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Manual para el Desarrollo de Centros de CoordinaciĂłn de Asistencia JurĂ­dica Pro Bono Recursos para el desarrollo de servicios jurĂ­dicos pro bono

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Manual para el Desarrollo de Centros de Coordinación de Asistencia Jurídica Pro Bono RECURSOS PARA EL DESARROLLO DE SERVICIOS JURÍDICOS PRO BONO

Una publicación conjunta de PILnet: The Global Network for Public Interest Law Paulay Ede utca 50 l 1061 Budapest l Hungría

Advocates for International Development 24th Floor, The Broadgate Tower l 20 Primrose Street l London EC2A 2RS l Reino Unido

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©2011 PILnet: The Global Network for Public Interest Law y Advocates for International Development

Esta publicación está disponible en todo el mundo a través de una licencia Creative Commons: AtribuciónNo Comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License Agreement (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/legalcode). Algunas partes de esta publicación pueden reproducirse o distribuirse, exclusivamente con fines no comerciales, siempre y cuando: Se reconozca la autoría de PILnet (The Global Network for Public Interest Law) y de A4ID (Advocates for International Development). No se podrán realizar alteraciones, modificaciones, adaptaciones o traducciones de la misma sin contar con una autorización previa y por escrito de PILnet y A4ID. Material en el Anexo del Manual del Centro de Coordinación de Asistencia Jurídica Pro Bono: Esta guía de recursos para el desarrollo de servicios jurídicos Pro Bono refleja la opinión de sus autores y no, necesariamente, las opiniones de PILnet, A4ID ni de ninguna otra institución asociada a las anteriores. ISBN 978-963 -88337-1-6

Publicado por: PILnet: The Global Network for Public Interest Law Paulay Ede utca 50 H-1061 Budapest, Hungría Tel: (+36 1) 461-5700 Fax: (+36 1) 461-5701 www.pilnet.org PILnet@pilnet.org

Advocates for International Development 24th Floor, The Broadgate Tower, 20 Primrose Street London, EC2A 2RS, REINO UNIDO Tel. (+44 0) 20 3116 2798 www.a4id.org info@a4id.org N. º registro entidad benéfica 1118565 Empresa Registrada con el n. º 1118565

Diseño de cubierta: Laura Baer l Studio LB Tipografía y diseño: Judit Kovacs l Createch Ltd. Impreso en Hungría

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Ă?ndice


I. Introducción Vivimos en un mundo de grandes desigualdades —poder, riqueza, acceso a la información y oportunidades— en el que muchas personas luchan por desarrollar sus capacidades. Muchos de ellos no conocen los derechos que les asisten. Más aún, no saben cómo pueden acceder a ellos. Se trata de un problema universal que podemos encontrar tanto en las barriadas del este de Londres como en las comunidades rurales del África oriental. Con demasiada frecuencia, los preceptos legales no son tenidos en cuenta ni tienen eficacia. Es éste un gran reto, no sólo para las personas individuales, sino también para diferentes grupos y colectivos, entidades benéficas y organizaciones sin ánimo de lucro (ONG). Las desigualdades económicas y de poder pueden provocar que ciertas personas carezcan de acceso a los recursos jurídicos necesarios para protegerse a sí mismas y a aquellos a los que tratan de ayudar. En las últimas décadas hemos asistido a un crecimiento exponencial de la asistencia jurídica gratuita. Al mismo tiempo, nos enfrentamos a una constante disminución de la financiación pública destinada a los servicios jurídicos. El acceso a la justicia sigue siendo un grave problema en todo el mundo, para el cual no existe una solución estatal a la vista. Con ello en mente, los abogados y los profesionales jurídicos de todo el mundo tienen la responsabilidad de hacer todo lo que esté en su mano para que las personas disfruten de la protección prevista en las leyes. No es justo que vivamos en un mundo en el que, según Naciones Unidas, cuatro mil millones de personas viven fuera del Estado de Derecho. Es una situación inaceptable, cuya solución no podemos considerar responsabilidad exclusiva de los demás. He tenido la fortuna, durante mi mandato como presidente de Advocates for International Development (A4ID) y, ahora, como responsable mundial de los programas pro bono y asuntos sociales de Allen & Overy, de conocer a muchos abogados dispuestos a ofrecer su ayuda a las personas y grupos que tanto la necesitan. Para algunas personas, la dificultad para obtener 6


asesoramiento jurídico es de carácter económico. Para otras, es de carácter psicológico: piensan que los abogados no querrán ayudarles pues, seguramente, sólo trabajen para «los del otro lado». La comunicación es la clave en la mayoría de los casos. Los abogados se enfrentan también a problemas similares, ya que dudan de si sus competencias podrán ser de utilidad, no se ven capaces de gestionar la relación con el cliente, o no saben cómo encontrar a las personas que necesitan su ayuda. Los centros de coordinación de asistencia jurídica pro bono, como PILnet, A4ID y otros muchos en todo el mundo, proporcionan una solución indispensable a estos problemas. Su función esencial es la de coordinar las habilidades de unos con las necesidades de otros. Pero también hacen mucho más. Dignifican el perfil del cliente pro bono. Elevan el nivel de los servicios que nosotros, como profesionales del Derecho, debemos prestar. Nos permiten acceder, poco a poco, paso a paso, a los más de cuatro mil millones de personas que necesitan nuestra ayuda. Los centros de coordinación de asistencia jurídica hacen todo esto: como los casi 200 asuntos que PILnet atiende cada año, o las más de 340 organizaciones asistidas por A4ID desde su fundación. Sin embargo, tan sólo muestran una pequeña parte de un problema global. Aún es necesario atender las necesidades de muchas más personas para poder hacer algo que, de verdad, marque la diferencia, y este manual supone un paso importante en ese camino. Sé, por mi propia experiencia, que tratar de poner en marcha un nuevo centro de coordinación puede llegar a ser una tarea de enormes proporciones. Sin embargo, es necesario crear más centros para que podamos construir una red mundial mucho más amplia, especialmente en los países en vías de desarrollo que más los necesitan. Para que esto suceda es necesario que exista un verdadero intercambio de conocimientos y experiencias entre los centros de coordinación pro bono. Ése es mi deseo, tanto para esta guía como para los talleres que PILnet ha ido desarrollando. La guía no proporciona respuestas a todas las cuestiones y problemas a los que se van a enfrentar los nuevos centros de coordinación —nada lo hará—, pero en ella se identifican muchos de los desafíos más importantes que habrán de afrontar y explica la forma en la que otros los han resuelto. Este manual debe considerarse como un documento vivo, que ha de enriquecerse con las experiencias de los demás y que puede servir como plan de desarrollo futuro para un centro de coordinación. Espero también que esta guía sirva para inspirar una relación de trabajo cada vez más estrecha entre los centros de coordinación pro bono existentes en todo el mundo. Todos damos lo mejor de nosotros mismos cuando nos reunimos para compartir, aprender y abrirnos a nuevas realidades. En un mundo de recursos escasos, donde existe una gran necesidad de asistencia jurídica, tenemos más posibilidades de alcanzar nuestros objetivos si trabajamos juntos. En su esencia, el pro bono consiste en un abogado que trabaja para un cliente ofreciéndole un servicio que necesita y que, de otro modo, este último no podría pagar. Sin los centros de 7


coordinación sería mucho más difícil que se produjera esta conexión entre abogado y cliente. Este manual posibilitará que se produzcan más conexiones y que muchas más personas puedan recibir la asistencia que necesitan. Lo cual es algo extraordinario. Espero y confío en que, a través del manual y trabajando juntos, todos y cada uno de nosotros podamos poner nuestro granito de arena para llegar a aquellos que más lo necesitan y ofrecerles la protección del Derecho. Chris Marshall. Responsable de Asuntos Sociales y Pro Bono en Allen & Overy.

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II. Prefacio Este manual es un proyecto de colaboración continua entre PILnet: The Global Network for Public Interest Law (La Red Mundial para el Derecho de Interés Público, o «PILnet») y Advocates for International Development (los Promotores para el Desarrollo Internacional, o «A4ID») para la difusión de las mejores prácticas de gestión de los centros de coordinación de asistencia jurídica pro bono, y cuyo propósito es colaborar en el desarrollo de dichos centros en todo el mundo. Cuando PILnet comenzó a trabajar en los países de Europa Oriental en el año 1997, uno de sus principales objetivos era el de favorecer el acceso a la justicia de las personas más vulnerables, pobres y desfavorecidas. De esta forma, se desarrollaron estrategias para la reforma de los sistemas de asistencia jurídica gratuita y de la educación en materia legal, y colaboramos con éxito en la puesta en marcha de reformas esenciales en toda la región. PILnet también ayudó a potenciar la capacidad de asesoramiento de las organizaciones de la sociedad civil, maximizando el alcance y el impacto de su trabajo en la comunidad. Llegando al final de su primera década de trabajo en Europa, PILnet (anteriormente conocido como el Public Interest Law Institute, o «PILI») fue testigo de un creciente interés por el «pro bono»: los servicios jurídicos no retribuidos, prestados de forma voluntaria para el bien común. Viendo la oportunidad de desarrollar los recursos jurídicos tan necesarios para la causa del interés general, PILnet comenzó a trabajar para salvar la brecha existente entre los abogados dispuestos a proporcionar ayuda legal gratuita y aquellos que la necesitan. Al mismo tiempo, en el Reino Unido, A4ID se encontraba tratando de institucionalizar el compromiso del pro bono en el ámbito internacional. Tras el tsunami que asoló el sudeste asiático en el año 2004, un grupo de abogados ejercientes en Londres —conocidos como los «1.000 abogados de la City»—, se asociaron con Oxfam para conseguir los objetivos de la campaña «Hagamos que la pobreza pase a la historia» (Make Poverty History). A este movimiento le 9


sucedió la organización independiente A4ID, la cual consiguió aunar el talento, el compromiso y el entusiasmo de aquellos 1.000 abogados de la City londinense, pero adoptando un enfoque más amplio: emplear los conocimientos jurídicos en favor de un conjunto de organizaciones para el desarrollo y liderar los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas. Tanto PILnet como A4ID se dieron cuenta de que una de las mejores formas de lograr sus objetivos era poner en marcha un centro de coordinación. El centro facilita la prestación de asesoramiento jurídico pro bono, actuando como intermediario entre las personas o las organizaciones que necesitan asistencia legal y los abogados que están dispuestos a prestarla. En general, los centros de coordinación tratan de institucionalizar el trabajo pro bono entre los despachos de abogados y los profesionales independientes, con el fin de aprovechar los recursos del sector privado en beneficio de todos. Mediante la promoción y la prestación de asistencia técnica a los centros de coordinación pro bono, se consigue que los grupos más desfavorecidos tengan un mayor y mejor acceso a los recursos jurídicos. Así, en el año 2006 PILnet lanzó sus centros de coordinación mundial y húngaro para favorecer el desarrollo de contactos duraderos entre los profesionales del pro bono y las organizaciones no gubernamentales que trabajan en todo el mundo, añadiendo después nuevos centros de coordinación en Rusia y China. Al mismo tiempo, A4ID puso en marcha su centro de coordinación en Londres, destinado a promover el desarrollo internacional y la erradicación de la pobreza mediante el acceso a los profesionales del Derecho. Siguiendo estos modelos, otros centros de coordinación europeos comenzaron a funcionar poco después. De repente, el trabajo pro bono se estaba convirtiendo en una realidad en Europa. En 2007, PILnet celebró su primer Foro Europeo Pro Bono, el cual se ha convertido desde entonces en una cita imprescindible para todos los interesados en el trabajo pro bono en Europa. Antes de la conferencia, PILnet acogió el primer Taller Europeo de Centros de Coordinación Pro Bono. Al celebrarse el Foro del año 2010, que tuvo lugar en París, tanto la asistencia como el programa del Taller de Centros de Coordinación se habían ampliado enormemente, reuniendo a participantes de toda Europa y del mundo entero —procedentes de lugares tan diversos como Irlanda, Francia, Letonia, Brasil y Sudáfrica— interesados en compartir conocimientos, intercambiar información y debatir libremente. A4ID ha realizado una contribución importante a estas conversaciones, pero tanto A4ID como PILnet están convencidos de que todavía quedaba mucho por compartir. El éxito del Foro, junto con la proliferación de nuevos centros de coordinación alrededor del mundo, nos hizo darnos cuenta de que era necesario contar con una guía práctica destinada a orientar a las personas y a las organizaciones no gubernamentales interesadas en poner en marcha un centro de coordinación pro bono en su país. Y así, con la intención de capitalizar 10


nuestra experiencia conjunta en la creación y la gestión con éxito de varios centros de coordinación, nació el Manual para el Desarrollo de Centros de Coordinación de Asistencia Jurídica Pro Bono. Desde entonces, el manual se ha beneficiado de las aportaciones de numerosos centros de coordinación, especialmente de las realizadas durante el Taller de Centros de Coordinación celebrado en noviembre de 2010. Esperamos que el hecho de poder aprender de la experiencia de otros le ayude a gestionar su centro y contribuya a ampliar el trabajo pro bono en todo el mundo. Edwin Rekosh. Director ejecutivo de PILnet: The Global Network for Public Interest Law. Yasmin Batliwala. Consejero delegado de Advocates for International Development.

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III. Introducción En muchos países, los servicios jurídicos gratuitos han estado tradicionalmente a disposición de quienes los necesitan, ya sea informalmente (a través de profesionales independientes o despachos medianos y pequeños que los prestan de forma voluntaria o pro bono), mediante un sistema público de turno de oficio, o a través de organizaciones sin ánimo de lucro que contratan abogados para prestar servicios gratuitos a un determinado tipo de clientes necesitados. Sin embargo, más recientemente, y sobre todo durante las dos últimas décadas, el trabajo pro bono se ha convertido en un servicio más institucionalizado dentro de la profesión jurídica. A ello han contribuido una serie de factores. En primer lugar, los recortes llevados a cabo en algunos países en los programas de asistencia jurídica gratuita, han dado lugar a que los profesionales de la abogacía se planteen la posibilidad de prestar dichos servicios a aquellos que los necesitan de una forma pro bono. En segundo lugar, conforme crece el tamaño de las firmas de abogados y se expanden alrededor del mundo, muchas de ellas han comenzado a institucionalizar internamente el trabajo pro bono, en parte con el fin de atraer y contratar a los licenciados con mejores expedientes universitarios y también para retener a sus asociados. Por último, muchos colegios de abogados han empezado a organizar programas de asistencia pro bono y a promover el voluntariado dentro de los bufetes como una alternativa a las organizaciones de asistencia jurídica. Contribución decisiva al desarrollo de los servicios jurídicos pro bono ha sido la expansión de los centros de coordinación: organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a promover la disponibilidad y la institucionalización de los servicios jurídicos pro bono y a actuar como intermediarios, poniendo en contacto a aquellas personas necesitadas de asistencia jurídica gratuita con los abogados capacitados para prestarla. El objetivo de este manual es aprovechar la experiencia de PILnet, A4ID y de otras organizaciones para ofrecer algunos recursos de utilidad, tanto para los nuevos centros de coordinación pro bono que se abren en todo el mundo, como para aquellos que ya se encuentran en pleno desarrollo. Este proyecto ha sido elaborado conjuntamente por Advocates for International Development (A4ID) y PILnet: the Global Network for Public Interest Law (PILnet). A4ID es una organización benéfica registrada en Inglaterra y Gales, y una ONG internacional que 12


desempeña un papel estratégico en la creación de soluciones eficaces y eficientes destinadas a erradicar la pobreza en el mundo mediante el empleo del Derecho y el aprovechamiento de las capacidades de los profesionales jurídicos en favor del desarrollo. A4ID motiva a los abogados1 y les permite desempeñar un papel activo en la lucha contra la pobreza. Así mismo, trabaja para que las organizaciones que participan en el desarrollo internacional dispongan de asistencia jurídica. Dicho objetivo se logra a través de una red global que reúne a los principales bufetes, despachos y equipos jurídicos de empresa alrededor del mundo, quienes prestan asistencia jurídica pro bono a los asociados de A4ID que trabajan en favor del desarrollo internacional. Entre estos asociados se encuentran organizaciones benéficas locales, organizaciones no gubernamentales, entidades sociales, colegios de abogados y gobiernos de países en vías de desarrollo. El apoyo jurídico que ofrece este centro de coordinación permite que los asociados de A4ID puedan funcionar de una manera más eficiente, aumentando así el impacto de su trabajo. También colabora con ellos para influir en los gobiernos y que éstos introduzcan cambios legislativos y adopten decisiones políticas orientadas a la protección de los derechos individuales y al fortalecimiento del Estado de Derecho; todo ello con el fin de promover objetivos de desarrollo internacional. A4ID trabaja también en colaboración con abogados y organizaciones para el desarrollo, concienciando y compartiendo conocimientos acerca del papel que el Derecho puede desempeñar en la lucha contra la pobreza, con el objetivo de plantear respuestas más eficaces y sostenibles a los problemas del desarrollo. Esto se lleva a cabo a través de un programa de acciones formativas, seminarios y debates, así como mediante la difusión de los planteamientos más recientes sobre temas de interés relacionados con el Derecho y el desarrollo. A4ID se desarrolló a partir de la iniciativa de Oxfam denominada los «1.000 abogados de la City», surgida tras el tsunami ocurrido en Asia en diciembre de 2004. En el año 2006 se convirtió en una organización independiente y ha crecido rápidamente desde entonces hasta convertirse en uno de los líderes mundiales del pro bono. PILnet se fundó en el año 1997, tras la caída del Muro de Berlín, momento en el que los países de Europa Central y Oriental se encontraban reinventándose a sí mismos. En ese momento, el Derecho era considerado por muchos como un mecanismo de control estatal y no como un instrumento para el bien común. PILnet se creó para promover el empleo del Derecho como instrumento al servicio de los intereses de la sociedad en su conjunto, y no de los intereses de las élites en el poder. 1

A lo largo de este manual, se emplearán indistintamente los términos «abogados», «despachos» y «bufetes». Cuando se utilice el término «abogado», no significa necesariamente que dicho centro de coordinación deba prescindir de los correspondientes coordinadores, de los comités o de los socios responsables del trabajo pro bono que existen dentro de la estructura de los bufetes.

