Revista ARS n.° 9

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SUMARIO ENSAYOS

10 32 CUENTOS

Editorial 5

Páginas Intemporales

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De amor, puesto antes en sujeto indigno

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Sor Juana Inés de la Cruz

A Sor Juana Inés de la Cruz Claudia Lars

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Los tatuajes Michel Tournier

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Consideraciones sobre la pintura Camilo Minero

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Camilo Minero Astrid María Bahamond

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(José Jorge Laínez)

La capilla «Cardedeu» Astrid María Bahamond

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El tenebroso castillo en donde ocurrían sucesos horripilantes

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Un autor olvidado: José Jorge Laínez Ricardo Lindo

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El diabólico enigma de la dama loca y el hombre que se volvía esqueleto

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Traducción de Leo Argüello (Salvadoreño)

DOS CUENTOS DE MISTERY KUKO


POESía

44 Miroslava Rosales

45

Jesús

47

Sepúlveda Alfonso Fajardo

52

POETAS DE ORIGEN SALVADOREÑO QUE ESCRIBEN EN INGLÉS, CON SUS TRADUcCIONES AL ESPAÑOL

Gabriela Poma William Archila

54

Javier Zamora

61

56

Autoras, autores

TEATRO

74 70 78 Ninpha o la desidia del desencuentro (Comentario sobre la obra de teatro de Jennifer Valiente) Lya Ayala

71

Ilustraciones e ilustradores


Nueva era Número 9 Año 2016 ARS ARS, Revista de la Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte de la Secretaría de Cultura de la Presidencia. ARS, arte en latín. Fue el nombre de la revista de la extinta Dirección de Bellas Artes. Retomamos el título y retomamos, en la medida de nuestras fuerzas, algo de la fe que la hizo crecer. SECRETARIA DE CULTURA Silvia Elena Regalado DIRECTOR NACIONAL DE INVESTIGACIONES EN CULTURA Y ARTE Carlos Pérez Pineda DIRECTOR DE ARS Ricardo Lindo COMITÉ EDITORIAL DE ARS Astrid María Bahamond Óscar Meléndez Miroslava Rosales Guillermo Cuéllar COORDINACIÓN EDITORIAL Harold Sánchez CORRECTOR DE ESTILO Alexander Hernández DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriela Morán Las opiniones vertidas en ARS son de exclusiva responsabilidad de sus autores. El contenido de esta revista puede ser reproducido total o parcialmente citando la fuente. Secretaría de Cultura de la Presidencia, Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte Centro de Gobierno, San Salvador.


EDITORIAL

Nuevamente vuelve ARS. Es el número 9 de su tercera época, y trae como siempre un valioso cargamento de obras de artistas de la palabra y artistas de la imagen, así como de reflexiones sobre arte. Comenzamos con un poema de amor profano, escrito por una monja mexicana del siglo XVII, extraordinaria representante del llamado Siglo de Oro de las letras castellanas en tierra americana, o novohispana, como solía entonces decirse. Y seguimos con dos sonetos que le dedica nuestra gran Claudia Lars. Vamos luego a los ensayos. Nuestro compatriota Leo Argüello traduce una página donde un famoso novelista francés reflexiona sobre el arte del tatuaje. Vienen luego reflexiones sobre arte moderno del pintor Camilo Minero, donde estigmatiza las vanguardias del siglo XX en general y el arte abstracto en particular. No estamos de acuerdo con él, desde luego, e ilustramos buena parte de esta revista con la obra de un distinguido pintor abstracto, Francisco Zayas, pero estas líneas de Minero dicen cosas sobre las cuales importa detenerse y dan muestra de su conocimiento del arte de su tiempo, de su buena escritura y su gentil ironía. Astrid

María Bahamond nos da luego una semblanza del maestro Minero, y nos libra una serie de consideraciones sobre una capilla extraordinaria que parece flotar sobre las aguas del Lago de Coatepeque. Vamos de ahí a un autor injustamente olvidado, José Jorge Laínez, y leamos dos encantadores cuentos suyos. Entremos a las páginas dedicadas a la poesía. Las abre un poema de Miroslava Rosales con su traducción al inglés, seguimos con el poeta chileno Luis Sepúlveda y el salvadoreño Alfonso Fajardo. Luego entramos a poemas traducidos al español de poetas de origen salvadoreño que, viviendo desde hace mucho fuera de nuestra patria, han adoptado el inglés como lengua de escritura. Debemos esta selección, así como los versos de Sepúlveda, a Miroslava Rosales quien ya nos abandonó temporalmente para proseguir estudios en México. Lya Ayala, por su parte, nos habla de Jennifer Valiente; actriz, dramaturga, directora de teatro, recientemente premiada en un concurso internacional, y de la obra con la cual ganó. Volvemos en la contraportada a los tatuajes: jocosamente, es la primaveral Venus de Boticelli quien los luce en la interpretación de Luis Portillo.



DE AMOR,

PUESTO ANTES EN

SUJETO INDIGNO Sor Juana Inés de la Cruz

Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cuán grave es la malicia del pecado, cuán violenta la fuerza de un deseo.

viendo mi infame amor poder negarlo; mas luego la razón justa me advierte que sólo me remedia en publicarlo; porque del gran delito de quererte sólo es bastante pena confesarlo.

A mi misma memoria apenas creo la última línea de lo despreciado, el término final de un mal empleo. Yo bien quisiera, cuando llego a verte,

Páginas intemporales

que pudiese caber en mi cuidado

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A

SOR JUANA

INÉS DE

Una irrupción de signos en tu cielo. Y bajo el arrebato de tu vuelo

LA CRUZ

yo, Señora, pequeña y hechizada.

Claudia Lars

En la rosa salvada, en su pureza

II

que sube hasta la luz y en ella habita, I

llamo a tu corazón y te doy cita para hablar de tu blanca fortaleza.

¿Quién soltó de tu pecho la im- paciente

Llevo una mariposa en la cabeza

paloma musical que en fuego sube?

y otra más deslumbrante me visita.

¿En qué silencio de estupor ve- hemente

Mis jardines pequeños, entre- gados

Soy la que nada sabe... la que ¿Quién puso en los cristales de agita la nube su alma y su voz detrás de la la misma luz que cae de tu frente? belleza.

te pude descubrir y te retuve?

Páginas intemporales

al duende, al ángel verde... son ¿Qué flamígero dardo de querube aliados

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marcó el instante con su filo ardiente?

de todo lo que vuela y lo que brilla.

Espacios deslumbrantes, voz ceñida

¡Cómo no darte a ti, -tan voladora,-

a las ígneas raíces de la vida

mi ceniza de rosas y esta hora

en que vuelve a ser rosa la y el ansia de esa voz determinada. semilla!




Michel Tournier Traducción de Leo Arguello (salvadoreño)

E

n principio está el color de la piel. En muchas sociedades reina una puntillosa jerarquía que va desde lo más negro en la base hasta lo más blanco en la cima, pasando por todos los matices de café y de ocre. Así era hace menos de un siglo en Europa, incluso entre los «blancos», ya que el bronceado por efecto del sol era visto como la ignominiosa desgracia de la más modesta clase social, la de los trabajadores rurales. Los tiempos han cambiado y sería interesante saber por qué. A gran costo los citadinos se exponen al sol, contrariando las serias advertencias de los médicos. Andar bronceado, aún en invierno, es de lo más chic en los países nórdicos y al mismo tiempo se entrevé la rehabilitación del negro: Black is beautiful. En todo este tema de la piel el tatuaje ocupa un lugar enigmático y paradójico, ya que el tatuaje occidental, y el de Polinesia, se oponen de manera absoluta y muy instructiva. El saber que una persona que conocemos, o de nuestro entorno, lleva tatuajes en el cuerpo suscita en nuestro moderno Occidente variados sentimientos. Para empezar notemos que entre nosotros la costumbre indica

Tres rasgos más parecen asociarse a ese aspecto secreto y sentimental del tatuaje occidental: revelar orígenes oscuros e incluso abyectos. Te haces tatuar en la marina o en la Legión Extranjera y, sobre todo, en la cárcel, de preferencia en la colonia penal. Hablamos, por supuesto, de la marca del presidiario, grabada con hierro candente. En segundo lugar, el tatuaje se adquiere con sufrimiento. Y en tercer lugar, no se puede borrar. Notemos la extrema coherencia de esas tres características. Incluso podríamos ponerlas en una sola frase: quien haya sufrido en un medio violento guardará por siempre esa huella vergonzosa en su cuerpo. Esa es la tipología del tatuaje occidental. Y también añadiría la enigmática y conmovedora respuesta del actor Michel Simon1 a quien preguntaron sobre el hecho de que estuviera tatuado: Ensayos

TATUAJES

que el tatuaje debe permanecer oculto. No tatuarse ni el rostro ni las manos. El tatuado se muestra como tal solamente cuando quiere, al desnudar su cuerpo. Así, lo que muestra es su intimidad y eso basta para conferir al tatuaje una dimensión casi erótica. Los tatuajes occidentales también evocan aventuras sentimentales privadas: declaraciones de amor o de odio; corazones traspasados por una flecha; venganzas saciadas o no saciadas.

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«Mis amigos también lo están, occidental no hace sufrir a quien un tatuado nunca traiciona». la porta y siempre puede cambiarse por otra. Hay en ella una Parecería que a partir de esta facilidad y una gratuidad que la descripción del tatuaje podríadescalifica. Sin embargo, el sumos intentar descifrar cómo frimiento y lo indeleble del tatuacreemos que, «visto de Occije polinesio están lejos de signidente» , es el fenómeno, en las ficar violencia y marchitez, como islas de Polinesia. en el tatuaje occidental, ello simPara empezar es evidente que el plemente carga de solemnidad tatuaje en Polinesia no tiene nin- incomparable el signo labrado gún aspecto secreto, más bien para siempre en el cuerpo del al contrario, cubre ostensible- iniciado. mente el cuerpo con poca ropa. A este propósito hay que notar la Está hecho para ser visto. Es lo huida bastante cobarde del homcontrario de un estigma. Incluso bre occidental frente a las marpodría decirse que reemplaza cas que contra su voluntad se a la indumentaria, que viste al dibujan en su carne en el transcuerpo polinesio. En ese sentido curso de la vida. Estúpidamente conviene recordar que el vestido quiere seguir joven, fresco, inooccidental sobrepasa ampliacente, bebé, por la eternidad. mente su función utilitaria. Mas la vida labra inexorableCiertamente, nos vestimos para mente su cuerpo y su rostro, y protegernos del frío y de roces ninguna cura, ni cirugía de redañinos, pero nuestra ropa es juvenecimiento le devolverán la también un signo de coquetería (o lisura de antaño. Y tiene razón al de desaliño); de riqueza (o de po- lamentarse de envejecer, si las breza); de cargo, de grado, entre arrugas y los desplomes que lo muchos otros. Nuestra vestimenta afean solo significan decrepitud. es lenguaje pero un lenguaje añaEse horror de envejecer no exisdido al cuerpo, secundario en rete para los polinesios, ya que los lación a su función utilitaria. tatuajes hacen de sus cuerpos y El tatuaje polinesio es también rostros, que al inicio no eran más un lenguaje pero primario, pri- que carne sin sentido, obras de mordial, original. A través del ta- arte propias a inspirar amor. Es tuaje el cuerpo polinesio se vuel- el cuerpo tesoro, el rostro joya. El ve un cuerpo signo. Es grimorio, tatuaje polinesio quiere ser, ante saber, iniciación. Y es aquí cuan- todo, una declaración de amor. do el sufrimiento y lo imborrable Mas ese signo no está desprovistoman un sentido totalmente di- to de sentido, implica una palabra ferente del que tienen en los paí- que tiene que ser armoniosa. Es ses occidentales. La vestimenta un cuerpo poema. Y esa palabra


