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Guía de buenas prácticas Intervención en arquitectura popular. Sierras de Béjar y Francia (Salamanca) En la siguiente web podrá encontrar esta guía: www.asamdiversidad.es
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introducción
conceptos básicos
intervención sobre la arquitectura popular
decálogo
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Autores: Juan Carlos Navarro Pérez Jose Luis Rodríguez Antúnez Diseño gráfico: Loreto García Iglesias www.liografico.com Imprime: Asgimpresores S.L.
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introducción Este trabajo forma parte de uno de los objetivos del Plan Piloto “Trenzando Diversidad”, gestionado por la Asociación Salmantina de Agricultura de Montaña (ASAM) y financiado por el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino ( M.A.R.M.) y FEADER, que pretende generar conocimiento y difundir los valores de la arquitectura popular de la comarca Sierra de Francia - Sierra de Béjar. En las complicadas rutas de las comarcas serranas del Sur de Salamanca y Norte de Cáceres, hoy declaradas en gran parte Reserva de la Biosfera, se concentra una riqueza arquitectónica inusual: la Sierra de Francia, la Sierra de Béjar, la Entresierra y el Valle del Ambroz contienen algunos de los núcleos urbanos más bellos de la geografía española: La Alberca, Mogarraz, San Martín y Miranda del Castañar, Béjar, Candelario y Montemayor del Río, Monleón, Palacios de Salvatierra, Baños de Montemayor y Hervás, la mayor parte de ellos declarados hoy Conjuntos Histórico Artísticos. 7
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En las zonas en las que se desarrolla el trabajo podemos descubrir elementos singulares de la arquitectura popular española, producto de la tradición, pero también de la impronta y el ingenio de los artesanos y constructores, que han plasmado en sus obras su forma de entender la vida. Mantener y recuperar esta herencia arquitectónica y urbanística, es una tarea común, y esta guía pretende ser una primera cinta que aportamos para que otros puedan ir “trenzando”, uniendo sus conocimientos y experiencias. Nuestro deseo con esta guía, es el de poder ayudar a mantener los conocimientos y tradiciones de los que nos han precedido.
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la arquitectura
popular
La arquitectura popular es el resultado de un lento proceso de evolución de los sistemas de construcción, que ha mantenido constantes las actividades productivas, integradas en su entorno y condicionada por la disponibilidad de materiales cercanos para su uso en la construcción. Todo ello, unido a la climatología y a la implantación en un territorio de montaña, ha configurado la fisonomía y personalidad única de cada uno de nuestros pueblos. Y por tanto, refleja una identidad social y cultural determinada, que estamos obligados a mantener, por ser una parte fundamental de nuestra memoria colectiva. Son factores comunes de toda la arquitectura popular la economía de medios, el uso de materiales autóctonos y la escasa tecnología utilizada, así como la funcionalidad y la utilidad por encima de afectaciones o estilos, en lógica respuesta a las necesidades de la vida rural, la dureza del clima y el aislamiento. El origen medieval de nuestros pueblos, su implantación en laderas y terrenos de topografías abruptas, la “rica simplicidad” de sus arquitecturas, su calidad y buen estado de conservación nos ha legado un patrimonio tangible de nuestra historia y tradiciones.
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vivienda serrana-vivienda entre sierras Dentro de las comarcas en las que se centra esta guía se pueden diferenciar con claridad dos tipos: El edificio distribuido en vertical, con cuadras y almacenes en planta baja, planta primera de vivienda y bajo cubierta para uso de almacén, característico de los municipios de montaña, sobre parcelaciones pequeñas, estrechas y alargadas. El edificio distribuido en horizontal, con anejos adosados o en edificios independientes, que domina en los municipios de la entresierra, entre el campo charro y las sierras, en los que las parcelas son más amplias y en terreno llano.
La distribución de funciones se realiza en diferentes plantas de un único volumen: planta baja destinada a cuadras y almacenes, con un acceso común para la vivienda, que se distribuye en las plantas primera y segunda.
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Una variación del tipo aparece cuando la escalera interior, en las tipologías más antiguas, pasa a ser exterior, quedando de esta manera independizadas las cuadras y bodegas de la planta superior. Se produce otra variante cuando los usos agrícolas y ganaderos quedan fuera del ámbito del edificio principal, que adquiere un uso exclusivo residencial.
La distribución de funciones se realiza en horizontal, con una sola planta y anexos a la vivienda y corralones para el ganado, que aparecen más o menos vinculados a la vivienda. El modelo más complejo aglutina todas las actividades en una única parcela, que se articulan en torno a un espacio con un único acceso desde la calle, a través de un gran portón. Al fondo, se sitúa la vivienda. La vivienda tiene acceso directo desde la calle y los anexos se desarrollan con accesos independientes. La distribución es en dos plantas de vivienda, con independencia de almacenes y cuadras. Se trata de ejemplos de viviendas menos vinculadas a las tareas agrícolas y ganaderas.
