tantas cosas por compartir. Pita allá en San Antonio se van a abrir varios puestos de trabajo, lo mismo en Beeville, estoy segura de que estarán mejor allá. No lo dudo, pero, mis suegros ¿qué van a pensar? No lo sé, déjame ver cómo van las cosas, mejor vamos a Disneylandia mañana y comemos por allá hermana. Bueno, yo encantada, pero como andan de dinero, espero que por nosotros no estén batallando después – solicitó angustiada. No te preocupes – contesté. Asentí con la cabeza, José sabía que no teníamos suficiente para el mes, nos quedamos callados haríamos el esfuerzo por divertirnos y pensar que saldríamos adelante, se acercaban las olimpiadas y Los Ángeles sería cede del evento, seguramente por eso habría más oportunidades de trabajo, mi esposo estaba pensando en ser guardia del evento, sería algo temporal mientras que durara la justa, pero bueno andaba entusiasmado con la idea, a él le gustan muchos los deportes y estar tan cerca de la acción lo tenía emocionado. Salimos a muchas partes, nos divertimos, nos olvidamos del trabajo y las preocupaciones, Becky y yo, nos convertimos por momentos en las niñas traviesas que fuimos cuando éramos niñas, fue 117


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

un enorme gusto sentirme así, compartir tantas cosas nuevamente: la risa, el momento, el cansancio. Con el paso de los días mi marido y yo, nos preocupábamos más, la posibilidad de regresar a Texas se fortalecían, crecía en nuestra piel, en nuestros pensamientos, no estábamos bien y eso nos hacía diferentes, la gente cuando anda presionada de dinero, suele cambiarle el humor, la respiración, los modos; por las noches pensaba en mom, en lo que sería estar nuevamente cerca de ellos, no teníamos la intención de regresar a Beeville, a San Antonio ese era el objetivo principal, sin embargo estando allá, un par de horas y podríamos visitar a mi familia, nada mal. El cuarto se sentía helado por las noches y en el verano, era un pequeño infierno, las paredes concentraban la temperatura, salir al patio era la mejor solución para refrescarse, teníamos un ventilador, pero no nos ayudaba mucho, zumbaba y con ese ruidito nos arrullaba, a veces me sentía perdida como que no encontraba el camino, las respuestas. ¿Cómo ves José? ¿Qué hacemos? La cosa es con mis papas pues... no sé qué pensaran de todo lo que hicimos, el viaje, vivir aquí y ahora nos vamos. ¿Sí verdad? No me gustaría regresar a Beeville más bien a San Antonio amor, allá tendríamos más oportunidades. En la base aérea trabaja un tío de la familia, él te podría ayudar, incluso yo podría regresar a pedirle trabajo en la oficina donde estuve trabajando. Lo sé – contestó, estaba cansado se le cerraban los ojos, el día estuvo muy pesado anduvimos por muchos lados, como niños, jugando, riendo, comiendo, fue genial. Nos quedamos pensando por un rato, sin hablar, sin dirigirnos la palabra, cada uno meditaba sobre las posibilidades, la familia, los amigos y lo que sería mejor para nosotros como familia. Finalmente pudo más la sensatez ...o quizás fue el hambre, 118


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

no lo sé, pero decidimos que en un par de días partiríamos rumbo a Texas nuevamente, una vez más haríamos el viaje ahora de regreso, para tener algo de dinero vendimos algunas cosas, nos iríamos en los dos autos, decidimos que el rojo lo venderíamos llegando a San Antonio y quedarnos con el Nissan, nos despedimos con mucho cariño, especialmente de mi suegra, sé que no le guardé rencor a nadie, dejamos las cosas en paz con cada quien, con la abuela y con mi suegro, yo no quería causarle problemas a José, ya suficientes broncas teníamos que resolver allá, para buscarnos más. Por la mañana hablé con Nelly, le comenté nuestra decisión me daba un poco de tristeza por ella, me sentía un poco culpable por alejarla de su hijo, pero finalmente éramos una familia y debían de entender nuestra postura. Le expliqué lo que estaba sucediendo con el trabajo de los dos tanto de su hijo y el mío, con las casas que habíamos visto, los precios eran inalcanzables ganando lo que ganábamos, las probabilidades de tener éxito eran muy limitadas. ¿Lista? – preguntó José a primera hora. Vámonos – contesté sonriente. Nuevamente hicimos las maletas, nos llenamos de recuerdos buenos, los amargos los dejamos atrás. Conforme fuimos avanzando para la salida a la autopista, el paisaje de la gran ciudad fue desdibujándose, ahora las residencias y condominios de elegantes colores se convertían rápidamente en vecindades opacas, grises o en casas pequeñas de madera, inconclusas, en obra negra, algo así como un boceto inconcluso y surrealista, viviendas humildes que se sostenían con el sentido patriótico de una nación, con las banderas y las estrellas, más que con bendiciones o con materiales de buena calidad. Pintas en los muros mostraban el paso de las pandillas, de la delincuencia organizada; había casas rodantes en mal estado, opacas y amarillentas, oxidadas y olvidadas por el tiempo. Si miraba detenidamente los rostros de quienes caminan por ahí, casi se puede palpar la dejadez, la zozobra de la pobreza, el alcohol 119


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

y las drogas, que son los escapes universales más comunes para la tristeza y el hambre. En el fondo de mi alma sabía que estábamos haciendo lo correcto, Estados Unidos es una tierra donde puedes tener cualquier clase de lujo, pero sin trabajo, sin un sustento estable es demasiado complicado avanzar, íbamos en los dos autos, con el pequeño capital que sacaríamos con la venta del auto podríamos pagar algunas cosas y ayudar al gasto en la casa de Becky. Hicimos las paradas necesarias para repostar gasolina y comer, tenía muchas ganas de llegar y encontrar trabajo lo más pronto posible, cruzaba los dedos mentalmente y pedía a Dios su apoyo, lo necesitábamos mucho, deberíamos de encontrar paz y estabilidad, el amor y el respeto, esos nos sobraban la bronca era el dinero, durante el camino ambos mantuvimos la cabeza erguida orgullosos de lo que estábamos haciendo la experiencia valió la pena, conocimos muchos lugares y gente interesante lamentablemente muchas puertas se nos cerraron y con las casas tan caras, la gente batalla mucho para vivir dignamente, y nosotros estábamos empezando apenas, recién casados sin un negocio propio. Becky se puso feliz cuando nos oyó llegar, seguramente intuyó que éramos nosotros lo pude notar en su enorme sonrisa, en la sinceridad de sus palabras y de sus abrazos, era bueno estar juntos nuevamente, esa noche caímos como tablas sobre el colchón, estábamos muertos de tantas millas, dormimos profundamente, habíamos superado el rutilante tumulto de una ciudad entera, con nuestros pasos ansiosos y atrevidos olvidamos el olor a tierra mojada, a campo, a los animales del rancho todo eso alguna vez fue un pulsante estímulo para nuestros sentidos. Ahora San Antonio tendría que darnos todo lo que no nos dieron los ángeles, había una deuda con nosotros y esperábamos pronto poder cobrarla. ¡Qué gusto verlos pasen están en su casa! Gracias Becky, es un gusto enorme estar aquí. José pásate, siéntete en tu casa por favor – señaló extendiendo 120


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

los brazos. ¿Puedo pasar al baño? ¿Sigue dónde mismo? Claro, adelante. Descansamos profundamente esa noche, necesitábamos la tranquilidad, la cercanía de un ser querido lejos del bullicio citadino, sin prisas, ni horarios tan ajustados, Becky nos hizo sentir así, en casa, en un hogar. ¡Buenas noches que descansen! Un parloteo demencial me despertó muy temprano, me quedé callada admirando la cara de José, estaba tan sorprendido como yo, no comentamos nada nos encogimos de hombros y salimos al comedor con las intenciones de desayunar algo rico, sustancioso, debíamos de hacer muchas llamadas, citas, salir al mundo nuevamente a buscar trabajo, tocar puertas, dejar nuestra información por escrito, y rogar a cada uno de los santos que conocíamos para que consiguiéramos un empleo, de nuestra parte no habría ninguna especulación estábamos dispuestos a poner todo nuestro empeño, todas nuestras ganas por ganar dinero decentemente. Buenos días – comenté al ver a mi hermana, ella a duras penas me sonrió, supuse que algo había ocurrido no quise indagar más. Preparé un poco de huevo y pan francés, aquí está la mermelada y el jugo de naranja – comentó tratando de cambiar su postura, ella era una mujer fuerte, sabría salir adelante de cualquier contratiempo, la admiraba mucho. Gracias todo se ve delicioso. Espero les guste.

121


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XI. ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE Pasaron varios y días y no tuvimos suerte, no estaba sucediendo nada con nosotros, laboralmente estábamos inactivos, buscando y saludando a quienes sabíamos nos podrían ayudar, mas no pasaba nada y el dinero se empezó a agotar, era julio de 1984, todo lo que habíamos creído no funcionó, nuestro capital estaba reducido a nada, después me enteré de que también mi hermana estaba padeciendo por falta de dinero, me dio tanto pesar cuando me enteré. Porque uno no sabe la vida de los demás, puede estar viviendo juntos y hay cosas que no se comentan, que no se ventilan y uno debe de respetar, cuando te platican o te piden ayuda, entonces sí hay que apoyar hacer lo que sea necesario por darle al otro una ayuda. Una semana más tarde empecé a trabajar como recepcionista para una compañía de especias, tomaba las órdenes para distribuidores y autoservicios, con ese sueldo subsistimos varios meses, José no encontraba nada, a veces agarraba chambitas para ganar algo de dinero, supongo que eso lo hacía sentirse menos mal; mom 122


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

nos localizó en casa de Becky un fin de semana hablamos un buen rato, la noté contenta, orgullosa por sus hijos, Adolfo, Manuel, Rosie, George, Gracie, Greg, Gerry, me platicaba de lo que hacía cada uno y como estaban creciendo los más chicos, después me platicó que en la base aérea se iban a abrir varios puestos de trabajo, oportunidades para mecánicos y José podría entrar a trabajar, me puse muy contenta sabía que era una buena señal. Más tarde le platiqué a José lo que me comentó mi madre, le cambió el semblante estaba desesperado y lo entiendo a nadie le gusta vivir en casa ajena, coordinamos todo. Te podrías ir solo amor, mientras que te dan la base en el trabajo, yo me puedo quedar aquí trabajando y nos vemos los fines de semana. Quizás sea lo mejor, no sé. Me dolió verlo partir, me había acostumbrado a tenerlo cerca, hablar con él, le consultaba las cosas que me pasaba como me sentía, además nuestra intimidad era importante para los dos. No sé cuántas horas pasaron, tal vez unos cuantos días nada más, José consiguió el trabajo de inmediato, me llamó para avisarme como estaban en la casa, al escuchar su voz en la distancia me di cuenta de que no podía estar lejos de José, no quería estar sola, no me sentiría bien haciendo el mal tercio y mi esposo necesitándome, aunque fueran dos horas de viaje, de distancia, no me importaba, además también extrañaba a mi familia. Becky me voy a ir al pueblo, es lo mejor estar allá con José – señalé con febril entusiasmo. Está bien Pita, además mamá también te necesita. Las bendiciones empezaron a suceder casi de inmediato, pocos días después de que llegué conseguí trabajo en una oficina de transportes Texas Trucking, contestaba teléfonos me encargaba de los pagos, la cobranza, los sueldos, era un puesto administrativo muy interesante, aprendí muchas cosas, nos quedamos en el ran123


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

cho, recuerdo que José ganaba nueve cincuenta la hora y yo el mínimo que eran cinco dólares con cincuenta centavos, estuvimos tres meses viviendo en casa de mis papas, la mayor parte de mi tiempo libre me la pasé ayudándole a mamá con mis hermanos, con los más chicos, Gracie, era la más peque y desfilaba mucho tiempo con nosotros, la sentía como mi hija, la llevaba a la escuela, cambiaba, vestía, siempre mis hermanos estaban considerados en los planes que hacíamos, miré por ellos, porque los amaba y quería que estuvieran bien. Nosotros no habíamos encargado familia aun, eso me daba mucha libertad para moverme a cualquier parte. Gracias por tu ayuda hija – me dijo mamá un fin de semana. La tomé del brazo y con un apretón de manos le correspondí sus palabras. Nada que agradecer tú sabes que lo hago con mucho gusto. En agosto de 1985 cuando tenía 22 años compramos nuestra primera casa, José tenía 23 años, el dueño de la propiedad la estaba financiando y eso nos daba muchas ventajas, no había necesidad de hacerlo con un banco y en aquellos años muchas personas le tenían miedo a los intereses y los contratos crediticios, aun añoro esa sensación, el gusto y la enorme satisfacción que sentimos de tener algo propio por primera vez, es algo indescriptible, se mezclan tantas cosas, la responsabilidad, el compromiso, la alegría, en ese momento entendí más a mis padres, el valor del rancho y todo lo que hicieron por darnos un hogar, con sus limitaciones, con los sacrificios que eso implicaba para ellos, comprendo a mi madre que siempre tuvo la 124


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

visión y las agallas para defender su castillo, su tierra, el lugar donde nacieron sus hijos, su más grande tesoro. El siguiente año nos fuimos de vacaciones a California, recuerdo que tuvimos la oportunidad de llevarnos a mi hermana Gracie, cuando se enteró se le iluminaron los ojos, ese par de luceros que alumbran la noche más fría, se vino con nosotros, nos estaba yendo mejor económicamente y podíamos hacer una vida más desahogada, trabajando los dos era otra cosa, el dinero que ahorrábamos se gastaba en viajes, en compras, regalos y salidas con mis hermanos, no habíamos ido a Los Ángeles porque no teníamos el dinero, no por guardar algún resentimiento con el papá y la abuelita de José, con el gasto de la casa nueva se nos complicó, pero bueno, gracias a Dios se nos dio la oportunidad de regresar con mis suegros, en una posición completamente diferente, esa vez nos fuimos en avión, mucho más tranquilos con una nueva actitud hacia la vida, con una nueva convicción, saldríamos triunfantes de los percances y azares que vivimos en el pasado, estábamos renovados y preparados para los años que estaban por venir; se acercaba el día de acción de gracias, era época de fiesta y felicidad, las luces, los colores, los regalos, una temporada muy especial en el año, se hacen fiestas por doquier, bailes y reuniones, hay muchos festejos tanto en las grandes ciudades como en los pueblos. En la madrugada del 26 de noviembre, mom me llamó a la casa de mis suegros en California. Acostumbraba a hablar con mi suegra sobre la biblia, a veces ella sufría de depresión y mom la aconsejaba, por lo que no se me hizo raro la llamada. Hola mom, felices fiestas ¿cómo está todo por allá? Hija – hizo una pausa, su voz no era la de siempre - Manuel tuvo un accidente, no te apures, cuando puedan es necesario que regresen – advirtió con una voz calmada. ¿Y todo está bien? Sí -dijo de una forma muy extraña, como ausente. 125


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

¿Segura? No contestó nada, de golpe colgamos, mi corazón se quedó latiendo de prisa, nervioso y acongojado. Rogaba al cielo que las cosas no fueran tan graves, lo malo es que me faltaba información << ¡eso fue raro, Meme en un accidente, no me dijo que clase de accidente, ¡no me dijo nada! >> reclamó la voz en mi cabeza. Yo sabía que esas palabras habían surgido del corazón de mi madre por su nerviosismo habló de esa manera, no me quedé tranquila, no estaba satisfecha, me extrañó sentir la ausencia de su espíritu indomable, de su fe, esa que había soportado cientos de angustias a través de los años y que ahora estaba por alguna razón ausente. Tres minutos después el teléfono volvió a repicar, intuí que era para mí, algo no estaba bien esta vez era Becky. Pita, Meme te necesita aquí, está muy mal si lo quieres ver con vida es necesario que regreses ya. Pero, cómo, ¿qué pasó?, No me digas eso... por favor. Se volcaron en una camioneta saliendo de un baile en George West, murieron dos de sus amigos gente muy querida, un familiar. No hallaban a Meme, el quedó tirado en un cultivo de maíz, está muy grave – titubeó entre cada palabra, entre cada sollozos y explicación. Bueno, haré todo lo posible para llegar allá, le pido a Dios que nos ayude nuevamente. Colgué el teléfono estaba impactada por la noticia, debía moverme rápido cada minuto contaba, le avisé a José lo que había sucedido, empacamos con torpeza las maletas, me temblaban las manos, los pies, lloraba sin control, no encontraba donde descansar como reponerme si tenía el alma rota, uno de mis hermanos se estaba muriendo a mil cuatrocientas cincuenta y ocho millas, debíamos de tomar un avión en pleno día de acción de gracias, más aparte el traslado de San Antonio a Beeville, no había nada más que hacer, y eso fue lo que hicimos movernos como locos al aeropuerto de Los 126


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Ángeles a buscar un vuelo a San Antonio, el más próximo, el más rápido. ¿Ya tienes todo listo? Sí ya, bueno, despídete rápido y vámonos por favor sweetie – apresuré a José, ambos teníamos la cara acongojada y el corazón en vilo; los ojos se me cristalizaban con el viento y con la cantidad tan enorme de sentimientos y recuerdos que llevaba encima de mis hombros. Está bien, tranquila todo va a estar bien, primero Dios y llegaremos a buena hora. Le sonreí, por primera vez desde que tomé la llamada de Becky, sabía que ese día era una locura viajar, históricamente es el peor día para moverse, al llegar al aeropuerto lo pudimos constatar, la gente se amontonaba en las salidas, en las llegadas, maletas, niños, mochilas, comida, más el montón de mensajes en las bocinas, indicando las salas de abordaje y cambios en los itinerarios, cancelaciones. Y nosotros pasmados ante tal revolución, sin embargo, estaba decidida a volar, estaba dispuesta hacer lo que fuera para que nos dieran un lugar ¡teníamos una emergencia médica! ¡Era realmente de vida o muerte! Señorita, fíjese que tenemos un problema muy grave en San Antonio tenemos que adelantar el vuelo nos puede ayudar. De verdad debemos de llegar, mi hermano sufrió un accidente está muy grave, ayúdenos por favor. ¿Señora ve todas esas personas en la fila? Ellos están buscando lo mismo que usted, si me permite ahorita que le toque su turno puedo revisar los vuelos, aunque le adelanto que estamos llenos. Comencé a llorar de la desesperación, de la angustia, por impotencia. No daba crédito a la frialdad de la encargada, se me quedaba mirando sin mostrar ninguna reacción, como si yo le estuviera hablando a un refrigerador, quizás las entrenan para eso no lo sé, de 127