debe ser también veracidad y fidelidad. Es el cuerpo signatura. Ahí encontramos claramente las palabras de Michel Simon: «un tatuado jamás traiciona», porque él es palabra encarnada, signatura hecha carne. Hace tiempo soñé con cierta interpretación de las primeras palabras de la Biblia que quisiera recordar aquí. Imaginé que antes del pecado original, Adán y Eva no estaban en realidad desnudos sino cubiertos de signos, signos que eran la palabra de Dios. No trabajaban ni envejecían, puesto que su vocación se cumplía en ese resplandor de la verdad divina emitida por su piel, tal como ciertos pájaros cantan espontáneamente la gloria del Creador. Luego vino la ruptura. El pecado rompió el pacto divino, y desde entonces el manto de palabras que cubría a Adán y Eva les fue arrancado, y se encontraron desnudos y avergonzados con su piel blanca e insignificante. Su función cambió y en lugar de proclamar en silencio e inmóviles el Divino Verbo, tuvieron que entregarse a duras labores. Su cuerpo se cubrió de callos y de cicatrices. Es en este sentido que la Polinesia puede ser llamada el Paraíso recobrado.

rEFlEXionEs LOS TATUAJES Michel Tournier Traducción de Leo Arguello (Salvadoreño)

Para empezar está el color de la piel. En muchas sociedades reina una muy puntillosa jerarquía que va desde lo más negro, en la base, hasta lo más blanco en la cima, pasando por todos los matices de café y de ocre. Así era hace menos de un siglo en Europa incluso entre los «blancos», ya que el bronceado por efecto del sol era visto como la ignominiosa desgracia de la más modesta clase social, la de los trabajadores rurales. Los tiempos han cambiado y sería interesante saber por qué. A gran costo los citadinos se exponen al sol, contrariando las serias advertencias de los médicos. Andar bronceado, aún en invierno, es de lo más chic en los países nórdicos y al mismo tiempo se entrevé la rehabilitación del negro: Black is beautiful. (De Celebraciones)

Gran actor francés de cine y teatro (N. del T.). En: Gaspar, Melchor y Balthazar, Gallimard, Folio Nº1415 (N. del A.).

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CONSIDERACIONES SOBRE LA PINTURA Camilo Minero

E

n San Salvador, los pintores de hoy están en el círculo cerrado de la teoría del arte por el arte, no hacen más que seguir a ciegas a los pocos y buenos pintores abstractos nacidos a principios del actual siglo. Max Jacob decía que había que ser gran poeta para ser, sin peligro, un poeta moderno. Lo mismo podría decirse de los pintores. Hay que ser gran pintor para ser, sin peligro, un pintor moderno.

Ensayos

Es lamentable que algunos pintores se hayan amparado en el arte no figurativo como prestidigitación para envolver la mediocridad en los distintos géneros del arte pictórico y hacerse pasar por buenos con solo el hecho de ser pintores abstractos; indudablemente esto se debe a la facilidad de abrir las ventanas de este «ismo», o basados en aquel viejo aforismo cuando el feudalismo imperaba «la sociedad es quien sirve al artista» en vez de «el artista sirve a la sociedad».

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realizarse como creador. Es pues, lo contrario; un pintor «realista-humano» enriquece su arte con la ayuda de los temas humanizados, y fomenta la belleza en el gran público que permanece ávido de saber, comprender y gozar de ese arte que nace de ellos y va hacia ellos, porque convertirlo en cálido mensaje es su destino. El realismo al que me refiero, pese a todo lo extraordinario que se ha hecho ya, no está agotado. Este realismo sigue puro e inmenso y puede transformarse con elementos renovadores sin perder su esencia creativa. Mientras que el formalismo abstraccionista, cada día disminuye los medios pictóricos y naturalmente tendrá que recurrir a elementos u objetos reales como material plástico, verbigracia: en España; Salvador Soria, Tapies, Alfonso Mier, Canogar y otros. Estos pintores con el afán de ser modernos en vez de pinturas emplean costales, hojalatas, cemento, pedazos de láminas, clavos, bisagras, entre otros.

No estamos de acuerdo en que Actualmente se habla tanto de el artista deba permanecer a la arte abstracto como se comentó orilla de las causas sociales para el «cubismo» hace 35 años. El


«cubismo» se extendió mucho e influyó en distintos aspectos como por ejemplo: en el teatro, escenografía, arquitectura, ballet, cocina, mueble y ¡hasta en la música! Sobre el abstraccionismo ya se oyen las siguientes voces: Señor barbero, hágame un corte de pelo a lo abstracto; me tomaré un vaso de agua abstracta; esta noche iré a un restaurant abstracto a comer un

pollo abstracto con amigos pintores abstractos. (Fragmento de una conferencia presentada en el Paraninfo de la Universidad Nacional, encontrada por Óscar Meléndez en la revista LA UNIVERSIDAD de enero-abril de 1971, con el título «Imagen de la pintura actual en Centroamérica y una carta a los pintores jóvenes salvadoreños»).

Camilo minEro Astrid María

Bahamond

N

ace en 1917, en Zacatecoluca, departamento de La Paz, en el seno de una familia humilde. Su padre se dedica a la ebanistería, oficio que influirá en el futuro artista. Otra de sus influencias de infancia la recibe de Antonio Pineda Coto, quien desde niño dibuja y moldea piezas de barro. Su padre intuye la vocación artística de su hijo y lo inscribe en el taller dirigido por Marcelino Carballo, quien fue maestro de

Carlos Alberto Imery, de Pascasio González y de Napoleón Nóchez Avendaño. Las enseñanzas básicas aquí son el dibujo, la pintura y la escultura. Su permanencia bajo la dirección de este maestro es de cuatro años, después de los cuales se traslada con Pineda a San Salvador, e ingresa a la Escuela Nacional de Artes Gráficas, donde se especializa en dibujo, lo cual pone en práctica como escenógrafo en el Teatro Nacional.

Ensayos

(1917-2005)

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En la capital entabla relaciones con los pintores coetáneos Carlos Cañas, Luis Ángel Salinas y Mario Escobar, con quienes funda el grupo Los Independientes. Debido a sus méritos, en 1957 fue promovido con una beca para continuar sus estudios de pintura en México e ingresa al Instituto Politécnico Nacional, donde es discípulo del maestro José Gutiérrez. Refuerza entonces la pintura e ingresa al Taller de Gráfica Popular, donde se impregna de la técnica del grabado.

México fue decisivo en su desarrollo en cuanto a contenido y lenguaje se refiere. Del primero asimila que el mensaje ético, pedagógico y social que el arte debía cumplir en las realidades latinoamericanas, debía ser directo y abierto para coadyuvar a las soluciones de las condiciones precarias propias de los países latinos. Minero, motivado por este compromiso, acude a los temas arqueológicos e indigenistas.


Durante su estancia en México, becado por el gobierno salvadoreño, los murales de Diego Rivera le impresionaron; quería analizarlos, no en su temática social que también le intrigaba, sino en la composición geométrica que desarrolló el maestro Rivera en sus obras. Siempre trató de estudiar su composición en los murales, en libros y en forma objetiva, es decir, en la teoría y en la práctica.

rosados y celestes, guardando sus reservas sobre el amarillo.

Su trabajo fue el trazo de líneas diagonales, como eje de expresión artística. Todos los artistas griegos, renacentistas, manieristas, neoclásicos y muchos más, trazaron líneas geométricas basadas en el equilibrio rítmico del hombre (euritmia), es decir, en las medidas universales, con la variante de que la mayoría de ellos lo ocultaron como trazado, pero están subyacentes en el conjunto.

Al profesor José Gutiérrez, quien fuera su profesor inmediato, le debe el método de utilización de nuevos materiales como el politex. El maestro mexicano era consultado por pintores reconocidos de México, Estados Unidos, Rusia y Francia. Éste le enseña la preparación de soportes y la técnica adecuada a emplear según el soporte.

Camilo Minero dejó esos trazados visibles, a veces llenos y otras en vacíos, como una sensación caleidoscópica, en formas prismáticas o de luces quebradas, en busca de la cuarta dimensión. Como una innovación de su tradicional expresión estética resalta el amarillo, a diferencia de otros pintores que utilizaban los ya tradicionales azules, verdes,

Aplicó los amarillos frenéticos, cálidos; los rojos vivos e irritantes que en él provocaban la furia y la cólera revelante; el blanco quiere decir paz; los anaranjados y los sienas son atenuantes, acordes de los amarillos. Minero mantuvo columnas permanentes en la prensa nacional desde los años sesenta.

En el Taller de Gráfica Popular sigue a los maestros Leopoldo Méndez, Nacho Aguirre, Ángel Bracho, Pablo O’Higgins y Arturo García Bustos, quienes le enseñaron grabado a punta seca, linóleo, xilografía, litografía, agua fuerte, entre otros. Minero se incorpora al Frente Nacional de Artes Plásticas, que agrupa a la mayoría de los escritores y artistas mexicanos, y residentes en el Instituto Politécnico Nacional. Con Salinas —su


compatriota—, Roberto Martínez García y Carlos Sánchez, se dedica a realizar dos murales; uno en la Escuela de Pentecostés (Texcoco) y otro en la Escuela Insurgentes Bravo, ensayando en éstos la técnica del politex.

lebración del primer aniversario de la Revolución Cubana, en La Habana, hecho que determinará su exilio desde julio del mismo año hasta febrero de 1962, debido a la política de obediencia al embargo estadounidense ante la conversión de la isla al sociaA su llegada a la capital mexilismo, una medida propia de la cana expone en la Alameda de Guerra Fría. las Pérgolas; el catálogo de la exposición fue presentado por Camilo Minero se traslada a NiDavid Alfaro Siqueiros. Igual- caragua y viaja por casi tres démente, conoce a Diego Rivera y cadas dentro de programas arJosé Clemente Orozco, pues los tístico-culturales, proyectándose estudiantes del Politécnico esta- por la lucha a favor del desarme ban obligados a ver pintar a los mundial y la paz, visitando Frangrandes maestros del mural. cia, España, Polonia, Finlandia, la Unión Soviética, los países A su regreso al país, en 1960, Bálticos, Mongolia, España y Minero presenta una exposición Checoslovaquia. Si su recorrido en los Talleres de Artes Plásticonlleva un fin político, Camilo cas de la Dirección de Bellas Araprovecha la oportunidad para tes. Esta obra es el resultado de conocer los grandes museos, las sus años de estudio en México, maravillas escultóricas y arquidonde presenta óleos, piroxilina, tectónicas que resumen la larga politex, acuarela, grabados en historia del arte occidental y el madera y litografía, causando arte bizantino de Europa Oriengran admiración por el novedoso tal, intensificando así su acervo lenguaje que trata de implemencultural. En Praga, asiste a un tar con mayor agudeza, aunado taller de grabado. La tradición al empuje ideológico social que acumulada por siglos de expenutrió su estancia en la cultura riencia en las escuelas checas mexicana. definitivamente deja huella en su Se incorpora de inmediato a la evolución formal. Dirección de la Academia de Además de su aporte docente en Bellas Artes, y es nombrado la Universidad de El Salvador, se profesor de dibujo y pintura en le debe la fundación de la Casa el departamento de Artes Plásdel Arte y la organización del Jarticas. En 1961 participa en la ce-


El maestro Minero se desarrolla como crítico y teórico del arte. Íntegro por sus convicciones y acciones ideológicas, lleva una vida intensa cuyas vicisitudes cuentan e hilan los distintos procesos de la historia de El Salvador donde se ven reflejadas muchas circunstancias, y que, en su caso, contiene el significado intrínseco en su desarrollo como artista. Determinantemente claros son los paisajes geográficos y socioculturales por los que se ha visto pasar la vida de uno de los maestros más sólidos y firmes en cuanto a sus convicciones.

