V Fanzine de Emergencia

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Saula

Cecilia Perna Fanzines de emergencia en formato digital: www.artistasfeministasautoconvocadas.tumblr.com Facebook: Artistas Feministas Autoconvocadas Mail: artistas.feministas.a@gmail.com

Ilustración de tapa: Carla Leonardi

La caída del Caballo no fue tan estruendosa finalmente. Conformaremos ahora un ejército de a pie. Esta es la realidad. Hemos por fin despertado y el polvo del suelo será por un instante arena entre los dientes. No vamos a rendirnos, sin embargo.

Sobre mi cuerpo Sofía Bogarín

Sobre mi cuerpo guardo la imposición de mi primer amante Sobre mi cuerpo guardo la tensión de flaquear una hilera de hombres Sobre mi cuerpo guardo las lágrimas resecas frente a tanta impunidad Sobre mi cuerpo guardo el rostro de la compañera que no logró escapar Sobre mi cuerpo guardo la mano del macho queriéndome someter Queriendo, digo bien Nunca más va a poder 2

El calor de la tierra contra la planta del pie nos resulta igualmente de provecho Somos fuertes. Nuestro cuerpo grande y poderoso es capaz de acompañarnos a través del completo desierto. Y si el cuerpo fallara, nos tendríamos aún entre nosotras. Somos esta pequeña multitud de carne blanda y músculo de hierro. 3


No pedimos nunca más la gracia de sus cómodos caballos. Deseamos usar las propias piernas deseamos el polvo amarillo debajo de los pies. Somos hermosas, gigantes y estamos todas sucias. Y si nadie jamás nos ofreciera agua de beber beberíamos igual la saliva en nuestras bocas. Esta es la realidad ya ninguna mentira permanece.

Me busco un poco

Natalia Iñíguez

Tu nombre no fue el de ninguna de mis amigas pero el stencil en mi barrio dice que todas somos vos Melina adolescentes fanáticas de todo lo que nos haga reír

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Te pienso repaso un recuerdo ficticio ¿Acaso no lo son todos? Me reconozco en tu pelo inmóvil para siempre y canto una canción de los ángeles azules que nos haría llorar por el primer negrito que nos dejó tiradas Habremos pateado o pedaleado las mismas calles Habremos bailado juntas lejanas en el tiempo y apuntado las manos al cielo los dedos como armas la cabeza hacia atrás la canción –el grito- en la garganta las caderas al ritmo del barrio que nos vio morir para que todas tengamos tu nombre

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Sobre las cosas que una escucha

Padre nuestro

Malena Saito

Gala Amarilla

Hoy ví hombres bravos hombres opinando sobre cuerpos de mujeres que no fueron enterradas sobre cuerpos de mujeres desangrados por la fuerza de su especie. Decían que ahora no se puede tocarlas sin que griten sin que lloren la tragedia del dolor y la violencia. Quisiera mirar a sus anchos ojos y decirles: No hay cielo en dónde se apiaden de nuestra hoguera. Pero temo igual que todas a la fuerza del odio a los brazos acechantes que indignados buscan que yo también sea carne de su plato, souvenir de su fiesta.

Padre nuestro, no padre de ellos: acabose tu mandato; las huérfanas del mundo ni te merecemos ni te perdonamos. Hágase nuestra voluntad: cúmplase nuestro deseo hágase hueso y carne, sólo así será la Tierra una morada. (Hermanas, entre nosotras hace días que veo sangre y no encuentro la herida. Me preocupa. Pero no temo. Hermanas, el cielo es una hilera donde nadie habla por eso hicimos una ronda, sin saberlo o sabiendo que no hay coraje más grande. Hermanas, ahora no logro explicarme bien pero me consta crean, por favor, yo sé que esto lo cambia todo)

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Libertad, igualdad y por favor; no nos maten más

Juana Sinmás

Veo morir lugares a mí alrededor: Veo morir relaciones veo morir amantes, veo morir etapas, mentes firmes, estancadas. Me veo muriendo me digo a mi misma que tranquila, que de a poco. Nada se hace de golpe, todo es un proceso, un atravesar, acostumbrarme, inculcarme buenos hábitos sanar de mente. Golpean a miles de mujeres en una habitación mueren individuas que solo ansían tener segura libertad de sus vientres, muere futuro deseado, mueren hermanas de especie. Muertes de culpa muertes de un cuchillo que entra y sale de un cadáver 307 veces muertes por dosis mal calculadas muertes de hambre bruscas, mentes muertas, categorías muertas. Huelo a la amistad muriendo en manos de lo animal del deseo, veo a la caricatura del machismo despertándome con su lengua en mi boca, veo el egoísmo de lo urgente 8

de la sorda satisfacción personal, veo individualidades deshacerse, mentes oscurecer, veo vínculos morir. Me digo que despacio, que tranquila, que un paso a la vez. Me lo digo tantas veces que con cada una de ellas voy muriendo más rápido. Veo a la violencia luchando con un monstruo que se está despertando: la verdad. Veo intrépidos disimuladores marchar por mi derecho de no ser atacada por ellos. Veo la invisibilidad de lo obvio del abuso de poder, de autoridad, de superioridad, del abuso de la historia. Tranquila, un paso a la vez. Entre tanta muerte veo nacer una posibilidad de ser escuchadas, la necesidad de la unión y de la protección compartida. Dejarán de fracturar nuestra integridad, el fin del silencio es el principio de la creación, mantener una lucha para cada conservación, exigir una oportunidad completa para cada vida. Libertad, igualdad y por favor, no nos maten más. 9


