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Año I - Número 4 Noviembre 2015

Ágora

Ateos Araucanía

Pensamiento Crítico en La Frontera

Squella plantea que Chile como Estado laico debe ser neutral frente a las religiones

Agustín Squella: “El Estado no está para apoyar creencias religiosas”

Pastor Soto, ¿Una excepción a la regla? Pág. 4 y 5

Una Mujer Atea, ¿Sin Culpa? Pág. 6 y 7

Éxtasis antirreligoso de un poeta apóstata Pág. 18 y 19


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Editorial

Nuestro cuarto número de Ágora está marcado por el álgido debate que ha generado el caso de Úrsula Eggers, una madre que fue discriminada al igual que su hijo de 7 años por eximirlo de las clases de religión de un colegio municipal de Providencia.

un ramo académico está mal. Algunos postulan que debería modificarse el contenido de la clase y pasar a un ramo “no confesional” y más “pluralista”. Otro sector de la sociedad pide eliminar el ramo de religión y aprovechar esas horas para clases de educación cívica, filosofía o ética.

Gracias a la asesoría del equipo jurídico de la Fundación Sociedad Atea, Úrsula logró que la Superintendencia de Educación multara al colegio por no entregar una alternativa académica al niño que es parte del 41% de alumnos eximidos de esta clase en esa comuna.

Lo importante es que el tema está en el tapete y el gobierno, a través de su Oficina de Asuntos Religiosos, y el fuerte lobby de las iglesias no la tendrán tan fácil esta vez. La ciudadanía está más empoderada y pide cambios.

Luego vino el interés mediático de su historia que fue reportaje en televisión, diarios y revistas y como consolidación del tema, el diputado liberal Vlado Mirósevic señaló que va a presentar un proyecto de ley para derogar el Decreto Supremo 924 que desde 1983 obliga a impartir clases de religión en colegios públicos. Existe consenso en la sociedad en que adoctrinar en una sola religión y pasar esta catequesis como

Para nuestro colectivo las clases de religión tal como están, no resisten más. Lo que no tenemos claro es que vendrá con los cambios que impulsa en Ministerio de Educación, si una clase de historia de las religiones que incluya información histórica sobre ateísmo o si simplemente se va a suprimir. Lo importante es que el debate está abierto y somos protagonistas de la discusión. Ramón Badillo Editor Revista Ágora

Índice 3 Ciclo de Cine Ateo 4 Pastor Soto, ¿Una excepción a la regla? 6 Una Mujer Atea, ¿Sin Culpa? 8 Fe: el común denominador del desastre 10 La espiritualidad como dimensión y mito fundante 12 Entrevista a Agustín Squella 16 No existe la filosofía cristiana 18 Libros: El éxtasis antirreligoso y atrabiliario de un poeta apóstata 20 Cine: Juicio a Dios 22 Religión en la Escuela, un debate abierto. 23 Ateos Araucanía

Revista Ágora Es una publicación de Ateos Araucanía, colectivo ciudadadano que promueve el librepensamiento y la visión del ateísmo. Editor Ramón Badillo. Colaboradores Cristián Lillo, Ramón Menanteau, Héctor Muñoz, Antonio Pavez, Maryorie Quiroz y Pedro Stein.


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Ciclo de Cine Ateo

Inherit the Wind (1960), La herencia del Viento, o también conocida como El juicio del Mono, fue la película con la que partió el Ciclo de Cine Ateo, organizado por Decíase Penísula Teatro y Ateos Araucanía. La primera fecha tuvo alta convocatoria y luego del film los espectadores participaron de un conversatorio sobre ateísmo y los temas que plantea esta película.

God on Trial (2008) o Juicio a Dios fue otra de las películas que fueron parte de este ciclo, la que comentó uno de nuestro directivos, Héctor Muñoz. Se aprovechó la oportunidad para lanzar el tercer número de nuestra Revista Ágora con los asistentes e invitarlos a participar con nuestro colectivo a través de las redes sociales.

El resto de los films que se pudieron ver en este ciclo fueron Decálogo de Krzysztof Kieslowski y Saló de Pier Paolo Pasolini, los que generaron debates acerca de los dogmas religiosos, la hegemonía política y la opresión, el lobby de las iglesias y la preocupación de los creyentes por instalar su moral y sus valores.


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Pastor Soto, ¿Una excepción a la regla?

