nº 398- Agosto de 2024
Comisión mixta en materia de patrimonio
Predicador de la novena de la Virgen
Jornada de los Abuelos y los Mayores
nº 398- Agosto de 2024
Comisión mixta en materia de patrimonio
Predicador de la novena de la Virgen
Jornada de los Abuelos y los Mayores
Iglesia en Sevilla - Agosto 2024
Año: LXXXIV AGENDA -3DUC IN ALTUM
Elogio de nuestros mayores
Monseñor José Ángel Saiz Meneses -4ACTUALIDAD -7ACTUALIDAD
Agosto, mes de la patrona -8ENTREVISTA
Antonio Bueno, predicador de la novena a la Virgen de los Reyes -10-
AÑO DE LA ORACIÓN
La oración de alabanza -11LITURGIA
XVII Domingo del Tiempo Ordinario -13LITURGIA
Lecturas del mes de agosto -14LA SAL DE LA TIERRA
Francisco Javier Rodríguez y Natalia Jiménez, familia misionera -15-
CINE CON VALORES
La terminal
Juan Jesús de Cózar -
PANORAMA LITERARIO
Abbá. La oración de Jesús de Nazaret -16PATRIMONIO
Dos disposiciones reales aún vigentes en la Catedral de Sevilla
Nuria Casquete de Prado
4 de agosto: Besamanos de la Virgen de los Reyes. De 18 a 22 h, en la Capilla Real. 5 de agosto: Besamanos a la Virgen de los Reyes. De 8.30 h a 14 h.
Del 6 al 14 de agosto: Novena a Ntra. Sra. de los Reyes. A las 8 h, predicada por el canónigo Marcelino Manzano; A las 20 h, predicada por el canónigo Antonio Bueno. Comenzará con el rezo del rosario. En el altar del Jubileo de la Catedral. 15 de agosto: Misas de peregrinos a las 5.30, 6 y 6.30 h, en la Catedral.
Procesión de la Virgen de los Reyes por las gradas bajas de la Catedral, saliendo la Virgen a las 8 h, en Puerta de Palos.
Al finalizar la procesión, Eucaristía presidida por el arzobispo por la solemnidad de la Asunción de la Virgen. En el altar del Jubileo de la Catedral.
Del 16 al 22 de agosto: Octava a Ntra. Sra. de los Reyes, a las 8 h, en la Capilla Real. Predica por Antonio Rodríguez Babío. Comenzará con el rezo del rosario. 20 de agosto: Besamanos a la Virgen de los Reyes. De 18 a 22 h, en la Capilla Real. 21 de agosto: Besamanos de la Virgen de los Reyes. De 9 a 14 h.
22 de agosto: Apertura de la urna de San Fernando, de 8.30 a 12.30 h.
Todos los actos de culto serán retransmitidos en streaming por el canal de Youtube de la Catedral de Sevilla.
Del 6 al 8 de septiembre: Retiro de Bartimeo organizado por la Parroquia Corpus Christi, de Sevilla. Contacto: bartimeocorpuschristi@gmail.com.
Durante el mes de agosto no se publicará la revista diocesana Iglesia en Sevilla, que volverá el primer fin de semana de septiembre.
Pueden seguir informados este verano en la web www.archisevilla.org.
Director: Leonardo Sánchez Acevedo
Redacción, edición y diseño: Mª del Pilar Arincón, Alicia Contreras, Pablo F. Enríquez y Karen G. Mendoza.
Colaboradores: Juan Jesús de Cózar, Pablo Díez, Miguel Ángel Garzón, Isidro González, Antonio J. Guerra, María Morales, Miguel Ángel Osuna, Álvaro Pereira y Antonio Rodríguez Babío.
Distribución: Servicio de Comunicaciones (Reprografía) y colaboradoras (Mª Carmen Fernández, Andrea Jiménez, Conchita Jiménez, Cristina Moya, Encarnación Povedano y Loli Ramírez).
Imprime: Gandulfo Impresores.
Esta publicación no se hace responsable de las opiniones vertidas en sus artículos.
Archidiócesis de Sevilla. Plaza Virgen de los Reyes, s/n. Telf. 954505505, ext. 680, 683, 685. www.archisevilla.org iglesiaensevilla@archisevilla.org
Iglesia en Sevilla
El domingo 28 de julio celebramos la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. El papa Francisco propone como tema de reflexión para este año una cita del Salmo 71: “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9). Pretende subrayar cómo la soledad es, desgraciadamente, la compañera amarga en la vida de tantos mayores que, a menudo, son también víctimas de la cultura del descarte.
El nivel moral de una sociedad es proporcional a la forma en que trata y cuida a sus ciudadanos de edad más avanzada. Las personas mayores han de ser una parte viva y activa de las familias y, por consiguiente, de la sociedad. En la antigüedad eran consideradas como una fuente de sabiduría porque acumulaban no solo conocimientos, sino sobre todo experiencia de vida. La Sagrada Escritura recomienda en diferentes lugares respeto y valoración para ellos: “Álzate ante las canas y honra al anciano. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor” (Lv 19,32). Dios nunca abandona a sus hijos.
Por otra parte, los abuelos y abuelas de ahora no responden al estereotipo de unos ancianos venerables acomodados en su mecedora, porque la longevidad es cada vez mayor, y se va imponiendo una figura más moderna y dinámica. Viajan, hacen ejercicio e incluso los más audaces se animan a adentrarse en las nuevas tecnologías y en internet. Y como en muchas familias trabajan fuera de casa tanto el padre como la madre, los mayores realizan una importante tarea de suplencia en el cuidado de los niños. Abuelas y abuelos llenos de ternura, de paciencia y de experiencia de la vida que se convierten en verdaderos puntos de referencia en muchos aspectos para los niños, porque comparten con ellos tiempo, juegos y diálogos sobre los interrogantes que se van despertando en los más pequeños.
En este acompañamiento se integra también una comunicación de su experiencia de fe y de vida cristiana. Por esto están realizando una tarea fundamental en la transmisión de la fe, así como en la transmisión de la cultura y de las tradiciones. Ellos disponen de tiempo, un tesoro que a menudo les falta a los padres. Se trata de una contribución de gran importancia a la Iglesia y a la sociedad, una aportación que hemos de valorar y agradecer como se merece. Seamos agradecidos con todas aquellas personas generosas que no se preocupan de añadir años a la vida, sino que añaden vida a los años que el Señor les concede vivir. Años de peregrinación, años de vivencias, años para hacer el bien, años de lucha a pesar de que las fuerzas físicas vayan disminuyendo. Años para recoger todo lo sembrado a lo largo de la vida.