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

todas formas le agradecí la atención y pasé al siguiente mostrador, y de ahí al otro y al otro, anduvimos mendigando lugares, hablamos con varias personas tratando intercambiar, sin embargo nada sucedió, tuvimos que esperar un par de horas para que se abriera una oportunidad, nos sentamos un rato, estiramos los pies, nos desconectamos un poco de todo, descansaron por unos minutos nuestros pensamientos, la zozobra de no saber nada, después caminamos por los pasillos, mirando las pantallas con los vuelos, las novedades en las noticias, los retrasos y cancelaciones; Gracie iba de mi mano, no era raro que alguno de mis hermanos nos acompañara, especialmente los más chicos, ellos eran prácticamente como mis hijos, les compraba cosas, siempre los tomaba en cuenta, claro en la medida de nuestras posibilidades, me daba pena con ella, la notaba inquieta necesitaba dormir y no podía, pobre tuvo que aguantar la desesperación de nosotros de los adultos. << ¿Dónde está tú fe hija? >> escuché la voz de mamá dentro de mi cabeza. Esperamos varias horas, hasta que por fin nos dieron la noticia que podíamos abordar, no sé cuántas lagrimas derramé, no sé a cuantas personas les pedí que nos ayudaran, pero todo el esfuerzo que hice valió la pena, todo vale la pena cuando tienes un motivo en el alma y el corazón. Reconozco que subí al avión nerviosa, las piernas me temblaban no porque tuviera miedo a despegar mis pies del suelo, realmente quería que fuera un viaje relámpago, poder cerrar los ojos y que al abrirlos pudiera estar junto a mi hermano y que todo haya sido una pesadilla; la verdad no sé cuántos aves marías recé durante el vuelo, mi hermana se durmió un rato en mi regazo, sé que José estaba consternado en realidad no sabía que decirme, creo que él entendió que su mujer no tenía cabeza para nada ni para nadie, yo sólo quería llegar y que todo estuviera bien. Aterrizamos a buena hora no hubo contratiempos con las maletas, aun nos faltaban varias horas de viaje porque Meme y la familia estaban en un hospital 128


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

en Corpus Christi, nuevamente a rezar, José condujo con mesura, uno puede cometer errores si maneja presionado, con la prisa de ir a ver a un enfermo, no queríamos ningún otro accidente en la familia; nuevamente a pensar que Dios nos ayudaría una vez más, la fe que nos había impuesto mi madre valía mucho para nosotros. Todo va a estar bien ya lo verás. Eso espero sweetie. Mira ahí está tu mamá y tus hermanos, vamos a preguntarle cómo va todo. Caminamos sin hacer ruido, sigilosamente, cuando vi el semblante de mi madre la sangre se me fue a los pies, intuí con precisión que nada estaba bien, la abracé con fuerza, lloramos una vez más, José se quedó a mi lado, cuidándome dándome ánimos, no sólo a mí, a todos en la casa, en el hospital. ¡Mi hermano seguía vivo de milagro! Los doctores no daban crédito que siguiera respirando, aferrado a quedarse entre los vivos, cada hora que pasaba me enteraba de lo que había sucedido, como fue que lo encontraron, al parecer el conductor de la camioneta no sufrió lesiones graves, Meme estaba tomado salió de un baile con sus amigos, golpearon casi de frente otro vehículo, disparado por la inercia del impacto fue a dar a un terreno con cultivo de maíz, ahí estuvo un rato haciendo ruidos extraños, se quejaba del dolor que sentía en todo su cuerpo, cuando la ayuda llegó pudieron localizarlo gracias a que escucharon los sonidos guturales que emitía. ¿Puedo verlo? A ver si te dejan entrar... Pita todo está en manos de Dios. Lo sé mom, lo sé – contesté nerviosa. Entré a la habitación lerdo, respirando pausadamente, porque sabía que mi pecho latía a mil por hora, la sangre corría por mis venas como si estuviera en una súper carretera, llevando y trayendo todas las sensaciones del entorno a mi mente, los olores, los gestos 129


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

de dolor, los sonidos de los equipos electrónicos, los aparatos, todo; sinceramente esperaba que no estuviera tan mal, había varias camas con gente muy dañada, vendas, moretones, por algo estaban ahí en cuidados intensivos, lo más triste de todo eso, es que no podía reconocer a mi hermano, por las sabanas, por los tubos << ¿cuál es mi hermano? >> preguntó la voz en mi cabeza, observé que un hombre tenía los pies descubiertos, y Meme tiene unos pies muy característicos, un lunar, fue así como supe que era él. Le agarré la mano y me puse a rezar con él, pero no reaccionaba, me preocupé bastante porque esperaba alguna respuesta. Él no te escucha – dijo la enfermera con mucha tranquilidad. Pero me está apretando la mano. Son sus movimientos involuntarios, no es en realidad que te esté escuchando o sintiendo. No le contesté nada, yo sabía en mi interior, en mi corazón lo que estaba sucediendo, sé que mi hermano estaba en coma, lloré nuevamente a su lado, estuvo cuatro meses hospitalizado, le hicieron varias intervenciones, su tráquea se dañó afectando sus cuerdas vocales, cuando salió del coma no sabía que había pasado no recordaba porque estaba ahí, preguntó varias veces por sus amigos, sin embargo el doctor nos dijo que no era conveniente decirle que dos de ellos habían fallecido, lo miraba muy mal desorientado la cabeza se le movía como un péndulo, no podía hablar, no podía comer, durante el tiempo que estuvo en coma lo mantuvieron entubado a un respirador, la maquina le permitía respirar, poco a poco vimos cómo fue progresando, a veces levantaba el dedo pulgar para indicarnos que estaba bien, recuerdo que los doctores nos explicaron que los pulmones se le estaban colapsando, tenían miedo de quitarle la máquina, la inflamación de su cerebro fue muy grave porque estaba tomado, el doctor explicó que si no hubiera ingerido alcohol, el daño cerebral hubiera sido mucho menor, tardó tiempo en recuperarse 130


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

por lo mismo, los efectos de la bebida complicó todo su proceso. Tenía cuatro años de casada, cuando por esas fechas entre las preocupaciones y las vueltas, me percaté que no menstrué en los días que normalmente lo hacía, algo estaba sucediendo en mi cuerpo y necesitaba saber qué era, compré en la farmacia una prueba de embarazo, era un sistema a todas luces novedoso, era por medio de la orina, mojabas un poco el pequeño detector, si salía de color rosa es que estaba esperando a un bebé, pero si salía azul todas mis hormonas estaban en su lugar y pronto las cosas volverían a la normalidad, fui al baño para hacerme la prueba José se puso nervioso cuando supo que salió positiva, al principio ni yo lo podía creer, le expliqué lo que había hecho y se me quedó mirando por unos segundos, supongo que estaba imaginando todo lo que iba a suceder, estaba callado con la boca a medio abrir, después reaccionó, abrió bien los ojos y nos abrazamos, estábamos llenos de felicidad, sería la primer nieta de ambas familias un acontecimiento importante. Creo que esa misma noche fui al hospital a ver a mi hermano, seguía emocionada, nerviosa, ¡exaltada! << ¡Debo decírselo a Meme! >> reflexioné camino a su habitación, lo consideré algo importante, por su salud, una noticia increíble para que le echara más ganas a todo lo que estaba haciendo. Sabes tengo que decirte algo importante hermano… Hice una pequeña pauta para colocarle mi mano sobre la suya. Se me quedó mirando con los ojos cristalizados, sé que tenía la emoción a flor de piel. Estoy embarazada – comenté sonriente, él me apretaba la mano de felicidad, sé que si hubiera estado al cien se hubiera puesto a brincar de gusto, Jenny sería la primera nieta de mis papas, la primera sobrina para mis hermanos. Era el mes de enero, aun se sentía el aire fresco en la cara, en los huesos, en esa época del año se sacan los suéteres, los abrigos, la ropa de algodón, las botas altas, me gustaba hacerlo, añoro cuando 131


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Mamá me felicitó, lo hizo efusivamente con su enormes brazos me atrapó, ambos descompuestos por el sentimiento, su abrazo lo sentí con decisión, cargado con muchas impresión, sé que estábamos pasando por una situación muy complicada, por lo del accidente, pero bueno pensé que la noticia no podía esperar, sinceramente creía que estar en cinta era una bendición, mi madre lo decía todo el tiempo, Dios aprieta, pero no tanto, te puede quitar algo de una mano, pero te dará algo más en la otra, yo lo interpreté correctamente tal vez perdimos la tranquilidad por mi hermano, pero nos dio mucha alegría por la novedad, por ser algo diferente, la llegada de un bebé a nuestras vidas era una buena nueva algo esperanzador, tanto a mi papá como a mis hermanos les pareció fabuloso. El conductor de la camioneta era primo de la familia, lejano, mas no por eso no se frecuentaban, eran muy buenos amigos, uno de los que falleció era también Salazar y el otro se apellidaba Treviño, de la Casa Funeraria del pueblo. ¿Qué fue lo que paso porque estoy aquí? – preguntaba Meme insistentemente - ¿y mis amigos? Nadie decía nada, mi hermano Adolfo estuvo con él todo el tiempo, dormía en el hospital, lo llevaba y traía a todos lados, las enfermeras estaban maravilladas por su ayuda, en casa reconocimos que fue un gran apoyo para Manuel, desde niños habían sido grandes compañeros se querían demasiado. Los cuatro meses día y noche no se le despegó ni un momento. Creo que fue mom quien le dijo lo que había sucedido en el accidente fue un momento muy complicado para los dos, sé que Meme los quería mucho y le dolió profundamente perderlos de esa manera, tan trágica. Cuando Meme salió del hospital lo recibimos en la casa, me daba tanto pesar verlo así, tan limitado en sus movimientos, tan dependiente de nosotros, fueron muchos días, meses de terapia, lo llevábamos con gusto porque notábamos que progresaba no había prisa, estaba joven y fuerte, su tesón y disciplina lo sacarían adelan132


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

te. Me miraba en el espejo cada día, por las mañanas sobre todo y estando ahí frente a él, notaba como el vientre se iba haciendo más grande, a veces lo notaba mucho otras no tanto, era una sensación increíble había vida dentro de mí, José se sentía orgulloso, siempre con sus atenciones sin lugar a duda escogí bien a la hora de casarme, un hombre así es para toda la vida. El tiempo se me pasaba volando, entre mi marido, el trabajo, mis hermanos, mis papas, me gustaba mi casa, los olores que se desprendían de nuestras cosas, lo que fuimos comprando para el bebé, tenía tanta curiosidad de saber su sexo, era necesario para seleccionar los colores adecuados, obviamente que José deseaba un niño, el primogénito varón que todo padre desea, sin embargo yo, estaba ilusionada con que fuera una pequeña princesa, una niña hermosa de pelo largo y negro como la noche, con una mirada tierna, inteligente y emprendedora; en las noches la miraba a mi lado, jugando y corriendo, quizás tocaría algún instrumento musical, eran tantas las posibilidades, pero aún faltaba tanto tiempo, tantas cosas que debían suceder, no solo en Beeville, también en Los Ángeles, San Antonio, los baby shower, las fiestas sorpresa, en fin, cada detalles que hacen grande e inolvidable ese momento tan especial. Creo que el verdadero éxito de la familia en aquellos años radicaba en que nos mantuviéramos unidos, el vivir en un pueblo pequeño tiene sus ventajas conoces a todo mundo, las familias, los negocios, las distancias quedan siempre a la mano, lo malo es que los trabajos son escasos, por eso la gente joven tiende a emigrar a las grandes ciudades o ciudades intermedias, buscan capacitarse más, desarrollar un capital, tener solvencia económica y así poder superar cualquier diferencia, sé que siempre las habrá, porque somos tan diferentes, a pesar de llevar la misma sangre, Becky estaba feliz, Meme, Adolf, Rosie, Gerry, cada uno de ellos me daba su apoyo incondicional, a pesar de nuestros problemas personales y diferencias 133


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

siempre sabíamos cómo sentirnos cerca. Voy a llevar a Meme a la terapia sweetie al rato te veo – gritaba con fuerza para que pudiera escucharme, estaba viendo un partido de futbol americano le encantaba sentarse y perderse de todas las preocupaciones por un par de horas. Está bien con cuidado nada más - contestaba despacito. Aprovechaba el tiempo para ir a conseguir el mandado, frutas, verduras, cereal, un poco de todo, también les compraba cosas a mis hermanos, algunos dulces, paletas, malvaviscos. Algunas tardes rentábamos películas y nos sentábamos frente al televisor, pasábamos las tardes riéndonos y comiendo palomitas, era divertido tenerlos ahí, les cocinaba un poco de todo, tacos, hamburguesas, papas con huevo, también llevaba pan dulce. Notaba a Meme feliz, sé que le servía estar ahí con nosotros, en la mesa, en su habitación. Su salud mejoraba, en las terapias lo metía en agua, lo sumergían para que recuperara los movimientos, sus pulmones lentamente retomaron sus capacidades, ¡éramos una familia feliz! Haber Meme come despacio hazlo con cuidado, acuérdate lo que dijo la doctora. Si lo recuerdo, despacio – contestaba con esa voz de ultratumba por el problema que arrastraba en la garganta, lo admiraba mucho porque no se quejaba, seguía al pie de la letra las instrucciones de los doctores, sé que deseaba vivir nuevamente su vida de forma normal, como antes lo había hecho, y para eso se esforzaba cada día, levantaba el dedo pulgar nuevamente para indicarme que estaba de acuerdo. A pesar de sus malestares sonreía, mi hermano tenía el espíritu de un gran guerrero. En el cuarto mes sentí movimientos en el vientre, hasta esas fechas había sido un embarazo tranquilo, sin muchos achaques, añoro aquella vez que llevé aceleradamente la mano al lugar donde 134


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

creí que estaba el bebé mas no pude sentir nada, quizás fueron las ganas de palparla, de acariciarla, de sentirla ya entre mis brazos. Ambas familias se organizaron, aquello resultó una enorme motivación, hubo fiestas y sorpresas en muchos lugares, no solo en mi pueblo querido, también en el trabajo, también en Los Ángeles con mis suegros y cuñadas. A veces siento en la piel el nerviosismo de aquella primera vez que entré al quirófano, las luces, los consejos de la familia, la cara del doctor Chandler, las enfermeras en el Bee County Hospital, cada detalle se queda grabado en la memoria. - ¿Lista? - Siempre - contesté Tanto José como yo estábamos con los ojos llenos del océano, trastocados por saber lo que sería ser padres, la mano de José me acompañó por unas horas, sé que me apretaba y cuidaba como siempre lo había hecho. Uno no se podía enterar del sexo de los bebes hasta que nacieran, pujaba con fuerza y lloraba con mucho sentimiento creo que esa es la mejor combinación en un parto natural. - Puja fuerte - pedía la enfermera. - Eso intento. - Más, ya falta poco. Justamente después del parto me enteré de que tuve una niña, terminé agotada, exhausta, el varón debía esperar unos años más, ella nació fuerte y hermosa, con los ojos más hermosos que había visto, nació en Beeville, tenía que ser así, la familia se merecía el gusto, querían verla, abrazarla. Entre los familiares había un tío que se la pasaba haciendo bromas y chistes, estuvo un rato en el cuarto del hospital, la verdad me tenía bomba, cansada de escucharle la voz, la risa, hasta la respiración, en esos momentos lo que uno más quiere y necesita es descanso completo, dormir por varias horas para llenarse de energía y de paz nuevamente. No recuerdo a quien le pedí que me ayudara a 135


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

sacar a mi pariente, no por mala onda, ni mucho menos, esperaba comprensión no estábamos en una cantina ni en un partido de futbol americano, por fin se lo llevaron, respiré profundo y pedí que me llevaran a mi hija, necesitaba verla, tocarla. Le pusimos el nombre de Jeannete, me gustaba la mezcla con los apellidos, tanto para José como para mí se escuchaba bonito. Prácticamente Becky fue su segunda mamá, la cuidaba cuando venía de San Antonio, era tierna y cariñosa con ella, quizás por eso la tenía muy chiflada y es que se hacía cargo por completo de la niña, cambiarla, bañarla, los juegos y dormirla; créanme que yo no tenía hija los fines de semana, José y yo aprovechábamos para salir al cine o a pasear, recuerdo que papá me decía jugando: ¡Tardo una semana para componer la niña, porque cuando tú hermana viene y me la descompone en dos días! Es puro amor papá. Conforme fue creciendo nuestra hija, en casa nos dimos cuenta de que era una niña fuerte y decidida, pasaba de brazo en brazo sin llorar, la familia la llenó de regalos y de cariño, le gustaba jugar con las manos, los dedos, se llevaba las cosas a la boca ¡quería descubrir el mundo que la rodeaba en aquel 1987! En 1988 nació mi primer sobrino, en agosto, hijo de mi hermano, el representaba el primer varón, Adolf Junior estaba feliz, mis hermanos, papá, fue una celebración muy bonita, lamentablemente dos años más tarde la relación entre sus padres culminó con un desagradable divorcio, en la familia nos tomó por sorpresa fue algo que ambos decidieron, supongo que fue lo mejor para ellos, hay situaciones que no pueden rescatarse, entenderse, pero eso nos unió más, nos hicimos más fuertes, hablábamos mucho y cada que alguien necesitaba algo estábamos para él o ella. - ¡Mira Sweetie la niña dando sus primeros pasos! - ¡Voy por la cámara! Tanto Jeannete como Gareth se criaron como hermanos, mi 136


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

hermano ganó la custodia de su hijo, eso fue muy bueno para él, porque fue acogido en la familia como uno más, no hubo separaciones, ni duelo para el niño, pasaba mucho tiempo con nosotros, era hermoso ver como se llevaban, las tardes tan divertidas que pasaban jugando, los bañábamos juntos, no hacíamos ninguna diferencia entre ellos, por eso creo que no resintió tanto lo que sucedió en su casa; conforme los meses fueron transcurriendo y mi hija iba creciendo, fui pensando en darle una mejor educación, más cultura, dones y capacidades para eso estamos los padres, el educar implica muchas situaciones. Otra limitante en Beeville es que no había clases de música, de baile, canto, cosas que uno piensa como papas que los niños pueden desarrollar con éxito, por eso andábamos buscando cambiarnos a San Antonio. ¿Me gustaría que nos fuéramos a vivir a San Antonio para abrir un grupo de ayuda para las personas que tiene capacidades mentales diferentes? Primero habrá que arreglar la casa para venderla, ¿no crees? Está bien, eso haremos - contesté contenta y Pasaron algunos meses, nos estaba yendo bastante bien, teníamos trabajo, un hogar bonito, llevábamos una vida sana, pintamos la casa, arreglamos algunos detalles de carpintería y en la cocina, siempre hacíamos planes, muchos planes, de viajar, de tener, de lograr cosas, ambos éramos bastante perseverantes, pero mi salud comenzó a desvariar, me mareaba, me fallaban las piernas y la coordinación ¡estaba embarazada una vez más! De Inmediato me di cuenta, porque esta vez lo sentía completamente distinto al embarazo de Jeannete, cada uno de los síntomas, los dolores, los mareos, desde los primeros meses todo fue diferente, incluso los horarios en que me sentía mal o tenía hambre, hasta el sentimiento y los movimientos en mi vientre. << Éste debe de ser un varoncito, ¡porque ah, qué duro patea!>> 137


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

pensaba. Me puse feliz, porque la niña tendría con quien jugar. Adolfo Junior se tuvo que mover a Kingsville a trabajar, iba y venía cada día, me sentía obligada por el cariño que nos teníamos desde siempre, por eso buscábamos apoyarlo en todo, nos preocupaba mucho, no queríamos que sintiera la carga tan pesada del divorcio y con la preocupación de su hijo, por las distancias y traslados. Bueno no creo que sea buena idea irnos a San Antonio, ahora tenemos más responsabilidades, seremos más de familia y la verdad me he encariñado mucho con Gareth, tampoco me gustaría dejarlo solo, Jeannette está feliz con su primo. Eso sí, no solo tú y la niña, yo también me encariñe con él. Te quiero mucho sweetie - comenté con firmeza, sin esperar nada a cambio, sólo por el placer de hacer feliz a José. Él me abrazó con ternura no era un hombre muy expresivo, nunca lo había sido, a pesar de eso lo amaba y respetaba, no podía cambiarlo sé que, aunque no me dijera nada verbalmente, lo sentía en su corazón, en su piel, en la forma que me miraba, me tocaba. - Yo también te quiero Pita. Después de esa conversación entendí que ese no era el mejor momento para movernos << la familia nos necesita >> pensé. Tratemos de descansar, mañana será otro día. Y económicamente estábamos bien, no teníamos grandes deudas y había estabilidad en el país, en el estado, mis hermanos me ayudaban a cuidar a Jeannete y eso también era importante, no solamente para nosotros como sus padres también para ella, el jugar, el compartir, esa parte de su niñez no se la quería arrancar.