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En el año 2002, PILnet estableció una oficina en Budapest (Hungría), desde la cual coordina el trabajo que desarrolla en Europa Central y Oriental. Posteriormente, PILnet abrió delegaciones en Rusia (2004) y en China (2008) para atender sobre el terreno las necesidades de sus colegas internacionales, así como para poder aplicar su particular enfoque basado en activar, potenciar y poner en contacto a aquellos que necesitan herramientas jurídicas para trabajar en favor del interés general. En el año 2007, PILnet se convirtió en una organización independiente sin ánimo de lucro (pasando a llamarse the Public Interest Law Institute) y estableció una oficina en Nueva York. PILnet adoptó su nombre al actual en el año 2011 para reflejar mejor su estrategia basada en aglutinar redes de personas en todo el mundo comprometidas con la justicia y la protección de los derechos individuales. PILnet desarrolla una actividad que consiste en prestar servicios jurídicos pro bono (o de forma voluntaria) en todo el mundo, con el objetivo de inculcar en los abogados un mayor interés por el bien común y fortalecer así la capacidad de la sociedad civil para influir en la difusión de aquellas políticas y legislaciones que favorecen la ayuda a las personas necesitadas. Aunque, en los últimos años, tanto los bufetes como los propios abogados se muestran cada vez más dispuestos a emprender actividades pro bono, con frecuencia carecen de una conexión directa con la comunidad. Los centros de coordinación de asistencia jurídica pro bono de PILnet en Hungría, Rusia, China y su Centro Pro Bono Mundial sirven para poner en contacto a los abogados decididos a proporcionar servicios jurídicos gratuitos con aquellos que los necesitan. PILnet también ayuda a replicar su modelo prestando asistencia técnica, compartiendo sus conocimientos y coordinando el trabajo de otros muchos centros asociados que trabajan en Europa y en otros lugares como, por ejemplo, los incipientes centros de coordinación de la India, Nigeria y Hong Kong. También organiza el Foro Anual Europeo Pro Bono, cuya intención es la de servir de foro de dinamización y plataforma internacional de intercambio de información, conocimientos y creación de redes relacionadas con las actividades pro bono en todo el mundo. Este manual se centra en la experiencia en la puesta en marcha y la gestión de centros de coordinación de asistencia jurídica pro bono de A4ID, PILnet y de otras entidades. La intención de este documento no es la de mostrar una única forma de iniciar y de gestionar un centro de coordinación pro bono. No existe una única forma correcta. Es necesario llevar a cabo una reflexión cuidadosa y tener muy en cuenta la cultura y el contexto de cada país para que el nuevo centro de coordinación sea capaz de satisfacer adecuadamente y de forma eficaz las necesidades locales. Esperamos que este manual sirva como un punto de partida en ese proceso, y 14


que la experiencia conjunta de PILnet y A4ID pueda ayudar y animar a todos los que trabajan para favorecer el acceso a los servicios jurídicos de quienes los necesitan y no pueden pagarlos.

Esta guía ofrece herramientas prácticas, consejos y experiencias personales acerca de cómo iniciar y mantener un centro de coordinación pro bono. Los primeros capítulos desarrollan el concepto de centro de coordinación y en ellos se describen los procedimientos para poner en marcha y administrar con éxito uno de estos centros, abordando cuestiones tales como a quién hay que ayudar, cómo involucrar a la comunidad jurídica, cómo asignar los asuntos y cómo gestionar las comunicaciones de seguimiento. Los últimos capítulos se centran en la comunicación. En concreto, se describe en ellos cómo crear un ambiente propicio para el trabajo pro bono y cómo desarrollar una estrategia de difusión de las actividades del centro de coordinación. Por último, se incluyen unos breves capítulos sobre la viabilidad financiera y algunos contactos útiles. A lo largo de toda la guía aportamos ejemplos y nos referimos a documentos que pensamos que ilustran y complementan adecuadamente los temas tratados en ella. Estos documentos se incluyen en el anexo a modo de información complementaria. Estas herramientas ofrecen ejemplos sobre las diferentes formas de trabajo de los centros de coordinación, por lo que le invitamos a que las utilice de una manera práctica. No existe una única forma de gestionar un centro de coordinación pro bono; la cultura y el contexto local son los que determinan cómo debe trabajar cada centro. Esperamos que la experiencia de otros centros sirva como un ejemplo positivo y ayude a orientar la creación de otros centros de coordinación.

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IV. Principios básicos 1. Tener una idea muy clara sobre los objetivos y los principios del centro, definirlos y comunicarlos con claridad a los clientes, a los abogados y a los donantes. 2. Definir claramente el tipo y el ámbito de los asuntos legales en los que el centro prestará su asistencia. 3. Elaborar una oferta de servicios jurídicos pro bono. Concienciar y buscar el apoyo del colegio de abogados local y de los demás componentes de la profesión jurídica, desde los estudiantes de Derecho hasta los abogados jubilados. 4. Identificar la demanda de servicios jurídicos pro bono. Trabajar con las organizaciones no gubernamentales para entender sus necesidades y las de sus fundadores, y hacerles saber con qué servicios jurídicos pro bono pueden contar para ayudarles a alcanzar sus objetivos. 5. Al poner en contacto a los abogados con los asuntos pro bono, asegurarse de que todas las partes están de acuerdo en los términos y las condiciones de la asistencia jurídica gratuita. Mantener el contacto con el cliente (ONG, particulares, etc) y el bufete o el abogado, para asegurarse de que el caso ha concluido y que ambas partes están satisfechas. 6. Difundir los casos de éxitos mediante el uso de nuevas herramientas y medios de comunicación. Mantener una página web actualizada y enviar boletines y comunicaciones a través de redes sociales, lo que fomentará el desarrollo del propio centro y de los servicios pro bono en general. 7. Apreciar y reconocer el trabajo de la comunidad pro bono. Organizar ceremonias de entrega de premios, cenas u otros actos similares es una buena forma de mostrar gratitud a los abogados que han dedicado su tiempo y esfuerzo a la causa del pro bono, y les animará a seguir colaborando. 8.

Buscar el apoyo y la colaboración de otros centros. Existe una red internacional de centros 16


de coordinación pro bono que va en aumento. Muchos de ellos aparecen incluidos en este manual.

V. El significado de los términos más frecuentes relacionados con los centros de coordinación Pro Bono A. ¿Qué es el Pro Bono? El término «pro bono» deriva de la expresión latina pro bono publico, que significa «en favor del bien público». Este término se utiliza dentro de la profesión jurídica para referirse a la prestación, por parte de los abogados, de servicios jurídicos gratuitos en favor de aquellas personas que los necesitan y que, de otra forma, no tendrían acceso a ellos. Mientras que el tipo de trabajo que se considera «pro bono» puede variar en función de las tradiciones jurídicas locales, de la cultura o del contexto social, se puede decir que el pro bono debe reunir alguna de las siguientes características: • asistencia jurídica prestada por abogados; • en favor del bien común y no con fines comerciales; • realizada de forma voluntaria y no remunerada por parte de los abogados; • gratuita para el cliente; y • prestada con el mismo grado de profesionalidad que la asesoría jurídica remunerada. Se puede establecer una distinción entre la asistencia jurídica pro bono y otros servicios jurídicos gratuitos prestados a las personas necesitadas. Por ejemplo, algunas personas tienen derecho a recibir asistencia letrada gratuita sufragada por el Estado a través de programas públicos de asistencia jurídica. Este tipo de trabajo no se considera «pro bono», ya que, al abogado que presta el servicio le paga el gobierno o la administración pública competente. Otro caso sería el de las personas necesitadas que reciben servicios jurídicos gratuitos prestados por los abogados que trabajan en un centro de ayuda legal o en algún otro tipo de organización sin ánimo de lucro. Una 17


vez más, este tipo de trabajo no se considera «pro bono» porque el abogado que presta el servicio recibe una remuneración de la organización sin ánimo de lucro. Por último, algunos abogados ofrecen una primera consulta gratuita a posibles clientes. Esto tampoco se considera «pro bono» porque el abogado está actuando guiado por un interés comercial dirigido a captar nuevos clientes de pago en el futuro.

En Alemania, La Mesa Redonda del Pro Bono de Frankfurt lo definió como: La prestación de asesoramiento jurídico gratuito por una buena causa. Entre las actividades pro bono se incluyen las de asesorar y representar a organizaciones benéficas y organizaciones sin ánimo de lucro, ONG, fundaciones y personas de escasos recursos, así como el compromiso de promover el derecho a un juicio justo y los derechos humanos. La intención del pro bono es que los despachos de abogados pongan sus conocimientos y sus recursos a disposición de una buena causa y, de esta forma, que desarrollen un mayor compromiso con la sociedad a través de sus actividades profesionales. El asesoramiento jurídico pro bono está sujeto a las mismas normas profesionales que el asesoramiento jurídico remunerado.

En los Estados Unidos, la American Bar Association (Colegio de Abogados estadounidense, ABA por sus siglas en inglés) ha elaborado un modelo de código de conducta que los colegios de abogados de los Estados pueden adoptar. La regla número 6.1 de dicho código define el pro bono de la siguiente manera: Todo abogado tiene la responsabilidad profesional de ofrecer servicios jurídicos a aquellos que no pueden pagarlos. Los abogados deberían aspirar a prestar, por lo menos, cincuenta (50) horas de servicios pro bono al año. Para cumplir con esta responsabilidad, el abogado debe: a) proporcionar la mayor parte de estas 50 horas de servicios jurídicos sin cargo o sin la expectativa de recibir honorarios a: 1) personas de escasos recursos; o a 2) organizaciones benéficas, religiosas, organizaciones sociales, comunitarias, gubernamentales y organizaciones educativas en asuntos orientados principalmente a atender las necesidades de personas con escasos recursos; y b) proporcionar servicios adicionales a través de: 1) la prestación de servicios jurídicos sin cargo, o con una tarifa muy reducida, a personas, grupos u organizaciones cuyo objetivo sea la promoción o la protección de los derechos civiles y las libertades públicas, o en favor de organizaciones benéficas, religiosas, sociales, comunitarias, gubernamentales y educativas, en materias que favorezcan el desarrollo de sus fines, y en los casos que los honorarios habituales serían inasequibles para la organización o pudieran considerarse inapropiados; 2) la prestación de servicios jurídicos a personas de recursos limitados a un precio muy reducido; o 3) la participación en actividades que sirvan para mejorar el Derecho, el sistema jurídico o el ejercicio de

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la profesión. Además, los abogados deberían contribuir voluntariamente prestando apoyo económico a las organizaciones que ofrecen servicios jurídicos a personas de escasos recursos. En los Estados Unidos, el Pro Bono Institute define el pro bono como las actividades que los despachos realizan normalmente sin la expectativa de obtener una remuneración y fuera de la práctica comercial habitual, consistentes en: a) la prestación de servicios jurídicos a personas de escasos recursos o a organizaciones benéficas, religiosas, sociales, comunitarias, gubernamentales y educativas en materias pensadas principalmente para atender las necesidades de las personas de recursos limitados; b) la prestación de asistencia jurídica en favor de personas, grupos u organizaciones cuyo objetivo es la promoción o la protección de los derechos civiles o las libertades públicas; y c) la prestación de asistencia jurídica en favor de organizaciones benéficas, religiosas, sociales, comunitarias, gubernamentales o educativas en el ámbito del desarrollo de sus fines, y en los casos en los que los honorarios habituales serían inasequibles para la organización o pudieran considerarse inapropiados.

b. ¿Qué es un Centro de Coordinación? Los centros de coordinación2 (en inglés, clearinghouse) facilitan la prestación del asesoramiento jurídico pro bono de una forma eficiente. Actúan como un intermediario entre las personas o las organizaciones que necesitan asistencia jurídica y los abogados preparados y dispuestos a prestarla. Al actuar coordinando las competencias y los conocimientos del mundo jurídico, los centros de coordinación pro bono ofrecen a las organizaciones no gubernamentales (ONG), a los gobiernos y/o a los individuos un mecanismo a través del cual pueden encontrar asistencia jurídica. Facilitan un servicio al que, de otra forma, no tendrían acceso.

C. Otros términos En este manual se incluyen las definiciones de los siguientes términos. Aunque los conceptos pueden variar, el manual empleará las siguientes definiciones para referirse a cada uno de los términos que aparecen en esta publicación. Colegio de abogados: organismo profesional que representa, y en algunos casos regula, toda o parte de la profesión jurídica en una determinada demarcación. 2

A veces, los centros de coordinación operan bajo otra denominación, como «Centro Pro Bono» o «Alianza Pro Bono».

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Intermediario: individuo u organización que actúa como intermediario entre dos personas o entidades, en este contexto, el cliente y el abogado. En ocasiones se describe a los centros de coordinación como intermediarios. Cliente: la persona o la organización que recibe el asesoramiento jurídico pro bono. Carta de compromiso: una carta presentada por el abogado al cliente que establece los términos de su relación y lo que cada uno puede esperar de la misma. También se la denomina carta de mandato o contrato con el cliente. Indigente: término que proviene del latín indigere (falto de), y que se utiliza como adjetivo para describir a una persona que vive en la pobreza o en la necesidad. También se puede emplear como sustantivo en plural (los indigentes) para describir a dichas personas. Abogado: persona con una cualificación jurídica que presta asesoramiento jurídico, también conocido como letrado o asesor legal, según el país y el contexto3. Consultorio jurídico (en inglés, Legal advice clinic): centro donde se ofrece regularmente información y asesoramiento gratuitos sobre diversas áreas del Derecho. Existen muchos modelos diferentes de consultorios. Algunos ofrecen solo asesoramiento inmediato, mientras que otros realizan un seguimiento posterior de dicho asesoramiento. Todos ellos deben estar supervisados por abogados que trabajen en plantilla o de forma voluntaria. Turno de oficio: la prestación de asistencia jurídica gratuita o subvencionada, o la representación letrada de aquellas personas que no pueden pagarla y que, en general, es sufragada por el gobierno. Es algo diferente a los servicios pro bono, los cuales, generalmente, se prestan por los abogados sin recibir pago alguno por su trabajo. El pro bono no es un sustituto del turno de oficio. Se trata de un complemento necesario, ya que, por muy sólido que sea el sistema estatal de asistencia legal, en todas las sociedades existen necesidades jurídicas no satisfechas. Por lo general, los gobiernos tienen la obligación de financiar y proporcionar asistencia letrada gratuita, y la disponibilidad de los servicios pro bono no debe ser una excusa para reducir o eliminar el sistema de turno de oficio. Los gobiernos deberían trabajar en estrecha colaboración con los centros de coordinación para garantizar que se cubren las necesidades de asistencia jurídica insatisfechas. Asunto o caso: una cuestión jurídica, que puede ser un caso, una investigación, o un problema 3

Los estudiantes de Derecho, asistentes legales, pasantes o abogados en prácticas también pueden colaborar en la prestación de servicios jurídicos gratuitos en algunas demarcaciones bajo la supervisión de un abogado cualificado.