La virulencia y teatralidad del Pastor Soto, lo ubica como una excepción, un paria y que el resto de sus “hermanos” son muy distintos, pero escarbando un poco vemos que aunque sus modos no son compartidos por el resto de la comunidad protestante, gran parte de ella está de acuerdo con el contenido de su mediática protesta. El Pastor Javier Soto, más conocido por su fanatismo, homofobia y permanentes faltas de respeto y odio nauseabundo a dirigentes ateos, LGBT y hasta políticos, se ha vuelto una figura de la cultura pop gracias a los medios de comunicación. Este personaje se masificó luego de aparecer en un video profetizando a las puertas del Congreso, un terremoto, maremoto y la muerte de miles de personas si los parlamentarios aprobaban el AVP (hoy ya legalizado

Acuerdo de Unión Civil). De ahí en adelante empezó a pulular en programas faranduleros de la pantalla chica, hablando de sus “sueños y revelaciones de dios” de un Apocalipsis criollo para el país. Lamentablemente salió trasquilado. Sus argumentos fueron destruidos uno por uno por los panelistas de los matinales. Voy a contar una experiencia que tiene más de 20 años, con los jóvenes de mi iglesia (cuando era evangélico) y que ocurrió

antes que yo llegara a la congregación. Durante una campaña proselitista, 2 jóvenes se volvieron evangélicos y empezaron a participar activamente en los cultos y reuniones juveniles. Al poco tiempo empezaron a correr rumores de que eran “homosexuales”. Por supuesto ellos lo desmintieron, pero quedaron las sospechas. Un día otro hermano de la iglesia los visitó (porque vivían juntos) y vio una foto de ambos de la mano y con corazones, lo que interpretó


Ágora como una conducta gay. Él les pregunto si eran homosexuales y ellos reconocieron que lo eran y empezar a mostrarse afectuosos entre ellos. El hermano que los visitó quedó helado y salió corriendo. Cuando se enteró el pastor quedó pálido y en la iglesia quedó la escoba. Como los estimaba mucho, por su compromiso cristiano, los mando a llamar para conversar. Ellos dijeron que todo era verdad, tenían una relación de hace tiempo y no iban a dejar de ser gays. El pastor los expulso y se fueron de la iglesia. El pastor pasó por una profunda depresión. Esta historia ocurrió en

5 1989. Imagínense lo terrible de ser gay en esos años todavía en dictadura. Hoy, año 2015, las iglesias evangélicas en Chile y Latinoamérica lanzan sus últimos cartuchos y su discurso de odio a los LGBT, pero la sociedad ha cambiado, se ha secularizado a pasos agigantados y sátrapas como el Pastor Soto están perdiendo la batalla, por más que levanten profecías Apocalípticas. No lograrán sus objetivos: Satanizar y humillar a las minorías sexuales. En conclusión, este líder evangélico, hace es lo mismo que la mayoría de los pentecostales. Repetir como papagayos que la homosexualidad es pecado

porque “dios lo dice” y punto. El típico argumento circular sin pruebas empíricas sobre sus postulados. Hace más de 40 años que la Academia de Ciencias de Estados Unidos dejo de catalogar a la homosexualidad como una enfermedad mental, porque lo comprobaron científicamente. En tanto, estos señores hablan de terremotos y maremotos y tratan fallidamente de vincularlos a un viejito invisible y malhumorado que en el cielo castiga a los chilenos por legalizar las uniones de parejas del mismo sexo. Por Cristián Lillo Integrante de Araucanía

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Una Mujer Atea, ¿Sin Culpa?

Vivir en una sociedad machista es difícil. Vivir en una sociedad machista y con tradición cristiana es muy difícil. Vivir en una sociedad machista, con tradición cristiana y ser mujer atea puede llegar a ser un infierno.

Soy la hija menor de una

familia de 6 integrantes. No tuve hermanas y la diferencia de edad con mis hermanos va desde los 5 hasta los 14 años. Fui criada casi como hija única. Mi familia es de clase media. Madre y padre sin mucha preparación académica pero muy trabajadores y con la idea fija: que fuéramos “más” que ellos. Que no pasáramos las “pellejerías”

que habían vivido. ¿La solución? Nos brindaron la mejor Educación que consiguieron. Un colegio católico particular subvencionado. Fui educada en colegio de monjas. Rodeada sólo de mujeres. Toda mi enseñanza eran rezos en la mañana, dictadura en el país que nos hacía cantar el himno nacional cada lunes, clases de religión y,

como si todo esto no fuera lo suficiente, clases de técnico manual en las que aprendí a cocinar y hacer el ajuar a la guagua. Tenía dos opciones. Uno, comprender bien mi rol de mujer en esta sociedad o dos rebelarme. No fue fácil, la culpa que te inculcan en cada uno de los pasos que das se te mete hasta los huesos y la rebelión es difícil.