138


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XII. EL NIÑO QUE NO FUE NIÑO La llegada de un varón a nuestras vidas representaría una felicidad enorme para José, cada vez que iba con el doctor yo le comentaba. - Doctor siento todo diferente, se mueve más, las náuseas son más fuertes, para mí que este es un niño. El galeno se me quedaba mirando encogido de hombros, seguramente apoyaba mi teoría por todo lo que le explicaba, él era el mismo que me ayudó con Jeannete y sabia de los mareos, malestares que había pasado. -! It´s a boy! - le aseguraba. - Puede ser - contestaba. Cuando veía a mom ella me llenaba de consejos, haz esto para el empacho y aquéllo para los mareos y con Jeannete hizo exactamente lo mismo. Cuando caía la tarde me sugería a gritos. - Que no le caiga el sereno tápale la cabecita”. - Ver la televisión durante un buen tiempo te daña la vista. Ah, 139


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

mi mamá estaba llena de sabiduría. - Ponerte un hilo rojo en la frente hace que se te quite el hipo. - Si comes muchos chocolates, te saldrán granos. - Que la niña no pise descalza el piso. - Si te tragas un chicle, se pegará a tu intestino. - Debes esperar, por lo menos, una hora después de comer para meterte a nadar. El tiempo pasaba lentamente en las vacaciones y después de comer más. Sólo podías ver la alberca sin meterte, porque debíamos de guardarnos una hora para poder remojar el cuerpecito. Mamá nos decía que podía darnos un calambre, así que lo mejor era evitarlo. - Salir con el cabello mojado hace que te enfermes de gripe. En cuanto a los alimentos decía cosas como: comer espinacas te hace lucir como Popeye. Sí la niña come chicharos se le pondrán los ojos verdes. Durante los embarazos también me pedía lastimosamente “no te asomes en la ventana si hay luna llena que te hace daño”. Era una experta para eso, inventaba cada cosa, mamá estaba aumentando de peso, más gruesa que de costumbre, pero eso no le impedía mantenerse activa con sus hijos y ahora con su nieta. Ella seguía trabajando con lo de los seguros, se ganaba viajes y bonos, fue a Las Vegas, Las Bahamas, la llevaron a pescar en un barco grande, estaba muy contenta por sus logros y la capacidad financiera que tenía. Cuando regresaba de sus viajes nos contaba las anécdotas, las historias, las personas que conoció, cada detalle, era evidente que disfrutaba su trabajo, aunque yo sabía que ella en el fondo quería tener su negocio propio, lo llevaba en su sangre desde sus padres y los abuelos, era una comerciante nata. Con el nuevo embarazo los planes cambiaron, fue un momento muy dulce, mi idea de una familia numerosa había comenzado, Jenny mi hija fue mi maestra, esperaba que con este niño tuviera un embarazo bonito, sin muchas recaídas o malestares, de esos que 140


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

te llenan de prosperidad y alegrías en muchas áreas, todo por aquel dicho popular que pregonaba “todo niño trae su torta bajo el brazo”, había tanto que hacer y aprender; sé que laboralmente estábamos bien ganábamos lo suficiente para vivir con ciertas comodidades, viajábamos cuando se podía, nos apoyábamos mucho. Siempre veíamos el uno por el otro, también sentimentalmente estábamos mejor que antes, aunque mis papas estaban teniendo algunas diferencias importantes, quizás por eso mom se refugiaba mucho en la iglesia y en sus actividades. Meme también se fue superando con el paso de los días, las semanas, dejó atrás la etapa más crítica del accidente, ahora se le notaba más seguro de sus movimientos, no estaba completamente recuperado, pero mucho mejor que como estaba anteriormente. Empecé a comer más, a cuidar mi alimentación, vigilaba tomar el ácido fólico y todas las vitaminas que me recomendaron, el vientre se me fue haciendo grande una vez más, todo me creció como lo esperaba, mi cuerpo se preparaba para recibir una bendición, un nuevo regalo de Dios. A veces los horarios se nos complicaban, cuando yo trabajaba de noche, José lo hacía en el día, eran un par de horas que batallaba para dejarle a alguien la niña, le pedía a mamá su apoyo: - No pongas citas a esa hora para que me ayudes con Jeannete, hasta que llegué José. - Esta bien, pero cuando no puedo no puedo ok. - Sí entiendo, gracias. Papá trabajaba en el aeropuerto y el salía a la una, entonces cuando salía me apoyaba a cuidarla, en otras ocasiones José cambiaba el turno, los dos trabajábamos de noche, nuevamente a pedir el auxilio, mis hermanos más chicos jugaban con la niña, la diferencia de edades no era tan grande, cuando nació mi hija Gracie tenía seis añitos nada más. Por esa semana empezamos a fincar una casa, aproveché el terreno que habíamos comprado, era una buena in141


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

versión, terminarla para vivir en ella era nuestra más grande ilusión que teníamos por aquellos años. Sweetie mira, siento que algo se mueve – comentaba emocionada. A ver, déjame sentir. Cada uno de mis hermanos me ayudó a cuidar a Jeannete, buscábamos la manera de hacerlo, de apoyarnos, si mal no recuerdo fue en un día nublado, por el mes de marzo. En esos meses escuchamos por primera vez que se cerraría la base área de Beeville, José se asustó porque era su trabajo lo que estaba en juego, fue sorpresivo que el gobierno anunciara que recortaría el presupuesto de bases al interior del país, supuestamente sería en dos años más. No era una buena noticia yo embarazada, fincando la casa, fueron momentos de mucha incertidumbre. - Sólo Dios sabe que vaya a pasar José, no te apures, vamos a poner todo de nuestra parte para terminar la construcción, ya después veremos qué hacemos - comenté tratando de alentar a mi marido. Así me enseñó mom, a confiar en la sabiduría de Dios. Sin embargo, José se quedó preocupado, yo sabía que no estaba contento, que le angustiaba el futuro. El no saber de donde va a sacar dinero para mantener a sus hijos y los pagos era complicado, no solo para él para los dos, pero siempre tuve fe en que todo se resolvería, no sabía el modo, pero confiaba que así sería. Fue así de esa manera inesperada que reaccioné, no estaba impuesta a cruzarme de brazos, por dentro la voz en mi cabeza me preguntaba << ¿qué vamos a hacer?, No podemos esperar a ultimo momento para hacer algo, tienes que buscar la manera de generar dinero y que sea un buen negocio, sobre todo estable >> en aquel momento yo estaba trabajando cuidando personas con capacidades diferentes y no ganaba lo mismo que mi esposo, ahí radicaba la importancia, la urgencia. Ese día me tocaba visitar al doctor ya tenía los nueve meses de 142


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

embarazo nueve meses, fui con la mejor actitud, se mentía bien físicamente, aunque nunca me imaginé que el doctor me informara que ya estaba casi lista. Sabes, ya estás dilatada Felipita es mejor que te ingrese al hospital. Espérese doctor, sólo déjeme organizarme con mi familia, me vine sola y no tengo nada preparado – solicité angustiada y es que tenía que ponerme de acuerdo con José y mi mamá, las cosas no eran tan fáciles. Mira son las diez de la mañana, te doy hasta las once y media para que ya estés en el hospital registrada, tendré todo listo. Llegué a casa apurada, tenía poco tiempo para preparar la maleta, ya había preparado algunas cosas, ropa y cosméticos que uno suele llevar al hospital, esos que necesitas como mujer y te hacen sentir más cómoda, más a gusto contigo misma. Le avisé a José lo que me dijo el doctor, tomé el teléfono de prisa para llamar a casa de mis papas, era muy importante que supieran que estaba por ingresar al hospital y estaba por dar a luz a un varoncito, tenían que cuidar a Jeannete, para irme con tranquilidad, localicé a mamá y le pedí el apoyo, ella no se negó, se puso nerviosa y me deseó la mejor de las suertes, te veo pronto, recalcó. ¡Ahora sí, vámonos! – dijo José trastocado por la sorpresa, los tiempos de Dios son sagrados solía decir mom. Me registré en el hospital tan rápido como pude, me entretuve un poco en llenar los formularios de ingreso, quería que todo saliera bien, había sido un embarazo complicado, achacoso, muy diferente al de la niña y bueno, tenía su razón de ser, los varones hacen cosas muy distintas a las mujercitas; por fin tendríamos la recompensa en casa. Sentía mucha actividad en el vientre, brincos y patadas, parecía que al bebé le urgía salir al mundo exterior. ¡Él ya está ansioso por salir! – comenté antes de escuchar las instrucciones de la enfermera. 143


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Ahhhh, pues él no es él, es ella – dijo el doctor Chandler. ¿Cómo? Felipita es una bella niña, ¡no es un niño! ¡Válgame Dios! ¿En verdad? Sí aquí lo estoy viendo. Nuevamente a pujar y a pujar más fuerte, estando en mi estado no había un camino fácil, ni sencillo debía de poner todo mi empeño para que naciera. Por dentro rogaba a Dios para que llegara sana, completa y hermosa. Nació a las 4:52 pm. Y desde ese primer día intuí con gran exactitud que las dos niñas serían completamente diferentes, tal como el día y la noche, en peso, en tamaño, en gustos, en color de piel, cada una adquirió su propia personalidad como si la trajeran tatuada bajo la piel, nosotros como sus padres no influiríamos en lo que ellas pudiera llegar a ser, sí ciertamente seríamos sus guías para inculcarles los valores, alejarlas de los peligros, de los vicios y darles el apoyo total para que fueran buenas hijas de Dios, no obstante cada una tomaría su camino, sus decisiones. -¡Felicidades Pita! - dijo alguien cuando llegué a la habitación, me acordé tanto de cuando visitaba a Meme en el hospital, esa vez no sé porque, quizás los olores, el sentimiento, las luces, no lo puedo recordar con exactitud. A veces creo que cada momento que vivimos es el fruto de cuarenta mil años y cincuenta generaciones atrás. Había temporadas en que los meses parecían desgranarse en minutos, volaban tan vertiginosamente como si fueran moscas y entonces revolotean de 144


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

nuevo hacia algún punto de nuestro destino; cada momento de mi vida había sido hasta ese momento una ventana inolvidable, algo tan hermoso como un regalo del creador de los tiempos. - Está enorme mujer, mira esas piernas, bueno la nariz se parece mucho a la mía - dijo José orgulloso. - Sí que bonita, se mira tan frágil. Dos semanas después de dar a luz, nos cambiamos a la nueva casa que habíamos construido, la otra casa la vendimos, fue algo increíble que todo nos saliera así, con esa exactitud, aun puedo mirar la puerta donde marcábamos la estatura de los niños, cada año, cada cumpleaños, cuando crecían los poníamos contra el marco y pintábamos una rayita, una marca indicando el nombre y la fecha, tanto Gareth como Jeannette e Leanna les gustaba hacerlo, se sentían felices cuando observaban como iban dejando atrás las otras marcas. Llegaron a los cinco, los seis años, fueron tiempos maravillosos, cada celebración era genial, Jeannete tenía sus festejos de “swimming party” porque en julio hacía mucho calor, a diferencia de Leanna, que había nacido en marzo y el clima era distinto, por eso no podía tener el mismo festejo que su hermana. Sé que ambas disfrutaban las fiestas, los amigos, el pastel y el tema que cada una escogía, pero Leanna tenía diez años y no estaba del todo satisfecha con su fecha de nacimiento, porque no podía hacer una “swimming party”, entonces cuando tenía como diez años, me dijo: - Mom yo me voy a cambiar la fecha en que nací, yo no nací en marzo, ¡creo que nací en mayo! ¡así podré hacer las fiestas en la alberca que tanto me gustan! - Esta bien hija, esos días celebraremos con una fiesta igual a la de tu hermana - comenté sin darle muchas explicaciones, del porque sí o por qué no se puede hacer eso. Gareth por su parte tenía el cumpleaños en agosto, tambi9én estaba caliente el clima y se podía hacer la fiesta esta vez en la alber145


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

ca, los tres crecieron muy rápido, compartimos muchos momentos juntos, viajes, vacaciones, salíamos de compras, nos metíamos a la alberca, llenamos nuestra memoria de grandes satisfacciones, de risas y juegos, antes de que Gareth se fuera a vivir con su papá, en aquel tiempo no solo a él le tocaba también a mis hermanos menores y a quien quisiera de la familia porque nos daba una enorme satisfacción poder ayudar a mis papas, y a ellos mismos, en todo, en la escuela, con su alimentación, vestido, lo que estuviera en nuestras manos lo hacíamos por ellos. Las mismas niñas nos pedían que invitáramos a sus primos, a sus tíos, los habían visto tan cercanos que cuando no estaban los extrañaban. A veces se nos complicaban los horarios, José tenía que ir una vez al mes a San Antonio, se llevaba a Jeannette para que Becky la cuidara mientras él estaba trabajando, ella no tenía hijos en ese tiempo, yo me quedaba tranquila en el pueblo sabiendo que mi hermana cuidaba a mi hija como si fuera propia. Por mi trabajo no podía salir, me tocaba el turno de la noche, entonces me apoyaba con mis papas o con mis hermanos para que cuidaran a Leanna, si algo nos habían enseñado papá y mom era ser solidarios, personas que procuran el bien de su familia y de quienes te rodean. Tal como lo dijo el Gobierno dos años después volvieron anunciar el cierre de la base, ahora si iba en serio ya no había vuelta atrás, para esas fechas yo ya llevaba algo adelantado, mi mamá había escuchado a una amiga suya que vendía seguros acerca de lo que estaba ofreciendo el gobierno para ayudar a los niños en las guarderías, ahora era obligatorio para las señoras, para que no tuvieran excusas de donde dejar a sus hijos. - Hija va a haber mucha necesidad de establecimientos que ofrezcan daycare, es importante que agarres un contrato de esos, yo te puedo ayudar. - Mom yo no sé nada de eso, no tengo la menor idea de lo que se debe de hacer - comenté nerviosa. 146


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Yo sé un poco de eso, recuerda que fui maestra y podría apoyarte. - ¿Cómo me vas a ayudar si sigues trabajando en los seguros? - Vas a ver, todo se arregla, Dios dispondrá las cosas para que sucedan, confía en él. Así dejamos la conversación, las dos pensábamos diferente en ese momento, por supuesto que me llamaba la atención tener mi negocio propio, por supuesto que deseaba ganar dinero y ayudar a José y a mis hijas, pero consideraba que no era el tiempo adecuado para hacerlo, tenía tantas cosas en la cabeza, pagos, compromisos y las niñas necesitaban a su mamá de tiempo completo, no estar de casa en casa, sabía que la idea del negocio era un sueño de mom desde hace tiempo andaba con eso y también sabía que ella hablaba en serio, si alguna idea se le metía a la cabeza seguía de frente, firme hasta lograrla, puedo decir con certeza que mi madre era una enorme locomotora de vapor, a paso lento pero seguro, movía todas sus piezas para conseguir lo que quería. Una semana después me llamó, noté que estaba emocionada, le brillaba la voz a la distancia, tenía esa alegría espumeante de una mujer emprendedora. - Pita fíjate que andaba en la calle colectando pagos y me topé con un lugar que está ideal para lo del negocio. - Ay mom, sigues con eso… bueno, a ver dame la dirección para ver si puedo pasar a verlo. Me di un tiempo para ir a ver el lugar, estaba abandonado, le faltaba muchísimo mantenimiento, tenía telarañas por doquier, la pintura estaba acabada con algunos agujeros, necesitaba bastantes cosas, horas de trabajo, algo muy costoso, debíamos de invertir tiempo, dinero y esfuerzo, a pesar de todo eso me agradó el sitio, tenía futuro y una buena ubicación, algo clave en ese tipo de negocios. Fui a buscar al que lo rentaba, el señor trabajaba en el banco. Me persigné antes de ir hablar, llevaba una idea de lo que podía 147


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

ofrecerle y pedirle, en casos así, muchas veces al dueño le urge más arreglarlo que tenerlo ahí parado, antes de que se deteriore más. Esa para mí era una pequeña ventana donde se asomaba un rayito de luz, una esperanza para poder lograr el objetivo. - Mire ya vimos el lugar, pero la verdad necesita mucho mantenimiento, se nota que ha estado abandonado por mucho tiempo, ¿por qué no me das tres o cuatro meses de renta? Y yo te ofrezco que en ese tiempo lo arreglo por completo, pintura, madera, pisos lo que necesite, como está no le sirve ni a usted ni a mí. - Sí me parece bien la propuesta, déjeme ir por los papeles del contrato. El hombre aquel se miraba satisfecho, muy tranquilo a pesar de que me habían advertido que no le gustaba tratar con mujeres, se comportó a la altura, yo estaba maravillada, mil ideas se me vinieron a la cabeza como gotas de lluvia en un vendaval, fue emocionante sería mi primer negocio, el primer paso para convertirme en una empresaria. Señora aquí tienes las llaves, firmemos los papeles y bueno, que sea lo mejor para ambos - contestó. - Perfecto muchas gracias, firmamos un contrato para que quede todo por escrito. - Claro que sí. Corría el último trimestre de 1991 y Rosie se andaba casando ya tenía muchas cosas, pero necesitaba ayuda con lo de su boda, seguramente por eso cada vez que hablaba con ella la notaba muy estresada, entendía perfectamente su sentir, algo tan importante para uno como mujer debe quedar perfecto. La fecha del compromiso era noviembre 16. Dos semanas antes de eso, renuncié a mi trabajo lo hice exactamente el primero de noviembre, quería ayudar a mi hermana y si seguía trabajando en ese lugar no podría hacer nada por los horarios y días que me ocupaban, aproveché también para sacar el dinero de mi retiro, unos diez mil dólares aproximadamen148


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

te, de inmediato empecé a meterle mano al local, compré pintura, brochas, cubetas, lo que hiciera falta, mis hermanos me ayudaron mucho, pintaron, barrieron, movieron mil cosas, una enorme ayuda, yo les compraba una caja de comida y refrescos para que comieran, era una enorme bendición tener una familia así, porque nos ayudábamos unos a otros no había distingos, ni preferidos, no nos cobrábamos los favores, siempre había alguien dispuesto a echarte una mano, a escucharte o aconsejarte, nadie sobraba cada uno era indispensable a pesar de nuestras diferencias, de nuestras edades, es cierto que mom me hizo más fácil algunas cosas, papá también, se acomodaba como podía, a veces me topaba con su mirada, con su orgullo latente por sus hijos, por su esposa, ambos me hicieron sentir muy satisfecha, segura de que podríamos lograrlo. En cuanto a los trámites que tenía que hacer nadie me dijo nada, tuve que investigarlo yo sola, me moví como pude, pregunté a mucha gente para conseguir los papeles que necesitaba. Te lo mereces hermana, te quiero mucho – comenté orgullosa. Yo también te quiero mil gracias por todo el apoyo que me diste, sin ti, esto no hubiera sido lo mismo. Afortunadamente la boda de mi hermana salió hermosa, observe con enorme satisfacción que la gran mayoría estaban contentos, completamente inmersos en la celebración, brindamos por su felicidad, bailamos, tomamos, una nueva etapa de la vida comenzaba, el trinar de las copas al chocar y las risas se mezclaron con la música en el salón, abracé a José mientras bailábamos y le di las gracias por todo lo que habíamos vivido hasta ese día.