Recordemos una vez más el Salmo 91, “el justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano ... En la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso para proclamar que el Señor es justo” (13, 15-16). Las personas mayores tienen mucho que enseñarnos porque han hecho síntesis, una síntesis de la vida; porque viven la verdad profunda de la vida y de las cosas, porque se van liberando de los apegos egoístas para centrarse en lo esencial y, en definitiva, para encontrarse con Dios. En el fondo, son un tesoro para todos nosotros y nuestras familias. En esta IV Jornada Mundial dedicada a ellos, seamos detallistas, y mostremos nuestro agradecimiento con ternura a los abuelos y a los mayores de nuestras familias, y vayamos a visitarlos si están en residencias. Ellos lo han dado todo por nosotros, que sepamos devolverles algo de lo que nos dieron. Si nuestra sociedad camina por sendas de egoísmo y de descarte, que sepamos contraponer un corazón abierto y un rostro alegre. Que Dios nos ayude para que sepamos valorarlos y amarlos cuando más lo necesitan.
La Junta de Andalucía y la Iglesia Católica acordaron la creación de una comisión mixta para el asesoramiento y la deliberación en asuntos relacionados con los bienes culturales de la Iglesia en Andalucía. La comisión mixta funcionará como un órgano de asesoramiento y colaboración para proteger y conservar el patrimonio cultural titularidad de la Iglesia Católica, establecer las condiciones de acceso, visita, uso y disfrute de dichos bienes o fomentar el conocimiento y difusión de dicho patrimonio.
GRANADA.- La firma del convenio se celebró en Granada el pasado lunes 15 de julio y contó con la asistencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, fue rubricado por los arzobispos de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, y de Granada, monseñor José María Gil Tamayo, como titulares de ambas provincias eclesiásticas; y con el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal. Asistió monseñor Ramón Valdivia, obispo auxiliar de Sevilla y delegado de Patrimonio en la Asamblea de los Obispos del Sur.
El acuerdo tendrá una vigencia inicial de cuatro años con posibilidad de prórroga y, aunque no genera obligaciones económicas para la Junta de Andalucía, sí establece un marco de colaboración mutua entre el Gobierno andaluz y la Iglesia para estudiar la distribución de los fondos públicos y los fondos propios de la Iglesia que estén destinados a conservar el patrimonio eclesiástico de valor cultural.
Patrimonio, fruto de la fe de un pueblo
El arzobispo de Sevilla aludió a la custodia del patrimonio de la Iglesia “para fines religiosos y que atrae el interés cultural”, recordando que “es un patrimonio fruto de la fe de un pueblo”. Monseñor Saiz Meneses confía que “esta colaboración sea fructífera para bien de la sociedad y de la misión que nos ha sido encomendada”.
Por su parte, el arzobispo de Granada, monseñor Gil Tamayo, subrayó
la importancia de la constitución de esta comisión, ya que “será un cauce eficaz y competente para dar forma y con ello realidad a proyectos necesarios y beneficiosos de nuestro Patrimonio Artístico y Cultural”.
En esta línea, Moreno afirmó que se trata de una noticia importante para el presente y futuro del patrimonio histórico andaluz y ha aseverado que la puesta en marcha de este órgano permanente de asesoramiento y deliberación irá marcando las prioridades y necesidades en cada caso.
La Archidiócesis de Sevilla, el Consejo General de Hermandades y Cofradías y la Fundación Cajasol suscribieron el pasado miércoles, 17 de julio, un convenio de colaboración por el que la citada Fundación financiará algunas actividades culturales previstas por la organización del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se celebrará entre el 4 y 8 de diciembre.
SEVILLA.- La firma del convenio celebrada en el Palacio Arzobispal contó con la participación del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses; el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez.
El amplio abanico cultural incluye dos exposiciones ‘Pasión y gloria. Pedro Roldán y las Hermandades de Sevilla’ y ‘Arte y devoción en Andalucía: hermandades y piedad popular’ a realizarse del 11 de noviembre de 2024 al 5 de enero de 2025 en la sede de la Fundación Cajasol.
Monseñor Saiz Meneses expresó su agradecimiento a la Fundación Cajasol, “confiado en los frutos espirituales y culturales que se cosecharán durante la celebración del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular”. Palabras refrendadas por Francisco Vélez, “porque siempre que hemos llamado a la puerta de la Fundación Cajasol hemos obtenido una respuesta con generosidad y presteza”.
SEVILLA.- El aula Cardenal Spínola del Palacio Arzobispal acogió la tarde del pasado miércoles 17 de julio, un encuentro de secretarios y responsables de medios de comunicación de las hermandades y cofradías de la Archidiócesis, de cara a la celebración del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. La concurrida reunión –a la que asistieron cerca de 200 personas–, estuvo presidida por monseñor Saiz Meneses. Intervino también el secretario general del Congreso, Joaquín de la Peña; el delegado diocesano de Hermandades, Marcelino Manzano; el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez; y el delegado diocesano de Medios de Comunicación, Leonardo Sánchez.
Monseñor Saiz agradeció “la mag-
nífica respuesta” de todas las corporaciones de Sevilla a esta convocatoria diocesana, organizada con el objetivo de esta cita que reunirá a cofrades de todo el mundo y que busca impulsar la oportunidad que ofrece la religiosidad popular para la Nueva Evangelización ante los desafíos del mundo actual.
En cuanto a la comunicación, el delegado de Medios explicó la im-
portancia de ser colaboradores, animadores y difusores del Congreso desde cada una de las plataformas digitales y redes sociales, antes, durante y después de la celebración de este gran acontecimiento eclesial. En definitiva, se trata de hacer uso de distintas estrategias para comunicar “con alegría y humildad”. Su disertación giró en torno a tres verbos: Informar, comunicar y crear comunión.
Este domingo, 28 de julio, la Iglesia celebra la IV Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, una iniciativa instituida por el papa Francisco que busca resaltar la importancia de los ancianos en nuestras vidas y comunidades. Bajo el lema ‘En la vejez no me abandones’, que hace referencia al Salmo 71, la jornada se centra en la soledad que afecta a muchas personas mayores en nuestra sociedad y promueve acciones de cercanía y apoyo.
El papa Francisco invita a seguir el ejemplo de Rut, quién permaneció al lado de Noemí, mostrando que “vivir solos no puede ser la única alternativa”. El Santo Padre también destaca la importancia de cuidar y estar cerca de nuestros mayores, recordando que, “reconociendo el papel insustituible que estos tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia, también nosotros recibiremos muchos dones, muchas gracias y muchas bendiciones”.
