Estudio emigracion de la mujer rural

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“Cuando bebas agua, recuerda la fuente” Proverbio chino

Agradecemos a todas aquellas mujeres que han colaborado generosamente en la elaboración de este estudio, respondiendo a nuestras preguntas o expresando sus opiniones en los grupos de discusión. Todas ellas han hecho posible que hoy sepamos con mayor rigor las razones por las que las mujeres se van de los pueblos de la Sierra de Béjar-Sierra de Francia (Salamanca).

Valentina Maya Frades Josefa Martín Gómez Vanesa González Prieto Noelia Vergel Sastre Equipo responsable del estudio.


Índice 1. Introducción……………………………………………………………... 4 2. Conceptualizaciones de la sociedad rural……………………………… 6 2.1. De la sociedad agraria a la rural……………………………………….. 7 2.2. Sociedad rural versus sociedad urbana………………………………… 13 2.3. La sociedad rural según criterio demográfico…………………………. 16 3. La mujer en el ámbito rural……………………………………………. 19 4. Aspectos conceptuales y metodología………………………………….. 26 4.1. Conceptualización inicial e hipótesis………………………………….. 27 4.2. Objetivos………………………………………………………………. 27 4.3. Hipótesis………………………………………………………….......... 27 4.4. Metodología de la investigación………………………………………. 28 4.5. La población y la muestra: criterios de selección……………………… 28 4.6. Instrumentos de medida………………………………………………... 30 4.6.1. Técnica cuantitativa: El cuestionario sociológico…………………. 30 4.6.2. Técnica cualitativa: El grupo de discusión…………………………. 30 5. Análisis de resultados…………………………………………………... 31 5.1. Datos sociodemográficos de la mujer de la Sierra de Béjar-Francia…... 32 5.2. El entorno familiar de la mujer rural de la Sierra de Béjar-Francia…….34 5.2.1. Relaciones familiares………………………………………………….. 34 5.2.2. Mujer rural y trabajo………………………………………………….. 36 5.2.2.1.El trabajo del marido/pareja…………………………………… 37 5.2.2.2. La mujer como ayuda familiar…………………………………. 39 5.2.3. Mujeres solteras, situación y expectativas………………………….. 42 5.2.4. Uso del tiempo………………………………………………………….. 47 5.2.4.1. Mujer y asociacionismo………………………………………

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5.3. ¿Por qué abandonan las mujeres su pueblo?............................................ 51 A modo de reflexión y conclusiones……………………………………….. 61 Anexos……………………………………………………………………….. 74 Referencias bibliográficas……………………………………………………86


1. Introducci贸n

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1. Introducci贸n


1. Introducción

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La sociología rural se ha caracterizado por la ausencia de estudios específicos sobre la situación y condición de la mujer rural. En los últimos tiempos, la situación en el mundo rural está experimentando cambios en parte debidos a una mayor incorporación y participación de las mujeres en la vida económica y social como protagonistas de pleno derecho. Estos cambios están mejorando la posición social y laboral de la mujer, pero es necesario seguir avanzando para conseguir la plena igualdad. Las políticas de igualdad de oportunidades se han convertido en un objetivo prioritario, dada la importancia que representa en el proceso de revitalización del medio rural, por lo que la perspectiva de género debe impregnar las políticas y estrategias sobre el desarrollo rural, de manera, que las mujeres tengan iguales oportunidades laborales, políticas y culturales que los hombres. Los elementos básicos de la sociedad rural, esto es, la familia rural, la comunidad rural y las características de la explotación agraria y del trabajo en el campo, tienen cada vez características menos diferenciadas de las del resto de la sociedad, aunque resulta obvio que ciertas diferencias esenciales entre la ciudad y el campo todavía persisten y, lo que es más, van a continuar persistiendo durante mucho tiempo. Todas estas diferencias que existen entre estos dos mundos, no son más que unas diferencias de carácter temporal. La sociedad rural se está desarrollando al hilo de todos los cambios que se producen en la sociedad urbano-industrial, pero no se produce un cambio social relevante. Algunas zonas rurales se han visto inmersas en la mecanización agraria, en los procesos migratorios y la influencia creciente de las zonas urbanas, debido a la cercanía de éstas, lo que ha significado un gran desarrollo en estas zonas, pero a la vez ha empobrecido a otras. Todo ello ha llevado a que se produzca una gran diferencia tanto cuantitativa como cualitativa entre las zonas rurales próximas a la ciudad o cabeceras de comarca y las que se encuentran más alejadas. Las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia también se han visto influenciadas por todos estos cambios, como el despoblamiento, envejecimiento, masculinización… y ante esta situación es por la que se nos ha encargado llevar a cabo esta investigación para conocer de primera mano ¿PORQUÉ SE VAN LAS MUJERES DE LOS PUEBLOS DE LA SIERRA DE BÉJAR-FRANCIA?


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2. Conceptualizaciones de la sociedad rural


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2.1. De la sociedad agraria a la sociedad rural El espacio rural ha experimentado cambios profundos como resultado de un largo proceso en el que han intervenido múltiples factores, entre los que cabe destacar la modernización del sector agrario derivada tanto de los cambios estructurales, como de la incorporación tecnológica; el aumento de la productividad y en consecuencia la creación de excedentes agrarios fue el resultado más notorio. Por todo ello, el ámbito rural ha pasado de tener una actividad dominante (la agraria), para convertirse en plurifuncional, revalorizándose desde el punto de vista ambiental, paisajístico, cultural o por sus ventajas locacionales. Durante décadas se ha venido utilizando indistintamente los dos conceptos: «lo agrario» y «lo rural»; como consecuencia de ello se han llegado a identificar; sin embargo, en los últimos años se establece una clara distinción entre ambos. Los estudiosos del tema 1 definen «lo agrario» como aquello con lo que el hombre está en relación directa, la naturaleza. Mientras que «sociedad rural» incluiría a todos los miembros que viven en una comunidad rural, trabajen o no, en la actividad agraria2. Ambos conceptos a la largo de la historia han ido cambiando debido en parte al ser sustituidos los valores, los estilos de vida, etc. del medio rural. Uno de los fenómenos sociales que contribuye a que se produzca una ruptura en el modelo de organización socioeconómica es que los intereses de la familia y de la explotación se superponen; la mujer tiene un mayor reconocimiento de su trabajo doméstico y el que realiza en la explotación, contribuyendo a que el modelo patriarcal vaya perdiendo ese protagonismo que ha venido ostentando durante siglos. Además, también contribuyen otros procesos a esa ruptura: obligación a la escolarización, mayor exigencia en la cualificación profesional, integración de la mujer 1

Camarero Rioja (1993), Etxezarreta (1995), García Bartolomé (1992), García Sanz (1996), Moyano (1998), Pérez Yruela (1990) Vicente-Mazariegos (1989); entre otros. 2 En el Primer encuentro hispano-marroquí definen a «la sociedad rural como la que abarca a todos los miembros que viven en una colectividad rural, trabajen en la agricultura o en otras actividades diferentes. Por lo tanto, también formaría parte de esa colectividad la población activa que vive o reside en una localidad rural, aunque diariamente se traslade a otras localidades rurales o urbanas para realizar sus actividades laborales» (1997: 30-31)


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al trabajo extradoméstico, rechazo o alejamiento de las actividades al sector primario, la organización familiar ha ido cambiando en cuanto a sus valores y tradiciones3. En la definición de la sociedad rural, ya no se menciona el carácter agrario predominante que había venido ostentando la sociedad rural; sin embargo, se observa el proceso de desagrarización, puesto que ya incluye a otros actores dentro de esa sociedad aunque no estén en contacto con la tierra; este proceso lo van a ir sufriendo las comunidades rurales de los países occidentales, en particular los europeos. Sánchez Jiménez señala que para tener una visión del mundo rural debemos recurrir a la historia para poder estudiar las sociedades campesinas tradicionales. En este sentido, Sancho Hazack la define como: «la sociedad rural tradicional y sus unidades comunidad y familia forman un universo cerrado, relativamente estable, homogéneo en el que las pautas predominantes están ajenas a la motivación individual y forman una cultura oral que se sostiene en una relativa autarquía económica y cultural con la práctica de una economía de subsistencia. El modelo de sociedad tradicional se nos muestra más como una serie de axiomas que como observaciones verificables»4. Hay tendencias que tienden a revalorizar lo rural; Entrena Durán manifiesta que no son sólo nostalgias de un pasado perdido, sino también la manifestación de actitudes ante la crisis ambiental y existencial en la que se encuentran muchas de las sociedades urbano-industriales, frente a las que lo rural es propuesto como forma de vida vinculada a la naturaleza y apetecible por su calidad, como ámbito de desarrollo de actividades de esparcimiento, de turismo, etc. (1998: 13) Otros estudiosos entienden lo rural como una realidad compleja en la que convergen y se relacionan una forma de «hábitat», una forma de «ocupación» y, también una forma de «cultura y de relación»; es decir, interactúan básicamente estos tres conceptos: población, ocupación y cultura. En cuanto el hábitat, lo rural sería un núcleo de población pequeño en el que los habitantes se relacionan entre ellos de una manera más directa, debido a que se conocen entre sí y todos tienen un nombre propio para llamarse; está caracterizado por: a) una baja densidad b) un uso dominante agro-sylvo-pastoril

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VVAA. (1999): Actores sociais e factores de cambio no medio rural, Vigo, Servicio de Publicaciones de Universidad de Vigo. 4 SÁNCHEZ JIMÉMEZ, J. (1975): La vida rural en la España del siglo XX , Barcelona, Planeta.


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c) los habitantes se caracterizan por pertenecer a colectividades de corte limitado d) una identidad y una representación específica fuertemente connotada por la cultura campesina (Kayser Bernard 1990: 13) En este sentido García Sanz apunta que «en la sociedad rural las gentes se relacionan de otra manera; se quieren y se critican; se ayudan y se odian; se conocen y se ocultan; en esta sociedad funcionan de forma muy marcada los roles y los status de adscripción, por encima de los logros personales; cada uno tiene asignado un nicho en la localidad y funcionan redes difusas que articulan de forma ambigua lo privado y lo público, lo individual y lo colectivo, la libertad y la necesidad» (1996: 54). El espacio rural podría definirse según Ramos Real como «el territorio en que predominantemente se ofrecen materias primas y recursos naturales, desarrollándose en él una amplia gama de actividades económicas, entre las cuales la agricultura tiene una importancia relativa decreciente, y cuya población, que se distribuye en asentamientos de pequeño tamaño con carencias de determinados servicios y dotaciones, penurias que son más acusadas que en las ciudades, obedece a unas pautas de comportamiento cultural diferenciado del urbano, al que, sin embargo, trata de aproximarse e imita» ( 1995: 240) Entrena Durán (1992) conceptualiza el espacio rural «como un lugar de acción social y de relaciones entre las clases, lo que posibilita tomar en cuenta la estructura socioeconómica y de clases, así como la cultura asociada a la concepción, organización y distribución del espacio». Según la Unión Europea (UE), «las nociones de espacio o de mundo rural se refieren no sólo a una delimitación geográfica sino a todo un tejido socioeconómico que abarca un conjunto de actividades muy diversas...Y cumple una serie de funciones vitales para el conjunto de la sociedad». El objetivo de la Unión Europea es procurar que las comunidades rurales mantengan su población, pero elevando el nivel socioeconómico de las regiones menos favorecidas, este objetivo es aún más amplio: salvaguardar el patrimonio rural que es capital común de todos los ciudadanos de Europa, y a todos interesa (Maya, 2004). En cierta medida dependerá de la especificidad de las áreas rurales en cada contexto. Sin embargo, el modelo de desarrollo agrario seguido en los países occidentales, un modelo sustentado por un elevado uso de ciertos factores de


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producción (maquinaria, fertilizantes, productos fitosanitarios, etc.) y por una productividad igualmente elevada, parece estar alcanzando sus límites económicos, ecológicos y sociales y precisa, por tanto, de importantes modificaciones. Las nuevas tecnologías en la producción de alimentos, pueden modificar los espacios rurales de los países desarrollados, por lo que han de buscar nuevas alternativas de aprovechamiento de sus recursos para mitigar unos impactos sociales que, en ciertos países como España, se anticipan como muy graves. Entre éstos destaca la revalorización del medio ambiente rural, que sustentaría diversas formas de pluriactividad destinadas a reducir la dependencia de una producción agropecuaria sometida a crecientes presiones de competencia internacional e intracomunitaria. Esta pluriactividad conllevaría a una redefinición de las relaciones sociales en el seno de la explotación agraria familiar, otorgando un papel más relevante a los miembros de ésta que, como las mujeres, han sido hasta ahora los actores invisibles de la producción agropecuaria. Todo ello tendrá mayor impacto en unos países de la UE que en otros debido a su mayor o menor preparación para la liberalización de la agricultura. El espacio rural está adquiriendo de manera creciente nuevos y diferentes usos no agrícolas, usos relacionados con el tiempo libre, los parques naturales, las reservas o los usos residenciales. Es decir, en el mundo rural tenemos una nueva categoría de usos: la de espacio rural no agrícola. (Intxaurraga 1995: 186) En relación a esta categoría del espacio rural, José Manuel del Barrio alude a un concepto de Ruralidad Ampliada, con el que se estaría haciendo referencia al espacio rural como espacio no sólo de producción social sino, también, de reproducción social (1996: 89). El espacio de producción social haría referencia al espacio que sirve de soporte a las actividades productivas, estaría vinculado a los usos tradicionales (producción de materias primas y/o de alimentos) y se caracterizaría por una progresiva pérdida de influencia tanto en términos cuantitativos (del PIB agrario respecto al PIB total), como en términos poblacionales (disminución de la población agraria en relación con la población activa total). Por el contrario, el espacio de reproducción social se entendería como soporte de nuevas actividades productivas y nuevos usos y funciones sociales que vienen demandadas, sobre todo, desde el exterior (del medio urbano). Este espacio social hace referencia a: como soporte residencial, como soporte de ocio-turismo, como reserva


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medio ambiental y como soporte de actividades estratégicas (instalaciones militares, vertederos de residuos urbanos, industriales, plantas medicinales, macrocárceles, etc.). Vega Moreno (1997: 62-63) define el medio rural como «un tejido económico y social que comprende un conjunto de actividades diversas: agricultura, artesanía, pequeñas y medianas empresas, industrias, comercios y servicios, y como espacio de regeneración se ha convertido en espacio indispensable para el equilibrio ecológico, y cada día es más un lugar de acogida privilegiada para el descanso y el recreo». En lo referente a la ocupación hay una estrecha relación entre agricultura y ruralidad. «Hay gente de los pueblos que durante mucho tiempo han identificado sociedad rural con trabajo agrario5; hoy se resisten a pensar en una sociedad rural, sin agricultores. Los unos, los campesinos, porque no quieren reconocer el peso creciente de la actividad no agraria en la sociedad rural, y los otros, los científicos sociales, economistas y sociólogos, porque observan con sorpresa que ha desaparecido su objeto de estudio al reducirse la importancia de la actividad agraria» (García Sanz 1996: 30). La revalorización de lo rural, al margen de la actividad agraria, hay que señalar el efecto que la innovación tecnológica de la producción agropecuaria, estabulación ganadera y técnicas de intensificación de cultivos, tienen sobre este medio al hacer desaparecer el carácter rural de los espacios y trabajadores de la producción primaria. En efecto, estas técnicas hacen que la producción agraria cada vez tenga menos que ver con el medio físico y más con los ejes de comunicaciones para recibir «inputs» de origen industrial y dirigir las producciones a los mercados (Camarero 1993: 23). Un efecto importante de la innovación tecnológica ha sido el descenso en la necesidad de fuerza de trabajo en las explotaciones, permitiendo que muchos agricultores asentados sobre estructuras de agricultura familiar puedan explotar sus fincas sin tener que ocupar en ello más que una parte de su tiempo disponible para el trabajo. Ello les ha permitido, e incluso les ha obligado, cuando la renta de la explotación era insuficiente por el escaso tamaño de la misma u otra razón, a buscar empleo en otros sectores, dedicándose sólo parcialmente a la agricultura en lo que se conoce como «agricultura a tiempo parcial» (Pérez Yruela 1990: 206). 5

Ha habido muchos debates sobre si rural es identificable con agrario, la conclusión a la que han llegado algunos autores es que no «puede admitirse que sin agricultura no hay mundo rural, si se añade que el mundo rural es o debería aspirar a ser también el escenario de nuevas actividades generadoras de renta y empleo. La agricultura es el esqueleto que sostiene el mundo rural europeo y que el fomento de la terciarización en el mundo rural sólo puede ser complementario de la agricultura, pero difícilmente sustitutivo» (Ramos Real, 1995:239). Si bien es verdad que el mundo rural ha tenido grandes transformaciones.


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Un hecho cuestionable en nuestra sociedad y en muchas otras es que la mujer ha acompañado al hombre en la realización de muchas tareas extradomésticas y productivas. En muchas de estas tareas agrícolas la mujer sustituye al hombre, bien sea porque éste emigra temporalmente y la mujer se hace cargo de la explotación agrícola o ganadera, bien porque el marido trabaja la agricultura a tiempo parcial6 (ATP), pues es su segunda actividad ya que su principal actividad es la industrial, el sector servicios, etc. Siguiendo este criterio de la ocupación que mayoritariamente realizan aquellas personas que viven en ese medio, en trabajos tan dispares como son: la agricultura, la ganadería y la silvicultura. No debemos delimitar la definición sólo por el criterio de la ocupación, pues la sociedad rural es algo más compleja, dado que dichas personas, han adquirido su propia cultura que es originaria de esa sociedad (valores, hábitos, tradición, costumbres, pautas de comportamiento...); aunque a lo largo de las últimas décadas ha ido cambiando y hoy está más abierta a todo tipo de influencias que le llegan del exterior, está más en contacto con todos los cambios que se están produciendo en la sociedad en general, debido a los grandes avances producidos en las sociedades desarrolladas y cuya influencia en mayor o menor grado también llegan hasta ella. Pérez Yruela uniendo ambos criterios, el ocupacional y el espacial, define la sociedad rural como «la sociedad cuya estructura estaría primordialmente condicionada por las formas de producción y organización de la actividad agraria y que presentaría ciertas peculiaridades culturales» (1990: 200). Ambos criterios parece ser que tampoco definen a la sociedad rural en toda su dimensión, puesto que si se delimita

esta sociedad a las actividades que hemos

mencionado anteriormente, sabemos que hay comunidades en las que predominan los rasgos culturales propios de esas sociedades, aunque las actividades agrarias no sean las predominantes. García Sanz (1994a) nos dice cómo el mundo rural ya no depende cuantitativamente hablando de la agricultura, sino que, junto a la actividad agraria han ido surgiendo otras fuentes de actividad vinculadas a la construcción, la industria o los servicios.

