La “SOLIDARIDAD” es el objetivo en el cual basamos nuestro accionar. Trabajamos pensando en Ud. y su familia, porque somos puntaltenses y queremos lo mejor para la ciudad y su gente, por eso...
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¿por qué? Municipalidad de Cnel. de Marina Leonardo Rosales Punta Alta Dirección de Cultura
autoridades
Jorge Osvaldo Izarra Intendente Municipal
Alicia Amiot DIRECTORA DE CULTURA
equipo de trabajo
coordinación general Prof. Luciano Izarra entrevistas Prof. Guillermo Bertinat investigación y texto Lic. Gustavo Chalier Arq. Gustavo Aranda Prof. Fernanda Martel colaboradores Prof. Romina Amarfil D.G. Ariel Arruda Federico Merodio Gaspar Totoro Lic. Daniel Giacomich Lic. Sergio Soler diagramación y diseño D.G. Mauricio Rossello publicidad JT Producciones impresión Multigráfica
Entender a la historia como mero hecho de cultura general es menospreciar su rol, su aporte a la calidad de vida en general, objetivo máximo de toda persona de bien. El pasado condiciona nuestro presente y futuro. El pensamiento precede a la acción, y en él está nuestra historia, individual o colectiva. Identidad y desarrollo están entonces íntimamente relacionados; y en esta relación la historia local cumple en aportar su grano de arena. Esta revista busca informar sobre nuestra historia como comunidad, promover el análisis profundo, descubrir referentes, y clarificar mitos populares. Es nuestro deseo también que a lo largo de los números se entienda que la historia, como parte de nuestra cultura, es en sí misma una potencial fuente de ingresos económicos: esto será posible sólo si comprendemos la importancia de nuestros recursos históricos. Estimado lector: si logramos crear en usted la necesidad de conocer más sobre nuestra historia (sobre su historia) para entender su presente, esta revista tendrá para los que la hacemos la más plena justificación.
sumario
Nota de Tapa | Recuerdo del ferrobús naval
| Escuela N°1 - 100 años - parte I
Historia del Partido | Los Primeros Pobladores Historia Oral | Pedro Frias Noviembre en el Tiempo El Arcón | El agua llega a la ciudad... Patrimonio Arquitectónico | El pintoresquismo
Novedades
e-mail: revista_elarchivo@yahoo.com.ar
en la ciudad
por Lic. Daniel Giacomich
Recuerdo del ferrobús naval Los recuerdos no siempre son reproducciones fieles de las situaciones que hemos vivido o de los objetos que hemos percibido. Y a veces no sabemos si tal o cual cosa realmente sucedió o es producto de nuestra imaginación. En especial cuando ha transcurrido un largo tiempo. En mi memoria estaba registrada la imagen del coche motor circulando por las vías que unen la Base Naval Puerto Belgrano con Baterías. Era verde, (creo, aunque es muy probable por el destino en el que cumplía servicios fuera así) y por alguna razón que desconozco, lo he estado llamando “la chanchita”, sin saber a ciencia cierta si esa denominación le correspondió alguna vez o si había sido un invento mío. Claro que han pasado cuarenta años de aquellos vera-
nos en que en colectivo nos trasladábamos con mi familia a la playa de Arroyo Pareja, el sector que hoy continúa en la jurisdicción militar, cuando todavía no se hablaba del balneario municipal. Era en esas ocasiones cuando con asombro solía ver ese vagón sin locomotora, que rompía con mis esquemas mentales sobre lo que, a mi criterio, debía ser un tren. No fueron más que esos pocos contactos visuales. Después, no supe nada más de ese “extraño” medio
Coche motor que circuló en la década del 30 en la Base Naval Puerto Belgrano