Nace en Analco, región donde, para la época de su nacimiento, se encontraba un fuerte núcleo de indígenas; es posible que este arraigo sea una de las causas por las que Minero se identifica con los marginados de su tierra. Zacatecoluca se convierte, al mismo tiempo, en una región clave para el desarrollo del arte nacional. Parte hacia la capital donde conoce a artistas de la talla de Mejía Vides, quien influye en su pensamiento y creación, pues, en parte, existe entre ambos una congruencia temática y social compartida. Su estadía en México y la convivencia dentro del fervor muralista, y sobre todo las enseñanzas académicas recibidas de Siqueiros, Orozco y Rivera, que a su regreso al país implementa como artista y docente, y su concepción ideológica izquierdista, marcan definitivamente la obra de Minero. Conoce casi todo el mundo, y sus tesoros culturales dejan mella en México, Nicaragua y El Salvador. Participa en proyectos nacionales e internacionales. Su experiencia vivencial es realmente envidiable, no solamente

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dín del Arte, iniciativas que tienen como objetivo ser un nexo conductor directo entre el arte y el público, que jamás ha tenido contacto con el quehacer artístico salvadoreño. La primera iniciativa funcionaba como espacio de exposiciones donde se acoge a muchos artistas que no pertenecen al mundo de las galerías comerciales existentes durante los años setenta; la segunda se realizó en las afueras de la Sala Nacional de Exposiciones, ubicada en el parque Cuscatlán, donde se da acogida a artistas jóvenes.

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por sus logros, sino por las duras situaciones que pasó en el exilio, que fueron atenuadas con la acumulación de las conexiones que tuvo con la cultura mundial. Todo esto para resumirlo en una entrega total hacia los más necesitados de su sociedad.

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artista enfatiza evidentemente las fuerzas direccionales, establece la regla de equilibrio, dibuja las líneas divisorias espectrales, y mucho más. Estos fondos abstractos sirven de soporte a figuras humanas que contrastan, por sus contornos circulares, con lo angular que supone ser el Camilo Minero es, ante todo, un soporte compositivo. grabador de factura expresionista. Al tratamiento del color le da En 1996, Camilo Minero es honmuchísimo énfasis en cuanto a la rado con el Premio Nacional de propuesta estructural, más bien Cultura y, en 1998, con la conesto no deja de tener una conno- decoración de Hijo Meritísimo tación esquemática, pues el color de El Salvador, otorgada por la está totalmente supeditado a las Asamblea Legislativa. Muere en soluciones compositivas. la ciudad de San Salvador, el 6 de mayo de 2005. Su planteamiento espacial es tomado de las leyes renacentistas: Otros premios que recibió fuelos artistas, mediante el estudio ron: Acuarelas (1943); el primer profundo de las ciencias exactas lugar en pintura y grabado del y naturales, tratan de adecuar Instituto Politécnico Nacional, éstas a los proyectos plásticos. México, D. F. (1958); Segundo En pintura, por ejemplo —y es certamen anual de Pintura Cigalo que más interesa en el caso rrería Morazán, Premio El Salvade Minero—, preconciben el es- dor (1970); Museo Nacional de pacio utilizando las leyes de la Arte Moderno y La Bienal Amerigeometría: equilibrio, tensión y cana de Grabado, Municipalidad profundidad, son resueltos ma- de Mendoza, Argentina (1978). temáticamente, para luego introducir las imágenes, motivos o temas de la totalidad pictórica.

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Sin embargo, aunque esta preestructura es invisible, nuestro



«CardEdEU» la CaPilla

Solo la naturaleza es inspiradora y verdadera, y puede ser el soporte de la obra humana sin hacerlo arquitectónicamente a manera de paisajismo, que solo muestrean su apariencia, escruta su causa, su forma en desarrollo vital… Charles L´Eplatenier

Astrid María

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Bahamond

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(Construida en 2012, diseñada por la Arq. Eva Hinds)

L

a capilla que la firma EMC Arquitectura diseñó y que fue construida en un terreno con vistas al Lago de Coatepeque, Santa Ana, fue seleccionada por un panel de jueces internacionales, como una de las obras finalistas para competir en el Festival Mundial de Arquitectura. La arquitecta salvadoreña Eva Hinds es su diseñadora y dirigió, conceptualizó y ejecutó arquitectónicamente esta obra de arte.


La capilla concebida para el complejo denominado «Cardedeu» fue elegida dentro de la subcategoría religiosa. Hecho determinante para la historia de la arquitectura nacional y regional a nivel centroamericano. Dentro del Festival Mundial de Arquitectura participan figuras ya consagradas en el arte arquitectónico: Norman Foster y Zaha Hadid. La capilla tiene un altar que da vista al lago. La cruz que se extiende desde el techo y penetra hasta el subsuelo, consiste en el elemento clave, pues sostiene toda la estructura, al carecer de columnata de sostén, ya que las vigas se conectan directamente con dicho elemento. Dicho «purismo», nos hace encontrar el verdadero equilibrio entre los impulsos y las necesidades «interiores» y las presiones y estímulos exteriores. El plano libre, la línea horizontal flotante, el muro plano y abstracto parecen un postcubismo del espacio.

Esta edificación está conceptualizada bajo el sentido de que el mundo natural debía realizarse mediante el orden «espiritual», en el cual la arquitectura debe implementar sutiles resonancias estéticas: simetría, frontalidad y axialidad.

La capilla concebida por tal sublime volumen de espacio contenido y bañado por luz natural, se plantea como modelo de una geometría hierática y estable que la convierten en espacio liberador. Ejes y puntos focales sutilmente colocados evocan un mundo traslúcido.

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Los acabados y materiales se animan con efectos naturales, como los efectos creados por los agentes atmosféricos, llegando a resaltar la cualidad plana y abstracta.

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Este cubo trapezoidal nos deja apreciar una vista al paisaje, abierto y transparente, transmutándonos hacia una atmósfera de ligereza, claridad y espacialidad.

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ce en tercer término; un término capaz de mediar entre la estructura cristalizada y la vegetación del paisaje naturalmente ajardinado situado más lejos. Ante la geometrización de la arquitectuEl talento de Hinds estriba en ra, la naturaleza aparece como realizar un impecable control de creación artística. la proporción, y la utilización de la característica de la transpa- Formas minimalistas y planos rencia y de la sublimación de los transparentes se yuxtaponen al materiales. escarpado espectáculo del Lago de Coatepeque y las colinas del El espacio continuo con cierto Cerro Verde. sentido de la jerarquía diseñado en todo el complejo constructi- El lenguaje contenido será convo es como episodios naturales frontado más allá de los aspecconjugados y contrastados con tos obvios y recurrentes; había muros planos complementados una intención preponderante. con planta libre proyectada hacia Para decirlo en palabras de Ludel paisaje, lo cual nos permite evi- wig Mies van der Rohe «juntar la denciar el paso identificable del naturaleza, el hombre y la arquimundo artificial al mundo natural. tectura en una unidad de orden superior». El contexto ecológico contiene vegetación tropical que apare-


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Un aUtor olVidado: JosÉ JorgE laínEZ Ricardo Lindo

Se ha ido borrando la figura de don José Jorge Laínez. Es un injusto olvido. José Jorge, Laínez nació y murió en San Salvador (1913-1962). Escritor, profesor y periodista, fue jefe de redacción de La Prensa Gráfica por más de una década, desde 1948 hasta su fallecimiento. Con su humor y sus observaciones de la realidad mantuvo varias secciones en el periódico, con diferentes seudónimos. Publicó en vida seis libros: Cuentos De Luna, poemas para niños, 1941 Murales en el sueño, cuentos fantásticos, 1952. Citemos los sugestivos títulos de algunos de estos relatos: La luz de la otra lámpara, El cadáver del viento y El paraguas del diablo. Sendas de sol, prosas poéticas para niños, 1956.

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Francisco eterno, dedicado a Francisco Morazán y la Unión Centroamericana, 1958.

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Póstumamente, el año de su deceso, apareció otra colección de relatos fantásticos suyos, Imágenes a la deriva.


Firmaba estos relatos don José Jorge como Mistery Kuko, juego de palabras que aluden al mistericuco, una variedad de búho de nuestros campos. El héroe de Detectivescas es Tiburcio Telénguez, el Vengador Silencioso. Su modelo es obviamente Sherlock Holmes. Tiburcio Telénguez vive en una mansión misteriosa donde fuma su pipa en la biblioteca, sentada en un mullido sillón frente al escritorio de mármol negro. Es propietario de un carro-helicóptero-submarino-buscaniguas y de una nave superinterestalar. Cuenta el detective con el suero telengánico, que posee variadas propiedades, y con su pistola de ciento trece tiros. Su escenario es planetario y se desplaza de continuo. Todo esto, como comprenderemos, requiere de cierta holgura económica: «El Vengador Silencioso llenó un formulario de cheque por la suma de catorce millones de dólares que necesitaba para sus gastos menudos semanales y lo alargó al nuevo pagador del Banco Chino…»1

El Vengador Silencioso es hombre de mundo, amante de la música: «Tiburcio Telénguez se contempló en el espejo mientras se colocaba una gardenia en el ojal del frac, listo para dirigirse al Teatro de Ópera donde el eminente pianista griego Aniceto Karpiano ofrecería el gran concierto dedicado al Presidente de la República, Gaspar Mesano».2 Como su célebre colega inglés, nuestro detective es un hombre flemático: «El inspector Tuga llamó urgentemente por teléfono al Vengador Silencioso. —Tendrá que esperarse –respondió Tiburcio Telénguez a través del auricular – estoy resolviendo un crucigrama y ya solo me falta una palabra. —¡Al diablo con los crucigramas! –bramó el Jefe de Policía–. Se ha cometido un crimen y usted resulta con pamplinas. —Si ya se cometió ¿por qué quiere que vaya? Yo no he aprendido todavía a resucitar cadáveres».3 Gran «gourmet» y catador de vinos, es muy deferente con sus huéspedes: «EL Vengador Silencioso llenó dos vasos de vino añejo del año 788 antes de J.C.»4 La velocidad del detective es sorprendente: «Los dos jefes de policía, el capitán Pucheros y el cabo Nicolasito Pulga se instalaron en la nave superinterestelar y Tiburcio Telénguez puso en marcha los quinientos noventa y siete motores, después de mover ochocientas cuatro perillas en menos de un minuto.

