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IMPACTO INCENDIOS FORESTALES

La tristemente llamada temporada de incendios tuvo su llegada a inicios de febrero de este año, con una amplia afectación de zonas urbanas y rurales en el centro sur de nuestro país. De acuerdo a la Corporación Nacional Forestal (CONAF) se han quemado 449.800 mil hectáreas durante la temporada actual, que va desde el 1 de julio de 2022 al 30 de junio de 2023, representando un 361% más de áreas afectadas que en la temporada pasada.

Durante las últimas dos décadas, incendios extremadamente destructivos y difíciles de controlar han impactado la región centro-sur de Chile, lo que ha generado graves impactos sociales, económicos y ambientales. Distintos estudios indican que la actividad humana y los cambios en el uso del suelo afectan la magnitud de los incendios, con claras evidencias de ser exacerbados, además, por el cambio climático. La prolongada y extensa sequía de la última década, acompañada por intensas olas de calor, han contribuido al secamiento y/o mortalidad de la vegetación, alargamiento de la temporada de incendios, y una mayor incidencia de condiciones climáticas proclives a incendios extremos y destructivos. Desde 2010, los incendios de gran magnitud –denominados “eventos de incendios extremos” o “megaincendios”– han incrementado en frecuencia y área quemada, resultando en costos para extinguirlos, pérdida de infraestructura, daño medioambiental y pérdida de vidas humanas sin precedentes.

En el caso de los megaincendios del verano 2017, los costos de su extinción -sin incluir los costos económicos producto de pérdidas productivas y de provisión de servicios ecosistémicos- alcanzaron más de USD 350 millones, la mayor cifra que ha tenido el país para hacer frente a este tipo de desastres. Por otra parte, la cantidad emitida de dióxido de carbono (CO2 ) durante este megaincendio alcanzó aproximadamente 100 millones de toneladas de CO2 que equivalen a un 90% del total de emisiones nacionales de CO2 durante el año 2016.

Temporada 2023

CONAF informó que la intencionalidad de los incendios forestales actualmente llegó al 41% en las regiones del Biobío y La Araucanía, vale decir, 92 siniestros intencionales de un total de 224 que están siendo investigados. En ese registro, ambas regiones concentran el 42% y el 39% de incendios dolosos respectivamente. “Existe una concentración de incendios intencionales en territorios donde la principal cobertura vegetacional se relaciona a plantaciones forestales, particularmente entre las regiones de Ñuble a la Araucanía. Ello puede ser la razón, que al analizar la información que recopila CONAF a través de SIDCO (Sistema Digital para Control de Operaciones) en forma separada, las empresas forestales o algunas regiones tengan mayor proporción de incendios con estimación de causa intencional”, señaló CONAF.

Según consignó La Tercera, los datos de CONAF establecen que hasta hoy van 707 incendios investigados en el país; de los cuales 169 fueron causados con premeditación.

De las zonas más afectadas este verano, en la Región de Ñuble, de los 80 investigados, un 20% tuvo un origen intencional, mientras que O’Higgins presenta solo un 3,8% de dolo en sus causas.

En la Región Metropolitana, en tanto, se registra que ocho de 76 siniestros (10,5%) fue intencional; en Valparaíso, 14 de 59 (23,7%); en el Maule, 18 de 127 (14,1%), y en Los Lagos, un 50% de los 18 siniestros investigados. La misma cifra registra Atacama, aunque en su caso se consideran solo dos incendios indagados.

A pesar de todas estas cifras negativas, el organismo también dio a conocer una noticia positiva. En el informe elaborado por las gerencias de Áreas Silvestres Protegidas y de Protección contra Incendios Forestales de CONAF, destacan que de las 426.445 hectáreas afectadas del 1 de julio de 2022 al 10 de abril de este año, solo 4,9 hectáreas fueron en un área silvestre protegida, en el Parque Nacional Nonguén, Región del Biobío, lo que demuestra que el sistema de protección y activación de las alertas en estas unidades de alto valor ecológico funcionó bien.

El director ejecutivo de CONAF, Christian Little, explicó que “el trabajo en prevención y combate de los incendios forestales tiene como ejes resguardar y proteger a las personas y sus viviendas, las unidades del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) e infraestructura crítica. Cuando se activan las alertas amarillas y rojas, todos los recursos que se despliegan son para resguardar y disminuir el daño en estas prioridades”.

Entre las medidas que ayudaron a contener el daño en los parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales, estuvo el cierre de las unidades durante los días de mayor probabilidad de ocurrencia y propagación de incendios forestales (botón rojo), decisión que contó con la colaboración y la compresión de la comunidad, especialmente de las aledañas a estas unidades, como también el disponer de equipos de acción rápida ante la aparición de focos.

