RAÍCES DE PAPEL Revista de la Plataforma Cultural Raíces de Papel Número 7
Enero - Junio
2012
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SUMARIO PREGUNTAS CON RESPUESTA JOSÉ LÓPEZ RUEDA entrevista al escritor JOSÉ LÓPEZ MARTÍNEZ 11 JULIA GALLO SANZ entrevista al actor FLAMÍNIO GONZÁLEZ 16 JUAN CALDERÓN MATADOR entrevista a la poeta RAQUEL VÁZQUEZ 25 JAVIER BUENO JIMÉNEZ entrevista al escritor MARCOS CALLAU VICENTE 36 REYES CÁCERES MOLINERO entrevista a la fotógrafa MERCEDES VIZCAINO 51
ARTÍCULOS MARÍA ROSA JAÉN - CAROLINA CORONADO 60 JARO GODOY - FEDERICO GARCÍA LORCA 71 ANTONIA PONS COCH - TRANSTRÖMER 81 - DE LAS TABLILLAS DE ARCILLA AL LIBRO DIGITAL 85 REYES CÁCERES MOLINERO - YVES SAINT LAURENT 89 ANA GAMERO - IRENE VÉLEZ 95 JOAQUÍN ALARCÓN - CON ARTE 98 MARCOS CALLAU VICENTE - PROYECTO SUNSET BOULEVARD 104 RAÚL CALVO VARELA - DO, RE, MI... 109 AURELIANO SÁINZ - EL DIBUJO DE LA FAMILIA 112
GRAFOLÓGICAMENTE HABLANDO NURIA SÁNCHEZ - GRAFOS: ESCRITURA Y LOGO: TRATADO 138
EL ALMA DEL POEMA JUAN RUIZ DE TORRES - EL ALMA DEL POEMA (3) 145
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POESÍA ÁNGELA REYES - LLEGAMOS A UNA CALLE 149 ISABEL DÍEZ SERRANO - EL RELOJ DE LA TARDE REFLEJA HORAS DORADAS 151 - MI VIDA TIENE PRISA BLAS MUÑOZ PIZARRO - LA NAVIDAD DEL MEMBRILLO 153 JOSÉ IGLESIAS BENÍTEZ – NIEBLA 155 JOSÉ LÓPEZ RUEDA - MEDARDO FRAILE VUELVE A GLASGOW EN OTOÑO 158 PEDRO TENORIO - AY, HAITÍ 162 BEATRIZ VILLACAÑAS - TRABAJOS FORZADOS - TRAYECTORIA - TRAMPA 164 RAÚL CALVO VARELA - AMOR DE IDA Y VUELTA - PARA VIVIR 166 LOLA VICENTE - A MI HERMANO MIGUEL ÁNGEL 168 RAMIRO GAIRÍN MUÑOZ – FÍSICA 171 PLÁCIDO RAMIREZ - NOS FALTAN CAMINOS 173 RAÚL JURADO GALLEGO - A LA SOMBRA DE UN POETA 174 MARÍA DEL CARMEN ÁLVARO LÓPEZ - DIOSES DESTRONADOS 176 GRACIELA TORRES - DE LAS PRESENCIAS - I CARTA A SUCRE 177 ÁLVARO GARCÍA PRIETO - CUANDO HAY TORMENTA 181 ANA ROMANO - ESBOZO - FICCIÓN 182 PAULA M GALLARDO - DE ESTAR SOLA 184 ELADIO MÉNDEZ - LA GAMONITA 186 ELISA BERNA - LÁSTIMA 188 FRANCISCO JAVIER GUERRERO CANO - ORIGEN 189 FRANCISCO JESÚS MUÑOZ SOLER - VIVIR - PORQUE ES BREVE - QUÉ 190 FRÁGILES SON NUESTRAS VIDAS FRANCOISE ROY - QUÉ TIPO DE DAGA 192 JOSÉ MARÍA IZARRA - ARTE MÉTRICA – LITERATURA 194 RAFAEL LEÓN RODRÍGUEZ - ÉGLOGA 196 GUILLERMO RODRÍGUEZ SAMPEDRO - OSO 198 ROLANDO REVAGLIATI - A HENRY MICHAUX 199 JONATAN JORGE GUILLE - SOY YO 200
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SITO LERATE - EL HOMBRE EQUIVOCADO 202 YASENKA LASIERRA - TODO MI HUMO 204 JOSÉ CERCAS - ¡ÍTACA ESTÁ LEJOS! 207 EUSEBIO GARCÍA GONZÁLEZ - EPÍSTOLA A LOLA VICENTE 209 JAVIER BUENO JIMÉNEZ - EL NEGRO DE LA ESQUINA 214 JUAN CALDERÓN MATADOR - POR QUÉ NEGARLO 216
NARRATIVA RAÚL CALVO VARELA - VIAJE AL FIN DEL MUNDO 219 ELENA MARQUÉS NÚÑEZ - EL GAUCHO 228 FEDERICO FAYERMAN - EL VESTÍBULO DEL INFIERNO 236 ENRIQUE JARAMILLO LEVI - LA ÚLTIMA NOCHE 240 SILVIA CARPENA SÁEZ - ESTÁN AHÍ, NOS VIGILAN 242 FRANCISCO JAVIER GUERRERO CANO - OTRO HOMBRE 243 JSÉ MANUEL SANRODRI - INSECTOS DE NOCHE - LA SILUETA A TRAVÉS DE LA VENTANA 244 ESTHER DOVALO FALCÓN - MI AVENTURA 246 RAÚL GARCÉS - MI CORAZÓN OS LLEVA - DESCANSE EN PAZ 248 PALOMA HIDALGO DÍEZ - EL AMANTE - FUTURO IMPERFECTO – NOSOTRAS 249 KINI MÁRQUEZ LEÓN - MÉNAGE Á TROIS 251
RESEÑAS IRENE MAYORAL - DE UN SILENCIO QUE NO MUERE de Francisco Fenoy 253 ADELA JIMÉNEZ - DEL AMOR Y SUS ARISTAS de Cruz Cartas 255 CHEMA RUBIO V - DIARIO AZUL DEL TITIRITERO de Plácido Ramírez 257 AGUSTINA GARCÍA MANZANO - DOCE DOCENAS de Juan Ruiz de Torres 261 MARTÍN EVELSON - LA CARACOLA de Blas Muñoz Pizarro 264 BEATRIZ VILLACAÑAS - LA HERIDA DE LOS DÍAS de Blas Muñoz Pizarro 266 CRISTINA BOROBIO - LA MIRADA DE JANO de Blas Muñoz Pizarro 270 REYES CÁCERES - LA HERMANA MUERTA de Santiago Castelo 272 PEPA NIETO - LA PASAIÓN Y NUESTROS DÍAS de Isabel Díez Serrano 274 MIGUEL ORTEGA ISLA - LAS ALAS CONDENADAS de Andrés R Blanco 276 JOSEFINA MORALES - LOS ÚLTIMOS MADROÑOS de Milagros Salvador 278
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ARÁNZAZU ASCUENCE ARENAS - PINTAR DE AZUL LOS DÍAS LABORABLES de Ramiro Gairín Muñoz 281 MILAGROS SALVADOR - POR EL ENVÉS DEL TIEMPO de Raquel Vázquez 284 - DESEOS HUMANOS de Marcos Callau y otros autores 286 - QUE CAIGA EL FAVORITO de Ramiro Gairín Muñoz 288 - LA MÚSICA DE LAS HORAS de Ana María Castillo Moreno 290 YARA ELIZABETH GORDILLO CEDEÑO - SINE AGRICULTURA NIHIL de Jacinto Gil Sierra 292 MARISOL MARIÑO - TRÍPTICOS de Alejandro Moreno Romero 295 SOLEDAD CAVERO - VÉRTIGO EN LA NOCHE de Ana Martínez 297
HUELLAS DE PLATAFORMA CULTURAL RAÍCES DE PAPEL 300 LIBROS Y REVISTAS RECIBIDOS 329
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Raíces de Papel Revista de la Plataforma Cultural Raíces de Papel Nº 7 ENERO / JUNIO 2012
Dirección: Javier Bueno Jiménez y Juan Calderón Matador
Subdirecciones:
Julia Gallo Sanz (Preguntas con Respuesta)
Reyes Cáceres Molinero
Milagros L. Salvador
(Artículos)
(Reseñas)
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Corresponsales:
Amelia Peco
Ana Gamero (Cádiz)
Ana Mª Castillo (Mérida)
(Guadalajara)
Blas Muñoz (Valencia)
Lola Vicente (Segovia)
Plácido Ramírez (Badajoz)
Elena Marqués Núñez (Sevilla)
Raúl Calvo (Galicia)
Marcos Callau (Zaragoza)
Silvia Carpena Sáez (Palencia)
Raúl Jurado Gallego (Cáceres) 8
Plataforma Cultural Raíces de Papel C/ Benito Castro, 11 2º Izq. 28028 Madrid raicesdepapel@gmail.com http://raicesdepapel.blogspot.com/ Portada y Contraportada : Ayesha López Rubio http://ayesha-thelazycat.blogspot.com ayesha_lr@yahoo.es Ilustraciones de las distintas secciones: Guillermo Pérez Villalta
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PREGUNTAS CON RESPUESTA
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José López Rueda
Entrevista al escritor
José López Martínez
SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS ESPAÑOLES 11
Como tocayo y viejo admirador de la obra prolífica y polifacética de José López Martínez, le he pedido que contestara a unas cuantas preguntas mías que intentan captar lo esencial de su personalidad literaria. Afortunadamente, ha tenido la gentileza de contestarlas a pesar de lo apretado de su agenda en este fin de curso. He aquí el cuestionario y las respuestas: -¿Cómo influyeron en tu visión del mundo tu infancia y adolescencia y cómo se despertó tu vocación literaria en un pueblo hasta entonces de escasa tradición literaria? -La Mancha es una tierra propicia a la imaginación, quiero decir a ensancharla y elevarla. Cervantes lo confirma en el Quijote. Yo fui un niño propenso a inventarme mis propias historias y a vivirlas. Mi adolescencia agrandó esta manera de ser, de percibir la realidad, lo cual me condujo, inexorablemente, a la literatura. Por otra parte, es cierto que Tomelloso era un pueblo de labradores, de vinicultores, alejado de los centros neurálgicos de la cultura, pero de antiguo contó con una gran devoción por la poesía. -Tu pueblo ha dado a España grandes escritores y artistas como Francisco García Pavón, Eladio Cabañero, Antonio López García, etc. ¿Cómo ha sido tu relación con ellos o con sus obras? -Efectivamente, Tomelloso ha dado grandes escritores y artistas. Entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado se produjo un fenómeno muy singular, como en pocos pueblos ha sucedido. Con todos ellos he mantenido siempre una especial relación de amistad y compañerismo literario, especialmente con García Pavón y Eladio Cabañero. En lo que se refiere a nuestras obras, cada uno hemos seguido nuestro propio camino. Quiero recordar que mi hermano Ángel, fallecido en plena juventud, fue un poeta que merece ser tenido en cuenta. Su único libro, Ciudad del hombre, fue toda una premonición de lo que hubiese llegado a ser.
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-Llegaste a Madrid en 1955. ¿Fueron difíciles tus primeros pasos en el periodismo y la literatura? -Los comienzos siempre son duros en cualquier profesión, mucho más en la literatura y el periodismo. Ya lo dijo Mariano José de Larra: “escribir en Madrid es llorar”… Pero con plena dedicación y confianza en uno mismo, todo es posible. Y de eso estuve sobrado. Las estrecheces económicas y las grandes dificultades ayudan a agudizar el ingenio. Tiempos difíciles, pero realmente inolvidables.
Salón de Actos de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles -Algunas veces me has hablado de tu relación literaria con Federico García Sanchiz. ¿Cómo era aquel célebre personaje? -Mi relación literaria con Federico García Sanchiz fue realmente interesante, sobre todo para mí. Él me enseñó el arte de la oratoria, cómo se estructura una conferencia, que él llamaba charla, y el modo de resaltar lo esencial. Federico me presentó al doctor Marañón y a otras grandes figuras de la cultura de aquel tiempo. Su dominio de la palabra era prodigioso. Inolvidables sus charlas en las plazas mayores de España, sobre todo las que dio en El Toboso y en Madrigal de las Altas Torres.
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-Supongo que la posguerra fue dura en Tomelloso. ¿Dejaron huella aquellos años en tu obra literaria? -Una huella imborrable, dolorosa. Aquella España desolada y empobrecida no se me olvida nunca. Conocí a personas muy apreciadas que murieron de hambre o de enfermedad por carecer de alimentos o de medicinas. Las referencias más evidentes se hallan en varios de mis libros, especialmente en el poemario La rueda del tiempo y en el de narrativa Fiestas al filo del agua. Fueron los tiempos ominosos de una sociedad que enloqueció y perdió el rumbo de la decencia. -Has cultivado con talento la poesía, la narrativa, el ensayo y la crítica literaria. ¿En cuál de estos géneros crees que has escrito tus mejores páginas? -Mis páginas más sentidas puede que estén en la poesía. En la narrativa he procurado dar testimonio de lo que he vivido. Aunque creo que mis trabajos mejor logrados, los que mejor reflejan mi personalidad, son los dedicados al ensayo, casi todos ellos publicados en periódicos y revistas de España e Iberoamérica. Respecto a la crítica literaria, ejercida en las principales publicaciones de Madrid, mi labor ha sido y continúa siendo realmente extensa y satisfactoria para mí. -Hispanoamérica y sobre todo México ocupan un lugar importante en tu obra como periodista. ¿Cómo ves la situación de México en la actualidad? -Difícil y preocupante. Las desigualdades sociales son muy grandes en la mayor parte de aquellos países y eso engendra odio e inseguridad. Por lo que a México se refiere, existen problemas muy graves, principalmente relacionados con el narcotráfico. El narcotráfico puede que sea el gran problema de la América hispana y, por supuesto, de México. -Puesto que eres un apasionado cervantista, ¿puedes imaginar qué diría Don Quijote de nuestros políticos actuales? ¿Encontraría a alguno digno de ingresar en la exigente orden de la caballería quijotesca?
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-Si no lo encontró en su tiempo, tampoco sería capaz de vislumbrarlo ahora. Cervantes escribió en el capítulo XI de la segunda parte de su genial novela que “entre los farsantes, aunque parecen príncipes, reyes y emperadores, no hay ningún caballero andante”. Con esto queda dicho todo. -Eres un excelente Director General de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. ¿Cómo ves el porvenir de nuestra Asociación? -Si las instituciones que nos vienen apoyando desde hace más de un siglo continúan haciéndolo como hasta ahora, la Asociación seguirá realizando la gran labor cultural de siempre. Espero que esto sea así, pues se trata de la Asociación de Escritores y Artistas más ilustre y antigua de España, a la que han pertenecido y pertenecen las personalidades más prestigiosas del arte y la literatura de nuestro país. Aunque hemos de tener en cuenta que la situación por la que atraviesa España resulta verdaderamente preocupante y nunca se sabe lo que puede pasar.
-Finalmente, ¿sigues escribiendo dos artículos diarios? -Sigo escribiendo decenas de artículos, pero sin la premura de antes. Ahora lo hago alternándolos con otras actividades. Presto más atención a la preparación de nuevos libros, a rescatar textos que ya tenía olvidados. La poesía y la narrativa ocupan gran parte de mi tiempo. También preparo un volumen con las entrevistas que hice en el diario “Ya” y en “La Estafeta Literaria” a los principales escritores y artistas de los años setenta y ochenta del pasado siglo.
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Julia Gallo Sanz
Entrevista al actor
Flamínio González
EL ARTE DE “VIVIR VIVO”
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Aunque a Flamínio González se lo habrán dicho infinidad de veces, es inevitable (por obvio), mencionar lo mucho que llama la atención su gran parecido con el consagrado Sean Conery. Pero lo más sorprendente, mucho más que tal semejanza física, es el giro que dio a su vida este actor español: tras casi 20 años en un cargo directivo dentro de una compañía multinacional de cosmética, la cual le brindó la oportunidad de conocer personas del mundo publicitario, “Flami” se metió a artista de la interpretación. Y yo digo: bienaventurados los que viven vivos hasta su muerte, en lugar de los que viven anestesiados de por vida. Flamínio, ha entrado en nuestros hogares anunciando Pescanova, Coca Cola, Nintendo, Tecnocasa, Mediatis, Ing, Hacienda Madrid, Fitur Galicia, Desenfriol; diversas marcas de cafés, bancos, cajas, sanidad… Ha participado en: Amar en tiempos revueltos, 4º Milenio, Diarios del miedo, Todos a cien, Cuéntame, Hermanos y detectives, La Señora, Sin tetas no hay paraíso, Herederos, La Duquesa, Acusados, Sé lo que hiciste la última semana, Tres días de abril, Águila Roja, Bandolera, Los protegidos… En cine: Isi Disi 2, Máquina bailar, Miguel y Williams, Ladrones, Fuga de cerebros, Mataharis, Herencia Valdemar; el corto S.E.D., etcétera.
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Concluida su etapa como trabajador de empresa, y siendo persona inquieta, se volcó en el complicado quehacer de las artes interpretativas, díganos, ¿se requiere un cierto tipo de personalidad para ser actor? No. Creo que como en cualquier actividad o profesión lo primordial es la ilusión con que realices tu trabajo. El mundo de la interpretación es un poco diferente a otra actividad, pero no requiere una personalidad especial, como ejemplo, la cantidad de perfiles diferentes que hay entre las actrices y actores que todos conocemos. ¿Sintió siempre inclinación por esta profesión? Aunque suene a tópico clásico, siempre sentí y sigo sintiendo afición, admiración y respeto por este trabajo y las personas que están involucradas en él.
¿Recuerda su primer papel en plató o escenario? ¿Cómo lo vivió? Son sensaciones totalmente diferentes, aunque en ambas los nervios y el miedo escénico están presentes, delante de una cámara puedes corregir los errores pero en el escenario no hay marcha atrás, no existe el “corten, repetimos” cinematográfico o televisivo, es decir eres consciente de que hay un público presente y eso me impresionó la primera y todas las veces que actúo ante el respetable público.
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Usted es principalmente actor de teatro, pertenece a la compañía “La Salamandra”, aunque ha hecho trabajos en cine, televisión, publicidad, etcétera, ¿en qué ámbito interpretativo se siente más realizado? Sin lugar a dudas, en el teatral.
¿Qué es el público para usted, además de la razón de todo intérprete? El público es soberano, (y el tópico vuelve a ser válido) ya que espera lo mejor de cada obra y de cada actor y quiere reír, emocionarse o llorar, y si el actor logra despertar esos sentimientos o sensaciones te premia con los aplausos o por el contrario te demuestra su descontento de muchas formas si lo defraudas. Para mí es el “respetable ser humano que quiere compartir con el actor lo que éste expresa con su interpretación ”. He escuchado decir a muchos actores que el teatro es la verdadera escuela de la interpretación cuya práctica, cuerpo a cuerpo con el público, exige naturalidad, credibilidad, sinceridad, control… ¿Es tan mágico, gratificante y “espartano” como cuentan? Efectivamente, lo que Ud. ha escuchado es la realidad. Al estar interpretando el papel que te corresponde (sea pequeño o grande), es un cúmulo de emociones y sensaciones tan fabulosas que te llenan del placer que proporciona el trabajo bien hecho. 19
¿Hace algún ejercicio mental antes de salir a escena? Se podría afirmar que “cada maestrillo tiene su librillo” como dice el refrán, en mi caso, concentración, relajación y “meterte en el papel” La inmensa mayoría de los actores comentan que se ponen más o menos nerviosos poco antes de salir a escena, si es su caso, ¿cómo lo supera? Nervioso no, nerviosísimo. Yo lo supero, como le decía antes, con concentración
La barca sin pescador Drama, humor, ¿en qué registro se siente más cómodo? Generalmente te adaptas al papel que, en mi caso, te asigna la directora, pero por mi perfil y personalidad me identifico mejor en el drama. ¿Cómo definiría usted el talento interpretativo? Es un don innato que algunos actores poseen. De entre sus piezas representadas, ¿cuál es su obra emblemática?
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Siempre se dice que la ultima, en mi caso es cierto, “La Mordaza” de Alfonso Sastre.
Foto de La Mordaza ¿Una buena interpretación precisa de algún “truco” personal? ¿Nos puede hablar de su método? No hay “trucos”. El mejor método es seguir las pautas e indicaciones de la directora, dominar el texto y sentir el papel que vas a interpretar. ¿Qué condiciones apuntaría para ser un buen actor? Sinceramente no puedo responder a esa pregunta. Creo que hay personas más cualificadas para dar su opinión. (Directores de actores, Directores, y Talentos Interpretativos, entre otros). En teatro, donde no hay trampa y el cartón sólo está para el decorado, ¿el papel secundario tiene tanta importancia como el principal, en cuanto a bien hacer, por ser en vivo y en directo, sin planos cortos, medios, sostenidos o fugaces, como en el cine?
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El papel de algunos actores secundarios tiene mucha importancia, ya que a veces, toda la obra gira en torno a ese papel, pero qué duda cabe, la importancia del actor principal es primordial. Cuando ve actuar a ese pedazo de actor que se parece a Flamínio González o sea: Sean Conery, digámoslo así, que usted es nuestro actor español y hay que querer lo vernáculo, que tendemos a tirar piedras al
propio techo, ¿encuentra algún
parecido, por mínimo que sea, en la forma de interpretar? ¿En algún momento Sean Conery le sirve a usted de referente? Seria irreverente en mi caso, pensar siquiera por un momento en la comparación actoral con Sean Conery. Cuando un papel se le resiste, ¿cómo se hace con él? Respecto al texto, estudiar, “hincar los codos”, para interpretarlo, mucho ensayo y seguir las indicaciones de quien dirige.
¿Es difícil compaginar la vida artística, extraordinaria, con la vida ordinaria?
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No, cuando tu entorno entiende que lo que haces te colma y satisface. Cuéntenos alguna anécdota que le haya quedado grabada durante algún anuncio publicitario. Cuando mis nietos eran pequeños y me veían interpretando al abuelo en varios spots, le decían a los nietos de la tele “no es tu abuelo, mentiroso, ¡es el mío”!
¿Su sueño más acariciado? Sinceramente, a estas alturas de la vida, creo que puedo decir “que los sueños, sueños son” y lo que cuenta es el haber superado muchos baches y poder seguir haciendo lo que te gusta, en compañía de los que quieres ¿Qué prepara ahora? Las obras “Los Delfines”, de Jaime Salom y “El Cianuro, ¿sólo o con leche?” de Juan José Alonso Millán Flamínio, “Flami”, en el teatro se vuelca visceral y emotivo. En la distancia corta de unas cervezas, ´bebida de dioses´, según él, es un hombre ameno que habla con pasión del mundo de la escena. A su lado, Carmen León es su dinamo particular, la que le da la
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réplica cuando “Flami” aprende el libreto o ensaya en casa. Charlando con ambos sobre el arte de interpretar vuelan las horas, porque una servidora también ha sentido bajo los pies el arrullo de las tablas. Es de aplauso cómo Flamínio ha llenado de contenidos esa etapa de la vida en la cual otros se abandonan al orejero, la TV y peinar calles. Gracias por concederme esta entrevista, ha sido un placer.
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Juan Calderón Matador
Entrevista a la poeta
Raquel Vázquez
GANADORA DEL III CERTAMEN DE POESÍA "POETA JUAN CALDERÓN MATADOR"
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Un año más, la Plataforma Cultural Raíces de Papel se ha visto inmersa en la ardua tarea de elegir a un solo poemario, entre las 104 obras presentadas a su certamen de poesía. El jurado, compuesto por los poetas, Julia Gallo, Carmen Rubio, Blas Muñoz, Javier Bueno y yo mismo, lo hemos tenido difícil por la calidad de muchos de los poemarios. Finalmente, el premio recayó sobre la gallega, de Lugo, Raquel Vázquez, una joven promesa de poco más de veinte años, que nos sorprendió, desde el principio, por su forma sólida y madura de afrontar los versos. Hoy vamos a tratar de que esta espléndida poetisa nos abra algunas de sus puertas más íntimas.
Raquel, ¿sorprendida por este premio? Sí, la verdad es que no me lo esperaba. Mandaste tu poemario pensando que era una convocatoria más, una oportunidad como otra cualquiera, o viste algo especial en nuestras bases que te hiciese pensar que éste era el premio que merecía tu trabajo. La respuesta fácil a esta pregunta ya sabemos cuál sería, pero yo te pido una absolutamente sincera. Es curiosa la forma en que llegué a participar en el concurso. La convocatoria que en principio me interesaba, y por la que entré en el blog de Raíces de Papel, era la de microrrelatos sobre cine. Una vez que mandé un texto para este concurso, me fijé en que 26
también había uno de poesía. Leí las bases y comprobé que encajaba en ellas un poemario que tenía escrito desde hacía un par de años; miré el reloj y vi que por sólo media hora el plazo aún seguía abierto, así que no me lo pensé dos veces y lo envié. Como fatalista que soy, eso me hace pensar que en alguna parte de nuestros destinos estaba escrito que el premio era para ti. ¿Qué crees que aportará el premio a tu vida personal y a tu carrera literaria? Para una persona que escribe, llegar a ver una primera obra publicada siempre supone un paso importante, todavía más si se da, como en este caso, a través del reconocimiento que conlleva un premio. ¿Cómo llegaste al mundo de la poesía? ¿Fue una manera de vaciar tu despensa de emociones o te interesó primero como lectora? El primer recuerdo que tengo de la poesía está asociado a mi madre: de pequeña, le oía recitar de memoria algunos versos, a veces poemas enteros, y yo, a modo de juego, trataba de aprendérmelos. Ése es el primer contacto que tendría con autores como Bécquer, Miguel Hernández o Machado. Más tarde llegaría mi interés como lectora, con 12 ó 13 años quizás, y fue más o menos en esa época cuando empecé a intentar escribir los primeros poemas. Hacia dónde caminas, cuáles son tus metas personales y poéticas. El próximo año voy a publicar otro poemario, Pinacoteca de los sueños rotos, que ya estaba fijado antes de conocer la noticia de este premio. Aparte de eso, no creo que pueda hablar de ninguna meta concreta, escribir es una actividad con la que disfruto mucho, de las que más me llenan, y en sí misma me basta. Después, si surge la oportunidad de publicar, mejor, pero no puedo considerar eso un objetivo. ¿Cuál fue el primer poeta que llamó a tu puerta? No sé si puede considerarse el primero, pero quien consiguió derribar esa puerta fue, sin duda, Ángel González. Lo descubrí con 15 años, cuando me deslumbró esa forma 27
clara y serena con la que trata temas tan profundos, y que no dejan, a la vez, de afectarnos a todos. En ese momento me ayudó a poner palabras a aquello que hasta entonces quizás no entendía, y cada vez que vuelvo sobre sus poemas, ya sea releyendo o recordando, siempre me resulta muy reconfortante. ¿Te interesan los clásicos? En la época en que escribía Por el envés del tiempo creo que estaba en el error de no tenerlos demasiado en cuenta, pero ahora sí que intento alternar poesía contemporánea con autores clásicos.
Soneto, décima, silva, romance, verso blanco, poesía libre... ¿Cuales son las composiciones poéticas de tu interés?
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Escribo principalmente en verso blanco y verso libre, pero no significa que no me interesen otras formas; de hecho, como lectora, no tengo preferencias por ningún molde métrico, lo que suele atraerme de una composición es su contenido y su estilo. Si hay alguna forma por la que tenga un interés concreto, quizá sean las japonesas: haiku, senryû y tanka. ¿Alguna vez has escrito poesía rimada? Sí, sobre todo en mi adolescencia, cuando me dedicaba a escribir intentos de sonetos o romances. En los últimos años habré escrito sólo un par de composiciones rimadas, y al menos en este momento no me planteo seguir ese camino, a pesar de que, aunque sólo sea como ejercicio poético, valoro su importancia. ¿Quienes son tus poetas de referencia? Además del ya citado Ángel González: Lorca, Salinas, Cernuda, José Ángel Valente, Alejandra Pizarnik...; de los contemporáneos, Jorge Riechmann, Agustín Fernández Mallo, Roger Wolfe, Blanca Andreu... Y aunque haya sido narrador por encima de poeta, por su influencia y lo que significa para mí, también tengo que incluir aquí a Cortázar. Hay muchos ángulos desde los que enfocar la poesía: intimista, de la otredad, fabuladora, social, espiritual, romántica, incluso jocosa... ¿Desde cual de ellos te interesa como poetisa? Por ahora, la poesía que escribo suele ser de corte intimista, con un lenguaje claro pero a la vez con tendencia al hermetismo, y en un estilo que, progresivamente, se va volviendo expresionista. No es que no tenga interés por otros enfoques, sólo que no he sentido, por el momento, la necesidad de ahondar por esas vías. En una ocasión me pidieron una definición breve sobre qué es la poesía. Mi respuesta fue: Poesía es la punta de alfiler que abre las puertas de mis sentidos. Hay miles de definiciones sobre el tema, y hoy quiero que tú unas a todas ellas la tuya. ¿Qué es poesía, para ti? 29
Decía Pedro Salinas que la poesía es encontrar la esencia de la realidad. Pienso de forma parecida, aunque si tengo que definirla yo diría, más bien, que es ese cristal tallado que se le clava a la realidad para que sangre, para que deje fluir su esencia. Me gusta esa definición, me parece muy acertada. En Santiago de Compostela, donde resides y estudias, ¿Hay inquietud por la poesía por parte de los jóvenes? No demasiada. Yo he tenido la suerte de estudiar en un instituto donde se nos animaba a leer poesía; unido esto a que estudio en una facultad de filología, estoy rodeada de amigos, de compañeros, que tienen un interés en este género mayor que la media, pero no es representativo de la situación real. Los jóvenes, en general, leen poco y, si les gusta leer, raramente serán libros poéticos. ¿Y en general? La poesía es, en esta sociedad, un género minoritario. Los lectores de poesía suelen ser los propios poetas (con obra publicada o no), y más allá de ese círculo creo que sólo puede hablarse de excepciones.
¿Hay circuitos de difusión, tertulias, centros culturales, donde los autores puedan mostrar su obra? Y en caso de que los haya, ¿existe público que acuda a estas manifestaciones literarias?
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Sí, son frecuentes las presentaciones, tertulias o recitales. Realmente hay que valorar positivamente el estado de la cultura en Galicia, especialmente asociada a la lengua gallega, aunque, eso sí, más a nivel de promoción que de público. La demanda no es excesiva, pero al menos creo que existen esfuerzos significativos por potenciarse. Yo creo que una de las manifestaciones urbanas más cercanas a la poesía, quizás desde una óptica social, sea el rap, ¿consideras que detrás de las rimas machaconas propias del género, puede haber algo de poesía? Sin duda, el buen rap es poesía, como también se suele considerar literatura las letras de genios como Leonard Cohen o Bob Dylan. Dentro del hip-hop, es verdad que hay canciones repetitivas que tratan asuntos intrascendentes, pero, dentro del ámbito español, que es el que más conozco, aprecio las rimas de MC's como ZPU, Xhelazz o el Chojin y, sobre todo, Nach, del que admiro tanto la profundidad de sus versos como su criterio estético a la hora de rimarlos y de situar los acentos rítmicos.
Decía Gabriel Celaya, en los años cincuenta, cuando no era fácil manifestar opiniones políticas ni reivindicaciones sociales, que "la poesía es un arma cargada
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de futuro", ¿consideras válida esa frase en la actualidad? ¿Todavía podemos los poetas cambiar el mundo con un arma tan pacífica como la palabra? Creo que es igual de válida que cuando Celaya la pronunció, y también igual de necesaria. Transformar la realidad parece, en un principio, algo utópico, pero el arte, además de artefacto estético que se justifica en sí mismo, también tiene esa potencialidad, y lo que menos podemos dejar de hacer es creer en que, con la palabra, a través de ella, algún cambio es posible. A veces un sólo verso de otro autor consigue destapar el frasco de nuestras propias esencias. El título de tu libro, Por el envés del tiempo, pertenece a un poema de Jorge Riechmann, ¿escribiste el poemario a partir del mismo, o lo elegiste después de haberlo terminado porque pensaste que era la guinda para el pastel? Lo elegí cuando ya había escrito gran parte de los poemas, aunque el libro todavía no estaba terminado. No acababa de encontrar un título para el conjunto, cuando, releyendo a Riechmann, se me ocurrió tomar prestado ese verso.
Jorge Riechmann (Foto Internet)
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Raquel recibe el premio del Editor patrocinador Severino Carde単oso
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Josep M. Rodríguez, Felipe Benítez Reyes, Alejandro Jodorowsky, Nacho Vegas, Ángel González, Benjamín Prado, además del ya citado, Riechmann, son los poetas de los que has tomado citas, con las que franquear las distintas partes de tu poemario, ¿Son ellos tus referentes actuales de la poesía? Faltándome tantas lecturas por hacer, los que puedo considerar referentes van cambiando progresivamente, según voy descubriendo autores a los que hasta el momento no me había acercado. Esos escritores son, seguramente, representativos de mis influencias a la hora de escribir el libro, pero sólo un par de ellos coinciden con los que citaba antes como referencias actuales. Creo que tendrá que pasar un tiempo hasta que haya leído suficiente literatura como para que, al hablar de mis referentes, sean autores realmente importantes en mis poemas, y no sólo recientes y deslumbrantes descubrimientos. ¿Consideras interesante o necesario incluir tantas citas en un poemario? ¿No puede parecer que el poeta estuviese un tanto inseguro de lo que transmite por si solo y necesitase el sustento de versos ajenos? Creo que no son demasiadas citas; pocas, incluso, comparado con algunos poetas culturalistas que tienden a incluir dos o tres por poema, y ni siquiera esto lo veo excesivo. Me parece muy positiva la intertextualidad. La literatura no surge de la nada, la tradición siempre está presente, así que, en lugar de disimular las fuentes e influencias, qué mejor que hacerlas explícitas, tomarlas como punto de partida, abriendo así nuevas posibilidades de creación.
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Con citas o sin ellas, estamos convencidos de que no has hecho más que subir el primer peldaño de una larga escalera de éxitos, así lo deseamos, convencidos de que lo mereces. Esperamos que esos logros sean siempre fruto de tu trabajo honesto, que, como ya te dijimos en la entrega de premios, los vivas con un humildad, porque ahí residirá tu auténtica grandeza. Felicidades, y bienvenida a la familia Raíces de Papel.
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Javier Bueno Jiménez
Entrevista al escritor
Marcos Callau Vicente
GANADOR DEL II CERTAMEN DE MICRORRELATOS DE CINE "ARVIKIS-DRAGONFLY" 36
Marcos Callau, con su microrrelato Deseos humanos es el flamante ganador de la II edición del certamen de microrrelatos sobre Cine "Arvikis-Dragonfly", un hombre inquieto, que, poco a poco, se va abriendo paso en esta jungla espesa de la literatura. La primera vez que tuve conocimiento de su existencia fue a través de sus blogs, desde los que hace un homenaje permanente al cine, sobre todo al clásico, y el cine negro, (ese mundo que también a mí me fascina desde la infancia), y a su cantante favorito, Frank Sinatra. Sorprende, a primera vista, la devoción por estos temas en una persona tan joven, pero bien mirado lo raro sería no admirar esa época dorada del cine, y la voz indiscutible de Sinatra, aunque sospecho que sus influencias han estado en el cercano ámbito familiar. Marcos es un trabajador infatigable, una persona amable que siempre tiene un comentario cariñoso para el trabajo de los demás, y un afán permanente por aprender, por superarse. Su actividad en Zaragoza es frenética, con recitales, lecturas, organización de actos, etc, y aún le queda tiempo para desempeñar su trabajo, el que le da de comer. Estoy seguro de que éste no será su único premio y le auguro una carrera brillante.
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Marcos, quiero felicitarte por este premio, y también por algo mucho más importante: la excelente persona que eres. Para que los lectores de "Raíces de Papel" te conozcan un poco más, si me lo permites, me gustaría hacerte algunas preguntas, y para empezar, el tema obligado ¿Qué es para ti el cine? En primer lugar, es un auténtico honor y un placer ser entrevistado por un compañero, un constante referente literario y un amigo, Javier. El cine es la oportunidad que nos brinda la vida para creer en un mundo mejor, una realidad paralela con una pequeña opción para soñar. Para mí cine es sinónimo de blanco y negro, de tiempos pasados que ahora añoramos y que solo en raras excepciones, actualmente, podemos recuperar en las salas de cine.
¿Cuándo comienza tu afición por el cine, y en especial por el cine negro?
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Como bien has dicho en la introducción, toda la influencia es familiar. Tanto musical como cinematográficamente he recibido desde muy temprana edad unos estímulos incomparables escuchando día tras día los discos en vinilo de Frank Sinatra y viendo en pantalla películas como Casablanca (Michael Curtiz. 1942) o los grandes musicales como Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen. 1952) o Alta sociedad (Charles Walters. 1956). Mi afición o devoción actual es algo que tengo que agradecer por entero a mi familia pero sí es cierto que, a medida que iba creciendo en esta afición, me he ido decantando particularmente por el mundo del cine negro, por la sociedad que nos ofrece y por esos protagonistas, casi héroes, en los que todos, alguna vez, nos hemos querido ver reflejados. ¿Quién no ha visto en el Rick de Casablanca un modelo a seguir o en el Marlowe de El sueño eterno (Howard Hawks. 1946) un héroe al que imitar?
Si se produjera en el mundo un movimiento al estilo del film de Truffaut, "Fahrenheit 451", y en vez de libros se quemaran películas, ¿cuáles serían las tres que salvarías? ¡Qué difícil! En primer lugar, espero que nunca se quemen películas pero algo de verdad hay en esta hipótesis que planteas pues el celuloide es un material con fecha de caducidad y de hecho, ciertos originales ya no existen y nunca se podrán recuperar. Pero
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si quisiéramos salvar tres películas para que el ser humano comprendiese qué significó el cine creo que habría que salvar Intolerancia (David Wark Grifftith. 1916) Luces de ciudad (Charles Chaplin. 1931) y Casablanca (Michael Curtiz. 1942) pero esta respuesta no es justa puesto que habría otras mil más para salvar. ¿Qué director de cine te ha hecho llorar? Muchos. Billy Wilder (El apartamento, 1960), Frank Capra (por supuesto Qué bello es vivir, 1946), Otto Preminger (Laura, 1944), William Dieterle (Portrait of Jennie, 1949) o David Lean con su Breve encuentro de 1945.
¿Y reír? Billy Wilder (Irma la dulce, 1963), Blake Edwards (El guateque, 1968) , Howard Hawks (La fiera de mi niña. 1938) o Frank Capra y su Arsénico por compasión de 1944 ¿Con qué película musical te quedas? Por ser también una parodia y un repaso de la historia del cine y de ese cambio fundamental que tuvo lugar entre el mudo y el sonoro, me quedo con Cantando bajo la
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lluvia (Stanley Donden. 1952) que además contiene uno de los números más universalmente conocidos con ese baile de Gene Kelly bajo la lluvia y uno de los que personalmente más me animan como ese Good morning que cantan los tres protagonistas, Gene Kelly, Stanley Donen y Debbie Reynolds. ¿Dime, por favor, un director y una obra maestra? El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder. 1950)
Gloria Swanson en “Sunset Boulevard”
Shirley Mclaine & Jack Lemmon
¿Una actriz, y un actor? Creo que tengo muchos actores y actrices favoritos pero me voy a quedar con el hombre que mejor caminaba de todo Hollywood, Henry Fonda. Como actriz voy a elegir a Bette Davis, por su condición camaleónica.
Bette Davis & Henry Fonda en “Jezebel” 41
¿Qué secuencia te pone los pelos de punta? Hay una secuencia de Nosferatu (Murnau. 1922) en la que el vampiro baja lentamente las escaleras con la mirada perdida, casi animal y con sus garras extendidas. Creo que no se puede transmitir mejor el terror.
Conozco tu debilidad por Frank Sinatra, ¿Cuáles consideras su mejor y su peor película? Sinatra fue mejor cantante que actor, pero es que lo considero el mejor cantante de la historia, entonces creo que también estamos ante un buen actor. Su mejor interpretación considero que es la de El hombre del brazo de oro (Otto Preminger. 1955) y su peor papel, indiscutiblemente, hay que buscarlo en los comienzos de su carrera cinematográfica y probablemente sea en Step lively (Tim Whelan 1944)
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Si en un incendio solamente pudieses rescatar una canción de Sinatra, cuál salvarías de la hoguera? Esto es aún más difícil, amigo Javier. Creo que Sinatra brilla en las grabaciones más tristes, aunque fuera el gran precursor del swing. Entonces, siguiendo sus canciones melancólicas, salvaría A cottage for sale del LP No one cares (1959) Esta canción, totalmente desconocida para el gran público, nos deja apreciar la respiración de Sinatra, punto clave en su manera de cantar y el dramatismo que aplica en la letra, destacando ciertas palabras, haciendo de la historia que cuenta una vivencia propia y un estado de ánimo que contagia al que escucha. De hecho, haber exprimido la vida como lo hizo Sinatra, es el factor que le brinda la posibilidad de apropiarse de las letras de sus canciones y hacernos creer que lo que canta le ha ocurrido realmente (porque probablemente le ocurrió) haciéndonos también partícipes de su dolor. Como identidad de Sinatra, me gustaría destacar Witchcraft del LP Sinatra’s Sinatra (1963) Ahí está presente, más incluso que en I’ve got you under my skin, toda la identidad del swing y de un personaje que hizo historia en el siglo XX. ¿De dónde sacas tiempo para hacer tantas cosas? El tiempo es algo que escasea cada vez más. Pero, en cualquier caso, creo que todos administramos nuestro tiempo como queremos. El blog de El sueño eterno comenzó como una afición y hoy se ha convertido en una obligación pero yo mismo lo he convertido en lo que es. Creo que todo se basa en la organización y en no agobiarse.
¿Cuándo hay que escribir? Yo creo que siempre hay que escribir aunque la mayoría de los folios acaben en la basura. Suelo hacerlo de noche pero esto se debe al tipo de trabajo que tengo. Lo importante es escribir cuando quieres contar algo. En mi caso, suelo tener mayor facilidad para escribir cuando necesito desahogarme. Escribir también es una terapia. Siempre lo es.
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Blog de Marcos Callau “El Sueño Eterno” http://lamusicadelaluna.blogspot.com/
Después del éxito de tu original libro "Jazzmen"¿Estás preparando alguna nueva publicación? Los aficionados a la escrituras constantemente estamos preparando algo nuevo aunque no seamos conscientes de ello pero, últimamente, estoy trabajando más detenidamente en un poemario que mantiene un orden, un sentido lógico, un viaje para el lector.
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Creo que 2011 ha sido un año importante para ti como escritor. Cuéntanos, por favor, tus andanzas literarias. Como he dicho, todo comienza por una afición a la escritura avivada en este caso por el ánimo de un buen amigo, también escritor, llamado Raúl Garcés. Gracias a su actividad comencé mis blogs y presenté mis textos en concursos literarios y por esta razón el 2011 ha sido el año más fructífero. El blog principal (El sueño eterno) abrió muchas puertas en el campo literario, conociendo personas que me han alimentado culturalmente y dando paso a mi participación en numerosos recitales literarios en Zaragoza, su provincia e incluso fuera de Aragón, por lo que tengo que agradecer la actividad cultural que desarrolla la Asociación Aragonesa de Escritores. El presente año ha sido muy importante a nivel personal pues he podido ver varios de mis poemas y relatos publicados en diferentes antologías, el primer premio otorgado como mejor microrrelato de cine por esta plataforma cultural llamada Raíces de papel, a la que deseo larga vida, y mi primera publicación con la colección de relatos Jazzmen,
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publicado por la editorial Cartonerita niña bonita. Inesperadamente, también gracias a mi otro blog dedicado a Frank Sinatra, tuve la satisfacción de participar en el programa “Hoy por hoy” junto a Carles Francino y ser entrevistado por Joaquín Carbonell en El Periódico de Aragón. En esta respuesta es necesario un capítulo aparte para los agradecimientos personales y las influencias literarias que he recibido de ciertas personas a las que conocí en la red y que hoy en día puedo llamar amigos como son, Alfredo Moreno, Roberto Malo, Miguel Ángel Yusta, Francisco Picón, Francisco Machuca, Fernando Jiménez Ontiveros, Elisa Berna, Sofía Díaz, Juan Calderón Matador o el que me está entrevistando actualmente, mi amigo Javier.
