INVENTARIO COLECTIVO ANGELA BARRAZA RISSO
Inventario Colectivo Angela Barraza Risso Editorial FUGA! 2010 www.angelabarrazarisso.blogspot.com
EBOOK de editorial FUGA impreso y diseĂąado en el taller de experimentaciOn grAfica de fuga. Ubicado en Santiago de Chile http://editorialfuga.tk Puede ser reproducido siempre que se respete la autorĂa de los textos y se cite la fuente.
Vuestros nombres valientes soldados Que habéis sido de Chile el sostén Nuestros pechos los llevan grabados ¡LOS SABRAN NUESTROS HIJOS TAMBIÉN!
HIMNO NACIONAL DE CHILE
III estrofa
Inventario Colectivo
CONVERSIÓN
Le pegaría tres cabezazos a una bala molería a combos la culata de un fusil le metería vaginas a los ratones haría nudismo en Isla Dawson con tal de ver satisfecha cómo los edificios se lanzan desde mis hombros.
A MODO DE SEĂ‘AL: Cada palabra es una forma de salir de este compendio de hojas
de esta historia
I A otros enseñaron secretos que a ti no, a otros dieron de verdad esa cosa llamada educación Ellos pedían esfuerzo, ellos pedían dedicación ¿ y para qué? para terminar bailando y pateando piedras EL BAILE DE LOS QUE SOBRAN Los Prisioneros
He vuelto a la casa de los padres Para buscar en la soledad del cuerpo las palabras Que me expliquen El porqué hoy soy mucho menos de lo que debía ser y, sin embargo, no me arrepiento
II El rey que tomó la ciudad y con ella hizo una argamasa de sangre, dejó el horror, dejó el escarnio; las vírgenes violadas están vivas, las viudas maldicen. El rey murió. Un muerto es el culpable. VENUS EN EL PUDRIDERO Eduardo Anguita
Soy de la misma raza que los cementerios: Toda penetración. De fondo o costado entra la memoria en mí. Esa musiquilla implícita que no se escucha es un arrullo constante: cantata de mirlos a falta de cuervos. ¡A qué pensar en el gusano ahora! si todo en mí ya está muerto salvo estas manos que pese a todo escriben todavía.
III
Ahora sólo quedan grabadas en cassettes las voces que fueron acalladas durante el golpe, los ojos de cuyas cuencas aún salen casquetes de balas, frenéticas manos que golpearon cacerolas bajo el cobijo de la noche y panderetas para que no las vieran sonreír, las revistas amarillentas que fueron blancas clandestinas, las leyendas de un padre que hacía miguelitos para lanzarlos en Avenida La Feria, los memoriales que ahora son poco veraces en su abundancia, las poleras baratas con estampados bolivarianos y la leyenda de que algún día venceremos, llantos que caen espontáneos ante los recuerdos de los que cuentan cómo fue realmente la tortura.
Y yo que me sentía tan revolucionaria cortándome el pelo.
IV
Soy la damnificada víctima del abandono que comenzó hace apenas un cuarto de hora y a quien se le permite decir cualquier cosa porque no sabe de nada soy la damnificada que puede escuchar Isabel Parra y no tiene derecho a sentir nostalgia. Soy a quien le entregaron un legado, una receta sin mérito alguno soy la damnificada criticada por leer a Patricia Verdugo y encontrarla FOME. Soy la que se protege únicamente de la palabra municiones soy la damnificada. Yo puedo decir bala, muertos, maricón, acuartelamiento, tortura, Copelia, terrorista, desaparecido, paredón, legado, panfleto, exilio, república, acribillado, culata, banderas, bombas, protesta, pueblo, estadio, milicos, compañero, terrorista, país, dolor, camarada, lacrimógena, Fortín Mapocho, miguelitos, Frente, marcha, tanquetazo, estado de excepción, venceremos, Unidad Popular, GAP, revolución, patriótico, partido, reaccionario, Silo, movimiento, libertad, oligarquía, momio, UPelientos, igualdad, vendepatria, nacionalización, golpista, Marxista Leninista, apagones, paro, represión, terror, desabastecimiento, soplón, amarillo, El Clarín, Enano maldito, DIRINCO, puro Chile, mercado negro, atentado, oligarquía, asesino, Pinochet y ya no pasa nada.
