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P L A N MAESTRO
CIUDAD COLONIAL
SANTO DOMINGO
DISEÑO, SUPERVISIÓN Y DIRECCIÓN DE LAS OBRAS DEL PROYECTO RUINAS DE SAN FRANCISCO Y ENTORNO PEMÁN & FRANCO ARQUITECTOS
POTENCIACIÓN DE LA ZONA DE INTERVENCIÓN - PUESTA EN VALOR de los monumentos ubicados en la zona de intervención y de la muralla en la zona comprendida entre la Puerta de Atarazanas y el Fuerte de San Antón, mediante su recuperación formal y constructiva, acondicionamiento y accesibilidad. - REVITALIZACIÓN SOCIO ECONÓMICA mediante la implantación de nuevos usos, como el centro de eventos y la puesta en valor de las profesiones tradicionales de la comunidad local. - Integración de la zona de intervención en los CIRCUITOS TURÍSTICOS DE CIUDAD COLONIAL. MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA DE LA ZONA DE INTERVENCIÓN - Intervención en la TRAMA VIARIA de la ciudad , mediante el replanteo del carácter viario o peatonal de alguna de las calles, y la búsqueda de soluciones al problema de ESTACIONAMIENTO PUBLICO y libre (parking disuasorio fuera de CIUDAD COLONIAL). - INTEGRACIÓN FUNCIONAL de los sectores de San Antón y Santa Bárbara en la trama urbana de la Ciudad Colonial.
El cambio de sentido de circulación en la Avenida Mella, nos permite reordenar la jerarquía de las vías y reconsiderar el espacio de la plazoleta situada al norte del Fuerte de Santa Bárbara. Es posible reconfigurar el carácter de este lugar y transformarlo en una gran plataforma peatonal, que sirva como estación intermodal de transporte público y de parada de autobuses turísticos. Su peatonalización permite recuperar el espacio adyacente a la muralla y enlazar en continuidad con la entrada a la Ciudad Colonial por la Calle Arzobispo Meriño.
MEJORA DE LA HABITABILIDAD DE LA ZONA DE INTERVENCIÓN - Establecimiento de PAUTAS PARA LA PRIORIZACIÓN DE INTERVENCIONES de rehabilitación en patrimonio arquitectónico residencial por medio de herramientas multicriterio. - FORTALECIMIENTO DE LAS CAPACIDADES de la comunidad local mediante el diseño de planes de formación específica para la participación activa de la misma en la recuperación de las zonas de intervención.
El Fuerte de Santa Bárbara es el punto más elevado de las murallas y se encuentra situado en la mitad del recorrido del Camino de Ronda propuesto. Desde él, es posible contemplar la silueta de la Ciudad Colonial y la desembocadura del rio Ozama. Sin duda que esta posición estratégica y singular debe ser aprovechada para acondicionar una plataforma que abunde en esta condición de mirador. En el lateral de la Iglesia de Santa Bárbara, junto al lienzo de muralla que conduce al Fuerte de San Antón, encontramos un lugar idóneo que puede acoger pequeñas actividades aprovechando el acondicionamiento necesario de la parte interior. La intervención debería permitir la celebración de los festivales, fiestas o pequeñas representaciones, que ya organiza aquí el colegio cercano, además de otras que contribuyan a dinamizar el barrio.
Si en la Avda. España era necesario reconstruir idealmente la muralla para significar el acceso a la Ciudad Colonial, en este punto la muralla lo condiciona y se presenta como una barrera que sortear. Con la misma estrategia empleada en zonas anteriores, en este ingreso al recinto amurallado se propone su peatonalización y pacificación del tráfico mediante una modesta intervención en los pavimentos y en la escena urbana, incluyendo la construcción de una pequeña plataforma.
En el lado que conduce al Fuerte de San Bárbara se propone la recuperación del lienzo con una materialización que evita la imitación y recurre a la analogía para expresar tanto la carencia de materia original como la configuración y escala del muro histórico. Esta intervención permitirá resolver la continuidad del recorrido al colocar una escalera y/o ascensor que salve el desnivel con el Fuerte. La construcción que resuelva este encuentro puede complementarse con espacios de uso cívico como locales de reunión para los vecinos u oficina de información y turismo.
