Una publicación del Archivo Histórico Municipal Año XIII - Nº 29 - Mayo 2013 DISTRIBUCIÓN GRATUITA www.archivodepunta.com.ar
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editorial
Municipalidad de Cnel. de Marina Leonardo Rosales Punta Alta Dirección de Cultura
autoridades
Ing. Néstor Hugo Starc Intendente Municipal
Fernando Quiroga DIRECTOR DE CULTURA
equipo de trabajo coordinación general Prof. Luciano Izarra
investigación y texto Lic. Gustavo Chalier Prof. Luciano Izarra colaboradores Prof. Guillermo Bertinat Prof. Fernanda Martel Arq. Graciela Britos Prof. Romina Amarfil Lic. Sergio Soler Lorenzo Ramos diagramación y diseño D.G. Mauricio Rossello impresión Multigráfica
Nuevamente El Archivo está en la calle, prosiguiendo con una saludable costumbre que ya lleva 29 números y trece años ininterrumpidos de contacto entre el Archivo Histórico Municipal y la comunidad de lectores. En la oportunidad, la revista presenta un tema que siempre fue nombrado pero nunca lo suficientemente estudiado: el desarrollo de la Cooperativa Obrera Económica Limitada de Punta Alta, pionera del movimiento cooperativo en la ciudad y una de las primeras de su tipo en la región. La investigación que da origen al artículo de tapa surgió cuando, a principios de este año, se contactó con el Archivo Histórico Municipal el contador Juan José Carrizo, director del Gabinete Universitario de Investigación, Docencia y Extensión sobre Cooperativas y otras entidades de la Economía Social (GIDECOOP), del Departamento de Ciencias de la Administración de la Universidad Nacional del Sur. Él solicitó la realización de un trabajo sobre la Cooperativa de Consumos puntaltense, con motivo de cumplirse este año el centenario de su fundación y porque la falta de datos concretos no se condecía con la importancia que tuvo para el desarrollo del cooperativismo regional. Para no quedar en el recuerdo nostalgioso de esta empresa social, se trató de efectuar un primer acercameiento al analizar las causas de su conformación, desarrollo y final. Por otro lado, se quiso mostrar cómo los puntaltenses de principios del siglo XX se unían para generar herramientas que ayudaran a su desarrollo comunitario. La investigación completa, que demandó unos meses de arduo trabajo, fue encargada por el Cr. Carrizo para ser editada en la publicación del GIDECOOP. En las páginas que siguen, se ofrece un resumen del trabajo ofrecido a la Universidad Nacional del Sur. Solamente resta agradecer una vez más a todos los auspiciantes, colaboradores y la comunidad toda de Punta Alta por posibilitar que la revista El Archivo continúe como medio referente de la historia regional.
sumario Nota de Tapa | Cien años de la Cooperativa de Consumos de Punta Alta Patrimonio | Edificio de Correos Historia Oral | María Isabel Sereneli Marta Llaría de Petronio Novedades Foto de Tapa: Frente de la Cooperativa de Consumos Punta Alta con los vehículos utilizados para el reparto. Sobre la caja del camión, Tranquilo Serenelli (circa 1939)
www.archivodepunta.com.ar email: revista_elarchivo@yahoo.com.ar
Esta revista ha sido declarada de «Interés Legislativo» por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires - Resolución N° D/2030/04-05, por el Honorable Concejo Deliberante de Cnel. Rosales - Decreto Nº 45/04 y de «Interés Provincial Cultural» por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, resolución Nº 191/05.
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El presente artículo es una síntesis del trabajo de Gustavo Chalier y Luciano Izarra titulado Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta. Se realizó para ser publicado por el Gabinete Universitario de Investigación, Docencia y Extensión sobre Cooperativas y otras entidades de la Economía Social (GIDECOOP), del Departamento de Ciencias de la Administración de la Universidad Nacional del Sur.
por Gustavo Chalier y Luciano Izarra
CIEN AÑOS DE LA COOPERATIVA DE CONSUMOS DE PUNTA ALTA (1913-1º DE MAYO-2013) Con motivo de cumplirse este año 2013 el centenario de la desaparecida Cooperativa Obrera Económica de Consumos de Punta Alta Ltda., una de las precursoras de su tipo en el sudoeste bonaerense, el Archivo Histórico Municipal quiso realizar este trabajo que muestra lo que puede un grupo de vecinos consciente del poder de la solidaridad. Es también una manera de honrar a los pioneros que nos dieron las instituciones que hoy tenemos en la ciudad y que generaron por ellos mismos las condiciones para el futuro desarrollo puntaltense.
Frente del Almacén de la Cooperativa de Consumos de Punta Alta. Se puede observar uno de los primeros vehículos con los que se realizaba el reparto a domicilio. 1927.