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Este tipo de agricultura tiene un peso fundamental en el sector agrícola por su contribución al desarrollo rural. Cada día son más las explotaciones cultivadas a tiempo parcial y más los titulares de explotaciones que comparten la actividad agraria con otra actividad


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Otra de las características de la ruralidad es la cultura, integrada por todo un entramado de elementos, tanto materiales como inmateriales; bien es verdad, que todos ellos han experimentado una serie de transformaciones que han influido en la propia cultura rural; juega un papel importante en este cambio cultural el contacto directo que se ha venido dando con la cultura urbana, a la vez que la influencia de los medios de comunicación social, quienes también han ejercido un papel importante en la interacción cultural rural-urbano. En este sentido García Sanz (1996: 43-44), trata de dar una definición aglutinando los tres conceptos mencionados (espacio, ocupación y cultura) como «un conjunto territorial cuyas decisiones se le escapan y en el que existen un modo particular de utilización del espacio y de la vida social, caracterizado, en primer lugar, por una densidad relativamente débil de habitantes y de construcciones, lo que determina un predominio de los paisajes vegetales; en segundo lugar, por un uso económico del suelo de predominio agro-silvo-pastoril; en tercer lugar, por un modo de vida de sus habitantes marcado por su pertenencia a colectividades de tamaño limitado en las que existe un estrecho conocimiento personal y fuertes lazos sociales, y por su relación particular con el espacio, que favorece un entendimiento directo y vivencial del medio ecológico y, finalmente, por una identidad y una representación específicas, muy relacionadas con la cultura campesina».

2.2. Sociedad rural-sociedad urbana Otro de los conceptos utilizados para definir la sociedad rural es el contrapuesto al de sociedad urbana. Sorokin y Zimmerman, autores dedicados al estudio de lo rural-urbano, son los representantes del paradigma del «continuum rural-urbano7». Por tanto, si se quiere abordar el estudio de lo rural no se puede entender éste sin estudiar lo urbano; lo rural y lo urbano son dos conceptos contrapuestos, cada uno de ellos tiene unas características peculiares, pero a la vez, están tan asumidas las mismas que no se pueden separar. No los podemos entender como si fueran dos mundos opuestos, dos compartimentos estanco. Tanto en el campo como en la ciudad hay un denominador común “el hombre y

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Este paradigma fue desarrollado en los años veinte.


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la mujer”, que son los que constituyen los grupos sociales y ambos son los protagonistas y actores de los dos mundos. El concepto sociológico de lo urbano surgió en respuesta a las nuevas formas de vida (de organización de las actividades, de tiempos, de roles, de relaciones sociales) provocadas por la tendencia a la concentración de recursos humanos y materiales, que trajo la industrialización; parece, sin embargo, que la oposición entre el estilo de vida que llamamos urbano y el no urbano/rústico -es algo anterior, sólidamente enraizado en la mentalidad de las sociedades civilizadas (con escritura y ciudades)8. Entrena Durán (1992), se muestra en contra de esta teoría del continuo ruralurbano, y achaca a este planteamiento la responsabilidad de que la sociedad rural haya sido definida como un ámbito en el que prepondera el apego al conservadurismo y a la tradición, en el que persiste una pesada inercia que obstaculiza el progreso de la racionalidad y de la modernización. El medio rural, tanto si se utiliza con fines productivos como de recreo y de ocio, se perfila cada vez más, como un lugar de implantación de criterios de racionalidad económica-productiva características del ámbito urbano-industrial. El espacio rural habría perdido su autonomía, su propia capacidad de decidir los criterios con los que se organiza productiva y vitalmente. Los elementos básicos de la sociedad rural, esto es, la familia rural, la comunidad rural y las características de la explotación agraria y del trabajo en el campo, tienen cada vez características menos diferenciadas de las del resto de la sociedad, aunque resulta obvio que ciertas diferencias esenciales entre la ciudad y el campo todavía persisten y, lo que es más, van a continuar persistiendo durante mucho tiempo. Todas estas diferencias que persisten entre estos dos mundos, no son más que unas diferencias en el tiempo. La sociedad rural se está desarrollando al hilo de todos los cambios que se producen en la sociedad urbano-industrial, pero no se produce un cambio social relevante. Algunas zonas rurales se han visto inmersas en la mecanización agraria, en los procesos migratorios, la influencia creciente de las zonas urbanas, debido a la cercanía de éstas, lo que ha significado un gran desarrollo en estas zonas, pero a la vez ha empobrecido a otras. Todo ello ha llevado a que se produzca una gran diferencia tanto cuantitativa como cualitativa entre las zonas rurales próximas a la ciudad o cabeceras de comarca y las que se encuentran más alejadas.

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Henry Lefevre (1975): De lo rural a lo urbano, Barcelona, Península, pp. 19-25.


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Hay campos en los que se han unificado los comportamientos entre lo urbano y lo rural, por ejemplo, en algunas pautas de consumo o en ciertos hábitos de alimentación y vestido, equipamientos de los hogares, diversión, etc.; pero en otros, se mantienen las diferencias, e incluso se han acentuado, como es el caso de ciertas formas de organización, expresiones culturales, acceso a la cultura, forma de organizar el trabajo, etc. La sociedad rural y la urbana tienen elementos comunes; sin embargo, también tienen perfiles sociodemográficos y económicos muy diferentes. Se tiene que ir rompiendo el estereotipo de identificar lo rural con lo estático o tradicional y lo urbano con lo dinámico y moderno. Así pues, los aspectos que más sobresalen son dos: mientras el mundo rural se encuentra relativamente masculinizado, el urbano está, más bien, feminizado; el mundo rural se halla muy envejecido, frente al urbano que está más rejuvenecido (García Sanz, 1996). El informe FOESSA señala que: «No existe en España un continuo rural-urbano (al menos como han sugerido algunos sociólogos americanos al tratar de dar una definición universal), sino al contrario, una oposición fuerte, violenta, entre ambos modos de vida. El vivir en un “pueblo” no significa sólo tener menos cosas que en la ciudad, sino, más importante que eso, un tipo de existencia cualitativamente diferente. El hábitat rural implica en España un sistema distinto de organización social» (Camarero, 1993: 62). Jacques Delors diferencia tres tipos de mundo rural con problemáticas muy diferentes: en primer lugar hay que hablar del mundo rural próximo a las grandes urbes y sometido a la influencia de sus zonas metropolitanas. La demanda de ocio se ha convertido en una economía adicional en estas zonas donde, además, los productos agrarios tradicionales suelen disfrutar de precios satisfactorios dada la proximidad de grandes centros de consumo. Son zonas de variadas oportunidades económicas, aunque cada vez se presentan más problemas de carácter medioambiental. El segundo un mundo rural “clásico”, básicamente agrícola, sometido a una permanente emigración y falta de recursos locales para asegurar un posible despegue económico. Por último, existe un tercer grupo de áreas que se identifican con el mundo rural profundo de las zonas periféricas de la Comunidad, sin acceso al desarrollo económico global. La problemática del mundo rural se caracteriza por un conjunto de elementos comunes tanto de índole social como económico. Desde el punto de vista social, el


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mundo rural carece de muchas infraestructuras, servicios comunitarios y medios de bienestar de los que el mundo urbano dispone. A la vez, el mundo rural tiene unas características sociológicas y culturales que no deben olvidarse a la hora de plantearse nuevas estrategias. La cultura urbana llega hasta el punto más alejado del mundo rural, a través de los medios de comunicación social (principalmente la televisión, hoy día también Internet), o a través del contacto directo con los visitantes que llegan a ese medio para pasar un fin de semana o largas temporadas estivales. El continuum rural-urbano lo tenemos que ver como un paralelismo o salto producido de uno al otro, pues, no podemos ceñirnos a que la sociedad rural esté apegada a la tradición (falsa percepción por parte de algunos), en la que existe una inercia que no se abre a la racionalidad y a la modernidad y perduran valores que se han ido perdiendo en la sociedad urbana; los roles y estatus de sus habitantes, les hacen incorporar una serie de actitudes, habilidades y pautas de comportamiento distintas a las de las gentes del campo, ya que hoy eso no ocurre del todo debido a lo que hemos señalado anteriormente, puesto que se ha producido una interacción mutua, por lo que se entrecruzan ambas culturas y se dan algunos elementos de esa cultura en ambas comunidades. La internacionalización, la globalización, la uniformización de las pautas de comportamiento, las transformaciones del espacio (tanto físico como social) y del hábitat, la consolidación de las estructuras sociales y económicas («las agrociudades», la «agricultura periurbana», la «agricultura a tiempo parcial», etc.) han disminuido la clásica dicotomía rural-urbano, campo-ciudad, agricultura-industria.

2.3. Sociedad rural según el criterio demográfico Una vez reseñadas las distintas definiciones sobre el concepto de ruralidad cuestión compleja como puede observarse- ahora vamos a tratar de abordar la sociedad rural siguiendo el criterio demográfico, teniendo en cuenta el tamaño de los asentamientos, a partir de los datos según los estratos de tamaño poblacionales de municipio y entidad de población.


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Siguiendo a Camarero «el municipio como agregado administrativo es una unidad artificial, un conjunto de entidades de población, siendo éstas, las entidades, las unidades reales y naturales –pueblos y caseríos- de poblamiento» (1991: 14). El INE define las entidades de población como «cualquier parte habitable del término municipal..., claramente diferenciada dentro del mismo y que es conocida por una denominación específica que la identifica sin posibilidad de confusión». García Sanz (1996) apunta que lo rural en el sentido estricto comprendería los municipios inferiores a 2.000 habitantes y en el sentido amplio los municipios inferiores a 10.000 habitantes. Siguiendo al mismo autor, los estratos municipales los reduce a tres: uno de ruralidad laxa, que se corresponde con los umbrales de población de 2.000 a 10.000 habitantes; otro de ruralidad media, que afecta a los municipios de 500 a 2.000 habitantes, y el otro de ruralidad estricta, que es propia de los municipios menores de 500 habitantes (1998: 15). Jesús Regidor sigue esa misma línea de clasificación de las zonas rurales, distinguiendo tres tipos de regiones (en el caso español provincias): predominantemente rurales (PR), significativamente rurales (SR) y predominantemente urbanas (PU), según el tamaño o menor predominio de municipios rurales (con una densidad inferior a 150 hab/Km2) (2000: 41) Para Camarero (1993), otro de los factores que definen la ruralidad es la distancia entre los asentamientos. La cercanía de los núcleos rurales a áreas urbanas interviene en la caracterización sociocultural de las áreas rurales, pudiendo distinguirse áreas rurales remotas o aisladas, en un extremo, y áreas rururbanas en el otro. Siguiendo a este autor define la ruralidad mediante cuatro indicadores de referencia:

Densidad de asentamiento: un indicador para caracterizar la estructura del hábitat, definida como el número de asentamientos por 100 Km2.

Dispersión de población: este indicador se refiere a las características de concentración-dispersión del asentamiento y no de la estructura del asentamiento.

Densidad demográfica: es uno de los mejores indicadores para delimitar y diferenciar las áreas rurales.

Corología según el tamaño de los asentamientos: para delimitar la ruralidad, se van a utilizar dos unidades, la entidad de población y el municipio.


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Para el INE la población rural, es definida a partir de los asentamientos que tienen 2.000 ó menos habitantes de hecho; zona intermedia la que tiene entre 2.001 y 10.000 habitantes y zona urbana a la que tiene más de 10.000. Otros indicadores actualmente utilizados para definir la ruralidad desde el criterio demográfico son: el “envejecimiento” de la población y una tasa alta de “masculinidad”. La despoblación, es otra característica importante a considerar en el medio rural, dado que conlleva una pérdida de población como resultado de la mecanización de la agricultura y una mayor especialización asociada a la industrialización de las áreas urbanas.


3. La mujer en el รกmbito rural

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3. La mujer en el รกmbito rural


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La situación social de la mujer en el medio rural presenta una gran variabilidad de unos lugares a otros, dependiendo de si viven en comunidades más pequeñas, despobladas y aisladas o en pueblos comunicados con mejor acceso a los servicios. Tanto si desarrollan su trabajo sólo en el hogar, como si lo compaginan con tareas agrícolas-ganaderas o si se han incorporado al mercado laboral. También son factores determinantes la edad, el nivel de formación, las circunstancias culturales y el peso de las tradiciones de cada lugar. Los medios de comunicación llegan hasta los rincones más recónditos del territorio. La televisión, la radio y la informática permiten la entrada de otras culturas y otras formas de vida en los hogares más apartados. El acceso a los medios de transporte y las mejoras de las carreteras facilitan la conexión entre los distintos pueblos. Todo esto ha permitido que se vayan limando las diferencias entre la mujer rural y urbana y que, mayoritariamente, se vaya dejando atrás el estereotipo de "la mujer de pueblo". Esta situación de la mujer rural requiere en primer lugar identificar una doble tendencia: por un lado, persiste una fuerte subordinación de esta mujer al ámbito doméstico y de apoyo a la explotación agrícola-ganadera, por otro, las mujeres protagonizan una ruptura y una huida del entorno mediante la consecución de una relación laboral, que muchas veces les lleva a cambiar de residencia y otras a asumir los riesgos de los continuos desplazamientos de casa al trabajo. La desagrarización parece que ha reportado a las mujeres una mejora de las condiciones profesionales de éstas, al ocuparse como autónomas o asalariadas en otros sectores y, pocas veces, como ayuda familiar. Las mujeres están pues proponiendo cambios en los modelos tradicionales; sin embargo, existen elementos que condicionan las posibilidades de desarrollo, la calidad de vida y la salud de las mujeres que viven en los pueblos. Nuestro objeto de estudio de “porqué se van la mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia” nos lleva a plantear una serie de interrogantes como: ¿quién es la mujer rural? ¿Cuáles son las zonas rurales? ¿Cuáles son las actividades laborales que realizan estas mujeres? En un estudio realizado por la Comunidad Europea en 1994 consideran mujeres rurales a todas las mujeres que viven o trabajan en zonas rurales (en el punto 2 hemos definido lo que se entiende por sociedad rural). No debemos confundir mujeres rurales


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con mujeres agricultoras9, no son sinónimos. Tenemos que tener en cuenta que muchas mujeres viven en el medio rural pero se desplazan a trabajar a la ciudad o viceversa (este fenómeno se ha producido en España más tarde que en el norte de Europa). Las mujeres rurales son todas las nacidas y criadas en esas zonas, las recién llegadas, las jóvenes, las mujeres con hijos y las mujeres mayores. ( Braithwaite, 1994). A partir de esta definición consideramos mujer rural, aquélla que vive dentro de ese contexto de municipios menores de 2000 habitantes. La mujer como uno de los actores sociales que forman esa comunidad rural ha jugado un papel importante en la crisis que ha sufrido la sociedad rural, en la que ha sido clave en la medida que: ▪

La mujer fue la componente principal de la emigración10 .

Sólo tenía un puesto parcial en al estructura ocupacional de la actividad. La mujer ejercía como ayuda familiar11, si ha querido incorporarse al mundo laboral lo ha tenido que hacer fuera del mundo rural. La explotación era regentada por hombres, solamente la dirigían las mujeres si no estaban éstos o no había hombres; hoy esa estructura se ha visto modificada por nuevos modelos, como son por viudas, familias monoparentales.

La mujer ha jugado y juega un papel importante en la pervivencia de la economía rural12 y en el mantenimiento del tejido asociativo y en el conjunto de la propia sociedad rural (Instituto de la Mujer: 2000).

9

Las mujeres agricultoras constituyen un porcentaje considerable de las mujeres que viven y trabajan en las zonas rurales dependientes de la agricultura (especialmente en las regiones del Objetivo 1) 10 Según Sabate Martínez (1992: 16) las mujeres del medio rural que emigraron dentro de la península lo hicieron en mayor proporción que los hombres y especialmente las jóvenes. En muchos casos esta emigración se hizo escalonadamente entre los miembros de la familia: primero se desplazaba el marido en condiciones precarias de vivienda y supervivencia, hasta encontrar una situación laboral satisfactoria; una vez conseguida ésta, acudía la esposa con el resto de la familia. Este sistema funcionó en especial en el caso de los jornaleros o campesinos sin tierras de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. Por lo que se refiere a los pequeños propietarios (castellanos por ejemplo), también se vieron obligados a emigrar, pero al disponer de algún recurso económico –aunque exiguo- pudieron acceder directamente a la vivienda o incluso a un pequeño negocio en las ciudades de destino, lo que significaba el traslado de toda la familia de forma conjunta. Estas mujeres son las principales portadoras y transmisoras de la cultura rural, que se ha ido incorporando a los barrios periféricos de inmigrantes de las grandes ciudades españolas. 11 En algunas zonas próximas a la ciudad, los maridos pueden combinar el trabajo en la industria con el mantenimiento de una pequeña explotación agrícola o ganadera, es la agricultura a tiempo parcial, que permite vivir a una familia con dos fuentes distintas de ingresos, mientras que una sola sería insuficiente para el mantenimiento familiar, la mujer es la encargada del trabajo de la explotación mientras que el marido está ausente. Este sistema está muy desarrollado en el País Vasco, huertas levantinas y zonas turísticas de Andalucía. 12 La aportación de las mujeres a la economía rural es por todos conocida, ha sido y sigue siendo poco valorada. Las mujeres del medio rural realizan solas todo el trabajo doméstico y además hay que añadir toda una serie de prestaciones: en la explotación agraria familiar, en el huerto, la artesanía, el comercio familiar, lo que supone siempre una doble jornada de trabajo.


3. La mujer en el ámbito rural

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Los cambios que se han venido produciendo en la sociedad en general, se han acentuado de manera especial en la sociedad rural; en ella, las mujeres han sido las principales protagonistas; sus actuaciones cada vez tienen mayor eco y son tenidas en cuenta en casi todos los ámbitos. Uno de estos cambios importantes que se han dado en la agricultura en los últimos años es la pérdida significativa de efectivos, provocada por el éxodo masivo de las zonas rurales, siendo además éste selectivo, puesto que estas emigraciones se han producido en mayor proporción entre los jóvenes y sobre todo entre las mujeres como ya se ha señalado anteriormente, lo que ha provocado que el agro español se haya masculinizado, dando lugar al proceso de la desagrarización. A pesar de esa masculinización, “la feminización de la agricultura” se hace más patente en unas zonas que en otras, puesto que las mujeres van a sustituir a sus maridos en la explotación agrícola familiar, en aquellos casos de emigración temporal y en los de la agricultura a tiempo parcial –proceso que va en aumento en algunas zonas-, es decir, cuando el marido tenga una segunda ocupación, ella es la encargada de la explotación mientras él esté ausente. Así pues, no podemos pensar en una sociedad rural sin la presencia de la mujer; de ahí la importancia que tiene ella en la recuperación demográfica rural, o al menos en su mantenimiento y sobre todo de la mujer joven; intentar paliar la masculinización que se está produciendo mediante un equilibrio de sexos, para que los jóvenes puedan contraer matrimonio y puedan perdurar los agricultores y la población rural. Según Camarero, si a la escasez de oportunidades laborales no agrarias unimos el rechazo de las mujeres jóvenes hacia la agricultura familiar como opción profesional y vital, podemos comprender el grado de masculinización de las familias de agricultores, siendo mayor esta ausencia de mujeres en las zonas en donde la agricultura familiar tiene un mayor peso. La masculinización de las familias agrarias nos remite, pues, a un paisaje social escasamente atractivo para las mujeres jóvenes (1991: 34-36). A las escasas perspectivas de trabajo y formación hay que añadir, además, la carencia de equipamientos y servicios que en las ciudades contribuyen a aliviar las tareas domésticas de la mujer y que sobre todo en los asentamientos pequeños estas carencias son más patentes. Los cambios económicos y tecnológicos de los últimos años, no solamente afectan a la agricultura como sector productivo, sino que abarcan a La mentalidad de muchas de las mujeres del medio rural sigue anclada en el pasado, son tradicionales y continúan con una diferenciación de funciones entre géneros bien marcadas: las mujeres son las encargadas del cuidado de la familia y de la casa, el varón aporta los ingresos monetarios para mantener la familia.


