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yacimientos
arqueolรณgicos
TURISMO
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DE LA
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DE
BA DA J O Z
TURISMO
P ROV I N C I A
DE LA
DE
Alange, Termas Romanas
BA DA J O Z
Alburquerque, Risco de San Blas 10
yacimientos
Almendralejo, Huerta Montero 12 Badajoz, Villa Romana de la Cocosa
arqueológicos
San Vicente de Alcántara
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Barbaño, Torreáguila 16 Benquerencia de la Serena, Aljibe Medieval 18
Alburquerque
Campanario, La Mata 20 Casas de Reina, Regina Turdulorum 22
Mérida
Medellín
Fregenal de la Sierra, Nertóbriga 24
La Zarza
Barbaño Badajoz
Magacela Almendralejo
Zalamea de la Serena
Ribera del Fresno
Higuera la Real, Yacimiento de Capote 32 Jerez de los Caballeros, Dolmen del Toriñuelo
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La Zarza, La Calderita 36 Benquerencia de la Serena
La Serena (Comarca), Pinturas Rupestres 38 Magacela, Dolmen 40 42
Medina de las Torres, Contributa Iulia 44 Mérida, Casa del Anfiteatro
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Mérida, Casa del Mitreo 48
Fuente de Cantos
Mérida, Dolmen del Prado de Lácara 50 Mérida, Teatro Romano 52 Casas de Reina Reina
Higuera la Real
Fuente de Cantos, Los Castillejos 30
Medellín, Parque Arqueológico
Medina de las Torres
Fregenal de la Sierra
Comarca de La Serena (Pinturas Rupestres)
Quintana de la Serena
Valverde de Leganés
Jerez de los Caballeros
Fuentes de León, Cuevas 26
Campanario
Alange
Quintana de la Serena, Hijovejo 54 Reina, Alcazaba 56 Ribera del Fresno, Hornachuelos 58
Fuentes de León
San Vicente de Alcántara, Conjunto Megalítico 60 Valverde de Leganés, Conjunto Dolménico 62 Zalamea de la Serena, Cancho Roano 66 Zalamea de la Serena, Cueva del Valle 70 Zalamea de la Serena, Torre de Trajano 72
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Alange Termas Romanas
la enfermedad en el agua y se sometía
La población de Alange se localiza en la parte central de Extremadura, en la provincia de Badajoz, a 18 km. de Mérida, la capital autonómica.
a distintos baños y al vapor de agua. Por ello, la organización del edificio desde el punto de vista funcional
Las termas se encuentran en el interior del municipio, hecho que confiere a la localidad características peculiares que la diferencian con respecto a los pueblos de su entorno.
contemplaba varias habitaciones destinadas a diferentes usos; así, existía el caldarium o sala de agua caliente, sudatio o sala para sudar, tepidarium o sala de agua templada y frigidarium o sala de agua fría.
Las termas de Alange se cuentan entre las consideradas de tipo medicinal. Fueron los romanos los promotores del uso de manantiales con fines terapéuticos y recreativos. El manantial que surte de agua el balneario es de origen profundo y el caudal que desarrolla de 316 litros por minuto. El edificio termal tiene forma rectangular y se compone de dos espacios circulares simétricos, el oriental para los hombres y el occidental para las mujeres cubiertos por cúpula semiesférica y óculo en su zona central. Las características constructivas de estas dos cámaras implican una fecha de construcción anterior al siglo III d. de C.
En la actualidad, las termas romanas de Alange siguen siendo objeto de aprovechamiento y, aunque su primitiva construcción sigue teniendo vigencia en el momento presente, debido a momentos de abandono y numerosas remodelaciones a lo largo de los años, la estructura primitiva ha quedado enmascarada de tal manera que su aspecto interno y la fachada actual debe de diferir mucho de lo que serían sus revestimientos y volúmenes originales. No obstante, el conjunto tiene tal encanto que no sólo es
Los tratamientos terapéuticos que seguían los enfermos en época romana no eran muy diferentes a los que se siguen hoy. Así, el enfermo sumergía todo el cuerpo o la parte afectada por
muy recomendable la visita, sino también el disfrute de las muchas y bien cuidadas instalaciones del complejo termal. 6
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TERMAS DE ALANGE C/. BaĂąos, 58 - Alange 06840 - Badajoz Tel.: 924 365 106 Fax: 924 365 168 balneariodealange@gmail.com www.balneariodealange.com
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alburquerque risco de san blas
a San Vicente de Alcántara, pronto aparecerá una señalización que indica donde hay que girar a la izquierda. Siguiendo un corto camino sobre una pista de cemento se ascenderá al risco, en cuya vertiente Sur se encuentran las estaciones. Son tres los abrigos con pinturas rupestres que aparecen en el Risco de San Blas, siendo el más importante el abrigo nº 1. Este primer abrigo, de más de 7 metros de longitud, se encuentra actualmente vallado y es necesario pedir la llave en la Oficina de Información Turística. Lo más destacado del panel es la presencia de varias figuras antropomorfas,estando algunas de ellas acompañadas de elementos como tocados, objetos portados y ropajes, también aparecen ramiformes (esquematización humana en forma de rama). En el abrigo nº 2 tan sólo se conservantres motivos, un grafema indeterminado y dos antropomorfos ancoriformes (figuras humanas con forma de ancla invertida); mientras que en el abrigo nº 3 se disponentres grafemas indeterminados y tres antropomorfos, dos ancoriformes y un ramiforme, que representa el cuerpo humano como un trazo vertical y varios trazos simulan brazos, como ramas que surgen del tronco. Todas las figuras se realizan con trazo grueso, tinta plana y color rojo. El abrigo de la sierra de la Carava presenta un conjunto de representaciones de gran esquematización, con representaciones geométricas (barras, puntos, un triangulo unido a un óvalo, etc.) y antropomorfas (ancoriformes, ramiformes) y una representación zoomorfa, todos ellos con un trazo rojo vino grueso. En cuanto al grupo de la sierra de Azagala, aparecen dos abrigos, el primero tan sólo conserva una representación antropomorfa, mientras que el segundo contiene tres grupos de figuras donde abundan las representaciones antropomorfas acompañadas de figuras geométricas varias. Hay que destacarla combinación de trazos finos y gruesos con el mismo color rojo vino.
La población de Alburquerque, perteneciente a la provincia de Badajoz, se sitúa en la comarca de San Pedro-Los Baldíos, cercana a la frontera con Portugal, en la estribación más occidental de la Sierra del Puerto, sierra que tiene una orientación Este-Oeste, con una formación lineal, y crestas y farallones rocosos en sus zonas altas aprovechados para asentar el imponente Castillo de Luna. Si bien el origen de la población actual parece medieval, existen evidencias arqueológicas del poblamiento de la zona desde periodos muy anteriores. Son numerosos los yacimientos arqueológicos documentados; del periodo calcolítico se han localizado varios dólmenes, como el del Cabezo de Marruecos y el dolmen de la Santa, varias necrópolis como Pozo Blanco y la Dehesa de Azagala, así como varios altares o santuarios, como Las Calderas o la Sierra de la Carava. Posterior es el poblado de Azagala, que se enmarca en el periodo del Bronce. De época romana se conservan numerosos vestigios, como la villa de Berry, el yacimiento de Tres arroyos, que evidencia una explotación minera y un poblado cercano, el “Castellum” de Benavente, y varias obras de ingeniería como puentes (Puente Caído y Puente de las Arenosas) que en su mayoría presentan refacciones medievales, y un tramo de calzada en el paraje de Benavente. Ya posterior, es la ermita de Santiago o los Santiagos, de época Visigoda, y el Castillo de Azagala, del siglo XIII. Aparecen varios enclaves en los que se han descubierto abrigos con arte rupestre. Estos abrigos se concentran en tres grupos principales situados en la sierra de Azagala, la sierra de la Carava y en el Risco de San Blas. Todo este conjunto rupestre es conocido desde antiguo, los primeros estudios se realizaron en 1933, y su importancia es tal que en 1985 fueron declarados Bien de Interés Cultural. Para acceder al Risco de San Blas, muy cercano al casco urbano, hay que recorrer la carretera en dirección 10
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almendralejo huerta montero
proyectada para que el sol penetre a través del corredor en la cámara el día mas corto del año (durante el solsticio de invierno) puede estar motivada por una ceremonia que se realizara para ofrendar la luz del sol nuevo a sus difuntos.
Considerada una de las sepulturas más singulares de Extremadura, nos ha llegado en un estado de conservación excepcional. Se construyó excavando en el caleño hasta una profundidad de 2 metros, tiene una longitud total de 15,40 metros. Dividida en tres tramos, los 7 primeros metros corresponden a la rampa de acceso, continua con 4 metros de corredor que desembocan en una cámara circular techada con una falsa bóveda, de 4,60 metros de diámetro.
La luz del sol de solsticio de invierno (el dia más corto del año) atraviesa el corredor hasta iluminar la cámara circular provocando un espectáculo emocionante. A través de los paneles interpretativos y el discurso de los guías del monumento, el visitante es informado del perfecto conocimiento que nuestros ancestros poseían de su entorno, utilizando los materiales a su alcance y tecnología rudimentaria de una manera bastante efectiva para construcción de la tumba.
Su antigüedad es de 4650 años (tercer milenio a.C.) según los análisis de C14, se utilizó como enterramiento colectivo (lo habitual en la época) durante unos mil años. En total se entierran 109 individuos, los huesos aparecen fragmentados y revueltos por toda la cámara, pero se pudo detectar cuatro individuos colocado en posición fetal que es como originalmente se depositaban.
Esta necropolis, puede tener varias tumbas, en nuestro caso, conocemos solamente una, por este motivo se ha cedido terreno para investigar si existen más y crear un espacio verde alrededor del monumento.
La tumba no solo es considerada un lugar de enterramiento, también incluye la función de lugar donde residen los antepasados y posiblemente recibieran culto por considerarse mediadores de las peticiones que se realizaban a las divinidades. En este sentido interpretamos que la orientación de la tumba
DIRECCIÓN: Vereda Corona, s/n (polígono industrial Tierra de Barros). INFORMACIÓN Y RESERVAS: OFICINA DE TURISMO DE ALMENDRALEJO. Plaza de la Iglesia, 16. Tfno: 924 666 967. VISITAS GUIADAS. (ENTRADA GRATUITA) 12
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Badajoz
Elementos inmuebles: dos hipocaustos, sistemas de calefacción en el suelo, compuesto por multiples columnas en el subsuelo. Una basílica. Termas, vivienda de los propietarios, viviendas del servicio, peristilo, y una capilla funeraria o martyrium en la zona excavada menos extensa.
Objetos de bronce, fragmentos de estucos que decoraban las termas, cabezas de estuco (pueden observarse en el Museo Arqueológico de Badajoz), Piedras de molino, restos de mármol tallados de fuentes, sepulturas y tapas de mármol de las mismas.
Villa romana la cocosa
Área ocupada desde inicios del S. I d C, que alcanza su máximo de esplendor en el IV d.C., en el que se databan los mosaicos y otras estructuras de adorno que se relaciona con dicho esplendor.
en aquellos tiempos se trató de una de las excavaciones arqueológicas más importantes de España. Localización y área arqueológica: La superficie vallada y delimitada es de 9.400 m2 (área principal de las ruinas) y 1.021 m2 (área de la capilla funeraria o martyrium).
La Basílica se construyó en el S IV d.C. y se mantuvo en uso hasta el VIII d.C.
Materiales y restos descubiertos: La mayoría de restos descubiertos en las ruinas son poco más que las cimentaciones de los edificios y los pavimentos de distintos tipos. En algunos, concretamente en las termas, hay algunas construcciones de más entidad como muros e incluso restos de arcos.
El origen de su nombre tiene dos posibles explicaciones.Una primera relacionada con la posibilidad de haber sido afectada la finca por una plaga de insectos. Algo “cocoso”, según la RAE, es algo afectado por cocos, un gorgojo, un tipo de insecto coleóptero. Una segunda explicación podría ser una relación con un oppidum romano de Aquitania en Francia, llamado Cocquosa o Cocosa.
Restos de capilla sepulcral o mausoleo tetralobulado: En otras zonas dónde se conservan más restos de muros se deduce que se trata de restos más modernos, construidos sobre los antiguos restos.
Historia de las excavaciones: Como normalmente sucede en áreas con restos arqueológicos enterrados, se descubre su presencia a base de aflorar rocas y otros restos al paso de los tractores u otra maquinaria agrícola. Así, se descubrió un importante mosaico (el del Tritón que se encuentra en el palacio de la Diputación Provincial de Badajoz).
Elementos más destacables descubiertos: Mosaico del Tritón: ubicado en el tepidarium de las termas según Serra y Rafols (1952) o en el frigidarium según García Entero (2006) –ubicado en el Palacio provincial de Diputación de Badajoz). Otros mosaicos procedentes del “oecus” en mucho peor estado como el de un équido o un cáprido.
Las excavaciones se hicieron desde el año 1945 y posteriores desde los Servicios Culturales de la Diputación de Badajoz;
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barbaño torreáguila
Situada en las fértiles vegas de la cuenca media del río Guadiana, junto a la Entidad Local de Barbaño (término municipal de Montijo), encontramos la villa romana de Torreáguila. Se trata de un establecimiento rural romano cuyo emplazamiento hay que relacionarlo con el paso de las grandes calzadas romanas que unían Augusta Emerita con Olisipo, es decir, Mérida y Lisboa. Su cronología abarca desde el siglo I d.C. al siglo IX d.C., y los trabajos de excavación se iniciaron a partir de su descubrimiento en 1984, cuando la construcción de una carretera sacó a la luz los primeros restos del edificio.
villa con la construcción al este de una nueva casa más monumental que sigue los patrones de las casas tardorromanas y que centra su producción en el sector vinícola. Tras el estudio de los restos documentados y los asentamientos de alrededor conocemos que partir del siglo VII gran parte del cementerio y el edificio situado al noreste del peristilo se usa como necrópolis durante los siglos posteriores. De la primera fase de esta villa apenas si conocemos datos sobre su estructura, ya que fue destruida para levantar sobre ella las diferentes reformas. Sí es posible documentar, además de algunas cimentaciones, una habitación subterránea cuadrangular forrada con bloques de piedra y suelo de tierra batida que habría servido como bodega o granero.
