LA GRAN VÍA CUMPLE 100 AÑOS (ARVIKIS)

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LA GRAN VÍA CUMPLE 100 AÑOS

Desde niño, siempre la tuve a mi lado, en menos de diez minutos, desde mi casa, me encontraba en su corazón, la plaza de Callao. La recorría de arriba abajo, mirando extasiado las carteleras de los cines. La Gran Vía era un espectáculo en sí misma: Las terrazas, llenas de gente guapa que disfrutaba del aperitivo matinal; los escaparates de los comercios, donde podías admirar lo nunca visto... En la Gran Vía podías comer las mejores “tortitas con nata”, en la cafetería California, o en Ilsa-Frigo. Podías perderte en SEPU donde, frecuentemente, se encontraba algo original y barato. Recuerdo que siempre había alguna demostración de un nuevo artilugio para hacernos la vida más fácil. En la Red de San Luís se encontraba la joyería ALEIXANDRE, haciendo rotonda con la calle de La MONTERA. Me encantaba su marquesina de espejos, donde podías verte al revés. Su exclusividad desapareció en los 70, para dar paso a uno de los primeros McDonalds de Madrid. En ese mismo edificio, también se encontraba el hotel Metropol, (que actualmente sigue en activo), y trabajaba mi tía Pepita, en la Compañía Hispano Americana de Seguros y Reaseguros. Algunas veces, cuando estaba de vacaciones, gustaba de presumir de sobrino, y me llevaba a la oficina, para que me vieran sus compañeros. Allí descubrí la “Hispano Olivetti” y el sacapuntas eléctrico. Me encantaba ver como en pocos segundos los lapiceros eran devorados y convertidos en serrín. La verdad es que tenía bastante éxito de niño, incluso en una ocasión los compañeros de mi tía me invitaron a la excursión anual. Ese año fue a la “Boca del Asno”, un lugar


precioso lleno de pinares y riachuelos, cerca de Segovia. Al inicio de la calle Montera, había un maravilloso templete modernista que daba cobijo a dos ascensores de acceso al Metro. (Se hablaba de reconstruirlo pero tristemente, parece que se ha desestimado el proyecto). La Gran Vía siempre marcó la vida de los madrileños , y en la palabra madrileño, englobo a todo aquel que se encuentra en Madrid. Esta ciudad siempre fue cosmopolita y generosa con sus visitantes. La Gran Vía es una joya que siempre tiene algo nuevo que mostrar. Yo quiero recordar todo aquello que fue parte de ella y que, lamentablemente, se ha perdido, gracias, en gran medida, a los que hoy celebran a bombo y platillo su centenario. Cien años no son suficientes para que desaparezcan edificios emblemáticos y se construyan otros, que por intereses comerciales degradan el entorno y no tienen nada que ver con la estética y el estilo del conjunto, que pierde su identidad y magia. Son como heridas abiertas en un cuerpo perfecto. La Gran Vía se hizo famosa, a parte de la calidad y belleza de su arquitectura, por sus Cines y Teatros, que debieron declararse bien público, y no haber permitido nunca su demolición o reconversión en otros locales con negocios de “medio pelo”. Por eso, el mejor homenaje que se puede hacer a la Gran Vía es devolverle el esplendor pasado, reponiendo en lo posible lo perdido, potenciando un comercio de lujo, incentivado por la reducción de impuestos. Y que no digan que no sería rentable, si esto se acometiera en conjunto, La Gran Vía sería un referente inigualable para España y para el mundo. Ahora quiero recordar locales emblemáticos y cines perdidos en La Gran Vía y su entorno. PRIMER TRAMO (DESDE SU CONFLUENCIA CON ALCALÁ HASTA MONTERA (RED DE SAN LUIS): Restaurante