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materiales Las necesidades constructivas en la Arquitectura Popular se resuelven siempre con la máxima economía de medios y simplicidad. Con el mismo criterio se utilizan los materiales del entorno próximo: la madera, la piedra, el barro y la cal. La madera generalmente de castaño, por su dureza, resistencia y dimensiones, para las vigas y pilares, formando pisos, escaleras y entramados. La piedra de granito y cuarcita en las zonas de transición para la construcción de muros de carga, con diferentes grados de elaboración desde mamposterías hasta trabajos más elaborados de sillería. El barro y la cal para los revestimientos tanto interiores como exteriores, y elaboración de adobes. La utilización de materiales del entorno próximo, la repetición de soluciones constructivas, así como la armonía de volúmenes, dan como resultado una imagen uniforme y homogénea que se integra perfectamente con el entorno, y en la que destacan aquellos elementos realmente singulares.
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elementos y sistemas constructivos La forma de construir ha sido desde siempre con unas características comunes pero en la que aparecen particularidades dependiendo de las diferentes zonas, debidas a costumbres y tradiciones locales. Se basa la construcción en muros de carga que sirven de cerramiento y soporte de las vigas de los pisos y tejados. Este sistema se concreta en las diferentes zonas con sus particularidades, creando diferencias muy claras entre la Arquitectura Serrana de la que se realizaba en las zonas de Entre-sierra, fundamentalmente porque se respondía a necesidades, climatología y topografía diferentes.
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Entramados de madera
Muro de carga
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Entramados de madera
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patologías El arquitecto, como el médico, realiza un chequeo, que comprende todo el organismo, desde la cabeza/tejado a los pies/cimientos, y finalmente elabora un diagnóstico, con las prescripciones a tomar para la cura o rehabilitación; en los casos más graves, aquéllos en los que está comprometida la estabilidad y existe peligro de colapso, la actuación requiere ingresar de urgencia al paciente, esto es, consolidar y apuntalar el edificio con estructuras provisionales para mantener la estabilidad de los elementos durante la intervención. Las causas de estas patologías residen tanto en la falta de mantenimiento como en el inevitable envejecimiento, aunque en ocasiones tengan origen en un mal uso del mismo, como sobrecargas puntuales, o en causas imprevistas, como accidentes o incendios. Estas “enfermedades” del edificio varían en función de los materiales con los que están construidos. Por ello, se ha desarrollado este trabajo teniendo en cuenta tres partes fundamentales: ESTRUCTURA, ENVOLVENTE Y ACONDICIONAMIENTO INTERIOR. A través de su estudio se analiza
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integralmente el edificio, según cada sistema constructivo y material, se describen sus patologías y por último se prescribe su adecuada intervención.
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promotor, técnico y constructor Con el análisis constructivo y de los materiales empleados en la construcción se obtiene una completa información del edificio, para poder describir sus enfermedades y definir la intervención necesaria y más adecuada. Para que el resultado de la intervención mantenga las características fundamentales de este tipo de construcciones es imprescindible la coordinación y el buen hacer de los diferentes actores que intervienen: el promotor, el técnico y el constructor. que generalmente es el propietario, debe conocer sus posibilidades económicas y ajustar sus necesidades. que deberá estudiar la situación en la que se encuentra el edificio, para poder plantear las actuaciones que deben llevarse a cabo, debe tener conocimientos sobre la arquitectura popular. que debe conocer las técnicas y sistemas tradicionales de construcción que se aplican en la zona.
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demoler, rehabilitar Gran parte de las condiciones que dieron lugar a la arquitectura popular, ya no existen, y con la evolución de los sistemas productivos y las unidades familiares, las necesidades y formas de vida también han cambiado. La renovación urbana ha llevado en muchos de nuestros pueblos a la desaparición de las técnicas tradicionales constructivas. Por ello deben mantenerse los aspectos fundamentales que definen la arquitectura popular de nuestro entorno, la volumetría, los materiales y los sistemas constructivos que definen las características de las diferentes tipologías. Se debe rehabilitar frente a demoler, porque: Somos responsables del legado que hemos heredado. Las construcciones populares están ensayadas y cumplen con sus requerimientos. Los sistemas tradicionales utilizan materiales naturales y del entorno. Se genera una economía local que ayuda a mantener las zonas rurales.