La sociedad puntaltense de principios del siglo XX
Contrariamente a lo que puede creerse, esa Punta Alta inicial, si bien incubada al calor de las obras faraónicas del llamado Puerto Militar, distaba mucho de ser un mero apéndice de éste. La actividad económica se hallaba diversificada en las primeras décadas del siglo pasado, mostrando un dinamismo que se fue perdiendo posteriormente. Las inversiones privadas eran de tal importancia que equiparaban al capital estatal colocado en la Base Naval y fueron frutos de grandes compañías europeas que planificaron cuidadosamente sus negocios en el lugar: el Ferrocarril Sud, el Ferrocarril Rosario Puerto Belgrano
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y el puerto comercial de Arroyo Pareja (actual Puerto Rosales). Este complejo socioeconómico instalado en pocos años generó, como es de suponer, una sociedad diversa y dinámica, de carácter abierto. Dentro de una población mayoritariamente compuesta por inmigrantes europeos (entre los que españoles e italianos constituían la mayoría), los comerciantes puntaltenses de principios del siglo XX no eran la excepción: gran parte de ellos eran extranjeros que llegaron a la ciudad atraídos por las oportunidades de progreso material que presentaba la región.
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El mutualismo en Punta Alta
Toda esta sociedad variopinta pronto se organizó en defensa de sus intereses de clase o de grupo de pertenencia. Por ese entonces, Punta Alta contaba con serias deficiencias edilicias provocadas por lo espontáneo y veloz de su crecimiento y por la falta de atención dispensada por las autoridades bahienses, de cuya comuna formaba parte. Es por ello que se imponía la conformación de una serie de entidades que impulsaran diversas acciones para el mejoramiento de la vida de los vecinos de la ciudad. Las dos décadas que van de 1910 a 1930 vieron nacer en Punta Alta un sinnúmero de asociaciones de todo tipo, varias de cuales aún subsisten: la Asociación Española de Socorros Mutuos (1910), la Società Italiana di Mutuo Soccorso (1911), la Liga Comercial y de Defensa Local (1916), la Sociedad de Fomento y el Club Rosario Puerto Belgrano (1920), la Asociación Bomberos Voluntarios y el Club Sporting (1925), y como broche de oro, la Cooperativa Eléctrica, en 1926, pionera de su tipo en Sudamérica. Asimismo fueron fundadas en esos años varias entidades que hoy están desaparecidas, como la Asociación Germania (de inmigrantes alemanes), Centro Recreativo Español, la Sociedad Argentina, la Società Italiana XX de Settembre, la Sociedad Pro-Educación Industrial y por supuesto, la Cooperativa de Consumo. Cabe recordar que en esa época, la capacidad organizativa de los miembros de la sociedad civil era la norma. No tan sólo en Punta Alta sino en todo el país, gente de toda extracción social y cultural se organizaba en diferentes agrupaciones para defender sus derechos y potenciar su inclusión en la sociedad. Era por entonces normal creer que la transformación y el cambio de la realidad se obtendrían merced a la participación social y se consideraba como forma más eficaz para lograrla el llamado asociacionismo, ya de carácter mutualista, ya cooperativista. Es así que sobre la base sólida de un asociacionismo y un mutualismo fuerte, pudo en Punta Alta desarrollarse el ideario y la acción cooperativos, que sin ser la misma cosa, tantos puntos en común poseen (muchos estudiosos del siglo XIX y comienzos del XX, divulgaban conjuntamente y casi como un todo las ideas del cooperativismo, el mutualismo y el sindicalismo). En Punta Alta, las dos primeras asociaciones surgidas fueron de carácter mutualista: las ya mencionadas Asociación Española de Socorros Mutuos, y la Società Italiana di Mutuo Soccorso “Unione e Progesso”. Precisamente en el estatuto conformativo de esta última, en el parágrafo dedicado a los fines de la entidad, se dice textualmente en el punto “c”: “Patrocinar moralmente en cuanto sea posible la instalación en el pueblo
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de Cooperativas de consumos para ventaja de los asociados”. Otra institución étnica que no sobrevivió, y que muestra desde su nombre los estrechos lazos entre mutualismo y cooperativismo fue la Società Italiana XX de Settembre Cooperativa e Mutuo Soccorso. El 19 de octubre de 1919, la asamblea de socios de la Società XX de Settembre decidió formar una comisión para fundar una Cooperativa de Consumos, la que inmediatamente comenzó una suscripción de asociados. Esta Cooperativa, fruto de inmigrantes italianos, se inauguró el 6 de junio de 1920, en su sede de Mitre 251.
del mundo constituida como tal en Rochadale, en 1844, fue de ese tipo. Como en el resto del país, en la región del sudoeste bonaerense, fueron también los inmigrantes quienes sentaron las bases del cooperativismo. Fue la manera en que el ideal cooperativo desembarcó en estas playas. Recordemos que la cooperativa El Progreso Agrícola, de Pigüé, fue fruto de los colonos franceses de Aveyron que poblaron esa región. En 1912, un grupo de vecinos de Ingeniero White dio origen a la primera cooperativa de consumos del partido de Bahía Blanca, la llamada Sociedad Cooperativa de Consumidores.