149


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XIII. LA GRAN VENDEDORA Y SUS SUEÑOS Después de varios meses de trabajo dejamos el local al cien porciento, limpio, pintado, todo en su lugar se miraba muy bonito, ahora debíamos de encontrar el nombre del Daycare. Una tarde estábamos mirando televisión, aunque mi cabeza estaba en otra cosa, quería encontrar un nombre atractivo al negocio, algo que sonara gracioso y fácil de recordar, ¡tanto para José como para mí eso era algo muy importante! Recuerdo que Jeannette andaba por ahí con su cara de angelito, siempre metida en sus historias y coloreando, esa vez andaba leyendo algunos cuentos, iba y venía por el pasillo con los brazos cruzados cargando lo que leía, se miraba tan tierna, la verdad no le estaba poniendo mucha atención, pensaba en otras cosas, la licencia, los pagos de la renta, veía los anuncios y anotaba palabras que llamaran mi atención y en eso, no sé porque me puse a observar a la niña, parte de un cuento se asomaba en su pecho, “Tiny Tots” se leía ( trueno pequeño ) de repente le grité a José mira 150


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

a la niña, el nombre del cuento, lo que lleva cargado, me emocioné. - Me gusta mucho José, tiene un significado importante y se escuchaba bonito. - Sí, a mí también me gusta. Fue así como nació el nombre de nuestra primera guardería. Empezaron a suceder muchas bendiciones de Dios eso fue lo que ocurrió, la licencia me la dieron rapidísimo, un mes aproximadamente me tomó el proceso, no me pregunten que fue lo que hice, ni cómo logré que fuera realidad en tan corto tiempo, porque ni yo misma lo sé, ahora ese mismo tramite te puede llevar hasta un año, de ahí lo milagroso del asunto porque la verdad yo no sabía nada, ni que necesitaba, ni cómo o cuando, para el primero de diciembre logré captar mis primeros clientes, un par de niños de una familia, desde el primer día comencé con ellos, lamentablemente después no cayó nadie más, todo el mes de diciembre fue un calvario, me surgieron muchas dudas, la voz en mi cabeza me cuestionaba con dureza. << ¿Qué estoy haciendo? ¿Tomé la decisión correcta? ¿qué voy a hacer? ¿José se va a quedar sin trabajo y entonces? >> Hubo muchos momentos donde mejor me quedé callada, observaba las cosas como si estuviera ausente, me sentía diferente, ya sabía lo que era pasar hambre y no quería angustiar a nadie aquello había sido mi idea, no podía culpar a nadie, ni siquiera a mi mom, aunque ella me haya impulsado con sus sueños, era mi responsabilidad de nadie más. Sé que estábamos en una posición muy diferente de cómo cuando nos fuimos a vivir a California ahora teníamos una casa, un patrimonio debía confiar en que todo se mejoraría. El mes de enero resultó mágico para el negocio, empecé a contar los niños, tres, cuatro, siete, a los quince clientes dejé de contarlos, cada que entraba una señora a mi oficina y me decía cuantos hijos tenía me ponía contenta cuando la cifra era grande. - Seis hijos perfecto, aquí tenemos espacio no se preocupe por 151


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

eso. Pásele por aquí por favor. - Muchas gracias, algunos son medios tremendos, pero sé que se pueden portar mejor con ustedes que con mi madre - argumentaba una señora. - Entiendo. La gente se iba contenta, bien atendida, siempre las trataba con mucho respeto. - Aquí nos gusta tratar a los niños como si fueran nuestros, no se preocupe por eso - les aseguraba con una enorme sonrisa. De boca en boca nos fuimos haciendo grandes, nos iban recomendando las mismas personas que conocían la guardería, una hermana, la tía, la cuñada, todas tenían la necesidad de cuidar a sus hijos porque el gobierno no les permitía esa excusa, mas no todo era miel sobre teníamos competencia, una señora que fue vecina de la familia cuando yo estaba chica, se llamaba Elba Flores, también había trabajado con mi mamá y no se querían para nada, nunca se llevaron amigablemente, se declararon la guerra, así que eran enemigas; el destino, los caminos las cruzaron varias veces y no se caían del todo bien, al principio yo pensaba que estaba fuera de esa ecuación, mas no fue así, con el tiempo me di cuenta que también le resultaba molesta, todas mis acciones, todo lo que hiciera con la guardería ella seguía mis pasos, muy de cerca. La historia entre ellas se remonta hace algunos años, cuando mom estaba embarazada. - ¡Vieja panzona! - ¡Yo si quiera tengo razón para estar así, pero que me puedes decir tú cara de murciélago! La mujer bufaba como toro, de golpe le daba la espalda a mom, cuando ya no sabía cómo salirse del pleito victoriosa. Entonces al abrir nuestro daycare, la doña esa menos nos tragaba, fue una competencia muy fea, porque hablaba a nuestras espaldas, lo desagradable es que inventaba mil cosas con tal de perjudicarme, durante 152


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

mucho tiempo fue una espina en el zapato. Reconozco que ese detalle me hizo más fuerte e inteligente, decidí no dejarme, tenía la firme convicción de estar siempre un paso adelante de ella. El negocio de la señora estaba bastante grande quizás por eso pensaba que iba a ser la única en el pueblo, pero sus clientes empezaron a llegar a mi negocio, seguramente porque tratábamos a la gente bien, al pasar las semanas fuimos creciendo, al principio solo aceptaba niños de 18 meses a cinco años, en febrero empezamos a recibir muchas llamadas de personas que querían mandarnos a sus bebes, pero mi licencia no me permitía tener niños tan chiquitos, las reglas eran muy claras y con esas características no los podía recibir. No sé cuándo le comenté a mamá ese asunto, quizás un fin de semana, en alguna comida. - Hija pues pide la licencia y yo me salgo de trabajar de los seguros para venirme aquí contigo. - Ay mamá, en verdad lo harías así - Sí, prefiero apoyarte a ti que, a cualquier otra empresa, primero la familia hija. - Bueno así lo hacemos. Mi madre renunció como me lo había prometido y fue así como oficialmente se incorporó a trabajar en la guardería, las mamás de los bebés era gente joven y la adoraban, porque ella las llenaba de consejos, como cargar al bebé, como quitarle el empacho, como hacer que repitiera los gases, dale esto, no le des lo otro, tomó tanta fama en el pueblo que había gente que la iba a buscar a su casa para que las ayudara, y ella encantada! le gustaba convivir y ayudar a las personas, la querían muchísimo, porque las señoras sabían que estando mi mom con ellos estaban en buenas manos, ella se hizo cargo de esa área y los resultados fueron espectaculares, algo simpático de esos años es que los niños pensaban que mom así se llamaba y le decían mom para todo y ella feliz; casi un año después que abrimos, en mayo de 1992 se cerró la base área, el negocio marchaba bien, 153


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

porque yo era quien registraba a las personas, yo era quien cobraba, la cocinera, el chofer, contestaba los teléfonos, para esas alturas de mi vida me estaba acabando con tanto trabajo. - Mira José puedes ir a buscar otro trabajo si quieres, pero yo te necesito aquí. Estamos un poco cortos de dinero, pero podemos superarlo. - Mmmmmmm supongo que me puede ir bien vendiendo seguros, déjame intentarlo para ver si me adapto a eso Pita, se gana bien, tu mamá me va a recomendar con el supervisor, tengo entrevista la próxima semanas. - Esta bien, si eso quieres, lo respeto, pero cuando puedas ayúdame aquí por favor. - Sí cuenta con eso. Seis meses después renunció a los seguros. - Creo que los seguros no son para mí. - Bueno, acá te necesitamos mucho, ayúdame a la manejada y a organizar el mantenimiento. Pocas semanas después me di cuenta de que había un daycare cerca de la base área, un establecimiento muy bonito con instalaciones de magnifica calidad. Y estaba libre, se desocupó, entonces se me ocurrió pedírselo a la ciudad que me lo rentara, lo hice, pero me dijeron que tenía que hacer una propuesta formal para qué quería el lugar, cuantos meses lo rentaría, qué tipo de mantenimiento le haríamos, todo, a detalle, la señora que me atendió me dijo. - Señora ahorita es usted la única que nos ha solicitado eso, es una buena oportunidad para conseguirlo. En cuanto meta la solicitud lo meteré al consejo para que se lo den, pero tiene que ser antes del jueves a las 5 de la tarde. - Muchas gracias entonces en un par de días le traigo el documento con la propuesta. Ese fin de semana nos fuimos al cine a Corpus, metí la solicitud como me dijo la secretaria, me mentía segura por lo que me había 154


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

comentado, así que disfrute a mis hijas y a mi marido, compramos palomitas y dulces, nos la pasamos super divertidos, no recuerdo si nos llevamos a uno o dos de mis hermanos. El lunes a primera hora me hablaron de la oficina. - Felipita, le tengo noticias de su solicitud, fíjese que la señora Flores también metió su solicitud. - ¿En verdad? - Sí, aunque yo veo mejor la suya, déjeme decirle eso nada más. - Oh pues muchas gracias - contesté. Nuevamente la competencia estaba siguiéndome los pasos, la guerra estaba declarada. El ataque fue directo contra mía no para mi mom. Me vi en la necesidad de hablar con varias personas que conocía en el ayuntamiento, realmente quería ese lugar, necesitaba ese espacio tan amplio para tener más niños, quería expandir mi negocio. Ellos fueron muy profesionales conmigo, no me hicieron ningún favor, lo que sé es que revisaron ambas propuestas y la nuestra fue la más completa, la mejor, por eso me cedieron el establecimiento, claro que tomaron en cuenta nuestra experiencia y los antecedentes de nosotros como empresarios. - Felicidades ahora ye tenemos dos José, qué maravilla estoy feliz, esto habrá que celebrarlo. - Con mucho trabajo - bromeó descaradamente mientras que buscaba darme un abrazo. - I love you sweetie. El nuevo local se quedó para cuidar a los niños de 6 a 12 años después de la escuela, en el otro de 0 a 5 años, con los dos negocios lograríamos albergar o cuidar a 121 niños. Creo que en menos de seis meses cuando nos llenamos nuevamente, una bendición enorme por la labor que hacíamos tan delicada, las reglas de higiene y seguridad cambiaban cada año y era importante estar al día, eran muy estrictas, pero José era un experto en eso y yo con el paso de las semanas entendí lo que debíamos y no debíamos de hacer. Éramos 155


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

después de algunos años el daycare más grande en Beeville, teníamos muchos empleados de calidad, las maestras Noy y Elsy, también metimos gente en la cocina, se compraron algunos vehículos y mamá aún seguía trabajando con los niños chiquitos. Toda la familia seguía muy unida, cualquier cosa que se me ofrecía me apoyaba con mis hermanos, mover, reparar, pintar, llevar. En agradecimiento siempre estaba para ellos, para cualquier asunto cada uno sabía que yo estaría ahí para sacarlos adelante, fueron tiempos muy bonitos donde mis padres convivían con cierta armonía. - Hija tú nada más dime dónde quieres la cerca para los niños y yo te la construyo, solo arrímame el material - decía mi padre sobándose las manos como si ya estuviera listo para empezar. - Esta bien así le hacemos yo te compro lo que se va a necesitar - contestaba mientras le daba un abrazo solidario. De 1993 al 1996 tuvimos los dos negocios, nuestro capital iba creciendo, pero no lo suficiente para construir o mejorar mucho las cosas que teníamos, a veces me topaba con lugares que eran ideales para el negocio, pero esa vez no tuvimos el dinero, me entristeció un poco dejarlo porque pensaba en el futuro. << Todo pasa por algo, los tiempos de Dios son sagrados, sigue siempre las señales >> pensaba. Cuando siento ese palpitar en mi pecho, sé que será algo bueno, me bañaba cada día de optimismo, yo miraba a las personas felices, escuchaba sus comentarios acerca de nuestros servicios, eran muy satisfactorio. Dos años después volvió a salir en venta el mismo lugar. - Pita no me lo vas a creer, el lugar que querías está en venta nuevamente. - Bueno José está vez yo no me voy a quedar cruzada de brazos, es una señal que debe de ser para nosotros. - Esta bien, habrá que investigar. 156


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Me moví varios días indagando quienes eran los dueños de la iglesia, tenía la idea clara de lo que quería ofrecerles, un buen propósito de negocio para ellos no perdía nada en intentarlo, si era para bien se me concedería, si había algo malo Dios no permitiría que sucediera, así pensaba y al hacerlo tenía muchísima claridad y certeza de las cosas. Hablé decidida a conseguirlo, pedí los datos, los informes del local, y lo que estaban pidiendo, les ofrecí cinco mil de anticipo y mil quinientos al mes, con un porcentaje atractivo de interés, la señora que me contestó me lo pidió por escrito. El pastor me llamó varios días después de que les mandé la oferta, con una voz afable me explicó las cosas, hablaba con solemnidad aplicaba pautas muy precisas, con palabras sencillas transmitía su sencillez. - Señora buenos días, casi acabamos de colocar el letrero, y mire usted ya me mandó una ofrecimiento, todo se ve muy bien, pero necesito presentarlo al consejo de administración, para que tomen una decisión. - Sí muchas gracias, de verdad quedará en muy buenas manos, vamos a cuidar a muchos niños en ese lugar es una labor importante para la comunidad - confirmé emocionada. Una semana después me confirmaron que fue aprobada la propuesta que les hice. En la noche le confirmé a José lo que me habían dicho. Él no lo podía creer abrió los ojos lo más que pudo y extendió los brazos para felicitarme. - Más compromisos, más trabajo - comentó atónito. - Será una buena experiencia, aparte que el otro contrato está por vencerse y no quiero renovar por otros tres años, así que es una buena noticia, todo se acomoda ya lo verás. Gracias a ese movimiento con los locales colocamos los dos negocios en un solo lugar y subimos la capacidad de 121 a 142, ese negocio tenía una ubicación privilegiada, era la mitad de una cuadra, teníamos estacionamiento estaba cerca del centro, y aparte nos quedó muy bonito, lo decoramos con un montón de colores, espu157


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

mas, juegos para los niños. Poco tiempo después de que abrimos nos avisaron que andaba en el pueblo un señor de mucho dinero y le interesaba comprarnos la propiedad. - No, no está en venta - comenté. - Sí él lo quiere - dijo la señora con aires de mucha grandeza, se le miraba estirada y prepotente. - Bueno, sí el lo quiere dígale que quiero medio millón, con eso estaré contenta. - Ándele yo voy y le digo al doctor. Y así quedó, fueron dos veces las que me buscó y le dije lo mismo, recordé aquel dicho popular que dice cuando te “compren vende”. Ellos querían construir un conjunto de locales para médicos, por los hospitales y la universidad era un buen negocio. Me quedé tranquila sabía que la propuesta que les hice estaba muy por encima de lo que valía, en 1998, estábamos desocupando el daycare cerca de la base, y había un señor, un vecino que nos buscaba mucho, andaba muy interesado en que le rentáramos algunas camionetas, eso me llamó la atención y por obviedad me sentí obligada a indagar para que quería las unidades de nosotros. - Buenas tardes soy Felipita de aquí del Tiny Tots Daycare, me gustaría saber para que anda queriendo rentarnos las camionetas. - Es que voy a poner un adult care center y necesito algunas unidades para la ruta de recolección. - Adult care? ¿Cómo es eso? El señor me explicó todo, no muy a detalle, pero sí lo suficiente para meterme varias ideas a la cabeza, él fue el sembrador de las semillas que germinaron en mi mente, a partir de ese momento pude ver en mi cabeza las imágenes, los clientes, escuchar las voces, las risas, el gusto de compartir ¡todo! Se me iluminó el corazón. Ese es un buen negocio y va muy de la mano con lo que tenemos << ¡voy a tener que investigar más a fondo! >> pensé. - No Felipita, ¿cómo crees? Apenas estamos bien, acabamos de 158


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

tener este negocio, ya juntamos los dos en este lugar, vamos muy bien no te metas cosas en la cabeza, vamos viendo para mejorar lo que tenemos primero. - Pero, sí podemos, déjame investigar. - Dale pues… - dijo frunciendo el ceño no estaba muy contento, seguramente se le hacía muy complicado mover todo para poder abrir algo nuevo. No me quedé sentada, investigué a fondo, mandé solicitudes, aplicaciones, revisé los requisitos, tener la experiencia del child care, me ayudó mucho para saber cómo y con quien dirigirme, acudí a todas las juntas de las presentaciones en Beeville, vigilé los tiempos, las formas, las palabras. Un año me llevó recopilar toda la información, tenía un buen personal en Tiny Tots, las maestras, mi mamá y el apoyo de toda la familia, entonces se mentía poderosa, invencible. Además, para ese tiempo ya nos habíamos ganado un prestigio en el pueblo, las personas hablaban muy bien de nosotros, nos respetaban, y eso nos generaba clientes, recibíamos recomendaciones y buena vibra. - No, no creo que sea buena idea, estamos bien con lo que tenemos - repetía José cada vez que sacaba el tema, era algo en que no me apoyaba, tenía sus razones y jamás me pondría a discutir o argumentar fuera de lo normal, sabía llevar mis modales y nuestro amor era más importante que cualquier negocio. No me voy a divorciar por este asunto. - Esta bien Sweetie seguiré investigando. Pasaba el tiempo, pero en mi cabeza seguían las cosas frescas y le pedí mucho a Dios que me ayudara << si es tu voluntad Señor ábreme las puertas haz lo necesario para que sea algo sencillo y rápido como lo hiciste con los otros negocios >> recapacitaba todas las noches. Al día siguiente me avisó José que había una venta de garaje, y que el que vendía las cosas era un restaurante que había cerrado, entonces teníamos muchas necesidades para encontrar bue159


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

nos cubiertos, una cafetera, varias cosas que nos hacían falta y que con los años se fueron desgastando. Estaban vendiendo a buenos precios y queríamos aprovechar. - Sí vamos - le comenté a José. Al llegar vimos buenas cosas, necesitábamos negociar porque teníamos que comprar una buena cantidad y en eso estaba justamente, hablando con una señora, la encargada, la que tomaba la decisión, yo revisaba los precios de los vasos y los tenedores, cuando de repente una camioneta empezó a pitar, nadie le prestó atención, había muchas personas, mirones y ociosos; un minuto después vuelve a usar el claxon, insistía, la persona que iba al volante estaba desesperado. - Quizás alguien le está estorbando. - Tal vez, ahorita de seguro moverán el auto que le impide pasar no se preocupe, mire el precio es justo, los cubiertos tienen poco uso. - Bueno, pero no nos vamos a llevar cinco piezas quisiera todo el juego - dije tratando de conseguir un mejor precio, de golpe otra vez el claxon, una, dos, tres veces. Caminé dos pasos y miré de refilón a José, el andaba en otro lado, revisando otras cosas, hablaba con algunas personas, parpadee instintivamente había polvo que se mezclaba en el viento, observé el entorno una vez más, lo que pude observar fue una camioneta que estorbaba. << No es para mí >> pensé. Seguí con lo mío, cuando nuevamente pitó la troca. - ¿Qué pasa? - Es que alguien le está tapando. Me desesperé y salí a tratar de resolver el problema, comencé a preguntar a la gente que estaba a mi alrededor, en ese instante la camioneta se estaba moviendo, pasaron unos segundos, entonces detrás de ella pude observar un lugar increíble para el negocio, una iglesia con un terreno muy bonito, había pasado por ese lugar infi160