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legal asignado a un abogado o a un despacho. Organización no gubernamental (ONG): organización sin ánimo de lucro que promueve la justicia u otras iniciativas sociales y que es totalmente independiente del gobierno (aunque pueda recibir fondos públicos). También conocidas como organizaciones independientes, entidades benéficas, organizaciones de base, asociaciones, organizaciones voluntarias privadas, organizaciones de autoayuda, organizaciones civiles, grupos comunitarios, entidades del Tercer Sector y agentes no estatales. Consultorio jurídico de la universidad: consultorio a través del cual los estudiantes de Derecho prestan asistencia jurídica gratuita y otros servicios jurídicos bajo la supervisión de profesionales del Derecho cualificados. El trabajo de los alumnos puede formar parte de su currículo formativo o puede realizarse de forma extra-curricular.

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VI. Actividades Coordinación

del

Centro

de

A. Introducción Los centros de coordinación de asistencia jurídica pro bono deben pronunciarse claramente sobre a quiénes prestan su ayuda y sobre cómo lo hacen, con el fin de tratar de una manera coherente a todas las personas que buscan asistencia. De esta forma, permiten que otras entidades puedan saber si deben o no remitir al centro a ciertas personas. De igual manera, es importante explicar claramente a los clientes, a los abogados y a los donantes por qué existe el centro. Si la gente no está familiarizada con el trabajo pro bono puede malinterpretar la finalidad del centro. En los últimos capítulos de este manual se incluyen algunas sugerencias sobre la forma de comunicar el objetivo del trabajo pro bono y la importancia de los centros de coordinación. Muchos centros se han dado cuenta de que las ONG son poco conscientes de sus necesidades jurídicas y carecen de conocimientos legales. No están muy predispuestas a tratar con abogados pues desconocen la finalidad del trabajo pro bono. Y no son solamente las ONG quienes no tienen muy claro en qué consiste el pro bono. A veces, los abogados confunden los servicios prestados a un precio reducido, la «primera consulta gratuita», o aquellos en los que el pago de los honorarios se difiere hasta el final del procedimiento judicial, con el trabajo «pro bono».

B. Objetivos y principios de un Centro de Coordinación Pro Bono Los centros de coordinación de asistencia jurídica pro bono existen para influir positivamente en 22


la sociedad y que se produzcan algunos cambios, especialmente en favor de los más necesitados. A continuación presentamos algunos de los objetivos y los principios de los centros de coordinación: • Mejorar el acceso a la justicia. • Proporcionar asesoramiento jurídico a todas las personas, independientemente de su raza, credo o estrato social. • Proporcionar asesoramiento jurídico, con independencia de ideas políticas o religiosas. • Promover el imperio de la ley. • Actuar con independencia respecto a los gobiernos, donantes, bufetes de abogados, organizaciones no gubernamentales y otros grupos. • Favorecer el desarrollo nacional e internacional. • Promover objetivos específicos, tales como los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas. • Fomentar el conocimiento del trabajo pro bono. • Educar a la gente en el Derecho y el desarrollo; y • Promover el empleo del Derecho como un instrumento para alcanzar la justicia social. En la mayoría de los países, los abogados son los únicos que están habilitados para la práctica de la abogacía y para representar a sus clientes ante los tribunales. Como resultado de ello, tienen una obligación ética y profesional de prestar servicios jurídicos a aquellos que, de otro modo, no podrían costearse el acceso a los mismos. Los centros de coordinación constituyen el cauce para que los abogados puedan cumplir con esta obligación de una forma fácil y eficiente.

i. La importancia de tener acceso a un asesoramiento jurídico local El desarrollo local del pro bono contando, por ejemplo, con la colaboración del colegio de abogados de la demarcación, resulta importante por numerosas razones. En primer lugar, porque, con el apoyo de la comunidad jurídica local, el centro de coordinación podrá satisfacer mejor y de una forma más accesible las necesidades jurídicas de los clientes. En segundo lugar, porque la comunidad local involucrada en el pro bono es un recurso muy importante para la sostenibilidad financiera del centro. Por último, porque al promover el desarrollo local del pro bono, el centro de coordinación puede mejorar la eficacia del trabajo que realizan las ONG en su labor en favor del bien común y puede facilitar la creación de una infraestructura permanente para el trabajo pro bono, promoviendo, además, la legitimidad de dicho trabajo y ampliando la red de abogados y despachos que estarán dispuestos a colaborar en el futuro.

ii. Las actividades pro bono globales Habrá ocasiones en las que el centro de coordinación pro bono local no podrá resolver por sí 23


mismo todas las consultas legales que le planteen las personas o las organizaciones. Por ejemplo, es posible que una determinada organización necesite asesoramiento sobre la legislación de un país distinto al suyo, sobre materias de Derecho internacional o sobre Derecho comparado. En esos casos, puede resultar útil para el cliente dirigirse a un centro de coordinación global, como A4ID o como los Centros Pro Bono Globales de PILnet. Este tipo de centros reciben peticiones de ayuda de todo el mundo y localizan los abogados necesarios allá donde se los necesite.

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VII. Los procedimientos para el establecimiento y el funcionamiento de un Centro de Coordinación Pro Bono A. Relaciones con los clientes y con los abogados ¡La clave para gestionar con éxito un centro de coordinación es asegurarse de que los abogados y los clientes lo conozcan! Esto puede parecer obvio, pero no es algo que suceda automáticamente. La forma de seleccionar a los abogados y a los clientes marca una gran diferencia en la naturaleza del centro.

i. A quiénes ayuda el centro Algunos centros de coordinación prestan su ayuda a organizaciones benéficas y a ONG. Otros también ayudan a personas individuales, bien directamente, o bien a través de su cliente: la ONG. Es importante dejar muy claro quién puede recibir la ayuda del centro para encontrar un abogado, y establecer unas pautas muy claras que determinen qué personas u organizaciones entran dentro del ámbito de trabajo del centro. Algunas de las opciones que se manejan a la hora de definir quiénes pueden ser clientes del centro son las siguientes: • las personas con dificultades económicas, teniendo en cuenta un determinado nivel de ingresos y/o bienes, o mediante una «prueba de medios económicos» (es decir, calculando los medios de subsistencia de dicha persona); • las personas que sufren un determinado problema como, por ejemplo, las mujeres que son víctimas de violencia doméstica; 25


• las organizaciones que trabajan para lograr determinados objetivos o se centran en una determinada zona geográfica; y/o • cualquier entidad sin ánimo de lucro que reúna ciertas condiciones económicas u otros indicadores de necesidad.

A4ID selecciona a sus clientes entre las organizaciones que, de alguna forma, tratan de erradicar la pobreza y persiguen los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.

Un mecanismo comúnmente utilizado por los centros de coordinación para seleccionar a sus clientes ONG es el de las «tres emes»: Misión, Materia y Medios. • Misión: ¿tiene la ONG una misión orientada al bien común? • Materia: si no se trata de una ONG orientada a promover el bien común o los derechos humanos, ¿resulta apta porque la materia en particular para la que necesita ayuda es en beneficio del bien común? • Medios: a pesar de no tener ni una misión ni una materia orientada al bien común ¿resulta apta la ONG por no disponer, ni ella ni sus miembros, de los medios necesarios para costearse un abogado?

ii. Selección e investigación de clientes La selección e investigación es un procedimiento para seleccionar los clientes y los casos en base a un conjunto de criterios y a una evaluación global del cliente. También hay que tener en cuenta el grado de amplitud con el que el centro evaluará a sus clientes, que pueden ser organizaciones, personas individuales o ambos. Esto debe quedar muy claro para los abogados, ya que ellos pueden estar basándose en el criterio del centro para dirigirle sólo a un cierto tipo de clientes. Los centros de coordinación deben ser lo más transparentes posible en los procesos de selección e investigación, así como en cuanto a los criterios que emplean. La selección y la investigación son cuestiones muy importantes para la legitimidad del centro. Los abogados y los bufetes que acceden a trabajar en los asuntos pro bono confían totalmente en la labor de selección del centro. Los centros de coordinación, especialmente los nuevos, no pueden arriesgarse a empañar su reputación por no haber seleccionado correctamente a un cliente potencial mediante un procedimiento de investigación publicado. Por ejemplo, cuando los centros de coordinación colaboran con organizaciones, deben decidir qué tipo de comprobaciones realizarán sobre las mismas:

• su situación financiera, 26


• sus normas de gestión, transparencia y de rendición de cuentas, • quiénes son sus administradores o fideicomisarios, sus directivos y/o su plantilla (para asegurarse, por ejemplo, de que no tienen ninguna relación con actividades terroristas o ilícitas), y/o

• sus objetivos y principios. Para que una organización pueda considerarse apta para obtener los servicios pro bono a través de un centro, es posible que deba cumplir ciertos criterios de transparencia. A menudo, los centros de coordinación exigen a las ONG que rellenen algún tipo de formulario inicial en el cual se solicita información básica sobre la organización, o realizan algún otro tipo de investigación básica sobre la misma.

La Alianza Pro Bono (PBA, por sus siglas en inglés), antes llamada Asociación de Abogados para el Interés Público (PILA, por sus siglas en inglés), situada en la República Checa, utiliza varios sistemas. Emplea un formulario inicial que la ONG debe rellenar manifestando su interés en los servicios pro bono y solicitando determinados servicios para los que puedan necesitar ayuda. Además, la PBA dispone de un segundo formulario que las ONG deben rellenar cuando tienen un asunto concreto sobre el que desean hacer una petición. En el Anexo 1 se recoge el formulario de interés en los servicios Pro Bono para la ONG; el Anexo 2 incluye el Formulario de Solicitud de Servicios Pro Bono a rellenar por la ONG. El Centro de Coordinación Mundial de PILnet examina atentamente a cada una de las ONG que quiere recibir servicios pro bono a través de sus centros. Examinan a sus potenciales clientes en aspectos como su infraestructura, buenas prácticas en sus actividades, comunicación abierta y profesionalidad. Por lo general, cuando PILnet considera la aceptación de un nuevo cliente, realiza una investigación básica sobre los antecedentes de la ONG visitando su página web, analizando quiénes son sus donantes, examinando sus cuentas anuales, los proyectos en los que trabaja y sus socios. La investigación se lleva a cabo para cada cliente. El Instituto Pro Bono, primer centro de coordinación establecido en Brasil, examina a las ONG que pueden ser clientes potenciales para asegurarse de que son entidades «legítimas, comprometidas y de recursos escasos».

En algunas ocasiones, los centros de coordinación gestionan asuntos jurídicos para particulares. Cuando se trabaja con particulares, también es importante tomar las debidas precauciones para garantizar que dichas personas son susceptibles de recibir los servicios pro bono. Aparte de su 27


nivel de ingresos, los centros de coordinación pueden tener en cuenta otros criterios como, por ejemplo, si dicha persona ha recibido ya asesoramiento jurídico sobre el asunto en cuestión. El Anexo 3 contiene el Formulario de Admisión para asuntos jurídicos de las ONG. Los centros de coordinación también pueden plantearse: • Establecer un proceso para garantizar que las personas con derecho a recibir asistencia jurídica mediante el turno de oficio son dirigidas a dichos servicios. Deben dirigirse a los centros de coordinación aquellas personas que no reúnan las condiciones para acudir al turno de oficio y tampoco dispongan de los medios económicos para costearse la asistencia jurídica. • Si es necesario realizar otras pruebas sobre medios económicos para garantizar que su ayuda se destina únicamente a las personas con menos capacidad para pagar los servicios jurídicos. El hecho de examinar los medios económicos del interesado sirve para garantizar que los abogados pro bono dirigen sus esfuerzos hacia los más necesitados y, al mismo, para asegurar a los miembros de la profesión jurídica que los centros de coordinación no les «roban» clientes, pues, de otro modo, estas personas no podrían acceder a sus servicios. Es necesario encontrar un equilibrio entre la conveniencia de realizar estas pruebas de medios económicos y los recursos que el centro de coordinación puede necesitar para llevarlas a cabo. • Establecer una red de contactos y referencias: si un centro de coordinación no puede resolver las necesidades jurídicas de un determinado cliente potencial, puede remitirle a una organización que sí sea capaz de hacerlo. • Proporcionar la formación y la supervisión adecuadas a las personas que se van a encargar del proceso de admisión de clientes. Cuando los centros de coordinación emplean a voluntarios o a estudiantes en el proceso de admisión de clientes, deben asegurarse de que están adecuadamente formados y que un abogado cualificado supervisa su trabajo.

La PBA (en la República Checa) exige que los particulares rellenen una declaración de medios económicos y situación financiera para poder acceder a los servicios jurídicos pro bono. Una vez que su solicitud ha sido aprobada, la PBA exige que rellenen un formulario en el que se recoge la petición concreta presentada a los servicios pro bono, similar al que deben rellenar las ONG para especificar sus propias necesidades. La PBA también ha establecido una colaboración con la Asociación de Oficinas de Asesoramiento Ciudadano de la República Checa. Las Oficinas de Asesoramiento Ciudadano suelen recibir de la PBA la asistencia pro bono para los particulares a los que atienden. Así, la PBA ha creado un formulario de admisión específico para las Oficinas de Asesoramiento Ciudadano, dado que éstas no pueden utilizar el formulario estándar de la PBA. La PBA es consciente de que las Oficinas de Asesoramiento Ciudadano son una importante fuente de clientes, por lo que ha sido flexible y se ha adaptado a las necesidades de esta Asociación.

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Algunos centros de coordinación ofrecen sus servicios tanto a las personas individuales como a las ONG.

El centro de coordinación Queensland Public Interest Law Clearinghouse Incorporated (QPILCH), situado en Australia, utiliza el mismo formulario de solicitud tanto para los particulares como para las ONG. A los particulares les solicita cierta información, como sus ingresos, los ingresos brutos anuales de la unidad familiar y sus ingresos netos individuales después de impuestos. A las ONG se les pregunta si han solicitado anteriormente asistencia jurídica para este mismo asunto, quiénes fueron sus asesores jurídicos y quiénes son en la actualidad, entre otras cosas. En la primera página de su formulario de solicitud, disponible a través de su página web www.qpilch.org.au, el QPILCH ofrece, además, un cronograma que muestra los pasos que seguirá el proceso de solicitud, para que los solicitantes sepan lo que sucederá en cada momento. El proceso es el siguiente: Paso 1: Rellene el formulario de solicitud. Le rogamos que rellene TODAS las secciones que sean pertinentes. Paso 2: Devuélvanos el formulario, junto con fotocopias (no originales) de toda la información que pueda ser relevante y los documentos que justifican dicha información. En concreto, le rogamos que nos envíe copias de los documentos emitidos por cualquier juzgado o tribunal. Paso 3: QPILCH acusará recibo de su solicitud por carta o por correo electrónico. Paso 4: QPILCH evaluará su solicitud en base a nuestros criterios de elegibilidad. Paso 5: Si tiene derecho a recibir asistencia y el asunto resulta asignado con éxito a un abogado pro bono, QPILCH le proporcionará los datos de contacto del abogado para que se comunique con él y pueda comenzar así a gestionar el asunto. Paso 6: Si el asunto no cumple los criterios de QPILCH o no puede ser asignado, le escribiremos informándole de las razones por las cuales no podemos ayudarle.