La Jornada es una ocasión para celebrar y afirmar que la Iglesia quiere honrar a aquellos que el Señor ha “colmado de días”, según la Biblia. Este año la guía pastoral elaborada para esta jornada propone dos acciones principales: la celebración de una Eucaristía dedicada a los mayores y la visita a aquellos que se encuentran en soledad. Estas actividades buscan garantizar que el mensaje de cercanía y consuelo llegue a todos, especialmente a quienes más lo necesitan.
Jornada intergeneracional
Por su parte, Rafael Muñoz y Carmen Rodríguez, delegados diocesanos de Familia y Vida, subrayan la importancia de esta jornada para fortalecer los lazos intergeneracionales y destacar la sabiduría y la experiencia de los mayores. “Atender a nuestros mayores no es solo un deber de gratitud y de afecto, tam-
bién es una necesidad para construir una sociedad más humana y fraterna”. El Obispo de Roma insiste en que el reconocimiento y cuidado de los mayores no deber ser un hecho “puntual u ocasional”, sino un compromiso diario.
Los delegados diocesanos también destacan que los ancianos son una fuente invaluable de sabiduría y experiencia. “Reconocer el valor de nuestros mayores todos los días nos ayuda a construir una sociedad que respete y valore a cada uno de sus miembros”, afirman. Además, señalan que involucrar a los jóvenes en el cuidado de los ancianos no solo beneficia a los mayores, sino que también enriquece a las nuevas generaciones “con enseñanzas y valores que solo pueden transmitir aquellos que han vivido muchas experiencias”.
Este mensaje también llama a los jóvenes a involucrarse en esta jornada, realizando visitas a los ancianos “y mostrando que la misericordia del Señor se extiende de generación en
generación. Esto hace que nuestros mayores cambien la percepción de ellos mismos de verse como personas pasivas y sin utilidad, promoviendo una relación de reciprocidad y vida compartida”.
Cambio de mentalidad
Con esta cuarta edición, la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores se consolida como una cita fija en las comunidades, ampliando cada año su contenido y su impacto. Y se muestra como una oportunidad para que los mayores se sientan parte fundamental de la Iglesia.
Finalmente, Rafael Muñoz y Carmen Rodríguez aseguran que “esta jornada invita a un cambio de mentalidad, lejos del pensamiento dominante que ve a los mayores como personas pasivas y carentes de utilidad. Debemos entrar en relación con ellos, compartiendo vida y entablando una relación de reciprocidad y compartir. Así, nuestros mayores se sentirán verdaderamente valorados y amados”.
Los termómetros disparados propios de estas fechas estivales en nuestra Archidiócesis nunca han sido excusa para que miles de fieles se acerquen durante todo el mes de agosto a participar, rezar o simplemente saludar a la Virgen de los Reyes, patrona de la Archidiócesis y de la ciudad de Sevilla.
No en vano, son muchos los momentos en los que los fieles diocesanos o foráneos pueden venerar la imagen de la Madre de Dios en la Capilla Real de la Catedral hispalense.
Los cultos comienzan el 4 de agosto, a las seis de la tarde, con el primer besamanos a la patrona, que se extenderá hasta las diez de la noche. Este se repetirá al día siguiente de nueve de la mañana a dos de la tarde.
Del 6 al 14 de agosto se celebrará la tradicional novena, a las ocho de la tarde, predicada este año por el canónigo Antonio Bueno. Por la mañana, también a las ocho, tendrá lugar el rezo de la novena a cargo del canónigo Marcelino Manzano.
Durante los nueve días que dura esta práctica piadosa destacan varios momentos significativos. Por un lado, el 12 de agosto, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidirá la ceremonia de imposición de medallas a los nuevos hermanos de la Asociación de fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando.
Un día más tarde, será la habitual colecta extraordinaria previa al día de la Virgen. Como en años anteriores, la recaudación irá destinada a Regina Mundi, una institución be-
néfica del Sagrado Corazón de Jesús cuyo carisma es vivir de la Divina Providencia, sin pedir, ni tener cuotas, ni subvenciones. Las religiosas que forman parte de esta casa, sita en San Juan de Aznalfarache, acogen y cuidan como una familia a decenas de enfermos o desamparados sin recursos y sin redes de apoyo. 15 de agosto, el pueblo se reencuentra con su Madre
La jornada del 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen María, comienza bien temprano. A partir de las cinco y media de la madrugada se inician las misas de peregrinos en la Catedral; cientos de fieles que llegan de todos los rincones de la Archidiócesis para encontrarse con su Madre en su advocación de los Reyes.
Comienza entonces la procesión por las gradas de la Seo, saliendo la imagen fernandina de la Virgen de los Reyes por la Puerta de Palos a las ocho de la mañana. Este año portará el manto rojo, una pieza bordada en oro sobre terciopelo granate donada por la duquesa de Montpensier, la infanta María Luisa Fernanda de Borbón. De estilo neobarroco, realizado en el siglo XIX, posee una guardilla y contiene flores.
Al término de la procesión, el arzobispo hispalense presidirá la misa
estacional en el Altar del Jubileo. De ahí, la imagen de la Virgen será trasladada a la Capilla Real, donde se celebrará la octava hasta el 22 de agosto. En esta ocasión, será predicada por el capellán real Antonio Rodríguez Babío.
La Virgen del rey santo
Los días 20 y 21 de agosto se repetirá el besamanos a la Virgen de los Reyes. El primer día en horario vespertino, de seis a diez de la noche; y el miércoles 21 de nueve a dos.
Finalmente, el 22 de agosto se abrirá la urna de san Fernando en la capilla real, para que los fieles pueda venerarlo desde las ocho y media de la mañana hasta las doce y media de la tarde.
Dice la leyenda que la Virgen de los Reyes se apareció en sueños al rey santo antes de conquistar la ciudad de Sevilla y que su talla fue esculpida por ángeles. Tras este acontecimiento, san Fernando dejó escrito en su testamento que deseaba estar sepultado a los pies de la Virgen de los Reyes, donde permanece tras su muerte el 30 de mayo de 1252. Sus restos incorruptos reposan en una urna de plata que está considerada la obra más relevante de la orfebrería barroca sevillana, labrada por Laureano de Pina.