3. La mujer en el ámbito rural

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toda la población rural, modificando su modo de vida tradicional para acercarlo a los patrones del mundo urbano. El primero de los factores que inciden en las referidas transformaciones consiste en la innovación tecnológica introducida en la agricultura: mecanización del campo, cambio de orientaciones productivas, comercialización, etc. El segundo, no menos influyente que el primero, es de orden político, y afecta sobre todo al proceso autonómico: posibilidad de reorientación de una política agraria (P.A.C.) aplicada a cada ente territorial de forma específica. El tercer factor que ha tenido una gran influencia en todo este proceso es la entrada de España en la U.E.; por lo que ha tenido que adecuarse y adaptarse dicho sector, tanto en sus estructuras como en las orientaciones productivas, mercados, etc. La participación de la mujer en la agricultura13

es poco reconocida y mal

remunerada, siendo su presencia solamente importante como “ayuda familiar” agrícola o en trabajos temporales. Por todas estas causas, era preciso preparar un programa de actuación para que las mujeres tuvieran una presencia activa y no discriminatoria en todos los campos de la vida rural. El valor material de la tierra (factor básico de producción de una España desnutrida) y su valor simbólico (la tierra como referente de la integridad moral), el realce del «hogar» y de la «mejora de la vivienda rural», se conectan claramente con las funciones asignadas dentro de ese contexto ideológico a la mujer agricultora como madreproductora y como esposa-del-agricultor14. La socialización como proceso que se da a lo largo de la vida, hombres y mujeres han ido interiorizando una serie de valores propios de cada uno de ellos. En este sentido, nos encontramos con valores que se han ido identificando con el género masculino: responsabilidad, capacidad, competitividad..., mientras que al género femenino se le han adjudicado otros como: laboriosidad, creatividad, fidelidad, sinceridad... Todos estos calificativos no difieren de los que se han venido dando a lo largo de la historia al ama de casa, coincidiendo con los que se le han asignado a la mujer rural: prudente, sensata, afectuosa, trabajadora, sacrificada y limpia. Esa socialización del género queda muy definida en esa diferenciación entre los valores de ambos géneros: al género masculino se le identifica con la esfera del trabajo y la 13

Entre los objetivos que se plantean en el I Plan de Igualdad de Oportunidades de las Mujeres (19881990), uno de ellos es el de“formar profesionalmente a las mujeres en la agricultura y en zonas rurales”. 14 VV.AA. (1991): Situación socioprofesional de la Mujer en la Agricultura, volúmenes I, II, IV, V, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.


3. La mujer en el ámbito rural

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producción, mientras que a la mujer se le asignan valores más propios de los sentimientos, de la esfera de la reproducción social15. Esta internalización de la socialización de género va a ir cambiando a lo largo de la historia; no hace tantas décadas, «la mujer rural aceptaba sin reparos la segregación de los sexos en todos los órdenes de la vida, tanto familiar como social. Tenía como meta el matrimonio, el cual traía aparejado un conjunto predeterminado de responsabilidades como ama de casa que desempeñaba en un limitado espacio, la vivienda familiar, que constituía su territorio de autoridad frente a la del marido» (Astorga González 1995: 181). A la mujer del medio rural se le ha educado para ejercer los papeles de esposa y madre. Pero éstos, paulatinamente han ido cediendo terreno a un nuevo modelo de mujer en la que ésta cumple funciones más igualitarias. Debido a los cambios que está experimentando la sociedad, también se está dando un cambio del papel de la mujer en el medio rural, que se expresa sobre todo en la aspiración de las mujeres, fundamentalmente entre las más jóvenes, que quieren una identidad basada en la autonomía individual, y no ya en la subordinación al mundo del hogar. En el contexto actual la mujer ha sufrido más que nadie la pérdida de sus papeles tradicionales, en el ámbito de la economía familiar de autoconsumo y de los sistemas de trabajo agrario. El rechazo a la agricultura es genérico, en la medida en que las mujeres, y especialmente las jóvenes experimentan de manera acentuada la contradicción entre sus expectativas, conformadas desde una mejor formación y una más amplia socialización en los valores de la cultura urbana, y los modelos patriarcales y familiares de la organización del trabajo agrícola que han vivido. Respecto a los jóvenes, éstos se encuentran ante la polarización de que la agricultura está en crisis y por otro no se busca una alternativa. La escasa valoración económica, política y social que se le da al mundo rural, específicamente agrario, hace que no se quiera permanecer en él, siendo los propios progenitores los que no desean que sus hijos permanezcan en el mundo del campo. (Informe preliminar, 1992: 136-137). Para que la mujer joven quiera quedarse en este medio, éste debe ofrecerle posibilidades de vida y de trabajo. Buscar alternativas para este colectivo, puesto que si el porcentaje de hombres que trabajan en la agricultura ha disminuido, debido a que también lo hacen en la industria, construcción, servicios, etc., la mujer puede hacerlo en 15

Los conceptos de producción y reproducción han sido estudiados por Cristina Borderías y otras en Las mujeres y el trabajo. Rupturas conceptuales, 1994, ICARIA, Barcelona.


3. La mujer en el ámbito rural

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otras actividades que la propia sociedad rural demande. Así pues, se debe formar profesionalmente a las mujeres potenciando actividades como: •

Cunicultura, apicultura, helicicultura, etc.

Plantas aromáticas, condimentarias y medicinales: semilleros, mimbre, esparto, setas, floricultura, etc.

Transformación de materias primas: pequeñas industrias de quesos, cuajadas, chacinería, dulces y licores, secado y preparado de flores, etc.

Recursos turísticos; utilización de la vivienda para vacaciones en el campo; acondicionamiento de lugares para el ocio, clubes, deportes, restaurantes familiares, campings, etc.

Ayuda a domicilio.

Fomento de las actividades que son tradiciones culturales (artesanía, cocina local, etc.), haciéndolas rentables16

16

PLAN PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DE LAS MUJERES (1988-1990), 1990, Madrid, Instituto de la Mujer.


4. Aspectos conceptuales y metodologĂ­a

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4. Aspectos conceptuales y metodologĂ­a


4. Aspectos conceptuales y metodología

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4.1. Conceptualización inicial e hipótesis Los cambios que se han producido en la sociedad rural, de todos los colectivos que la integran, LA MUJER RURAL es uno de los que han calado de manera más significativa en algunos ámbitos. La dotación de ciertos equipamientos y servicios sociales es básica para facilitar su liberación de tareas no remuneradas y elevar su participación en la actividad económica, social y política, acordes con los nuevos tiempos. La oferta de formación encuentra en este colectivo unas potenciales demandantes para alcanzar un mejor nivel de preparación. A todo este cambio han contribuido tanto las infraestructuras, introducción del automóvil, los medios de comunicación... todo ello ha provocado que la actitud de la mujer que tenía de la vida del campo se haya ido modificando, puesto que no hace tanto tiempo las mujeres huían de la agricultura y hoy la viven desde otra perspectiva, incluso algunas de ellas están tan arraigadas a su espacio que no quieren salirse de él (Maya: 2004). Aunque los cambios han sido grandes, sin embargo, en el ámbito laboral la mujer no ha alcanzado todavía esas tasas equitativas con respecto al hombre, hay grandes diferencias en el medio rural, aunque las políticas de igualdad de oportunidades ya se van pronunciando en esta sociedad, prueba de ello son los distintos planes de igualdad que se han ido aprobando.

4.2. Objetivo Conocer con datos estadísticos por qué se van las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia y qué se debe hacer para que se queden éstas y vengan otras de otros lugares.

4.3. Hipótesis El objeto de investigación es por qué se van la mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia, por lo que a la hora de plantear las hipótesis se busca que haya una armonía con el objetivo formulado. Los grupos de la muestra distribuidos por todos


4. Aspectos conceptuales y metodología

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los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia vamos a ver si podemos verificarlo, por lo que hemos planteado las siguientes hipótesis de trabajo: •

El futuro de la población femenina va a estar cada vez menos vinculado a las actividades del campo.

Las mujeres de estos enclaves cada vez van a depender más de otras actividades por la mejor preparación que tienen.

La mujer serrana tiene un papel relevante como ayuda familiar y en el ámbito doméstico.

4.4. Metodología de la investigación Hemos visto que desde el ámbito académico la sociedad rural es analizada desde planteamientos diferentes: agrario-rural, urbano-rural y demográficamente; la mujer como sostén imprescindible del desarrollo de esa sociedad, se ha intentado llegar a ella en toda su amplitud. La metodología utilizada para esta investigación ha consistido en aplicar la triangulación metodológica, que consiste en el uso de técnicas cuantitativas y cualitativas. En la técnica cuantitativa hemos utilizado la encuesta personal (encuestacuestionario, anexo 1), como la más fiable para acercarnos a conocer esa realidad social de la mujer de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia (Salamanca). Así mismo, también se ha aplicado la técnica cualitativa, el grupo de discusión17 (anexo 2) a mujeres que viven en los pueblos de la Sierra y mujeres que viven en Salamanca pero que son de algunos de estos pueblos.

4.5. La población y la muestra: criterios de selección Esta investigación se ha llevado a cabo entre las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia (Salamanca). El número total de mujeres residentes en dichos enclaves es de 4.475 mujeres mayores de 15 años y menores de 55 años, todas ellas residentes en 88 municipios menores de 2.000 habitantes. La muestra se obtuvo a partir 17

Este método se refiere en su más amplio sentido a la investigación que produce datos descriptivos, las propias palabras de las personas, habladas o escritas y la conducta observable. El elemento constitutivo más importante es el lenguaje.


4. Aspectos conceptuales y metodología

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del Padrón Municipal del año 2009, para conocer la estructura de población en cada uno de estos municipios. El tamaño total de la muestra ha sido de 400 mujeres entre 15 y 55 años de edad, que viven en dichos municipios. La muestra recogida ha sido de 400 encuestas, fijando el error de estimación en ± 5 %, con un nivel de confianza del 95,5 % (2 sigmas), y para el supuesto de que p/q=0,5/0,5. A continuación sintetizamos esta información en una ficha técnica:

Ficha técnica:

Universo: Mujeres comprendidas entre 15 y 55 años de los municipios de la Sierra de Béjar-Francia (Salamanca).

• Se Población: Mujeres de la Sierraaleatorio de Béjar-Francia según el Padrón Municipal ha seguido un muestreo con distribución cuasi-proporcional del 2009. por comarcas y proporcional por es estado civil. •

Error global de estimación: ± 5 %

Nivel de confianza: 95,5 % (2 sigmas) p/q = 0,5/0,5

Las unidades de análisis de esta investigación son las mujeres rurales que expresan su propia realidad social. Entrevistando a 400 mujeres de 47 pueblos de la Sierra de Béjar-Francia (anexo 3). Se trata de un muestreo aleatorio estratificado no proporcional, en el que la muestra elegida es representativa estadísticamente de la población rural objeto de estudio. No se ha seguido un criterio específico para la elección de los municipios y las entidades de población muestrales, sino que con el conocimiento que se tiene de los municipios existentes en los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia (anexo 4) en el momento de hacer la encuesta, se ha intentado que hubiera una representación de todos ellos en los distintos enclaves y la elección de las mujeres se ha hecho de manera aleatoria.


4. Aspectos conceptuales y metodología

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4.6. Instrumentos de medida Los instrumentos de medida utilizados como base de este trabajo, han consistido en la aplicación de un cuestionario sobre “POR QUÉ SE VAN LAS MUJERES DE LOS PUEBLOS DE LA SIERRA DE BÉJAR-FRANCIA” y grupos de discusión.

4.6.1. Técnica cuantitativa: El cuestionario sociológico Preparamos un cuestionario estandarizado con 61 preguntas (anexo 1), (cerradas, semiabiertas y abiertas) todas ellas relacionadas con el objeto de estudio, para conocer a través de las variables con las que se ha pretendido recoger información acerca del problema, objeto de esta indagación. Es decir, se han seleccionado aquellas variables que a nuestro juicio, podían aportarnos mayor información, para obtener un mayor conocimiento sobre la realidad social de estas mujeres. Las diferentes partes del cuestionario tenían como fin recoger todos los aspectos de las mujeres de estos enclaves geográficos, para que nos permitiera profundizar en el conocimiento de la situación en la que viven todas estas mujeres en distintos estadios, y de esa forma poder hacer un diagnóstico abierto y enriquecedor de la realidad de la mujer rural de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia.

4.6.2. Técnica cualitativa: El grupo de discusión Así mismo, se optó por aplicar otro tipo de técnica, como complemento de la anterior, mediante un trato más directo con las mujeres, éstas podían transmitir sus vivencias cotidianas en su medio, el pueblo. La ventaja esencial del grupo de discusión reside en que son los mismos actores sociales (las mujeres de distintos lugares), quienes nos han proporcionado información rica y puntual relativa a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes, expectativas, etc., Los grupos de discusión se plantearon para que nos dieran mejores datos sobre el tema que estamos abordando, con el fin de dar respuestas al porqué estas mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia los abandonan (anexo 2).


5. Anรกlisis y resultados

31

5. Anรกlisis y resultados


5. Análisis y resultados

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5.1. Datos sociodemográficos de la mujer de la Sierra de Béjar-Francia El acercamiento a la población femenina de estos entornos serranos (anexo 5 y 6), ha llevado al equipo investigador a aplicar 400 encuestas aplicadas en los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia, porque interesaba conocer a través de las respuestas dadas por las mujeres, el porqué dejan sus pueblos y se marchan a otros lugares. De este modo hemos conocido el perfil sociodemográfico actual de la población femenina de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia. Se ha hecho especial hincapié en que los estratos de la población femenina encuestada estuvieran bien representados. En este sentido creemos que se han logrado los objetivos. Se observan diferencias entre las cohortes de edad de 15 y 19 años, con un 10% de representatividad, frente a las mujeres comprendidas entre 50 y 54 años en donde el porcentaje sube al 16% (gráfico 5.1), porque es mayor el número de mujeres que viven en los pueblos con esta edad, puesto que las más jóvenes se encuentran fuera de sus pueblos, estudiando o realizando otras actividades, por lo que el fenómeno de la despoblación queda reflejado en estos entornos, igual que el envejecimiento que está sufriendo el colectivo femenino en el medio rural. Gráfico 5.1: Cohortes de edad de las mujeres serranas 18 16 14 12 10 8 6 4 2

50 -5 4

45 -4 9

40 -4 4

35 -3 9

30 -3 4

25 -2 9

20 -2 4

15 -1 9

0


5. Análisis y resultados

33

En cuanto al estado civil de las mujeres encuestadas, la mitad de ellas están casadas, el 36% son

solteras y otros estados: separadas, viudas, divorciadas…

representan el 14% (gráfico 5.2)

Gráfico 5.2: Estado civil de las mujeres serranas

60 50 40 30 20 10

Se pa ra da D iv or ci ad a

Vi ud a

pa re ja En

C

So l te ra

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0

El lugar de nacimiento de estas mujeres está igualado entre las que han nacido en Salamanca-Capital y las que lo hicieron en el entorno de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia (34%). La educación de las mujeres ha estado regida en España, durante siglos, por un modelo tradicional de discriminación sistemática que también afectó al medio rural. Los avances en educación a lo largo de las últimas décadas son manifiestos, y como no podía ser de otra manera también ha llegado hasta este medio, así nos lo constatan ellas mismas, a través de sus respuestas. Con relación al nivel de estudios alcanzado, el 38% tienen estudios primarios (gráfico 5.3), el 18% formación profesional, el 15% estudios secundarios, y con estudios medios y superiores el 21% de la población femenina encuestada (11 y 10% respectivamente).

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Gráfico 5.3: Nivel educativo de las mujeres serranas

45 40 35 30 25 20 15 10 5 0


5. Análisis y resultados

34

5.2. El entorno familiar de la mujer rural de la Sierra de Béjar-Francia En este apartado se ha querido conocer cuál es la situación de la mujer dentro del ámbito familiar. La familia es la más antigua de las instituciones humanas, está presente en todas las civilizaciones, grandes o pequeñas. Constituye un campo clave para la comprensión del funcionamiento de la sociedad. A través de ella la comunidad no sólo se provee de miembros en tanto que organismos biológicos, sino que además se encarga de prepararlos para que cumplan adecuadamente dentro de la familia los papeles sociales que le corresponderá ejercer posteriormente. Hoy en nuestra sociedad la promoción de la mujer ha cambiado la vida en pareja y familiar. Los roles que ésta tenía asumidos tradicionalmente han sufrido una ruptura con su incorporación al mundo laboral fuera de casa, en mayor medida la mujer en el medio urbano que en el medio rural, si bien en este último la mujer siempre ha colaborado, sobre todo, en el periodo de la recolección de los frutos del campo. Como consecuencia de ello, la mujer cada vez más, accede a puestos de trabajo que parecían reservados al hombre y en donde es capaz de competir con éste, por tener una preparación similar a la suya.