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E

l olvido al que entró es en parte culpa suya: ni él ni los escritores de su momento dieron importancia a su más importante creación literaria, esas historias humorísticas que bajo el título genérico de detectivescas aparecían domingo a domingo en La Prensa, jamás las recogió en volumen. Sin embargo, releídas a más de cincuenta años de distancia, guardan intacto su frescor, su feroz humor blanco. Se podrá poner en duda mi criterio, pues soy un viejo que fue de niño su lector, pero los he mostrado a jóvenes y coinciden conmigo.

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—Perdonen la tardanza –se excusó–, tengo un mes de no navegar la nave y todo me confundo».5 Tiburcio Telénguez es políglota:

—¡Retire lo dicho! –exclamaron al unísono el cabo Nicolasito Pulga y el capitán Pucheros. —Está bien, retiro lo dicho: ya no tienen el día libre».7

Ensayos

«—¿Entonces no es usted En realidad, los ayudantes de cómplice de Domingo Rita? Telénguez tienen rasgos de ro¿no va a torturarme? manticismo pero no son muy avispados ni muy valientes: —¡Never! –exclamó el Vengador Silencioso».6 «La bellísima dama que guiaba el automóvil que se había dePero no solo maneja el inglés tenido junto al auto de Tiburcio sino toda suerte de lenguas viTelénguez, parados ambos por vas y muertas, la del Egipto de la luz roja del semáforo, sacó la los faraones incluida, y hasta el mano y arrojó un papel que cayó idioma de los caballos. Añadaa los pies del capitán Pucheros, mos todavía que Tiburcio Telénquien iba en el asiento de atrás guez, el Vengador Silencioso, el con el cabo Nicolasito Pulga. más grande detective del mundo es naturalista, médico, conoce- —¡Me ama! –exclamó el capitán dor de piedras preciosas, posee Pucheros besando la misiva que un oído supersensitivo y es hip- despedía un aroma de esencias notista y consumado actor, entre deliciosas. otras cosas. En suma, sus cuaPero el cabo Nicolasito Pulga se lidades sobrepasan las del buen la arrancó de un manotazo y maSherlock y las de todos los super nifestó: héroes norteamericanos, con la diferencia de que aquéllos sus —Es para mí. Cuando la arrojó, autores los toman en serio, mien- me estaba mirando con ojos lletras el Vengador Silencioso es nos de pasión. una parodia de todos juntos. La luz verde del semáforo hizo Junto con él viven sus lugarte- que los autos se pusieran en nientes, el cabo Nicolasito Pulga movimiento, y en tanto, el cabo y el capitán Pucheros, por los Nicolasito Pulga intentaba leer el cuales no siente gran aprecio: billetito amoroso.

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«—Tienen el día libre, par de —Está en chino –dijo–. Debe ser buenos para nada –dijo el Ven- para usted. gador Silencioso.


El capitán Pucheros tampoco pudo descifrarlo y lo iba a tirar por la ventanilla cuando el detective gritó:

El inspector Tuga, Jefe de Policía, y el sargento Mate, su segundo de a bordo, tampoco sienten gran aprecio por el capitán y el cabo:

—¡Idiota! Debe ser algún mensaje misterioso. A ver.

«—No cabe la menor duda –dijo el inspector Tuga– Telénguez, en algún rapto de locura, asesinó a sus ayudantes.

—No está en chino sino en idioma gurulés. Es para mí, y me cita para esta noche en “El Alcazar Pazo”. Al parecer, le ocurre algo horrible.

—No creo que sea locura –opinó el sargento Mate–. Yo le aseguro a usted que yo, sin necesidad de estar loco, hubo veces en que con placer habría asesinado a ese par de idiotas que en paz descansen».9

—No cuente conmigo –se Pero el inspector Tuga y el sarapresuró a decir el capitán Pugento Mate no son mucho más cheros– ese sitio es peligroso. avispados que los ayudantes de —Me niego a acompañarlo a Telénguez. Sus hipótesis fracaese antro tenebroso –indicó el san siempre, siempre el deteccabo Nicolasito Pulga».8 tive resuelve los casos, siempre

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Lo guardó en el bolsillo y detuvo el automóvil. Desdobló el papel y explicó:

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intrincados haciéndolos quedar en ridículo, y siempre sella sus éxitos con una horripilante carcajada victoriosa. Estos personajes ven la luz en diciembre de 1957 y acompañarán a su autor el resto de sus días. Las Detectivescas aparecen en La Prensa Gráfica una página antes de unas crónicas policíacas norteamericanas firmadas por Ruth Reynolds. Si bien las páginas de la señora Reynolds dedicadas a la gloria de los detectives estadounidenses son asépticas, podemos aproximar los títulos. Veamos algunos de la señora Reynolds:

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Un crimen cometido en la mesa de operaciones, El crimen cometido en «la ciudad del pecado», El príncipe de los comerciantes y los ladrones de sepulturas.

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Los temas de los que se vale don José Jorge están próximos a los de las historietas ilustradas que podemos ver en el mismo periódico, Flash Gordon o Mandrake el Mago, pero las superan por su imaginación y su lenguaje truculento que se inspira en los grandes autores de misterio y toca por momentos el surrealismo: el Vengador observa un cadáver y señala que se trata de un asesinato porque la víctima está

cubierta por una sábana amarilla y no morada, y los relojes de arena dan campanadas. No vacila el autor en acudir a salvadoreñismos. Ya vimos el automóvil «buscaniguas», el capitán dice a Tiburcio Telénguez que le cae «como agua de mayo», un científico se presenta como «astrónomo Lote». Los ejemplos pueden multiplicarse. Aquí y allá hay guiños de alta cultura. Alude al pintor ruso Marc Chagall al crear a un personaje secundario, la duquesa Natacha Galles y cuando un pianista pierde un brazo y decide tocar solo con una mano, está aludiendo a los conciertos para la mano izquierda que destacados compositores crearon para Paul Wittgenstein, pianista que perdió un brazo durante la Primera Guerra Mundial. Y aunque hay atisbos previos, es don José Jorge con los cuentos de Mistery Kuko el primer autor salvadoreño de ciencia ficción. Hombre de inagotable ingenio, era también de una actividad incesante. Presidió un tiempo la Asociación Salvadoreña de Periodismo. Fue también prestidigitador y llegó a ser presidente del Colegio de Magia. Don José Jorge escribía directamente a máquina, con una cesta de naranjas a un lado y una cajetilla de cigarrillos al otro. Su hijo úni-


Fue masón y llegó al más alto grado, el 33, pero había tomado sus distancias con la masonería antes de partir. La logia quiso pagar su entierro. Su viuda se negó. Justo antes de fallecer, besó su mano y lanzó el beso al aire y sonrió. Por instrucciones suyas, su hijito y otro chico de su edad que trabajaba en La Prensa asistieron al sepelio en trajes de tiroleses, con sombrero lila con pluma y pantalón a cuadros verdes y rojos. Una numerosa comitiva de gente de todos los estratos sociales acudió a des-

pedirlo. Además de su hijo, le sobreviven el Vengador Silencioso, el capitán Pucheros, el cabo Nicolasito Pulga, el inspector Tuga, el sargento Mate y toda la parafernalia de personajes que los rodeó. Hora es de que vuelvan a escena, para deleite de las nuevas generaciones.

El descubrimiento en el armario que permitió aclarar el misterio. –diciembre 6 de1959.

1

El complot contra el presidente que iba a ser asesinado en el concierto. –julio 26 de 1959.

2

El crimen impenetrable de la condesa que hallaron en sus habitaciones. –9 de febrero de 1952.

3

La horrenda luna de miel del príncipe cuya esposa se transformaba en pájaro (S. F.).

4

Aviso de muerte representado por el círculo negro de cristal (S. F.).

5

La bailarina española a quien su tío no permitía que le llevaran claveles. –24 de abril de 1960.

6

Cito de memoria. No subrayé a tiempo y después busqué en vano la referencia.

7

El hombre cojo de la barba gris cuya presencia en la casa era inexplicable. –15 de mayo de 1960.

8

El horrible crímen descubierto en la residencia del detective. –12 de diciembre de 1959.

9

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co, el Dr. Jorge Laínez, cuya ayuda para abordar al olvidado autor ha sido invaluable, lo recuerda siempre de buen humor. Los fines de semana tomaba el volante y se dirigía con su familia «adonde apuntaba el viento». Almorzaban en un rancho aquí o allá. Por todos lados tenía ahijados. Ya en su lecho de muerte, su hijo le expresó su temor a la muerte. Él sonrió y le dio una respuesta socrática: «esta vida es como un colegio; si uno se porta bien se va a reunir con gente sabia del otro lado».

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CUENTOS


dos CUEntos dE mYstErY

KUKo

José Jorge Laínez

El tenebroso castillo en donde ocurrían sucesos horripilantes

E

l cabo Nicolasito Pulga y el capitán Pucheros estaban parados frente a Tiburcio Telénguez desde hacía veinte minutos, sin pronunciar palabra, después de haberle solicitado permiso para hablarle.

—¿Y bien? –dijo impaciente el detective–. Estoy esperando. ¿Qué es lo que me quieren decir? —Que lo diga el capitán Pucheros –murmuró el cabo Nicolasito Pulga. —Mejor que hable el cabo Nicolasito Pulga –titubeó el capitán Pucheros, rojo como un tomate. —Lo echaremos a la suerte –decidió el Vengador Silencioso–. Aquí está una moneda. Si cae número, hablará el capitán. Si cae corona, le toca al cabo. Arrojó la moneda al aire y al caer al suelo, salió corona. —Está bien –suspiró el cabo Nicolasito Pulga bañado en sudor–. Me toca a mí. Jefe, venimos a presentar nuestra demisión. —Renunciamos –corroboró el capitán Pucheros.

—En efecto –confirmó el cabo Nicolasito Pulga, tranquilo al ver que Telénguez no se disgustaba.

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—¡Perfectamente! –aceptó el detective–. Espero que hayan conseguido un empleo mejor.

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Ensayos

—Seremos los secretarios del señor Marqués Aquiles de Tengo, con veinte mil dólares de sueldo por semana –explicó el capitán Pucheros–. ¡Al fin llegó la hora de nuestra independencia!

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seguirme. ¿Por qué son tres? Espero solamente a dos. —Yo solamente los acompaño –explicó el Vengador Silencioso.

