HUYGENS Boletín Oficial de la Agrupación Astronómica de la Safor AÑO XXIV
enero - febrero - marzo
Número 138 (Trimestral)
¡¡AURORAS!!
Efemérides Astronómicas en EGIPTO
Venus de día
El GATO en el cielo
A.A.S.
Agrupación Astronómica de la Safor Fundada en 1994
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Socio nº 195
Rubén Pascual Gomar
SOCIOS NUEVOS
a quien damos la bienvenida
Fé de erratas.- En el anterior ejemplar se publicó una fotografía en la contraportada anunciándola como la ganadora de la sección Planetaria del calendario 2020 de la FAAE. En el número actual publicamos la verdadera foto a la que corresponde el premio. El autor es el mismo en los dos casos. Nuestro compañero Joaquín Camarena.
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Editorial
por
Marcelino Alvarez
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El Stonehenge de Gandia por Rubén Soler Serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual o por destino, o cuando se está buscando una cosa distinta. (Wikipedia). 8
Efemérides astronómicas en Egipto
por
José Lull
En los estudios de historia la cronología es, evidentemente, un pilar fundamental. Cuando analizamos épocas recientes el conocimiento general de la cronología no resulta problemático, pero cuando tratamos de reconstruir la historia de culturas muy antiguas ofrecer datos cronológicos precisos, es decir, cronología absoluta, podría parecer una quimera. Sin embargo, esto no siempre es así. Un buen ejemplo nos lo ofrece el antiguo Egipto, gracias a la documentación astronómica que nos ha legado. 14 ¡¡Auroras!!
por
Ángel Requena
Si hay un lugar al que tenía muchas ganas de ir desde hacía mucho tiempo ese era Laponia. Para mí tenía muchos atractivos (deportes de nieve, paisajes invernales, auroras boreales, cultura sami, etc) y un solo pero, el frío.
22 Falta un gato en el cielo
por
Jesús Salvador Giner
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por
Joaquín Camarena
El firmamento nocturno, con su multitud de estrellas, está dividido en constelaciones. Las constelaciones no son nada físico, no son algo “real”, en el sentido de que formen vínculos entre las estrellas que las forman. Al contrario, las constelaciones no son más que subjetivos, arbitrarios y (con los milenios) perecederas agrupaciones estelares, que hemos conformado nosotros (los seres humanos) por conveniencia. Astrofotografía : Venus
26 El trasfondo del descubrimiento de Plutón
por
Michele Ferrara
La historia de la astronomía está llena de episodios emocionantes, dignos de la imaginación de los mejores novelistas. Los eventos que llevaron al descubrimiento de Plutón son un ejemplo. Un joven agricultor de Kansas construye un telescopio con piezas de maquinaria agrícola y comienza a observar el cielo. 39 Actividades sociales 39
Problemas resueltos
40 El cielo que veremos
por
Enric Marco
por
Heavens Above
41 Efemérides 44 Contraportada
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por
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Joaquín Camarena
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A modo de despedida Todo pasa y todo queda Pero lo nuestro es pasar … (Antonio Machado) Pues como dice el poema, y como sabemos perfectamente los astrónomos aficionados, el tiempo no se detiene (al menos en nuestra escala de existencia) y poco a poco, pero inexorablemente, un período termina, para que otro comience. A lo que me refiero con lo dicho anteriormente es que considero que ha llegado el final de mi presencia como presidente de la Agrupación Astronómica de la Safor, por lo que debo dar paso a otro socio que continúe la labor, inaugurando un nuevo período. Dos circunstancias, como la edad y la salud, me aconsejan que deje la dirección de la Agrupación en otras manos, y a ser posible mucho más jóvenes. Por edad, podría continuar durante un tiempo, pero la salud me recomienda que baje el ritmo de ocupación. El caso es que hace ya un año, que arrastro una enfermedad que me acompañará para siempre, aunque hoy en día se puede controlar, pero que en cualquier momento puede decir: aquí estoy yo otra vez, y recordarme amargamente que no estás sano sanote, puro machote (por citar un chiste malo). En estas condiciones, lo mejor es tomarse la vida de otra manera, reducir el estress y hacerlo todo con mesura. Si las prisas nunca fueron buenas, ahora (para mí) mucho menos. Por lo tanto, después de 12 años, y en vista de las circunstancias, considero que mi época ha transcurrido ya. Muchas gracias a todos los que han colaborado conmigo en este período. Ellos han sido quienes me han permitido desarrollar una labor que en realidad ha sido de todos. Animo a quien se presente al puesto de Presidente y a su equipo a proponer otras actividades, desarrollar nuevas ideas, y plantear nuevos retos. La Agrupación Astronómica de la Safor siempre ha sabido responder adecuadamente. Y el nuevo equipo responsable, en mí encontrará siempre una ayuda para todo lo que necesite. Salud para todos (este año tampoco nos ha tocado nada de la lotería) y espero que nos veamos en la Asamblea General, donde en esta ocasión, además de la presencia, también hace falta la voluntad de colaboración real para que todo siga. Marcelino Álvarez Villarroya Boletín de afiliación a la Agrupación Astronómica de la Safor. DESEO DOMICILIAR LOS PAGOS EN BANCO O CAJA DE AHORROS BANCO ................................................................................................................................ Cuenta corriente o Libreta nº ........... ............ ........ ....................................... Entidad Oficina D.C. nº cuenta Domicilio de la sucursal.................................................................................................................................................. Población.................................................................................. C.P. .............................. Provincia ................................ Titular de la cuenta ....................................................................................................................................................... Ruego a ustedes se sirvan tomar nota de que hasta nuevo aviso, deberán adeudar en mi cuenta con esta entidad los recibos que a mi nombre le sean presentados para su cobro por "Agrupación Astronómica de la Safor" Les saluda atentamente (Firma) D/Dña ............................................................................. ................................................. Domicilio .......................................................................................................................... D.N.I. ......................... Población ................................................................ C.P. ............................. Provincia ......................................... Teléfono:........................................... ...................... e-mail:........................................................ Inscripción: 6€ Cuota: socio: 50 € al año. socio benefactor: 110 € al año
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el Stonehenge de Gandia (O el Gandihenge para el día de San Valentín). Rubén Soler Quilis Serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual o por destino, o cuando se está buscando una cosa distinta. (Wikipedia)
Como todo aficionado a la fotografía, soy sensible de la pasarela que une el principio del paseo de las a los amaneceres y atardeceres, a los cielos nublados Germanías, con el área del recinto ferial. y a los despejados, a la belleza. A continuación asocié el marco del puente con El lunes 10 de febrero, me encontraba al final del las piedras centrales del monumento megalítico de paseo, a la hora de la salida del sol y saqué una foto. Stonehenge, a medio camino entre reloj, calendario y observatorio astronómico del Neolítico para A los días, me vino a la mente que sería bonito ver estudio y predicción de acontecimientos celestes. salir el sol entre el marco que sostiene los tirantes
El viernes 14 y el sábado 15, fui antes de la salida del sol e hice el reportaje que ahora compartimos.
En esta secuencia puede verse al Sol apareciendo junto al poste izquierdo a las 07:59:33 del día 15 de febrero, (primera foto). Huygens nº 138
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Las fotos fueron obtenidas con un teléfono móvil, Huawei, con filtro denominado, casualmente, Valencia. El futuro de este hecho curioso, podría ser la celebración anual del Gandihenge, tal como tienen otras ciudades, p.e. Nueva York, con su Manhattanhenge, según me informó Marcelino Álvarez, el presidente de la Agrupación Astronómica de la Safor, al presentarle este reportaje. Otra curiosidad sería estudiar las fechas en las que el sol y la luna pasarán por la parte superior del marco de la pasarela, visto desde el
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mismo sitio de observación, que es junto a la fuente situada en el cruce del paseo de las Germanías con la calle Mayor y ver si tienen relación con el ciclo Saros de la luna, donde cada 18 años pasa por el mismo sitio. Otro hecho simpático de estos días, 14 de febrero, es que el Sol pasa por el hueco de la “Penya Foradá” y sus rayos iluminan la casa que José Lull, nuestro insigne egiptólogo, tiene en el valle vecino, la Vall de Gallinera..
Sombra del autor de las fotografías proyectada sobre la fuente del Paseo
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Más curiosidad todavía es que en esa fecha tan
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señalada, ilumina la casa de la persona que se implicó tanto en el estudio de la alineación del Sol con la citada “penya”.
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efemérides astronómicas como fuente absoluta para la historia del antiguo
Egipto
José Lull Coordinador de la sección de Arqueoastronomía En los estudios de historia la cronología es, evidentemente, un pilar fundamental. Cuando analizamos épocas recientes el conocimiento general de la cronología no resulta problemático, pero cuando tratamos de reconstruir la historia de culturas muy antiguas ofrecer datos cronológicos precisos, es decir, cronología absoluta, podría parecer una quimera. Sin embargo, esto no siempre es así. Un buen ejemplo nos lo ofrece el antiguo Egipto, gracias a la documentación astronómica que nos ha legado.