QPILCH hace todo lo que está en su mano para evaluar las solicitudes de asistencia lo más rápidamente posible, pero debido a lo limitado de nuestros recursos y al elevado volumen de solicitudes, puede que pasen más de dos semanas hasta que nos pongamos de nuevo en contacto con usted.

iii. ¿Qué tipo de asuntos están incluidos en la asistencia jurídica por bono? Algunos centros de coordinación sólo buscan abogados voluntarios para aquellos asuntos que 29


cumplen ciertos criterios. Algunos de estos criterios pueden ser los siguientes:

• asuntos de Derecho de familia y protección de la infancia, • asuntos de interés público, • asuntos que afectan a un gran número de personas o a un grupo social marginado, • asuntos que pueden llevarse a cabo en menos de tres días de trabajo, • asuntos que no son susceptibles de recibir asistencia a través del turno de oficio, • asesoramiento que no incluye la representación ante los tribunales, y • sólo asuntos con posibilidades de éxito (la «prueba del fondo del asunto»). Además, algunos centros de coordinación no se limitan únicamente a proporcionar el acceso a los abogados dispuestos a encargarse del caso, sino que también organizan talleres o seminarios de formación jurídica para las ONG impartida por abogados. La PBA sólo admite clientes que no pueden acceder a los servicios jurídicos debido a sus bajos ingresos y a su situación económica. El cliente debe acreditar su situación mediante una declaración. Si se incluye información falsa, ello podría dar lugar al pago de los servicios jurídicos.

iv. ¿Cómo se contacta con los clientes potenciales? La mayoría de la gente no sabrá que puede acudir directamente a un centro de coordinación cuando necesite ayuda para encontrar un abogado. De hecho, es posible que ni siquiera sepan que necesitan un abogado, ni que existen abogados dispuestos a trabajar de forma gratuita. Por lo tanto, es importante establecer un contacto muy sólido con las personas a las que los clientes potenciales acuden cuando tienen una necesidad, por ejemplo, los trabajadores sociales, las administraciones públicas (incluidos los juzgados y tribunales), las asociaciones profesionales (como, por ejemplo, el colegio de abogados local o la asociación correspondiente), las organizaciones que agrupan a las ONG y los centros de recursos para las ONG, en el caso de los particulares, y redes específicas sectoriales, en el caso de las organizaciones. La comunidad de las ONG suele estar formada por un reducido círculo de personas que se conocen entre sí y confían las unas en las otras. Si el centro de coordinación es capaz de encontrar los primeros apoyos dentro de esta comunidad, ganará legitimidad. Los primeros colaboradores servirán como «agentes» del centro, pudiendo difundir información sobre éste dentro de la comunidad de las ONG. El centro de coordinación puede identificar aquellas ONG que, en su opinión, están realizando un buen trabajo en sus respectivos ámbitos de actuación. Una vez haya localizado a estas 30


organizaciones, puede concertar una reunión individual con cada una de ellas para abordar sus necesidades legales. Las mejores prácticas en la forma de realizar el primer contacto con las ONG: La finalidad del primer correo electrónico o de la primera carta que el centro envíe es la de establecer contacto con una organización sin ánimo de lucro y ofrecerle los servicios pro bono. En esta comunicación puede incluir los siguientes cinco elementos: • presentación de la persona que escribe la carta; • presentación de la organización (el centro de coordinación); • presentación del programa pro bono del centro: se pueden incluir casos de éxito, número de asuntos tratados y ejemplos de las cuestiones más habituales en las que se ayuda a las ONG; • reconocimiento de la labor que realiza la ONG y de la importancia de sus actividades; y • permiso para realizar una llamada de toma de contacto y hablar sobre posibles fórmulas de colaboración. Si la ONG no responde al correo electrónico en los siguientes cinco días hábiles, puede volver a enviarlo o llamar directamente a la organización. En el Centro de Coordinación Mundial de PILnet consideran de gran utilidad iniciar cualquier comunicación por correo electrónico incluyendo el nombre de la persona que recomendó o refirió la ONG a PILnet, si es el caso. Esto ayuda a ganar confianza y captar la atención del interlocutor.

Pronunciar conferencias, asistir a las reuniones de las ONG para difundir información y distribuir boletines de noticias, son algunos de los medios que puede emplear para dar a conocer su centro. El centro de coordinación puede localizar también a aquellas ONG que podrían beneficiarse del pro bono estableciendo contactos con las personas que lideran el sector de las organizaciones no gubernamentales. Se haga como se haga, la tarea de entablar contacto con aquellos que más necesitan la asistencia jurídica es algo muy importante que servirá, además, para demostrar a la comunidad su compromiso y legitimidad. Cuando comenzó a funcionar el Instituto de la Paz en Eslovenia, éste celebró reuniones de grupo con las ONG para presentar el centro, explicar sus fines e invitarles a reflexionar sobre aquellas cuestiones legales en las que podrían necesitar asesoramiento jurídico. En estas reuniones, el centro presentó diversos ejemplos de asuntos en los que se asesoraba a las ONG de otros países y explicó cómo es posible beneficiarse del asesoramiento jurídico gratuito en diferentes contextos como, por ejemplo, la formación, la defensa jurídica, etc. Las reuniones se organizaron como mesas redondas, permitiendo la participación activa de los asistentes.

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Posteriormente, el centro también celebró reuniones individuales con las ONG que manifestaron su interés en obtener asistencia jurídica en materias concretas. Estas reuniones dieron lugar a que surgieran asuntos que fueron asignados con éxito entre despachos y abogados. El Centro de Coordinación de PILnet en Moscú también puso en práctica un enfoque estratégico para obtener difusión inicial entre las ONG:

• En primer lugar, hizo una presentación ante el Comité empresarial y de ONG de la Cámara de Comercio ruso-americana (encargado de las cuestiones relacionadas con la responsabilidad social corporativa). • Después de la presentación, tuvo lugar una conversación con el director general de United Way en Rusia, organización que financia programas benéficos en dicho país. En esa conversación se puso de relieve la posibilidad de ofrecer servicios pro bono para los beneficiarios de sus programas.

• A continuación, organizó un taller formativo sobre «cómo ser un cliente pro bono» dirigido a las ONG. Todos estos esfuerzos fomentaron el conocimiento del centro y dieron lugar a la primera solicitud de asistencia pro bono.

La forma de ponerse en contacto con los potenciales clientes dependerá también de a quién se dirija. Por ejemplo, si pretende ayudar a colectivos con necesidades económicas en los que existe un elevado grado de analfabetismo, no podrá emplear el correo electrónico. Si el centro se encuentra lejos de las personas a las que está ayudando, tendrá que considerar la mejor manera de utilizar medios como el teléfono e Internet. Debería decidir si los clientes tienen que solicitar su ayuda por escrito o no, y qué tipo de servicios pueden prestarse por teléfono o por correo electrónico. Debería considerar también la posibilidad de confeccionar un folleto muy simple o un pequeño dossier informativo de una página en el que se describa cómo puede colaborar el centro con las ONG y qué organizaciones son susceptibles de recibir asistencia pro bono. Puede consultar el Anexo 4, en el que se incluye la hoja informativa del Centro de Coordinación Pro Bono Mundial.

v. ¿Cómo involucrar a los abogados? Para que el centro de coordinación logre alcanzar sus objetivos debe contar con la comunidad jurídica, la cual juega un papel crítico en este sentido. En primer lugar, porque los abogados son los que realmente proporcionan el servicio pro bono aceptando voluntariamente prestar servicios profesionales de forma gratuita a las ONG y a los particulares. En segundo lugar, porque suponen un apoyo esencial en materia económica, educativa y promocional para la comunidad pro bono. El centro de coordinación puede emplear la siguiente estrategia a la hora de contactar con los bufetes de abogados: 32


• Identificar a los abogados y a los bufetes de su ciudad con mayores probabilidades de colaborar en asuntos pro bono, tales como:

◦ Los despachos internacionales. ◦ Los abogados de empresa que trabajan en multinacionales. ◦ Los grandes bufetes nacionales. • Averiguar, en cada uno de los despachos, quién es la persona más adecuada para contactar con ella. Entre ellas pueden estar: ◦ El coordinador de pro bono. ◦ El director de responsabilidad social corporativa. - Si no existe una persona encargada de desempeñar estas funciones, analice los diferentes programas, actos, acciones formativas o las áreas de práctica del despacho. Identifique a aquellos abogados que se hayan involucrado en cualquier asunto de interés social o similar. • Póngase en contacto con la persona más adecuada para celebrar una reunión. • Reúnase con los responsables de los bufetes con el fin de: ◦ Presentarles el centro de coordinación y darles a conocer su misión. ◦ Presentarles los beneficios que tendría para su despacho colaborar en el trabajo pro bono: - Es una forma de ayudar a la sociedad en su conjunto asistiendo a aquellos que no pueden costearse los servicios de un abogado. - Es una tarea muy gratificante para quienes se involucran en ella. - Contribuye positivamente a mejorar la imagen y la reputación del abogado o del despacho. - Es una oportunidad para desarrollar habilidades, adquirir experiencia y mejorar la capacitación de los abogados del despacho. - Puede favorecer la contratación de nuevos talentos para el despacho. - Ayuda a presentar ante la justicia ciertos casos que, de otra forma, nunca serían conocidos por los tribunales. - Muchos clientes valoran el compromiso y el trabajo pro bono de los despachos y podrían tenerlo en cuenta a la hora de contratar sus servicios. - Los despachos que participan en el pro bono pueden ser considerados como un socio estratégico y deseable para el desarrollo de las actividades benéficas de un cliente potencial. Establecer una alianza estratégica con un cliente potencial en un proyecto de responsabilidad social corporativa puede contribuir a reforzar la relación con ese cliente y generar trabajo facturable para el despacho. - Puede suponer un desafío apasionante al que resulta imposible acceder de otra forma. - Contribuye a mejorar la confianza de la sociedad en los abogados y en el sistema de justicia en general. 33


◦ Sugerirles que nombren a un coordinador de pro bono, o a una persona responsable, que haga de contacto con el centro, explicando que resulta esencial para establecer una buena comunicación con el centro y para desarrollar el programa pro bono dentro del bufete. En la medida de lo posible, sugiera a una determinada persona que usted haya identificado de antemano (como, por ejemplo, personas que hayan trabajado antes para una ONG, o que hayan mostrado un claro interés por estas cuestiones en conversaciones informales).

Tanto el Centro de Coordinación de PILnet en Budapest como el de Moscú organizan, varias veces al año, una reunión del comité de coordinadores pro bono que reúne en una comida o en un desayuno a los coordinadores de los bufetes y a un pequeño número de organizaciones no gubernamentales. Las reuniones sirven para que las ONG puedan conocer y relacionarse con los bufetes, hacer presentaciones, intercambiar opiniones sobre el trabajo del centro y plantear problemas. La Asociación de Abogados Pro Bono (APBCo, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos presta apoyo y desarrollo profesional a los abogados que se dedican a tiempo completo al pro bono y a los coordinadores del pro bono de los despachos. APBCo cuenta actualmente con más de 100 socios pertenecientes a más de 75 bufetes. ABPCo no presta servicios legales pro bono ni referencia clientes a las organizaciones que los proporcionan.

Puede utilizar la red de profesionales jurídicos con la que cuenta el centro como padrinos, y sugerirles que difundan entre sus contactos el valor de involucrarse en esta labor. Los contactos personales son cruciales. Muchos de los grandes bufetes cuentan con coordinadores pro bono o directores de responsabilidad social corporativa que se ocupan de seleccionar y difundir los asuntos pro bono entre los abogados más adecuados del despacho. Es conveniente mantener y cultivar las relaciones con estas personas. Los abogados y los bufetes pueden también colaborar de otras formas con el centro de coordinación. Varios centros han redactado las denominadas «Declaraciones Pro Bono», que manifiestan el compromiso ético y profesional de promover el bien común a través de los servicios jurídicos pro bono. Los centros de coordinación pueden utilizar el acto de firma de una declaración como medio para contactar con los despachos y que éstos muestren públicamente su compromiso, así como para promover el conocimiento del centro. Véanse, en el Anexo 5, la Declaración Pro Bono; en el Anexo 6, la Declaración Pro Bono para las Américas; en el Anexo 7, la Declaración Pro Bono (República Checa); y en el Anexo 8, la Declaración Pro Bono Público.

La PBA, en la República Checa, invitó a los miembros de la comunidad pro bono, en particular a

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los despachos de abogados y al colegio de abogados, a un acto en el que se firmó la declaración y se declaró el centro de coordinación oficialmente “abierto”. Fue ésta una estupenda manera de involucrar a los miembros de la comunidad jurídica en el pro bono y de promocionar la labor del centro. El Centrum Pro Bono en Polonia organizó una reunión en el Tribunal Constitucional polaco cuyo anfitrión fue el presidente del Tribunal. A ella asistieron, aproximadamente, treinta invitados de alto nivel de las oficinas en Varsovia de varios despachos internacionales, así como de bufetes locales, representantes del colegio de abogados y de PILnet. Los asistentes a la reunión firmaron la Declaración Pro Bono Público, ratificando su compromiso con los principios del pro bono.

Realizar una encuesta sobre el pro bono es otra forma de llegar a los bufetes y evaluar su interés en la materia. Es importante asegurarse de que la encuesta sea rápida y fácil de completar. Una encuesta bien diseñada le permitirá averiguar el tipo de trabajo pro bono en el que pueden estar interesados los despachos. Termine la encuesta preguntándole al abogado si le gustaría participar en los servicios pro bono prestados por el centro de coordinación. Las encuestas pueden realizarse directamente por correo postal, por correo electrónico o en línea, a través servicios de encuestas como Survey Monkey. Véase el Anexo 9, Encuesta sobre Pro Bono y los servicios de turno de oficio. Otro método es el de crear un consejo asesor pro bono para el centro. El consejo asesor puede estar formado por los coordinadores pro bono o socios destacados de los bufetes, quienes pueden ayudar a dirigir el trabajo de mantener y desarrollar sus vínculos con los despachos locales y socios financiadores. Por ejemplo, el Consejo Asesor Pro Bono de PILnet se reúne una vez al año y cuenta con un presidente honorario, varios co-presidentes y miembros de importantes bufetes. Además de abogados, el consejo asesor puede también incluir a jueces, académicos y altos representantes de las organizaciones con las que colabora el centro. En cada país existen normas diferentes que regulan el trabajo de los abogados. Por ejemplo, en algunas demarcaciones los abogados sólo pueden asesorar como miembros de un despacho, pues así lo exigen las normas sobre seguros y práctica legal. En otras, los abogados están autorizados a prestar asesoramiento pro bono en calidad personal (es decir, no a través de su despacho). Las reglas vigentes en cada jurisdicción serán las que el centro deba tener en cuenta para decidir si trabaja sólo con los despachos o también con abogados individuales. Decida lo que decida, debe asegurarse de que los abogados cuentan con los conocimientos adecuados, así como con los seguros y, en su caso, la supervisión necesaria para garantizar que el trabajo pro bono se realiza con el mismo nivel de calidad profesional que otros trabajos remunerados y que éste cumple con todas las normativas locales. Los abogados pueden llegar a involucrarse en el trabajo pro bono 35


por muchas y diferentes razones. Los últimos capítulos de este manual ofrecen algunas sugerencias que le ayudarán a promover una cultura del pro bono en su zona de influencia.

vi.

Los acuerdos entre las partes

Una vez se identifica a una ONG con un problema legal y se localiza al abogado capacitado para ayudar en el caso, algunos centros exigen que una o ambas partes firmen un acuerdo. Estos acuerdos suelen recoger, por lo general, los términos y las condiciones del servicio pro bono prestado por el centro y los abogados a las ONG. La principal ventaja de firmar este tipo de acuerdos es que se llega a establecer un consenso acerca de las normas y las expectativas de todos aquellos que reciben la ayuda del centro. A menudo, los despachos exigen la presentación de documentos personales o de empresa como un requisito previo para firmar estos acuerdos.

