nº 386- Semana del 5 al 11 de mayo de 2024
Exhumación de los restos del padre Torres
Duc in altum: ‘Día de la Madre’
El Sínodo sevillano de 1973
nº 386- Semana del 5 al 11 de mayo de 2024
Exhumación de los restos del padre Torres
Duc in altum: ‘Día de la Madre’
El Sínodo sevillano de 1973
El 5 de mayo la Iglesia en España celebra la Pascua del Enfermo
DUC IN ALTUM
Iglesia en Sevilla - Del 5 al 11 de mayo de 2024
Domingo 5 -3-
Día de la Madre
Monseñor José Ángel Saiz Meneses
-4ACTUALIDAD -8REPORTAJE
Los agentes de Pastoral de la Salud promueven la cultura de la ternura y de la compasión
-10-
AÑO DE LA ORACIÓN
La oración de los salmos
-11CÁRITAS
Cuidado de las personas, cuidado de los pueblos
-12LITURGIA
VI Domingo de Pascua
-14-
LA SAL DE LA TIERRA
Reyes Herrera y José Gómez, matrimonio -15-
CINE CON VALORES
McFarland, USA
Juan Jesús de Cózar -
PANORAMA LITERARIO
Diez matrimonios de cine -16PATRIMONIO
Virgen del Socorro. Convento del Santo Ángel (Sevilla)
Antonio Rodríguez Babío
Director: Leonardo Sánchez Acevedo
Año: LXXXIV
Pascua del Enfermo, jornada enmarcada en la Campaña del Enfermo, bajo el lema ‘Dar esperanza en la tristeza’. Más información en páginas interiores.
Eucaristía con los presidentes de los Consejos de Hermandades y Cofradías de Andalucía. A las 10 h, en el Arzobispado. Preside el arzobispo.
Eucaristía en la Parroquia San Diego de Alcalá. Posterior encuentro con la comunidad. A las 12h. Preside el arzobispo.
Misa de apertura de la visita pastoral del obispo auxiliar, monseñor Teodoro León, a la Parroquia de San José, de Morón de la Frontera. A las 12.30 h.
Lunes 6
Misa de apertura de la visita pastoral del obispo auxiliar, monseñor Ramón Valdivia, a la Parroquia de San Bernardo, de Sevilla. A las 18.30 h.
Miércoles 8
Ciclo sobre nulidad matrimonial en el Centro Diocesano de Orientación Familiar San Sebastián. Última sesión a cargo de Isacio Siguero, secretario general y canciller de la diócesis, en la que abordará la dimensión pastoral del proceso de nulidad matrimonial. A las 20.40 h. Acceso libre.
Jornadas Isidorianas. A las 17.30 h en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla, con presentación de las Etimologías en castellano, editado por la BAC. El jueves 9, a partir de las 10.30 h en el I. E. S. San Isidoro y esa tarde concierto en la Catedral (19.30 h).
Celebración de la festividad de San Juan de Ávila, patrón del clero diocesano. En la Catedral, a las 12 h.
Presentación del libro ‘El laico en el camino de la sinodalidad’, del sacerdote Marco Antonio Rubio. En el Arzobispado, a las 19 h.
10
Sesión formativa para voluntarios de la Pastoral Penitenciaria sobre ‘Los servicios del Proyecto Hombre’. En el Arzobispado de Sevilla, a las 18 h.
Foro ‘Educar-nos’ del Centro Diocesano de Orientación Familiar de Dos Hermanas, dirigido a padres y educadores. Sesión sobre la salud mental, a las 19 h. Entrada libre. En la sede del COF (Calle Real de Utrera, 11A, Dos Hermanas).
Admisión a órdenes de los seminaristas en la Catedral, a las 20 h.
Redacción, edición y diseño: Mª del Pilar Arincón, Alicia Contreras, Pablo F. Enríquez y Karen G. Mendoza.
Colaboradores: Juan Jesús de Cózar, Pablo Díez, Miguel Ángel Garzón, Isidro González, Antonio J. Guerra, Miguel Ángel Osuna, Álvaro Pereira y Antonio Rodríguez Babío.
Distribución: Servicio de Comunicaciones (Reprografía) y colaboradoras (Mª Carmen Fernández, Andrea Jiménez, Conchita Jiménez, Cristina Moya, Encarnación Povedano y Loli Ramírez).
Imprime: Gandulfo Impresores.
Esta publicación no se hace responsable de las opiniones vertidas en sus artículos.
Archidiócesis de Sevilla. Plaza Virgen de los Reyes, s/n. Telf. 954505505, ext. 680, 683, 685. www.archisevilla.org iglesiaensevilla@archisevilla.org
Iglesia en Sevilla
Mes de mayo, mes de María. Este primer domingo de mayo es también una fecha dedicada especialmente a las madres, el Día de la Madre. Felicitamos en este día, de modo muy especial, a todas las madres, que son un reflejo del amor y de la ternura de Dios. La maternidad es un misterio maravilloso en el que la mujer colabora con Dios en la procreación de la vida humana desde su seno. De todos los días del año, este es el día que está más impregnado de agradecimiento, de reconocimiento, de expresiones de amor sincero por lo mucho que hemos recibido de nuestras madres, comenzando por la vida. Hoy es un día propicio para manifestarles todo nuestro amor y gratitud, y si ya están en la casa del Padre, una oración y nuestra memoria agradecida.
Ellas nos han dado la vida biológica, nos han cuidado con no pocos sacrificios, nos han educado, transmitido la fe, iniciado en la oración, en el trato con Jesús y María Santísima. Ellas guiaron nuestros primeros pasos, nos enseñaron las primeras palabras, fueron nuestro apoyo en todas las circunstancias y etapas de crecimiento, y fueron y serán para siempre punto de referencia en el camino de la vida. Las madres han contribuido de forma decisiva en los fundamentos de la familia y de la sociedad, en la construcción de un mundo más humano, de un futuro más abierto a la esperanza. La maternidad es la mayor expresión de donación y servicio a los demás. En una sociedad tan necesitada de amor y misericordia, de gratuidad, el testimonio de la multitud de madres que hacen una renuncia generosa de su propia vida, es una fuente de inspiración para trabajar en la construcción de un mundo mejor.
Hoy felicitamos a todas las madres y las encomendamos a la protección de María, nuestra madre del cielo.
