Los grandes centros urbanos son con frecuencia espacios hostiles y difíciles de transitar. A menudo, las calles de la ciudad no brindan sino incomodidades a quienes las transitan bajo el peso de la rutina diaria. Ante esta hostilidad que caracteriza a las ciudades contemporáneas, el arte puede generar situaciones inéditas que rompan con los condicionamientos impuestos por la vida gregaria, inviten a la reflexión y hagan más amable la vida en la ciudad.
Partiendo de este análisis, Carlos Cruz-Diez ha dedicado gran parte de su esfuerzo e investigación plástica al desarrollo de proyectos artísticos en el espacio público y a la integración del arte y la arquitectura en diversos lugares alrededor del mundo. Para Cruz-Diez, el uso de la calle como soporte para el arte brinda la oportunidad de establecer nuevas vías de comunicación entre las obras y los espectadores, además de producir acontecimientos capaces de modificar nuestra relación con las ciudades y el resto de las personas....