El sacerdote Antonio Bueno Ávila (Sevilla, 1973) es canónigo del Cabildo Catedral Metropolitano de Sevilla, licenciado en Teología y en Geografía e Historia, doctor en Teología y Ciencias Patrísticas por el Instituto Patrístico Agustinianum de Roma. Actualmente es profesor en la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla y capellán del convento Madre de Dios. Ha sido formador del Seminario Metropolitano de Sevilla, director para la formación para aspirantes y candidatos al diaconado permanente, director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Isidoro y San Leandro, director de la extinta Escuela Diocesana de Teología para Seglares y delegado diocesano para el Clero. Este año, se le ha delegado servir a la Iglesia a través de la predicación de la novena a la Virgen de los Reyes.
Predicar la novena a la Virgen de los Reyes es una gran responsabilidad ¿Cuáles son sus sentimientos al respecto?
¿Mis sentimientos? Son distintos y diversos. Cuando me comunicaron que había sido elegido para predicar la novena, sentí una enorme alegría y me uní a la Virgen de los Reyes en el rezo del Magnificat. Después, a lo largo de los días y en la medida que he ido preparando la predicación desde el estudio y la oración, he sentido una ilusión cada vez mayor. Ahora, en los días previos a la celebración, siento una gran responsabilidad por el servicio que implica. Por todo ello, agradezco a mis hermanos los capellanes reales y a la Asociación Virgen de los Reyes su invitación y la oportunidad única que me brindan.
¿Sobre su devoción a la Virgen, quisiera compartir con nosotros un momento fundante en su relación con María?
Contestar a esta pregunta es difícil, porque son muchos los momentos que destacaría. Siempre he sentido muy próxima y cercana su presencia a lo largo de mi vida. De hecho, a la Virgen de los Reyes siempre la he identificado con mi familia durante mi infancia y ahora especialmente con mi Iglesia de Sevilla a la que sirvo como presbítero.
¿Cuál es su propuesta espiritual a lo largo de estos nueve días de oración para acercar a los fieles al corazón de la Virgen?
Desearía que todos nos pudiéramos coger fuertemente de las manos de la Virgen de los Reyes, manos benditas que con tanta devoción besamos cada año, para ascender con ella en nuestra vida espiritual y progresar en nuestro encuentro personal con Cristo, su Hijo. Mi de-
seo es que nunca dejemos de sentir su auxilio maternal desde el cielo y que siempre la tengamos como modelo perfecto de vida cristiana.
¿Qué virtudes destacaría de la Madre de Dios?
De la Virgen María se podrían subrayar muchas virtudes. Pero, sobre todo, yo destacaría la virtud que su propio Hijo Jesucristo puso de relieve al referirse a ella: “Bienaventurados los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen” (Lc 11, 28). Ella es la mujer obediente que hizo realidad en su vida la voluntad de Dios.
De las letanías a la Virgen María ¿cuál le genera más devoción?
Me ocurre también lo mismo. Tampoco podría destacar una letanía en particular. Creo que todas encierran un significado y un contenido que nos permiten descubrir
un aspecto concreto de la Virgen María. Sin embargo, por la relación que guarda con su advocación, en este momento destacaría las letanías donde la imploramos como Reina. En concreto, la Virgen de los Reyes nos enseña que reinar es servir. De ahí que su realeza se manifieste en el servicio a Dios y al prójimo. Por ello, aprovechando la oportunidad que me ofrece esta pregunta, os invito a todos a que no dejéis de rezar el rosario, pidiéndole por las necesidades de la Iglesia y el mundo.
¿Podría dirigir un mensaje a todos los fieles para cultivar y profundizar en las virtudes marianas como modelo de santidad?
Una de las pocas certezas que he podido alcanzar durante mi vida es que Dios nunca nos abandona y siempre nos protege. Para ello, también ha puesto a nuestra disposición una multitud de intercesores que constantemente nos acompañan con su oración y auxilio. Estos intercesores son las personas buenas que nos ayudan en nuestro día a día, los santos y santas de Dios, los ángeles, nuestros familiares difuntos y, sobre todo, la Virgen María. Por eso, también os invito a que siempre os sintáis acompañados, sabiendo que nunca estamos solos. De hecho, junto a la oración, la mejor manera de estar unidos a la Virgen María es cultivando sus mismas virtudes, es decir, siendo como ella. Concretamente, san Ambrosio de Milán decía “que cada uno debe tener el alma de María para alabar al Señor”.
El papa Francisco ha convocado a un Año de la Oración previo al Jubileo 2025. ¿Qué rasgos podríamos imitar de la “muchacha de Nazaret”, de la “influencer de Dios”, como la describiría en Christus vivit el Santo Padre?
Siempre me ha llamado la atención la enorme capacidad que posee el papa Francisco de actualizar el mensaje del Evangelio con un lenguaje sencillo y coloquial que todo el mundo emplea y reconoce. En concreto, esta afir-
mación sobre María como “influencer de Dios”, expresa perfectamente la influencia, la piedad y la devoción que la Virgen María ejerce sobre muchas personas y cristianos. En este sentido, María es una verdadera influencer con millones de seguidores. Pues bien, en el contexto de este Año de Oración previo a la celebración del Jubileo 2025, yo también os invito a que imitéis a la Virgen María como mujer orante. Concretamente, la Virgen de los Reyes nos enseña que la oración no consiste en una evasión del mundo, sino en una verdadera obediencia a Dios que se concrete en el amor al prójimo.
«Junto a la oración, la mejor manera de estar unidos a la Virgen María es cultivando sus mismas virtudes»
La patrona de Sevilla y su Archidiócesis, Nuestra Señora de los Reyes, volverá a realizar su tradicional recorrido por los alrededores de la Catedral en la mañana del 15 de agosto. Un día grande para la Archidiócesis. Un sí a la esperanza. ¿No es así?
Precisamente el tema del Jubileo 2025 es ‘Peregrinos de la esperanza’. En este sentido, el 15 de agosto se convierte en un auténtico día de peregrinación. En ese día todos somos peregrinos, porque todos, desde nuestro lugar de vacaciones, parroquias u hogares, venimos al encuentro de nuestra Madre, la Virgen de los Reyes, movidos por la esperanza.
Tal vez, la esperanza de que un familiar enfermo se cure, de encontrar un trabajo o de un mundo mejor donde haya paz y justicia, para que todos los hombres puedan vivir con dignidad. De hecho, el peregrino se pone en camino porque tiene esperanza. Concretamente, os pido que ese día la invoquéis como Reina de la paz, para que finalicen todas las guerras y no haya más víctimas y muertes injustas. A ella os encomiendo a todos.
Hacemos referencia a un pasaje crítico de la vida de Jesús. Después de los primeros milagros y la implicación de los discípulos en el anuncio del Reino de Dios, la misión del Mesías atraviesa una crisis.