Pedimos a María Santísima que proteja a las madres que junto a sus esposos pueden desarrollar la tarea de educación de sus hijos en un contexto familiar armonioso y propicio; a las que les toca bregar y educar a los hijos en un ambiente familiar repleto de dificultades; y, sobre todo, a las que deben afrontar solas una tarea tan importante y compleja. Pedimos al Señor, por intercesión de María, que todas puedan desempeñar con entrega y alegría su servicio en la familia, así como en la Iglesia y en la sociedad; que todas encuentren en la Virgen María consuelo y fortaleza. Que la Virgen María, que caminó en la oscuridad de la fe y estuvo unida a su Hijo hasta la cruz, las consuele y les dé la certeza de que su amor y sacrificio nunca serán inútiles.
La vida de María está centrada en el amor a Dios, su Señor, y en el amor al prójimo. Ella no pretende grandezas, simplemente es la humilde sierva del Señor, y se pone a disposición de su voluntad. Es una mujer que ama a Dios sobre todas las cosas y que está siempre en servicio delicado a los demás, tal como narran los evangelios: en silencio contemplativo durante la infancia y la vida oculta de Jesús, en Nazaret; con delicadeza y prontitud en la visita a su prima Isabel y en las bodas de Caná de Galilea; con la máxima discreción y humildad durante la vida pública; con entereza y absoluta confianza en Dios al pie de la cruz; con pedagogía y eficacia en su función de reunir a los discípulos antes de Pentecostés para recibir el Espíritu Santo, y en la naciente comunidad de Jerusalén.
Al iniciar el mes de mayo, invito a toda la familia diocesana de Sevilla a poner en su vida diaria algún acto de devoción, personal o comunitario, en casa o en la iglesia, en honor de Santa María. A ella le encomiendo también, de manera muy especial, a los niños y niñas que en nuestra diócesis reciben por vez primera la Eucaristía.
El Movimiento Cultural Cristiano (MCC) está celebrando este año el XXV aniversario de su presencia en Venezuela. Más de dos décadas en la que los militantes de este movimiento laical de la Iglesia han experimentado “un milagro, porque habiendo empezado en los peores barrios de Venezuela ha salido un grupo potente de personas que se han comprometido con la evangelización de los empobrecidos”.
Según Ana Solano, militante del Movimiento Cultural Cristiano, lo llamativo del proyecto es, precisamente, la promoción militante que promueve esta asociación: “Los más pobres, en los que nadie cree, a los que parece que solo se les puede ayudar, ellos mismos son ahora los responsables de todas las actividades, proyectos y campañas del Movimiento en Venezuela”. Estas acciones responden a la llamada del papa Juan Pablo II, que afirmó que “la promoción de los pobres debe ser obra de ellos mismos”.
Así, después de 25 años, el Movimiento Cultural Cristiano en Venezuela está constituido por un numeroso grupo de matrimonios jóvenes y de familias comprometidas con la formación de militantes cristianos pobres.
Entre los proyectos que han ido poniendo en marcha en este cuarto de siglo destaca la Casa de Espiritualidad Emaús, que incluye aulas para la celebración de reuniones, cursos y encuentros; el Colegio Iqbal Masih (que ofrece educación Preescolar, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, así como servicio de biblioteca a estudiantes y comunidades circundantes); la Librería-Cooperativa ‘Virgen del Carmen’, el Taller Nazaret (carpintería, ebanistería, pintura, tallado, imaginería religiosa), la emisora Radio Familia (única radio católica en una ciudad de más de un millón de habitantes), el Centro Médico Beato José Gregorio Hernández (con consultorios y farmacia), y la Fundación por la Dignidad Sagrada de la Persona, una
asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es acabar con las causas de la violencia y ayudar a las víctimas.
La clave, insiste Solano, es confiar “en el proceso de autopromoción y formación de los más pobres, de los olvidados”.
Proyecto misionero en Perú
Para celebrar el XXV aniversario del Movimiento Cultural Cristiano en Venezuela se ha puesto en marcha un “proyecto solidario de promoción humana en Perú”, concretamente en la diócesis de Lurín, en el sur empobrecido de la capital, Lima.
El pasado mes de febrero un matrimonio y una familia con tres hijos partieron a tierras andinas para comenzar con este proyecto de evangelización.
Según han informado desde el MCC, se trata de un programa solidario de promoción integral y colectiva: “Integral, porque está orientado a que las personas que en él intervengan desarrollen todas sus capacidades personales, y colectiva tratando de que cada persona aporte esas cualidades al servicio del bien común, de tal manera que los pobres
y descartados sean los verdaderos protagonistas de sus vidas”.
Los misioneros procurarán vivir de su trabajo, en sectores de la salud y la educación, si bien, desde el movimiento hacen una llamada a colaborar con esta misión. Concretamente buscan fondos para la rehabilitación de las casas donde van a residir, la compra de una furgoneta para el transporte de personas, así como para la adquisición de medios y materiales (libros, ordenador, pantalla, proyector, etc.) para iniciar la formación militante.
“Este proyecto misionero viene gestándose desde hace seis años -explica Ana Solano, aunque la pandemia lo ha retrasado”. Hasta que finalmente, durante la XLII Asamblea del Movimiento Cultural Cristiano, que se celebró el pasado mes de agosto, se firmó el convenio de colaboración entre el MCC y la diócesis de Lurín, contando con la presencia de su vicario general, el sacerdote Amadeo Raymi.
Más información en la web solidaridad.net.
SEVILLA.- El pasado 23 de abril se procedió al acto de exhumación y reconocimiento de los restos del venerable padre Torres Padilla, cofundador de la Compañía de las Hermanas de la Cruz. El acto se celebró en la casa madre de la Compañía, en presencia del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz; los obispos auxiliares, monseñor Teodoro León y monseñor Ramón Valdivia; y la madre general de la compañía, sor Reyes de la Cruz.
La capilla de los Dolores acogió el inicio del acto, con el juramento de los oficios que intervinieron tanto en la exhumación como en el reconocimiento de los restos mortales del venerable padre Torres Padilla. Entre ellos, el delegado episcopal, José Ángel Martín; el promotor de Justicia, Antonio Vergara; el notario actuario, Isacio Siguero; y la notaria adjunta, María del Monte Chacón; así como los peritos forenses y operarios. Asistió igualmente el postulador de la causa, Salvador Aguilera; el deán del Cabildo Catedral, Francisco José
Ortiz; el vicecanciller, Pedro Reina, y el capellán de la comunidad, Borja Núñez.
