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LADRILLO EN INTERIORES

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PUERTO CANCÚN

PUERTO CANCÚN

© Mikhail Loskutov

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El ladrillo además de conformar los muros es un elemento muy importante para el diseño de interiores, primero por dar la apariencia de construcción tradicional y también por la calidez, textura y carácter que representa hacia el interior en un proyecto.

© Joao Morgado

Este elemento puede tener diversas formas, colores y texturas, no necesariamente hablamos del rojo, sino que puede dar tonalidades de arenas, o apariencia de piedra incluso. Últimamente se ha utilizado mucho en arquitectura tipo industrial contemporánea, pero en proyectos de restauración puede ofrecer a la vivienda un estilo muy agradable. He acá dos ejemplos diferentes, pero igual de validos cada uno de ellos.

El primero se ubica en Cruzeiro Novo, Brasil, en un antiguo edificio segmentado y oscuro que pasó a ser un departamento cálido y abierto de 46 metros cuadrados. El proyecto, realizado por EB Arquitetos, fue programado para seguir un plan de renovación muy simple, eficiente y de bajo costo.

Los arquitectos eliminaron los tabiques de la cocina y el área de lavandería, así como la estrecha sala de estar y uno de los dormitorios originales. La nueva cocina, completamente integrada en la sala y el comedor, permite que todos estos espacios estén bien iluminados y ventilados en ambos extremos. Una gran cantidad de luz llega a todas las partes del espacio vital compartido.

El pilar estructural central se expuso en su hormigón original, impartiendo un sentido de carácter y evidenciando los materiales originales del edificio. Se eligió un piso de vinilo para todas las habitaciones. La cocina, diseñada para ser simple y funcional, cuenta con una sola encimera que se extiende a lo largo de las paredes periféricas, revestidas de ladrillo tosco. El mismo ladrillo que cubre parte de la cocina también llega hasta la losa del techo y la viga superior. El otro proyecto está en Moscú, Rusia, es el departamento Kalanchevskaya realizado por el despacho Buro 5, el cual ya contaba con una chimenea y con techos de 2.40M de altura antes de colapsar por mal estado. La estructura original de 1914 fue construida en el período prerrevolucionario, como un edificio de dos pisos, no lejos del centro de Moscú. Para preservar esta importante historia, todas las decisiones interiores y estilísticas se movieron alrededor de la arquitectura original del edificio.

Durante el proceso de restauración se descubrieron vigas de madera centenarias, en metal y ventanas del entrepiso. Estos elementos preexistentes dictaron muchas de las decisiones de diseño del proyecto. El proceso complejo de esta restauración generó una despensa en el entrepiso sobre el dormitorio y otro entrepiso sobre el baño, así como el acceso a ambos a través de una escalera "de biblioteca".

Gracias a la altura del techo, la ventana del entrepiso permite inundar de luz el espacio pequeño. Tales decisiones de diseño y la cantidad de luz natural, inusual en Moscú, recuerdan a una casa mediterránea, lo que se hace evidente en las elecciones estilísticas de color y mobiliario, entre ellos que el ladrillo está pintado de blanco.

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