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El municipio y parroquia de Santiago del Norte de Santander (Colombia) por Luis Ulises Rojas Rodríguez
EL MUNICIPIO Y PARROQUIA DE SANTIAGO DEL NORTE DE SANTANDER (COLOMBIA)
Luis Ulises Rojas Rodríguez Presidente de la Cofradía de Santiago en la Parroquia de Norte de Santander
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Aun cuando no se conocen datos históricos a cerca de la fundación del Municipio de Santiago, la tradición, que es una de las mejores fuentes de la historia, conserva con entrañable cariño esta, respetable por su antigüedad y hasta la fecha la más creíble y raíz de nuestra devoción al Santo Patrono Santiago Apóstol.
Cuenta la respetable tradición que en el año 1742, don IGNACIO ROMERO CAMACHO, rico terrateniente vecino de Salazar, propietario de vastas comarcas herenciales a ambas márgenes del bullicioso Rio Pedro Alonso (hoy rio Peralonso). Al recorrer la ribera oriental del mismo en busca de caza o en persecución de algún potro cerrero, o de arisca y orejona novilla, se halló de repente en un claro de la selva, a la margen derecha del Pedro Alonso; sitio al descubierto pero de visual maravillosa, que llamo la atención al terrateniente Señor Romero Camacho; cuando su vista se recreaba con tan hermoso paisaje fue sorprendido por un extraño ruido parecido a el tañido de una campanilla. En seguida vio de frente a si, un arrogante caballero vestido a la usanza medieval de los señores cruzados, en cuya diestra empuñaba una refulgente espada, así como en la siniestra el Estandarte de Castilla y León.
La aparición como era de suponer, produjo arrobamiento y estupor en el ánimo del Señor Romero Camacho, pues nunca sus ojos habían visto caballero mejor plantado, ni tan deslumbrador jinete en sus predios; pero este éxtasis fue suplantado por la admiración, cuando el caballero en términos bondado
sos le dijo: “No temáis señor Romero Camacho, que os interrumpa en vuestros andares menesterosos de rodeo y caza soy Santiago, el hijo de Zebedeo, uno de los doce Apóstoles, Quiero, mando y ordeno que me obsequies estas tierras, y edifiquéis en esta paraje una iglesia y un pueblo que lleve mi nombre, donde eternamente se me reverencie”.
La visión desapareció, dejando aún más aturdido al hacendado, vuelto en sus cabales, recuerda la visión, hila las palabras oídas, se palpa por si estuviera soñando y decide colocar un mojón de piedras en el lugar donde se le apareció la visión deslumbradora del Apóstol.
Regresa a su casa solariega y luego de meditarlo, resuelve seguir al pie de la letra lo indicado por la visión.
El Señor Romero Camacho, rico propietario de aquellas tierras adquiridas de herencialmente de conquistadores y encomenderos, obedeciendo el mandato, hizo donación de aquellas tierras a la curia arzobispal, echo los cimientos de la iglesia. Tales terrenos desde esa época fueron denominados “Tierra del Santo”¸a la margen derecha del rio que hoy se conoce como Peralonso¸ además se construyeron doce chozas en ese mismo lugar, llevando honrosamente hasta la fecha el nombre se Santiago.
Desde esa fecha remota hasta nuestros días se honra y reverencia el nombre del Apóstol Santiago, tradición trasmitida de generación en generación de la cual nos sentimos orgullosos de conservarla.