Cuando consultamos un manual de historia del antiguo Egipto y vemos cómo su cronología está dividida en períodos, dinastías y series de monarcas, lo que estamos haciendo es ordenar, en cronología relativa, una sucesión de acontecimientos. Es decir, simplemente estamos posicionando lo que fue antes o después de cualquiera de las referencias que se presenten. Esto lo podemos hacer gracias a la enorme cantidad de documentación que ha llegado a nosotros. Incluso gracias a esa misma documentación, que nos puede aportar datos como la duración del reinado de esos monarcas, podríamos indicar, con una buena aproximación, en qué siglo pudieron reinar faraones como Tutankhamon, Ramsés II o muchos otros gobernantes del antiguo Egipto. Sin embargo, toda esta información histórica y arqueológica no es suficiente como para poder presentar una cronología precisa, absoluta, de los diversos reinados. Siendo así ¿por qué los egiptólogos proponemos, en muchos casos, fechas absolutas para indicar cuándo reinó un monarca como Ramsés? ¿Qué herramienta tenemos a nuestro alcance para que, al hablar de acontecimientos históricos ocurridos miles de años atrás, seamos capaces de ofrecer tal precisión? La respuesta, en este caso, la tenemos en la astronomía, que se convierte así en una disciplina fundamental para resolver, en ocasiones, cuestiones de cronología. Dentro de las civilizaciones más antiguas, la Huygens nº 138
ventaja de tratar el antiguo Egipto sobre otras culturas que no legaron documentos escritos es que toda esta ingente cantidad de información escrita no sólo sirve para establecer una cronología relativa sino, también, una cronología absoluta siempre y cuando entre estos documentos queden datos de índole astronómica. La base del calendario civil egipcio Los textos astronómicos egipcios, cuando indican efemérides, utilizan como base cronológica el calendario civil egipcio. En este tipo de textos lo usual es que se indique el día, mes y estación del calendario civil egipcio en el que tiene el acontecimento, en relación a un año de reinado de un faraón. El calendario civil egipcio estaba compuesto por tres estaciones ( akhet, peret, y shemu), de cuatro meses de treinta días cada una, sumando así un total de 360 días (fig. 01). A esto se añadían 5 días extra, los llamados “(días) por encima del año”, los epagómenos, por lo que el año egipcio quedaba en 365 días. Este calendario se instauró posiblemente en la primera mitad del siglo XXVIII a.C., durante la II dinastía, tras el probable precedente de un calendario que habría usado la inundación del Nilo (aún variable) como guía. Los egipcios, por otra parte, no tenían una fecha universal de referencia para su cronología, como sí
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astronómicas más valiosas que ofrece la documentación astronómica egipcia es la de la salida helíaca de Sirio, es decir, la indicación del momento en el que la estrella Sirio era visible en el horizonte Este, antes de la salida del Sol, por primera vez después del período de conjunción. Son varios los documentos que nos aportan este tipo de información. Uno de ellos, precisamente, es el que nos permite una correlación entre el calendario egipcio y Figura 01 – Relieve de la tumba del visir Mereruka en el que se ve una representación el juliano. Se lo debemos al de las tres estaciones del calendario civil egipcio. Tomado de osiris.net tenemos nosotros respecto a la era cristiana. Cada romano Censorino a través de faraón comenzaba a contar desde el inicio de su su obra De die natali liber, dedicada en 239 d.C. propio gobierno, por lo que el año 1 volvía con a su patrono Quinto Cerelio en honor a su 49 cada nuevo rey. cumpleaños. Este regalo de cumpleaños nos resulta El hecho de que el año egipcio sea algo menos de gran utilidad, pues en él se indica que cien años de un cuarto de día más corto que el año trópico antes de que Censorino dedicara su obra, durante o solar (365,2422 días) hacía que, con el tiempo, el cuatrienio que incluía el año 139 d.C. (por lo las estaciones quedaran desfasadas. De esto eran que no sabemos si fue el primer o el último año plenamente conscientes los egipcios pero el peso de este), se daba la coincidencia entre el comienzo de su tradición hizo que durante tres mil años del año egipcio (en el primer día del primer mes de continuaran con este sistema. Sólo con Ptolomeo la estación de akhet) y el orto helíaco de Sirio (fig. III, en 238 a.C., se intentó introducir un sexto día 02), es decir, el apocatástasis, correspondiendo epagómeno cada cuatro años (modelo que después este hecho a un ciclo de 1460 años de duración Sosígenes de Alejandría propondría a Julio César para la creación del calendario juliano), pero a pesar de decretar oficialmente su instauración los egipcios siguieron empleando su sistema tradicional de años de 365 días. Es importante señalar, por tanto, que en toda su historia los antiguos egipcios no modificaron el calendario civil de 365 días. El orto helíaco de Sirio Una de las efemérides Huygens nº 138
Figura 02 – Sirio, la Sepedet egipcia, aparece muchas veces mencionada en los documentos astronómicos egipcios. Tomado de Wikipedia Commons.
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(registrado por varios autores antiguos) conocido como ciclo sothíaco. Esto quiere decir que con anterioridad al año 139 d.C. la coincidencia también se habría producido en 1322 a.C. (a inicios del reinado de Tutankhamon) y en 2782 a.C. (siendo esta última una fecha muy cercana al momento en el que se considera se inventó el calendario civil egipcio, quizás, como propone J. A. Belmonte, tomando como referencia astronómica el Sol cenital del solsticio de verano desde la latitud de Elefantina). El ciclo de 1460 años aunque lo emplearemos para los cálculos básicos, en realidad, no es exacto pues en él no quedan considerados ni el movimiento propio de Sirio ni la precesión de los equinoccios. De hecho, en el período de 139 d.C. a 1322 a.C., teniendo en cuenta que el año medio de Sirio era de 365,25126 días el ciclo medio correspondía, en realidad, a 1452 años, mientras que de 1322 a 2782 a.C. lo fue de 1454 años. Sólo con los datos que hemos comentado en las últimas líneas ya tenemos en nuestra mano las herramientas básicas para hacer una primera aproximación a la cronología absoluta siempre que contemos con documentos egipcios que hagan referencia al orto helíaco de Sirio. Cronología absoluta a partir del orto helíaco de Sirio Pongamos un ejemplo. El Decreto de Canopus (fig. 03) indica que en el año 9 de Ptolomeo III el orto helíaco de Sirio tuvo lugar en II shemu 1
Afortunadamente, esta operación es mucho más sencilla de lo que pudiera parecer. La época ptolemaica es, por supuesto, anterior a la época romana en Egipto, por lo que el apocatástasis anterior a Ptolomeo III fue el del cuatrienio que englobaba el año 1322 a.C. Para que el desfase acumulado desde entonces hiciera que el orto helíaco de Sirio pasara de I akhet 1 a II shemu 1 (es decir, 120 días de los cuatro meses de akhet + 120 días de los de peret + 30 días de I shemu = 270 días) tuvieron que pasar 1080 años (270 días de desfase acumulado / 0,25 días de desfase anual) (fig. 04). Por tanto, si a 1322 a.C. restamos 1080 años obtenemos que el año 242 a.C. coincide con el cuatrienio al que pertenece el noveno año de reinado de Ptolemeo III (que, con total exactitud sabemos que corresponde, en realidad, al año 238-237 a.C.). Tengamos en cuenta que a pesar del resultado obtenido, tan cercano a la realidad histórica, podríamos precisar más si contáramos o aplicáramos otros datos que mencionaremos más adelante. Pongamos otro ejemplo. En el papiro Berlín 10012 (fig. 05) se dice que el orto helíaco de Sirio acontecería en IV peret 16 del año 7 de Senusert III. Como este monarca pertenece a la dinastía XII tomaremos como punto inicial el año 2782 a.C. (dado que 1322 a.C. cae en la dinastía XVIII). La fecha IV peret 16 supone un desfase acumulado de 225 días (120 de akhet + 105 de peret), para lo que han tenido que transcurrir 900 años (225 / 0,25) desde 2782 a.C. Por tanto, el año 7 del rey Senusert
Figura 03 – Fragmento del Decreto de Canopus donde se indica cuándo se produce en 238 a.C. el orto helíaco de Sirio y cómo corregir que continue el desfase. Tomado de K.R. Lepsius, Das bilingüe Dekret von Kanopus. Berlín, 1866, pl. III.
(segundo mes de la estación de shemu, día 1). Por tanto, el primer problema que debemos resolver es cómo convertir una fecha aportada por los antiguos egipcios en una de nuestro propio calendario. Huygens nº 138
III debería caer cerca del año 1882 a.C. (2782 – 900). Pero tengamos en cuenta, una vez más, que no hemos considerado toda una serie de datos que hubieran ayudado a obtener mayor precisión. Por
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Figura 04 – Esquema del calendario civil egipcio con el desfase acumulado, según el Decreto de Canopus, desde el último apocatástasis. Dibujo del autor.
ejemplo: -Latitud (φ) desde donde se observó el orto helíaco -Arco de visión (β) (ángulo entre Sirio y el Sol en el momento en que la estrella se observa), que también puede verse afectado por la contaminación horizontal. Pensemos que desde Heliópolis o Menfis (φ 30,1º-29.9º), con un β 9,4º, el resultado hubiera sido 1875 a.C., mientras que desde Elefantina (φ 24,1º), con un β 8.4º, el resultado hubiera sido 1841 a.C. Desde Buhén, en la segunda catarata del Nilo (φ 22,1º), el orto helíaco de IV peret 16 hubiera sido observado en el año 1830 a.C. o hacia 1826 a.C. con un β menor.
los egipcios, es evidente que el orto helíaco de Sirio nos es útil para aproximarnos a la cronología absoluta pero no para precisar con contundencia. En ese caso, contamos con una segunda herramienta astronómica: las efemérides lunares. Efemérides lunares para el cálculo de la cronología absoluta Sirva el ejemplo del papiro Berlín 10012. Actualmente, mediante el cálculo con efemérides lunares, se considera que el año 7 de Senusert III (fig. 06) pudo acontecer, en cronología absoluta, en 1830 a.C. ¿Cómo llegamos a esa conclusión? A grandes rasgos, diríamos que los reyes Senusert III y Amenemhat III (dinastía XII), su sucesor,
Figura 05 – Fragmento del papiro Berlín 10012 donde se indica el orto helíaco de Sirio en el año 7 del rey Senusert III (ca. 1830 a.C.). Tomado de G. Möller, Hieratische Lesestücke, 1. Berlín, 1961, p. 19.