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Sé que laboralmente te mueves en el campo de la seguridad, pero ¿es ésa tu verdadera vocación o tienes alguna otra que no has podido realizar todavía? Mi verdadera vocación está en la escritura. Lo demás es una cuestión de supervivencia. Creo que eres de signo zodiacal, cáncer, como yo ¿La luna llena te produce algún efecto? De momento, muchos poemas. Es admirable la presencia de la luna llena en muchos de los poemas que he escrito. Es admirable, sobretodo, porque yo no lo he advertido hasta que me lo han comentado. Pero sí es cierto que la luna llena produce una influencia
en
todos
nosotros.
Particularmente
puedo
estar
varios
minutos
contemplándola hasta que amarillea y se esconde detrás de alguna azotea. Después de todo, la luna es mujer y es inevitable caer rendido ante ella.
Exceptuando Zaragoza, donde resides, en qué ciudad del mundo te gustaría vivir. Sin duda, aparte del tópico parisino, sueño de todo el que sueña con ser poeta, mi ciudad preferida es Madrid porque, inexplicablemente, en ella me siento como en casa. Y digo inexplicablemente porque no tengo ninguna raíz en Madrid ya que mis antepasados están en la provincia de Zaragoza y en la región de la Jacetania, en el 47
Pirineo aragonés. No obstante, hay algo que permanece en el sabor añejo de las antiguas calles madrileñas, en los viejos cafés, una sensación con la que extrañamente me identifico por completo. Me encuentro muy bien en Madrid. Tienes un proyecto en la actualidad para ayudar a Somalia a paliar la hambruna existente ¿Podrías decirnos en qué consiste, cómo surge, y la respuesta que esta obteniendo? La respuesta está siendo admirablemente favorable, teniendo en cuenta la situación crítica en la que económicamente se encuentra toda España. La idea surgió por la necesidad intrínseca en todo ser humano de reaccionar ante la injusticia, hacer algo y no quedarse de brazos cruzados mientras, a la hora de comer, vemos en televisión cómo existen seres humanos que mueren porque ni siquiera pueden alimentarse. Comenté la idea con el poeta Francisco J. Picón y este me ayudó a contactar con todos los escritores que donaron su obra para formar el proyecto solidario Uni…versos para Somalia. La respuesta fue tan apabullante que no pudimos publicar a todos los poetas que enviaron sus textos, así que nos detuvimos al contar con los cien poetas que están recogidos en el libro. Tanto la editorial Quadrivium como los autores ceden sus derechos y el beneficio íntegro de las ventas van destinados a Somalia vía Médicos sin fronteras. Se eligió esta ONG en particular porque lleva más de veinte años trabajando en la zona y en este caso, la experiencia es un grado necesario para que el proyecto se pueda llevar a cabo y el beneficio llegue directamente a Somalia. La poesía está más que nunca en auge, no solo en Zaragoza, donde nació la idea, sino también en toda España y como muestra tenemos los constantes recitales que se producen por todo el país. La poesía siempre ha sido utilizada como un arma contra la injusticia social y qué mayor injusticia que la hambruna que está arrasando el cuerno de África. Por ello quiero aprovechar esta ocasión, una vez más, para agradecer su participación a todos los autores que con sus versos han sabido iluminar una idea. Uni…versos para Somalia se ha presentado con éxito en Zaragoza, Palma de Mallorca y Barcelona. El 14 de enero se presentará en Madrid y durante los meses de diciembre y enero se presentará en Cáceres, Valencia, Bilbao, Gijón y Granada con fechas todavía por confirmar.
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http://uni-versosparasomalia.blogspot.com/ Y para terminar, una pregunta tonta, por la lejanía del hecho ¿Qué desearías hacer cuando te jubiles? Para terminar me gustaría agradecerte, amigo Javier, la oportunidad que me has brindado con esta entrevista que me ha hecho tanta ilusión y darte la enhorabuena por las preguntas elegidas. También agradecerte a ti y a Juan la existencia de la revista Raíces de papel, vuestra constante promoción del arte y la literatura y desear larga vida a esta Plataforma Cultural que tan necesaria me parece en estos tiempos. Cuando me jubile espero gozar de más tiempo y aptitud para escribir y tiempo también para tomar buenos y relajados cafés con los amigos.
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Soy yo quien agradece el tiempo que nos has dedicado, y mucho más sabiendo que dispones de poco. Deseo que veas cumplidos todos tus deseos, que encuentres tu camino en el universo de la creación y que no olvides nunca a esta Plataforma Cultural, en la que tienes abiertas puertas y ventanas. “Presiento que este es el comienzo de una gran amistad”.
Marcos Callau en el interior de La Filmoteca Española
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Reyes C谩ceres Molinero
Entrevista a la Fot贸grafa
MERCEDES VIZCAINO
EL TIEMPO DETENIDO
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Un encuentro casual me hizo conocer a Mercedes Vizcaíno, fotógrafo que vive en Guadalajara, Al hablarme de que era autodidacta y de su modo de trabajar me interesó y entré en su web. Me sorprendí y descubrí un mundo algo mágico, de imágenes en blanco y negro, la mayor parte de mujeres y niñas, envueltas como en un manto de naturaleza, figuras al aire libre. En estas fotografías hay juegos de telas y rostros, luces y sombras, un gran movimiento y a la vez una enorme sensación de quietud y misterio. Hablamos hoy con su autora para que nos desvele algunas de las claves de su obra.
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Aprendí las primeras nociones de revelado y positivado de fotografía en una pequeña escuela de Madrid. Después he seguido por libre a través de la experiencia y de las sorpresas que me dan el prueba-error y el prueba-eureka. Me considero autodidacta aunque me gusta leer y aprender de quienes admiro.” He expuesto en Madrid y en otras provincias de España, los cuatro últimos años siempre con otros fotógrafos. A Mercedes desde pequeña siempre le gustó la fotografía. Nos dice que era habitual que estuviese revolviendo en la caja de lata dónde se guardaban en mi casa. Siempre me ha llamado la atención que el tiempo se detenga y que resulte tan evocador poder palpar esos instantes, en cada foto se contiene lo mejor del momento y queda olvidado todo lo demás. Muchas veces he estado en mayor o menor medida con la cámara en la mano y después de muchos años, inesperadamente, la fotografía me ha buscado a mí a través de un conjunto de casualidades o llámale X. Lo mejor de esta historia son siempre las personas. Mi profesora fue la primera que vibró en la oscuridad de un laboratorio lleno de aficionados. Un buen amigo que acaba de fallecer -Julián Díez Antoñanzas- me dejó en depósito la cámara de medio formato que utilizo habitualmente, una Yashica-Mat comprada en los años 60. Sagrario Orea ha sido alguien muy importante en mi aprendizaje técnico en el laboratorio, su dedicación e impulso son permanentes.
La moderna cocinera
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Ser autodidacta tiene ventajas e inconvenientes. M. Vizcaíno se sincera: Supongo que tiene muchos inconvenientes porque te pierdes mucho de lo que otros han descubierto pero no puedo evitarlo, cuando intento hacer algo que se sale de mi línea siempre quedo defraudada conmigo misma. Tengo la fortuna de contar con el consejo de una gran persona que además es una gran fotógrafa, Lisette Pons, ella me aconseja vivamente que permanezca en mi línea, muchas veces tengo la tentación de pensar que lo que hago no es suficientemente válido, supongo que eso nos pasa a todos. La inspiración es esa palabra mágica, ese toque que buscamos y que a veces no llega, en ocasiones ella misma se invita a nuestra casa, casi sin que nos demos cuenta. Inspiración, siempre hallazgo. Un tema siempre tratado entre artistas y, por supuesto, con Mercedes. EL SER HUMANO COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN Mi fuente de inspiración siempre es el ser humano y lo que emana de dentro. Hago pocas fotografías dónde no haya alguna persona. He vivido mucho en Madrid pero desde hace unos años vivo en Guadalajara, creo que el entorno, sus ritmos y sus gentes son bastante evocadores. Hoy, ante el increíble avance de la técnica digital, resulta sorprendente encontrarnos con alguien que trabaja con la máquina de fotos de siempre y el método de trabajo de toda la vida. Mercedes no puede evitar utilizar el sistema tradicional: carrete, revelado de siempre, etc.
Con la cámara digital no me encuentro, lo que hago no me satisface, supongo que debería dedicarle más tiempo, lo que veo de otros fotógrafos también me puede gustar mucho. No quiero renunciar a la belleza y a las emociones que vivo con mi cámara y en el laboratorio. De la fotografía analógica me encanta su capacidad de sorpresa y su "imperfección", me aburre saber que lo que veo es lo que veré sobre el papel. Aunque de entrada me
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Escaleras
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molesta, quiero que no me importe que en las fotos haya alguna mota de polvo o una pelusilla rebelde, compito con la perfección técnica, con el retoque, con el repulido, con la imagen relimpia..... La vida no es así, en la vida hay polvo e imperfección y creo hay que contar con ello. Aunque intentamos que nos desvele algo de su proceso creativo o algún secreto de su técnica es difícil, como les pasa a muchos, ignoran su propio proceso creador. Si tengo algún secreto lo desconozco. Generalmente me dejo llevar, aprovecho lo que está cerca y al alcance de mi mano; eso sí, lo aprovecho todo.
Cintas EN LA FIGURA FEMENINA SE RECOGE LO MEJOR DE LA HUMANIDAD
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La figura femenina es un tema constante en la fotografía de Mercedes Vizcaíno. Y casi siempre en relación al paisaje, un paisaje que refleja silencio…..o en un ámbito doméstico, a veces un tanto rural o campesino. También las telas y tejidos son un elemento al que le da mucha importancia. Ella nos comenta: Es cierto que la figura femenina me resulta muy evocadora, quizá porque en ella se recoge lo mejor de la humanidad. Un rostro o una actitud masculina que tenga mucho que comunicar también me llama muchísimo. Es verdad que los niños y las mujeres ganan por goleada en mi trabajo pero no lo busco. Me gustan los ambientes sencillos, libres de artefactos y de artificios, es donde el hombre se manifiesta como lo que es: hombre. En su web Mercedes dice que a partir de sus fotografías pueden nacer y construirse historias. Siempre me sorprenden y me hacen sonreír las historias que la gente ve detrás de cada imagen, yo no pretendo contar historias pero es claro que evocan situaciones y sentimientos. Efectivamente yo no pretendo contar historias pero, ya lo dice el refrán, una imagen vale más que mil palabras. No pretendo transmitir ninguna idea preconcebida pero creo que refleja mi interior, supongo que como todo lo que hacemos en la vida.
Finalmente nos habla del futuro, proyectos y planes: De momento me mantendré en la línea de trabajo en la que estoy actualmente, tengo mucho que depurar. En los meses de octubre y noviembre expondré en Madrid, en Segovia en la Galería “La Reja Art Gallery” y en Guadalajara. Para el 2012 tengo varios proyectos por confirmar. Os espero.
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Escurridor
Para más información y seguir disfrutando de sus imágenes incluimos el link de la web de Mercedes Vizcaíno: www.mercedesvizcaino.com
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ARTÍCULOS
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María Rosa Jaén
CAROLINA CORONADO (12-12 ¿1820?/15-1-1911)
HOMENAJE A UNA ROMÁNTICA ESPAÑOLA EN SU CENTENARIO
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Estoy convencida que si preguntara de pronto, nombres de poetas románticos, nos vendrían a la mente al menos seis o siete nombres masculinos de nuestras letras, muy pocos serían los que recordaran al gran trío de poetisas románticas españolas, a saber; la cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda, la gallega Rosalía de Castro y la extremeña Carolina Coronado. Y esto es así, porque si buscamos en Antologías al uso, solo los nombres masculinos saltan a la vista. En el caso de las mujeres, bien puede decirse que por muy reconocidas que lo fuesen en su época y algún que otro homenaje posterior. Las
mujeres
escritoras,
apenas
fallecidas,
son
desaparecidas.
Bien puede decirse que Carolina Coronado, no fue muy consciente de su participación en la corriente romántica de su época. Ella misma desaprueba el romanticismo, incluso los ridiculiza y haciendo gala de su sentido del humor, escribe estas estrofas publicadas en “un álbum de un clásico moderno”, publicado hacia 1850.
Ya en vez de los lagrimones de romántico dolor, los ojos del trovador brotan risa a borbotones. ......................... ¡Qué risa ver convertido en un alegre zagal en la pradera dormido a aquel que tanto ha gemido sobre el arpa funeral! ................................. ¡Qué risa ver sus amadas ayer mustias y amarillas, mañana frescas, sencillas, tejiendo en las enramadas guirnaldas de florecillas!
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No debemos olvidar que el Romanticismo era, además de una forma de hacer versos, una manera de ser y una forma de estar. A veces, incluso, una forma de no ser y de no estar, un hartazgo de las formas y maneras, como quedó de manifiesto en los varios casos de suicidios que se dieron entre escritores de la época. Para recordar a esta ilustre mujer, os dejo unos apuntes biográficos y breves fragmentos de su abundante obra poética, que vosotros mismos podréis ampliar leyendo al completo. CAROLINA CORONADO Romero de Tejada. Vino al mundo en Almendralejo (Badajoz) un 12 de diciembre no sabemos si de 1820 o 1821 y falleció en Lisboa el 15 de enero de 1011. Fue hija de una familia acomodada y liberal, su abuelo que había ejercido diversos cargos políticos, fue ejecutado ese mismo año y su padre encarcelado, años después obtuvo una amnistía. Cuando Carolina contaba cuatro años se trasladaron a la capital. Desde niña se demostró precoz en la lectura y en la composición literaria, especialmente de versos, de forma autodidacta aprendió francés, inglés, italiano y portugués. A pesar de sus capacidades, y en contra de las aspiraciones personales, su familia obstaculizó la vocación literaria. Su educación fue la clásica de la época, destinada a una “distinguida señorita”. Ella misma escribe en una carta, “mis estudios fueron ligeros, nada estudié sino las ciencias del pespunte, el bordado y el encaje extremeño, que sin duda es tan enrevesado como el código latino”. Sin embargo, llegó a sobresalir como pianista y tocaba el arpa de forma bastante aceptable. El romanticismo ha comenzado a hacer mella en la literatura y va cambiando con aires nuevos y vivificantes los viejos y fosilizados moldes. A los dieciocho años, Carolina, ve publicado su primer poema, una oda A la palma. Tal vez por influencia de otro extremeño, Donoso Cortés, se publica en el periódico, El Piloto, de Madrid, recibe elogiosos comentarios como, “al lado de imágenes graciosas, hay pensamientos originales y viriles” y es que, ya se sabe, que lo viril era siempre lo mejor.
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A LA PALMA Alza gallarda tu elevada frente, hija del suelo ardiente, y al recio soplo de aquilón mecida, de mil hojas dorada, de majestad ornada, descuella ufana sobre el tallo erguida; y arrojando tu sombra allá a lo lejos, del sol a los reflejos, el árabe sediento y fatigado desdeñosa levanta tu bendecida planta en el desierto triste y abrasado. (.../...)
Esta composición de ochenta y dos versos, marca el comienzo de su carrera literaria, ya que el poema es reproducido en otros periódicos madrileños. Su paisano José de Espronceda, nacido también en Almendralejo, ya reconocido como poeta, se entusiasma al leer el poema y le dedica una composición. En 1843, publica su primera colección de poemas, 37 en total, al que le pone prólogo, Juan Eugenio de Hartzenbusch. en el que dice que sus composiciones tienen “novedad, concisión y belleza”. La primitiva condescendencia paternalista de sus compañeros de letras, se torna en camaradería y afecto a la guapa señorita extremeña. En 1844, se divulga en Madrid la falsa noticia de su muerte. El ambiente literario se conmueve y enseguida se publican sendas elegías exaltando los méritos de la poetisa. Tal vez, por aquella época comenzaron las primeras manifestaciones de catalepsia que acompañaron a Carolina durante toda su vida. Poco después publica su poema,
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La muerta agradecida. El corazón, amigos, palpitante como otras veces en mi pecho siento; mas al oír vuestro piadosos acento sobre las nubes me soñé un instante Juzgué más claro el sol, menos distante, vi espíritus celestes en el viento y en la estrella que más resplandecía vi confusa la imagen de María. (.../...) De 1845 a 1847, surge imprecisa la imagen de Alberto a quien dedicará sus más apasionados poemas amorosos, primero y después los de triste ausencia. Cinco años después los publicará con una dedicatoria en la que dice ...Una mujer puede, sin sonrojo, decir a un muerto ternezas que no quisiera que la oyesen decir a un vivo. En 1847 Carolina viaja a Cádiz y a Sevilla, donde pasa largas temporadas, es en su catedral, donde hace voto de castidad, llevada de su pasión por Alberto.
Yo tengo mis amores en el mar (1849) ¡Hijo del mar, espíritu querido, alto ingenio inmortal de la poesía! Escucha desde el mar este gemido que mi amoroso corazón te envía: Yo te adoro en el mar, y yo he venido a escuchar en sus ondas tu armonía y en tu brisa tu aliento respirar, porque están mis amores en el mar. (.../...) 64
De regreso a Madrid, es recibida con todos los honores y es en esa época cuando Madrazo,
familiar
suyo,
plasma
en
un
cuadro
su
indiscutible
belleza.
En el Liceo, es donde se le entrega una corona de laurel y oro, por el propio Zorrilla y son los reyes los que asisten a una representación de su obra teatral “El cuadro de la esperanza”. Es en 1849, cuando escribe el poema titulado “El amor de los amores”, obra que según, Sainz de Robles, bastaría por sí sola para ser considerada: “Una pieza culminante de la lírica castellana”. Inserta en la poesía mística, describe la búsqueda de Dios (el Amado de nuestros clásico) en un idílico paisaje. EL Amor de los amores (1849) I ¿Cómo te llamaré para que entiendas que me dirijo a ti, ¡dulce Amor mio!, cuando lleguen al mundo las ofrendas que desde oculta soledad te envío? A ti, sin nombre para mi en la tierra, ¿cómo te llamaré con aquel nombre, tan claro, que no pueda ningún hombre confundirlo, al cruzar por esta sierra? (.../...) En 1850 la familia Coronado se traslada definitivamente a Madrid. Su fama llega incluso a Palacio, adonde acude con frecuencia llamada por la Reina, que ve en ella una consejera inteligente y una amiga desinteresada. Publica su novela “Jarilla”, quizá su mejor novela, algunos ensayos como “Safo y Santa Teresa de Jesús”, donde establece un paralelo intelectual entre ambos personajes. Carolina se convierte en un miembro destacado del mundo literario de su época. Prepara 65
la segunda edición de sus versos, pero antes realiza un viaje por Europa: Francia, Inglaterra, Bélgica, Alemania, donde entra en contacto con los intelectuales y artistas del momento, sobre todo, con los franceses (Lamartine, Musset, etc). Sus impresiones y la relación epistolar con estos personajes, son agrupadas bajo el nombre “Un paseo desde el Tajo al Rhin". En 1852, Carolina anuncia su boda con el primer secretario de la Embajada de Estados Unidos en Madrid, Mr. Horacio Justo Perry Spragne, hombre culto, adinerado, gran amante de España y muy apreciado por sus dotes de caballerosidad. La boda, sin embargo, llega a ser calificada de “accidentada”, el era anglicano y la ceremonia tuvo que celebrarse en Gibraltar, donde había obispos de las dos religiones. Pero una vez allí, el obispo católico se niega a desposarlos, por que le llega el conocimiento del voto de castidad que Carolina hiciera en la catedral de Sevilla, así que sólo se celebra la boda anglicana. Para realizar la católica han de trasladarse a Paris, donde la autoridad religiosa la eximen del voto, por no haber sido hecho sin el consentimiento de los padres. El nuevo matrimonio, se instala en un doble piso de la calle de Alcalá y es notoria su hospitalidad por la brillantes fiestas a las que asisten las figuras más importantes de la literatura y la política. Carolina recita sus versos y toca el piano como una consumada intérprete, pero de su pluma no salen tantos poemas como antes y estos se caracterizan por ir dedicados a hechos concretos o acontecimientos puntuales, los agrupa con el título “Versos improvisados con varios motivos”. Si que intensifica su labor ensayística. Carolina se siente muy feliz junto a su marido, pero en 1854, la muerte le arrebata a su primer hijo, Horacio, que muere “de unas fiebres”. A este hecho luctuoso se une la intranquilidad de la situación política. La casa de los Perry Coronado se convierte en refugio de muchos políticos perseguidos y ella con su influencia cerca de la Reina, ayuda
a
muchos
de
los
personajes
comprometidos
políticamente.
Sus hijas, Carolina y Matilde, llegan sucesivamente para alegrar el corazón del matrimonio, pero es en 1873, cuando la muerte vuelve a visitar su hogar, en esta ocasión, es su hija Carolina. En un rasgo de premonición materna, anuncia a los médicos que atienden a la pequeña, la hora exacta en que morirá y se cumple el vaticinio. Horacio está fuera de Madrid, acaba de producirse la abdicación de Amadeo 66
de Saboya, no puede acudir para compartir el dolor de su esposa. Un dolor que para Carolina supera lo normal, intenta arrojarse por un balcón, casi lo consigue... Corta de raíz su negra cabellera y la deja caer lentamente sobre el cadáver de su hija. Carolina cae en uno de sus estados catalépticos, se ha negado a que la niña sea enterrada en el cementerio y es embalsamada, para ser depositada no en un nicho, sino en un armario de
la
sacristía
de
un
convento
situado
en
el
paseo
de
Recoletos.
Poco tiempo después, la familia abandona no sólo Madrid, sino España, adonde ya nunca volverá con vida la poetisa. Horacio adquiere un palacio en Lisboa, cerca del mar, en el que residirán casi veinte años. El dolor de Carolina se va remanando y vuelve a su pasión por la lectura y la naturaleza. De vez en cuando, vuelve a escribir algunos versos. Se reúnen varios amigos y le proponen rendirle un homenaje en Badajoz, pero ella se niega a abandonar ni siquiera por unos días su casa. Les envía una carta en la que dice..., “el luto que he de llevar lo que me resta de vida, me trajo a este retiro, donde cumplo deberes que son sagrados, aunque por oscuros no me den fama”. Termina su carta con un hermoso soneto.
Una corona no, dadme una rama (1889) Una corona, no, dadme una rama de la adelfa del Gévora querido, y mi genio, si hay genio, habrá obtenido un galardón más grato que la fama. No importa al porvenir cómo se llama la que al mundo decís que dio al olvido; de mi patria en el alma está escondido ese nombre, que aún vive, sufre y ama. Os oigo desde aquí, desde aquí os veo, y de vosotros hablo con las olas, que me dicen con lenguas españolas 67
vuestro afán, vuestra fe, vuestro deseo, y siento que mi espíritu es mas fuerte en esta vida que os parece muerte.
Mr. Perry, un hombre dinámico y emprendedor, funda una Compañía para la explotación del Cable telegráfico submarino que ha de unir Norteamérica con Europa. Cuando al fin se inaugura, después de dilatados trabajos, Carolina y Horacio reciben de rodillas el primer cable que cruza el Atlántico. Pero un complicado pleito con Inglaterra acaba desposeyendo a Horacio de sus derechos al Cable, su economía se resiente y venden su palacio para comprar otro más reducido, llamado el de la Mitra, se encuentra en el otro extremo de la ciudad. Horacio no llega a habitarlo, muere a los 75 años de edad. Carolina vuelve a mostrar de nuevo su extraña necrolatría. En 1891, consigue las correspondientes licencias eclesiásticas y civiles y manda embalsamar el cadáver de su esposo para depositarlo “corpore insepulto” en la capilla del nuevo palacio. Allí permanecerá cubierto de flores y oraciones durante veinte años. Carolina manda abrir un balconcillo en su dormitorio para poder despedirse cada noche de “el silencioso”. Así es como ha comenzado a llamarle y así se refiere a él. La soledad que tanto amó en su juventud, le provoca temor y la obsesiona, hasta el punto de que su hija Matilde que había contraído matrimonio con el hijo del Marqués de Torres-Cabrera, es obligada por su
madre,
a
seguir
durmiendo
en
la
misma
alcoba
que
ella.
Ha llegado el siglo XX pero los nuevos inventos no han traspasado los muros del palacio de Mitra, en él no hay luz eléctrica, sólo hay quinqués. Los coches ya fueron vendidos y ella no sale a la calle, no conoce el tranvía. Se limita a pasear por el parque donde los árboles crecen a su antojo, porque ella nunca quiso que se podaran. En 1910, cuenta casi noventa años y escribe el que será su último poema, con este expresivo título: ¡¡...!! ¡...! 68
Quejarse es protestar; la pena es muda cuando oprime con ruda persistencia; sólo el silencio al desgraciado escuda para ocultar al mundo su existencia. Silencio el infortunio necesita para templar su natural encono y mejor que el consuelo que le invita sufre el ser humano su abandono. Si veis que aún vivo y de mi larga vida conservo el hilo por seguir viviendo, no es que a vivir el goce me convida, pues es más goce descansar muriendo. Es que cumplo la ley de mi destino, dócil, sumisa al que gobierna el alma sin que el dolor cruel en mi camino logre irritar mi resignada calma. ::::::::::::::::::::::::: Se refugia el espíritu en la nada cual si a extinguirse fuera nuestro aliento, y en el vago no ser, desorientada, cesa la criatura el sufrimiento.
El 15 de enero de 1911 su voz se extingue definitivamente en el silencio. Pocos días después, el 19 del mismo mes, a instancias de su hija Matilde y de su yerno, el Marqués; los restos de Carolina y de su amado Horacio, son trasladados a Badajoz, siendo inhumados en su cementerio. Entre el fervor popular y la asistencia de las representaciones oficiales. (R.J.M. /12.12.2011) Obras Poesía: 69
Poesías, 1843; 2ª ed. ampliada 1852; 3ª ed. 1872. Novelas: Jarilla, 1850. Paquita y Adoración, 1850. La Sigea, 1851. Luz, 1851. La rueda de la desgracia. Manuscrito de un conde, 1873. El oratorio de Isabel la Católica, 1886. Harnina (inacabada), 1880. Ensayos: Los genios gemelos. Primer paralelo: Safo y Santa Teresa de Jesús, 1850. Un paseo desde el Tajo al Rhin, descansando en el Palacio de Cristal, 1851. Galería de poetisas contemporáneas (varios escritos publicados entre 1846 y 1862). Teatro El cuadro de la Esperanza, (inédito, fecha probable 1847-1848).
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Jaro Godoy
FEDERICO GARCÍA LORCA
(1898-1936)
EL MÁS TERRIBLE DE TODOS LOS SENTIMIENTOS ES EL DE TENER LA ESPERANZA MUERTA
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El pianista, el dibujante, el perfecto poeta, el gran orador, el muerto valiente, dueño del tiempo camina tranquilo por la barranca de Víznar a 134 días para el final de año, exactamente el día 232, un arañazo cruza el frío de la noche dañando para siempre a la poesía, astillando la melodía de un blanco ruiseñor, entintando las calles de Granada, ensuciando el cielo, en la armonía imperfecta de una lagrima angelical, llegara tarde a la cita con el poeta chileno y los personajes del extraño circo solo verán su silla desocupada. Cinco margaritas desnudas/ lloran bajo el sol/ llora la noche/ y en su frente marchita/ dos lagrimas de humo/ un olvido/ un niño/ con sus manos negras/ sucias de pólvora y barro/ gime abrazado/ a su madre/ junto a la tumba blanca. Durante dieciocho años perfeccionó las palabras, iluminando las noches oscuras del lenguaje universal, ensanchando los territorios del idioma poético, a través de una supremacía lírica imbatible, dejando en su testamento, la voz profética de uno de los mejores poetas de todos los tiempos, derribando los limites de la lógica, mediante metáforas, desautorizando la realidad, en la libertad generosa de la rebeldía, trasmitiendo un texto revolucionario y genial: “Responden a mi nueva manera espiritualista, emoción pura, descarnada, desligada del control lógico, pero, ojo, ojo, con una tremenda lógica poética. No es surrealismo, la conciencia mas clara los ilumina” Federico G Lorca. Como un beso de plata, llega la dama de inmemoriales tiempos a besarle suavemente los labios, en el desconcierto de los fusiles, en mirada oculta de los asesinos, el diablo jugaba en las puertas del infierno, y ardían las estrellas en el cielo abierto. Granada se oscurece/ bajo las estrellas/ baila el poeta/ entre paredes de odio/ y envidia/ que se rompen a pedazos/ una mancha de fuego/ muerde cinco poemas/ el día más hermoso/ que tuvo Granada.
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Federico García Lorca nace en Fuentevaqueros en la provincia de Granada en Andalucía, el mismo año de 1898, que vieran la luz los escritores, Hemingway y el Alemán Brecht, el 5 de junio de la unión de Vicenta Lorca Romero, de profesión maestra y Federico García Rodríguez, agricultor, llegarían cuatro hermanos a completar el mapa familiar, Luis, (muerto muy joven) francisco, Concepción e Isabel, estudia en el sagrado corazón de Jesús, acercándose en estos años al folclore español y a los cancioneros, estudia derecho, (graduándose en 1923) no por gusto, mas si para cumplir el sueño familiar, mientras estudia en la Facultad de Letras, a los diecinueve años empiezan sus ensayos críticos, y en 1918 edita “Impresiones y paisajes” fruto de sus primeros viajes, donde conoce a los escritores de entonces, también traba amistad con “la Argentinita” Encarnación López Júlvez de profesión bailarina. Lloran las tumbas/ petrificadas de sonrisas/ y silencios/ han robado la luna/ la gran luna que dormía/ en camas de mascarones/ preñados del elixir/ de los sueños/ extraños cigarrillos/ volando cementerios/ de melancolía/ humo denso/ impregnando/ aquellas hojas de hierba/ toro enfurecido/ buscando el rojo sagrado/ del amor. A los 22 años estrena bajo la dirección de Gregorio Martínez Sierra “El maleficio de la mariposa” en el teatro Eslava de Madrid, resultando el peor de los fracasos del poeta. En el año 1921, a la edad de 23 años publica su primer libro de versos “Libro de poemas” con muy buena respuesta de los críticos y comienza la escritura de las “Suites” que no vera la luz si no en el año de 1983, se publica “romancero Gitano” por la revista de occidente en el año 1928, y en el año de 1931 editara “poemas del cante jondo”, en 1932 aprobado el proyecto de La Barraca, teatro itinerante apoyado por la universidad y dirigido por el poeta, viaja por su País representado variadas obras que incluirán algunas de su autoría, en 1933 estrena “Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín” obra censurada en el año 1929, invitado por la Sociedad amigos del arte viaja a la Argentina, donde conocerá y discutirá con Jorge Luis Borges de poesía y literatura, dejando sabrosas anécdotas se hospeda en la calle avenida de mayo, hotel que aun guarda la habitación del poeta como un museo para visitantes, junto al poeta Chileno Pablo Neruda pronuncia su celebre “Conferencia de Alimón” como homenaje a Rubén Darío, es proclamado como “Embajador de las Letras españolas”.
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Cinco margaritas desnudas/ lloran bajo el sol/ danza macabra/ en huelga general/ por la gran avenida/ contra los carnavales/ del padre de los olvidos/ gitanos del mundo/ con planetas en los oídos/ gitanas de la tierra/ con ranas al cuello/ abuelas huérfanas/ buscando las manzanas del pecado/ lloran/ en la noche negra/ de Granada/ con bolsillos vacíos/ ropas destrozadas/ cantos huecos/ plegarias vencidas/ con tumbas/ sin tierra/ y cielos sin primaveras. En el ultimo año de su vida, publica en enero “Bodas de sangre, en junio termina “La casa de Bernarda Alba” participa en algunos actos políticos a favor del frente popular, y lee manifiestos de los escritores españoles contra el fascismo, adhiere al manifiesto de la Unión Universal por la Paz, el 13 de julio parte hacia Granada para festejar el cumpleaños de su padre y el suyo propio, los primeros días de agosto es asesinado el cuñado del poeta, don Manuel Fernández Montesinos, alcalde socialista de Granada, por los franquistas, en la madrugada del 19 de agosto de 1936 cae el poeta, asesinado junto a tres personas, por huestes homicidas, miembros de las paramilitares Escuadras Negras, asesinato ordenado por el gobernador, coronel José Valdés, su cuerpo es enterrado en la fuente de las lagrimas, (la fuente árabe Ainadamar). Dejando un impecable legado poético sin editar: Poeta en Nueva York, Suites, Odas, Poemas en prosa, Sonetos. Obras no terminadas: La destrucción de Sodoma, Los sueños de mi prima Aurelia, Alocuciones, entre otras obras. Cuando se hundieron/ las formas puras/ bajo el cri cri/ de las margaritas/ comprendí/ que me habían asesinado/ recorrieron los cafés/ y los cementerios/ y las iglesias/ abrieron los toneles/ y los armarios destrozaron/ tres esqueletos/ para arrancar/ sus dientes de oro/ ya no me encontraron/ ¿No me encontraron?/ No./ No me encontraron. (Federico G Lorca) Treinta y seis/ y punto/ sin el ultimo/ cigarrillo final/ en el humo/ desencantado/ y desabrido/ entre muecas de horror/ el poeta baila/ junto a la luna/ su danza gitana. Las calles han sacrificado al insomnio en el ronco gemir del Judío vendedor de camisas, la bruja fugitiva con su verde caparazón ha puesto a hervir su alma de tibia 74
tinaja, en las lagrimas despechadas de los amantes, primitivos diamantes de un nuevo orden, en la noche herida por las agujas de la antorcha, el cielo es un caldero donde furiosa arde la sangre virgen del poeta, le clavaron los ojos de la luna en sus venas, y en el ocaso de los cuerpos tendidos en el altanero mármol, un tiempo naciente de luces baila su danza de espíritus gitanos, como un pájaro dentro de su alma, esta reclamando su voz, las puertas abiertas, para despertar en un mundo diferente, donde el ángel de la noche pueda escribir sus palabras con tinta de luna llena. El viento desparrama/ las trenzas de sus versos/ lagrimas de divinos ángeles/ cantan su romance/ un arco iris negro y fatal/ cruza el paraíso/ y Caín vuelve matar/ callando la voz/ que cantaba en las romerías. La guerra civil que azota a España durante tres años es motivada en principio por los cambios que imperaban en el mundo de aquel entonces, 11 años Musolini lleva gobernando Italia, en Alemania la frágil persona de Weimar se hace pedazos y es elegido nuevo canciller Adolf Hitler, de quien Franco no tardara mucho tiempo en hacerse amigo y prolongar en su tierra la barbarie. Para el año de la muerte de Federico García Lorca, muere también el destituido rector de la Universidad de Salamanca el filósofo Miguel de Unamuno, (preso en su propia casa) renegado por republicanos y franquistas. Hunde sus puñales de envidia/ en aquel pecho/ transparente/ la ponzoña arranca/ de su corazón las palabras/ aquellas que bebían/ los niños gitanos/ de alfa y omega. Años oscuros para España que no tardarían en expandir sus territorios por toda América Latina, dejando la atrofia muscular con la sana esperanza de mejorar algún día, promesa que nuca vería la luz, la guerra civil continuará tres años, (Aunque Franco no abandonara el poder hasta cuarenta años después) causará un millón de víctimas, el exilio de centenas de millares de españoles, de casi toda la 'inteligencia' del país. Manuel de Falla, exiliado en 1939 se encuentra en América del Sur. Morirá 7 años después en Buenos Aires sin ver su país natal de nuevo.
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A muerto el poeta/ en Granada/ cerca de la hora señalada/ cinco margaritas desnudas/ saludan su partida/ bebe el rey/ en su copa de hora/ la sangre hecha vino/ de la luna suicida/ sin flores en su tumba. El asesinato de Lorca, muy lejos de aclararse, sigue todavía un rumbo incierto, se sabe que Ramón Ruiz Alonso, ex diputado de la CEDA, lo detuvo en casa de Luis Rosales, y el comandante falangista José Valdés lo mandó matar. Cuando abran la fosa se sabrá, además, si obedecieron al general Queipo de Llano, que desde Sevilla le dijo a Valdés: 'Dale café, mucho café', pero como dice el dicho “sin cuerpo no hay crimen” el asesinato más famoso de la guerra civil aun no tiene cuerpo, esta abandonado en un oscuro rincón de una anónima tumba, acompañado por un profesor y dos toreros, lo que es la frase pronunciada por Álvaro Valverde "El trágico final de Federico García Lorca...oscuro todavía en lo que tiene que ver con los motivos..." El urogallo, JanuaryFebruary 1988, p. 20. Asusta realmente algunos detalles de “memoria”, siendo Federico Gracia Lorca el gran poeta universal amado por millones de personas alrededor del mundo, el poeta mas respetado y estudiado de las letras castellanas del vigésimo siglo, y aunque como admitió en septiembre del 2003, Juan Caballero, en ese entonces, alcalde socialista de Alfacar (Granada), pueblo donde está la fosa: “Aún hay terror. Aquí todo el mundo vio muertos por los campos y en las carreteras. Los fantasmas de la guerra aún planean”, este miedo no deja, como admite la decisión (ahora en manos de los nietos del poeta) de Isabel, hermana del poeta, la excavación de la tumba, donde estaría el secreto mejor guardado de la guerra civil, pues solo la visita a ese lugar, donde hay enterradas clandestinamente casi 4000 personas, le produciría un dolor enorme, y seria una “falta de respeto a un lugar sagrado”, claro que no todos opinan lo mismo y miran esta decisión con desconfianza, mientras otros califican tal postura como absolutamente absurda. Un fiel seguidor de los pasos de Lorca, es Ian Gibson quien cree que serviría sobre todo para sacar a Lorca de ese indigno lugar y recuperar la memoria de su asesinato. 'Ni siquiera hay una calle grande en Granada que lo recuerde, y eso que es el español más amado en el mundo', señala. Sobre la oposición de la familia, el historiador es tajante:
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'Lorca pertenece a la humanidad, no a su familia. Es un emblema, dio su vida por España, es un mártir'. Su delito confeso: ser poeta, republicano y homosexual. ¿Que hay detrás del asesinato del gran poeta andaluz? Demasiados misterios, cuando fue una persona que irradiaba transparencia, demasiados Caines para tan poco Abel, me asombro y susto la frase pronunciada en el año 86 por el periodista Español Javier Egea Cuando dijo: "Si Lorca resucitara sigue habiendo gente en Granada capaz de volverle a matar." Cambio 16, April 7, 1986, p. 127. Quedan demasiado baches, verdaderos agujeros negros de aquella nefasta madrugada, donde el mundo perdió a uno de sus mejores exponentes, el expediente marcado con el nombre del poeta esta en manos de la familia del asesino mayor de España, Franco, la gran cadena de misterios, que como un largo rosario, esperan su revelación publica, dice el hijo de José Valdés Guzmán (el gobernador militar de Granada) "Tengo otros papeles que mencionan a Federico y que resultarán aplastantes en el momento en que se conozcan... No sé a quiénes afectará el contenido de estos papeles" (Molina, pp. 133-134.) Por que volvió Federico a Granada, sabiendo los peligros que encontraría en una ciudad que nunca le tuvo demasiada simpatía, ya que había logrado a través de sus palabras y un celebre discurso donde atacaba la religiosidad de sus habitantes, además de ridiculizar la ignorancia histórica y artística de la ciudad, así como el sabor vulgar de muchos de sus habitantes, (citado por Gibson, De Nueva York, pág. 425), "que no es ni será jamás cristiana—... [con] cursilería, y que sólo sirven para que la muchedumbre quiebre laureles, pise violetas y se orinen a cientos sobre los ilustres muros de la poesía" Demasiadas preguntas que no encontraran respuestas en el mar de las mentiras que circundan al poeta, solo sabemos que Ramón Ruiz Alonso, se presento en casa de los Rosales, amigos íntimos del poeta, (que están bajo la lupa) cuando la madre de Lorca, Vicenta, exclama "Los Rosales nos han traicionado?”. Para escarbar en los motivos de la muerte de Lorca, ya casi no quedan verdaderos testigos, además de que pocos quieran hablar del tema, salvo investigadores, periodistas, adeptos al poeta, pero vale la pena citar unas palabras de Manual de Falla: "Fue una
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venganza personal, y yo sé quién fue el autor, pero mi conciencia me impide denunciarlo”. José Bergamín: A Federico García Lorca lo mataron los señoritos de Granada por un doble motivo, porque era famoso y porque era homosexual, aunque lo fuera muy discretamente. Los machitos de Granada no lo admitían de ningún modo" (El país, September 4, 1983, pp. 1 and 8, cited by Ángel Sahuquillo, Federico García Lorca y la cultura de la homosexualidad (Stockholm, 1986), p. 60.) Ruiz Alonso no entraba en el cuadro de "señorito de Granada", entra entonces la pregunta que tampoco podrá responderse, ¿tenia Bergamín alguno del Rosales en mente?, Como se pregunta Daniel Eisenberg, cronista que siguió de cerca la investigación en torno a los últimos días del poeta y el camino que lo llevo a la muerte. Según las memorias de José Rosales: "Entre los cargos contra el poeta figuraban ser espía de los rusos, estar en contacto con éstos por radio, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual" (Gibson, De Nueva York, p. 476). Solo el ultimo de los cargos se pudo comprobar, el resto entre en la neblina, donde reina la oscuridad desde la siniestra madrugada de un 19 de agosto de 1936, después de la muerte de Federico el ministro de Franco, Serrano Suñer dijo de los asesinos: "Unos incontrolados..., de los que actúan casi siempre en toda revuelta sin poderlo evitar" "El jefe del grupo que sacó a Lorca de su casa y lo mató fue el diputado derechista y antiguo tipógrafo Ramón Ruiz Alonso. Por allí anda, sin que nadie lo haya molestado nunca, a pesar de que el crimen fue idiota e injusto, y de que nos hizo mucho mal" (Gibson, Asesinato, p. 264.) No fue castigado, primero porque estaba al lado de la iglesia española, con la cual Lorca no simpatizaba demasiado, segundo, Alonso solo lo arresto, mientras sus asesinos (Valdés y Queipo de Llano) caían en el olvido que los protegía sobre cualquier castigo.
