COMUNICADO Y DENUNCIA DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y CAMPESINAS DEL ORIENTE COLOMBIANO Manifestamos a la comunidad nacional e internacional, a las entidades de control, al comité de seguimiento impulso y verificación a la implementación -CSIVI- y las organizaciones sociales, nuestro profundo rechazo y preocupación por el anuncio del señor Consejero para el Posconflicto Rafael Pardo, la Fiscalía General de la Nación, Parques Nacionales y el Ministerio de Ambiente sobre la estrategia para acabar con la deforestación de la cuenca Amazónica. http://es.presidencia.gov.co/noticia/170212-Gobierno-y-Fiscalia-lanzan-estrategia-contra-ladeforestacion-en-la-Cuenca-Amazonica Bajo el pretexto de acabar con la deforestación quieren destruir la infraestructura social que miles de campesinos hemos construido y sostenido desde hace décadas sin ayuda del Estado y bajo la inclemencia de la confrontación armada que se vivió en esta región. Es paradójico que el Ministro Pardo, quien en el marco de las negociaciones frustadas con la insurgencia de las Farc en 1988 propicio la creación del Área de Manejo Especial de La Macarena, sea hoy quien anuncia nuevamente el incumplimiento al punto 1 y 4 de las negociaciones de la Habana, a través de la campaña #ColombiaRenace. Justo cuando las organizaciones se vienen preparando para ser parte activa de la implementación del acuerdo final, con avances sin precedentes en la interlocución con instituciones del Estado como las alcaldías, Parques Nacionales, las Gobernaciones, Cormacarena, y Dirección de atención integral y lucha contra las Drogas, con acuerdos importantes en temas de deforestación evitada, cultivos ilícitos, y formulación de una política para los habitantes de los parques, llega este anuncio de destrucción de vías y nos declara una guerra contra la población campesina históricamente excluida. Así no se construye la paz señor Presidente Santos. Colombia No renace con campesinos ilegalizados, perseguidos y sin derechos.
Las Organizaciones del Área de Manejo Especial de la Macarena, llevamos casi tres años en una mesa de formulación de una política para la conservación y el buen vivir en los Parques Nacionales con campesinos, hemos tenido que soportar la desidia institucional, las incoherencias de los funcionarios, hemos denunciado la corrupción de los jefes de esas áreas que hasta hace poco fungieron como ejecutores de grandes sumas de dinero de cooperación internacional, sin un acuerdo con campesinos más que su pretensión de desalojarlos de éstas áreas. Hemos visto el despilfarro de recursos en encuestas y estudios sin soluciones reales para los campesinos, hemos cumplido todos los requisitos de ley y procedimientos para la constitución de dos Zonas de Reserva Campesina; y justo ahora en el momento de construir la paz cuando esperábamos que los estudios y nuestras propuestas fueran tenidas en cuenta; nos amenazan con destruir las carreteras que conducen a colegios, centros poblados deportivos y sociales. La infraestructura vial que sirvió para nuestra única alternativa productiva, el cuidado de ganaderías y algunos cultivos de coca que no nos dejaron caer en la miseria. El año pasado firmamos tres (3) importantes acuerdos con el gobierno nacional, regional y local, con Parques Nacionales y con Cormacarena en temas de turismo ecológico para dejar de ver nuestras vías como problemas y trochas de la guerra, proyectandolas como senderos de la paz que atraigan el turismo; acuerdos y compromisos sin precedentes de deforestación evitada, restauración ecológica y de sustitución de los cultivos declarados ilícitos. Acuerdos que le han costado la vida a algunos de nuestros líderes como Erley Monroy y amenazas permanentes a los líderes sociales que los promueven. A la fecha ningún acuerdo ha sido cumplido por el Gobierno,