V
De niña nunca me sentí cómoda jugando al «un dos tres momia es» No momia jamás yo quería ser UPelienta como mi mamá.
VI «Eran delincuentes políticos subversivos». El Mercurio, edición del 30 de marzo de 1985 [respecto de la muerte de los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo]
Yo fui la que tuvo que dibujar sola cuando niña un luche en la calle jugar con una piedra y guardar luego esa piedra en el bolsillo hasta la adolescencia por si acaso se hiciera necesario sacarla en algún momento y lanzarla contra algo que fuese realmente mío
VII
En los domingos de infancia mamá contaba que vio cadáveres flotando en el río Mapocho. La última vez que pasé caminando por el mismo río vi a dos carabineros mirando el cauce uno de ellos hablaba por celular y se reía.
VII Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito de gendarmes y fascistas y estudiantes con flequillo y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana, y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda. PAPÁ CUÉNTAME OTRA VEZ Ismael Serrano
Papá, necesito que me expliques, que me cuentes una cosa: qué pasó con las banderas rojas, qué pasó con las barricadas, qué pasó con los libros de Bertold Brecht enterrados en el patio. Qué pasó con los discos de Víctor Jara, qué pasó con la foto de la Violeta Parra, qué pasó con la batalla. Papá, explícame por qué no te mataron, dime por qué tú no estás muerto dime dónde estabas tú, en qué casa cubierto dime qué pasaba por tu cabeza cuando veías la sangre correr por las calles y murallas de esta república. Quiero que nos sentemos a la mesa y que mirándome a los ojos me digas dónde dejaste los suecos y las bombas molotov. Quiero que te subas esa manga y muestres tu puño izquierdoso quiero que me digas cuántas armas empuñaste realmente cuántos palos y azadones levantaste cuánta piedra para defender todo aquello que soñabas.
Papá, dime cuánto lloraste por no poder hacer nada. Dime por qué no llegaron nunca las armas por qué, dime, ni siquiera sabías disparar. pero claro, ¿qué más da a estas alturas? Viejo mío esta tarde recuerda otra tarde antigua y canta el viejo Canto Nuevo otra vez sentado en tu sillón. Vuelve a mirar las fotografías a repasar con agujereado júbilo el pasado y muérete pensando en que Soldado que arranca sirve para otra batalla.
IX
somos del débil el protector
HIMNO DE CARABINEROS DE CHILE
De chica aprendí el Himno de Carabineros mientras afuera, en las protestas les gritaban asesinos. Para aprenderlo lo ensayaba despacito escondida entre las malezas del jardín. Entonces fue cuando descubrí la culpa.
X
De pie, cantar, que vamos a triunfar. Avanzan ya banderas de unidad, y tú vendrás marchando junto a mí y así verás tu canto y tu bandera florecer. EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO
Sergio Ortega
Mi Chile es un país de derrotas mis héroes son hombres vencidos y si hubiese una batalla ahora yo seguramente también moriría gritando ¡venceremos! ¿Qué sería de nosotros en la victoria?
11
Finalmente sucedieron cosas mรกs importantes que nos hicieron olvidar y olvidarnos
多Se puede arrancar de todo lo que no se dijo?
