FEBE DEFELIPE
“Los pueblos originarios tienen el arte autentico” Con una trayectoria que cubre todo tipo de estímulos e inspiraciones, encontró en los aguayos indígenas un canal para transmitir nuestra identidad en clave pop. Por Ariel Cukierkorn • Fotos: Jazmin Arellano
a casa-taller de un artista plástico, en lo que se considera el corazón de Palermo Soho, parece a simple vista una atracción turística para quienes visitan la ciudad de Buenos Aires. Pero el hábitat de Febe Defelipe está mucho más allá de un cliché. En el living, dos gatos serpentean entre la cantidad de obra acumulada, la televisión está prendida con algún programa de chimentos y la imagen catódica contra una pared se confunde con tantas series de comics colgadas por su autora y dueña de casa. Si allí adentro se respira y se vive arte, la trayectoria de Defelipe consigue ampliar el espectro hasta concebir que todo lo que nos rodea en el mundo puede ser arte. Su búsqueda y su estilo hacen del eclecticismo una virtud, y así es cómo ha pasado de reinterpretar el glamour de distintas divas (la presidenta Cristina Fer74 ❖ EL FEDERAL
nández de Kirchner, incluida) a retratar caballos que nunca conoció, construir corazones multicolores en tres dimen-
siones y, más recientemente, a encontrarle una clave pop a las texturas que inmortalizaron los pueblos originarios. Lejos
de pensar al arte como una actividad de reflexión, Defelipe parece concebirlo como el saludable estado de ebullición, en el que quizá no estaría mal que estuviésemos todos inmersos. - Existen artistas como Marta Minujin, con mucha obra pop de lenguaje universal, o Ernesto Bertani, que ha hecho una serie que ridiculiza a los oficinistas porteños con los géneros textiles con los que suele trabajar. En ese sentido, vos incursionaste en un terreno que integra al pop con íconos geográficos, culturales y étnicos de nuestro país. ¿Por qué sentís que nos cuesta jugar más con nuestra identidad? - Creo que tanto Bertani como yo, somos de los pocos atrevidos que mezclamos los tantos. Somos de los pocos que no nos cuesta jugar porque tenemos humor. En nuestro ambiente del arte todo es tristón, Octubre 14, 2010
“En la cultura aborigen cada vez descubro mas signos y mas colores nuevos que me siguen motivando. Es gente que se conecta con el planeta, los animales, la naturaleza, por medio de la geometria y sus hilados.” Octubre 14, 2010
acartonado, los discursitos de los artistas son supuestamente serios, pero bastante memorizados. Todos usan palabras como “interesante” en lugar de “me gusta o no”,“impronta” en lugar de “huella”, que es más tierna y nuestra. Todos quieren aparentar seriedad cuando en la vida de los artistas verdaderos del mundo, sus palabras eran desbordadas, desmesuradas, inconscientes, pero reales. ¿Se imaginan un Dalí, un Picasso, un Warhol sin poder jugar? Yo juego con respeto, porque amo nuestra identidad como lo hicieron los pop con sus símbolos en Estados Unidos y Gran Bretaña. - ¿Hay algún tema sobre el que te gustaría avanzar y sentís que todavía no es el momento o no se te ocurre el formato? - He avanzado todos lo temas a largo de mi carrera. Siempre ha sido “El Momento” y antes de “El Momento”. Realicé instalaciones ecologistas “Micromundo rescatado”, hecha con circuitos de PC combinados con bloques de pasto. Experimenté en este caso, con el cambio de color en el paso del tiempo. Cuando hoy los artistas son tardíamente digitales, yo diseñé gigantografías superpuestas y aerografiadas (similar al recurso del photoshop) cuando nadie imaginaba lo que vendría. Y no por ser demasiada avanzada, sino precisamente porque me divierte y mientras duermo sueño temas, cosas que me inspiran y trato de despertarme para anotar todo y que no quede sólo en la cabeza. - ¿Cuándo y a partir de qué situación empezaste a adoptar los tejidos aborígenes como parte fundamental de tu obra? ¿Qué interacción tuviste con los pueblos originarios? - Siempre me sedujeron los aguayos. De chica, mi papá me llevaba a las diabladas en el carnaval de Jujuy… Y con los años, un día en una casa de objetos autóctonos, quise comprar un aguayo de un monto muy elevado y no pude. Volví a casa como loca y me dije: “Desde ahora mi mesa, mi banco, la pared, todo, van a transformarse en ponchos aguayos”. Y EL FEDERAL ❖ 75
