QUÉ SON EL OCIO Y EL TIEMPO LIBRE El ocio y el tiempo libre son un derecho de los ciudadanos en las sociedades democráticas, equiparable a otros derechos: salud, libertad trabajo. Esto se recoge entre otros documentos en: – Declaración Internacional de Derechos Humanos (Artículo 24) – Constitución Española (Artículo 123, IV) La propia Constitución (artículo 43) obliga a los poderes públicos a facilitar la adecuada utilización del ocio. DIFERENCIAS ENTRE OCIO Y TIEMPO LIBRE TIEMPO LIBRE: El que no utilizamos en trabajar, comer o dormir. Es tiempo a nuestra disposición. OCIO: Es el tiempo libre que utilizamos para nuestro enriquecimiento personal. – Constituye una elección personal – Nos produce sensación gratificante. – Responde a dimensiones variadas: deportiva, lúdica, festiva, ecológica, solidaria, creativa… LA FAMILIA Y EL OCIO Si nuestro papel es ACOMPAÑAR TODO EL PROCESO DE APRENDIZAJE DE NUESTROS HIJOS, también tenemos la responsabilidad de guiarle para la elección de la mejor manera de utilizar su tiempo libre, de forma que ayude a conformar su personalidad. Un ocio para cada edad: De los 3 a los 5 años: – Juegos infantiles, – Canciones, – Escucha de cuentos – Desarrollarán la expresión verbal y la psicomotricidad. De los 5 a los 11: Los niños empiezan a tomar decisiones. – El aprendizaje de la lectura les permitirá disfrutar de: o la lectura de cuentos y libros infantiles, o de la participación en espectáculos teatrales o la asistencia a los mismos. o De la asistencia a espectáculos musicales o de otros ámbitos culturales.
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De los 11 a los 18: – La búsqueda de identidad en grupo de amigos conformará su tiempo libre. o La relación entre iguales, o la asistencia a espectáculos musicales, o el consumo de productos destinados a su edad, van a llenar parte de su tiempo libre. De nuestra intervención hasta este momento va a depender su elección, por lo que debemos actuar con responsabilidad en su educación antes de este momento. OCIO Y CONSUMO EN LA ADOLESCENCIA Nuestros hijos adolescentes ocupan todo su tiempo en actividades de estudio y de organización personal y familiar, por lo que su tiempo libre en el que realizará actividades de ocio se centra en vacaciones y fines de semana. Al ser tan importante para los jóvenes, todos los sectores de la sociedad quieren intervenir en la planificación del ocio de los jóvenes, cada uno con diferentes intencionalidades: • Servicios educativos: Formación cultural e integral de la persona. • Salud: Adquisición de hábitos saludables, prevención de consumos de riesgos, adecuada educación sexual, etc. • Industrias de consumo: Convertir a los adolescentes y jóvenes en consumidores: – Discográficas: consumo de música. – Moda: Consumo de moda que les haga sentirse exclusivos. – Viajes: oferta multiaventura y de viajes de relaciones sociales. – Espectáculo: Consumo de conciertos musicales y todo “el acompañamiento” que los envuelve. • Familia: Es muy importante, nuestro papel como educadores en la familia y en los centros educativos y debemos actuar responsablemente. – Conocer como es su ocio. – Intervenir desde nuestro lugar.
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CÓMO ES EL OCIO EN LOS ADOLESCENTES El INJUVE en su último estudio (publicado en 2009) dice que los jóvenes entre 15 y 29 años disponían en 2007 de una media de 26,3 horas libres para dedicar a actividades de ocio y una media de 55 € semanales para gastos, que se distribuyen según edades. De 15 a 19 años 28 €, de 20 a 24 años 60€ y de 25 a 29 años 71€. Las 10 actividades realizadas con más frecuencia son: 1. 2. 3. 4. 5.