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la estructura Definimos estructura como todas aquellas partes del edificio que soportan el peso de las diferentes partes del mismo. En este trabajo vamos a diferenciar el sistema de soporte del edificio en tres partes: la cimentaci贸n, la estructura vertical con muros y la estructura horizontal con pisos y cubiertas.
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Es muy importante antes de acometer cualquier intervención tener un conocimiento exhaustivo de las estructuras y su estado de conservación, ya que cualquier error puede llevarnos al derrumbe de la construcción. Entendemos por cimentación las partes sobre las que se apoya el edificio sobre el terreno. Que en algunos casos desaparecen al asentarse las construcciones directamente sobre roca. Los sistemas de construcción de la arquitectura popular están basados en la interrelación de numerosas piezas, en especial en las construcciones de la sierra, en las que un conjunto de vigas y pilares forman una jaula en la que todas las piezas tienen importancia.
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El esquema estructural debe definir tanto los apoyos propios como la relación con las construcciones colindantes, ya que es muy habitual encontrar intercambios de propiedad que afectan a elementos estructurales. Esta situación, que se denomina “engalaberno”, complica la actuación, ya que encontramos dependencias de los edificios colindantes que entran o salen de la teórica verticalidad de la planta de nuestro solar. Debe realizarse una limpieza general, y en su caso, el desescombro del edificio, de modo que se pueda plasmar en un esquema la estructura principal, analizar su estado de conservación y valorar las actuaciones. Los trabajos deben iniciarse desde la cubierta, en sentido descendente, para evitar riesgos de derrumbe de las partes superiores, y respetando las divisiones interiores, ya que la mayor parte de ellas funcionan como soporte de las estructuras horizontales. Durante la ejecución se eliminan y modifican las cargas, lo que puede provocar movimientos de la estructura, por lo que siempre es aconsejable consolidar y apuntalar el edificio, incluso como medio de seguridad auxiliar.
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cimentación El sistema de cimentación habitual es el denominado cimentación corrida, que lleva el mismo trazado de los muros de mampostería, a los que sirve de apoyo. Se llama también “ciclópea”, porque se usan piezas grandes de piedra. Para los pilares o pies derechos de madera, siempre aparece en contacto con el suelo una pieza de piedra que evita la pudrición de la madera en su base, aislándola de la humedad y transmitiendo el peso de la construcción al suelo.
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Patologías Las patologías habituales son los asentamientos o hundimientos, por erosión o socavación, y deben atenderse de inmediato, pues al ser la base y soporte de todo el edificio, llegan a provocar la ruina total del edificio. Estos asentamientos pueden ser diferenciales, debidos a la falta de uniformidad en la resistencia del terreno, origen de grietas y movimientos en otros elementos estructurales.
Buenas prácticas También son comunes las humedades producidas por filtraciones y absorción de agua del terreno. Se construye con materiales que son porosos y que tienden por capilaridad a absorber el agua del terreno.
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Debe consolidarse la cimentación mediante recalces, que son añadidos de hormigón con armaduras de acero que colaboran con la cimentación existente, o reconstruyendo mediante inyecciones de mortero de cemento, y reposición de piezas. Las excavaciones deben realizarse en pequeños tramos sobre los que se actúa y se pasa al siguiente. Este sistema de trabajo se denomina por bataches, y se consigue de esta manera no descalzar la cimentación. Para conseguir evitar las humedades por capilaridad es necesario drenar el terreno sobre el que se apoyan los muros, y evitar que se vierta agua sobre la cimentación desde otras partes del edificio o de la calle. El siguiente paso es impermeabilizar el conjunto mediante láminas asfálticas o betunes; y en caso de no poder actuar con los sistemas descritos pueden usarse soluciones más costosas, inyecciones de morteros especiales, tratamientos de pila voltaica y osmosis inversa o cámaras ventiladas (cámara bufa).
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Estructura vertical El sistema de construcción se basa en la utilización de piedra, siempre del entorno próximo, de diferentes tamaños y trabajo, y trabadas con barro o morteros de cal. Este sistema de construcción permite crear un espacio protegido del exterior a la vez que soporta los elementos que sirven para cerrar superiormente el recinto.
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Se pueden clasificar por el diferente grado de preparación de la piedra, que depende de las posibilidades económicas del promotor: fábricas de mampostería -las más humildes y más comunesde sillarejo, y las fábricas de sillería, las más trabajadas. Las fábricas de mampostería son muros de dos hojas, formados por piezas denominadas mampuestos (“que se ponen con la mano”) de tamaño irregular, sin labrar o poco labradas, aparejadas sin orden de hiladas ni tamaño, y unidas con argamasa, morteros de barro, yeso o cal.