empecé a pintar estos primeros objetos con guardas y colores siguiendo las líneas tradicionales y endosándoles mi estilo pop característico. Ahí trasladé esta idea a mi obra, tomando conciencia de cómo homenajear a estos pueblos nuestros originarios. Y cada vez descubro más signos y más colores nuevos que me siguen motivando. Esta gente no tuvo una “Flash Art” en sus manos, pero hicieron y hacen obra original, auténtica, conectándose con el planeta, los animales, la naturaleza, por medio de la geometría y sus hilados. - Has tenido la experiencia de exponer en el exterior, pero pocas como la muestra en Casa Rosada. Son terrenos poco explorados por el universo artístico... - He tenido grandes experiencias en el exterior, y con grandes artistas contemporáneos en Estados Unidos y Europa. Y en la Argentina he tenido contacto con primeras figuras del ámbito político y empresarial. Hay una ecuación que siempre se da en nuestro ámbito; los galeristas acostumbran a ocultar la identidad de los clientes y nosotros aprendimos de ellos y hacemos lo mismo. Queda el enigma del cliente que compró nuestra obra y en otros casos ese enigma es para los otros; pero la alegría es de ambos. Mis obras están en lugares jamás imaginados hasta por mí.
- Otro motivo de fascinación para tu arte son los caballos. ¿Cómo fue tu proceso para pintarlos? ¿Te has abstraído en el campo o esas cosas? - Los caballos, como todos los animales son amados por mí. Extrañamente amo a los caballos y al campo, pero no me muevo de la ciudad. ¿Y por qué no se puede amar lo que no se tiene cerca? Amo sus ojos,
sus movimientos, sus colores y también pintarlos. Sufro por los caballos que veo en la ciudad y cómo se los maltrata. Me gustaría que el ser humano mirara más hacia abajo y vería el verde maravilloso de la hierba y el tierra Siena del suelo. El año pasado participé de una muestra de caballos famosos. Retraté a Gato y Mancha, los dos caballitos que recorrieron el trayecto Buenos Aires-Nue-
va York bajo climas adversos y ahora están embalsamados en el museo de Luján, a Yatasto (ganador de todos los premios en las carreras del hipódromo), a Babieca, a Invasor... - ¿Cómo hacés para desintoxicarte de la realidad cuando te ponés a trabajar, pero sin desconectarte del todo para evitar un arte etéreo? ¿He ahí la cuestión? - No quiero desintoxicarme de la realidad, la vivo todo el tiempo. No me desconecto de nada, me gusta estar viva. Los artistas que dicen lo contrario, y son muchos, generalmente parten de su propia inseguridad. Queda bien decir “no tengo tele”. Como a todo ignorante de las cosas, la actualidad lo va shockear sin anestesia. Como yo leí desde los 5 años todos los libros que pude, gracias a mis padres escritores y estudiosos, no me avergüenza ver al mundo que vivimos a través de todo lo que está a mi alcance, no quiero ser el “Chico de la Burbuja”. Los artistas que me emocionan son los que vivieron, disfrutaron, amaron, sufrieron, pelearon, patalearon… Creo que su arte mejor partió de esas vidas cargadas de alcohol, piedras y por qué no, barro? Y, como bien decís, he ahí la cuestión: evitar el arte etéreo.
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www.febedefelipe.com.ar
“En nuEstro pais los artistas quiErEn aparEntar sEriEdad cuando En la vida dE los artistas vErdadEros dEl mundo, sus palabras Eran dEsbordadas, dEsmEsuradas, inconsciEntEs, pEro rEalEs.” 76 ❖ EL FEDERAL
Octubre 14, 2010