El cooperativismo en Punta Alta
Los orígenes
Las cooperativas argentinas nacieron al calor de la gran inmigración masiva que transformó la estructura demográfica y social del país desde mediados del siglo XIX. Muchos de los extranjeros traían consigo desde Europa prácticas e ideas innovadoras en cuanto organización social y provenían de regiones donde la impronta cooperativa estaba muy desarrollada o que tenían ellos mismos experiencia en este tipo de organizaciones. Las primeras entidades de este tipo nacieron también al abrigo de corrientes de pensamiento proletarias, como el socialismo, y pese a que, a lo largo del siglo XX este vínculo ya no sería del todo claro, los partidos de izquierda continuaron siendo los grandes promotores del cooperativismo en esa centuria. Las primeras cooperativas argentinas fueron cooperativas de consumo. El mismo fenómeno se verificó a nivel internacional: recordemos que la primera entidad cooperativa
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El 14 de abril de 1913 un grupo de vecinos autoconvocados, en su mayoría obreros metalúrgicos de la Base Naval, decidieron fundar una entidad solidaria a fin de abaratar los costos de los insumos de primera necesidad. En la tarde del 1º de mayo de 1913, nacía en Punta Alta la Cooperativa Obrera Económica de Consumos Punta Lda. Alta. El historiador bahiense José Guardiola Plubins recogió un testimonio de José Diez Terreros, síndico de la Cooperativa de Consumos puntaltense desde los años ‘30: “En 1913, los obreros puntaltenses se veían en la imposibilidad de subvenir a las necesidades de sus familias con sus escasos salarios. Entonces, imitando, probablemente sin saberlo, a los tejedores de Rochdale, un reducido grupo de ellos resolvió hacer sus compras en común para librarse de los altos precios que imponían los comerciantes de Punta Alta. Uno de ellos
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Izquierda: Fachada de la Cooperativa en Mitre al 400, 1939. Arriba: Salón de ventas del almacén de la Cooperativa de Consumos en pleno trabajo, 1946.
viajaba a Bahía Blanca donde compraba al por mayor lo que aquel conjunto de familias podía necesitar y de regreso distribuía entre los asociados lo que había adquirido. Las operaciones fueron creciendo y, cuando ya ninguna casa de las familias agrupadas fueron suficientes para convertirse en la sede del reparto, se resolvió alquilar un local que fue el primer almacén de la Cooperativa de Punta Alta.” El primer directorio estaba integrado de este modo: Presidente: Elías Cidad Vicepresidente: Martín Gurruchaga Secretario: Antinio Vaquero Prosecretario: Julio Fernández Tesorero: Apolinar Reguero Protesorero: Miguel Arias Vocales: Joaquín Martínez, Luis Arias, Manuel Álvarez, Félix Retenaga y José García. En un principio, se carecía de empleados. Los mismos directores la atendían luego de sus tareas cotidianas y vendían a los asociados las mercaderías acopiadas. El primer local alquilado, fue el de Roca 645 y posteriormente se compró la propiedad de Mitre 461. Éste fue inaugurado, según la crónica, el 6 de junio de 1920.
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PARA ELLAS Y PARA EL
El crecimiento inmediato
La Cooperativa Obrera Económica de Consumos Punta Alta fue creciendo a paso firme y sostenido en esos primeros años. El número de accionistas creció de los iniciales 29 a 2200 en 1947, cifra que se mantuvo prácticamente hasta el final. Un paso importante en la institución solidaria fue la inauguración de la
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Tranquilo Serenelli (de pie, quinto de izquierda a derecha) junto al personal de la panadería de la Cooperativa de Consumos. (fines de la década de 1950) sección panadería, el 15 de octubre de 1939. La obra pudo hacerse merced a un préstamo del Banco Nación de $20.000 y se adquirieron los hornos y máquinas necesarios. La panadería elaboraba varios tipos de panes, galletas y facturas y el reparto se hacía mediante dos jardineras y dos triciclos. La producción de panificados comenzó en octubre de 1939. La primera panadería de la Cooperativa fue inaugurada poco tiempo después, el 18 de febrero de 1940. En el Boletín de la entidad, pueden encontrarse los artículos que se comercializaban en la Cooperativa Obrera Económica de Consumos Punta Alta, en 1943: artículos de almacén, bebidas y vinos, bazar, cristalería, loza, tienda. Todos los artículos se comercializaban con diferentes marcas y presentaciones. Se cuenta con el testimonio de Aldo Ghilardi, antiguo obrero de la Base Naval Puerto Belgrano, hoy jubilado, y que recuerda los días de oro de la Cooperativa Obrera de Consumos. “Ésa era auténticamente Cooperativa, porque ahí si no se era accionista no se podía comprar [...] Pero esta cooperativa Obrera tenía de todo, porque tenía almacén, sastrería, zapatería y la panadería, que en Punta Alta el 80% podría decirte, o más, compraba todo en la Cooperativa, era una locura lo que trabajaba [...] Como te dije antes, el 80% del pan lo hacía la Cooperativa, y tenían un pan especial, la galleta francesa, que venía como el miñón grande,
pero más grande era... no, no, venía la trincha de cuatro o cinco que era un kilo. Vos ibas a la Cooperativa, vos comprabas, en una casa y decís, en un mes consumo treinta kilos, comprabas los vales en la Cooperativa por treinta kilos de pan y te lo venían, te lo traían a domicilio, y pagabas con el vale.”