de transporte. Pero cada tanto volvía del pasado, tal vez porque se resistía a quedar en el olvido. Y en más de una oportunidad intenté rendirle su homenaje –no sé por qué-, pero en esas ocasiones no encontré la información que buscaba. Es cierto, para mi tranquilidad, que antiguos pobladores me certificaban su existencia. Al menos, no era un producto de mi imaginación. No hace mucho tiempo, navegando en esta fascinante invención que es Internet, recorriendo páginas dedicadas al ferrocarril –hay muchas más de las que nos imaginamos y es sorprendente el importante número de personas que son aficionados y amigos de los trenes- topé con la producción de unas de estas personas argentinas que se resisten al óxido de los rieles. Y tal vez yo estaba allí porque los trenes también me causan fascinación y porque nunca me resigné a que mi hijo tenga que ir a otra ciudad para conocer una formación. Porque siempre he soñado con un servicio ferroviario rápido y eficiente entre Bahía Blanca y Punta Alta, con las ventajas de una menor contaminación. Y, tal vez, porque no acepto que no podamos realizar lo mismo que hicieron aquellos visionarios que promovieron el nacimiento de la Base Naval, de nuestra
ciudad, de las comunicaciones y del ferrocarril en nuestro tiempo. O que no podamos, ni siquiera, igualar su espíritu. El testimonio estaba allí, preservado del óxido y del olvido. En el sitio de Roberto Yommi, producto de un amante de los rieles que ofrece importante información sobre el ferrocarril en la Argentina. La nota, Los ferrobuses tienen su historia, corresponde al Lic. Alfredo Armando Aguirre, quien la publicara originalmente en La Reforma, de General Pico, La Pampa. El inicio de los coches motor en la Argentina data, posiblemente, de 1902. Desde 1929, según dicho trabajo, los ferrocarriles Central Argentino y Pacífico comenzaron a incorporar ferrobuses Witham. “Hemos tenido a nuestra vista testimonios fotográficos del servicio inaugural de uno de estos ferrobuses entre Rufino y Bouchardo, del 19 de setiembre de 1932. También por esa época comenzó a circular el mismo modelo en la Base Naval de Puerto Belgrano (sic)”. Pero ese coche, si bien podría tener características similares, no correspondía –por una cuestión cronológica- con aquél que se conservaba entre mis recuerdos. En la segunda parte de la nota del Lic. Alfredo Armando Aguirre, en la que se exponen fotografías de diseños muy particulares, se consigna que en la BNPB, entre 1951 y 1967, circularon dos ferrobuses suecos marca Nohab, empresa que en la actualidad continúa produciendo equipos ferroviarios, cuyas imágenes difusas son las que dieron origen a esta nota.
Aguirre prosigue su investigación hasta la década del 80, cuando los coches motor pasaron a ser historia, aunque aguarda que, con buena voluntad de por medio, pasen a ser presente y futuro.
Clase 12 A En el sitio de Yommi, a quien agradecemos su buena disposición para utilizar estos datos, en la página dedicada a las Locomotoras del ayer y, en particular a la Clase 12 A, también hay información vinculada con nuestra zona. “La Clase 12 A fue una versión creada para correr trenes de pasajeros en línea principal, derivada de la exitosa carguera clase 12. Construidas en número de 32 por Beyer Peacock en 1907 (3801/20), y por North British en 1908 (3821/32), muchos de sus componentes fueron los mismos de la Clase 12 y su peso en orden de servicio era de 114 toneladas”.
“En los años ’60, el ferrocarril General Roca cedió a la Armada Argentina la unidad 3815, para operar en servicios internos en la Base Naval Puerto Belgrano”. “Donada por la Armada en 1987, esta locomotora fue la primera locomotora del Ferroclub Argentino y, junto a la 3814 (en el Raltrén de Bahía Blanca), únicas sobrevivientes de la serie que llegan a nuestros días”.
Fuentes Yommi, Roberto, Por los rieles del sur, en www.geocities.com/capecanavera/ hall/8849/index.html Yommi, Roberto, A todo tren, en www. ferrosur.tripod.com
La fotografía de la locomotora 12 A pertenece a la colección personal de Marcelo Arcas.