Posteriormente, se trasladaron a la cripta donde reposaban los restos mortales. Tras su exhumación, el féretro fue conducido por los obispos y sacerdotes presentes a través del claustro de la casa madre hasta el lugar donde se abrió el féretro para el posterior reconocimiento y extracción de reliquias.
Por indicación del arzobispo, todas
las hermanas de la Cruz presentes pasaron a venerar los restos del padre Torres Padilla. Milagro atribuido al padre Torres El 14 de marzo, el papa Francisco autorizó al cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, para promulgar el decreto “del milagro atribuido a la intercesión del venerable siervo de Dios, José Torres Padilla, sacerdote diocesano”.
ALBAIDA DEL ALJARAFE.- El sábado 4 de mayo, el arzobispo de Sevilla corona canónicamente a Nuestra Señora de la Piedad, imagen de gran veneración en Albaida del Aljarafe como titular de la Hermandad de la Vera Cruz. La ceremonia es a las ocho y media de la tarde en el parque Doctor Rafael Rodríguez. A continuación, tiene lugar la procesión de acción de gracias por las calles de la localidad. El besamanos extraordinario a Ntra. Madre y Señora de la Piedad coronada, está previsto el domingo 26 de mayo, junto al canto del Te Deum y la clausura de los cultos y
actos organizados por la coronación.
Nuestra Señora de la Piedad procesiona durante el año en dos ocasiones, como dolorosa en la estación de penitencia del Viernes Santo y de gloria con el Niño Jesús en sus brazos en el mes de septiembre con motivo de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
El hermano mayor, Antonio Jesús Morales, ha señalado que “este gran acontecimiento mariano es una situación excepcional y de gracia que nos brinda la oportunidad de fortalecer el compromiso evangelizador de los miembros de esta corporación”.
SEVILLA.- La organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN España) ha lanzado una campaña de emergencia para colaborar con los cristianos de Tierra Santa, cuya situación empeora y su presencia en aquel lugar corre el riesgo de desaparecer.
Desde esta organización eclesial requieren “ayuda urgente” para abastecer a las familias cristianas de medicamentos, alimentos, becas para formación y empleo y recursos para alquileres. “Hay que seguir ayudándoles. Tu generosidad es clave para poder responder a su llamada”, exhortan en su campaña.
Según fuentes de ACN, en contacto permanente con las comunidades cristianas de Tierra Santa, “la situación en Gaza es muy crítica, por el momento la entrada de ayuda externa está paralizada. En Cisjordania y en Jerusalén Este, los 37.000 y los 10.000 cristianos que permanecen, respectivamente, están sufriendo tremendas consecuencias económicas derivadas del conflicto armado”. Por ello, el patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha solicitado ayuda de emergencia.
Concretamente, los donativos canalizados a través de Ayuda a la Igle-
sia Necesitada se destinarán a tres programas:
En primer lugar, ofrecer salarios ante el desempleo de los cristianos. No en vano, se estima que 4.000 cristianos han perdido el empleo y no pueden mantener a sus familias a causa del conflicto. “Casi todas las peregrinaciones a la región han sido canceladas. Los que trabajaban al otro lado del muro de Jerusalén han perdido el empleo. Y muchas familias judías contrataban a los cristianos y ahora están contratando a ciudadanos indios en vez de palestinos”, señalan. Con estas ayudas “la Iglesia podrá pagar salarios de 500 a 600 euros al mes para 50 familias para
que trabajen en instituciones de la Iglesia relacionadas con la educación y la sanidad. Solo si les ayudas, estas familias podrán permanecer en Tierra Santa”.
Por otro lado, se pretende facilitar becas de formación profesional para jóvenes cristianos, para que “vean oportunidades de futuro en su país y mejoren sus oportunidades de empleo”.
Finalmente, se han previsto paquetes de emergencia para familias cristianas que consisten en cupones de alimentos, ayudas para afrontar el pago de alquileres y los gastos derivados en la atención médica para las familias más pobres.
SEVILLA.- El Cabildo de la Catedral, en colaboración con la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, celebrará unas jornadas de divulgación musical enmarcadas en las actividades promovidas por la Cátedra Magna Hispalensis de Fe, Arte y Cultura. Estas jornadas se realizarán en la zona del Altar Mayor, los días 9, 22 y 23 de mayo, a las ocho de la tarde e incluirán dos ponencias y un concierto dedicados a la figura de Francisco
Guerrero, sevillano de nacimiento, uno de los compositores españoles más importantes de la historia.
El objetivo principal de la cátedra es, según fuentes del Cabildo Metropolitano, “valorar, investigar y dar a conocer la Catedral de Sevilla como referencia de relación entre fe, arte y cultura”. En este sentido, la cátedra pretende “crear un fondo bibliográfico especializado, en colaboración con la Biblioteca Benedicto XVI y con
las publicaciones de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla”. La iniciativa promueve la sinergia entre las instituciones (diócesis, universidades, congregaciones religiosas, seminarios, archivos) que investiguen o difundan los estudios especializados en fe, arte y cultura.
Aquellas personas que deseen el certificado de asistencia deberán solicitar el diploma en el correo catedramagna@catedraldesevilla.es
El Sínodo de Sevilla de 1973 fue un hito de una relevancia eclesial indudable que quizás no tuvo la lógica trascendencia posterior. Es lo que se desprende de la escasa bibliografía e investigaciones dedicadas a esta cita diocesana. La letrada e investigadora Lourdes Sivianes ha subsanado en parte esta carencia con una obra que ahora ve la luz y que desarrolla la tesis doctoral que defendió en 2004. Lo primero que cabría preguntarse es ¿qué ha sido de aquel sínodo? ¿En qué quedó aquel esfuerzo renovador?
En el haber de los impulsores del Sínodo (con el cardenal Bueno Monreal como personalidad más destacada, y el trabajo del sacerdote Antonio Hiraldo en el día a día) está el hecho de que aquella iniciativa sevillana abrió un camino. La dinámica de comunión, con mujeres y hombres laicos, consagrados y sacerdotes caminando juntos para crear caminos nuevos, es algo que hoy se cita con absoluta normalidad, pero en 1973 supuso un discurso tan rupturista como justificado. No en vano, el Sínodo buscaba renovar la diócesis sevillana a la luz del Concilio Ecuménico Vaticano II.
