Meando01web

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transgredir.

(Del lat. transgrĕdi). 1. tr. Quebrantar, violar un precepto, ley o estatuto.


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Índice Vicente Muñoz.......................... 1 Nuria Palencia........................... 2 Velpister Peter Jensen............... 3 Luis Melón................................. 4 Juan Carlos Pajares................... 5 Felipe Zapico............................. 6-7 Luis Miguel Rabanal................. 8 Karlos Viuda.............................. 9 Juan Luis García........................ 10-11 Alfonso Xen Rabanal............... 12-13 Ramón Tronné.......................... 14 Santos Perandones.................... 15 Pablo Cerezal............................. 16-17 Charo Acera............................... 18-19 Nícolas Marper.......................... 20 Carlos Cuenllas......................... 21 Director editorial: Nícolas Marper Depósito legal: LE-597-2014 Dirección musical y partitura portada: Julia Getino Diseño y maquetación: Santos Perandones Imprime: Gráficas Que Arte MEANDO CONTRA VIENTO es una publicación con sintonía musical, en la que se podrá ver su evolución desde el primer número impreso, hasta su materialización.


MALDITOS durante el paseo por el bosque esta mañana pensé que ninguno de los escritores de mi entorno (y conozco a cientos) vive realmente de la literatura, su literatura no se remunera, no se reconoce, apenas se reseña, algunos tienen trabajos que les desconcentran y alienan, otros ni siquiera eso, se dejan la sangre y las vísceras en el papel y a veces, si hay suerte, les publican libros (que apenas se distribuyen y nadie logra encontrar), pero casi nunca cobran por ello derechos de autor, un simple comentario les tumba o anima, son los mejores cerebros de mi generación y están perdidos, frustrados, rotos, aunque casi nada logra hundirles, vuelcan en sus textos sus esperanzas y miedos y eso les suele salvar, se caen y se levantan cientos de veces, reciben golpes bajos, sudan tinta a chorros, se reúnen, se asocian y montan revistas, organizan sus propias lecturas, encajan mil negativas, les engañan, les ningunean, les traicionan, madrugan o trasnochan para escribir y corrigen y destruyen continuamente sus libros, aguantan suspicacias y recelos, se queman y renacen a diario de sus propias cenizas, no tienen casa propia ni planes de jubilación, les fagocita el sistema, escuchan resignados el dedícate a otra cosa, se refugian en trincheras, malviven y envejecen en pisos de alquiler, frecuentemente les abandonan sus parejas, padecen insomnio, dudan, naufragan, se ahogan, les miran mal los cuerdos, no les entienden los locos, sus coches, si los tienen, son chatarra pura, imposible pagar el seguro y llegar a fin de mes... reman contracorriente, luchan contra todo, pelean siempre a la contra... y aún así conservan la dignidad ¿son o no escritores malditos?

Vicente Muñoz Álvarez (2013) 1




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I Cuando a los mansos bienaventurados no les quede ya mejilla que ofrecer, entrarán látigo en mano al templo.

II Los hombres colgados de los árboles, fruto agraz e intensivo de la Europa meridional.

III Su rodilla en mi cuello. Ataba mis manos atrás con la brida mientras su compañero se empleaba con furia contra mi cuerpo, ese saco de carne y huesos que se rebelaba. La sangre corría abundante por mi pelo. Antes de desmayarme comprendí que no se puede tener todo, o llevas la razón o llevas las armas.

IV No nos desprecian y condenan por nuestro laicismo, sino porque, a pesar de la cérea apariencia de sus inescrutables rostros, hemos puesto al descubierto la carcoma de su cartón piedra, el neguijón que anida bajo sus beatíficas sonrisas.

V Todo se desmoronaba, la hemorragia era imparable, la infección llegaba hasta la médula, pero les confortaba pensar que estaban en un estado democrático y de derecho, y se quedaron en sus casas esperando, confiados, a la próxima convocatoria electoral.

Juan Carlos Pajares Iglesias (2013)

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TRASGOS El paseante de la colina advierte: no canturrees cuando ella no está, frota sus manos con discreción pero no te envalentones en el intervalo previo a que haya caído, casi casi derrotada, en tu mediocre y singular amnesia. La polla de S. cumple con lo estipulado, se afana contigo, debe ahora ser verdad que has muerto con ella al venir de otro arrobo, vístete, hazlo sin ti. Ella se enternece, si supiera que no han llegado aún al tiempo prescrito, la noche atroz de los jabalíes, en suspense el hambre del que manosea su estigma mejor. El paseante de la colina advierte: no estés desprevenido, vigila tu flanco porque es siniestro y su cara y ciertos artilugios que emplea a tus espaldas se asemejan al monstruo de las cuatro. Sonríen, se arrancan los cabellos, se descalzan acaso, se bañan sin luz en la luz indeseable del arroyo. Energúmenos, caracoles con la niña, etcétera... Luis Miguel Rabanal (2013)

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choose a good Blues …

todo tiene su momento, lo busques o no... lo cojonudo es que cuando no lo buscas, aparece. Es así... pero hay que estar al quite. ¿Cuántas veces has escuchado un buen Blues... ese que te entra, te retuerce, exprime de tu hígado hasta la primera gota de alcohol que todavía no has digerido? ¿Y cuántas veces te has preguntado de quién es?, ¿quién lo compuso?, ¿quién lo interpreta? Sabes que estás escuchando algo superior, quizá porque habla a esas partes de ti que consideras inferiores, y te doblas sobre la barra y tus uñas puntean sobre tus tripas... de tu boca surge un sonido extraño, tus neuronas se rinden ante la evidencia, y le cantas a una copa de ron que pudre tu hígado, brindas porque Lucifer está en ti, la Razón se relaja, el aura de los pelos que perdiste son zombis que saltan, se masturban y vomitan sobre tu calva. Es un destello, lo ves todo... un puto momento... ahí está: es el cruce de los caminos en tu chota, y brilla entre la Niebla. 12