por Gustavo Chalier y Guillermo Bertinat
Escuela N°1: 100 años de su fundación
Parte I
En el contexto de crecimiento demográfico explosivo que vivió Punta Alta entre 1898 y los comienzos del siglo XX, la creación de una escuela primaria se tornaba indispensable y urgente. Con el antecedente de la escuela rural fundada en Bajo Hondo en 1895, en 1899 un grupo de padres llamó la atención al Consejo Escolar de Bahía Blanca para la construcción de un colegio en la zona de obrajes de Arroyo Pareja, gestiones que fracasaron. En 1900, el ingeniero Luiggi y los operarios decidieron levantar un establecimiento dentro de la Base en homenaje al rey Humberto I, que se concretaría el 29 de julio de 1901. Casi junio simultáneamente, vecinos de Punta Alta enviaron una nota a las autoridades educativas de Bahía Blanca donde se exponían claramente las causas que impulsaban a realizar el petitorio: «Puerto Militar, Febrero de 1901 Al señor presidente del Consejo Escolar del Partido de Bahía Blanca Los padres de familia que suscriben, radicados en el formado pueblo Puerto Militar correspondiente a la jurisdicción de Bahía Blanca, a este honorable Consejo, suplican la creación de un colegio para la primera enseñanza de nuestros hijos, que ya en edad de recibirla se ven privados de ella por carecer de dicho establecimiento y en número de más de cien se ven por las calles abandonados y enbrutecidos. No es culpa nuestra seguramente, que algún día la Patria tenga hombres sin instrucción; damos cuenta de nuestra necesidad, que ese Honorable Consejo no podrá, menos de apreciarla con justicia y por los medios á su alcance, proceder en el más breve plazo posible a satisfacer esta gran necesidad. La zona militar de este pueblo ha construido un colegio para el fin que exponemos, pero es deficiente e incapaz para tanto niño, como existe en este punto.
Por otra parte se halla en un paraje muy distante a la población civil y el paso para que los niños acudan a clase, por la misma estación del ferrocarril, es muy peligroso para las criaturas, porque tienen que atravesar las vías donde constantemente se hallan máquinas maniobrando. En la localidad podría ese Honorable Consejo encontrar algún salón á propósito, construirlo ya y utilizarlo para este fin, ofraciéndole desde ahora bancas para como unos veinticinco alumnos. Es justicia que pedimos, y al resolver el asunto favorablemente los padres y la nación vivirán agradecidos. Saludan atte. á ese Honorable Consejo los padres de familia: Luciano García, Pedro Cifuentes, Gregorio Iglesias, José V. Mendizábal, Celestino Montero, Hipólito Giménez, B. Tellechea, Martiniano Sánchez, José Fariña, Hute Cires, Francisco Giorge, Juan Regente, José Bertolo, Andrés Mateche, Fructuoso Snede, Germani Giuseppe, Florindo Fasolo, Juan Díaz, Juan Groothuijs, Francisco Sosa, José Ledesma, Benjamín Motta, Felipe Bonaccorse, Mariano Tote, Elisa Adamis, Domingo Dobrel, A. Humehoof, Paalgi Giácomo, Dondo Michele, Bancola Simón, Nicolás Bruzzo, Barbierato Luis, Josores Goble, Juan Krucenga Celestino Chaves, Emilio Raúl Boumool, Constantino Martin, Juana R. de Carmona, Emilio Marconi, José Sanoldi, Pedro Bruni, Simón Cabanas, Castro José Díaz, Santiago Sardini, Manti Enrique, Francisco Bueno, Isidoro Tonesi, Scoccia Conmuogi, Tonessi Enrique, Rita Pacífico, Alfredo Sterzi, Antonio Varsallo, Juan Rey, Bautista Sarzu, Maura Mairea, Ramón Pujades, Antonio Pughese, Manuel Rodríguez, Ferreti Ageo, Roleutt Siro.» (sic)
Fuentes La Nueva Provincia, Bahía Blanca, marzo de 1901 Crespi Valls, Antonio et al.:Gran Álbum de Punta Alta.18981941, Punta Alta, Ed. Sureña, 1941, El Heraldo, Bahía Blanca, junio de 1901
Próximo número: el establecimiento definitivo de la escuela...