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

nidad de ocasiones pero nunca le había puesto atención, me quedé pasmada, congelada viendo un lugar genial para el negocio de adult care, ante mis ojos se mostró el sitio ideal. José se acercó lentamente. - Mira eso. - Sí ya vi que la camioneta por fin se movió. - No, ¡mira más allá! Al cruzar la calle. - Oh ahí vas con eso otra vez - refutó indignado. - Este es el lugar, esta es la señal que estaba esperando, está a la venta, qué increíble. - Ay mujer está bien haz lo que tengas que hacer. - Haré lo mismo que otras veces, es una señal del cielo, por algo pasan las cosas sweetie. Apunté el teléfono del anuncio, los mormones eran los dueños y responsables del lugar, llegando a la oficina me puse a dejar recados con las personas que me contestaban. Les ofrecí lo mismo de siempre, cinco mil de adelanto, cinco años con el porcentaje de interés de otras veces, ese mismo día me llamaron para confirmarme la oferta, aceptaron, el trato también incluía la casa del pastor que estaba enseguida ¡y yo no sabía! Eso fue una super sorpresa a nuestro favor, porque estaba grande y prácticamente nos salió gratis. Miré al cielo a agradecerle a Dios el favor que me hizo, puedo jurar que él estaba detrás del volante de esa camioneta para que pudiera ver la iglesia << mira para acá Felipita voltea >>. Todo eso sucedió en septiembre de 1998, para marzo ya estábamos listos para empezar a trabajar. Acondicionamos el lugar, pintamos, renovamos muchas cosas, los terminados, lavabos, los letreros de seguridad, cada detalle contaba, teníamos que estar satisfechos y orgullosos si no, no lo abriríamos. Al día siguiente la noticia corrió como pólvora, en el centro nos pusimos muy contentos, sabíamos del compromiso que sería atender a adultos mayores, Mom se me acercó después de su turno, 161


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Hija ahora que abras el day care de adultos yo me voy para allá, no puedo ya estar hincada en el piso como lo pide las nuevas políticas de educación del Estado. Me duele la rabadilla. - Sí mamá, entiendo no te preocupes ya sabes que eres bien recibida, sé que te cuesta trabajo moverte y la posición no es buena para nadie, quizás para una jovencita, pero no para ti, debes de cuidarte mucho por favor. - Lo haré, ese es el detalle uno ya no está para esos trotes, mil gracias Pita. Faltaba solamente la revisión por parte de la junta de Corpus, allá estaban las oficinas que nos correspondía a nosotros. Llamé un par de veces, pero la secretaria me explicó que el supervisor estaba ausente y que no tenía fecha para venir a Beeville, se disculpó porque no tenían personal suficiente. - Estamos contratando, pero eso nos va a llevar tiempo. - No puede ser señorita, es que mi negocio ya está listo, estoy pagando dinero e intereses no puedo estar así pagando sin poder abrir. - Lo siento no puedo hacer más por usted, habrá que esperar hasta que se contrate a la persona que necesitamos. La frialdad de la señorita que me atendió me dejo helada, ella no entendía los compromisos financieros que tenía en mi cabeza, cada minuto contaba por los intereses, por los pagos, por la gente que dependía del negocio. Me cayó como balde de agua helada la falta de prudencia; pasaron dos semanas, tiempo que considere necesario para no afectar la relación con la gente en la oficina de Corpus, nuevamente me dieron el portazo en la cara, no había fecha disponible. Regresé a casa sacudida, me puse hacer de cenar, cocí un pollo y calenté unas tortillas de maíz, Jeannette me miraba atenta como si quisiera aprender a cocinar, Leanna se quedó mirando la televisión, me daba mucho gusto verlas crecer, fuertes, sanas, inteligentes. - Mom ¿está todo bien? - dijo la queen, con sus ojos bien abiertos. 162


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Sí hija, un poco apurada por unos trámites que me deben de resolver en Corpus, pero me han dado largas. Me abrazó como si intuyera que eso era lo que necesitaba, yo seguía incrédula por estar en una posición no deseada, atada de manos ante la burocracia de una oficina del puerto. Miraba a mi alrededor todas las cosas que habíamos logrado, nuestras hijas, la casa, los muebles, me daba pesar sentirme estancada, José no daba crédito, primero se cruzó de brazos, después explotó estaba iracundo, irreconocible, él sabía perfectamente por todo lo que habíamos pasado, el esfuerzo, las vueltas, las llamadas, cada detalle que habíamos puesto en el negocio y tenerlo parado por una firma, un sello. Para los quince años Jeannete tocó el violín, se miraba hermosa en sus quince años con su vestido blanco y el tocado en su larga cabellera, estuvimos muy contentos celebrando la eucaristía, el sermón del sacerdote fue profundo con palabras sencillas de entender, en el ambiente se respiraba la emoción del momento, José estaba radiante de negro con una corbata y bien peinado, mi vestido relucía con un tono pastel brilloso muy bonito, a la moda, anduvo nerviosa todo ese día, nos costó mucho convencerla de que tocara en la misa, vinieron mis suegros a la ceremonia y al festejo, Leanna andaba muy movida con sus amigas, el mariachi hizo gala de las mejores canciones, nos divertimos mucho, había muchas cosas que celebrar, tenía una visión muy clara de las cosas que quería para nuestras vidas. Reconozco con mucho orgullo que hasta ese momento habíamos avanzado a paso firme y decidido como empresarios, gozamos el apoyo y compromiso de muchas personas, proveedores, prestadores de servicios, empleados, pero yo creo que sobre todo del cielo, nuestra fe, nuestras oraciones, la cercanía con las creencias que nos habían inculcado sabiamente papá y mamá, al parejo cada quien a su modo, a su manera, muy respetable, ninguno de mis hermanos, primos, incluso amigos nadie se podía quejar de la familia, 163


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

quien nos hubiera ayudado recibió de igual manera nuestra ayuda, nuestra amistad, por eso el nombre del centro un lugar donde nos cuidamos, nos queremos y buscamos lo mejor para el otro. La construcción de la amistad fue algo que nos llenó de tareas y compromisos, teníamos mucha fe en lo que estábamos haciendo, pero estaba desesperada por resolver el asunto de la licencia. - ¿Y si busco a Jimmy Martínez? Él me ha ofrecido muchas veces su ayuda, hasta ahora no le he pedido nada, quizás este sea el momento adecuado, ignoro a quien conozca, pero si me ofreció su apoyo, ahora es cuando más lo necesito. - Estoy de acuerdo, pues sí búscalo a ver si puede hacer algo, o le llama a alguien que pueda auxiliarnos. - Dios quiera que nos pueda echar la mano, no quiero terminar el año así sin saber que va a pasar. Al día siguiente lo busqué y le expliqué todo a detalle, lo que estaba ocurriendo y cómo me estaban afectando, sé por su reacción que le produjo una gran molestia, no creía que una oficina tan importante para el buen funcionamiento del comercio se colocara en una posición tan intrascendente, arqueó las cejas y tomó su agenda del escritorio, buscaba un nombre, un contacto en San Antonio. - Déjamelo a mi Felipita, yo hago la llamada en unos días nos deben de dar respuesta de esto, es una locura. - Muchísimas gracias, estoy desesperada de no ser así no te estuviera molestando Jimmy. Era finales de diciembre, nos urgía completar cada requisito, porque los pagos que había hecho me tenían con el agua en el pescuezo, apretada. Creo que solamente pasaron dos días para que personal de licencias de San Antonio estuviera a las puertas del negocio para hacer la revisión y darme la licencia, uno de los inspectores me comentó. - Señora no sé a quién conoce, ni que hizo, pero aquí estamos, 164


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

nosotros no deberíamos de estar haciendo esto. - Muchas gracias fue una emergencia por falta de personal en Corpus. - Denos media hora y concluimos el trámite, nos permite revisar las instalaciones. - Sí por favor. Después me enteré de que intervino un Senador de Austin para resolver el problema, fue algo totalmente inesperado y maravilloso, porque gracias a él nos pudieron atender rápido, de una manera muy diferente y ¡la licencia estuvo lista esa semana! Estábamos felices, sabíamos que era una nueva oportunidad de seguir creciendo y ayudar a más personas en el pueblo. Organizamos una comida en la casa con mis hermanos, ya estaban grandes se habían graduado, cada uno de ellos se había superado a sí mismo, los mayores se fueron casando hubo muchas fiestas y brindis por aquellos años, llegaron más sobrinos, la familia creció considerablemente. - ¿Disculpe la señora Felipita? Hablo del departamento de licencias. - Sí dígame, a sus órdenes, soy yo - contesté apurada. - Le quiero preguntar si ya está trabajando en el nuevo local - No, aun no. - Bueno, ya pueden empezar a trabajar allá, ya quedó todo listo con la licencia. - ¡Qué gran noticia mil gracias por todo! - colgué con una enorme sonrisa en la boca, quería correr, gritar avisarle a José y a las muchachas, estaba llena de felicidad. La verdad la construcción de la amistad adult care center la hicimos con mucho esmero, verificamos cada detalle del edificio, del terreno, todo pensado dar el mejor servicio del condado, alimentos sanos, bien presentados, con lugares especializados, un gimnasio, un consultorio médico, una parte de esparcimiento, mesas de 165


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

billar, baños especiales, una capilla y un dormitorio para casos de emergencia, los espacios eran amplios, teníamos estacionamiento grande y el personal mejor entrenado. En nueve meses ya estábamos llenos, fue genial, la respuesta de la gente, nuestros clientes nos reconocían y recomendaban. Fueron mil vueltas que di para completar los requisitos, nuevamente a buscar alianzas, nuevos clientes, mejores proveedores. Muchas de las actividades en este centro eran nuevas para nosotros, ya no tratábamos solamente con niños ahora se trataba de adultos mayores, algunos de ellos enfermos, delicados con tratamientos y recetas que seguir para su alimentación, también tuvimos que ampliar las rutas para poder recibir gente de pueblos vecinos, requerimos de nuevas unidades, más choferes. - Hija los tiempos de Dios son perfectos- me dijo mom una tarde que estaba muy pensativa, sabes cuando me vaya, cuando Diosito se acuerde de mí, no quiero tubos ni aparatos, ni cables, quiero que me dejes ir en paz por favor. - Madre falta mucho para eso, en cuanto a lo otro, sí lo creo, algo debimos hacer o cumplir porque nos ha ayudado mucho. - Pero que no se te olvide hija. Siempre ten fe, eso te abrirá todas las puertas. Seguramente por eso regresaron las ofertas por el terreno y el local que teníamos, el doctor que quería construir consultorios no regresó a cerrar la propuesta que hizo, quizás me estaban probando a ver si cedía, tanteaban en caso de que estuviera necesitada, afortunadamente no lo estaba, es más puedo señalar con mucho orgullo que estaba lejos de estarlo, porque con el tiempo y algunos errores que cometí a tiempo, me convertí en una administradora experta, lo digo con orgullo porque nunca puse en riesgo nuestro patrimonio por cosas lujosas, autos, joyas, viajes costosos, lo más lujoso fue invertir en nuestra casa, en la propiedad esos veinte acres a la entrada de Beeville, tanto para José como para mí, valía la pena la inversión tener una familia tan grande y no poder disfrutarlos, no era lo mío. 166


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Tiempo después de regresaron otras personas a ofrecerme un trato por la propiedad, fue algo justo para ambas partes quedamos por eso muy satisfechos con el resultado se construyó una gran farmacia en esa esquina, algo que el pueblo necesitaba. Teniendo un lugar de servicios infantiles como Tiny Tots es normal que conozcas a muchas personas, gente necesitada de atención y cariño, uno tiene la oportunidad de convivir con muchas mujeres, hombres, gente de diferentes estratos sociales, desde los más rimbombantes hasta las más humildes, ahí es donde uno se da cuenta que “todos necesitamos de todos”. El rico quiere que sus padres o abuelos estén en un lugar bueno, que los cuiden bien y alimenten correctamente, al que lo ayuda el gobierno y sólo tiene esa prestación también desea lo mismo. - ¿Y esa niña tan hermosa quién es? ¿Es tuya? - pregunté curiosa a una señora que visitó Tiny Tots. Ella cuidaba niños por su cuenta. - No es mía, es de una señora a quien le hago el favor de cuidar a esta criatura. Frente a mis ojos estaba una niña chiquita de dos añitos, con la mirada tierna y las facciones muy bien definidas, tenía las cejas pobladas y una boca delineada, casi perfecta, caí enamorada de ella. - ¿La quieres? - ¿Cómo?

167


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XIV. NACE LA AMISTAD - ¿Cómo que si la quiero? No te entiendo. - Felipita la mamá de la niña tiene muchos problemas y no puede mantenerla. - Pero, bueno yo con mucho gusto la ayudo, aquí puede comer, la metemos aquí en Tiny Tods. - Deja hablo con la mamá de la niña a ver qué me dice. - Esta bien. Desde ese instante la niña se me metió al corazón, no podía creer que viviera batallando, con la incertidumbre de la madre, sin los recursos, ni la paz que una criatura tan indefensa necesita. No le comenté nada a José, es más no le comenté nada a nadie, decidí hacerlo sola, observe minuciosamente los trámites, hice la investigación, pensé primero pregunto y, cuando supiera si tenía una verdadera posibilidad de adoptar a la niña, se lo comentaría a José, confiaba plenamente que mi marido me apoyara como hasta ese 168


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

día. Pocas semanas después fui hablar con la mamá de María, fue una charla burda y seca, con palabras cortantes y complicadas, ella aceptó darme a la niña, nos dimos la mano muy forzada s, por supuesto que estaba dispuesta a pagar los trámites legales, siempre y cuando hubiera voluntad de todas las partes. - Esa criatura no podría tener una buena vida, no de esa manera, con tantos problemas, Dios nos va a ayudar, le voy a pedir a la virgen que nos eche una mano, sé que ella me entenderá - le comenté a José por la noche, él estaba preparando unos papeles y hablando con Jeannette por teléfono, colgó por la cara de angustia que yo tenía. - Tranquila, eso es verdad estará mejor con nosotros, habrá que hacer las cosas bien, primero que pasemos cada uno de los requisitos, esa es la clave para estar tranquilos. La disputa por la paternidad de María nos llevó un año aproximadamente , tenía mucha desconfianza, no tenía la certeza de que la mamá aceptara, intervinieron muchos factores a nuestro favor, sin embargo la justicia actuó primero, Dios acomodó las cosas de tal forma que la mujer finalmente firmó, cuando el abogado me llamó un día por la tarde, les juro que cuando escuché su voz intuí que todo había salido como lo esperábamos, me explicó nuestras responsabilidades, después comentó pausadamente todo lo que sucedió, tenía el sentimiento muy metido en el alma y lloré de la emoción, al colgar abracé a José y le di nuevamente las gracias por su actitud incondicional. Con el paso de los años las niñas se hicieron adolescentes, adquirieron compromisos diferentes en el hogar, dejaron atrás las muñecas, las barbies, los cuadernos de colorear, ahora se preocupaban más por su aspecto, los colores, conocieron algunos muchachos en las fiestas, les gustaba bailar. José era tranquilo en ese aspecto, pero una fiera cuando alguien se quería pasar de la raya puede aparentar mucha tranquilidad, parsimonia, cuidado es un león si sabe de 169


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

alguna injusticia. A mediados de ese año comenzamos a construir la casa grande, a nuestro gusto, los espacios eran vastos, nos gustaban, deseábamos profundamente que fuera el lugar idóneo para tener a toda la familia reunida, ya mis hermanos habían tomado su rumbo, su destino, algunos se casaron otros se divorciaron, la familia creció, pero eso no nos impedía buscarnos, hablar de lo que nos estaba sucediendo. Desgraciadamente papá y mamá empezaron a tener problemas más grandes, más de los que normalmente tenían, fue algo aceptamos y vimos como normal, por su historia, por el desgaste de la relación y las ideas, pasaron muchos años aguantándose la olla tenía que explotar con tanta presión acumulada, mamá empezó a defender sus derechos con más ahínco, con más decisión, papá igual cada uno tenía sus problemas de salud, situación que los fue transformando física y mentalmente, el cuerpo de mom se ensanchó más de lo normal, sin embargo su ánimo, su sonrisa seguía ahí en el mismo lugar, con las bromas, los dichos, las canciones mexicanas que le gustaban y su enorme fe hacía Dios. Recuerdo como si fuera ayer la cara de sorpresa cuando Jeannette vio por primera vez a su hermana, la fui a visitar a San Antonio y llevaba de la mano a María, le dio gusto verme, me abrazó efusivamente después dudo en preguntarme quien era la pequeña que me acompañaba. - ¿Quién es? - María, es tu hermana, me la dieron. - ¿En serio? Estas loca jajaja ¿cómo que te la dieron? - Sí es una historia muy larga hija, pero ya te contaré, fue una decisión importante para tu papá y para mí, queremos lo mejor para ella como para ustedes, ¿tienes hambre? - comenté, de inmediato Jenny la abrazó, fue algo muy espontaneo y divertido. - Sí. - Bueno vamos a un lugar donde María pueda jugar. 170


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Esta bien, para que me cuentes como pasó esto, ¡qué increíble tener una nueva hermana! Comimos juntos, fue bastante bonito convivir de esa manera, confieso sin temor a equivocarme que la llegada de María a mi vida me renovó los ánimos, las alegrías, los instintos maternales nuevamente, eso es algo que siempre le agradeceré a la vida y a todos los que me apoyaron con la tarea de educarla y guiarla por el buen camino, apegada a nuestras costumbres, a nuestra religión católica. No tenía que pedirle permiso a nadie para hacer lo que hice con María, no le di oportunidad a nadie que me reclamara nada, fue mi decisión y la respetaron. En la casa Leanna jugaba con ella, en la alberca, supieron conjuntarse muy bien, incluso las tres fueron juntas a algunos conciertos de los artistas de moda, Hanah Montana, entre otros, viajamos juntos a varios eventos deportivos, nos divertíamos mucho, yo gozaba enormemente verlas, brincando y cantando. Íbamos a museos porque a Jeannette le gustaba que María aprendiera más, que pudiera usar la imaginación, por eso la llevamos a un lugar donde los niños pueden experimentar, ponerse uniformes de trabajo, hacer compras, incluso investigar cómo funcionaban las cosas que nos rodean. Leanna y Jeannete tomaron rumbos distintos una buena para estudiar la otra no, les gustaban estilos y colores distintos, aprendieron a convivir y a respetarse, tenían muy buenos ejemplos a su alrededor. Ambas vieron con buenos ojos a su hermana, siempre la trataron con respeto como una más, sin distingos, disfrutaban su presencia, su gracia, los juegos, recordaron su infancia con una gran gratitud. Llevamos a María a Disneyland, también visitamos a mis suegros, nos paseamos mucho, eran momentos de esparcimiento de disfrutar lo que habíamos ganado con el esfuerzo, el esmero de muchos años. Jeannette estaba viviendo en San Antonio estudiando la 171