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Aun así, el manto echado sobre tan infantil jugarreta de la muerte, deja demasiados puntos oscuros, demasiadas mentiras, demasiados actores, demasiados escenarios mutando en breves minutos, Maresca: "La conspiración del silencio sigue existiendo en Granada... Durante años el fusilamiento de Lorca fue un tema tabú... Aún subsiste un cierto miedo, mucha gente dice saber quién mató en verdad a Lorca, pero nadie habla. De cuando en cuando té enteras de que ha muerto alguien que podría haber dicho algo sobre lo que ocurrió entonces" (Cambio 16, April 7, 1986, pp. 126-127) Nadal: "Muchos verdaderos amigos de Federico no hablan; unos, por esa vergüenza ajena; otros, por miedo a no sé qué moral; Otros, porque dicen que si la familia no habla, ellos tampoco" ("Lorca, el oscuro", Cambio 16, September 9, 1978, pp. 39-40). Montesinos: "Todavía queda gente viva que debe saber, quizá con más precisión, qué es lo que pasó exactamente aquellos días de agosto" Eduardo Castro, "Todavía queda gente que debe saber lo que pasó con mi tío". El país semanal, July 30, 1978, pp. 6-8) La espesa niebla de pactos oscuros de silencios, terminara cuando la ultima herida sea sanada, las versiones sobre la muerte del poeta llenan demasiados libros, pero según Ian Gibson, en 1966 el enterrador Manuel Castilla, reconoció el lugar donde estaría la tumba del poeta; En Granada, como si fuera una respuesta del subconsciente colectivo, han ido desapareciendo la mayoría de los lugares relacionados con Lorca o con su muerte. Puede haber algo de eso. Granada es un sitio muy complicado, raro, de muchos odios, envidia y resentimiento. Yo moriré feliz si logro escuchar la voz del poeta. Estoy convenido de que en Buenos Aires hay una grabación. ¿Imagina lo que sería contar con una grabación de Lorca recitando, no sé, el Romance sonámbulo? La gente que lo ha descrito sostiene que era sobrecogedor. (El Día Digital de Córdoba. Septiembre 2003) Poemas. Impresiones y paisajes (1918), Libro de poemas (1921), Oda a Salvador Dalí (1926) 79
Romancero gitano (1926), Poeta en Nueva York (publicado después de su muerte) Poemas del cante jondo (1931), Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935) Diván del Tamarit (1936), Sonetos del amor oscuro (1936) Teatro Mariana Pineda 1927, La zapatera prodigiosa 1930, El publico 1930, Así que pasen cinco años 1930, Amor de don Perlimplím con Belisa en su jardín 1933, Bodas de sangre 1933, Yerma 1934, La casa de Bernarda Alba 1936. "He sido tan sentimental que tengo el corazón hecho un trapo" (Federico García Lorca)
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Antonia Pons Coch
TRANSTRÖMER
EL LEGADO DE UNA CONCIENCIA
Cuando el corazón de Alfred Nobel dejó en el aire el último latido el 10 de diciembre de 1896, con 63 años, ya había liberado un año antes el sentimiento de culpa por la
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destrucción y el mal que sus inventos pudieran haber causado a la humanidad, en un testamento en el que legaba su fortuna a la creación de una fundación que se ocupara de otorgar unos premios anuales a las personas que más hubieran hecho por la humanidad en los campos de la física, química, medicina, literatura y paz, sin discriminación de nacionalidad. Se valora que su fortuna en el momento de su muerte era de 33.000.000 de coronas, de las que legó a su familia apenas 100.000. Hoy la Fundación Nobel sigue ocupándose de seleccionar a los mejores intelectos del mundo para brindarles su reconocimiento. Y este año, el premio de literatura ha recaído sobre un poeta: Tomas Tranströmer. Pero ¿Quién es Tranströmer? Casi nadie aquí le conoce. Tampoco es de extrañar. La poesía, sujeta a los valores de mercado, no vende. La gente hace sus ripios y hasta alguna vez manifiesta con grandes protestas de suficiencia el gusto por la poesía, pero no toma en serio a los poetas. En algunos sitios hasta se celebra el día internacional de la poesía el 21 de marzo, el día que, más o menos, inicia su andadura la primavera por los solsticios. ¿Cuándo veremos aquí, como en los países escandinavos, entre los libros más vendidos uno que sea de poesía? Como dice en uno de sus versos Tomás Tranströmer, “en algún lugar de nuestras vidas hay un gran amor sin resolver”. El poeta nació en Estocolmo y se graduó en Psicología, Historia de la literatura e Historia de las religiones, compaginando su actividad como psicólogo en centros de rehabilitación de personas marginales con la literatura. En 1990 sufrió una hemiplejía que afecta a su capacidad de habla, pero continúa escribiendo y tocando el piano con su mano izquierda. Hace 45 años que un sueco no recibía este galardón, el octavo otorgado a uno de su propia nacionalidad. La comunidad literaria aplaude hoy al hombre que antes había estigmatizado por apartarse de la norma, es decir, de la moda imperante, y no hacer poesía social ni incluir la temática en sus novelas. El borrón de ser diferente. Sé que peco de oportunista al intercalar poemas suyos fuera de contexto, pero es que vienen al pelo: “Lanzamiento de piedras al agua Todas nuestras acciones claras como el cristal caen, no hacia otro fondo, 82
que el de nosotros mismos.
Hoy nadie le niega el aplauso y la justicia del reconocimiento. Sus poemas de versos acerados y desnudos, impregnados de sabiduría de la vida, en un lenguaje poético, con aspiraciones eternas, desprovisto de adornos, díptico. Un lenguaje que nos reconcilia con la realidad, a pesar de que no siempre sea amable, capaz de capturar lo indescifrable, en la simplicidad de la forma. Poeta de lo cotidiano, impregnado de naturaleza y misticismo. Capaz de capturar lo indescifrable y conseguir llegar a estos sentimientos que nos son comunes y familiares, para los que los demás no encontramos la forma de describirlos. El jurado ha estimado que la importancia de su obra reside en “lo formidable del lenguaje con que aborda sus grandes temas, en una poesía con fibra, plasticidad de los enigmas e imágenes compendiadas y traslúcidas que aportan un fresco acceso a la realidad”. Y con ello le eleva al Olimpo de los mejores. Esta vez sin discrepancia en el entorno.
Después de un día negro toco a Haydy y siento un humilde calor en la manos El acorde me dice que la libertad existe y que alguien no le paga impuesto al César junto a alguien que contempla el mundo con serenidad. (Allegro)
Su obra: 17 dikter (Diecisiete poemas) ( a los trece años) 83
Den stora gatan (Gran enigma) Minnena ser mig (Los recuerdos me miran- Visión de la memoria) (Pequeña autobiografía) En español tenemos “El cielo a medio hacer” su obra cumbre, una colección de trece libros de 1953 a 2003 y “Deshielo a mediodía “ Ed. Nórdica Libros y “para vivos y muertos” de Ediciones Hiperion S.L.
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Antonia Pons Coch
DE LAS TABLILLAS DE ARCILLA AL LIBRO DIGITAL
Desde la atalaya del tiempo, unas veces abrumados y otras con soberbia suficiente y conmiserativa, según el talante de cada cual, solemos contemplar el devenir de la Historia, sin pararnos a pensar que está irremisiblemente unida a logros que en su momento o pasaron desapercibidos o fueron objeto de controversia, hasta que fueron asumidos y aceptados y que, al generalizarse, hicieron posible nuestra evolución, no sin un costo. Los veinteañeros que hoy usan el iPad, el eBook, las Blackberry y se catapultan con un solo golpe de dedo, hasta el último confín del planeta y que tienen al alcance de su palma la información y el conocimiento de nuestro mundo, con toda naturalidad que da el uso cotidiano de algo que ya, casi por nacimiento, les es propio, lo hacen sin extrañeza alguna y sin más aprendizaje previo que un librillo de instrucciones, leído a vuela ojo, a todas luces ininteligible para aquellos que en otro tiempo hubieran ocupado un lugar preeminente en la vida social y política a través de instituciones como el Senatus, Conseil des Anciens, etc de muchos pueblos, el maya, Grecia, Esparta, Roma, Francia (1795), tanto rodeo para no usar la palabra viejo, hoy desplazados hacia los viajes del Imserso.
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Volvamos a nuestra atalaya desde la que, allá lejos, se vislumbran los primeros intentos del hombre para no dejar que un fallo en la retentiva le pusiera en la tesitura de tener que perder la cabeza, literal y cruentamente, por haber equivocado la cantidad de trigo de cada saco depositado en los almacenes del reino de su señor. Y así, anotando las cantidades que no debía confiar sólo a la memoria sobre tablillas de arcilla, primero con pictogramas que convirtieron más tarde en signos cuneiformes, se consiguió el primer libro de la historia, como para leerlo hoy en el metro, allá por el 3.300 a. C en Sumeria, quizás el lenguaje humano escrito más antiguo que se conoce. Los quejicosos de siempre vaticinaron toda suerte de calamidades, si se generalizaba el invento, entre ellas la pérdida de facultades por falta de uso, al no tener que memorizar la Odisea por disponer de chuleta a la que recurrir y cosas así. Pero la cosa era ya imparable. Luego vino el papiro y los rollos de pergamino. La gente se acostumbró a leer, los que sabían, desenrollando libros atados con un lacito, hasta tal punto que cuando llega el nuevo formato de lectura en forma de hojas cosidas y pegadas a un lomo, se les presentó el conflicto de cómo pasar de hoja y aprender que la última línea correspondía a la primera de la página siguiente. Y así, hasta hoy en una historia por todos conocida que creíamos eterna e inmutable. Pero la humanidad que no se está quieta y no para de darle al caletre, ha dado a luz un nuevo producto: el eBook o libro digital. En principio, cualquier dispositivo con una pantalla y memoria puede ser utilizado como libro electrónico, siempre que disponga del programa adecuado para leer el formato digital en que está escrito el texto en cuestión. Sin embargo, en el siglo XXI han aparecido dispositivos, cuya función es servir exclusivamente de libro electrónico, diseñado para competir en versatilidad, movilidad y autonomía con los libros, que ya amábamos, de siempre. Una vez más, las voces se han elevado a favor o en contra de la tecnología. Argumentos hay de sobra en ambos sentidos. Hay quien dice que el soporte siempre es algo accesorio y que no hay que sacralizar al viejo libro ni tener más miedo de la cuenta a su competidor tecnológico. Lo interesante es que el sector no tarde en ofrecer contenidos interesantes a precios razonables. No vamos a entrar en la lid, porque será el tiempo, una vez más, quien, con razón o sin ella, siempre esclavos de los intereses económicos de las grandes empresas, ubique, pasito a pasito, a uno de los dos en el pasado para siempre o lo ponga de cara al futuro. Pero, mientras haya uno sólo de los que hemos crecido con y a través de los libros y aplicado los cinco sentidos a su disfrute, acariciándolos, oliendo el papel de cada una de sus historias, oyendo el crujir de las hojas al pasarlas, recuperando un pensamiento olvidado de adolescente en sus 86
márgenes o dejando entre sus páginas aquellas violetas que quizás acompañaron un beso, pequeñas cosas de ayer, siempre recobradas y liberadas cada vez que abrimos un libro, mientras quede uno de nosotros, permanecerán estos pequeños objetos hechos de papel que se vincularon a nuestras vidas. Luego, ya no sé. La evolución siempre es un proceso, escalones sobre los que construimos otros que nos llevan no sabemos donde. Mientras, el mercado bulle en una guerra tecnológica para ver quien consigue fabricar el dispositivo más rápido, más potente y capaz de conquistar y apresar al usuario en una maraña de servicios que con frecuencia condicionan la cantidad y calidad de los contenidos a los que va a acceder. Ahora mismo, se está introduciendo en España la empresa Amazón, de una forma muy competitiva y que ya vende a través de su portal de internet, un auténtico pozo sin fondo de infinitas posibilidades. Amazón es una empresa norteamericana, boicoteada en su momento por los consumidores de EEUU por intentar subir el precio de los libros electrónicos sin ofrecer a cambio ningún valor añadido al producto y que ,en el día de hoy, aparece en el mercado español ofreciendo una tableta tres veces más barata que el iPad, aunque sin todas sus prestaciones, con un mundo de contenidos: más de un millón de libros, cien mil películas, diecisiete millones de canciones, con menos pantalla que el resto y menos memoria, cierto, pero que seducirá a los consumidores, por el precio y por la cantidad y calidad de títulos disponibles. Decíamos antes que, cualquier dispositivo con una pantalla y memoria puede ser utilizado como libro electrónico, siempre que disponga del programa adecuado para leer el formato digital en que está escrito el texto en cuestión, esta afirmación, válida también para el libro electrónico, condiciona la elección, ya que no podremos leer su contenido, si adquirimos libros digitales de un proveedor diferente. Lo ideal sería que las empresas tecnológicas unificaran los sistemas operativos en uno sólo, ya que la elección de una u otra marca restringe al usuario a los contenidos al que el dispositivo pertenece, así, por ejemplo, los eBooks de la editorial Alfaguara España están disponibles en formato ePub, el formato de libro digital más extendido y admitido por una mayoría de dispositivos de lectura digital existentes en el mercado, a excepción de dispositivos que utilicen formatos propios como por ejemplo Amazón que tiene su propio sistema operativo. Igual incompatibilidad encontramos al elegir entre un iPad de Apple o el PlayBook de Blackberry. Google ha convertido su sistema operativo, el
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Android, en una especie de tabla de salvación para muchos fabricantes que en solitario no hubieran podido competir con Apple, por ejemplo, usado incluso por Amazón, aunque retocado. Como vemos, un mercado en permanente ebullición
que
nos
dispara
hacia
posibilidades casi infinitas y a una velocidad de difícil adaptación, por cuanto apenas nos hemos conciliado con un cambio, aparece otro que tira por tierra lo anterior, lo que a los “senior” les hace cuestionar si merece la pena tanta movida para sentirse siempre desplazados y les haga sentir la misma impotencia de aquel aldeano esforzado de principios del siglo anterior, intentando adaptarse al nuevo descubrimiento del cinematógrafo: ¡Dios mío, ahora que había aprendido a decir “pilícula” ahora se dice “film”. Tablillas sumerias con pictogramas y escritura cuneiforme
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Reyes Cรกceres Molinero
YVES SAINT LAURENT
UN GENIO DE LA ELEGANCIA
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Exposición retrospectiva del diseñador en la Fundación Mapfre “Quiero que todos sepan el respeto que merece este oficio, que no consiste tanto en hacer arte, cuanto en la necesidad que tiene un artista de existir”. Son palabras de Yves Saint Laurent, genial modisto fallecido en 2008. La Fundación Mapfre y la Fondation Pierre Bergé-Yves Saint Laurent han organizado una exposición retrospectiva de la obra del diseñador, inaugurada en octubre y que permanecerá abierta en la sede de Mapfre hasta el 8 de enero del 2012. Está distribuida en once espacios y reúne ciento treinta y tres creaciones de alta costura y pret-a-porter, ochenta dibujos, fotografías y películas. Una fiesta interactiva de la moda, magníficamente montada, con cierto carácter teatral, y con un exquisito cuidado de la estética, tanto en los aspectos visuales (colorido, una serie de espejos que multiplican las perspectivas) así como sonoros (conversaciones de fondo en francés, música clásica y de ópera, etc. Una acertadísima ambientación que envuelve al visitante en una atmósfera de belleza y glamour y acrecienta la magia de los diseños.
La exposición está prevista para comenzar desde la planta -1. En ella se exhibe con todo tipo de detalles el proceso creativo de Saint Laurent a través de una serie de ochenta y un bocetos acompañados por los toiles -prototipos en tela que servían para ser los esqueletos de los patrones- así como los moldes y patrones de los sombreros, piezas imprescindibles en las colecciones de Yves Saint Laurent.
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De ahí pasamos a la planta 0 y contemplamos su conocida colección “Trapéze” de 1958, con la que el modisto francés muestra lo que aprendió junto a su gran maestro y mentor, Christian Dior. Por los pasillos aparecen los vestidos, con sombreros de ala ancha, cortos, tintados de negro, crema o en colores vivos.
En la planta primera se encuentran las creaciones inspiradas en sus viajes, una explosión de color y fantasía reflejada en variedad de estilos, cortes y volúmenes que 91
reciben influjos continentales, hispanos, africanos, rusos o hindúes. Yves Saint Laurent comenzó a trabajar exclusivamente en blanco y negro, pero tras un viaje a Marraquech, descubrió el color y, a partir de ese momento, cambia sus diseños, utiliza el color con pasión y conjuga unos colores aparentemente imposibles de mezclar hasta el momento, como el rojo y el naranja, el marrón y el negro, etc. A Marraquech, lugar donde el modisto confiesa que le hubiera gustado vivir, viajaba dos veces al año para encontrar su inspiración y luego dibujaba cientos de bocetos con gran precisión y del trazo pasaba a la tela. Yves exploró los colores y también los tejidos. En la exposición se muestra una colección de retales multicolor, donde están el terciopelo, la gasa, la seda, el algodón la franela o la piel. Y confeccionó todas las prendas posibles: faldas, pantalones, trench -fue el lanzador de esta cómoda prenda- gabardinas, abrigos, blusas, abrigos, trajes de chaqueta y trajes largos de fiesta. Siguiendo nuestro recorrido llegamos al salón de baile, la “sala estrella”, decorada con lámparas de araña y donde se puede oír música de La Traviata. Allí se exponen los espléndidos trajes de noche.
El recorrido culmina con un video del último desfile de Saint Laurent, celebrado en el Centro Pompidou en el 2002. El llamado “desfile del adiós”, una explosión de lo mejor del modisto en el que se exhiben trescientos diseños, ocasión para la que Saint Laurent creó treinta y modelos nuevos.
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A lo largo de la exposición el espectador puede contemplar una recreación del estudio del diseñador que está lleno de dibujos y bocetos, allí hay muestras de telas, lápices…. Yves dibujaba con soltura y firmeza, y, una vez tenía el dibujo, sabía con claridad lo que quería hacer. También hay una sala oscura que exhibe los llamados “Fantasmas estéticos” de Yves S.L., sala donde se pueden encontrar las referencias estéticas – pintores, músicos o escritoresdiseñador. Y, lógicamente,
que alimentaron la imaginación y creatividad del
están los diseños más directamente influenciadas por el
arte. Saint Laurent recibe el influjo de Piet Mondrian que plasma en su icónico vestido, así como la paleta de Van Gogh le lleva a confeccionar unas maravillosas chaquetas bordeadas de lentejuelas y perlas. También se muestra el llamado Espacio 1971, o “la colección del escándalo” que reúne una serie de diseños bastante revolucionarios que en su momento no tuvieron éxito, pero que han influido en la moda posterior. “Un día mi nombre aparecerá en libros de fuego en El Eliseo” había dicho el modisto.
Cualquiera de los modelos expuestos es una muestra de elegancia y buen gusto. Yves Saint Laurent fue un gran maestro, que apreció y valoró mucho a las mujeres, y se empeño en vestirlas de modo personalizado y realzar su figura y su feminidad. A lo largo de su trayectoria
se puede contemplar
como los diferentes estilos de sus
creaciones prestaron libertad y una gran elegancia a la mujer. Supo vestir a las mujeres reales y también tuvo amistad y trató a famosos y actrices como Catherine Deneueve, gran musa del diseñador, Lauren Bacall o la duquesa de Windsor, entre otras. De Catherine Deneuve dijo que “era una mujer extraordinaria, con encanto y un corazón maravilloso”. Por su parte, Deneuve siempre elogio los vestidos que lució del diseñador.
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La elegancia es la característica fundamental de Saint Laurent.
Ya sea en una
sahariana o en su colección de esmóquines, prenda rescatada del armario masculino y especialmente diseñada para la mujer. Desde la blusa de seda con lazada al cuello hasta los abrigos de amplio volumen. La elegancia destila en cualquier pliegue en cualquier tela, en cualquier detalle ornamental de las maniquís que visten sus modelos. Trabajó las prendas de sport y de vestir y abarcó todas las tendencias en su larga trayectoria de cuarenta años. Siempre, con gran amor a la exactitud y a la perfección, cualidades que le acompañaron toda su vida y con un estilo atemporal, sin ser esclavo de la moda. Por eso, sus diseños perduran intachables en el tiempo.
Yves Saint Laurent está considerado como uno de los últimos símbolos de la generación de modistos que hizo de Paris la capital mundial de la moda junto a Coco Chanel y Christian Dior. Este joven nacido en Argelia, de aspecto frágil y tímido, revolucionó el mundo de la moda. Termino con unas palabras del diseñador “Los paraísos más hermosos son los que se han perdido”.
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Ana Gamero
IRENE VÉLEZ
SIN PALABRAS
¿Qué es la fotografía?. El diccionario del siglo XXI, es decir, la Wikipedia, lo define como la ciencia y el arte de obtener imágenes duraderas por la acción de la luz. Capturar momentos y fijarlos a través de instantáneas para la posteridad ha sido y es la herramienta que tiene el hombre para detener el tiempo, atesorar recuerdos y guardar vivas las estampas de una vida. Aunque el término en sí mismo procede del griego, la historia de la fotografía, originaria de Francia, no comienza hasta 1839, con la difusión mundial del procedimiento del daguerrotipo. Desde este año 0, que coincide con la aquiescencia de la sociedad industrial, las innovaciones técnicas y el nacimiento de la filosofía positivista, el hombre ha querido dejar constancia de su existencia. Primero fue un lujo alcanzable solo por pocos hasta llegar a convertirse en un instrumento que utilizan diariamente millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, entre uno y otro
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tiempo pervive la necesidad del ser humano de auto-representarse, de dejar plasmada su autobiografía visual. Primero utilizaron estridentes aparatos que sacaban imágenes en papel y en blanco y negro. Más tarde se consigue el negativo, que supuso el invento de la copia fotográfica y tras perfeccionar la técnica en 1888 George Eastman lanza la cámara Kodak, que catapultaría a la fotografía como producto de las grandes masas. En 1907 la fábrica Lumiére comercializa la fotografía en color. En 1931 se inventa el flash y 14 años después nace la fotografía instantánea de Polaroid. ¡ Cuántos de nosotros no guarda en algún rincón esa foto mágica con cierto tono amarillento que emanaba de una enorme cámara segundos después de darle al pulsador!. Son recuerdos de una época, de toda una generación que ha visto como en pocos años el mundo de la fotografía ha experimentado una gran revolución, la técnica se ha digitalizado y la electrónica ha entrado en juego para lograr que sólo con el móvil, podamos hacer fotografías de óptima calidad.
De todo eso sabe mucho la fotógrafa chipionera Irene Vélez, una joven amante de este arte que confiere inmortalidad a lo plasmado y que se diferencia del resto de profesionales que conozco en su sutileza y su capacidad para plasmar y trasmitir “sensaciones”.
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Sus fotografías no solo capturan un momento, un rostro o un paisaje. Van más allá. Nos cuentan cosas, nos muestran el mundo interior de sus protagonistas, nos traen aromas a campo y a sal marina. Cuando visité su página web www.irenevelez.es, sentí una bocanada de aire fresco. Es una fotografía diferente, con garra, con pasión, con intimismo. Sus novias no son las bellas maniquíes que posan floridas y recatadas. Son mujeres del siglo XXI, con mirada cautivadora, divertidas, arriesgadas, pícaras y sensuales. Se han deshecho de los convencionalismos y posan naturales, mostrando su yo más íntimo. Sus books y catálogos tienen vida propia. Transmiten energía, vigor, entusiasmo y nos hacen un guiño estético que va más allá de la mera exposición. Parecen más bien obras pictóricas en las que los juegos de luces y sombras y los planos atrevidos dan un aire renovado al concepto de la moda. Y sus fotografías de niños y sus familias nos provocan un remolino de sentimientos en los que la felicidad habla por sí misma y los ojos de sus protagonistas nos transmiten paz, amor, ternura, seguridad. Una mano infantil, tan frágil y suave, un beso tan inocente como el de un niño, sus risas y juegos hechos pura belleza. El objetivo de Irene Vélez nos adentra en el mundo interior de las personas, nos hace ver más allá de la superficie, rasca en lo meramente visible para mostrarnos lo que el ojo no ve. Todo aquello que el ser humano es capaz de sentir y expresar sin decir nada. Todo eso, a través de una fotografía.
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Joaquín Alarcón
CON ARTE TINTAVIVA INAUGURA SU CURSO 2011 – 2012 CON LA MUESTRA LITEROPLÁSTICA
“EL TRAZO Y LA PALABRA” EN CULTURAL TELEFÓNICA DE MADRID
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Desde que, con el desarrollo de su intelecto, el hombre, mediante pigmentos y tierras, empezó a describir cuanto le rodeaba a través de representaciones gráficas y sobre el soporte de las paredes de las cuevas donde vivía, dando lugar a las primeras pinturas rupestres, creó el Arte. A lo largo de la Humanidad, posteriores civilizaciones han ido conformando reglas, géneros, estilos y técnicas hasta llegar a la máxima manifestación de la imagen: el cine. Si el arte por definición es la “Habilidad para hacer algo”, acto por el cual el hombre, valiéndose de elementos materiales, da lugar a la obra que brota de su sensibilidad y entendimiento, el pasado tres de octubre tres miembros del Grupo Literario “Tintaviva” de Cultural Telefónica de Madrid: Julia Gallo Sanz, Juan Calderón Matador y Javier Bueno Jiménez, dieron testimonio de su habilidad con los poemas visuales que expusieron bajo el título Muestra Literoplástica “El trazo y la palabra”, abriendo así el ejercicio del nuevo curso 2011-2012. En tal muestra, y como fueron explicando cada uno de sus tres autores, en ocasiones primero fue el trazo, luego el poema, y al revés. El interesante evento tuvo mucho de entrañable y emotivo en comunión por ambas partes: poetas y público asistente, estos últimos en elevado número. Julia Gallo Sanz, abrió el acto comentando los nacientes espacios e innovaciones en la nueva época que inicia el Grupo Literario Tintaviva. Luego mencionó brevemente la intención de la exposición: abrir el curso con algo diferente, idea que se le ocurrió a Juan Calderón Matador, quien más tarde explicaría ampliamente esta realización de los intervinientes para que cada obra o composición poética pudiese visualizarse junto a su ilustración gráfica.
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Acuarela de Julia Gallo Julia, Ex-secretaria en Telefónica de España, promotora, miembro fundador y Coordinadora del Grupo Literario de Cultural Telefónica de Madrid “Tintaviva, divulgadora cultural, pregonera de fiestas patronales, conferenciante, distinguida con la imposición de la Capa Española por la Asociación Cultural Amigos de la capa de Palencia…, ha dado recitales en varios lugares de la geografía española, en Berna (Suiza) invitada por la Asociación Cultural Amigos de España, Portugal e Iberoamérica…; cuenta con siete poemarios publicados, (otro a punto de salir) y un libro de relatos; tiene en su haber cuarenta premios (prosa y poesía), repartidos entre poemarios y trabajos sueltos. Ha titulado coreografías de ballet e intervenido en homenajes y actos académicos. Es Subdirectora de la revista digital Raíces de Papel, de la Plataforma Cultural Raíces de Papel, en su espacio “Preguntas con respuesta”. En
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cuanto a su pintura, ha ilustrado 38 libros entre propios y de otros autores (a veces portada, a veces interior, a veces portada e interior). Algunos de sus cuadros han sido galardonados, pero siente especial cariño por el obtenido III Premio Semana Cultural Ibérica de Telecomunicaciones de C.T.M. (1999) “Vivir en zapatillas” (acuarela alusiva al Ballet). Es autora del logotipo de Tintaviva y del cuadro logotipo “La Ballena Alegre”, Asociación Prometeo de Poesía (Taberna Irlandesa James Joyce, frente a Cibeles, Madrid). Con motivo de la Muestra “Junge Coreographen 2006”, celebrada en el Tiroler Landes Theater de Innsbruck (Austria) siendo su hija, Virginia López Gallo, bailarina de esa compañía, Julia G.S. diseñó la escenografía de la coreografía “Cibeles or the destiny”, creada e interpretada por Virginia L. G. y mostrada en la TV 2 de Austria.
Collage de Javier Bueno “Al Alba” homenaje a Luis Eduardo Aute A continuación, Javier Bueno Jiménez nos emocionó y sorprendió cantando “Al alba” en el homenaje que hizo a Luis Eduardo Aute (más tarde he sabido que Aute, sorprendido y satisfecho por el collage alusivo a su emblemática canción, ha agradecido el gesto a Javier y, por extensión, al Grupo Literario Tintaviva). Javier nos explicó, igualmente, el valor de la imagen a la hora de comunicar mediante la ilustración gráfica por montaje “collage”, en lo que ha demostrado gran pericia e imaginación, quizá por haber estado ligado a la publicidad, como profesional, al cine, como amante y como actor, al diseño y caracterización, como estudioso y a la fotografía, campo en el que ha sido galardonado, como ferviente aficionado -más que aficionado- tras el seudónimo “Arvikis”, desarrolla una gran actividad fotográfica. También es creador de una 101
veintena de Blogs. Autor de tres libros, coautor de otras tantas antologías poéticas y de narrativa. Divulgador cultural. Es cofundador y codirector, junto a Juan Calderón Matador, de la Plataforma Cultural Raíces de Papel, y de la revista digital del mismo nombre; artífice asimismo del Certamen de Microrrelatos sobre cine “ArvikisDragonfly”, recientemente fallado en su segundo año. Posteriormente, Juan Calderón Matador, escritor, poeta, pintor, ilustrador, actor, cantautor, promotor y divulgador cultural…, contó la idea de iniciar el curso con algo novedoso, y cómo instó a sus compañeros a trabajar durante el verano; luego fue narrando y explicando cada una de sus obras en cuanto al verso y su complemento gráfico dentro de carátulas de CD, imagen y poemas dentro de estos soportes transparentes ajustados sobre paneles rígidos, formando una obra única (toda la muestra de esta poesía visual así se ha conformado); tras cada explicación fue leyendo el poema correspondiente con su privilegiada voz. Juan Calderón Matador es autor de ocho poemarios; galardonado con varios premios, ha escrito ocasionalmente guiones para radio y televisión; se han estrenado varias obras de teatro de su autoría, sobre todo dirigidas al público infantil; ha editado seis CD, con composiciones de letra y música del propio autor. Junto a Javier, es cofundador y codirector de la Plataforma Cultural Raíces de Papel, y de la revista digital igualmente denominada. El Premio de Poesía “poeta Juan Calderón Matador” ya ha culminado su tercera edición.
Acuarela de Juan Calderón
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En último lugar volvió a tomar la palabra Julia Gallo Sanz, deleitándonos con la lectura de sus composiciones poéticas, conjugando texto e ilustración. Una vez terminado el recital en el Salón de Actos de Cultural Telefónica de Madrid, sede de Tintaviva y de otros variados grupos culturales, pasamos al recinto de exposiciones, donde pudimos ver las obras en su curioso montaje, corroborando originalidad y maridaje entre “El trazo y la palabra”. Para resumir, se puede decir que esta Muestra Literopástica es una mezcla de realidad-fantasía-denuncia-humor que delata aconteceres y sentimientos. Esperemos que estos poetas y artistas vuelvan a sorprendernos muy pronto con tan curiosa forma de mostrar y “decir versos”, ofreciendo nuevas composiciones tan bien relacionadas en cuanto a imagen y poesía, registros ensamblados con esa habilidad que, como decía al principio, crea Arte.
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Marcos Callau Vicente
PROYECTO SUNSET BOULEVARD
En 1950 Billy Wilder dirigió una obra maestra que dejó perplejo a todo el mundo del cine y que aún hoy (y quizá con más razones que nunca) sigue sin dejar impasible al espectador que cae en las redes de este reconocimiento al séptimo arte, esta reivindicación del cine cuando realmente fue Cine, con mayúsculas. Louis B. Mayer, 104
tras ver Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses, para el público español) exclamó: “¡Ese Wilder! Muerde la mano que le da de comer” Y es que estamos, ya en 1950, ante una de las mayores críticas a la industria, resucitando a la vieja estrella olvidada Gloria Swanson, en el inolvidable papel de Norma Desmond y a la época del cine mudo, el cine puro. Si Billy Wilder levantara la cabeza y comprobara en qué se ha convertido hoy la industria del celuloide no sé qué le sucedería pero es un hecho que, ante todo, su Sunset boulevard sigue estando hoy, igual que ayer, de rabiosa actualidad porque por las obras de arte nunca pasa el tiempo. Como ya hemos dicho, El crepúsculo de los dioses siempre causa algún tipo de reacción sobre el espectador y en algunos casos, esta reacción se traduce al mundo literario. Al fin y al cabo, el cine encuentra todas sus raíces en el papel y no está mal que, de vez en cuando, la literatura también se alimente del cine. Invirtiendo entonces los papeles, ahora veremos algunos textos basados en Sunset boulevard, la película de Wilder. En primer lugar, un cinéfilo poema de Juan Calderón Matador dedicado al mágico personaje de Norma Desmond y a la propia Gloria Swanson, incluido en la Antología Poética Raíces de Papel (Ed. Cardeñoso. 2011):
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El crepúsculo de los dioses a Gloria Swanson
Pretendió aquella noche disimular, frente al espejo, el entramado que la maldad del tiempo dibujó alrededor de boca y ojos. Puso especial empeño en ambientar la alcoba con inciensos de aroma afrodisíaco y tamizar las luces con velos de colores. Prendió en el tocadiscos aquel ritmo de jazz que encendiera otras noches los deseos y, como sin querer, mostró una pierna con intención de provocar. Rememoró los rituales de las primeras veces, con un falso pudor y aquel tono envolvente en la palabra, pero su desnudez, a pesar de las gasas y el corpiño, fue grotesca enemiga. El chico rubio, frente a ella, autómata sin corazón, no supo ser amante aquella noche. Los jóvenes obligan con frecuencia a empuñar el revólver de los celos a las diosas de pecho veterano (Juan Calderón Matador)
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A continuación leeremos una rendición total al cine en general y a Sunset boulevard en particular, un relato algo tétrico del ilustrador y escritor Miquel Zueras, autor también de la ilustración que acompaña este texto: SUNSET BOULEVARD 10.000
Como todos los viernes por la noche Keaton, Warner y Nilsson se encuentran en la casa de Norma Desmond para su partida de cartas. El salón está escasamente iluminado y no es fácil ver los palos de las cartas, aunque también les evita la visión del pequeño féretro con el cadáver de la última mascota de Desmond; un mono. El mayordomo acude con una bandeja con bebidas y se despide con una inclinación de su poderosa testa prusiana. Keaton, que le ha tocado formar pareja en el juego con Desmond, empieza a repartir cartas. De repente se queda extasiado al ver la cara de Norma Desmond resplandeciente como no la había visto desde que la iluminaban los focos del estudio. -Está amaneciendo -dice Nilsson. Todos se quedan ensimismados mirando los pálidos rayos de sol con infinitas partículas de polvo que danzan por todo el salón hasta que Norma Desmond se levanta
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dando por acabada la reunión:
-Gracias por esta deliciosa velada, queridos amigos.
Hasta el próximo viernes. –Y dirigiéndose al mayordomo-: Max, ya puedes recoger lo que hay en la mesa, por favor... Como era de esperar ninguno salió por la puerta. Todos, en perfecta procesión fantasmal, atravesaron las paredes. (Miquel Zueras) Y a continuación, un relato que escribí la primera vez que vi Sunset boulevard: La historia se repite La noche avanzaba a través de la persiana al ritmo que marcaba el zumbido azul del neón. Al fin, sobre los labios rojos de una bella mujer se había deshojado la inevitable rosa de la traición. Raúl se levantó y besó una vez más a aquella muchacha que parecía sacada de sus sueños. ‘Mañana seremos libres’ –exclamó- Se abrochó el último botón de su escote y cerró la puerta de la habitación. La ciudad en las calles brillaba y Raúl avanzaba como una sombra fugitiva con un claro objetivo por cumplir. Una vez en El bulevar de la puesta de sol, la luna pálida se recortaba velada entre los tejados de esa tétrica mansión estancada en el tiempo. Hizo sonar el timbre y al instante, el viejo mayordomo abrió el gran portón. Ella le esperaba, como siempre, con todos sus años bajo un maquillaje transparente que ya no podía ocultar el hastío de su vida. Raúl intentó decirle a su esposa que todo había terminado pero Norma nunca comprendió bien los diálogos, especialmente en esas escenas. Sacó un revólver y disparó hasta silenciarlo. Mientras un cuerpo sin vida flotaba en una piscina, la morgue no entendía nada de lo que ahí sucedía. Todo se fundió en negro y la historia volvió a comenzar.
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Raúl Calvo Varela
DO, RE, MI...
Evidentemente son notas que, sin duda, llevamos grabadas en nuestros genes desde antes de nacer y que exteriorizamos, de alguna manera, en el primer grito que nos provoca la primera caricia de la luz. Notas que conveniente mixturadas de mil formas, dan como resultado la Música –término que procede de “musa”, concretamente de TERPSÍCORE, que, de la 9 musas de Apolo, era la de la Música-, ese maravilloso sonido que nos penetra en la sangre a través de instrumento y voces excepcionales. Como será que hasta Napoleón Bonaparte, que sólo entendía del estruendo de cañones, dijo de ella algo así: “es el ruido más soportable. Después del “tam tam” ejecutado en la selva por el primer músico de color, la Música, durante un largo trayecto de la historia, evoluciona desde la manifestación espontánea del ser, al arte. Sí arte: esa complejidad intrínseca e interactiva que nadie sabe definir con acierto. Evoluciona y se diversifica en Música vocal, Música instrumental, Música dramática, Música ligera, Música sacra, incluso, ¿cómo no? En Música de guerra; cada una de ellas con una cifra, muy elevada de composiciones, composiciones que, por falta de espacio, no es posible enumerar aquí.
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La Música como actividad y arte de los sonidos, en verdad capaces de generar sensaciones fabulosas en las alma sensibles, después de llegarnos desde la Grecia clásica en un reducido número de melodías, es en la Edad Medieval cuando toma un considerable interés e incremento gracias a la liturgia cristiana, con salmos, odas e himnos espirituales que tuvieron en los españoles Prudencio y más tarde en Antonio de Cabezón, dos de sus más destacados creadores. Incluso, llevada por los muy dignos y lúdicos juglares, la Música traspasa los muros y las sombras de los palacios y de las catedrales para representarse en atrios, en calles y plazas públicas –plazas mayores-, haciendo, desde luego, las delicias del pueblo, pueblo que, sin duda y sin saberlo, es como en todas las artes, la primigenia fuente donde había brotado mucho antes de los que le ponen medidas y reglas a todo. No obstante, las composiciones siguen siendo monódica; mas, paulatinamente, se irá desarrollando la polifonía o mezcla de varias melodías simultáneas. Es en el siglo XVIII –siglo de la luces- cuando la Música alcanza el inefable cenit de todo su esplendo con gloriosas e inmortales sinfonías, sonatas y cantatas; con la aparición de nuevos instrumentos y geniales músico-creadores como fueron Bach, Echubert, Mendelssohn, Schumann, por nombrar sólo algunos como ejemplo de los muchos. Pero, tal vez, porque tampoco la Música, por muy sublime que sea, es ajena a ese proceso natural de todo lo que florece se marchita frente al imperio de las modas y a los cambios producidos por el viaje del tiempo, la Música pasa a ser de “cámara”, lo que significa: Música clásica y, por consiguiente, de minorías. Como alternativa para el pueblo llano, a principios del siglo XX y a lo largo de todo el mismo, brotan cual hongos después de la lluvia, todo tipo de músicas, que tienen su origen en el lamento de los africanos esclavizados en los Estados Unidos de América. La más importante es el rock and roll, con piezas de muy considerable valor, siendo el núcleo y el eje en torno al cual giran todas las demás, excepto los ritmos latinos: salsas, merengues, etc. tan en la calle en fiesta y verbenas, actualmente. Es así como el mundo se llena Música, o acaso ¿de ruidos? Música en los hogares donde no hay tiempo para escucharla, en los bares y en los automóviles; Música en los centros de trabajo para que los trabajadores rinda más, y si son comerciales, para que los clientes compren sin tasa. Quizás por aquello de que la música amansa las fieras, Música en las cuadras para que las bacas se les ordeñe más y mejor leche. Prolifera la 110
discografía –CD- y lo que es peor, el “play back” –música muerta-. Nacen las multinacionales del ramo y, como éstas a pesar de haber pasado tantos años, todavía conservan excelentes relaciones con el dios Hermes, la Música se ha convertido en un inmenso negocio. Y claro, como quiera que la cantidad “artística” no siempre favorece la calidad artística, de verdad, la Música popular actual deja muchos que desear. Sin embargo, eso, siendo a todas luces, malo, no es lo peor: lo más lamentable desde el punto de vista humano, es que el pueblo, como decía antes, fuente natural, protagonista y oyente de aquellas Músicas “vivas”, se ha convertido en mero escuchador de “ruidos”, generalmente, con sello anglosajón y olvido absoluto de otras músicas. Menos mal que en los últimos años, la Música folclórica está paliando algo el problema, ofreciendo a quines aún riegan el árbol del buen gusto, obras ciertamente hermosas. En relación con esta noble tarea, es justo decir que Galicia surge como paradigma ya que tiene grupos que brillan con luz propia, como son Milladoiro, Berrogueto, Luar Na lubre, etc.
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Aureliano Sáinz
EL DIBUJO DE LA FAMILIA
Presentación El estudio de la familia a través del dibujo es un tema del que muchos han oído hablar, especialmente padres y profesores, que son quienes están habitualmente en contacto con los pequeños. Saben de una manera, más o menos precisa, que es posible conocer algunos de los aspectos emocionales de los escolares en relación con los miembros que componen el núcleo familiar. Dado que el acceso al mundo de las emociones y los sentimientos es como penetrar en una especie de castillo lleno de puertas, escalinatas, estancias, pasadizos, calabozos, etc., se suele pensar que el dibujo de por sí nos lo muestra de manera palpable, dado que ese intrincado laberinto de ideas y afectos ocultos no emergen al exterior si no es a través de un instrumento singular que nos da ciertas claves misteriosas con las que es posible iniciar la aventura de penetrar en un espacio cargado de sorpresas. Ciertamente, el mundo de las emociones y de los sentimientos es de tal complejidad que, en ocasiones, no es conocido ni por los propios sujetos que los sienten o padecen. Indagar en los pensamientos y los afectos íntimos nos mueve constantemente a la curiosidad de todos nosotros. ¿Quién no desearía conocer lo que realmente piensa el interlocutor con el que mantenemos una conversación sobre un tema que nos afecta o
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que realmente nos interesa? o ¿Quién no estaría dispuesto a saber cuáles son los sentimientos que acompañan a las palabras que nos llegan de la otra parte? Si una parte de nuestra vida la empleamos en interpretar las intenciones de los demás, es decir, sus pensamientos, creencias, deseos y sentimientos, puesto que nos jugamos las actuaciones que serían correctas en nuestras relaciones públicas, es fácilmente comprensible que disponer de un medio que nos proporcionara respuestas adecuadas tendría una gran acogida. Por otro lado, no solamente nos interesa conocer las ideas, sentimientos y, principalmente, las verdaderas intenciones de los interlocutores con los que nos relacionamos en nuestra vida de adultos; también el mundo cognitivo y afectivo de los niños nos gustaría conocerlo más a fondo, es decir, comprender más cosas de aquellas que podamos alcanzar por nuestro contacto con ellos. Todos sabemos que ante situaciones conflictivas, presentes o pasadas, de poco valen las encuestas, los tests, las entrevistas, porque la palabra es comprometedora. Al chico que se le pregunta –en caso de que sea oportuno preguntar- para que dé una respuesta aclaratoria de lo que ha acontecido o que conoce privadamente, lo más normal es que se reciban de él frases evasivas, se acuda al ocultamiento, cuando no a la mentira, más o menos descarada, o que cierre los labios como manifestación de que por su parte no va a realizar ninguna afirmación que finalmente le comprometa. Para obtener informaciones que no se expresan a través de la palabra se ha acudido a otros medios o técnicas que vinieran a resolver las dificultades propias del lenguaje oral, cuando se plantea la entrevista o la conversación como la forma de acceso al ámbito íntimo o privado. Se han buscado diferentes estrategias para penetrar en los conflictos emocionales de las personas. Una de ellas es la inaugurada por una de las grandes mentes del siglo pasado. Sigmund Freud, padre de psicoanálisis, utilizando también la palabra, aunque no por la vía de la racionalidad, sino por la asociación inconsciente, buscaba indagar en los aspectos más recónditos de los individuos que libremente se sometían a las técnicas psicoanalíticas para que emergieran los conflictos que eran causas no conocidas o asumidas de los sufrimientos emocionales.