Parte III
P LOS PRIMEROS
Antes de comenzar los trabajos del Puerto Militar poblaban nuestro suelo los indios pampas, nombre genérico derivado de su hábitat, perteneciendo a los grupos mapuches y tehuelches septentrionales. Su existencia está comprobada en la descripción del viaje que realizó el naturalista inglés Charles Darwin, quien pasó por esta zona en septiembre de 1832, como así también en antiguas notas y documentos realizados sobre la Fortaleza Protectora Argentina, hoy Bahía Blanca, fundada en 1828. Llevaban una vida sedentaria, pastoril y, con el tiempo, adquirieron las costumbres de la época, ya sea en el vestir, forma de alimentarse, uso de herramientas, etc. Dos importantes tribus se destacaban: los Linares, descendientes del cacique del mismo nombre, y los Ancalao. Hacia 1880 los primeros acampaban a la altura de la batería séptima, mientras que los otros se asentaban en la actual Ciudad Atlántida. Lindaban con ellos los Antenao, establecidos en el campo de Santamarina, hoy zona militar, y frente a los polvorines vivía un indio solitario llamado Pinto. Todos habitaban en ranchos y tolderías construidas en cueros, paja y adobe, viviendo de los que les proporcionaba la majada de ovejas que poseían, que luego vendían o canjeaban en Bahía Blanca y a los mercachifles que se acercaban a sus tolderías, Muchos años atrás, en la época de la fundación de la ciudad vecina, habían sido considerados «indios amigos» del fuerte. Establecidos en forma permanente dentro de la línea de frontera, auxiliaban militarmente a la guarnición regular. La implantación de este modus vivendi se debió a varios factores, entre ellos, el aislamiento y las grandes distancias, que convertían al fuerte en un verdadero enclave de población, sin aprovisionamiento y comunicación regular, en donde la convivencia amistosa y el comercio con los indígenas era de vital importancia. Así, los «indios amigos» contribuyeron con sus lanzas
tanto en la defensa del fuerte como en las acciones punitivas llevadas a cabo contra el cacique Calfucurá, jefe máximo de la Confederación Indígena Pampeana, cuyas invasiones amenazaban permanentemente a Bahía Blanca. Al frente de este ejército indígena aliado estubo por muchos años el cacique Francisco Ancalao, quien en 1860 fue nombrado Sargento Mayor de la Fuerza Auxiliar Indígena por el Superior Gobierno de Buenos Aires, habida cuenta de su destacada actuación militar. En decenas de combates, al frente de sus lanceros y con el riesgo de su propia vida y la de los suyos, ya que eran la fuerza de choque del ejército regular, defendió a la pequeña villa del ímpetu arrollador de las numerosas hordas confederadas de la Salinas Grandes. En 1871 finalmente falleció, dejando una foja de servicios colmada de actos de heroísmo. Años después, cuando aquella pequeña villa se convirtió en pueblo y, conectado a través de las vías férreas con Buenos Aires comenzó a emerger del aislamiento original, se fueron desprendiendo del suelo los toldos indígenas, rezago de otros tiempos. Se los confinó, alegando razones de salubridad, dado el brote de tifus que atacó a Bahía Blanca hacia 1880, a la reservación que se les había concedido en los parajes de Punta Alta y Arroyo Pareja. Los Ancalao, ya bajo el cacicazgo de Rafael, y los Linares, permane-
POBLADORES cieron en las tierras asignadas hasta que comenzaron las obras del Puerto Militar, cuando fueron desalojados sin reparos. Una vez más, el progreso los apartaba de su natural posesión de la tierra hacia los más alejados rincones. No obstante, un miembro de aquellas tribus siguió permaneciendo en el suelo que consideraba suyo. Era Fermín González Ancalao, nieto de Francisco, con el tiempo conocido simplemente como «el indio Fermín». Guardando en la memoria aquellas hazañas del bravo cacique de la Fortaleza Protectora Argentina, vivió su vida trabajando en los talleres de la Base Naval, hasta retirarse en 1941. «Soy el primer indio jubilado de la Base», decía orgulloso Fermín. Ya ciego y anciano falleció en mayo de 1959. Con respecto a los primeros pobladores blancos establecidos en la zona, fue una familia integrada por don Manuel Leiba, destinado en la Fortaleza Protectora Argentina, y su esposa doña Felipa Araque, quien al enviudar instaló en 1856 una pulpería, constituyendo ésta la primera edificación estable.