Juan Bautista duda y le hace llegar este mensaje —Juan está en la cárcel—: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?» (Mt 11, 3). Él siente esta angustia de no saber si se ha equivocado en el anuncio. En la vida siempre hay momentos oscuros, de noche espiritual, y Juan está pasando este momento. Hay hostilidad en los pueblos del lago donde Jesús había realizado tantos signos prodigiosos (Mt 11, 20-24). Ahora, precisamente en este momento de decepción, Mateo relata un hecho realmente sorprendente: Jesús no eleva al Padre un lamento, sino un himno de júbilo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Mt 11, 25). En oscuridad en el alma de tanta gente, Jesús bendice al Padre, Jesús alaba al Padre. ¿Pero por qué?
Sobre todo, lo alaba por lo que es: «Padre, Señor del cielo y de la tierra». Jesús se regocija en su espíritu porque sabe y siente que su Padre es el Dios del universo, y viceversa, el Señor de todo lo que existe es el Padre, “Padre mío”. De esta experiencia de sentirse “el hijo del Altísimo” brota la alabanza.
Y después, Jesús alaba al Padre porque favorece a los pequeños. Es lo que Él mismo experimenta predicando en los pueblos: los “sabios” y los “inteligentes” permanecen desconfiados y cerrados, hacen cálculos; mientras que los “pequeños” se abren y acogen el mensaje. Esto
solo puede ser voluntad del Padre, y Jesús se alegra. También debemos alegrarnos y alabar a Dios porque las personas humildes y sencillas acogen el Evangelio. En el futuro del mundo y en las esperanzas de la Iglesia están siempre los “pequeños”: aquellos que no se consideran mejores que los otros, que son conscientes de los propios límites y de los propios pecados, que no quieren dominar sobre los otros, que, en Dios Padre, se reconocen todos hermanos.
Por lo tanto, en ese momento de aparente fracaso, donde todo está oscuro, Jesús reza alabando al Padre. Y su oración nos conduce también a nosotros, lectores del Evangelio, a juzgar de forma diferente nuestras derrotas personales, las situaciones en las que no vemos clara la presencia y la acción de Dios, cuando parece que el mal prevalece y no hay forma de detenerlo. Jesús, que también recomendó mucho la oración de súplica, precisamente en el momento en el que habría tenido motivo de pedir explicaciones al Padre, sin embargo, lo alaba. Parece una contradicción, pero está ahí, la verdad.
¿A quién sirve la alabanza? ¿A nosotros o a Dios? Un texto de la liturgia eucarística nos invita a rezar a Dios de esta manera, dice así. «Aunque no necesitas nuestra alabanza, tú inspiras en nosotros que te demos gracias, para que las bendiciones que te ofrecemos nos ayuden en el camino de la salvación por Cristo,
Señor nuestro» (Misal Romano, Prefacio común IV). Alabando somos salvados.
La oración de alabanza nos sirve a nosotros. El Catecismo la define así: «Participa en la bienaventuranza de los corazones puros que le aman en la fe antes de verle en la gloria» (n. 2639). Paradójicamente debe ser practicada no solo cuando la vida nos colma de felicidad, sino sobre todo en los momentos difíciles, en los momentos oscuros cuando el camino sube cuesta arriba. También es ese el tiempo de la alabanza, como Jesús que en el momento oscuro alaba al Padre. Para que aprendamos que, a través de esa cuesta, de ese sendero difícil, ese sendero fatigoso, de esos pasajes arduos, se llega a ver un panorama nuevo, un horizonte más abierto. Alabar es como respirar oxígeno puro: te purifica el alma, te hace mirar a lo lejos, no te deja encerrado en el momento difícil y oscuro de las dificultades.
Los santos y las santas nos demuestran que se puede alabar siempre, en las buenas y en las malas, porque Dios es el Amigo fiel. Este es el fundamento de la alabanza: Dios es el Amigo fiel, y su amor nunca falla. Él siempre está junto a nosotros, Él nos espera siempre. Alguno decía: “Es el centinela que está cerca de ti y te hace ir adelante con seguridad”. En los momentos difíciles y oscuros, encontramos la valentía de decir: “Bendito eres tú, oh Señor”. Alabar al Señor. Esto nos hará mucho bien. Papa Francisco (13/01/2021)
Primera lectura 2 Reyes 4, 42-44
Comerán y sobrará
En aquellos días, acaeció que un hombre de Baal Salisá vino trayendo al hombre de Dios primicias de pan, veinte panes de cebada y grano fresco en espiga. Dijo Eliseo: «Dáselo a la gente y que coman».
Su servidor respondió: «¿Cómo voy a poner esto de-
Salmo responsorial Sal 144, 10-11. 15-16. 17-18
R/: Abres tú la mano, Señor, y nos sacias
lante de cien hombres?».
Y él mandó: «Dáselo a la gente y que coman, porque así dice el Señor: “Comerán y sobrará”».
Y lo puso ante ellos, comieron y aún sobró, conforme a la palabra del Señor.
- Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles. Que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas.
- Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente.
- El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.
Segunda lectura Efesios 4, 1-6
Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo
Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor, esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades.
Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.
Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a
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sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda». Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
'La multiplicación de los panes y los peces'
Hoy leemos la multiplicación de los panes y los peces según san Juan. Se trata de un milagro de sobreabundancia, como cuando Jesús convirtió el agua en vino (Jn 2) o propició la pesca milagrosa (Jn 21). En estos tres signos, Jesús provee un alimento abundante que revela el inicio de la salvación. El evangelista relata el hecho a partir de Mc 6,32-44 y del modelo bíblico de la multiplicación de los panes de Eliseo (2 Re 4,42-44), primera lectura de este domingo. Si el profeta alimentó a cien hombres con veinte panes, Jesús alimenta con cinco panes a cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Es un modo de mostrar la superioridad del Maestro. También se retoman motivos del
Éxodo. Jesús, como Moisés, sube al monte y es mediador del don del maná. Además, la cercanía de la Pascua (Jn 6,3) también recuerda el Éxodo y, más aún, evoca la futura pascua de Jesús, en la que él dará la vida. Este dato y los gestos (“tomó... pronunció la acción de gracias... los partió...”) remiten a la Eucaristía que los miembros de las comunidades joánica ya celebraban.
Hay en el relato un interesante malentendido: Jesús hace una pregunta retórica a Felipe por el origen de los panes. El apóstol responde en un plano mundano y cuantitativo: doscientos denarios de pan no bastarán. Andrés dice que hay un muchacho con cinco panes y dos peces pero lo considera una miseria
-Álvaro Pereira, sacerdote -
para tantos. Sus experiencias ordinarias manifiestan su incapacidad humana. Jesús, en cambio, ve más allá y obra el milagro. El creyente, pues, debe comprender que su alimento verdadero viene siempre de Jesús. El don no se puede separar de su donante, por eso este relato es signo del mesianismo de Jesús.