El dibujo como conocimiento de la familia El dibujo libre, que ha sido un instrumento muy apreciado por psicólogos, psicoanalistas y psiquiatras para bucear en la intrincada selva de la mente humana, era de esperar que en unas fases privilegiadas como son la infancia, la niñez, la pubertad y 113
la adolescencia se acudiera a este medio gráfico para conocer el mundo emocional de chicos y chicas. Y digo privilegiado, dado que los pequeños se entregan con fruición y grandes dosis de libertad y de espontaneidad en la elaboración de sus dibujos. Es pues, dentro de este mundo espontáneo, ingenuo y libre el que puede dar valiosas pistas de sus ideas, emociones y sentimientos, puesto que cuando realizan un dibujo libre no solamente construyen una escena que previamente han pensado, con mayor o menor detenimiento, sino que inconscientemente se expresan emocionalmente a través de las figuras de los personajes, de los elementos y de los objetos que ha plasmado. El dibujo de la familia es, pues un instrumento idóneo para conocer el mundo afectivo del niño que lo ha realizado. Ciertamente, el dibujo de la familia es el que adquiere mayor relevancia entre todos aquellos temas que pudiera proponérsele, puesto que el autor o autora se encuentra con que tiene que plasmar gráficamente a sus padres, a sus hermanos y/o hermanas (caso de que los tuviere) con los que mantiene lazos afectivos de diversa índole. Pero, como veremos, la investigación propuesta se encauza dentro de la investigación naturalista, que tiene aspectos diferenciados de la clásica investigación clínica que es la que han llevado a cabo la mayor parte de los psicólogos y terapeutas que han utilizado el dibujo de la familia para conocer el mundo de las emociones infantiles. Los enfoques de investigación El dibujo de la familia nos permite entender, sin que el niño lo advierta, los sentimientos reales que experimenta hacia cada uno de los suyos, al tiempo que expresa, a través de las formas visuales creadas por él mismo, su propia situación emocional con respecto al resto de los miembros; es decir, el dibujo nos da a conocer la familia tal como él se la representa, cognitiva y afectivamente, lo cual, en última instancia, es mucho más importante que saber cómo es realmente esa familia desde el punto de vista de adulto. El modo prioritario de investigación de la personalidad infantil a través del dibujo de la familia ha sido el clínico, es decir, aquel en el que el niño realizaba la propuesta del dibujo en la consulta del terapeuta y en presencia suya; enfoque que tiene sus ventajas, pero que también presenta importantes limitaciones. Un modo distinto de investigación es el que personalmente he llevado a cabo durante muchos años: el dibujo de la familia realizado en el aula, de manera colectiva, como una actividad más que los escolares debían ejecutar dentro de una materia, especialmente la
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de Plástica, que es la que el estudiante relaciona de manera más directa con esta temática. El análisis clínico del dibujo de la familia se lleva a cabo a partir de ciertos criterios que la mayor parte de los autores que trabajan desde esta perspectiva han planteado en sus trabajos. Entre los más relevantes destacamos: 1. Sexo del autor o autora; 2. Orden de aparición de los personajes; 3. Posición del autor o autora; 4. Distribución de los personajes; 5. Conexión de los personajes; 6. Tamaño de las figuras; 7. Ausencia de personajes o de partes de las figuras; 8. Elementos y situaciones singulares. Veamos a través de algunos dibujos cada uno de estos aspectos. Sexo del autor o autora En principio, es necesario tener en consideración de si es un niño o una niña quien realiza el trabajo para llegar a entender el grado de identificación que pueda existir con los miembros del propio género o con los del otro. Este punto, que parece obvio, es de gran importancia en el análisis si tenemos en cuenta que la identidad de género no viene predeterminada por hechos biológicos, sino que es una construcción cultural elaborada a partir de la pertenencia a uno de los sexos.
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Si observamos el dibujo 1 vemos que ha sido realizado por una niña de 6 años, representándose entre su madre y su hermano más pequeño, de modo que, por la vestimenta, el pelo y los lazos, se aprecia una clara identificación con la madre. Orden de aparición de los personajes Antes de comenzar el dibujo, el niño o la niña elige, de forma consciente o espontánea, el personaje de su familia con el que iniciar su trabajo, lo que confiere relevancia al sujeto seleccionado, al haber sido pensado en primer lugar. En el caso de ser una figura que representa al propio autor o autora, manifestaría un alto nivel de autoestima al pensar en sí mismo como el más idóneo para comenzar a dibujar la escena; si fuera otro miembro de la familia, expresaría que ese es un personaje destacado emocionalmente para quien lo representa. Una vez trazada la primera figura del grupo familiar, interesa saber el orden en el que es dibujado el resto de los componentes, ya que, posiblemente, implicaría una escala de preferencias afectivas por parte del autor o autora.
Para comprender este planteamiento tomamos el dibujo 2 como referencia de lo indicado. En este dibujo, realizado por una niña de 7 años, vemos que la primera figura realizada es
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aquella que la representa a ella misma; le siguen su hermana mayor y su madre; más adelante se encuentran su padre, su abuelo y su abuela. La dirección seguida es la de izquierda a derecha, coincidiendo con el orden de lectura y que ya queda fuertemente afianzado en la mente de los niños. El hecho de que la niña haya comenzado por ella misma, en principio, representa una expresión de la autoestima de la autora, lo que consideramos, de entrada, como positivo. Al continuar con el dibujo de su hermana, nos manifiesta que hay una estrecha ligazón con ella, dado que han sido seis los miembros que ha trazado dentro de su visión de la propia familia. Posición del autor o autora La posición gráfica de quien realiza el dibujo es un indicio fundamental para el análisis del núcleo familiar en su conjunto y para entender la relación del autor o autora con el resto de los miembros. El cómo y en qué sitio, o lugar de la lámina en el que se representa a sí mismo, nos aportan claves relevantes de proximidad o de alejamiento emocionales.
Así, en el dibujo 3, correspondiente a un niño de 6 años, comprobamos que la figura que lo representa ocupa el centro de la lámina y está situada entre el padre y la madre, estos últimos cogiéndole de las manos. Sin embargo, su hermano más pequeño queda relegado a
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una esquina del ángulo inferior derecho de la lámina, con los brazos caídos y sin contacto con la madre que se encuentra a su lado. Fácilmente, puede interpretarse que el autor se siente en el centro afectivo de sus progenitores, al tiempo que a su hermano lo relega a un nivel secundario.
Distribución de los personajes La superficie sobre la que el niño va a dibujar es un espacio topológico cuyas partes o zonas poseen simbólicamente valores distintos. Tenemos que considerar que el formato habitual que se utiliza en los centros de enseñanza para este tipo de trabajo es el de un rectángulo. Si a este lo dividimos por medio de un eje horizontal nos dará dos áreas: una superior y otra inferior; en el caso de un eje vertical, un lado izquierdo y otro derecho. El punto de cruce de ambos ejes es el centro geométrico, resultando ser el lugar que posee mayor importancia simbólica de la superficie y, en consecuencia, la figura que se encuentra cerca de ese lugar representa a un personaje relevante, dentro del conjunto de las figuras trazadas.
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Veamos lo indicado en el dibujo 4, correspondiente a una niña de 8 años. La parte superior está ocupada por los personajes mayores de la familia: abuela y padres, y la inferior por los más jóvenes: los tres hijos. Llama por otro lado la atención que sobre el eje vertical, que divide a la lámina en dos partes, se encuentran el padre y ella misma, como expresión inconsciente de la mayor importancia otorgada por la autora a su padre y a ella misma. Conexión de personajes Con respecto a la conexión de los personajes dibujados, debemos considerar la proximidad o el alejamiento que tienen unas figuras con otras, ya que, por un lado, la proximidad gráfica es también indicio de cercanía afectiva, mientras que el alejamiento representa cierta distancia emocional entre los personajes trazados.
En los dibujos con familias de muchos miembros, la ubicación de cada uno de ellos en el espacio topológico, es decir, la propia lámina, nos da pautas para poder analizar la relación que establece la proximidad o la lejanía con el resto de los miembros. Por ejemplo, en el dibujo 5, la primera figura trazada fue la del abuelo, tal como dejó constancia su autora. El personaje más cercano a él es el de la abuela, que se encuentra a su izquierda (a derecha, según la mirada del espectador) y las figuras más alejadas son
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la de la prima y su hermano. Si consideramos la del número 5, su “tito”, según la autora, se encuentra flanqueado por las figuras de la madre y de la “tita”, etc. Tamaño de las figuras Una de las características significativas del dibujo durante las primeras edades es la exageración del tamaño de los objetos o personas que el niño considera importantes. La característica opuesta, la disminución de tamaño, implica que los elementos representados como más pequeños tienen menos importancia o que el autor los desvaloriza.
Así, por ejemplo, en el dibujo 6, de una niña de 5 años, comprobamos que ha exagerado tremendamente el tamaño de la figura de la madre que ocupa el centro de la lámina. Por otro lado, ella se ha representado muy pequeñita, incluso dentro del amplio cabello materno que le sirve de protección. La autora era una niña alegra y vitalista, sin que presentara ningún problema en la clase y en las relaciones con sus compañeros; simplemente, mostraba un gran apego hacia su madre, al tiempo que la importancia de su padre y sus hermanos era manifiesta, tal como queda expresada en el dibujo. Ausencia de personajes o de partes de las figuras
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En las producciones gráficas infantiles es posible encontrar dibujos en los que no se representa a algún miembro de la familia, aunque pertenezca a ella. La ausencia de uno o más miembros expresa el rechazo que el autor del trabajo siente por aquél o aquéllos que no ha incluido en la escena familiar. Habitualmente, el personaje eliminado pertenece al grupo de los hermanos. También puede ser el padre o la madre cuando el niño tiene con él o con ella relaciones, por lo menos, difíciles. En la práctica, si al autor se le pregunta por la ausencia de ese miembro de la familia no dibujado, solemos encontrarnos con respuestas de carácter evasivo o justificativo del tipo "no tuve tiempo para dibujar a mi hermano" o "es que mi padre estaba fuera trabajando".
Hay casos que son un tanto sorprendentes, como es el del dibujo 7. La razón se encuentra en que el dibujo, en el que encontramos a una familia de cuatro miembros -los padres y dos hermanos-, los personajes aparecen alegres, confiados y saludando. Cuando recogí el trabajo, entendí estas circunstancias y así se lo manifesté a la profesora que dirigía la clase. Sin embargo, ella me hizo notar que faltaba un quinto miembro: otro hermano que el autor del trabajo no había dibujado. No acudí a establecer un diálogo con el niño para averiguar las causas, ya que fue la propia profesora la que me indicó el fuerte
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rechazo que tenía hacia su hermano pequeño y que el modo de expresarlo era no dibujándolo. Elementos y situaciones singulares El análisis clínico se completa con la interpretación de aquellos elementos y situaciones que entiende el investigador que se encuentran en los dibujos de las figuras que aparecen en la temática de la familia, ya que, en ocasiones, los dibujos de los niños y niñas contienen detalles, elementos o aspectos que no se esperaba encontrarlos o no se preveían antes de la realización de la actividad. En estos casos, esos elementos o situaciones singulares adquieren especial relevancia tanto en el trazado de las figuras como en el conjunto de la escena dibujada, y, en consecuencia, en la interpretación del significado. Hay que tener en cuenta que cuando al niño se le pide, en el contexto clínico, que dibuje “una familia”, él finalmente lo que hace es "su familia", puesto que no hay una familia genérica que le sirva de modelo. De ahí que la temática del dibujo de la familia en el contexto clínico no tenga la riqueza expresiva y de detalles que encontramos en el contexto naturalista, dado que el autor del dibujo, de un modo o de otro, percibe que lo que plasma es su propia familia y que va a ser vista por el psicólogo o psiquiatra que lo atiende. Intuye que a través de la escena dibujada manifiesta su modo personal de verla, así como los sentimientos de afecto y de rechazo hacia los otros miembros o hacia sí mismo. También en las investigaciones naturalistas, que son las que he llevado a cabo, aparecen esos elementos y situaciones singulares, y que podemos encontrar en los dibujos de los escolares. Aquí, ciertamente, es necesario el apoyo del profesor o profesora del aula para entender esos aspectos que nos llaman la atención. Por otro lado, tengo que indicar que en ello radican las limitaciones de este modelo, puesto que también los docentes tienen un conocimiento parcial de su alumnado. El enfoque naturalista Por mi parte, creo que son muy valiosas las aportaciones que han realizado los autores que han investigado en el ámbito clínico, y, en algunos casos, me remito a ellos como fuente de conocimiento; sin embargo, no solamente se encuentran sentimientos negativos (odio, celos, envidia, rencor, culpa, ira, etc.) sino que también, y por suerte, en la mayoría de los niños y niñas que se desenvuelven en un ambiente familiar adecuado se generan y consolidan sentimientos positivos (amor, amistad, alegría,
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confianza, estímulo, identidad, etc.) que son las raíces de su futura personalidad como ser adulto. Tradicionalmente, cuando se ha abordado la interpretación de la familia tomando como base el dibujo se ha partido de una idea de este núcleo social básico de una manera estática y prototípica, es decir, la familia nuclear que reside en una vivienda formada por el padre, la madre, los hermanos y hermanas. En algunos casos aparecían los abuelos formando parte de este núcleo inicial. Este era el esquema inicial tan apreciado por la psicología, el psicoanálisis y la psicopatología para abordar el origen de los conflictos emocionales del niño. Sin embargo, si hay dentro de la sociedad algo que se ha modificado y diversificado ha sido precisamente la familia. Ya no es posible plantear el dibujo de esta temática sin echar una mirada a las transformaciones que se han producido en ella. Es cierto, como he indicado, que la mayor parte de las publicaciones llevadas a cabo sobre el tema del dibujo de la familia ha sido realizada por psicólogos, psiquiatras y médicos que se han ayudado del lenguaje gráfico del niño para conocer a fondo los conflictos por los que pudiera estar atravesando. Esta producción teórica ha sido de gran relevancia para conocer el mundo emocional de los niños, especialmente en situaciones que presentan un desequilibrio en el desarrollo de los mismos. Por otro lado, hemos visto los criterios o pautas que se tienen en consideración para llevar a cabo una interpretación lo más ajustada posible para conocer el conflicto mental y emocional. De todos modos, aparte de las consideraciones que he apuntado, el enfoque clínico presenta algunas limitaciones: en primer lugar, los investigadores que se acogen a este criterio de investigación no tienen en cuenta los rasgos evolutivos del dibujo infantil, por lo que aspectos que pudieran pertenecer a la edad del sujeto investigado se puede considerar como una anomalía, cuando pudiera ser algo característico de la etapa en la que se encuentra; también presenta como limitación el que el niño se siente observado y nota que se le ha pedido la realización del dibujo para saber algo de él, lo que implica cierto corte de la espontaneidad necesaria para que se pueda expresar con la mayor naturalidad posible; y, en tercer lugar, estas investigaciones están enfocadas al esclarecimiento de problemas y conflictos, por lo que no se tienen en consideración los aspectos emocionales positivos del niño en relación a los miembros que componen la familia. El enfoque naturalista que aquí propongo es, pues, el resultado de muchos años de trabajos en las aulas, en contacto directo con los escolares, sus profesores y, en algunos
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casos, con sus padres. Ello me ha conducido a la obtención de un amplio repertorio de dibujos con características que traspasaban los límites del análisis clínico. De las temáticas más relevantes en las investigaciones naturalistas destaco quince que considero como las más significativas: 1. El color; 2. Escenario: la casa; 3. Escenario: la naturaleza; 4. Escenario: otros contextos; 5. La afectividad; 6. La identificación; 7. La separación; 8. Fallecimiento; 9. Celos; 11. La agresividad; 13. El miedo; 14. Complejos; 15. Animales domésticos. Puesto que sería muy extenso llevar a cabo un estudio exhaustivo de cada una de ellas, para este artículo de Raíces de Papel el criterio que adopto es la selección de un dibujo que sea representativo de algunas de las temáticas descritas acompañado de un breve comentario. El color Uno de los aspectos de interés en el estudio del color es su uso en función del género, es decir, considerar si es un niño o una niña quien ha realizado el trabajo. La razón de este criterio es que en el seno de la familia aprenden las pautas sociales que se les atribuyen ambos sexos. Así, por ejemplo, si nos fijamos en el dibujo 8, correspondiente a una niña de seis años, vemos que los colores rosa, azul celeste y violeta son usados con profusión en el trabajo.
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Escenario: la casa En el dibujo 9, realizado por una niña de 8 años, es claro ejemplo de la casa como símbolo del hogar, de calor y de protección. El hecho real es que la autora vivía en un piso, como gran parte de los escolares que habitan en las ciudades, pero ella acude al esquema tan conocido que desarrollan niños y niñas de cualquier parte del mundo para plasmar ese símbolo tan grato para ellos. Se dibuja a sí misma formando parte de un grupo familiar formado por su hermana, sus padres y sus abuelos. Todos aparecen delante de la casa que les sirve como telón de fondo y que da cohesión afectiva a todos los miembros del grupo.
Escenario: la naturaleza La naturaleza o el campo configuran un escenario privilegiado en el arte infantil, ya que son variados y numerosos los dibujos en los que podemos ver escenas campestres. Creemos que esto se debe, primordialmente, a dos razones: por un lado, en el campo el niño se encuentra libre y dichoso, es un lugar de juegos y esparcimiento, por lo que resulta el idóneo para proyectar gratas emociones vivenciadas o imaginadas; por otro, el trazado de un contexto natural es más fácil de realizar que el de espacios interiores, como pueden
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ser una habitación o un salón, ya que esta realidad espacial le exige cierta expresión de la tridimensionalidad de las paredes, techo y suelo, así como del mobiliario. Esto lo vemos plasmado en el dibujo 10, correspondiente a una niña de 7 años.
Escenario: otros contextos Aparte de la casa y la naturaleza como escenarios predominantes en el dibujo del niño, hay otros contextos menos habituales pero que son importantes para comprender el significado simbólico y emocional de la escena representada. Así, por ejemplo, en el dibujo 11, la autora, una niña de 10 años, se ha representado junto a sus padres en la acera de una calle. Detrás de ellos, aparecen un bar y una librería, locales que, quizás, sean los que haya a la entrada a la casa familiar, ya que les ha puesto un nombre concreto y, dado que por la edad se encuentra en el comienzo del realismo, no es lógico que invente un nombre a unos locales comerciales.
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La afectividad La familia no solo es el núcleo de pertenencia y la unidad básica de la sociedad, sino que también es el lugar en el que se forman los primeros desarrollos afectivos del niño. Así, la forma más sencilla de plasmar ese sentimiento positivo hacia los que le rodean es a través de los miembros cogidos de la mano. Otra forma de expresión de la afectividad es precisamente la superposición parcial de algunos miembros de la familia sobre otros. Si miramos en los trabajos que nos han servido para estudiar la evolución del arte infantil, comprobamos que aparece la superposición en el dibujo 12 de una niña de 7 años. Otras formas las encontramos en aquellos dibujos en la que los miembros elevan los brazos hacia arriba en señal de alegría, en el uso de símbolos como pueden ser el corazón, el arco iris, etc.
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La identificación En ocasiones, niños y niñas manifiestan en sus dibujos una estrecha conexión con uno o varios de los miembros de la familia. Es lo que llamamos como identificación, en el sentido de que no solo siente cariño sino también admiración, de manera que acaba expresándolo de diferentes modos. Es un valor positivo en el desarrollo emocional y el sentimiento opuesto al que nace de los celos o el rechazo hacia otro de los miembros. Así, en el dibujo 13, la autora, una niña de 9 años, ha dibujado a los tres miembros femeninos de la familia con unas largas cabelleras, las tres con figuras muy finas y alargadas, como si la chica quisiera expresar esta valor estético que comparten ambas tres. La identificación se muestra a través de ciertos detalles: repetición del mismo de color de la ropa; proximidad de los personajes; elementos comunes, como pueden ser adornos, etc.
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La separación La separación y el divorcio de los padres es un hecho bastante frecuente en nuestra sociedad, y que necesariamente repercute en los hijos, pues supone un cambio en la estabilidad de los progenitores con la que ellos siempre han contado. Bien es cierto que esta experiencia dolorosa tiene desarrollos diferentes en los niños y niñas que se ven inmersos en ella dependiendo, en gran medida, de los modos en los que el padre y la madre aborden el conflicto: en algunos casos se convierte en una situación traumática que les deja una profunda huella y en otros en un conflicto que poco a poco va siendo asimilado y aceptado, como muchos de los hechos dolorosos por los que se pasa por la vida. De los muchos dibujos que poseo, selecciono el nº 14 de un niño de 8 años, que representa lo que él considera su familia, es decir, su madre, sus abuelos y él mismo. Falta la figura paterna, puesto que sus padres desde hacía unos años se habían separado y el chico se quedó a vivir con su madre. Si observamos la escena, vemos a los cuatro miembros subidos en un montículo, lo que es expresión de autoestima por parte del autor, ya que es habitual el uso de apoyos sobre los que se dibujan las figuras cuando, de manera no consciente, se desea ensalzarlas.
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Fallecimiento Otra de las experiencias tristes por las que pueden atravesar niños y niñas es la pérdida de un miembro de la familia. El sentimiento de tristeza que acompaña a este hecho va a depender de la proximidad que represente el miembro fallecido: no es lo mismo, por ejemplo, la pérdida de un padre o de la madre que la de un tío o de una tía. Es lo que sucede en la escena representada en el dibujo 15, realizado por un niño de 7 años. La persona que ha fallecido es su abuela Rafi, que el pequeño la incluye todavía dentro del grupo familiar en el que se encuentran sus padres, su hermana y sus abuelos paternos y maternos. Para explicar quién es la persona fallecida, el autor ha coloreado de negro al vestido de su abuela, al tiempo que ha hecho lo mismo con el traje de su padre, lo que nos manifiesta que era la madre de su padre. Lo más curioso es que también ha dado de color gris al Sol, como si estuviera triste y de luto. A pesar de todo, la escena está ausente de dramatismo, puesto que los personajes aparecen con el rostro sonriente, con la vestimenta a color y si no fuera por esos detalles que hemos apuntado, no encontraríamos rasgos que nos remitieran a una representación con fallecimiento familiar.
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Celos La representación gráfica de los celos en el seno de la familia es muy diversa: desde la ausencia en el dibujo del hermano o hermana envidiado, pasando por el alejamiento hasta la reducción de tamaño, que son las formas más frecuentes, podemos ir descubriendo un amplio abanico de modalidades de manifestación de los celos. Si observamos el dibujo 152 (16), realizado por un niño de 10 años, por lo que se encuentra en el comienzo del realismo visual, no nos queda duda de que su hermano, que lo ha representado en cuarto lugar, para él es un monstruo de tres cabezas. Al realizarlo en la clase, no tenía temor a que su profesor, con el que llevé a cabo la práctica, le preguntara la razón por la que había dibujado así a su hermano, ya que llevaba dos cursos con él y se sentía seguro de poder manifestarle, como así lo hizo, de que a su hermano “no lo podía tragar”. El autor entendía que el juicio de su profesor no sería tan severo como podría serlo el de una persona desconocida a cuya consulta le han llevado para que le entrevistaran y le pidieran un dibujo de la familia.
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La agresividad En los estudios del dibujo de la familia se ha abordado, principalmente, las formas de representación de un padre de corte agresivo y las repercusiones que se dan en los hijos como víctimas de ese entorno violento. Más raras son las situaciones en las que uno o varios hijos son personas de carácter agresivo y lo expresan a través de sus dibujos. Para esta temática, he seleccionado el trabajo 17 de un chico de 12 años. Abiertamente, y con deseo explícito del autor, se muestra a través de una figura con todos los rasgos de agresividad. Se dibujó primero a sí mismo en la parte izquierda, ocupando todo el tamaño de la lámina, como un personaje del cómic japonés, lleno de cicatrices, con los pelos de punta y rostro agresivo. En segundo lugar, a su hermano, tan pequeño que solo mide la cuarta parte del trazado de la figura que le representa a él mismo; los rasgos ya son elementales, casi los de un pequeño muñeco. En tercer lugar a su madre, con los mismos rasgos que a los de su hermanos menor. Y, finalmente, a su padre, que es la figura más pequeña de todas, como si lo minusvalorara abiertamente.
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El miedo Como expresión de este tema, he seleccionado el dibujo 18, correspondiente a un niño de 7 años, encontramos una escena de la familia en la que aparece la casa con un significado totalmente diferente a los casos que hemos estudiado, en los que se la representaba como el hogar, como signo de protección y de afecto. El autor de este trabajo, un niño tímido y temeroso, plasmó a sus padres en el exterior, y a él y a su hermana dentro, de manera que se les puede ver a través de la ventana. Un rasgo que llama la atención es que a sus padres les ha dibujado la boca abierta, viéndoseles los dientes. Esto es signo de agresividad verbal, lo que traducido al caso de este niño, resulta que eran víctimas de gritos constantes por parte de sus padres. Por otro lado, en ocasiones, les dejaban a él y a su hermana menor solos en la casa, lo que para ellos significaba encierro y miedo a encontrarse aislados.
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Complejos Es un término que nace en el psicoanálisis y en el que se refiere a un conjunto de ideas asociadas con fuertes cargas emotivas, reprimidas en parte o enteramente, porque se encuentran en conflicto con otro conjunto de ideas conscientemente aceptadas por el propio individuo. Esta explicación relacionada con el mundo de los adultos la trasladamos al ámbito de los escolares, cuando en ellos se dan unas ideas de tipo obsesivo que les hace sentirse diferentes a sus compañeros. Un caso sorprendente es el que nos manifiesta el autor del dibujo 19. Tras la observación del trabajo, tuvimos una charla amigable con él para que nos explicara quiénes eran los tres miembros que hay en la parte inferior y el personaje de la superior. Nos indicó, a su profesor y a mí, que los de la izquierda eran su padre y su madre y que a la derecha estaba su abuela. El personaje muy pequeño de arriba era él. En el encuentro descubrimos, aunque lo intuíamos por el propio dibujo, que era objeto de reproches y de burlas constantes por parte de los mayores ante sus errores y torpezas. Esta actitud reprobable por parte de sus padres le creó un enorme complejo de inferioridad que le hacía sentir que todo el mundo de reía de él, con lo cual le llevaba a la actitud de distanciarse y alejarse de la relación con sus compañeros de clase.
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Animales domésticos A lo largo de los años he comprobado que los distintos animales que se encuentran en la casa acaban siendo como parte de la familia. Esto lo expresan con toda naturalidad niños y niñas en sus dibujos. La realidad es que se crea un vínculo tan fuerte con ellos que es raro que un niño que tenga algún animal en su casa no lo incluya cuando se pide en la clase que representen a la familia. Ciertamente, es un hecho favorable para los pequeños el que, si se puede, se posea algún animal doméstico, puesto que desarrollan con mayor facilidad los sentimientos de empatía hacia los demás. Aunque los animales son diversos –perros, gatos, pájaros, tortugas…- predomina de una manera clara el primer grupo, es decir, los perros. Quizá sea por ese sentimiento de fidelidad que muestran hacia sus amos lo que motive el que sea el animal más representado. Curiosamente, el gato, otro animal doméstico muy común en las casas, es excepcionalmente plasmado; en parte y debido a su carácter independiente no aparece con la frecuencia que debiera.
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Como muestra de este apartado, podemos ver el dibujo 20 de una niña de diez años. Vemos que, curiosamente, el centro de la escena es ocupada por los dos perros que tienen en casa, uno blanco y otro negro. En el lado izquierdo del grupo se encuentran el padre y ella misma, y en el lado derecho su madre y su hermana pequeña. Los cuatro miembros aparecen cogidos entre sí, lo que es indicio del cariño y el afecto que la autora siente que se produce dentro del grupo familiar, en el que, insisto, incluye a sus dos perros con un alto grado de protagonismo.
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GRAFOLÓGICAMENTE HABLANDO
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Nuria Sánchez
GRAFOS: ESCRITURA Y LOGO: TRATADO
Como ya mencioné en el artículo anterior, si todos escribiéramos
igual, la
Grafología no tendría ningún valor. Antes de que Michon crease el nombre y el sistema de la Grafología (del griego, grafos: escritura y logo: tratado) y quedase establecida su base científica, los hombres ya apreciaban atisbos grafológicos, pues observaban la analogía entre el movimiento gráfico, el movimiento somático, la conducta de una persona y su forma de trazar la escritura. Creo interesante reflejar los antecedentes de los estudiosos e investigadores dedicados a esta Ciencia, citaré solo a algunos de los que en su día, recogieron también los apuntes de Dª Silvia Ras, ilustre Grafóloga, con la que estudié; era sobrina de Dª Matilde Ras, representante de la Escuela Española de Grafología. Entre los más destacados investigadores, se encuentran:
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Emilia de Vars, autora del libro “Historia de la Grafología”, que atribuye a Aristóteles, a Dionisio de Halicarnaso (historiador griego, contemporáneo de Augusto, a Demetrio de Falera (orador, estadista e historiador griego que gobernó Atenas), al poeta Menandro y algunos otros, frases, aludiendo al conocimiento de la personalidad por medio de sus escritos. Hacia el año 500, el emperador Justiniano, en su famosas pandectas, aludía a las diferencias que se producen en la escritura de una persona, según su edad y estado de salud; hecho que destacó en uno de los casos de las pandectas, donde se denegaba un autógrafo, alegando el poco parecido en el del propio individuo, lo único que, escrito muchos años antes. A principios del S. XVII aumentó el interés por estos conocimientos, sin base científica todavía, sino solo intuidos. Camilo Baldo (1547-1634), Profesor de Lógica y Metafísica de la Universidad de Bolonia, destacaba en uno de sus libros que, la diferencia de caligrafías correspondientes a escribientes distintos, es cosa evidente, conservando cada cual, su peculiar manera de formar las palabras. Marco Aurelio Severinus (1580-1656), Profesor de Medicina y Anatomía, en la Universidad de Nápoles, escribió un libro titulado “Tratado de la adivinación epistolar”. Leibnizt (1646-1716) dijo: el carácter es en lo moral, lo que el temperamento es en Medicina, causa de todas nuestras acciones, y que la escritura también lo expresa casi siempre. Joham Christian A. Grohmann (1764-1847), profesor de Filosofía y Psicología de Wittemberg y Hamburgo, escribió en 1792 un libro que trataba de dar una explicación fisiológica del carácter a través de la escritura. El filósofo suizo Juan Gaspar Lavater (1741-1801), creador de la Fisiognomía, emprendió el estudio de la Grafología, reuniendo en las siguientes palabras sus 139
impresiones: “distingo de las escrituras, su forma, su redondeamiento, su generosidad, ligaduras y espacios que las separan, su ligereza de trazo o su pesadez; decía que, observaba una analogía en el modo de hablar, de caminar y de escribir. Coleccionó autógrafos e invirtió muchas horas en sus estudios. Julio Crepieux-Jamin, que al leer las obras de Michon, se interesó vivamente por esta Ciencia, a la que se dedicó desde ese momento. Creó la clasificación científica de los siete géneros, divididos en 175 especies, utilizada hoy en día. En cuanto a las diferentes escuelas grafológicas, cito, entre otras: La Escuela Alemana: representada en el s.XIX por Guillermo Thierry Prever, médico, pediatra, profesor de Fisiología de la Universidad de Jena y Grafólogo, publicó en 1895 la “Psicología de la Escritura”, esta obra ha quedado como una curiosidad histórica para poder conocer el método de los análisis grafológicos de hace un siglo. El Dr. Prever demostró que los garabatos y monigotes que hacen los niños, tienen su importancia, también en Psiquiatría, ya que los dibujos trazados por los enfermos mentales, de gran interés grafológico, ayudan a establecer un diagnóstico y seguir paso a paso la evolución de la enfermedad. De la Escuela Alemana sobresale, Rafael Schermann, Grafólogo vienés que empieza a ser conocido en 1912; fue el pionero de la Psicografología. Realizó trabajos para los tribunales de Justicia alemanes que tuvieron una gran resonancia; publicó un libro titulado: “La escritura no miente”, que se agotó hace años y no se ha vuelto a editar. A partir de ahora, hago un paréntesis en lo que se refiere a la historia, y paso a exponer unos escuetos análisis grafotécnicos de dos figuras célebres, si bien, el material de que dispongo, resulte algo escaso para la obtención de un examen más prolijo.
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D. SEVERO OCHOA
La fotocopia manuscrita parece estar realizada en los últimos años de su vida; denota una naturaleza independiente, tanto en el plano intelectual como también de carácter. Gran agilidad y actividad mental, que contrasta con un modo de ser, sencillo y afable, que mostraba, tanto en su trato hacia los demás, como en sus costumbres familiares, sin, por ello, estar exento de firmeza en su temperamento. Persona culta y perseverante, más, si cabe, ante los problemas que le inquietaban, sobre todo, en el campo de su actividad principal: la investigación científica y médica . Adaptable a las circunstancias, era respetuoso y fiel a los principios; aún siendo una autoridad en su ámbito, no era imperativo hacia quienes le rodeaban.
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D. JULIAN MARÍAS
Lo primero que se detecta en el escrito de este ilustre filósofo y ensayista, es la emoción, que observo, por el movimiento de su grafía, su desarrollado intelecto y su inquietud en todos los ámbitos del saber humano, que así lo demostró a lo largo de su vida. Es una letra que manifiesta sencillez, claridad y, al mismo tiempo, gran dinamismo y vivacidad, sin que por ello, le reste sensatez y prudencia, que le lleva en ocasiones a una profunda reserva. Se trata de una personalidad provista de imaginación, energía y tesón, que lleva a efecto, a lo largo de su existencia, y que es, finalizar todo lo que comienza.
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Muy arraigado a la tierra, y ello se estima en su carácter metódico y de buen sentido práctico. Cortés y generoso con los demás, se mostraba tal cual era, sin dobleces; y de sí mismo, era muy consciente de su gran valía personal. Se aprecia cansancio físico, cuando realizó este manuscrito.
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EL ALMA DEL POEMA
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Juan Ruiz de Torres
EL ALMA DEL POEMA (3)
Dijimos1 que habría que considerar verso magnífico como aquella unidad del poema que abre al lector una puerta ayer desconocida. Claro que en un buen poema hay otras cosas valiosas: armonía conceptual, equilibrio de sonidos, visión del mundo en relación con nuestros sentimientos... Para nosotros, repetimos, el gran poema es el que acierta a resumir y plasmar en un verso magnífico 2 una imagen, una visión que nos descubre un mundo cuya existencia ignorábamos o tan sólo sospechábamos. En las entregas previas de esta serie, que solo pretende ser amable propuesta de una nueva forma de mirar el poema, hemos presentado un par de ejemplos de “versos magníficos”. Para la sesión del 9 de diciembre de este año, en su concelebración del Día de la Poesía, en la festividad de San Juan de la Cruz, la Asociación Prometeo de Poesía ha preparado un póster en el que se presentan 33 propuestas de “versos magníficos”, hechas por un buen número de poetas “prometeicos”; véanse debajo:
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El alma del poema, 1 No tiene que ser un solo verso, sino unos, muy pocos, que forman esa unidad.
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- que es mi dios la libertad (JOSÉ DE ESPRONCEDA) - después de todo, todo ha sido nada (JOSÉ HIERRO) - yo vengo de todas partes / y hacia todas partes voy (JOSÉ MARTÍ) - mengana, si te vas con el zutano / yo, fulano, no me mataré (MARIO BENEDETTI) - juventud, divino tesoro (RUBÉN DARÍO) - a mis soledades voy / de mis soledades vengo (LOPE DE VEGA) - mira que ni el presente está seguro (SAMANIEGO) - por vos he de morir y por vos muero (GARCILASO DE LA VEGA) - recuerde el alma dormida (JORGE MANRIQUE) - lo peor es creer / que se tiene razón por haberla tenido (JOSÉ ÁNGEL VALENTE) -¡tócame! ¡conocerás la noche! (PABLO ANTONIO CUADRA) - que el verso sea como una llave / que abra mil puertas (VICENTE HUIDOBRO) - la guerra más feroz está en nosotros (ALBERTO BAEZA FLORES) - sólo la claridad viene del cielo (CLAUDIO RODRÍGUEZ) - tuércele el cuello al cisne/ de engañoso plumaje (ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ) - porque escribí estoy vivo (ENRIQUE LIHN) - me haces daño, Señor; quita tu mano (BLAS DE OTERO) -¡Dios, qué buen vassallo / si oviesse buen señor! (CANTAR DE MÍO CID) -¡qué solos se quedan los muertos! (GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER) - ojos claros, serenos (GUTIERRE DE CETINA) - juego mi vida, cambio mi vida / de todas formas la llevo perdida (LEÓN DE GREIFF) - cantando mata al que cantando mira (LUIS DE GÓNGORA) - gracias, Señor, la casa está encendida (LUIS ROSALES) - requirió la espada, miró al soslayo, / fuese, y no hubo nada (MIGUEL DE CERVANTES) - la cebolla es escarcha / cerrada y pobre (MIGUEL HERNÁNDEZ) - que nunca el canto se parezca a nada (PABLO DE ROKHA) - si las llamara lágrimas / nadie me entendería (PEDRO SALINAS) - que ni sé cuándo es de día / ni cuándo las noches son (ROMANCE DEL PRISIONERO) - pero el cadáver, ay, siguió muriendo (CÉSAR VALLEJO) - con el brazo gris del viento / ceñido a la cintura (FEDERICO GARCÍA LORCA) - y así somos quienes somos / golpe a golpe y muerto a muerto (GABRIEL CELAYA) 146
- soy sólo una mujer y ya es bastante (GLORIA FUERTES) - vivo sin vivir en mí (SANTA TERESA DE JESÚS) Como su lectura permite comprobar, son en su mayoría versos muy conocidos de grandes poetas de nuestra lengua. Pero el ejercicio ha ido más allá: se ha pedido a quince poetas que glosasen esos “versos magníficos”, esto es, que explicasen muy brevemente —como si esa explicación fuese precisa— por qué son singulares esos versos. Debajo presentamos algunas de esas glosas 3: después de todo, todo ha sido nada JOSÉ HIERRO (Madrid, 1922-2002). Tuvo influencia de clásicos, románticos, modernistas y de la expresividad de la Generación del 27. De lo social volvió al “yo” y a los espacios de la irracionalidad y los sueños. Este verso es un desgarrador endecasílabo del soneto “Vida”. Con esos dos “todo” enfrentados a ese “nada”, aturde llegar a conocer el engaño de vivir buscando el “todo” para encontrar al final sólo “nada”. (Valeriano Franco) que el verso sea como una llave / que abra mil puertas VICENTE HUIDOBRO (Chile, 1893-1948). Inventor del Creacionismo, es uno de los mayores poetas chilenos. Ecos del alma, fue su primer libro, al que siguió una larga lista, para concluir con Últimos poemas. Compara el verso con una llave, instrumento que con un simple clic es capaz de transportarnos a mundos sugerentes, misteriosos, desconocidos, metáfora de la revelación escondida tras las cerraduras del alma. (Juan Calderón) que ni sé cuándo es de día / ni cuándo las noches son ROMANCE DEL PRISIONERO. Romance anónimo, como los llamados “romances viejos” en general, reunidos en los “cancioneros”. En 24 octosílabos, este misterioso poema resume el mundo (el cosmos y los mundos vegetal, animal y humano). De concisión admirable, presenta al hombre sumido en la tiniebla de la desesperanza, expresada en un verso sobrecogedor.¿Que queda, si estamos “prisioneros”? (Juan Ruiz de Torres) 3
Si algún lector se interesa por el póster y las glosas, puede escribir a appmadrid@yahoo.es
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POESIA
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ÁNGELA REYES
LLEGAMOS A UNA calle, disuelta en tu memoria de tanto recordarla. Una calle más corta que un latido. Comienza entre tus ojos y termina en la fuente, lugar en donde siempre hay una muchacha ciega llenando el cubo de agua. Camina más despacio, madre, no vayas a caer. El viento nos persigue calle abajo. Lo tenemos pegado a la cadera y no sirve de nada que me acurruque entre tus brazos, como cuando era niña. Me dan miedo los aires que huelen a jacintos. Los que vienen teñidos con polvos de azafrán y un murmullo de voces de aquellos que murieron y dejaron sus nombres, como perritos mudos, 149
acurrucados en la puerta. Golpéales con ramo de naranjo. No dejes que te muerdan los tobillos, no dejes que se enreden en tu talle ni le abras la puerta por mucho que ese viento llore como llora el perrito del violinista ciego. Qué sería de ti si el viento te trajera un muerto de otra viuda, de otros hijos; un muerto con su muerte redonda en plena frente y el corazón tan desolado que no podríamos negarle un Credo, ni un sorbo de agua tibia con azúcar. (De Fantasmas de mi infancia, 2011)
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Isabel Díez Serrano
El reloj de la tarde refleja horas doradas las agujas se enfrían a las seis de la tarde Su fácil movimiento se acomoda a un ritmo más cercano. Desabrochamos horas quizás con paso lento porque llueve y en el lagar aún se pisan uvas camino de la noche. La palabra se nos presenta, viva y late. Su proporción es de quimera. Lo eterno, lo escondido, asoma se transmuta, da luz. Se une a la llama.
Mi vida tiene prisa, ya se fue primavera y sentí los acosos de un cálido verano. Pintan las uvas cuando me siento pródiga, digo adiós a la muerte, que se fue, tan callando.
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Mas he de dar mi fruto, tal vez lo prometido, quizás con la palabra, el amor o el abrazo. Si canto, mi tristeza se me llena de espinas el corazón, ya débil, un tanto maltratado, por eso hace ya tiempo que salí de la gruta como sangre desnuda y me siento en los astros. Desde allí me libero de la ansiedad y sigo caminando en el lodo que da cobijo al árbol. Cierro los ojos por un momento, espero se iluminen las calles con la luz del relámpago. Tengo la voz propicia, la piel humedecida, el calor de mi pecho, los sueños como nardos y una pequeña cicatriz que pide a gritos las caricias y besos que tal vez la horadaron.
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Blas Muñoz Pizarro
LA NAVIDAD DEL MEMBRILLO (sonetillo alargado, con sólo dos rimas)
Sobre un paño de ganchillo, blanco pañal diminuto, en un cóncavo cestillo y en desamparo absoluto, reposa, pálido, el fruto. No destaca su amarillo en el mármol impoluto de este aparador sencillo. Entra el sol...Por el visillo le ofrece (yo me arrodillo) su más dorado tributo. Arde, oval. Miro, disfruto 153
y ante su gloria me humillo. Mas poco dura su brillo: se va al sol y vuelve el luto. ÂĄNo dura mĂĄs que un minuto la Navidad del membrillo! (Recogido en El limonero de Homero, antologĂa de los miembros de la tertulia del mismo nombre. Editorial Instituto de Estudios Modernistas. Valencia. 2010)
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José Iglesias Benítez
NIEBLA He salido a la calle como un perro ladrando desengaños a la aurora. Olía el corazón a madrugada. Descolgaba el invierno sus andrajos, sus sábanas de niebla sobre el río. A estas horas el alma es una casa vencida por el tiempo: desvencijadas las ventanas, rotas las puertas, que los vientos baten, toda el alma es puro escombro, un escondrijo de arañas y otras sabandijas. Llueven los años inclementes; llueven, llueven, en la cadencia inútil de los días iguales; trampantojos que acumula
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la memoria. Tropiezos. Reciclajes. En otro tiempo el corazón vibraba: Frutecían las manos sus magnolias de pétalos de lumbre, alboreaban, pecho adentro, sus frutos inmaduros. En otro tiempo el sol era un regalo. Era fácil amar, porque era fácil amanecer sin más desesperanza que la ración de olvidos necesarios para abrazarse al sol de cada día. En otro tiempo, era la vida oficio para ganar los sueños, los menores espejismos de aquella luz trenzada que fue poniendo el viento a nuestro alcance. Hoy sucede que todo está perdido. Se han poblado las calles de epitafios y de otros desatinos. Se ha marchado la luz con el sigilo imprescindible para escarchar la piel de los almendros y agostar la blancura en sus depósitos. No sabemos decir qué pasa con la niebla que nos viene punzando. Qué nos pasa que agonizan las rosas en los puentes de la ilusión marchita. Qué nos duele cuando abrimos la boca y aspiramos 156
el dulzor deshojado de los tilos. Sólo la luz que arrebató el invierno tal vez pudiese armarnos de esperanza, si regresara pronto con sus pitas erizadas de rayos, de promesas de nuevos horizontes. Si volviera cargada de ilusión como quien vuelve de habitar en la hoguera, de iluminar un canto, de arrojar al detrito las cenizas, de encender la alegría. Sólo la luz podrá resucitarnos. Solo la luz. He vuelto a casa como un perro lamiéndome la herida que me causó la calle, la vida que en la calle amanecía. No pudo el sol reciente deshilachar la niebla.
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José López Rueda
MEDARDO FRAILE VUELVE A GLASGOW EN OTOÑO Hay sucesos esenciales que marcan una existencia; el tuyo ha sido la ausencia de unas alas maternales en tus vuelos iniciales. Mas la básica ternura que alimenta tu escritura es la música callada que te da desde su nada aquella suave hermosura El sesenta aniversario cumple ya nuestra amistad que empezó en la mocedad su fraterno itinerario. Al destino literario los dos hemos sido fieles y superadas las hieles
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que tales trabajos dan, nuestros nombres quedarán grabados en los papeles. Aun te recuerdo sentado en el bar facultativo disponiendo pensativo tu lenguaje cincelado sin sentirte perturbado por el ruido circundante, mientras alguna estudiante contemplaba interesada la elegancia encorbatada de tu dandismo intrigante. Luego te perdí de vista en la brumosa Inglaterra, mas yo lejano y sin tierra siempre te seguí la pista de narrador y ensayista. Hoy después de tanta ausencia, ricos sólo de experiencia, hemos regresado a España que es después de tanta saña una amable residencia. En tocante a los amores fuiste un discreto Don Juan y con sigiloso afán conseguiste los favores de algunas humanas flores o cosechaste la miel de alguna casada infiel; pero llegó una escocesa 159
y te puso por sorpresa su amoroso cascabel. Aunque vuelas estos días al reino del Lago Ness me consuela que después volverás con fantasías sazonadas de ironías a alegrar la primavera de este amigo que te espera, si bien con barba canosa, con la sangre generosa de la juventud primera.