Fuentes: -Guardiola Plubins, José. «Historia de Bahía Blanca». Inédito. -Villar, Daniel. «Relaciones interétnicas en el sur bonaerense. 1810-1830» Bahía Blanca. 1998. -»La Nueva Comuna».19 de julio de 1929.
La entrevista fue realizada por Guillermo Bertinat y se puede consultar en su formato completo (58´ aproximadamente) en el Archivo Histórico Municipal.
La historia oral en la actualidad puede ser tomada como una nueva disciplina, como otra manera de ver y de hacer historia, y no meramente como un simple método al servicio de la disciplina tradicional que valoriza la solidez y validez del documento escrito. En el Archivo Histórico Municipal, la existencia de un archivo de testimonios orales permite no sólo comprender, completar y contextualizar los hechos políticos y sociales de nuestra ciudad, sino también conocer a los protagonistas (y no tanto) del pasado inmediato de nuestra ciudad con sus apreciaciones, juicios y posturas acerca de su vida misma y de su participación en la sociedad, gente que desde el anonimato muchas veces ha ido conformando la idiosincrasia y el sentir de un pueblo.
Pedro Frías
Pedro Miguel Frías tiene 74 años y actualmente sigue atendiendo su kiosco en Irigoyen 129, al lado del Cine Español.
[...] Nací en Bahía Blanca en el año 26. ¿Cómo nos vinimos a Punta Alta? El enlace es así: nosotros teníamos a mi tío, tenía en la calle Alsina y San Martín en Bahía Blanca el kiosco, y el dueño del Cine Español acá, entonces le dijo a mi tío: «¿Por qué no ponen un kiosco en Punta Alta?» Bueno, vinimos y lo pusimos en el hall del Teatro Español. Por eso una de las mejores anécdotas que tengo yo es que cuando vinimos acá en el cine, porque yo era el más chico y me gustaba el tango, el encargado que le había entregado a Gardel un ramo de flores, el señor Taranto, padre del médico, un gran y querido amigo, me dijeron en el año 56, 47, le vamos a dar las tres sillas (en las) que se sentó Gardel, Riverol y Aguilar. Esas sillas hoy las tiene mi hija en el consultorio médico para cuando van los abuelos del PAMI, se sienten. [...] Yo las hice arreglar y están perfectas. [...] En el año 40 yo era chiquito, era un muchachito y mi hermano y mi tío no me dejaban viajar, eso que iban los comerciantes y todo, me dejaron en Bahía Blanca porque no querían que viajara porque... iban las victroleras. Y vos me preguntarás ¿Qué eran las victroleras? Las victroleras en un salón, lo bares acá, estaba El Pampero, La Querencia, y en el Central y el Tokio acá enfrente, y tocaban música. Una victrola grande con discos de pasta. Los parroquianos, escuchaban a... las chicas ¿no es cierto? Los marineros y todos, las señoritas y después iban en el ómnibus. Entonces mi hermano y mi tío decían: «No, que van las victroleras», las chicas, los maridos las esperaban en Bahía. [...] [...] Con el asunto librería y kiosco nosotros nos hicimos con mi tío, que era el de la casa de las revistas, mi hermano y yo. Dejó el trabajo y vinimos, acá nos instalamos acá nosotros atendíamos en Bahía y acá. Después nos quedamos nosotros solos acá. En el kiosco acá al lado. Y el kiosco una trayectoria, teníamos. La gente vieja de Punta Alta va a recordar que teníamos la pizarra de los partidos
los domingos, poníamos la pizarra de color y poníamos los resultados. Y la muchachada venía y te cargaba todavía, porque uno era de Boca, nosotros éramos de Boca, yo jugaba en Bella Vista al fútbol, entonces te cargaban los de Rosario y Sporting. [...] La pizarra, era deportiva y se ponían los resultados de Bahía Blanca y de Buenos Aires. [...] La poníamos acá en el teatro, en la época en que venía un gentío al cine y la gente estaba acá, no había 0 km en esa época, entonces la muchachada... la vuelta del perro acá, [...] las señoritas paseaban por la calle, acá se cerraba el tráfico