—De ninguna manera –dijo el hombre sacando repentinamen—¡Abajo la esclavitud! –exclamó te una pistola antigua que antes el cabo Nicolasito Pulga. llevaba oculta bajo el capote–. —Arreglen sus maletas –convi- Usted tendrá que venir al castino Telénguez–. Yo mismo los lle- llo. A ver ustedes dos, amárrenvaré en el auto. lo. Es necesario que actúen ya como secretarios del Marqués Aquiles de Tengo. El hombre del capote Los dos hombres vacilaron, pero una mirada terrible del Vengador Silencioso les transmitió la Durante dos horas los tres ocuorden de obedecer. Lo amarrapantes del automóvil no hablaron, amordazaron y cubrieron ron una sola palabra hasta que los ojos, y todos caminaron hasu conductor, Tiburcio Teléncia el viejo castillo, cuya silueta guez, anunció: comenzaba a confundirse con —Están frente al castillo del las sombras de la noche, que Marqués Aquiles de Tengo. So- comenzaba a caer. lamente tendrán que caminar medio kilómetro. Adiós, amigos. En el viejo castillo Visiblemente conmovidos, el cabo Nicolasito Pulga y el capitán Pucheros bajaron las ma- Cuando le fue quitada la venda letas del auto. En aquellos ins- de los ojos, Tiburcio Telénguez tantes, sin que ninguno viera de se encontró en un salón enorme dónde había salido, un hombre donde brillaba la lumbre de una alto, envuelto en un capote ne- chimenea. En un sillón polvoriengro, con un ojo cerrado y el otro to estaba sentado el Marqués desmesuradamente abierto que Aquiles de Tengo contemplándoparecía echar fuego, se adelantó lo a través de su monóculo. hacia ellos y preguntó: —Odio a los intrusos –murmuró —¿Son los nuevos secretarios el viejo con voz sorda–. Seréis de mi amo el Marqués Aquiles ahorcado a la media noche. de Tengo? Tengan la bondad de


—Prepararé el patíbulo –dijo el armaduras y a una señal de su hombre del capote negro. amo, se llevaron hacia la cocina al cabo Nicolasito Pulga y al ca—Mientras tanto –añadió el Marpitán Pucheros que daba gritos qués Aquiles de Tengo–, enviad de horror. a los nuevos secretarios a la cocina y que los frían en aceite.

—¿Cómo? ¿Por qué no lo habéis dicho antes? –gritó el Marqués Aquiles de Tengo levantándose de su polvoriento sillón–. ¿Podrías preparar el plato de sesos en escabeche que sirvieron la última vez en la corte, usando las cabezas de estos dos míseros esclavos?

Preparativos macabros El Vengador Silencioso se puso un gorro de cocinero que encontró en la alacena y pidió tomate, ajos, cebolla y perejil. —Desnúdense –ordenó a los dos infelices–. No puedo condimentarlos con ropa.

El Marqués Aquiles de Tengo, desde la puerta de la cocina se relamía pensando en el banque—En el mundo solo hay un hom- te. Se frotó las manos y se retiró. bre que conoce esa mágica re—Sálvenos jefecito –gimió el ceta –dijo Telénguez. cabo Nicolasito Pulga. —¿Dónde está ese hombre ma—No nos cocine –sollozó el caravilloso? –interrogó el Marqués pitán Pucheros. Aquiles de Tengo ajustándose el monóculo. —¡Silencio! –gruñó el detective metido a cocinero–. Ustedes no —Lo tenéis ante vuestros ojos, son ya mis ayudantes. ¿No remilord –afirmó el detective. cuerdan que renunciaron? —¿Vos? ¿Vos? –gritó el viejo —La marmita está a punto –anunaristócrata con la voz temblorosa ció el hombre del capote negro. de la emoción–. Manos a la obra. —Solamente necesito decir algo Agitó el cordón de la campanilla al señor Marqués –dijo Tiburcio y una nube de polvo se desprenTelénguez–. Cuidadme el fuego dió al moverla. Al sonido, acumientras regreso. dieron cuatro soldados vistiendo

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—Un momento, milord –dijo el detective–, no podéis matarme porque soy el cocinero de Su Majestad.

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Ensayos

Salió de la cocina dejando a sus hombres al hombre del capote que empuñaba el enorme cuchillo de pelar papas. Un reloj de cucú cantó once veces anunciando las once de la noche. Afuera se escuchaba el ruido que hacían los pasos de los soldados que hacían la ronda. En el fuego hervía la marmita.

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—¿Qué es esto? –gimió el capitán Pucheros. —¿Estamos soñando –dijo el cabo Nicolasito Pulga frotándose los ojos.

—No han soñado –explicó el Vengador Silencioso–, pero se han librado de una trampa tenebrosa. Aquí ocurría algo increíble. Ustedes estaban al servicio de un tipo De pronto, ocurrió algo increímuerto hace doscientos años. ble. El hombre del capote que tenía el cuchillo de pelar las pa- —¡Uy, uy huy! –gritó el capitán pas en la mano, se tambaleó y Pucheros. cayó. Su rostro se fue arrugando —¡Ay, ay, ay! –exclamó el cabo y se desprendió la carne hasta Nicolasito Pulga. quedar la calavera. El capote se deshizo sobre su cuerpo y los —Al entrar aquí –explicó el dedos aterrados muchachos pu- tective– me di cuenta de lo que dieron contemplar el esqueleto. ocurría. En el calendario vi la feLa cocina se llenó de telarañas cha: 31 de enero de 1760. Eviy el fuego se apagó. Afuera cesó dentemente al señor Marqués el ruido de los pasos de los sol- Aquiles de Tengo, a quien la hisdados en ronda y un gran silen- toria señala como antropófago cio se extendió por el castillo. y amigo íntimo del Rey Tiburón XX, se le olvidó arrancar las hojas del calendario, de tal manera Peligro conjurado que el tiempo no había transcurrido en el castillo. Al desprender yo las hojas, terminó el atraso y Momentos después entró Telén- se niveló el tiempo en el castillo. guez en la cocina y los llamó. Eso ha sido todo, y ahora, verán Fueron al salón y lo hallaron cu- si vuelven conmigo o se quedan bierto de polvo y más telarañas. en su nuevo empleo. En el viejo sillón, en lugar de Dio media vuelta y salió del lúla figura siniestra del Marqués gubre recinto en el momento en Aquiles de Tengo, había un esque su reloj de puño marcaba queleto con monóculo. las doce en punto de la noche.


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El cabo Nicolasito Pulga y el capitán Pucheros corrieron detrás de su Jefe, quien como lo hacía siempre después de cada hazaña, lanzó al espacio la terrible e infernal carcajada victoriosa, que retumbó en las ruinas del antiquísimo castillo.

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El diabólico enigma de la dama loca y el hombre que se volvía esqueleto

T

iburcio Telénguez observaba de reojo desde hacía mucho rato, al joven que sentado en un banco del parque leía el periódico colocado al revés ante sus ojos. Indudablemente el hombre no estaba leyendo, pensó, a menos que padeciera de algún defecto visual que lo hiciera ver todo cabeza abajo. Se acercó con cuidado y sin hacer ruido, y se sentó junto a él. Observó por encima del periódico y se dio cuenta de que el tipo estaba llorando. Bruscamente el detective le arrancó el diario de las manos y dijo: —Perdone que sea brusco, pero debo saber qué le está sucediendo.

—No me importa el dinero –afirmó el detective–. Si su caso es difícil, para mí será un placer solucionarlo. ¿Puedo saber con quién estoy hablando? —Soy el doctor Alcides Tripo y me sucede algo terrible con mi esposa, desde mi noche de bodas. De eso hace cuatro días y me encuentro desesperado. Creo que está loca. —Hágala ver por un alienista, doctor –aconsejó Telénguez. —Se trata de algo verdaderamente desconcertante. Se pone loca solamente por la noche y después está perfectamente, pero… ¡Silencio! Es ella que viene a buscarme. Misterio complicado

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El joven se limpió los ojos sorprendido y luego exclamó:

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Un automóvil se detuvo frente —Usted no tiene derecho a meal banco donde estaban los dos terse en la vida ajena. hombres y una hermosísima y —Soy detective, caballero –re- joven dama, que guiaba, bajó puso el Vengador Silencioso– y del auto. precisamente mi profesión me —Estaba muy afligida por tu auobliga a meterme en muchas sencia –dijo la dama. cosas. Tiburcio Telénguez, para servir a usted. —Le hacía compañía –intervino el detective–. Soy Tiburcio Telén—¡Cómo! ¿Tiburcio Telénguez? guez a la orden de usted, señora. Pero yo nunca podría pagar los servicios del detective más céle- —¡Oooo! ¡El famoso Vengador bre del mundo –indicó el joven. Silencioso! –murmuró la mujer.


La primera cita Tiburcio Telénguez llamó al capitán Pucheros y al cabo Nicolasito Pulga, y cuando acudieron les dijo:

—Irán a la Jefatura de policía, —Gracias por permitirme leer su para decir al inspector Tuga y al sargento Mate, que permanezcan periódico. Muchas gracias. en las cercanías de la casa 180 Cuando el auto se alejó, el de- del Boulevar Icela a media noche, tective leyó el papel que le dejó y cuando oigan mi señal acudan la señora. «Por favor, espéreme a la casa. aquí mismo. Regresaré dentro de una hora. Me pasa algo horrible. Los dos temibles muchachos se Mercedes Tripo». Luego examinó retiraron inmediatamente a cumel periódico y encontró en uno de plir la orden, y Telénguez se quelos márgenes, escrito a lápiz, el dó paseándose y consultando su siguiente mensaje: «Venga a la reloj. media noche a la casa 180 del Exactamente al transcurrir una Boulevar Icela. Le explicaré todo. hora apareció la señora Merce-Dr. Alcides Tripo». des Tripo en su auto.

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Mientras el joven doctor Alcides Tripo subía al auto después de despedirse de Telénguez, la bella señora deslizó en la mano del detective un papelito, pero antes de que el coche partiera el doctor alargó el diario a Telénguéz y le dijo:

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—Señor detective –dijo casi sollozando–. Debe ayudarme usted. Mi marido es víctima de algo horrendo de lo cual él no se da cuenta. Llevamos cuatro días de casados, pero durante las noches sucede la cosa más horrorosa que se pueda usted imaginar. —Haga el favor de ser más clara –pidió el detective.

de volverme loca. Creo que Alcides Tripo se ha contaminado de alguna de las preparaciones químicas que usa en sus experimentos y usted debe ayudarme. —¿Esto lo sabe alguien más? –preguntó el detective. —Solamente mi prima Ángela Tina, dedicada también a la ciencia médica y que se especializa en enfermedades de los ojos. Ella nos acompaña en el viaje de bodas y se hospeda en la mansión que ha alquilado mi marido en el número 180 del Boulevar Icela.

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—He probado todas las cremas embellecedoras, señor Telénguez –murmuró la señora– y mi piel permanece obscura, pero le juro a usted que no soy negra. Lo que pasa es que me he aso—Vuelva usted con su marido leado mucho. –aconsejó Telénguez–. Pronto le —Me refiero a la claridad de sus avisaré de mis investigaciones. explicaciones, señora.

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—Eso ya es otra cosa. Le diré: mi La segunda cita marido es médico y ha estado haciendo experimentos con cadáveres. Pretende dar vida a muertos —No creo que tenga necesidad cuando ya son esqueletos –relató de ayuda, –dijo Telénguez al insla hermosa y morena señora. pector Tuga y al sargento Mate al —Es una investigación científica llegar al Boulevar Icela. muy seria –comentó el detecti—De todas maneras, aquí esve–, pero no veo nada espantoso. taremos –dijo el inspector Tuga. —Falta que le explique. Por las —Esperaremos a que salga y noches, en el momento en que nos refiera cómo solucionó el hago mis lecturas ya en la cama, caso –indicó el sargento Mate. mi marido, sin saberlo él, se transforma en esqueleto. Tengo El Vengador Silencioso llamó cuatro noches de estar asistien- suavemente a la puerta del núdo a este horror y estoy a punto mero 180 y le abrieron.