El 8 de diciembre de 1965 se clausuró el Concilio, y ni un mes después, el 1 de enero de 1966, el cardenal firmó una exhortación pastoral en la que manifestó su propósito de celebrar un sínodo diocesano. Ahí comenzó un proceso de gestación que culminó el 29 de junio de 1973, día en el que se clausuró el Sínodo de Sevilla.
Fue la primera vez que participaban en un sínodo diocesano laicos junto a consagrados y sacerdotes. Sivianes pone nombre y apellidos a esta decisión, los del cardenal José María Bueno Monreal: “Como jurista y pastor, supo que el Sínodo produciría un efecto renovador si incluía a todos”.
Experiencia pionera en el postconcilio
La de Sevilla fue la primera experiencia de este tipo en el posconcilio español. Pese a la escasa tradición sinodal de la diócesis hispalense, fue la primera en España en trasladar las
enseñanzas del Concilio Vaticano II mediante la institución sinodal. La anterior experiencia diocesana (del cardenal Segura en 1943) estuvo vigente 30 años, pero es que el anterior a este estuvo vigente 339 años. Fue el de don Fernando Niño de Guevara de 1609.
En el debe de la cita de 1973 la autora destaca “la ausencia de unas actas generales”. Y es una verdadera lástima, ya que nos encontramos ante un sínodo que ella califica como “innovador y pionero, con un marcado carácter pastoral que en todo momento se compagina con la normativa”. De hecho, el cardenal Bueno Monreal, “haciendo una interpretación extensiva del Código de Derecho Canónico vigente entonces el de 1917, incluye al laicado, que nunca hasta entonces había participado, sentándolo en el aula sinodal con voz y voto, y anticipándose con valentía al Código del 83”. El cardenal se adelantó diez años, y así lo recoge expresamente el propio reglamento
del sínodo en su artículo sexto. Preocupaciones sociales
Las principales preocupaciones del Sínodo Hispalense, según Sivianes, giraron en torno a tres puntos: Una temática social abundante, con frecuentes denuncias; un reconocimiento del valor del laicado, subrayando especialmente la importancia de la mujer en el mundo actual (no hay que olvidar que este sínodo se celebró hace medio siglo); y unas profundas reformas estructurales.
Desde la perspectiva de la autora del libro ‘El Sínodo de Sevilla de 1973’, esta experiencia sinodal “no ha tenido los frutos que eran esperables de su intensa realización”, si bien “su espíritu renovador es un impulso que aún hoy, se siente al leer aquellos valientes compromisos”. Considera -y no está sola en este empeño- que “es el momento de retomarlo, pues constituye una fuente o modelo a tener en cuenta a la hora de realizar el próximo Sínodo Diocesano de Sevilla”.
La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. “El dolor es un lugar de aprendizaje, uno de esos puntos en los que el hombre está en cierto modo «destinado» a superarse a sí mismo, y de una manera misteriosa está llamado a hacerlo”. Son palabras del papa San Juan Pablo II en su carta apostólica Salvifici Doloris, sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano.
En la Archidiócesis de Sevilla, poco menos de mil agentes de la Pastoral de la Salud dedican parte de su tiempo a visitar, acompañar y consolar a las personas que sufren dolencias físicas y espirituales.
Daniel Soto (Sevilla, 1980), es uno de los llamados a practicar la “projimidad” con los más vulnerables. Él tiene la dicha de compaginar su profesión de enfermero con su vocación cristiana. “Durante años llevé pegada la oración de san Francisco de Asís en el reverso de mi tarjeta profesional identificativa como recordatorio de mi doble vocación: ‘Oh Señor, haz que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar, ser comprendido, sino comprender y ser amado, sino amar’.
Soto pertenece a la Parroquia Concepción Inmaculada de Nervión, está casado con Ana Piedra desde hace 15 años, ambos padres de seis hijos “en espera del séptimo”. Señala que “la desesperanza es la gran epidemia de este siglo. Solo hay que ver el aumento de las enfermedades mentales como la depresión, el incremento del suicidio en los jóvenes occidentales y el aislamiento social que viven muchas personas”, por tanto, “devolver
la esperanza pasa por el reconocimiento de la dignidad de cada individuo y acompañarlos para que no se sientan solos y olvidados”, afirma.
Considera que “para que alguien que está mal, vuelva a estar bien, otro tiene que poner de su esfuerzo y de su amor desinteresado”. Al menos esta ha sido su experiencia de lo que Jesús ha ido obrando en él. “Me restaura, me dignifica y vuelta a empezar. Cuidar de los enfermos me acerca a Dios. En ellos se puede ver el rostro amoroso de Jesús”.
De esta entrega incondicional y desinteresada también tiene algo que decir Eladia Guerra (Badajoz, 1956), viuda y madre de diez hijos. Pertenece al Camino Neocatecumenal y es feligresa de la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles y Santa Ángela de la Cruz, de Sevilla Este. Tras la enfermedad de su marido y la visita de agentes de la Pastoral de la Salud para administrarle el sacramento de la reconciliación y llevarle la comunión, Eladia descubrió la importancia del acompañamiento en los momentos de fragilidad humana fruto de la enfermedad.
“De esto hace ya diez años y pienso que es una misión
a la que la Iglesia me sigue llamando”. Eladia, cuando visita a los enfermos, ve en ellos a “un Cristo sufriente, y les anuncio que Dios está también presente en su situación; de vejez, de enfermedad, de soledad… Y que Él los ama, los acompaña, no es indiferente a su sufrimiento. A los enfermos procuro transmitirles siempre que esta vida es pasajera, que nuestra esperanza está en la vida eterna, y que en tanto en cuanto aceptemos nuestra situación de cada día, podemos empezar a disfrutar ya de esta vida eterna”.
Afirma que “es una experiencia en la que no solo das de tu tiempo, sino que también recibes mucho bien de las personas a las que visitas. Ellos te cuentan sus experiencias de vida y verdaderamente son muy enriquecedoras. No siento que sea una pérdida de tiempo, sino un servicio a los demás en nombre de Jesucristo”.
María Álvarez (Sevilla, 1992), pertenece a la Pastoral de la Salud en la Parroquia Inmaculada Concepción y se dedica profesionalmente a la enfermería desde el 2016. Actualmente trabaja en Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud, en un centro de un pueblo de Sevilla.