XII ESCUCHA CHILE las noticias que la junta esconde y prohíbe
Radio Moscú: El recuerdo de mis padres abrazados en su cama de recién casados escuchando conmovidos, desde el mar que un enfrentamiento armado calló a un hombre en la calle Nataniel
XIII
Soy Carlos Contreras Maluje Avísenle a mi mamá en Concepción vayan a la farmacia Maluje en Concepción y avisen que estoy muerto gritaba en Nataniel un hombre su sentencia a los paseantes y envilecido por la mañana no conoció de la misericordia en este Santiago rotundo, que nada quería saber de flagelaciones y tortura. La ciudad entera se calló simultáneamente y todos se dieron vuelta de cara a la muralla como simulacro de fusilamiento un paredón a la memoria y es que todos tenemos algo que olvidar: unos, el beso insurrecto la pateadura de borrachos otros el papelón bochornoso o el suicidio de un pariente por qué no olvidar entonces la certeza de que a un hombre lo van a matar. El color de Chile huele a silencio a boca zurcida a mutilación somos un cuerpo cortado una derecha sin izquierda una mano que se lava sola una cara sucia sucia las manos, el cuerpo la línea de los ojos que preferimos hacer pasar por maquillaje
pero eso es otra cosa: eso es fingir arrepentimiento es practicar las disculpas u ofrecer simulado escrúpulo a las mortificaciones que un hombre declama el tres de noviembre de mil novecientos setenta y shhh! Soy Carlos Contreras Maluje detenido por la DINA en el recinto de La Firma me han torturado y me van a matar. Avísenle a mi mamá en Concepción vayan a la farmacia Maluje en Concepción y avisen que he sido torturado y muerto. Cuando vio que los agentes se acercaban se lanzó a las ruedas de una micro que venía de norte a sur por Nataniel sin embargo en dictadura nada era así tan fácil y, a pesar de que seguía voceando su nombre cinco hombres lo tomaron y lo subieron a un Fíat celeste dejando tras de si nada más que un remolino de sílabas y un charco de sangre junto al polvo. Con él, se fueron también a la fosa el Puente Carrascal, los tranvías las gatas preñadas, el Manquehue la confianza pública. Las celebraciones de fin de año en las calles de las poblaciones buscaron, también, irse a fondo. Los espectadores de aquel día volvieron a casa con una lengua aún más dura y una sola vocal para el tema. Los más avezados se llevaron susurros para ser comentados en la sobremesa cuando los niños ya se han retirado a los juegos o se han ido a la cama
y qué más da otro muerto más, dice una vieja, entre más de 30.000 si, ni siquiera, le han encontrado. Ya han pasado más de treinta años y Alrededor de ese momento todo continuó su curso en Chile, se han muerto tantas cosas y tantos nombres que no vale ni la pena mencionarlo desde las Ovalle Negrete hasta don Luis Corvalán y creo que, de una u otra forma todos hemos aprendido que el eterno presente no es más que la línea divisoria entre el futuro y el pasado con sus recuerdos ¿y qué recuerdo no está constituido también de ausencias? incluso aquellos que ficcionamos los que hemos creado, no a punta de fusil sino a punta de sentirnos tan solos tan impotentes, tan faltos de consecuencia pues si pensamos hasta las fabulaciones son un tiempo que nos falta pero ¡Vamos Chile caramba, Chile no se rinde caramba! Vamos a nacionalizar el cobre, vamos a congelar los precios de los artículos de primera necesidad vamos a devolver el agua y la electricidad de Chile a Chile vamos a reajustar el salario mínimo en un 66 por ciento vamos a estatizar las grandes empresas de acero y cemento, la telefonía y la banca NO ya no se puede nuestro gobierno, elegido democráticamente nos dice que eso ya no se puede. Yo afirmo: Todo tiempo pasado fue mejor, precisamente porque las carencias de antes tenían un culpable pero ahora nos hacen creer que somos víctimas y victimarios
padecemos solos y nuestro dolor nos interesa íntimamente y en secreto, pues no tenemos compañeros ni camaradas frente al abismo y, por eso, todos damos el paso adelante sin conciencia de la caída creyendo que estamos volando (que alguien me susurre el golpe) que alguien me diga por favor que no será necesario otro Carlos Contreras Maluje antes de que el pasado se repita veloz así como otra ronda de cervezas o su resaca del día siguiente y la inevitable pregunta por lo que hicimos. La dictadura en Chile no fue un mal sueño y no ha pasado tanto tiempo tampoco como para dejar de seguir hablando de lo mismo. Nos han convencido de que decir política en un poema es malo es poco estético, es de mal gusto y si no lo decimos ahora cuándo ¿y qué pasa si es que Dios no existe y ninguno es castigado? por eso es que hoy prefiero hablar en lengua muerta y no por mí, en esta página. Hoy Soy Carlos Contreras Maluje Avísenle a mi mamá en Concepción vayan a la farmacia Maluje en Concepción y avisen que estoy muerto. XIV
Luego de un par de días la familia esperaba nerviosa porque sonaran cuatro golpes a la puerta y el diálogo de la venta de paraguas como contraseña luego el comentario absurdo que en diciembre no ha parado de llover. -Adelante, pasen. y sin preguntar nombres la familia se sentía contenta de que los cuatro extraños durmiendo en el garage aún estuvieran con vida.