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

universidad, ella quería ser optometrista, siempre le gustó estudiar, aunque a la hora de los exámenes se ponía nerviosa, estuvo viviendo sola durante sus estudios, nunca nos dieron ninguna queja, sabíamos que se esforzaba por sacar adelante los exámenes, la carrera que quería admite muy pocos alumnos, tiene muchísima demanda, pero hay pocas universidades en el país que la lleven, diecisiete en total. - Mamá eso es lo que me gustaría - confesó Jenny una vez que hablé con ella por teléfono. La cosa estaba en que para poder ingresar tenía que hacer por lo menos 300 puntos en un examen que se debe de presentar anualmente, tres años lo intentó estuvo tan cerca, había una universidad en Puerto Rico que ofrecía mayores facilidades sin embargo Jenny no quiso irse para allá, y la entiendo no es fácil dejar atrás a su familia, a sus hermanas, sus primos, los amigos, así que lo siguió intentando en San Antonio. Finalmente en el 2006, mis papas decidieron separarse después de 43 años juntos, mom le pidió a papá que se fuera de la casa, no quería tenerlo cerca ella, se lo dijo furiosa sé que no estaba jugando, en un par de meses se divorciaron yo la ayudé a pagar el trámite, también pagué otras cosas, tenía el dinero para ayudarla, incluso la hipoteca del rancho también, lo que más anhelaba es que mom estuviera tranquila que ya no la molestaran del banco, porque durante mucho tiempo mis papas no se pudieron hacer cargo de los pagos y los llenaron de intereses y llamadas reclamándoles su atención. Una vez que se dejaron de ver cada uno encontró su camino, sus razones, sus motivos; Mercedes se condujo siempre con mucha rectitud y coraje, la tenía cansada y deseaba descansar, vivir su vida al modo que nunca pudo hacerlo cuando estuvo casada, sus horarios cambiaron y los traslados a visitar amigas se intensificó, hablé con ella varias veces tratando de que entendiera los cuidados que debía tener con su salud, ella aceptó con valentía la situación, ciertamente 172


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

que se entristeció por perder a papá de esa manera, pero tampoco se quebró en pedazos. Ya no me hacía caso se rebelaba, salía de casa y regresaba cuando quería, se sentía libre sin ataduras de ningún tipo, en realidad nunca dejó de ser responsable de su trabajo, su casa, cuidando sobre todo a George, a Gracie, bueno a cada integrante de su familia, porque también a los grandes con palabras y consejos. Lamentablemente tuvo algunos resentimientos, los últimos años fueron complicados, realmente se separaron poco a poco, los vimos en los días de acción de gracias, en las navidades y cumpleaños cada uno, para su lado, evitando toparse y pelearse, juntos, pero separados, soportándose algo que es muy delicado y dañino para el corazón. No era extraño encontrarla cantando una canción, una en especial, “El Alfarero” con mariachi, bien vale la pena leer la letra para entender el pesar que cargaba en sus hombros. Le gustaba encontrarle razones a la vida, tanto para reír como para llorar. Un día orando le dije a mi señor tú el alfarero y yo el barro soy modela mi vida a tu parecer haz como tú quieras hazme un nuevo ser. Me dijo no me gustas te voy a quebrantar y en un vaso nuevo te voy a transformar. Pero en el proceso te voy a hacer llorar porque por el fuego 173


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

te voy a hacer pasar. Quiero una sonrisa cuando todo va mal quiero una alabanza en lugar de tu quejar. Quiero tu confianza. en la tempestad y quiero que aprendas también a perdonar. Leanna nos dio la sorpresa de que estaba enamorada, conoció a Robert, un buen muchacho que la supo conquistar me gustó como se llevaba con José, coincidían en algunos gustos sobre todo el deporte, también era trabajador y responsable, los dos aparentaban tener las mismas aspiraciones, ella me empezó a ayudar en el centro, salían los fines de semana supimos que era una relación sincera y estable, ambos habían pasado por experiencias fuertes en el amor, decepciones, aprendizajes que le dio la vida y el tiempo. Se dieron la oportunidad de ser felices, a final de cuentas eso es lo que uno más deseo como padres de familia para sus hijos. Cuando María tenía diez años decidimos confiarle la verdad de su existencia, nos sentamos en la sala, servimos algo de cenar y de beber queríamos comentarle lo de su adopción, sobre todo dejar bien claro cómo fue que sucedieron las cosas, José y las muchachas me apoyaron, decidimos decirle no había nada que ocultarle, ni de que avergonzarnos lo hicimos pensando en su bienestar y para que no se fuera enterar por terceras personas, porque a veces la gente es muy mala, surgen envidias y chismes y eso nunca nos ha gustado en la familia. - Yo jamás se mentí diferente, siempre me han hecho sentir par174


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

te de esta familia, siempre he gozado del amor y el respeto - comentó María emocionada, trastocada por el sentimiento tan lindo que llevaba en sus entrañas. - Siempre estaremos para ti hija, cuidarte y apoyarte al igual que con tus hermanas - dijo José abriendo los brazos para recibirla y demostrarle su sentir, yo lloré de la felicidad fue un momento inolvidable. - Gracias mamá. Por aquellos años tenía una amiga que cantaba en un mariachi, Rosy Maldonado ella nos había acompañado en algunos festejos, una mujer excepcional con una gran voz y talento, para mí era más que una simple amiga, yo la veía como una embajadora siempre se la pasaba presentándome personas de otros países, de Colombia, Nicaragua, Bolivia, Venezuela, amigas de ella que se habían ganado su confianza; el día menos esperado, no recuerdo cuando exactamente me presentó a una señora que vendía Herbalife, era de México ella tenía una bonita presencia, su trato conmigo fue bastante agradable, una buena comerciante, me cayó bien, se llamaba Lilia. Después de una hora de charla le compré bastantes productos, me gustó la presentación que me hizo y todas las promesas que lograría usándolos, mejor cutis, mejor pelo, más delgada, en fin, al final me regaló un poema con sus datos, se llamaba “En vida hermano, en vida” el poema. Me gustaría dejárselos por aquí, porque creo que es importante hacerlo, ya que habla de las cosas que uno debe de hacer, las que no debe uno dejar pasar porque el tiempo se nos viene encima, siempre. En vida, hermano, en vida Si quieres hacer feliz, a alguien que quieres mucho, díselo hoy, sé muy bueno ... en vida, hermano, en vida. 175


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Si deseas dar una flor no esperes a que se mueran, mándala hoy con amor ... en vida, hermano, en vida. Si deseas decir: “Te quiero” a la gente de tu casa, al amigo cerca o lejos ... en vida, hermano, en vida. Tú serás muy, muy feliz, sí aprendes a hacer felices, a todos los que conozcas ... en vida, hermano, en vida. Nunca visites panteones, ni llenes de tumbas flores, llena de amor corazones ... en vida, hermano, en vida. Se me hizo muy buen detalle de su parte, obviamente ella esperaba que yo la llamara cuando se me ofreciera más producto, al parecer ella pondría una distribuidora aquí en el pueblo, una casa donde hacer sus presentaciones de negocio, así quedó la cosa nos despedimos de beso, las dos quedamos contentas. - Hija tu échale muchas ganas no te pongas nerviosa en el examen, tú contesta lo que sepas - comenté esa misma noche a Jenny, tendría otro examen para ser optometrista, quería que se tranquilizara, que tuviera toda la confianza de hacer las cosas, me daba mucho pesar no tenerla cerca para abrazarla. - Gracias mamá, sí eso haré, todo saldrá bien está vez. 176


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Le pido a Dios que te ayude, que te abra las puertas de la sabiduría para que logres tu meta hija. Mas no fue así, se quedó corta nuevamente en los puntos, pocas semanas después, volvimos hablar, la note cansada, desesperada por empezar a estudiar algo de verdad, llevaba 3 años así alejada de la familia, finalmente Jenny tomó la decisión de estudiar otra cosa. Leanna hizo dos años aquí en la universidad de Beeville, Coastal Bend College cerca de la casa, le costó mucho trabajo terminar, para ese tiempo ya había demostrado que la escuela no era para ella, por eso ingresó a trabajar conmigo. María estudiaba bien, le gustaba el compromiso del conocimiento, claro que también le encantaba el juego, bailar, escuchar música como toda adolescente.

177


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XV. LA ENFERMEDAD SE RECRUDECE Papá encontró con quien cuidarse, una mujer que lo apoyó en la casa durante algún tiempo, se conocieron en una gasolinera, después se frecuentaron, se hicieron amigos y finalmente, vivieron juntos. Algunos de sus hijos lo aceptaron con cierta normalidad, otros no, hay cosas que es mejor callarse para no herir a nadie, las cosas sucedieron porque tenían que ser así, él dice ser feliz y eso es lo más importante, él nos educó para hacer el bien, ninguno de mis hermanos ha tenido problemas con la justicia, cada uno ha recibido los frutos de su esfuerzo, con sus parejas y sus hijos. Creo que fue un fin de semana, cuando Rosy me habló por primera vez de María, otra de sus interminables amigas, ella era de Ciudad Victoria, estaba estudiando inglés y tenía tres hijos, comimos muy rico en el restaurante, hablamos de todo, de mi trabajo, de la familia, las adversidades que habíamos atravesado cada una, me divertí, no especulamos nada todo fluyó de una manera agradable; 178


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

varios meses después me habló Rosy por teléfono para preguntarme si podía apoyar a María, necesitaba trabajar. - Sí con mucho gusto, mándamela aquí al centro a ver que puedo ofrecerle - contesté. - Muchas gracias, ya sabes te debo una. - No me debes nada, somos amigas para eso estamos justamente para apoyarnos. Así fue como María empezó a trabajar conmigo, me ayudaba en la oficina, acomodando cosas, tenía la oficina patas para arriba, con papeles, propuestas, notas del doctor que estaba atendiendo a mom. Entonces le pedí a María que me ayudara a acomodar los documentos que tenía encima del escritorio, la verdad se juntan muchas cosas y me costaba trabajo tenerlas en orden, ella accedió con gracia, me gustaba su manera de ser, siempre sincera, honesta, amable, después de un rato María se topó entre los papeles con la poesía que me habían dado hace casi un año. - Y esto Felipita ¿quién te lo dio? ¿De dónde lo agarraste? - Pues ella, ahí viene su nombre al final de la hoja, está bonito el poema por eso lo guardé, ¿te gusta? - ¿Conoces a Lilia? - dijo María sorprendida, con la boca a medio abrir. - Es mi hermana. - ¿En verdad? Vaya nunca me imaginé que fueran hermanas contesté con sinceridad. Pasaron un par de meses cuando conocí a los hijos de María, tres muchachos de buen ver, bastante agradables, sencillos, uno de ellos, el más grande tenía una hija, Aldo un tipo de quijada marcada y sonrisa amplia. Esa vez Jenny andaba de visita en el centro, vino de San Antonio a pasar unos días con nosotros y sus hermanas, las cosas coincidieron de una manera increíble, estando en la oficina se dio el primer contacto, fue algo simple, muy fugaz. 179


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Mira Jenny, él es Aldo mi hijo - comentó María orgullosa. - Ah mucho gusto - contestó educadamente, pero no hizo mucha fiesta se quedó sentada mirándome más a mi y a la hija de Aldo. - Qué linda está tu hija, felicidades - comenté con sinceridad, parecía una muñequita con su tez blanca y los ojos azules. - Gracias señora Felipita se llama Jazmine. Eso fue lo que ocurrió, algo no planeado, no obstante, las cosas no se quedaron así, poco a poco se fueron tejiendo los hilos de lo que sería su relación, según mis cálculos corría apresuradamente el 2012 en la vida de chicos y grandes. Eran los meses finales de ese año, noviembre y diciembre fechas donde hay mucho que celebrar, yo sabía que María pasaba el tiempo en su casa y a veces sus hijos no estaban con ella por cuestiones de trabajo, me daba pena imaginármela cocinando para ella o cenando sola, no tenía pareja en ese momento, por eso la invitaba a las reuniones, quería que pasara más tiempo en nuestra casa acompañada; se acercaba la cena de acción de gracias y conforme la costumbre tendríamos una gran reunión, la verdad estábamos acostumbrados a pasarla en bola, porque así nos enseñaron mis papas, creo que en compañía, ¡todo se disfruta más! El pavo, la cerveza, los chistes, todo. Ella me comentó que sus hijos estaban con ella. - Tú llévalos no hay problema, le ponemos más agua a los frijoles, no te creas es que así dice mi mamá - comenté nerviosa. - Bueno entonces yo llevo el agua jajaja. Las dos reímos un buen rato colgadas en la línea telefónica. Esa noche comenzamos a tratarnos más, a conocernos más a fondo, las dos familias se unieron en risas, cantos y brindis, por primera vez noté a Jenny nerviosa, ella andaba de volada con el cantante español Enrique Iglesias, iba a sus conciertos, incluso se tomó varias fotos con él, pero obviamente la realidad era una enorme admiración, nada de amor, María e Leanna empezaron a bromear con que Aldo y Jenny andaban, entre dientes bromeaban decían que se 180


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

gustaban, la realidad es que nunca me imaginé que sucedería algo así. Jenny no hablo mucho con Aldo, siempre había sido muy reservada nunca anduvo de conquistadora de tumba hombres u ofrecida, ni en San Antonio, ni en Beeville, ni en ningún otro lugar. La convivencia entre ellos era honesta, sencilla, con mucho respeto. Recuerdo que Aldo trabajaba en una distribuidora de cerveza, le gustaba hablar del trabajo; creo que esa semana le habían dado un anillo para abrir las botellas, no sé cómo o por qué, pero después de unas horas terminó en la mano de mi hija, ¿el motivo? El gusto, la simpatía, el enamoramiento, no sé cómo podría explicarlo, y así comenzó todo, poco a poco. Estando en la oficina María encontró el momento para comentarme muy seria. Se acercó sospechosamente con esos ojos tan expresivos que no saben ocultar nada. - Felipita está raro que Aldo ande, así como acosándome, preguntando que cuando nos reunimos otra vez, anda nervioso no me había tocado verlo así. - Algo quiere y no es dinero jajaja - bromee sonriente. - Ojalá se quieran de verdad, se respeten mucho. - Que el tiempo acomode las cosas, déjalos hacen una bonita pareja, si Dios quiere y es lo mejor para los dos funcionará. Vinieron otras reuniones, el año nuevo y nuevamente Aldo y Jenny juntos, era notorio como cruzaban las miradas de complicidad constantemente, me hicieron recordar cuando conocí a José, igual gracias a mom que funcionó como querubín del amor. - ¡Salud! - grité a los cuatro vientos. - ¡Salud! - contestaron los presentes casi en perfecta sintonía. La casa se llenó de mis hermanos, hermanas, sobrinos, los mayores bebimos con elegancia vino tinto, blanco, algunas cervezas, comimos a lo grande, cada familia llevaba algo que compartir, agradezco al Señor todas las veces que nos permitió estar juntos, cada 181


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

uno compartía sus experiencias, unos en la cocina, otros en el jardín, la sala, la alberca, escuché a mom que cantaba y bromeaba, mi corazón sabe con certeza que construimos momentos inolvidables, momentos que se quedaron grabados en la piel, en el alma. Si hay algo que añoro enormemente es tener a toda la familia reunida: Becky, Rosie, Adolfo Junior, George, Gracie, Gerry, Meme, Gregg. Recuerdo bien que esa noche Jenny se pasó de copas, andaba mareada y Aldo la cuidó, José observaba todo de refilón por encima de mis hombros, estaba atento cuidando a sus hijas. Robert estaba ahí divirtiéndose con Leanna, María con sus primos. - Camarón que se duerme se lo lleva la corriente jajaja - gritó mom a carcajadas. Meme estaba con ella ambos se abrazaron con mucho cariño. Después de esa cena, transcurrió una semana cuando supe que Aldo la había invitado al cine, después se fueron a cenar. Ignoro cuantos días pasaron para que Aldo llegara a la casa a pedirnos permiso para salir con Jenny, se miraba elegante iba seguramente con sus mejores galas, había mucho amor entre ellos, celebramos el gran momento. Yo sabía que Jenny andaba apurada por lo del estudio, pero no iba a oponerme a su felicidad, también se merecía salir, divertirse, ser feliz con alguien que la cuidara. Con un año de noviazgo, Aldo y Jenny viajaban juntos a muchas partes, el formaba parte de nuestra familia y se integró a nuestras actividades, él nos hablaba de su familia en México, la mayor parte del tiempo mencionaba a su abuelita con mucho cariño, desgraciadamente ella falleció y eso le pesaba mucho porque al parecer estuvo muchos años apoyándolo, y Aldo no pudo estar con ella. Ella fue alguien muy importante, hay tantas cosas que recuerdo. Sé cómo te sientes – dijo Jenny visiblemente emocionada por las palabras y el significado de esa señora. Las cosas en el negocio caminaban bien, viento en popa, mamá Mercedes seguía subiendo de peso y eso me preocupaba, tenía cier182


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

tas molestias que no la dejaban en paz. Era evidente que no se sentía bien, la forma en que se movía, disimulaba que trastabillaba, no tenía la confianza en sus piernas. Un día se cayó estaba haciendo el aseo ahí en el centro y una señora le dijo muy preocupada. ¿Te caíste Mercedes? No mujer como crees es que yo así trapeo – contestó al incorporarse del suelo, así era ella fuerte y bromista. Lamentablemente en el 2013 mom empeoró de su salud, empezamos a visitar a los médicos, hospitales, el diagnostico se fue complicando con su riñón, le diagnosticaron cirrosis hepática los pies se le empezaron a hinchar más los pies, el galeno nos dijo que la acumulación de grasa en el hígado se debió a una malformación, y la causa del daño no es el exceso de consumo de alcohol. - Es la denominada enfermedad del hígado graso no alcohólica [EHGNA] y esteatohepatitis no alcohólica [EHNA]). Está estrechamente relacionado con tener sobrepeso, tener la presión arterial alta, diabetes o prediabetes y colesterol alto - argumentó mostrando algunas radiografías. - Entiendo doctor, pues habrá que estar atentos y procurar cuidarse, tomar las medicinas. - Estamos en manos de Dios hija, él pone y dispone de cada uno de nosotros en esta tierra. En mayo de 2014 ingresó por primera vez al hospital, se le acumulaba agua en el estómago y se le debía meter un catéter para extraerle el líquido, me pesaba tanto verla así en esas condiciones, a finales de año la tuvimos que colocar en una silla de ruedas porque ya no podía caminar. Fue complicado para mis hermanos, los que no vivían cerca, no podían viajar todo el tiempo para estar con ella no estaban cerca de Beeville y se tenían que trasladar varias horas para poder verla, estar a su lado; tratamos de seguir haciendo las reuniones, cada domingo buscábamos una excusa para juntarnos, para disfrutarnos una vez más. 183


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Quiero ir a Ciudad Victoria, va a haber una fiesta con mi primo porque se casó y mi tía Nora les va a hacer una fiesta - le dijo Aldo a Jenny en una comida. - Está bien, pero vamos a decirles a mis papas a ver qué opinan, yo creo que sí se animan a ir. - Hace tanto tiempo que no veo a mi familia, a mis primos. - Lo sé, habrá que ver las fechas, los vuelos. José y yo somos y fuimos “pata de perro” por varios años, disfrutábamos mucho viajar y conocer nuevos lugares, de Texas conocíamos casi todo, California, New York, New México, España, Arizona, La Florida, Luisiana, Washington, Philadelphia, así que cuando Jenny nos propuso ir a Victoria, aceptamos gustosos, reservamos con tiempo los vuelos y viajamos a México, fue una experiencia muy bonita, porque nos recibieron muy bien, son gente amable y bien educada. Tuve la oportunidad de volver a saludar a Nora y a su esposo Pedro, a quienes conocí meses antes. Por la tarde nos sentamos en una terraza muy bonita, caía la tarde mientras que a lo lejos un velo de nubes obscuras amenazaba con terminar de tajo los últimos rayos del sol; entre una taza de café y unas cervezas bien frías se nos presentó la oportunidad de hablar de María, de sus otros dos hijos, también de Lilia y como nos conocimos, quien escuchaba la anécdota le parecía graciosa. Comimos muy bien, definitivamente el sazón es muy diferente al que venden y acostumbramos en Texas, lo que promueven como comida mexicana cambia mucho cuando estás allá, donde realmente tienen los ingredientes exactos. - Esto está riquísimo Nora y mil gracias por la invitación. - Aquí tienen su casa, siempre serán bien recibidos - confirmó con cortesía impecable. Rentamos un par de cuartos en el mejor hotel de la ciudad, posteriormente nos llevaron de paseo por varios lados, una ciudad 184