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Las fábricas de sillería, se componen de piezas regulares, labradas y asentadas con mortero, y se utilizan en edificaciones singulares, por su coste frente a otro tipo de soluciones. Su rasgo común es que todas ellas forman cajas cerradas, con las esquinas y puntos singulares reforzados, pocas aberturas, aunque de importantes dimensiones, en las que predomina “lo macizo sobre lo hueco”. El sistema de construcción es parecido, siempre la colocación en dos caras de la piedra y trabado interior con morteros de cal o barro. En las esquinas suelen emplearse piezas de mayor tamaño, labradas en las caras vistas, sillarejos o sillares que unen las hojas entre fachadas y permiten el confinamiento y cohesión de la mampostería. La piedra utilizada en la construcción varia en cada zona, desde esquistos, cuarcitas y pizarras de las zonas llanas, a los granitos, piedras todas muy duras y de labra costosa, lo que determinará el tipo de muros que se encuentran: el granito requiere
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un costoso trabajo de labra, pero permite la realización de muros que van desde la mampostería hasta la sillería; sin embargo, las cuarcitas, por su dureza o las pizarras, por su estratificación, condicionan su colocación en sistemas únicamente de mampostería. El tipo de piedra no sólo condiciona el aparejo o forma de colocación de las piezas para la formación del muro, así como las soluciones de formación de huecos y esquinas. Mientras que el granito permite el corte de bloques regulares y formación de piezas con ángulos determinados, otros tipos de piedra no lo permiten, por lo que la formación de dinteles, jambas y esquinas se soluciona o con piezas de granito labradas, o bien recurriendo a otros material de fácil colocación, como los ladrillos en las jambas, o las vigas de madera en dinteles y cargaderos.
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En las zonas en donde abundan cuarcitas o se utilizan piezas pequeñas de granito encontramos soluciones con muros curvos, consiguiendo de esta forma la estabilidad necesaria para aguantar sin tener que utilizar piedras más grandes para solucionar las esquinas. En los muros realizados con cuarcitas, debido a la imposibilidad de su labrado, se opta por utilizar otros materiales para el remate lateral de los huecos de ventanas y puertas, repitiéndose en cada municipio o zona con unas características particulares. Se utiliza la madera generalmente para los cargaderos y se rematan los laterales con ladrillo manual, o piezas de pequeño tamaño que posteriormente se revisten con morteros de cal.
Patologías Las patologías habituales de los muros de carga son el desmoronamiento de piezas producido por tensiones, fuerzas de compresión, tracción o empuje lateral no previstas o incrementadas con el tiempo. Suelen encontrarse en fábricas recibidas con morteros pobres o de barro, unidas a pérdidas de material de las juntas, desplomes y alabeos de algunos paños, así como grietas puntuales. 38
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En el caso de empujes desde la cubierta, los cerramientos del edificio tienden a abrirse, provocando desviaciones en la verticalidad de los muros y grietas que partiendo desde la parte superior, recorren la fachada. La falta de material y la desprotección de la cabeza de los muros, acelera el proceso de destrucción de los mismos, al entrar el agua de lluvia va “minando” el muro y termina provocando el desprendimiento de sus dos hojas. El atado o cosido de fábricas mediante grapas de acero es una solución más compleja, sólo apropiada cuando no sean factibles soluciones de desmontado y reconstrucción, por el grado de conservación de las mismas, economía, etc. En cualquier caso, estará condicionada por el grado de conexión que se pueda conseguir, tanto en grietas de fábricas de piedra como en piezas de esquina, jambas o dinteles, mediante resinas sintéticas con grapas de acero. 39
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Una mala costumbre que se ha generalizado es la de eliminar el recubrimiento de los muros descarnando la piedra o los entramados de madera con la errónea idea de dejar visto el material del muro. Con esto lo único que se consigue es quitar la piel protectora del edificio desprotegiendo el muro y acelerando los procesos de deterioro. Los muros fueron construidos para soportar las cargas de los pisos y cubiertas formadas por estructuras de madera, cualquier intervención que modifique estas cargas cambiando los sistemas de madera por estructuras de hormigón puede provocar empujes no previstos que pueden poner en riesgo los muros.
Buenas prácticas Los muros que fueron construidos para ser revestidos posteriormente debe conservarse el revestimiento que los protege. No deben utilizarse morteros de cemento tipo portland, dado que sus componentes químicos pueden afectar a la conservación de la piedra.
