DANIEL PIAZZOLLA
“El incentivo es que la música evolucione” El nieto del gran Astor lidera Escalandrum, un sexteto que matiza el jazz con el tango y el folclore. Con excelente reputación aquí y en el exterior, una apuesta que va más al arte que al rédito. P o r A r i e l C u k i e r k o r n • Fo t o s : J u a n C a r l o s C a s a s
ay apellidos que son una carga y una bendición al mismo tiempo, como si el drama y el talento se transmitieran por ADN. Lejos de sufrirlo o de sacarle meros réditos utilitarios, Daniel hace que su apellido Piazzolla fluya, juegue y estimule como la música misma. La conexión con Astor emerge sanguínea en Escalandrum, un nombre en el que la afición familiar por la pesca de tiburones se une con la batería (drum, en inglés), que Daniel procura tocar como Astor el bandoneón. Se transforma en legado vital una vez inmerso en climas de transición imperceptible, en los que se mueve el trabajo del grupo que lidera desde 1999. Una constante en la escena del jazz argentino, así como para sus compañeros (Nicolás
Dos facetas de Pipi Piazzolla: con el grupo en escena (izq) y en la intimidad de su casa, su hija Mora, que ya se anima a plasmar su música en el piano.
Guerschberg en piano, Mariano Sívori en contrabajo, Gustavo Musso y Damián Fogiel en saxo, y Martín Pantyrer en clarinete), para Piazzolla hay vida fuera de Escalandrum. Su participación simultánea en hasta diez grupos tiene curiosidades como uno en Estonia, que lo ha llevado a conocer lugares co-
mo Islas Faroe y Luxemburgo. Sin embargo, hay prioridades. “El compromiso es que Escalandrum esté por encima de todo y, si estamos en el país, no hay una semana que no ensayemos. Así plasmamos las distintas influencias. La música es un arte y si uno no va pispeando diferentes influencias
no armás tu propia música bien elaborada”, dice. En ese rodaje se explica cómo el sexteto se muestra cada vez más cómodo con su insinuado cruce con el tango y el folclore, en el que la batería de Piazzolla cubre una inmensa gama entre la sutilieza de un cascabel venenoso y el temor que generan los truenos. Desde las composiciones, el piano de Guerschberg lo reta a duelo, mientras el resto de los músicos amalgama el estilo con el que se han destacado en la escena local, por identidad y vanguardia, y por el que este año volverán a recorrer Europa.
“CUANDO ARRANCAMOS TODOS LOS TEMAS ERAN CHACARERA, ZAMBA, TANGO BIEN MARCADOS. FUIMOS EVOLUCIONANDO Y ESTAMOS DESCUBRIENDO UNA MANERA DE HACERLO MAS IMPLICITO, PERO QUE SIGA ESTANDO INVISIBLE”. 82 ❖ EL FEDERAL
Junio 19, 2008