Es posible diferenciar hasta tres etapas constructivas en las que además de la fisonomía de la propia villa, se iba también modificando la base económica de la misma y en la que se iba adaptando a las necesidades y patrones constructivos del momento. Estas tres fases por las que atraviesa Torreáguila reflejan una primera villa encuadrada en época de Tiberio – Claudio y el siglo II de nuestra era; en la segunda fase se arrasan las primeras construcciones y a principios del siglo II se levanta de nueva planta una villa con dos patios de tipo aúlico y de monumentalidad compleja. Entre esta fecha de construcción y finales del siglo III se acometen varias reformas que van modificando y ampliando el primer edificio, estando su estructura íntimamente ligada a la producción oleícola. Tras un proceso largo de abandono a lo largo del siglo IV se inicia la tercera fase de la
La segunda edificación se llevó a cabo a principios del siglo II, siguiendo para su construcción el esquema de villa de tipo aúlico, con las estancias distribuidas en torno a dos patios. Es de esta fase de la que más restos arquitectónicos hoy se pueden observar, centrándose sobre todo en los dos peristilos, las termas y la zona industrial. Uno de los peristilos alcanza grandes dimensiones, siendo uno de los más monumentales conocidos en la Península Ibérica, y en torno a él se distribuirían las estancias más relevantes de la casa. En el ala noroeste se sitúa una dependencia subterránea que conserva su bóveda y que en primer lugar estuvo destinada a resguardarse de 16
cuatro hornacinas semicirculares y cuatro rectangulares que tendría sus paredes recubiertas por placas de mármol. El conjunto termal de esta fase es de grandes dimensiones, con un hipocaustum en buen estado de conservación en el que aún se observan tres ábsides y los arranques de los arcos de ladrillo que sostenían el pavimento; también un gran salón rectangular con pilastras de granito que conserva en parte el pavimento de opus signinum; una bañera cuadrada realizada con opus signinum, y en el lado Norte el recinto de acceso de forma absidal y cuatro hornacinas, una habitación trapezoidal y otra de planta de herradura con seis hornacinas situadas a ambos lados del acceso y otra habitación de planta de herradura sin acceso aparente. La zona industrial en esta fase se centró en la producción vinícola, localizándose en el mismo lugar que en la anterior etapa.
los calores estivales, cambiando su función progresivamente hasta servir de espacio de almacenaje. En torno al segundo peristilo se distribuirán otras de dependencias, destacando una habitación con hipocaustum (oecus triclinar de invierno) y un atrio tetráctilo. Las termas estaban situadas al norte de la vivienda y en ellas es posible diferenciar un caldarium formado por tres cuerpos con remate absidal, un tepidarium y un laconicum y el frigidarium. Al noroeste del segundo de los patios, separada por un gran muro del área residencial, encontramos la zona industrial de producción oleícola en aquellos momentos, conformada por seis aljibes y otro corrido a partir del cual, mediante polea, se extraía el líquido. Sobre esta villa, hacia el siglo IV, con el resurgir del mundo agrícola y el aumento del dominio rústico, se alza una nueva villa que sigue los patrones de las casas tardorromanas. Esta fase constructiva aparece muy dañada debido a un cambio en el curso del río Guadina, lo cual motivó la destrucción de gran parte de la vivienda. Habrá un único peristilo alrededor del cual se distribuyen las habitaciones más importantes de la casa. Un pequeño patio interior con hornacinas distribuirá el resto de estancias. El suelo del peristilo habría contado con mosaicos, dando a este espacio dos habitaciones significativas de esta etapa: el salón trifoliado, y la sala octogonal, con
Al norte del peristilo se halla uno de los edificios más interesantes en cuanto a su interpretación, habiéndose situado en este lugar la necrópolis en sus últimas fases. Se trata de un edificio con posible función religiosa que consta de un salón de planta cuadrangular rematado por los extremos norte y sur por ábsides contrapuestos, mientras que en el este y oeste aparecen dos cámaras, una trícora y otra octogonal. Junto a este espacio se situaría el que posiblemente debió corresponder a la cabecera de la primitiva iglesia. 17
benquerencia de la serena aljibe medieval
El vaso está parcialmente excavado sobre la roca de pizarra aprovechando una oquedad natural y la existencia de un manantial que hoy se observa en el afloramiento rocoso de la pared.
Es una construcción almohade del siglo XII o comienzos del XIII. El carácter público y utilitario de este tipo de construcciones ha facilitado su conservación. Se trata de un edificio concebido con un carácter meramente funcional, el del almacenamiento y distribución del agua. Su distribución de arquerías, bóvedas y banco perimetral permiten un equilibrio entre las fuerzas interiores y exteriores de la cisterna. Los arcos de medio punto sobre arquerías de pilares o columnas son típicos de estas construcciones funcionales islámicas.
Consta de tres arquerías, de 3,3 y 2 arcos de medio punto, sobre pilares que separan 4 naves con bóvedas de cañón. Los pilares están formados por grandes prismas graníticos de base cuadrada en su mayoría y alguno rectangular como es el caso de una estela romana reutilizada. Los arcos que arrancan de los pilares son de ladrillo.
El interior se presenta enlucido y bien conservado en su mayoría mostrando una mancha continuada a más de 3m de altura que refleja la cota máxima alcanzada por el agua.
En su terraza se conservan dos bocas de granito, oculto bajo el cemento de las tapas de saneamiento, habiéndose perdido los vasosque apoyarían en aquellas. El granito está muy rodado por el roce de las sogas para sacar agua, hay que tener cuenta su utilización hasta este siglo desde que fue construido en la Edad Media. El resto de la bóveda es de ladrillo, con piedra en la clave y cubierta por una lechada de cal impermeabilizadora.
Se observan marcas hendidas en el enlucido para agarrar mejor un revestimiento hidráulico posiblemente rojo, hoy perdido o aún no apreciable por la falta de luz. La sillería de granito también está enlucida. La altura máxima de la bóveda: 4,25m de luz en el brocal norte y 4,45 m. de luz en el sur. Las arcadas que separan las cuatro naves se adaptan a la pendiente de la ladera transversalmente, yendo de los 2,50m de altura en la superior a los 3,20m de la inferior.
La gente de mayor edad recuerda brocales de ladrillo retirados a finales de los años 80. Los brocales tenían la doble función de extracción y captación del agua de la lluvia. La captación se complementaba con la existencia de dos sumideros en las otras dos bóvedas.Son rectangulares y al igual que los brocales tienen fábrica con engatillados de granito. Su tamaño es de 0,50 x 0,40 m. el de la bóveda oeste y 0,40 x 0,30 m. el de la bóveda este.
El andén de mampostería recorre casi todo el perímetro del aljibe a una altura que ronda los 0,70 m. Su función es doble, a modo de estribo contrarresta las presiones exteriores y por otro lado permite la movilidad interior facilitando las labores de limpieza. 18
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campanario la mata
En el término municipal de Campanario (Badajoz), a dieciocho kilómetros en linea recta del santuario de Cancho Roano, se encuentra el yacimiento arqueológico conocido como Edificio protohistórico de la Mata. Construido hace unos dos mil quinientos es, por tanto, contemporáneo del citado santuario, presentando, según los estudios de diversos investigadores, muchas similitudes entre ambos...
a la realización de las labores de transformación de los productos. Así, durante las excavaciones, se encontraron numerosos molinos e incluso un lagar. Además, esta casa de campo no alcanzaría la monumentalidad que si tuvo en sus últimas fases el santuario tartésico. El final de ambos tampoco sería el mismo. Mientras que Cancho Roano fue abandonado y ocultado a propósito, la Mata pudo ser objeto de algún ataque y de un posterior expolio, que explicaría la diferencia de piezas de prestigio encontradas en ambos yacimientos, según explica Javier Jimenez Ávila en el completo artículo “La construcción del poder en el mundo post-orientalizante”.
Así, los dos yacimientos tienen en común su aparente aislamiento geográfico, la orientación este, su cronología, sus dimensiones y planta cuadrada o los fosos que rodean sus murallas. Esto, unido al carácter aristocrático de las construcciones e incluso su posición como centro de poder ante la población autóctona son razones más que suficientes para pensar en que hubo una fuerte relación entre la Mata y Cancho Roano...
Pero ¿quien eran estos hombres que hace 2500 años habitaron y construyeron este edificio en medio de la enorme extensión boscosa tan diferente del paisaje de pastos y estepas, sin apenas arboleda, que hoy podemos ver cuando recorremos la comarca de la Serena? Probablemente habría que hablar de una aristocracia procedente de las costas del sur, de ascendencia tartesia y muy influenciados por griegos y fenicios, que se extendió hace 2500 años por parte del suroeste de la península, protagonizando un fenómeno o unidad cultural. Este fenómeno, desconocido hasta hace pocas décadas y definido en 1978 por M. Almagro-Gorbea como “cultura post-orientalizante”, se extinguió tan misteriosamente como apareció, dejándonos, eso si, importantes muestras de su arquitectura, de su arte y de su modo de vida...
La función de la Mata estaría, sin embargo, más orientada al aprovechamiento agrícola, ganadero, forestal y cinegético, mientras que Cancho Roano tendría vocación religiosa y comercial. La Mata sería, por tanto, una hacienda o casa de campo señorial, aunque construida probablemente sobre algún antiguo símbolo religioso como alguna estela de guerrero o algún enterramiento. Este edificio, situado al contrario que Cancho Roano, sobre una pequeña elevación natural, tuvo diferentes fases constructivas aunque finalmente tendría el aspecto de una fortaleza de dos plantas rodeada de una muralla y un foso. En el interior, además de la correspondiente zona residencial, habría otras dedicadas a almacén y 20
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casas
de
reina
regina turdulorum
Situada a 1 km. de Casas de Reina, localidad del Sureste de la provincia de Badajoz, en la Campiña Sur, se encuentran los restos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Regina Turdulorum, ciudad cuya fundación tuvo lugar en el siglo I d.C. y alcanzó plenos derechos en el organigrama político romano ya en época Flavia. El acceso se realiza por un camino adecuadamente señalizado, desde Casas de Reina, o bien desde la carretera que une Llerena con Fuente del Arco. De esta situación de igualdad con respecto a otros municipios fundados por Roma en territorio peninsular, se desprende la existencia de una infraestructura urbanística completa, de ahí que en la ciudad romana de Regina se encuentre un entramado en el que no faltan el Foro, las calles con sus respectivas cloacas, las tabernae, así como un magnífico edificio de espectáculos, habitual en las ciudades del Imperio, como es el teatro. La creación de una ciudad como ésta en pleno territorio de la Baetica Turdulorum está condicionada por una serie de aspectos determinantes, como son la magnífica situación que ofrece el entorno, la riqueza de los suelos, que permite un amplio desarrollo de prácticas económicas como la agricultura y la ganadería, y la existencia de minas en los alrededores. Las sucesivas campañas de excavación llevadas a cabo desde finales de los años 70 en Regina han permitido conocer de forma bastante completa amplias zonas de la ciudad. El Foro está ubicado en el sector más elevado y, por tanto, de mayor visión de la loma en la que se encuentra la ciudad. Su excavación ha facilitado el conocimiento de cómo se estructuraba buena parte de la trama urbana de calles en la zona principal del municipio. Se observa una retícula ortogonal perfectamente estructurada en torno a varias insulae (manzanas),
flanqueadas por las calles principales, el Kardo y el Decumano. El Kardo, al menos en la zona del foro, se encontraba flanqueado de pórticos, solución urbanística imprescindible en un paraje tan castigado por el sol. Situado en uno de las prolongaciones del Kardo máximo de la ciudad, se encuentra una de las estructuras constructivas más importantes de la ciudad de Regina Turdulorum conservadas: el teatro. Su excavación se inicia en el año 1978 y es un claro ejemplo de la arquitectura hispano-romana de la segunda mitad del siglo I d.C. Al igual que otros muchos edificios de esta índole repite un esquema básico, es decir, un graderío de planta oval denominado cavea, para cuya construcción se aprovecha la topografía en ligera pendiente del lugar, con espacio para albergar un aforo que se situaba en este caso entre los 1.000 y 1.200 espectadores. El acceso del público a estas gradas se realizaba mediante los vomitoria, accesos abiertos en el graderío. En la parte central y baja, frente al graderío, existe un espacio también semicircular pero bastante más reducido denominado orchestra, era el espacio reservado para el coro, estaba pavimentado mediante losas de piedra caliza. Los espectadores accedían mediante pasillos o puertas (aditus) situadas en los laterales cubiertas por bóvedas de medio cañón. Sobre un potente zócalo se dispone la escena (scaena) que, a diferencia de los tea-tros griegos, está cerrada por detrás mediante un frente escénico o scaenae frons, que parece haber sufrido una reforma posterior ya en época severiana. En su día este frente estaría profusamente decorado mediante diversos motivos como columnas, cornisas, etc. de las cuales se han exhumado numerosos restos en las diferentes campañas de excavación llevadas a cabo. 22
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De estas últimas intervenciones son de destacar, por su monumentalidad y trascendencia arqueológica, los hallazgos relacionados con los restos de un gran edificio dotado de un podio de más de tres metros de altura que sostenía dos templos gemelos de modulación canónica, datables alrededor de finales del siglo I aC.
etc. En definitiva, todas una batería de dependencias necesarias para el normal desarrollo de la vida en este municipio romano de la Bética.
fregenal de la sierra nertóbriga
La Sierra del Coto, lugar donde se encuentran los restos arqueológicos de Nertóbriga (declarado Bien de Interés Cultural el 14 de mayo de 2013) se ubica en el Suroeste de la provincia de Badajoz. La zona se sitúa en las estribaciones septentrionales de Sierra Morena. El término municipal en el que se localiza la antigua ciudad romana de Nertobriga Concordia Iulia es el de Fregenal de la Sierra (Badajoz), muy próximo a la vecina provincia de Huelva.
Aunque con dificultades de identificación, todo apunta a que la primera ocupación del lugar se remonta a tiempos prerromanos. La existencia de una población asentada sobre el Cerro del Coto anterior a la llegada de los romanos ha sido siempre deducida del mismo nombre de la ciudad y de su sufijo en -briga. la Baeturia Céltica, comarca lusitana en el suroeste extremeño, limítrofe con el mundo turdetano y posteriormente incorporada por Roma a su provincia Bética.
Los primeros trabajos arqueológicos en el yacimiento se remontan al último cuarto del siglo XIX. Ya en el siglo XX, en 1987, se efectuaron unos sondeos arqueológicos de mayor interés.
Nertóbriga alcanzó el estatus jurídico de municipium, lo que se llevó a efecto bajo la férula de César. El grueso de las entidades de población que acompañan a Nertóbriga en el pasaje pliniano recibirá la organización romana en época Flavia.
Se centraron en la zona alta, en la cima de la Sierra del Coto, donde se pudieron documentar unos poderosos muros de opus caementicium y opus incertum, de excelente factura, que hablan de la existencia en aquel lugar de un edificio público, tal vez el capitolio de la ciudad o cualquier otra edificación templar. Del mismo modo, un sondeo arqueológico en la zona de la muralla reveló igualmente su importancia. Tras una lapso de varios años en el avance de las investigaciones en la Sierra del Coto, entre los años 2010 y 2011, dentro del marco de actuaciones del taller de recualificación profesional “Nertóbriga” (Fases I y II), impulsado por la Dirección General de Formación para el empleo, el SEXPE y la Dirección General de Patrimonio Cultural, se retoman los trabajos de excavación arqueológica en el yacimiento bajo unos criterios científicos modernos bajo la dirección de los arqueólogos Luis Berrocal (UAM), José Luis de la Barrera (MNAR) y Rafael Caso.