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Pedro Tenorio
AY, HAITÍ [La luz del azabache] El lunes el temblor se presentía porque los caracoles y los astros se habían escondido. Pero no lo notaban ni las telas de araña. Ay, Haití. El martes, todo el miedo creció como una ola. Las paredes más frágiles abrazaron los cuerpos de los pobres. De decenas entonces, de decenas de almas ya sin alma. Ay, Haití. Ya las excavadoras ese miércoles, enterraban a cientos de cuerpos y esperanzas. Los niños, ambulantes, asían los juguetes también rotos. Ay, los niños haitianos.
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El jueves el dolor iba creciendo como crecen las sombras de un Caribe dantesco, los amputados también se enardecían con su dolor a cuestas. ya eran miles los que sentían frío en sus huesos inútiles. Ay, Haití. El viernes ni la carne se contabilizaba. Eran cientos de miles ya los muertos, y era como si el llanto se hubiera desfondado, ay, Haití, en el silencio tuyo. Este sábado he roto las noticias, me he negado a escuchar la tristeza de todos los lamentos haitianos. Ay, Haití, los lamentos haitianos. Hoy, domingo, han podido casi desenterrar a golpe de arañazo el cuerpo que aún vivía de una joven. Ya casi la tenían en las manos, y, a punto de abrazarla, unos disparos han hecho que muriera después semienterrada, de tanta desmesura sobrehumana. Ay, haitiana, que mueres a punto de la vida. Ay, Haití.
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Beatriz Villacañas
TRABAJOS FORZOSOS He dibujado pájaros-manzana y he entrenado a mis huesos en las palabras nuevas. He moldeado a un dios entre mis manos y he sudado en la forja de las armas sagradas. Excavé la raíz de la unidad perdida. Busqué un día sin víspera y el cauce primigenio donde los cuerpos toman forma y muerte. Bebí la fruta huracanada del deseo y bendije mi sed condenada a ser sed por tanto tiempo. Aprendí a naufragar en el planeta mínimo de una gota de sal, de cualquier lágrima. Lo hice sin remedio: para llevar mejor la soledad a este lado del corazón y de los versos.
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TRAYECTORIA En principio fue el grito, aunque el llanto se oyera adelantado. Grito, hecho emblema por siempre del contacto más virgen del aire en nuestra carne.
TRAMPA La pregunta se quedó atrapada como una mariposa en una mano, que quizás no es una mano porque ¿quién sabe si la mano es una mariposa que sueña que tiene cinco dedos o solamente una trampa de carne para atrapar preguntas? Pero la duda vuela más deprisa. (De LA GRAVEDAD Y LA MANZANA, Devenir, Madrid, 2011)
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Raúl Calvo Varela
AMOR DE IDA Y VUELTA Cuando te vas me quedo sin una queja, con todo el corazón desarbolado hasta que, al regresar del otro lado, me repartes los besos en bandeja. Cuando vuelves destejes la madeja y alumbras el instante desatado, devolviendo el amor que te he dado y cada madrugada me despeja del carnal jeroglífico del sueño. Así, en la interacción hormonal nuestra, yo soy siempre mendigo, siempre dueño. No dejo de ser noche y larga espera porque tú eres de vida dulce muestra y me das al volver la primavera.
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PARA VIVIR …Y no me gustan este tiempo pleno de artefactos que con su tango maquinal me rompen el mejor sueño de cada noche, y, con promesa de futuro, nos clavan la nada por la espalda. Quiero volver al vuelo de la infancia, a mi tierra para corretear entre árboles para que la dicha vuelva a ser dialogo entre mi corazón y los pétalos de abril. Dejadme oír la sinfonía de los jilgueros y trepar, otra vez, al sauce donde anidan todavía mis dorados recuerdos. Quiero volver por la ruta de la luz para olvidar el correr de los años por las sienes; para recoger las uvas de la inocencia mientras, a solas, escucho el tictac de las hojas sorprendidas por el otoño. Y no me gusta este presente herido de marketing y de adjetivos sin nombre, porque en esta latitud de silencio, la esperanza me dice: Aunque se mueran los desiertos, Árboles, árboles para que la vida sea un torrente y el mundo una muñeca vestida de verde.
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Lola Vicente
A MI HERMANO MIGUEL ÁNGEL Mira que sobrellevo muerte sobre la entraña y jamás cuchillada, tan fría como el hielo de locura angustiosa, me asestó con más saña. Estoy rumiando el tono de la voz de mi anhelo ¡Miguel Ángel del alma!, por todo lo sufrido, que en suma es el calvario de humano desconsuelo. Que no me callo, amor, que es cierto tu chasquido. Amor, que no me callo. Pero detén el paso: ¡contente, pensamiento! sujeta el alarido. Que la vida es, a veces, soledad y es ocaso. Pudieran tempestades desatar mi elocuencia, pues se muere de pena y, a veces, por fracaso. Aún siento el aleteo de su afónica urgencia
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del viernes veintinueve, tan grave y tan fatal. Quedé desconcertada, pero él, su inteligencia, él, que sólo quería limar el vendaval, articulaba ideas de aliento y fortaleza y me regaló calma serena y natural. Es un bronco sombrío quedar sin su nobleza, un súbito sarcasmo en el acontecer, es la realidad negra de la burda crudeza. Yacen sobre la tumba cenizas que sorber: que encanezcan los campos, que oscurezcan al viento, que las piedras la empapen hasta hacerlo volver. Quisiera ir a buscarlo. Deseo un argumento, exijo que prosiga... Y bulle mi oleaje rebosando cascadas de niebla y desaliento. Fue noble, inteligente, de excelente andamiaje. Bien supo el consistorio de su eficaz tarea. Lo amaron sus amigos, fue austero y con coraje. Quienes lo conocieron saben que centellea y que era coadyuvante como es el abedul, que bajo los olivos su risa juguetea. Se ha marchado mi hermano por esa puerta azul que cubren las estrellas. Dignísimas pisadas atraviesan alturas livianas como el tul. Confío en encontrarlo por regiones soñadas 168
regalando sonrisas. Que por su buen hacer El Se単or le adjudique veredas delicadas. Que sus hijas emulen con creces su ta単er.
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Ramiro Gairín Muñoz
FÍSICA No se impone el tiempo con desafíos sino con la razón del movimiento. Es un múltiplo de la codicia de la hiedra que crece entre el primer verso que escribes en un poema y el último que alguien lee. Si hoy escuchamos el triunfo de los bárbaros es porque hasta ayer acumulábamos tesoros, y en ese tiempo tan sólo tiempo se recuerda. Aquellas manos, aquellas torcaces que tatuaste sobre las sábanas, que de tu sombra son blandas campanas, dan calor de harina. Tan sólo pasan. Nunca se cerrarán para acoger tu deshielo, vuelan igual, buscando sus sentencias. Yo, que ya nunca más podré aliarme 170
contra la soledad ni contra el cielo, escribo sin medida, desorejadamente, sólo para que al despertarte cada mañana de ese sueño en el que los colores se acaban me digas que estás orgullosa de mí. (Del libro PINTAR DE AZUL LOS DÍAS LABORABLES, Editorial Islavaria, Granada, 2011.) http://haciaotrasaventurasmashermosas.blogspot.com/)
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Plácido Ramírez
NOS FALTAN CAMINOS A Ángel Villar Ginés, en su memoria
Nos faltan caminos para esta pena grande, también, horas y minutos en el reloj de los recuerdos. Y nos sobran lágrimas para acurrucar silencios, en este otoño frío, largo y melancólico. Si pudiera abrazarte otra vez, amigo-hermano, y poder decirte que ya te echo de menos, que nos quedaban todavía otros mediodías interminables, otras risas en anocheceres tiernos, otros paisajes para hilvanar suspiros y versos nuevos, como aquellos de tierra de Barros, la Serena, Sierra Grande, Jola, La ceña, y Portugal, siempre aparecía Portugal en el mapa de nuestros sueños, o quizás por huir de tanta simpleza intelectual, en estos tiempos alebrestados. Habrá que recordar aquellos instantes con encanto que hubo en nuestras vidas, pero siempre,
amigo – hermano nos faltarán caminos, y nos sobrarán lágrimas para
acurrucar silencios. Luego llegó la lluvia, pero tú, ya te habías ido.
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Raúl Jurado Gallego ©
A LA SOMBRA DE UN POETA Hojas de azahar triturado, fieras de efluvios desatadas flotan en corros de naranjos en vapor sumergidas de aire y alba entre finas melodías de gotas y agua; entre llantos sedados de paloma, entre enjambres líricos de neblina balbucea el olor la serenata de fragancia a tierra mojada. Mimética esfinge encallada, revuelo de cromosomas, nido cercado de espasmos que resucitan la vida sedada si esta se para a la sombra de la tristeza más sola. Veneno desalentado
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del beso que muerde el alma que atragantado esputa en pedazos un corazón encharcado que en turbia sangre se mece a la espera de la muerte. Cítrico espumarajo de dolor que a la falda de tus leños siembra el poeta fanales que aluzan noches marchitas, que enorgullecen tu flor, que enraízan tu carisma.
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María del Carmen Álvaro López
DIOSES DESTRONADOS Vi en el reverso del mar un largo velo incoloro.
Bajo los dóciles mástiles del tiempo, desde el destino limítrofe, claudica la mansedumbre del mar. Ahora late en sus tímpanos el gemido de Eolo y llega a los estribos de la playa un viento que torpedea la memoria. Nadie sabe de vértices acuáticos pero las olas confluyen sin querer en las cumbres marinas, donde conspiran las batallas. ¿Quién galopa lamiendo la faz de los abismos? Neptuno intercede -sin trono y sin tridentey los mortales, para inmortalizar su codicia en colateral desobediencia, se pronuncian...
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Graciela Torres
DE LAS PRESENCIAS I
Carta a Sucre El mar escribe tu partida refieren las olas su nostalgia aumentan y multiplican su adioses Serpentea la brisa las manos de la arena te despiden, presienten tu adiós definitivo El viejo mapa de las guerras el grito libre de la América esperan por tí para su triunfo Angostura Orinoco corrientes encontradas el río sonríe Bolívar imponente te saluda ante el asombro de brisas y espumas y tiende su abrazo amigo 176
Recuerdas General Sucre el brillo del instante encuentro de fuerzas meteóricas el aire observa, indaga, mira y en ondas infinitas salta montañas, conversa con las nubes pregunta por tu nombre te acompaña canta tus glorias venideras Te sigue desde tu tierra marinera eco de espumas y de sales Cumaná
El Manzanares,
la Araya salinera, la tímida sonrisa de sus golfos hacen suya tu lucha en nombre del Oriente Hijo de tus playas, tu historia, y tus horas El espejo de los días escribe y refleja los silencios. Mariscal Sucre, hermano de las costas, llanos y montañas. Que terrible designio fue mandato en el tiempo. Que silencio de nubes fue la ruta y destino que entregó tus adioses. Que terrible designio hizo tuya la senda, 177
la sangre que regó aquellos montes en la hora final cuando el sol entregaba sus brazos, con luz infinita a follajes traidores. Yo te he visto tendido sobre aquella hojarasca. Hay terror en los montes Hay tristeza en América El tiempo se pregunta el barro interrogante te recibe La tierra se estremece y grita Solo frío y silencio ya después de ese grito En la voz del relámpago un temblor de universo hizo noche la ausencia y escribió tu palabra en la estrella del llanto, en la hora del llanto, en la ruta de voces y países del llanto. Tarqui, Pichincha sus ojos empozados el rostro lloroso de Ayacucho. Mariscal Sucre, que destino siniestro señalo tus caminos a Quito que traidor el momento. que cruel el rostro del instante, que funesto el segundo Bien quiso Berruecos no ser sitio en la historia pero así estaba escrito Fue la voz de los dioses un dictamen terrible 178
Fuiste para Bolívar el Abel de Colombia así lo canta los pueblos y los hijos de sus hijos y con el Libertador sufren todavía el terrible momento. aquel grito lejano de emboscada y locura "Mariscal Sucre" y el "ay balazo" quebró de pronto el rostro de la historia
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Álvaro García Prieto
CUANDO HAY TORMENTA Cuando hay tormenta, a su luz fugaz e intermitente no hay poeta que no experimenta inspiración desbordada como un torrente. Cuando hay tormenta, tibio y mojado en aguardiente el delirio es lo que me tienta a sentir y a llorar como el que no siente. Cuando hay tormenta, es cuando siembra el que miente y recoge algo con que escarmienta, no son más que bastos excedentes
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Ana Romano
ESBOZO Sobre la mesa de un bar apoyada una taza blanca de café El aroma acaricia la mirada ausente Las manos aferran la ilusión.
FICCIÓN Una lágrima suspendida en el vértice hasta que rueda y cae sobre el papel Esa mirada en los ojos apagados
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exhibe ausencias Palabras desdibujadas circulan La poeta calla: y la fantasĂa Las estrofas se opacan Fisurada la magia ya no quedan espejos VacĂa espera la muerte.
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Paula M Gallardo
De estar sola, claramente, lo peor son los días de fiesta cuando todos los amigos están ocupados, con sus amantes, con sus familias, con los compromisos que jamás me interesaron. Lo importante en este exilio es llenar la nevera, procurarte algún tipo de anestesia para cuando definitivamente, no aguantes ni un minuto más. Comprobar que tienes mil horas de cine para ver en el reproductor, entretenerte inútilmente con la idea de descubrir la película del año como si eso pudiera servir de remedio, como si aún hubiera algo remediable. Comprar un buen libro, recordar que es un buen momento para arreglar las flores que crecen salvajes por toda la casa. No pensar, no hablar (si por casualidad alguien te llama)
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de que odias las vacaciones, los puentes, los jodidos dĂas de fiesta cuando estĂĄs sola, cuando pasas de hacer planes porque tu piso ya es un bĂşnker impracticable y los caminos que lo rodean rebosan de minas explosivas y en tu mano tirita el detonador.
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Eladio Méndez
LA GAMONITA A mí padre, porqué él me inspiró este poema.
Con grave voz me comentó mi padre asiéndome la mano, ¡hijo, ese yermo que ven tus ojos está todo colmado!, colmado está de lágrimas y llantos, lleno de pies descalzos de manos limpias y vencidos huesos, de ideas transparentes. Repleta está la mina de relojes varados en el pecho, de gritos retenidos en los profundos túneles del alma,
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de esperanza marchita, de cĂłlera, de carne cercenada; llenas las galerĂas de angustias y alientos mutilados. De nombres femeninos en labios lacerados por el miedo, de miradas perdidas, de juicios sumarĂsimos y muerte... y sin embargo mira como crecen el lirio, la genista y la amapola, rezumando vida en ese erial de sombras.
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Elisa Berna
LÁSTIMA Manejabas bien el recurso de la lástima. Lástima que no dominases también otros talentos, por ejemplo, el arte de escribir cartas en noviembre. Por esas fechas, cuando más invierno queda por delante, iniciaba yo mi ayuno involuntario, y después ya, con la paciencia en los huesos, recibía el consuelo de tu pomada charlatana. Lástima, yo también tengo ungüentos quita-penas con efectos secundarios peligrosos para los cuadros agudos de cuento y demás fingimientos. (Del poemario “El poema que te dije”, editorial Los Libros del(a) Imperdible
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Francisco Javier Guerrero Cano
ORIGEN Es misterio tu esencia serpenteante distinta de las efigies que te profeso, ni muerta ni viva con ni sin su existencia; de ciencia y de perfecci贸n desabrigada poes铆a. Que te haces girar gir谩ndome en espiral infinita de pasi贸n, de locura, de caminar prudente sobre el tiempo que se asoma, de respirar porque eres vida tu secreto se pierde, y entre versos que se destruyen y nacen se olvida.
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Francisco Jesús Muñoz Soler
VIVIR Vivir es un ejercicio de actitud constante un dejarse llevar y a la vez retener las complejas esencias de nuestras emociones y sentimientos. 2
PORQUE ES BREVE Porque es breve, cruel, terrible e inclemente la vida que nos toca vivir, debemos agarrarnos a ella para que en el día de nuestra propia muerte sepamos que al menos tuvimos la dignidad de querer vivirla,
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de ser reyes de un minúsculo pero espléndido fulgor. 3
QUE FRÁGILES SON NUESTRAS VIDAS Que frágiles son nuestras vidas que fugaces, que absurdas, que crueles, que hermosas mientras duran.
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Francoise Roy
QUÉ TIPO DE DAGA ! ¿Qué tipo de daga perfora el vientre cristalino de la medusa? Oh mesoglea4, vientre de cristal blando, boca que digiere y deja ver la presa como en una vitrina. ¿En qué agua de ti soltaría su tinta hedionda, viscosa leche de un morado oscuro como cielo nocturno justo antes del alba? Óxido de mar. Sangre de otro color que se derramó por las sinuosas rutas de la sal disuelta. ! Las criaturas dormidas en el silencio se despabilaron de un golpe, verdadera comitiva de bocas voraces que, viéndose heridas de gravedad, dejaron por doquier un rastro de savia oscura.
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La vi desvanecerse lentamente en el reino subacuรกtico, voluta de humo que escupiera una chimenea, cola de cometa, trasnochada estrella solitaria, con su tramo de luz prensado entre los corchetes de la noche.
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José María Izarra
ARTE MÉTRICA Revolucionó el arte métrica, aunque sólo escribió dos versos: un nanosílabo, que pasó inadvertido, y un infinitisílabo, que dejó inacabado. Méritos suficientes, suponía, para siquiera merecer un brevísimo apunte necrológico en los manuales de historia de la literatura en lengua hispana. Pero no, simplemente lo enterraron. Junto con estas líneas.
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LITERATURA Muy a menudo, sobran los archivos. Todos. También las bibliotecas y librerías. Todas. Bien a menudo, sobran los libros y legajos. Demasiado a menudo, el total de sus páginas. Con no poca frecuencia, los párrafos, palabras, caracteres… o cualquier otro signo… la tradición escrita. Y la oral. Muy frecuentemente. Sobran vagidos, estertores, ayes, gritos… u otra señal acústica cualquiera. Hasta el silencio está de más en demasiadas ocasiones. Cualquier signo, cualquier señal. Salvo en esos momentos en que incluso la muerte nos resulta superflua, do, re, mi, fa, sol, la literatura sobra. Siempre. Ha sobrado siempre. Sí… La música, quizá, no tanto. Sin notas, por favor.
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Rafael León Rodríguez
ÉGLOGA “¡Oh más dura que mármol a mis quejas, y al encendido fuego en que me quemo más helada que nieve, Galatea!” Garcilaso de la Vega
Anhelo componer himnos gloriosos loando que llegó el mes de las flores y el campo se pobló de ruiseñores que endulzan con sus trinos melodiosos los prados bajo el sol donde gozosos disfrutan la tibieza los pastores en tanto a ser bucólicos actores del sueño del amor juegan ociosos pero es invierno amor invierno invierno en esta agria ciudad de asfalto y hielo de estrépito y silencio terco invierno
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de pรกjaros ausentes pardo cielo invierno en soledad eterno invierno invierno eterno infierno en mi desvelo
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Guillermo RodrĂguez Sampedro
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Rolando Revagliati
A HENRY MICHAUX A ver, exploremos donde hay un hombre y unos cuentecitos
Exploremos ese patrimonio
A ver, al ciego al cegado.
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Jonatan Jorge Guille
SOY YO Soy yo, el que palpita si culmino en el fanatismo cruel de tus delicias; y cuando parece que desapareces entre la bruma que apresura mi ira más espesa haces la espera que condiciona mil decisiones ficticias; siendo así, sólo tu púlpito verdad, siendo así, sólo tu discurso mentira. Soy yo, el de los cardenales en las manos que abren los ojos cuando ya nadie mira; llagas en pupilas para que tus peines de astros vuelvan rosales los cabellos cansados, y serás santo y seña, senda y llanto si eres tú, descanso, el que en mi cielo camina;
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siendo así, sólo tu púlpito verdad, siendo así, sólo tu discurso mentira. (Del libro Gris Presente (Ediciones Cardeñoso, 2011)
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Sito Lerate
EL HOMBRE EQUIVOCADO Se confundió de paz y de guerra, se confundió de patria, se confundió de amigos y de novias, se confundió incluso de Dios, se confundió de sonrisa ¿mas por qué su sonrisa era tan triste?, se confundió de oficio porque no le daban trabajo, se confundió de familia porque no le querían, se confundió de nombre porque en realidad era un ser anónimo, se confundió de letra y de voz porque no se le entendía, se confundió de ciudad porque no fue profeta en su barrio, se confundió de moneda porque su dinero no valía, se confundió de edad porque siempre era más viejo que su cumpleaños, se equivoco de esperanza porque nadie lo esperaba, se equivoco de universo porque en este no cabía, se confundió incluso de gato de perro y de sombra porque lo abandonaron, se confundió incluso de biografía porque la suya no era la de una vida, por fin cuando quiso suicidarse se confundió primero de soga y luego de arma. Hay quien no sabe si este se confundió también de mentira o esa es la única verdad que acertó, pues decía que su vida era un sueño y que todos somos en realidad sonámbulos, la verdad es que cuando se cayó de un quinto piso ya no despertó, quien escribe estas palabras no piensa que la vida sea un sueño ni que todos seamos sonámbulos que no despertaremos, pero estoy como turbado ante lo que acabo de escribir, porque si
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hay personas que creen que la vida es un sueño, yo no voy despertar a un sonámbulo para decirle una verdad distinta, porque no se debe despertar a un sonámbulo y menos mientras este habla y anda, y menos a esta clase de sonámbulos, y menos en medio de su mentira, pues si sabemos que eso que cree es un embuste del cerebro, también sabemos que ser o creerse sonámbulo es una enfermedad que no tiene cura de un susto, porque esta clase de auto engaño no se cura con la saliva de quien le haga una transfusión de sinceridad, que para la obcecación no hay medicina ni remedio, ni aunque le pongamos delante un espejo, ni aunque le soplemos la verdad levemente en una oreja, ni siquiera aunque nos expliquemos con ese lenguaje universal que dicen que es la música.
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Yasenka Lasierra
TODO MI HUMO Y fumo, un cigarro tras otro, transformando mi estancia en un oscura humada. En lo que llega la noche, baja la luz de mi sal贸n y escribo mas oscuro por que ya no ilumino. Maldito ordenador que me lee lo que siento. Y lo que no. Y el cenicero lleno de colillas, cigarros consumidos como se consume todo y se vuelve ceniza,
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Estúpida alegoría. Ahora, en este penumbroso salón, en este instante de olor a tabaco, y a penas, siento el dolor de no amarte, y padezco el tuyo. Quise, pero no salió, como no me sale beberme la compañía de una cerveza caliente. Ducados y cerveza… Aún veo como me miras, recuerdo tus abrazos consentidos, conversaciones de mesa, y chupitos de vodka entre manjares rusos… Tuve que amarte, por que si no ni mis lágrimas ni las tuyas tienen sentido hoy… que no puedo verte. La piedra del mechero un instante de luz, la tarde sigue haciéndose noche el capullo del cigarro ilumina el humo, y es hoy, la única luz aquí. Dormiría en tu pecho una vez mas, como dormí tantas veces, 204
como consolaste tantas horas que no pasaban nunca dormir… Recostarías tu cabeza en el mío, como acomodaste tantas veces, como viste amor en el acomodo, que no dije nunca, sentir… Y sigo fumando, un cigarro tras otro, y mis ojos lloran por el humo disfrazando otras lágrimas de dolor. Maldito Word en blanco, que me ha hecho escribir…
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José Cercas Domínguez
¡ÍTACA ESTÁ LEJOS! Vuelves a partir desde otras tierras, desde ese mar en calma que nunca acaba, que nunca se conquista. ¡Ítaca está lejos!, ¡Ítaca está lejos! Vuelves a partir desde el olvido; ahora, agitas el pañuelo en la galera, sobre el horizonte marino de un piélago indolente. ahora, vuelvo a lamer la luz que aún luce tu perfil lejano. Vuelves a partir así, de esa manera invariable; atracarás, posiblemente, en otras dársenas, en otras hojas calladas, caerán mis versos y la memoria de tu tacto cantará en los arrabales de mis labios como vela encendida en el frío de la noche. 206
Vuelves a partir, a solas, como tú ya sabes partir de cada instante y yo me quedo aquí, implorando que tornen a mí los besos que no quisiste.
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Eusebio García González
EPÍSTOLA A LOLA VICENTE POR SU LIBRO “Y YO TAMBIÉN” Querida Lola, hace casi un año Que recibí el obsequio de tus versos, Encerrados en esa caja mágica Del libro que llamarse debería “Inéditos murmullos del destino”. La preocupación por la palabra, Que es la labor grandiosa del poeta, Te ha hecho convertir los sustantivos En verbos como los que aquí transcribo: Conjeturar, evidenciar; y alguna Errata, de la cuarenta y seis página, Que te ponen la “sabia” por la “savia”. ¡¡ Esto es magia del duende de la imprenta !! Es un libro que no está sometido, del dolor, al ardor amargo, ni a la vertiente muda de las lágrimas. Expresas una oculta rebeldía Como un consuelo para el ser humano imposibilitado al nacer para “Mudar lo incuestionable de la ruina”.
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Se me antoja una confrontación Contra el destino, audaz reminiscencia De la tragedia griega y la Utopía El paisaje te influye en actitudes De la conciencia y en los mundos íntimos, De tal modo que, junto con la ausencia Del amor, nos enerva y nos sumerge En el arcón de la melancolía. Según tu libro todos inventamos El paisaje por acomodación O desencajamiento de los datos; Pero ese paisaje influye mucho, de la conciencia, en las actitudes, Y en la acomodación de los fenómenos. Según nos acomode o nos convenga La realidad la aceptaremos o No. Cuando nuestra armonía se enfrenta Al daño, la vestimos de nostalgia. Te doblegaste al desencanto de Un mundo en el que no te satisfizo La realidad, que se adueño de tu Aventura vital. Hoy, sí parece Que lo que te circunda te cautiva Porque está ahí y está en tu peripecia. Te duele la “irrupción del abandono” De tantos y de tantos, mas la forma De decidir los ámbitos poéticos, Lo expresan la intuición y los conceptos.
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Es signo y situación de soledad El vacío que deja el no anhelar, Porque a nadie le importa, ni la lluvia, Ni los demás; la norma de tu vida Nace en la fuente de lo individual Y pretende impregnar lo colectivo. Evocar la nostalgia y el ensueño Provocan la intuición, sobre ti misma, De que percibes actos y fenómenos Exteriores que se han incorporado Al afán de la brega de la vida, Para que emociones y pasiones Sobrevivan contigo en cada estadio. Pudiste abandonarte a la visión Poética del transcurrir la vida. Te sumiste en ciertos mundos de La actualidad y la tecnología. Más que un mundo social has preferido Un ámbito de metas y entusiasmos Que te mantuvo llena de arrebatos. Es para ti la vida una cadencia Que, muy a pesar de todo, se mantiene. El deseo de amar es un refugio Vital. Mientras el pensamiento busca, Nos anegan, en nueva evocación, El amor, la ausencia y el paisaje. Tu imagen del amor es una hoguera 210
Que siempre se traduce en llamarada, Con el vértigo de un sobrevenir Mientras vaga la vida, entre el destello De los lirios triunfantes. Si se niega El paso del amor, se manifiestan Los factores de las postrimerías. Siempre el amor en el silencio para Que nada o nadie pueda interrumpir Los remansos de la ternura en éxtasis, Donde habita la intensidad total. . La vida doblegó tu voluntad, Por atenerte a un mundo inesperado Que no te hizo feliz y ahora comienzas A disfrutar de otras calendas propias Que te gusta vivir, porque abren rutas, Que están ahí, y tú las proyectaste, Como un enfrentamiento al infortunio. Según tus versos has tenido un mundo Que no fue bueno par ti y quisieras Crearte ahora otro a tu medida Y establecerte en él, bajo el amparo De las actividades que orillaron El dolor y aliviaron tu amargura. Te cubrió un velo espeso en la meseta Del silencio. Provocó el desaliento De tanto abatimiento y de nostalgia; Y por ellas pensaste en desistir, Pero la fuerza de un destino nuevo. Abrió tus sueños hacia otros futuros.
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Con este mundo nuevo has roto el duelo. Dan testimonio de estos hechos los Paisajes y perímetros presentes. La deriva de nuestra situación Nos obliga a amoldarnos. Cuando suena, La aldaba de lo brusco impone un tiempo De reconocimientos y recuerdos, Que nos infunde insensibilidad, Por los “vaivenes” de la vida. Crees “La mujer es esencia de secretos. Como aire de la caña de bambú” Y arropada con esta efervescencia Manuela irá a otro margen de la lluvia.
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Javier Bueno Jiménez
EL NEGRO DE LA ESQUINA Es navidad, y él sigue ahí, proyectando su sombra de ébano sobre el húmedo asfalto, junto a unos bonitos carteles que hablan de fiestas y copas. En el blanco intenso de sus pupilas el hombre los ve igual que un insulto y se le emborronan sin saber muy bien si es la lluvia o el llanto quien los hace jirones. De soslayo le miro al pasar junto a él y me queman las bolsas que penden de mis manos repletas de caprichos. Una manta raída pretende abrigarle las piernas,
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rezuma penurias en su cabeza y le enmarca en los ojos la se単al de stop, y yo me detengo dispuesto a acallar mi conciencia. Y al pagar mi peaje con la calderilla que no necesito huyo, avergonzado, mientras me persigue una lluvia helada.
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Juan Calderón Matador
POR QUÉ NEGARLO ...o a Dios se le olvidó que era jornada de trabajo. Enrique Gracia
Desde cualquier columna de la prensa nos ponen a traición una elevada dosis de cicuta cada mañana en el café. Y cómo resistir tanto veneno, tantos niños comidos por el hambre, tantas mujeres humilladas, tanto odio en los ojos, tantas manos hundidas en el cieno... Está la calle hostil, por qué negarlo. No hay esquina sin pobre, igual que no hay político sincero.
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Cómo es posible entonces que nos dejemos convencer para cavar trincheras, para empuñar la muerte y dispararla contra aquellos con los que apenas hace nada jugábamos la partida del pan y la existencia. Yo no sé si es que nos hemos vuelto locos o es que a Dios se le ha escapado de las manos la dirección de este serial, o es que quizás, cansado de tanta indisciplina en los actores, ha decidido poner fin y empezar otra historia, o descansar. No lo sé, pero es bien cierto que vivo con el alma mordida por las fieras.
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NARRATIVA
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Raúl Calvo Varela
VIAJE AL FIN DEL MUNDO
Confirmando el pronóstico de los partes meteorológicos, el sol ya brilla a estribor del cielo y el aire empieza a transformarse en brisa acariciante, cuando salen, ella, como mujer modernamente eficaz, al volante de su automóvil, y él, por estar algo cansado de conducir años y máquinas, como copiloto, mejor dicho, como espectador de cuando la velocidad le permite contemplar por la ventanilla. A veces, su asiento se convierte en butaca preferente y la ventanilla en una especie de prismático para admirar obras de arte, arte de la naturaleza, claro, que es la más bella de las artes: mar, ríos, montañas valles, playas blancas e inmensas, rías azules o verdes según la luz del cielo; mansas igual que arterias, como para que los brazos del Atlántico llegue a todas partes. A veces,
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también hace el papel de narrador y, trasladando la mirada del espectáculo al moreno rostro de la mujer, rompe el silencio para contarle las maravillas que sus ojos van descubriendo en el exterior. De cuando en cuando, los besos como equipaje, casi vuelan juntos, más que ruedan sobre el asfalto. Así de exultantes, en o Porto do Son hacen la primera pausa para un café, paseo por las estrechas calles, subir a su alto mirador y despertar antiguas vivencias; por ejemplo aquel epitafio: Yo muero, pero mi amor no se rinde. Es la hora de yantar, y en Noia lo hacen con algunas delicias de la tierra (aunque, por exceso de sal no resultan tan deliciosas), después de visitar la románica iglesia de San Miguel, en la que, en orden de escaparate, se exhiben tiestos de tumbas no sólo con la grabación del título, sino también del oficio que desempeñaron los muertos en vida. Viajar hoy día sin cámara fotográfica es un poco como hacerlo a ciegas (la que llevan, pero resulta que está averiada). En Muros, capital de punta Louro compran una de esas de “usar y tirar”, y comienza la filmación lo que será, en verdad, el testimonio de una de las mejores experiencias de la pareja. Luego de doblar punta Louro, pronto cruzan Carnota con la playa más extensa y el hórreo más grandes de Galicia. ¡Oooh, o Pindo! Casas bonitas y pequeñas, como nidos grandes al socaire del monte del mismo nombre. Para él, recuerdos de vivencias trasnochadas, para ella, fabuloso paisaje inolvidable. De la mano cruzan la playa hasta donde las olas dejan su huella musical. Así, entre palabras dulces, risas de fiesta y alguna que otra caricia que, sin distraer la conducción, conjugan el amor con la belleza del paisaje que no cesa, continúan por Cee, industrial; Corcubión, señorial y, tras rebasar Fisterra, pescadora y enxebre, con su iglesia de San Roque al final, comienzan el ascenso por el cabo, a lo largo del cual, ambos en silencio, experimenta la sensación inevitable de ascender al cielo antes de morir. Con el escenario sin fin del mar, a la izquierda y la montaña, a la derecha, la carretera serpentea hasta llegar al fin del mundo medieval. Por fin: el Faro Fisterra situado en el extremo de un alto y escarpado acantilado, por el cual sólo las olas pueden subir y bajar, cuando el Atlántico se enfurece. A las personas solamente les ofrece la posibilidad de un suicidio o la fantasía mutante de un vuelo sobre el azul infinito. Falta mucho para que empiece el espectáculo del ocaso; entonces, ella, sin temor a que sus morenas y bien torneadas piernas se cansen (y no lo hacen), propone exploran los alrededores; él acepta siempre con el propósito de de descubrir algo nuevo y con un beso, que es el sabroso SÍ del amor. Y acepta porque, aunque sus piernas ya pasearon una buena parte del mundo, le encantan volver a donde 219
ya estuvo para experimenta nuevos descubrimientos. Después de subir con el auto hasta donde el camino lo permite y de recorrer paso a paso, senderos y barrancos, descubren algo que, siendo pequeño y estando allí desde que los océanos aprendieron a moldear la tierra (es la playa que está a la espalda del pueblo) para ambos es algo grandioso e inédito. El hallazgo lo ratifican con un emocionado abrazo. Cuando bajan al abruto acantilado donde se asienta el faro destinado a producir rayos en la noche y gritos en la niebla para orientar barcos, la pareja es sorprendida por un grupo de personas: mujeres, hombre y niños de diferentes procedencias. Hay británicos, franceses, chinos y, por supuesto españoles, etc. Como suricatos vigilando al enemigo desde cualquier roca, o como Dowats Netgrs adorando a Amón Ra desde de la hierva, esperan el momento culminante. Evidentemente, hablan idiomas distintos; ay, pero, aunque permanecen en silencio (sólo algunos se miran de vez en cuando) todos se entienden porque están –mejor dicho, estamos- unidos por el vínculo de la creencia y la hermosa metáfora del sentimiento. Permanecemos tan absortos que, por unos momentos, hasta olvidamos nuestra identidad. De pronto una nube negra e impostora, mancha
el horizonte impoluto, imponiendo un negro presagio: “El sol puede ser
violado”. A medida que la nube avanza, la duda aumenta hasta que la contingencia se hace hecho: el hecho irreversible de que la luz del astro rey deja de acariciar la tierra sin despedirse, o sea, el incomparable espectáculo del OCASO ha terminado antes de comenzar. Con la decepción pintada en sus rostros los espectadores internacionales se van retirando, mientras el manto gris cubre la tarde y las gaviotas regresan antes de tiempo. Ella y él son los últimos en retirarse, se niegan sin duda porque el amor es, en el cabo Fisterra, también la flor de la esperanza astronómica. El resto de la tarde y la noche, la pareja lo pasa en el hotel Finisterre del pueblo de Fisterra. Después de deambular un rato por sus calles y tomar el último café del día (para ella más que un café, es un hábito casi simbólico), en la habitación, con talante festivo, con risas y los arrumacos que no deben faltar en toda relación amorosa que se precie, dedican algún tiempo a jugar a la baraja. Juego en el cual, él, a pesar de poner en juego sus antiguas dotes de tahúr de taberna casera, pierde todas las partidas. No así algo más tarde, en la partida del amor y de los sueños en que ambos ganan. Sí, ganan porque todo lo viven en el cruce de los sentimientos, con la alegría de una orgía de pétalos movidos por la brisa del mar.
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En principio, el viaje debía de termina allí, aunque, la nube cruel hubiese estorbado el maravilloso acontecimiento del OCASO en el fin del mundo. Sin embargo, él recordando que, ella no conoce algunos lugares da Costa da Morte (principio del Cantábrico y el otro lado del ángulo formado por la rías Baixas y rías Altas), decide, con el placer de ella, continuar el periplo. Así, entran en Muxia, pueblo pesquero donde los haya y, en el año 2003 centro del chapapote derramado por el desatino del Prestisg. Antes de nada, se dirigen al santuario da Virxen da Barca: Bravura de aguas, iglesia estilo barroco, piedra de avalar y pedra dos cadridís. -Mira –empieza él en tono entre lúdico y escolástico-, aquí fue donde Santiago, el hijo Cebedeo, cansado, muy cansado, muy cansado de recorrer los caminos de la península, ejerciendo el oficio de pregonero del santo Evangelio, se sentó en esa piedra –le señaló una cualquiera cerca de las olas- absolutamente decidido a no continuar, porque el cansancio no lo permitía dar un paso más. Entonces, en medio de las grandes olas, se le apareció la virgen en una barca (por eso se llama la de la barca), y luego de rezar juntos e inyectarle las potencias necesarias, le ordenó: “Santiago, “ponte las pilas” (jajaja, se ríe ella) y sigue has de llegar al fin del mundo”, y Santiago, agachando la cabeza, reanudó la marcha, caminando, pasito a pasito, hasta el cabo Fisterra”. -Ya lo sabía –responde ella con teatral altanería. - No me digas… - Te digo. Pero todo eso es leyenda. -Ya lo sabía –repite él. Y terminan riéndose al unísono. Vuelven al pueblo para, antes de despedirse apreciar el crecimiento y modernización así como exploran las callejas y rincones, que, como la memoria es un corcel que no obedece a la brida, particularmente a él, le reviven historietas del corazón y, sobre todo, episodios de cuando desarrolló allí su antiguo oficio. Mirando de cuando en cuando, atrás, dejan Muxía para dirigirse a otro de los sitios más impresionantes y emblemáticos de Galicia, de España, tal vez, del mundo. Antes han de pasar por Ponto do Porto, rural e introvertido, a cuya entrada se levanta el palacio-mansión del que fue uno de los capos más importantes de la droga; por Camariñas, además de pescadora, escenario de palilleras y palillos para confeccionar los encajes que por finos y bien encajados, evocan los que adornaban las mesas de palacios luisianos y las enaguas de las reinas. Sin detenerse arriban al cabo Bilán, lugar para hacer realidad los sueños más fantásticos, sin no fuera por los molinos de viento 221
que, sin Quijote que los ataque, tanto producen energías renovables, como destrozan el paisaje. Sin dejar de ser conducido por ella (le gusta y lo hace de maravilla), el turismo, con las olas, casi, mordiéndole los neumáticos,
sube curveando igual que serpiente
hambrienta, hacia la cima de los acantilados, mientras sus ocupantes experimentan la sensación de hacerlo hacia la cima del mundo. Llegan a la explanada –primer peldañodel inmenso y primer acantilado (al segundo únicamente tienen acceso las gaviotas que vuelan, de un lado a otro, sobre el mar). Luego de aparcar el vehículo y contemplar todo las maravillas que sus ojos son capaces de contemplar: -Tenías razón, cariño –dice ella con voz en la que se nota el toque del amor y la del paisaje-: es algo maravilloso. Estoy tan impresionada que, casi, me olvido de tu nombre –y se ríe con aquella su tierna y pícara sonrisa. -¡Eh, eh! No fastidies. Eso es intolerable –estalla él simulando enfado. -Es una broma, tonto. -Ya lo sé… Y, espontáneamente, se dan un abrazo seguido de un beso que, por un momento, releva el placer generado por el paisaje. -Esto esto es para inmortalizar el amor
na Costa da Morte –dice él fingiendo
altisonancia. Después de las risas, continúan con la observación, pasando de un lado a otro de la explana de piedra labrada, desde cualquiera de los cuales, los ojos puede vivir el gozo de ver lo nunca visto, de lo inefable. En el último escalón del primer acantilado (el segundo sólo sirve para romper olas y que aniden las gaviotas) destaca el faro propiamente dicho, construido en piedra viva que recuerda un obelisco egipcio. El edificio principal tiene formas de palacio o de masía. La puerta principal está abierta y entran con cierta reserva, reserva que pronto desparece porque nada más rebasar el quicio, son recibidos por un joven que, después de los “buenos días”: -¿De dónde son ustedes? –pregunta con amabilidad de hombre bien educado. -Somos de Pontevedra, tierra de la piedra, y de Madrid –responde él recordando a los canteros de dicho provincia. -Bueno, aquí también hay piedra –dice con festiva ironía. -Desde luego. No hay más que verlo –asiente ella con su concesiva sonrisa. -¿Se puede subir al faro? –quiere saber él -Pues, no. Está cerrado. 222
-Antes se podía. Yo lo hice para documentar un trabajo literario. -No sé. Desde que yo estoy aquí, no se puede. Lo siento. Después de las palabras de entrevista, el hombre pasa a explicarles, utilizando láminas y máquinas ya en desuso, la evolución y desarrollo de los faros. La explicación es sumamente interesante, todo una lección tecnológica; pero más interesante y divertidas son la leyenda y la historia que, con el gracejo y el respeto –gracejo en la primera y respecto en la segunda-, cuenta de aquel faro en particular: “las gentes de por aquí hacía hogueras para atraer a los barcos y, luego de encallar o chocar contra las rocas, venía y se aprovechaban…, los desvalijaban –la pareja hace sus comentarios acordes con el contenido del cuento que les divierte mucho-. Claro que este como otros que se podrán contar son chistes; lo que es verdad es que aquí, en el año 1890 naufragó estrellándose contra estas rocas –se vuelve a medias para señalar lo nombrado- el acorazado-escuela inglés H.M.S Serpent. Murieron 172 marineros y sólo se salvaron 6. Había un enorme oleaje que, no solo empujó el barco hacia las rocas, sino que destrozaba todos los salvavidas y rompía las cuerdas lanzadas para salvarse. Eso fue el motivo de que se construyera este faro que empezó a funcionar en el año 1896. El que a esta costa se le llame la de la Muerte, se debe, sobre todo a la tragedia que os cuento. Bueno no sólo por eso, también sin saber por qué, es un misterio, se hunden muchos barcos”. -¡Madre mía, qué tragedia! –exclama la mujer, rompiendo el silencio producido después de escuchar al farero. Lógicamente, la narración de la catástrofe, entristece a la pareja; mejor dicho a ella, a él no tanto porque la conoce desde hace mucho tiempo, y ya se sabe, cuando las cosas dejan de ser novedad impresionan menos. -Oye, ¿y qué hicieron con los muertos? –intervine ella de nuevo. -Están en el cementerio de los ingleses. Está sólo a 4 ó 5 kilómetros. -¿Se puede ir en coche? Porque antes había que ir a pié –interpela él. -Pues, no. Aquí las cosas cambiaron mucho, gracias a Dios. Ahora se puede ir en coche hasta allí mismo. Con las correspondientes muestras de agradecimiento por parte de la pareja y con las últimas recomendaciones paisajísticas por parte del farero, salen y suben a visitar las ruinas del faro antiguo, desde cuya altura se puede disfrutar de maravillosas vistas, de cómo las olas luchan con los acantilados mientras las gaviotas graznan o planean el aire de la tarde.