Las abundantes sobras, además de certificar el milagro, subrayan la generosidad de la acción divina. La gente reacciona reconociendo a Jesús como profeta, al igual que Moisés (cf. Dt 18,15.18), y quieren proclamarlo rey. Pero Jesús se retira. Él es ciertamente rey, pero en forma de siervo. Así lo mostrará en su diálogo con Pilato (Jn 18,36-38).
1. Eliseo (en la primera lectura) y Jesús (Evangelio) multiplican el pan. ¿Reconoces que el origen de tu alimento está en Dios? ¿Das gracias por ello? Reza con el salmista: “Abres tú la mano, Señor, y nos sacias”.
2. El apóstol Pablo hace un elenco de virtudes necesarias para responder a la llamada de Dios. Léelas y medítalas.
3. ¿Eres instrumento de paz y unidad? ¿Tienes algún muro de odio que debes derribar?
Jubileo circular en Sevilla (capital): Días 26-28, capilla de Santa María de Jesús (Puerta Jerez); 1-3 de agosto, Capilla de Ntra. Sra. de los Ángeles (calle Recaredo); 4-9, Capilla de San Onofre (Plaza Nueva); 10-12, Parroquia de San Lorenzo (Plaza de San Lorenzo); 13-15, iglesia de Santa Rosalía (calle Cardenal Spínola); 16-21, Capilla de San Onofre (Plaza Nueva); 22-24, Parroquia de San Bartolomé (calle Virgen de la Alegría); 25-27, Capilla de San Onofre (Plaza Nueva); 28-30, iglesia de las Agustinas (Plaza de San Leandro); 31-2 septiembre, Parroquia de San Gil Abad (plaza de San Gil)
Diariamente: Capilla de San Onofre (Plaza Nueva), las 24 horas; convento de Sta. María de Jesús (c/ Águilas); Parroquia de la Concepción Inmaculada (c/ Cristo de la Sed); Parroquia de S. Bartolomé (c/ Virgen de la Alegría); Parroquia de las Stas. Justa y Rufina (c/ Ronda de Triana, 23-25); Parroquia de la Anunciación de Ntra. Sra. y San Juan XXIII (Pza. S. Juan XXIII), iglesia de San Antonio Abad (c/ Alfonso XII, 3).
Jubileo circular en Écija: Días 26-28, Santa Ana (Titular); 29-31, Santa María (Santa Marta); 1-3 de agosto, Hermanas de la Cruz (Porciúncula); 4-6, Santa Florentina; 7-9, Santo Domingo (Titular); 10-12, Santa Inés (Santa Clara); 13-16, Santa María (Titular); 17-20, Santa Florentina; 21-23, Santo Domingo (Santa. Rosa de Lima); 24-26, Santa María; 27-29, San Juan de Ávila; 3031, Santa Cruz (N. Virgen del Valle).
Celebración de vísperas cantadas los domingos a las 19 h, en el convento de la Encarnación - MM Agustinas (Pza. Virgen Reyes).
XVII SEMANA DE T. ORDINARIO. I SEMANA SALTERIO
Domingo 28
XVII Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes 29
Santos Marta, María y Lázaro
Jer 13, 1-11; Salmo: Dt 32, 18-21; Jn 11, 19-27
Martes 30
San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia
Jer 14, 17-22; Sal 78; Mt 13, 36-43
Miércoles 31
San Ignacio de Loyola, presbítero
Jer 15, 10. 16-21; Sal 58; Mt 13, 44-46
Jueves 1
S. Alfonso Mª de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia
Jer 18, 1-6; Sal 145; Mt 13, 47-53
Viernes 2
San Eusebio de Vercelli, obispo
Jer 26, 1-9; Sal 68; Mt 13, 54-58
Sábado 3
Jer 26, 11-16. 24; Sal 68; Mt 14, 1-12
XVIII SEMANA DE T. ORDINARIO. II SEMANA SALTERIO
Domingo 4
XVIII Domingo del Tiempo Ordinario
Ex 16, 2-4. 12-15; Sal 77; Ef 4, 17. 20-24; Jn 6, 24-35
Lunes 5
Dedicación de la Basílica de Santa María
Jer 28,1-17; Sal 118; Mt 14, 13-21
Martes 6
Transfiguración del Señor
Dan 7, 9-10. 13-14 o 2 Pe 1, 16-19; Sal 96, Mc 9, 2-10
Miércoles 7
Santos Sixto II, papa, y compañeros, mártires
Jer 31, 1-7; Salmo: Jer 31, 10-13; Mt 15, 21-28
Jueves 8
Santo Domingo de Guzmán, presbítero
Jer 31, 31-34; Sal 50; Mt 16, 13-23
Viernes 9
Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir
Os 2, 16b. 17de. 21-22; Sal 44; Mt 25, 1-13
Sábado 10
San Lorenzo, diácono y mártir
2 Cor 9, 6-10; Sal 111; Jn 12, 24-26
XIX SEMANA DE T. ORDINARIO. III SEMANA SALTERIO
Domingo 11
XIX Domingo del Tiempo Ordinario
1 Re 19, 4-8; Sal 33; Ef 4, 30 — 5, 2; Jn 6, 41-51
Lunes 12
Beata Victoria Díez y Bustos de Molina, virgen
Ez 1, 2-5. 24-28c; Sal 148; Mt 17, 22-27
Martes 13
Santos Ponciano, papa, e Hipólito, presbítero, mártires
Ez 2, 8 — 3, 4; Sal 118; Mt 18, 1-5.10.12-14
Miércoles 14
San Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir
Ez 9,1-7; 10, 18-22; Sal 112; Mt 18, 15-20
Jueves 15
Asunción de la Bienaventurada Virgen María
Ap 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab; Sal 44, 1 Cor 15, 20. 27a; Lc 1, 39-56
Viernes 16
San Esteban de Hungría
Ez 16, 1-15. 60.63 o Ez 16, 59-63; Salmo: Is 12, 2-6; Mt 19, 3-12
Sábado 17
Beatos Luis de Sotelo, Pedro de Zúñiga y Bartolomé Laurel, religioso, y mártires
Ez 18, 1-10. 13 b. 30-32; Sal 50; Mt 19,13-15
XX SEMANA DE T. ORDINARIO. IV SEMANA SALTERIO
Domingo 18
XX Domingo del Tiempo Ordinario
Prov 9,1-6; Sal 33; Ef 5, 15-20; Jn 6, 51-58
Lunes 19
San Juan Eudes, presbítero
Ez 24, 15-24; Salmo: Dt 32, 18-21; Mt 19, 16-22
Martes 20
San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia
Ez 28, 1-10; Salmo: Dt 32, 26-36; Mt 19, 23-30
Miércoles 21
San Pío X, papa
Ez 34, 1-11; Sal 22; Mt 20, 1-16
Jueves 22
Bienaventurada Virgen María Reina
Ez 36, 23-28; Sal 50; Mt 22, 1-14
Viernes 23
Santa Rosa de Lima, virgen
Ez 37, 1-14; Sal 106; Mt 22, 34-40
Sábado 24
San Bartolomé, apóstol
Ap 21, 9b-14; Sal 144; Jn 1, 45-51
