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Celebración vicarial de la Jornada Mundial de la Paz
Vicaría San Juan Bautista, Cuscatlán
Una vez pasado el encierro causado por la pandemia del COVID – 19, las 14 parroquias de la Vicaría San Juan Bautista, ha retomado la práctica de la celebración vicarial de la Jornada Mundial de la Paz.
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trazar junto caminos de paz”. Después de señalar los impactos de la pandemia, el Papa Francisco indica que ha llegado el momento para cuestionarnos, aprender y dejarnos transformar – de forma personal y comunitaria -; la mayor lección que nos deja en herencia el COVID-19 es la conciencia de que todos nos necesitamos, de que nuestro mayor tesoro, aunque también el más frágil, es la fraternidad humana, fundada en nuestra filiación divina común, y que nadie puede salvarse solo. Es juntos, en la fraternidad y la solidaridad, que podemos construir la paz, garantizar la justicia y superar los acontecimientos más dolorosos.
planeta, creando las bases para un mundo más justo y pacífico, que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común.
En esta ocasión la fecha señalada para la celebración fue el sábado 7 de enero en la Parroquia de Santa Cruz Michapa. A la 1.30pm comenzaron a llegar los feligreses de las catorce parroquias que habían acordado enviar a 50 delegados por parroquia. Fue hermoso el orden en la caminata y en todo el evento. Participaron todos los sacerdotes de la Vicaría San Juan Bautista. El evento terminó con la celebración de la Santa Misa en el templo parroquial, en donde los 700 participantes se acomodaron ordenadamente. La Eucaristía concelebrada por 13 sacerdotes, fue presidida el P. Oscar Orlando Villegas, nuevo Vicario Foráneo. El P. Víctor Leiva predicó la homilía en la que motivó a ser artesanos de la paz y recordó a Monseñor Arturo Rivera Damas y su contribución al proceso de paz en nuestro país, que culminó con los acuerdos de paz. Testimonio de compromiso responsable con la realidad.
El mensaje de la 56 Jornada Mundial de la Paz, lleva por título “Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el COVID-19 para
La guerra en Ucrania con sus consecuencias negativas de alcance mundial, vino a frustrar las expectativas positivas frente al fin de la etapa más severa de la Pandemia. Esta guerra, junto con los demás conflictos en todo el planeta, representa una derrota para la humanidad en su conjunto. El virus de la guerra procede del interior del corazón humano, corrompido por el pecado. (Mc. 7, 17-23).
¿Qué debemos hacer? Permitamos que Dios transforme nuestros criterios habituales de interpretación del mundo y de la realidad. Es hora de que todos nos comprometamos con la sanación de nuestra sociedad y nuestro
Damos gracias a Dios por esta oportunidad de caminar juntos reflexionando el mensaje del Papa Francisco. Que podamos a lo largo del nuevo año construir, día a día, como artesanos, la paz. Que María Inmaculada, Madre de Jesús y Reina de la paz, interceda por nosotros y por el mundo entero.