XV
Quiero imaginar en este día de lluvia que el agua que me recorre las manos es sangre; me toco el cuerpo entero, me palpo buscando la cala herida de ballesta o de bala de la que brota pero no la encuentro y corro entonces hasta el cementerio para buscar mi fecha de defunción busco frenética mi nombre mi apellido el pseudónimo perfecto entre las lápidas busco pero llega la hora del cierre y un cuidador me dice que ya es hora del cierre que debo salir. Mala suerte pensar en cómo sería acostarse con fenicias en un cementerio una tarde de lluvia. Hoy quería protestar por mi desaparición ¿en qué estaba pensando? dejar un clavel sobre mi propia tumba y registrar aquello llorarme quizás y volver caminando a casa rumiando la horrorosa carencia discursiva de no poder siquiera escribir la palabra silencio
XVI
No hemos sido capaces de apropiarnos de nuevos libretos. Luego de tanto azote llegó el hastío. Teníamos que construir teníamos que recuperar el tiempo sin embargo nos sentamos a coleccionar vainas, balas, revistas y cassettes que hoy mostramos orgullosos como preciadas rarezas.
XVII
Ni siquiera tenemos la fortuna de decir que sobrevivimos. Vivimos tuvimos la mala raja de nacer en una época de nadie llegamos justo a tiempo para ver el final de la película y, por las caras de los espectadores, hacernos una vaga impresión de cómo fueron las cosas De pura rabia salimos antes de la sala de cine contando el final de la historia a los que esperan en la fila. Los de afuera, sin embargo, vienen a ver otra parte de la historia una película distinta. No queda más, entonces, que volver a nuestros cuartos en la casa de nuestros padres para pegar afiches viejos que anuncian Coming soon
XVIII
No somos más que desechos del montaje de la escenografía de la obra a que llegamos tarde. A pesar de todo nos queda el mismo cielo y un montón de fotografías mudas del estreno.
XIX
Será porque vimos en televisión todo aquello que nos enseñaron todo aquello que nos dieron como norte y ruta sembrada de buganvilias y minas antipersonales Será por eso que no somos capaces de salir y ponernos a
caminar.
También tenemos miedo, pero no sabemos de qué.
XX
"Levántate, levántate y sacude el sopor de tu alma, levántate y sacude el polvo de la tristeza y las cadenas del desaliento levántate porque amanecerá " MENSAJE RELIGIOSO Raúl Hasbún, 10 de septiembre de 1973, canal 13
A pesar de estar en calma sabemos que en el cielo aún queda peligro. El sol muere cada día acribillado a manos de un atardecer rojo acuarela y queremos verlo para no sentirnos tan solos. Bajo la luz de la tarde nuestra ortopedia luce como un símbolo de colectividad o disidencia. En calma, estamos en calma pero aún conservamos esa cómoda sospecha que nos permite comer en silencio sentados a la misma mesa. Estamos en calma porque ya amaneció
XXI
No hay más cautiverio que este huirme, que este ir y venir sin habitarme, que este estar sin estar, y despedirse DOMINGO CON LLUVIA Eduardo Llanos
Entonces tuvimos que aprender a correr de nada más que de la lluvia y mirar asustados desde la ventana la amenaza constante del frío (sabiendo de antemano que volverá la primavera)
XXII
Para romper el hielo decidimos en algún momento salir a chapotear bajo la lluvia. En el jardín mirar al cielo para que nos cayeran gotas en la cara y así quizás sentirnos limpios eximidos absueltos. Lo que no vimos fue que en la vereda de enfrente había otros chapoteando todos juntos y sin culpas. No había en ellos nada absolutamente nada que limpiar.