La movilidad se resuelve mediante la configuración de dos circuitos principales de entrada salida, complementados con las medidas previstas en el Plan Estratégico de cambio de sentido en la Avenida Mella y favoreciendo la circulación en doble sentido del Paseo Presidente Bellini. El fuerte del Ángulo, en el extremo noreste de la muralla, es un espacio idóneo para acoger pequeños usos y actividades de carácter local. Se propone instalar un pequeño colmado con cafetería que extienda su actividad sobre una nueva placita mediante una pérgola ligera.
La estructura del Fuerte destaca por su monumentalidad y escala frente a la proximidad de los edificios residenciales de ambos lados de la muralla. Es además uno de los principales lugares de paso de los habitantes de la zona, que por las escalinatas se dirigen hacia la Avda. Duarte. Se sugiere su puesta en valor mediante su utilización como un equipamiento de barrio que permitirá además dinamizar la parte alta de las escalinatas de San Antón y su conexión con la Avda. Mella. Se propone el vaciado de la estructura para alojar en su interior este nuevo foco de actividad, que al mismo tiempo sería principio o fin del Camino de Ronda con la recuperación de la plataforma superior como terraza-mirador.
La conexión de todos los elementos de la zona de intervención constituirán un recorrido temático, cultural y turístico, que ponga en valor la Muralla colonial, mediante la vía del CAMINO DE RONDA, enlazando las puertas, los fuertes, las entradas y salidas de la Muralla, y relacionando cada uno de estos puntos con el interior y/o el exterior de la muralla. De esta forma esta sucesión de hitos y los espacios que se generaran en torno a ellos impulsaran e involucraran a la población circundante , vinculándoles no solo mediante la reactivación económica y la generación de nuevas actividades y usos, sino recordándoles el origen de su ciudad y devolviéndoles el valor de la muralla.
Nos reafirmamos en la vocación de espacio libre público, que esta parte tenía en el conjunto de la estructura urbana de la Ciudad Colonial, y en relación con el otro “vacío” histórico de la Plaza de España. Vemos también la absoluta necesidad de introducir unos elementos estructurantes que configuren de forma precisa unos espacios libres de edificación que permitan identificar las partes distintas, percibir e interpretar las ruinas arqueológicas.
Este circuito de CAMINO DE RONDA se despliega entre las Ruinas del Convento de San Francisco y la Plaza de España en todo el perímetro de la zona de intervención del Plan Maestro, enlazando con el Polígono turístico de Ciudad Colonial.
A este recinto acotado se incorporan unos ejes estructuradores de usos y recorridos según dos direcciones principales, una en relación con el eje turístico y en cuya directriz se sitúan los nuevos usos culturales y otra de carácter local, vinculada a usos de equipamiento y servicios para el barrio, en la diagonal de la Plaza de San Antón y la Avda. Duarte.
Estos usos sencillos y domésticos serán también atractivos para el visitante, ya que aquí podrá encontrar un espacio recogido compartido con los residentes y plenamente integrado con las necesidades de la comunidad. Existe la posibilidad de comunicar este lugar con el nivel inferior de la muralla, a través del paso interior ubicado junto a la Ceiba de Colón. Así se ofrece una alternativa al visitante para enlazar con el recorrido y continuar hacia el Fuerte de Santa Bárbara.
La topografía actual se modifica para crear un espacio específico para cada uno de los edificios principales de la plaza, el Museo de las Casas Reales y el Alcázar. Así, sin perder la amplitud y homogeneidad que la caracteriza, el plano elevado y dominante que se configura entre el Museo y el eje de la calle Emiliano Tejera, permite multiplicar las posibilidades de uso actuales, bien sea para recibir y dar descanso a grupos de visitantes, como terraza y lugar de ocio o como espacio para eventos populares. La actuación se completa con una pérgola ligera adecuada a la escala urbana del frente de la calle Atarazana, para delimitarla por este lado. Bajo la plaza, y con acceso desde la vía del puerto, se propone el estacionamiento, que explicamos en la fase anterior y que, sin afectar a la movilidad interior de la ciudad colonial, mejora sustancialmente la accesibilidad a este espacio y al entorno de San Francisco.