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

interesante con mucha historia. Entre tantos compromisos y cosas por hacer perdimos el vuelo de regreso, el que volaba a San Antonio, entonces nos dieron uno que iba para Houston, aceptamos de buena gana el cambio, era parte de la aventura además estábamos juntos nada podría estar mal, los documentos, pasaportes, todo estaba en regla, Aldo se mostró un poco apenado por lo del cambio de itinerario, supongo que se sintió un poco culpable por los tiempos. - No te apures Aldo, mira nadie tiene compromisos importantes que cumplir o porque llegar tan a tiempo, nos acomodamos ya verás - aseguré sin pensar que algo malo nos sucediera. Aterrizamos sin contratiempos, al ingresar a la sala de migración nos tuvimos que separar de Aldo, ciudadanos y residentes de un lado, turistas y visitantes del otro, hasta ese momento seguíamos sonriendo. Al llegar a la ventanilla pasamos rápido, pero dejamos de ver a Aldo, después de treinta minutos nos miramos las caras, no entendíamos lo que estaba pasando, una hora, hora y media y nada, Jenny desesperada, pero no podía ingresar a la zona donde se suponía estaría su novio, por fin Aldo nos mandó un mensaje. - “Me detuvieron, me están haciendo muchas preguntas, en un momento salgo no se preocupen”. Nosotros ignorábamos lo que sucedía, también nosotros nos llenamos de preguntas ¿qué pasó? ¿por qué? Llegó un nuevo mensaje - sigo aquí contestando preguntas, si quieren váyanse yo los alcanzo al salir -. Jenny le contestó que, por supuesto que lo íbamos a esperar, cómo se va a mover estando aquí y aparte ya era tarde, cerca de la una de la mañana, lo sentimos nuestra responsabilidad. Por fin después de otra media hora lo dejaron salir, nos alegramos mucho, el susto fue mayúsculo cuando pasa algo así no se puede saber con exactitud como manejan las leyes, sus trucos, por eso nos abrazamos, celebramos como si Aldo hubiera llegado de la luna, nos mantuvo expectantes durante un buen tiempo, ya más tranquilos él nos explicó que en un mes debería presentar una documen185


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

tación para eliminar cualquier duda de su residencia en el país, las leyes tienen muchos claroscuros por eso decidimos contratar a un abogado, un especialista en esos temas. - Será el mejor, para estar tranquilos Aldo - comenté mostrando mi solidaridad. - Gracias, yo prepararé los documentos que me pidieron avisaré a mi madre para que esté enterada. - Sí por favor. Después de treinta días tenía que ir a San Antonio a presentar las pruebas, las evidencias y testimonios, todo ese año fue un momento de mucha tensión para Jenny porque estaba estudiando el doctorado, muchas horas de estudio y presión por alcanzar la meta. - Hija te apoyamos, lo que necesites dinos. - Lo que quiero es que se resuelva lo de Aldo. - Todo va a salir bien ya lo veras. Entonces ahí vamos para la cita en el edificio Federal, estábamos algo nerviosos, María ya estaba enterada y nos acompañaba a la audiencia, no nos dejaron entrar, de repente una oficial de tamaño extragrande salió al paso para decirnos que estaba detenido, no podía decirnos nada más. Fue algo espantoso una experiencia horrible para los que vivimos ese momento, obviamente para el afectado más, porque no sabía que más hacer, después de una hora pudimos verlo, traía la cara larga, desencajada. - No sé qué vaya a pasar, no pueden hacer nada. - Estaremos contigo, te apoyaremos en todo, vendré a verte cada que tenga la oportunidad, no te desesperes - comentó Jenny con el corazón hecho jirones. - Tienes que estar tranquilo, pronto vas a estar con nosotros los abogados meterán los papeles, todo lo que haga falta hijo - argumentó María con los ojos cristalizados, llenos de sentimiento. Lo detuvieron, después de eso y entonces sí comenzaron las lágrimas, los sollozos, María, Jenny, nadie podía creer que las co186


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

sas salieran tan mal, al salir del edificio hablamos con el abogado tampoco él daba crédito a lo sucedido, regresamos a Beeville complicados, casi sin hablar. A partir de ese momento comenzaría una larga batalla legal, Jenny iba y venía para visitar a Aldo, aconsejarlo, horas, días yendo y viniendo en la carretera. Mientras todo eso sucedía mom seguía mala, no estaba produciendo bastante sangre y teníamos que llevarla al Hospital para que le colocaran más sangre, cada miércoles ella revisaba la cantidad de plaquetas, si estaba por debajo de siete teníamos que ir nuevamente por sangre, también le sacaban liquido de su estómago 5, 7, 9 litros que ella cargaba, por eso no podía caminar. Se me hace un nudo la garganta al recordar su mirada lastimosa, sin luz, sin fuerza, a pesar de todo ella sonreía, agradecía a Dios cada año que disfrutó con sus hijos, los amigos y el montón de parientes que tenía. Fueron varias veces la que ingresó al hospital tanto al de Beeville como al de Corpus, nos acostumbramos que entraba y salía, porque la sabíamos fuerte. - Todo va a estar bien, recuerda que lo que te pedí hija, estoy preparada para irme, no quiero aparatos ni tubos. - Lo sé mom. - Y aquí te voy a dejar este poder, para que nadie dude de mi voluntad, coméntalo con tus hermanos por favor Pita. - Esta bien mom, lo que sea tu voluntad.

187


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XVI. DESPIDIENDO A LA GRAN GUERRERA En esos últimos meses de vida de mi madre, yo les pudiera decir que yo la miraba erguida por dentro y valiente por fuera, así era ella en todo momento, competitiva y decidida, recuerdo con mucha ternura cuando nos tenía que pegar a mi o mis hermanos, cuando éramos niños nos decía - sabes que te voy a pegar porque te quiero mucho – sabíamos que le dolía mucho disciplinarnos, porque como cualquier niño o niña hubo momentos donde no le hacíamos caso, pero gracias a sus golpes y castigos, aprendimos a valorar, a respetar el hogar, sé que eran otros tiempos, hoy que ya no la tenemos con nosotros le agradezco eternamente sus enseñanzas, sus dichos, las risas, los consejos. Un año y medio antes de que mom falleciera tuvimos la oportunidad de grabar un video, Jenny me ayudó hacerlo a preguntarle de sus padres, de sus momentos, fue algo muy hermoso que atesoramos en el corazón. En esas cuatro horas de charla lucida y divertida, 188


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

descubrimos cosas increíbles de su vida, de sus padres y abuelos, gente luchona y determinada en salir adelante a pesar de muchas adversidades que tuvieron en su época, de esos grandes aprendizajes nos estilaron la sabiduría adquirida. Bueno empezamos – dijo Jenny emocionada. ¿Por dónde comenzaré? Los abuelos, eso estaría bien – sugirió. Tuvimos la oportunidad de reunirnos en la casa, hermanos, primos, sobrinos, fue una ocasión muy especial porque nos vestimos de blanco, lo hicimos por mom, ya que ella siempre me dicho en tono de broma o reclamo, que nunca había tenido su fiesta de quince años, Mercedes lucía hermosa y elegante con un vestido que le compré, era largo de encaje, nos divertimos, jugamos, fue una reunión muy emotiva, por mil razones, por estar ahí y volver a vernos las caras, las arrugas, los años. Los hombres estuvieron bromeando mientras que las mujeres platicamos de mil cosas, los que vivían lejos se dieron la oportunidad de acompañarnos, por unas horas dejamos atrás las diferencias y nos unimos a celebrar como si fueran realmente los quince años de mom. Escuchamos mariachi, las canciones que más le gustaban, es increíble cuando pasa el tiempo y te reencuentras con alguien querido, descubres cosas nuevas como si nunca lo hubieras conocido realmente, y es verdad es común que nos envuelva la rutina y dejamos de vernos unos a otros, llegan los meses y vamos dejando atrás las costumbres, los dichos, las anécdotas que algún día nos hicieron felices. Adolfo siempre defendía eso “nunca debemos de olvidar de dónde venimos, lo que hicimos, lo que vencimos para llegar hasta este lugar, guardarnos respeto, apoyarnos unos a otros y siempre hablar de frente”. Comenzaba el mes de julio, toda la gente se preparaba para la fiesta del día cuatro, Gracie nos visitó para ver a mom, el día tres yo la fui a ver por la noche, ella sabía que no se sentía bien, decía cosas 189


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

raras, no se ubicaba, la llevé al rancho para que descansara. Mañana te llevaré al doctor otra vez mom, es importante que te revisen la pierna y los niveles de líquidos en tu estómago. Sí… hija…bueno – contestó nerviosa, indecisa. Al día siguiente me llamó temprano para decirme que ya estaba lista para ir a Corpus, le avisé a José y a las muchachas, debíamos de salir a buena hora, nuevamente el sábado la noté muy desorientada, desconfiaba de sí misma algo que nunca había visto; José y Gracie me ayudaron ambos estaban preocupados por el estado de salud que guardaba mom. Yo la miré muy decaída, con la mirada extraviada, casi no hablaba. Por costumbre, siempre entraba con ella para acompañarla y decirles a las recepcionistas o los doctores los datos de mom, las medicinas que tomaba, de repente apareció en la escena una señora que la conocía de otras ocasiones en que había estado internada, con precaución se acercó a nosotros para decirle. - ¿Qué tienes amiga? No te ves nada bien. - Sí, no me siento bien - contestó. Desgraciadamente unos días antes uno de los enfermeros la quiso cargar para ponerla en la cama y la lastimó de la pierna, reconozco que en esos días cometieron varios errores, por eso estaba molesta, no me gustaba pagar por tener un mal servicio del hospital, ellos querían tomar fotos, documentar el caso de mom y yo no estaba dispuesta a permitirles eso, no quería ninguna clase de abuso. Mercedes estaba muy rosada, la medicina que le recetaron le producía diarrea, así son las cosas, te curan de unas, pero te afectan en otras. Mis hermanos entraban y salían del hospital, conforme los tiempos de sus traslados y las visitas, entiendo que tenían sus compromisos y a veces, el trabajo y las responsabilidades no les permitía estar tantas veces ahí. - Señora Felipita se tiene que salir de la habitación - dijo una enfermera en tono fuerte. - Mira yo no voy a ningún lado. Lo que quieran preguntarme 190


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

aquí estaré para contestarles, no estoy nada tranquila con lo que ha estado sucediendo. La mujer se encogió de hombros, ella sabía que yo tenía la razón. Después reaccionó con ímpetu, como si tratara de demostrarme que sabían hacer las cosas bien, lo mío no era ningún capricho tenía la razón era importante que respetaran a mom, a nadie le gusta ser conejillo de indias y que te tomen fotos, muestras, sin saber para qué son en realidad, hay procedimientos y políticas que debían respetarse. - Esta bien, puede quedarse. - Gracias – contesté con cortesía. Más tarde ya que estábamos a solas, escuché que mamá decía mi nombre muy quedito, casi susurrando. Me levanté de la silla para acercarme, era de noche, por la ventana se podía ver las farolas que iluminaban parte de la bahía, tintineaban con la lentitud de una oruga sobre una rama, con una delicada presencia, casi fantasmal. - Felipita ven, anda platica conmigo. Yo había buscado algo que leerle, llevaba entre mis manos algo que me encontré de pura casualidad, era un poema muy bonito que hablaba de fe y esperanza, algo especial, sabía con certeza que le gustaría escucharlo, la tenía agarrada de la mano, miraba sus venas, las arrugas entre sus dedos, las huellas de los años, me mantuve cerca hasta que se quedó profundamente dormida, por dentro reflexionaba, mis pensamientos eran de resignación sabía que esta vez la visita al hospital sería diferente a las otras ocasiones << ella necesita descansar no es vida estar así sufriendo, entre agujas y medicinas.>> Al despertar, nuevamente percibí que mom seguía desorientada, ausente, era bastante claro como su mente la traicionaba, decía y hacía cosas con un alto grado de descoordinación, por segundos sus ojos castaños se humedecieron como si presintiera algo, sin embargo por unos segundos se quedó estática mirando su reflejo en la 191


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

ventana, era domingo por la mañana, el sol desgranaba algunas nubes en lo alto, al parecer el mar estaba picado podía observar como rompían las olas estrepitosamente, un horizonte verde y azulado deseoso de ganar algunos metros más en la playa; por instinto o por cariño, no lo sé en realidad ella buscó nuevamente el consuelo de mis manos, de mis brazos. - Te quiero mucho mom, no te preocupes por George, yo lo voy a cuidar, no quiero que te mortifiques por nada, todo va a estar bien, sé que eso te inquieta, pero descansa, ya estas lista yo me encargo de él. Ya no me pudo contestar nada, sentí como si su alma hubiera partido a un lugar lejano y me dejó el cuerpo nada más, se me llenaron los ojos de lágrimas, sin embargo, no quería llorar, no delante de ella, no era el momento adecuado para hacerlo, estoy seguro de que me deseaba fuerte para sostenerla, para apoyarla en todo momento. Sentí con claridad cuando se relajó, soltó los brazos, se sintió liberada con mis palabras, sus preocupaciones habían terminado. Intenté darle la medicina con el popote, mas no hubo respuesta, ya no tenía fuerzas para succionar, seguía entre nosotros, pero ya no reaccionaba. Tenía los ojos abiertos y la boca, respiraba manteniendo un pulso cardiaco apenitas, muy despacito, a cuentagotas. De inmediato comencé a hacer llamadas, a mis hermanos, a papá también; mom ya no hablaba, el día 13 de julio sus riñones dejaron de funcionar, de inmediato los doctores me ofrecieron entubarla para hacerle el diálisis y que siguiera respirando, pero yo sabía por años, por charlas en el pasado que ella no quería terminar sus días así. Reconozco que fue una decisión fácil para mí, sin embargo, reuní a mis hermanos en el hospital y les comenté lo que el galeno me había propuesto, entubarla, hacerle diálisis y alargarle la vida de esa manera. - Mom no quería eso - advertí a mis hermanos. 192


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Hay que hacerle la lucha Felipita. - No hay lucha que hacerle Meme, es alargar el sufrimiento. - Eso es verdad - dijeron Rosie y Becky al mismo tiempo. - Los doctores dicen otra cosa – alguien más reclamó. - Sí, pero ellos no deciden nada Finalmente se descartó ese procedimiento, yo tenía el poder que me había dado mom hace unos meses, ella había estipulado que ante cualquier eventualidad o circunstancia grave yo tomara las decisiones sobre su salud, así de simple, afortunadamente no fue necesario enseñarlo, para mi era importante consultarlo con ellos y no causar conflictos ni generar intereses. Papá rezó esa mañana con ella, la tomó de la mano, ambos seguramente buscaban resignación, quedar en paz, que no hubieran pendientes, ni malos entendidos. Amén – concluyó Adolfo. Ese día era cumpleaños de Adolf Junior y respetamos la costumbre de mom que hizo por tantos años, al cantarle las mañanitas a mi hermano, nos pusimos de acuerdo y todo entonamos la canción al festejado, la cantamos con ganas, con sentimiento como si ella lo estuviera haciendo, fue un momento muy emotivo, inmediatamente después los doctores llegaron para preguntarme que habíamos decidido. - Estará mejor en su casa doctor, habrá que llevarla para Beeville por favor. - Entiendo daré aviso a la ambulancia, le pido por favor que me firme unos documentos nada más. A las cinco de la tarde saldríamos para el pueblo, me fui con ella en la ambulancia, antes de partir una enfermera nos advirtió que ella podía escucharnos, que lo último que se desconecta del cuerpo es ese sentido. - Si quieren hablar con ella, adelante Mercedes las escucha. - Muchas gracias - comenté. 193


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Un poco antes que dieran la seis de la tarde salimos rumbo al rancho, allá se había preparado una recepción muy hermosa con gente de un grupo de oración “Life and Spirit” que acudía mom, a ella la respetaban y querían mucho porque sabía cómo interpretar la biblia, durante sus retiros espirituales ayudó a muchas personas a entender la palabra de Dios. Al abrir las puertas de la ambulancia una veintena de señoras y muchachas empezaron a cantar, con varias guitarras, fue algo muy lindo porque sé que mom pudo escucharlo todo, cada palabra, cada cantico que se entonó con fervor y la fe, una despedida inigualable para un ser inigualable. - Alabaré alabaré alabaré alabare a mi señor Alabare alabaré alabaré alabaré alabare a mi señor Somos tus hijos Dios padre eterno tu nos has creado por amor te alabamos te bendecimos todos cantamos en tu honor. Desde que empezó a usar la silla de ruedas preparamos un ingreso en la casa para poder meterla en la sala, el rancho fue acondicionado con una rampa y barandales fuertes, los espacios cambiaron, era la noche del 15 de julio y estuvo la casa llena, gente muy cercana a la familia, los trabajadores de “La Amistad”, la gente de la oración, sus amigos, mis hermanos, sobrinos. Varias horas más tarde llegó la enfermera venía desde Port Lavaca para revisar a mom, estuvo junto a ella un par de minutos a lo mucho, le reviso los ojos, el pulso, después caminó lerdo hasta donde yo estaba parada y me hizo una observación importante. 194


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

- Disculpe señora Felipita le puedo hacer una pregunta - Sí claro. - ¿Los doctores le dijeron cuanto tiempo le queda de vida a la señora? - No, no me comentaron nada, siento por como la veo que no es mucho – dudé realmente no quería asumir nada, mom me había enseñado que los tiempos de vida y muerte los dicta él, nadie más. Resoplé nerviosa esperando la información. - A la señora Mercedes le quedan una cuantas horas de vida, por los latidos de su corazón puedo decirles eso para que estén preparados. - Entiendo, muchas gracias es un dato importante. Gracie andaba por ahí con la cara desencajada, intuí que algo le angustiaba, algo mucho más profundo, no solamente el estado de salud de mamá. En una oportunidad que tuvimos las dos nos sentamos a platicar, ella me comentó que estaba molesta porque no podía hablar correctamente con mom, le temblaban las manos, estaba irreconocible. No se puede hablar bien, con tantas personas y movimiento – dijo. Sé que de repente sintió esa urgencia de decirle lo que no pudo antes, aclarar, agradecer, sé perfectamente por lo que estaba pasando, por eso yo les había avisado con tiempo, no solo esta vez, cada que visitaba el hospital tuvieron la oportunidad de hablar con ella, de acercarse y rendirle tributo a mom, sin prisas, sin tanta gente ni dolor a su alrededor. A mi también me pasó, yo puedo decir exactamente lo mismo que ellos… me confié en que saldría adelante, pero esta vez fue muy diferente a otras veces. Lamentablemente tuvimos un pequeño enfrentamiento, tanto Gracie como yo estábamos muy sensibles, hasta cierto punto furiosas porque nos preguntábamos inconscientemente si habíamos hecho todo para ayudar a mom, en su enfermedad, en sus cuidados. 195


