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B. Siglo XVI: Las raíces
11. Su escrito, evidentemente, es el comienzo; por una parte, de una serie de estudios en busca de los mejores métodos a utilizar para la misión de los pueblos indígenas; por otra, su estudio permitió constatar que la misión no sería fácil, tendría limitaciones a superar y, de hecho, fueron superadas con el paso de los años. Tarea titánica frente a cuyos resultados los Obispos en Puebla concluyeron que esos primeros misioneros respondieron: Con una capacidad creadora cuyo aliento sostiene viva la religiosidad popular de la mayoría del pueblo (DP 6). El trabajo evangelizador de Fr. Pane, aparejado a sus escritos confirmaron a la Iglesia que la Evangelización de las Indias era posible, animando a muchos otros misioneros a continuarla.
B. Siglo XVI: Las raíces
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12. La Colonización iniciada por Cristóbal Colon desde su arribo a las islas americanas en su segundo viaje mostró la incoherencia que la vida cristiana tiene cuando no hace vida el Evangelio, amando a su prójimo y a Dios como así mismo. La ambición, la idolatría al oro, la mentira, la rapiña, el racismo, la violencia fratricida, la instrumentalización y cosificación de las personas, así como el asesinato (etnocidio) fueron solo algunos de los pecados cometidos por los conquistadores recién llegados. En muchas ocasiones – si no es que siempre – estas sombras afectaron el proceso de Evangelización. Su potencial de anti testimonio hacía poco creíble entre los indios el amor de Dios predicado por los religiosos; despertando de este modo, en los pueblos originarios el rechazo total contra la religión de los extranjeros.
13. Aun así, la Evangelización se vio fortalecida con la llegada de Órdenes religiosas como los franciscanos y dominicos a la isla La Española (República Dominicana).
Especialmente estos últimos, impresionados por la crueldad usada contra los indios y doliéndose de las injurias que contra su ley y mandamientos a Dios se hacían15 acordaron denunciar el pecado de los conquistadores. De este modo, el Cuarto Domingo de Adviento de 1510, Fr. Antonio de Montesinos OP pronunció el Sermón: Ego vox clamantis in deserto con la aprobación de todos los religiosos que, con él estaban en la isla. El hijo de Cristóbal Colón16 y otros de los principales de la Isla de Santo Domingo fueron invitados por los religiosos a reflexionar desde la fe sobre lo inmoral de su tiránica e injusta forma de tratar a los indios17 con el sano deseo de despertarlos del profundo y abismal sueño en que tan insensiblemente dormían18. Desde el púlpito, Fr. Montesinos con voz fuerte comenzó su denuncia:
Para os lo dar a conocer me he subido aquí, yo que soy voz de Cristo en el desierto desta isla, y por tanto conviene que, con atención, no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual os será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y peligrosa que jamás no pensasteis oír. Esta voz es que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid: ¿Con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan
15 Fray Bartolomé de las Casas, Historia de las Indias, T.III., p. 11. 16 Diego Colon, oficiales del rey, juristas… En: Fr. Bartolomé de Las Casas, Historia de las Indias. En el nombre de la Santísima Trinidad comienza el Libro Tercero de la Historia General de las Indias, p. 12. 17 Ibidem, p. 11 18 Cf. Ibidem, p. 11