Pero, además, tampoco hemos considerado otros datos que sí conocemos, como el movimiento propio de Sirio (de -0,546” por año en A.R. y -1,2228” por año en declinación), el efecto de la precesión de los equinoccios y la corrección del año sothíaco medio.
reinaron entre 1900 y 1700 a.C. Y, por lo dicho en el apartado anterior a partir del orto helíaco de Sirio sabemos que el año 7 de Senusert III cayó muy posiblemente en algún momento entre 1882 y 1826 a.C. (dependiendo de las variables ya mencionadas). Es un margen cronológico bastante En estas condiciones, teniendo en cuenta que amplio, pero aún así muy útil gracias a que los muchos de esos datos no fueron aportados por papiros de Illahun aportan 21 efemérides lunares
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que si hubiera caido en 1811 a.C., 16 de las efemérides habrían sido observables pero 2 habrían sido totalmente imposibles de observar. Por esta razón, podemos descartar muchas opciones y considerar que el año 7 de Senusert III cayó, con mucha probabilidad, en 1830 a.C. Los egipcios descubrieron que 25 años civiles (9125 días) Figura 06 – Estatua de Senusert III, uno de los grandes monarcas de la dinastía XII. Tomado de Wikipedia Commons. equivalían a 309 meses asociadas al calendario civil egipcio que abarcan lunares sinódicos un período de 42 años, desde el año 9 de Senusert medios (9124,95 días), lo que implica un error de III al año 32 de Amenemhat III. La mayoría de estas un día cada 500 años. Pero esto no quiere decir efemérides se refieren al primer día del mes lunar que cada 25 años se repita la misma secuencia de egipcio (día lunar 1 = DL 1), es decir, coincidiendo lunaciones respecto al calendario civil, pues ello no con la Luna nueva, pero también al DL 2 (fig. 07). depende solo del mes sinódico sino también de los Puesto que esas 21 efemérides lunares representan, meses dracónicos y anomalísticos, tal que sólo un de algún modo, parte de un “engranaje cronológico”, lo que debemos hacer es buscar, dentro del ámbito temporal que hemos acotado, en qué año debería haber comenzado el reinado de Senusert III para que esas 21 fechas encajen. Así, por ejemplo, si el año 1 de Senusert III hubiera ocurrido en 1863 a.C., de las 21 efemérides lunares documentadas sólo 15 hubieran sido observables, pero 5 habrían sido imposibles de observar. Si ese año 1 hubiera caido en 1836 Figura 07 – Para los egipcios, a diferencia de otros pueblos antiguos, comenzaban el mes lunar a.C., hasta 19 hubieran con la Luna nueva, después de la observación del último menguante. Fotografía de Yuri Beletsky, sido observables, mientras Las Campanas Observatory. Tomado de apod.nasa.gov Huygens nº 138
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70% de las secuencias puede repetirse en un nuevo período de 25 años. Veamos ahora otro ejemplo, el que nos permite anclar en cronología absoluta el reinado de Ramsés II (fig. 08). Por cronología relativa sabemos que este faraón reinó en el siglo XIII a.C. Gracias a dos
a.C. A partir de aquí, con la ayuda de la cronología relativa, fechas lunares de otros reinados, datos arqueoastronómicos e incluso un documento hitita relacionado con un eclipse total de Sol producido en 1312 a.C., podemos precisar en la cronología absoluta no sólo de la época ramésida sino también
Figura 08 – Momia de Ramsés II, uno de los faraones más famosos del antiguo Egipto. Tomado de historia.com
fechas lunares muy importantes que se conservan, un DL 1 (Luna nueva) del año 7 de Ramsés III (II shemu 30) y otro DL 1 del año 7 de la reinafaraón Tausert (II shemu 28) el año 1 de Ramsés II tuvo que acontecer necesariamente o bien en 1304 a.C. o bien en 1279 a.C., como vemos, dos fechas separadas por 25 años. Sin embargo, del propio Ramsés II también tenemos un documento del año 52 que habla de un DL 1 en II peret 27, así como otros que parecen referirse a un DL 4, uno del año 47, II peret 25, y otro del año 34, IV shemu 24. Con todos estos datos combinados y haciendo de las efemérides lunares asociadas al calendario civil esa suerte de engranaje cronológico que mencionábamos anteriormente, podemos apuntalar fechas en espacios acotados para concluir, en cronología absoluta, que el reinado de este gran faraón comenzó en 1279 a.C. y terminó en 1213 Huygens nº 138
de buena parte de la dinastía XVIII. A través de estos ejemplos hemos comprobado, por tanto, cómo la documentación astronómica ha servido para apuntalar con precisión parte de la cronología del antiguo Egipto, reinados y sucesos que tuvieron lugar miles de años atrás. Bibliografía J. A. Belmonte y M. Shaltout (eds.), In Search of Cosmic Order. Selected Essays on Egyptian Archaeoastronomy (El Cairo: AUC, 2009). E. Hornung, R. Krauss, D. A. Warburton (eds.), Ancient Egyptian Chronology (Leiden y Boston: Brill, 2006). J. Lull, La astronomía en el antiguo Egipto (3ª ed., Valencia: PUV, 2016). n
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AURORAS BOREALES DESDE LAPONIA FINLANDESA Ángel Requena Villar arequenavillar@yahoo.es
Si hay un lugar al que tenía muchas ganas de ir desde hacía mucho tiempo ese era Laponia. Para mí tenía muchos atractivos (deportes de nieve, paisajes invernales, auroras boreales, cultura sami, etc) y un solo pero, el frío.
Pero, y como vulgarmente se dice, como la sarna con gusto no pica por fin este año pasado, y gracias a la propuesta viajera de nuestro compañero y amigo Ángel Ferrer, no me lo pensé dos veces y decidí hacer las maletas para conocer este fascinante lugar. Laponia es una amplia región geográfica a caballo de varios países nórdicos (Noruega, Suecia, Rusia y Finlandia). Concretamente, en Finlandia esta región se encuentra situada en la parte norte del país, aproximadamente desde el área que va del círculo polar ártico (66.5º) hasta la punta más septentrional del país (Nuorgam). Esta lejana región es una zona muy despoblada y, por tanto, su densidad de población es muy baja, probablemente de las más bajas de Europa. Tradicionalmente ha sido el hogar de los lapones o samis cuya principal ocupación hasta no hace muchos años ha sido el pastoreo de renos. Hoy en
Fig. 1: Mapa topográfico de Laponia (National Land Survey of Finland) Huygens nº 138
día esa actividad prácticamente ha desaparecido en esta región y ha dado paso sobre todo al turismo de ocio. En invierno son muchos los lugares donde podemos pernoctar y disfrutar de las actividades invernales. Nosotros elegimos la población de Saariselkä por dos razones: la primera porque ofrece una gran cantidad de actividades de ocio (esquí alpino y de fondo, trineos tirados por huskies, paseos con raquetas de nieve, excursiones con motos de nieve, etc) y la segunda porque está situada en un lugar privilegiado para la observación de auroras boreales. Concretamente, este animado complejo turístico se encuentra a 250 km. al norte del círculo polar ártico, en una zona de escasas poblaciones y justo debajo del óvalo auroral boreal. Además, la probabilidad de verlas allí es muy alta ya que el porcentaje de noches despejadas desde septiembre a marzo es de un 50% lo que casi nos garantizaba el poder verlas durante nuestra estancia de una semana a finales del mes de noviembre de 2019. Como nuestro viaje coincidió además con el final del otoño la duración del día era ya muy corto y nos encontramos con una noche que prácticamente duraba 20 horas al día. “Kaamos” es el nombre en finlandés con que es conocida esta noche polar o tiempo de oscuridad en la que el sol ya no se levanta por encima del horizonte. Debido a su latitud, el kaamos en Saariselkä comienza a principios de
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diciembre y el sol no vuelve a aparecer de nuevo caer las primeras nevadas y las temperaturas ya hasta principios de enero, un mes en una oscuridad bajan claramente de los 0ºC. El mes más frío suele casi permanente. ser febrero y más o menos la nieve cubre todo el Es muy curiosa esta característica estacional de Laponia y desde el punto de vita psicológico cuesta un poco adaptarse. Así los primeros días del viaje el sueño y la vigilia están bastante alterados. Anteriormente esta extraña sensación la había tenido en Islandia pero a la inversa. En verano en estas elevadas latitudes septentrionales ocurre lo contrario a lo que ocurre en invierno y el sol no se pone en todo el día. A este fenómeno se le conoce con el nombre de sol de media noche y llama mucho la atención cómo los atardeceres son muy Fig. 3: Paisaje nevado en las inmediaciones de Saariselkä largos y además el sol nunca baja del horizonte. suelo de Laponia durante 6 meses al año (desde Otra característica que llama poderosamente la octubre hasta marzo). atención al llegar a Laponia en esta época del año es que hace mucho frío. A finales del otoño ya está Precisamente, nosotros alcanzamos los -21ºC la noche del 26 de noviembre cuando volvíamos de intentar ver las auroras boreales en un lugar cercano a la población de Koppelo (a unos 30 km. al norte de Saariselkä). Desgraciadamente, estuvimos casi 4 horas esperando las ansiadas auroras pero no quisieron aparecer y eso que la noche fue de las mejores que tuvimos desde el punto de vista meteorológico pero no pudo ser y nos tuvimos que volver a casa sin poder verlas. Fig. 2: Amanecer en Saariselkä
todo nevado, incluso los lagos están congelados, y las temperaturas ya alcanzan valores de -20ºC algunas noches. Y podría ser aún peor pero gracias sobre todo a la influencia de la corriente del Golfo del Atlántico Norte las temperaturas son unos 10ºC superior a las que en esos momentos tienen otros lugares del mundo situados a la misma latitud (costa este de EE.UU.). En la mayor parte de Laponia el invierno comienza a principios de octubre que es cuando comienzan a Huygens nº 138
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Fig. 4: Lago Inari helado Página
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No obstante, unas horas antes (a media tarde) lo habíamos intentado también en una zona cercana a la población de Inari donde habíamos pasado la mañana visitando el museo sami. Allí tuvimos más suerte aunque la aurora que divisamos y conseguimos fotografiar se encontraba muy lejana y era muy tenue visualmente. Aún así pudimos capturar un precioso arco de varios colores sobre el horizonte (rojo, violeta y verde) que nos recordó en cierta forma a un arco iris. Un par de días antes, y nada más instalarnos en Saariselkä, realizamos un primer intento de verlas también en las inmediaciones del lago Inari. Era una noche con cierta nubosidad pero aún así
Al día siguiente, y con el buen sabor de boca de haberlas ya visto la primera noche que lo intentábamos, realizamos una visita muy interesante al Observatorio Geofísico de Sodankylä (SGO) para conocer un poco más en profundidad los aspectos físicos de las auroras. Este observatorio fue fundado en 1913 por la Academia Finlandesa de Ciencias y Letras aunque las primeras observaciones del campo magnético terrestre no se realizaron hasta principios de 1914. Actualmente pertenece a la Universidad de Oulu (Finlandia) a la que se unió en 1997. Y allí nos recibió cálidamente el director emérito del observatorio, Esa Turunen, y a continuación nos llevó a un salón de proyecciones para explicarnos todo lo que allí hacían los científicos.