“Hay una frase que me encanta de una famosa enfermera teorizadora, Virginia Henderson, que creo que describe perfectamente la fusión de ambas vocaciones: Si puedes curar, cura. Si no puedes curar, alivia. Si no puedes aliviar, consuela. Y si no puedes consolar, acompaña. En aquellas situaciones donde hay tal sufrimiento que ni consuelo podemos ofrecer, siempre nos quedará algo: simplemente acompañar, escuchar, estar ahí y como cristianos, tener presente a esas personas en nuestras oraciones para que Dios sea el que les consuele”, señala Álvarez.
Disfrutar del amor de Dios con los enfermos
Hoy día se habla mucho de los “influencers” y de cómo impactar en el mundo. Sin embargo, “la Pastoral de la
Salud está alejada de la pompa y los focos grandilocuentes, ocurre en la intimidad de un salón o al pie de una cama, y, sin embargo, tiene una resonancia asombrosa y de gran trascendencia para el enfermo y el agente de pastoral. ¡Eso sí que es una verdadera influencia!”, afirma Daniel Soto. “En el Evangelio sobre el Buen Samaritano, Jesús termina diciendo: ‘Haz tú lo mismo’. Esto es lo que aporta la Pastoral de la Salud, “poder participar y disfrutar del amor de Dios con los enfermos”, agrega.
«Dar esperanza en la tristeza» es el lema de la Jornada del Enfermo elegido para este año y el fruto del encuentro con los más frágiles es siempre enriquecedor: “Acompañar al que sufre es enormemente valorado por los enfermos, probablemente porque les devuelve la humanidad que parece que el sufrimiento y la enfermedad les quitan. Esto es frecuente, por ejemplo, con los enfermos terminales o los abandonados socialmente. Siempre se puede acompañar y cuidar al que sufre, para devolverle su condición humana y de hijo de Dios”, coinciden Soto y Guerra.
En definitiva, los voluntarios de la Pastoral de la Salud consideran que estar en contacto con el sufrimiento, la enfermedad y la muerte también los ha ayudado a trivializar las pequeñas dificultades ordinarias a las que a veces se les da excesiva importancia. “¡Nos ayuda a tener una vida más auténtica!”. Para ellos ha sido un privilegio acompañar a tantos enfermos y sus familias, aliviar al que sufre, o presenciar la fe con la que se prepara un ser humano “para una muerte santa. Cada uno de estos testimonios nos ha ayudado a confirmar la esperanza de la resurrección. Por tanto, es un privilegio que las personas, en su máximo momento de vulnerabilidad, nos abran una puerta a su vida y su intimidad, en ocasiones hasta el punto de poder formar parte de la biografía o historia personal”.
Leyendo la Biblia nos encontramos continuamente con oraciones de distinto tipo. Pero encontramos también un libro compuesto solo de oraciones, que se ha convertido en patria, lugar de entrenamiento y casa de innumerables orantes. Se trata del Libro de los Salmos.
Son 150 salmos para rezar y forma parte de los libros sapienciales, porque comunica el “saber rezar” a través de la experiencia del diálogo con Dios. En los salmos encontramos todos los sentimientos humanos: las alegrías, los dolores, las dudas, las esperanzas, las amarguras que colorean nuestra vida. El Catecismo afirma que cada salmo «es de una sobriedad tal que verdaderamente pueden orar con él los hombres de toda condición y de todo tiempo» (CIC, 2588). Leyendo y releyendo los salmos, nosotros aprendemos el lenguaje de la oración. Dios Padre, de hecho, con su Espíritu los ha inspirado en el corazón del rey David y de otros orantes, para enseñar a cada hombre y mujer cómo alabarle, cómo darle gracias y suplicarle, cómo invocarle en la alegría y en el dolor, cómo contar las maravillas de sus obras y de su Ley. En síntesis, los salmos son la palabra de Dios que nosotros humanos usamos para hablar con Él.
En este libro no encontramos personas etéreas, personas abstractas, gente que confunde la oración con la experiencia estética o alienante. Los salmos no son textos nacidos en la mesa; son invocaciones, a menudo dramáticas, que brotan de la vida, de la existencia. Para rezarles basta ser lo que somos. No tenemos que olvidar que para rezar bien tenemos que rezar así como somos, no maquillados. No hay que maquillar el alma para rezar. “Señor, yo soy así”, e ir delante del Señor como somos, con las cosas bonitas y también con las cosas feas que nadie conoce, pero nosotros, dentro,
conocemos. En los salmos escuchamos las voces de orantes de carne y hueso, cuya vida, como la de todos, está plagada de problemas, de fatigas, de incertidumbres. El salmista no responde de forma radical a este sufrimiento: sabe que pertenece a la vida. Sin embargo, en los salmos el sufrimiento se transforma en pregunta. Del sufrir al preguntar.
Planteando continuamente preguntas de este tipo, los salmos nos enseñan a no volvernos adictos al dolor, y nos recuerdan que la vida no es salvada si no es sanada. La existencia del hombre es un soplo, su historia es fugaz, pero el orante sabe que es valioso a los ojos de Dios, por eso tiene sentido gritar. Y esto es importante. Cuando nosotros rezamos, lo hacemos porque sabemos que somos valiosos a los ojos de Dios. Es la gracia del Espíritu Santo que, desde dentro, nos suscita esta conciencia: de ser valiosos a los ojos de Dios. Y por esto se nos induce a orar.
La oración de los salmos es el testimonio de este grito: un grito
múltiple, porque en la vida el dolor asume mil formas, y toma el nombre de enfermedad, odio, guerra, persecución, desconfianza… Hasta el “escándalo” supremo, el de la muerte. La muerte aparece en el Salterio como la más irracional enemiga del hombre: ¿qué delito merece un castigo tan cruel, que conlleva la aniquilación y el final? El orante de los salmos pide a Dios intervenir donde todos los esfuerzos humanos son vanos. Por esto la oración, ya en sí misma, es camino de salvación e inicio de salvación.
Todos los dolores de los hombres para Dios son sagrados. Así reza el orante del salmo 56: «Tú has anotado los pasos de mi destierro; recoge mis lágrimas en tu odre: ¿acaso no está todo registrado en tu Libro?» (v. 9). Delante de Dios no somos desconocidos, o números. Somos rostros y corazones, conocidos uno a uno, por nombre.
En los salmos, el creyente encuentra una respuesta. Él sabe que, incluso si todas las puertas humanas estuvieran cerradas, la puerta de Dios está abierta. Si incluso todo el mundo hubiera emitido un veredicto de condena, en Dios hay salvación.
