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PLADS, COPENHAGUE

Acostumbrados a vivir en ciudades diseñadas para el automóvil, nos parecerá una utopía pensar en espacios que se integran al paisaje construido de la ciudad donde el protagonista es la bicicleta; espacios verdes articulados con la movilidad vial, de una manera funcional con focos de encuentros sociales.

En Copenhague, Dinamarca 2019, se concibió la utopía de todo urbanista, un espacio de 20 mil M2, que conforma una de las más grandes de la ciudad, la plaza Karen Blixens Plads, un proyecto de la oficina COBE ubicado entre la universidad de dicha ciudad y los edificios de la Biblioteca Real Danesa.

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Un recinto de lomas huecas y estacionamientos bajos, que otorga a la ciudad, además de áreas verdes y de encuentro, un equipamiento para el protagonista del medio de transporte en esta ciudad: la bicicleta; estas lomas a su vez forman gradas con capacidad para mil personas, con foros abiertos para la expresión artística. La segunda zona que conforma este conjunto es un andador de material pétreo con espacios verdes de forma orgánica, de arbolado y pastos verdes altos que forman pequeños biotopos húmedos para crear la atmósfera ideal de un espacio publico sustentable, ya que sirven para la absorción del agua de lluvia.

La implementación de materiales sencillos, vegetación de bajo mantenimiento, con una paleta de color neutra, da una sensación de que el espacio es duradero, honesto, brutal, con un diseño de iluminación que resalta el proyecto y da seguridad al espacio. El equipamiento es funcional y de diseño simple.

“En general, hemos creado un espacio único basado en tres principios principales: mejorar la conexión entre el paisaje y el espacio urbano, integrando espacios verdes óptimos con una gran capacidad para estacionar bicicletas y creando un espacio que ofrezca buenos lugares de reunión social y entornos de aprendizaje. La forma casi similar a una catedral de las colinas de bicicletas ofrece una experiencia estética por derecho propio, tanto cuando las personas estacionan sus bicicletas como cuando se reúnen en las colinas para conferencias, trabajo en grupo, conciertos o socializar los viernes por la tarde”, dice el fundador de COBE, Dan Stubbergaard. Las tres cupulas de hormigón, y los círculos perfectos en la zona construida van de la mano con las formas orgánicas y largas que forman los senderos de la zona de vegetación; el lenguaje del espacio da la sensación de continuidad, recorridos limpios acompañados de sensaciones agradables, tal como la de recorrer en bicicleta la ciudad. La practicidad y limpieza con la que se presenta este espacio en medio de la ciudad, crea vínculos de movilidad y estancia con sus usuarios, no da espacio para imaginar nuevas formas de interacción, por un lado, tenemos a los usuarios de bicicleta, pero también es un espacio para el peatón y brinda espacios de equipamientos diversos para el encuentro social y artístico.

© Rasmus Hjortshøj – COAST

Al conocer estas propuestas innovadoras de interacción para la ciudad me llena de entusiasmo pensar en que poco a poco, si el usuario lo demanda, la utopía de no vivir en ciudades diseñadas para el automóvil pueda ser una realidad tangible en nuestro entorno inmediato. .

© Rasmus Hjortshøj – COAST

Arq. Korina Bolaños González

Arquitectura del Paisaje y Jardinería contacto@unounoarquitectura.com

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