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

<< ¿Hice todo lo posible por mi madre? >> Esa era mi duda y resonaba una y otra vez en mi cabeza. Sólo recuerdo que tiré los lentes que usaba para leer al piso, me palpé frustrada con los sentimientos hechos bola en la garganta y en mis entrañas, no me quedó otra que irme a refugiar al cuarto que era de mamá. Caminé despacio arrastrando los pies, iba pensando mil cosas, me hacía mil preguntas. Acababa de sentarme al filo de la cama cuando escuché a José que me llamaba sigilosamente detrás de la puerta, salí a su paso, por la expresión de su cara supe que el sufrimiento de mom estaba por concluir. - Felipita tú mamá está dando sus últimos alientos, ven ahora. - Vamos pronto – contesté con torpeza. Caminé de prisa hasta donde estaba ella, George persistió inmóvil, pensativo, callado, apreciando la escena con sus manos pequeñas apenas entrelazadas frente a su cintura. Luego se quedó mirando hacia algunas fotos de la familia, nuestros inicios, las poses 196


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

graciosas, los momentos atesorados en colores brillosos, vi que repasó cada una y aunque las había visto mil veces, volvió hacerlo con una satisfacción inmensa, enmarcando las palabras con sus labios antes de asentir morosa y decididamente ese gesto desmoralizado, sé que quería gritar, confirmar enfáticamente el dolor que sentía correr por sus venas, me hizo sentir como si permaneciéramos en cámara lenta, aferrándonos a esos últimos segundos de vida de mom. Observé lentamente a Gracie. - Mamá falleció – comenté contrariada. Algunos de mis hermanos se acababan de ir, no lo podía creer, sé que en esta situación tan especial no había culpables, no pude evitar llenarme de sentimientos contrariados y desconsoladores, era hasta cierto punto bastante lógico, me dio tanta tristeza que no estuviéramos a su lado. Llamé al hospital y a los servicios funerarios para que hicieran los trámites correspondientes, la ambulancia regresaría de Corpus una hora y media más tarde, porque prácticamente se acababa de ir el muchacho cuando lo llamé de vuelta para atrás. Es lo que hago en llegar señora Felipita – argumentó el chofer de la ambulancia. Aquí lo esperamos gracias. Mis hijas estaban en uno de los cuartos, unas dormidas, Jenny a medio dormir no se pudieron percatar de lo que sucedía en la sala. Estoy segura que en el aire quedaron impregnadas sus frases, en nuestra piel la sabiduría que aplicaba a todas sus acciones y palabras; entonces rezamos, sin prisas, un rosario, un padrenuestro, se mantuvieron los sollozos y arrepentimientos, los silencios largos y las sombras, acompañados de abrazos y una enorme solidaridad, apretones de manos suaves y húmedas, era notorio los sentimientos a flor de piel en cada rostro, en cada mirada. Dios te salve María llena eres de gracia, el Señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres – respondí acongojada. 197


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Pasada la una de la mañana recogieron el cuerpo de mi madre, fue bastante triste verla salir así, sin poder responder, sin gritarme, ni cantar alguna de sus canciones preferidas. Esos detalles tan sencillos que nunca se olvidarán con el paso de los años. Vamos a casa sweetie – comenté a José, con los ojos rojos y sentimentales, alcancé a ver algunos autos que llegaban, otros que partían, la gente se quedaba pasmada envuelta en un silencio contemplativo, propio de la ocasión. Esa noche dormí muy poco, por más que intentaba cerrar los ojos no podía, el compromiso se fijó a las diez de la mañana en la iglesia, pero a las nueve empezó a caer una tormenta increíble, una lluvia constante con nubes negras y truenos cernían el horizonte del condado, el viento arreciaba contra las enaguas y los peinados, algunas personas me llamaron a la casa para preguntarme que podían hacer, estaban preocupados, se había ido la luz, sucedieron cosas poco convencionales, para mis adentros pensé << quien conoció a mi madre sabe perfectamente que todo esto, es como si fuera ella, a través de la lluvia y el aire está aquí presente, ella era así siempre le gustaba hacer las cosas en grande >>. Nada, ¿cómo qué, qué pueden hacer? Habrá que esperar a que pasé todo, a las diez debemos de comenzar la ceremonia, nosotros ya vamos para allá, no se mortifiquen ¿dónde está su fe? – confirmé al ver que mis hijas y José ya estaban aguardándome. Está bien Felipita aquí los esperamos – contestó la señora dócilmente antes de colgar el teléfono. La tormenta amainó poco antes de empezar, al llegar, cada quien tomo su lugar, al frente los hijos, atrás los hijos, los parientes, los invitados. Nos entregamos con fe a mom, rezamos y cantamos con ella; uno de los grandes deseos de mi madre era cantar con un mariachi, y se me prendió el foco << no hay razón para que ella no pueda cumplir su deseo >> pues ese día, durante el rosario le pedimos el apoyo al grupo, usamos una pantalla para ver a mamá cum198


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

plir su último deseo, recordé que teníamos algunas grabaciones de mom con su voz y su imagen, así que las usamos sincronizadamente, fue algo muy tierno, por fin se le hizo a mom cantar acompañada de las guitarras, los violines y el acordeón. Ella era eso, sorpresa y alegría, fue la manera en que se despidió de su gente, de su pueblo tan querido. La gente lloraba con un profundo sentimiento, seguramente agradecidos por todo lo que habían vivido con ella. Al salir de la iglesia acompañamos al campo Santo a mamá, muchas personas, autos y camionetas, íbamos en fila rumbo a su última morada, mis hijas estaban desechas tratando de encontrar paz, José las abrazaba constantemente para consolarlas, Becky me buscaba con la mirada una y otra vez, me hizo visualizarla como cuando éramos niños, jugando entre los animales y la tierra, entre el encino y el nogal, buscando con que entretenernos, entonces mom nos gritaba desde la cocina, para comer o merendar, corríamos y reíamos al mismo tiempo, algo inolvidable, algo que nos llevaremos a cualquier lugar donde Dios nos quiera llevar. Descanse en paz – dijo el sacerdote, elevando sus ojos al cielo. Observé las otras tumbas por un instante, las flores, el silencio, había algunas con dos nombres, dos almas que se reunieran en los jardines eternos que hablaba mom. Yo sabía que mi madre estaba bien con Dios había sido una mujer ejemplar, encaminó a muchas almas descarriadas al buen camino, por ella muchos niños y niñas fueron bautizados, era un ejemplo a seguir, acudía a misa, estudio la biblia y compartió sus enseñanzas sin afán de lucro, sólo por hacer el bien y sentirse útil ante los ojos del Señor, a pesar de todo eso yo me preguntaba constantemente ¿cómo estaría ella?, ¿descansa en paz? ¿habrá encontrado el camino? Después del entierro cada quien intentó regresar a su rutina, a su vida, creo que lo hicimos poco a poco, llevando un hueco enorme en el pecho, en el corazón; Mom ya no estaba entre nosotros, pero sus recuerdos, la manera de hablar, de reír eso sí seguía aquí en cada 199


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

rincón donde estuvo ella, donde convivió con tanta gente, recuerdo que mom me contó hace muchos años de unos cursos que cursó de control de la mental, ella hablaba con pautas exactas y palabras perfectos, por eso seguramente pudo tener a cada uno de sus hijos. No era nada fácil lograrlo en esos tiempos, con pocas medicinas, los dolores, la partera, algo inimaginable. Sólo así pude resistir hija, tantos partos, tanto desgaste – escuché su voz en mi mente durante el día. La gente siempre hablaba bien de mom, de la tesitura de su voz y de los pensamientos que expresaba, en su forma tan positiva de ver la vida, quizás por eso nuestra mente la visitaba constantemente no queríamos dejarla ir, creo que fue tres meses después, un jueves si mal no recuerdo cuando la soñé, algo tan claro, tan real. Rememoro perfectamente lo que ella me había dicho al respecto de lo que esperaba encontrar en el cielo. Hija cuando Dios se acuerde de mi voy a estar en un lugar muy hermoso, habrá un pasto verde perfectamente cortado, lleno de rosales y flores de todos tipos, donde no habrá maldad, ni enfermedades, ni razas, ni dolor. Yo estoy lista para irme cuando él lo desee, no tengo ningún miedo. Mom tenía una gran amiga en California, la había visitado varias veces durante varios años, sé que hablaban de la biblia y de asuntos celestiales, se expresaba de ella con mucho cariño, “es una persona entrañable” decía; cuando la miré en el sueño le pregunté. Mom ¿dónde estabas que no te miraba? – pregunté tranquila, envuelta en una enorme paz interior Hay hija, no te acuerdas que me fui de vacaciones a California. Mom se miraba sana, sonriente sin dolor, sin angustias. Sí recuerdo, con tu amiga de allá. He estado muy ocupada, por eso no me habías visto, mira nada más vengo a recoger mis cosas porque me voy de regreso, quiero decirte que todo está bien, estoy con unas monjitas y me están dan200


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

do chance de quedarme con ellas en el convento, además les leo la biblia, puedo seguir estudiando, es un lugar muy hermoso, así que no te preocupes más por mí, estaré bien, yo estoy bien hija, feliz no lo dudes, si me necesitas allá voy a estar. Gracias mom por todo, cuídate mucho. Al despertar me sentí tan llena de paz, completamente despreocupada, le comenté a José lo que me había ocurrido, lo que soñé con cada uno de los detalles, era un mensaje claro, el que yo estaba esperando, el que me confirmó que mamá estaba bien. Desde entonces jamás la he mirado sufriendo, sé que está bien, jugando, bromeando con la gente que la rodea.

201


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XVI. UNA BODA INCREÍBLE Fue muy doloroso para Jenny experimentar la partida de su abuelita sin la compañía de Aldo, afortunadamente poco tiempo después los abogados nos dieron la noticia que finalmente culminó el procedimiento del ingreso legal de Aldo, un desgaste impresionante para la familia, porque deseábamos que viviera aquí en Estados Unidos, no en México. Fue un momento muy emotivo donde nos unimos en el mismo sentimiento, inmersos en una ola de alegría, festejamos en grande, comimos, bebimos hasta hartarnos, la gente no puede entender lo que significa estar detenido, carente de libertad hasta que lo vives, lo experimentas. La libertad es un regalo que Dios nos dio a cada ser humano y se debe de cuidar. Aldo estuvo detenido dos años, ¡una locura! Todo lo que pasamos, lo que peleamos para que saliera, el juez de migración le daba la salida, pero otra instancia detenía el proceso de regularización María hizo hasta lo imposible por acompañarlo, tenía que despla202


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

zarse hasta cuatro horas para verlo un momento nada más, fue muy pesado, luchamos con garras y dientes, le lloramos cada que hablábamos de él, la pesadilla acabó después de mil situaciones, ajustes con los abogados, reclamos, teníamos la razón desde el principio pero no, no la dieron, el sistema falló escandalosamente es la verdad. Lo que nos dejó todo eso fue una gran enseñanza, nos unió más como familia, como amigos, como hermanos, como esposos. - ¡Qué maravilla tenerte otra vez! - Gracias por apoyarme, las cosas son tan diferentes aquí con ustedes, juntos. - Una gran enseñanza hijo - sugirió María visiblemente contrariada. - Habrá que celebrar. En diciembre del 2016 Jeannette se graduó con maestría de la Universidad de Texas Health Science Center, de la carrera terapia ocupacional, después de que se había ido fuera de casa desde el 2005, fueron muchos años en que batalló para sacar su carrera adelante, los estudios de postgrado, un gran orgullo para José y para mí, porque finalmente lo logró con honores, como toda madre valoré mucho el esfuerzo que ella puso, se esmeró estudiando, pasó tiempo sola eso la hizo más fuerte y decidida. En noviembre del 2017, preparamos una sorpresa para Jenny, hicimos un viaje sorpresa a New York, a la gran manzana. Aldo le pediría su mano a mi hija y quería que participáramos de alguna manera, José, Leanna, María y yo, para eso nos pusimos de acuerdo, aunque debo de decir que fue algo complicado hacerlo, para empezar yo traía el anillo, Aldo no quería que en un descuido Jenny fuera a toparse con él, llevaban dos días allá paseando, estaba haciendo un frío de los mil demonios, había caído nieve el día anterior y el aire calaba los huesos, la humedad se colaba por cada rincón de la ciudad y de nuestros cuerpos, había muchísima gente y con los abrigos, bufandas, gorros difícilmente nos reconocerían, Times Square fue el lugar que se prestó para hacerlo, noviembre es una época del 203


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

año muy hermosa, refrescamos los votos de fe a Dios y también porque se arreglan las avenidas, los aparadores, la gente anda con el espíritu navideño, con la esperanza a flor de piel. Vamos, corran ahí están, ese es Aldo. María se quejaba de lo que estábamos haciendo, tenía frío y quería irse a un lugar cerrado, no estar ahí al aire libre. Con la excusa de tomarse una foto y que saliera la avenida, los anuncios, los adornos, Aldo subió a una pequeña rampa donde las personas solían fotografiarse, subir una selfie, bromear, sin embargo, lo que estaba por suceder no era ninguna broma, era algo muy en serio y significativo para los dos. Había muchas personas esperando, aun así, todo fluyó adecuadamente. - ¿Te quieres casar conmigo? - preguntó Aldo con todas las emociones en la piel. - Sí. - Felicidades - gritamos emocionados en el momento exacto en el que Jenny dijo aceptó. Llevábamos unas pancartas con el letrero ¿will you marrie me? Después nos abrazamos, reímos, había aplausos, hurras, porras, gritos, chiflidos, de todo, la gente a nuestro alrededor gritó, aplaudió de la emoción sacudiéndose temporalmente el frío y la escarcha, fue grato ver lo que estaba sucediendo. Bueno misión cumplida, gracias familia, ¡ahora a cenar, a celebrar! Felicidades otra vez hijo. Gracias mom – dijo Aldo lleno de satisfacción. Terminamos cenando a todo lujo, debíamos brindar por los novios, por el compromiso y la felicidad de ellos. Es tan importante como padres dejar a tus hijos un buen legado, una buena historia, una carrera, un negocio, las bases sólidas para un futuro prometedor y no solo para ellas, también para sus hijos, nuestros nietos. Fue super divertido estar ahí, renovamos tantas cosas al estar juntos 204


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

de nuevo lejos de nuestro pequeño pueblito, cuando eso pasa y te sientes un turista más, se añoran muchas cosas de él, cuándo no lo tienes a la mano con sus atardeceres, los olores de su tierra chata, la calma de sus pequeñas avenidas, las palomas volando, los olores a campo, a carne asada, a fiesta. María cumplió sus quince años llena de alegrías y sorpresas, rentamos una limosina para que la llevaran a la iglesia, se hizo una sesión de fotos con un vestido hermoso, deseábamos juntar a toda la familia, a papá, a mis tíos, primos, hermanos, sobrinos, amigos preparamos una gran fiesta con cientos de invitados, estoy segura de que nadie olvidará lo que compartimos. Me divertí tanto al ver a José bailar, se metió en medio de las madrinas y se contorsionaba como si fuera John Travolta en Fiebre del Sábado por la Noche. Mis hijas acompañadas por sus parejas, papá también estuvo ahí saludando a la familia, a los amigos. Estar unidos siempre será el mejor regalo que Dios nos puede dar.

205


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

XVIII. A MIS HERMANOS Esta obra tuvo y tiene la finalidad de unirnos a todos, de valorar lo que ha sido nuestra vida hasta estos días, consideré que era el regalo perfecto para cada uno de mis hermanos, para mis hijas, mis sobrinos, nuestros amigos. Por eso dedicaré unas palabras a cada uno, esperando coincidir en el sentimiento y la oportunidad de volver a ser lo que siempre fuimos: una gran familia. Becky: fue siempre muy cercana, nuestra diferencia de edad nos ayudó a sentirnos más unidas, nuestra conexión es especial porque la admiro mucho, su vida no ha sido fácil, cuando fuimos jóvenes nunca nos peleamos, supimos pulir nuestras diferencias con amor y respeto. Adolfo: él siempre representó para mí la fortaleza, con él y Rosie a mi lado sentía que podía lograr todo, ambos piensan como yo, aunque sé que lo han llegado a dudar, yo les he demostrado mi solidaridad y apoyo, ellos me alentaron a seguir adelante. Adolfo es 206


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

un hombre admirable por la responsabilidad que tuvo con su hijo jamás se echó para atrás. Tiene un gran corazón. Rosie: siempre ha sido y será el alma de la fiesta, para mi su rostro siempre ha brillado porque tiene a Dios en su ser, en su corazón, a la gente que le sucede eso se le nota en sus acciones, una mujer buena capaz de lograr todo lo que se proponga, sé que ella no olvida nuestros momentos, nuestras alegrías. Meme: ¿qué les puedo decir de mi hermano? Su accidente le cambio la vida, pero no sólo a él, a todos, porque nos enseñó que nada nos puede tumbar, nada de lo que nos suceda nos puede afectar, siempre con fe mirando hacia delante. Cuando yo tuve algunas dudas en mi camino, siempre lo recordaba, su ejemplo, su fortaleza. George: ha sido un ángel para mi, sigue teniendo muchos retos en su vida por eso ocupa un lugar muy especial en mi corazón, es el gran encargo que me dejó mom, él tiene un gran potencial que necesita despertar, puede hacer mucho más de lo que hace actualmente, no me cansaré de apoyarlo y de alentarlo a que siga adelante, para que sea un hombre pleno en todos los aspectos de su vida. Gregg: Todos sus hermanos pensaban que él era mi consentido, el favorito de mis hermanos pequeños, la verdad es que Gregg siempre me buscaba, sé por los recuerdos que el sentimiento, el amor que sentíamos el uno por el otro era enorme, desde niño lo apoyé para sus estudios, fue nuestro compromiso, sé que batalló mucho para sacar sus carrera, el día en que se graduó me mandó a casa su diploma, me partió el corazón de felicidad, fue la forma en que él me agradeció tanta lata que le di. Gerry: siempre será mi hermano chiquito, al que quiero y respeto, con su apoyo y su entusiasmo ha sido fácil pasar los momentos complicados, es un hombre admirable con muchas capacidades, quizás por algún momento me sentí como su mamá, pero qué gran orgullo serlo, gracias por estar siempre a mi lado en los momentos difíciles, te admiro y siempre puedes contar conmigo. 207


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

Gracie: Ha sido una gran guerrera, ella tiene mucha fortaleza, aprende rápido en el negocio, me ha ayudado a crecer los servicios que ofrecemos en La Amistad, y sé que ese negocio quedará en buenas manos cuando finalmente sea suyo, con trabajo y con amor todo podemos lograr, a cada uno de mis hermanos he tratado de darles mi corazón, mi apoyo y siempre lo tendrán, por más que pasen los años, estaré para ellos, para cada uno de ellos. Estoy segura que todas nuestras diferencias pueden resolverse hablando, la puerta de mi casa siempre ha estado abierta para recibirlos, nos tenemos respeto, nos sobra el cariño, tenemos todo para lograr estar unidos una vez más y siempre apoyarnos, la familia será nuestro legado, a nuestros hijos, a nuestros nietos y a la comunidad entera de Beeville y Texas. Amén. (Así sea ).

FIN.

208


M O V I E N D O M O N T A Ñ A S | F E L I P I TA B A S T I D A

209


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.