“El Señor escucha”: a veces en la oración basta saber esto. Los problemas no siempre se resuelven. Quien reza no es un iluso: sabe que muchas cuestiones de la vida de aquí abajo se quedan sin resolver, sin salida; el sufrimiento nos acompañará y, superada la batalla, habrá otras que nos esperan. Pero, si somos escuchados, todo se vuelve más soportable.
Papa Francisco (14/10/2020)
Como cada 15 de mayo, en Cáritas celebraremos el Día del Mundo Rural recordando a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, ganaderos y gentes del campo. Este año, el foco lo ponemos en el “cuidado de las personas, cuidado de los pueblos”.
La densidad de población de la provincia de Sevilla es superior a la de España y Andalucía. La gran mayoría de la población se concentra en la capital y sus alrededores, donde reside aproximadamente el 80 % de los sevillanos, lo que supone que solo el 20 % de la población vive en zonas rurales. Pero a pesar de estos datos, en nuestra Archidiócesis se realiza una apuesta firme por la presencia de Cáritas en todas las parroquias.
Los datos hablan de un descenso e incluso de desaparición de lo rural, de ausencia de gente joven, de comunidades reducidas, envejecidas y sin servicios. Sin embargo, al mismo tiempo, se observa un relativa “moda” de lo rural, con una tendencia a regresar a los pueblos, tanto de forma temporal como permanente; tanto de personas jóvenes como
de personas jubiladas. También se observa una realidad mayor de personas y familias migrantes que buscan en los pueblos un lugar donde proyectar su vida, siendo todas estas realidades acompañadas desde la cercanía que ofrece una Cáritas rural, que permite minimizar las dificultades para trabajar de manera conjunta con los servicios sociales e incluso autoridades públicas.
Es precisamente también en este entorno, en el rural, donde la solidaridad vecinal, las costumbres y el sentido y responsabilidad de pertenencia siguen siendo una fortaleza.
El papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti nos invita a que “cuidemos la fragilidad de cada hombre, de cada mujer, de cada niño y de cada anciano, con esa actitud solidaria y atenta, la actitud de proximi-
Desde las Cáritas rurales luchamos por ser instrumentos de Dios siguiendo el ejemplo de San Isidro
dad del buen samaritano” (79). Nos damos cuenta de que el cuidado no solo es responsabilidad de los que tienen los recursos y el poder, sino que hemos de cuidarnos unos a otros y, juntos, la Casa Común, teniendo un papel fundamental en ello la Iglesia rural.
Desde las Cáritas rurales luchamos por ser instrumentos de Dios siguiendo el ejemplo de san Isidro, cuidando y labrando el mundo rural y sus gentes, para asegurarnos una buena cosecha.
Almudena Durán, técnica de Acompañamiento al Territorio
CÁRITAS DIOCESANA DE SEVILLA
Dirección: Plaza de. San Martín de Porres, 7. 41010-SEVILLA
Teléfono: 95 434 71 84
Correo: info@caritas-sevilla.org
Primera lectura Hechos de los Apóstoles 10, 25-26. 34-35. 44-48
El don del Espíritu Santo ha sido derramado también sobre los gentiles
Cuando iba a entrar Pedro, Cornelio le salió al encuentro y, postrándose, le quiso rendir homenaje.
Pero Pedro lo levantó, diciéndole: «Levántate, que soy un hombre como tú».
Pedro tomó la palabra y dijo: «Ahora comprendo con toda la verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea».
Todavía estaba hablando Pedro, cuando bajó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban la palabra, y los
Salmo responsorial Salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4
R. El Señor revela a las naciones su salvación
- Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.
- El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
- Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.
Segunda lectura 1 Juan 4, 7-10
Dios es amor
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en
Evangelio según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por
fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles, porque los oían hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios.
Entonces Pedro añadió: «¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?»
Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo.
Entonces le rogaron que se quedara unos días con ellos.
que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.
sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».
Enlace directo al canal de YouTube de la Archidiócesis de Sevilla en el código QR.
La Iglesia propone en la liturgia de la Palabra de este domingo algunos temas pascuales relevantes: la venida del Espíritu Santo, el universalismo de la salvación, la vida del amor.
En la primera lectura, asistimos al relato de un encuentro que cambiaría la orientación de la misión cristiana. El apóstol Pedro llega a casa del centurión Cornelio. El pagano Cornelio busca la salvación y Pedro reconoce que “Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea” (Hechos 10,34-35). El Espíritu Santo confirma las palabras de Pedro derramándose sorprendentemente sobre los paganos de aquella casa. Puesto que habían recibido el Espíritu, no podían negarles el bautismo. Empezaba así la gran historia del universalismo cristiano: judíos y griegos, esclavos y libres, hombres y mujeres (Gálatas 3,28), todos son invitados a creer en Cristo, conformar la Iglesia y recibir la salvación. Esta buena noticia es cantada por el salmista: “El Señor revela a las naciones su salvación” (Salmo 97,2).
En el Evangelio escuchamos de nuevo las palabras de Jesús en la Última Cena. Ahora Jesús invita a sus discípulos a permanecer en su amor. A tal fin, ellos deben reconocer la dinámica del amor en la que son introducidos: como el Padre ha amado a su Hijo, así Jesús los ha amado a ellos. El amor, por tanto, no se fun-
da en un deseo, en un sentimiento o una acción voluntarista, sino que radica en la certeza de un don inmerecido. Así lo confirma la segunda lectura: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4,10). Dios lleva siempre la iniciativa en el amor. De esta frase aprendemos, además, que amar de verdad implica entregarse o, como dice el evangelio, dar la vida por los amigos. Jesús fue coherente con estas palabras: en la cruz demostró su amor total.
El creyente, así pues, debe responder a tanto amor con el compromiso de un amor responsable: dando fruto y guardando los mandamientos, esto es, amando a sus semejantes a imagen de Jesús. Por otro lado, el amor de Jesús dona un nuevo estatus a los discípulos: pasan de siervos a amigos, porque conocen todo lo que el Padre ha enseñado a Jesús.
En fin, la dinámica del amor, aunque exigente, concede al discípulo el regalo de la alegría; una alegría que no se cifra en el éxito mundano o en una vida tranquila. Se trata, más bien, de la alegría cierta -incluso en medio de las lágrimas- de quien se sabe amado incondicionalmente. ¿Puede encontrar el hombre un regalo mayor?