El Centro de Coordinación Pro Bono de Eslovenia solicita que las tres partes —el centro, el abogado pro bono y el cliente— firmen un «Contrato de Condiciones Generales de Colaboración». Este contrato describe las condiciones de trabajo del centro, la forma en que la ONG debe solicitar los servicios jurídicos pro bono, cómo se realizarán las comunicaciones entre las partes, etc. Véase el Anexo 10, que recoge las Condiciones Generales de Colaboración entre el centro, los abogados y los clientes pro bono en este sistema. A4ID pide a todos sus abogados y a sus clientes que firmen una carta confirmando que aceptan su «Código de Conducta» antes de asignar cualquier proyecto. Véase el Anexo 11, Código de Conducta para Abogados y Socios en Desarrollo. Los despachos que participan en el programa del Centrum Pro Bono en Polonia firman un acuerdo general que no les compromete a un determinado número de horas o de proyectos, sino que les permite adaptar su compromiso con el pro bono en función de su carga de trabajo. El Centrum Pro Bono no exige a los despachos ni a las ONG que firmen ningún otro contrato adicional. Otros centros de coordinación, como el Centro Mundial de PILnet, no exigen a las partes la firma de contratos o acuerdos. Sin embargo, el Centro de Coordinación de PILnet en Budapest pide a los abogados que rellenan un formulario de registro de una sola página que incluye la información de contacto, confirma el interés del abogado en el trabajo pro bono y evalúa su disponibilidad para participar en dichos asuntos. Véase el Anexo 12, Formulario de Registro de Abogados (Budapest). Cuando se utilicen este tipo de contratos, es importante que sean breves, sencillos y fáciles de entender

b. Preparación de solicitudes i. Evaluar las solicitudes Las personas y las organizaciones que reciben ayuda no suelen estar familiarizadas con los 36


procedimientos y los conceptos jurídicos empleados. Por lo tanto, es bueno que se les ayude a evaluar sus necesidades legales y a presentarlas en un lenguaje que la comunidad jurídica pueda entender. Ésta es una función básica para la mayoría de los centros de coordinación. Si la petición cae fuera del ámbito en el que los abogados pueden prestar colaboración, lo ideal es que el centro remita a dicha persona u ONG a otra organización. Para ello, es importante mantener una buena red de contactos. Según el tipo de clientes a los que atienda cada centro, puede resultar útil formar a su personal para que sean capaces de tratar con personas que están atravesando situaciones especialmente angustiosas.

ii. Elaborar las solicitudes La descripción del trabajo jurídico necesario debe estar clara, ser concisa y redactada con detalle, para que el abogado pueda entender rápida y fácilmente la solicitud. PILnet ha elaborado unas directrices para saber cómo resumir las necesidades jurídicas que pueden tener las ONG, las cuales se distribuyen entre dichas organizaciones cuando resulta necesario. PILnet también utiliza este documento internamente como una guía práctica para la elaboración de la solicitud que se envía a los despachos de abogados. Véase el Anexo 13, Guía para las ONG: Cómo resumir sus necesidades legales. Tenga en cuenta lo siguiente cada vez que redacte una solicitud de colaboración dirigida a un abogado: • explique por qué resulta necesario el asesoramiento o la asistencia jurídica; • presente la importancia del asesoramiento jurídico; • describa de qué forma el asunto o el cliente cumple los criterios establecidos por el centro (y, por lo tanto, está justificado que el asunto se trate como pro bono); • describa brevemente el tipo de trabajo que se solicita; • identifique al cliente (tenga en cuenta, sin embargo, que puede ser necesario mantener su anonimato); • mencione qué otras entidades participan en el asunto y cuál es su función; • especifique el plazo de duración del trabajo; • identifique el tipo de abogado que se necesita para el mismo; y • describa de qué forma se va a emplear el producto final del asesoramiento prestado y su utilidad para el cliente.

iii. Distribuir y asignar las solicitudes Hay muchas formas de hacer llegar las solicitudes de asistencia jurídica a los abogados colaboradores. El método a emplear dependerá del número de peticiones que lleguen al centro de 37


coordinación. A continuación presentamos algunas formas de trasladarlas: • enviando todas las solicitudes a todos los abogados y despachos colaboradores mediante una lista de distribución; • enviándolas solamente a un determinado grupo de abogados en base a su experiencia en la materia; • seleccionandolos abogados a partir de una base de datos teniendo en cuenta cuándo se han ocupado del último asunto pro bono; • contactando directamente con los abogados individuales o los despachos para trasladarles una solicitud en particular; • enviándoles solicitudes de forma mensual o semanal; y • publicando todas las solicitudes en una página web para que los abogados las puedan consultar cuando que lo crean conveniente. El método a emplear para distribuir las solicitudes también puede variar, pudiendo utilizarse el correo electrónico, llamadas telefónicas personales, publicando las solicitudes en Internet, etc. Es importante revisar periódicamente el método elegido y consultarlo con los abogados participantes. También resulta importante gestionar adecuadamente las expectativas de los abogados colaboradores en relación con la frecuencia con la que podrán hacerse cargo de proyectos pro bono y, en los casos en que varios abogados se ofrezcan para un mismo proyecto, hay que garantizar que el proceso de selección de abogado para un determinado asunto resulte lo más transparente posible. Al enviar correos electrónicos, hay tener en cuenta que los abogados suelen estar muy ocupados y, con frecuencia, se ven obligados a hacer malabares para gestionar el gran número de tareas y el elevado volumen de comunicaciones que reciben a lo largo del día. Lo mejor es: • incluir en primer lugar un breve resumen de los asuntos a tratar para que el abogado pueda revisarlo rápidamente; • tratar de que las explicaciones más extensas sobre los asuntos sean claras y concisas; y • evitar los archivos adjuntos; suelen ignorarse porque lleva más tiempo abrirlos y son difíciles de leer en una Blackberry o en cualquier otro smartphone. Véase el Anexo 14, Ejemplo de Listado de Asuntos Pro Bono del Centro Mundial Pro Bono. La ventaja de enviar siempre las solicitudes el mismo día de la semana o del mes es que, con el tiempo, los abogados se acostumbran a recibir los mensajes y pueden, de alguna forma, incorporar esta rutina a su agenda. Cada organización es diferente y debe adoptar la forma de comunicación que mejor se ajuste a sus características.

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A4ID envía semanalmente un correo electrónico informando sobre todas las solicitudes de asistencia, y ha descubierto que es un método eficaz. El Centrum Pro Bono, en Polonia, publica en su página web una lista de los asuntos pendientes para que los abogados puedan revisarla y seleccionar las peticiones según su agenda de trabajo. El Centro de Coordinación Mundial de PILnet distribuye sus solicitudes por correo electrónico aproximadamente una vez al mes. Como puede verse, existen diferentes enfoques que se ajustan a las características de cada centro.

En muchas ocasiones, tan solo habrá un abogado que se ofrezca voluntario para un determinado asunto y, si su perfil es el adecuado, se le asignará el caso. Sin embargo, habrá ocasiones en las que más de un abogado se ofrezca para llevar un asunto y será el centro de coordinación quien deba decidir a qué abogado o despacho lo asigna. Es importante contar con una política de asignación de solicitudes muy clara (es decir, sobre cómo se eligen los abogados o bufetes en cada caso), de manera que los abogados conozcan de antemano el procedimiento evitando cualquier sospecha de parcialidad. Entre los diferentes criterios a considerar están los siguientes: • la experiencia relacionada con el caso; • el tiempo transcurrido desde la última vez en que se asignó un caso a dicho bufete o abogado; • el abogado que primero se pone en contacto con el centro para mostrar su interés; y • en general, aquel que resulta más adecuado para la ONG. Es importante tener en cuenta factores como: ◦ qué despacho cuenta con mejores recursos; ◦ cuál de ellos tiene el mejor historial de eficacia; ◦ cuál de ellos puede reunir el mejor equipo de abogados; y ◦ los idiomas necesarios para gestionar el caso. Ésta es una cuestión que puede hacer que un determinado despacho esté mejor preparado que otro.

PILnet sigue de cerca a cada uno de los bufetes y tiene en cuenta cuántas veces han solicitado un asunto, cuántas veces se han ocupado realmente de él, y cuántas veces se ha rechazado su ofrecimiento de asistencia. Esto ayuda a que el proceso de asignaciones resulte lo más equitativo posible. Véase el Anexo 15, Tabla de participación de los abogados.

Una vez que el centro ha elegido al abogado o al despacho que se ocupará del asunto, deben 39


efectuarse varias comunicaciones importantes. En primer lugar, debe informar al despacho o al abogado de que se le ha asignado el caso para el que se ofreció voluntariamente. También es importante preguntar al abogado o al despacho si existe algún conflicto de interés que impida que asesore al cliente. Las normas sobre conflictos de intereses pueden variar de un país a otro, pero es importante entender bien esta cuestión así como cualquier otra normativa profesional que afecte a la prestación de servicios jurídicos. El centro de coordinación nunca debe dar un asunto por asignado hasta que el abogado o el despacho confirmen que no existen conflictos de intereses y que pueden hacerse cargo del asunto. A continuación, el centro de coordinación debe ponerse en contacto con los demás abogados que se ofrecieron voluntarios para el asunto y no han sido seleccionados. Es conveniente mantener una buena relación con ellos porque nos interesa que vuelvan a ofrecerse voluntarios para otros asuntos en el futuro. Por lo tanto, es muy importante no pasar por alto el interés de dichas personas. Finalmente, tendrá que informar al cliente de que un despacho de abogados va a hacerse cargo de su caso. En el supuesto de que el centro de coordinación no fuera capaz de asignarlo, deberá comunicárselo a la ONG y, si fuera posible, sugerirles otras maneras de obtener la ayuda que necesitan.

c. Remitir un asunto Una vez que se han elegido a los abogados, es importante considerar cómo debe presentárselos a los clientes. Para ello existen diferentes opciones: • que un miembro del centro esté presente en la primera reunión que se celebre entre el abogado y el cliente. • presentar al cliente y al abogado por correo electrónico o por teléfono y permitirles que contacten directamente en el futuro; y • enviar una carta al cliente y al abogado. Sea cual sea la forma elegida, es importante asegurarse de que todas las partes involucradas conocen exactamente el trabajo que el abogado ha aceptado realizar. Muchos centros de coordinación prefieren que el cliente contacte con ellos si necesita más ayuda después de la solicitud inicial. Esto sirve para que el cliente no contacte repetidas veces con los abogados después de que finalice el trabajo pactado. Dependiendo de la relación que exista entre la ONG, el despacho y el centro, puede resultar útil estar presente en la primera conversación entre ellos. Es una cuestión de apreciación. Es importante también hacer un seguimiento de los casos de una forma detallada y organizada mediante, por ejemplo, el empleo de una base de datos.

PILnet suele presentar a las partes a través del correo electrónico. En ese mensaje de correo

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inicial, PILnet proporciona la información de contacto de todas las partes involucradas y, normalmente, pide al despacho que realice la primera llamada. PILnet lleva, también, una base de datos con información de cada uno de los casos, las ONG, el abogado o los abogados que se ofrecieron a llevarlo, su información de contacto e, incluso, la fecha, la hora y el contenido de las comunicaciones escritas que se han intercambiado entre el centro y las partes.

d. Seguimiento tras la remisión del caso Después de asignar el encargo pro bono, el grado de participación que debe tener el centro de coordinación dependerá de la naturaleza del asunto y de las partes involucradas. Por lo general, la participación del centro será escasa.

A diferencia de lo que ocurre con la mayoría de los centros de coordinación, la Alliance des Avocats pour les Droits de l'Homme (la Alianza de Abogados por los Derechos Humanos), en Francia, continúa participando en el asunto. De hecho, la Alianza actúa como intermediario entre la ONG y el bufete. En realidad, las ONG y los despachos no tienen contacto directo, salvo que el asunto sea muy complejo o existan problemas de confidencialidad.

Los centros que prefieran limitar su participación en el asunto después de haberlo asignado deben tener en cuenta, sin embargo, que puede resultar útil ponerse en contacto con la ONG uno o dos meses después para hacer un seguimiento del mismo y estar al corriente de su evolución, ya que, a veces surgen problemas después de la asignación. Es importante disponer de los sistemas de gestión adecuados como, por ejemplo, un sistema de «recordatorios» que nos ayude a hacer un seguimiento de las fechas para estos efectos. A menudo, el contenido original del asunto pro bono para el que se solicitó ayuda cambia tras celebrarse la reunión entre la ONG y el bufete. Por ejemplo, pueden aparecer nuevos problemas desconocidos hasta entonces, o la ONG y el despacho pueden llegar a firmar un acuerdo de colaboración a largo plazo. En este caso, el centro de coordinación debe estar al corriente de los términos en los que se establece la nueva relación y actualizar su base de datos. Además, llevar a cabo un seguimiento por correspondencia permite que el centro pueda preguntarle a la ONG si tiene otras cuestiones para las que necesite su ayuda. Este tipo de comunicación sirve para dos fines distintos. En primer lugar, permite al centro saber si los casos asignados se desarrollan con éxito. En algunas ocasiones, puede ocurrir que la ONG informe de la existencia de un problema de mala comunicación, de falta de comunicación, de que no ha recibido el producto final, etc. En segundo lugar, este tipo de seguimiento favorece el 41


mantenimiento de la relación y sirve para obtener nuevos asuntos de la ONG. Cuando la ONG o el despacho comuniquen la existencia de un problema, es conveniente contactar con ambas partes para solucionarlo. Quien comunica la existencia de un problema no siempre lo hace con la suficiente precisión. Los centros de coordinación tienen la obligación de velar por que el problema se resuelva de la forma más justa posible, que exista una buena relación entre las partes, que el asunto se desarrolle en un plazo de tiempo razonable y que la ONG quede satisfecha con el resultado. Esto no siempre resulta posible, pero el centro debe conducirse siempre con profesionalidad y garantizar que el trabajo de todos sus miembros alcance de forma constante un alto nivel de calidad. Cuando haya concluido el trabajo pro bono, suele resultar útil evaluar sus resultados. Esto ayuda a demostrar el valor del trabajo que realiza el centro y a saber si está cumpliendo sus objetivos. Recopilar información sobre los resultados del trabajo pro bono puede alentar también la participación de otros abogados. En función de las características del centro y de sus clientes, se puede tratar de obtener información y opiniones realizando una encuesta, mediante el correo electrónico, llamadas telefónicas o mediante contactos personales. Los despachos de abogados suelen estar muy interesados en conocer esta información ya que les ayuda a seguir promoviendo el trabajo pro bono dentro del propio bufete y entre sus clientes de pago.

QPILCH utiliza los denominados «Informes de Cierre» para evaluar el resultado de cada asunto pro bono y el número de horas invertidas por los abogados participantes. El Centrum Pro Bono (en Polonia) ha elaborado un cuestionario de satisfacción de clientes para evaluar los proyectos terminados.

Además, el centro puede plantearse enviar notas de agradecimiento al abogado o a los abogados que trabajaron en el caso. Por lo general, las notas de agradecimiento deben dirigirse al jefe del equipo de cada asunto pro bono. Esta persona suele ser (aunque no siempre) el socio bajo cuya supervisión se llevó a cabo el trabajo, o el abogado que aceptó el caso concreto en nombre del bufete tras serle asignado por un coordinador pro bono. Todos los abogados que trabajaron en el proyecto y el correspondiente coordinador de pro bono deben recibir una copia de la nota.

La PBA (anteriormente denominada PILA) envió al inicio de su andadura un «Certificado de agradecimiento por su colaboración en el primer año de PILA» a los despachos de abogados. Gestos como éste animan a los abogados a participar en el futuro en otros asuntos pro bono.