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Deben mantenerse los aparejos tradicionales, utilizando los materiales de la zona no reproduciendo con aplacados de otros materiales los sistemas tradicionales. En el caso de ampliaciones de no utilizar la construcción con piedra se debe optar por soluciones con enfoscados de cal que se adapten al entorno en textura y color. En los muros de mampostería, puede ser suficiente la limpieza y reparación superficial, reponiendo las piezas y enfoscando o rejuntando de nuevo con morteros bastardos, de cal y arena. Si la cubierta se encuentra en mal estado debe desmontarse previamente a cualquier actuación, comprobando el estado de los apoyos en los muros. Sus empujes horizontales deben contrarrestarse reforzando la continuidad de la cabeza del muro mediante un zuncho de coronación, dejando previstos los conectores necesarios para que trabaje solidariamente con el muro y apoye posteriormente la estructura de cubierta.
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Estructura vertical Cuando la distancia entre los apoyos se consideraba excesiva se disponían apoyos intermedios, pies derechos de madera o pilares de piedra. Esta forma de construir con muro perimetral y pilares intermedios permite una distribución más libre de los espacios, sobre todo cuando se requieren superficies más grandes y diáfanas para el almacén de grano o el cuidado del ganado.
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Patologías En el caso de los puntales de madera, estos se ven afectados por las diferentes enfermedades propias del material, pudrición debido a la humedad, ataque de hongos y/o insectos xilófagos, que deterioran la capacidad resistente de la pieza.
Buenas prácticas Dependiendo del grado de deterioro del elemento se puede optar por su mantenimiento o sustitución. Si el elemento debe conservarse las actuaciones pasan primero por el refuerzo de la estructura mediante apuntalamiento, la limpieza y tratamiento contra el ataque de insectos y hongos y por último el refuerzo mediante diferentes sistemas que van desde el empresillado con elementos metálicos a sistemas más complejos basados en la reconstrucción de la pieza con resinas sintéticas. Es fundamental proteger de la humedad las partes de los elementos de madera que estén empotradas.
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Estructura vertical El sistema constructivo basado en elementos de madera y relleno intermedio de diversos materiales ya se aplicaba en época romana denominándose opus craticium, evolucionando en numerosas regiones europeas durante la Edad Media. El coste de este tipo de sistemas Entramado Romano (Pompeya-Italia) de construcción es mucho más económico que los muros de piedra al ser menos pesado. Con el problema que estas estructuras son menos resistentes, por ello se utilizan en las plantas superiores construyendo las plantas bajas, generalmente destinadas a establos, con muros de piedra. En algunos pueblos como San Martin del Castañar los puntales de madera de la estructura de la fachada se bajan desde las plantas superiores y se construyen los muros de piedra por detrás de forma que las estructuras de madera quedan protegidas de los animales de las cuadras situadas en planta baja.
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Los elementos portantes son pies derechos de madera, que pueden enmarcar un vano o formar una esquina en cuyo caso se denominan cornijales, y suelen tener una mayor sección al tratarse de un punto más débil. Estos pies derechos suelen apoyarse sobre una pieza de madera a modo de solera. En la parte superior de la pared todos los postes están unidos entre sí por una viga horizontal denominada carrera, que será la que reciba la armadura del techo o de la cubierta. Para evitar la flexión lateral de los elementos portantes se colocan unas piezas de madera llamadas tirantes o contrapuentes que dividen el lienzo en porciones denominadas cajones o cuarteles de entramado, que enmarcan los huecos formando dinteles y antepechos de ventanas. Para garantizar una mayor estabilidad se colocan riostras oblicuas. Sobre las vigas de forjado se repite el sistema colocando una pieza a modo de solera y posteriormente el resto de elementos. La ventaja de recurrir a sistemas ligeros permitía además, gracias a un voladizo de las vigas de los forjados ir ganando superficie a la planta de la vivienda.
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Los lienzos interiores se rellenan generalmente con mampostería de piedra local (granito), o adobes que se revisten para garantizar la estanqueidad del muro, siendo estas últimas más frecuentes en medianerías y divisiones interiores.
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Patologías Uno de los problemas fundamentales en este tipo de solución es la pérdida de material de revestimiento debido a la falta de conexión con el soporte. La falta del revestimiento conlleva la pérdida de estanquidad del cerramiento y la desprotección de la estructura de soporte, acelerando el deterioro del conjunto. Si la estructura, como es el caso que nos ocupa, no presenta graves problemas se puede mantener la totalidad del cerramiento, limitándose a la recuperación del revestimiento, realizando actuaciones previas de protección de los elementos de madera.
El siguiente paso en los procesos de deterioro de las fábricas es la pérdida de material de relleno, en estos casos la intervención pasará por la reconstrucción con materiales similares, adobe o piedra.