5.2.1. Relaciones familiares El clima de las relaciones familiares en el hogar, y los datos obtenidos demuestran que los ítems de respuesta “muy buenas” y “buenas” se llevan las mayores puntuaciones (40 y 54%) de la muestra de mujeres casadas y solamente el 6% dice que estas relaciones son sólo regulares. En el seno de la familia a veces hay que tomar determinadas decisiones que pueden tener consecuencias importantes para todos, por ello se les preguntó a estas mujeres que dijeran quién/es tomaban las decisiones importantes en su familia, el 92%


5. Análisis y resultados

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de las mujeres encuestadas dicen que son ambos quienes toman las decisiones en los temas importantes que les afectan a toda la familia. Lo que muestra cómo va calando poco a poco la igualdad entre la pareja que forman los hogares, el resto de ítems: el esposo/pareja o la esposa/pareja representa el 8% entre los dos. Los cambios producidos sobre el tema de igualdad en nuestra sociedad, también se van introduciendo en la vida de los pueblos. Los/as hijos/as en nuestros días hacen que sus padres se preocupen por asegurarles un futuro, a ser posible mejor que el que ellos/as tienen, por eso se les preguntó por las expectativas que tienen para sus hijos e hijas. En el caso de los hijos se ve que mujeres desean para sus hijos que éstos vivan en la ciudad, así lo manifiestan el 68%, el 23% de estas mujeres quieren que sus hijos se queden a vivir en el pueblo posiblemente para continuar en el trabajo de la familia. Con relación a las hijas el porcentaje de respuesta es algo superior, el 77% de las mujeres entrevistadas también quieren que sus hijas vivan en la ciudad y el 14% que se queden a vivir en el pueblo. En nuestro afán de profundizar más en la situación de las mujeres del entorno serrano, les preguntamos por qué piensan que se quedarían en sus pueblos tanto los hijos o las hijas, en este sentido prima EL TRABAJO como uno de los motivos que justifican su estancia, con el 42% de respuestas, para el 38% de estas mujeres encuestadas cuenta la calidad de vida en los pueblo y el arraigo a la tierra lo manifiestan otro 15% de mujeres, mientras que en otras respuestas los porcentajes son insignificantes: negocio familia y las que más priman es en términos generales que es difícil que se queden. A todas las mujeres encuestadas se les formuló qué es lo que consideran hoy en día importante para sus hijas. Aquí sí que tienen muy claro que estudiar y trabajar para ser independiente con el 90% de respuestas frente a las otras opciones, “estudiar y formar una familia”, “aunque no trabaje y contraer matrimonio y/o tener hijos” (7 y 3% de respuestas) Las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia expresan la importancia que el trabajo tiene para estas mujeres serranas. El 55% de las encuestadas dicen que el trabajo es bueno si ellas quieren trabajar y el 33% afirma que es bueno que la mujer trabaje en cualquier circunstancia (gráfico 5.4). El 12%, contesta que depende de las circunstancia de cada una de ellas. También observamos que tres mujeres responden que las mujeres no deben trabajar y sí quedarse en casa para cuidar de los hijos y otra opina igual que las anteriores, pero con la salvedad de si hay hijos pequeños no, pero


5. Análisis y resultados

36

una vez crezcan éstos, sí deben trabajar. Todas las mujeres tienen una opinión positiva del trabajo, en todas las cohortes de edad, siendo más llamativa en el estrato de 30-34 años. Gráfico 5.4: Edad y trabajo de la mujer 80 70 60 50 40 30 20 10

No,en casa con hijos

50

-49 t re En

t re En

t re En

t re En

Es bueno siempre

45

-44 40

-39 35

-34 t re En

t re En

t re En

30

-29 25

-24 20

-19 15 t re En

Si si ella quiere

-54

0

Depende circunstancias

5.2.2. Mujer rural y trabajo La actividad de la mujer rural ha estado supeditada a la responsabilidad prioritaria: el cuidado familiar, responsabilidad adquirida en exclusiva tras la distribución del trabajo entre los sexos: las actividades productivas eran ocupadas por los hombres, y las tareas reproductoras y cuidadoras dependían exclusivamente de las mujeres. La mujer ha luchado por la consecución de parcelas en el ámbito laboral, puesto que tiene una mejor formación educativa, tanto cuantitativa como cualitativamente. Todo ello ha llevado a que la participación de las mujeres en el mundo del trabajo remunerado ha dejado de tener ese carácter secundario, en el que las mujeres trabajaban sobre todo en momentos en los que era necesario para la economía familiar, para pasar a ser una realidad en la que la mujer entra a formar parte de la estructura laboral. Así pues, si antes las mujeres dependían del ámbito familiar a la hora de decidir integrarse en el mercado de trabajo, actualmente son ellas quienes planifican el entorno familiar conforme a las condiciones, necesidades y exigencias laborales que se impongan en cada momento.


5. Análisis y resultados

37

La situación laboral de las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia, los datos recogidos señalan cuál es su situación hoy: un 41% responde que está ocupada con remuneración (gráfico 5.5), mientras que el 29% son amas de casa, se dedican a las tareas del hogar; asimismo, el 10% están desempleadas. Los otros ítems, pensionista y otros representan el 10%.

Gráfico 5.5: Situación laboral de las mujeres serranas 45 40 35 30 25 20 15 10 5

tra s O

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de

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0

Para aquéllas que contestaron que estaban ocupadas (trabajo remunerado), se les preguntó por el trabajo desempeñado; al ser una pregunta abierta nos encontramos con una batería tan extensa de respuestas que no da lugar para señalar cada una de ellas por la exigua representatividad que tienen, no obstante, si vamos a

reseñar algunas

espigadas del número abultado de las mismas: casi un 2% son administrativas, 4,5% de mujeres son estudiantes y además realizan un trabajo remunerado y más del 5% son autónomas (bares, tienda, apicultoras, ganaderas, peluqueras, hosteleras, casas rurales…, otro grupo son auxiliares administrativas, ayuda a domicilio, camareras, etc.

5.2.2.1. El trabajo del marido/pareja El colectivo de mujeres casadas es el más grande, al preguntarles por la dedicación de su marido/pareja, éstas fueron sus respuestas. El mayor porcentaje de


5. Análisis y resultados

38

ellas son las que señalan que la profesión de su marido/pareja es albañil (23%), el 21% tienen negocios, los ganaderos el 13%, agricultor-ganadero el 5%, agricultores el 5% y un 10% de desempleados (gráfico 5.6). En otras profesiones las cifras son irrelevantes: abogado, anticuario, apicultor, artesano, chacinero, chofer… Gráfico 5.6: Trabajo del marido 25

20

15

10

5

0

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En el medio rural muchos de los trabajos que realizan los hombres son por cuenta propia, esto es, trabajan para ellos mismos (autónomos), mientras que otros profesionales son requeridos en otras tareas, por estos autónomos o empresarios. De los trabajadores autónomos la actividad/es que realizan, el 36% tienen sus propios negocios (bar, restaurante, carnicería, panadería, ultramarinos, etc.), otro 23% tienen explotaciones ganaderas, un 11% son agricultores de secano, mientras que al regadío, dadas las características orográficas del terreno en la sierra solo se dedica el 2%; en otras respuestas (28%), el abanico de actividades son tan variadas que solamente señalamos algunas de ellas: actividades turísticas, albañil, almacenista de género, apicultor, venta ambulante, etc. Los que trabajan por cuenta ajena se reparten del siguiente modo: el 34% son albañiles, otro 20% trabajan en el sector chacinero, un 8% lo hacen en el sector turístico-hostelero y el resto en actividades variadas como son: conductores, funcionarios, colmenas, carpintero, conductor, etc.


5. Análisis y resultados

39

5.2.2.2. La mujer como ayuda familiar La sociedad rural tradicional ha estado muy marcada por la diferenciación de papeles que a cada uno le correspondía por el hecho de haber nacido varón o hembra. Esto tenía su razón de ser en unos tiempos donde el trabajo agrícola era especialmente duro, cuando la familia era muy extensa y donde esta familia se abastecía casi por completo de los productos del campo, realizando las mujeres casi la mayor parte de las transformaciones requeridas para este autoabastecimiento. Aún siguen ocupando una parte importante de ese trabajo estas mujeres, pero evidentemente mucho menos, debido a todas las transformaciones que ha experimentado el agro; por lo que el papel que dentro de la familia tienen que desarrollar las mujeres ha empezado a cambiar en las últimas décadas del siglo XX, esperemos que ahora en el siglo XXI, se tenga más en cuenta a la mujer rural en este ámbito laboral, como en otros muchos. El 62% de las mujeres de la muestra ayudan a su marido/pareja en sus tareas, frente al 38% que dicen que no lo hacen. A las que dijeron que sí, se les formuló una pregunta para que dijeran de qué forma lo hacen y la respuesta más contestada es en el negocio familiar con un 40%, en las tareas del campo un 25%, en el ganado, un 24%. En el ítem otras respuestas (11%) también las respuestas son variadas (soy socia del hotel, tareas del jardín, etc.)

La explotación de la fruta: cerezas, uvas, sólo la están haciendo las personas mayores, la mayoría jubilados. (GD. Salamanca) Sí, los ayudamos en el campo, la cereza, lo que haya (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal)

El trabajo que realiza la mujer ayudando al marido/pareja presupone de entrada que la mujer invierte parte de su tiempo en esas tareas, por ello quisimos que fueran ellas mismas, quienes dijeran cuántas horas dedicaban a las tareas de los maridos/parejas; entre una y tres horas contestaron el 28%, pero es que entre 4 y 6 y más de 6 horas suman el 23% (14 y 9% respectivamente) (gráfico 5.7), como puede observarse, sí se implican las mujeres serranas en las tareas de sus maridos/parejas, aunque hay que reseñar que una de cada cuatro mujeres no ayuda a su marido.


5. Análisis y resultados

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Gráfico 5.7: Colaboración de la mujer en las tareas del marido/pareja 30 25 20 15 10 5

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Desde las 6 de la mañana hasta por la tarde, prácticamente todo el día (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal)

Si a esas horas que las mujeres trabajan ayudando a sus maridos/parejas añadimos que algunas de éstas dedican a las tareas de su casa más de seis horas, (37 %), y “entre una y 3 horas” y “entre 4 y 6”, el 61% (gráfico 5.8) de la muestra de estas mujeres casadas/parejas (33 y 28% respectivamente), sumando unas actividades y otras tenemos que señalar que muchas de estas mujeres tienen muy poco tiempo para su ocio o para hacer lo que quieran.

Gráfico 5.8: Tiempo empleado en las tareas domésticas 40 35 30 25 20 15 10 5

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5. Análisis y resultados

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Así mismo, se quiso conocer la colaboración del marido/pareja en las tareas de la casa. La mayor representación la obtiene el ítem de respuesta “a veces” con el 48% de las mujeres que están casadas o tienen pareja y que representan a un total de 230 mujeres de la muestra, el 30% contesta que sus maridos sí colaboran, mientras que el 21% afirman que no colaboran en las tareas del hogar. Como puede observarse en el gráfico 5.9, entre las mujeres ocupadas, es decir, que tienen un trabajo remunerado y las pensionistas, la colaboración del marido es mayor que entre otras situaciones laborales de las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia. Gráfico 5.9: Situación laboral y ayuda en tareas domésticas 80 70 60 50 40 30 20 10

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En la forma de colaboración, el 32% afirma que hacen las tareas de la casa entre los dos, un 7% solamente cuando la mujer está enferma y de vez en cuando, un 59%, algunas contestan que alguna vez entra el marido en la cocina o le hace la compra. Hay que fomentar la corresponsabilidad. Mi marido hace las tareas igual que yo. (Cuando hablaba esta mujer las demás negaban con la cabeza, como que no estaban de acuerdo en que el hombre hiciera todo) (GD. Salamanca. Mujer de Miranda del Castañar)


5. Análisis y resultados

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Bastante complicado, si no tienes cerca a tu madre. Una mujer trabajadora en el medio rural ¿qué hace con el niño? En el medio rural faltan guarderías para ayudar a las mujeres a conciliar la vida familiar y la laboral. Sino es imposible que la mujer pueda trabajar. Los hombres del medio rural suelen trabajar todos. (GD. Salamanca. Mujer de El Cabaco) Risas. Si le obligas sí y depende del trabajo que tenga el marido (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal) Mi marido lo de casa no, independiente del trabajo que tenga, hay mujeres con suerte… (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Santa María de los Llanos) El mío trabaja en hostelería y está acostumbrado a hacer todo, se quedó sin madre pequeño y desde siempre hacemos todo entre los dos. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Cepeda) Sí me ayuda, colabora, en la cena, la comida, no tengo hijos, con niños es más difícil. El hombre a ese nivel también ha evolucionado, en la ciudad también hay muchos hombres que no ayudan, aquí se vive todo más intenso porque nos conocemos todos. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Miranda del Castañar)

5.2.3. Mujeres solteras, situación y expectativas La mayoría de los pueblos se están despoblando porque las generaciones de mujeres más jóvenes están estudiando o se han trasladado a la ciudad buscando un mejor nivel de vida, especialmente en el sector servicios (empleadas en el hogar, hostelería o dependientas de comercio…) quisimos indagar acerca de las mujeres solteras que viven de manera habitual en los pueblos objeto de nuestra investigación. En este sentido vemos que la mitad de estas mujeres han vivido siempre en sus pueblos, el 29% responde que han vivido siempre en el pueblo hasta que se fueron a estudiar a la ciudad (gráfico 5.10), el grupo de jóvenes que están estudiando y van a su pueblo en vacaciones porque viven sus padres y el resto de las mujeres que contestaron a otras opciones contestaron el 21%, hay que señalar que alguna responde que solo está en el pueblo en vacaciones y alguna que se ha instalado en alguno de esos pueblos desde hace veinte años hasta otras que lo han hecho hace sólo cinco meses.


5. Análisis y resultados

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Gráfico 5.10: Tiempo que llevan viviendo las mujeres solteras en el pueblo 60 50 40 30 20 10

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A la pregunta de “por qué viven en el pueblo”, el 65% dicen que porque viven sus padres, un 16% porque tienen un trabajo, el 7% tienen apego al pueblo, el 5% dicen que fuera del pueblo es difícil encontrar un trabajo y un 3% por circunstancias familiares, así mismo hay un 4% que contenta que porque les gusta el pueblo, porque quiere vivir en él, etc. Las actividades diarias que realizan estas mujeres solteras son las siguientes: el 30% de las mujeres dicen que tienen un trabajo remunerado, otro 30% se dedica a las tareas domésticas, un 10% de las mujeres que viven en la sierra tienen su propia empresa y un 25% señalan otras opciones como son: ayuda en el bar familiar, en el negocio, cuida a su hermano, prepara oposiciones, etc. Hay un 5% que colabora en las faenas del campo. Entre el colectivo más joven, las que están estudiando, el tipo de estudios que están haciendo es el siguiente: del 32% de la muestra de las mujeres solteras entrevistadas que están estudiando, el 32% estudian ESO, el 12% el módulo medio de formación profesional, el 11% bachillerato, el 16% están haciendo un módulo superior de formación profesional (gráfico 5.11), un 15% están estudiando alguna diplomatura y otro 14% están haciendo alguna licenciatura, grado, máster o doctorado.


5. Análisis y resultados

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Gráfico 5.11: Estudios que cursan las mujeres solteras 35 30 25 20 15 10 5

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Al hilo de esta pregunta se les formuló si al terminar sus estudios abandonarían sus pueblos. El 38% afirman que sí, que se irán a trabajar a la ciudad, el 6% tienen muy claro que se quedarán y el 16% responden que quizás se queden (gráfico 5.12). Sin embargo, para el 39% de la muestra de este grupo señalaron que ejercerán su profesión donde puedan. Solamente una de estas jóvenes entrevistadas dice que creará su propia empresa.

Falta formación en los jóvenes para que continúen con los negocios que montaron sus padres en el pueblo, porque cuando éstos mueran se acabarán los negocios. Faltan escuelas taller. Falta asesoramiento laboral… (GD. Salamanca. Mujer de San Esteban de la Sierra) Gráfico 5.12: Irse del pueblo las mujeres estudiantes 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

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5. Análisis y resultados

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Si alguien puede valorar lo que tiene y lo que ha visto con su salida del pueblo son las jóvenes que se trasladaron a estudiar a la ciudad o a otros enclaves más poblados. Cuando se les preguntó “qué cambios les gustaría ver en sus pueblos”, para el 48% de las jóvenes les gustaría que la gente pensara de forma diferente a como lo hacen ahora. Una de cada cuatro jóvenes dice que la creación de puestos de trabajo contribuiría a esos cambios y otra joven de cada cuatro pide más inversión en recursos para la juventud. También se les preguntó si ellas podrían aportar ideas que contribuyan a que se den esos cambios en sus pueblos. En este sentido el 83% responde de manera afirmativa, frente al 17% que contestaron negativamente. A las que respondieron sí, se les preguntó de qué modo contribuirían al cambio, el 42% de jóvenes tienen muy claro que después de formarse quisieran volver al pueblo para trabajar en él, el 40% crear empresas para dar trabajo a más personas. Un 16%

señalan otras respuestas,

colaborar con las asociaciones, buscar información sobre subvenciones para aplicarlas en sus pueblos, ocio y trabajo como otras alternativas.

Hay que crear empleos para la gente joven que se ha preparado, acordes a su formación. Los empleos que salen hoy en día en el medio rural, la mayoría no cualificados, no interesan a los jóvenes que quieren trabajar en lo que han estudiado. (GD. Salamanca. Mujer de Santa María de los Llanos)

Al finalizar sus estudios, tres de cada cuatro jóvenes volverían a sus pueblos si tuvieran un trabajo, 10% si tienen pareja y 3 jóvenes lo harían si sus pueblos les ofrecieran más actividades de ocio. Otras 5 señalan que no saben que harían, otra que no se quedaría, otra dice que no se quedaría nunca y una más prefiere la ciudad.

En el pueblo tuve más fácil trabajar de lo mío. Aquí no. Para la gente joven no nos hace falta subvenciones para arreglar las calles, el principal problema: FALTA DE TRABAJO (todas de acuerdo)

(GD. Salamanca. San Esteban de la Sierra) Al preguntarles que opinión tienen respecto al papel que ejerce la mujer en sus pueblos, si alguien puede tener una opinión particular sobre el papel que ejerce la mujer, son estas jóvenes que han vivido un tiempo de manera permanente y ahora de forma temporal, éstas son las respuestas que han dado; el 48% dice que la mujer equilibra las


5. Análisis y resultados

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relaciones de familia y como se observa en el gráfico 5.13., en todos los niveles educativos se decantan por esta variable, el 20% responde que la mujer sufre el machismo del marido, para el 12% la mujer está dominada por el marido, otras cinco de ellas señalan que las mujeres no se les valora sus iniciativas empresariales y una dice que a las mujer no se le tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones importantes. Cinco dieron otras respuestas y una

contestó que la mujer es cada día más

independiente. Gráfico 5.13: Estudios y situación de la mujer Sierra Béjar-Francia 80 70 60 50 40 30 20 10 0 E.

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A lo largo de estas páginas hemos visto las percepciones y opiniones del grupo de jóvenes que estudian, ahora vamos a analizar lo que han dicho las jóvenes que un día abandonaron sus estudios. El grupo de estas jóvenes es más pequeño, pero pensamos que también es importante oír sus voces. Se les preguntó porqué abandonaron sus estudios y la mitad de las jóvenes responden que no les gustaba estudiar, sin más, hay un 11% que por circunstancias familiares le obligaron a dejarlos, otro 11% porque no querían salir de su pueblo y otro 10% porque tenía que ayudar en casa

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problemas económicos (5% en cada uno de los ítems). Al no estudiar, se les preguntó si estaban trabajando actualmente. De las jóvenes encuestadas, el 44% tienen trabajo, el 17% hacen las tareas de casa, una ayuda en las tareas del campo, cuatro no tienen trabajo y dos trabajan solamente los fines de semana. A las mujeres que trabajan se les formuló una pregunta para que indicasen en


5. Análisis y resultados

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qué lo hacían, las actividades que realizan: ayuda a domicilio, camarera, empleada de hogar, dependienta, hostelera, panadera, peluquera, etc. Respecto al grado de satisfacción personal que tienen con el trabajo realizado, estas jóvenes muestran su satisfacción la mayoría de ellas. A la pregunta ¿Te irías a trabajar fuera del pueblo? Más de la mitad de las jóvenes entrevistadas responden que si pudieran sí lo harían, el 22% no lo harían, el 11% afirman que dada la situación actual no desean irse, una nunca se irá del pueblo y otra lo haría como última opción. Al preguntar a este colectivo, qué pueden hacer por sus pueblos para mejorarlos, piensan que necesitan ser asesoradas, instalar casas rurales, recibir cursos de preparación, crear empresas, negocios, unirse las mujeres y buscar alternativas.