Bosquejo

Corina Inveninato

Ella junta hongos en el bosque. Camina. Arroja miradas perdidas. Y anda con el paso cuidadoso de quien no mata una hormiga. Y si su cuerpo tirita es por la pena que a través del temblor se expresa, haciéndose carne haciéndose ser. Cómo es que entre tanto verde hay lugar para el negro, me pregunto. Pero ella sólo ve colores, y la niña no se pregunta porqués no busca consuelo no ríe, ni llora; porque sabe que no es dueña ni siquiera, del dolor. Su plexo, sus manos y sus dedos son 10

simples albergues transitorios; de la calma y la contienda, lo grande y lo pequeño, lo vulgar y lo supremo. Y a ninguna emoción le pondrá letras, mucho menos pensamiento. Una ráfaga de aire es más que suficiente para borrar lo que trae la mente. De tan claro se vuelve inconsciente. Es que la obviedad suele ser el mejor escondite. Eso, bien lo saben los hongos; que se posan evidentes y pasan desapercibidos. Y bien lo sabe la niña, que sólo atiende a lo desconocido.

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Bien-Digo

en el medio de la tormenta y no dar ni un paso atrás.

Alicia Aquino Floto desnuda y me hierven los ojos: tan niña como vieja caigo de espaldas al mundo, sin apretar los dientes, con las manos secas, con las piernas fuertes, toda junta, me armo camino imantada a este suelo y Bien-Digo:

Sin título

Karina Büttner Placard escombros de los miedos la incertidumbre es un abismo azul solitario.

vengo a pararme de frente en el medio de la tormenta y no dar ni un paso atrás.

La noche se hizo trizas desprendidas, dudamos. Nuestra libertad en el columpio de la suerte.

Pronuncio el nombre de un Viento Divino, lo canto (floto desnuda y me hierven los ojos) y si asusto a alguien: sepan que no estoy sola sepan que no estoy sola sepan que no estoy sola, vengo a pararme de frente

Ilícito silencio siniestro. Afuera los sordos gritos se empiezan a sentir. Por dentro la sangre hierve de revolución. 12

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Cambio una marcha por más vida Patricia González López

Cambio una marcha por más vida no quiero un trueque de imposiciones me opongo a canjear las formas de juicio, quiero emancipar lo bueno de sus envases, exijo una libertad deforme. No quiero alquilar mis elecciones a un dogma, no quiero una disputa de furias, no seamos mártires de un traspaso de monopolios, de una puja entre poderes a quien rendir tributo; que no se trate de permutar una muerte por otra. Cambio el miedo por respeto más respeto más respeto por favor. Rechazo un mundo que nos piense en cupos, pido una oportunidad para ser iguales. Quiero convertir los gritos en carcajadas, propongo un abrazo donde ahora hay competencia, cambiar el egoísmo por un triunfo colectivo. Quiero sacar el adhesivo a las etiquetas, que resbalen en la piel hasta que caigan, preguntar en vez de hablar sin saber. Propongo una donación de oídos, un retiro de la hipocresía. Se me antojan más palabras, una clase de escucha, un seminario de aceptación. Deseo poder decir NO sin morir, 14

quiero decir NO sin perder el cuerpo; Aspiro a decir SI y valer lo mismo. Cambio una pose por un gesto, que caigan los criminales que nos desgarraron curarme de las invasiones que nunca quise pasar, cambio una marcha por más vida.

Tierra

Laura Guevara nuestra tátara abuela huarpe que fue nena de corazón apretado en la cordillera árida -como nosotrasadoró a las lamidas cumbres altas y crueles -como nosotrasy se deshizo como el deshielo en estallidos de burbujas contra las piedras -como nosotraspor amor a ella que también arrancó pastos secos de la tierra desdentó espinos, invocó avalanchas, enarbolamos nuestra mirada más feroz: lo que está en juego es nuestro territorio. 15


Abismal

Valeria Nusbaum

En mis sueños hay ciudades enteras bajo el agua Mujeres que hacen mandados y se abrazan entre las algas La noche va y viene y ellas nadan solas Las palabras quedan atrapadas en la superficie Buceamos sin maquillaje hasta el encuentro con otra que venía ondulando para que juguemos a dibujar todos los árboles posibles bajo la gran inundación