Fig. 5: Aurora sobre el lago Inari
tuvimos bastante suerte y entre nubes y claros pudimos contemplar nuestra primera aurora del viaje. Apareció justo por debajo de la Osa Mayor y esta vez era claramente de color verdosa. Duró poco tiempo (apenas un par de horas) pero para mí y el resto de compañeros significó el mejor regalo de bienvenida a Laponia.
Fig. 6: Aurora sobre el lago Inari Huygens nº 138
Fig. 7: El Director del Observatorio Geofísico explicando las auroras
Me sorprendió enormemente la gran cantidad de estudios que realizan sobre la atmósfera y, sin duda, es un centro de referencia a nivel mundial. En el Observatorio Geofísico de Sodankylä realizan continuas mediciones del campo magnético terrestre, de los rayos cósmicos así como del ruido cósmico en ondas de radio. Para ello disponen de varias cámaras all-sky, varios magnetómetros, dos radares ionosféricos y de un novedoso sistema radar de dispersión incoherente (EISCAT) que permite estudiar los parámetros físicos del plasma ionosférico así como de la alta atmósfera. Este estudio es básico para comprender mejor los fenómenos físicos relacionados con las auroras boreales y las nubes nuctilucentes. Sorprendentemente, además del estudio de
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auroras y de meteoros, el SGO realiza también mediciones sísmicas mediante sismógrafos con el fin de detectar los sismos que se producen en la península escandinava actualmente. Éstos son, sobre todo, consecuencia del rebote elástico que aún sufre la península después de haber estado
por la tarde nos reunimos en casa de Ángel Ferrer para charlar y tirarnos con trineos por la calle principal de la urbanización de Etelärinne. ¡Fue muy divertido y emocionante! Pero la verdadera emoción llegó un par de horas más tarde. Esa tarde-noche no hacía muy buen tiempo y, de hecho, la dábamos por perdida desde el punto de vista observacional. Pero sobre las 18.30 el tiempo comenzó a mejorar a la vez que el índice kp, el cual determina si hay o no posibilidades de ver las auroras en un lugar determinado. Como no las teníamos todas con nosotros el grupo de Ángel Ferrer hizo de avanzadilla y se fue a un lugar cercano a la población de Koppelo para ver si merecía la pena o no ir. Y a eso de las 20.00 un mensaje de Palmira en el grupo de Whatsapp nos alertaba diciendo: ¡AURORAS EN KOPPELO! ¡La duda se había despejado!
Fig. 8: Antena radar del Observatorio Geofísico de Sodankylä
completamente cubierta de hielo en la Edad de Hielo.
Sin apenas cenar salimos escopetados hacia allí y una hora después ya estábamos casi todo el grupo al completo en el lugar elegido. Se veían incluso desde el coche y, de hecho, paramos un momento al lado de la carretera para poder verlas. Ocupaban todo el cielo y, efectivamente, eran de color verde. Además se movían claramente, especialmente varias franjas que cruzaban todo el cielo de punta a punta. ¡¡¡Fueron unas auroras maravillosas!!!
Sin lugar a dudas la visita al observatorio fue un acierto por parte de los organizadores. No solo porque el lugar resultaba muy curioso sino porque el simpático y dispuesto ex director nos contó un montón de curiosidades sobre las auroras. Además del vasto conocimiento que tenía se notaba además que sentía una gran emoción al transmitirlo. A mí me llegó tanto ese conocimiento como su emoción y consiguió que me picara aún más la curiosidad por ver más y mejores auroras. Y ese gran momento llegó dos días después, la noche del 27 de noviembre de 2019. Justo ese día habíamos realizado una bonita excursión con raquetas por los alrededores de Saariselkä. Al acabar fuimos a comer al mirador de Saariselkä y Huygens nº 138
Fig. 9: Aurora desde el río Lutto (Koppelo)
Estuvimos viendo y fotografiando auroras durante casi 5 horas, a cuál más bonita. Y a eso de las 2.00 a.m. el cielo comenzó a nublarse un poco y decidimos retirarnos, casi más por el cansancio y el frío que
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una de la otra decidimos quedar a comer juntos en un restaurante cercano. Allí coincidimos además con otros compañeros del A.V.A.
Fig. 10: Aurora desde el río Lutto (Koppelo)
por el mal tiempo. Fue una noche maravillosa y yo ya me daba por satisfecho. ¡Por fin las había visto como siempre las había soñado! El último día que pasamos en Saariselkä (29 de noviembre) cada cual lo dedicó a la actividad que
Fig. 11: Aurora desde el río Lutto (Koppelo)
más le apeteció. En mi caso lo dediqué a practicar una actividad invernal que suelo practicar todos los años y que disfruto mucho, el esquí de fondo. Ese día me acompañó Enrique Arce, un compañero de la Agrupación Astronómica de Valencia (A.V.A.). Estuvimos esquiando casi tres horas y a eso de las 13.30 dimos por finalizada la actividad. Como la cabaña de Enrique y la mía estaban muy cerca Huygens nº 138
Al finalizar la comida, a eso de las 16.00, nos fuimos cada uno a nuestras respectivas cabañas para descansar un poco y para preparar la maleta ya que al día siguiente nos íbamos para España. Y a media tarde recibí un mensaje de Enrique en el que me invitaba a cenar en su cabaña. Aproximadamente eran las 20.00 cuando quedamos para cenar y en ese momento nevaba bastante en Saariselkä. Paralelamente, Ángel Ferrer y su familia decidieron ir a Koppelo esa tarde para intentar ver las últimas auroras. Como el tiempo era bastante malo durante toda la tarde, sobre las 19.00 decidieron abortar y se volvieron a Saariselkä. Pero Laponia aún nos tenía reservada una última sorpresa. A las 21.30 acabamos de cenar y ya nos íbamos a retirar para descansar cuando decidimos consultar la aplicación de la predicción de auroras para ver cómo estaba el índice kp. ¡¡¡En esos momentos era de 3.3!!! Era el mejor kp que habíamos tenido en toda la semana y además el tiempo parecía que mejoraba un poco. Así que no nos lo pensamos ni un segundo, recogimos la mesa, cogimos el material fotográfico, la ropa de invierno y nos subimos al mirador de Saariselkä que se encontraba a apenas un par de kilómetros de nuestras cabañas. El mirador de Saariselkä se encuentra en un lugar elevado al norte de la población. Desde sus
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cartográficos del país.
Fig. 12: Detalle de la “cola” de la aurora desde el río Lutto (Koppelo)
425 m. de altitud se tiene una bonita panorámica de Saariselkä y de todo el valle del río Lutto. Y justo en su parte más alta nos encontramos con una curiosa torre de madera y elevada respecto al suelo a cuya parte superior se accedía por una escalera también de madera.
Y a ese escenario tan pintoresco y curioso llegamos un primer grupo formado por Enrique Arce, Xema, Jordi Cornelles y yo mismo a eso de las 22.00. Nada más bajarnos del coche ya las vimos. Ángel Ferrer tenía razón, eran muy verdes y se movían como unas cortinas mecidas por el viento. La pena fue que en esos momentos el tiempo no acompañaba y solo las pudimos ver entre nubes y bajo una ligera nevada.
Yo no pude contenerme y daba saltos de alegría. Eran mucho mejor que en mis mejores sueños. Y estaban por todo el cielo. No dábamos abasto. Rápidamente cogí la cámara y me puse a hacer fotos a diestro y siniestro. Buscaba sobre todo el encuadre con la torre Kaunispää a la que estaban subidos algunos turistas. Sin duda era el mejor encuadre porque miraba hacia el norte y porque a mi espalda nos quedaban las luces de Saariselkä. Inmediatamente decidimos avisar al resto del grupo y al cabo de unos pocos minutos ya teníamos allí a Ángel Ferrer y a su familia. ¡Les pilló tan a contrapié que subieron incluso en pijama! De hecho, ya estaban en la cama porque al día siguiente nos tocaba madrugar y ya era bastante tarde. Nos dio igual a todos y aguantamos un par de horas bajo la nieve y el frío viendo ese magnífico espectáculo, las auroras boreales en su máximo esplendor.
Agradezco a Ángel Ferrer y a su familia el haber pensado en mí y haberme invitado a este Fig. 13: Mapa de predicción de auroras (NOAA) maravilloso viaje. Gracias también al resto de Esta construcción, denominada Kaunispää, compañeros y, especialmente, a Jordi Cornelles fue construida por el Instituto Geodésico de (A.V.A.) por organizar algunas actividades. Finlandia y sirve para triangular con otras torres de similares características y así poder determinar por Y gracias sobre todo al Sol por brindarnos esta trigonometría las coordenadas geográficas de las oportunidad de ver uno de los espectáculos más mismas. Es, por tanto, la infraestructura geodésica fascinantes de la Tierra. básica a partir de la cual se realizan todos los mapas Huygens nº 138
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Fig. 14: Aurora sobre la torre Kaunispää (Saariselkä)
Fig. 15: Aurora desde el mirador de Saariselkä (Kaunispää)
BIBLIOGRAFÍA: Savikko (Amanita) • Finlandia, Mara Vorhees, Catherine Le Nevez y • How to photograph the Northern Lights, Patrick Virginia Maxwell (Lonely Planet) J. Endres. n • Lapland, Pertti Turunen, Kai Linnilä y Sari Huygens nº 138
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Fig. 16: Secuencia de fotos de una aurora en evolución sobre la torre Kaunispää (Saariselkä) (De izquierda a derecha y de arriba - abajo)
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falta un gato (en el cielo) Jesús Salvador Giner jsginer@gmail.com
El firmamento nocturno, con su multitud de estrellas, está dividido en constelaciones. Las constelaciones no son nada físico, no son algo “real”, en el sentido de que formen vínculos entre las estrellas que las forman. Al contrario, las constelaciones no son más que subjetivos, arbitrarios y (con los milenios) perecederas agrupaciones estelares, que hemos conformado nosotros (los seres humanos) por conveniencia.