De igual modo, las últimas campañas de excavaciones llevadas a cabo en distintas áreas de la ciudad confirman la dilatada secuencia de ocupación del sitio, prolongándose hasta bien entrada la Edad Media. La maqbara (necrópolis islámica) parcialmente excavada en una de las laderas del cerro, ofrece un testimonio innegable del paso de poblaciones islámicas por la antigua Nertóbriga. Parece probable que la última presencia estable de una comunidad sobre el Cerro del Coto se feche en el siglo XII, correspondiéndose con la ocupación almohade, que a la postre fue conquistada por los caballeros de la Orden del Temple. Solo una ermita cristiana, dedicada a San Frutos, quedará aislada y con culto hasta mediados del siglo XVII.
Por tanto: la importancia histórica de Nertobriga Concordia Iulia, tal y como nos han transmitido las fuentes clásicas, tiene su correlato en los vestigios arqueológicos que se conservan, ya en instituciones museísticas de la Comunidad Autónoma, del resto del país, incluso de fuera de nuestras fronteras, y constituyen documentos de primer orden para el estudio de las distintas facetas de la cultura antigua, desde tiempos prerromanos hasta la época Moderna.
Sobre el cerro amesetado, de extensión cercana a las cinco hectáreas, debió de asentarse un importante castro amurallado, cuyas defensas serían sustituidas por las de época romana que se observan en la actualidad en un envidiable estado de conservación. Los sondeos realizados no revelan por el momento restos arquitectónicos prerromanos, y sólo la aparición de fragmentos cerámicos extramuros en varias zonas permite atestiguar de manera fehaciente la existencia de ocupación prerromana en el yacimiento. Por el contrario, las huellas de la ocupación romana son de lo más expresivas y revelan, bien a las claras, el potencial que el yacimiento atesora: monumentales defensas con lienzos de murallas, abundantes restos de cisternas y otros depósitos de agua diseminados por el recinto, evidencias de grandes edificios públicos y de carácter cultual, 24
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Fuentes de León cuevas de fuentes de león
La Cueva de los Postes, así como el resto de las grutas, a excepción de la Cueva del Agua, son concavidades pequeñas, con salas de hasta 40 metros cuadrados, de escasa altura, aunque en algunas, las excavaciones llevadas a cabo han permitido rebajar los niveles del suelo, ampliando las dimensiones. Fue en el año 2001 cuando un grupo de geólogos descubre en ella restos óseos junto a diversos restos arqueológicos; hallazgo que originaría el comienzo de las excavaciones por un equipo de expertos, dirigidos por el arqueólogo Hipólito Collado. Los materiales extraídos son estudiados en diversos laboratorios para su posterior traslado al Museo Arqueológico de Badajoz.
La Cueva de Los Postes, El Caballo, Masero, Lamparilla y la Cueva del Agua son los nombres de las cinco grutas que conforman el Monumento Natural “Cuevas Fuentes de León”, así como las 1.020 hectáreas del entorno que las acoge. En la actualidad, el conjunto se encuentra en fase de acondicionamiento. Se están habilitando los senderos que comunican los accesos a las grutas, adecuando las galerías para facilitar su recorrido, así como el sistema de iluminación interior y otros elementos para que en pocos meses se pueda disfrutar de uno de los complejos geológicos, incluido su componente arqueológico, más importante de Extremadura. Actualmente recibe la visita diaria de 45 ó 60 personas, con preferencia a grupos escolares, para los que se está habilitando una zona de recreo junto al Centro de Interpretación.
En un primer nivel aparecieron restos romanos, como terracotas intactas, monedas y lucernas. Aquellos antiguos colonos utilizaban la cavidad como lugar de culto. Hasta este santuario se desplazaban, para hacer sus ofrendas, desde un poblado que se halla a unos tres o cuatro kilómetros, remontando la ribera de un río próximo, y en el que todavía son visibles las columnas y capiteles de la antigua capiteles de la antigua villa romana.
La primera de las grutas que se nos descubre, de las cinco que constituyen este conjunto kárstico, es la Cueva de los Postes, así denominada por las concreciones cristalizadas en forma de columna que franquean el pasadizo principal de la gruta. La temperatura interior, como en el resto de las cuevas, durante todo el año, es de 16 y 18 grados. La boca de entrada antes de su acondicionamiento era un hueco de apenas 60 centímetros de diámetro, por el que había que penetrar arrastrándose. Tal vez por ser la más conocida, también es la que ha sufrido mayor deterioro geológico, sin duda por el desconocimiento de muchos de sus visitantes, aunque sigue conservando su atractivo geológico con importantes formaciones cristalinas de carbonato cálcico.
Vestigios de esta ocupación también aparecen en la Cueva del Caballo y en la Cueva del Agua. Sondeos posteriores en niveles inferiores descubren restos neolíticos, tanto de carácter óseo, como lítico. Era un cementerio secundario. Aquellos hombres dejaban a sus difuntos en el exterior de la cueva, en un pudridero, y luego eran depositados en su interior con su ajuar funerario. Hachas de piedra, cuchillos de sílex, puntas de flecha y otros elemen26
Los rastros de flora y fauna están aportando importantes datos a los investigadores: las semillas y pólenes encontrados en la cueva revelan que la vegetación existente en aquel periodo, no tenía nada que ver con el ecosistema actual de este territorio, apareciendo trazas de especies vegetales que son propias de zonas muy frías, como la sierra de Cazorla o los Pirineos. En el caso de los restos humanos más antiguos, datados en unos 9500 a.C. señalan que sus formas de vida eran más propias del Paleolítico, sobreviviendo con la caza y la pesca exclusivamente. De este tiempo se ha hallado un cráneo trepanado. Las deformidades encontradas en la superficie ósea revelaron que aquel individuo usó, o fue obligado a soportar, una especie de correaje fijado a la cabeza, sufriendo la trepanación de su cráneo hasta tres veces en vida, tal vez para curar alguna dolencia, dejando, según sus creencias, que el causante de ese mal saliera por el orificio practicado.
tos han aparecido disgregados junto a los fragmentos óseos. Los materiales más modernos hallados de este periodo datan del 3000 ó 3500 a.C., y los más pretéritos se alejan al 9300 a.C. rayando el Paleolítico. Aunque los trabajos de excavación todavía no han concluido y por la evidencia de materiales existentes, es posible que se prorroguen durante años. En la observación del yacimiento es posible descubrir a simple vista restos cerámicos, incluso una vasija invertida soldada con el carbonato cálcico, como base de una estalagmita; fragmentos de una costilla, un fémur o una tibia humana, y el brillo de pequeñas piezas dentales incrustadas en el ocre de los sedimentos. En total ya han sido desenterrados los restos óseos de 86 individuos. Las aberturas por los que hoy se accede a las cuevas no eran las utilizadas por aquellos hombres. Éstas han sido originadas por movimientos de tierra, erosiones o alteraciones naturales; y tampoco se conoce las dimensiones reales del conjunto cavernario. A medida que se realizan las extracciones de material, así como el desescombro de rocas, van surgiendo nuevas salas y tal vez en algún momento se descubra la entrada que utilizaran aquellos hombres. No faltan vestigios animales. Y todo en un estado de conservación óptimo, gracias a la estanqueidad ambiental de la cueva que se han mantenido inalterable durante milenios. El visitante no puede desligar la observación de las llamativas formaciones geológicas, de la sugerente contemplación de los restos arqueológicos. Lo geológico y lo arqueológico se funden en importancia.
Los materiales hallados son enviados a diferentes universidades españolas para su análisis y catalogación, entre otras, a la universidad de Granada, a la universidad Complutense de Madrid y a la Universidad del País Vasco. Algunos restos óseos también se estudian en laboratorios de Portugal. El cráneo trepanado fue analizado por especialistas australianos. Subiendo por un pequeño sendero allanado con placas de pizarra, atravesando una antigua era, accedemos a la Cueva del Caballo, así denominada por una formación rocosa que desde la antesala subterránea semeja una cabeza equina. Los dos guías que nos acompañan, que también realizan labores de vigilancia forestal, llevan años buscando esos rasgos de similitud, que alguien vio hace años. Para algunos visitantes la cabeza de caballo parece un león o un oso. Con imaginación, otros ven incluso una mujer tumbada.
Las investigaciones de los restos humanos hallados nos hablan de una comunidad neolítica cuyas condiciones de vida eran extremas. Los estudios óseos describen a niños muertos prematuramente, y a adultos que no superaban los 35 años, que era la edad estimada de supervivencia. En algunos huesos aparecen trazas de canibalismo, con raspaduras, fracturas y señales de haber sido cocinados. Después de consumir los animales domésticos, las semillas, los restos vegetales y la escasa caza las familias ofrecían a la comunidad sus componentes más débiles, niños y ancianos. El desgaste de los molares hallados en los individuos más viejos, también indica que morían por desnutrición.
En esta cueva se pueden apreciar diversas formaciones geológicas, como agrupaciones estalactíticas, columnas, velos, banderolas o coladas. Además existe un altar o púlpito romano donde se han hallado lucernas y terracotas. Nuestros guías nos indican que todavía existen niveles arqueológicos por excavar, por lo que en ella se auguran nuevos descubrimientos. 27
No muy lejos, encontramos la entrada a la Cueva Masero, también llamada “Bonita”. Fue descubierta en el año 2001, aunque los vecinos de Fuentes de León ya tenían constancia de su existencia y había sido explorada con anterioridad. Es la más profunda del conjunto, con 68 metros de longitud. Los sondeos realizados indican que posiblemente se comunique con la Cueva del Caballo. La Cueva Masero es la única que no posee trazas arqueológicas, pero sobresale de las anteriores por sus formaciones geológicas. Tras sufrir diferentes desprendimientos de roca, originados por movimientos sísmicos y sobre los que se han lignificado nuevas formas cristalinas, quedaron aisladas siete salas. En breve, el trabajo de desescombro y acondicionamiento permitirá la visita de tres de estas galerías, cuyo decorado geológico es diferente entre sí, con importantes concentraciones de espeleotemas, especialmente conjuntos de estalactitas y estalagmitas, velos, banderolas, coladas, excéntricas… En palabras de uno de los guías, “lo que actualmente podemos ver es sólo un aperitivo de lo que hay”.
La Cueva del Agua, la más grande del conjunto de cuevas, es un espléndido templo kárstico ocupado por un lago de 60 metros de longitud, con una profundidad de 30 metros y una altura de 18 a 20 metros, que converge, a través de un estrecho corredor de 12 metros, en una bóveda mayor, también inundada por agua, pero no abierta al visitante, ya que lo habita una importante colonia de murciélagos declarada de Interés Comunitario. El murciélago de herradura, el ratonero, el de cueva y el común son algunos de los 2.000 animales registrados. La luz de las linternas y la que se filtra desde una abertura superior, desde donde la hojarasca cae empujada por las corrientes de aire, apenas deja contemplar las formaciones geológicas y los reflejos del agua. No se puede interrumpir el apacible sueño de la colonia que durante la estación más fría se traslada a la zona más profunda de la gruta. Esta cueva se visita de abril a noviembre, permaneciendo cerrada el resto del año para favorecer su ciclo reproductivo y la hibernación. La Cueva del Agua tiene otras cuatro salas secas. A la entrada de la cueva se ha construido una pequeña plataforma o mirador, para apreciar las estructuras geológicas y el lago, cuyas aguas son tan límpidas y quietas que los ojos no pueden distinguir las rocas y formaciones sumergidas de las que penden de los abovedados techos. Esta plataforma realizada con pizarra, además cubre y protege restos arqueológicos de distintos periodos, reservados para futuros estudios.
La Cueva del Agua se encuentra a 800 metros de las grutas ya descritas, atravesando el cauce seco y pedregoso de un arroyo. Esta aridez contrasta con el verdor que rodea la entrada a esta espléndida gruta, abierta en la ladera de un monte donde las encinas y la coscoja rivalizan con una vieja higuera asilvestrada cuyas extendidas ramas llenan de penumbra y sombras el apacible entorno. Su grueso tronco saneado de chupones crece en el muro de un aparente cenador circular, que antiguamente ocupaba una noria con la que los antiguos pobladores extraían el agua de la cueva para regar los campos aledaños. Una tubería todavía arrastra esa agua saturada de carbonato cálcico a un pilón donde abreva el ganado. Unos bancos de madera instalados en el recinto alivian el cansancio del visitante. Desde aquí se puede observar el umbroso entorno, como la vegetación que crece en las grietas de las estructuras rocosas, que son la cobertura de la gruta, o de las laderas socavadas por la erosión. En la lejanía se puede contemplar elMonte del Cuerno y su castillo árabe del mismo nombre, que desde la distancia vigila las 1.000 hectáreas que conforman este espacio protegido, delimitado por los parajes conocidos como “Suerte del Montero”, “Bujo” y “Sierra del Puerto”.
Existe una última gruta con la que se completa el Monumento Natural, denominada la Cueva de la Lamparilla, de momento inaccesible al público por su escabrosidad. En ella se están realizando actualmente diversos estudios. Tal vez sean reminiscencias de tiempos ancestrales, recuerdos o improntas de vidas anteriores, que se transmiten a través de la memoria de sucesivas generaciones humanas, evocándonos aquellos tiempos pretéritos en que el ser humano todavía era parte integrante del medio natural. Por eso, cuando alguien se adentra en el interior de estas cuevas siente una extraña sugestión, animada por la contemplación de las formas cristalinas que tapizan las bóvedas y paredes subterráneas. Una interesante propuesta que invita a conocer aspectos geológicos, arqueológicos, botánicos y faunísticos que conforman parte de la historia y de la cultura de este territorio extremeño en la Comarca de Tentudía. 28
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fuente de CANTOS los castillejos
En el tiempo que va desde el siglo IV al siglo II a. C. el poblado estaba defendido por un único recinto defensivo que se encontraba jalonado por torreones rectangulares. La muralla, al igual que en Castillejos I, se asienta directamente sobre la roca, se salvan los desniveles del terreno mediante “estructuras-bastidores” que contenían un lecho de rellenos heterogéneos que al mismo tiempo facilitarían el drenaje del interior del poblado. Acumulado sobre el paramento exterior se registró una gran potencia de cascajos, su función sería contrarrestar los empujes de las casas adosadas a la cara interna de la muralla. La cerca defensiva tiene unos 2 m. de alto y 2,5 - 3 m. de ancho, está realizada por grandes bloques pétreos combinados con piezas de distinto tamaño de pizarra y cuarcita, todo apoyaban sobre elementos horizontales y postes verticales embutidos en hoyos hechos en el terreno y acuñados por piedras. El interior tenía un suelo de tierra apisonada, varias dependencias destinadas a diferentes funciones, cada una de ellas tenía una serie de elementos como hogares, base de tornos, pequeños hornos de fundición, cerámica y utensilios metálicos. La segunda fase se caracteriza por integrar casas adosadas unas a otras y alineadas a lo largo de una calle, el acceso a las mismas dependía de su ubicación en el plano urbanístico y topográfico. En el sector Este de la muralla, en el exterior, se hallaron una serie de materiales encuadrables en la Edad de Bronce. El resto del material recuperado pertenece a la II Edad del Hierro y al período romano republicano, aunque hayan aparecido restos que pueden indicar una ocupación de al menos el sector Sureste hasta época alto imperial, momento en que deja de ocuparse el lugar.