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DETERIORO DE ELEMENTOS DE MADERA El deterioro de los elementos de madera viene directamente provocado por la intervención de los agentes climatológicos y biológicos. La acción del sol sobre la madera provoca el cambio de color de la misma así como la pérdida de brillo, el cambio de matiz, la laminación, el agrietamiento y el amarilleamiento. 48
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Buenas prácticas La intervención pasa primero por el picado de las paredes para eliminar la totalidad del revestimiento, dejando las estructuras de madera vistas para su tratamiento. La actuación sobre las estructuras de madera dependerá de su grado de deterioro, en este caso no es preciso en principio la sustitución de elementos portantes, pero si se diera el caso se debería reproducir con secciones similares a las retiradas. Una vez ejecutados los trabajos de reparación de la estructura de madera y relleno de los espacios intermedios se procederá a la ejecución del recubrimiento exterior. La preparación de las paredes deberá tener en cuenta que ha de garantizarse la adherencia posterior del revestimiento, pudiéndose colocar elementos de agarre, que en el caso de ser metálicos deberá tenerse en cuenta los problemas de corrosión, utilizándose tradicionalmente redes de cuerda.
El tratamiento de la madera pasa por la limpieza y reparación o sustitución de los elementos rotos o muy deteriorados y su posterior tratamiento, fundamentalmente para la prevención del ataque de xilófagos. Para ello existen en el mercado diferentes marcas comerciales de aceites y barnices naturales. Para los elementos de madera que van a estar expuestos al exterior han de utilizarse productos de poro abierto que creen un filtro solar de protección superficial. 49
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No es recomendable la utilización de barnices que creen una capa impermeable, terminarán desprendiéndose del soporte, cuarteándose y perdiendo el efecto de protección. Deberá eliminarse para poder extender una nueva capa de producto. La utilización de aceites que van protegiendo por sucesivas capas es una solución mucho más adecuada. Existen en el mercado barnices no basados en compuestos químicos artificiales con buen resultado.
Se ha de tener en cuenta que los vanos se realizaban con mampuesto de piedra sin labrar o adobes , que posteriormente se aplicaba un revestimiento superficial que garantizaba la impermeabilidad del paramento protegiendo a su vez la estructura de madera de los ataques biológicos y ambientales. Por tanto partiendo de este criterio el relleno y la estructura de madera no es una parte fundamental en la que se aplicara especial esmero en su decoración, siendo los trabajos más elaborados los que se realizaban en las piezas de soporte y de los vuelos y cornisas. Una intervención sobre estas estructuras deberá entender el concepto de relleno de los materiales empleados usando en cada caso los propios de la fábrica que se conserve, recibiéndose con morteros de cal o en algunos caso simplemente con barro.
Los revestimientos exteriores van desde tratamientos superficiales con barro y posteriormente con cal, a revestimientos de mortero de cal con trabajos de decoración, esgrafiados o pintados con diferentes colores. 50
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Estructura horizontal Los forjados están realizados con vigas, cuartones y entablado de madera generalmente de castaño, y en soluciones más elaboradas con tablas regulares que introducen un elemento intermedio a modo de tapajuntas. El piso se rellena de barro y se cubre con baldosas del mismo material. Este sistema de forjado consigue el suficiente aislamiento térmico y acústico con respecto de las plantas inferiores, consiguiendo así mismo la suficiente estanquidad frente a los olores. Se trata por tanto de estructuras de madera con elementos principales vigas de gran tamaño y dimensión, con más o menos elaboración, y cuartonadas de madera apoyadas en las anteriores. 51
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La madera utilizada en la zona es el castaño, y en algunos casos el roble, se eliminaba la corteza y trabajaba con la azada, dando un aspecto rugoso y en general con muy pocos detalles en su trabajo. Dado que el sistema de preparación y conservación de los alimentos, así como, de calentamiento de las estancias se basaba en la utilización del fuego, el humo provocado creaba una capa de protección de cenizas sobre los elementos de madera, evitando el ataque de insectos xilófagos y hongos. Por otra parte en aquellas estancias que no estaban en contacto directo con el fuego, se utilizaban sistemas de pinturas a base de colorantes azul añil y cal.
Patologías La deformación de las vigas se produce: por una pérdida de resistencia de la madera, por un incremento del peso que deben soportar, o por un movimiento de las estructuras de soporte. El agua vuelve a ser un elemento crucial en el deterioro de los materiales, afectando a la madera, suele venir de filtraciones a través de la cubierta o fugas de las instalaciones que es preciso analizar y descubrir.
Buenas prácticas Producto de la larga vida de los edificios, encontramos muchas reparaciones y cambios, que han ido tapando y añadiendo capas a las estructuras. Es necesario antes de tomar una decisión de cómo intervenir, descubrir las estructuras realizando catas para comprobar los espesores de relleno y los falsos techos para ver el estado de conservación de las vigas.