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e. Orientaciones para conseguir una comunicación eficaz entre los abogados y sus clientes A menudo, los clientes pro bono no tienen mucha experiencia de trabajo con abogados. Del mismo modo, los abogados no suelen estar acostumbrados a trabajar con clientes que carecen de los conocimientos básicos acerca de su trabajo. Por lo tanto, los centros de coordinación deben considerar la posibilidad de trasladar los siguientes consejos a los abogados y a sus clientes para ayudarles a comunicarse de una forma eficaz.

i. Consejos para que los abogados mejoren su comunicación con los clientes Los clientes pro bono suelen tener menos experiencia en el trato con abogados que los clientes comerciales, así que los abogados necesitan desarrollar nuevas habilidades para asegurarse de que les prestan un servicio adecuado. Véase el Anexo 16, Declaraciones Pro Bono: Consejos para abogados voluntarios. Los siguientes consejos pueden ser de utilidad para los abogados: • Explique la naturaleza de la relación abogado-cliente (que puede reflejarse en una carta de compromiso tras una primera explicación impartida por el centro de coordinación). • Gestione adecuadamente las expectativas del cliente, explicándole claramente el alcance de su trabajo, la sucesión de los acontecimientos y las posibles perspectivas de éxito. • Hable con él acerca de gastos y honorarios nada más empezar. El cliente puede sentirse incómodo hasta que le confirme que el trabajo se hará sin coste alguno. Si el cliente tuviera que afrontar algún gasto (como, por ejemplo, tasas judiciales), explíqueselo en la primera reunión. • Explíquele que cualquier información que el cliente le proporcione será tratada de forma confidencial y, si fuera necesario, explíquele el concepto de secreto profesional. • Sea flexible con los horarios de las reuniones. • Solicite al cliente que le proporcione toda la documentación en su primera reunión o que se la envíe con antelación. En dicha información debe incluir todo el papeleo relevante, registros de conversaciones, correspondencia y cualquier tipo de información, por insignificante que parezca. • Solicite al cliente que le proporcione sus propios datos de contacto así como los de aquellas personas que puedan facilitar la comunicación con el cliente. • Solicite al cliente que le proporcione los datos de contacto de las demás partes implicadas, incluidas las contrarias, los abogados anteriores, funcionarios públicos o aquellos departamentos u organizaciones que hayan participado en el asunto. • Tenga en cuenta la situación económica del cliente. Por ejemplo, ofrézcale hacer usted las llamadas, enviar cartas y evite que el cliente tenga que soportar gastos de viaje. 43


• Anime al cliente a preguntar cualquier duda. • Si, por algún motivo, su despacho no pudiera continuar prestando el asesoramiento o si usted abandona su puesto en el mismo, trate de encontrar a otro abogado que se ocupe del caso, o póngase en contacto con el centro para que le ayude en este sentido.

ii. Consejos para que los clientes mejoren su comunicación con los abogados Muchos miembros de ONG o particulares no han trabajado nunca con un abogado antes de contactar con el centro de coordinación de asistencia jurídica pro bono. Por ello, tienen un escaso conocimiento —y poca experiencia— de los procesos de trabajo pro bono. El centro de coordinación debe considerar cuál es la mejor manera de explicarles a los clientes potenciales todo lo que deben saber para trabajar adecuadamente con los abogados. Puede resultar útil para el cliente preparar una lista de los puntos que desea tratar con su abogado antes de reunirse con él. Véase el Anexo 17, Declaraciones Pro Bono: Recomendaciones y consejos para los clientes. Los abogados suelen tener ciertas obligaciones profesionales que les exigen obtener determinada información y documentos de sus clientes. Entre ellos pueden estar los siguientes: • copia legalizada del pasaporte (en el caso de una ONG, del pasaporte de uno o más de sus directores), • copia legalizada de facturas de servicios (en el caso de una ONG, de uno o más de sus directores), • documentación de la entidad, y • documentos que justifiquen la titularidad legal y oficial de sus bienes. Es importante que los clientes entiendan que éstos son requisitos legales que los abogados deben cumplir. Es importante hacer ver a los clientes que su abogado tendrá que estar en contacto con ellos. De forma que, si tienen previsto ausentarse, deben informar a sus abogados y proporcionarles los datos de contacto de otra persona que les sustituya.

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VIII. Crear un ambiente propicio para el trabajo Pro Bono a. Introducción Para que la práctica del trabajo pro bono tenga éxito es necesario crear un entorno favorable. Debemos contar con entidades tanto del sector jurídico como fuera de él, que apoyen el trabajo pro bono, y nuestro futuro éxito dependerá, en gran parte, de la confianza, el apoyo y la lealtad de estas entidades. En el siguiente capítulo se especifica con quién debemos contactar en la comunidad pro bono y se ofrecen algunos consejos sobre cómo hacerlo.

b. Con qué profesionales del sector jurídico y no jurídico debemos contactar i. Despachos de abogados Conseguir el apoyo de los despachos de abogados —desde los grandes despachos internacionales, pasando por los de tamaño medio, hasta los abogados individuales— es de vital importancia para crear y mantener una sólida comunidad pro bono. Una vez establezcamos una buena relación de trabajo con los despachos, éstos se convertirán en recursos clave. A menudo suelen ofrecer apoyo financiero a los centros de coordinación y colaborar en el patrocinio de sus actividades. También pueden colaborar impartiendo seminarios de formación y capacitación dirigidos a las ONG o a las personas que reciben la ayuda del centro. Estas presentaciones públicas permiten dar a conocer al centro entre aquellos que deben saber de su existencia y promueven la imagen del centro en la comunidad pro bono. A continuación recogemos algunas de las razones que mueven a los 45


despachos a colaborar con los centros de coordinación pro bono.

ii. Los colegios de abogados Establecer relaciones duraderas con los colegios de abogados y otras asociaciones profesionales similares puede ser de gran utilidad. Muchos centros de coordinación han señalado que la colaboración y el apoyo de los colegios de abogados han facilitado su puesta en marcha y el éxito a largo plazo del centro. Es importante investigar las normativas y las leyes que regulan el trabajo pro bono en su zona geográfica. Los colegios de abogados suelen tener sus propias normas o códigos sobre el trabajo pro bono, por lo que un primer paso importante será conocer dichas normas. Lo primero que tiene que hacer es asegurarse de que está legalmente autorizado para proporcionar trabajo pro bono en una determinada demarcación geográfica. Para buscar contactos en los colegios de abogados, trate de identificar todas las posibles entidades y sociedades profesionales existentes a escala nacional, regional, provincial y local. A continuación, investigue si existe en cada una de ellas alguna persona que se encargue del pro bono, del turno de oficio y/o de otros asuntos de interés público y trate de contactar con ella. En algunos casos, el presidente puede ser la persona más adecuada para hacer el primer contacto. Los colegios de abogados suelen ser entidades consolidadas y con numerosos contactos, por eso, asociarnos con ellos suele ayudar a obtener una rápida difusión.

La PBA envió una carta al director de la Asociación Checa de Abogados hablándole de los servicios pro bono, solicitando su colaboración y la posibilidad de mantener una reunión con él.

Los colegios de abogados pueden desempeñar una gran variedad de funciones en la administración del trabajo pro bono. Su apoyo puede ser de gran ayuda para los centros de coordinación, por lo que es conveniente buscar su colaboración. Algunos colegios han puesto en marcha sus propios centros de coordinación. En Francia, el colegio de abogados de París fundó la Alliance des Avocats pour les Droits de l’Homme, que gestiona su centro de coordinación. Otros colaboran facilitando la administración pública del trabajo pro bono. Por ejemplo, en Polonia, el colegio de abogados organiza anualmente el denominado día «gratis», promoviendo que los abogados presten asesoramiento jurídico gratuito. En la República Checa, el colegio de abogados contrata letrados para que participen en proyectos pro bono. En Ruanda, el colegio de abogados organiza anualmente una semana pro bono en colaboración con los tribunales de justicia y el gobierno. Los colegios de abogados pueden proporcionarle también la posibilidad de hacer publicidad de su 46


centro o colaborar en la organización de actividades formativas. Por ejemplo, el colegio de abogados de Polonia ofrece formación a los abogados jóvenes a través de talleres y prácticas sobre Derecho civil, penal y de familia. El Colegio de abogados de la República Checa ha apoyado las actividades del centro de coordinación publicando información sobre el mismo en su página web, colaborando en la creación de un premio pro bono y organizando talleres junto con el centro. Los colegios de abogados son un recurso clave y un socio inestimable. Incluso si su colaboración se limita a prestarnos su nombre, nos brindan una forma excelente de obtener legitimidad desde el inicio.

En 2003, dos antiguos presidentes del colegio de abogados de París crearon el denominado Proyecto Solidario del Colegio de Abogados de París (Paris Bar Solidarity project) para promover el trabajo pro bono. Los abogados participantes en el proyecto visitaron zonas «sensibles» y crearon consultorios que ofrecían asesoramiento jurídico gratuito, sobre todo a inmigrantes ilegales. Desde entonces, y hasta el día de hoy, más de 20.000 personas han recibido asesoramiento jurídico gratuito.

iii. Las facultades de Derecho y sus estudiantes Las facultades de Derecho y sus estudiantes pueden desempeñar un papel fundamental en el futuro desarrollo de la comunidad pro bono. Una encuesta realizada por PILnet en el año 2009 entre 148 abogados de quince países distintos arrojó el siguiente resultado: el cincuenta y siete por ciento de los encuestados consideraba que el mayor obstáculo para el trabajo pro bono era que «no se consideraba una prioridad», y el treinta y seis por ciento que el trabajo pro bono no se «valoraba ni respetaba». A los estudiantes de Derecho se les enseña a menudo que la abogacía es tan sólo un forma de ganar dinero, y no se les informa acerca de la responsabilidad social y ética que la profesión lleva aparejada. Para superar este obstáculo, es necesario que los futuros abogados se formen en el valor y los beneficios que aporta el trabajo pro bono desde el inicio de sus estudios. Los abogados que hayan recibido este tipo de formación en la facultad serán más propensos a apreciar el valor del trabajo pro bono, ganando en respeto entre la comunidad jurídica y convirtiéndose así en una prioridad. Si un centro de coordinación quiere trabajar con facultades y escuelas de Derecho, lo primero que debe hacer es identificar aquellas con las que desea contactar. A continuación, ver si en ellas existe algún administrador o profesor responsable del trabajo pro bono, consultorios jurídicos, o cualquier otro grupo que trabaje en pro del interés general. Si el contacto con la facultad no fuera positivo, otra posibilidad a tener en cuenta es la de contactar con grupos o asociaciones de estudiantes que trabajen en favor de objetivos similares (por ejemplo, asociaciones interesadas en la defensa del bien común, los derechos humanos, etc.) y ver si es posible fomentar el desarrollo 47


de una cultura del pro bono dentro de la facultad. Igualmente, puede realizarse el contacto a través de uno de los bufetes con los que trabaja el centro. Muchos bufetes mantienen buenas relaciones con la administración de ciertas escuelas y facultades de Derecho. Los estudiantes son los candidatos idóneos para realizar trabajo pro bono (bajo la supervisión de un abogado en ejercicio). Ellos no tienen que soportar la presión comercial de un despacho. Además, los estudiantes que participan en programas pro bono aumentan sus conocimientos, mejoran su futura empleabilidad, adquieren experiencia práctica y desarrollan nuevas habilidades y un espíritu de participación en la comunidad. Los programas de prácticas en consultorios jurídicos específicamente dirigidos por las Universidades son una vía excelente para que los estudiantes de Derecho participen en el trabajo pro bono.

En octubre de 2009, la Comisión de Derecho Internacional del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales, la Academia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra y la Universidad de Ginebra, firmaron un acuerdo con los abogados defensores de la Corte Penal Internacional para la ex Yugoslavia y el Tribunal Especial para el Líbano para crear un consultorio jurídico especializado en Derecho internacional. En virtud de este acuerdo, los alumnos de las tres instituciones académicas llevarán a cabo investigaciones que ayuden a los abogados que representan a personas acusadas de crímenes de guerra ante estos dos tribunales.

De 1997 a 2008 se crearon en Polonia veinticinco consultorios jurídicos. A junio de 2010, habían participado en estos programas 1.756 alumnos, supervisados por 216 profesores, habiendo prestado asesoramiento jurídico en casi 12.000 casos por año. El consultorio jurídico de la Universidad de Varsovia en Polonia, ofrece a los estudiantes la oportunidad de conocer la parte práctica de la profesión de abogado. El consultorio jurídico sobre derechos de la mujer se centra en casos de violencia doméstica, discriminación laboral y derechos relacionados con la maternidad. Durante todo el año, los alumnos asisten a tres horas de clases semanales, se reúnen con los clientes una vez a la semana y asisten a seminarios. El éxito del consultorio ha motivado que la Federación de Mujeres y Planificación Familiar les solicitara asistencia jurídica sobre un caso muy controvertido en Polonia relacionado con el aborto legal. El caso llegó hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Una forma de llegar a los estudiantes de Derecho e informarles acerca de los beneficios del trabajo pro bono es organizar para ellos seminarios y talleres. Puede ser el propio centro quien los organice en solitario o puede hacerse en colaboración con el colegio de abogados o con algún bufete. Los seminarios no solo servirán para formar a los estudiantes de Derecho, también 48


pueden servir para que los gestores de las facultades y sus profesores aprendan cosas acerca del pro bono. El centro también puede intentar crear un consultorio jurídico en la facultad, contando con su autorización y colaboración. Véase el Anexo 18, sobre «Cómo crear un consultorio jurídico».

En Turquía, el centro de coordinación Bilgi se encuentra alojado en la Universidad Bilgi de Estambul. Este centro tiene una relación especial con la facultad. Es una ONG, pero también es parte de la facultad de Derecho, y ha contado con la colaboración de varios bufetes en casos pro bono a través de consultorios realizados en él. En los Estados Unidos, los consultorios jurídicos forman parte del sistema ordinario de la enseñanza del Derecho y haber participado en servicios pro bono suele ser un requisito necesario para graduarse. Los consultorios jurídicos permiten que los estudiantes puedan trabajar con clientes reales y ayudar a la comunidad resolviendo problemas urgentes, tratando de influir en las políticas públicas y mejorando la calidad de las soluciones jurídicas que se ofrecen. Por último, dichos programas infunden en sus participantes un mayor compromiso con el servicio público y fomentan la percepción del valor del trabajo pro bono entre los estudiantes, a la vez que suponen una magnífica experiencia de aprendizaje. Las siguientes facultades de Derecho ofrecen tres programas ejemplares de los consultorios jurídicos: Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York • Treinta programas de los consultorios jurídicos en materias como normativa internacional sobre derechos humanos (consultorio jurídico interno), inmigración (trabajando en colaboración con la Asistencia Jurídica Gratuita del Servicio de Inmigración), fiscalidad (en colaboración con el departamento fiscal de un importante despacho de abogados para representar a contribuyentes de bajos ingresos en procedimientos tributarios seguidos ante la Corte Fiscal de los EE. UU.), Derecho medioambiental (en colaboración con el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales), y derechos civiles (donde los estudiantes trabajan en casos de la sección de Nueva York de la Unión Americana para las Libertades Civiles). Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard • Treinta programas de los consultorios jurídicos y cientos de prácticas externas. • La universidad exige a todos los estudiantes de Derecho realizar cuarenta horas de trabajo pro bono como condición para poder graduarse. • La promoción del año 2009 realizó más de 308.000 horas de trabajo pro bono. Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia • Ocho programas de los consultorios jurídicos. • La universidad exige a todos los estudiantes de Derecho realizar cuarenta horas de trabajo pro bono como condición para poder graduarse. • Hasta el año 2009, los estudiantes de la universidad de Columbia habían realizado unas 398.000 horas de servicios pro bono desde que se impuso dicho requisito en el año 1993. Sólo en 2009, los estudiantes realizaron más de 32.000 horas de servicios pro bono.