5.2.4. Uso del tiempo La práctica de la cultura tiene una gran relación con el tiempo libre, en la medida en que éste, como opuesto a la actividad laboral, constituye una condición casi indispensable para cualquier actividad cultural. En este sentido merece señalarse que en la esfera cultural han ocurrido cambios espectaculares que han afectado también al medio rural. El sistema tradicional de valores, característico de las estratificaciones tradicionales de las sociedades rurales, así como el papel de las autoridades locales y de la opinión local están desapareciendo gradualmente. Están siendo sustituidos por un sistema universal de valores, considerando como tal a los propios de las ciudades, que suponen naturalmente nuevos determinantes en categorías tales como el tiempo de ocio, la intimidad en el hogar, la familia y similares. El ocio cumple tres funciones: descanso, diversión y desarrollo de la persona. El ocio no se define exclusivamente mediante actividades (activas o pasivas: como pasear o ver la televisión), sino también se define como una actitud, una vivencia, por ejemplo, buscar un “no hacer nada” que implique la relajación, o bien se busque el bullicio, la animación. Junto a la vida familiar, el trabajo y el consumo, el uso del tiempo libre parece ser uno de los aspectos importantes en la vida cotidiana de los individuos en la sociedad actual. La creciente urbanización, junto con la creciente elevación del nivel de vida genera tiempo libre y aspiraciones al disfrute del ocio y al turismo; todo ello ha generado que en el medio rural las mujeres se han visto implicadas en todos esos


5. Análisis y resultados

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cambios que se han dado en ese medio, y les haya quedado tiempo para el ocio y hagan uso del mismo. Sin embargo, el uso y la percepción del tiempo es desigual para los hombres y las mujeres (Maya, 2004). Para conocer el empleo del tiempo libre de las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia, se les preguntó en qué lo empleaban: más de la mitad de las mujeres entrevistadas emplean el tiempo libre en salir a pasear, casi una de cada cuatro de estas mujeres hacen manualidades. Hablar con las vecinas, era algo habitual en los pueblos (formar corrillos haciendo manualidades) pues una de cada cuatro mujeres entrevistadas suelen hacerlo (gráfico 5.14). Poco más de una de cada cuatro mujeres hace gimnasia. El 44% de las mujeres utilizan el medio de comunicación de la televisión como ocio o tiempo de diversión. No sucede lo mismo con las que leen libros y la prensa, que lo hacen poco más de la mitad de las mujeres de estos pueblos serranos. Tampoco parece que en estos pueblos las mujeres jueguen a las cartas como medio de evasión y ocio, pues solamente contestan que sí lo hacen el 13%. La utilización de Internet lo hace el 47%. Gráfico 5.14: Ocio y tiempo libre de las mujeres de la Sierra Béjar-Francia

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Hacer cursos de formación puede ser una forma de usar el tiempo libre. En los pueblos no se ofertan muchos cursos de este tipo y las respuestas dadas así vienen a confirmarlo, solamente el 26% responde afirmativamente sobre estos cursos. En otras respuestas, las puntuaciones son tan pequeñas que solamente señalamos lo que algunas


5. Análisis y resultados

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de estas mujeres dijeron: estar con los amigos, ir al bar, casi siempre trabajo, coser y costura, hacer deporte, disfrutar de la naturaleza, estudiar inglés…

Depende de lo que se quiera, de las opciones personales de cada una, de discotecas y copas bien, en la Alberca tienes de todo. Cine, teatros no hay, pero puedes ir los fines de semana a Salamanca porque lo tenemos cerca. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal)

Al preguntarles si emplearían su tiempo libre de manera diferente si vivieran en la ciudad, el 52% contesta que sí, mientras que para el 45% no harían un uso diferente del tiempo libre por vivir en la ciudad. A las que respondieron afirmativamente dicen que el tiempo libre lo emplearían en actividades culturales, más relaciones sociales, gimnasio, voluntariado, ir de bares, discotecas, bibliotecas o de compras, ir a bailes, centros comerciales, museos, cine… Así mismo se les preguntó si los fines de semana salen con sus maridos/parejas, más de la mitad de las mujeres dicen que sí salen con ellos, pero una de cada cuatro mujeres responde que no suele salir y un 12%, lo hace normalmente con sus amigas.

5.2.4.1. Mujer y asociacionismo El tema del asociacionismo en la actualidad está pasando por una etapa de desmovilización y de pasotismo. De ahí que para muchos/as, las asociaciones, en su concepción más clásica, estén en crisis. Parece que a nadie le interese asociarse y además ¿para qué? De todas formas no parece que los grupos hayan desaparecido del todo, sino que más bien nos encontramos ante menos realidades que requieren nuevas perspectivas de análisis, que nos permitan constatar que los grupos todavía existen y que son capaces de movilizarse colectivamente en un momento dado, así como de conseguir mejoras significativas en la vida de las personas que los componen. De esta forma, es fundamental que sigan aumentando los niveles de formación, así como el desarrollo de las comunicaciones, para romper así el secular aislamiento de muchas poblaciones rurales. Estas mujeres toman progresivamente conciencia de su situación, organizándose en asociaciones, donde pueden intercambiar ideas, aprender cosas nuevas, tener un espacio para el ocio y apoyarse unas a otras (Maya, 2004).


5. Análisis y resultados

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Al preguntarles si en sus pueblos hay algún tipo de asociación, el 91% responde afirmativamente. Una vez que comprobamos la existencia de estas asociaciones, se les pregunta por el tipo de asociaciones que hay en sus pueblos. Éstas fueron sus respuestas: la mitad de las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia contesta que tienen una asociación de carácter cultural (gráfico 5.15), el 35% de carácter juvenil, tres de cada cuatro mujeres dicen que en sus pueblos hay algún tipo de asociaciones de mujeres, el 31% de festejos y en otras respuestas, la asociación que más señalan es de la tercera edad.

Asociaciones de mujeres podrían organizar también diferentes tipos de cursos, dependiendo del tipo de población y motivación. No se molestan, solo hacen lo que les ponen delante. (GD. Salamanca. Mujer de Miranda del Castañar) Nosotras estuvimos hablando un día en nuestra asociación de mujeres, el tema de los jabones artesanales caseros más modernizados pero no funcionó, había que invertir poner un dinero. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal) Ir a hablar allí mal de unos y de otros, sólo hacemos eso, criticar a los demás y las cuatro actividades. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Cepeda) En nuestra asociación exprimimos que podemos hacer, bar, restaurante, dar comidas, ultramarinos al lado pero que está todo en el aire. También hacemos cursos, y quedamos días, pero falta el empuje. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal) No se nos asesora tampoco, se le da importancia a tonterías y a lo mejor al asesoramiento nada y es fundamental para que algo salga adelante en el medio rural. Desde los ayuntamientos esto no se potencia, a veces las convocatorias llegan tarde o no se nos informa. No les echa la culpa pero nos falta el asesoramiento, que es dinero y al final es lo que más pesa y no te decides. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de San Esteban) Gráfico 5.15: Tipos de asociaciones 80 70 60 50 40 30 20 10

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Ante esta pregunta tenemos que comentar que las mujeres del ámbito de la Sierra de Béjar y Francia, sí parecen estar sensibilizadas con el tema del asociacionismo; bien es verdad que las asociaciones debieran tener otras proyecciones, aparte de las que se señalan, pero desde dentro deberían fomentarlas más.

5.3. ¿Por qué abandonan las mujeres su pueblo? El medio rural se viene enfrentando en las últimas décadas a numerosos problemas que afectan a su población: vaciamiento demográfico, baja natalidad, salida selectiva de la población rural, proceso de envejecimiento y sus deficientes e insuficientes infraestructuras, el desempleo, la preocupación por la exclusión social y laboral... Todo esto ocurre con el telón de fondo de la globalización de la economía y una sociedad donde cada día cobran mayor protagonismo las empresas innovadoras, las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Algunos de los factores que han contribuido a que se haya producido emigración en Castilla y León son el subdesarrollo de la región, la falta de modernización en la estructura social, la carencia de élites que inicien el despegue industrializador y con un peso específico en la vida tanto provincial como regional, la ausencia de una política económica regional que, por un lado, hubiera modernizado las estructuras rurales agrarias de este sector productivo y, por otro, hubiese paralizado el trasvase de plusvalías que desde este sector han ido a parar al sector industrial, pero fuera de la Comunidad. Todo esto ha hecho posible que el escaso desarrollo industrial de nuestra región cada vez sea menor. Entre otros factores de índole económica, el desarrollo de una región también ha de medirse por medio del factor humano. Castilla y León es una de las Comunidades que se ha visto influenciada por los factores demográficos, por lo que la población castellano leonesa sufre paulatinamente un despoblamiento a partir de la segunda mitad del siglo XX, es en el medio rural donde este vaciamiento demográfico es más llamativo.


5. Análisis y resultados

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El despoblamiento es uno de los problemas más graves al que se enfrenta el medio rural. El patrimonio natural y cultural son las principales potencialidades de este territorio. Para su conservación, sin embargo, es necesario fijar población; hombres y mujeres en proporciones equilibradas. La estructura productiva de la Comunidad de Castilla y León y por ende la población rural salmantina está condicionada por las variables demográficas (Maya, 2004). A la pregunta si desean MARCHARSE DEL PUEBLO, el 68% de las mujeres entrevistadas no se irían de su pueblo. Una de cada cuatro mujeres dicen que depende y aquí después de lo apuntado más arriba (trabajo especialmente), si lo logran no parece que quieran ausentarse de sus pueblos y el 7% tienen muy claro que sí desean marcharse. A estas últimas se les formuló una pregunta abierta para que dijeran por qué pretenden irse de sus pueblos, otra vez las respuestas dadas son de lo más variado: en mi pueblo no puedo trabajar, no hay futuro para los/as jóvenes, no me gusta el ambiente que hay, no me siento feliz, no tengo nada que hacer aquí, no hay trabajo ni calidad de vida, no me gusta el pueblo… y al grupo que contestaron que el permanecer o el marcharse del pueblo dependía de: circunstancias personales, otra vez el trabajo, del trabajo de su marido/pareja, de la familia, de sus hijos, si hubiera mejores condiciones de vida, la situación económica familiar… En los grupos de discusión las mujeres también muestran ese interés por quedarse en sus pueblos si hubiese todos los servicios necesarios para vivir, aunque principalmente se han ido porque los maridos no tenían trabajo o por los hijos, para darles más estudios.

Los maridos trabajaban fuera del pueblo y la mujer se ha ido con el marido, si los dos tuvieran trabajo aquí, igual se hubieran quedado. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Cepeda) Por los estudios de los hijos, institutos, tienen a la hija en un piso sola y la van a controlar. Conozco casos de dejar aquí al marido e irse la mujer a la ciudad a cuidar a su hija dejando al marido desatendido en el pueblo, teniendo que hacerse él la cena y todo lo de la casa. Por el trabajo también, que no hay. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal) Todas: la causa principal es EL TRABAJO


5. Análisis y resultados

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A tenor de lo ya preguntado se les hizo una nueva pregunta para que dijeran si en los últimos tres años conocían a alguien que haya abandonado el pueblo para trasladarse a vivir a la ciudad; las respuestas no se hicieron esperar, pues el 69% contestaron que sí. Ante este porcentaje tan significativo, el afán de profundizar más y viendo que conocían bien la situación, se les formuló otra pregunta: ¿Por qué crees que se han ido? Éstas fueron las respuestas más significativas: por trabajo, estudios, por los hijos, trabajo y cambiar de residencia, no les gustaba ni se adaptaban al pueblo, problemas económicos…

Yo trabajaba en el Cabaco, mi madre me ayudaba, pero tuve que dejar el trabajo por mi hija. Tengo una hija con dificultades intelectuales, por eso me tuve que venir a la ciudad, porque en el pueblo no tenía los medios necesarios para afrontar este problema. Sin embargo, es difícil adaptarse a la ciudad. Ella lo tenía más fácil en medio rural para su integración. Para las personas con algún tipo de discapacidad es mejor el pueblo, allí hay inclusión total y al menos se hacen actividades, en la ciudad no. El 70% de las mujeres acaban abandonando su trabajo por falta de medios para cuidar al hijo/a más aún en el medio rural. (GD. Salamanca. Mujer de El Cabaco)

Se les volvió a preguntar si en un futuro próximo piensan que volverían estas mujeres a sus pueblos, el 45% piensan que sí, frente al 55% que señalan que no regresarían a vivir a sus pueblos. Una nueva pregunta va enfocada a conocer qué opinión tienen, si desde las instituciones públicas se podría hacer algo para que las mujeres no se vayan de sus pueblos. Aquí el número de respuestas es tan grande que seleccionamos aquéllas que responden mejor a sus expectativas: fomentar el empleo y formación, más empleo y subvenciones para el medio rural, formación e información a la mujer, favorecer la igualdad laboral para mujeres y hombres, fomentar el empleo de la mujer fuera del campo, con horarios más cortos, facilidades económicas a empresas para instalarse en el medio rural, fomento de la participación de las mujeres en las instituciones, infraestructuras, trabajo y transporte, mejorar la sanidad, educación, nuevas tecnologías, invertir más en recurso para la mujer y programas que den a conocer la vida en el medio rural, mejorar las infraestructuras rurales y las ayudas al sector primario, incentivar el desarrollo rural (aprovechamiento de los productos de la tierra), políticas reales que apoyen al medio rural basados en el desarrollo sostenible, subvenciones a iniciativas empresariales femeninas, subvenciones y apoyo para nuevas


5. Análisis y resultados

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empresarias femeninas, subvenciones y apoyo para nuevas empresarias, promoción turística del medio rural. En este sentido también en el grupo de discusión surgieron estos puntos que fueron objeto de debate por parte de las mujeres que se manifestaron de esta manera:

Sanidad muy mal, en Miranda hay un centro pero no se hacen radiografías, o si una mujer está embarazada hay que ir a Salamanca, el personal no está accesible en algunas ocasiones y no te pueden atender. Llegas a una urgencia grave y se han ido a Sotoserrano, solución poner dos médicos, pero el ayuntamiento no hace caso. Si están en otro pueblo, a ti no te pueden atender hasta que no vengan del otro pueblo, sea una urgencia o no. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Miranda)

Más médicos, estamos muy abandonados en ese sentido. Vemos un cartel colgado “volvemos en 5 minutos”. Casi no hay medios. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Monfote)

Se deberían priorizar los medios cuando se trata de una urgencia, una UVI móvil, en Béjar y Ciudad Rodrigo. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Cepeda)

Los colegios están bastante bien, pero nos vamos a quedar sin niños, todo porque las mujeres se van. Le pasará a Cepeda y después todos los pueblos detrás, si la cosa no mejora en 10 años no habrá ningún niño. En cepeda están todos juntos en clase, hasta han quitado ya la parte de arriba del colegio y un profesor da clases a todos. Con pocos niños también hay ventajas porque son clases más personales, como son pequeñas les puedes dedicar más tiempo y atención. En clases grandes eso por ejemplo es peor. Estamos pagando que cada partido político lo adapta a su ideología y es lo que nos machaca. La educación está en general bien. GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Miranda del Castañar)

El apego al medio rural queda expresado de manera contundente cuando se les preguntó: cuando sueñas con un lugar ideal donde vivir ¿Piensas en el medio urbano o en el medio rural? Más del 80% de las mujeres encuestadas sueñan con el medio rural. Cuando se les formuló a este colectivo de mujeres de los pueblos de la Sierra de BéjarFrancia, que dieran su opinión sobre los valores positivos que tiene el vivir en el pueblo, todas ellas se pronunciaron de manera positiva ante los valores formulados, aunque algunos de ellos como la cercanía, la amistad y la vecindad fueron los que más puntuación obtuvieron, por encima del 50% (gráfico 5.16), si bien los otros, como la


5. Análisis y resultados

55

hospitalidad y la solidaridad, aunque no llegaron a alcanzar esa puntuación, sí hay que señalar que también han sido bien valorados por estas mujeres. Hoy en día la educación de los jóvenes y la cultura en los pueblos son más grandes que en las generaciones mayores. La mujer rural es más educada y hospitalaria que la mujer urbana y es capaz de adaptarse al medio posiblemente por la educación más tradicional que ha recibido. (GD. Salamanca. Mujer de El Cabaco) Cercanía, solidaridad, hay vida más familiar en medio rural, amistad, apoyo, en la ciudad no hay contacto con la gente, casi no conoces ni a los vecinos. En la ciudad es muy difícil entrar en un grupo de gente, no te echan una mano si te pasa algo, las relaciones son más difíciles. (GD. Salamanca. Mujer de Cristobal)

Gráfico 5.16: Valores positivos de vivir en el pueblo 70 60 50 40 30 20 10

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Después de preguntarles por los valores positivos que tiene vivir en los pueblos, les preguntamos por la situación actual de las mujeres que viven en los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia y aquí se reflejan los cambios que se han producido por la respuesta que dan, dos de cada cuatro mujeres dicen que “se va mejorando, pero hay desigualdades”, el 13% señala que todavía tienen una mentalidad muy tradicional, otro grupo responde que sí se valora la opinión de las mujeres (10,5%), ya veíamos más arriba que en los temas importantes en el seno de la familia, cada vez cuenta más la opinión de la mujer. El 7% contesta que las mujeres “dependen totalmente del marido/pareja” y al ítem de respuesta “que no tienen motivaciones ni deseos de cambiar” contestaron el 5%. Para siete de ellas a las mujeres no se les tiene en cuenta su opinión, las puntuaciones no son muy significativas, pero dejan bien a las claras que todavía no se ha derribado del todo el muro de la desigualdad entre hombres y mujeres, aquí todavía se puede añadir alguna de las respuestas personales dadas “en otras


5. Análisis y resultados

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respuestas”, en donde la edad cuenta, así como la independencia que no tienen, o que la mujer queda relegada al plano del marido.