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Para igualar los suelos no se deben añadir capas de mortero de cemento, que aunque esté aligerado, incrementa considerablemente el peso lo que provocará con el tiempo mayores deformaciones. En cualquier caso el relleno debe ser con elementos de madera creando cámaras rellenas con material aislante. Si el problema viene derivado por el mal estado de las vigas, estas se pueden reforzar con apoyos intermedios, con elementos metálicos a modo de cabestrillo. Debe procurarse que los empotramientos de las vigas en los muros estén secos y a ser posible ventilados, para ello se utilizaban maderas de apoyo sobre los muros denominadas durmientes. Si el problema de la deformación viene determinado por un aumento del peso que debe soportar el piso, porque se han añadido pavimentos muy pesados, estos deberán ser retirados y substituidos por otros más ligeros, eliminando capas innecesarias.
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Tejados Son el elemento de protección del conjunto de la construcción y el más expuesto a los agentes atmosféricos. Formados por vigas y cuartones de madera de castaño que aguantan los diferentes sistemas de cubrición. El entrevigado se soluciona con entablado, es habitual la tabla “ripia” sin uniones rectas; y en construcciones más humildes podemos encontrar materiales vegetales como escobas con una capa de barro superior para formar el soporte de las tejas.
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Si se analizan estos sistemas poca variación existe con las soluciones modernas, salvo la utilización de materiales diferentes: sobre el soporte estructural, la tabla y las escobas funcionan como aislante térmico, el barro como aislante acústico y la teja como la capa impermeable. Las soluciones diferenciadas se dan en los puntos singulares: los aleros, remates laterales y chimeneas.
Formados por la prolongación de los cuartones de cubierta, generalmente en los municipios de la sierra. Formados con tejas o ladrillos cerámicos. Formados por la colocación de lanchas de piedra. Estas soluciones siempre van encaminadas a la protección de los muros del agua de la lluvia. Las chimeneas no son habituales en la zona de sierra, ya que lo que se pretende es que el espacio bajo cubierta reciba el humo para que de esta forma se curen los productos de la matanza.
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Sin embargo el tipo de viviendas de entresierras tiene siempre un espacio de cocina ocupado prácticamente por la campana de la chimenea, que se refleja en el exterior.
Patologías Las patologías más frecuentes son la pérdida de estanquidad por la rotura de las tejas. Una vez que el agua empieza a entrar los materiales de soporte empiezan a deteriorarse, acelerándose el proceso. Los sistemas tradicionales no están pensados para garantizar los niveles de aislamiento que se exigen por normativa en la actualidad.
Buenas prácticas Debemos entender el tejado como una fachada mas del edificio, por ello deben mantenerse los materiales que siempre se han utilizado y que caracterizan la imagen de los pueblos de la comarca, no incluyéndose nuevos sistemas como las lajas de pizarra o las cubiertas metálicas. Para conseguir estanqueidad superior se pueden utilizar sistemas basados en placas onduladas de cartón embreado, o paneles hidrofugados colocados sobre el soporte. Para aumentar el aislamiento térmico, se puede optar por la colocación bajo el soporte para luego realizar un falso techo o bien si se ha desmontado la cubierta se pude colocar sobre el soporte de madera. Existen en el mercado materiales para el aislamiento realizados a base del prensado de restos vegetales, con la ventaja de ser naturales y reciclables.
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Fachadas Los sistemas de construcción tradicional como ya se ha descrito con anterioridad están basados en muros de carga que son el soporte y a la vez el cerramiento del edificio. Los revestimientos constituyen la piel de los edificios, protegiendo los muros de los agentes atmosféricos, impidiendo la entrada de agua proveniente del exterior y facilitando la permeabilidad de los muros de cerramiento, por tanto su utilización garantiza un mejor comportamiento y durabilidad de los muros.
Los revestimientos empleados van desde soluciones de barro, barro y paja, a morteros de cal con diferentes tipos de áridos.
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Quedan pocos ejemplos de esgrafiados, técnica consistente en el raspado de diferentes capas de morteros formando dibujos de diferentes colores y texturas, y que se utilizaba para enriquecer decorativamente las fachadas, por lo que la imagen actual de los pueblos dista bastante de las de hace un siglo, en la que abundaban los colores y la piedra y entramados que estaban protegidos por revestimientos. Quedan restos de pinturas en pocos casos a base de pigmentos azules, sobre todo en las zonas de sierra, en carpinterías y elementos de madera. La utilización de la cal en revestimiento de fachadas no se realizaba únicamente para mejorar la durabilidad de los paramentos, sino también como sistema de desinfección y limpieza, incluso en fábricas de sillería especialmente en recercos de puertas y ventanas.