XXIII
No es nuestra culpa, no no es nuestra culpa la incapacidad de construir hogares no es nuestra culpa la incapacidad de construir la segunda parte de la historia no es nuestra culpa, no no es nuestra culpa la incapacidad de volar no es nuestra culpa la incapacidad de salir de las madrigueras de los padres que a nuestra edad ya nos tenían a nosotros no es nuestra culpa, no no es nuestra culpa querer la profesión y luego la plata y luego la casa y luego el auto y luego el perro y luego la compañía y luego darte cuenta de que ya estás viejo para la guagua y para sacar la basura los martes y jueves, no no es nuestra culpa seguir bajo la bata de mamá, que es la mejor de las fortalezas heredadas gracias al miedo. Somos miedo y fracasamos a cada intento de autonomía, porque ¡no! no debes ser lo mismo que yo, nos dijeron, no debes sufrir lo mismo que yo, no debes repetir la historia, porque la vida es dura, nada es gratis en la vida, nos dijeron, hay que ser importantes, hay que ser exitosos para que lo inviten a uno. Nos enseñaron que Chile es peligroso y que de noche no se sale porque te pierdes. No es nuestra culpa, no ser la última retahíla del último fragmento trascendente que sucedió como hito para los futuros libros de historia. No es nuestra culpa ser transición y tránsito y transitar solamente, transitar.
XXIV
El juego de encender velas en la cuneta por las noches El juego de salir con ollas y una cuchara al patio sin pretender la cocina, dejaron de ser entretenidos cuando llegó la navidad y con ella el Súper Nintendo Mario Bross tan insistente en su discurso: GAME OVER game over ya mamá está tranquila game over a papá le va bien en el trabajo game over mis hermanos son profesionales game over las mejores muertes están en Mortal Kombat game over game over game over se acabó el juego.
XXV
Luego del No comencé a fijarme en otras muertes corría 1994 cuando se suicidó Kurt Cobain y con su muerte comenzaron mis paseos perpendiculares en los que me encontraba A) Llorando. B) Perdiendo todo aquello que no tenía en la memoria. C) Dibujando en la arcilla de cualquier plaza con un palo la sombra de los árboles mientras cantaba canciones en inglés. D) Ninguna de las anteriores. Justifique: Generalmente cantaba Rape me de Nirvana mientras el recuerdo de mi tía a sus 16 en la cárcel de mujeres 20 años antes sus violaciones y torturas se empolvaban junto al Causas y azares dentro de una caja metálica de galletas Hucke dentro del closet. En la adolescencia ni padres ni profesores se encargaron de encerrar en un círculo la alternativa correcta. En mi Chile nada es verdadero En mi Chile nada es falso Luego del No, no me quedó más alternativa que fijarme en otras muertes Justifique: luego del No.