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Igual que a casi todos los seres dedicados a crear en cualquier nivel, a él más que calificarlo de excelente, se le puede tachar de hombre raro. Dentro de esas “rarezas” está la de que, cuando algo le parece excesivo, por fantástico que se sea y más que le guste –como son todas las bellezas de la naturaleza-, particularmente, si ya las ha visto, le cansan, y algo de eso es lo que le esta sucediendo. Por lo mismo, cuando ella le propone, acariciando las mejillas masculinas con ambas manos: -Vamos a ese cementerio, amor. -Yo ya los he visto y estoy un poco cansado –contesta sentándose en una piedra, mirando al mar que brama a sus pies. -Cariño, vamos en coche y conduzco yo. Soy tu taxista –y se ríe con su carcajada de piano-. Anda: hazlo por mí que no lo he visto. -Por ti soy capaz de bajar al fondo de este Cantábrico y subir después al pico del Teide –asegura incorporándose. (Menciona el Teide, porque habiendo residido en Las Cañadas, es para ella el monte preferido). Se ponen en marcha, aunque sea por un camino sin asfaltar, con la pasión renovada como bandera de viaje. Despacio para que sus ojos puedan seguir contemplado, y la memoria grabando playas salvajes como leones enfurecidos; peñascales que adoptan formas de monumentos megalíticos y otras figuras míticas no menos impactante; cristalinas ensenadas propias para ocultar el cambalache de los peces y el secreto de las olas. Par fin, el cementerio: una superficie amurallada de forma cuadrangular, y en su centro otro cuadrado donde, para que la jerarquías y las diferencias persistan hasta después de muertos, “descansan” el capitán y sus oficiales. Nadie que no conozca esta impactante historia, puede sospechar siquiera la existencia allí de cementerio humano (sí sabiéndola, porque la memoria, asociada con la fantasía, es capaz de crear mundos imaginarios). En aquel trozo de tierra no parece residir la muerte, pues no existe ninguna sepultura, nicho, lápida ni ningún otro referente revelador de ningún enterramiento; más bien al contrario: es la vida la que se deja ver en forma de hierva, junco y algún tojo, insectos y algún pájaro que otro. Al volver por el mismo itinerario de figuras grandilocuentes, ella detiene el auto frente a la playa más brava. -¡Venga, nos bañamos! –exclama con ese tono infantil que embellece su voz, y como confirmación a lo que ya había comentado.
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-Me encantaría; pero, ya sabes que no puedo –respondo él levantando su brazo escayolado. -Pues yo no me lo pierdo –y, apeándose del vehículo, se despoja del vestido, dejando que el bikini marque la perfecta pirámide de sus tetas. Con risas de júbilo y aspavientos, se dirige al mar, cruzando la playa en cuya blanca arena se hunden sus pies descalzos. -Amor, ten mucho cuidado. Las olas son muy grandes y hay muchísima resaca –grita el hombre. A pesar de la recomendación, la mujer se mete en el agua, no con traza de nadadora que es en buena parte, sino como si fuera a tomar asiento. En cuclillas aguanta la envestida de la primera ola y fuerte corriente hacia dentro. Ay, pero la segunda la tira y la revuelca como a un fardo, primero hacia fuera y luego hacia dentro. Se incorpora algo asustada, mas, pasados los segundos de mareo, vuelve a tierra tocando palmas de alegría. -Mi amor, ha sido una estupendo, una gozada: inolvidable, alucinante. Lo que pasa es que hay mucha resaca –comenta mientras se cambia el bikini por otras ropas. -Ya te lo dije, cielo. Pero eso para un buen nadador… -Cómo tú, ¿no? –le interrumpe ella con ironía. -No representa ningún peligro. La resaca te mete y las olas te sacan. Si sabes aprovecharlo: es como un juego de delfines. Reanudan la marcha y, por un buen rato, no dejan de hablar, con ciertas divergencias (pero sin abandonar el placer y lazo que les aprieta más cada paso), sobre el mismo tema. Al llegar de nuevo a la proximidad del faro: -Por favor, para ahí –pide él y sale corriendo monte abajo, hasta llegar a la punta del acantilado más espantoso. “¿Qué clase de aventura habrá corrido ahí? Seguro que alguna de sus amorosas”, piensa ella mientras lo ve volver monte arriba. -Cariño, ¿a qué has ido? -Nada: ya no está, ha desaparecido –dice por toda contestación, con una sonrisa oscura. La comida está calculado (“todo lo calculas, le dice ella”) para Laxe y allí se dirigen sin parar en Camariñas. Después de algunos problemas debidos a los desvíos de la ruta, llegan a Laxe: extensa, blanca y adunada playa que, por su trazado evoca la luna en cuarto creciente. Después de saborear la tortilla española y el pulpo a la gallega, de 225
admirar, a media distancia, el pueblo cuyas casas bordean la playa, y de reposar con besos entre la dunas, regresan al punto de partida, pasando por Bimianzo; Santa Comba, Valle del Dubra, profundo y puente romano; por el inevitable Santiago de Compostela; Padrón, romana Iria Flavia (a donde llegaron los restos de Santiago en una barca de piedra, tierra de pimientos y recuerdos de Rosalía de Castro con y su “A orillas del Sar”. Cuando el felicidad ocupa mucho espacio en nuestra existencia, el tiempo parece pasar muy de prisa y minimizarse al punto de, casi, no haber existido. Sin embargo, para ella y para él, sin duda, porque el tiempo está presidido por el amor en ascenso, al llegar a casa ambos tienen la grata sensación de haber pasado juntos una vida y de recorrer, juntos el mundo entero.
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Elena Marqués Núñez
EL GAUCHO
Cuando Sebastián de la Calle apareció por la carretera de Cerceda, el pelo revuelto y largo y las botas ruinosas, nadie sospechaba que pretendía quedarse para siempre. Solo traía de equipaje una mochila acribillada de banderas de países remotos, de los que muy pocos habían oído hablar, y un poncho a franjas que lo cubría por completo a pesar del calor de los crepúsculos. Parecía resignado en su terca y prolongada racha de mala suerte. Cada mañana Sebastián aparcaba junto a la Casa Grande, se apeaba de la moto con alforjas, entraba en la tasca, pedía un café con picatostes, charlaba un rato sobre el color de las nubes y las flores de Matarrubia y luego, sin permiso, se sumía en sus propios pensamientos. Los primeros días aquel desacostumbrado proceder provocaba un silencio incómodo, y algunos lo tildaron de maleducado y estrambótico; pero, al cabo, los parroquianos, que gustaban más de hablar que de escuchar, le vieron sus ventajas. Cuando el extranjero daba por concluidas sus reflexiones, se miraban, se encogían de hombros y volvían a sus palabras de siempre. Algunos pensaban que Sebastián de la Calle huía de la justicia. Sebastián conocía El Cuchillar y Peñaliendre como la palma de su mano, jugueteaba sin espanto con las culebras coronelas y distinguía a la perfección el vuelo de la cogujada y el vencejo y el incómodo olor de cada anfibio. Era además experto en
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brebajes curativos, lo que le valió una clientela fija de viejos con achaques y el odio intempestivo del farmacéutico y del insigne don Bernardo Gasque, que hasta entonces se había erigido como eminencia médica. Las mañanas en que amanecía bueno, después del desayuno y el cigarro, recorría los alrededores de Moralzarzal y se daba a la recolección de hierbas y frutillos con exquisito esmero. Con un saquito de esparto colgado del cuello, buscaba tártago para las verrugas, gordolobo para las afecciones bronquiales, equisetos para la hidropesía, crocus para el dolor de muelas. Sebastián de la Calle fue pronto bautizado con el sobrenombre de el Gaucho, único que a la sazón le cuadraba. Fue entonces cuando empezó a surgirle un acento que hasta entonces nadie había apreciado en él, y, sentado en un banco de La Tejera, contaba sus andanzas de matrero y sus conocimientos del ganado pampeano, que, en principio, en nada se diferenciaba del de la sierra de Madrid. Algunos, más leídos y avezados, empezaron a pillarlo en mil contradicciones; pero él se defendía con soltura e invitaba al osado oponente a improvisar una payada a palo seco, en lo que siempre, mal que bien, había de jugar con ventaja. También se vio el hombre en la necesidad de aficionarse al mate, y buscó una calabacita adecuada a sus cocimientos y la coronó con un hermoso borde de estaño labrado a conciencia, más al modo cordobés de acá que del de allá, y pidió al tendero le trajera expresamente las hierbas amargas con que sestear a la puerta de su casa, el poncho y el sombrero caído sobre los ojos espesos y un corro de curiosos atento a sus mentiras. Así pasaron los meses, se sucedieron las estaciones, sopló el viento del suroeste arrastrando las lluvias y se encaramó el pérfido sol del verano, y Sebastián de la Calle se convirtió en uno más, al que todos defendían como algo propio y tan encantadoramente pintoresco que no entendían cómo habían sobrevivido sin él durante tan largos e insípidos años. El Gaucho era invitado a todas las tertulias, se aficionó a los toros e incluso improvisó algunos capotazos en capeas y saraos, donde su presencia era exigida sin excusa. Hasta los héroes antiguos empezaron a caer en el olvido, pues en nada eran comparables sus hazañas a las de aquel advenedizo; nada tenían de encanto personajes tan castizos y tan poco cultivados en la aventura como don Carlos Ovejero o don Demetrio. Ni Frascuelo daba la talla. Así pues, fue toda una catástrofe cuando, una tarde de junio, rompiendo la costumbre, Sebastián de la Calle no asomó a la puerta asido a su porongo: Se había esfumado como el jinete de Carro Quemado con que cautivara a sus oyentes en los últimos tiempos. 228
El verano fue especialmente tórrido y desalentador. Los parroquianos de la tasca esperaban infructuosamente la llegada del Gaucho con su poncho rayado y las botas ruinosas y su eterna conversación sobre el color de las nubes y las flores de Matarrubia. Hacia las doce, cuando ya el calor pesaba sobre las calles y echaban de menos la sombra del ombú y el solitario caldén, la reunión se dispersaba. El malhumor, que durante décadas achacaban al aburrimiento propio del estío, tenía ahora claramente su motivo en la huida inopinada de Sebastián de la Calle, de la que todos se sentían culpables. «Quizás lo hayamos aburrido con nuestras chanzas y nuestra mansedumbre. ¿Qué puede encontrar un hombre como él en un pueblo de mala muerte?». Nadie lo culpaba. Demasiado tiempo había durado entre sus filas. Pasaron dos meses y, del mismo modo que se había vuelto imprescindible, Sebastián fue barrido de la memoria colectiva, así de ingrata llega a ser el alma humana en lo que se refiere a los afectos. Quizás no fuera más que instinto de supervivencia, un deseo inconsciente de desechar los desplantes, a los que nadie quiere acostumbrarse por orgullo. Los habitantes de Moralzarzal, convencidos de que se iniciaba una nueva era tras el paréntesis marcado por el Gaucho, prosiguieron con sus asuntos por exigencias de la historia. Unos marcharon a las canteras de gabarro, otros se demoraron en la dehesa, las mujeres bajaron a lavar al Juncarejo, los viejos se sentaron a la puerta a la espera de una muerte benefactora. Una mañana, cuando el cabildo discutía sobre las fiestas patronales de septiembre, apareció por la carretera de Cerceda Sebastián de la Calle, el pelo revuelto y largo y las botas ruinosas. Aparcó junto a la Casa Grande, se apeó de la moto con alforjas, entró en la tasca, pidió un café con picatostes e inició su conversación sobre el color de las nubes y las flores de Matarrubia como si no hubiera faltado a la cita ni un solo día. Aunque el pueblo hubiera deseado un reencuentro más afectuoso, aunque algunos sintieran la inclinación de abrazarlo y zarandearlo para comprobar su posible irrealidad, todos decidieron seguir sus normas de conducta y actuar como si nada, tal debía ser la costumbre en las llanuras donde el hombre había venido al mundo, que de eso se culpaba una gran mayoría, de ser pegajosos y zalameros, imprudentes e indiscretos, y que de tales entrometimientos el hombre había salido algo espantado. Algunos, en su fuero interno, a pesar de las homilías dominicales invitando al perdón y a aceptar con paciencia los defectos del prójimo y a cumplir a la perfección con las obras de misericordia como buenos cristianos, habían alimentado algo muy parecido al rencor. De hecho, aquellos que alguna vez osaron contradecirlo en sus veleidades con 229
timidez reverencial se propusieron no dejarle pasar ni una. «Mal pago nos ha dado. Podrá acaso quejarse de nuestra hospitalidad», pues no querían aceptar esa diferencia de criterio vital. Sin embargo, para que aquello no volviera a producirse, para que el Gaucho siguiera contando sus batallas y sus historias de fantasmas, para que continuara con sus cocimientos de mate y sus brebajes curativos, buscaron la manera más correcta de incorporar algunos cambios en los encierros y novilladas de aquel año de modo que Sebastián de la Calle se sintiera como en casa. Así que, después de discutirlo durante horas, y pese a la oposición de los puristas, un comité de voluntarios acompañó al Alcalde hasta la casa de Sebastián de la Calle a hacerle una descabellada invitación rumiando las posibles objeciones y respuestas. El Gaucho dormitaba plácidamente sentado a la puerta, en una silla baja de enea, el sombrero calado y el poncho rayado sobre sus escuálidos hombros. Una columnilla de humo ascendía desde el pucho entre sus labios resecos. «Venimos a hacerte una proposición que no podrás rechazar». Y así lo convencieron de cómo encajarían perfectamente su exhibición a caballo y el baile de boleadoras entre el resto de festejos, y que muchos chicos había en el pueblo que con placer se sumarían a ayudarlo, y que el número formaría parte en adelante del folclore local, pues, al quedarse el Gaucho entre ellos, hermanadas habían de quedar para siempre la dehesa de Guadarrama y las praderas extensas de la Pampa, los cortijos españoles y las estancias criollas. Sebastián los miró con sus ojos de matrero y les contestó «todo se andará», y les dio la espalda un instante para ofrecerles yerba que beber y fumar, pues por un momento había temido que aquella comitiva tenía otra intención muy distinta, y que al fin venían a darle de palos por sus reiteradas mentiras y sus engaños herbales. Consciente el hombre de que el pastel podía descubrirse en cualquier momento y que había sido una imprudencia marcharse sin aviso levantando mil sospechas, cambió de actitud y a todo dijo que sí. Agasajó a la comitiva con alfajores y cuchuflíes recién hechos, les preparó la mejor yerba mate de su historia, rebuscó un licor de hesperidina con que cerrar el trato, y tales fueron las alabanzas recibidas por el improvisado ágape que Sebastián, sobre la marcha, organizó un negocio de manjares y licores con que ganarse la vida, y el alcalde, por asegurarse su permanencia, le ofreció un local en la plaza donde desarrollar la profesión, y a Sebastián de la Calle le atacó la fingida nostalgia de enderezar una pulpería con todos sus avíos, incluidos los boliches y la riña
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de gallos, para lo cual comprometió a un utrerano que había conocido en sus lances y este le envió sus buenos ejemplares con que dedicarse a la crianza. Poco a poco Sebastián de la Calle se asentó como Dios manda. Por su cabeza de pelo revuelto y largo no se pasaba la idea de marchar de nuevo si no se presentaba lo que los juristas llaman «una causa de fuerza mayor». Aun así, su mochila acribillada de banderas de países remotos, de los que muy pocos habían oído hablar, permanecía preparada junto a la puerta. Durante semanas se vio envuelto en el aderezo del local, que, aunque oscuro, tenía su encanto, y todos se volcaron con un ímpetu desmedido en que nada le faltara. Bastaba que el hombre se mostrara pensativo para que intentaran averiguar cuáles eran sus necesidades; que torciera el gesto para que se apresuraran a ofrecerle una solución factible a sus deseos, aun mucho antes de formularlos. «Todos a una, como en Fuenteovejuna» se convirtió en el lema de aquel pueblo que no quería perder a quien tanto los había unido en un destino común, a quien los había hecho viajar y soñar hacia países remotos y llenos de leyendas. Las mujeres tejieron para él los manteles a cuadros, le prestaron bandejas y platos, rebuscaron en sus ajuares para entregarle con solemnidad jarras y copas de cristal opaco donde servir el pulque; los hombres ofrecieron sus brazos «para lo que usté guste mandar», y convencieron al boticario de que le procurara un alambique donde destilar sus mejunjes, pues, hechos los cálculos, era costosa la importación del Cono Sur de todo aquello que convenía al local, así que bien podían aviarse con los productos nacionales. A falta de maguey, Sebastián de la Calle se enfrascó en elaborar un aguamiel acre con hojas de aloe, tamales con masa de trigo, y sustituyó alegremente el locro santiagueño por una fabada adulterada que compraba en grandes botes. Cuando ya tenía los productos perfectamente etiquetados, barrió el patio, corrió el toldo, plantó un enorme cactus para crear ambiente, encaló los muros, distribuyó mesas y bancos corridos, colgó los estantes y quinqués, compró bidones de queroseno y se sentó a la puerta a elaborar tapices y abalorios con que engalanar las paredes. El día de la inauguración corrió la cerveza y se bailó el tango. La música del bandoneón en boca del viejo gramófono traído expresamente de Madrid los sumió en una extraña melancolía, y acabaron llorando a moco tendido con la sensación de que, en el fondo, no debía ser la Pampa como Sebastián de la Calle les había hecho creer, sino mucho más triste y desabrida. La voz de Gardel, pastosa y cálida; aquellas palabras que nunca habían de entender a pesar de las traducciones falsas; aquellas sentencias de 231
comadres y el aleteo de puñales, los devolvieron a sus casas con el alma arrebatada y los ojos húmedos. Sebastián de la Calle, a pesar de las muestras de afecto, no las tenía todas consigo. El fingimiento perpetuo a que se veía abocado no solo le resultaba incómodo, sino agotador. Cada mañana, delante del espejo, ensayaba cómo rehilar de modo convincente; leía en voz alta la forma correcta de pronunciar los verbos, que colgados tenía de la puerta de la despensa; cantaba en la ducha tangos y milongas, y abrillantaba sus boleadoras con un producto específico que le dejaba mal olor en las manos y un agujero en el alma. Con la excusa de su negocio, empezó poco a poco a descuidar sus desayunos en la tasca, a dormitar de puertas adentro, a viajar a la capital en busca de nuevos productos con que seguir el embeleco. Sí le ayudó, y mucho, la cuestión de la gallera, que competía en interés con las tradicionales corridas de toros del lugar. Sebastián de la Calle mantenía a sus plumíferos siempre limpios en el corral, con su buena separación para que no hubiera riesgo de contagios, «que, como sabés, estos bichos transmiten el moquillo y la pepita». Y peroraba tan sentenciosamente sobre las plagas de las gallináceas que nadie se atrevía a contradecirlo. Una multitud de chicuelos se agolpaba a presenciar el entrenamiento, pues a ellos les estaría vedado el espectáculo por ser harto violento y desarrollarse siempre a horas intempestivas. En el adiestramiento el Gaucho aleccionaba a los muchachos sobre el vario plumaje de la golilla de las aves, sobre las claras diferencias entre un overol y un barbucho; les pedía lo ayudaran a alimentarlas con trigo candeal y pizingallo blanco, a medirlas, pesarlas y sopesarlas, y lo hacía en libras para ganar en verosimilitud y respeto. Luego les ordenaba se alejaran un poco, y, con gestos aprendidos de prestidigitador, procedía al vareo para fortalecerles patas y alas, y las hacía saltar en el voladero y las manteaba con la misma finalidad. A veces Sebastián de la Calle dejaba a los muchachos participar en la reparación de los despicados. Y, por supuesto, a ellos le fue concedido el privilegio de poner nombre a cada bicho, si bien en tal tarea seguían, como en todo, las recomendaciones del entendido en la materia, que les hablaba de los apodos más frecuentes, y así fue coleccionando Capitanes y Generales y otros cargos de mucha estrella y galón. Una tarde de mayo, cuando aún no los asaltaba el calor pero se barruntaba tormenta, Sebastián de la Calle adoctrinaba a algunos jóvenes a la puerta de la casa sobre don Segundo Sombra, a quien, afirmaba, había conocido en persona por 232
mediación de un estanciero amigo suyo del pago de San Antonio. Les hablaba de su condición de resero, de su aureola de misterio, de su extraña amistad con el sargento Cruz, y, como si las palabras, que en él sonaban mágicas, fueran en verdad capaces de convocar a sus referentes, por el ala del chambergo vio aparecer a la autoridad en forma de pareja de la Guardia Civil. Por fin se había presentado, en el momento más inoportuno, cuando mejor le funcionaba la pulpería y hablaba con fluidez su lunfardo inventado, lo que los juristas llaman «causa de fuerza mayor». Desde la puerta, sobre la silla de enea, el poncho y las botas raídas y el pucho colgando, observaba con sus ojos negros el deambular de la pareja, que seguro que andaría buscándolo, que ya mucho se había arriesgado en sus viajes a la busca de nuevos productos con que embaucar a la clientela. Oliendo el peligro, con la excusa de rellenar el porongo, Sebastián de la Calle se adentró en la casa, tomó la mochila de las banderas y salió por la ventana de atrás abriéndose paso entre las jaulas de los gallos alineadas en el reñidero. Los días siguientes a la huida, ya aclarada su verdadera identidad, nadie se atrevía a pronunciar el nombre del traidor. Incluso el alcalde, por indicación de quienes más habían bailado a su son, se vio en la obligación de lanzar un edicto en favor del olvido. Su nombre, por lo demás, según averiguaron, no era ni por asomo Sebastián de la Calle, sino el más vulgar y malsonante Ramiro Romero, que ya, después de pronunciarlo, pensaron que era un justificante de su malograda vida. La Guardia Civil interrogó al pueblo al completo, contrastó opiniones, y vio que Sebastián de la Calle, en adelante Ramiro Romero, era defendido por todos con uñas y dientes. «Es un hombre intachable», decían unos; «trabajador como pocos», afirmaban otros. Solo cuando entre todos los miembros presentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad les mostraron la lista de delitos de aquel andaluz a quien bautizaron por capricho como gaucho matrero, a quien creían audaz jinete de la Pampa a pesar de que, si bien pensaban, jamás lo vieron encabalgarse en nada que no fuera su moto con alforjas para acudir a la tasca; solo cuando supieron a ciencia cierta que aquel que tomaba mate y fabricaba pulque y arrastraba la ye con dulzura era un prófugo de Córdoba aficionado al teatro, el pueblo entero de Moralzarzal se convenció de que, como vulgarmente se dice, se la habían dado con queso. Estupefactos ante la noticia, atónitos por el engaño, pasmados por el tremendo ridículo, fascinados por no haber caído en la cuenta de que las actuaciones del Gaucho nunca fueron todo lo perfectas que las circunstancias hubieran requerido, boquiabiertos, 233
en fin, por haber convertido a Sebastián, un vulgar vagabundo, en toda una leyenda, emplearon el mismo empeño utilizado antes en encumbrarlo en borrar ahora su infausta memoria, así que los gallos, tras una última riña inclemente sin machos ni espolones, sirvieron para el caldo de los vecinos más próximos, que no solo asolaron el patio de los rodeos, sino que invadieron la casa con tal furia que poco provecho podría sacarse en adelante de ella. La pulpería siguió su curso, reconvertida en tienda de ultramarinos, y, una vez consumidos locros y panqueques, cambiaron los manteles a cuadros por hules de la tierra. Todavía alguno, que quería llevarse el gato al agua, desvencijó los muebles del matrero que quedaron tras la batida, seguro de que aún encontraría en ellos algo de plata de su tierra natal. Así pasaron los meses, se sucedieron las estaciones, sopló el viento del suroeste arrastrando las lluvias y se encaramó el pérfido sol del verano, y el cabildo se reunió para las fiestas del Rosario y por un momento alguno echó de menos la exhibición de Sebastián de la Calle justo después del encierro, pues, a pesar de las ordenanzas municipales impeliendo a borrar de la memoria al gaucho de marras, solo cuando una nevada intempestiva y benéfica cayó sobre Moralzarzal y cubrió con extraño manto los tejados y aceras, y vagaron anónimos entre la blancura como Segundo Sombra o su fantasma, solo entonces se dio por concluido el segundo ciclo de la denominada por un tiempo «Era del Gaucho», de la que, al parecer, ningún rastro queda en los anales. Así de ingrata llega a ser el alma humana en lo que se refiere a los afectos.
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Federico Fayerman
EL VESTÍBULO DEL INFIERNO
La vida de Samael J.Sheridan podía dividirse fácilmente en antes y después de su traslado a Diablo, ciudad al este del país, rica en leyendas y cuna de los mejores escritores de cuentos de terror, todo ellos misteriosamente desaparecidos cuando la vida más les sonreía. Samael J. Sheridan también era escritor, aunque el género que cultivaba no tenía mucho que ver con el miedo. Escribía teatro y guiones de cine, casi siempre comedias, que apenas le daba para sobrevivir. Por eso, cuando recibió la oferta de escribir un guión para una importante productora cinematográfica, ni siquiera sopesó que el encargo le obligaría a trasladarse a Diablo. Y con ello la necesidad de dejar su pequeño y económico apartamento en la capital para tener que buscar una habitación barata, cerca de la sede de United Films. El contrato ofertado era por tres años, así que cedió su apartamento a un amigo y subió al tren. El equipaje se limitaba al ordenador portátil y a una pequeña maleta, donde guardaba celosamente su obra literaria y el cepillo de dientes. Casi toda la ropa que tenía, la llevaba puesta. En la madrugada del día siguiente, Diablo se presentó a través de la empañada ventanilla del vagón de tercera clase. La ciudad se encontraba sumergida en una niebla
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cerrada, que no se desvaneció hasta el mediodía. Una urbe de casas viejas y apiñadas, que apenas dejaba vislumbrar un cielo de sucio chocolate, que amenazaba teñir con su lluvia las callejuelas estrechas del barrio antiguo, al que llamaban Olbaid. Según la información que había conseguido en Internet databa del siglo X. Samael J. Sheridan era un hombre corpulento. Más de cien kilos repartidos en un cuerpo de un metro ochenta sin contar los altos tacones de sus botas y el sombrero vaquero que lucía siempre. Samael iba a cumplir cuarenta años ese mismo mes, pero hacía mucho tiempo que no celebraba los aniversarios. Desde la muerte de su mujer, vivir se había convertido en algo secundario. Quizás el cambio de ciudad le ayudaría a devolverla a un primer plano y a olvidar el pasado. Después de firmar el contrato en las oficinas de United Films, Samael dedicó el día en buscar alojamiento en Olbaid. Almorzó en un pequeño restaurante de la calle Natas donde trabó amistad con un hombre que comía en la mesa contigua, de aspecto sombrío, bajo, cargado de hombros y con unos ojos que parecían traspasarle cuando los fijaba en los suyos. –Conozco un piso que se alquila cerca de aquí, --le dijo el hombre al enterarse de que buscaba un lugar para vivir. –No puedo permitirme un piso, –contestó Samael. –Con una habitación me conformo. –El piso es de un vecino y amigo que se ha ido a vivir al extranjero y lo alquila por un precio muy bajo, a cambio de que el inquilino lo cuide y se haga cargo de las plantas y de su perro, –respondió el hombre. Aquella misma tarde los dos visitaron el piso. Era un sótano, con un único dormitorio con una cama con dosel, cocina moderna, cuarto de baño y un salón muy grande con tres ambientes diferenciados. También contaba con un despacho/biblioteca de muebles antiguos y muy bien conservados. Sobre un velador de tres patas florecían unas Faccaceas. Eran las únicas plantas en toda la casa. Toda ella respiraba lujo y Samael J.Sheridan la ocupó encantado. Al día siguiente llegó Cerbero. Cerbero era un Gran Danés negro. Sentado alcanzaba más de un metro de altura. En su enorme cabeza destacaban dos orejas puntiagudas y unos ojos brillantes que parecían moverse y flotar solos por la noche en la oscuridad del dormitorio. Samael se acostumbró enseguida a Cerbero y cuando salían a la calle a dar los paseos obligatorios, la gente se apartaba, tal era el respeto que levantaba a su paso. Comía siempre en el restaurante de la calle Natas y Cerbero recibía su ración en la cocina. 236
Una mañana de domingo el hombre del restaurante visitó a Samael y le propuso utilizar el piso para hacer una fiesta con gente guapa entre los que se encontraba la actriz más famosa y bella del momento: Lucía Labelle. Samael aceptó de inmediato y a petición del hombre del restaurante compró velas, comida abundante y diez cajas de botellas de güisqui. Llenó el congelador de hielo y abandonó el piso durante todo el sábado, como le habían pedido. El domingo amaneció frío. Tampoco había nubes en el cielo. Su habitual color chocolate se había convertido en rojo sangre. El viento arqueaba los árboles y los desnudaba de hojas y frutos, y su ulular espantaba a los escasos viandantes que habían osado salir ese día. Poco a poco fueron llegando los invitados al piso de Samael, colocándose alrededor de un círculo de velas encendidas que rodeaban una gran losa de mármol negro en el suelo del salón. Durante varias horas los invitados comieron y bebieron abundantemente, conversando y riendo sin parar, hasta que a las doce de la noche la luz eléctrica se cortó y únicamente permaneció la luz de las velas y las sombras estiradas que estas proyectaban sobre las paredes. Alguien gritó y otros rieron nerviosamente, pero todos dejaron de bailar y beber, fijando la mirada en la losa negra que empezaba a moverse, descubriendo una escalera de piedra tenuemente iluminada. Entonces surgió del interior un hombre vestido de blanco y Samael creyó reconocer al hombre del restaurante. Ahora era alto, delgado y su rostro era extraordinariamente bello. Conservaba los mismos ojos penetrantes y en la boca se le dibujaba una sonrisa de satisfacción. A su lado se situó Cerbero, sentado en actitud sumisa. –Mi nombre es Satán, –dijo el aparecido. –Yo los he invitado a mi fiesta. Levantó el brazo derecho y el cuerpo de Cerbero empezó a crecer hasta convertirse en una bestia enorme. El animal saltó entonces sobre los invitados golpeando, mordiendo y destrozando todo lo que se ponía a su alcance, hasta que solo sobrevivieron ocho o diez personas, entre las que se encontraban Lucía Labelle y Samael. Satán señaló a los que aún permanecían con vida y les dijo: – ¿Quieren seguirme, por favor? Continuaremos la celebración abajo. Cerbero empujó a Samael hasta el pasillo de la casa y desde allí pudo advertir cómo el salón empezaba a hundirse y lo vio descender hacia las entrañas de la tierra. Después todo quedó en silencio.
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En el interior del piso solo permanecieron Samael, Cerbero, que había recobrado su aspecto original y un olor a azufre que duró dos días, justo el tiempo que tardó la policía en visitarlo preguntando por algunos de los desaparecidos. Cada seis meses Samael preparaba la fiesta para su vecino Satán, siempre con gente guapa, Y también, cada seis meses Samael presentaba un guión nuevo a United films con el que obtenía una fortuna, convirtiéndose en el guionista de moda y en el hombre más solicitado por las mujeres de Diablo. La novela El vestíbulo del infierno donde narraba bajo seudónimo una historia de fiestas y encuentros con Satán, podría haber sido sin duda su mayor éxito pero, como ya había ocurrido años antes con otros escritores de fama, no tuvo ocasión de publicarla. Y así, Samael J.Sheridan entró a formar parte del selecto colectivo de escritores misteriosamente desaparecidos, cuando la vida más les sonreía. Varios meses después, el escritor y guionista Simón L. Mark recibió una oferta de United Films imposible de rechazar. Tendría que mudarse con su mujer desde San Diego a Diablo, pero merecía la pena. Además, la casa les saldría gratis.
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Enrique Jaramillo Levi
LA ÚLTIMA NOCHE
La tarde se fue desplazando con la lenta monotonía de otros tiempos, cuando la capacidad de apreciación y análisis de aquel hombre aún yacían adormecidos por la ignorancia propia de un ser raigalmente sencillo. Pero ahora fue capaz de entender a fondo, acaso por primera vez, que desde hacía muchísimos años vivía en un sitio privilegiado por Dios o por la simple naturaleza, y que el paso de una hora a otra más avanzada guardaba similitud con el reflejo de un estado de ánimo infinito que se movía de la vehemencia diurna a la monotonía de un anochecer inminente. Porque cuando llega finalmente la noche, como cuando arriba la madurez y más tarde los años de una edad más avanzada, la percepción de las cosas se unta de esa misma falta de luz que pernea ahora las últimas horas de la tarde, impidiéndole captar en todo su esplendor las últimas minucias del día, sus implicaciones, las posibles consecuencias. En la distancia, el sol se ponía con cierta majestuosidad untuosa tras las montañas, y sin duda ese era un espectáculo hermoso, digno de sus años, digno sin duda de cualquier edad. Ya no distinguía bien la forma de los árboles que poblaban el jardín, ésos que él mismo, de niño, había sembrado a instancias de su padre en épocas ya remotas y siempre memorables. Tampoco podía ya distinguir, por más que mirara fijamente y
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esforzándose, la calidad de la roja tierra suelta de los nuevos sembradíos que junto a su nieto había dispuesto en días anteriores. Sin duda la deficiencias de su vista cansada tenían mucho que ver con el fenómeno, que apenas meses atrás no había percibido, pero tenía la impresión de que también era cierto que ahora oscurecía más temprano a pesar de que el invierno seguía vigente en la región, pese a que no era propio de la época que algo así ocurriera. Y al principio sintió un inédito temor recorriéndole de forma descomedida la piel, yéndosele así hacia adentro, llegando poco a poco sin anunciarse hasta la médula de sus huesos. Se había distraído un segundo, y cuando volvió a mirar en lontananza ya no había montañas lejanas perfilándose, ni más cerca de él árboles parcialmente sembrados por sus manos e ilusiones, pero ya para entonces se sentía en paz con el mundo y consigo mismo. Ahora las luciérnagas revolotean cerca sin demasiada cautela, se escucha el sonido enmarañado de los grillos en alguna parte, y hay un momento en que la mente, titilando con indeseada timidez en su vacío ámbito, se le queda en blanco anunciando una etapa inédita en su ya larga existencia, una franja deshabitada de recuerdos a la que, sin reconocerlo abiertamente, había temido toda su vida. Entonces viene el sueño, y en su suave madeja se aposentan los viejos fantasmas familiares invitándolo sin mayor protocolo a compartir su compañía. Hilario Andrés Araujo ya no ve cómo la oscuridad de la última noche lo rodea suave pero decididamente, apropiándose por completo pero sin prisa de cada cosa conocida a su alrededor, borrando sus contornos, respetando no obstante ese sagrado espacio propio en el portal de su casa iluminado por el débil foco que pende del techo de adobe, ese sitio de infinita quietud donde hasta hace un instante se columpiaba en la vieja mecedora entrañable de mimbre fabricada por sus manos, pero desde luego ni remotamente tan vieja como él.
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Silvia Carpena Sáez
ESTÁN AHÍ. NOS VIGILAN Hacía tan sólo tres meses que Alberto había optado por llevar una doble vida. Los comienzos fueron duros y hasta llegó a plantearse abandonar sin ni tan siquiera haber saboreado los agridulces momentos que le deparaba la luz del día. No obstante, decidió seguir con ella hasta el final. Ese día, mientras veía su imagen reflejada en un trozo de cristal, se descubrió a sí mismo tarareando una escatológica canción. Sonrió. Esas melodías siempre le daban fuerzas. Cogió su maletín y emprendió el camino hacia su trabajo. Pensó en lo bien que llevaba su doble vida y no pudo evitar que se le arrebolaran las mejillas. Se sentía orgulloso. Cuando estaba a punto de cruzar la verja que separaba la calle de su clínica, algo le salpicó violentamente. Se miró de arriba a abajo y se vio cubierto de sangre. Giró la cabeza y reparó en el accidente. Un coche se había saltado el semáforo y había atropellado a un peatón. Lanzó un rugido de satisfacción. Le gustaba ver cómo, cada vez con más frecuencia, el mal se instalaba en la, hasta entonces, apacible vida de los humanos. Sonrió a la vez que avanzaba hacia su destino. Antes de cruzar la puerta, se recolocó la máscara de piel falsa sobre su cara de monstruo y sacó su carnet de cirujano. Acercó el carnet a la tira magnética de la puerta y entró.
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Francisco Javier Guerrero Cano
OTRO HOMBRE Llovía. A sus pies, el cuerpo inerte de uno de los asesinos. Porque había más. Otro. Él seguía esperando. A oscuras. Solo sus cigarrillos iluminaban momentáneamente la estancia con cada calada. A veces, miraba por la ventana. La niebla era espesísima y la luna brillaba como nunca. Casi parecía un paisaje nevado. Pero era niebla. Y llovía. Cada vez con más fuerza. Sería medianoche cuando se despojó de su gabardina. La colgó en la percha de la entrada, junto a su sombrero. Y se sentó. De nuevo. Y llovía. Aún. Y pasaron las horas. Estáticas. Sacó su último cigarro y lo encendió. Dio una calada profunda y vio detrás del cristal la figura de un hombre debajo de un paraguas. Era el otro. Agarró la pistola que había dejado a su derecha en el sofá, y disparó. Enseguida salió a la calle y lo buscó un buen rato, pero fue inútil. Solo encontró algunas huellas casi borradas por la lluvia. Le dio una vuelta más a la casa y regresó. Sobre el suelo solo quedaba una enorme mancha seca de sangre. Revisó con la mirada cada rincón. Tomó aire. Caminó unos pasos para cerrar la puerta de la calle y se detuvo en el espejo. Estaba amaneciendo y ya entraba algo de luz. Delante de él vio a otro hombre, mojado y rendido. Pero todavía le quedaba algo por hacer. Llenó un cubo de agua y cogió una toalla. Limpió la mancha del suelo y el resto de salpicaduras. Luego bajó la persiana para protegerse del frío de la calle. Aunque ya no llovía. Todo era oscuridad. Se tumbó en el sofá. Respiró. Y planeó la huída.
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José Manuel Sanrodri
INSECTOS DE NOCHE La luz de la bombilla de una farola alejada ya de la última casa del pueblo, apenas parpadeaba. A su alrededor revoloteaban caóticas polillas de noche y algún mosquito perdido que decidía unirse a ese juego tan extraño de golpearse contra la luz térmica del cristal de la farola. Pero aquella comunidad de pequeñas dimensiones dejó de serlo el día que la bombilla de la farola se fundió y nadie fue capaz de poner una lamparilla nueva.
LA SILUETA A TRAVÉS DE LA VENTANA El tiempo se había detenido y sólo los grillos se dedicaban a canturrear los minutos de un silencio interrumpido por una voz que inquietó la tranquilidad de mi lectura de medianoche. En un primer momento pensé que podría ser una voz de uno de los lugareños a los que les cuesta susurrar por la noche para no despertar a los seres diurnos que aprovechan la caída del día para poder descansar sus cuerpos. De nuevo la voz cavernosa deshizo mis pensamientos abstractos, y desde a ventana se podía escuchar un jadeo fuerte que hizo que apagase de inmediato la luz del flexo, y reflejada por la tenue luz de la luna se apreciaba una silueta de enormes dimensiones, aquella sombra en
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mitad de la noche volvió a pronunciar una frase inteligible, terrorífica… como si aquella voz estuviese en el fondo de un pozo. Me acurruqué entre el edredón que había estado cubriendo mis piernas, el frío se había introducido en mis huesos, casi podía tocar aquella forma irreconocible que sólo nos separaba a ambos el fino cristal de la ventana. El miedo había petrificado al iris de mis ojos, cuando sin parpadear pude ver al otro lado de la ventana como aquel ser iba cambiando su anatomía humana en en lo más parecido a un lobo, el vahó de su boca empañó el cristal con una espesa niebla circular, por un momento pensé que rompería el cristal y entraría dentro para devorarme y yo, indefenso no tendría con que defenderme, un aullido espeluznante de aquella silueta en forma de lobo me hizo envolverme por completo en mi edredón y cerré con fuerza los ojos pensando que si iba a morir al menos no quería ver la ejecución en manos de aquel animal metamórfico. El canto del gallo en la madrugada me despertó con el sobresalto de que sin darme cuenta, me había dormido. Inspeccioné todo mi cuerpo por si me faltaba algún pedazo, y así pude comprobar que ni tan siquiera habían gotas de sangre esparcidas alrededor de mi habitación. Me asomé a la ventana para ver si aquel ser que inquietó mi noche seguía fuera, y sólo se veía una sábana de niebla dispersarse lentamente por el horizonte hasta perderse por las montañas. Corrí hasta el armario y metí toda la ropa sin doblar en la maleta lo más rápido que pude, sin darme una duche me vestí y sin desayunar fui a buscar al dueño de la posada, le conté lo que me había sucedido la noche anterior y él no le dio importancia a la historia que yo le estaba contando, como si hubiera sido fruto de un mal sueño o mi propia imaginación, tal vez tenía razón pero cuando pasé por delante de la ventana había el contorno de lo que podría ser la huella de un enorme animal, quizás del lobo que precisamente vi esa noche. Un lugareño que había escuchado mi historia se acercó a mi y me dijo: “Eso ha sido un ojáncano” y sin mediar más palabras conmigo se desvaneció en una distracción mía por querer saber que era ese ser que había perturbado mi noche y que los lugareños sabían de que o quien se trataba.
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Esther Dovalo Falcón
MI AVENTURA Toda aventura es aquella que comienza con un nombre propio que puede ser oriundo de la ficción o no. La aventura más distintiva en cada uno de nosotros germina a la par que el tiempo, cuando genera el nombre del espacio diminuto que ocupamos en la historia de uno mismo. Por aquel entonces mi vida ya habitaba en la esfera más real y extraña posible: la del mundo, un globo empeñado en girar constantemente sobre sí mismo, a pesar de viajar cargado de cosas. La tierra, sin embargo, se mostraba incierta y confusa con sus movimientos, incluso en determinadas ocasiones parecía que era el sol el que no conseguía estarse quieto nunca; en fin, cosas de las estrellas o de libros del colegio. Aun así, bajo esa influencia intrínseca y poderosa que mantiene nuestros pies unidos al suelo aunque caminemos del revés a media tarde, nunca pude evitar mi fascinación por las idas y venidas del agua, por su forma viva, su autonomía y esa constancia suya tan fuera de control y versátil. Bajo mares y océanos, la luna también albergaba sus entresijos y aunque no siempre encendida, sí concibiendo mareas plenas y apasionadas de ahora me voy, ahora regreso y nunca me canso de lamer tus orillas; eso recitaba cada noche a la playa. Hoy vivo inmersa en la misma historia de influjos, astros y fascinación, pero en un capítulo siguiente a ese primer lugar de preferencia. Llamémosle camino o sólo presente, ni no se tercia remover sustantivos. Pues la naturaleza, como fuente de cuanta materia prima existe, también abastece a sus moradores con todas las respuestas cuya presencia nos semeja imposible. Pero ocurre que no siempre brotan en el cuidado jardín
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de nuestros ojos, ya que estos, en su afán recopilatorio, prefieren y eligen destellos mucho más brillantes. Un día, yo cambié mis ojos por los de una esfinge egipcia que encontré soterrada en el arenero del gato de Ana, mi vecina. Me arranqué las uñas de tanto escarbar pero, al final, alcancé el sótano de la casa de un viejo pirata en el que se ocultaban todos los tesoros del "extra-mundo". Luego, cansada y abatida por el fulgor de la recompensa, caminé sin mis zapatos hasta un dormitorio en el que abandoné indefinidamente mi vieja mirada entre un reloj de cuerda y un sello de veinte pesetas. Fue sólo entonces cuando amanecí en un planeta de aromas muy distintos y que ya no oscilaba en dos únicos sentidos, sino también en un tercero. Así pues, de entre mis dedos escépticos comenzaron a deslizarse símbolos, guiños y referencias en toda su extensión. ¡Era una auténtica locura! Comencé con la prensa, luego bajo el celofán de un anuncio pegado a una farola, en el reverso de un billete roto y en el zig-zag de una hilera de magnolios. También surgieron indicios en un nuevo estado de ánimo, en el interior de un número de dos cifras, en el cuello de un pato que escondía su cabeza, en una canción de Abba y… ¡demonios, en cómo se miraba aquella pareja de ancianos! Las señales también invadieron un verso muy largo, mi dedo sin sortija, el espejo del cuarto de baño, el aire que cerró una puerta, la espuma de un café, un confeti, una vidriera, una gota de lluvia abierta en dos, el aroma masculino de la hierba recién segada y, desde luego, en toda la esperanza que escondían sus ojos, los más azules que jamás había visto. Sólo tuve que unir la línea de puntos. Luego… las estrellas se agruparon y formaron todo un universo de constelaciones.
