¿TRADICIONES ESTUDIANTILES O VIOLACION A LOS DERECHOS HUMANOS DE LA JUVENTUD? Ante los lamentables hechos sucedidos en la Universidad de San Carlos de Guatemala, en los que varios estudiantes de primer ingreso sufrieron intoxicaciones al darles a ingerir alcohol y anestésicoi, poniendo en riesgo, incluso su propia vida; así como someterlos a otros tipos de maltratos durante las actividades de “bautizos” que se realizan para recibir al nuevo estudiantado en dicha casa de estudios; la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, ODHAG - la Asociación Contra el Maltrato Infantil, CONACMI y la Asociación COINCIDIR manifiestan: Los derechos humanos son universales y todos los tratados y acuerdos firmados y aprobados a nivel internacional y nacional garantizan la legítima exigencia, respeto y defensa de los mismos. En este sentido es fundamental garantizar el respeto hacia los derechos de la juventud en cuanto a tener una vida digna que facilite el acceso a una educación de calidad, salud, trabajo digno, medio ambiente sano, la no discriminación, recreación, respeto a sus libertades, derecho de expresión entre otros. La Constitución Política de la República de Guatemala, en su artículo 82, define que la Universidad de San Carlos de Guatemala en su carácter de única universidad estatal le corresponde con exclusividad dirigir, organizar y desarrollar la educación superior del Estado y la educación profesional universitaria estatal, así como la difusión de la cultura en todas sus manifestaciones. La educación superior debe promover la investigación en todas las esferas del saber humano y cooperar con el estudio y solución de los problemas nacionales. Es urgente que las autoridades de esta casa de estudios, asuman con responsabilidad y seriedad estos hechos, promuevan medidas para que esto no vuelva a suceder, sean ejemplo de respeto y dignificación del ser humano y sus derechos; y garanticen que las personas que ingresan a la misma posean las condiciones necesarias y adecuadas para su desarrollo integral. Exigimos y demandamos la intervención de las autoridades, para que se inicie una investigación profunda y objetiva de estas actuaciones que atentan y degradan la
dignidad de las personas, y son una muestra de la violencia ejercida por grupos de poder dentro de esa casa de estudios. Estos hechos no contribuyen a la convivencia, armonía e integración del estudiantado universitario, más bien replican las mismas prácticas de represión y miedo que tienen sumidas a la juventud y la sociedad guatemalteca en una espiral de injusticia, irrespeto y desprecio por la vida. Nuestro objetivo es contribuir a la búsqueda y logró de justicia por estos graves hechos, respaldamos el derecho de expresión y de denuncia por parte de los y las jóvenes afectados y sus familias, con la finalidad de que se prohíban estas actividades que victimizan y degradan a la juventud y poner fin a la impunidad por estos graves hechos.
Por el respeto a una educación y una vida digna para los niños, niñas, adolescentes y Jóvenes.
Guatemala, febrero de 2015
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Prensa Libre, 11 de febrero de 2015