Escuchar música (92,3%) Salir con los amigos (91,9%) Ver televisión (88,2%) Usar el ordenador (73,6%) Oír la radio (70 %)
6. Ir de compras (69,9%) 7. Estar con la pareja (69,6%) 8. Leer periódicos- revistas (68 %) 9. Descansar, no hacer nada (63,8%) 10. Ir al cine (61,4%)
NOTA: Entre los 15 y los 19 años se sale más con los amigos (98,4 %) y hacer deporte ocupa el 75,3 % de su tiempo. Ir de discotecas 70,6 % y beber e ir de copas un 49,6 %. DÓNDE REALIZAN LAS ACTIVIDADES DE OCIO Y TIEMPO LIBRE Realizadas en casa: Realizadas en la calle: – Ver la tele, – salir con amigos (pasear, – escuchar radio, botellones) – ordenador, – escuchar música ir a conciertos, – oír música, discotecas – leer periódicos y revistas, – ir de compras, – descansar – ir al cine. La generalización del acceso a Internet y del uso de aparatos tecnológicos ha introducido variantes importantes en el modo de relación y comunicación entre los adolescentes, así como en el acceso a sus actividades preferidas. (Redes Sociales) OCIO Y RIESGO EN LOS ADOLESCENTES Hay dos maneras diferentes de percibir el riesgo en el ocio de los adolescentes: Percepción del riesgo en la familia: • La de los adolescentes: Para ellos el riesgo es inevitable, vital, y asumen que hay que tener cierta prudencia. Generalmente un 50% de los jóvenes están a favor de asumir los riesgos que conlleva el ocio y otro 50% están en contra. Hay un grado de compensación de los comportamientos de riesgo, lo que más les compensa es estar de marcha la noche entera (42,3 %), seguido de liarse con Plan de Formación de Padres y Madres. EDUCAR EN LA ADOLESCENCIA. Ocio y Tiempo libre
desconocidos (32,2%), lo que menos “colocarse” (6,4%), conducir a mucha velocidad (3,8%), subirse con alguien que ha consumido alcohol u otras drogas y tener peleas (2%). La del resto de la familia: Preocupación, impotencia por ser inevitable, moderación de la alarma pensando y esperando que nuestros hijos no sean así. Si tenemos en cuenta las actividades que más compensan a los adolescentes, (marcha toda la noche y conocer a gente del otro sexo), pensaremos con lógica que no todos los jóvenes se ponen en riesgo consumiendo alcohol, drogas y poniéndose en riesgo de accidente de tráfico (sólo de un 6% a un 2%). •
POSIBLES RIESGOS QUE PUEDEN CORREN LOS ADOLESCENTES SI NO LES PRESTAMOS ATENCIÓN Es bueno conocer, sin alarmarse los posibles riesgos a los que nuestros hijos podrían exponerse los fines de semana si no les “protegemos” adecuadamente con nuestra actuación familiar. • Consumo desproporcionado de sustancias de riesgo: alcohol, drogas. Alcohol u otras drogas. Cuando el consumo excede los límites que toleran y puede dañarles. (CAM 2008-FAD 15-24) 69,1% dice haberse emborrachado en el último año. • Adicción al uso del móvil y el ordenador, lo que le separa de hacer otras actividades y le desconcentra en el estudio. • Transporte salidas nocturnas (más habitual entre los más jóvenes, luego se minimiza) Entre 15 y 19 años un 20 % dicen no volver a casa antes de las 6 de la mañana, y esta tendencia va en aumento. Para el transporte, los más jóvenes (15-19) se mueven a pie, pero luego empiezan a usar el transporte público, la moto y el coche (coche 70%.) Un 45,4% dicen haber viajado con un conductor bebido o drogado e el último año y un 13% haber conducido borracho y un 6,7 % bajo el efecto de otras drogas. Muchos de nuestros hijos, en un momento de su adolescencia no ven el riesgo que supone conducir o viajar en un vehículo después de haber consumido algunas sustancias que cambian su percepción de riesgo: alcohol, marihuana, pastis, lo que multiplica la posibilidad de sufrir accidentes de tráfico. • Relaciones sexuales de riesgo: Un 25,9% dicen haber tenido relaciones con pareja no habitual sin preservativo, lo que aumenta la posibilidad de adquirir enfermedades o de embarazos no deseados. • Verse inmerso en peleas (más habitual entre los más jóvenes, luego se minimiza), un 31,4% confiesa haberse visto envuelto en peleas el último año, y un 11,3% provocarlas.