Y te dice que vayas, bebes, la guitarra ya son tus intestinos, conoces todos los caminos, es un instante, no dudas, en todos has tropezado cuando no has sido tú mismo, cuando has pasado de largo, sin querer saber quién canta, las putas prisas de la Razón, quién cojones es capaz de decir tantas verdades con una guitarra... con un gemido. Y te das cuenta de que los vientos han manipulado tu deriva, perdido el timón en una copa que es un sistema que se autosostiene en el tiempo de incertidumbres, abono de lo que no ganas, excusa para el siguiente silencio... hacia el que te llevan. Me gusta la vida porque te va quitando lo que tú pierdes. Es así, que nadie se engañe. Y si no la vives, muchach@, la pierdes. Así es. Por eso voy, por eso me fui, buscando la música de unos ojos, el Blues que cantan unos labios con nombre. Por eso ahora elijo... aunque no lo buscase... y elijo un buen Blues ...

Alfonso Xen Rabanal Extracto de la Cámara de Niebla, Eclipsados, 2008 13


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La transgresión de la Belleza Observo las revueltas (pacíficas, a pesar de lo expuesto por los medios), estos días, en las calles, y viene a mi memoria el lirismo febril de Jean Genet. Asistimos a imágenes televisivas de contenedores en llamas y armas policiales surcando el atardecer como veleros corsarios en demanda de sangre y gloria. Poca gloria, creo, obtendrán los agentes que han querido redibujar los rostros y cuerpos de los manifestantes con su maquillaje de espanto y contusiones. Considero que el desorden mundial que sufrimos en la actualidad sólo podrá ya recomponerse mediante la geometría de la violencia. Y es al pensar en el impulso íntimo de los “radicales” que recuerdo a Genet y le imagino sonriendo, impávido, ante estas escenas, comprendiendo que el fin último de los alborotadores es simplemente eso: alborotar. Ningún mensaje oculto, salvo, quizás, el de la rebeldía juvenil que esta sociedad de la imagen transforma en automóviles volcados, escaparates apedreados y cubos de basura destripados. Encauzan, estos jóvenes, la natural indisciplina de la adolescencia, en la forma que mejor les dicta la sociedad del espectáculo, y podemos deducir que no son tan malos. Sólo toman el sendero más cómodo a la hora de dar vía libre a su afán de protagonismo. Genet, por contra, decidió vivir el mal, hacer de la traición y el crimen una forma de vida mediante la cual sublimar la inversión de los valores tradicionalmente aceptados como correctos. Enredó su vida en telarañas de robos, traiciones, falsificaciones, impudicias, sólo por buscar el absoluto a través de la infamia. Transformó al maleante en héroe y, lo más importante, tomó entre sus manos toda la sordidez del crimen para recrearla en músculos de tinta revestidos de los vaporosos tules de la Belleza. Su obra literaria explora ignotos medios expresivos, y del lodo crujiente de lo abyecto extrae claveles de cimbreante hermosura. 16


“Decidí ser lo que el delito hizo de mí‚” proclamó. Y logró convertirse en mártir primero de una religión infecta y memorable: la doctrina del mal camino, el dogma de la intemperie social, la fe de lo inmoral. Me apena pensar en los chavales que, estos días, incendian contenedores y levantan barricadas de juguete. Imagino que su violencia no rebasará tales límites, que solamente han decidido ser lo que la sociedad ha hecho de ellos. Dudo que sean capaces de estudiar las raíces íntimas del mal y, ¡ay!, seguro que no alimentarán páginas como las de Genet para apostillar su “antisocial” comportamiento. Si, como decía, la violencia se dibuja como el camino exclusivo hacia la remodelación de esta sociedad, desearía al menos que portase, cual bandera pirata, la transgresión de la belleza, la crueldad de la poesía, la vehemencia del sentimiento, la ferocidad insoslayable de la lírica, como en Genet, ése mártir. Pablo Cerezal (2013)

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SOLO SILENCIO Ya tengo hecha la maleta, solo faltan dos horas y, estaré muy lejos, muy lejos… sin embargo, me siento…tremendamente culpable. hay algo aquí dentro de mis tripas que dice: aguanta, aguanta un poco más, otro poco más. Algo muy duro, muy fuerte, muy alto, grita: VETE, SAL CORRIENDO… El reloj, no tiene prisa, no avanzan las agujas, no se mueven. El tiempo se detiene, cuando quieres, con todo el alma, huir de este infierno. Y, sin embargo, con pena, toco cada pared de esta casa, cada mueble, cada libro, cada taza, cada vaso, nuestros cepillos de diente, el olor de su ropa, la foto de nuestra boda, en el portarretratos, que no tiene cristal. Tan solo han pasado tres minutos, NO PUEDES…NO ENTRES… No, no, no, no Charo Acera (2013)

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He visto los infiernos. De aquellos de los que todos hablan. He visto las cadenas. Aquellas a las que todos se atan. He visto las vĂ­as. En las que todos viajan. Tan solo no he visto aquello de lo que todos no saben por no mirar. NĂ­colas Marper (2013)

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Fin parte 1/4 sintonĂ­a musical




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