SICILIA-MOLINERO en la actualidad Restaurante-Espectáculo GulaGula. MUSEO CHICOTE local que regentó el famoso barman “Perico Chicote” está aún, pero creo que se encuentra cerrado. TEMPLETE MODERNISTA QUE CUBRÍA LOS ASCENSORES DEL METRO en calle Montera. CINE MONTERA, reconvertido en Sala de juegos de tragaperras. JOYERÍA ALEIXANDRE ocupada por restaurante de comida rápida McDonalds. MADRID-ROCK tienda de Discos de referencia ocupada por la “trapería”Berskha, del grupo Inditex. Como protesta por su cierre, todos los días montan guardia dos roqueros de pro: Emilio y José, que han pasado a formar parte del paisaje urbano de la Gran Vía. TEATRO FONTALBA (en el nº 30), edificio, vergonzosamente transformado y suplementado, que albergó el Banco Coca y que ahora ocupa la “trapería” Stradivarius. Los almacenes MADRID-PARIS pasaron a llamarse SEPU, en los años cincuenta, y actualmente albergan a la “trapería” sueca “HM”. CINE IMPERIAL, magnífica sala, con una estupenda pantalla, donde recuerdo haber visto de niño: “LOS INCONQUISTABLES”, con Gary Cooper y Paulette Godard. Antes de que cerraran también se pudo ver la reposición de ¡Qué noche la de aquel día! De los Beatles. Hoy lo ocupa la “trapería” Sfera, del grupo Corte Inglés. Cafetería NEBRASKA, ocupada por “trapería” Mango. Cine PALACIO DE LA MÚSICA, donde pude ver el acontecimiento del año, la primera película de la nueva estrella infantil, MARISOL, en “UN RAYO DE LUZ” (Cerrado desde hace casi tres años, con la intención de reconvertirlo en Sala de Conciertos, como lo fue en origen, con el patrocinio de Caja Madrid, pero ahí sigue esperando. Cine AVENIDA y Sala de Fiestas PASAPOGA, reconvertidos en “traperías suecas HM”; enfrente, la emblemática y elegante cafetería FUYMA dio paso a otra franquicia. El magnífico cine CALLAO perdió en su reforma importantísimos elementos ornamentales, como las estatuas exteriores, la marquesina, y las magníficas puertas. Junto a la fachada de la calle


Jacometrezo se situaba la cafetería “LA CALESERA”, con una animada terraza, también cerrada desde hace años. En el chaflán del Edificio Carrión (CAPITOL) se encontraba otra cafetería muy concurrida: MANILA, en la actualidad ocupado por “traperías italianas” Benetton. En el edificio de El Corte Inglés, situado en la plaza de Callao, donde con anterioridad estuvieron los grandes almacenes Galerías Preciados, se encontraba el majestuoso HOTEL FLORIDA, que, en tan sólo cincuenta años, vio su nacimiento y muerte. El cine “ACTUALIDADES”, especializado en películas infantiles y festivales de “Tom y Jerry”, al cual acudía, con mi padre y mi hermano, a las matinales del domingo, situado en un magnífico edificio, que fue demolido para construir otro de corte moderno y horroroso, que ocupó el Banco Atlántico hasta su posterior demolición. En la actualidad se inicia la construcción de otro inspirado en el primitivo. A pocos metros, en la plaza de María Soledad Torres Acosta, se encuentran los cines LUNA, también cerrados hace años, y en lamentable estado de abandono. El cine RIALTO, reconvertido en Teatro para Musicales, donde hicieron época las películas: “LAS NOCHES DE CABIRIA” de FELLINI, o las de Sara Montiel: “LA VIOLETERA” y “EL ÚLTIMO CUPLÉ” . El cine REX, situado en el hotel del mismo nombre, una sala pequeña y coqueta que se fue deteriorando, y que alcanzó su máximo esplendor por los años 70, especializada en películas de terror. Recuerdo un primero de año, después de la juerga de nochevieja, asistir en la matinal a ver la película de Jorge Romero: “La noche de los muertos vivientes”. La verdad es que el título nos venía “al pelo”, dado nuestro estado. En la actualidad lleva varios años cerrado. En la confluencia de la calle San Bernardo, junto al hotel Emperador, se encontraban “LOS SÓTANOS”, galería comercial de estilo modernista, que contaba en su parte central con una curiosa cafetería circular. Había gran cantidad de tiendas, entre ellas una de magia, otra de artículos para bromas, y un gran centro de máquinas electrónicas de


“pin ball”. Allí, por primera vez en España, se instaló una máquina en la que podías grabar un disco de vinilo, por cien pesetas. Recuerdo que junto a mi hermano grabamos una canción del Dúo Dinámico titulada “Como ayer”, y en vista del resultado obtenido, no repetimos la experiencia. Lleva cerrado varios años. A continuación el Cine LOPE DE VEGA, hoy reconvertido en Teatro Musical, donde pude ver la maravillosa película de aventuras: “VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA”, de la mano de la querida Tía Pepita. La amplitud del Hall y las espectaculares carteleras, llenas de dinosaurios, creaban ya un clímax impresionante. Estaba interpretada por James Mason, Carroll Baker, y dirigida por Henry Levin, en 1959, con partitura musical de