XXVI
Se oye música afuera donde antes se oía el crepitar de barricadas y ahora me sorprendo espiando, por una abertura de la cortina. Son niños que hablan, gritan, se ríen en una ligereza de ropa que los hace ver tan bellos beben cerveza, fuman, se ríen se convidan en secreto ciertas cosas (se oyen) Un, Dos, Tres disparos las niñas gritan cae una botella, todos corren (recuerdo) y alguien entra a nuestra casa la vereda se ilumina con los focos de un camión de militares que se bajan dos disparos, no tan lejos mamá llora porque sabe se nos viene la guerrilla. Y luego del trance se abre la puerta de la casa del lado silencio tos ahogada miradas mutuas con los ojos bien abiertos intentando memorizar las marcas o lunares por los cuales nos reconoceríamos en la muerte y en el tiempo:
XXVIII
camisa damasco, pantalón azul, zapatos negros camisa damasco, pantalón azul, zapatos negros camisa damasco, pantalón azul, zapatos negros rezábamos todos en casa al nombre de nuestro padre (vuelvo) Un, Dos, Tres disparos un motor en marcha y otro que vuelve. Hay gritos afuera oigo música y el humo se ha disipado con las lágrimas que arrancaron de mis ojos. (vuelvo) y antes de quitar la vista de la calle veo niños afuera en una ligereza de ropa que los hace ver tan bellos. Papá trabaja mamá está durmiendo nada fue tan malo entonces odiábamos a los milicos y ahora a los flaytes en una ligereza de ropa que los hace ver tan bellos.
XXVII
Aristóteles para principiantes: Si le pego a un perro se pone bravo, si le pego a un perro se pone malo, si le pego a un perro como le pegaron a mi padre yo no confiaría en ese perro. Es por eso que el testimonio debiera tomarse de otra parte: Que nos cuenten los medidores de electricidad de Villa Grimaldi la historia de Chile que nos cuenten las parrillas (no festivas) la historia de Chile Que nos cuenten las botas de quienes juraron defender la patria y su pueblo la historia de Chile que nos cuenten los fusiles la historia de Chile que nos cuenten las mordazas la historia de Chile que nos cuenten las graderías y los discos negros del Estadio Nacional la historia de Chile Ya no confío en nadie más.
XXIX
Camino a casa vulnerada es ella otra forma de gritar que me están tocando es él otro pasamanos lleno de manos, decenas de manos pezuñas, garras, herraduras plumas, escamas, de camino al Matadero Palma en el pasado fue lo mismo antes más miedo, ahora más solos rumiando todavía la palabra democracia nos hemos vuelto de cara hacia el muro con un cucurucho en la cabeza
que bien grande dice: BURROS pero al menos tenemos la sospecha Burros todos, pared贸n para todos nunca tuvimos verdaderamente democracia; antes que la dictadura mejor mierda y mierda comemos y de mierda nos vestimos y vivimos en la mierda y trabajamos como la mierda y como mierda transitamos vulnerados agradeciendo en silencio el contacto f铆sico forzado mientras buscamos la mejor forma de dormir
en el eterno regreso a casa.
XXX
Todo mi amor está aquí y se ha quedado: —Pegado a las rocas al mar y a las montañas. CANTO A SU AMOR DESAPARECIDO Raúl Zurita
Hace algunas semanas fui a la playa con mis hijos y ellos sin saberlo metieron sus pies descalzos en un océano lleno de cadáveres que oscilan en el fondo como una estela de humo en un rayo de sol que se cuela oblicuo por la ventana. ¿Cuántas voces se callaron, cuántas voces desaparecieron en el mar? Me lo pregunto porque aquel día de playa junto a mis hijos el mar también se reía a carcajadas, con grandes y blancos dientes a mandíbula batiente las olas se reían como una muchedumbre que vuelve macabra y feliz por un instante a la vida. ¿Cuál será la política de las rocas?