El cambio socioeconómico de Punta Alta
Si el retrato ofrecido por la Punta Alta de 1910 era la de una sociedad abierta, dinámica y con una economía diversificada, el panorama fue muy otro desde mediados de la década de 1940. En efecto, con la creación del partido de Coronel Rosales el 12 de mayo de 1945, el traspaso a la armada del Puerto comercial de Arroyo Pareja en 1947, hicieron cambiar la matriz productiva y de empleo en la ciudad. El empleo estatal creció considerablemente en desmedro del sector privado, que se vio reducido casi en su totalidad al comercio minorista. Es más, la Armada se convirtió, a partir de ese entonces, en el principal empleador del distrito y se marcó una virtual dependencia por parte de Punta Alta respecto de laBase Naval, lo que impidió, al menos como un efecto indirecto, la búsqueda de otras fuentes de desarrollo para el distrito. Esta circunstancia es de gran importancia para el ulterior desarrollo de la Cooperativa Obrera de Consumos.
El declive de la Cooperativa de Consumos
A lo largo de la década de 1940 fueron abiertas
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varias sucursales, algunas de almacén, otras de panaderías, otras que combinaban ambas secciones. Sin embargo, en los libros de actas consultados, se aprecia la constante queja acerca de la insuficiencia del capital social. Según los directores, esto se debe principalmente a que un alto número de socios mantienen cuotas impagas. A esto debía sumársele la suba de costos de producción, principalmente de salarios de los obreros y empleados de la panadería, lo que hacía que la actividad se haya tornado deficitaria. A los problemas de financiamiento arriba expresados, se sumaron los inconvenientes inflacionarios que comenzaron a sufrirse en el país a partir de mediados de los años ’50 y que se aceleró grandemente en la década de 1960. Pero las causas eran mucho más complejas y el Directorio acabó por reconocerlas: “Los factores que inciden en el resultado del balance anterior, como ser, disminución de ventas, aumentos de salarios, costo de reposición de mercaderías, etc., lejos de mejorar, han sido causa de deficit en este período. No tenemos reparo en reconocer nuestra falta de conocimientos comerciales y, por ende, nuestra falta de capacidad para llevar adelante la gestión económica comercial de la institución. Si a esto le agregamos que no hay frente a ella un gerente encargado general con la idoneidad necesaria, tendremos explicado en gran parte los resultados negativos que arroja el balance. Por otro lado existe también manifiesta falta de cooperación de muchos socios que, pudiendo hacerlo, no compran en la Cooperativa y, en lo que respecta a la Panificación, el estricto cumplimiento a disposiciones laborales que es ineludible a la Cooperativa, la ha colocado en desventaja con industriales que por su participación personal en la elaboración pueden beneEncuentro de empleados y asociados en el depósito de la Cooperativa de Consumos Punta Alta . Se aprecian el lema “Todos para uno y uno para todos” y la bandera de la Cooperación. (década de 1940)
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Frente de la Cooperativa de Consumos Punta Alta con los vehículos utilizados para el reparto. Sobre la caja del camión, Tranquilo Serenelli (circa 1939)
ficiarse con una competencia que no puede contrarrestarse. Por último, también es imputable a la época de crisis que nos tocó sortear, el resultado obtenido.” Si bien las fuentes consultadas no son del todo claras al respecto, existe un consenso entre los antiguos habitantes de la ciudad de atribuir el comienzo del fin de la Cooperativa de Consumos a la inauguración de la sucursal local de la Sastrería y Almacén de la Obra Social de Marina (SADOS). Éste era un centro de comercialización para afiliados a los servicios sociales de la Armada (que incluía tanto a civiles como a militares) y que impuso precios muy bajos y nuevos sistema de venta y comercialización, como la venta a crédito, frente a los que la Cooperativa se vio inerme y con muy poco margen de maniobra. Según recuerda Aldo Ghilardi, SADOS “Funcionaba ahí, donde es el pabellón séptimo, ahí donde está el estadio, [...] que tenía, era almacén, sastrería, zapatería, vendía kerosén, que en Punta Alta se usaba todo el kerosén... y el personal militar, civil, tenía el crédito también, se le venía descontado después por la boleta [de sueldo]. Ahí fue una competencia enorme, porque