Sin título

Nancy Gregof I mutiladas, violadas, encadenadas, empaladas, asesinadas, asesinadas, asesinadas, asesinadas, el amor es una opción a disposición del hambre de nuestras carnes por nuestros cuerpos 16

de nuestras caras por nuestros gestos de nuestras formas por nuestras ropas de nuestras vidas por ser las otras noticias de primera plana. las tormentas refractan los cielos de nuestro infierno, las violencias irreverentes nos atacan de cuajo el derecho a ser, el derecho a hacer el derecho a sentir, el derecho a vivir el derecho a romper, destruir, crear porque en la muerte somos objeto de uso y descarte, residuos del sistema, archivos cajoneados, un odio rosado rebajado en sangre. II mil burbujas sabotean tus vacíos cotidianos como un auto en alquiler la lavó y la llevó. damos vida, damos muerte carne, llaga y destrucción como un auto en alquiler la lavó y la llevó. maceramos día a día nuestro campo de concentración. 17


Necrópolis

Florencia Piedrabuena

sé perfectamente lo que tengo que hacer para calentar a un hombre pero si no quiero no no es no frente a las insistencias y manipulaciones con casuales o en pareja un no vale lo mismo no no concederemos sus aprietes no trabajaremos ni las formas si yo no quiero es no si yo no quiero no hay metáfora aunque siempre querrán separarme la voz del cuerpo todavía la agito todavía ando en estas necrópolis que son los días a las mujeres -siempre temo que venga alguien a quien dije no y me arroje del andén a las víassi yo no quiero no hay metáfora no no no 18

si yo no quiero es no y todavía la agito todavía ando entre mis posibles muertes

Subcutáneo

Connie Sagripanti Debajo de mi piel los cuerpos sin nombre el trilce los temores la sangre machacada debajo de mi piel arañas y moscas conviven desesperan debajo de mi piel las rotas cadenas debajo de mi piel la poesía

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Sin título

Clodet García

Un día saldremos a celebrar que terminó la guerra. Saldremos a abrazarnos porque el tiempo del mal terminó. Lloraremos de alivio, de amor, de alegría. Un día saldremos a okupar las calles y las plazas con nuestras cuerpas libertadas de siglos de opresión. Nuestra piel todavía estará sensible. Cubierta de cicatrices que duelen con la humedad y con los recuerdos. Cicatrices que llevamos orgullosas, porque cada marca nos reunió con otras, nos hizo más intuitivas más fuertes y despiertas. Un día no hablaremos de ocupación sino de recuperación de lo que siempre fue nuestro. y una vez recuperado, inventaremos palabras para derrocar el antiguo idioma de la propiedad privada. No hablaremos de conquistas, sino de organizar lo co-creado. Nos lavaremos el cuerpo para sacarnos el miedo. Unas a otras nos lavaremos las lágrimas, la sangre, el miedo. Bailaremos y beberemos durante varios días con sus noches. Descalzas, despeinadas, desnudas. Las niñas van a correr hacia la plaza y saltarán entre cintas y banderas riendo. 20

Y si lo desean, volverán solas a sus casas. Y ninguna, ni ellas ni nosotras, temerá. Tendremos el tiempo de cultivar jardines salvajes e incorrectos como nuestros días. Y en ellos plantaremos un árbol por cada una de las perdidas en la guerra. Crecerán los bosques de las presentes. Serán los bosques los que avancen desobedientes ocupando veredas, ciudades, transformando geografías y urbanidades. Un día dejaremos de salir a rugir de rabia. Desataremos el cuerpo del espanto. No gritaremos más de indignación. No enfermaremos más de desolación, de angustia, de impotencia. Un día dejaremos de buscar a las nuestras, porque estarán todas junto a nosotras. Un día sabremos que lo transformamos todo que lo desandamos todo que fue necesaria toda la lucha, todo el trabajo, todo el desvelo. Celebraremos, compañeras. Terminará la guerra. Terminará. 21


Nombre de mujer Gaita

Un nombre sin apellido un nombre a secas un nombre solo sombra el cuerpo que falta resuena por semanas vibra en cada letra, el miedo la certeza de que es un nombre de mujer. Siempre esperamos otro nombre. Un cuerpo yace en un pastizal o en una bolsa en un departamento o en una playa oculto - callado - violado - buscado - sin vida. Es un cuerpo de mujer. Siempre esperamos otro cuerpo. Una mujer remata con su cuerpo su vida violento el capital del macho pasea de esquina a esquina su integridad

su dignidad. La maldición es de una mujer. Siempre esperamos otra maldición. Una niña nace vive y aprende a hacer natural el miedo cada vez que gira en una esquina la calle es de los lobos y la noche justifica la cacería. La paranoia habita la mente, de una mujer. Siempre, la paranoia, siempre. La mujer es el error y el juguete y sabemos que a tanta violencia y odio no hay respuesta que nos calme la angustia de elegir gritar, levantarse y caminar olvidando solo por un momento que nuestra vida viene con fecha de vencimiento y pararnos y olvidar solo por un momento el terror de gritar con el alma

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Yo soy mujer.

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