XXI SEMANA DE T. ORDINARIO. I SEMANA SALTERIO
Domingo 25
XXI Domingo del Tiempo Ordinario
Jos 24, 1-2a. 15-17. 18b; Sal 33; Ef 5, 21-32; Jn 6, 60-69
Lunes 26
San Geroncio de Itálica, obispo y mártir
2 Tes 1, 1-5. 11b-12; Sal 95; Mt 23, 13-22
Martes 27
Santa Mónica
2 Tes 2, 1-3a. 14-17; Sal 95; Mt 23, 23-26
Miércoles 28
San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia
2 Tes 3, 6-10. 16-18; Sal 127; Mt 23, 27-32
Jueves 29
Martirio de San Juan Bautista
1 Cor 1, 1-9; Sal 144; Mc 6, 17-29
Viernes 30
1 Cor 1, 17-25; Sal 32; Mt 25, 1-13
Sábado 31
1 Cor 1, 26-31; Sal 32; Mt 25, 14-30
“Dios ha ido proveyendo en cada momento justo lo que íbamos necesitando”
Francisco Javier y Natalia llevan casi once años de matrimonio y son padres de siete hijos. Para ellos, ser parte del Camino Neocatecumenal les ha ayudado a “llevar a cabo la voluntad de Dios”. Desde pequeños, tanto Fran como Natalia recibieron una educación cristiana gracias a sus padres, que vivían su fe dentro del Camino Neocatecumenal. Sin embargo, su verdadero encuentro personal con Dios, como ellos dicen, “ha sido un proceso progresivo”.
A los quince años ambos comenzaron a vivir su fe de manera más intensa dentro de su propia comunidad del Camino Neocatecumenal, participando en la liturgia de la Palabra, la Eucaristía semanal y las convivencias mensuales. Fran recuerda su primer encuentro serio con Cristo a los 20 años, cuando “puso su palabra en práctica: ‘ve y vende cuanto tienes y sígueme’”. Natalia, por su parte, lo experimentó a los 18 cuando sintió el amor incondicional de Dios. “Él me ama donde yo no me amo, y eso transformó mi vida”, menciona.
Misión en Laponia
Desde hace casi dos años la familia está misionando en Laponia, después de haber vivido en Mikkeli (Finlandia), durante cinco años. Su inquietud misionera surgió en una convivencia, “cuando el catequista dijo que se pusiera en pie quien sintiera esta llamada a la familia en misión a cualquier parte del mundo. Sentimos ambos la fuerte llamada
espontánea e individualmente y nos pusimos de pie simultáneamente”, comparten aún sorprendidos. Las reacciones de sus familias y amigos fueron variadas, desde alegría y apoyo hasta sorpresa e incomprensión. Los padres de Fran, en particular, se mostraron decepcionados al principio, pero poco después aceptaron con alegría la voluntad de Dios. La adaptación ha sido gradual y constante. Esta familia vive su día a día trabajando, llevando a los niños al colegio y guardería, y practicando
“Los miedos e incertidumbres son normales, pero el Señor nunca defrauda”
su fe en comunidad. La comunidad cristiana en Laponia tiene muy pocos católicos y la mayoría de ellos extranjeros. Sin embargo, han formado una “misio ad gentes”, una comunidad del Camino Neocatecumenal, pero sin parroquia, celebrando en alguna casa o local, porque “no ha habido nadie que nos acoja, hemos comenzado desde cero”, añaden. El mayor obstáculo que encontraron al llegar a Laponia fue el idioma, ya que allí solo se habla finlandés o sueco, y poca gente sabe inglés. Además, la soledad fue un desafío, con solo un presbítero y dos familias más en misión y la parroquia más cercana a 150 km de distancia.
Esta experiencia les ha ayudado a
- Francisco Javier: Sevilla,1989 Técnico de laboratorio químico.
- Natalia: Sevilla, 1991. Auxiliar de enfermería
conocerse mejor, revelando sus debilidades y pecados. A nivel familiar, les ha unido más y les ha permitido educar en la fe de manera más íntima. Sus hijos han “absorbido” la fe cristiana de una manera única, ya que su vida familiar gira en torno a la vida cristiana, donde Dios es lo primero.
Una anécdota que refleja cómo el Señor toca el corazón de las personas es cuando un matrimonio, que no se conocían y no eran creyentes, se mudó a una casa más pequeña para alquilarles la suya y ayudarles en su difícil situación. Además, en estos siete años de misión se han mudado seis veces y aseguran que “Dios ha ido proveyendo en cada momento justo lo que íbamos necesitando”.
Aclaran que no solamente ellos están en misión, sino también lo está su Parroquia de San Pablo de Sevilla, y más concretamente su comunidad. “Estamos en constante contacto, rezan por nosotros, nos sostienen y nos ayudan”, comentan.
A otras familias que estén considerando ir de misión, les aconsejan discernir con tranquilidad y oración, y si sienten la llamada, decir sí al Señor. En este sentido, aseguran que “los miedos e incertidumbres son normales, pero el Señor nunca defrauda, sino que ayuda y consuela”.
Que Steven Spielberg es uno de los mejores cineastas de la historia del cine nadie lo duda. Así lo atestiguan su prolífica filmografía y los numerosos reconocimientos internacionales recibidos, desde que en 1971 dirigiera su primer largometraje: El diablo sobre ruedas. Es cierto que algunas de sus películas no lograron buenas críticas ni fueron éxitos taquilla, pero cada estreno de Spielberg continúa siendo un acontecimiento y bastaría citar tres títulos para rendirse ante su maestría: E.T., el extraterrestre (1982), La lista de Schlinder (1993) y Salvar al soldado Ryan (1998).