En el Sur de la provincia de Badajoz, integrado en la comarca de Tentudía, se encuentra el municipio de Fuente de Cantos. Los yacimientos de Castillejos I y II se encuentran en las cercanías del pueblo, en la finca municipal llamada de los Castillejos. Las primeras noticias sobre Castillejos II son de mediados del siglo XIX, sin embargo no sería hasta los años 90 del s. XX cuando se acometen las primeras excavaciones tanto en Castillejos I como en Castillejos II. Los poblados de Castillejos I y II se asientan sobre dos de las lomas existentes en el paraje. El arroyo Bodión Menor, subafluente del Bodión, que bordea estos asentamientos, debió servir de defensa natural de los mismos. El poblado de Castillejos I cuenta con una muralla realizada en piedra trabada con mampuestos de menor tamaño. Tiene una anchura de 2,5 m. y conserva tres hiladas, en algunos tramos cuatro. Se asienta directamente sobre el suelo geológico; para salvarlas irregularidades del terreno se realizó un preparado de tierra endurecida a modo de nivelación. Adosada a la muralla se dispuso un bastión de planta semicircular con las mismas características constructivas de la muralla. En el interior se encontraron, ocupan dotoda la superficie, restos de cenizas, lo que podría indicar que se produjo un incendio que provocó la destrucción de la muralla por el interior. Este asentamiento está fechado en el período calcolítico pleno (finales del III o inicio del II milenio a. C.). Castillejos II se sitúa en el cerro próximo a Castillejos I. Se han constatado varios niveles de ocupación; el primero de ellos corresponde a estructuras del ámbito doméstico relacionadas con el período neolítico. Se trata de silos, fondos de cabañas, pequeños canalillos, restos de muros y piedras acuñadas en su base. 30
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Yacimiento Celta de Capote higuera la real
Ubicado al sur del término municpal, en la confluencia de los ríos Sillo y Álamo y en los límites del Parque Natural de los Picos de Aroche y Sierra de Aracena, Capote se encuentra en un paraje de elevado interés paisajístico y natural.
da principal, formada por torres y bastiones que alcanzaron los nueve metros de altura. De ella, a lo largo de sus extremos, salen líneas de murallas que recorren la península sobre los límites de los barrancos, con torres emplazadas en determinados puntos estratégicos.
Además del carácter defensivo natural que le otorgan sus pronunciadas pendientes, otros factores como la abundancia de agua o su posición estratégica dentro de la red de antiguas vías de comunicación entre el Suroeste y Noroeste peninsular han hecho de Capote un lugar atractivo para ser ocupado desde la Prehistoria.
El interior del poblado se articula en torno a una calle central que se bifurca en forma de “Y” hacia el extremo occidental y que se complementa mediante calles y callejones. En estas calles se pueden observar la estructura de las viviendas del poblado, adosadas entre ellas y de forma rectangular.
Descubierto en 1985, el excepcional estado de conservación de los vestigios hallados ha proporcionado valiosa información para el conocimiento de la Época Prerromana en la Baja Extremadura y ha significado el reconocimiento oficial de un horizonte celta en nuestro territorio.
En el centro del poblado, abierto a la calle central, el Santuario Preromano es un elemento clave para entender la dimensión espiritual y religiosa de los Celtas. En este sentido destaca también el hallazgo de un depósito votivo de imágenes sagradas romanas junto a la portada principal.
Los restos arqueólogicos que podemos contemplar en la actualidad están datados entre los siglos V-I a. C, es decir, en los siglos que precedieron y sucedieron a las Guerras de la Conquista Romana. Esta fase final de ocupación del lugar es la más representativa y la que ha dotado al Castrejón de Capote de una importancia singular.
El Centro de Interpretación, inaugurado en 2006 cuenta con una sala de exposición en la que se explica todo lo que nos vamos a encontrar en nuestra visita a través de un audiovisual, paneles gráficos, reproducciones de objetos hallados en las excavaciones, etc. Además, ofrecemos un servicio de audio-guías para realizar la visita a las propias ruinas.
El conjunto de restos más espectaculares está formado por construcciones de carácter defensivo, como la imponente porta32
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JEREZ
DE LOS
Orientado E-W, el sepulcro presenta un largo corredor de acceso, documentado en un desarrollo de 25 m, si bien superaría estas dimensiones. Fabricado mediante ortostatos insertados en el terreno y enfoscados con piedras de medio y pequeño tamaño, el corredor presenta una altura máxima de 1,42 m en su entrada, disminuyendo en el sector central y aumentando de nuevo hacia su intersección con la cámara. En el lateral N del corredor se abre un pequeño “nicho” de planta rectangular. La solución empleada para cubrir el corredor es la adintelada, mediante la colocación de grandes lajas de granito, de las cuales solo se ha documentado una. El acceso a la cámara se realizaría mediante una doble rampa. No se ha documentado ningún tipo de acondicionamiento de suelo. La estructura tumular la constituye una colina artificial, erigida mediante la superposición de capas de arcilla muy compactada y piedras. Su diámetro, supera posiblemente los 70 m, dibujando una planta de tendencia circular, delimitada por un anillo perimetral, hoy desaparecido, constituido por bloques de piedra. En la existencia de este anillo es lógico pensar dada la envergadura de la masa tumular, y la función de delimitación y contención de tierras que este desempeña. La ubicación del sepulcro, en un área rica desde el punto de vista agrícola, ganadero y minero, y su situación, junto a un lugar tradicional de paso (Cañada Real), van a determinar en parte, el hecho de su reutilización. Así la parte superior del túmulo fue desmontada para la construcción de un edificio de planta cuadrada o rectangular, que reutiliza materiales procedentes del sepulcro. Junto a esta estructura, se han documentado en el sector W una serie de muros correspondientes a la reutilización del túmulo durante los siglos I a C.- I d C. Por lo que respecta a la adscripción cronológica del sepulcro, y ante la escasez de datos que nos ha aportado su excavación, no podemos por menos que realizarla desde el punto de vista de su tipología, tomando como base los resultados obtenidos en la investigación de otras comarcas. Así este tipo de sepulcros (Tholoi), tiene su máximo desarrollo durante el Calcolítico Pleno, asociándose a poblados con defensas o sin ellas. En el caso del sepulcro de la Granja de Toriñuelo, aparece asociado a un poblado en altura, con defensas, situado a escasa distancia del monumento, en el cual se han hallado en superficie materiales correspondientes a este horizonte.
CABALLEROS
Dolmen de la granja de Toriñuelo
Declarado Monumento Nacional en 1926 se encuentra dentro de la finca de “La Granja”. Tuvo una función funeraria y esta datado en la época CALCOLÍTICA. El sepulcro megalítico de la Granja de Toriñuelo, se encuadra dentro del grupo de sepulcros de cámara circular, o tendente a ello, cubierta con falsa cúpula y corredor adintelado (Tholoi), siendo su característica más significativa desde el punto de vista arquitectónico, las dimensiones del corredor y la presencia de una “cámara” lateral. La cámara, presenta cierta tendencia oval, con 3,80 m en su eje mayor y 3,50 m en el menor, estando delimitada por trece ortostatos (uno de los cuales no se conservaba), en su mayoría de granito y dos de pizarra. Sobre este zócalo, apeaba la cubierta, cupuliforme, realizada mediante la aproximación de hiladas de mampuestos en seco y rematadas, según sus exploradores, por una gran losa de piedra. De esta cubierta, sólo se conservan algunas de las hiladas de arranque, siendo la que actualmente posee. En ella se van a centrar la decoración del sepulcro, en la que alternaría pintura, hoy totalmente desaparecida y grabado, que utilizando como soporte granito y pizarra, se documenta en tres de los ortostatos que la delimitan, desarrollando composiciones en las que se integran motivos serpentiformes, circulares, radiales... ampliamente documentados en el “Arte megalítico”. 34
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La zarza la calderita
Cercana a Mérida se encuentra la población de La Zarza, delimitada por los ríos Guadiana y Matachel, y las estribaciones de la Sierra de las Peñas Blancas. Si en la vecina Alange se encuentran huellas de la presencia romana, así como edificaciones medievales como el castillo, en La Zarza abundan vestigios y restos de épocas precedentes. Así, se han documentado los poblados de Alanjón, de época calco-lítica, y de Holgado, correspondiente al periodo del Hierro I. Desde la carretera que une La Zarza con Alange, y en esta misma dirección, a un kilómetro aproximadamente del núcleo urbano, se encuentra un camino que parte a la izquierda de la carretera, junto a un pequeño arroyo, también allí se ubica una señal de la Junta de Extremadura indicando que éste es el desvío en dirección a los abrigos de La Calderita. Se podrá continuar en coche por el camino unos 300 metros, hasta llegar a una encrucijada donde se deberá dejar el vehículo y continuar andando por el camino de la derecha. A partir de aquí deben seguirse las señales marcadas en el recorrido para llegar al abrigo, visible todo el trayecto y fácilmente reconocible por el vallado. Una vez en el abrigo, serán vislumbrables los motivos y las figuras distribuidos en varios paneles que ocupan la superficie lisa de la piedra desde una altura muy baja hasta una distancia alcanzable con la extensión del brazo. Algunas figuras se hallan muy deterioradas y son difíciles de ver, incluso puede depender de la luz que sean reconocibles opas en desapercibidos, pero otras serán fácilmente visibles en una sencilla visualización. Con el período calcolítico se relacionan las manifestaciones de arte rupestre localizadas en la villa. Se trata de abrigos mayoritariamente ubicados en las zonas rocosas de la Sierra de las
Peñas Blancas. Esta sierra, que alcanza los 600 metros de altura sobre el nivel del mar, se corona por unos farallones rocosos donde aparecen los abrigos que recogen las manifestaciones pictóricas. Estas pinturas responden al tipo esquemático, muy extendido en Extremadura, caracterizado por la ausencia de naturalismo a la hora de plasmar los elementos representados, así como por la proliferación de motivos geométricos de difícil interpretación. Esto se relaciona con una pintura cuya motivación es la representación conceptual más allá de la simple imitación de la realidad. Podría decirse que los signos, las figuras, los motivos y símbolos son la “escritura” de un lenguaje del que se desconoce su gramática, siendo imposible interpretar su significado. Aparecen representaciones humanas (antropomorfos) de varios tipos: en forma de ancla o ancoriformes, de ramas, es decir con multiplicación de brazos y piernas, o ramiformes; geométricos como los bitriangulares, orantes, danzantes, etc. También se aprecian representaciones zoomórficas e incluso vegetales, siempre con una esquematización de los rasgos, que los reducen a expresiones mínimas y generalmente geométricas. Por último, aparecen motivos mínimos de tipo simbólico, como barras, aisladas o en conjunto, círculos, digitaciones, óvalos que escapan a cualquier interpretación clara. Incluso aparecen verdaderas escenas en las que se relacionan varias figuras antropomorfas entre las que resultan perceptibles gradaciones y jerarquizaciones señaladas con la presencia de elementos añadidos, como ropajes y utensilios, bastones de mando,etc.; en ello, algunos investigadores han querido ver una representación de la sociedaestratificada y especializada bien conocida gracias a las excavaciones 36
realizadas sobre los yacimientos coetáneos; aunque esta interpretación no puede ser tomada como definitiva, porque, como ya se ha señalado, son conocidos los signos, pero no su significado. Existen también interpretaciones religiosas, mágicas, pero parece que algunas de ellas no son más que extensiones de explicaciones tomadas del mundo de la pintura paleolítica aplicadas a este momento. Hay estudios que se centran no en la búsqueda de un significado concreto, sino en el estudio de su situación y su relación con otros elementos conocidos de la misma cronología, como dólmenes, menhires y poblados, intentando reconstruir la sociedad y la apropiación del territorio por parte de estos grupos sociales, en esta línea de trabajo las pinturas serían consideradas como marcadores geoterritoriales. En cuanto a la técnica, estas pinturas se realizan con trazos gruesos y lineales, de color plano, habitualmente ocre rojizo, aunque también aparezca el pigmento blanco. Los colores se obtienen principalmente de materias minerales, que se aglutinan con agua o líquidos orgánicos (la saliva entre ellos). Su aplicación se realiza de dos formas: directa, a través de rudimentarios pinceles, los dedos y espátulas, o indirecta, mediante técnicas de soplado (a través de un tubo, tipo cerbatana). También resulta interesante ver que algunos motivos se realizan en negativo, es decir, se apoya algún elemento sobre el pa-nel, se sopla o se aplica la pintura, y al retirar el elemento apoyado, este queda
bordeado de pintura en el panel. En la Sierra de las Peñas Blancas aparecen numerosos abrigos que pueden vincularse al poblado de Alanjón por el paralelismo cronológico. Ya en la década de los 90 se realizan una nueva serie de investigaciones que concluyen con la localización y estudio de nuevas estaciones rupestres. Poco después, y tras denuncias de expolio, se procede al vallado y a la protección de los abrigos más importantes. En 2011 una serie de estudios que concluyen con la declaración como B.I.C. (Bien de Interés Cultural). El paisaje que rodea estos abrigos, que van desde la dehesa y los olivares en el llano, a la vegetación de monte bajo en las laderas, hace que la visita sea un agradable e interesante paseo. Tanto es así que el acceso a los abrigos se encuentra actualmente señalizado y marcado en su trayecto al haberse convertido en parte de una ruta senderista, que inicia su recorrido en el núcleo urbano de La Zarza, asciende por la ladera hasta llegar a los abrigos, y continúa hacia la cima, donde recorre la cuerda de la sierra para terminar de nuevo en el núcleo urbano. Esta ruta señalizada comprende un recorrido de entre 2 y 3 horas, pero si tan sólo se pretende visitar los abrigos, el recorrido será de aproximadamente 30 minutos de subida y otros tantos de bajada.
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La serena pinturas rupestres
La Comarca de La Serena es una de las zonas de Extremadura con mayor densidad de manifestaciones con arte rupestre. Estas manifectaciones se concentran principalmente en las alineaciones serranas del borde meridional. La llanura de la Comarca donde existen afloraciones de pizarra carentes de coronaciones rocosas se ha constituido como soporte de manifestaciones de arte rupestre en su versión de grabado
La Comarca de La Serena está situada al este de la provincia de Badajoz, limitando con las provincias de Ciudad Real y Córdoba. Enmarcada al norte por el río Guadiana, al este y al sur por el río Zújar y al oeste por el ría Guadámez.. El territorio se define por extensas llanuras suavemente onduladas atravesadas por pequeñas sierras y donde se asientas grandes embalses.