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PAUTAS DE ACTUACIÓN DE LA FAMILIA Desde la familia debemos actuar para que nuestros hijos adquieran el grado de madurez necesario para adquieran autonomía y responsabilidad en todos los ámbitos de su vida, incluido el uso que hagan de su tiempo libre. Nuestros hijos adolescentes consideran necesaria las actividades de ocio con amigos, en la calle para construir su identidad y los padres, somos responsables de ayudarles a adquirir autonomía y responsabilidad dándoles libertad según madurez y no antes, pero el adolescente se separa de la familia y sufre más influencia del “grupo” sí o sí, esté maduro o no. Es muy importante: Ser modelos vivos: Lo que hagamos y como vivamos nuestro ocio va a tener una influencia positiva o negativa en ellos. Empezar en la infancia, compartiendo espacios y tiempos de ocio común saludable y entretenido. Haciendo que nuestros hijos no identifiquen ocio con consumo para lo cual les propondremos actividades en familia desde los primeros años de vida, saludables, ricas en creatividad, formadoras y entretenidas y que ayuden a su sociabilidad. Ej.: Si nos ven leer y les facilitamos el acceso a préstamos de bibliotecas, adquirirá un buen hábito para llenar su tiempo de ocio. Si hacemos actividades con ellos en la Naturaleza adquirirán gusto por el campo, la montaña, la nieve que puede ser una ocupación de su ocio en la juventud. Ser facilitadores: – Dar apoyo a sus aficiones culturales y deportivas: teatro, deportes, baile, música, les permitirá disponer de otras alternativas. Es importante alentar la práctica de actividades deportivas, ya que no se encuentran ya desde los 90 entre las más practicadas, un 76% de los chicos dice practicar deporte frente al 55% de las chicas. Hay riesgos de obesidad y otros problemas de salud para nuestros hijos. – Facilitar el conocimiento de las diferentes actividades de la comunidad: Estar enterados y proponer, para contrarrestar prácticas de consumo y riesgo. Hay alternativas locales lúdicas y saludables en las noches de fines de semana, que pueden saciar su deseo de “vida nocturna” sin asumir riesgos y educándose en la responsabilidad. También pertenecer a grupos, asociaciones de jóvenes, ONGs etc. Ayudarles a adquirir madurez con límites para cada edad: – “Prevenir” actuando antes de la adolescencia, con normas y límites decir lo que nos parece bien o mal. Les da seguridad y les ayuda a tener comportamientos asertivos en situaciones de riesgo.
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– Negociar la paga y la hora de vuelta a casa siendo lógicos, teniendo en cuenta edad, riesgos y madurez de nuestros hijos adolescentes y lo que debe primar en cada caso. Mantener relación basada en la respeto y la solidaridad: Para poder influir es necesario respetarles y darles confianza, no tratarles como a niños, negociar las normas… y en la solidaridad, contar con ellos y que cuenten con nosotros (recordar lo tratado en relaciones con adolescentes en tema anterior). Mantener comunicación adecuada con el adolescente en la familia: Desde la infancia y también en la adolescencia ya que hay correspondencia entre la incidencia de conductas de riesgo y el grado de comunicación familiar y percepción de bienestar por parte de los adolescentes. Un 48,6 % (15-19) piensa que sus padres deberían orientales en riesgos. Pedir a los agentes sociales y a las administraciones locales y comunitarias: – Control en la oferta de productos de consumo de ocio, con la legislación necesaria y con la colaboración de los propios productores de ocio (para que actúen con ética, no solo obtener beneficios – Que se cree una contraoferta educativa de espacios y actividades de ocio alternativos a los comerciales y de consumo. – Que se fomenten programas para intervenir en centros educativos y dar a los jóvenes recursos para utilizar responsablemente su tiempo de ocio. Estar atentos ante cualquier síntoma de riesgo de salud por actividades de nuestros hijos y actuar a tiempo. Algunos riesgos: – Excesivas horas de TV. 25% (15-18) ve la TV 2 h. diarias y fines de semana 6h. – Excesiva dependencia del teléfono móvil y de Internet en tabletas y ordenador. Pueden realizar todas sus actividades preferidas: escuchar, música, reunirse con amigos, ver tv y pelis, oír la radio, jugar, leer, conectarse con la pareja e ir de compras. En todos los grupos de poder adquisitivo el uso de las TIC de ocio es masivo, sobre todo en facebook, twiter etc. Un 40 % de los adolescentes permanece conectado a las redes sociales, de los cuales un 21,3 % presentan señales de alarma de adicción. Leer http://www.abc.es/familia/20130119/abci-adolescentes-abuso-internet201301181042.html – Problemas de identidad y trastornos de alimentación: Anorexia, bulimia, obesidad. – Consumo excesivo: música, ropa.
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