Uno de sus trabajos más simpáticos, fiel a las constantes de su cine y dirigido a un amplio abanico de es-
pectadores, lo filmó Spielberg hace 20 años. Se titula La terminal y recaudó 220 millones en taquilla, que compensaron ampliamente los 60 de presupuesto. El argumento, que tiene aires de fábula y aroma ‘capriano’, se inspira remotamente en un hecho verídico ocurrido a Mehran Karimi Nasseri, un refugiado iraní que vivió en la terminal uno del aeropuerto Charles de Gaulle de París desde el 8 de agosto de 1988 hasta julio de 2006. Increíble pero cierta, su historia no cabe en estas líneas y remitimos a Internet.
En el caso de La terminal, el protagonista es Viktor Navorski (Tom Hanks), que viaja a Nueva York desde el ficticio país de Krakozhia para cumplir un deseo relacionado con su padre. Un repentino golpe de estado en Krakozhia impide a Viktor salir legalmente de la terminal. A pesar de su evidente bondad, no consigue superar el bucle burocrático en que se ve inmerso, por más que insista en su inocencia ante el inspector de aduanas Frank Dixon (Stanley Tucci). A Viktor no le queda otra que resignarse a su situación de tránsito, pero acabará convirtiéndose en un personaje imprescindible en al aeropuerto: se hará amigo de todos, aconsejará
José García Chamorro. Editorial San Pablo. 2024. 169 págs.
ETHE TERMINAL (2004)
Drama. 128 min. Estados Unidos.
Dirección: Steven Spielberg
Música: John Williams
Reparto: Tom Hanks, Catherine Zeta-Jones; Stanley Tucci; Chi McBride; Diego Luna, Eddie Jones ¿Dónde verla?: Amazon Prime Video, Rakuten TV
a la guapa azafata Amelia (Catherine Zeta-Jones), apoyará a varios inmigrantes trabajadores de la terminal e incluso se enamorará.
Quizá la duración resulte excesiva y el desenlace menos convincente de lo esperado. Pero el chispeante guion beneficiado de la pericia de Andrew Niccol (El show de Truman, 1998), el brillante diseño de producción, un reparto de lujo con secundarios de diferentes nacionalidades como Diego Luna, Kumar Pallana, Zoe Saldana, Valeri Nikolayev o Rini Bell, y los temas de fondo de la mayor parte del metraje: la importancia de la familia, la nostalgia del padre, la tenacidad ante las adversidades o el respeto a la dignidad de todas las personas, hacen de La terminal una cinta recomendable y optimista con regustos clásicos.
Juan Jesús de Cózar
l autor reflexiona en este libro sobre la oración de Jesús, sobre su naturaleza y alcance, para ayudar no solo a conocer mejor el mensaje del Salvador, sino también a hacer nuestra su experiencia de oración, a convertirla en fundamento de nuestra vida cristiana. A lo largo de estas páginas, el lector descubrirá la relación entre Jesús y su Padre, Abbá. Chamorro nos abre también a la oración de la Iglesia, fraternidad, pueblo de Dios y cuerpo de Cristo, y a otros aspectos de la oración, como la realidad sacramental, la espiritualidad, el compromiso y la oración contemplativa.
Creemos que los documentos antiguos recogen un pasado lejano que nada tiene que ver con nosotros. Sin embargo, la Historia forma parte de nuestras vidas más de lo que creemos, porque esos documentos son testimonios o fundamentos de lo sucedido a lo largo del tiempo y, por tanto, explican nuestro presente.
Una muestra la tenemos en los dos ejemplos siguientes, relacionados entre sí y vinculados a la Corona española y a la Catedral hispalense. A partir de ellos se iniciaron tradiciones que, siglos después, seguimos celebrando.
El primero nos remonta al 30 de diciembre de 1254 cuando, desde Burgos, Alfonso X establecía, por carta plomada en pergamino, conservada en el Archivo catedralicio, una “fiesta” el día de San Clemente (23 de noviembre) para favorecer a la Catedral, por honra del “rey Don Fernando mio padre, que yace hi enterrado e por su alma, e por remisión de mios pecados”. Esta doble mención no es casual, porque en tal fecha el rey santo recuperó Sevilla para la cristiandad y su hijo, el rey sabio, celebraba su natalicio. Al parecer, en 1260 el propio Alfonso presidió ese día portando la espada de su padre y, desde entonces, se mantiene la que se cree es la procesión más antigua en Sevilla. Otros monarcas, asistentes y alcaldes han llevado, y llevan, la Lobera. Según cuenta Espinosa de los Monteros en 1627 “el día de S. Clemente se saca en solemnisima procesión por cima de las gradas, llevándola el Asistente levantada en alto por la punta, con un tafetán carmesí”. Salvo el año pasado, esta tradición de las gradas ha caído en desuso. Actualmente, tras la veneración del cuerpo de san Fernando y el rezo de coro, el deán, junto a los cabildos catedralicio y municipal, recorre el interior del templo, portando un concejal el pendón fernandino. Concluye con una misa solemne.
Casi cinco siglos después, Felipe V firmaba otro singular documento, una Real Cédula en papel, custodiada en el Archivo de la Capilla Real y fechada en 30 de junio de 1730 en Cazalla de la Sierra, cuando esta villa sevillana se convirtió por unos meses en Corte de España. Era su respuesta a una petición de los capellanes reales de abrir el frente de la nueva urna de san Fernando, para veneración de los fieles, tres veces al año: el 30 de mayo, día de su muerte; el 22 de agosto, último día de la octava de la Virgen de los Reyes, y el 23 de noviembre. Felipe V no sólo aprobó tal petición, sino que añadió otra fecha con un valor singular para él, el 14 de mayo, porque un año antes en tal día él presidió, como se recoge en el conocido grabado de Pedro Tortolero, una procesión solemne en torno a la catedral para festejar el traslado del cuerpo del santo rey a la urna de plata y cristal que todos conocemos, diseñada por Juan Laureano de Pina. Pues bien, hoy día se sigue cumpliendo anualmente tal mandato en esas cuatro fechas en la Capilla Real, siendo custodiado su patrono desde 1876 por una guardia de honor formada por tropas del Arma de Ingenieros de Sevilla.
Por tanto, cuando recemos ante nuestro santo patrón este próximo 22 de agosto, o los otros tres días mencionados, y asistamos a la procesión del 23 de noviembre, sintámonos unidos a tantas generaciones de sevillanos que le han manifestado su devoción y reconocimiento, con un lazo que se estrecha aún más al saber el origen de estas hermosas tradiciones.