—Mi prima está loca –refirió la señorita Ángela Tina–. Supone que el doctor Alcides Tripo se transforma en esqueleto todas las noches. —¿Está la señora en estos momentos en su dormitorio? –preguntó Telénguez.

Visión macabra —¡Me opongo a eso! –gritó la señorita Ángela Tina–. Me parece impropio que un extraño penetre a una alcoba matrimonial. El detective no tomó en cuenta lo dicho y se dirigió a la habitación que supuso era la de los esposos Tripo porque vio luz. Abrió la puerta y se detuvo en el umbral. La señora Mercedes Tripo estaba en la cama leyendo con un par de lentes puestos. Alzó los ojos y fijándolos en la puerta dio un grito espantoso.

—Precisamente –informó el —Noooo… –gimió–. Nooo… hoy doctor Alcides Tripo–. Aunque se ha vuelto más horrible el eses bastante tarde, debe estar le- queleto– y se desmayó. yendo. El detective se dirigió a ella y le —En vez de ser usted el que quitó los lentes. Le dio a oler un entre al dormitorio –decidió el frasco con esencia telengánica y detective– entraré yo.

Ensayos

—Creí que no venía –suspiró el doctor Alcides Tripo–. Esta tarde no pude referirle todo el caso porque, como usted sabe, se presentó mi pobre esposa. Ah, perdone. Había olvidado presentarle a la prima de mi mujer, la señorita Ángela Tina, investigadora científica.

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al tiempo que ella abría los ojos los puso. Los contempló a todos vio a Telénguez y al doctor Alci- y dio un grito de horror. des Tripo a su lado. —¡Todos se han vuelto esquele—Todo ha pasado, señora –ex- tos! –gritó. plicó el Vengador Silencioso. Se los quitó y los arrojó al suelo. Su marido no se transforma en En esos momentos se oyó denesqueleto ni usted está loca. Lo tro de la habitación la diabólica que pasa es que estos anteojos carcajada victoriosa del Vengaque le ha graduado su prima, la dor Silencioso. señorita Ángela Tina, son de Rayos X y al ponérselos usted para leer, miraba el esqueleto de su esposo. Hoy vio el mío y al verlo distinto, se asustó más que de costumbre. —¿Pero por qué me dio lentes con Rayos X mi prima, la señorita Ángela Tina? –preguntó la señora Mercedes Tripo. —Porque ella está enamorada del doctor Alcides Tripo y quería matarla a usted de los sustos, o hacerla loca de verdad, para casarse con el doctor –explicó el detective. Sonaron unos golpes en la puerta de la calle, y cuando abrió el dueño de casa entraron el inspector Tuga y el sargento Mate. —Hemos capturado a esta mujer que salió corriendo de aquí –dijo el inspector Tuga.

Ensayos

—Llévenla presa que es bandida –indicó Telénguez.

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El sargento Mate vio los anteojos que estaban sobre la cama y se



POESÍA


Un poema de Miroslava Rosales y

dEstrUCCiÓn

su traducción al inglés

Y mi madre me dio refugio contra los cuchillos, la pólvora, la lluvia, la cal, por nueve meses en su vientre, pensó en gaviotas para mi corazón, en girasoles, polvo interestelar, clemátides, y me dio de sus ríos, de sus granos de aurora y avena, de su leche, de su calor, de su palabra, fuente de sangre y melodía, y me construyó con sus manos, con su boca, un mundo de silencio y aluminio. Y crecí para darme cuenta de la destrucción,

de que la palabra más certera es la muerte, de que ya no existen los girasoles, mi patio abierto al sol, el ciprés en torno al cual jugaba en las tardes siempre sola, la galaxia que miraba desde mi telescopio cuando niña, y ahora vivo en la niebla invernal de un bosque de fantasmas, en un viaje al centro de los cataclismos, y ya no hay regreso.

Poesía

Ya no hay regreso.

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dEstrUCtion

Traducido al inglés por Dylan Brennan And my mother gave me refuge from knives, gunpowder, rain, quicklime, for nine months in her womb, she thought of seagulls for my heart, of sunflowers, interstellar dust, clematis, and gave me her rivers, her grains of aurora and oats, her milk, her heat, her word, source of blood and melody, and built for me with her hands, with her mouth, a world of silence and aluminium. And I grew up to be aware of destruction,

that the surest word is death, that sunflowers exist no longer, my yard open to the sun, the cypress round which I played always alone in the afternoons, the galaxy that I watched from my telescope as a girl, and now I live in the winter mist of a ghostforest, on a journey to the centre of catastrophes, and now there’s no way back.

Poesía

Now there’s no way back.

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PoEmas dE

JEsÚs

sEPÚlVEda Chileno

200 años

¿Qué es un país? ¿Un recuerdo, una calle sin salida donde juegan los niños a la pelota, la hora de once o una en tarde de verano, un momento el olor del pan tostado y la certeza del hogar? ¿O una tumba donde descansan los padres que dejaron un hueco abierto? ¿Una lápida bajo el cielo de febrero y marzo y junio cuando se sabe la verdad? ¡Oh, gloriosa precariedad de los días de abril! ¡Oh, mes más cruel y mortecino que desencadena la memoria! ¿Qué es un país? ¿Los ojos profundos de una hija que nos ve partir en silencio? ¿El hedor de una esquina a medianoche, Poesía

un almacén

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200 años

o la avenida con sus tiendas de ropa? Hay un tocadiscos de vinilo. Muebles tristes que encienden la oscuridad de un plato de sopa, reflejo fugaz en las ventanas del metro, rostros sorprendidos ante tanta celeridad. ¿Qué es un país? Postal borrosa pasaporte, velador en desuso, amalgama de barrios y poblaciones, alcantarillas ante el ocre del ocaso. El río Lobo donde habitan las ratas de la mugre y los comentarios pícaros de mi padre ya muerto. Fragancia de amigas y bellas amantes en las flores del papel mural de un hotel parejero, cervecerías frente a las plazas que evaporan el día y prenden la luz, autobuses. Al fondo se oyen los pasos apurados de mi madre trabajadora ¿Qué son esos departamentos derrumbados como cajas de fósforos? ¿Y los días en el péndulo de un reloj detenido frente al mar?

Poesía

¿Qué es la muerte?

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Con la bandera no se juega y mostró el puño -dijo.


200 años

Con los emblemas no se jode y sacó un cañón –hizo. Con las llaves cerró el paso y vociferó –se satisfizo. Banda de bandidos y alaracos. Estafetas de uniforme y testaferros. Puercos del infierno y del cielo. ¿Qué hicieron cuando quemaron a esos niños? Se encendieron barricadas. No hubo arrepentidos. Y nadie dijo nada, Pezoa ni el vecino Soto, ni el amigo Astaburuaga. Porque somos eso: un montón de apellidos desparramados desde la cubierta de un barco, aventureros sin timón endebles bajo la noche, desarraigados con barba y mujeres oscuras portando la cruz de la masacre. ¿A qué se vino? ¿A mezclarse o a esclavizar? Fronda épica en octava real. ¿Será acaso la última vez que escriba como compatriota? Déjenme crecer la cara. Rasputín enloquecido Poesía

¿Qué es un país?

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200 años

La madre superiora de un colegio de monjas guarda su rosario bajo la almohada. Se derrite el barquillo de chocolate en la gelatería del centro. Las montañas se deslavan como trozos de plumavit. Jinete solitario en el valle de una acuarela. ¿Qué fue de los bombarderos? ¿Y la plaza con niños donde había una aplanadora, la bicicleta de Wilson, la paquetería, la botica, la feria de los sábados y sus verduleros? ¿Acaso hubo un Nguillatún que nos involucrara a todos? Cai-Cai Vilú, Tren-Tren Vilú. La serpiente de tierra da coletazos en el agua. Y esas viejas arrugadas cargan bolsas pesadas con sus piernas chuecas de gallinas en gallinero. ¿Qué dijo el doctor y la matrona, o la meika del sur que lee la orina? ¿Qué es un país? ¿Y sus doscientos años?

Poesía

¿Qué son?

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200 años

¿Qué se celebra? ¿Acaso la risa impostora que piensa en miles de millones? ¿Las patillas mofletudas de un libertador colorín y rechoncho? ¿El pelo chuzo del ilustre Salas? ¿O la Aurora de un cura que no fue pedófilo por miedo a amar? ¿Dónde quedaron tus arroyos, álamos imponentes, lagos con la forma de cisnes de cuello negro? ¿Qué se hizo la tierra verde? Vergeles que una vez abrazaron la brisa. ¿Qué fue de las pozas azules repletas ahora de basura y plástico? Hubo un país y un hombre culto que creyó en la fuerza de su tono metálico, y una guitarra, una sonrisa, una arpillera escrita con poesía. ¿Qué fue de todo ello? ¿Acaso un bombazo desmoronó el recuerdo? ¿Tan frágil era la melodía? ¿O los hombres de verde que no quisieron ayudar echaron tierra en la última sepultura? No te extraño, viejo amigo, solo te quiero a la distancia.

Poesía

20 de abril de 2010.

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PoEmas

dE

alFonso

FaJardo signiFiCado

Del libro Negro: III Oscuras sucesiones

Dueño de mi acento vuelo por negros follajes

atisbo abismos en la tinta de noche enfundada pintura

Poesía

dE mi

vieja como los cuervos

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que carcomen mis fijas pupilas de aguas crueles sucias percepciones

brotando desde mi ventana de sombras tenues plétora

de tibias oscuridades la sangre de mi pluma

la hija de la muerte mi palabra


mi PalaBra

Ciega con los ojos abiertos

nombra noches palpa piedras

vestidas de misterios por rincones oscuros

camina su enigma yergue su frente

firme entre sombras de puños sólidos

golpeando el sobresalto de agua fecunda

en la página agrietada ennegrecida

por el abismo de la tinta

que grita sangrantes sílabas desde su sed de ultratumba fulgurante saciada con la muerte que me da vida

Poesía

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POETAS DE ORIGEN SALVADOREÑO QUE ESCRIBEN EN INGLÉS, CON SUS TRADUCCIONES AL ESPAÑOL Selección de Miroslava Rosales

Gabriela Poma

Recuerdo que

Cazábamos ratas

me enviaban a jugar

con las hondas de nuestros padres.

en el patio de mi tía,

las oFEnsiVas

en su casa plana y desangelada afuera de Granada, Nicaragua. La Revolución

tan grande como un conejo. La matamos

había producido niñas

y la colocamos sobre un muro de ladrillo

que cantaban canciones de ABBA.

que enmarcaba el patio árido

Chiquitita, dime ¿qué te pasa? El Salvador también

Para Gloria Raskosky y Adriana Gutiérrez

La más preciada era

de la casa afuera de Granada. Entonces los chavalos vinieron, mirando y nos dijeron que no era bonito.

tenía una guerra al lado donde las niñas callaban. Las casas estaban alineadas

Éramos las niñas

y ya encerradas.

que cantaban canciones, las ofensivas.

