La educación y la cultura deben plasmar conciencias colectivas, estructuradas en los valores eternos de la sociedad: moralidad, espiritualidad y ética.
En síntesis: Para transformar la conciencia del latinoamericano. El proceso debe tener inicio en las comunidades - donde vive y convive el ciudadano.
Comunidades, cuando organizadas políticamente (Asociaciones Gremiales, Comunitarias, Productivas) se tornan en micro-estados. Las transformaciones deseadas por la Nación para el Estado serán realizadas en esos micro-estados, los átomos del organismo nacional.
Nuestra preocupación debe ser con la sociedad, la causa; y no con la clase política, apenas el triste efecto.
Lo dijo Martin Luther King es real:
No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los Buenos.