1. Pedro dice que Dios no hace distinciones, ¿haces tú acepción de personas?
2. Compara los dichos sobre el amor en la segunda lectura y en el Evangelio. ¿Cómo definirías el amor?
3. Jesús invita a sus discípulos a cumplir el mandato del amor y dar fruto. ¿Se está notando en esta Pascua que eres más fiel al Señor?
Domingo 5
VI Domingo de Pascua
Lunes 6
Santo Domingo Savio, adolescente
Hch 16, 11-15; Sal 149; Jn 15, 26 — 16, 4a
Martes 7
Hch 16, 22-34; Sal 137; Jn 16, 5-11
Miércoles 8
Bienaventurada Virgen María, Madre y Mediadora de todas las Gracias
Hch 17, 15. 22 — 18, 1; Sal 148; Jn 16, 12-15
Jueves 9
Santa Luisa de Marillac, religiosa
Hch 18, 1-8; Sal 97; Jn 16, 16-20
Viernes 10
San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia
Hch 18, 9-18; Sal 46; Jn 16, 20-23 a Sábado 11
Hch 18, 23-28; Sal 46; Jn 16, 23 b-28
Par)
Jubileo circular en Sevilla (capital): Días 4-6, colegio Juan Nepomuceno Rojas Jeusitinas (c/ Padre Pedro Ayala, 35); 7- 9, Capilla del Mayor Dolor (Plaza de Molviedro); 10-12, Parroquia de San Benito (calle Luis Montoto, 49).
Diariamente: Capilla de San Onofre (Plaza Nueva), las 24 horas; convento de Sta. María de Jesús (c/ Águilas); Parroquia de la Concepción Inmaculada (c/ Cristo de la Sed); Parroquia de San Bartolomé (c/ Virgen de la Alegría); Parroquia de las Santas Justa y Rufina (c/ Ronda de Triana, 23- 25); Parroquia de la Anunciación de Ntra. Sra. y San Juan XXIII (Pza. San Juan XXIII), iglesia de San Antonio Abad (c/ Alfonso XII, 3).
Jubileo circular en Écija: Días 4-6, Santo Domingo; 7-10, San Juan de Ávila (Titular); 11-13, San Gil (Ntro. Señor de la Salud).
Celebración de vísperas cantadas los domingos a las 19 h (exposición del Santísimo a las 18 h), en el convento de la Encarnación - MM Agustinas (Pza. Virgen Reyes).
Matrimonio
“Nuestra
Cualquiera que pase un rato con Reyes y Pepe sale reconfortado e inspirado, porque con gran naturalidad, sin grandilocuencias y sin proponérselo, transmiten a Dios en cada gesto, en cada palabra y en cada sonrisa. Recuerdan cómo se conocieron en el entorno de Cursillos de Cristiandad y cómo “siempre tuvimos claro que nuestro matrimonio iba a ser de tres, contando con Dios en medio. De hecho, simbolizamos esto con tres claveles en el reclinatorio. Nuestro objetivo primordial era hacer feliz al otro”.
Durante los primeros años de matrimonio explican que han cuidado su espiritualidad conyugal “viviendo los sacramentos y en nuestra Parroquia San Sebastián, que era nuestra familia”. Allí forman parte de un grupo de matrimonios y sirvieron durante muchos años como catequistas y como padres en el grupo Scout. “Pero cuando nuestra espiritualidad conyugal ha llegado a ser más auténtica y coherente, ha sido a través del sufrimiento que nos produjo una gran crisis que vivimos -confiesan-. Es ahí cuando gracias a don Isacio, nuestro párroco, y a nuestros amigos Fernando y Ana, hicimos el retiro de Proyecto Amor Conyugal. Supuso un antes y un después en nuestro matrimonio. En ese momento reestructuramos todos nuestros valores, prioridades y acogimos la oración conyugal diaria, así como la Eucaristía, la reconciliación y ponernos al servicio de los demás”.
Su matrimonio ha pasado por numerosas pruebas. Probablemente la más dura ha sido acompañar la enfermedad de sus dos hijos varones. “En nuestra familia padecemos una enfermedad rara que afecta al nervio óptico y provoca pérdida de visión grave. Tenemos varios casos en la familia y lejos de caer en la desesperanza, recogimos el ejemplo de mis hermanas y sobrinos que iban por delante y habían normalizado la situación con mucha alegría”. De esta
«Nuestra espiritualidad conyugal ha llegado a ser más auténtica y coherente, a través del sufrimiento»
forma, la familia creó una asociación para ayudar a todo afectado por la enfermedad, a la vez que promover su investigación. “En poco tiempo éramos más de 300 socios y hoy Asanol trabaja en investigación con profesionales a nivel internacional, con laboratorios, encuentros y congresos médicos…”
En su familia, el primero en perder la vista fue su hijo pequeño: “Yo le dije que nos quedaban dos opciones: nos sentábamos a llorar o luchábamos. Él con diez años lo tenía claro: lucharía y sigue luchando. Ahora es independiente, trabajador de la ONCE y deportista con una trayectoria importante”.
Al año, su otro hijo experimentó los
-Ella, Sevilla (1963); Él, Madrid (1965)
-Ella, auxiliar de farmacia; Él, agente comercial -34 años casados y tres hijos
primeros síntomas de la enfermedad “en plena adolescencia, uniéndose a ello el problema de ansiedad que padecía, más tarde diagnosticado de trastorno límite de la personalidad”. Al respecto, agradece que su hijo siempre tuvo “una gran cantidad de personas buenas -además de la familia- que le daban la vida”. La mayoría de entornos de Iglesia (el SARUS, la parroquia, Cursillos…).
“Tenemos, además, una hija que, al igual que mis sobrinas, es una valiente y, aun siendo portadora del gen, está abierta a la vida y ha sido madre del niño más alegre, simpático y guapo del mundo, un regalo de Dios”, comenta orgulloso el matrimonio.
En definitiva, estos padres son un testimonio claro de cómo la confianza en Dios y el acompañamiento de cristianos buenos puede sostenerte en los peores momentos. “Nuestra confianza, fuerza y consuelo está en el Señor que no nos deja -aseguran Reyes y Pepe-. Son tantas las personas que quieren a nuestros hijos, que le dedican su tiempo y rezan por ellos y por nosotros, que habría que inventar otra palabra que lo expresara, porque las gracias se quedan muy pequeñas”.