Entre los sitios existentes en La Serena relacionados con el arte rupestre destacaremos Abrigos de Magacela situados cronológicamente en el periodo calcolítico, Abrigo de Todos Los Santos donde aparecen pinturas con pigmento blanco y los Grabados de Piedra Escrita constituido por varias tipologías de grabados sobre formaciones rocosas de canchos de pizarras. Además La Serena cuenta con el Centro de Interpretación de la Pintura Rupestre de Extremadura donde se recopila todo el Arte Rupestre de LA Serena y Extremadura
Un recorrido por la prehistoria y la protohistoria de La Serena obliga a una primera parada en las industrias líticas del Paleolítico Inferior, abundantes en toda la comarca, aunque con mayor presencia en la zona de Capilla y Peñalsordo. En el Periodo Calcolítico, a partir del IV mileno a. C., las pinturas rupestres esquemáticas adquirieron un amplio desarrollo en La Serena dando lugar a más de un centenar de abrigos rocosos y cuevas que albergan este tipo de representaciones.
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semejantes a pesar de ser comunidades ligeramente distanciadas espacialmente, aunque en continuo contacto cultural. Es por todo esto que posiblemente estemos hablando de culturas del II o III milenio a. C.
aparecen indicados en la planta realizada por A. Gutiérrez, así como podemos ver los motivos representados en éstos gracias a las ilustraciones de este mismo autor que acompañan este texto.
magacela dolmen
La cámara circular posee un diámetro de 5,10 m. en el eje Este-Oeste, y unos 30 cm. menos en el Norte-Sur.
El sepulcro megalítico de Magacela se encuentra situado al nordeste del cerro que sustenta el caserío, en una zona tradicionalmente llamada “Los Tejares”, a dos kilómetros de la estación de ferrocarril. Está ubicado a nuestra derecha, a pocos metros de la carretera dirección a la ermita de Nuestra Señora de Los Remedios y sobre una pequeña loma destinada a labores agrícolas.
Todo lo descrito hace pensar que este sepulcro megalítico hay que incluirlo dentro del periodo calcolítico, cuando se caracterizaba la presencia de estas manifestaciones arquitectónicas funerarias. A pesar de no poseer las referencias necesarias que hubiesen dado el ajuar de este sepulcro, se ha identificado y comparado con otros similares como los de la Granja de Toniñuelo o su más inmediato semejante, el de Azután. Las representaciones esquemáticas, sobre todo la del ramiforme ocupando una ubicación semejante a la del de este último, nos hablan de ideologías
A la hora de interpretar sus grabados, y como ocurre en los estudios de pintura rupestre esquemática, sólo se les otorga el propio significado que los motivos nos dan a entender, es así como en las figuras antropomorfas o zoomorfas se ve la plasmación en la roca de una realidad que es cotidiana en la época en que se ejecutaron, si bien, posiblemente asociadas a unas connotaciones de sentido mágico, religioso y ritual debido al contexto en que se encuentran.
Todos los ortostatos presentan un anverso (parte que mira al interior de la cámara) bastante trabajado y uniforme, mientras que el reverso tiende a formas más convexas con superficie irregular. Antonio Agúndez Fernández nos aporta una peculiar visión e interpretación de este sepulcro megalítico: «Doce piedras erguidas componen la planta poligonal y sensiblemente circular de la cámara, y varias caídas indican el sitio de la galería. Aquellas son de desigual altura y poca inclinación, lo que junto a su excesivo diámetro hace pensar que formarían con cantos pequeños, anillos en saledizo y disminución, sirviendo de techo una gran losa».
Dolmen y el entorno que lo rodea : Es denominado en el Catálogo Monumental de la Provincia de Badajoz como “Dolmen de la cerca de Marzo”, siendo inventariado con el número 523. Además de éste dolmen, por lo que indica el profesor Mélida, pudo haber otro en las cercanías, pues señala que el médico de Magacela, en 1908, le dio noticia de la existencia de otro monumento semejante en el cerro de Porras, añadiendo que su búsqueda resultó infructuosa. El único elemento que nos ha llegado del sepulcro megalítico de Magacela es la cámara circular compuesta por doce ortostatos de granito, habiéndose perdido el corredor de acceso a ésta, la cubierta y el túmulo. Destacan los dos monolitos que indican la puerta de entrada, de mayor altura que el resto, así como dos bloques recortados en los márgenes que los unen con los contiguos (ortostatos nº 3 y 4).
Dolmen de Magacela. Panorámica de la puerta de acceso a la cámara funeraria
Planta del Dolmen con la señalización de los bloques decorados
Vista general de la cámara funeraria: De este modo, no cabe duda de que estamos ante un gran sepulcro con una longitud de unos 14 metros aproximadamente (unos 5 metros de diámetro de la cámara, más 9 m. del corredor), donde los bloques más elevados corresponderían a los de la cámara y entre estos, los que marcan la puerta serían los más altos.
La altura media del conjunto de monolitos es de 1,75m., mientras que la de los bloques de la entrada supera los 2 metros.
Encontramos decoración en 5 bloques de este dolmen, estudiado recientemente y analizado por Alonso Gutiérrez. Todos ellos 40
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medellín Parque arqueológico
El Centro de Interpretación del Parque Arquológico de Medellín
El Centro de Interpretación presenta el devenir histórico de la ciu-
está ubicado en la Iglesia de Santiago, la más antigua de las cuatro
dad de Medellín desde el pasado hasta nuestros días, diferenciando
parroquias que tuvo Medellín. Su construcción comenzó en el segundo
las distintas fases y períodos prehistóricos e históricos que tuvieron
tercio del siglo XIII. Está situada en la ladera meridional del Cerro ocu-
lugar en esa localidad y reflejando las culturas y civilizaciones que
pando parte del Teatro Romano. Medellín fue fundada por el cónsul ro-
la poblaron, o aquellos que contribuyeron a su desarrollo y fueron
mano Quintus Caecilius Metellus Pius, en el año 79 antes de Cristo. El
protagonistas de sus hechos.
nombre actual de la localidad deriva precisamente del nombre romano,
El templo, recientemente restaurado, es de mampostería y silla-
‘Metellinum’, elegido en honor al fundador. Llegó a ser una importante
res de estilo románico tardío que incluye ya ciertos toques góticos
colonia romana (Colonia Metellinensis) debido a que servía de punto
como la mayoría de las iglesias extremeñas edificadas a lo largo del
de enlace entre la Vía de la Plata y las rutas entre Augusta Emérita
siglo XIII. Tiene planta rectangular, atrio a los pies, una sola nave
hacia Toletum (Toledo) y hacia Corduba (Córdoba). Prueba del papel
dividida en tres tramos, y remata en cabecera semicircular con dos
que Medellín debió desempeñar en la Lusitania y en la zona, hasta la
estructuras adosadas en el costado de la Epístola. De las tres puer-
fundación de Mérida (cincuenta años después), son el Teatro, las villas
tas del templo, es la ubicada en esta zona la más destacable. Se
encontradas, los restos de construcciones, cerámicas y restos numis-
estructura a través de un arco de medio punto abocinado, con arqui-
máticos. Entre estos destaca el mosaico de tema geométrico, del siglo
voltas que descansan sobre columnillas y está rematada por un arco
I, encontrado en una villa cercana a “Las Galapagueras” y al camino de
conopial. Existió en su momento un retablo plateresco de la escuela
Miajadas. Muchas circunstancias hacen pensar a los historiadores que
castellana del siglo XVI.
la Medellín prerromana debió ser la mayor población de toda Extremadura hasta la fundación de Augusta Emérita (la actual Mérida), cuya
Desde el punto de vista patrimonial, el Parque Arqueológico de
proximidad y preeminencia política acabarían pronto eclipsando a la
Medellín permite al visitante tener una percepción de la secuencia
antigua Metellinum.
histórica de ocupación que tuvo el término municipal de Medellín. 42
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medina de las torres CONTRIBUTA IULIA
La ciudad romana de Contributa Iulia se localiza al noreste del casco urbano de Medina de las Torres, próxima al trazado de la Vía de la Plata que comunicaba Italica con Augusta Emerita. Fue una de las ocho ciudades que conformaban la Beturia entre el Guadiana y Guadaquivir y se calcula su extensión intramuros en unas 3,5 hectáreas. En base a los hallazgos arqueológicos, la ciudad contaba con una muralla perimetral, foro, basílica judiciaria, un área comercial, templos y áreas de culto y hasta un anfiteatro. En cuanto a la cronología, existe una ausencia de material arqueológico anterior a época julioclaudia y posterior al siglo VI, lo que llevaría a pensar en una fundación de época imperial.
coindice con una de las puertas de acceso a la ciudad y que además viene a coincidir con un decumanus. Adosadas a la muralla hay dos torres poligonales que flanquean la puerta de acceso, destacando en una de ellas un banco corrido interpretado como un posible cuerpo de guardia. Al este de esta puerta se sitúa un gran edificio de planta rectangular con carácter comercial. Está articulado alrededor de un espacio abierto que circundarían estancias con el uso de tabernae. El área forense de Contributa Iulia se construyó en época julioclaudia, tenía unos 600 m2 y estaba pavimentada con losas de mármol blanco veteado de tintes morados probablemente procedentes de Alconera. La plaza, en un primer momento, estaría delimitada al este por un cardo porticado, pudiéndose documentar aún restos de un pavimento de dioritas. Al sur del foro encontramos un edificio de dos plantas que salvaban una diferencia de cota entre la vía y la pavimentación de la plaza de aproximadamente 3 m. Podemos definir en él siete espacios de planta rectangular abiertos al decumanus que podrían haber funcionado con un uso comercial (tabernae), ritual o representativo. La planta alta podría conformar un pórtico abierto a la plaza, aunque no existen restos arqueológicos que lo corroboren. Al oeste del edificio localizamos lo que podría ser un templete en altura.
La primera de las intervenciones arqueológicas se llevó a cabo en 1845, sacando a la luz togados, lucernas y varias cabezas correspondientes a representaciones de la diosa Minerva que fueron depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. En el año 2008 se retomaron las excavaciones arqueológicas, iniciándose una investigación sistemática que ha sacado a luz los restos hoy visitables y los datos necesarios para conocer algo más de Contributa Iulia. El entramado urbano se desarrolla siguiendo los ejes viarios propios de las ciudades romanas, localizándose varios tramos de los decumani y cardines, en torno a los cuales se disponían las tabernae (establecimientos comerciales), destacando las del lateral del foro. Al oeste del yacimiento se encuentra excavado un tramo de muralla que
Al lado oeste de la plaza se encuentra un edificio interpretado como la basílica judiciaria de la ciudad y que podría fecharse entre finales del siglo I y comienzos del siglo II. El edificio, de 18 m de ancho 44
tipo de líquido pudiera conceder a esta estructura la condición de centro de oficios y rituales sagrados ligados a la función sacra del edificio.
y 39 m de longitud, posee una planta rectangular con un ábside semicircular en el lado sur y contaba con dos plantas. Dada la pendiente norte-sur, buena parte de la planta del edificio estaría subterránea. El interior de la planta baja es una estancia dividida en tres naves (la central más ancha que las laterales) mediante pilares de los que se conservan los restos de su cimentación. En su plata superior, el edificio pudiera estar abierto a la plaza mediante una gran columnata, o quizás, siguiendo otros paralelos, podría estar cerrado a la plaza por un muro con varias puertas, o bien haber existido un espacio de tránsito entre el muro de cierre del edificio y la columnata de fachada.
Por otro lado, sondeos arqueológicos ejecutados junto a la zona sur de la muralla han sacado a la luz restos arqueológicos que permiten identificar un pequeño templo y un pozo, del que una vez excavado se ha podido recuperar entre otros materiales un ara votiva. Ya fuera de la muralla de la ciudad estaría situado el habría sido el anfiteatro de Contributa Iulia, del cual tan solo se tienen datos iniciales que apuntan unas dimensiones de 80 m x 60 m aproximadamente y una estructura arquitectónica basada en diferentes muros radiales y la definición de las caveas del graderío que en este caso habría sido de arena y en todo caso con una estructura de madera.
En el lado norte del área forense destaca un edificio al que se le concede un carácter sacro. Se trata de una estructura que conserva su suelo de opus signinum y que a priori podría ser interpretada como una sede colegial. En ella destaca una estancia de mayores dimensiones con un banco corrido y una pequeña estancia que serviría de entrada al núcleo del edificio, localizándose además en el espacio central una estructura cuadrangular rematada en sus esquinas por columnas que encierran en su interior lo que pudiera ser un pequeño altar o plataforma elevada y un pequeño canal que evacuaría algún
La fase arqueológica más moderna documentada en el yacimiento se refiere a los restos de la basílica que fueron reutilizados desde el siglo XVI para la construcción de la ermita de San Blas que se mantuvo en uso a lo largo de toda la época moderna y cuyos restos aún podían contemplarse durante las excavaciones realizadas por Barrientos en el siglo XIX. 45
mérida
casa del anfiteatro
Se denomina Casa del Anfiteatro al recinto ubicado en una zona extramuros de la Mérito romana y localizada en las proximidades del entorno del teatro-anfiteatro. Este espacio aparece en una excavación realizada en el año 1947. A partir de aquí se inician diveras campañas de excavación que llegan hasta la actualidad con el fin de conocer mejor todos los restos allí documentados.
cina, donde se conserva un horno. Además se tiene constancia de
La Casa del Anfiteatro, como nombre genérico, comprende diferentes restos arqueológicos: un sector de muralla, un tramo de conducción del acueducto de San Lázaro (el que abastecía de agua toda la zona hasta llegar al anfiteatro), así como una torre de decantación del mismo (su función era la de permitir la limpieza de las impurezas arrastradas por el agua desde los lugares de captador), dos casas suburbanas y un mausoleo.
de Otoño, se trata de un pavimento musivo donde se representa la
dos habitaciones donde se mantienen restos constructivos de unas termas. Entre el resto de las estancias hay que destacar las situadas al Suroeste, denominadas “Habitaciones de las Pinturas”, debido a que conservan restos pictóricos con decoración geométrica en la parte inferior de sus muros. Otra estancia documentada es la del mosaico vendimia con una escena del pisado de la uva. Fue interpretada como triclinio o comedor; en una segunda escena aparecen Venus y Cupido. Por el Pasillo de las Hachas, denominación que procede de los motivos representados, se accede a la llamada “Habitación de los Peces”, conocida así por la representación del mosaico con fauna marina.