O tenían paredes de cartón

Nuestros padres mueren,

que se desintegraban

nuestros tíos mueren,

con las lluvias

nuestros hermanos mueren.

que caían y caían,

Los caídos, sabemos

mientras los caídos

se elevan en El Salvador,

se elevaban y se elevaban.

se elevan en Nicaragua. Chiquitita, ¿qué te pasa?

Poesía

Chiquitita, ¿dime por qué?

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Traducción de Kiku Adatto I remember being

We hunted rats

sent out to play

with out fathers’ slingshots.

on the patio

The prized one was

of my aunt’s flat-line house

As big as a rabbit.

outside Granada, Nicaragua.

we killed it

The revolution

and placed it on a brick wall

had produced girls

that framed the arid patio

lip-syncing ABBA songs.

of the house outside Granada.

Chiquitita, tell me what’s wrong?

then the boys came looking and told us it wasn’t pretty.

had a war next door

We were the girls

where girls fell silent.

singing songs,

The houses were flat-line

las ofensivas.

and already gated,

Our fathers die,

Or had cardboard walls

our uncles die,

that disintegrated

our brothers die.

with the rains

The fallen, we know

that fell and fell

they rise in El Salvador

while the fallen

they rise in Nicaragua.

kept rising and rising.

Chiquitita, ¿What happens to you? Chiquitita, tell me what’s wrong?

Poesía

For Gloria Raskosky and Adriana Gutiérrez

El Salvador too

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William Archila

El suelo se agrietó como la pepa rugosa de un durazno, y se partió en dos.

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mUndo ConoCiÓ al País

la dÉCada En QUE El

Poesía

El sol detrás de las montañas se tornó verde-olivo. Para la niña Gloria este era su hogar. Siguió vendiendo grandes cestos de limones, acariciando ese frío y delgado Cristo plateado que albergaba en su delantal. Mientras otros, como Lito y Marvin, jugaban a soldados en las ruinas de la escuela, corrían entre montículos de ladrillos,

disparándole a los pollos y a los cerdos.

Nadie sabe cómo,

temprano en la mañana,

apareció en las pestañas de todos una tenue tela de ceniza, ni cómo llovieron del cielo truchas y caballas palpitando, saltando por las calles. Dicen algunos que la piel de los árboles se sentía como periódicos viejos, secos y amarillentos. Otros creen que la espuma del jabón acumulada en las laderas de los ríos se espesó como la leche.


Un lunes por la mañana cayó una lluvia llevándose consigo el cementerio. A la ciudad llegaron los huesos,

tocaron y tocaron a las puertas.

Las calles se convirtieron en ríos de lodo, esperando la caída de los cuerpos

entre montañas de peces muertos.

En un año, todos clavaron flores en alguna tumba. Esto explica por qué las mujeres pensaban y se movían como lagartijas bajo piedras, por qué los hombres oían abejas zumbando en su cráneo, por qué perdieron los perros el olfato, oliendo entre los escombros para volver a casa. En un par de años a nadie le importó ver a las tortugas dándose de cabeza contra las rocas, a los toros con sus ojos tristes y rotos, a los pericos lanzándose de pico en los arroyos, a la oscura hinchazón del suelo agrietado

o por la noche, el cuchillo

manchando un mantel.

En cambio, la niña Gloria barría el suelo,

Poesía

la escoba lamía sus pies con cada movimiento.

57


Poesía

tHE dECadE tHE CoUntrY BECamE

KnoWn tHroUgHoUt tHE World

En la terminal de buses, Marvin lustraba

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botas militares

a veinticinco centavos el par,

se limitaba a escupir en el betún y en el cuero, balbuceando oraciones fragmentadas. En la noche, contaba las monedas que guardaba en un frasco, luego iba rumbo a casa, acercándose al hueso quebrantado aferrado en la amarillenta quijada del perro.

Traducción de Sonia Ticas The ground cracked like the rough pit of a peach and snapped in two. The sun behind the mountains turned into an olive-green glow. To niña Gloria this was home. She continued to sell her bowl of lemons, rubbing a cold, thin silver Christ pocketed in her apron. Others like Lito and Marvin played soldiers in the ruins of a school,


running around mounds of bricks, shooting chickens and pigs. No one knows exactly how a light film of ash appeared on everyone’s eyelids early in the morning or how trout and mackerel plunged from the sky, twitched, leaped through the streets. Some say the skin of trees felt like old newspaper, dry and yellow. Others believe the soapsuds washed aside in rivers began to rise in their milk. One monday morning, a rain fell and the cemetery washed into the city. Bones began to knock and knock at our doors. Streets became muddy rivers waiting for bodies to drop among piles of dead fish.

PoesĂ­a

In a year, everyone stabbed flowers on a grave.

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This explains why women thought

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KNOWN THROUGHOUT THE WORLD

THE DECADE THE COUNTRY BECAME

Poesía

and moved like lizards under stones, why men heard bees buzzing inside their skulls, why dogs lost their sense of smell sniffing piles of rubble to get back home. In a few years, no one cared about turtles banging their heads against rocks, bulls with their sad, busted eyes, parrots that kept diving into creeks, the dark swelling of the open ground or at night a knife stained the kitchen cloth. Instead, niña Gloria swept the ground, the broom licking her feet at each stroke. At the bus station, Marvin shined military boots, twenty-five cents a pair, reduced his words to a spit, a splutter of broken sentences on shoe polish, leather. In the evenings, he counted coins he’d tossed in a jar, then walked home, one step closer to the cracked bone clenched in the yellow jaw of a dog.


Esto no es destrozo o piedra.

Vení ver «cuantas tortillas te comes» en mi pecho Salvador.

Estoy acabado en la costa más corta.

¿Y has pisado todo tu ser fuera de vos, por mí?

Quiero quemar toda la paja de mi cabeza.

Ser estero. Ser manglares.

Hay mañanas que despierto con sabor a tortilla con leche.

Hay granadas que nadie escucha.

¿Es este el destrozo que imaginaste para mí?

Hay guerra en todos lados.

Quiero raspar tu pelo como el viento me lo pida.

Amasá mis manos sobre las mías.

Chiflá el parche de tierra donde pompeaba agua del pozo para bañarme.

Bajáte a los pollos, chuchos, pericos.

Este fue mi bloque.

El que quiero cortar con lluvia.

Donde quiero sembrar una isla. Barrio Guadalupe, hijueputa nacido y criado cerote ¿qué onda? Lo más bonito de mi barrio era la calma

y un crujido de alas atrapadas en el lodo llamándome que lo repare.

No me digás que no me traje el estero al norte donde no existe. Caminé uptown. Vi a Mrs. Gringa. El riff entre mis dedos susurro en remolinos.

Silencio me congela. Pensé quedarme aquí, le dije. Poesía

PomPEa agUa dEl PoZo

Javier Zamora

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PUmP WatEr From tHE WEll

Poesía

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I don’t understand, me dijo. De mi frente,

la mandíbula de un burro, madreada al lado y alborotada por un fósforo despertando la canción que habla dos mundos.

Tipo corriente aterradora,

tipo viento ruinoso.

Traducción

This is no shatter and stone.

Come skip toes in my chest Salvador.

I’m done been the shortest shore.

And did you love all the self out of you for me?

I want you to torch the thatch above my head.

To be estero. To be mangroves.

There are mornings I wake with taste of tortillas in warmed up milk.

There are pomegranates no one listens to.

Is this the shatter you imagined for me?

Everywhere is war.

I want to scrape your hair as the wind begs.

Hold my hands above mine.

Whistle the patch of dirt I pumped water from to bathe.

Simmer down to chickens, dogs, parakeets.

This was my block.

The one I want to shut off with rain.

Where I want to plant an island.


Barrio Guadalupe, hijueputa born and bread cerote ¿qué onda? The most beautiful part of my barrio was stillness

and a rustling of wings caught in the soil calling me to repair it.

Don’t tell me I didn’t bring the estero up north where there’s none.

I’ve walked uptown. I saw Mrs. Gringa.

The riff between my fingers whispered in whirlpools.

Silence stills me. I thought to stay here, I said.

I don’t understand, she said. From my forehead, the jaw of a donkey, hit on the side and scraped by a lighter to wake the song that speaks two worlds. The kind of terrifying current. The kind of ruinous wind.

Poesía

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ninPHa

o la dEsidia dEl dEsEnCUEntro (C J V ) omentario sobre la obra de teatro de ennifer

Jennifer Valiente, dramaturga y actriz

una voz fuerte femenina. Jennifer cuenta que esa voz la asume en la universidad cuando alguien le comentó que escribía «como ennifer Valiente es para hombre». Y es que Jennifer Casmí una mujer de múlti- tel o Harry Valiente, puede entrar ples facetas. Misteriosa y salir sin problema del diálogo y fascinante. Escribiré de teatro al diálogo del cuento. sobre ella en la intro- Ya les dije, ella es todo. ducción de este comentario, Jennifer también viaja, como si porque para ver a la Ninpha, tesupiera que caminar por calles nemos que ver a la mujer que la nuevas, mirar cielos nuevos le creó. Inicia su trayecto por el teatrae a su obra esa plasticidad tro y para el teatro en la Univerque podemos ver. A Jennifer arsidad Nacional en 1998, pero es tista, la podemos apreciar mecuando funda en 2005, el Taller jor cuando se le deja libre en Inestable de Experimentación las calles nuevas. Su diario de Teatral (TIET), que Jennifer emtrabajo cuenta de las múltiples pieza darle cuerpo a su mundo: aventuras-trabajo, sueños-trabael teatro como actriz, dramaturjo. Siempre avanzando, siempre ga, directora. Ella es todo. Se haciendo desde escenografías, desplaza, salta, recita, gesticula. hasta muñecos en sus talleres. Ella es incansable. Ha formado parte de proyectos teatrales en Jennifer al abarcarlo todo, la bioPayasos sin Fronteras, Teatro Li- logía, por ejemplo, también es bre, teatro Luis Poma, T-Atrio, El madre, sus hijos la acompañan verbo en la ventana, entre mu- en su labor, también son artischos en los que ha sido invitada. tas: músicos y actores. Ha escrito guiones para radio. ¿Premios? Por supuesto, tamJennifer transita hacia un mundo bién los tiene. Todos, les recuercomplejo con su obra, su seudó- do que ella logra abarcarlo: entre nimo Harry Castel nos habla de algunos de ellos les mencionaré ello, escribe cuentos sin parar Juegos Florales de Chalatenany los publica en el Suplemen- go en 1996, con sus Diez cuento Cultural 3000, cada sábado. tos de Adentro; Juegos Florales Castel es una voz masculina en de San Salvador en 1996, con

J

Teatro

Lya Ayala

aliente

65


sus doce relatos, Del más Allá. Ganadora en la VII Bienal de Dramaturgia «La escritura de las diferencias» (Italia-Cuba, 2014). Primer lugar en narrativa. Certamen Francisco Gavidia, Universidad Francisco Gavidia, 1997. Primer lugar en poesía (compartido). Certamen Alfonso Hernández, ASTAC en 1997.