o por la vereda. [...] Algunos iban a los bailes de Rosario, que se daban acá en Rosario y Sporting acá arriba del Teatro Español. Eran los bailes que había. Después vino la Sociedad Argentina. Entonces era donde ibas, vos veías pasar a las madres, con la abuela y todo cuidándola a la piba. Estaban y allá le marcaban: «Mirá, este es ferroviario, aquél bancario, éste marino». [...] Era otra forma, y ahora a las chicas las ves todas solas. [...] [...] Te quiero hablar de la música, de la llegada de Gardel al Teatro Español, porque acá hay mucha gente en Punta Alta que no lo sabe. Gardel, fue tanto el gentío que vino acá, al Teatro Español, que el señor Taranto le hizo entrega del ramo de flores, ahí en la Sociedad Española, le hizo un copetín acá arriba, le hizo a Gardel y a la comitiva que venía. Entonces Aguilar le dice o... Lepera, le dice: «Carlitos, vos sabés que no... [...] está un gentío afuera, no pudo entrar. Se quedó sin entrada». Se habían quedado sin entrada. Entonces Carlitos se asomó así en el balcón, corrió la cortina del vidrio ¿Así como está ahora la Sociedad Española el frente? Así era. Entonces en el medio, llamó a los guitarristas y trajeron micrófonos y cantó «El día que me quieras» y «Cuesta abajo», a la gente que estaba abajo, eso fue un acabóse, porque la gente se volvía loca. Le cantó Carlitos Gardel que después al año siguiente fue el viaje y se mató. Esto era en el año 34.
1891 1897
La estación del Ferrocarril del Sud de Bajo Hondo es habilitada al público. La mensajería «La Argentina del Sud», de los señores Mora y Hervitt, tiene el servicio de diligencia a Puerto Belgrano y Arroyo Pareja. Salía de Bahía Blanca de la calle O’Higgins 35 a las 7 hs. y partía de regreso desde Arroyo Pareja a las 14 hs. Por viaje directo se cobraba $4 y $6 para ida y vuelta. Se coloca la compuerta de entrada al dique de carena. A los pocos días la draga corta el muro de contención que interceptaba el canal de acceso al dique.
1901
El rematador Gregorio Rebollo inicia la venta en subasta pública de todas las existencias, maquinarias, materiales e infinidad de casillas, galpones y depósitos, de la empresa constructora del Puerto Militar, Dirks, Dates y Van Hatten.
1905
Llega a Puerto Militar el vapor «Montevideo», trayendo las primeras tres locomotoras y 40 vagones para el Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano.
1907
El delegado municipal de Punta Alta, don Eduardo Zelaya, da curso a una nota en la que el vecindario pide la nivelación de las calles y la construcción de cordones en las aceras.
1910 1924 1925 1936
Egresa de la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Médicas, obteniendo el título de Odontólogo, el Dr. Carlos Gustavo Gericke, primer Comisionado Municipal del Partido de Coronel Rosales. Se inaugura la línea telefónica entre Punta Alta y Capital Federal. La primera comunicación que se estableció fue pedida desde aquella ciudad por el Sr. Raúl Ferrandi, quien habló con familiares radicados aquí. La tarifa establecida para hablar era de $3, 25 los tres minutos. Se coloca la piedra fundamental del edificio de la Escuela Provincial Nº 8, el cual sería construido en el terreno ubicado en la calle Rivadavia, entre Roca y Humberto I. La Comandancia de la Base Naval Puerto Belgrano dispone celebrar, por primera vez, el aniversario de la fundación, tomando a tal efecto como fecha originaria la del 30 de noviembre de 1896, en que fue sancionada la ley que fijó la realización de las obras de defensa en Puerto Militar.
1943
Se erige en Bajo Hondo la capilla, construida por el propio padre Francisco del Brío, párroco del «Sagrado Corazón», del que depende aquella localidad. (foto de fondo)
1967
Se inauguran 107 viviendas del barrio «Albatros V», ubicado en la intersección de las calles Colón y Alem.