“Porque la mujer es más sufrida, y mantiene relaciones de sumisión” (GD. Salamanca. Mujer de La Alberca) “Nunca hay igualdad para la mujer en el medio rural. Fui madre soltera y lo pasé muy mal. Hay muchas diferencias con la mujer del medio urbano. Una mujer en el medio rural no es solamente para el trabajo, se debe crear la propia independencia” (GD. Salamanca. Mujer de Cristobal) “Depende de las edades, de la mujer de antes a la de ahora, de las generaciones más mayores a las actuales. Antes la mujer era muy diferente en todos los aspectos en cuanto al trabajo, vida de matrimonio, etc”. (GD. San Esteban de la Sierra. Mujer de Madroñal de la Sierra)

Si de Vd. dependiera ¿qué cambios importantes introduciría en su pueblo? Para el 42% es necesario mejorar los servicios públicos (gráfico 5.17). Una de cada cuatro mujeres introduciría en sus pueblos la creación de los centros de día; sin embargo, no sucede lo mismo con la creación de puestos de trabajo, donde el 81% de las mujeres entrevistadas es el cambio más importante que introducirían en su pueblo.

Educación, Sanidad, cuando se lucha no se tiene paciencia queremos respuestas y soluciones muy rápido. Los recursos los tienen que aportar las instituciones, sabemos que no sale rentable poner un médico en cada pueblo, un pediatra…, no se puede tener todos los recursos en el medio rural, sin embargo, si que están en las ciudades. El 70% del medio rural, supera los 70 años, no tienen mucho por lo que luchar, todas ya tienen la vida hecha. Es más cómodo para todo el mundo la ley del mínimo esfuerzo. Me voy a la ciudad que allí lo tengo todo implantado, no hay que luchar para que lo pongan. (GD. Salamanca. Mujer de El Cabaco)

La unión de todos los pueblos es importante para luchar por los recursos ante las instituciones públicas. Hay que mentalizar a la gente para que se de cuenta de que individualmente es más difícil conseguir los recursos. Es un trabajo que hay que hacer concienciar sobre todo a la mujer. (GD. Salamanca. Mujer de Miranda del Castañar)

Las personas del medio rural no estamos habituadas a luchar. Las asociaciones del medio rural son importantes para esta lucha pero hay poca participación. Hace falta gente que se mueva, con ganas de


5. Análisis y resultados

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trabajar, nos quejamos pero falta poner en marcha las iniciativas. También hay falta de colaboración del ayuntamiento. (GD. Salamanca. Mujer de la Alberca) Las actividades se pueden hacer por iniciativa propia sin meter al ayuntamiento, se puede poner algo de dinero entre todos los vecinos para llevarlas a cabo. Tenemos problemas con el transporte entre los pueblos, se podría plantear desde las AMPAS a través de las actividades extraescolares (sólo para los niños), hace falta cooperación entre pueblos y las asociaciones. (GD. Salamanca. Mujer de la Alberca)

Gráfico 5.17: Cambios en el pueblo 90 80 70 60 50 40 30 20 10

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Tampoco es una prioridad poner residencias para mayores, bien es cierto que una en cada pueblo no es viable, ni económicamente, ni socialmente para atraer a todas las personas que desearan irse a una de ellas, pero sí sería una alternativa de cambio, si se instalase una cada cuatro o cinco pueblos. Por eso señalamos que las residencias de ancianos están bien vistas por el 29% de las encuestadas. Sí tiene mayor índice de respuestas el buscar recursos para jóvenes, ellos contribuirían a que éstos no tuvieran necesidad de buscar trabajo en otros lugares. Así lo manifiestan el 64% de las encuestadas. Así mismo, se introdujo como factor de cambio la creación de empresas agroalimentarias, una de cada cuatro mujeres entrevistadas está de acuerdo en la creación de estas empresas, para dar trabajo y retener población. El 60% de las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia sí SE QUEDARÍAN EN SU PUEBLO SI TUVIERAN TRABAJO, el 14% se quedarían si tuvieran pareja, si hubiera más ocio lo haría el 10%; en las opciones señaladas se


5. Análisis y resultados

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condensa el sentir de estas mujeres, porque en otras respuestas (11%) algunas mujeres afirman que se quedarían siempre y otras que se marcharían. Las relaciones entre la gente de su pueblo y las puntuaciones obtenidas en las respuestas dadas expresan que en general son “muy positivas” y “positivas” con más del 70% de respuestas (10 y 62%), otro grupo señala que son “indiferentes” (18%), y un 9% dice que son “negativas” y cuatro mujeres tienen una percepción “muy negativa”. A las que han contestado de manera negativa, se les preguntó si habría alguna forma de mejorar las relaciones entre la gente de los pueblos, como fue una pregunta abierta, el abanico de respuestas es tan grande que nos hemos visto obligados a escoger algunas de ellas por el contenido que tienen: más diálogo y solidaridad entre los vecinos, más comunicación, cambiar la mentalidad, no criticar, más participación entre vecinos, más unión entre vecinos y menos hipocresía, no hablar de la vida de nadie, respeto, no hacer tantas críticas entre vecinos. Estas expresiones son sin duda las que hacen que muchas veces haya tantas diferencias y enemistades entre gente que se conoce desde siempre.

La gente de los pueblos cada vez está más desunida, se nota más en el medio rural porque hay menos gente, pero también se da en las ciudades. (GD. Salamanca. Mujer de La Alberca)

Una vez más se quiso conocer que volvieran a manifestar qué carencias tienen en sus pueblos y aunque aquí las puntuaciones no son llamativas, se seleccionaron aquéllas que han obtenido mayor índice de respuestas, una vez más EL TRABAJO es la mayor carencia, le siguen tiendas, servicios y ocio; después de éstas toda una ingente de respuestas de lo más variado: actividades culturales, turismo, cursos formativos para niños, jóvenes, mayores y mujeres, centros de día, residencias y guarderías, empleo más allá del campo, la falta de gente en el pueblo, falta de implicación del ayuntamiento, desmotivación vecinal, mejora de los colegios y servicios públicos… Para finalizar se les pidió si deseaban añadir algo que no se les hubiera preguntado, a este respecto hay que señalar que han sido bastante las mujeres que han contestado con sus propias palabras:

“A la gente de los pueblos hay que facilitarles la vida en ellos”


5. Análisis y resultados

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“Debería haber las mismas oportunidades laborales para hombres que mujeres” “Más sanidad y formación” “Demanda de ayudas económicas para el desarrollo de las zonas rurales” “Mayor atención de las instituciones públicas a las zonas rurales” “El problema de las mujeres que se van y no vuelven es la falta de trabajo en el medio rural” “Faltan políticas municipales que actúen contra el despoblamiento” “Falta de implicación municipal” “Más atención política para mejorar los pueblos, creando trabajo y ocio” “Demasiada gente mayor en los pueblos” “Promover el autoempleo y la formación ocupacional” “Si se dieran más ayudas a los jóvenes éstos se quedarían en los pueblos” Éstas y otras respuestas son el mejor exponente de las inquietudes y aspiraciones de este colectivo estudiado a quienes les gusta el pueblo en el que han nacido y viven; si algunas de ellas tienen que ausentarse de ellos lo harán en muchos casos a pesar de sus deseos que son otros.

Si mi marido y yo tuviéramos trabajo en el pueblo nos quedaríamos a vivir allí, todos los fines de semana vamos porque nos encanta estar allí. Tenemos una casa en San Esteban de la Sierra. (GD. Salamanca. Mujer de San Esteban de la Sierra)


A modo de reflexi贸n y conclusiones

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A modo de reflexi贸n y conclusiones


A modo de reflexión y conclusiones

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Las consecuencias de la selectividad migratoria en el medio rural se manifiestan en un corto periodo de tiempo en una estructura demográfica regresiva. La emigración de jóvenes redunda en un envejecimiento progresivo de la población. En 1991 casi la quinta parte de la población rural tenía más de 65 años. El número de ancianos de 1970 a nuestros días en el medio rural se ha duplicado. La realidad social del mundo rural se caracteriza por el despoblamiento, el envejecimiento progresivo, la baja natalidad y la alta tasa de mortalidad entre las personas mayores. La España rural de los años ochenta es ya una población regresiva, donde mueren más individuos de los que nacen. El medio rural ya no puede crecer, no ya por los límites que marca el medio, sino ahora por falta de capacidad genésica. Uno de los efectos más característicos y desconocidos del proceso del éxodo rural ha sido la desigual migración de género. En contra de lo que podría suponerse la emigración rural ha sido más femenina que masculina. El resultado ha sido un desequilibrado paisaje genésico en el que los núcleos rurales se han masculinizado y los núcleos urbanos se han feminizado. Los jóvenes siguen abandonando los núcleos rurales, buscando en el medio urbano trabajo y formación, pero fundamentalmente un estilo de vida independiente. Estos jóvenes se sienten atraídos por los grandes núcleos urbanos, en donde hay una mayor movilidad laboral y en donde se concentra una mayor oferta educativa. Por el contrario, los mayores en cuanto su vida activa comienza a llegar a su fin, ya no necesitan residir en los grandes centros de la actividad y valoran mucho más la calidad ambiental del hábitat, quieren residir en núcleos pequeños antes que en los grandes y, efectivamente, lo llevan a cabo retornando a sus lugares de origen. El proceso de modernización de la agricultura española que comienza a principios de los años sesenta y la consecuente crisis de la agricultura tradicional han originado fuertes cambios en la composición de los factores de producción y específicamente de la fuerza de trabajo en el sector agrario. La terciarización de actividades agrarias, la pluriactividad, la agricultura a tiempo parcial, juntamente con la multifuncionalidad de la sociedad rural, conforman un nuevo escenario de las relaciones laborales y sociales en este medio rural y en el sector agrario-ganadero. Los grandes cambios que han teniendo lugar en el mundo rural: tecnológicos, sociales o demográficos no merecen el calificativo de problemas ni merecen un mismo


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tratamiento. No hay desarrollo sin cambios, de ahí que las políticas de desarrollo rural deben ser flexibles y evolutivas, para adaptarse al conjunto de los objetivos y de las circunstancias concretas. Estos cambios tienen que ir enfocados a transformar la economía agraria por un mejor desarrollo rural, con todos los problemas que lleva consigo esta concepción. El desarrollo rural debe orientarse a la diversificación de la producción del mundo rural, para que se consiga una producción diferenciada y de calidad en unos sistemas de competitividad en un mercado que cada vez resulta más competitivo. El espacio rural tiene que ser algo más desde un punto de vista económico, en cuanto a su diversificación productora y por supuesto, un desarrollo rural que trate de vincular aunque no de forma exclusiva, a la sociedad local, porque entiendo que si no hay una participación expresa de esa sociedad local, difícilmente se podrán conseguir unos objetivos verdaderamente eficaces. Los problemas estructurales del mundo rural español se abordan a través de los programas que se desarrollan en el marco de la reglamentación comunitaria, como la modernización de explotaciones, incorporación de jóvenes agricultores o las compensaciones que merecen los agricultores de zonas desfavorecidas. Quizás todo ello hizo necesario plantear un nuevo modelo de agricultura y una nueva Política Agraria Comunitaria (PAC), aunque mejor sería plantear una nueva economía para el mundo rural, que englobe aspectos más amplios con objeto de adecuarla al contexto internacional, integrarla en una Europa ampliada, garantizar unos niveles de renta y sobre todo, mantener a la población estable y en algunos casos atraer población a ese mundo rural. No obstante, los programas concebidos a nivel nacional o de grandes regiones no llegan a contemplar con suficiente profundidad la diversidad de las situaciones naturales y estructurales de las comarcas españolas; de ahí el especial interés que cobran en este marco tanto los programas LEADER y PRODER como la PAC. Las economías rurales, especialmente las que dependen de la agricultura, han sufrido los efectos del proceso de globalización, que ha conducido a la reestructuración y al declive del sector agrario/ganadero, al crecimiento del sector de servicios y a la preponderancia de la tecnología. En muchas zonas, estas circunstancias han generado unas posibilidades de trabajo y empleo sin precedentes, además de introducir modificaciones en el papel y la situación de las mujeres. Estos cambios han producido también los movimientos de población, añadiendo presión a las zonas rurales cercanas a las ciudades y contribuyendo a la tendencia de disminución de la población en las zonas rurales más apartadas.


A modo de reflexión y conclusiones

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La mujer del medio rural y especialmente la mujer agricultora tiene problemas propios determinados por el territorio y el paisaje donde desarrolla su vida cotidiana. El sector agrario/ganadero está atravesando un fuerte proceso de reconversión, que está obligando a aquéllos que eligen permanecer en el campo a mejorar su capacidad profesional para ser más competitivos. En el caso de la mujer, su preparación, aunque ha mejorado, aún es escasa para que pueda no sólo superar la crisis que envuelve a los sectores, sino afrontar el futuro en igualdad de condiciones. Una información clara, próxima y útil es el mejor servicio que puede ofrecerse a este colectivo. No se siente informada

suficientemente sobre los problemas del campo, ni tampoco de los

problemas específicos de la mujer rural. Por ello, es necesario llevar a todos los rincones del medio rural toda la información que les permita mitigar el aislamiento social en el que viven sometidas tantas agricultoras y ganaderas, así como facilitar el intercambio de experiencias entre las propias mujeres. Dentro de ese contexto las mujeres rurales de los pueblos de la Sierra de BéjarFrancia difieren de unos pueblos a otros debido a la diversidad de estas zonas. La variedad de estructuras sociales, económicas, geográficas y culturales hacen que no sea un colectivo homogéneo, sino que desempeñan diferentes funciones y difieren en la defensa de sus intereses en función de la edad, el entorno geográfico, la cualificación profesional y las cargas familiares. La mujer continúa luchando por la consecución de parcelas en el ámbito laboral, dado que posee cada vez más una mejor formación tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo; casi el 40% de las mujeres rurales de la Sierra de BéjarFrancia tienen estudios primarios y un pequeño número de ellas no tienen estudios; teniendo que integrarse a la participación en el mundo del trabajo remunerado dejando de tener en este sentido ese carácter secundario, en el que las mujeres trabajaban en momentos puntuales en los que era necesaria su participación para la economía familiar. La ocupación femenina en el medio rural serrano -tanto cualitativa como cuantitativa- tiene que superar muchas trabas de documentación estadística y de fiabilidad. Las estadísticas asumen el modelo del hombre como trabajador principal y la mujer como trabajadora secundaria y en calidad de ayuda familiar. La mujer se incorpora o permanece en la explotación agraria por su condición de esposa, madre, hija o viuda; es decir, según su estatus familiar; pero la inmensa mayoría de las esposas de los agricultores/ganaderos no están dadas de alta en la seguridad social.


A modo de reflexión y conclusiones

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La actividad predominante en los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia son los negocios y la construcción; en estos pueblos más de la mitad de los maridos se dedican a las profesiones anteriormente mencionadas, siendo éstas las principales fuentes de ingresos en la mayoría de ellos. Las mujeres rurales desempeñan un papel importante dentro de la economía familiar como ayuda en las tareas del marido, a pesar de todos los avances experimentados en la sociedad rural. Aparte de las múltiples tareas que las mujeres en general deben desempeñar como responsables de sus hogares y de sus familias, organizadoras y prestadoras de servicios a su comunidad y, lo que no es menos importante, participantes en la economía, las esposas son las que tienen la jornada de trabajo más larga. El trabajo que realizan las mujeres ayudando al marido en las tareas de éste, aún sigue siendo importante en el medio rural serrano. El tiempo que emplean las mujeres de la Sierra de Béjar-Francia es considerable. Este trabajo que realiza la mujer ayudando al marido suele tener carácter complementario; su presencia y su labor sirven para consolidar el tejido social que sostiene a su familia. Dinamizan muchas otras actividades tales como el turismo rural o la ganadería. La participación de las mujeres en las explotaciones agrarias es heterogénea, dependiendo de los diferentes pueblos en cuanto al tipo de agricultura y ganadería, a los tipos de propiedad de la tierra, a la rentabilidad de las explotaciones, etc. Esta participación es considerada normalmente como una “ayuda familiar” independientemente del número de horas invertidas y de la dureza del trabajo realizado. Al modelo agrario tradicional, en ocasiones caduco, debemos sumar la desprotección de las mujeres rurales frente al Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social. A este respecto, se producen situaciones de desprotección hacia la mujer, al no darse de alta por ser cónyuge del empresario agrícola-ganadero, aunque también ella esté ocupada en la explotación familiar. Todavía queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el medio rural. Así las agricultoras aún poseen un nivel de formación más escaso que los agricultores. Si esta formación no se mejora, el porvenir de la agricultura va a quedar en manos de los hombres. Por ello, es preciso crear o mantener las condiciones favorables que permitan a las mujeres quedarse en este sector económico o, al menos, vivir en la explotación. Los cambios producidos en la educación en los últimos años han hecho que las mujeres hayan accedido a puestos de trabajo que requieren un determinado nivel de formación y que antes estaban casi exclusivamente en manos de los hombres. Este


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acceso de las mujeres al mercado de trabajo puede considerarse como el cambio más importante experimentado por la sociedad rural en los últimos veinte años. Hoy, algunas mujeres son trabajadoras autónomas que han creado sus propias empresas; en este sentido, estas mujeres se están situando en la vanguardia de la innovación tecnológica en las zonas rurales, desarrollando, por ejemplo, actividades de agroturismo, producción de bebidas y productos artesanos. A menudo, ellas tienen como ventaja añadida el conocimiento de las necesidades locales, a las que se añaden sus destrezas de relaciones sociales y comunicación. Las mujeres de este medio rural están proponiendo cambios en los modelos tradicionales, en tanto en cuanto que la desagrarización les ha reportado mejoras en las condiciones laborales de muchas de ellas, al ocuparse como autónomas asalariadas en otros sectores y cada vez menos como ayuda familiar, papel éste desempeñado a lo largo de muchos años sin ningún reconocimiento social e institucional. El incremento de participación de la mujer en todos los ámbitos, tanto económicos y sociales como políticos es un aspecto positivo a tener en cuenta, porque supone la incorporación de la mujer en todos los lugares de decisión de nuestra sociedad. Ha surgido una nueva tendencia en el medio rural relacionada con el protagonismo de las mujeres, en los procesos de desarrollo rural en toda la Unión Europea; gracias al protagonismo creciente de la mujeres rurales en la sociedad civil, en la esfera política local, en los Grupos de Acción Social, en las redes asociativas, etc. Si la economía de un país se define básicamente en términos de actividades realizadas para obtener dinero, no podrá olvidarse que las mujeres rurales no ven reconocido su trabajo ni valorada su contribución al PIB en las estadísticas oficiales. En definitiva, son trabajadoras no activas que quedan fuera de toda regulación laboral y sus aportaciones quedan en la economía sumergida del país. No están reconocidas ni jurídica ni socialmente, no tienen derecho a cobrar una remuneración, no pueden acceder a los beneficios de una Seguridad Social propia, a un subsidio de desempleo, ni a una baja por accidente o maternidad. La mujer rural en el ámbito doméstico también ha sufrido una persistente depreciación social; a pesar de las muchas horas dedicadas a lo largo del día a todas las tareas que conllevan sus quehaceres en el hogar (administración de la casa, cuidado de los hijos, de personas dependientes, discapacitados de la familia...) El reparto de las tareas domésticas entre los miembros de la familia no se realiza de manera igualitaria, sino que continúan siendo las mujeres quienes llevan más carga en dichas tareas,


