EDICIÓN 49
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¿SABES CÓMO LLEGAR?
D
e niño, muy a menudo escuché: “Preguntando se llega Roma”. ¿Y si Roma simbolizara ese lugar al que toda la vida quisiste llegar? Ser una persona más próspera, desarrollarte en tu vocación, ser un mejor padre o simplemente tener una vida en paz, lejos de los vaivenes cotidianos. ¿Te has preguntado cómo llegar a Roma? Muchas veces sabemos a dónde queremos ir, pero no sabemos dónde queda y, en consecuencia, tampoco hemos hecho un mapa para llegar. Y el tesoro sigue allí, escondido, esperando ser descubierto. Hacer las preguntas correctas te dará las respuestas seguras para abrir el camino directo hacia tus metas. Cada decisión que tomes en el camino, te dejará más y más cerca de tu propósito.
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En general, asumimos las preguntas y evadimos las respuestas. Así, vamos por la vida en piloto automático y, cuando llegamos, nos damos cuenta de que no estamos donde pensábamos llegar.