La olvidada constelación de Gato, dibujada por el astrónomo alemán Johann Elert Bode para su atlas Uranographia, del año 1801 (Wikipedia)
El firmamento nocturno, con su multitud de por otras. estrellas, está dividido en constelaciones. Las En 1928, la Unión Astronómica Internacional, constelaciones no son nada físico, no son algo el organismo oficial que se encarga de ordenar, “real”, en el sentido de que formen vínculos entre clarificar y dar sensatez (casi siempre) a las cosillas las estrellas que las forman. Al contrario, las celestes que vemos, decretó definitivamente que constelaciones no son más que subjetivos, arbitrarios eran 88 las constelaciones. Les puso límites, acotó y (con los milenios) perecederas agrupaciones las líneas (ficticias) que unen las estrellas y se estelares, que hemos conformado nosotros (los pudo, por fin, tener un panorama claro tras mucho seres humanos) por conveniencia. Sirven para tiempo de confusiones y torpezas (hasta entonces poner un poco de orden, reconocer figuras y no se sabía bien cuántas había, sus confines y ubicarnos. Pero las estrellas constituyentes se dimensiones, etc.). suelen hallar lejísimos unas de otras, sin la menor Ahora tenemos unas 50 que son de la época ligazón gravitatoria. Cada una de ellas recorre su clásica (catalogadas por el egregio Claudio Tolomeo camino y, a su tiempo, deformarán la efigie que hace casi 2.000 años), más otras conocidas en la hoy forman hasta desaparecer y ser reemplazadas antigüedad o procedentes de otras culturas (como Huygens nº 138
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la Ave del Paraíso, que se basa en una de origen chino). Las otras, más de una treintena y casi todas visibles en el hemisferio sur, fueron inventadas por científicos europeos de los siglos XVI y XVII. Comparadas con los nombres hermosos y evocadores de la mitología griega (Andrómeda, Casiopea, Perseo, Pegaso u Orión, por ejemplo), las nuevas constelaciones recibieron denominaciones que, en el mejor de los casos, son horteras y sosas (como Escuadra o Compás) y, en el peor, dan auténtica vergüenza ajena (como Microscopio, Buril o Máquina Neumática). Es comprensible que los científicos ilustrados prefirieran sus herramientas y artilugios para nombrar a las nuevas constelaciones (no iban a emplear a las náyades o a las vírgenes), pero se echó en falta algo más de creatividad… Por no decir otra cosa. Muchas de las constelaciones antiguas nombran animales. Hay algunos que salen “repe”: dos osas (la Osa Mayor, que contiene el famoso “Carro”, y la Osa Menor, que contiene la famosa estrella Polar), leones (León y León Menor), caballos (Pegaso y Caballo Menor, o Caballito) y perros (Canis Mayor, que guarda en sus dominios a Sirio, la estrella más brillante del cielo, y Canis Menor). En conjunto, hay 22 mamíferos (dejando aparte seres humanos o dioses), 9 aves, 6 reptiles 4 peces y 3 artrópodos. En cambio, no hay árboles ni plantas. Se ve que los antiguos no prestaron mucha atención al mundo vegetal, algo que extraña dado que se trataban casi todas ellos de gentes pertenecientes a civilizaciones agrícolas. Hubo intentos de modificar, o de aportar, nuevas ideas a las constelaciones existentes en cada época. Algunas de estas intentonas tuvieron éxito (a Dios gracias, en algunos casos); otras, por desgracia, no. Una de éstas últimas, de las más tristes porque estaba llena de sensatez (dada el Arca de Noé celeste y la repetición ocasional de animalillos) fue la que propuso el astrónomo francés Joseph Jérome de Lalande (1732-1804), que tuvo una vida de lo más singular, además de ser director del observatorio de París. Lalande, viendo que había tal profusión de mamíferos, y siendo como era un gran admirador Huygens nº 138
de los gatos, se extrañó de que el pequeño felino no tuviera su hueco en el cielo. Seguramente ello obedecía a que los gatos fueron vistos, en tiempos, como criaturas diabólicas, para desgracia suya (y nuestra). Entonces, ¡pongamos un gato en el cielo!, se dijo. Cogió pues Lalande un mapa celeste y dibujó la forma de un gato, anclada entre las constelaciones de Hidra y Máquina Neumática (en el hemisferio sur). Era la época de finales del siglo XVIII, y aunque el talento de Lalande con el lápiz era pésimo (más que un gato dibujó un conejo), parecía que por fin nuestro gatito subía a los cielos eternos. Pero nada más lejos de la realidad. Sólo un contemporáneo suyo, Johann Bode, lo incluyó en su atlas de 1801. Para encontrar al siguiente astrónomo dispuesto a tal inserción hay que avanzar hasta 1878, cuando el italiano Angelo Secchi se encargó de que el felino doméstico no bajara a la tierra. Pero su bienintencionada tentativa cayó en saco roto; Secchi fue el último que siguió la idea de Lalande, aunque hubo quien quiso quitar una de las b constelaciones perrunas (el Can Menor), y cederle ese espacio al amigo bigotudo, pero… no hubo manera. Definitivamente, el cielo se quedó sin gato. Y puede que sea para siempre. Sin embargo, quien no se consuela es porque no quiere. Y los españoles estamos de enhorabuena (por así decir). Dado que, aunque no hay gatito, sí hay un lince. En efecto, en el hemisferio norte, serpenteando entre las constelaciones de la Osa Mayor y Auriga y Géminis, discurre una línea de estrellas (débiles, todas ellas) que dan vida (en nuestra imaginación) a la constelación de Lince, cuya figura aparece con las patas delanteras levantadas. El autor de esta feliz idea fue el astrónomo polaco Johannes Hevelius, hacia 1660. Nuestro lince (en la especie Lynx pardinus, o lince ibérico) tiene pues, su correspondiente alter ego en el firmamento. Si alguien echa de menos a un gato celeste, que se quede con el lince. No está mal el premio de consolación, ¿no? Puede sorprender (y, de hecho, sorprende) que haya un lince y no un gato; pero quizá sorprenda aún más que haya un lince y no un tigre, por
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ejemplo. Pero así son las cosas del cielo. Y quizá
vamos. Propuesta que, de haber cristalizado, nos
nos debamos alegrar. Porque ha habido muchos
hubiera llenado la bella esfera nocturna con
intentos, por parte de las autoridades cristianas, en
nomenclatura cristiana por todas partes.
bautizar (o rebautizar) nombres clásicos o árabes
Mejor, aunque nos privemos de un gatito
por los de su calaña. Arrimar el ascua a su sardina, ronroneante, dejar las cosas así, ¿verdad?. n
Vivir el Cielo
de Jesús S. Giner Un recorrido ameno y divulgativo por el Cosmos desde la Tierra hasta los otros universos Pídelo ahora al teléfono 603 544 763 o pásate por la sede de la Agrupación Astronómica de la Safor y llévate de regalo una fotografía de un objeto del Cosmos en alta calidad y papel fotográfico hasta agotar existencias Precio: 15 euros (3 euros más para envíos postales
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CÓMO SE OBTUVO ESTA IMAGEN Ximo Camarena
Nuestro compañero como buen y gran astrofotógrafo, nos quiere explicar paso a paso, cómo se consiguen esas estupendas fotografías, que mas de una vez han merecido premios. Ojalá que la sección de Astrofotografía, vuelva a estas hojas, renovada y con fuerza.
VENUS FOTOGRAFIADO EN PLENO DÍA. Venus, es el resultado de tres imágenes tomadas el 07-02-2020, una utilizando un filtro ultravioleta (UV), otra con un filtro infrarrojo (Ir) y la tercera en falso color obtenida a partir de la integración de las dos imágenes anteriores, utilizando la Ir como R y la UV como B. n
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El trasfondo del descubrimiento de Plutón. por Michele Ferrara revisado por Damian G. Allis NASA Solar System Ambassador
La historia de la astronomía está llena de episodios emocionantes, dignos de la imaginación de los mejores novelistas. Los eventos que llevaron al descubrimiento de Plutón son un ejemplo. Un joven agricultor de Kansas construye un telescopio con piezas de maquinaria agrícola y comienza a observar el cielo. Un astrónomo se da cuenta de su potencial y lo invita a trabajar en un observatorio de Arizona. Solo un año después, el joven astrónomo aficionado descubre el noveno planeta del Sistema Solar.
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El 90 aniversario del descubrimiento de Plutón nos da la oportunidad de revisar brevemente los eventos que llevaron a la identificación aleatoria de ese planeta. Centraremos nuestra atención en los meses decisivos que vieron a Clyde Tombaugh completar esa hazaña, que en realidad comenzó un siglo y medio antes. La cadena de eventos que llevaron al descubrimiento de Plutón comenzó, de hecho, el 13 de marzo de 1781, cuando el gran observador del cielo Frederick William Herschel notó lo que le pareció un nuevo cometa, pero en los siguientes meses se descubrió que era el séptimo planeta del Sistema Solar, Urano.
