CONCURSOS DE ARQUITECTURA
FAAD UDP - IUAV Mayo 2015
Arquitecturaahora es una publicación de Arquitectura que opera como órgano independiente de carácter crítico. Cada número es editado por un editor invitado.
EDITORIAL #6
Por Sebastián Moya
Los Concursos de Arquitectura desarrollan temáticas diversas, con un enfoque, un algo por resolver a través de una propuesta. Este acto de organizar y llamar a concursos públicos, es en sí un diálogo de oportunidades entre las partes: organizadores, participantes y beneficiados.
El Diálogo. El concurso de arquitectura nace como resultado de un diálogo social, de una problemática que busca una solución, de una necesidad de oportunidades de parte de alumnos y recién egresados quienes ven en el mercado laboral una orfandad de oportunidades. Muchas veces es un sentir común entre las partes, algo que está en el aire que se concretiza con la organización de un concurso. Dentro del texto de Jorge Heitmann de la revista ARQ 67 1 se entiende que los resultados de los concursos actuales de arquitectura dialogan cada vez más con el ámbito político y económico, en donde las libertades proyectuales se ven de reojo ante esa contingencia. La Oportunidad. Ante este escenario, hay que recordar que el rol de los concursos no siempre es la construcción del proyecto ganador, el desarrollo de concursos de ideas es una ocasión donde el dinamismo del universalmente aceptado capitalismo y del dinamismo propio de la profesión se cruza con una pausa, un momento de reflexión, en el cual se piensa y arma un argumento teórico, una postura crítica, o no, ante el estado actual de la arquitectura, que ve en la propuesta arquitectónica una oportunidad de traducir este diálogo social, y evaluarlo ante una igualdad de condiciones frente a sus pares.
La Arquitectura como Argumento DOGMA/ OFFICE, concurso para una nueva Ciudad administrativa en Corea Jorge Heitmann Arquitecto, Pontificia Universidad Católica de Chile. Revista ARQ 67, Concursos de Arquitectura, p.64, 2007. 1
CONCURSOS DE ARQUITECTURA: DIÁLOGO Y OPORTUNIDAD Los concursos de arquitectura son elementos de diálogo social, en ellos interactúan deseos, procesos y resultados de intereses muy diversos. Como sistema tiene detractores y fanáticos, como resultado tiene altos y bajos, como gestión tiene más dificultades que un encargo, y como ejercicio muchas veces los fallos son criticados.
interpretaciones que el mandante recibe como posibilidades. Por ello es que los Concursos son controversiales, algunos fallos son recibidos a veces de mala forma y luego se aceptan, mientras otros son reconocidos por la población y luego se rechazan. Muchos son rechazados por el mandante.
COMENTARIOS
Lectores Arquitecturaahora
aa
Arquitecto UDP, Socio Huérfanos Arquitectos, profesor ayudante UDP.
6
El Concurso, a diferencia del encargo directo, hace participar a una serie de elementos y actores intermedios entre arquitecto y mandante, que son elementos abstractos de mediación, como el llamado mismo, las bases y sus consultas, el jurado, las propuestas, el fallo y todo el largo periplo hasta la construcción de una obra. Todas estas instancias aunque son abiertas y comunicables, forman parte de una ideología y aspiran a encaminar la obra hacia una utopía. El Concurso somete a juicio y hace público el deseo social a través de un resultado.
Este juicio es el detonante de una necesidad y aparece en una etapa temprana del proceso, en que es consensuada la necesidad que va a ser cubierta y su legitimidad está dada por la correspondencia entre el resultado y las expectativas del juicio público, por ello, la relación entre mandante y arquitecto en un Concurso, es un juego de poderes que se desarrolla en un contexto ideológico 1. De este modo el Concurso como sistema se funda en la tesis de la convergencia de fines, promoviendo un contexto cultural propicio para que la competencia asuma los significados que dialógicamente le corresponden. La convergencia de fines supone que permitirá elegir al mejor proyecto, idea o producto e implica que el concurso debe asumir la dialéctica entre las aspiraciones de la colectividad y las posibilidades concretas de su realización, debiendo de paso asegurar condiciones de una competencia en igualdad para los participantes, anulando o equilibrando capacidades materiales y profesionales, capacidades económicas, uniformando recursos, “dominando el mérito por sobre el privilegio” 2.