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además del cuidado de los hijos y de las personas mayores que están a su cargo. El tiempo empleado en las tareas domésticas por las mujeres es de seis o más horas en un 20% de las mujeres entrevistadas. Así mismo, en este medio observamos que no sólo se sigue dando la reproducción generacional en el reparto de responsabilidades familiares en las mujeres y nunca en los hombres sino que se siguen manteniendo los valores tradicionales sobre el rol asignado a la mujer. Todo ello conlleva una carga añadida importante para la mujer y una dedicación absoluta y abnegada en la que no caben horarios, ni vacaciones, ni permisos, ni días festivos, ni retribuciones económicas. En este sentido también la discriminación en las tareas domésticas en el medio rural sigue dándose entre hombres y mujeres: el 17% de las mujeres dicen que sus maridos les ayudan en estos menesteres, esta ayuda que realizan se materializa de vez en cuando o cuando la mujer está enferma, pero no como algo que esté obligado a hacer; sin embargo, es la propia mujer la que desempeña ese rol tan asumido desde pequeña que lo ve como algo normal y obligado; por su parte el marido se encuentra muy cómodo con esa postura que viene arrastrando desde generaciones y no le interesan los cambios. Las generaciones más jóvenes son las que van introduciendo poco a poco estos cambios, pero sólo como colaboración o ayuda. Aunque la mujer trabaje fuera del hogar, cuando llega a casa, ella es la responsable de todas las tareas y es quien pone a punto todas las cosas para el día siguiente. En todos los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia la participación de los maridos en las tareas domésticas es más bien exigua. Las mujeres más jóvenes son las que se están beneficiando de los cambios sociales producidos en la sociedad rural, con un mayor acceso a los niveles de formación y a un incremento mayor al mundo laboral. Además, disfrutan de mayor participación social. Pese a que sus expectativas de futuro en el ámbito rural son escasas, se resisten cada vez más a abandonar los pueblos, por lo que están decidiendo encabezar actividades empresariales complementarias a la agricultura tradicional, convirtiéndose en las auténticas protagonistas del desarrollo rural. La ausencia de mujeres jóvenes en estas áreas rurales sólo se puede entender a través de un proceso migratorio selectivo. Es decir, las mujeres abandonan los pueblos en mayor número que los hombres buscando mejorar su propia situación personal. Los cambios habidos en la sociedad han penetrado en estas mujeres, aunque el lastre que arrastran del pasado perdura en muchas de ellas. De esta herencia tienen que ir necesariamente despojándose si quieren ser ellas mismas. Los cambios introducidos en la agricultura han contribuido


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a que las mujeres solteras cada vez sean menos demandadas en la agricultura y en la ganadería en los pueblos serranos; en este sentido, se produce una mayor movilidad social a otros lugares en busca de trabajo; ello no significa que se sientan desarraigadas de su medio, pues las jóvenes entrevistadas estudiantes así lo han confirmado: cuando terminen sus estudios si su pueblo les oferta un puesto de trabajo relacionado con su formación se quedarán a vivir en él. La influencia del exterior (mayor movilidad, influencia de los medios de comunicación social, la llegada de visitantes urbanos, Internet...) ha modificado de manera notoria el ámbito familiar en el medio rural. La participación tanto del hombre como de la mujer en aquellos asuntos importantes (como son el bienestar de la familia, la igualdad de oportunidades sobre el futuro de los hijos/as) muestran que la mujer ha dejado de estar en un segundo plano y se cuenta con ella para estos temas. La toma de decisiones importantes en el ámbito familiar en el medio rural de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia ha dado un giro importante con relación a la mujer. Ahora también ella participa de esa toma de decisiones, cuando hace unas décadas no se las tenía en cuenta; aunque bien es verdad que todavía, aunque sea pequeño, hay un porcentaje de mujeres casadas que no participan de ellas; es decir, que aún perdura en muchos hombres ese poder autoritario dentro del ámbito familiar, haciendo lo que él diga y mande; este autoritarismo disminuye con relación a la formación; cuanto mayor es la formación aumenta más la implicación de los dos; este fenómeno se observa en la toma de decisiones por parte de la pareja. La educación es otro de los cambios significativos que se han dado en el medio rural, dándose un empuje a los hijos para que estudien; éstos salen del pueblo a formarse para tener un futuro mejor que el que tienen sus padres, no produciéndose una diferencia entre géneros, sino que a ambos se les da las mismas oportunidades. Garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es una de las grandes prioridades de la Unión Europea. También supone una necesidad práctica para la viabilidad y la pervivencia del desarrollo rural. El aprovechamiento de los recursos humanos con vistas al mantenimiento del tejido social de las comunidades rurales y la revitalización de las economías locales requiere la plena participación de las mujeres. Por consiguiente, la igualdad de oportunidades debe integrarse sistemáticamente en las fases de concepción y ejecución de los programas y proyectos de desarrollo rural con el fin de asegurar que las mujeres y los hombres puedan participar en ellos y recibir sus beneficios en pie de igualdad. Igualmente ha de conseguirse un mayor equilibrio entre


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hombres y mujeres en cuanto a la toma de decisiones que afecten a la vida y la economía de la sociedad rural, objetivo que puede alcanzarse mediante la participación y el fomento activo de las asociaciones y redes de mujeres y el acceso de éstas a los puestos de planificación y gestión. Los espacios utilizados en el medio rural son distintos entre hombres y mujeres. El uso de estos espacios, aunque se han acortado las diferencias entre ellos, sin embargo, aún son notorias muchas de ellas. El uso del tiempo libre que entra a formar parte de la vida de los individuos es diferente entre hombres y mujeres en el medio rural. Entre ellas no hay una clara división entre trabajo y ocio, siendo más bien los periodos estacionales quienes dirigen la vida y las festividades las que comportan ese tiempo ocioso o de diversión. El tiempo de ocio, de descanso, diversión, etc. del que disponen las mujeres rurales, si bien es verdad que es mucho mayor del que dispusieron sus madres, es todavía reducido, por tener que dedicar esos espacios a terminar tareas iniciadas de cara al inicio de la semana. El ocio para la mayoría de estas mujeres no cumple las funciones que se le asigna: descanso, diversión y desarrollo de la persona; de ahí que las mujeres rurales de la Sierra de Béjar-Francia inviertan su tiempo libre mayoritariamente en pasear, leer, Internet, ver la televisión, gimnasia, cursos de formación… Uno de los cambios que demandan las jóvenes es la forma de pensar de la gente. Aunque sabemos que en los municipios ese cambio de actitudes es muy difícil de eliminar, pues es algo característico de los pueblos y sobre todo de los más pequeños; las mujeres más jóvenes lo desean puesto que hay grandes diferencias de entendimiento, con las otras generaciones de adultos, tanto en la manera de pensar como en las formas de actuar. Las pautas sociales que ha marcado la sociedad industrial han contribuido a que se den distintas funciones al tiempo libre o de ocio. Los cambios experimentados por la sociedad rural han hecho que la mujer tenga también su propio tiempo para hacer aquello que a ella le apetezca. Las mujeres rurales estudiadas empiezan a tener presencia en las asociaciones culturales y de mujeres y en los grupos locales, aunque su participación aún es escasa en otros tipos de organizaciones. Las asociaciones culturales se han creado en muchos de los pueblos serranos, si bien, el grado de implicación de las mujeres en estas actividades que las asociaciones ofertan no suele ser secundado por todas ellas, salvo en aquéllas que hacen referencia a asociaciones de mujeres, asociación cultural, juvenil…


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Los cambios experimentados en los estilos de vida de la mujer rural de la Sierra de Béjar-Francia han experimentado un giro importante, por cuanto hoy son bastantes las mujeres que salen con sus maridos los fines de semana, días festivos y en las fiestas locales. Las actitudes, valores sociales y culturales son causas de la marginación femenina, ya que suprimen y/o encubren las necesidades e intereses de las mujeres. Es, por tanto, fundamental un cambio de actitudes y valores que vaya acompañado del reconocimiento de nuevas formas de convivencia. Los cambios sociales habidos en la sociedad en general también han afectado a la mujer del medio rural; ésta, no sólo ejerce los papeles de esposa y madre, sino que también aspira a tener su propia identidad, basada no ya en la subordinación al mundo del hogar sino especialmente en alcanzar la autonomía individual y una mayor autoestima (a las más jóvenes el medio rural debe de ofrecerles posibilidades de vida y de trabajo, potenciando nuevas actividades en muchos de estos ámbitos hoy inexistentes). Tras estos cambios dados en la sociedad española y por ende en la serrana, la forma de educar a los hijos/as ha variado sustancialmente, y se ha pasado de los antiguos valores de respeto y autoridad (principalmente respecto al varón) a la igualdad de derechos y obligaciones de ambos cónyuges respecto a los hijos/as, dándoles idénticas oportunidades a éstos, tanto en el ámbito educativo como en el del ocio y tiempo libre. No podemos pensar en una sociedad rural sin la presencia de la mujer, por cuanto ella puede jugar una baza importante en la recuperación demográfica rural, o en su mantenimiento y sobre todo de la mujer joven en la medida que ella pueda contribuir o paliar la masculinización en este ámbito, contrayendo matrimonio con los jóvenes del lugar y de esta forma mantener la población rural, tan escasa de población joven. Las mujeres de las zonas rurales no carecen ni de talento ni de ideas ni de energía, pero aún persiste una serie de obstáculos que dificultan su plena participación en el desarrollo rural. Las iniciativas tomadas para aumentar las oportunidades de que las mujeres rurales participen más activamente en la vida económica y pública son cada vez mayores. Pero todavía queda mucho por hacer y las medidas aisladas no bastan. En todos los programas y proyectos de desarrollo rural, se ha prestado una atención sistemática a la igualdad de oportunidades, con el fin de reducir las disparidades que aún se mantienen entre hombres y mujeres y para hacer de la igualdad de oportunidades una realidad en todas las zonas rurales.


A modo de reflexión y conclusiones

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Para finalizar las reflexiones llevadas a cabo en torno a la investigación que hemos realizado y cuyo objetivo principal era contestar a la pregunta de ¿porqué se van las mujeres de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia?, a lo largo de la pesquisa hemos visto que la respuesta más reiterada por estas mujeres ha sido el acceso a un puesto de TRABAJO.

PROPUESTAS DE GENERACIÓN DE EMPLEO QUE AYUDARIAN A QUE LAS MUJERES SE QUEDEN A VIVIR EN EL MEDIO RURAL. Estas propuestas son el resultado de conversaciones, encuentros, tertulias, etc. donde las mujeres han manifestado su opinión sobre aquello que debería hacerse desde las instituciones públicas, para frenar el despoblamiento femenino en la comarca Sierra de Béjar-Sierra de Francia (Salamanca). La mujer serrana ha expresado y así queda reflejado en este estudio, que el principal problema que tienen los pueblos es la carencia de oferta de empleo, ellas se van porque no tienen trabajo y sin trabajo no se sienten independientes. Muchas mujeres se quedarían en los pueblos e incluso otras volverían si tuvieran un empleo remunerado. Las mujeres, proponen: 1. Diseñar un modelo de región donde se tenga en cuenta lo que realmente representa el medio rural. El territorio rural en Castilla y León no es un mero espacio geográfico despoblado y abandonado. Es un territorio con múltiples recursos. Si existe voluntad política de priorizar el gran potencial rural será tarea fácil generar empleo para la mujer. El medio rural cumple una función social de primer orden que beneficia también a la población urbana. El habitante rural a través de muchas de sus actividades agropecuarias fija carbono atmosférico, produce alimentos (soberanía alimentaria), evita la erosión de la tierra fértil y los incendios forestales, etc. Acciones todas ellas imprescindibles para vivir. Sin espacios rurales conservados no habrá vida, sin mujeres en los pueblos no hay futuro. En la comarca Sierra de Béjar-Sierra de Francia la mujer podría trabajar en los sectores siguientes:


A modo de reflexión y conclusiones

Medio Ambiente: Gestión de recursos forestales. Reproducción de semillas locales (ecológico). Organización y gestión de pago por servicios ambientales. Energías renovables (biomasa). Educación ambiental. Cartera de servicios ambientales. Gestión del agua. Limpieza permanente del cauce de ríos y regatos. Limpieza y mantenimiento de plazas y calles. Centros de investigación y desarrollo. Patrimonio cultural: Inventario de patrimonio arqueológico y etnográfico. Planes de gestión del patrimonio material e inmaterial. Rehabilitación del patrimonio industrial. Nuevas Tecnologías (teletrabajo): Digitalizar archivos. Organizar bases de datos. Moda y diseño. Traducción. Turismo y ocio: Organizar eventos turístico-culturales: • Catas de productos locales. • Ferias y mercados. • Rutas etnográficas. • Fiestas tradicionales. • Festivales. Artesanía y recuperación de oficios tradicionales. Industrias agroalimentarias y consumo: Panaderías. Grupos de consumo. Pequeños restaurantes temáticos.

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A modo de reflexión y conclusiones

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Dependencia: Atención directa. Gestión de centros de día y residencias. Prevención. Servicios básicos, • Podología. • Fisioterapia. • Lavandería. • Peluquería. • Catering. Comunicación: Productos audiovisuales y editoriales. 2. Aplicación prioritaria en el medio rural de la Renta Básica de Ciudadanía (concepto contemplado en el estatuto autonómico). 3. Promoción de vivienda protegida en los municipios pequeños y apoyo en los alquileres para incentivar la residencia de nuevas mujeres con nuevas profesiones. 4. Educación permanente de adultos con contenidos que respondan a las necesidades de la población rural. Facilitar la formación académica reglada para las personas adultas que quieran obtener el título de la Enseñanza Secundaria Obligatoria. 5. Promover y apoyar el autoempleo. 6. Incentivar la inversión privada en el medio rural mediante medidas fiscales y laborales favorables. 7. Discriminación positiva hacia la mujer rural en el acceso a trabajos públicos en el medio rural. 8. Ofertar a la mujer rural a través de programas itinerantes comarcales actividades de ocio y entretenimiento. La actual coyuntura económica apunta a la necesidad de un cambio inmediato en el reparto y organización del trabajo. Será conveniente que dediquemos menos tiempo al trabajo remunerado, al que consume recursos naturales finitos, cuyo gasto energético es


A modo de reflexión y conclusiones

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insostenible y agrede al medio ambiente. Pero es necesario realizar otras tareas que favorezcan la sostenibilidad social, como el cuidado de niños y mayores, las tareas domésticas, etc. Para la realización de estas actividades debe haber corresponsabilidad entre hombres y mujeres. Repartamos equitativamente el trabajo en la empresa y en el hogar, trabajemos menos pero hagámoslo todos, hombres y

mujeres, así lo han

manifestado las mujeres de la comarca salmantina Sierra de Béjar-Sierra de Francia y así lo hemos reflejado en el presente estudio.


Anexos

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Anexos


Anexo 1

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Buenos días/tardes: Estamos realizando un estudio sobre “el porqué se marchan las mujeres de los pueblos de la Sierra de BéjarFrancia”. Si usted no tiene inconveniente, le agradecería que me responda sinceramente a las preguntas que le voy a hacer. Por nuestra parte le garantizamos que las respuestas que Vd. nos dé serán totalmente confidenciales y nos comprometemos a no darles un uso inadecuado. Gracias por su colaboración.

Otros 1. Edad Entre 15 y 19 años Entre 20 y 24 años Entre 25 y 29 años Entre 30 y 34 años Entre 35 y 39 años Entre 40 y 44 años Entre 45 y 49 años Entre 50 y 54 años 2. Estado civil Soltera Casada En pareja Viuda Separada Divorciada En trámites de separación 3. Lugar de nacimiento Un pueblo de la Sierra Béjar-Francia Salamanca capital Salamanca-provincia Otra ciudad Otra provincia 4. ¿Dónde vives normalmente? Municipio de la Sª de Béjar. Municipio de la Sª de Francia 5. ¿Qué estudios ha completado? Estudios primarios incompletos Estudios primarios Estudios secundarios Formación profesional (Módulos) Estudios universitarios medios Estudios universitarios superiores Estudios de postgrado 6. Situación laboral Ama de casa Parada Ocupada (trabajo remunerado) Pensionista

7. Si está ocupada ¿Qué trabajo desempeña? …………………………………………… 8. Su marido ¿colabora en las tareas de casa? Si No A veces 9. ¿De qué forma? Lo hacemos entre los dos Cuando estoy enferma De vez en cuando Otras …………………………………………….. (PARA LAS MUJERES SOLTERAS) 10. ¿Cuánto tiempo lleva viviendo en el pueblo? Siempre Hasta que marché a estudiar Sólo en vacaciones Otras respuestas ……………………………………………... 11. ¿Por qué vives en el pueblo? Porque viven mis padres Circunstancias familiares Apego al pueblo Aquí tengo trabajo Fuera es difícil trabajar Otras respuestas …………………………………………….. 12. Cuál/es son tus actividades diarias? Tareas domésticas Colaboro en las faenas del campo Tengo mi propia empresa (SI ESTA ESTUDIANDO) Tengo un trabajo remunerado Otras respuestas ……………………………………………..


Anexo 1

(SI ESTA ESTUDIANDO) 13. ¿Qué estudias? ESO Módulo medio Bachillerato Módulo superior Diplomatura Licenciatura Grado Máster Doctorado

76

19.¿Qué opinión tienes respecto del papel que ejerce la mujer en tu pueblo? Está dominada por el marido A la mujer no se la tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones importa La mujer sufre el machismo del marido A las mujeres no se les valora sus iniciativas empresariales La mujer equilibra las relaciones familiares Otras respuestas (A LAS JÓVENES QUE NO ESTUDIAN)

14. ¿Cuándo termines tus estudios abandonarás tu pueblo? Sí, me iré a la ciudad a trabajar No, me quedaré en el pueblo Quizás me quede en el pueblo Ejerceré mi profesión donde pueda Crearé mi propia empresa Otras respuestas ………………………………………… 15. ¿Qué cambios te gustaría ver en tu pueblo? La forma de pensar de la gente Crear puestos de trabajo Invertir en recursos para la juventud Ninguno Otras respuestas ………………………………………… 16. ¿Piensas que tu puedes aportar ideas que contribuyan a que se den cambios en tu pueblo? Sí No 17. Para lasque han contestado afirmativamente ¿De que modo? Formarme y volver al pueblo para trabajar en él. Crear una empresa y dar trabajo a más personas. No se puede hacer nada para mejorar el medio rural. Otras respuestas ..................................................................... 18. Cuando termines tus estudios, te quedarías en tu pueblo si tuvieses… Empleo Más ocio Pareja Otras respuestas …………………………………………...