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Es comprensible que,
El descubridor de Urano, William Herschel, junto con su hermana Carolina, que desempeñaron un papel importante en los resultados logrados por su hermano. Abajo a la izquierda, John Couch Adams, y a la derecha, Urbain Jean Joseph Le Verrier. Estos dos matemáticos brillantes pudieron indicar la posición de Neptuno en el cielo, permitiendo su descubrimiento.
en años posteriores, los astrónomos midieran con precisión el movimiento lento de Urano y se dieran cuenta de que había algo extraño, porque las posiciones matemáticamente predichas no coincidían con las reales. La órbita del planeta estaba perturbada mucho más allá de los efectos gravitacionales atribuibles a Júpiter y Saturno. Las leyes de Leibniz-Newton no admitían desacuerdos de ese tipo, y era impensable que Urano también estuviera ligeramente desviado con respecto a las posiciones pronosticadas a través de los
Newton no eran universalmente efectivas como se
cálculos ya muy precisos de esa época.
creía, o había otro planeta más allá de la órbita de Urano, lo suficientemente masivo como para influir
En la década de 1830, la discrepancia llegó a ser
gravitacionalmente en el movimiento de Urano.
más de cuatro veces el diámetro del planeta y los astrónomos ya no pudieron evitar buscar la causa de
En teoría, la órbita del planeta desconocido podría
esa vergonzosa situación. Las hipótesis dominantes
calcularse con relativa precisión exactamente sobre la
iban en dos direcciones: o las leyes de Leibniz-
base de las discrepancias observadas. Algunos de los
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A la derecha, el
mejores
exper tos
astrónomo Royal
en
mecánica
celeste
George Biddell
aceptaron el desafío y se
Airy, que perdió
sumergieron en cálculos
la oportunidad
muy complejos que, como
de descubrir a
resultado, deberían haber
Neptuno debido
proporcionado la posición
a su arrogancia,
en el cielo del hipotético
dañando a Adams.
octavo planeta. En la década
A continuación,
de 1840, estaba a punto
Johann Gottfried
de escribirse uno de los
Galle, el
capítulos más interesantes
descubridor oficial de la astronomía, con el de Neptuno. En realidad, solo
logro del mayor éxito de la mecánica celeste.
tenía el mérito de apuntar un telescopio hacia el
Entre 1843 y 1845, un joven matemático inglés,
punto indicado por John Couch Adams, había Le Verrier.
desarrollado solución logrando
al
la
posible
problema,
calcular
las
coordenadas celestes que el planeta desconocido habría tenido el 30 de septiembre de 1845. Adams informó al Astrónomo Real y director del Observatorio de Greenwich George Biddell Airy de esta posibilidad, al que pidió sin éxito realizar una verificación telescópica. En octubre de 1845 y también en los meses siguientes, una serie de
circunstancias
desafortunadas, dignas
de
una
trama de suspense, implicaron que las predicciones Adams
de
siguieran
pendientes,
hasta
entonces el propio Airy las obstaculizó abiertamente.
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otra
Jean Joseph Le Verrier, también se había puesto a trabajar para encontrar la ubicación del planeta desconocido. Sus cálculos arrojaron resultados muy similares a los de Adams, y cuando, en junio de 1846, Airy se dio cuenta de ellos, no le importó informar a Le Verrier del trabajo anterior de Adams. Increíblemente, a fines de ese mismo mes, Le Verrier estaba dispuesto a proporcionar las coordenadas celestes que conducirían al descubrimiento del hipotético planeta, pero Airy las rechazó, justificándose por el hecho de que se iría de viaje al continente. Ese viaje comenzó el 10 de agosto, por lo que el Astrónomo Real habría tenido tiempo de sobra para apuntar un telescopio a las coordenadas indicadas por Le Verrier. Este
Mientras tanto, en Francia,
personalidad en la mecánica celeste, Urbain
gran
último no recibió más atención ni siquiera en su tierra natal, por lo que decidió recurrir a un joven astrónomo en el Observatorio de
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Fraunhofer
de
9
Fotografías de
pulgadas y apuntó el la construcción instrumento hacia el de la primera área del cielo donde se instalación del suponía que el planeta Observatorio debía estar. Después Flagstaff, de algunas dificultades encargada por iniciales
con
atlas
referencia, Lowell en 1894.
de
los Percival Lawrence
los dos astrónomos vieron
una
estrella.
Las observaciones a mayores
aumentos
mostraron
que
esa
Berlín, a quien había conocido anteriormente, Johann Gottfried Galle. El 23 de septiembre de 1846, inmediatamente después de recibir la solicitud de Le Verrier, Galle, junto con Heinrich Louis d’Arrest, abrió la cúpula del refractor
estrella no era puntiaguda: se había descubierto el octavo planeta del Sistema Solar. En
las
décadas
posteriores
al
descubrimiento
de
Neptuno, los astrónomos se dieron cuenta de que las perturbaciones de la órbita de Urano no podían justificarse por completo por la presencia del octavo planeta y, por lo tanto, comenzaron a sospechar Huygens nº 138
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Lowell en
que también había un
el ocular del
noveno planeta, incluso
refractor Clark
más lejos que Neptuno. En
de 24 pulgadas,
la
primera
construido en
década del siglo XX,
1896 y ubicado
un
en la gran cúpula
estadounidense,
de Mars Hill. A
Percival
continuación, el
Lowell
rico
astrónomo Lawrence (ya
famoso
mismo instrumento por sus cuestionables que aparece hoy.
observaciones
de
Marte), decidió emular a Adams y Le Verrier, tratando de calcular la posición de lo que llamó “Planeta X”. Asistido por círculo
un pequeño de
colaboradores
válidos,
incluidos
Carl Otto Lampland y los hermanos Earl Charles Slipher y Vesto Melvin Slipher, Lowell comenzó
a
buscar
el planeta en el cielo desde su observatorio privado
en
Flagstaff,
Arizona. Si el Planeta X hubiera existido, habría sido más probable que lo encontrara a lo largo del
llamado
“plano
invariable de Laplace”, una banda de cielo a 0.5 ° del plano orbital de Júpiter. Earl Slipher fotografió asiduamente esa
banda
con
un
refractor de 5 pulgadas, pero en las 440 placas expuestas
durante
aproximadamente 3 horas cada una no había ningún objeto Huygens nº 138
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sospechoso. El único resultado de ese primer intento fue el supuesto descubrimiento de dos cometas, que resultaron ser
inexistentes,
agregando descrédito a la figura de Lowell y su observatorio. Después de un revés, la búsqueda del Planeta X
se
reanudó
con
mayor vigor cuando el
observatorio
fue
equipado con un nuevo telescopio
reflector
de 42 pulgadas, que aceleró enormemente la adquisición de imágenes (siete minutos en lugar de tres horas), pero por otro lado, en comparación con el refractor de 5 pulgadas, el área cubierta del cielo era diez veces más pequeña. Teniendo en cuenta que cualquier posible posición del Planeta X proporcionada por Lowell era aproximada, para poder descubrir algo era necesario exponer muchos cientos de placas,
en
grandes
de
las
regiones
constelaciones
Clyde Tombaugh (segundo
zodiacales. Comparar las desde la izquierda) en el posiciones de las estrellas momento de la cosecha en la contenidas en ellas, para granja familiar Tombaugh en encontrar
movimientos Kansas. De izquierda a derecha:
sospechosos, habría sido Charles, Clyde, Adella, Roy, una tarea muy difícil sin Anita, Robert, Esther, Patsy. la invención (en 1904) de Además, el joven astrónomo un nuevo instrumento de aficionado junto al telescopio laboratorio, el comparador de 9 pulgadas que construyó en de parpadeo, una especie 1928, a la edad de 22 años. de
microscopio
que
permitía observar en forma rápida y sucesión continua dos placas fotográficas, resaltando en forma de parpadeo cada objeto de aspecto estelar que se había movido en el intervalo entre las exposiciones. Lowell compró el parpadeo de Zeiss en 1911, y el equipo del observatorio lo usó con placas tomadas por el 42 pulgadas hasta el año siguiente, sin descubrir nada particularmente interesante. Queriendo probar nuevas soluciones, en 1912, Lowell tomó prestado un astrograma de 9 pulgadas del Observatorio Sproul (Swarthmore, Pennsylvania), con la esperanza de que el gran campo de ese instrumento pudiera establecer un punto de inflexión en la búsqueda del planeta esquivo. Esta tercera Huygens nº 138
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Clyde Tombaugh cerca del ocular del refractor de 13 pulgadas utilizado para descubrir Plutón.