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SADOS se beneficiaba porque estaba dentro de la Base, y no pagaba nada de nada... y los empleados eran de Marina... cero gasto... [los precios] ¡Ah, era mucha diferencia con lo que había acá! Claro, por eso iba toda la gente a comprar a SADOS. [...] Precio, sí, había mucha diferencia, mucha diferencia [...]Atendéme: en ese tiempo, Punta Alta, el 80, 90% de la gente era todo, pertenecía a Marina, no siendo algún comercio chico, acá algún comercio que era, nada más, pero después todo era de Marina.” En 1962 y a pedido del Consejo de Administración de la Cooperativa de Consumos, la Cooperativa Eléctrica de la ciudad realizó un análisis de la situación económico financiera de aquella. En la oportunidad, se sugirió una restructuración total de su organización. Además, la Cooperativa Eléctrica se comprometió a otorgar un aval de $500.000 para comprar mercaderías y a colaborar en todo lo posible con la institución. Sin embargo, este aporte solidario no pudo frenar una caída que, en esos momentos, se tornaba poco menos que inexorable. Así, una de las últimas actas de la Cooperativa Obrera de Consumos indica el triste estado de situación. Ya no había casi empleados y los miembros del Directorio, como al comienzo,
Interior del almacén de la Cooperativa de Consumos de Punta Alta. Pueden distinguirse a Pedersoli, Serenelli, Zúñiga,primero,segundo y tercero desde la izquierda, respectivamente (fines de la década de 1950). debían atender al público: “Estudio sobre las perspectivas futuras y resoluciones a tomar La Presidencia hace un extenso análisis de la labor realizada por este Directorio durante el ejercicio fenecido; del mismo se desprende que pese a contar con cuatro o cinco directores permanentes en la atención del despacho de almacén y fiambrería, así como las jornadas suplementarias efectuadas por los mismos, las ventas son insuficientes pues las ganancias que aportan las mismas no alcanzan para cubrir los gastos de sueldos, luz, teléfono, etc. que tiene la casa. Este balance que estamos analizando nos demuestra claramente que la situación es salvada por los alquileres percibidos, continúa diciendo el señor presidente, y si tenemos en cuenta que no podremos contar por mucho tiempo más con los hombres que a diario han brindado su desinteresada cooperación por muchos motivos que es obvio comprender (cansancio, quehaceres del hogar, otros compromisos postergados, etc.), el futuro de nuevo directorio será harto difícil; es necesario buscar una solución de caracter urgente, de lo contrario este esfuerzo realizado habrá sido en vano y todo lo recuperado lamentablemente volverá a perderse.[sic]”
pusieron las posibles salidas a tan acuciante situación que comprometía la existencia misma de la entidad: anexar la entidad de consumos a la Cooperativa Eléctrica, o lograr su apoyo o bien transformarla en una Cooperativa Gremial, transfiriéndola al Sindicato de Luz y Fuerza. Finalmente, se realizó un balance especial comprendido entre el 1º de julio de 1966 al 20 de mayo de 1967. En las conclusiones, se expuso: “De lo expuesto, éste Directorio llega a la conclusión que la incorporación de ésta Cooperativa de Consumo a la Cooperativa Eléctrica es la solución más viable y conveniente en salvaguarda del capital de los señores accionistas; por cuyo motivo trae ésta inquietud a la presente Asamblea General Extraordinaria a la cual solicita su estudio y resolución en el tratamiento del segundo punto del Oden del Día confeccionado al efecto.” El 5 de noviembre de 1967, la Cooperativa Eléctrica realizó una Asamblea Extraordinaria donde se aprobó la incorporación de la Cooperativa Obrera de Consumos. Diez días después, el 15, se tomó posesión de las instalaciones. La panadería y el salón de ventas fueron alquilados.
A continuación, en la misma reunión, se ex-
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Conclusión
El 1º de mayo de 1913 es el hito inaugural del cooperativismo rosaleño. La fundación de la Cooperativa Obrera Económica de Consumos fue el punto de partida. Otras muchas asociaciones cooperativas de diferente carácter y que con mayor o menor arraigo en la comunidad se fueron organizando a partir del ejemplo dado por esos pioneros del 1º de mayo de 1913. En 1920, se organizó la Cooperativa de Consumos de la Società XX de Settembre, agrupación efímera que, no obstante, marcó el espíritu de la época. Posteriormente, se constituyó el 4 de octubre de 1923 El Porvenir de Bajo Hondo Lda., cooperativa agropecuaria de seguros contra el granizo y la primera cooperativa de agricultores que funcionó en el lo que posteriormente sería el partido de Coronel Rosales. La Cooperativa Eléctrica de Punta Alta, fundada el 4 de julio de 1926, estampó a fuego el movimiento solidario en la ciudad y es el origen del cooperativismo eléctrico en América del Sur, ya que es la primera de su tipo organizada en el continente. Posteriormente, entre otras instituciones, pueden citarse: la Cooperativa Agropecuaria de Industrialización y Comercialización de Punta Alta Ltda. (CAIPAL), fundada en 1950; la Cooperativa de Almaceneros Minoristas de Punta Alta (CAMPA), de 1961; la
Notas:
Caja de Crédito de Punta Alta, establecida en 1962; la cooperativa cultural Impulso, fundada en 1972. Todas estas entidades y algunas otras que casi no dejaron rastros, orientadas hacia el bien común y la participación solidaria en pos de un ideal, son hijas del gesto voluntarioso de aquellos pioneros de 1913. Y señalan el valor de una comunidad organizada que lucha por la consecución de logros en beneficio de todos.