INCENDIOS FORESTALES EN CHILE Y LA NECESIDAD DE AVANZAR HACIA PAISAJES MÁS RESILIENTES

Distintas investigaciones han establecido potenciales efectos sinérgicos de actividades humanas sobre el régimen de fuego, incluyendo el cambio climático antropogénico, la creciente área de interfaz urbanorural (zonas donde convergen o mezclan viviendas y formaciones vegetacionales) y el incremento de plantaciones forestales de especies de alta inflamabilidad, entre otras. Cerca del 60% de los incendios se originan en áreas de interfaz urbano-rural, y en los últimos años estas zonas han aumentado debido al crecimiento poblacional, la expansión urbana y una mayor cobertura vegetacional cerca de estos sectores urbanizados. Además, cambios en la distribución, abundancia y tipo de material combustible en el paisaje – asociado, por ejemplo, a la revegetación arbustiva natural luego del abandono de tierras agrícolas o conversión de tierras a plantaciones de rápido crecimiento– incrementan el riesgo de incendios.

Consecuencias En La Industria

Eduardo Izquierdo, R&D Director de FPC Tissue, comenta que, sin dejar de considerar los terribles efectos humanos, sociales, económicos y ambientales que provocaron los incendios, éstos afortunadamente no afectaron a la industria del papel reciclado, entendiéndolo como papel café para hacer cartón y papel reciclado blanco para tissue.

Sin embargo, en donde sí afectaron, es en la industria de la celulosa virgen (blanqueada y no blanqueada) y, en consecuencia, a los papeles que usan esas celulosas como el papel tissue, papel para sacos, cartulina y otras especialidades. Pero señala que este aún no se ha materializado, ”gran parte del daño, no es evidente ni inmediato, ya que los incendios afectaron a más de 140.000 ha de bosques que se orientan a la producción de madera y celulosa. Eso equivale a todo lo que se cosecha en un año la industria de madera y celulosa, considerando que Chile tiene aprox 3,1 millones de hectáreas y una rotación de 20 años (CONAF 2021)”.

Eduardo Izquierdo, R&D Director FPC Tissue

Al respecto, Eduardo Izquierdo enfatiza que el reponer el bosque perdido requerirá de duplicar la capacidad de reforestación que se efectuaba en un año, pero advierte que ese esfuerzo es prácticamente imposible, primero por el tamaño que significa dicha tarea (no existen viveros ni plantadores suficientes), y segundo, el más importante, es porque no cree que existirá el ánimo en muchos de los dueños de predios forestales quemados pequeños y medianos propietarios) de volver a plantar. “¿Qué incentivo tienen ellos de realizar una actividad que vería réditos en 15 a 20 años, siempre que no se vuelvan a quemar? y, si es que quisieran hacerlo, (con qué recursos contarán para ello (limpiar y preparar terrenos, compra y plantar plantas, podar, etc), si su actual patrimonio se quemó”.

Por todo lo anterior, visualiza un escenario muy complejo para la industria de la celulosa y de muchos tipos de papel, “me atrevo a decir que otra temporada de incendios como esta, pondrá en jaque la continuidad de la industria como la conocemos, y me temo, aunque abrigo esperanzas, de que lo ya ocurrido la haya afectado irremediablemente.Las autoridades, únicas responsables del orden y seguridad, deberán sopesar esto y tomar las medidas para que no se vuelva a repetir este verdadero “carnaval de incendios” y ayudar a que la industria se recupere”.

HACIA UN MENOR IMPACTO EN EL MEDIO AMBIENTE

Respecto al proceso de reciclaje que incorpora FPC Papeles en su producción, Eduardo Izquierdo comenta que, el año 2009, cuando se transformó la planta que fabricaba papel periódico a papel reciclado, tenían una capacidad instalada de producción de 70.000 ton/año. A lo anterior y con la última transformación que realizarán en agosto de este año, llegarán a la capacidad máxima 130.000 ton/año.” Lo importante es que no sólo hemos aumentado la capacidad de producción, sino también la calidad del papel producido. Hemos desarrollado papeles de alta resistencia para la fabricación de cajas hortofrutícolas, los que permiten competir contra papeles semi-químicos importados”.

Agrega, “algo que nos tiene muy contentos es que las últimas inversiones en preparación pasta y formación de papel, nos permitirán producir en forma competitiva papeles de 90 gr/m2 , lo que nos deja rá como el único fabricante de papeles livianos en Chile para la industria del embalaje. Así, continuaremos contribuyendo a que el papel reciclado nacional ayude a mantener la competitividad de la industria nacional, no sólo del embalaje, sino también de los productos embalados como fruta, vino, salmón y alimentos procesados.

Vista panorámica de planta FPC Tissue, ubicada en la comuna de Coronel

Dado lo anterior, el profesional señala que, tanto FPC Papeles como las otras 3 plantas que producen papel a partir de cartón usado, contribuyen a que la tasa de reciclaje del cartón en Chile, sea la más alta de Sudamérica, “ de esta manera, evitamos que más de 350.000 ton al año de cartón usado lleguen a rellenos sanitarios; lo que, aparte de saturarlos, generaría más C02 y metano por su descomposición. Eso además del costo monetario y ambiental de tener que importar, desde otros países, todo ese papel para poder producir las cajas que necesita la industria nacional”, enfatizó.

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