campaña de investigación terminó el 12 de noviembre de 1916, con la muerte de Lowell, quien por lo tanto no vio coronado su sueño. En realidad, el Planeta X estaba presente cerca del borde de dos placas expuestas el 19 de marzo y el 7 de abril de 1915, pero ninguno lo notó. Sin el estímulo de Lowell y con la Primera Guerra Mundial a sus puertas, el Observatorio Flagstaff experimentó un largo período oscuro. La caza del Planeta X se reanudó en 1928, por iniciativa de un sobrino de Lowell, el político y empresario Roger Lowell Putnam, con la ayuda de Lampland y los hermanos Slipher. Gracias a los nuevos fondos, el observatorio e equipó con un astrógrafo de 13 pulgadas, y el equipo de investigación se amplió con la contratación de un joven astrónomo aficionado de Kansas, Clyde Tombaugh, cuya tarea principal habría sido examinar las placas con el parpadeo. En la primavera de 1929, el emprendedor astrónomo aficionado (se convertiría en astrónomo siete años después) comenzó su actividad. Según
los cálculos de Lowell, en ese momento, el Planeta X se habría escondido en la región del cielo alrededor de Delta Geminorum. Antes de que terminara esa temporada, varios cientos de placas ya habían sido expuestas, y en dos de ellas, centradas precisamente en esa estrella, el planeta estaba allí. Quizás debido a una comparación apresurada
Una placa expuesta en diciembre de 1925 en la que también aparece Plutón. El planeta fue fotografiado en varias ocasiones desde 1909, pero se identificó por primera vez solo en febrero de 1930
parpadeo,
en o
más
probablemente porque sucedió en el momento en que el planeta estaba casi estacionario,
nadie
notó su presencia. El nuevo astrógrafo era tan poderoso (y probablemente
Huygens nº 138
el
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fotográfica
y
la
Clyde Tombaugh otra. La predicción en el trabajo con de Lowell ahora se el comparador de había desvanecido parpadeo que resaltaba el movimiento de en el fondo, Plutón en el cielo. A también debido a continuación, el mismo fallas anteriores, instrumento que se muestra hoy como y Tombaugh una reliquia en el prácticamente había Observatorio Flagstaff. comenzado
su
propio programa de investigación. Entre septiembre y octubre de 1929, el tenaz astrónomo placas tan sensibles) que comenzó a surgir un problema: cada imagen contenía miles de estrellas, y en cada placa aparecían docenas de objetos parpadeando en el instrumento. La mayoría eran asteroides conocidos, pero también había asteroides desconocidos, meteoritos estacionarios, defectos del soporte sensible y otros ruidos. Sin saber
a f i c i o n a d o fotografió campos estelares en Acuario, Piscis y Aries, mientras que en noviembre y diciembre se concentró en la constelación de Tauro. En enero de 1930, Tombaugh comenzó a volver a fotografiar la constelación de Géminis, ya fotografiada ocho meses antes. Ahora, sin embargo,
cómo pudo haber aparecido el Planeta X, está claro que si tuviera una apariencia estelar habría sido casi imposible hacer las verificaciones necesarias en todos esos objetos no fijos. Frustrado por esta situación y nostálgico por la lejanía de su tierra, Tombaugh se desanimó, hasta el punto de que Lampland le concedió unas largas vacaciones para pasar con su familia. El miedo a no verlo nunca regresar a Flagstaff era fuerte. En cambio, en el otoño de 1929, Tombaugh regresó al observatorio para reiniciar, más motivado que nunca, la búsqueda del Planeta X. Para acelerar su trabajo, había pensado fotografiar las regiones del cielo en oposición, donde era más fácil para él estimar la distancia de un cuerpo en movimiento,
comenzando
por
la
longitud del camino entre una exposición Huygens nº 138
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Las imágenes originales de Clyde Tombaugh identificaban a Plutón en 1930. El pequeño punto débil se mueve muy ligeramente en relación con las estrellas de fondo, pero lo suficiente como para que podamos reconstruir con éxito su órbita. Junto con el anuncio del descubrimiento de Plutón por el periódico THE WORLD el 14 de marzo de 1930: “Años de búsqueda agregan un nuevo planeta al Sistema Solar”, “Los astrónomos anuncian el descubrimiento del cuerpo a cuatro mil millones de millas del sol”.
estaba en oposición, y en algún lugar
fueron frenéticos. Conscientes de las
también debería haber existido el Planeta
pobres cifras anteriores realizadas por el
X anhelado por Lowell. Por lo tanto, era
observatorio, Lampland, los hermanos
inevitable volver a fotografiar toda la
Slipher y el propio Tombaugh decidieron
región.
que antes de anunciar el descubrimiento
Después del último cuarto de luna, los
era esencial producir otras imágenes y
días 23 y 29 de enero, Tombaugh tomó
observaciones. El 19 de febrero se estableció
dos placas alrededor de Delta Geminorum,
que Tombaugh habría seguido exponiendo
que puso en el comparador de parpadeo
placas alrededor de Delta Geminorum con
solo a mediados de febrero. En esas placas,
el astrograma de 13 pulgadas, mientras que
un objeto de aspecto estelar se había
Lampland habría utilizado el reflector de 42
movido a una velocidad compatible con la
pulgadas para tomar imágenes de mayor
de un posible planeta transneptuniano. El
aumento centradas en el planeta, para
planeta X finalmente había sido capturado.
realizar mediciones de posición precisas.
Los días que siguieron al descubrimiento
Por supuesto, la intención era calcular una órbita temporal. Para contribuir a esta compleja operación,
Tombaugh
revisó rápidamente las placas tomadas durante el último año y en las que el planeta podría haber estado presente. Ese día, Lampland no pudo calcular una órbita satisfactoria, pero previó la
ubicación
exacta
donde se encontraría el planeta en la noche del Huygens nº 138
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19 al 20 de febrero. A las 11 pm el 19, desafiando las
malas
condiciones
atmosféricas, Tombaugh comenzó a exponer una nueva placa. Después de revelarla y ponerla en el comparador, vio el planeta exactamente en la posición esperada.
Lampland
sugirió hacer una copia de contacto en la película del campo estelar centrado en el planeta, para tener un mapa manejable para una comparación visual directa. En la tarde del 20, las condiciones climáticas eran favorables y, por lo tanto, Lampland y Tombaugh, junto con Vasto Slipher, apuntaron el refractor de 24 pulgadas, símbolo del observatorio, hacia el nuevo planeta. Fueron los primeros ojos en observar conscientemente el Planeta X. La emoción inicial comprensible pronto se convirtió en decepción cuando el equipo se dio cuenta de que ni siquiera con los aumentos más altos de ese poderoso refractor era posible distinguir una pista de un disco planetario. La apariencia seguía siendo estelar y esto significaba que el planeta no era débil debido a un albedo muy bajo, como se suponía
inicialmente, sino porque era muy pequeño. En consecuencia, su masa no fue suficiente
Clyde Tombaugh
para explicar las perturbaciones residuales en la década de observadas en el movimiento de Urano. 1950, cuando Por lo tanto, el planeta recién descubierto trabajaba en no podría ser el pronosticado por Lowell, y el White Sands
haberlo encontrado justo en la región del Missile Range, en cielo indicada por Lowell podría haber sido Nuevo México. una coincidencia increíble.
A la izquierda,
En los días posteriores a la primera la demostración observación directa, se tomaron otras de cómo nuestra
placas, se mejoró el cálculo de la órbita y visión de Plutón el equipo decidió cómo y cuándo anunciar ha cambiado desde el descubrimiento hasta hoy.
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En estas dos fotos, el afecto de un anciano Clyde Tombaugh por la astronomía sigue vivo. Murió el 17 de enero de 1997, y parte de sus cenizas viajarán más allá del Sistema Solar a bordo de la sonda New Horizons.
el descubrimiento. Se eligió la fecha del 13 de marzo porque coincidía con el 149 aniversario del descubrimiento de Urano (que en cierto sentido había marcado los eventos posteriores) y con el 75 aniversario del
nacimiento
de
Lowell. El 13 de marzo de 1930, Tombaugh y Vasto Slipher
enviaron
un
telegrama al ya famoso Harlow Shapley, director del Observatorio del Harvard College, en el que, además de anunciar el descubrimiento, se proporcionó toda la información relevante. Desde ese día y durante otros 76 años, nuestro Sistema Solar había tenido nueve planetas. El primer día de mayo de 1930, el equipo del Observatorio Flagstaff eligió el nombre que se asignaría al nuevo planeta entre más de mil propuestas recibidas. La elección recayó en Plutón, el dios del inframundo, propuesto por una colegiala muy joven en Oxford.
La historia de Plutón después de 1930 es un poco más conocida que la anterior. Durante casi medio siglo después de su descubrimiento, Plutón ha permanecido como un perfecto desconocido: a excepción de la órbita extrañamente inclinada, su resonancia 2:3 con la de Neptuno, y el hecho de ser pequeño y frío, no se sabía nada más. Diámetro, masa y albedo solo eran imaginables. En 1978, sin embargo, hubo un punto de inflexión, con el descubrimiento del satélite más grande de Plutón, Charon, que permitió calcular la masa y otras propiedades físicas importantes con mayor precisión. El resto es historia reciente. En 2006, después de largas y acaloradas discusiones, la Unión Astronómica Internacional rebajó a Plutón al rango de planeta enano. En 2015, la misión New Horizons de la NASA revolucionó nuestra visión de Plutón y su sistema satelital. El lector interesado en los resultados de esta misión puede encontrar útil leer nuestros artículos “Asombroso Plutón” y “La nueva cara del sistema de Plutón”. n
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PRESENTACIÓN CUADERNO DE CAMPO DEL ASTRÓNOMO AMATEUR MESSIER Y OTROS OBJETOS ESENCIALES MIGUEL DIAZ MONTORO 6 DE MARZO DEL 2020 20:30 H. SEDE DE LA AGRUPACIÓN ASTRONÓMICA DE LA SAFOR C/. PELLERS 12 – BAJO (GANDIA)
- YA DISPONIBLE EN:
WWW.OBRAPROPIA.COM - 10€ EN LA PRESENTACIÓN Y SOCIOS HASTA AGOTAR EJEMPLARES - 12€ ONLINE -PROXIMAMENTE EN AMAZON Desde nuestros orígenes como especie siempre hemos observado el firmamento. Al principio con miedo, superstición y más tarde las culturas clásicas
desde la admiración. Fruto de esta pasión comenzaron a documentar todo aquello que contemplaban, fueron surgiendo astrónomos cada cual con su catálogo de hallazgos. Gracias a ellos hoy podemos localizar en nuestros cielos todos aquellos descubrimientos. Este manual surge como legado de esa fascinación por descubrir lo invisible, revivir el momento mágico en el que alguien apuntando con su telescopio pudo contemplar por primera vez alguno de estos objetos astronómicos que recoge este “ catálogo de catálogos”. Sentir la adrenalina y el deseo de ir a por el siguiente. CUADERNO DE CAMPO DEL ASTRÓNOMO AMATEUR es una recopilación de objetos de baja magnitud para aficionados de nivel inicial y medio, da especial relevancia al catálogo messier por ser el preferido del autor y contiene imágenes notablemente cercanas a las expectativas reales, a excepción de las nebulosas por su complejidad visual. Noches claras, motivación, entrenamiento visual y sobre todo mucha práctica es lo único que se necesita para disfrutar de la aventura de la astronomía.