Bernard Heermann. Más abajo se

encontraba el cine GRAN VÍA, hoy teatro, que fue pionero en incorporar la proyección en pantalla de 70 m/m. Allí descubrí a la inolvidable señora Robinson de “EL GRADUADO”. A pocos pasos encontrabas el cine POMPEYA, una sala pequeña y encantadora, con muchos sabor y una decoración deliciosa con pinturas pompeyanas. En el sótano se encontraba YORK CLUB, una sala de fiestas, de alterne, a la que mis amigos me invitaron antes de marchar a “la mili”. Funcionó como Sala de Arte y Ensayo en los 70, y allí se proyecto “HELGA” (El milagro de la vida), una producción alemana que presentaba, a modo de documental, la formación del ser humano, desde la concepción al parto. Se mantuvo en cartel cerca de un año, con unas colas ante su taquilla nunca vistas. El edificio estuvo muchos años abandonado, y se reabrió como hotel, habilitando la antigua sala de cine como teatro de monólogos, con el nombre de “La chocita del Locro”. Desconozco si mantiene su personalidad de entonces o ha sido transformada. Tendré que averiguarlo. El siguiente cine desaparecido fue el AZUL, un poco antes de llegar al COLISEO. Este cine, al renovarse, instaló unas butacas muy anchas y cómodas, que no hemos vuelto a disfrutar. En él pudimos ver la inolvidable “GRITOS Y SUSURROS”, de


Bergman. Hace un par de años desapareció y se transformó en otra franquicia: Fridays, un restaurante especializado en costillas. El último cine de la Gran Vía, el COLISEVM, también se transformó en Teatro Musical. En la Torre de Madrid también se abrió otro, llamado como el edificio donde se encontraba, pero tuvo corta vida. Hemos llegado al final. La Gran Vía no deja indiferente a nadie: recuerdos, sensaciones, nostalgia, forman parte de nosotros. No está en su mejor momento, pero merece que le devolvamos ese esplendor y grandeza que se le ha ido arrebatando con el paso del tiempo, y le demos el respeto y valor que se merece, como ¡FELICIDADES,

joya arquitectónica irrepetible. Desde mi corazón GRAN

VÍA,

QUE

CUMPLAS

MUCHOS

CENTENARIOS MÁS, Y QUE NO SE TE NOTEN. ARVIKIS Agradezco la colaboración de JUAN CALDERÓN MATADOR en la elaboración de la presente edición.


ALBUM FOTOGRÁFICO ( ASÍ FUE LA GRAN VÍA)


1921

1922


1924

1926


1926 Empezaban las obras de Construcci贸n del Rascacielos Sede de Telef贸nica


1928

1928 Plaza del Callao


1929

1930


1929


1930 Dirigible sobrevolando La Gran VĂ­a


1930


1930

1930


1930 Almacenes Madrid-Paris


1930

Edificio Carri贸n o Capitol


1931 Plaza de Callao

Cine Callao


1935


1940


1950

1955


1955


1960

Almacenes RodrĂ­guez


1960

JoyerĂ­a Aleixandre


1966


Los astronautas del Apolo XII en la Gran VĂ­a


EL CINE CALLAO


Hall Cine Callao

CafeterĂ­a Interior Cine Callao


Boceto Cine Callao



Teatro Fontalba

Interior Teatro Fontalba


Escenario

Exterior del Teatro


Teatro Fontalba


Banco Coca que reemplaz贸 al Fontalba (Foto diario ABC)


En la actualidad, vease la horrible caperuza negra que corona el edificio


En esta foto reciente puede observarse el ya demolido Banco Atlรกntico



LA GRAN VÍA (Así Es)


El antiguo centro comercial y de ocio subterrรกneo LOS SOTANOS


Teatro Lope de Vega


TEATRO LOPE DE VEGA




Teatro Gran VĂ­a




Antiguo cine Pompeya




AquĂ­ estuvo el confortable cine AZUL








AQUĂ? (la tienda de los muĂąecos)

El abandonado cine REX


Solar donde estuvo el Hotel Nueva York y el Cine ACTUALIDADES, abajo proyecto actual inspirado en el original de 1931



Carteleras Cine CAPITOL


Detalle fachada Cine CALLAO


Edificio de Telef贸nica























AquĂ­ estuvo el prestigioso restaurante SICILIA-MOLINERO









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