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Raúl Garcés
MI CORAZÓN OS LLEVA A la memoria de Don Antonio Machado y Doña Leonor Izquierdo
Sé que parece una locura pero que me lleve el mismísimo diablo si lo que digo no es cierto. Serían las tres de la tarde del miércoles de ceniza de este año de 1939 cuando lo vi avanzando torpemente por el camino entre San Polo y San Saturio. Se detuvo en uno de los viejos chopos que flanquean la ribera y recorrió con aquellos dedos temblorosos su corteza. Entonces, no sé bien de dónde, surgió una muchacha de castaños cabellos quien, tomándole la mano con suma delicadeza, lo condujo hacia el Duero, perdiéndose los dos en sus aguas.
DESCANSE EN PAZ En el lecho de muerte, su marido le confesó que había tenido un hijo con otra mujer. Ella con exquisita dulzura le pidió que no se esforzara en hablar pues le perdonaba. Al momento, aquellos ojos en los que tantas veces se vio reflejada, perdieron para siempre su brillo. Descansa en paz – pensó. Y enseguida cayó en la cuenta de que debía informar del fallecimiento a sus hijos. Descolgó el teléfono, marcó de memoria varios números y mientras escuchaba los tonos de espera recordó la carta del hospital con los resultados de las pruebas realizadas. Aquella que mantuvo oculta todos estos años. Esa que confirmaba la esterilidad de su marido.
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Paloma Hidalgo Díez
EL AMANTE Las noches sin luna, se ilumina con recuerdos.
FUTURO IMPERFECTO La sirenita seguirá sentada sobre su piedra, esperando que las cosas cambien, cuando la última de las ballenas se haya ido.
NOSOTRAS Desde que no estás a mi lado, he borrado de la memoria de la radio todas tus emisoras favoritas. He cambiado el ambientador del salón, ahora huele a flores blancas. Ya no hay nada negro en mis cajones. Desde que desapareciste de mi vida, puedo quedarme hasta la madrugada leyendo en la mecedora, y hacer mil fotos sobre la arena de la playa al atardecer; puedo comerme todas las fresas del pastel y plantar petunias en el jardín. Desde que dejaste de confundirme, ya no tengo prohibida la sonrisa. Y ya no tengo miedo. Cuando me sentí sola por primera vez en tanto tiempo, respiré con calma y me emborraché del deleite de ver mi imagen en el espejo; he tirado tu cepillo de dientes 248
a la basura y creo que voy a comprarme una bici nueva, porque ya no necesito un tĂĄndem; estoy bien, muy bien sabiendo que superado la enfermedad que nos unĂa, ese trastorno de doble personalidad que ya es cosa del pasado.
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Kini Márquez León
MÉNAGE Á TROIS
Se acerca insegura. Aunque llena de deseo. Me acaricia tímida. Despacio. Muy despacio. Alargando la espera. Siento una suave presión y una descarga eléctrica enciende mi cuerpo. Me mira. La miro. Solos. Frente a frente. No hay marcha atrás. Duda. Hay pánico en sus ojos. Se aleja. Sin decirme una palabra. El monitor Se sienta a mi lado en silencio. Uno a uno coloca sus dedos sobre mí, sin mirarme. Desvergonzados, comienzan a explorar un cuerpo aprendido de memoria en busca de palabras. Algo se interpone entre nosotros. Puedo verlo en sus ojos. Retira bruscamente sus manos y se aleja. El teclado Enciendo el ordenador. Necesito escribir. Coloco mis manos sobre un teclado expectante mientras mis ojos contemplan con impotencia un parpadeo ininterrumpido sobre fondo blanco. Es inútil. Poco a poco el pánico se apodera de mí, paralizándome. Ni una frase. Sólo el cursor. Intermitencia insolente. Ni una palabra. Nada. Un folio blanco. Y yo
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RESEÑAS
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Irene Mayoral
Título: DE UN SIELNCIO QUE NO MUERE Autor: Francisco Fenoy. Editorial Aebius Género: Poesía En el último libro del poeta Francisco Fenoy, podemos decir que el hombre que protagoniza esta historia ha tenido tiempo para observar al silencio, y, “Hasta el lugar de donde asienta sus dominios” Se transforma, Comulga en él despojándose del peso y su materia, escurre vestimentas y ruidos, quedando ahí, intemporal y libre; su serenidad sobre los valles, sobre riscos y hondones; toda la extensión a su mirada sin prisa de vivir, a golpe de horario y de paciencia. En éste libro de Francisco Fenoy, nos dice: “Densa palpitación de alas abiertas, en su nueva corriente de gozo….” Percibe la libertad, el lirismo, los colores que arropan dimensiones recónditas, donde sobre volar contemplando el culebreo del río; se adueña del espacio y soledades, y así descubre, “DE UN SILENCIO QUE NO MUERE” sugeridor de espacios y destinos. Nos habla “de un tiempo comprendido a otras horas” de locas alegrías, de danzas, de relámpagos en los juegos eróticos, de experiencias veladas pero en huída al encuentro del amor presentido, yendo a la “Nueva luz”
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En sus versos Francisco Fenoy deja abierta la puerta de su corazón , y ahí, quedamos asomados a sus sentimientos reconociéndole siempre, y agradeciéndole esa naturalidad , de no disfrazar su poética con cuentos, motivo más que suficiente para introducirnos en la lectura de su poemario.
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Adela Jiménez Título: DEL AMOR Y SUS ARISTAS Autora: Cruz Cartas Editorial: Aebius Género: Poesía
Un poemario con el amor como tema, siempre es un reto que en esta ocasión la poeta ha sabido encarar, y digo bien, encarar, porque lo ha afrontado de frente.
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A veces se dice con bastante carga de frivolidad que no son tiempos de lírica, pero poemarios como el que ahora tratamos demuestra que los temas universales de la poesía siempre permanecen, la individualidad del tratamiento se proyecta en sentimientos por los que ha pasado el ser humano, y como buena función de la poesía, tiende a conmoveros al universalizarse en cada corazón. Bien sea a través de los sonetos o con otras estructuras métrica, Cruz carta nos sumerge en el mundo de las emociones amorosas, con bellos versos, que aparecen a lo largo del poemario, moviéndose entre los dos polos de la pasión amorosa, la posesión y el disfrute del amor, o el sentimiento de pérdida o lejanía. Valgan unos ejemplos de la primera parte del libro: “Deja que sea mi boca tu locura, / el refugio secreto de tu vida, / el ansia de tu sed y tu aventura.” O en el polo opuesto que representa la nostalgia;: “ Arráncame la nostalgia de la piel / este ayer que se encalló en las venas, / el calendario muerto / donde se oxidan los sueños sin remedio..” Una muestra, pero suficiente que nos permite ver el tono del desarrollo del poemario, y que va delatando además con los títulos cortos y directos: “Tu boca”, “Búscame”, “Ausencia”, “Mi piel espera”, “Nostalgias”,
“Al otro lado de mi
mano”….hasta alcanzar los 34 poemas que con intensidad y entrega ha escrito Cruz Cartas. Un poemario de interesante lectura que se entrega al lector desde los primeros versos, y que comunica la autenticidad que acompaña a la emoción, y todo dicho con “palabras de seda”, como ella nos dice en su primer poema.
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Chema Rubio V
Título: DIARIO AZUL DEL TITIRITERO Autor: Plácido Ramírez Editorial: Beturia Ediciones Género: Poesía
Cuando se escribe sobre POESIA a veces nos preguntamos : ¿Cuando es la mejor luz? ¿Cuando en el tiempo que somos , se quiere , se inspira y se hace la palabra para mejor responder? ¿Y cuánto se tarda, y donde está la diferencia, si es por encargo, obsesión, necesidad o compromiso? Si te dan X horas, XY condiciones, o, XY Z 2011 dividido por 11 meses multiplicado por 11 , como día de la última conversación con Milagros Salvador,¿ A cuanto queda la definitiva resolución de las ecuaciones líricas ¿ y cómo se leen esos versos , y por fin, en qué estado quedó el poeta, y si hay rastros de los lectores, que rostros tienen, y como son sus movimientos después de la lectura, y qué secretos se desvelaron en las identidades que aparecen en los DOS DIARIOS en un solo libro? La respuesta es sencilla, no plana. Un colega de moda, no diré el nombre, para no hacer publicidad, en “Fuego Enemigo”, o en otra novela qué importa, dice algo así como que escribir 400 páginas sea lo que sea su resultado es grandioso, y escribir un librito de poemas es poca cosa. Yo en cambio digo que, si un poema es un monumento a la belleza, aunque solo tenga cuatro versos, puede releerse durante toda la vida, por los cuatro costados del ser, como se vive entre las cuatro paredes de una limpia habitación a solas, sin necesidad de mil fiestas para celebrar un tomococho *.
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Diario AZUL del Titiritero consta de 68 páginas y se imprimió no hace mucho. De hecho, si la memoria se me rinde y no me traiciona, se terminó de imprimir el 21 de Marzo del año de nuestro señor Zapatero como así atestiguan todos los libros de cuentas, y se preparan a inmortalizar los de historia. Dice el poeta que canta a un titiritero como si Titirecordara* “La paloma nada puede hacer / contra el suspiro de la noche “Estos versos bien pueden resultar un poema. Se escribe un 17 de Octubre, y para los amantes de la historia bien pueden recordar a Picasso por la paloma, y a la unión Soviética por el día. O será casualidad. Como “Fuego Enemigo no es un fraude como el Tocomocho, ni será por muy comercial que sea, un bet seller sin prosa que vivir, ni profundo aire que respirar, cambio las palabras, y en vez de tocar mucho, que es a lo que me suenan las novelas, a tocarla y tocarla, la palabra en los labios, y no llegar a la boca durante la trama de los 400 días, con el fuego amigo de la Poesía del Titiritero me quedo más tranquilo . Porque si algo claro hay, en las páginas de ese libro que tengo a la derecha del ordenador donde vivo, es que son poéticos los vocablos, o no, que también son cotidianos momentos que terminan en un resuelto monumento a la amada piel que nunca sabemos si vuelve la misma en el próximo poema, y es otra más joven, o mayor es en igual amor ,ella, ellas, son como esfinges, y a nosotros solo nos cuentan, nos canta Plácido Ramírez de todos los fuegos el fuego de las Magas sin nombre, y tampoco hace falta, no somos cotillas, pero si leemos como nos corresponde , y nos quedamos en un nombre de pronto, en un nombre que es protagonista no por amada, pero si por clara amante de la vida, hablamos de Dulce Chacón .¿Qué día es hoy? ¿Qué día se fue? La recuerdo con la deuda que deja a quién no pude corresponder en su justa medida. Donde queda la enérgica ninfa de La Voz Dormida quedan los libros de los otros también como mis Atardeceres de la Memoria. La excelente poeta extremeña dejó dicho en Diario de Invierno, en la página 45 “yo no digo que sea cruel el horizonte/digo que no sabe abrazarte la cintura”. En cambio el poeta si sabe abrazar las cinturas del destino ,y aunque se resiente su vitamiadad * de genio al perder como hombre lo que tuvo como amador , al cabo de las vueltas, una vez envuelto en el silencio, que es la mejor música de la soledad siempre, “siente” como piedra, nos parece que dijera que ha vivido , que viene de una casa única donde ha muerto, y desde la piedra vuelve a brotar la vida, como brota el agua aquella, “…/hacerme piedra y titiritero/coger el aire , repartirlo/...”
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Quizás hay que olvidarse de lo que estoy especulando, y sea bueno jugarse el poema de otro modo, ya que no conozco al señor Plácido Ramírez, natural de Cáceres, que firma un libro como este es, si podemos comenzar por donde debiéramos, por la cita que da pie al poema. Y son dos versos de José Iglesias Benítez, los que escribe un Viernes, 22 de Noviembre, un año justito desde aquel día. “Me hallarás escribiendo cuando llegues /y pensarás que todo está en su sitio.” Entonces es cuando se acuerda el autor de los árboles que le hacen señales, y se acuerda de los carteros, y de los horizontes, sobre todo recuerda horizontes. Una palabra que más allá del sentido poético, un ser sin horizontes es un ser incompleto, y ahí es donde el poeta se hace más fuerte, ya sea por si mismo o por las pérdidas de la otra parte. En la portada, un arlequín sobre dos pedales, sobre una sola rueda, se pasa de mano en mano por el aire, unas palabras que están vueltas del revés, hace malabares y aunque el Azul y el Invierno nos hacen dudar de la alegría, las palabras del payaso son de colores, y así también en el pesimismo que se puede interpretar por algunos de sus poemas, la tónica es más cálida, más sedante, más igual a la temperatura del cuerpo 36,50. Ese es el riesgo, el de creer que al no mostrar su arrojo con soflamas, teorías modernas llenas de…desdenes contra otras escuelas poéticas, o libros. Como estás páginas están llenas de una intimidad deudora siempre, en el amor, y en los resquicios de los abismo, que se intuyen pero no se nombran , puede mal caer en la sensación de que no vale la pena , nada de gastarse el tiempo y el dinero por solo 68 páginas, pero señores, señoras, esto no es una novela, esto es poesía, pasen pasen y vean, no es el mayor espectáculo del mundo, eso era el circo, y esto es un sencillo libro de poemas, y no es cosa fácil, créanme. Si la poesía merece, lo merece por sus palabras únicas, o sus versos antes del poema, si ya un solo poema es válido entero, es un verdadero triunfo, si en el libro se contienen un buen ramillete de poemas, que salvan todos sus versos de la pereza, y la ignorancia, entonces señores, estonces estamos ante una obra maestra, pero creo que esto es un solo libro, y no tiene esas aspiraciones, creo, que ha tenido otras más cercanas e igual de serias por lo menos, como el de hacer que quién se acerque a la traducción que hace de la vida el poeta Plácido Ramírez no salga como si no hubiese entrado nunca a leerlo. Tomococho, El timo es el timo, y el arte es el arte. El clásico tocomocho consta de tres cubiletes escondiendo el dado sobre la mesa, y unos “señores “ ejerciendo de ganchos para ingenuos en plena calle. Salvando los estilos, y el glamour, es lo mismo que el fraude del Tomococho. En algunos casos es tan buena la publicidad , o las fastuosas 258
fiestas del fin de los champanes, que uno cree haberse llevado a casa el Santo Grial ,y solo era el Santo Autor en portada firmando libros al por mayor que pesan como cofres y contienen , si contienen palabras que cualquier negroanónimo ha juntado. Vitamidad*. Dícese de la conjunción entre vitalidad y vitaminas. Cada ser vivo tiene las suyas. En el caso de los mitos homéricos, los héroes pusieron la vitalidad corporal, y los homeros la palabra oral primero y escrita siempre, y vitaminada, es decir, se escribía con tintan procedentes de sangre animal entre otras tinturas, ello hacia que resultase incorrupta, y perdurase también en el tiempo por el tercer punto, el arte de decirse. Titirecordara*. La memoria del titiritero. Los recuerdos están en constante movimiento y son el alimento del futuro.
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Agustina García Manzano
Título: DOCE DOCENAS Volúmenes I y II Autor: Juan Ruiz de Torres Editorial: Corona del Sur, Málaga 2011 Género: Narrativa Doce docenas es una muchedumbre de relatos que Juan Ruiz de Torres nos presenta con este sugerente título teñido de la más honda tradición cabalística que considera que tal vez no somos más que número y polvo. Doce por doce son 144, doce doce son 1212, una circularidad sexagesimal que vive en el tiempo, y en el espacio que va de mar a monte y más allá. El autor, ingeniero, matiza el detalle, nos habla de la cangreja Klotch con los diez mil huevecillos que lleva adheridos a su cuerpo. Nos habla de El Teide con sus 3616 metros y hasta del invento de 31 reyes Gaspar. Doce docenas es un verso interminable con rima interna que nos lleva a una lectura intensa, a una lectura café café. Cada volumen cuenta con tres docenas de cuentos. Historias de la soledad, Historias mínimas, Historias raras; Historias de un niño, Historias de Cleta, e Historias de amor son los títulos de las primeras seis docenas. En esta colección de colecciones el autor vive la escritura como tiempo de plenitud, no sólo porque sienta el cuento como arte de la memoria sino también porque nos regala estas historias como tesoros de la existencia. Con una exquisitez digna de Azorín o de Miró, Juan Ruiz escribe en El amanecer: “la carretera infinita se deslíe bajo el autobús” y nos prepara para vernos 260
como en un espejo. Formamos parte de una sociedad desconfiada e ignorante que viaja por el mundo con una ceguera turística que en algunos momentos estelares es traspasada por la humanidad de nuestros semejantes, no tan ajenos, no tan lejanos y no tan pobres. Muchos son los lugares que aparecen en estos cuentos: Túnez, Islandia, Nueva York, Atenas, Mónaco, Toniná (Méjico), la Isla Délimnos. Junto a este internacionalismo aparecen sitios como Segovia, Villanueva de la Cañada, Alhama de Aragón, Brunete, Marbella y hasta mi vivida Sariñena, sin olvidar una mirada entrañable y cariñosa sobre Madrid a lo largo de los años. Entre los temas principales que versan estos textos aparecen la tragedia de la comunicación y la tragedia de la incomunicación porque “el salto entre esas islas que somos, nadie lo puede dar.” La manipulación de la información que convierte la verdad en otra cosa; la farsa y los farsantes que se pasean por los congresos internacionales, en los que como en el teatro todo es mentira y todo es verdad, la precariedad de la vida del poeta. El desprestigio del poder. El famoseo de pacotilla. Los petroleros rusos deseosos de comer sopas de ajo, que son como “un acto de magia.” Aquí está presente el amor al mar, el recuerdo de los animalitos que acompañan nuestras vidas, el mundo de las trastadas infantiles, las lecturas de Verne y Salgari. Nos sorprendemos con el pensamiento de la encina, con el río “oscuro y ancho como antiguo amante.” Si el Paul Auster de Creí que mi padre era Dios hubiera tenido la oportunidad de leer estos libros habría encontrado muchas claves de la creación, porque Doce docenas es un material de incalculable valor para todas las escuelas de escritura vivencial y creativa que tanto se llevan. Juan Ruiz nos introduce en “ese mundo de encanto que es el secreto compartido” como escribe en la metafórica Lolita. La ladera filológica de Juan Ruiz se asoma constantemente, no deja pasar la ocasión de transcribir al castellano mitos como “Séspir”, o de traducir apellidos como el de Ana Rice, es decir, Ana “Arroz”. El mundo vacío de los hoteles se constata en la estupidez de la palabra “hall” y a la vez una desesperanza dantesca cabalga en la metáfora del ascensor que va de cielo a infierno. Los “deportitos” hacen su aparición irónica: el golf, “la sociedad de fútin La Calceta.”
El autor escribe así las palabras
“tualeta” y “pikselos o como se llamen”. Y en cuanto al «glamour» dice que podrían llamarlo atractivo, prestigio, clase o incluso «que mola». El humor vive en El sombrero vacío, sombrero no borsalino, sino el que detiene las radiaciones “esclerohidráulicas. ” Expresiones como “estar mochales”, las palabras “actuario, ” amuras” o incluso el Glycinus mysticus nos dan la posibilidad de ampliar nuestro léxico, porque algo de 261
antigua poliantea se
cuela en estos libros. El mundo de la literatura y los libros
atraviesa toda la colección, se citan entre otros muchos: El alma se apaga de Lajos Zilahy, las novelas de Clifford Simak, referencias a Erasmo, Kafka, Cervantes, Pemán. El autor posee la habilidad de escribir lo más importante en el momento más inesperado, todas las líneas del texto son totales, como los días de nuestra vida, que en cualquier momento está completa y siempre inacabada, la historia puede terminar en cualquier sintagma, pero no, continúa. Creemos que todo ha terminado pero pasamos la página y disfrutamos otro poco, es como escuchar una composición de Tom Waits que al final parece que comienza, en su interminable andadura. Esperamos que el constructivismo del infinito siga inspirando al autor tal como la flor de loto de ochenta y cuatro mil pétalos
inspiró a Yukio Mishima. Ojalá
podamos leer en breve la otra media docena de docenas que aún no ha salido a la luz y que formará los volúmenes III y IV. Mientras tanto, no pierdas la ocasión de leer esta obra porque, estimado lector, lo que en ella encontrarás “son cuentos tuyos y míos.”
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Martín Evelson
Título: LA CARACOLA Autor: Blas Muñoz Pizarro Editorial: Ediciones Cardeñoso, Colección: Breviarios Raíces de Papel Género: Narrativa Aquellos jóvenes que deseen iniciarse en el hábito hermoso de la lectura pueden hallar en La caracola, elementos estimulantes que los acerquen al rico mundo de la ficción literaria. Ambientada en un apacible y tradicional pueblo costero, La caracola propone una historia en la cual la frescura de la niñez entra en conflicto con elementos que, como la soledad o el temor hacia lo diferente, anuncian las dificultades que supone la vida en sociedad, por pequeña que esta sea. Su protagonista, un niño solitario llamado Quico, busca el refugio que lo proteja de los sinsabores que los ríspidos vínculos sociales con sus pares le deparan, en los elementos
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que el mar —de fuerte presencia no sólo en el pueblo sino sobre todo en su espíritu frágil— ofrece. Es a la vera de este mar que Blas Muñoz Pizarro sitúa la historia, y es también allí, jugando con la presencia del viento y de la luz, donde la sensibilidad de su mirada parece querer despertar: «El callado vaivén de las barcas de pesca en el silencio de la tarde»; «la fuerza del viento, que vuelca su amor sobre la piel virgen del agua»; «El sol del crepúsculo bañaba de un modo irreal los tejados de las casas, haciéndolos brillar como hogueras».
Foto Internet
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Beatriz Villacañas
Título: LA HERIDA DE LOS DÍAS Autor: Blas Muñoz Pizarro Género: Poesía
La herida de los días, poemario con el que obtuvo su autor el Premio de Poesía Miguel Labordeta 2010, nos sitúa en el proceso de una meditación. Y digo “nos
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sitúa” porque cada uno de estos poemas nos hace partícipes de dicha meditación, como si se tratara de un diálogo que el autor, desde su propia vivencia, entabla con el otro que lee, con el otro que escucha. Bien alejado del solipsismo a menudo trivial de la llamada “poesía de la experiencia”. La propia reflexión de Blas Muñoz Pizarro no deja lugar a dudas, “(quien sólo dice yo, dice su nada)”, y hace de estos poemas un fluir meditativo que envuelve al lector en lo que, a su vez, son versos que fluyen entre lo concreto y lo abstracto, entre todo aquello que le da pie al poeta para hacer del tiempo tema esencial del poemario. Un tiempo que deja herida con cada día, que huye y que hiere. Y que se hace a la vez sustancia poética, porque la meditación antes aludida no resta un ápice al lirismo sino todo lo contrario, lo que atestiguan versos como éstos: “Y en lenta floración, musgo en la boca, irá creciendo, opaco en nuestro otoño, el espejo que observa nuestra muerte.” Hay en La herida de los días una musicalidad que se integra perfectamente con el fluir meditativo y confiere a los poemas, sonetos sin rima (exceptuando el “PÓRTICO” inicial y “MI ÓBOLO” final), la armonía de los clásicos, a los que gratamente nos recuerda el autor, profesor de Latín. Se percibe también la huella de los clásicos en la mesura de la expresión, en la total ausencia de aspaviento emocional y formal, en la ausencia de todo exceso, algo de lo que es consciente Blas Muñoz Pizarro y lo explicita: “(Pero sigue insistiendo un algo ausente que exige otro fulgor: el del exceso.)”. No caben aquí disquisiciones sobre lo deseable del exceso cuando da fulgor a la palabra poética de los héroes trágicos de Shakespeare o a las hipérboles románticas de Espronceda, por poner dos ejemplos entre tantos otros. Lejos de los versos de Muñoz Pizarro quedan aquellos en los que Shelley le pide al viento del Oeste que le lleve consigo porque “I fall upon the thorns of life!, I bleed!” (“ ¡Caigo sobre las espinas de la vida!, ¡Sangro!”). En La herida de los días la ausencia de exceso se alía con la hondura y parece formar parte consustancial de una lúcida serenidad en el dolor, de una melancolía hermanada con un arraigado sentido clásico de la contención: “¿Qué ayes de dolor callan conmigo, 266
si un pájaro, feliz, canta su muerte con la luz interior que lo abandona?” Es el heideggeriano “ser en el tiempo”, la dimensión temporal de lo humano, lo que se hace herida cada día y poema en este libro: “…los versos iniciales permanecen. Revelan, impasibles, la razón, que no queremos ver, de lo que somos: un impulso primario hacia la nada.” Mas el existencialismo, paradójicamente, adquiere destellos de transcendencia en la belleza misma de la imagen lírica: “… Pero llueve. Llueve sobre el vientre del mundo, ese animal que llora mientras muere y os cobija.” ……….. “la verdad es que, oscuro, me desnudo de palabras oscuras cuando puedo y, entonces, digo luz, para mis ojos.”
La sutileza filosófica y la mesurada elegancia lírica se dan cita especial en un poema como “ EL OTRO NOMBRE DE LA ROSA”, más allá del nominalismo de la novela de Eco: “Se rompe lo más frágil con tan sólo nombrarlo, y no hablo del silencio puro que duerme en su cristal estremecido como el agua callada del estanque 267
sino de la verdad, esa insistencia que en cada cosa anida, inaccesible, esperando su nombre, nunca dicho, desde su propio ser, en su mandorla.” Así, el poeta, aun consciente de la fragilidad de cada cosa en la palabra, o quizá precisamente por ello, nombra la luz, “AHORA NOMBRO LA LUZ”. Como dijo Juan Antonio Villacañas, “Cada palabra es una luz que pasa”: Blas Muñoz Pizarro, con estos versos, muestra que la palabra, desde la honestidad del pensamiento y la emoción, aunque nombre la herida, es siempre luminosa.
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Cristina Borobio
Título: LA MIRADA DE JANO Autor: Blas Muñoz Pizarro Editorial: Aguaclara Género: Poesía
La Mirada de Jano es un poemario que se lee con verdadero interés, estructurado en cinco partes, que encabezan frases de recordatorio al Fastos de Ovidio, y que mantiene
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una unidad de contenido que podría concebirse como poema único., que en palabras de Ángel Prieto de Paula, quien le ha escrito el prólogo, podríamos reproducir aquí: “libro que su lectura ha de hacerse de forma totalizadora, poniendo al servicio de la unidad cada uno de los poemas , del acorde cada uno de sus poemas”. La referencia a las dos caras de Jano, dos miradas que nos inducen a ampliar como un arco iris todos los colores a los que hace referencia al final de casi todos sus poemas, entroncan con los títulos de sus poemas, que anotamos como un acierto, así “Proyección de la llama” con el rojo,
“Ardiera la memoria”,
con el
violeta,
“Reflejando el origen” , con amarillo, etc. Que son uniones de significación. El librote lleva “por donde el hombre pasa”, por donde el hombre ha pasado a lo largo del tiempo, del tiempo poético y el tiempo histórico que se recrea poéticamente, y todo a la luz de las palabras, porque “detrás de las palabras / arden madres silentes, / aniversarios grises / y niños con las manos / ulceradas por lágrimas / de plomo y de carburo / para que tú los nombres. Y cerca de los colores, la luz, la luz que va desde “el rostro en sombra de Jano” del primer poema, hasta el rostro iluminado de Jano,, del último poema, como un camino recorrido a través de los versos , de los poemas que indican la dirección correcta, la voz decisiva que se atreve a decir al final del libro: “Ah vosotros, culpables de creer tantos siglos / en dioses excluyentes , en líderes y en patrias, / dejad que los poetas den voz a mi silencio.” Estos son el final de sus versos.
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Reyes Cáceres Molinero
Título: LA HERMANA MUERTA Autor: Santiago Castelo Ediciones Vitrubio, Madrid 2011 Género: Poesía
Este poemario, que ha alcanzado ya
su segunda edición,
ofrece un tono
elegiaco ya que su temática gira en torno al fallecimiento de la hermana del autor: Lola Santiago, también poeta. Se inicia con unos versos de Quevedo: “Y no hallé cosa en que poner los ojos/que no fuese recuerdo de la muerte”.
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Efectivamente, la protagonista del libro es la muerte, sentida y enfocada desde distintos ángulos, siempre apelando a la emoción del lector. La muerte, presentada y ofrecida desde la sencillez y rotundidad, sin disfraces, llamada con todos los nombres posibles
y contemplada
desde todos los rincones del ser humano.
Una herida
profunda que hace evocar al poeta otros acontecimientos luctuosos: la del padre fallecido en 2010, la de Guillermo Luca de Tena, la de un amigo de la infancia o la de un futbolista, entre otros personajes. Castelo habla de y con la muerte. Quiere conmover y hacer partícipe a otros de una pena común. Santiago C. desarrolla una total libertad formal, se expresa a veces con versos largos: “La muerte fue puntual. Todo estaba dispuesto:/el sol, la luz, el jueves, la mañana” y también de forma breve: “El silencio no sabe/donde comienza el alba”. El tono elegíaco empleado no resulta dramático aunque sí emotivo, hondo y tan teñido de nostalgia que necesita acudir a bellas imágenes para intentar restañar el dolor: “hay que decirle al llanto/ que se pare/ que detenga su pulso; /que la tarde/se ha cuajado de lágrimas/y el viento/por más que lo desee/no puede, en su tristeza, enjugar tanta pena”. O en este final del poema “El cerco de la luna”: “Solo al fondo la luna viene abriéndose paso/con un cerco lechoso de muerte resignada”. En todo momento, el autor concede a su dolor un tratamiento que procede de una mirada serena, abierta a la trascendencia y a la esperanza: “Me parece escuchar aún tu palabra/ ¿Sueño o locura?/Metido en lo más hondo/vive un lenguaje/que no quiere morirse.” Heredero de la mejor tradición de poetas como Machado o Luis Rosales, el autor nos ofrece quizá su libro más conmovedor, nacido de una herida clarividente y lucida. Santiago Castelo (Granja de Torrehermosa, 1948) es autor de una extensa trayectoria poética que arranca con “Tierra en la carne” (1976). En su estética se destaca un gran compromiso con Extremadura junto a temáticas como el amor, el viaje, la emoción religiosa, el Mediterráneo, la amistad o los personajes del pasado.
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Pepa Nieto
Título: LA PASIÓN Y NUESTROS DÍAS Autora: Isabel Díez Serrano Editorial: Ediciones Cardeñoso. Colección: Breviarios Raíces de Papel Género: Poesía
Con este titulo, y tratándose de una autora cuya trayectoria poética destaca en gran parte por su contenido religioso, como queda reflejado en algunos de los premios con los que ha sido galardonada, entre ellos el Accésit mundial Fernando Rielo de Poesía, se hace evidente que cuando habla de la Pasión se está refiriendo a la Pasión de Cristo. En un 273
mundo de enorme confusión y permanentes dudas, nunca está de más hacer un recorrido por la buena poesía. Con esta nueva entrega, y adentrándose con profundidad y sencillez a la par, en esta religiosidad a la que nos tiene acostumbrados, Isabel Díez Serrano, una vez más, a través de sus versos, nos invita a pensar y lo consigue. Los veinte poemas breves que contiene el libro, dividido en dos partes, son mensajes de fe, composiciones poéticas sabiamente ajustadas, en las que, en la primera parte, sobre todo en poemas como el titulado “María, la Magdalena”, o “Su madre también lo sabe”, la alabanza de Dios,
la alegría y la luz que despierta el mismo Dios resucitado, que viene para
salvarnos, nos traslada inevitablemente al mundo de la emoción, envolviéndonos en esa paz que tanto necesitamos. Cantan un Ave María los pájaros en su vuelo al ver que por todo el cielo hay amor y algarabía. Los ángeles, fantasía tocan su trompeta azul, las hojas del abedul bailan al son de campanas que, locamente tempranas cantan con su bronce tul. Mi enhorabuena, pues, a Isabel Díez Serrano por estos versos.
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Miguel Ortega Isla
Título: LAS ALAS CONDENADAS Autor: Andrés R. Blanco Editorial: Denes Género: Poesía
Se ha escrito mucho sobre poesía, y es difícil decir algo nuevo, pero el poemario de Andrés Blanco mueve al ejercicio de la reflexión. En uno de los versos afirma el autor: “Cansancio de vivir y tener que hacerlo” que en cierto modo y levemente no es ajeno a que a veces esto nos ocurra.
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El libro está cuajado de bellas metáforas, es un largo lamento el título ya nos lo indica, que se va desarrollando uno a uno en los poemas que lo componen. “La luna tuvo sed”. Pobre luna de mirarse coqueta y enamorada en el río, como se canta en el folklore andaluz, ya solo se inclina a su cauce para beber. Perdidas todas las ilusiones apenas si nos quedan “harapos que meter en el hambriento arcón de los desprecios”, dice el autor con palabras rotundas. Y la tragedia estalla cuando se nos anuncia que todo está perdido, que ya no hay esperanza “Llorar no es suficiente para vivir de nuevo”. Aunque
¿Quién sabe? Allá en lontananza se vislumbran” luciérnagas del
Cosmos encendidas de sueños”. Un libro que estimula no solo su lectura, como hemos dicho sino mueve a la reflexión en los eternos temas con los que se ha enfrentado el hombre en todos los tiempos.
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Josefina Morales
Título: LOS ÚLTIMOS MADROÑOS Autora: Milagros Salvador Editorial: Huerga & Fierro Género: Narrativa
Los cuentos de la ciudad, de las ciudades Los últimos madroños, veintiséis cuentos y tres parábolas, de Milagros Salvador, poeta madrileña de hermosos poemarios, me invitan a compartir unas líneas sobre el cuento y los cuentos de la ciudad, de las ciudades.
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El cuento, ese arte de la narrativa, de la escritura, que condensa un tiempo y un espacio donde se cruzan historias, situaciones personales, familiares o impersonales, que el escritor en su caminar por las ciudades recoge, escucha, colecciona, recuerda y reconstruye y cuando alcanza su ejercicio pleno, entrega al lector un final que, suspendido, abre una página en blanco a su imaginación. La ciudad, espacio tiempo donde se pierden y encuentran personajes anónimos y colectivos. Instantes de la ciudad donde se rozan, se entreveran y alejan los caminos de personajes urbanos que se recrean cotidianamente, ya en el trabajo rutinario, ya en la explotación de la prostitución, ya en el simple recorrer de las calles de la ciudad. Ciudad donde convergen los recuerdos de la infancia, del pueblo lejano, de la ciudad en ruinas, en construcción permanente: el autobús, la calle, el metro, los edificios, los hoteles testigos de múltiples fugaces encuentros y desencuentros o de solitarias muertes al amanecer, las estaciones urbanas que inevitablemente traen en nuestra América a la imagen de la estación de los desamparados de Salazar Bondy. Los barrios que guardan en sus esquinas, en sus parques, en sus bancos y en sus árboles, a personajes inolvidables de la infancia, mujeres perdidas en sus tiempos idos que comparten con los niños sabidurías de antaño; tiempos recuperados en una imagen, un perfume, una mirada en las vidas que se cruzan en el espacio urbano. Los personajes urbanos: los locos, los niños, los jóvenes, el árbol que contaba historias, las mujeres de la ciudad: Carola, la sobreviviente, con una cesta de cuentos y de dulces de colores infantiles en jardinillos; Vanesa perdida y reencontrada, María que se descubre en una joven mujer que en el metro lee sus cuentos de tiempo atrás, Micaela igualita que la abuela Balbina... María, la anciana que decidió morir en casa; el hombre que reparte arco iris de colores sin comprender que alguien pueda vivir sin el azul, el verde, el amarillo, el rojo… En la ciudad se encuentran los cuentos identidad de los pueblos que los migrantes traen a cuestas y a cuentas de sus pueblos, mitos antiguos, en formación y recreación permanente como “el cielo azul en los ojos azules de los daneses”. La ciudad en la imaginación de los habitantes de pequeños pueblos, imán de la fantasía, por la que todo se deja: “No quise volver la vista atrás, caminaba hacia la estación animado por algo que ni podía explicar, siguiendo las líneas de las vías que tantas veces había llevado mi imaginación a otras ciudades que entonces sentí que me esperaban”.
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Espacios tiempos que se condensan y se dilatan en el diario ir y venir, de ida y vuelta, de hombres y mujeres que salen de madrugada de los barrios periféricos, dormitorios de una zona metropolitana en expansión perpetua, a sus trabajos en el centro de la ciudad para recorrer, al anochecer, en sentido contrario, por los mismos transportes colectivos las mismas rutas en un tiempo agotado de vuelta para dormir. El azar en el cuento cuenta y con Milagros Salvador, descubrimos el secreto de la vida en el mensaje revelado en la vigésima lectura del libro de todos conocido, En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme... que permitió a un personaje anónimo empezar a transcribir su historia veinte años después, o en el encuentro de una mirada en un cuadro y un pintor a un hombre que descubre su propia historia al reconocer su nombre. Milagros nos invita a compartir los cuentos y parábolas de su ciudad y encontrarnos para continuar esas historias urbanas que entretejió en su escritura, en esos últimos madroños que asegura no serán los últimos.
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Aránzazu Ascunce Arenas
Título: PINTAR DE AZUL LOS DIAS LABORABLES Autor: Ramiro Gairín Muñoz Editorial: Isla Varia Género : Poesía
¿Qué es la vida sin la poesía? Un mundo mecánico, un charco de fango, de poca belleza y nada de encanto. ¿Qué distingue el poeta de un trabajador cualquiera? Este se distingue de los demás trabajadores por su creación poética y su visión profética. Escribir poesía es un acto de resistencia, llena de violencia, porque para conseguirlo hay que automutilarse como ha ocurrido en este caso. Nada se halla nada fácilmente en estos versos. Este poeta se apodera de su pincel y pinta sus días laborales, pero no con tonos fluorescentes, sino con el color de la melancolía. Pintar de azul los días laborables es el primer poemario escrito por el joven Ramiro Gairín Muñoz (1980). Se ha publicado en 280
Sevilla por la editorial Isla Varia en 2011 y ha sido galardonado con el Premio de Poesía Ángel Miguel Pozanco en 2008. Consiste de 43 poemas impresos en 83 páginas. Pero, ojo, no se aconseja regalar este poemario al amante para celebrar vuestro aniversario. No. Éste libro más bien resérvalo para darle sentido a tu vida cuando ya no sabes qué más hacer para curar los blues que uno siente después de ser machado en el trabajo día tras día. Es para leerlo en el metro, cuando estés volviendo del curro, tomando ese mismo camino de todos los días. Te llevará por sendas oscuras, persiguiendo ecos conocidos, encaminándote hacia destinos insospechables. Este libro está organizado en cuatro secciones, cada una de ellas comenzando con un epígrafe que prepara el camino. Cada sección consiste de once poemas, salvo el primero con diez. El once es un número predilecto. Con su título en endecasílabos, es una verificación que predomina. Dos poemas de rima asonante de versificación endecasílaba “El empleado del mes o la vida rima” y “Al final de la ciudad de las hormigas” son de los más logrados. El tema del libro es urbano. La ciudad vista desde el punto de visto del trabajador hastiado de la rutina. Retratos de la vida cotidiana, del que duerme poco, viaja en transporte público y envejece mientras pasan las horas huecas. La voz poética rompe con este ciclo vicioso con su imaginación. Rompe la rutina con el acto revolucionario de la creación poética. Esto es lo que le distingue de los otros trabajadores. Sin embargo, la actitud de la voz poética no es una de superioridad. Busca justicia. Se considera tan hastiado como los demás. Tanto los colores como los tonos son oscuros. El color sólo aparece en los sueños. El tono es de melancolía, cansancio y tristeza. Las imágenes son a veces surrealistas como en los siguientes versos: “Porque luego el ascensor exhibirá perfume de viejas / inmoladas, de caballos con rabia. / Y se pondrá a granizar. Caerán cosas del cielo, cisnes / cargados con ron, miradas huecas y arroz.” En este poemario los olores se ven, los sabores se tocan y los sentidos se huelen. En la primera sección, La ciudad de las hormigas, se crea un mundo poético donde los animales se masturban frente a los fotógrafos. Es un mundo donde los ciudadanos dejan sus vidas en el trabajo y pasean por las calles como espectros. Varios poemas se sitúan en Madrid (“Bajo los ministerios” y “Los desterrados de cuatro caminos”). También se dedican versos a la ciudad natal del poeta, Zaragoza (“Con los ojos de otro hombre”). Es de particular interés la oda a las estatuas humanas que se encuentran en las ciudades (“Día de fiesta”) donde se plantea la idea de un desfuturo. El paisaje de la ciudad es como un Waste Land con sus gritos, lamentos, lágrimas, mentiras, crueldades, bostezos, injusticias y ansiedades. Aparecen pumas, hormigas, 281
ratas y gatos entre los edificios, haciendo eco del poemario de Federico García Lorca, Poeta en Nueva York, con su zoológico de animales salvajes y rotos. La segunda sección, Las otras vidas, hace referencia a las vidas de la poesía misma. El formato de estos poemas no es como la sección anterior. A primera vista las estrofas parecen párrafos. A pesar de su aparente lógica, estos poemas son aún más herméticos que los anteriores. Son aún más oscuros, más melancólicos, domina más la soledad y sus temas son más filosóficos. A lo largo del poemario hay referencias a la cultura contemporánea como lo puede ser la pareja moderna, el transporte urbano, Joaquín Sabina y Gran Hermano. La tercera sección que se titula Las criaturas salvajes y consiste de varios poemas centrados en Latino América, particularmente Chile, Argentina, Patagonia. Cada poema comienza con un epígrafe que es un verso de alguna canción de Joaquín Sabina. El tema predominante de esta sección es el amor: su búsqueda casi inútil, el rechazo de la amada, la unión, la separación, el placer del sexo, las heridas después de los desencantos, la hechizada de una mirada de la deseada. En general, estos poemas no son sencillos ni emplean un lenguaje cotidiano. Los versos se llenan de palabras poco comunes. Los temas sí son de nuestros días, pero emplean un lenguaje refinado y culto. Los poemas se construyen de sorprendentes descripciones de cosas cotidianos, tanto como las sorpresas hacen que nuestros días se distingan. A veces, resulta algo forzado su lenguaje y se anhela una voz más natural, con más fluidez como lo logra en el último poema de la colección. En “Para cuando despierten” la voz poética consigue, por fin, liberarse de la tiranía de la rutina y sus encarcelamientos. La palabra se libera hasta de la puntuación. Lleva al lector rápido por el río de una cadena de palabras al ritmo de un tango, con fuerza y dulzura, sin interrumpir la lectura demasiado con comparaciones chocantes como en tantos otros momentos del libro. Esperamos que en su siguiente poemario el poeta fluya mas libremente como las aguas a la que se dedica en vez de controlar tanto su corriente. Enhorabuena.
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Milagros Salvador
Título: POR EL ENVÉS DEL TIEMPO Autora: Raquel Vázquez Editorial: Ediciones Cardeñoso. Colección: Raíces de Papel-Poesía Género: Poesía
Premio de Poesía “Poeta Juan Calderón Matador” en su tercera edición.