El Concurso es anónimo, lo cual garantiza que el jurado toma una decisión sin considerar la experiencia del arquitecto, pues el concurso representa la esperanza de salir del anonimato o de reconfirmación de la calidad profesional, que da origen a un marco nuevo y amplio de diferentes
Dos circunstancias propias de la arquitectura, señala Fernando Pérez 3 hacen que el prestigio profesional no sea garantía para asegurar resultados de calidad: una es la dependencia de una obra de arquitectura con el contexto y otra es que -según Aristóteles- las disciplinas artísticas “no producen soluciones necesarias, sino posibles”, es decir, siempre se empeñan en generar nuevas alternativas. El concurso trata de “correr la cerca de lo posible”. El origen del Concurso de arquitectura está en las discusiones intelectuales de un tema, en favorecer la discusión libre y abierta, son una oportunidad de diálogo. Cuando se centra un concurso en lo profesional no siempre se progresa, sino cuando se favorece un concurso de ideas, pues se deja “que la arquitectura y la cultura corran y se desarrollen” 4 .
Esta reflexión sobre los Concursos tiene por objetivo asumir la arquitectura como un proceso cultural olvidado entre las urgencias, implicando una construcción y una comunicación que requiere de un cuadro social para construir un significado que pueda ser comunicado, pues la arquitectura es responsable de la construcción de la relación entre idealidad y realidad. Morales Meneses, Jorge. 2015. Concursos de Arquitectura: Diálogo y Oportunidad. Arquitectura Ahora, Nº6.
Alberto Montealegre, en “Derecho, fines y medios. La declinación del concurso de arquitectura” Revista ARQ N°67, diciembre de 2007, pág 67-68. 2 Montealegre, op. cit., pp. 67-68. 3 Pérez, Fernando. TRAS LOS CONCURSOS. en Revista ARQ67, diciembre de 2007, p. 10. 4 Juan Sabbagh, en Revista CA N°124, abril de 2006, pp. 68-69. 1
Tema: #ConcursosDeArquitectura
“En la mayoría de los concursos de arquitectura se realiza un juicio abreviado de los aspectos fundamentales de una idea arquitectónica, sin poder ponderarse la experiencia y rigor profesional de la propuesta. Gracias a esto resulta ser una oportunidad de renovación disciplinar, especialmente cuando concluyen con la construcción de la obra. Solo de ese modo las nuevas generaciones pueden tomar una suerte de atajo en el desarrollo de proyectos de envergadura y repercusión pública. Uno de los mayores desafíos está en articular aquellas ideas jóvenes con la compleja realidad de la producción de un proyecto. ¿Cómo asegurar la suficiencia técnica y profesional de un proyecto público y a la vez resguardar la integridad de la autoría de un equipo ganador joven?” (Pía Montealegre). Arquitecto, Ma. en Desarrollo Urbano. Doctoranda UC, profesora FAAD UDP.
“Los Arquitectos usualmente pecamos de obstinados. Parece fascinante el embrollo de hurgar en los ámbitos de otros oficios. Intentar sobrevivir ahí con una desventaja aterradora tiene una paradoja: Nos obliga a salir jugando, ante todo, con la misma guapeza que, paradojalmente, nos llevó al embrollo. Obligatoriedad a más. El atrevimiento creativo nos exige la aventura del invento. Para ello hay un escenario privilegiado en los concursos, fundamentalmente los que sitúan en ese margen donde aún se puede proyectar con soltura, antes del empalagoso proceso licitatorio y la cadena de concreción. Actuar en este escenario requiere fortalecer el proceso, conectando a quienes tienen agallas, pero se encuentran huérfanos del fundamental acceso a espacios para la creación Arquitectónica. No desaprovechamos la oportunidad de movilizar masa crítica con instancias que abran el debate y desconcentren los circuitos solapadamente excluyentes de participación. Sabemos que bajo esto existe una riqueza superior y una frescura detonante”. (Francisco Romero ). Arquitecto PUCV, Candidato a Magister Ciudad y Territorio PUCV. Socio de Huérfanos Arquitectos.
“Si la finalidad de los concursos de arquitectura fuese dejar contento a los mismos participantes, tal vez los museos, las galerías de arte (y los livings de los arquitectos) tendrían un interés mayor para la disciplina. Tal vez, sería ese el espacio para invitar al dialogo, y quizás, la arquitectura abriría esos espacios donde ha anhelado estar. Aquel espacio, donde las ideas representadas en concursos de arquitectura se hacen objetos de culto, trascendentes en el tiempo, ya sea por la expresión crítica o representación visionaria del territorio, las ciudades o la misma arquitectura”. (Diego Vergara ). Arquitecto Universidad de Chile. MArch Urban Design UCL.
Sigue la discusión en Facebook arquitecturaahora y comenta en Twitter @arquiahora con el hashtag #ConcursosDeArquitectura Descarga las ediciones anteriores en issuu.com/arquitecturaahora