Las dos casas, ubicadas extramuros de la ciudad son denominadas la Casa de la Torre del Agua y la Casa del Anfiteatro. La primera, se fecha en al siglo I d.C. Son significativos los pavimentos de mosaicos que se conservan en dos habitaciones: éstos están realizados con motivos geométricos en blanco y negro. La segunda se fecha en un largo período de ocupación que va desde el siglo I al siglo III d.C. Esta casa pudo ser una gran mansión señorial debido tanto a sus dimensiones como a la entidad de los restos arqueológicos conservados. Cuenta con un pasillo de acceso y un peristilo o patio porticado en torno al cual se organizaba la vivienda. También se aprecia una co-
Por último, ubicado próximo a las casas, se descubrió un mausoleo, que se data en la segunda mitad del s. III d.C. Se trata de un edificio funerario de planta rectangular y orientado al Este, cuya puerta de entrada estuvo coronada por un dintel donde aparece la representación de los dos ríos de la ciudad, Guadiana (Ana) y Albarregas (Barraeca), además de una inscripción con el nombre del fundador del mausoleo. En su interior se documentaron un total de 8 enterramientos bajo el rito de la inhumación, así como una mesa destinada al culto funerario. 46
47
mérida Casa del Mitreo
Llamada así por su proximidad a los restos aparecidos en un solar ocupado por la plaza de toros. Sus restos están relacionados con Mitra y algunos arqueólogos los ha relacionado con un santuario mitraico. Los objetos encontrados se hallan depositados en el MNAR.
A las habitaciones subterráneas se accede a través de una escalera, ambas habitaciones estuvieron cubiertas con bóvedas y disponían de una ventana en la pared oriental. Por su decoración y situación estas habitaciones se debieron de utilizar como habitaciones de verano.
La hipótesis que tiene mas fuerza es que estos resto serian una domus –casa señorial-. También se halla a extramuros de la ciudad como la casa del Anfiteatro.
A mediados del siglo III por causa de un incendio parte de la casa se destruyó y se abandono no volviéndose a restaurar. El resto de la casa se siguió utilizándose. El acceso a la casa se localiza en esta zona, a través un pequeño vestíbulo seguido de una escalera de granito que facilitan el acceso al primer patio. Se trata de un atrio tetrástilo, con estanque revestido de mármol donde se recogía el agua de lluvia, a través del impluvium, que entraba por el techo compluvium; esta apertura permitía la entrada de agua y aire. Las paredes del patio estaban revestidas con pinturas. A la derecha se hallaría la sala de recepción o biblioteca, tablinum. Esta habitación tiene un mosaico cosmológico y sus paredes estaban estucadas. A ambos lados de la entrada de la puerta se hallan dos habitaciones que serian unas tiendas.
Esta datada a finales del siglo I o principio del II. También por sus restos se puede apreciar su uso continuado así como las rehabilitaciones necesarias para su uso. En todas la domus destacan dos elementos: la decoración de sus estructuras –mosaicos y pinturas- y el predominio de los espacios abiertos. La vivienda se distribuye alrededor de tres patios para proporcionar luz y ventilación a las habitaciones. Los muros suelen realizarse con la base y un zócalo de mampostería, sobre este muro en las esquinas o intercalados, se dispones sillares de granito, que refuerzan y escuadran las tapias, paredes de adobes y ladrillos. Esta pobre estructura contrasta con la riqueza de su decoración.
El mosaico cosmológico es una de las mejores obras del mundo romano. Representa la concepción filosófica del mundo y de las fuerzas de la naturaleza que lo rigen junto con alguna actividad humana. El mosaico se realizo a finales del siglo II o principios del III y su autor debió formarse en algún taller sirio. El mosaico se divide en tres parte: superior cielo, media tierra e inferior mar. La zona superior esta rema-
Las excavaciones realizadas en la zona han descubierto una zona de baños que supuestamente formarían parte de la casa. 48
tada por un semicírculo que le imprime un carácter sagrado. Están representadas las figuras de Saeculum, el tiempo representado por los siglos y sus hijos; Caelum, cielo y Chaos, el caos; Polum, el polo norte con el mundo a sus espaldas; Tronitum, el trueno; Oriens el sol; Ocassus, selene la luna. También incluye los vientos y las nubes: Notus, el viento el sur, con Nubs, las nubes; Zephyrus, viento del oeste con Nebula, la niebla; Eurus, viento del oeste y Boreas, el viento del norte.
En la ultima división se hallan: Oceanus, el océano; Tranquilitas, el mar en calma; Copiae, las riquezas generadas por el mar o que por el se transportan; Pharus, el faro que ayuda a los navegantes, Navigia, la navegación y Pontus, el mar. En la llamada habitación de las pinturas, se encuentran en muy buen estado las pinturas correspondientes al zócalo y a la zona media de las paredes. Esta decoraciones se han denominado “decoraciones de Candelabros” y esta datadas en la 2ª mitad del siglo I o inicios de II.
Para descender a las personificaciones se encuentra Mons, un monte sagrado en cuyo regazo descansa Nix, la nieve. 49
mérida
Dolmen del Prado de Lácara
clanes: la caza y la pesca. Estas construcciones se realizan mediante la colocación de grandes piedras trabajadas formando estructuras que después son recubiertas con una colina artificial formada de tierra y piedras de menor tamaño. Grandes piedras, también llamadas ortostatos, son dispuestas verticalmente para formar las paredes; la cubierta se realiza mediante la colocación de lajas horizontales dándole a la construcción una techumbre plana. Hay varios tipos de estructuras dolménicas, redondas u ovaladas, con corredor o sin él, etc. Lo que sí suele aparecer en muchos de ellos es el denominado anillo perimetral, que sería otra línea de ortostatos de menor tamaño que cerraría el túmulo por el exterior, dando más solidez a la estructura. Normalmente están orientados con la entrada hacia el Este. En el interior, al ser enterramientos colectivos, se disponen las inhumaciones unas junto a otras, además de los ajuares funerarios, que normalmente están compuestos por elementos de la vida cotidiana, adornos e incluso elementos de carácter religioso. El Dolmen de Lácara es un sepulcro megalítico, tumular, de corredor, con anillo perimetral, se encuentra rodeado y medio enterrado por el túmulo, montículo artificial deforma elíptica. Está formado por ortostatos de gran tamaño hincados para formar las paredes de la galería del corredor y la cámara funeraria, conserva intacta la piedra de cierre de la entrada del corredor que mide 4,7 m. de largo y 1,7 m. de ancho; muestra una orientación hacia el Este. El corredor, de menor altura que la cámara, se mantiene prácticamente intacto. Está formado por tres tramos, el primero, denominado atrio de entrada o
En el término municipal de la ciudad de Mérida, a 15 kilómetrosdel casco urbano y próximo a laspoblaciones de Aljucén y La Nava de Santiago, se encuentra el Dolmen del Prado de Lácara. Se encuentra en la margen izquierda del Río Lácara. El Dolmen del Prado de Lácara fue declarado Monumento Nacional de Interés Histórico Artístico en el año 1931, hoy tiene categoría de Bien de Interés Cultural; puede encuadrarse históricamente en la época calcolítica, hace unos 5000 años y ha de vincularse a una serie de elementos, asentamientos y manifestaciones de la misma cronología. Aunque en la zona se conoce algún vestigio de ocupación paleolítica, no es hasta época calcolítica cuando comienzan a aparecer abundantes asentamientos en las inmediaciones, entre ellos los de Albarregas, el de Aljucén o el Camino de las Meriendas, o el de la Huerta del Murciano. También existe constancia de abrigos con pinturas rupestres como los de Los Conejos I y II, el Callejón del Peñón Amarillo o el abrigo del Helechal, entre otros, abrigos que contienen manifestaciones artísticas de tipo esquemático, en su mayoría de color rojo, que forman parte del amplio conjunto de manifestaciones parietales de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Asímismo, existen sepulturas y enterramientos diseminados por el entorno de Lácara, como el del Dolmen de la Cueva del Monje o Casa de la Moneda y la necrópolis del Prado de Lacará. Los dólmenes son estructuras funerarias colectivas construidas entre el IV y el III milenio A.C., se ubican habitualmente cerca de los asentamientos de aquella época, asociados a lugares con idoneidad para las actividades de subsistencia de los 50
vestíbulo, y los dos siguientes, antecámaras, con una longitud total de 19,90 m. La separación de los dos espacios se realiza físicamente mediante dos monolitos a modo de jambas con una luz de 1,2 m de ancho por 1,6 m de alto, estarían colocadas en el centro exacto de la estructura, todo el corredor se ve cubierto por lajas que marcan cada uno de los tramos. La cámara funeraria, también separada del corredor por dos monolitos dispuestos a modo de jambas, es poligonal pero con clara tendencia a la forma circular, está formada por 7 grandes ortostatos dispuestos verticalmente sobre una pequeña zanja excavada en el suelo natural, todos ellos apoyan sobre la central repartiendo el peso de unos a otros, el diámetro de la cámara es de 5,10 m. La estructura se encontraba cubierta en su totalidad por ortostatos primero y después por el túmulo, pero actualmente la cámara y parte del corredor se encuentran descubiertos, o bien por fractura, o bien por expolio del mismo, al haber sido utilizado el lugar como cantera, como se puede apreciaren las marcas dejadas por los picapedreros.El conjunto estaría cubierto por un túmulo formado por tierra y piedra, actualmente conserva el anillo perimetral destinado a contener la tierra del montículo y delimitar el espacio funerario, dando así más consistencia y entidad a la estructura. Este monumento arquitectónico de carácter funerario y de dimensiones considerables permite suponer un gran esfuerzo en su
construcción, pues el proceso de realización es bastante complejo si se analizan los medios materiales de los que se disponía en la época. Los ortostatos o grandes bloques de piedra, de ahí el nombre de megalito, mega (grande) litos (piedra), eran trabajados en las canteras próximas al lugar escogido para construir el dolmen; se transportaban las piezas mediante troncos, sogas y tracción humana y animal; se preparaba una fosa de dimensiones adecuadas para soportar el peso de la piedra en vertical y se hincaba la pieza hasta formar las paredes. La cubierta de esta estructura; se preparaba mediante la creación parcial del túmulo para formar una rampa por donde subirían las piezas que forman la tapa de la estructura, más tarde, y una vez colocadas éstas, se procedía a la cubrición de todo el conjunto mediante una colina artificial de la altura que se deseara. Por último serían colocadas las piedras que forman el anillo perimetral, que cierran y sujetan el conjunto lateralmente. A pesar del mucho expolio sufrido por el yacimiento, las excavaciones realizadas pudieron documentar niveles de ocupación aún intactos que aportaron abundante material arqueológico, siendo destacables cuencos y vasos cerámicos, cuchillos de sílex y más de 100 puntas de flecha de gran tamaño, además de alabardas también de sílex, dos puntas de cobre, un ídolo placa decorado por ambas caras, una serie de colgantes y cuentas de collar, que formarían el ajuar personal de los individuos allí enterrados.
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mérida teatro Romano
El teatro romano de Mérida, declarado Monumento Nacional en 1912, es el monumento emblemático de la ciudad, además de ser uno de los ejemplos más significativos en cuanto a edificios de espectáculos de época romana conservado se refiere. Ya a finales del siglo XVIII surgen las primeras tentativas de excavación del monumento donde D. Manuel de Villena descubre una de las inscripciones que fechan el edificio.Pero hasta inicios del siglo XX, concretamente hasta 1910, no comenzaron las campañas de excavación de un modo continuado, campañas dirigidas por José Ramón Mélida, Maximiliano Macías y Antonio Floriano en la década de los 30. Este edificio, ubicado dentro del recinto amurallado, en una zona periférica de la ciudad, se construye aprovechando la ladera de una suave colina conocida como Cerro de San Albín, sobre el que se apoya parte de su estructura.El promotor de su construcción fue el cónsul Marco Agripa, quien financió la obra. Su inauguración se fecha en el año 16 a. de C.,estos datos se conocen gracias a las inscripciones localizadas en el interior del edificio,en las puertas de acceso a la orchestra. En su construcción se utilizaron materiales y técnicas diversos: hormigón, sillares de granito, mampostería y ladrillo. En el teatro se aprecian diferentes partes: La escena, lugar de la representación teatral. Presenta un frente escénico con una fachada formada por dos pisos de columnas corintias con basamento, arquitrabes y cornisas de mármol. Todo el conjunto se divide en tres cuerpos, con tres puertas de acceso a la escena, la puerta central denominada valva regia, más amplia que las dos laterales, denominadas
de 5.500 - 6.000 espectadores. Su acústica era perfecta, permitiendo que el sonido fuera uniforme por todo el graderío. Este edificio sufrió diversas remodelaciones a lo largo de su historia; por ejemplo, el actual frente de la escena es una reforma del año 105, volviendo a reformarse entre los años 333 y 335. El teatro poco a poco fue cayendo en desuso, entre otras razones debido a la llegada del cristianismo, que no veía con buenos ojos estas representaciones a las que consideraba inmorales. Así, el edificio se sumió en un abandono total, las estructuras se fueron derrumbando y cegando con la tierra, sus materiales fueron objeto de rapiña y el antiguo esplendor se tornó ruina. Siglos de abandono provocaron que sólo apareciera visible la parte superior del graderío, que se conoció popularmente como las Siete Sillas, pues,
según cuenta la leyenda, en ese lugar se sentaron los reyes moros a decidir el destino de la ciudad. Las primeras tareas de restauración son acometidas en 1921 por Antonio Gómez Millán, poco después de la excavación, siendo levantado el primer cuerpo de la escena. A partir del año 1964, el arquitecto Menéndez Pidal dirigió las tareas de reconstrucción del teatro hasta lograr el aspecto que actualmente puede contemplarse. Más recientemente, para su correcta adecuación como espacio para representaciones, fue intervenido por los arquitectos R. Mesa Hurtado y J. Martínez Vergel. El Teatro romano de Mérida ha recuperado su función originaria como lugar para las representaciones teatrales, ya que desde el año 1933 acoge en época estival el Festival de Teatro Clásico.
valvae hospitalia. Entre las columnas se colocaron esculturas decorativas, representaciones de dioses, tales como Ceres, que preside la puerta central de la escena y otras personalidades, cuyos originalesestán ahora en el Museo Nacional de Arte Romano. La orchestra, espacio semicircular situado delante de la escena, donde se emplazaba el coro, imprescindible en casi todas las obras teatrales grecolatinas. El graderío es el espacio donde se disponían los espectadores. Adopta forma semicircular y se distribuye radialmente en tramos ocunei. Este graderío se dividía en diferentes zonas denominadas cavea (ima, media y summa cavea, es decir: gradería baja, media y alta), donde se situaban los espectadores en función de su clase social. Así, la summa cavea era el lugar ocupado por los esclavos y las clases menos favorecidas, la cavea media acogía a la plebe libre y la ima caveaera el espacio reservado para las autoridades. Para acceder al graderío había diferentes pasillos, denominados vomitoria. Además para moverse en el propio graderío existían pasillos que facilitaban el acceso, que son los denominados anditum. Aula sacra: en el eje del peristilo, alineado con la valva regia, se ubica una pequeña estancia pavimentada con mármol donde, en el proceso de excavación, fue documentado un importante conjunto escultórico en el que destacaba la cabeza de Augusto velado amodo de Pontifex Maximus. Las inscripciones y las esculturas de otros miembros de la familia imperial, como Tiberio y Druso, confirman la vinculación del lugar con un espacio de culto al emperador y a la familia imperial. El teatro originalmente tuvo un aforo 52
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Quintana de la serena hijovejo
En La Serena encontramos varios poblados fortificados habitados en los primeros momentos de la presencia romana.
tana de la Serena y aficionado a la Arqueología, que dio la noticia del mismo en 1961. A pesar de la importancia del descubrimiento, Hijovejo pasó inadvertido en la bibliografía arqueológica, hasta que en 1985 se realizará la Carta Aqueológica de la zona central de La Serena por parte de Don Pablo Ortíz Romero.