Ninpha los personajes habitan el pasado, inevitablemente, la guerra los retrae al pasado, a lo que pudo ser; pero no fue. A las múltiples posibilidades de un futuro que los marca y los frustra. Parecen hablar solos, los monólogos nos los describen; a Él hondamente cansado y frustrado de la vida; Ella, buscando las razones para sobrevivir a la desidia de Él.

Junto a Ninpha está Santa María de la espera, otra de sus obras, donde la mujer es el cenLos diálogos no permiten el restro. Acompáñenme a conocer a piro, son rápidos, llenos de exesta Ninpha, que como su autopresiones cotidianas, reales. El ra lo abarca todo, lo inunda todo. ambiente de esas conversaciones entre ambos es triste, lóbrego. Además, los silencios, hay COMENTARIO EN TRES ACTOS muchos, los personajes nos hablan con sus silencios. Los personajes nos hablan de sus dolores Él y Ella son los personajes principales de la obra de teatro que Jennifer Valiente nos revela en esta nueva obra suya: Ninpha.

Teatro

He querido iniciar este breve comentario, delineando a un Él y una Ella para que nos trasladen con sus personalidades neuróticas a un diálogo potente y clarificador.

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Y es aquí donde Ninpha atrapa, en el círculo de la conversación desesperada de ambos personajes.Ante todo debo señalar que el ritmo de los diálogos es insinuante, es rápido, donde Él y Ella disponen sus frustraciones, sus sueños no realizados. La contraposición o la yuxtaposición de las dos voces convierten este precioso texto en un deleite para aquellos que gustamos de los diálogos ágiles, agrios, suspicaces.

Él y Ella se expresan sobre la guerra, sobre los recuerdos que La trama hacia el desencuentro ese drama colectivo fermenta El punto central o hilo conductor en la vida de las personas. En de Ninpha son las cigarras, esos


insectos que perseguirán al personaje femenino, durante todo el trayecto de la obra, para brindarle cierto hilo de esperanza que podemos ver a ratos, pero que inevitablemente se diluye. Las cigarras en Él devienen en sangre fría, en desaliento, en desasosiego, en orgullo y cansancio de la vida.

que el teatro es: diálogo, movimiento, gesto.

Es la crisis de los cuarenta o la crisis de no saber asumirse como adulto, escuchamos decir a la voz en una voz secundaria, que escucharemos en el fondo de la trama.

El final de la obra es un diálogo completo sin estructura que separe escenas, el simbolismo se incrementa: papeles, calendarios, maletas. Jennifer no deja nada al azar, conmueve con su tragedia y sus cigarras.

¿Cómo se muestra la trama en Ninpha? Diálogos, sí. Cartas, también, donde la voz de Ella, pícara y misteriosa, le escribe un amigo. Es decir, hay un flasback continuo, que nos refiere a través de las cartas a otra trama que se teje dentro de la trama principal. Ahí, Ella es el sueño, la melancolía, la esperanza y el amor; pero es, ante todo, la verdad. Ella se desnuda en la trama secundaria.

Y luces, en Ninpha el juego de las luces para ambientar los sentimientos, las sensaciones nos acompaña, el juego es completo. Nos envuelve desde todos los ángulos. El desencuentro (epílogo)

Los efectos finales de luz, voz en off, silencios, terminan de cerrar el círculo para los espectadores. Ninpha es la guerra y la posguerra salvadoreña vista por los ojos de una pareja. Es la esperanza y la desesperanza en pugna. Y al vernos, nos vamos a querer hundir en el sonido de las cigarras.

A nuestra dramaturga hacer bailar a sus personajes le es imprescindible, porque es en el movimiento del cuerpo donde se expresa aquello que no logra la palabra. En este sentido, Jennifer Valiente abarca todo aquello

Teatro

Escenario y luces

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SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

MICHEL TOURNIER

Novelista francés nacido en 1924. Es autor entre otras obras (Juana Inés de Asbaje y Ramírez; de Viernes o Los limbos del PaSan Miguel de Nepantla, actual cífico, obra que recibió el Gran México, 1651 - Ciudad de Méxi- Premio de Novela de la Acadeco, id., 1695) Escritora mexicana mia Francesa. Es miembro de la del llamado Siglo de Oro de la li- Academia Goncourt. teratura española, fue Sor Juana una autora barroca influida por Góngora, pero con una valentía y fuerza de reflexión que condujeron, al parecer, a la Santa InquisiActor, traductor y creador de vición a acallar su voz. deos salvadoreño, Leo Argüello posee una larga trayectoria. Fue miembro del emblemático grupo teatral Sol del río. En Canadá, donde reside, continúa haciendo (Carmen Margarita Brannon teatro. A él se deben los subtíVega; Armenia, 1899 - San Sal- tulos en español de numerosas vador, 1974) Poeta salvadoreña, películas en francés una de las voces más sobresalientes de las letras latinoamericanas del siglo XX, Claudia Lars dejó una obra vasta y variada, entre la que sobresalen sus poemarios Dónde llegan los pasos, Pintor, muralista y grabador salvasobre el ángel y el hombre, poe- doreño, nacido en 1917, en Zacasía última. Su Poesía Completa tecoluca, El Salvador, y fallecido fue publicada en dos tomos por en San Salvador, 2005. Becado la antigua CONCULTURA, ac- por el estado salvadoreño, estutual Secretaría de Cultura, a los dió en México con los grandes muralistas: Diego Rivera y David cien años de su fallecimiento. Alfaro Siqueiros. Su obra se haya

LEO ARGÜELLO

CLAUDIA LARS

CAMILO MINERO


dispersa en diversos países de Latinoamérica. Fue miembro de Partido Comunista, lo que le valió años de exilio.

MIROSLAVA ROSALES

Nació en San Salvador, El Salvador, el 14 de diciembre de 1985. Estudia la Maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Guanajuato, México. Es Salvadoreña, Doctora en Histo- integrante de la red de centroaria del Arte por la Universidad mericanistas O ISTMO (Brasil: Carolina de Praga, República Universidad Federal de PernamCheca, es autora de Procesos buco). De igual forma es editora del arte en El Salvador, San Sal- de la revista mexicana Cuadrivio. vador, DPI, 2012 y, juntamente Perteneció al extinto taller literacon Jorge Palomo, del catálogo rio El Perro Muerto. Su trabajo Carlos Cañas Premio Nacional aparece en antologías y revisde Cultura, San Salvador, Se- tas internacionales. Ha publicacretaría de Cultura de la Presi- do fotografías en revistas como dencia, 2012. Ha sido curadora Azahares, de la Universidad de de varias exposiciones de arte y Arkansas-Forth Smith. es autora de numerosos artículos sobre el tema.

ASTRID MARÍA BAHAMOND

DYLAN BRENNAN

JOSÉ JORGE LAÍNEZ

Originario de Dublín y radicado en México. Dylan Brennan es poeta, ensayista e investigador. Sus trabajos han visto la luz en Periodista, profesor y narrador publicaciones internacionales salvadoreño nacido en San Sal- tanto en inglés como en español. vador en 1913 y fallecido en la Su primer poemario, BLOOD misma ciudad en 1962. ORANGES fue finalista del premio Patrick Kavanagh y publicado por The Dreadful Press.


JESÚS SEPÚLVEDA Nació en Santiago de Chile en 1967. Es uno de los más reconocidos poetas latinoamericanos actuales. Ha sido traducido al inglés, francés, italiano y portugués, contando con ediciones en Estados Unidos, Canadá, Italia, Brasil, Chile y Francia. Ha vivido en Holanda y México, donde publicó Escrivania (2003). En 2013 publicó el largo poema filosófico Antiegótico y la compilación de su poesía selecta Poemas de un bárbaro. Ha sido además colaborador de las revistas Green Anarchy, Sur y Sur y La Época de Bolivia y coeditor de la antología de ensayos Rebeldes y terrestres (2008). Fue becario de la Fundación Pablo Neruda y del Fondo del Libro y la Lectura. Es doctor en Lenguas Romances y académico de la Universidad de Oregón. Radica en Eugene, noroeste de Estados Unidos.

Maestre, rama Poesía, 2000, otorgado por la extinta CONCULTURA, hoy Secretaría de Cultura. Ha obtenido los siguientes premios internacionales: LXV Premio Hispanoamericano de Poesía, Juegos Florales de la ciudad de Quetzaltenango, Guatemala, 2002; y Mención de Honor en el Premio Centroamericano de Literatura «Rogelio Sinán», rama poesía, 2005. Libros publicados: Novísima antología (1999), La danza de los días (2001), Los fusibles fosforescentes (2003 Y 2013) y Negro (2014).

GABRIELA POMA Es escritora y académica, hija de padre salvadoreño y madre nicaragüense. Actualmente vive en Cambridge, Massachusetts, con su familia donde estudia el doctorado de Literaturas y Lenguas Romances en la Universidad de Harvard.

ALFONSO FAJARDO KIKU ADATTO Nace el 20 de marzo de 1975. Miembro fundador del taller literario TALEGA en 1993. Tiene más de una docena de premios nacionales y el título de Gran

Enseña en la Universidad de Harvard. Su libro para niños Babayán y la estrella mágica será próximamente publicado por Valparaíso Ediciones.


WILLIAM ARCHILA Autor de The art of exile (Bilingual Review Press, 2009) que ganó el International Latino Book Award in 2010. Ha sido publicado en diversas revistas en inglés.

JAVIER ZAMORA

Nació en La Herradura, La Paz, El Salvador. Emigró a los Estados Unidos cuando tenía nueve años para reunirse con sus padres. Zamora tiene diplomas de UC Berkeley y la Universidad de Nueva York (NYU). Sus poemas aparecen en Narrative, Ploughshares, POETRY, The Kenyon Review y en otras revistas.

LYA AYALA Escritora, periodista y editora salvadoreña. Ejerce la investigación y docencia en la UCA.

RICARDO LINDO Escritor salvadoreño nacido en 1947.


FRANCISCO IVÁN ZAYAS ALVARADO Artista nacido en San Salvador en 1946. Estudios:

CAMILO MINERO

Ver artículo de la Dra. Astrid Bahamond en esta misma revista.

FOTOS DE LA CAPILLA DE «CARDEDEU»

California College of Arts and Crafts, California, Estados Unidos de Norte América, Bachelor De EMC arquitectura, cortesía in Fine Arts. de la Sra. Gabriela Simán. Universidad de El Salvador, Escuela de Arquitectura. Universidad José Matías Delgado, Escuela de Diseño Gráfico. Tiene en su haber varias exposiciones. Su obra formó parte de la exhibición «reVisiones: Encuentros con el arte salvadoreño» del Museo de Arte de El Salvador, 2007. Participación en SUMARTE (Subasta del Museo de Arte de El Salvador) del 2010, al 2015. Sala Nacional de Exposiciones Salarrué «La idea pese al tiempo» Abstracción Contemporánea, 2015.

LUIS PORTILLO

Artista y diseñador gráfico de El Salvador, nacido en San Vicente en 1974. Estudió pintura en la Escuela de Artes Universidad de El Salvador. Sus trabajos han sido expuestos en diferentes galerías del país. Ganó mención de honor en el certamen internacional de acuarela Arte Sennelier, 2012 y 2013.




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