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Actividades 2020 Fecha
Hora
Actividad
Lugar
10-ene
20:00
Eclipse Lunar
Sede
17-ene
20:00
Observación
Marxuquera
24-ene
20:00
Observación
Marxuquera
31-ene
20:00
Observación
Marxuquera
07-feb
19:30
Convocatoria asamblea general con elección de nueva directiva
Sede
14-feb
20:00
Observación
marxuquera
21-feb
20:00
Observación
marxuquera
28-feb
20:00
Asamblea general ordinaria
Sede
06-mar
20:30
Presentación del libro "Cuaderno de campo del astrónomo aficionado" de Miguel Díaz
Sede
13-mar
21:00
Observación
marxuquera
20-mar
20:00
sin actividad
21-mar
10:00
Jornada Astronómica y Marathon Messier
Aras de los olmos
22-mar
11:00
Jornada Astronómica
Aras de los olmos
27-mar
20:00
Observación
Marxuquera
Notas importantes:
1. Es posible que se incluyan actos especiales, con colegios, público en general, o conferencias durante este año. Se anunciarán oportunamente, y se comunicarán por medio de la lista de correos. 2. Pueden haber cambios importantes. Confirmar siempre con la página web. 3. También se podrán comunicar novedades de última hora a través del grupo ASTROSAFOR de Guasaps.
El 11 de noviembre Mercurio cruzará por delante del Sol. En la noticia adjunta de la FAAE se dice que: “Mercurio es un planeta de órbita interna y por este motivo se produce el evento, pero por cuestiones de mecánica orbital, no todos los años es posible su observación.” ¿Sabrías decirme por qué no vemos un tránsito todos los años o incluso varias veces al año? El período orbital de Mercurio sólo dura 88 días de manera que, al ser Mercurio un planeta interior, el paso de Mercurio por delante del Sol se debería ver desde la Terra unas cuantas veces cada año. Sin embargo sólo lo podemos observar unas 13 veces por siglo. Este hecho es debido a la gran inclinación orbital del planeta, unos 7º, que produce que Mercurio, cuando se alinea con la Tierra y el Sol, pase normalmente por encima o por debajo del disco solar. Sólo en el caso que Mercurio y la Tierra se encuentren cerca o sobre la línea de corte de los dos planos, la eclíptica y el de la órbita mercurial, podremos observar un tránsito. Y eso ocurre muy raramente, cada 3,5 o 13 años Huygens nº 138
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15 -enero - 2020 22:00 h. local
15 - febrero - 2020 22:00 Hora local
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ENERO Enero 02. El Cúmulo abierto M41 (La pequeña colmena) en el Can Mayor estará bien ubicado para su observación la mayor parte de la noche, hacia la parte sureste de la esfera celeste. Enero 04. Lluvia de meteoros Cuadrántidas. Actividad entre el 12 de diciembre y el 12 de enero, con un máximo el 4 de enero. La tasa máxima observable será de 120 meteoros por hora. El radiante se encuentra en dirección de la constelación del Boyero, con coordenadas AR=15h20m, DEC=48º00´. Será visible unas horas antes del amanecer del 4 de enero. Enero 9. El cúmulo abierto M50 (Cúmulo Forma de Corazón o de la Bobina) en la constelación del Unicornio estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia el este de la Esfera Celeste. Enero 10, de 18:08 a 22:12. Eclipse Lunar Penumbral. Enero 11, 01:52. Máximo acercamiento de la Luna y el cúmulo abierto M44 (El Pesebre); la Luna pasará a 1°17› al norte de M44, en dirección de la constelación de Cáncer. Enero 15, 21:22. Asteroide 511 Davida en oposición. Davida pasará a 1,632 U.A. de nosotros, en dirección de la constelación de Géminis, alcanzando un brillo máximo de magnitud 9,5. Configuración visible la mayor parte de la noche, hacia la parte noreste de la esfera celeste. Enero 21, 22:36. El Asteroide 5 Astraea estará bien ubicado para observación. 5 Astraea pasará a 1,111 U.A. de nosotros, en dirección de la constelación de Cáncer, alcanzando un brillo máximo de magnitud 8,9. Configuración visible la mayor parte de la noche, hacia la parte este de la esfera celeste. Enero 26. El cúmulo abierto M47 (NGC 2422) en la constelación de Puppis estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte sureste de la esfera celeste. Enero 31. El cúmulo abierto M44 (El Pesebre) en la constelación de Cáncer estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte este de la Esfera Celeste.
FEBRERO Febrero 01. El cúmulo abierto T CMa (Cúmulo Joyas del Pirata) en la constelación del Can Mayor, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia el sureste de la Esfera Celeste.
Febrero 08, 00:43. La Luna y el cúmulo abierto M44 (El Pesebre) pasarán 1º 17´ uno del otro, hacia la constelación de Cáncer, justo antes del amanecer, hacia la parte noroeste de la Esfera Celeste. Febrero 11. El cúmulo abierto M44 (El Pesebre) en la constelación de Cáncer, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia el este de la Esfera Celeste. Febrero 17. El cúmulo abierto M47 en la constelación de Puppis, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia el sureste de la Esfera Celeste.
Febrero 18, 14:18. Conjunción de Luna y Marte, con la Luna a 0° 45´ al norte de Marte, en dirección de la constelación de Sagitario. El par solo será visible al amanecer.
Febrero 19, 20:37. Conjunción de Luna y Júpiter, con la Luna a 0° 55´ al sur de Júpiter, en dirección de la constelación de Sagitario.
Febrero 20, 14:40. Conjunción de Luna y Saturno, con la Luna a 1° 44´ al sur de Saturno, en dirección de Huygens nº 138
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la constelación de Sagitario.
Febrero 21. M81 (Galaxia de Bode) en la constelación de la Osa Mayor estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia el noreste de la Esfera Celeste.
Febrero 25, 02:39. Mercurio en conjunción solar inferior. Mercurio pasará de ser un objeto vespertino a ser matutino. En ese momento, Mercurio estará en perigeo a 0,64 U.A. de la Tierra. Febrero 27. El cúmulo abierto NGC 2264 (Árbol de Navidad) en la constelación del Unicornio estará bien ubicado para observación la primera parte de la noche, hacia el cenit local.
Febrero 27, 12:53. Conjunción de Luna y Venus, con la Luna a 6° 15´ al sur de Venus, en dirección de la constelación de Piscis. Febrero 28, 23:49. Máximo acercamiento de Marte y el cúmulo abierto M22 (Cúmulo Campeón); Pasarán a tan solo 0°20› uno del otro, en dirección de la constelación de Sagitario.
MARZO Marzo 06, 23:07. Acercamiento de la Luna y el cúmulo abierto M44 (El Pesebre), con la Luna a 1º 23´ al norte de M 44, en la constelación de Cáncer. Marzo 08, 13:24. Neptuno en conjunción solar. Neptuno pasará a 1º del Sol; en ese momento, Neptuno estará en apogeo a una distancia de 30,92 U.A. de la Tierra. Marzo 09, 15:36. Conjunción de Venus y Urano, con Venus a 2° 24´ al norte de Urano, en dirección de la constelación de Aries.
Marzo 11, 20:13. La Luna en afelio. Distancia heliocéntrica 0,9957 U.A. y la Tierra estará a una distancia de 0,9936 U.A. del Sol.
Marzo 15, 10:34. Asteroide 27 Euterpe en oposición. El asteroide estará bien ubicado para la observación, hacia la constelación de Virgo; pasando a 1,232 U.A. de la Tierra y con una magnitud de 9,4. Configuración visible en la madrugada, hacia el noroeste de la Esfera Celeste.
TITAGUAS Serranía Alto Turia ha obtenido en 2017 la certificación de "Reserva Starlight" Otorgada por la Fundación Starlight y avalada por la UNESCO. Esta certificación acredita que no existe apenas contaminación lumínica, siendo un municipio respetuoso con el cielo oscuro para la Observación Astronómica. "apaga una luz y enciende una estrella ESCUELA DE CIENCIAS “COSMOFISICA” c/San Cristóbal, 46 - 46178 TITAGUAS - Valencia (Spain)
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Marzo 18, 09:19. Conjunción de Luna y Marte, con la Luna a 0° 44´ al sur de Marte, en dirección de la constelación de Sagitario. Marzo 18, 11:18. Conjunción de Luna y Júpiter, con la Luna a 1° 30´ al sur de Júpiter, en dirección de la constelación de Sagitario. Configuración visible en la madrugada, hacia el sureste de la Esfera Celeste. Marzo 18, 11:32. Acercamiento de la Luna, Júpiter y Marte, estarán pasando a menos de 1° 30’ uno del otro y Saturno a menos de 2° 05’ de ellos, en dirección de la constelación de Sagitario. Configuración visible en la madrugada, hacia el sureste de la Esfera Celeste.
Marzo 20, 05:34. Equinoccio de primavera. Marzo 20, 07:21. Conjunción de Júpiter y Marte, con Júpiter a 0° 42´ al norte de Marte, en dirección de la constelación de Sagitario.
Marzo 20, 11:33. Acercamiento de Júpiter y Marte, con Júpiter a 0° 42´ al norte de Marte, en dirección de
la constelación de Sagitario. Configuración visible en la madrugada, hacia el sureste de la Esfera Celeste.
Marzo 21, 18:49. Conjunción de la Luna y Mercurio, con la Luna a 3° 36´ al sur de Mercurio, en dirección de la constelación de Acuario.
Marzo 23, 16:02. Conjunción de Marte y Plutón, con Marte a 0° 01´ al sur de Plutón, en dirección de la constelación de Sagitario.
Marzo 28, 11:37. Conjunción de la Luna y Venus, con la Luna a 6° 48´ al sur de Venus, en dirección de la constelación de Aries.
Marzo 31, 12:56. Conjunción de Saturno y Marte, con Saturno 0° 55´ al norte de Marte, en dirección
de la constelación de Capricornio. Configuración visible en la madrugada, hacia el sureste de la Esfera Celeste. Todo el tiempo está indicado en hora local (UT+1) fuente: http://astro.inaoep.mx/efemerides_y_noticias.php
Servicios Mensajería URGENTE LOCAL PROVINCIAL REGIONAL NACIONAL INTERNACIONAL
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PRIMER PREMIO Título: Arquímedes, Aristilus y Autolicus Autor: Joaquín Camarena Romero Asociación: Agrupación Astronómica de La Safor