Società Italiana di Mutuo Soccorso: Libro dei Verbali N° 2, Asamblea Gral. Extraordinaria del 22 de febrero de 1913, folio 2 Cfr. los números de Nueva Época de 1919 y 1920 Cfr. Chalier, Gustavo e Izarra, Luciano: Orígenes del Cooperativismo Eléctrico Argentino. La Cooperativa Eléctrica de Punta Alta, Punta Alta, Archivo Histórico Municipal, 2006, pp. 36 y ss. Guardiola Plubins, José: Historia de Bahía Blanca, Tomo IV (inédito), p. 1168 . Cfr. Cooperación, Nº 2, julio de 1943, p. 1 Cfr. Nueva Época, 9 de junio de 1920, p. 1 Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta: Libro de Actas de Asambleas Generales y de Directorio, Acta Nº 27, 24 de marzo de 1940, folio 237 Idem, folios 241 y 242 Cfr. Boletín de la Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta, noviembre de 1943, pp. 3, 4,7,8, 9 y 10 Entrevista a Aldo Ghilardi, Archivo Oral del Archivo Histórico Municipal, entrevista Nº 179, parte III, 4 de abril de 2013 Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta: Libro de Actas de reuniones del directorio, Acta Nº 1544, 20 de octubre de 1962, folio 369 Entrevista a Aldo Ghilardi, Archivo Oral del Archivo Histórico Municipal, entrevista Nº 179, parte III, 4 de abril de 2013 Cfr. Cooperativa Eléctrica y de Luz y Fuerza de Punta Alta Ltda.: Cronología de la Cooperativa Eléctrica y de Luz y Fuerza de Punta Alta (1926-2006), Punta Alta, Archivo Histórico Municipal, 2006, p. 44. Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta: Libro de Actas de reuniones del directorio, Acta Nº 1652, 22 de septiembre de 1966, folio 3 Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta: Libro de Actas de reuniones del directorio, Acta Nº 1652, 22 de septiembre de 1966, folio 4 Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta: Libro de Actas de reuniones del directorio, Acta Nº 1660, 15 de mayo de 1967, folio 35 Cooperativa Eléctrica y de Luz y Fuerza de Punta Alta Ltda.: Cronología de la Cooperativa Eléctrica y de Luz y Fuerza de Punta Alta (1926-2006), p. 48.
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BIBLIOGRAFÍA
Actas de Sociedades Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta: Libro de Actas de Asambleas Generales y de Directorio. Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta: Libro de Actas de reuniones del directorio. Società Italiana di Mutuo Soccorso: Libro dei Verbali N° 2, 1913.
Períodicos y publicaciones
Boletín de la Cooperativa Obrera Económica de Consumos Ltda. de Punta Alta. Chalier, Gustavo e Izarra, Luciano: Orígenes del Cooperativismo Eléctrico Argentino. La Cooperativa Eléctrica de Punta Alta, Punta Alta, Archivo Histórico Municipal, 2006. Cooperativa Eléctrica y de Luz y Fuerza de Punta Alta Ltda.: Cro-
nología de la Cooperativa Eléctrica y de Luz y Fuerza de Punta Alta (1926-2006), Punta Alta, Archivo Histórico Municipal, 2006. Cooperación, Punta Alta. Guardiola Plubins, José: Historia de Bahía Blanca, Tomo IV (inédito). Nueva Época, Punta Alta.
Entevista Asado en el patio de la Cooperativa de Consumos de Punta Alta (fines de la década de 1950)
Aldo Ghilardi, Archivo Oral del Archivo Histórico Municipal, entrevista Nº 179, parte III, 4 de abril de 2013
Agradecimiento
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EDIFICIO DE CORREOS Reseña histórica
Una vez que se decidió concretar el Puerto Militar, una de las primeras obras que se realizaron fue el tendido del telégrafo, que conectaría la zona con el resto del país. El servicio telegráfico se habilitó a mediados de mayo de 1896 y sus instalaciones se hallaban en Arroyo Pareja. En 1899 la Oficina Telegráfica, que estaba al servicio exclusivo de la Armada, pasó a depender de la Dirección General de Correos y Telégrafos agregándose el servicio general postal. En sus inicios la primera oficina de Correo y Telégrafo se encontraba en cercanías de la plaza Santa Cruz, frente a lo que es hoy la pileta de oficiales. En 1903 el correo se trasladó al edificio que proyectó el ingeniero Luiggi frente a la plaza Juncal, donde funciona actualmente. Dicho edificio es compartido junto con el Registro Civil, que se instaló allí un año después, luego que el presidente Julio A. Roca decretara su creación el 15 de abril de 1904. En aquellos años iniciales, el pueblo de Punta Alta no contaba con equipamiento urbano complejo ni oficinas públicas o administrativas. Había sí dentro de la
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jurisdicción militar una serie de servicios que suplían esa carencia, dado que la actual Base fue concebida por el ingeniero Luiggi como una zona de integración entre marinos y civiles que incluía algunos comercios. Por eso algunos edificios ubicados dentro de la zona militar fueron también de uso por parte del vecindario puntaltense, como es el caso del Hospital, el cementerio de Colina Doble, el Registro Civil y, por supuesto el Correo. En el diario bahiense “El Heraldo” en noviembre de 1900 podía leerse: “[…] se ha dispuesto, según circular recibida en el distrito, que la correspondencia dirigida a Punta Alta, Ciudad Atlántida, Arroyo Parejas, Puerto Belgrano, Baterías de Punta Ancla y Punta Congreso, se incluya en la valija dirigida al Puerto Militar, de donde será distribuida a sus respectivos destinos. El público debe emplear únicamente el nombre “Puerto Militar” como destino para la correspondencia dirigida a la zona militar, que es la que está dentro de la parte del alambrado, y rótulo de Punta Alta para las piezas postales con destino a la zona civil, que es la que queda fuera de dicho radio […]”
Por Arq.Graciela Britos
Ficha técnica Antecedente Tipológico
Pintoresquismo Este movimiento surge en Europa, que se desarrolló en Inglaterra. Busca que la obra, genere un impacto visual y una sensación de sorpresa en el espectador, a medida que recorre sus espacios. Las formas que adoptará serán las clásicas, arcos de medio punto, columnas con sus órdenes, escalinatas, etc. En cuanto a los materiales de los que se valdrá, hará uso del ladrillo visto y símil piedra. Este movimiento, adaptado, será aplicado en las construcciones ferroviarias, dando origen a la característica tipología ferroviaria.
