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de la Palabra de Dios"
22 De Enero De 2023
Dejemos y dispongamos nuestro ser para un encuentro con el Señor, dejemos la acción del Santo espíritu de Dios inunde nuestro ser. Oh, Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación.
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Espíritu Santo, Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén.
En el Evangelio de hoy (San Mateo 4, 12-23) vemos el gran retrato del alcance y la profundidad de lo que Jesús viene a hacer. Desea nuestro arrepentimiento, o que cambiemos totalmente la forma en que vemos y evaluamos todo. También se nos dice cómo Jesús lo lleva a cabo, atrayendo a las personas, para que dejen todo para poder estar con Él, y así entrar en la visión que Jesús tiene de ellos/as
El llamado: En la Iglesia hay distintas vocaciones, pero a la cual todos estamos llamados es la santidad. Ser santo no significa ser de manitas juntas y como que ni le llega la señal del pecado, ¡no! Eso no es ser santo. Ser santo es aquel que la lucha día a día. Es la persona que trata de ponerlo a Dios en su jornada, es la persona que trata de encontrarle la vuelta a las cosas, es la persona que sabe que está Dios todo el tiempo consigo. Y la Santidad consiste en hacer las cosas ordinarias extraordinarias, sabiendo que buscamos siempre y en todo momento movernos bajo la mirada amorosa de Dios y siempre buscando la extensión de su Reino.
Cabe mencionar que la llamada que Jesús nos hace a cada uno de nosotros, es una llamada de misericordia, de perdón y compasión, es una invitación a un cambio de vida es una llamada a la conversión.
A veces se puede creer que la conversión es imposible, que aún estamos muy lejos, que el camino es largo y cansado pero, qué vida es fácil. Toda elección comporta una renuncia, o mejor, toda elección comporta un camino. Los discípulos que siguieron a Jesús, antes que renunciar a sus redes, a su pequeño mundo, se encontraron con una vocación más grande y maravillosa. Como dice San Pablo llevamos nuestra vocación en vasija de barro.
No tengamos miedo de aceptar con generosidad y alegría a la invitación que Jesús nos hace este domingo de trabajar en su reino. Lo único que hay que hacer es dejar nuestro pequeño tesoro para alcanzar uno más grande. Sólo hay que dejarse sorprender por el Señor y tirarse en sus manos, confiados de que Él es quien guía nuestros pasos y que caminamos bajo su gracia. «¡No tengáis miedo! ¡Abrid, y aún de par en par, las puertas a Cristo!» (San Juan Pablo II)