1980 1990
Un fuerte temporal abate sobre Punta Alta anegando varios domicilios y calles y causando roturas en el cableado de energía eléctrica. Se inaugura el Salón Auditorio en la planta alta del edificio de la Biblioteca Juan Bautista Alberdi, en donde, luego de la ceremonia, ofrecen un concierto el Conjunto de Cuerdas y Clarinete de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca y el Coral Punta Alta.
El agua llega a la ciudad... por Federico Merodio
Está firme el viejo molino, quien junto a algunos compañeros esperan con ansias las ráfagas para iniciar su labor. Desafiando al viento, su gigante rueda, gira al compás de la canción, para extraer el precioso líquido. Como una bendición el agua regará la tierra reseca, y curiosa asomará la semilla germinada, que fue sembrada por silenciosos hombres y mujeres que cultivan las tierras del progresista Barrio Norte. La llegada del molino agilizó el resultado del laborioso trabajo y por las calles de la joven ciudad caminan las mujeres de esas quintas con sus canastos sobre las cabezas ofreciendo las hortalizas frescas de su producción... En esa época se convierte en un paseo obligado las visitas a las «quintas del Barrio Norte». Los pioneros incansables instalan una noria, en la intersección de las calles 9 de julio y Colón, la hace girar un cansino caballo...¿Sería similar al que ataron a Sansón cuando estaba prisionero, según dice la leyenda? El recorrido por las quintas incluía también la visita a los «tanques colorados» que un señor había instalado para tener la reserva de agua. El agua es vida, bienestar, era lo más importante para la construcción del Puerto Militar.
En 1883 el Capitán Félix Dufourq tenía proyectada la forestación y todo giraba sobre el agua. Las primeras pruebas fueron de aguas falsas, las que se encuentran cavando y perforando la tierra. Como la demanda era cada vez mayor se pensó en aguas de las vertientes naturales que bajan de las montañas. El agua en esta zona era de gran calidad. La probó en una oportunidad el Gral. José María Campos y dijo que era mejor que el agua de Buenos Aires. Las primeras casas contaban con aljibes que almacenaban el agua de lluvia. En 1907, los pobladores pidieron al representante de la empresa de Aguas Corrientes de Bahía Blanca, Williams Harding Green, la conexión desde Grumbein. El 12 de enero de 1910 quedaron conectadas las cañerías de Colina Doble, en las proximidades del Puerto. Esa conexión le dio gran tranquilidad a la población. Además los buques y las máquinas de los ferrocarriles ya tenían solucionado un inconveniente muy importante.
Patrimonio arquitectónico por Gustavo Aranda Arquitectura: Arte de proyectar edificios.
Temática italianizante Desde mediados del siglo XIX el clasicismo italiano se había incorporado al leguaje popular de la arquitectura rioplatense. Fueron italianos los primeros arquitectos que en las provincias expandieron las primicias de la arquitectura de fachada y el repertorio de cornisas, pilastras, zócalos y frisos. Sobre esta base el clasicismo académico italiano prendió fácilmente tanto a nivel de la obra pública
El pintoresquismo en la ciudad En nuestro país, los estilos no tuvieron el valor ideológico asociativo de sus orígenes europeos. Por otra parte, el lenguaje arquitectónico en el siglo xx evolucionó internacionalmente hacia el eclecticismo. Una de sus vertientes fue el pintoresquismo doméstico, consistente en la libre elección del estilo dentro de un vasto repertorio historicista , combinación de elementos de varios estilos dentro de una misma obra. La vivienda a la que nos referimos está ubicada en la calle Paso 472 de nuestra ciudad. Perteneció originariamente a los hermanos Fernández, administradores de Casa Fernández, un importante almacén de comestibles y bebidas. Esta obra fue encomendada, en el año 1910, al señor Dileto Gaudino, reconocido constructor de la ciudad de Punta Alta, quien realizó importantes obras como el Banco de la Nación, Sastrería como en la arquitectura civil del interior. El Art Nouveau Tuvo su origen en Bélgica a fines del siglo XIX, como una propuesta integrada referida a los modos de encarar las estructuras arquitectónicas, mientras que aquí sólo quedó en una alternativa para fachadas, en algunos casos con carpintería de muy buena factura y diseño. Se multiplicó la decoración floral, alcanzó los muebles, el vitraux, los afiches, almanaques y hasta las postales fueron invadidas por el estilo.