XXXI
En vano nos envalentonamos con las historias que nos contaron hace más de quince años tomamos partido nos calzamos el chaleco de alpaca, cancionero en mano de la Mercedes Sosa guardamos en el morral una quena, un libro de poesía y tabaco para hacernos un cigarrito. Incluso aprendimos a tocar guitarra. Leímos a Marx, a Engels y a Stalin a la Marta Harnecker, de noche leíamos a Marcuse (nos informamos). Nos compramos un marca páginas del Che, postales de Neruda no supimos qué hacer con tanto aparataje que aun tenemos guardado en una caja y que miramos de vez en cuando con alegría y vergüenza por la nostalgia El viento ha barrido con algunas hojas otoñales y en julio de cada año se inunda la ciudad con las lágrimas de todos los que lloran en nuestros sueños. Se modificó el lenguaje y sólo queda un alegato pobre porque las palabras de antes no son capaces de describirme ahora. En algún momento sucedió que se nos quebró el diálogo mientras masticábamos la razón y nos preocupábamos de lo que pensarían las ventanas. Los ojos se nos poblaron de amaneceres en tránsito: Puente Alto, La Florida, Macul, Ñuñoa, Providencia siempre es de día en Providencia. Resulta que el Copelia ahora es muy caro demolieron el Paula, desaparecieron la Apsi, la Bicicleta, la Hoy, la Vea como solía ser
y a cambio nos dejaron la miss 17, la Cosas y la Caras. Inti-Illimani sólo toca en las fondas VIP Allende y Pinochet son estampados de tazones cool que se venden al por mayor en la misma tienda los 11 de septiembre de cada año se suceden cada vez con menos minutos en los noticiarios y el sistema crediticio nos ha puesto en el primer lugar de América latina en calidad de vida. Me parece increíble mirar hacia atrás y ver lo tan poco o casi nada que se tiene guardado en alguna parte del cuerpo, por no decir en la memoria como si la historia política de los hijos de los trabajadores fuese una de las carteras viejas de mamá, esperando el día fatal de aquel aseo de domingo por la mañana (porque mamá sólo estaba en casa los sábados y domingos) en los que solía ordenarlo todo descartando aquello que no había sido usado por largo tiempo SOLA SIERRA, un esmalte seco de uñas JOSÉ TORIBIO MERINO, una carpeta de cartón amarillenta MANUEL BUSTOS, un porta carnet rojo abierto por algún lado JAIME GUZMÁN, revistas viejas de tejido GENERAL PRATS, un santito de bautizo del hijo de una compañera de trabajo GUSTAVO LEIGH, remedios vencidos Mamá cansada con todo disperso alrededor, se sienta al borde de la cama, enciende un cigarrillo en el que quema otro resto de memoria mientras se mira los zapatos pensando y luego sigue HORTENSIA BUSSI, un ramo seco y despeinado del domingo de ramos CARLOS CONTRERAS MALUJE, un vestido de fiesta talla M JECAR NEGHME, un cojín plástico, inflable, pinchado SALVADOR ALLENDE, una bata vieja manchada con tintura ORLANDO LETELIER, un cassette de Locomia JOSÉ TOHÁ, un calendario triangular de sobremesa Summa
En todas estas cosas se nos va yendo la vida, a cambio de todo lo que bota van apareciendo cosas nuevas. Ella nunca dice que todo tiempo pasado fue mejor, sino que se empeña fuerte en seguir hacia adelante, a pesar de que le queda poca fuerza y, sin embargo, sigue TUCAPEL JIMÉNEZ, un palillo huacho MIGUEL ENRÍQUEZ, una caja de perfume GLADYS MARÍN, unos zapatos azules de taco aguja, sin tapillas GATO ALQUINTA, una plancha sin cordón PATRICIA VERDUGO, una peineta plástica amarilla muy sucia AUGUSTO PINOCHET UGARTE, una medalla de san Benito oxidada pero invariablemente termina viendo fotografías tamaño carnet que encuentra en billeteras viejas y contando las mismas historias de mañanas de domingo. Es ahí cuando se acaba el orden y quedan algunas cosas que se salvan para otra batalla de exterminio. Generalmente escoge alguna foto al azar, y la pone a la vista en el vértice de un galvano, cuadro o espejo. Desde alguno de esos vértices, una niña igual a mí, que viste uniforme escolar, insiste en buscarme antes de que vuelva a mi casa y dice al verme: Al contemplar tu mirada tan triste vuelvo a pensar en ayer
Angela Barraza Risso 2010 ebook dise単ado por editorial fuga www.editorialfuga.tk