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iv. Gobiernos, Administraciones Públicas y Ministerios El centro de coordinación también debe tener en cuenta que mantener buenas relaciones con los ministerios y las administraciones públicas competentes puede serle de gran ayuda. Algunos países cuentan con determinadas instituciones o servicios públicos a través de los cuales los ciudadanos y las organizaciones privadas pueden solicitar ayuda para resolver sus problemas legales y ciertas cuestiones sociales. A menudo se solicita a profesionales del Derecho que colaboren en estos procesos. Ésta es una de las razones por las que las administraciones públicas pueden ver con buenos ojos que exista un centro dedicado a atender las necesidades jurídicas no cubiertas de los ciudadanos y las ONG. Podría resultar útil explicar a diferentes instituciones del Estado cuál es la misión del centro y destacar los posibles beneficios de su actividad para los ciudadanos, así como la buena disposición de los abogados que ofrecen su tiempo y sus servicios de forma altruista.

El Centro de Coordinación de PILnet-Budapest firmó un acuerdo promocional con el colegio de abogados de Hungría y con la Oficina del Turno de Oficio. Como resultado de este acuerdo, las ONG que necesitan asesoramiento jurídico, pero no cumplen los requisitos para beneficiarse del turno de oficio estatal, son dirigidas al centro de coordinación PILnet-Budapest para poder obtener asesoramiento jurídico. Además, el acuerdo permite a las organizaciones firmantes —el colegio de abogados de Hungría, la Oficina del Turno de Oficio y PILnet-Budapest— mostrar su logotipo en las página web de los demás.

Al principio, los centros de coordinación no tienen que involucrar ni contactar necesariamente con ningún ministerio o funcionario público. Sin embargo, debe investigar la normativa legal que regule la prestación de servicios jurídicos gratuitos; conocer qué tipo de publicidad podría considerase como publicidad ilegal de servicios profesionales; y estar al corriente de las obligaciones fiscales establecidas para los servicios pro bono. Éstos son algunos de los problemas a los que los centros de coordinación han tenido que enfrentarse en diversos países. Las personas con las que habrá que contactar pueden variar en cada país. No obstante, le sugerimos que considere la posibilidad de ponerse en contacto con las siguientes:

• organismos parlamentarios o gubernamentales (conocidos como el «defensor del pueblo») encargados de la protección de los derechos humanos y otros asuntos sociales;

• instituciones encargadas de coordinar y supervisar el turno de oficio; • organismos de coordinación entre el Estado y las ONG; y 50


• organismos nacionales o locales de derechos humanos e instituciones de control, como, por ejemplo, comités parlamentarios sobre derechos humanos.

c. Consejos para involucrar a la comunidad pro bono i. Business Networking Business networking es lo que se conoce como el intercambio de información, servicios o ideas entre personas afines. En concreto, se trata de una técnica de marketing que busca cultivar relaciones productivas y oportunidades de negocio a través de la creación de redes de contactos, tanto formales como informales. Además, es una técnica de bajo coste, ya que sólo exige dedicación y compromiso personal. Los nuevos centros de coordinación pro bono deben considerar el networking como una forma eficaz de relacionarse con los miembros de las profesiones jurídicas y otros profesionales antes citados, para fomentar y mantener una actitud positiva hacia el pro bono. Organizar reuniones, asistir a recepciones, participar en debates y mesas redondas, todas estas actividades pueden ser una buena oportunidad para ayudar al desarrollo del centro y conocer a personas que puedan estar interesadas en involucrarse en actividades pro bono. Como suele hacerse habitualmente, hay que empezar por contactar con las personas que uno conoce, a continuación, con los contactos de nuestros contactos, y después con los contactos de los contactos de nuestros contactos, y así sucesivamente.

ii. Dar a conocer nuestros primeros casos de éxito Una vez que el centro de coordinación haya gestionado con éxito varios asuntos pro bono, hay que darlos a conocer. Podría ser de una forma tan sencilla y rápida como redactar una pequeña nota para la página web, o el envío de un correo electrónico; o bien, puede hacerse algo más elaborado, como un boletín de noticias o un comunicado de prensa. Diríjase a aquellos grupos con los que desea contactar. Véase la sección sobre Publicidad de las actividades Pro Bono (página 55) para obtener información más detallada sobre la publicidad pro bono. Hay que hacer promoción de los primeros éxitos del centro para aumentar su notoriedad, involucrar a los abogados y que se nos conozca entre los miembros de la comunidad de las ONG.

iii. Cultivar relaciones Una vez que hemos creado unas buenas relaciones entre la comunidad pro bono, es fundamental cultivarlas para que se desarrolle una actitud positiva hacia nuestro trabajo. Los contactos personales son especialmente importantes. Continúe tratando de llegar a las ONG. Aunque, inicialmente, las ONG no sean conscientes de que necesitan asistencia jurídica, con el tiempo pueden llegar a entender que el centro de coordinación es capaz de ayudarles con sus problemas legales. Siga contactando con abogados y bufetes. Póngase en contacto con aquellos abogados que 51


rellenaron la encuesta pro bono o que asistieron a alguna reunión, y recuérdeles que el centro sigue construyendo su red pro bono. Trate de poner en práctica alguna de las fórmulas para mantener un contacto regular con los abogados que han trabajado ya con el centro.

iv. Elaboración de materiales de marketing Por último, una forma eficaz de darle publicidad al centro, mantener las relaciones creadas y dar a conocer los casos de éxito es elaborar materiales de marketing que puedan difundirse entre la comunidad pro bono. En la sección sobre Publicidad de las actividades Pro Bono (página 55) se describen y analizan las diferentes maneras en las que el centro puede utilizar diversos medios de comunicación para promocionar sus propias actividades y el trabajo pro bono en general.

El Centro de Coordinación Pro Bono de Eslovenia se puso en marcha siguiendo un proceso de cinco fases. 1. Encuesta: realizó una encuesta sobre el trabajo pro bono que fue enviada por correo electrónico a más de 1.000 abogados. 2. Análisis de datos: la información obtenida a través de la encuesta puso de relieve la existencia de ciertas lagunas que impedían el desarrollo del trabajo pro bono. Esto permitió al centro elaborar una serie de recomendaciones de cambio sistemático que favorecieran su desarrollo. 3. Networkig: consiguieron el apoyo de cuatro personalidades importantes y respetadas, cada una las cuales representaba un área de práctica diferente (el defensor de los derechos humanos, un profesor de universidad, un conocido abogado y el presidente del Tribunal Supremo), así como el del colegio de abogados. 4. Publicidad: elaboraron folletos que contenían información del proyecto y organizaron mesas redondas para presentar al público los resultados del proyecto. 5. Pleno funcionamiento del centro: a partir de aquí, el centro comenzó a asignar asuntos.

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IX. Publicidad de las actividades Pro Bono a. Introducción Una vez se ha creado un entorno favorable hacia el trabajo pro bono, éste puede comenzar a utilizar los medios de comunicación en su propio beneficio. En concreto, dar publicidad a las actividades del centro sirve para: 1. Crear y desarrollar una actitud positiva hacia el trabajo pro bono; y 2. Dar a conocer el trabajo del centro entre aquellos que pueden necesitar los servicios jurídicos gratuitos y entre los profesionales dispuestos a prestarlos. El hecho de suministrar información a través de los medios de comunicación servirá para que las actividades y el trabajo pro bono sean conocidos por grandes segmentos de población. Como resultado de ello, el centro contribuye a crear una imagen positiva del trabajo pro bono, a desarrollar sus objetivos y a mejorar de forma general la imagen de los miembros de la profesión jurídica.

b. Utilización los medios de comunicación para generar una actitud positiva hacia el Pro Bono i. Herramientas de Internet y otros medios A nadie sorprenderá que Internet sea la principal herramienta que utilizan la mayoría de los centros de coordinación. Internet permite a las organizaciones difundir rápidamente sus ideas e informaciones a un público masivo con unos costes muy reducidos.

1. Página web Es muy importante tener una página web. A menudo, lo primero que hace la gente cuando quiere 53


saber algo acerca de una organización es buscarla en Internet. Como resultado de ello, el centro tiene que plantearse la necesidad de poner en marcha una página web tan pronto como le sea posible. Una web completa y fácil de usar favorece la legitimidad del centro ante los ojos del público, los abogados, los clientes y los donantes, siendo de gran utilidad para sus intereses a largo plazo. Una vez se ha comprado un nombre de dominio para la web, es posible diseñar la página de muy diferentes maneras. Muchos gestores de contenido están disponibles gratuitamente como software de código abierto y permiten la creación de plantillas y contenidos personalizados. Existen también otros sistemas más sofisticados que se pueden comprar. El estilo, la estructura y el contenido de la página web evolucionarán en paralelo con el desarrollo del centro. No obstante, la página web debería tratar siempre de: • ofrecer información básica sobre la organización y/o el centro de coordinación como su información de contacto, objetivos, misión, metas, etc.; • incluir información sobre sus noticias, calendario de actividades, asuntos recientes y casos de éxito; • permitir que los visitantes puedan suscribirse a un boletín de noticias o a una lista de correo; • incluir recursos prácticos y materiales educativos; • promover una imagen positiva de la organización; e • ¡Incluir un enlace para hacer donaciones! Una vez el centro haya desarrollado un proceso adecuado para recibir donaciones, la web debe contener un enlace que permita a la gente hacerlas fácilmente. Esto puede hacerse mediante una cuenta comercial ofrecida por algún servicio de Internet (como PayPal) que recoja las donaciones en nombre de la organización.

2. Listas de correo Una lista de correo es una recopilación de nombres y direcciones utilizada por personas u organizaciones para enviar información a múltiples destinatarios. En concreto, una lista de correo electrónico es un listado de direcciones de correo electrónico almacenadas en un servidor de correo, a las que la organización puede enviar información a través de una única dirección de correo electrónico. Esta dirección única de correo electrónico, llamada reflector, se convierte en el destinatario de la dirección de correo electrónico. Cuando se envía un mensaje al reflector, el correo se distribuye a todas las cuentas de la lista. Las listas de correo son particularmente útiles para enviar boletines de noticias y anuncios. El uso de listas de correo puede ayudar a la organización a: 54


• mejorar la comunicación entre los clientes del centro interesados en sus actividades o que participan en sus servicios; • generar debate y mejorar el conocimiento del trabajo pro bono a nivel nacional o internacional; e • informar a los participantes acerca de las actividades del centro, sus próximos actos y programas.

3. Boletines electrónicos Una manera más elaborada de aprovechar los contactos del centro es mediante la creación de un boletín periódico de noticias. Los boletines informativos electrónicos, o e-newsletter, son una forma barata y sencilla de difundir información sobre la organización entre un gran número de personas. Una e-newsletter es una herramienta bastante sofisticada que puede emplearse para distribuir fácilmente información sobre las tendencias y las novedades en el trabajo pro bono y promocionar las actividades de las ONG, del centro y de los bufetes. Existen servicios de e-newsletter disponibles en Internet de forma gratuita o por muy poco dinero. Servicios como iContact o Constant Contact, disponen de herramientas de creación de plantillas para la e-newsletter que permiten realizar un seguimiento de la actividad de los usuarios: cuántas personas abrieron un determinado documento o leyeron una determinada historia, cuántos hicieron clic en un determinado enlace, cuántos correos electrónicos fueron devueltos, etc. Por ejemplo, PILnet distribuye dos e-newsletters trimestrales dedicadas exclusivamente a pro bono: «Doing Justice» y «Global Pro Bono Link». Para ver un ejemplo, visite la web www.PILnet.org. A4ID envía regularmente un correo electrónico con actualizaciones y un boletín trimestral impreso.

4. Redes sociales Las redes sociales se han convertido en la forma más rápida y barata de promocionar las actividades de una organización. Sitios como www.facebook.com, www.myspace.com, www.linkedin.com, www.twitter.com, y www.orkut.com, han revolucionado la forma en la que las personas, los grupos y las organizaciones pueden publicar, recibir y distribuir información. Plataformas de redes sociales como Facebook, Myspace y Orkut permiten a los usuarios crear un perfil, añadir amigos, enviar mensajes, interactuar e informar a otros acerca de sus actividades. LinkedIn es una red social profesional que permite a los usuarios registrados mantener una lista con los datos de contacto de las personas que conocen y en las que confían en el ámbito de los negocios. Twitter es una red social de «microblogging» que permite a sus usuarios enviar y leer mensajes conocidos como tuits. Los tuits son mensajes de texto que aparecen en la página de 55


perfil de su autor y se distribuyen entre sus seguidores. Facebook, en particular, es un buen sitio para que la nueva organización empiece a darse a conocer. Si la organización no puede permitirse adquirir un nombre de dominio y mantener una página web, Facebook le permite crear una página (fan page) de forma gratuita. Las páginas de Facebook funcionan de manera similar a las páginas web, y te permiten informar a los demás sobre tu misión y tus objetivos, invitar a otras personas a que se afilien a tu página, enviar actualizaciones de estado y mensajes a tus «fans», publicar información sobre próximas actividades y conferencias, subir fotos, compartir vídeos, e incluso promocionar la página anunciándote en Facebook. Una ONG incipiente puede comenzar trabajando exclusivamente con una página de Facebook. No obstante, debe tener en cuenta que Facebook tiene sus limitaciones: su público se reduce a los usuarios de Facebook y, más concretamente, sólo aquellos que se han convertido en su «fans». No es tan profesional como una página web y no permite al centro de coordinación disfrutar de todas las características que una página web podría ofrecerle. Muchas organizaciones utilizan Facebook como un complemento a su página web.

5. Blogs Un blog es un tipo de página web gestionada generalmente por una persona que contiene entradas regulares con comentarios, descripciones de sucesos y/ú otros contenidos, tales como gráficos y vídeos. En el blog se puede incluir otra información distinta a la incluida en la página web principal del centro de coordinación. Es una herramienta distinta que nos permite proporcionar más información sobre las actividades del centro u otras historias que pueden ser de interés (como el resultado del trabajo pro bono) de una forma rápida y sencilla. Un blog suele ser algo menos formal que la página web del centro, permitiendo a los usuarios ampliar información sobre determinadas cuestiones, plantear temas de discusión y hacer comentarios. Algunos blogs disponen también de foros especiales donde los lectores (personas individuales, los despachos y las ONG) pueden publicar sus comentarios y peticiones. Es una forma barata de mantener informados a nuestros seguidores, pero, para ello, la gente tiene que visitarlo o suscribirse a los comentarios. Asegúrese de incluir en el blog un enlace a la página web del centro o a la de sus socios.