20. ¿Por qué abandonaste tus estudios? No me gustaba estudiar Circunstancias familiares Tenía que ayudar en casa Por problemas económicos Porque no me quería ir de mi pueblo Otras respuestas …………………………………………… 21. Actualmente, ¿estás trabajando? Sí, en las tareas de casa Sí, en el negocio de mis padres Sí, en el negocio de mi pareja Sí, ayudo en las tareas del campo Sí, tengo mi trabajo No Otras respuestas …………………………………………….. 22. A las que han contestado que tienen trabajo, ¿en qué trabajan? …………………………………………….. 23. ¿Te sientes satisfecha del trabajo que realizas? Muy satisfecha Satisfecha Ni bien ni mal Poco satisfecha Nada satisfecha 24. ¿Te irías a trabajar fuera del pueblo? Si pudiera, sí lo haría Si pudiera no lo haria No deseo irme, dada la situación actual Nunca dejaré mi pueblo Otras respuestas …………………………………………… 25. A partir de la formación adquirida que puedes hacer por tu pueblo... ......................................................................


Anexo 1

77

(MUJERES CASADAS O EN PAREJA) 26. ¿A qué se dedica su marido/pareja? Agricultura Ganadería Agricultor/ganadero Albañil Carpintero Tiene negocios Desempleado Otros …………………………………………… 27. Si trabaja por cuenta propia, ¿qué actividades realiza? En la agricultura (secano) En la agricultura (regadío) Explotación ganadera Negocio (bar, restaurante, panadería, carnicería, ultramarinos, etc) Otras respuestas …………………………………………… (TRABAJADOR CUENTA AJENA) 28. Señale qué tipo de actividad realiza Albañil (construcción) Conductor Funcionario-tipo Sector chacinero Sector ganadero Sector turístico-hostelería Otras respuestas …………………………………………....... 29. ¿Cómo valora Vd. el clima de las relaciones familiares en su hogar? Muy buenas Buenas Regulares Malas Muy malas 30. ¿Ayuda Vd. a su marido/pareja en sus tareas? Si No 31. ¿De qué forma? En las labores del campo Con el ganado En el negocio Otras respuestas ……………………………………………

32. ¿Cuántas horas dedica Vd. diariamente en ayudar a su marido/pareja? Ninguna Menos de 1 hora Entre 1-3 horas Entre 4-6 horas Más de 6 horas 33. ¿Cuántas horas dedica Vd. a las tareas domésticas? Entre 1-3 horas Entre 4-6 horas Más de 6 horas 34. ¿Quién toma las decisiones importantes en su familia? El esposo/pareja La esposa/pareja Los dos 35. ¿Qué expectativas cree que tienen sus hijos? Quedarse a vivir en el pueblo Irse a vivir a la ciudad Otras respuestas ...................................................................... 36. ¿Qué expectativas cree que tienen sus hijas? Quedarse a vivir en el pueblo Irse a vivir a la ciudad Otras respuestas ...................................................................... 37. ¿Por qué piensa que se quedarían? Arraigo a la tierra. Calidad de vida. Trabajo…. Otras respuestas ......................................................................

TODAS LAS MUJERES 38. ¿Qué considera Vd, más importante hoy en día para sus hijas? Contraer matrimonio y/o tener hijos Estudiar y trabajar para ser independiente Estudiar y formar una familia, aunque no trabaje.


Anexo 1

39. ¿Es bueno que la mujer trabaje? SÍ, si ella quiere trabajar Es bueno que trabaje en cualquier Circunstancia Sólo si el marido/pareja no trabaja o no gana lo suficiente No, debe quedarse en casa y cuidar de los/as Hijos/as Depende de las circunstancias de cada uno/a Otras respuestas ……………………………………………… 40. ¿Qué valores positivos tiene vivir en el pueblo? Vecindad Hospitalidad Solidaridad Cercanía Amistad Otras respuestas ……………………………………………… 41. ¿Cuál es su opinión respecto a la situación actual de las mujeres de la Sierra de BéjarFrancia? Siguen tan sacrificadas como antes Dependen totalmente del marido/pareja Tienen una mentalidad muy tradicional No tienen motivaciones, ni deseos de Cambiar. Se va mejorando, pero hay desigualdades No se tiene en cuenta su opinión Si se valora la opinión de la mujer Otras respuestas …………………………………………. 42. Si de Vd. dependiera, ¿Qué cambios importantes introduciría en su pueblo? Mejorar los servicios públicos Crear Centros de día Crear puestos de trabajo Poner residencias para ancianos Recursos para jóvenes Crear empresas agroalimentarias Otras respuestas ………………………………………… 43. Tu te quedarías en tu pueblo si tuvieras Trabajo Ocio Pareja Recursos formativos Otras respuestas ………………………………………………

78

44. ¿En qué emplea su tiempo libre? Pasear Hacer manualidades Hablar con las vecinas Hacer gimnasia Ver la televisión Leer libros y prensa Jugar a las cartas Internet Hacer cursos de formación Otras respuestas ……………………………………. 45. ¿Cree que emplearía su tº libre de manera diferente si viviese en una ciudad? Sí No 46. A las que han respondido SÍ ¿de qué modo? .................................................................................. ............................................................................ 47. ¿Sale con su marido los fines de semana? Sí salgo con mi marido/pareja Salgo normalmente con mis amigas/os No suelo salir Otras respuestas ………………………………………….. 48. En su pueblo, ¿Hay algún tipo de asociación? Si No (A LAS QUE RESPONDIERON AFIRMATIVAMENTE) 49. ¿De qué tipo? Cultural Juvenil Mujeres De festejos Otras respuestas …………………………………………. 50. ¿Pertenece a alguna de Si No

ellas?


Anexo 1

51. ¿ Qué opinión tiene sobre las relaciones entre la gente de su pueblo? Muy positiva Positiva Indiferente Negativa Muy negativa 52. A los que responden de manera negativa ¿habría alguna manera de mejorarlas? .................................................................................. ............................................................................ 53. ¿Deseas marcharte de tu pueblo? Sí. No. Depende. 54. Si ha contestado sí ¿por qué? ............................................................................. ....................................................................... 55. A las que han contestado depende ¿de qué depende? ............................................................................. ....................................................................... 56. ¿Conoces a alguien que se ha ido del pueblo en los últimos 3 años a la ciudad? Sí. No. 57. A las que han respondido Sí ¿Por qué crees que se han ido? ............................................................................. .......................................................................

79

58. ¿Crees que las mujeres volverán a los pueblos en un futuro próximo? Sí. No. 59. ¿Qué crees que se podría hacer desde las instituciones públicas para que las mujeres no se vayan del medio rural? ............................................................................. ............................................................................. .................................................................... 60. Cuando sueñas con un lugar ideal donde vivir ¿piensas en el medio urbano o en el medio rural? Medio urbano Medio rural

61. Carencias que encuentra en su pueblo ………………………………………………… ………………………………………………… ………………………………………………… …………………………………………………... .......................................................

DESEA AÑADIR ALGO QUE NO SE LE HAYA PREGUNTADO. ………………………………………………… ………………………………………………… ………………………………………………… ………………………………………………… ………………………………………………… ………………………………………………… ………………………………………………… …………………………………………………

MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN.


Anexo 2

80

GRUPO DE DISCUSION 1.- ¿Qué opinión tenéis respecto al papel que ejercen las mujeres en vuestros pueblos? 2.- Tanto a las que habéis estudiado como a las que los dejasteis por las circunstancias personales de cada una, qué podéis aportar para que se vean cambios significativos en vuestros pueblos? 3.- Y a las que abandonasteis los estudios y vivís aquí de continuo, creéis que lo que señalan vuestras compañeras se puede llevar a cabo? 4.- A qué os dedicáis, aparte de realizar muchas de vosotras las tareas del hogar? 5.- ¿Podéis compatibilizar las que trabajáis, ambas tareas, la casa y el trabajo? ¿Os ayudan vuestros maridos? 6.- ¿Os importaría tener que desplazaros fuera del pueblo para trabajar, y si no tenéis inconveniente, tendríais alguna pega al respecto? 7.-Seguramente alguna de vosotras también ayuda al marido en sus tareas. Esas actividades extras os obligan a no disponer de muchas de vuestras horas de tiempo libre. ¿De cuánto tiempo estamos hablando en esa dedicación a ayudar al marido o en casa de vuestros padres? 8.- Qué consideráis más importante para el futuro de las mujeres de estos entornos? (estudiar, prepararse para ser esposa, dejar que pase el tiempo…) 9.- ¿Es bueno que la mujer trabaje? ¿Por qué es bueno que lo haga? 10.- Nos gustaría conocer a través de vuestras respuestas ¿qué valores positivos tiene vivir en el pueblo? Y porqué lo creéis así. 11.- Así mismo queremos conocer vuestra opinión sobre la situación actual de las mujeres de la Sierra de Béjar-Francia. 12.- Si de vosotras dependiera qué cambios importantes introduciríais en vuestros pueblos? 13.- ¿Os quedaríais a vivir en vuestros pueblos, si éstos os ofrecieran trabajo y un futuro prometedor? 14.- Qué opinión tenéis de las asociaciones? ¿Sirven para algo?¿ Contribuyen a mejorar la situación personal de las mujeres? 15.- Respecto a la situación de vuestros hogares. Os apoyan vuestros maridos en vuestras iniciativas particulares, trabajar, por ejemplo, en las salidas, fines de semana ellos se sienten felices de compartir esos espacios con vosotras? y con vuestros hijos/as los dais las mismas oportunidades?


Anexo 3

81

PUNTOS DE MUESTREO SIERRA DE FRANCIA ALDEANUEVA DE LA SIERRA CEPEDA CERECEDA DE LA SIERRA EL CABACO ENDRINAL ESCURIAL GARCIBUEY HERGUIJUELA DE LA SIERRA LAS CASAS DEL CONDE LA ALBERCA LINARES DE RIOFRÍO MADROÑAL MIRANDA DEL CASTAÑAR MOGARRAZ NAVARREDONDA DE LA RINCONADA PINEDAS RINCONADA SAN ESTEBAN DE LA SIERRA SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR SAN MIGUEL DE ROBLEDO SAN MIGUEL DE VALERO SEQUEROS SOTOSERRANO TAMAMES VALERO VILLANUEVA DEL CONDE

SIERRA DE BÉJAR CANDELARIO CESPEDOSA DE TORMES COLMENAR DE MONTEMAYOR CRISTOBAL EL CERRO FUENTERROBLE DE SALVATIERRA GALLEGOS DE SOLMIRÓN HORCAJO DE MONTEMAYOR LA CALZADA DE BÉJAR LAGUNILLA LOS SANTOS PEÑACABALLERA PEROMINGO PUENTE DEL CONGOSTO PUERTO DE BÉJAR SANCHOTELLO SANTIBAÑEZ DE BÉJAR SORIHUELA VALDEFUENTES VALDELACASA VALDELAMATANZA


Anexo 4

82


Anexo 5

83

Población de los pueblos de La Sierra de Béjar-Francia. Mujeres Alberca (La) Aldeacipreste Aldeanueva de la Sierra Aldeavieja de Tormes Armenteros San Miguel del Robledo Bastida (La) Berrocal de Salvatierra Cabaco (El) Cabeza de Béjar (La) Calzada de Béjar (La) Candelario Cantagallo Casafranca Casas del Conde (Las) Cepeda Cereceda de la Sierra Cerro (El) Cespedosa de Tormes Cilleros de la Bastida Colmenar de Montemayor Cristóbal Endrinal Escurial de la Sierra Frades de la Sierra Fresnedoso Fuenterroble de Salvatierra Fuentes de Béjar Gallegos de Solmirón Garcibuey Guijo de Ávila Herguijuela de la Sierra Herguijuela del Campo Horcajo de Montemayor Hoya (La) Lagunilla Ledrada Linares de Riofrío Madroñal Maíllo (El) Miranda del Castañar Mogarraz Molinillo Monforte de la Sierra Monleón Monsagro

15-19

20-24

25-29

30-34

35-39

40-44

45-49

50-54

34 2 2 2 79 1

37 3 3 3 19 3

39 2 2 4 12 0

36 5 2 2 7 2

48 3 1 3 6 1

46 6 5 3 9 1

50 3 4 3 14 1

36 3 1 2 6 6

326 27 20 22 152 15

0 0 4 1 1 13 5 0 1 10 0 3 13 0 1

0 1 8 3 0 29 4 1 0 8 5 10 10 0 4

0 4 8 1 2 25 10 1 1 8 3 9 11 0 6

1 7 6 1 3 37 9 2 0 4 2 9 17 2 3

0 3 7 2 0 39 6 0 1 11 1 10 18 1 7

0 2 11 4 4 31 10 3 2 16 2 12 20 1 4

2 1 11 4 5 35 11 3 0 20 7 17 11 2 10

1 1 12 0 2 27 10 5 1 10 5 13 7 0 4

4 19 67 16 17 236 65 15 6 87 25 83 107 6 39

1 2 3 3 2 7

3 12 7 2 2 2

1 5 5 5 3 14

6 5 5 7 0 7

6 9 4 6 1 10

5 7 9 7 5 11

5 13 9 6 4 4

8 3 9 2 4 6

35 56 51 38 21 61

6 1 4 0 3 1 3

7 0 2 1 5 3 3

6 2 3 4 10 3 1

12 6 4 2 7 0 2

5 2 9 0 7 2 2

13 4 5 5 11 4 7

6 4 1 3 8 1 2

7 1 3 2 5 3 5

62 20 31 17 56 17 25

0 11 14 22 2 5 14 3 1 0 0 2

0 11 17 18 2 8 7 3 0 1 2 6

0 9 15 24 1 6 13 5 1 3 1 3

0 4 18 22 0 3 10 15 2 1 3 8

4 8 19 22 10 8 16 14 1 2 4 3

0 14 16 40 7 14 20 6 1 1 0 2

0 23 24 31 4 11 19 7 0 1 0 5

1 11 19 26 2 8 9 7 1 3 2 1

5 91 142 205 28 63 108 60 7 12 12 30


Anexo 5 Montemayor del Río Navacarros Nava de Béjar Nava de Francia Navalmoral de Béjar Navamorales Navarredonda de la Rinconada Peñacaballera Peromingo Pinedas Pizarral Puebla de San Medel Puente del Congosto Puerto de Béjar Rinconada de la Sierra (La) Salvatierra de Tormes Sanchotello San Esteban de la Sierra San Martín del Castañar San Miguel de Valero Santibáñez de Béjar Santibáñez de la Sierra Santos (Los) Sequeros Sierpe (La) Sorihuela Sotoserrano Tala (La) Tamames Tejado (El) Tejeda y Segoyuela Tornadizo (El) Valdefuentes de Sangusín Valdehijaderos Valdelacasa Valdelageve Valero Valverde de Valdelacasa Vallejera de Riofrío Villanueva del Conde

84 6 5 3 3 0 1 2

5 3 3 2 0 0 4

10 2 1 1 4 0 3

6 1 3 4 1 0 6

6 4 1 4 0 0 4

10 4 3 4 0 1 2

8 5 3 6 0 2 10

5 6 2 3 1 2 4

56 30 19 27 6 6 35

0 11 1 2 1 1 8 2

6 6 0 2 1 2 7 2

3 2 5 0 0 5 7 3

7 0 2 3 2 2 11 3

7 9 2 1 0 3 16 1

6 4 2 3 1 6 9 6

3 5 2 1 2 5 11 3

7 5 3 1 0 6 10 4

39 42 17 13 7 30 79 24

0 3 2

0 9 4

0 4 7

1 6 9

3 3 5

3 7 6

0 4 11

2 7 15

9 43 59

2

4

5

9

5

13

10

5

53

8 18 5 20 2 0 10 7 2 15 1 1 0 4

16 9 3 13 7 1 9 16 1 30 1 2 0 9

8 16 3 13 7 0 8 22 2 23 0 3 2 13

13 14 7 20 4 0 7 15 2 37 0 3 1 1

10 19 4 23 8 0 12 17 2 24 3 2 7 7

7 28 4 23 9 3 11 25 2 44 9 2 1 12

22 11 4 25 8 1 11 21 3 29 3 3 1 3

11 15 5 9 5 0 8 19 2 26 2 3 1 12

95 130 35 146 50 5 76 142 16 228 19 19 13 61

1 6 2 9 2

0 8 1 4 1

1 3 5 15 3

4 5 3 11 6

1 12 2 7 0

1 9 0 14 1

1 9 2 12 4

2 6 2 11 2

11 58 17 83 19

0 0 0 3 4 0 451 470 500 Fuente: Padrón Municipal 2009. Elaboración Propia

2 3 540

3 4 583

5 8 714

2 7 678

5 5 539

17 34 4.475


Anexo 6

85

Población de los pueblos de la Sierra de Béjar-Francia TOTAL PROVINCIAL 345.609 Aldeacipreste 173 Aldeanueva de la Sierra 121 Aldeavieja de Tormes 127 Armenteros 313 Bastida (La) 37 Berrocal de Salvatierra 122 Cabaco (El) 279 Cabeza de Béjar (La) 101 Calzada de Béjar (La) 92 Candelario 1.038 Cantagallo 277 Casafranca 82 Casas del Conde (Las) 77 Cepeda 494 Cereceda de la Sierra 92 Cerro (El) 540 Cespedosa de Tormes 617 Cilleros de la Bastida 40 Colmenar de Montemayor 257 Cristóbal 246 Endrinal 289 Escurial de la Sierra 306 Frades de la Sierra 255 Fresnedoso 123 Fuenterroble de Salvatierra 268 Fuentes de Béjar 259 Gallegos de Solmirón 175 Garcibuey 280 Guijo de Ávila 93 Herguijuela de la Sierra 316 Herguijuela del Campo 122 Horcajo de Montemayor 192 Hoya (La) 19 Lagunilla 609 Ledrada 574 Linares de Riofrío 999 Madroñal 171 Maíllo (El) 406 Miranda del Castañar 582 Mogarraz 302 Molinillo 73 Monforte de la Sierra 108 Monleón 127 Fuente: Censo 2001. Elaboración propia

Monsagro Montemayor del Río Nava de Béjar Nava de Francia Navacarros Navalmoral de Béjar Navamorales Navarredonda de la Rinconada Peñacaballera Peromingo Pinedas Pizarral Puebla de San Medel Puente del Congosto Puerto de Béjar Rinconada de la Sierra (La) Salvatierra de Tormes San Esteban de la Sierra San Felices de los Gallegos San Martín del Castañar San Miguel de Valero Sanchotello Santibáñez de Béjar Santibáñez de la Sierra Santos (Los) Sequeros Sierpe (La) Sorihuela Sotoserrano Tala (La) Tamames Tejado (El) Tejeda y Segoyuela Tornadizo (El) Valdefuentes de Sangusín Valdehijaderos Valdelacasa Valdelageve Valero Vallejera de Riofrio Valverde de Valdelacasa Villanueva del Conde Total

213 360 111 152 118 67 151 256 197 152 171 83 54 308 487 185 68 424 611 285 413 303 649 243 742 254 49 377 702 135 985 154 125 140 309 109 318 126 449 51 73 248 23.180


Referencias bibliogrรกficas

86

Referencias bibliogrรกficas


Referencias bibliográficas

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