y destacan los materiales utilizados, ladrillo y símil piedra, que fundamentan la tipología, al igual que los elementos clásicos dados por los arcos de medio punto.
Características de la obra
La obra forma parte del grupo de edificios ubicados frente a la Plaza Juncal, junto con la Casa de Oficiales y el Hotel para personal de la armada. Originariamente, sólo era el edificio de Correos y Telégrafos, ya que funcionaban en dos lugares diferentes, en la Torre de Señales y en un edificio frente a la pileta de oficiales. En este nuevo, se unifican las actividades y se le incluye la casa del jefe de correos. A partir del 15 de abril 1904, se crea la oficina del Registro Civil, a través de un decreto firmado por el entonces presidente, Julio A. Roca ya que no se contaba con uno en la ciudad de Punta Alta. Actualmente funciona en el mismo edificio del correo, ubicado en lo que era la vivienda del jefe.
Exterior El edificio se desarrolla en una planta con el terreno sobre elevado, que junto con los escalones que se ubican al acceder al edificio, dan una sensación de mayor altura. Carece de simetría, ya que su lado derecho se alarga, e incorpora la casa del jefe. Hacia el frente, se adelanta un volumen que destaca el acceso al edificio del correo que, junto con el escudo, los nombres y las almenas, definen el remate. Los vanos correspondientes a ventanas y puertas, se resuelven con arcos de medio punto, enmarcadas por dovelas en rojo y blanco que acentúan sus formas. En cuanto a los muros, el ladrillo a la vista y el símil piedra, junto con los zócalos y las cadenas de piedras, recrean los materiales y formas, característicos de este movimiento. Interior En cuanto al interior, no sólo fue intervenido, sino que también, fue refuncionalizado, ya que la antigua casa del jefe, se transformó en las oficinas del Registro Civil. Sin embargo, hay elementos que se han mantenido, tales como, los pisos de madera flotante, algunos revestimientos, distribución de algunos locales, la carpintería, con ventanas tipo guillotina y en algunos muros nuevos se ven partes de las columnas de hierro originales, con sus capiteles de fundición.
Adaptación tipológica
Conclusión
Ubicación y Proyecto
Cuando hablamos de las tipologías o movimientos, que se aplicaron en nuestras obras, debemos referirnos a las adaptaciones de éstos, a nuestro medio y condiciones. Este edificio forma parte de los proyectados por el Ing. Luiggi para la base, en el cual aplicó esta tipología aunque también le incorpora elementos neogóticos como las almenas del remate, en el cuerpo central. Sí se respetan
Como todos los edificios que pertenecen al patrimonio arquitectónico de la Base Naval, éste forma parte de la muestra de movimientos y estilos europeos, que, si bien fueron adaptados a los materiales, suelos, clima y mano de obra local, respetaron sus características, generando, de esta manera, un Patrimonio Cultural y ArquitectónicoUrbanístico propio y singular.
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La señora María Isabel Serenelli, hija de Tranquilo Serenelli, fue docente de pintura durante 43 años. Falleció en octubre de 2012. En el momento de la entrevista contaba con 59 años. La entrevista fue realizada por Guillermo Bertinat y tiene una duración de 50 minutos aproximadamente.
María Isabel Serenelli
Mi papá nació acá en Punta Alta en 1907. […] Cuando fue mayor de edad ya entró a trabajar en la Cooperativa Obrera (de Consumos) y se jubiló ahí como encargado de personal. La Cooperativa estaba todo el frente sobre Mitre, pero tenía salida hacia Brown donde salían los carros de reparto, porque de ese lado estaban los depósitos y la cuadra, donde se hacía el pan. Primero eran caballos, después tenían los camiones más grandes. Que tomaban pedidos de la gente y ellos los repartían en las casas. Se hacía para todo el mes. Y mi papá estaba encargado del personal de la parte almacén y bazar. Así que él organizaba esa parte. Estaba almacén y bazar, tienda – grande la tienda- y despacho de panadería. (La tienda tenía) Telas, mercería también, completo. Incluso se comunicaban la tienda con la parte almacén porque la caja estaba en la parte de almacén. Que estaba la señora que era muy famosa, porque parecía una jaula la caja. Todos iban a pagar ahí.