6. Otros medios de comunicación digital Los vídeos digitales y los podcasts son medios baratos y simples para hacer publicidad y pueden resultar herramientas muy útiles para los nuevos centros de coordinación. Puede utilizar una cámara digital para grabar vídeos que se pueden colgar en Internet y alcanzar una gran difusión. Un centro de coordinación puede grabar sus discursos, conferencias, talleres de formación, así como entrevistas con antiguos clientes, ONG y abogados que ayuden a fomentar una actitud positiva hacia el pro bono. El material grabado se puede convertir en vídeo digital y colgarlo en 56


una página web, una página de Facebook, YouTube o en un blog. Si un vídeo en particular alcanza una gran difusión, los medios de comunicación tradicionales podrían interesarse por la historia, dándole aún más publicidad. Los podcast también pueden ser una herramienta útil para los centros. Un podcast es un conjunto de archivos digitales (audio o vídeo) que se publican de forma periódica y pueden descargarse desde una página web. Si ya tenemos grabado el sonido, tan solo necesitamos un programa de edición para crear un podcast. Existen programas de edición gratuitos, como Audacity, y también otros de pago pero mucho más sofisticados, como Protools. El centro también puede usar software de edición de vídeo para editar tanto audio como vídeo. En la página web www.transom.org se ofrecen muchos consejos y sugerencias (en inglés) para hacer podcasts.

ii. Revistas jurídicas Las publicaciones de la comunidad jurídica proporcionan una gran cantidad de recursos a los centros de coordinación. Existen publicaciones diarias, semanales y mensuales como revistas, periódicos y boletines informativos que se distribuyen entre los profesionales del Derecho. Comience con la red de contactos del centro. La mayoría de los colegios de abogados tienen una o más publicaciones. Una vez que se ha establecido una relación con el colegio de abogados local, utilícela como un recurso para difundir información entre su audiencia. Estas publicaciones son una excelente manera de promocionar la labor del centro y de la organización en general.

iii. Medios de comunicación y otras publicaciones no jurídicas El centro podría estar interesado en darse a conocer en la prensa y en anunciarse fuera de la comunidad jurídica. Los periódicos, las revistas, la radio y la televisión son medios muy útiles para promocionar y fortalecer las actividades del centro. Éste podría anunciarse, promocionar ciertos actos, e incluso difundir historias de interés humano partiendo de casos de éxito en asuntos pro bono a través de estos medios de comunicación. Además, contar con la cobertura de uno de estos medios de comunicación suele provocar la atención de los demás. Una vez que el centro disponga del tiempo y del personal necesarios, puede ser útil redactar una estrategia de comunicación para emplear estos medios. Puede resultar difícil dirigirse a los periódicos, a las revistas, a la radio y la televisión. Si dispone de tiempo y dinero, puede investigar en los medios qué personas están escribiendo sobre el mundo jurídico, el tercer sector y cuestiones de interés público. Desarrollar buenas relaciones con los periodistas más importantes de los medios de comunicación es una forma de empezar. Contacte con estas personas, invítelas a almorzar o a tomar un café, con el fin de presentarles el centro, sus metas y logros. Envíe a estos reporteros notas de prensa sobre el centro e invíteles a sus próximos actos. 57


Es muy importante recordar que toda la información que enviemos a los medios de comunicación debe ser fiel. De lo contrario, el resultado puede ser muy perjudicial para la credibilidad y la legitimidad del centro. También es importante contar con todos los permisos y los consentimientos necesarios de abogados y clientes antes de enviar dicha información.

iv. Actividades Existen muchas formas distintas de promocionar un centro de coordinación pro bono y de reconocer el trabajo de aquellos que colaboran con la comunidad pro bono sin dilapidar su presupuesto como: cartas de agradecimiento, certificados de gratitud o de reconocimiento de los servicios prestados, y almuerzos, desayunos o cócteles realizados dentro de la sede de la propia organización. Las siguientes secciones describen otros actos de mayor envergadura que también pueden organizarse cuando el presupuesto del centro lo permita.

1. Premios y cenas Pro Bono Los premios pro bono son una buena forma de otorgar reconocimiento público a aquellos que han hecho una contribución extraordinaria a la comunidad pro bono. Desde un punto de vista estratégico, los premios pro bono sirven para varios propósitos. En primer lugar, con ellos el centro tiene la oportunidad de dar las gracias a los abogados que han donado su tiempo, dinero y esfuerzo al trabajo pro bono. En segundo lugar, el reconocimiento «oficial» otorgado por un miembro de la comunidad pro bono (el centro) a los abogados, confiere a éstos un mayor prestigio y les permite venderse de una forma positiva dentro de la comunidad jurídica. Como resultado, estos abogados pueden estar más dispuestos a colaborar con el centro en el futuro en otros asuntos pro bono. Por último, este tipo de actos sirven también para promocionar las actividades del centro en general. Si usted decide celebrar una ceremonia de entrega del premio pro bono, tendrá que tomar varias decisiones importantes acerca de los siguientes aspectos:

• Requisitos generales: decidir qué actividades pueden optar al premio. Por lo general, debería bastar con haber realizado algún tipo de servicio pro bono, ayuda a las organizaciones que proporcionan servicios pro bono, y/o otros logros relacionados con el trabajo pro bono.

• Criterios para la nominación: decidir los criterios para que alguien pueda ser nominado al premio. Por ejemplo, decidir si los candidatos pueden ser abogados individuales, bufetes, estudiantes de Derecho, organizaciones no gubernamentales o cualquiera de los anteriores. Establecer si es preciso obtener varias nominaciones para optar al premio, etc.

En Polonia, sólo es posible nominar a abogados individuales para el Konkurs Prawnick Pro Bono Roku, el Concurso Anual de Abogados Pro Bono.

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En los Estados Unidos existen muchos premios y cada uno de ellos tiene sus propios criterios. Bufetes de abogados, facultades y estudiantes de Derecho, así como abogados individuales que ejercen tanto en la esfera privada como para la administración pública, pueden optar a alguno de los muchos premios pro bono que existen.

• Logística de las nominaciones: decidir cómo deben presentarse las candidaturas, si a través de Internet, por correo electrónico, etc.; quién puede nominar y quién será el encargado de evaluar a los candidatos.

En Polonia, el jurado está formado por un defensor del pueblo polaco, el presidente del Tribunal Constitucional, el presidente del Tribunal Supremo Administrativo, el presidente del Consejo Nacional de Asesores Jurídicos, el presidente del Consejo de Colegios de Abogados y por abogados premiados en anteriores ediciones del concurso. En Rusia, los premios Corporate Lawyer al mejor despacho de abogados por su contribución al desarrollo del trabajo pro bono los decide un consejo de expertos compuesto por eminentes abogados y otros profesionales de prestigio. Entre ellos se incluyen miembros de la Duma estatal, del Departamento del Defensor del Pueblo Federal, el Colegio de Abogados Federal, la Academia Jurídica Estatal de Moscú, la delegación en Rusia del Centro Internacional del Derecho Sin Ánimo de Lucro, abogados de empresa y un representante de PILnet.

• Campaña promocional: puede ser interesante para el centro atraer la atención de los medios de comunicación sobre los premios pro bono para destacar ante el público general el compromiso de la comunidad jurídica con el voluntariado. ◦ Considere la posibilidad de organizar una reunión informal para conocer y estrechar relaciones con los periodistas locales. Durante este encuentro destaque los casos de éxito del programa pro bono, presente los objetivos de los premios y sus posibles beneficios tanto para la profesión jurídica como para la comunidad en general.

En Polonia, el diario líder en ese país, Rzeczpospolita, es uno de los organizadores del concurso pro bono. En Rusia, el Centro de Coordinación de PILnet en Moscú organiza anualmente un premio Pro Bono en colaboración con Corporate Lawyer, una publicación que premia a los despachos de abogados por sus logros en diferentes áreas.

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• Ceremonia de entrega de premios: decidir la forma en que los galardonados recibirán el premio pro bono. Puede ser desde una simple ceremonia hasta una cena de gala. También habrá que decidir la forma del premio pro bono: puede tratarse de un certificado o un diploma, una placa, una copa de cristal, una estatuilla, etc. El premio no debería consistir en una compensación económica, ya que todo el pro bono se basa en el trabajo voluntario no remunerado. Algunas de las cosas a tener en cuenta cuando se organiza una cena de gala: • Presupuesto: ¿encaja este acto dentro del presupuesto del centro? ¿Es posible conseguir donaciones y patrocinios para financiar el acto? • Tiempo: ¿cuánto tiempo deberá emplear nuestro personal, ya de por sí sobrecargado de tareas, en la planificación del acto? • Colaboraciones: trate de involucrar a todos los miembros de la comunidad pro bono que pueda: organizaciones no gubernamentales, bufetes, colegios de abogados, organizaciones de derechos humanos. • Prensa: ¡no se olvide de anunciar el acto! Envíe comunicados de prensa antes y después de la celebración del mismo. • Promoción: asegúrese de promocionar la labor del centro mediante la distribución de información y folletos durante el acto; esto podría despertar el interés entre los donantes potenciales, así como entre abogados interesados en llevar a cabo trabajo pro bono. • Agradecimientos: envíe notas de agradecimiento a todos los patrocinadores, donantes, voluntarios y a otras personas que hayan colaborado en la organización.

2. Conferencias, mesas redondas y formación Organizar conferencias, foros, mesas redondas y talleres de formación es otra de las formas de llegar a la comunidad pro bono y dar a conocer el trabajo del centro de coordinación. Este tipo de acciones resultan más adecuadas en una fase posterior, cuando el centro ya está bien organizado. No obstante, si se dispone de medios, puede resultar muy útil celebrar estos actos en las primeras fases de vida de la organización. Entre este tipo de actos están: • charlas y talleres sobre diversos temas de interés para las organizaciones sin ánimo de lucro impartidos por abogados expertos en la materia; • mesas redondas en las que participen expertos extranjeros en el trabajo pro bono, abriendo una oportunidad para que abogados y representantes de las organizaciones no gubernamentales puedan entrar en contacto y debatir sobre estas cuestiones; • formación jurídica para las ONG que les permita mejorar su organización; y • conferencias y foros sobre el trabajo pro bono en los que participen bufetes nacionales e internacionales y organizaciones no gubernamentales. 60


PILnet organiza y patrocina anualmente un Foro Europeo Pro Bono. Dicho foro supone la única plataforma dedicada enteramente a ofrecer una perspectiva internacional sobre la situación del trabajo pro bono en Europa. El foro pretende reunir a cientos de participantes de todo el mundo, entre los que se encuentran bufetes, abogados de empresa, abogados independientes, representantes de los colegios de abogados y de las ONG, profesores y estudiantes. Se trata, en definitiva, de una forma innovadora de promover la colaboración entre la comunidad judicial y el sector de las organizaciones no gubernamentales. Véase el Anexo 20, Resumen del Programa del Foro Europeo Pro Bono del año 2010.

La PBA organiza regularmente mesas redondas para abogados y representantes de las ONG. El objetivo de estos actos es el de fortalecer el apoyo local con el que cuenta esta iniciativa pro bono. Las mesas redondas ofrecen a los participantes la oportunidad de revisar la situación actual del pro bono y plantear posibles riesgos y problemas. El centro invita regularmente a expertos de otros países donde el trabajo pro bono se encuentra más desarrollado, con el fin de animar a los despachos locales a que participen en proyectos pro bono. Las presentaciones y los debates sobre posibles formas de aplicar estos modelos en el ámbito local aportan nuevas ideas para que el pro bono se desarrolle en el país. Los debates formales y el networking más informal sirven para reunir y promover los contactos entre los representantes de las organizaciones no gubernamentales y los abogados interesados en el pro bono. La mecánica usual del encuentro se basa en breves intervenciones que tratan diferentes aspectos de pro bono. En ellas, los directivos de los bufetes y de las ONG explican cuál es su interés y su motivación en el trabajo pro bono. El centro checo de coordinación pro bono combina estos actos con recepciones informales en las que se presentan los premios pro bono a los abogados participantes. Para más información sobre este acto, véase el Anexo 19 titulado «El Pro Bono en la República Checa: mesa redonda para abogados y asesores jurídicos de las ONG». Además, la PBA patrocina a lo largo del año otros actos dirigidos a la Comunidad Pro Bono.

En 2009, el Centro de Coordinación de PILnet en Moscú y el fondo benéfico United Way pusieron en marcha un proyecto para mejorar la capacidad de las ONG rusas proporcionándoles formación jurídica en materias como gobierno corporativo y cumplimiento de la legislación rusa. El proyecto consistía en diez sesiones de formación para las ONG en las que se trataban los problemas más acuciantes relacionados con sus operaciones diarias, entre ellos:

• el registro de las organizaciones sin ánimo de lucro; • la obtención de licencias especiales; • los procedimientos para la modificación de sus estatutos y otros documentos similares; • aspectos generales de la fiscalidad de las ONG; • la fiscalidad de las donaciones y las aportaciones benéficas; • el control público de las organizaciones sin ánimo de lucro; • el registro y el funcionamiento de las fundaciones; • la utilización de un régimen fiscal simplificado; • la naturaleza jurídica de las delegaciones de organizaciones sin ánimo de lucro extranjeras; • asuntos laborales que conciernen a las organizaciones sin ánimo de lucro; y • otros temas propuestos por los participantes.

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La formación fue impartida por abogados de despachos internacionales, organismos estatales, organizaciones sin ánimo de lucro y PILnet. Las ONG que no pudieron asistir a las sesiones recibieron por correo electrónico los materiales de los talleres como «participantes a distancia». Todas las ONG participantes recibieron información sobre los servicios del centro PILnet de Moscú y, como resultado de la formación, surgieron veinte nuevos asuntos pro bono. Por último, tras finalizar las sesiones de formación, el centro pro bono PILnet de Moscú y United Way distribuyeron un cuestionario a los participantes pidiendo que valorasen su grado de satisfacción con la formación recibida y solicitando ideas para tratar nuevos temas en las futuras sesiones.

v. Materiales de marketing: Folletos, trípticos y boletines informativos Los materiales de marketing son una buena manera de llegar a todos los grupos destinatarios del trabajo y los servicios del centro pro bono. En ellos se informa a los interesados acerca del funcionamiento general del centro, y sirven también para dar a conocer las últimas novedades sobre el pro bono y las próximas actividades del centro. Hacer un folleto de información sobre el centro es una buena forma de presentar y dar a conocer su trabajo y sus servicios. Otra forma de llegar a la comunidad pro bono es preparar folletos específicos sobre determinadas materias legales. Se puede elaborar un folleto breve y conciso que trate sobre las necesidades básicas de un determinado colectivo. Por ejemplo, uno que explique los principios básicos de la legislación laboral sobre el derecho al trabajo de las personas discapacitadas o de las minorías étnicas. Es conveniente desarrollar relaciones con abogados experimentados en determinados campos del Derecho y trabajar con ellos para plasmar sus conocimientos en un folleto. Como ya hemos mencionado, la misma información se puede comunicar mediante un boletín electrónico, pero un tríptico o un folleto nos permite hacerlo con mayor detalle y llegar, tal vez, a un público más amplio. El boletín puede proporcionar información básica sobre el centro de coordinación, informar sobre sus próximas actividades e incluir también pequeños artículos sobre los éxitos del centro. También se puede ampliar para tratar otros temas, como el intercambio de experiencias entre centros de coordinación, despachos de abogados y ONG, los asuntos más actuales del trabajo pro bono, etc.

c. Advertencia: Limitaciones éticas y profesionales de la publicidad Promocionar las actividades del centro de coordinación es una de las formas de crear una actitud positiva hacia el pro bono y de atraer clientes y abogados. No obstante, el centro debe seleccionar cuidadosamente qué ONG y qué asuntos quiere publicitar en los medios de comunicación. Como regla general, los servicios jurídicos prestados por abogados son, por naturaleza, confidenciales. Por lo tanto, el cliente debe prestar su consentimiento para que se publique cierta información, ya 62


que podría no desear que determinadas cuestiones llegasen a ser de dominio público. La naturaleza de un determinado asunto pro bono podría dañar la imagen pública de una ONG cliente del centro. Por ejemplo, cuestiones relacionadas con conflictos internos de gestión, problemas fiscales de la organización, o cualquier otro asunto socialmente conflictivo podrían perjudicar la reputación y la imagen de la ONG. Además, los abogados que representan a la ONG en estas cuestiones pueden tener sus reservas sobre la publicación de ciertos detalles del caso. El centro debe tener siempre presente estas cuestiones cuando se plantee publicar algunos asuntos en los medios de comunicación. El objetivo principal del centro es el de facilitar servicios jurídicos gratuitos. El hecho de promocionar esos asuntos, aunque sirva de ayuda al centro, es un objetivo meramente secundario. Por último, hay que tener precaución a la hora de publicitar algunos casos que afecten a ciertas ONG o a cuestiones controvertidas, ya que podrían dañar innecesariamente la imagen pública del propio centro pro bono. Seleccione con cuidado las materias que quiere presentar ante los medios de comunicación.

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Sobre los traductores de este manual

La traducción al español de este manual, originalmente publicado en inglés, ha sido llevada a cabo por Ruth Gámez y Fernando Cuñado de forma totalmente desinteresada (pro bono). Ruth y Fernando son licenciados en Derecho y traductores especialistas en traducción jurídica de inglés. Desde hace algo más de seis años trabajan en equipo para despachos de abogados, departamentos jurídicos de empresa y agencias de traducción. Asimismo, combinan su trabajo como traductores freelance con la enseñanza de la traducción en la Universidad Pontificia de Comillas. La traducción de esta guía supone para ellos una pequeña contribución a la comunidad jurídica, a la que sirven, y al mundo del pro bono. Desde aquí queremos agradecer su colaboración… Si quiere saber más sobre su trabajo puede visitar su página web o contactar con ellos por correo electrónico. Correo electrónico: contacto@traduccionjuridica.es Página web: http://www.traduccionjuridica.es

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