Ficha técnica
Patrimonio: Bienes heredados por padres y abuelos. Al decir Patrimonio construido nos referimos no solamente a los edificios sino también a las plazas, monumentos, espacios verdes, etc., es decir todo aquello que promueva la identidad de una ciudad. Indudablemente la acción a emprender debe dirigirse a familiarizar a la gente de la ciudad con su patrimonio, y que de esta manera lo reconozca como algo propio y cotidiano. Esto no significa vivir de un pasado estático, sino integrarlo con la contemporaneidad.
Propietario: Familia Bambaci. Año Proyecto: 1910 Finalización del Proyecto: 1913 Construcción: Dileto Gaudino.
Beano (calle Irigoyen), Hotel la Pilarica (calle Irigoyen), entre otras. En cuanto a la ubicación en el terreno, presenta un importante retiro de frente donde se ha generado un jardín que permite al observador recorrerlo hasta el hall de acceso y a su vez tener una visión total del frente. Su composición responde a la temática italianizante, que puede verse en los tipos de cerramientos, en las vidrieras, cornisas, zócalos, frisos, mientras que en los detalles ornamentales se retomaron los correspondientes al art nouveau y, en algunos casos, al art deco. Si bien en la casa se han realizado trabajos de reformas , podemos afirmar que los detalles que la caracterizan se mantienen intactos y que el ingenio del profesional se fue combinando con el respeto al edificio.
Novedades Publicaciones La Ría de la bahía Blanca, publicación del Archivo
Histórico Municipal, reseña el origen de la bahía Blanca y los diversos emprendimientos económicos desarrolladas en las costas e islas próximas al Partido de Cnel. Rosales. Brinda un panorama del uso que el hombre ha hecho de los elementos y recursos brindados por la naturaleza, principalmente la utilización del mar, que nos abrió las puertas hacia el desarrollo de diferentes actividades como lo fueron la construcción de embarcaciones, el auge de la pesca del cazón y el aprovechamiento económico de las islas Bermejo y Trinidad. Realizado de manera interdisciplinaria por el equipo técnico del Archivo Histórico Municipal. En venta en el Archivo Histórico Municipal y Museo de Ciencias Naturales ($1.-)
Servicios Circuitos Turísticos organizados por la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Cnel. Rosales. «Circuito Económico» En este recorrido se pueden apreciar las diferentes actividades económicas del partido, visitando establacimientos productivos de interés.
Urquiza 123 (02932)432063 de martes a viernes; de 08:00 a 20:00; sábados de 16:00 a 19:00 y domingos de 17:00 a 20:00.
Opción 1: Se sale a la Ruta 229 y se ingeresa a Villa Arias, donde se brinda información de las actividades que se desarrollan en ella y de las empresas que funcionan allí ( Surtrip, Algás). Luego, por ruta Nac. 3, se menciona la localidad de Calderón, donde funciona el molino de harinas integrales y el microemprendimiento de cultivo de champignones. Se llega a Bajo Hondo, con una visita al Molino Harinero o a la Escuela Agropecuaria. Por ruta 3 y luego por la 249 se regresa a la ciudad. Opcion 2: En lugar de Bajo Hondo se visita Puerto rosales y la empresa Oiltanking Ebytem Extensión: 30 km. Duración: 3 horas y media, de lunes a viernes - Informes: Dirección de Turismo (02932)421595 de lunes a viernes de 09:00 a 15:00 y de 16:30 a 19:00
Mitre 101 - (02932)432214 de lunes a viernes de 07:00 a 13:00 y de 16:30 a 20:30
Museo Naval de lunes a viernes de 09:00 a 17:00 ; sábados y domingos de 13:00 a 17:00. Para consultas, llame al (02932)487526
Museo Baterías sábados, domingos y feriados de 14:30 a 17:30. Para consultas, llame al (02932)488325.