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Íbamos a comprar con mi mamá, íbamos a la tienda. Almacén no, porque hacíamos el pedido. Hubo una sucursal también en Roca al 800, hubo una en Ciudad Atlántida, mi papá estuvo encargado de esa, un tiempo. […] Era sucursal más bien de panadería. Pero no duró mucho tiempo. La oficina de contabilidad estaba en Mitre, […] estaba el señor Gregorio Potenar y la señorita Aída Cavalaro, que son los que más tiempo estuvieron. Después el señor Potenar, se fue a trabajar a la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, con la que terminó siendo presidente. Hubo decadencia (de la Cooperativa de Consumos) porque no podía competir con S.A.D.O.S. que no pagaba impuestos por estar dentro de la Base, entonces tenía mucho más barato y la gente que era mucha de la Base, compraba ahí. Una de las principales causas fue esa.
La señora Marta Llaría de Petronio tiene 70 años y reside en nuestra ciudad en la actualidad. La entrevista fue realizada por Guillermo Bertinat y tiene una duración de 50 minutos aproximadamente.
Marta Llaría de Petronio Salió en el diario que (la Cooperativa) necesitaba empleada. A los pocos meses me llamaron a rendir. Me tomaron examen y el examen estaba bien. Y me tomaron (en la Cooperativa). Y tenía 13, ya para 14. Y guardapolvo blanco, en la oficina como ayudante de una oficinista que trabajaba ahí. En la oficina se hacía toda la liquidación de toda la Cooperativa. A mí me traían la planilla de la fiambrería, de la panadería, de la tienda, del almacén ¡de todo! […] Estaba la tienda, la panadería, la fiambrería, bazar, librería. Afuera estaba el aparato ese que vendía kerosén. Vos lo que buscabas, una cámara de bicicleta todo, en la ferretería teníamos de todo. […] Entré en 1956. Y de pronto la encargada de la oficina se casa y se va, total que yo quedé sola en la oficina. Yo cobraba los recibos de los socios, […] Después los panaderos, cuando terminaban de trabajar, venían y me decían cuánto habían trabajado y les hacía el recibo y cobraban en la caja. Después hacía notas para mandar, por ejemplo venía Tranquilo (Serenelli) y decía “Hay que hacer una nota para mandar.”[…] Después si no tenían a nadie en la librería o en el bazar y había gente, me llamaban a mí. Hasta en la caja de la Cooperativa estuve y era grande ¿eh? Cuando me fui de la oficina pasé a la tienda. Había telas, camisas, blusas, suéters, de todo. […] Daba con una ventanilla, porque cuando compraba la gente, […] yo lo ponía en una ventanilla que daba al almacén, o sea que la gente pagaba, las chicas iban a la ventanita y agarraba lo que habían comprado. Me habían puesto en la panadería también, porque la señora […] se había enfermado, Adela Jiménez. […] En la cuadra (de la panadería) […] trabajaban, el maestro de pala, el que amasaba con la máquina. […] (Después) una persona atendía todo: la ferretería, la librería... La tienda tenía una empleada. Pero en el almacén había unas cuántas chicas.
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Si vos ibas a hacer el pedido del mes, había un escritorio a un costado del almacén y te hacían la boleta y te lo llevaban y pagabas unas monedas por el acarreo. Mi papá tenía 55 años cuando se jubiló. […] El carro estaba pero me parece que no se usaba mucho. Yo me acuerdo cuando Acquaroli andaba con el camión. En la Cooperativa, vos lo que ibas a buscar, lo encontrabas.
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Publicaciones en el extranjero de artículos del Archivo Histórico Municipal Este año dos artículos generados en el Archivo Histórico Municipal han sido publicados por prestigiosas revistas del exterior. “El puerto comercial de Arroyo Pareja. Un emprendimiento francés en la Argentina de comienzos del siglo XX”, de Gustavo Chalier, apareció en enero en el volumen 13 de la prestigiosa revista catalana Quaderns d’història de l’enginyeria, de la Càtedra UNESCO de Tècnica i Cultura de la Universidad Politécnica de Cataluña. En el último número de la revista Oralidades, de la Universidad de São Paulo, fue publicado “Cuenta la gente: el tendido eléctrico en el Barrio Göttling de Punta Alta, (Argentina)”, de la autoría conjunta de Guillermo Bertinat y Gustavo Chalier. En ambas revistas los artículos que se presentan son sometidos a consideración de un comité científico, que dan el visto bueno para su publicación. Estas publicaciones prestigian la labor del Archivo Histórico Municipal y lo posicionan como un importante centro de producción historiográfica a nivel regional.
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