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Cuando los sistemas de enfoscados de cal y revocos no eran suficientes para proteger los muros del agua del hostigo se utilizaban fundamentalmente dos sistemas en la zona de la sierra: Entablados de madera colocados sobre rastreles, solapándose uso sobre otros de forma que la junta queda protegida del agua del hostigo. Tejas colocadas en vertical y fijadas al muro con mortero.
Patologías Las patologías más comunes en los revestimientos es la falta de agarre con el soporte y por tanto el desprendimiento de partes del mismo, generalmente por la acción del agua, o deterioro de los propios muros.
Buenas prácticas Debemos entender que los revestimientos cumplen la función primordial de proteger las fachadas y por tanto no debemos eliminarlos con la errónea creencia que lo original es dejar vista la piedra o los entramados de madera. Si se van a revestir la fachada deberán utilizarse morteros basados en la cal, que son más flexibles y van aumentando su dureza con el tiempo.
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Fachadas Entendemos por carpinterías los sistemas de cierre de huecos de fachadas, ventanas y puertas, que en nuestras comarcas se han venido realizando con madera de castaño. Los tipos son relativamente parecidos en las diferentes zonas del estudio, pero si es importante destacar algunos elementos decorativos que aparecen en los pueblos de la sierra.
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Patologías El deterioro de las carpinterías viene producido por la acción de los agentes atmosféricos, el agua y los cambios de temperatura, y los agentes biológicos insectos y hongos.
Buenas prácticas Utilizar los materiales tradicionales en la fabricación de las ventanas y puertas, no incluyendo nuevos materiales como el aluminio, el PVC, o el acero inoxidable que nada tienen que ver con la arquitectura popular. Los porticones y contraventanas interiores ciegas han sido tradicionalmente los utilizados para controlar la entrada de luz y evitar pérdidas de temperatura del interior en contraposición a las persianas enroollables de PVC o aluminio tan extendidas en las construcciones nuevas y rehabilitaciones. 63
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Fachadas Los elementos de rejería suelen ser de forja con diseños simples y con pocas concesiones a la decoración. Suelen realizarse con cuadradillo macizo y encastradas en las paredes laterales, las barandillas suelen ser de trazado muy sencillo y con algunas concesiones a la decoración como volutas de pletina.
Patologías La oxidación es el principal problema de este tipo de material, pero que al tratarse de secciones macizas se han mantenido en relativo buen estado en la mayor parte de los casos.
Buenas prácticas Reutilizar en lo posible las rejas y barandillas originales no sustituyéndolas por otras de otros materiales. Reproducir la sencillez de diseños en las nuevas actuaciones, evitando los materiales brillantes.
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Interior Las distribuciones interiores de las viviendas respondían a unas necesidades determinadas de vida que con el tiempo han ido cambiando, que junto con los cambios tecnológicos, han dejado obsoletas muchas de las viviendas. La necesidad de unas condiciones de temperatura, luz, ventilación e higiene hacen necesarias actuaciones sobre las construcciones.
Buenas prácticas No incrementar las cargas añadiendo materiales nuevos. Los sistemas de construcción basados en madera y aislamientos, o las tabiquerías y falsos techos de cartón yeso, permiten realizar particiones o revestimientos sin incrementar excesivamente las cargas sobre los forjados originales, y al realizarse sin aporte de agua en el proceso, evitamos posibles deterioros de las estructuras de madera. Existen elementos como las cocinas en las viviendas de entresierra, de las que por desgracia cada vez quedan menos ejemplos, que pueden incorporarse a las nuevas necesidades sin que sea preciso demolerlas. 65
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Decálogo 1. Respetar y aplicar la normativa urbanística vigente. 2. Consultar con técnicos especializados en conservación de la arquitectura popular. 3. Es preferible rehabilitar y conservar a derribar y sustituir. 4. Deben utilizarse los materiales propios del lugar con criterios constructivos, y no como adorno. 5. Los materiales modernos deben limitarse a las soluciones imprescindibles, no mostrándose a la vista en lo posible, para no desentonar con el resto. 6. La reutilización de los materiales procedentes de la misma construcción abarata costes. 7. Es imprescindible respetar los volúmenes alineaciones y alturas de las edificaciones para no dañar la visión del conjunto. 8. Ha de respetarse con la composición de las fachadas, la proporción de huecos, entrantes y salientes, balcones, etc... 9. Debemos respetar los elementos singulares como las chimeneas, los porches, o los zaguanes. 10. Las cubiertas deben realizarse con teja árabe, manteniendo el color y la textura originales. 66
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