Los filones de plomo argentíferos son posiblemente el recurso más determinante a la hora de explicar la génesis y evolución del asentamiento antiguo en La Serena. La explotación de los filones se hizo de manera intensiva en la etapa romana. El distrito minero de La Serena se concentraba en los alrededores de Castuera. Las guerras sertorianas tuvieron en alguna de sus etapas una fundada base de tipo económico: siendo el factor decisivo el control de las minas. La comarca de La Serena con su gran riqueza minera y su posición estratégica jugará un papel importante en los enfrentamientos.
Se hicieron prospecciones que confirmaron la existencia de un conjunto homogéneo de pequeñas fortificaciones y se estimó que Hijovejo presentaba las mejores condiciones para la intervención arqueológica. Se han realizado hasta la fecha cinco campañas de excavación en Hijovejo, dirigidas por Don Pablo Ortíz Romero. Sus posibilidades han llevado a que se planteara su restauración y su divulgación con un convenio de colaboración entre CEDER-La Serena y la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, y la participación del Excmo. Ayuntamiento de Quintana y la Mancomunidad de La Serena.
Hijovejo, conjunto arqueológico de época romana situado a unos cinco kilómetros de Quintana de la Serena, en dirección a la población del Valle, es un recinto fortificado romano de función claramente militar relacionado con los avatares bélicos de la etapa republicana en Extremadura. Ocupa un lugar principal en el entramado de recintos-torre de La Serena, siendo el mejor conservado de ellos, el de mayores dimensiones y el que presenta mayor complejidad en su organización. Se levanta sobre un canchal de granito formado por cuatro grandes bolos que le sirven de base. La torre de Hijovejo está formada por dos recintos que se incluyen uno en el otro de manera irregular.
En el centro de interpretación de Hijovejo, yacimiento cuyos restos datan del siglo I antes de Cristo, se explica el origen, emplazamiento y estructura arquitectónica del complejo arqueológico. El centro de interpretación, está dirigido a todas aquellas personas que se interesen en la historia y las distintas fases de evolución de este yacimiento, que está ubicado en la antigua Casa de la Posada de Quintana de la Serena. Además del referido Centro de Interpretación, situada en la planta superior del edificio, acoge en la planta baja el Museo del Granito, que enlaza la cultura y la tradición de varias generaciones de los quintaneses.
El descubrimiento del yacimiento de Hijovejo y su valoración como enclave arqueológico se debe a Don Juan Casco Arias, médico de Quin54
reina alcazaba
La primera emigración a la sierra se produjo en época árabe,
Aunque muy maltrecha, la silueta de esta poderosa alcazaba se recorta sobre el horizonte como hito evocador de la pasada grandeza de Reina.
trasladándose la población al, hoy día, llamado cerro del Castillo, donde se construyó la fortificación aprovechando algunos restos
El recinto murado tenía 14 torres albarranas y defendía a otro recinto interior del que sólo quedan escasos restos. De entre sus torres destaca la del Homenaje. Se conservan varios aljibes, similares algunos de ellos a los de Cáceres y Medellín. La cerca que se conserva es de la época almohade (siglo XII), con diversas restauraciones posteriores. Entre ellas las realizadas por el Maestre de la Orden de Santiago don Alonso Cárdenas (siglo XV) y otras en los años 1515 y 1575.
de la antigua Regina. El enclave tuvo una gran importancia estratégica, al proteger una de las salidas naturales del Valle del Guadalquivir y el cruce de las dos calzadas. Según consta en los textos de Rodrigo Méndez Silva (Población General de España), Ganola de moros año 1185 el Rey D. Alonso Nono Castellano y vuelta a perder, D. Fernando III, 1246 que la mandó poblar de cristianos.
La alcazaba de Reina se encuentra a unos 825 metros de altura sobre un monte desde el que domina la localidad del mismo nombre, en la provincia de Badajoz.
En el año 1246 Fernando III donó la villa con su alcazaba a la Orden de Santiago, convirtiéndose a partir de ese momento en cabeza de una poderosa Encomienda de la que dependían Ahillones,
Los orígenes de Reina se remontan a la ciudad romana Regina Turdulorum, en el cruce de las dos calzadas que unía Córdoba con Mérida. Se supone que su fundación es cesariana o augustea, recibiendo organización política romana en tiempos de Vespasiano. En aquella época fue una población populosa, de casi de 4.000 habitantes, que disponían de agua potable que llegaba a través de un acueducto. Sus calles eran amplias y porticadas, con alcantarillado subterráneo que desembocaba en los arroyos de San Blas y San Pedro.
Berlanga, Casas de Reina, Disantos, Fuente del Arco, Trasierra y Valverde de Llerena. En siglos posteriores el auge de Llerena absorbió la capitalidad de la Provincia Santiaguista. La fortaleza fue abandonada entre los años 1604 y 1738, formándose poco a poco el pueblo actual. Las primeras casas empezaron a edificarse en la parte más baja de valle, los arrabales, donde se hallaban las bodegas. 56
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ribera del fresno El Oppidum Hornachuelos
bastiones semicirculares evidenciándose en su interior cabañas, principalmente, de planta oval.
H O R N A C H U E L O S, es una estratégica elevación localizada en el sector central de la actual provincia de Badajoz, en el término municipal de la localidad de Ribera del Fresno. A consecuencia de los destrozos causados en un sector del yacimiento se decide en 1986 con el Profesor Titular de la Universidad de Extremadura Don Alonso Rodríguez Díaz, como Director del Proyecto, emprender con carácter de urgencia una excavación en el yacimiento ribereño.
Los pobladores en esta primera fase de Hornachuelos basaban su subsistencia en la agricultura y la ganadería, la caza de los animales documentados en la zona tales como ciervos, conejos, perdices..., y la recolección. Esta primera ocupación concluyó con un incendio que provocó el abandono del poblado.
Hasta la mencionada fecha, la zona había pasado prácticamente inadvertida para la investigación, aunque algunos vestigios en la literatura arqueológica de finales del Siglo XIX–mediados del XX manifiestan la peculiaridad de la cantera.
Pero los trabajos arqueológicos demuestran que el mayor esplendor de Hornachuelos se produce casi 2000 años después, entre mediados del Siglo II a.c. - y finales del siglo I d.c., etapa de tránsito entre las culturas prerromanas y la Romanización de la Beturia; alcanzando el poblado aproximadamente 5 hectáreas de superficie. Las evidencias encontradas demuestran una organización más compleja aprovechando al máximo el espacio, en donde las viviendas se diferencian entre sí en cuanto a tamaño y número de habitaciones utilizándose bien para tareas domésticas, almacenaje ó descanso. Además, estas casas se encuentran separadas por calles trazadas en sentido longitudinal del cerro.
Una vez iniciada la primera campaña de excavación y tras una valoración del territorio, se decide prolongar los trabajos en los años sucesivos siendo esta acción continuada hasta 1997. Los objetivos se concretaron en: La reconstrucción del entorno ecológico y arqueológico de Hornachuelos, el estudio de sus diferentes fases de ocupación, la valoración de su necrópolis y la integración de los resultados en el Proceso Histórico Regional. Las sucesivas excavaciones han demostrado que Hornachuelos estuvo poblado a finales de la Edad del Cobre o Calcolítico (2.0001.800 A.C.) siendo un tipo de poblado propio de la Cuenca Media del Guadiana. Así lo constata la existencia de su estructura tratándose de un lugar fortificado acotado por una o dos líneas de muralla con
En cuanto a las actividades económicas también son visibles las mejoras y avances producidos. Se basa en la agricultura de secano, la ganadería extensiva y la caza. Dado el avance en el tiempo con 58
Además, el Centro contiene una maqueta del yacimiento, un breve
respecto a la fase anterior, también un factor principal en la economía fue el control y explotación de las galenas argentíferas de la Sierra de Hornachos.
audiovisual titulado “Los orígenes de la Romanización en Extremadura”, un punto interactivo de imágenes que permite al espectador tocar,
Todo ello manifiesta mayor complejidad y organización, calificando los investigadores dicho conjunto arqueológico como propio de un oppida o ciudad fortificada de la Beturia: designación dada por los autores clásicos al territorio comprendido entre el río Guadiana y Sierra Morena en el Siglo I de la Era. Es probable que se trate del oppidum de Fornacis, referido por Ptolomeo en su “Guía Geográfica”.
comprobar y que no se limite a observar pasivamente, y un CD-ROM con todo los concerniente a la Historia del Yacimiento. La visita al yacimiento puede realizarse cualquier día de la semana ya que su acceso está abierto; mientras que para visitar el Centro de Interpretación se puede realizar:
Lo presentado acerca del Poblado de Hornachuelos se refleja en su Centro de Interpretación. Un lugar donde el visitante adquiere el sentido y el contexto claro de la zona: paisaje natural, historia, proceso de la investigación... El Centro de Interpretación se ordena en 5 ámbitos principales:
• De lunes a viernes de 10,00 a 14,00 horas (Horario de mañana); de 16,00 a 21,00 horas (Horario de tarde). • Los sábados y domingos su horario es 10,00 a 14,00 horas (Horario de mañana; y de 17,00 a 21,00 horas (Horario de tarde).
1. Historia de la Investigación, 2. Hornachuelos: El oppidum de Fornacis, 3. La Necrópolis: Ritos funerarios, 4. Fornacis y su territorio 5. Fornacis: Contexto histórico y arqueológico.
• Para visitar el Centro de Interpretación en días festivos hay que contactar con los siguientes números de teléfono: • Teléfono del Ayuntamiento: 924 53 60 11/924 53 65 11 • Teléfono de la Casa de la Cultura: 924 53 72 24 59
san vicente de alcántara conjunto megalítico
• Tapias II: hay restos de una cámara circular, hoy prácticamente desaparecida.
San Vicente de Alcántara se encuentra en el extremo Suroccidental de la provincia de Cáceres, en la actualidad es la cabeza de la comarca de San Pedro-Los Baldíos; se sitúa en una zona llana, próxima a las estribaciones más occidentales de la Sierra de San Pedro y a la frontera con Portugal. Este territorio se puede considerar como el más representativo de los bosques de encinas y alcornoques de Extremadura, con un ecosistema que ofrece una rica y variada fauna. La primera prueba de la ocupación sistemática del territorio puede establecerse en época calcolítica, período del que proceden buena parte de los dólmenes distribuidos por el término. El conjunto dolménico comprende hasta 41 dólmenes, 33 graníticos y 8 con materiales de pizarra. A estas cifras hay que sumar otros 14 más que se consideran documentados, pero perdidos en la actualidad, hasta completar un número total de 55 sepulcros megalíticos del período calcolítico. Para la visita al imponente conjunto, la Oficina Comarcal de Turismo ha desarrollado una red de rutas adecuadas para la visita turística, señalizadas y guiadas, publicando una serie de guías con indicaciones concretas para llegar a los diferentes megalitos. Estas rutas son las que siguen.
Ruta 2: Zafra: En esta ruta se recorrerá también una calzada romana que asciende por la ladera de la sierra, calzada que conduce a los cinco dólmenes que la componen. • Zafra I: tan sólo han sobrevivido restos (2 ortostatos) de la cámara circular de granito. • Zafra II: presenta una gran cámara con 6 ortostatos de tendencia circular con corredor largo, todo en granito.
• Zafra IV: este dolmen ofrece evidencias de haber sido expoliado, ha conservado 5 ortostatos que se mantienen en pie sin apoyar se entre sí.
• La Miera: aparecen cuatro ortostatos y la cubierta caída, no apreciándose ni corredor ni túmulo.
• Lanchas I: con el túmulo perdido, este dolmen presenta una cámara de tendencia circular compuesta por siete ortostatos encajados entre sí; no se aprecia corredor. 60
• Datas I: presenta cámara poligonal con corredor corto, con cinco ortostatos de granito muy bien escuadrados, así como otros de menor tamaño. Se han realizado varias campañas de excavación, pese a lo cual no han aparecido materiales asociados. • Datas II: también con corredor corto, pero con cámara de tendencia circular; aparecen siete ortostatos apoyados unos sobre otros; destaca el túmulo con una trama regularizada de piezas de pizarra delimitadas por bloques también de pizarra de mayor tamaño.
• Tapada del Anta: con un túmulo de forma ovalada, la cámara busca una forma circular con corredor corto. • Tapada del Anta II: cercano al anterior, y en una elevación natural, aparecen restos de una cámara de granito, con cuatro ortostatos y otro caído.
Ruta 3: Las Lanchas
la cámara; tiene cubierta cuadrangular; además aparecen otros dos ortostatos en el corredor, pero en posición horizontal.
Ruta 4 • Huerta de las Monjas: cámara circular con corredor largo y atrio que presenta una rampa de acceso. Se conservan 6 ortostatos de granito con losa de cobertura. Todo en buen estado de conservación.
• Zafra III: muestra una cámara poligonal alargada, sin restos de corredor, con 7 ortostatos y cubierta caída.
• Zafra V: este dolmen se encuentra casi completamente arruinado.
Ruta 1: Las Tapias • Dolmen Tapias I: presenta una cámara contendencia circular y corredor largo, cuyos ortostatos se encuentran inclinados al interior; estaba cubierto por una losa horizontal, hoy caída.
• Lanchas II: se conservan 5 ortostatos in situ, sin cubrición, aquí sí se aprecia parte de un túmulo que debería tener 13 metros de diámetro. Se encuentra violado de antiguo.
• Cajirón I: tiene una cámara circular con corredor conformada por siete ortostatos apoyados entre sí, con cubierta circular, y dos ortostatos longitudinales que conforman el corredor. El túmulo se encuentra muy arrasado.
• La Barca: aunque no se aprecia el corredor, éste se considera probable; la cámara la conforman seis ortostatos sin losa de cubrición.
• Cajirón II: La cámara es circular y el corredor corto, los siete ortostatos que lo conforman están prácticamente caídos. El túmulo se encuentra casi desaparecido. Existen otras cinco rutas más diseñadas, pero el estado de conservación de los dólmenes, así como la señalización y la accesibilidad son deficientes. De todas formas, siempre pueden seguirse las indicaciones de los textos realizados por la Oficina de Turismo.
Ruta 5: Los Mellizos Esta ruta se encuentra en la pedanía de la Aceña de la Borrega. • Anta de la Marquesa: presenta cámara contendencia circular y corredor corto, con ocho ortostatos de granito, uno de ellos cierra 61
Ruta Megalítica 1 Montes de Calderón
v alverde
de
Situación: Coordenadas: 3º01´15O./38º38´25”N. En la carretera Valverde de Leganés - Táliga, cerca del km. 3,8; a la derecha.
leganés
Descripción: Cámara poligonal alargada, con inicios de corredor en granito. La cámara conserva siete ortostatos; el corredor se adivina por dos ortostatos de menor tamaño. El Túmulo es de tendencia oval, formado por pequeños elementos de granito y tierra.
rutas megalíticas
En las proximidades de Valverde de Leganés, se encuentra una de las rutas megalíticas más interesantes de la provincia, y por tanto de toda Extremadura.