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Muy acertadamente, nos dice Blas Muñoz Pizarro en el extenso prólogo que dedica a la obra que “Al leer estos poemas, se tiene la impresión de estar ante la obra de alguien que ha vivido lo suficiente como para decantar en ellos, con voz precisa y contenida, una experiencia personal intensa y dilatada… “ Pero la autora, a pesar de ser una joven de dieciocho años, ha sabido poner inteligencia y sensibilidad y presentarnos el sustrato conceptual de su mundo y de su tiempo de una manera personal, trenzando a la vez fantasía y reflexión, a lo largo de sus versos meditados y no por eso carentes de la emoción que compromete a toda la poesía. “Según brotan las huellas en la tierra, / el sendero se vuelve más angosto, / y hallar el equilibrio es imposible / cuando todo camina hacia delante.” Es éste un ejemplo de cómo la poeta trasluce su pensamiento con el ropaje poético que logra a lo largo del libro, en un ambiente de intimidad, “Porque aquí hay / demasiado silencio/ para hacer algo”. El poemario está dividido en cuatro partes que dan entrada a citas de diferentes autores, como Felipe Benítez Reyes o Ángel González, y las cuatro engarzadas en el discurso que Raquel Vázquez nos ha querido introducir, con un lenguaje directo y preciso, a través de sus poemas. Pero “No todo es devenir”, dice en su último título, “…a veces, hasta el tiempo / se encuentra / con muros infranqueables.” Y se cierra el círculo, como señala Muñoz Pizarro, haciendo más evidente la unidad de intención del libro. Un poemario, una bella aventura que inicia su recorrido poético, que desde aquí queremos señalar, felicitando a la autora y la los lectores que se acerquen a Por el envés del tiempo.
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Milagros Salvador
Título: DESEOS HUMANOS Autor: Marcos Callau y otros autores Editorial: Ediciones Cardeñoso. Colección: Raíces de Papel-Narrativa Género: Narrativa
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Como el escritor Javier Bueno Jiménez señala en el prólogo, “Deseos humanos es el título del trabajo ganador de este año 2011, en el II Certamen de Microrrelatos sobre Cine” Arvikis-Dragonfly, que brinda homenaje a la película así titulada, dirigida en 1954, por el maestro Fritz Lang”. Los relatos que se recogen bajo este título participan de la idea de dar al cine la importancia que ha tenido y tiene en el desarrollo cultural de nuestra sociedad, tanto como la presentación de la vida como en la de creación de mitos, de la mano de la literatura. Una cualidad a destacar es el interés que el certamen ha conseguido y que se demuestra no solo en el número de participantes, sino también en el alto nivel de las obras presentadas, y no solo alcanzado por los primeros seleccionados, que queremos mencionar. Marcos Callau Vicente es el autor que ha obtenido el primer premio y que como hemos dicho, del que se ha tomado el título Deseos humanos para la edición de todos los presentados. También son
excelentes los relatos que han obtenido el segundo y tercer
premio, con títulos como “168 fotogramas”, la historia escrita con rigor y ternura, de un mendigo anciano que pasaba el día tirado en la calle, de David Caro de la Cruz y “Dos para la sala tres”, de Rafael Moya Buades en el que sabe trasladarnos esa emoción que conlleva el deseo de participación en una película, aunque se trate de un pequeño papel. También podríamos destacar otros microrrelatos, difícil de seleccionar algunos, pero nos conformamos con aprovechar estas líneas para destacar la importancia que nos ofrece la cualidad el lenguaje en la síntesis que requiere el microrrelato y que los autores han demostrado con capacidad e interés, y que certámenes como éste, y que felicitamos a sus organizadores, pretenden potenciar y de lo que nos alegramos. En este caso, además representan una llamada para que no olvidemos la magia que nos comunica el séptimo arte. Terminamos con las mismas palabras que encontramos en el prólogo. ¡Viva el cine!
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Milagros Salvador
Título: QUE CAIGA EL FAVORITO Autor: Ramiro Gairín Muñoz Editorial: Prensas Universitarias de Zaragoza Género: Poesía
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La síntesis es una de las características que adorna a la poesía, pero esta economía en el lenguaje no debe mermar lo que el poema quiere transmitir, ni rebajar el nivel estético que exige la poesía. Y con esa actitud nos enfrentamos al poemario, a sus 34 poemas y a su lectura reposada, para no perder su intención significativa. En su vigésimo poema encontramos la referencia de su título: “Que caiga el favorito / y pierda los partidos importantes / quién más dinero gasta / y el mundo no se mueva ni un milímetro…” Poemas sin puntuación alguna y sin título van apareciendo con insinuaciones poéticas, reflexiones,
imágenes,
metáforas,
en los que el poeta exprime las
sensaciones que entendemos como reflejo de la vida.
“El sentido del viaje / es
sobrevivir / que dentro de nosotros / nos vayamos quedando los dos solos.”, o estos otros versos: “El miedo es una rueda deshilachada / un almacén de sábados usados…” El poemario se nos presenta con un poema como prólogo, y bajo el título Nudo, todos los demás, que son el cuerpo del libro, para terminar con un epílogo que reproduzco: “Me hace gracia porque / dices porqué sonríes / sonriendo.” Concisión y sugerencias, dos palabras que se desprenden del poemario. Y siempre es tiempo de versos aunque el autor Ramiro Gairín nos diga que “Quizá febrero sea / el mes de los poemas…” y siempre un buen momento para leer un libro de poemas, Que caiga el favorito, por ejemplo.
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Milagros Salvador
Título: LA MÚSICA DE LAS HORAS Autora: Ana María Castillo Moreno Ediciones Vitruvio Género: Poesía
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Es interesante adentrarse en la lectura de un poemario, en el que desde el mismo título invoca la música, esa hermana de la poesía que tan a menudo olvidan los poetas, y éste no es el caso, pues a lo largo de todos los poemas que nos presenta la autora, se va derramando el ritmo que sostiene la buena poesía. El poemario, presentado en tres grandes apartados o capítulos, “La búsqueda”, “El encuentro” y “La fusión”, parece decirnos que está creado en la configuración de un proceso interno. En las primeras páginas del libro, encontramos el prólogo escrito por Emilio porta, una introducción inteligente y viva, del que reproduzco los siguientes párrafos: “Éste libro emociona y además lo hace desde la mejor escritura…Sí, este libro es un camino de luz. De la propia luz de la poeta, porque ella se sirve de su propia mirada para iluminar e iluminarse, .Sabe ver la claridad, sabe donde hay que detenerse” “La poesía de Ana María Castillo tiene luz, algo que no nos puede extrañar, porque su seudónimo, Lidia Luna, indican que sus palabras alumbran la oscuridad”. La música de las horas está escrito con sensibilidad, belleza y buen gusto, con imágenes interesantes y versos rotundos que elevan el lenguaje hasta la mística que guardan las palabras, porque en las mismas de Ana María encontramos que a pesar de que sean “afilados cristales que hacen sangrar,” hay que “Escribir siempre, / no para esculpir grandes piedras, / sino para invocar / a los ángeles.” Y así termina su poemario, con este mensaje poético que debemos recordar.
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Yara Elizabeth Gordillo Cedeño
Título: SINE AGRICULTURA NIHIL y otros relatos agroambientales Autor: Jacinto Gil Sierra Editorial: Beturia Ediciones Género: Narrativa
Jacinto Gil Sierra, Ingeniero Agrónomo y profesor en la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid, autor de diversos libros relacionados con la Mecanización Agraria, nos muestra su faceta literaria en este libro de relatos.
El titulo que lleva esta
obra, ¡Sin Agricultura, nada!, es en sí la reflexión constante que se hace en cada uno de los relatos breves que presenta.
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El autor nos sitúa en cada relato en momentos distintos de la historia, envolviendo a sus personajes en una atmósfera de entramado socio histórico en la que se crea un vínculo vital con la tierra, nuestra fuente de abrigo y alimento.
Surge así en el primer
relato la figura de Publio Metelo, general de las legiones de Roma. Resulta realmente interesante la intervención de este personaje en el senado, cuando informa acerca de la riqueza natural de los territorios recién conquistados de Lusitana. Estas declaraciones suscitarán el debate entre los ahí presentes, en un intento de resolver cual será el destino de esas tierras. Se resalta el papel central de la agricultura como generadora de bienestar, ya que a través de ella obtenemos alimento, ropa y utensilios, pero también se destaca su papel como generadora de bienestar personal, afirmando que: «La agricultura dulcifica a los hombres. Los hace más felices y pacíficos» (p.15).
En el momento de
debatir que tipo de cultivos se debían implantar, el autor se reivindica al señalar que esta decisión la deben tomar los técnicos, mencionado: «…que demuestren que los agrónomos sirven para algo» (p.16). Jacinto Gil nos traslada de Roma al desierto con Bill Chandler, arqueólogo Británico que emprende una expedición para localizar la tumba de Nabucodonosor. Como resultado de sus excavaciones encuentra un rodillo de arcilla, que a modo de sello deja grabada una escena de tres hombres, dos bueyes y un extraño artilugio, parecido a un arado. En su informe final, Chandler describe esta escena como la representación de un invento empleado para la mejora del trabajo de la siembra. Se resalta así el interés del autor por la mecanización de la agricultura, también abordada en el relato del druida Dertamix, en su búsqueda de soluciones para resolver los problemas que se presentaban en la agricultura de su tiempo. El autor deja a su personaje Don Beltrán López de Urquijo el relato dedicado a la ganadería. Descrito como heredero de bienes, Don Beltrán es criado en el campo siendo su único deseo alejarse de su hermanastro, futuro heredero del título nobiliario y el mayorazgo del duque de Medinaseca, su padrastro. Emprende así un viaje a las Indias, con dos criados, víveres y ganado. Con esta misma temática, se nos presenta otro relato relacionado en este caso con el pastoreo. Eustaquio y Casimiro nos llevarán a recorrer cañadas y cordeles con el rebaño de ovejas.
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Las tareas del campo, tales como talar árboles, cortar leña o hacer carbón, eran enseñanzas que se transmitían de generación en generación, como podemos ver en el relato de Negro Trabajo, en el que Rogelio padre, enseña a su hijo Rogelio de 16 años. En estas tareas participaba la familia entera, como en el caso de Joao y su mujer, picando las piedras de las muelas del molino y cargando trigo, para obtener harina y hacer pan.
Continuando con las tareas del campo, pero en este caso en un ámbito
rural de Ecuador, nos encontramos con Obed, de 3 años, y su familia. Su vida, estrechamente ligada a los cambios de estación (de los que dependen la pesca y la siembra mandioca), les llevará a adoptar una vida seminómada año tras año, adaptando su actividad a las posibilidades del medio. En estos relatos Jacinto Gil Sierra, describe la vida rural de los protagonistas, los esfuerzos, las fatigas y tristezas que viven. Dando un giro hacia una narración menos dramática, el autor dedica relatos graciosos a los árboles y a las plantas, como se refleja en Domador de Árboles, y en Si las Plantas hablaran, desarrollándose en este último relato un diálogo entre olivos y cepas de uvas, como si de personas se trataran. De la misma forma, la abeja del relato Dulce y Breve, nos ofrece una simpática visión de la producción de miel. A medida que nos acercamos al final del libro, las historias de los personajes se asemejan cada vez más a nuestras vivencias actuales, a las sensaciones que producen el despertar en el campo, a los sonidos, al paisaje, al contraste con la vida en la ciudad. Los personajes disfrutan de las tareas del campo, rememorando la vida de sus padres y reconociendo lo generoso que es el campo al proveernos de todo. Las maquinas y herramientas ocupan un lugar en la narración. Se hace referencia a herramientas básicas como la guadaña, la carretilla o las tenazas; pero también aparecen instrumentos más evolucionados como el tractor que funciona con hidrogeno. Asimismo, nos habla de prácticas agrícolas actuales, como los cultivos transgénicos y el huerto vertical. Los relatos de Jacinto Gil Sierra son amables y llenos de contenido permitiendo así el disfrute de su lectura. Se consigue establecer empatía con los personajes, despertándose en nosotros ese vínculo latente que tenemos con la tierra y ese sentimiento de pertenecer a ella.
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Marisol Mariño
Título: TRIPTICOS Autor: Alejandro Moreno Romero Editorial: Ediciones Cardeñoso. Colección: Breviarios Raíces de Papel Género: Poesía
Pequeño pero precioso libro de Alejandro Moreno que fue premio “Antonio Machado”, del Ayuntamiento de Sevilla 1990.
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Como su nombre indica TRIPTICOS, nos presenta de una forma original tres poemas, bajo epígrafes tan diferentes como: LA MEMORIA, LA CENIZA, LA RECIEN LLEGADA, LA APARECIDA, LA HILANDERA, LA TEJEDORA y, por último, que no el último ni menos hermoso que los demás LA LANZADERA. Todos los poemas rebosan lirismo y amor. Dulzura sin empalago, con viejas palabras que crean nuevas formas. Hay tristeza, dolor por las perdidas, por la ausencia, pero lo dice con tanta suavidad, que sentimos paz al leerlo, aunque nos duela el alma. Le acompañamos en su recorrido por estos versos con interés, con deseos de saber, de conocer más como irá desgranando cada recuerdo. El primer verso ya nos da una idea de lo que quiere comunicarnos: “A veces, la memoria es un dormido patio por donde nadie pasa”. Es difícil destacar un poema. Todo el libro es de una gran belleza. Citaré algunos versos como ejemplo: “yo podría decir que el aire se arrodilla entre tus labios...”, “por la piel de tu voz puedo sentir un alambre infinito que corre por tu vientre hasta tus pies”, “en tus senos de sal y vino nuevo...”, “hablan de soledad plantada como un álamo en el redondo alcornoque de tu vientre”, “Atravesando el aire de tus ojos pasan nubes de sal y hierbabuena”. Los veintiún poemas que componen el libro, se nos quedan cortos, llegamos al final sintiendo que esto ocurra y, entonces, empezamos de nuevo a releerlo. Merece la pena.
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Soledad Cavero
Título: VÉRTIGO EN LA NOCHE Autora: Ana Martínez Editorial: A. Cultural Myrtos Gramma al manar Género: Poesía
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Todo libro nos invita a seguir las huellas del autor a través de su escritura. Por eso en Vértigo en la Noche nos sorprende la madurez de Ana Martínez., poeta que irrumpe en el panorama literario actual con este
primer libro. No se trata
de una obra
improvisada. No. Nuestra poeta sabe muy bien lo que quiere decirnos y cómo expresarlo para obtener un feliz resultado. Poemario amoroso de principio a fin, donde la autora va hilando verso a verso la interioridad de sus sentimientos con delicadeza, unidad y escogido lenguaje. El despertar de los sentidos, en toda su pujanza, van abriéndole camino hacia una realidad irrenunciable. Asume así con valentía el vértigo de la materia sin tabúes, como medio de expansión y conocimiento: ... Pero hoy seré yo quien participe/ perdiendo los estribos,/ dejándome llevar por el instinto,/ sin reparar en miedos ni licencias... Cabe señalar en todo el poemario la ausencia de artificios. La palabra queda desnuda, embellecida por el ritmo musical, principalmente heptasílabos y endecasílabos, descubriéndonos el contenido de Vértigo en la noche tal un río silvestre que buscara su identidad entre la tierra. La irracionalidad del amor en las caprichosas formas del destino aflora en estos versos con marcados signos de impotencia: “Acaso la locura/ o acaso el amor,/ se enlazan por fortuna o circunstancia/ burlando los raíles del destino” Nos dice Ana Martínez intentando descifrar el enigma de este sentimiento irracional, pero al mismo tiempo sublime en toda su grandeza. Tampoco renuncia la autora en estos poemas a admitir con entereza el declive de la sangre. Sabe y expresa con acierto: “... La sangre se ha estancado,/ tal remanso de un río, y quieta/ ya sin bravura observa/ el lento transcurrir de sus derrotas...” Sin embargo, el vacío que surge después de la derrota queda redimido en parte por la esperanza; hija de la propia contradicción que gesta el amor . La construcción del ser es lo importante porque a través de él va quedando a flote el propio conocimiento. Realización donde la poeta ancla su desengaño para seguir hacia delante, aunque tenga que cobijarse a veces en “la más honda oscuridad”. Es normal que en casi todo auténtico poemario de corte amoroso surja una alteración de conciencia, realidad que en Ana Martínez resplandece con luz propia: Los sentidos en
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plena magia quedan abiertos, pero también para trascender la
experiencia y
engrandecerla más allá del tiempo y los círculos de la tierra. Así nos expresa: Esta noche en silencio comparto las estrellas/ con tu ausencia y el gusto/ por verte con el aire renovado./ Tan cerca la galaxia,/ si la miro y me extiendo/ hasta poder rozarte las mejillas... El recuerdo como vía de expansión hacia lo bello agranda los momentos vividos. Todo tiene significado y contribuye a enriquecer su panorama interior. Aunque la sombra amenace con eclipsar esos instantes, la experiencia será válida:
Si la pasión
termina,/ cuando acabe,/ seguirás habitando mi recuerdo... En el recuerdo o fuera de él
Ana Martínez se mueve con soltura: Dentro de la
simbología, que va creando con maestría desde el inicio, nos arrastra sin darnos cuenta a seguir su lectura con verdadero interés. Un logro que no todos los poetas consiguen. Más aún si tenemos en cuenta que está comenzando a caminar por el arduo desafío de la Poesía.
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HUELLAS DE LA PLATAFORMA CULTURAL RAÍCES DE PAPEL
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FALLO DE LOS PREMIOS LITERARIOS RAÍCES DE PAPEL III Certamen de Poesía "Poeta Juan Calderón Matador" II Certamen de Microrrelatos de Cine "Arvikis-Dragonfly"
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La entrega de premios y presentación de libros ganadores tuvo lugar el día 18 de noviembre de 2011 en el Salón de Actos de Cultural Telefónica de Madrid. Agradecemos a dicha institución y al Grupo Literario Tintaviva la cesión del espacio y su ayuda para la realización del mismo. Gracias también a las personas que han formado los jurados respectivos: Julia Gallo Sanz, Blas Muñoz Pizarro, ganadores de la primera y segunda edición del certamen de poesía, Carmen Rubio, Milagros Salvador, Reyes Cáceres, y Silvia Carpena, ganadora de la anterior edición del certamen de Microrrelatos, tanto por su ardua labor en las deliberaciones como por su participación activa en el desarrollo del acto. También asistió el director de Ediciones Cardeñoso, Severino Cardeñoso, a quien no nos cansaremos de mostrarle gratitud por el patrocinio de los libros ganadores en ambas modalidades.
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Blas Muñoz Pizarro fue el encargado de presentar el libro "Por el envés del tiempo", de Raquel Vázquez, que obtuvo el primer premio de poesía. A continuación transcribimos las palabras que dirigió a los asistentes.
"En este su primer libro, Raquel Vázquez Díaz nos sorprende por la madurez del lenguaje y por la distanciada serenidad con que explora el recurrente tema !sorprendente en su caso, dada su edad! del tiempo. Más que un dolorido sentir, su palabra expresa el vértigo esencial de quien ignora su destino y sólo puede dejarse llevar por él, para no hallar, sin embargo, en el envés del tiempo, nada excepto la respuesta incomprensible de un vacío inevitable. Al leer estos poemas, se tiene la impresión de estar ante la obra de alguien que ha vivido lo suficiente como para decantar en ellos, con una voz precisa y contenida, una experiencia personal intensa y dilatada, pero sería excepcional que así fuera: estos poemas, escritos entre 2008 y 2009 por una joven de dieciocho años, trascienden esa circunstancia y se erigen en palabras autónomas que reclaman un lugar independiente. Poco importa que respondan a un "yo" poético confesional o a un "yo" fingidor. En cualquier caso, rezuman sinceridad porque, en realidad, el poeta no finge cuando
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asume como propias las razones o sinrazones de los demás. Lo único que importa en el poema es la verdad poética, aquella que se cumple cuando la palabra "dice" su realidad. En el mundo plural de la poesía reciente, los autores más jóvenes escriben sin complejos, sin ataduras y, sobre todo, como si no fueran jóvenes. Lo han leído todo, lo han asimilado todo, y están, al menos literariamente, de vuelta de casi todo. Como dice Vicente Luis Mora, “los jóvenes del XXI (...) son eminentemente más prácticos y directos que nosotros, sus ya avejentados predecesores”. Hay que esperar para ver qué resulta de esta eclosión de sensibilidades diferentes y cambiantes, tras una madurez en muchos casos impostada. Los críticos, sin embargo, no esperan y se atreven a señalar rasgos, coincidencias, temas comunes: desde el mundo punk más descarado o el hiperrealismo más descarnado hasta la búsqueda de identidad o el hastío del narcisismo, pasando por la precocidad sexual o los tempranos desengaños amorosos; y, todo eso, tratado con desenvoltura o con un vitalismo rabioso, según las circunstancias. Por eso sorprende este primer poemario de Raquel Vázquez Díaz que no se parece en el tono, la dicción y el objeto poético a ninguno de los primeros libros de otros poetas jóvenes, aunque en algún poema se asome al tema de la otredad, desde la soledad de un "yo" desconcertado. Más cerca se encuentra este libro, a mi parecer, de una apreciación de Luis Antonio de Villena, quien se desmarca relativamente de lo anterior para reivindicar la poesía de los más jóvenes como una superación de la "vieja y obsoleta polémica entre ‘voz lógica’ y ‘voz órfica’, es decir, entre comunicación y conocimiento". No carecería así de significación la nómina de poetas (entre tradición formal y vanguardia) que firman las citas que aparecen al comienzo de cada una de las cuatro partes de este libro: Jorge Riechmann, Josep M. Rodríguez, Felipe Benítez Reyes, Alejandro Jodorowsky, Nacho Vegas, Ángel González y Benjamín Prado: ligera heterogeneidad en un friso de autores que enfocan la realidad con una mirada crítica y ética similar, desde presupuestos estéticos diferentes. Por el envés del tiempo es un conjunto de veintiocho poemas distribuidos en cuatro grupos, con el reparto, no sé si conscientemente simétrico, de seis poemas en la primera parte y otros seis en la cuarta, mientras que la segunda parte y la tercera 308
contienen ocho poemas cada una. En todas ellas hay poemas breves o muy breves junto a otros de aliento más sostenido. Esta voluntad de simetría, ahora claramente buscada, es evidente en la segunda parte, en la que, alternándose, se nos ofrecen cuatro haikus (en realidad, senryus) y cuatro poemas de factura libre con cierta presencia en ellos de endecasílabos rítmicos. Todas estas marcas (la simetría, la tendencia del verso libre hacia la regularidad y la ausencia de ruptura brusca entre las cuatro partes del libro, separadas únicamente por las citas iniciales) son un correlato formal del tono contenido de un discurso que, en el vértigo del vacío del que nace, excluye el énfasis y los signos diacríticos de la emoción. En el primer poema del libro, el "yo" lírico se nos presenta inerme, en la más absoluta desposesión. Es tan sólo, como el peso del alma, "21 gramos de eterna ceniza" viajando en un espacio inestable y frágil a merced del tiempo, que "sopla cada vez más fuerte". En los poemas siguientes de la primera parte se ahonda en los aspectos esenciales de tanta indefensión: la incapacidad para comprender el complejo mecanismo de las horas desvividas; las pérdidas inalcanzables; la ausencia y las ausencias; la distancia; el viaje, en fin, del ser en un túnel cerrado hacia el vacío... El devenir incesante y absurdo (aquella "pasión inútil" de Sartre) parece alzarse con la victoria. Y, al final de este grupo de poemas, la inversión especular del "tú" y el propio "yo" en la incomunicación más absoluta, bajo la gélida metáfora de la ausencia en Siberia. La segunda parte se inicia con una cita ("Todo es inaccesible...") de Josep M. Rodríguez, y no sé si sólo cabe atribuir a la casualidad el acierto de su presencia aquí, inmediatamente después del poema anterior sobre el tema de la identidad y de la incomunicación. Porque hay que decir que Josep M. Rodríguez, notable y joven poeta, fue el autor de una antología titulada, con una conocida frase de Rimbaud, "Yo es otro" Autorretratos de la nueva poesía. Pues bien, "Todo es inaccesible..." dice el primer verso de la cita, y de eso trata esta segunda parte: de profundizar en los aspectos anteriores: "Es medianoche; dispara el arquero/ ahondando en el vacío de la diana.". En la tercera parte, ese "todo" inaccesible se hace realidad, se materializa en objetos que se cargan de significación, convertidos, contradictoriamente, en símbolos desposeídos de sentido. Así, un pincel que "descansa (...) malherido/ en la escarcha del tiempo" deviene en inservible para "corregir tinieblas y oquedades". En el túnel (de 309
nuevo, como referente de la vida) "un cartel recomienda/ precaución, porque está nevando afuera". Y tampoco sirven ya los letreros incomprensibles al borrarse "las huellas del camino" ni los sueños que toman la "forma de figuras estrelladas". Los poemas siguientes adquieren un tono más irreal, más críptico. En ellos se nos ofrecen nuevas metáforas de la impotencia radical del hombre para hallar respuesta a sus preguntas: la confusa conjunción de una hoja en su huella o de un objeto celestial en su reflejo, el sueño truncado del hombre que quería tocar un piano prohibido, o la caída desde nubes de hierro de un ser (¿Luzbel, Ícaro, Faetón?), "de espaldas sobre/ el oscuro reverso de la tierra". En la cuarta, y última, parte de este libro, son, de nuevo, las citas iniciales !de Ángel González ("Otro tiempo vendrá distinto a éste") y de Benjamín Prado ("Perderse es inventar otro camino")! las que conforman nuestra visión, abriéndola a la esperanza. En el primer poema, la claridad (que "es un don", como decía Claudio Rodríguez) es aún "ambigua", en palabras de Raquel Vázquez Díaz; o, como se dice en el poema siguiente, "René Magritte ya sabía/ que el imperio de las luces/solamente era posible/ al otro lado del lienzo". "Ambigua" o "al otro lado" pero presente, y real, y alcanzable. Un breve poema, un senryu, de la serie siguiente dice: "Y el viento sopla/ sin saber que no puede/ llevarse nada". Detengámonos aquí, porque esto es nuevo, porque ahora es el viento el que sopla, mientras que en la primera parte era el tiempo el que soplaba "cada vez más fuerte". La identidad "tiempo/viento" se hace ahora evidente. Y si hasta ahora el hombre era quien ignoraba y quien era llevado, ahora es el tiempo el que ignora y el que sufre su impotencia. Y de nuevo aparece, en el poema siguiente, "Cumpleaños", aquel vagón del primer poema del libro (en el que viajaban nuestros "21 gramos de eterna ceniza"). Pero ahora, como dice otro poema en su título, "No todo es devenir". Y, así, este libro unitario se cierra como un círculo perfecto: Al principio, cuando el "devenir" era angustia e indefensión, un verso decía: "los ríos dan la razón siempre a Heráclito". Ahora, al final, como en un espejo negativo, los tres versos últimos nos dicen: "Y en esta ocasión/ parece que Parménides/ ha ganado la batalla". Aquí cierro estas consideraciones. No son más que el resultado de una lectura, tal vez apresurada, de este libro intenso, orgánico, claro casi siempre, hermético a veces,
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exacto en el tenso encuentro de sustantivos justos con adjetivos necesarios, trágico en su planteamiento, esperanzado en su final, y maduro como pocos libros iniciales. La juventud extremada de su autora bastaría para mover a su lectura, pero espero que esa circunstancia sólo añada un poco más de interés por un libro que no la necesita para despertarlo. Y espero igualmente, sin dudarlo, que en sus libros futuros Raquel Vázquez Díaz consolidará y acrecentará lo ya realizado."
Raquel Vázquez nació en Lugo en el año 1990. Es estudiante de Filología Hispánica en la Universidad de Santiago de Compostela. Dada su juventud, todavía no puede presentar un amplio currículo y está comenzando a dar sus primeros pasos en el difícil mundo de la literatura, no sólo en poesía si no también como narradora. Pero pasos firmes, eso sí, como lo demuestran este premio de poesía "Poeta Juan Calderón Matador", al que hay que unir el Concurso de Microrrelatos Etnosur de Alcalá la Real (Jaén) (2011), y la mención como finalista del Premio "Nuevos Creadores" de Granada, en la modalidad de poesía (2010). Ha publicado textos en revistas literarias y obras colectivas, pero este es su primer libro en solitario. Proyecta la publicación de un segundo poemario "Pinacoteca de los sueños", en la editorial Islavaria. Otros trabajos suyos pueden encontrarse en su blog personal: http://nieblaeterna.blogspot.com.
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ANÁLISIS SINTÁCTICO Pensaba que hoy sería un día simple, un solo predicado, sin recursividad, fácil para el análisis. Pensaba en el examen que tendría por la mañana, su forma de núcleo; un sujeto soleado, el objeto directo de la música y algunas circunstancias bastante opcionales en el conjunto. Es lo que tienen las malas lecturas, se lee lo que se quiere leer. Porque realmente debía enfrentarme a un día bipolar: ahora veo también el otro predicado, el nexo que lo introducía, oculto entre horas engañosas. Quizás la mañana se llame tesis, y la tarde, esa antítesis que... cómo no supuse dos puntos más atrás. En esta parte del día, las nubes están en la mirada -así un problema menos-, deslizándose en las horas complejas, unas dentro de otras, y de otras y otras, cajas chinas de la desesperanza. Ya pronto caerá el punto con que se cierra el día. Nada hace presagiar una simplificación en el análisis de los días que sucederán a éste. (Poema perteneciente al libro Por el envés del tiempo)
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Javier Bueno Jiménez, auspiciador del Certamen de Microrrelatos de Cine "Arvikis-Dragonfly" fue el encargado de bautizar en público el libro "Deseos humanos", donde se recoge el relato ganador, de Marcos Callau Vicente, así como el resto de premios y seleccionados.
“Deseos humanos, es el título del trabajo ganador de este año en el II Certamen de Microrrelatos sobre Cine "Arvikis-Dragonfly", que brinda homenaje a la película así titulada, dirigida, en 1954, por el maestro Fritz Lang, imprescindible y evocador film de cine negro, con inolvidables intérpretes, como Gloria Grahame, Glenn Ford y Broderick Crawford, basado en la obra “La bestia humana” del novelista francés Émile Zola. Marcos Callau Vicente, autor del relato galardonado, nos presenta una historia que homenajea al cine, a Madrid y a sus desaparecidas salas, a la complicidad que se genera, muchas veces desde la soledad, entre el espectador y los personajes de la película, cuando ésta tiene “alma” y permite nuestra “beligerancia emocional”. También son excelentes microrrelatos el segundo y tercer premio: “168 fotogramas”, en el que David Caro de la Cruz, desde la perspectiva de un mendigo, retrata la inmortalidad de un instante único en un trozo de celuloide, y “Dos para la sala 3” de Rafael Moya Buades, donde queda patente la dificultad de tantos y tantos actores para conseguir una pequeña frase en un film. 313
En el prólogo del libro del año pasado recordaba las lágrimas vertidas, de niño, en la primera película que vi en mi vida: El patito feo. La situación no ha variado mucho a día de hoy. La cartelera, especialmente este verano de 2011, ha sido para llorar, a excepción de algún título proveniente de nuestros vecinos franceses, que, francamente, tienen mucho que decir. Y, ante esta falta de creadores, me pregunto ¿Por qué no se reponen esas películas inolvidables que han hecho historia, para que algunos podamos volver a verlas en la gran pantalla una vez más, y los más jóvenes puedan gozarlas por primera vez? Al cine actual creo que le sobran palomitas y gafas, y le falta imaginación, magia. El cine debe volver a los orígenes, en todos los sentidos: Las buenas historias, bien contadas, para empezar, y al ritual de salir de casa para acudir a una sala cómoda y bien climatizada, donde gozar de ellas, en esa comunión de la penumbra y las emociones. Quiero agradeceros a vosotros, autores, la importante participación en esta convocatoria, que ha doblado en originales a la pasada edición, a los miembros del jurado su arduo trabajo, ya que la calidad de los microrrelatos ha hecho que las deliberaciones fuesen largas, y, cómo no, a nuestro editor favorito y mecenas, Severino Cardeñoso, de Ediciones Cardeñoso (Vigo). También nuestro agradecimiento al pintor Antonio Callau Pérez que, amable y desinteresadamente, nos ha dibujado la portada de este libro. Ya nada más que despedirnos hasta la próxima convocatoria, en 2012, que celebraremos juntos una vez más. Que sigáis cumpliendo películas, que vayáis al cine, y no dejéis de escribir. “ Al fin y al cabo, mañana será otro día”. Vosotros, lectores, disfrutad de este libro que, a buen seguro, os transportará a la magia del Séptimo Arte. ¡VIVA EL CINE!"
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MARCOS CALLAU VICENTE (Zaragoza. 1981) Estudios de Derecho e Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza. Actualmente y desde hace diez años, trabaja en el campo de la Seguridad Privada. Autor de la colección de relatos Jazzmen (Editorial Cartonerita niña bonita. 2011). Seleccionado finalista en el Primer Premio Internacional de Poesía Mariano Sorribas y publicado en el libro Quizá mañana (Ed. Boreal 2011). Seleccionado para publicación en el I Certamen de microrrelatos sobre Cine "Arvikis-Dragonfly" y publicado en su libro El beso Microrrelatos sobre Cine (Ediciones Cardeñoso 2010). Incluido en la Antología poética Con otra voz (Latin Heritage Foundation. 2010). Ha obtenido el primer premio en el II Certamen de Microrrelatos sobre Cine "Arvikis-Dragonfly", 2011. Participa activamente en diversos recitales poéticos de su ciudad y colabora con las revistas digitales Raíces de papel, La Caja de Pandora y Cineuá. Asiduamente publica sus textos en el blog El sueño eterno con dirección: lamusicadelaluna.blogspot.com, y también
es
autor
de
un
blog
francescoalbertosinatra.blogspot.com
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especializado
en
Frank
Sinatra:
Primer Premio II Certamen de Microrrelatos sobre Cine "Arvikis-Dragonfly"
MARCOS CALLAU VICENTE
DESEOS HUMANOS
---------------------------------------------------------------------------------------------------------Don Ambrosio Vidal Romero, natural de Madrid, es un señor mayor siempre vestido con traje gris que, en el metro, cede su asiento a las señoras porque es todo un caballero. Cada mañana toma un cafelito en Vergara y cada tarde una copita en el Gijón, antes de quedar con su amada Gloria. Después, cuenta la gente, que se le ve deambular siempre por las mismas calles, en soledad, y que termina sentándose todos los días en un banco frente al antiguo cine Salamanca, hoy desaparecido. Su amigo Pedro, cansado de murmuraciones, se dispuso a hablar con él. Ambrosio insistió en que Gloria, más tarde o más temprano, habría de acudir a la cita, pues hacía ya unos años que habían quedado en verse allí todas las tardes. Pasados unos meses don Ambrosio murió pero, un día después de su fallecimiento, Pedro recibió una carta suya. En su interior había un poema de amor dedicado a Gloria, un antiguo ticket del cine Salamanca para ver la película Deseos humanos y una fotografía dedicada de la actriz Gloria Grahame. Pedro sonrió melancólico, levantó la vista al cielo y exclamó: Amigo, ahora debes estar en la Gloria.
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PRESENTACIÓN DE LA ANTOLOGÍA POÉTICA RAÍCES DE PAPEL
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Coincidiendo con el acto de entrega de los Premios Literarios Raíces de Papel se presentó la Antología Poética Raíces de Papel, para la que fueron seleccionados los poetas: Alfredo Piquer Garzón, Antonia Pons Coch, Elena Marqués Núñez, Irene Mayoral, Javier Bueno Jiménez, Jesús Abrahan Jaime Hernández, José Gerardo Vargas Vega, José Manuel Fernández González, José Manuel Sanrodri, José López Rueda, Juan Calderón Matador, Julia Gallo Sanz, Laura Olalla, Luis Alberto Ambroggio, Marcos Callau Vicente, Milagros Salvador, Pedro Tenorio Matanzo, Pepa Nieto, Reyes Cáceres Molinero y Valeriano Franco. El libro, del que la Plataforma Cultural Raíces de Papel se siente especialmente orgulloso, es una muestra de la poesía que actualmente se escribe en castellano. El prólogo del mismo, así como la presentación de la obra, ha estado a cargo del poeta José Iglesias Benítez. Estas son las palabras que ha dedicado a cada uno de los autores:
"La Plataforma Cultural “Raíces de Papel”, que tiene como órgano de expresión una magnífica revista digital homónima en la que colaboran importantes nombres de todas las facetas de la cultura: la literatura, las artes, el cine, la música…, se lanza ahora a la aventura de sacar una antología de poesía en colaboración con la
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bien dispuesta editorial “Cardeñoso”. Ardua misión para estos tiempos de menosprecio a todo lo que suponga rigor intelectual. ¿A quiénes se les puede ocurrir dedicar tiempo, dinero y esfuerzo a publicar y difundir versos? Locos deben ser. Y seguramente lo son. Pero, qué divina locura que permitirá que permanezcan indelebles, palabras, emociones, sentimientos y pensamientos, valores y conceptos, expresados con voluntad de crear belleza. La voluntad creadora del hombre, su anhelo de permanencia en la memoria colectiva y su afirmación como ser individual, una de las aspiraciones más nobles del género humano y la que lo aparta definitivamente del homínido que lo originó. Una veintena de autores son recogidos en estas páginas. Colaboradores todos de la revista digital aludida anteriormente, recogen aquí una muestra, si no amplia, sí suficiente, de sus obras respectivas. Muchos de ellos son sobradamente conocidos y reconocidos en el panorama poético y literario de la España actual, otros van, poco a poco, abriéndose paso en esta maraña de las letras, venciendo las dificultades con un esfuerzo que pocas veces se ve recompensado. Todos aportan lo mejor de sí mismos en estos poemas que les llevó a las puntas de sus dedos los temblores e inquietudes que un día agitaron sus almas. Es difícil enjuiciar en unas líneas (tampoco lo pretendemos) las obras de veinte escritores, con edades, formación, lugar de nacimiento y residencia muy diversos y, por lo tanto, diferentes estilos y modos de vida; a veces con dispares puntos de vista y distintas sensibilidades, como es natural. Sin embargo, algún rasgo común podemos apreciar, fruto probablemente de las tendencias que rigen las corrientes estéticas contemporáneas. Así, por ejemplo, podemos observar que en la inmensa mayoría de los casos se optará por una cierta métrica basada en el heptasílabo, que tan bien casa con todos los versos de sílabas impares: pentasílabos, eneasílabos, endecasílabos y alejandrinos (compuestos estos, en todos los casos, por dos heptasílabos separados por la cesura). Todo ello, claro está, sin rima como predican las modas actuales: verso blanco y una pretendida ametría, que bien mirada, casi nunca lo es del todo. Aquellos fastuosos versículos de la literatura de las vanguardias parecen haber pasado al ostracismo con pocos visos de redención, por ahora. Aquí conviene hacer notar algunas honrosas excepciones en ese general desprecio a las estrofas clásicas: las liras impecables de José López Rueda en Yuste, las décimas de Julia Gallo en su poema Paradigma de vida, las mayoralas, de Irene Mayoral, alguna silva de Valeriano Franco y la perfección del soneto, que no pierde vigencia: hasta siete ejemplares, algunos 319
magníficos, podemos encontrar a lo largo de la antología y bajo la autoría de distintas firmas. Aún podríamos apuntar algún rasgo común en las temáticas: suelen ser recurrentes los poemas que tratan del amor/desamor, la huida del tiempo y una cierta sensibilidad social (nada que ver, claro, con aquella poesía social en vigor en las décadas de los cincuenta y sesenta). En estos casos se trata más bien de seguir las huellas de la llamada “poesía de la experiencia”, con poemas dolientes ante las catástrofes naturales; poemas que denuncian el sufrimiento humano de la hambruna, la guerra o los movimientos migratorios (Antonia Pons, Agua ausente; Reyes Cáceres, El ángel de Gaza); la insensibilidad, la apatía o la impotencia ante problemas como el Alzheimer, o la soledad en la vejez (Javier Bueno, El vergel de Dios; José Manuel Fernández, Mi tierra, mis recuerdos…) o la rebeldía ante la injusticia de la mujer maltratada (Julia Gallo, El monje de la luna)… Por poner algunos ejemplos. A partir de este punto, el análisis debe hacerse forzosamente de forma individual, o como mucho en pequeños grupos que comparten alguna nota de su estilo o sus preocupaciones. De este modo, podemos rastrear ciertos apuntes culturalistas que aparecen en los poemas de autores como Alfredo Piquer (A una mujer que miraba un cuadro, Vuelve Helena, Marilyn…), Irene Mayoral (Cristo Crucificado, Marte…), José Gerardo Vargas (Las notas tristes), Marcos Callau (Gene Tierney), Jesús Abraham Jaime (Pompeya), todos ellos con importantes referencias al mundo clásico, la pintura, el cine o la música. En el caso de este último, los guiños culturales se reflejan también en su poesía visual (El Golem, o Ponchielli-Danza delle ore). Podemos intuir una cierta tendencia común en algunos autores que plasman toda la nostalgia de un tiempo ya vivido y perdido para siempre, en un paisaje visto o rememorado: Antonia Pons, Soñando amaneceres; Elena Marqués, El agua desordena la luz de la Alameda; Milagros Salvador, Ángel caído de “El Retiro; Reyes Cáceres, Campito olvidado, Tiempos de bronce. Y los homenajes. La escritura a la escritura, a los escritores… Las devociones, los fervores, las citas y las paráfrasis... la poesía emocionada y emocionándonos en la poesía. Poetas cantando a los poetas que los hicieron soñar, estremecerse, vivir: José Manuel Sanrodri, Letras recolectadas en el campo, Embotellada fotografía sobre un marco de madera; Juan Calderón, Silencio por Mallarmé, Carta a don Vicente Aleixandre, Jacque Canales viene al sueño, Nunca se va del todo quien nos ama…; Laura Olalla, Ese lento vaivén de las palabras, Aguas encontradas, La seda del 320
vuelo…; Luis Alberto Ambroggio, La arqueología del Viento, La desnudez del asombro…Y aquí, las reflexiones sobre el hecho poético, el metalenguaje, la poesía como misterio y como desenlace. La poesía como vocación irrenunciable e ineludible: del mismo Luis Alberto Ambroggio, El testigo se desnuda; de Valeriano Franco, Palabras y silencios, Páramo; de Milagros Salvador, Jornada de retorno… Pero el amor. Siempre el amor. En algunos casos se canta un amor nostálgico, teñido de melancolía, o sereno, cálido y envolvente, que comunica seguridad: Antonia Pons, Acompáñame; Javier Bueno, Pensándome en ti, Recostado; Luis Alberto Ambroggio, El viaje; Pepa Nieto, Girar en torno a ti… pero más comúnmente es el desamor quien domina (ya sabemos, D. Antonio dixit: “se canta lo que se pierde”) La misma Pepa Nieto, escribe en otro poema: la voz del tren se aleja ahora / como una adolescencia sin futuro, o Elena Marqués en el poema V: No hay sueño que repare / tanta ausencia… También José Gerardo Vargas y Marcos Callau, ofrecen buenos ejemplos de versos dolientes, quejas por el amor perdido. Y el rostro más carnal del amor, el erotismo, en la poesía sensual de Irene Mayoral: Esta cintura bajo una sombra íntima de dos colinas de cuarzo, / encumbrada en la púrpura; Milagros Salvador: Soy la corza que con incierto hocico / busca la tierna hierba / que recorta la sombra de tu vientre; o Pedro Tenorio: …la sazón de mis piernas con que cubres la boca / ahora que yergues toda / la hiedra entre mis muslos. Hay otras preocupaciones en esta antología: el tiempo y su amenaza. La muerte en acecho: véase a José López Rueda, (Domingo de Ramos) o a Julia Gallo (El día que yo habite el territorio opaco). Y más. Mucho más. Hay que adentrarse en el libro, volver a él una y otra vez, empaparse en sus versos, en sus verdades candentes. Y hay que admirar, cómo no, las ilustraciones de Juan Calderón, polifacético y artista completo, que acierta en cuanto hace. Como acierta, al lado de Javier Bueno, poniendo en marcha estas “Raíces de Papel” que cada vez dan más fruto en este erial de la cultura. Y acertó buscando el apoyo de Ediciones Cardeñoso. Buen trío y buen trabajo el que han realizado. Que lo disfrutes, lector."
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LA REVISTA MISCELÁNEA LITERARIA DEDICA DOS DE SUS PORTADAS A LOS PREMIOS LITERARIOS DE LA
PLATAFORMA CULTURAL RAÍCES DE PAPEL
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LA REVISTA AZAGALA SE HACE ECO, EN SU NÚMERO 40, DE LA ENTREGA DE PREMIOS LITERARIOS
RAÍCES DE PAPEL
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LIBROS Y REVISTAS RECIBIDOS
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