La industria de Hollywood sabe vender, como ninguna otra cinematografía, los hitos de la historia de los Estados Unidos. No solo aquellos logros que contribuyeron a construir la nación más poderosa del mundo, sino también otros menos relevantes aparentemente pero no exentos de épica y de fuerza inspiradora para el ciudadano medio. Los dramas deportivos, en concreto, son una verdadera especialidad del cine norteamericano, por su potencial para ser presentados como ejemplos de superación.
Recuperamos una película de 2015 titulada McFarland, USA, muy recomendable por su calidad, su rico contenido humano, la naturalidad con que muestra los valores espirituales
y el buen sabor de boca que dejan los desenlaces de las diversas tramas. Aunque puede inscribirse en el género deportivo, hay un fuerte y positivo componente social, que dota a la trama de una profundidad que va más allá del aspecto competitivo. La dirección es de la neozelandesa Niki Caro, que saltó a la fama con Whale Rider (2002), una cinta que obtuvo numerosos premios internacionales y una nominación al Oscar. El otro plato fuerte del filme es la interpretación de Kevin Costner, que borda uno de los papeles más atractivos de su carrera.
El guion, basado en hechos reales, nos sitúa en 1987. Jim White (Costner), entrenador del equipo de fútbol americano de una escuela secundaria de Boise (Idaho), es despedido por su comportamiento violento con uno de los jugadores. A White, casado con Cheryl (María Bello) y padre de dos hijas, no le queda más remedio que aceptar un puesto como profesor y entrenador en un centro escolar de McFarland, una pequeña ciudad de California con mayoría de habitantes de origen mexicano. Su adaptación y la de su familia no será fácil, pero en McFarland experimentará White su particular Damasco: una nueva visión de la vida, del trabajo, de la relación con su mujer y sus hijas, de los hispa-
MCFARLAND, USA (2015)
Drama. 124 min. Estados Unidos
Dirección: Niki Caro
Música: Antonio Pinto
Reparto: Kevin Costner, Maria Bello, Mariann Gavelo, Elsie Fisher ¿Dónde verla?: Amazon Prime Video, Rakuten TV
nos con los que ha de convivir… Cuando White descubre las buenas cualidades físicas de algunos de sus alumnos, decide organizar un equipo de corredores de campo a través y convencerlos para participar en diversos campeonatos. La mayoría de los chicos son hijos de jornaleros que trabajan duramente y serán para White un espejo en el que examinar la bondad de sus intereses, reconocer dónde deberían estar sus prioridades y desarrollar su capacidad para comprender a los demás. Una evolución en la que su mujer desempeñará un papel esencial.
La ambientación de época, la banda sonora y la fotografía aportan realismo y belleza a una película que presenta la fe con naturalidad (emocionante la escena del Padrenuestro) y defensora de un liderazgo centrado en la dignidad de las personas.
Juan Jesús de Cózar
Diez películas para fortalecer nuestro matrimonio
Ramón Acosta Peso. Didaskalos. 2024.128 págs.
Un libro que busca profundizar y enriquecer la vocación matrimonial a partir del diálogo que pueden suscitar diez películas bien escogidas y desmenuzadas por el autor. Acosta presenta “un itinerario existencial”, cuyo hilo conductor es la vocación al amor y “cuya meta será capacitarnos para construir un hogar feliz donde se respire comunión y santidad”. La obra invita con sus reflexiones y propuestas de diálogo a “ver y conocer el interior de vuestro ‘nosotros conyugal’, que en algunos aspectos sigue dormido y que hay que despertar para que crezca sin parar”.
En este mes de mayo del Año de la Oración tenemos no solo que mirar a María, sino también dejarnos mirar por Ella, como nos invitaba el papa Francisco en la Evangelii Gaudium; dejarnos mirar por su mirada de Madre, mirada llena de ternura y amor. Así nos la muestra esta pintura que se encuentra en el museo del convento del Santo Ángel, de Sevilla.
El Museo del Santo Ángel, de los carmelitas descalzos, atesora numerosas obras de autores como Rubens, Morales, Ocampo, Roldán, La Roldana, Salzillo, etc. estando dirigido por el padre Juan Dobado, a quien agradecemos su colaboración.
Esta pintura de La Virgen del Socorro aparece firmada y fechada en su reverso: “Filippo Randazzo pinxit Pmo. anno 1734”, que nos indica que es obra de este pintor barroco siciliano nacido en 1692 y fallecido en Palermo en 1744.
La obra se desarrolla en el cielo y presenta dos niveles: en el superior aparece sedente sobre nubes la Virgen María con el Niño Jesús desnudo sentado en su regazo, al cual sostiene con su brazo derecho mientras que en su mano izquierda muestra una vara de azucenas, símbolo de su
pureza. La mirada de María se dirige hacia abajo, hacia sus hijos, cumpliendo así su misión de ser socorro de los cristianos, y su cabeza aparece circundada por las doce estrellas (cf. Ap 12, 1), completando la composición de esta zona superior de la pintura un conjunto de ángeles, uno de los cuales porta una filacteria con la inscripción ‘Ntra. Sra. DEL SOCORRO’. En la parte inferior se encuentran tres santos formando una sacra conversazione. San José se muestra sentado en una nube y con la mirada dirigida amorosamente hacia la Madre y el Niño, portando el atributo propio de su iconografía, el bastón florecido. En el otro extremo de la pintura y con sus ojos igualmente mirando hacia María y Jesús aparece san Antonio de Padua, el cual además, con gesto reverente se arrodilla ante tan
celestial visión. Centrando la parte inferior se yergue elegante y poderoso la figura de san Miguel Arcángel, con su mirada dirigida al fiel que contempla el cuadro, blandiendo la espada con su mano derecha, como protegiendo a la Virgen y al Niño, mientras en su mano izquierda levanta el escudo en el que aparece pintada la Inmaculada Concepción circundada por la inscripción ‘QUIS UT DEUS’.
Tanto san Antonio como el Esposo de María nos enseñan en esta obra cómo debemos nosotros vivir este mes de mayo: con los ojos fijos en la Madre de Dios que nos muestra y nos lleva hasta su Hijo Jesús. Pero sobre todo, dejándonos mirar por María, para sentirnos amados por Ella, sentirla cerca y dejar que su mirada de amor nos transforme y nos acerque a su Hijo, para después ser nosotros capaces de mirar a los demás como la Virgen nos mira a nosotros: con ternura, amor, misericordia y generosidad.