La Mata
La enigmática singularidad de estos monumentos megalíticos, la mayoría en buen estado de conservación y que aún hoy nos sorprenden por sus dimensiones, unida al encanto de su situación en el mismo corazón de la dehesa extremeña más exuberante, convierten a esta ruta en una alternativa de ocio ideal para aquellos que gustan de conjugar arte, historia, y naturaleza… y por supuesto gastronomía, pues ofrece magníficos productos derivados del cerdo ibérico.
Situación: Vadeando la Rivera en dirección al cortijo de La Mata, a 300 metros a la derecha. Descripción: Conjunto megalítico, con inicios de corredor en granito. La cámara conserva varios ortostatos.
Debido a la relativa proximidad entre sí de estos dólmenes la ruta que proponemos, tomando como base Valverde de Leganés, puede hacerse en gran parte por caminos y veredas, tanto a pie como, éste seria el modo ideal, en bicicleta.
La Lapilla Situación: Coordenadas: 3º15´30”O. / 38º35´35”N. En la carretera Valverde de Leganés - Barcarrota, se toma la desviación al cortijo de La Lapilla.
En otoño o en primavera pasear por estos parajes supone descubrir cientos de olores, colores y sensaciones fruto de la riqueza de flora y fauna del entorno y es una auténtica oportunidad par relajarse y disfrutar de uno de los últimos ecosistemas casi sin alterar que aún perviven en Europa.
Descripción: Cámara de tendencia circular, con corredor largo descentrado en granito. El túmulo ha desaparecido, apreciándose solamente una acumulación de piedras y tierra junto al monumento.
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Ruta Megalítica 2 Menhir de Gamonal
v alverde
de
Situación: Coordenadas: 3º01´15O./38º38´25”N. En la carretera Valverde de Leganés - Táliga, cerca del km. 3,8; a la derecha.
leganés
rutas megalíticas
Descripción: Cámara poligonal alargada, con inicios de corredor en granito. La cámara conserva siete ortostatos.
El Revellado I Situación: Coordenadas: 3º12´30”O. / 38º38´25”N. En la carretera de Valverde de Leganés – Almendral, pasado el cortijo del Revellado, se toma un camino a la derecha que lleva a un pozo, tras el que está el dolmen.
El Romo Situación: Coordenadas: 3º13´30”O. / 38º37´10”N. En la dehesa de Los Arcos, próximo del dolmen del Campillo y al Castillo de Los Arcos.
Descripción: Cámara de tendencia circular con corredor largo en granito y caliza. La losa que cubre la cámara, tiene forma trapezoidal, en su zona interior se han grabado cazoletas.
Descripción: Cámara poligonal alargada, con corredor largo de granito. Dos de los ortostatos de la cámara se han trabajado para formar una especie de “ventana”, como en el dolmen del Revellado I.
Materiales: Fragmentos de formas a torno, lascas de silex, cuentas de collar, etc… El ajuar de este dolmen, excavado en 1982, se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz.
El Revellado II Situación: Coordenadas: 3º14´54”O. / 38º38´39”N. En la carretera de Valverde de Leganés – Almendral, frente al cortijo del Revellado, al lado de una fuente.
El Campillo Situación: Coordenadas: 3º13´10”O. / 38º37´35”N. Cerca del Castillo de Los Arcos, junto a una pequeña presa.
Descripción: Cámara de granito. Su forma no puede especificarse, quedando en pie sólo dos ortostatos; una de las piezas caidas, posible fragmento de cubierta, tiene cuatro cazoletas.
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Descripción: Cámara de tendencia circular en granito. Fragmentos de cubierta y restos del túmulo aparecen diseminados junto al monumento.
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zalamea
de la
cancho roano
serena
suave elevación rodeada de encinas y junto a un pequeño curso de agua, el arroyo Cigancha, que se caracteriza por mantener su caudal durante todo el año. El lugar está delimitado por pequeñas cadenas montañosas dotado de un suelo apto para la agricultura. Este yacimiento permaneció ocupado desde el siglo VII al siglo IV a.C. En esta amplia cronología pueden establecerse diferentes fases. Los restos más antiguos del yacimiento se constatan con la presencia de una sencilla construcción de una cabaña deforma oval excavada en la roca y realizada con piedra y adobe, que se fechan en los inicios del Período Orientalizante, en el siglo VII a.C. A esta construcción inicial, le suceden tres edificios o santuarios, que confirman el carácter sagrado del enclave en la zona. Un lugar relativamente alejado de la ruta principal hacia el Guadiana y las tierras del Sur, por la que se extiende de un modo rotundo la cultura tartésica. El edificio más antiguo es el denominado Santuario Orientalizante, descubierto en1993, que se construye amortizando los restos de la arruinada cabaña primitiva. Se fecha esta edificación entre finales del siglo VII e inicios del siglo VI a.C., coincidiendo con el auge de la cultura tartésica. Su construcción se caracteriza por estar realizada sobre un zócalo de piedras trabadas con barro y cubierto con un enlucido blanco a base decaolín. Sobre este zócalo se levantan las paredes de adobe también enlucidas de blanco.Los suelos eran de arcilla de color rojo. De este edifico sólo ha llegado la habitación principal del mismo, de-
El yacimiento arqueológico de Cancho Roano se encuentra a 10 Km.del municipio de Zalamea de La Serena, en la comarca pacense de La Serena. Se accede a este lugar a través de la carretera que une Zalamea de la Serena con Quintana de la Serena. El hallazgo de este yacimiento arqueológico, oculto bajo un túmulo de tierra, se produjo en torno a los años 60, cuando la finca de Cancho Roano se parceló y se vendió a varios vecinos de la localidad de Zalamea. Los diferentes dueños de estas parcelas, tratando de utilizar este terreno como huerta, intentaron desmontar el túmulo, pero no lo consiguieron, debido a la entidad de los restos arqueológicos que allí afloraban. Estos hallazgos fueron puestos en conocimiento de las autoridades, iniciándose años después los trabajos de excavación que se prolongarían hasta la década de los 90. El gobierno autonómico concedió al yacimiento la declaración de Bien de Interés Cultural al considerarlo como uno de los emplazamientos arqueológicos más importantes de Extremadura; asímismo, en 1986 fue declarado Monumento Nacional. Una vez excavado, Cancho Roano fue puesto en valor, consolidado y protegido por una cubierta capaz de resguardar los restos de los agentes meteorológicos. En sus inmediaciones fue construido un Centro de Interpretación donde al visitante se le ofrecen las claves para comprender tan singular enclave. El yacimiento de Cancho Roano se localiza en la finca del mismo nombre, sobre un montículo o túmulo denominado Torruca, en una zona de 66
elevarse el tercer santuario. Este tercer edificio es conocido como el Palacio-Santuario de Cancho Roano. Se trata de un edificio de planta cuadrada orientado al Este y dotado de dos alturas. Se accedía por la entrada principal, localizada hacia el Este, a través de dos torres que la flanqueaban, dando paso al patio. En esta entrada se localiza una estela de guerrero reutilizada y colocada a modo de escalón. Todo este complejo monumental aparece rodeado por un foso excavado en la roca natural. Este foso completa un sistema defensivo integrado además por la terraza, las torres y las rampas. Presenta una planta en “U” formada por 11 habitaciones y un patio. La entrada se realiza a través de la Habitación 1, que da paso al patio, donde se conserva un pozo, y al corredor o Habitación 2, que se trata de un espacio transversal que da paso al resto de los ámbitos. Las Habitaciones 3, 4, 5 y 6, ubicadas al Noroeste, fueron utilizadas para guardar los objetos de culto más delicados y para realizar labores relacionadas con el tejido. Las Habitaciones 8, 9 y 10, localizadas al Suroeste, conforman el área de almacén del santuario, allí se localizaron numerosos recipientes cerámicos aptos para el almacenaje de productos. La Habitación 11 presenta unas características constructivas diferentes, tales como la pavimentación del suelo con lajas de pizarra al igual que el zócalo, características que unidas a los restos materiales y elementos de prestigio hacen suponer la función de esta estancia como un espacio residencial del personaje principal del santuario.La Habitación 7 o espacio sagrado del santuario, es el lugar más importante del edificio, pero no se conserva en la visita actual al edificio. Destacaba esta estancia por la aparición de un pilar de forma cuadrangular realizado con adobe y ubicado en el centro de la misma. Las Habitaciones perimetrales o capillas,se organizan en torno al edificio, son un total de 24 estancias, seis en cada sector del mismo. Están separadas del edificio principal por un pasillo perimetral que facilitaba la comunicación entre ellas.
nominada H-7, donde se desarrollaba el culto. Se trata de una estancia rectangular, dividida por un muro transversal, a la que se accedía a través de un vano y en cuyo interior se documentan en un extremo una estructura escalonada y en el otro un vasar con orificios para depositar las ofrendas y objetos rituales. En el espacio central apareció un altar redondo que remata en forma de triángulo, realizado con piedras pequeñas revestidas con barro y enlucido con una capa de arcilla roja. Este santuario se destruyó posiblemente debido a las nuevas necesidades surgidas por el desarrollo y ampliación del culto que implicarían la construcción de un nuevo edificio de mayores dimensiones. En esta destrucción se realiza una gran plataforma muy uniforme sobre la que se construye un nuevo santuario. Este nuevo santuario constituye la consolidación del culto y se construye a mediados del siglo VI a. C., en él se aprecian diferentes fases constructivas. Este edificio consta de tres cuerpos principales a los que se accede a través de una habitación rectangular. En la zona de entrada al edificio hay dos pequeñas torres que flanquean la puerta. Junto a la entrada se conserva un pozo y un foso que rodea todo el edificio. En la zona Sur se disponen habitaciones que fueron utilizadas como almacén del santuario, mientras que en el sector Norte hay estancias donde se localizan hogares y altares que hablan de su función claramente religiosa. El espacio principal de este santuario es la denominada Habitación 7, lugar sagrado del complejo, que se superpone a los restos de esta misma estancia en el santuario primero.También conserva un altar realizado con ladrillos de adobe y enlucido de cal. Además se documentan otras estructuras que ponen de manifiesto su carácter sagrado; allí se dispone una plataforma donde se acomodaría la élite social y sacerdotal. La existencia del pozo habla de la utilización del agua como elemento ritual indispensable en el culto. Tiempo después, por razones desconocidas, este segundo edificio se destruye del mismo modo que los anteriores, para sobre él 67
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zalamea
de la
cueva del valle
serena
y femeninos. El hallazgo de estos materiales evidencia la celebración de unos rituales de ofrenda a la divinidad en los que se aprecian un concepto y unos usos rituales diferentes al del hecho colectivo que veíamos con anterioridad en Cancho Roano.
A pesar de las excavaciones que se realizaron en esta Cueva en los años 70, apenas hay nada publicado, salvo un artículo del Dr. Sebastián Celestino Pérez del año 1997. Sobre la sierra que comunica con el Valle de la Serena, se halló esta cueva-santuario ubicada a tan sólo 3 km. al oeste de Cancho Roano. En este abrigo, conocido como la Cueva del Valle, unos sondeos realizados en la década de los años 70 del pasado siglo, exhumaron un gran número de materiales cerámicos y de exvotos trabajados en terracota que se hallaban depositados en una pequeña explanada delante del abrigo. Del material vascular destacan dos rasgos: en primer lugar, son recipientes –en su mayoría- en miniatura cuyas formas responden, en algunos casos, a los perfiles de los vasos datados a principios del siglo IV a.C., en Cancho Roano; mientras que otros corresponden a formas ya de época romana, lo que confirma la enorme pervivencia de este lugar. En cuanto a las terracotas encontradas podemos decir que se trata de representaciones de personajes desnudos masculinos
La Cueva del Valle es un abrigo artificial trabajado sobre un afloramiento granítico en la ladera alta de la cercana sierra que cierra el valle de la Serena por su lado occidental. En su parte superior se observa una explanada tallada en la roca y con algunos canalillos. Algunas características de este material del que, a pesar de la cronología romanizada que ofrece el conjunto, sobre todo por la presencia de cerámica sigillata, es necesario enfatizar la importancia del apreciable número de cerámicas en miniatura –más de 500 ejemplares-, entre las que se documentan anforitas, cuencos, etc. Sus perfiles retratan formas similares a las vasijas de grandes dimensiones de Cancho Roano; lo que confirmaría la directa relación existente entre ambos lugares.
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zalamea
de la
serena
torre de trajano
Germano, Máximo pontífice, cuando era por tercera vez potestad tribunicia y cuarta vez cónsul”.
Se trata de un singular monumento conmemorativo funerario fechado en el s. I d.c ( año 102). Está ubicado en la Plaza de la constitución, dentro del municipio de Zalamea, aunque primeramente estuvo emplazado fuera de los muros de la ciudad de Iulipa, siendo utilizado como torre campanario de la Iglesia Parroquial hasta enero de 1961. En este años, los arquitectos José Menéndez Pidal y Antonio García Bellido comenzaron su restauración terminando tres años después recuperando así el monumento, su fisonomía original como obra exenta.
2.A través de los mercaderes sirios que venían hasta aquí para comerciar. Constructivamente está compuesto por: Un Podium de 1,37 metros de altura, apoyado directamente sobre la roca madre, y repartido en tres hileras de 0,45 metros. Un Basamento de unos 6,34 metros de altura, compuesto a base de un orden apilastrado. Posee cuatro pilastras en los frontales y tres en los laterales.
La construcción tiene una altura de 23,23 metros, siendo la de más altura de su familia y única en la Península Ibérica. Fue declarado Monumento Nacional por Decreto de 1931.
Un Entablamento formado por un arquitrabe dividido en tres plantas de bandas y una cornisa que separa el arquitrabe del friso, no consta que tuviera decoración, encontrándose aquí la inscripción de Tongilia.
El origen de este monumento se encuentra en Delfos (Grecia), de donde pasa a través de Alejandro Magno a Siria. Según Menéndez Pidal pudo pasar a Zalamea de dos formas: 1.A través del padre de Trajano, mientras estuvo de cónsul en Siria, según atestigua la Epigrafía que se encontró junto al monumento y que aún se conserva parte de él en la Iglesia Parroquial.
Sobre el basamento se levantan dos basas desde donde parten dos columnas de fustes estriados con una altura de 10,40 metros, seguido por un atrio de coronación formado por un collarino y un capitel corintio.
“MAX. TRIB. PONT III COS.IIII MUNIC. IULIPENSE. D.D.D.”
Toda la construcción está realizada en piedra de sillería granítica aparejadas en hileras horizontales de altura similar.
Cuya traducción sería: “El municipio ilipense dedicó este monumento al emperador: Cesar Nerva Trajano: hijo del divino Nerva 72
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