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Armonía Financiera

Guía para gastar tus utilidades con inteligencia

Hay rutinas y ciclos que experimentamos durante toda la vida, y ni siquiera nos damos cuenta. Entre esos ciclos están las utilidades y los bonos de fin de año. No importa con cuánto tiempo lo avises, parece que hay un chip que se activa a final de año, y cuya resaca nadie la prevé sino hasta enero.

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La celebración navideña comienza a tomar calor. Las tiendas visten de gala sus escaparates para llamar la atención de los transeúntes. Hay millones de personas con mucho dinero en el banco, y con pocos planes de vida. Son el blanco perfecto para que compren alegría pasajera con el producto de moda.

armonía financiera

Cuando no tenemos claridad acerca de lo que vamos a hacer el año entrante, cometemos errores de compras. Saber decidir en qué se va a utilizar el dinero es un ejercicio, no un don. Aquí te dejo 3 formas en las que yo tomo mis decisiones de compra, tenga mucho o tenga poco:

¿Gastar o Invertir?

La palabra “inversión” es quizás el término más prostituido por las ventas. He escuchado a las personas diciendo “voy a invertir en un par de zapatos para la fiesta de Navidad” o “voy a invertir en una buena computadora”. La única manera que la palabra inversión cabe en una frase, es porque forma parte de tu actividad comercial normal (muy diferente al oportunismo y la especulación).

Gastamos cuando es algo para consumo propio, independientemente de que lo uses por 3 meses o por 30 años. Invertimos cuando compramos algo que le vamos a agregar valor y de lo cual obtendremos beneficios.

¿Urgente o importante?

Todo aquello que es escaso, dispara una alarma emocional. La ansiedad activa el sentido básico de sobrevivencia y somos capaces de hacer cualquier cosa para obtener eso que, una vez en casa, ya ni lo usamos… o se nos daña. Las personas que viven en Armonía Financiera son aquellas que se han educado para diferenciar entre lo urgente y lo importante, dándole el uso adecuado al dinero.

Inicialmente, lo urgente siempre es la prioridad inmediata del otro: el celular de moda, el juguete nuevo, el producto que quedaba. Importante es aquello que puede crear cambios duraderos o mejoras en tu vida a largo plazo: pagar tu casa, cancelar servicios básicos, pagar tus estudios.

Lo importante siempre es primero, pero las mentes distraídas eligen las urgencias. El gran problema viene cuando, de tanto pagar urgencias, comienzas a deber lo importante, generando una deuda importante y además urgente.

¿Pagar o ahorrar?

Hace un tiempo leí en Twitter a un reconocido economista que sugería a las personas no pagar sus deudas de tarjeta de crédito, para sacarle ventaja a la inflación. Ese es el problema cuando le damos más peso a la razón que a la conciencia. Y de eso, tristemente, hay mucho en la calle.

Las deudas son votos de confianza. Cuando una entidad financiera te presta, es porque confía en ti. Si, puedes darme todos los argumentos maquiavélicos de la banca para alimentar la excusa de no pagar. Pero tu crecimiento se produce a partir de tus actos, no de los demás. Rendir votos de confianza financiera pagando las deudas, te dará tranquilidad y paz. Justo lo que pedimos.

Cuando pagas deudas, ahorras ansiedad, preocupaciones y mala vibra. Cuando ahorras, pagas tranquilidad, confianza y una vida financieramente armoniosa. Vivas donde vivas.

Joselyn Quintero

Las deudas son votos de confianza. Cuando una entidad financiera te presta, es porque confía en ti.

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