Ágora Fue una lucha constante, en ocasiones muy férrea, entre la “buena” que quería vivir en paz, sin llevar la contraria, teniendo una vida más fácil ya que no había conflicto al seguir al rebaño y la “mala” que constantemente cuestionaba lo establecido, el deber ser, lo normal y lógico del mundo que la rodeaba. Fue una pelea difícil en la que la culpa ganó varias batallas. Soy libre me decía, pero más íntimo se cuestionaba ¿eres libre y sigues participando en la iglesia?, ¿eres libre y aún no puedes opinar en la mesa?, ¿eres libre y estás trabajando en algo que no te hace feliz? El tiempo pasa tan rápido que ya estaba cerca de los 20 y seguía luchando contra esa mujer de las monjas que se quería imponer en mi vida. Una oveja dentro de un corral. De pronto, la vida como la conocía se desmoronó. Después de 34 años juntos mis padres se separaron, quedé embarazada y la guagua murió. Tuve que dejar mis estudios porque el dinero se acabó. Todos los cimientos que me

7 apuntalaban eras tan sólo un lindo recuerdo. Si quería ser dueña de mi vida y, como cualquier otra persona en su sano juicio, ser feliz, algo debía cambiar. Comencé a dejar atrás todo aquello que no me gustaba: no más religiones, no más autocensura, pero lo que realmente me libero fue cuando dije: no más culpa. Le dije a todo el quisiera escucharme cada tema que me desagradaba de esta sociedad y de mi vida. La desigualdad de un mundo machista en el que ser mujer se puede transformar en una tortura; el daño que le hacen las religiones a las personas burlándose de sus anhelos más profundos, la importancia de hacerse escuchar. Estaba en eso, cuando pasados los 30 mi vida volvió a cambiar. Fui mamá. Fue el último empujón que necesitaba para tomar mi bandera y sacar de mi vida la culpa. Soy madre de una niña a la que, dentro de todas mis posibilidades, la ayudo a no pasar por todo lo que yo pasé. Jamás será censurada, ni adiestrada, ni ninguneada, ni

cristiana. Mi hija será una librepensadora sin culpa. Es una tarea titánica ya que, hasta el día de hoy, es nuestra labor ser “perfectas” en todo lo que hacemos. Lo exige la sociedad en que vivimos, porque está enferma de machismo y religión. Si no lo logramos nos come la culpa por no poder ser parte de este juego. ¿Vale la pena ser atea? Sin dudar un segundo les digo que sí. Salirse de la religión, asumirse como mujer atea y formar una mujer librepensadora debería ser un regalo para toda madre. Llega un punto en que no se trata de lidiar contra lo establecido y se comienza a vivir en paz, con alegría de ser quién y cómo eres, y lo traspasas a quienes amas, dejando una semilla que puedes ver germinar frente a tus ojos y te hace reafirmar día a día que valió la pena dar la lucha contra lo establecido y grabado a fuego en tu cabeza porque fue ese proceso el que hoy te permite decir: Soy Atea y no siento culpa por serlo. Por Maryorie Quiroz. Activista Atea de Santiago.


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Porque por algún motivo nadie logra ponerse de acuerdo en las trilladísimas discusiones acerca de la causa de los atentados terroristas. Unos dicen que es la religión, pero después otros dicen que eso es una generalización injusta y apuntan a la política; luego otros responden que eso es algo demasiado amplio y apuntan al exceso de poder, y ahí los primeros muestran líderes justos, terminando todo convertido en un debate interminable. Sin embargo sí hay un elemento que se repite en todo tipo de atentado terrorista reciente, desde Charlie Hebdo hasta el intento de atentado ayer en Alemania con un camión de explosivos disfrazado de ambulancia. Y no, no es el Islam, porque existen muchos seguidores del Islam que no obedecen al Corán y no atacan a nadie. Hay un elemento en particular que hace posible que personas decidan voluntariamente acceder a amarrarse un puñado de explosivos y reventarse para matar a otros, y ese elemento es el que solemos llamar «fe».

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Fe: el común denominador del de

Hay un elemento en particular que hace posible q amarrarse un puñado de explosivos y reventarse pa llamar «fe». La fe es el acto de considerar algo como real sin tener evidencias que lo sustenten. Y aunque a los apologistas religiosos les guste decirlo de formas más pomposas y bonitas, como: «La fe es el observar lo que no se ve», «Fe es conocer lo que está más allá de lo evidente», o incluso: «La fe es un acto de amor hacia Dios», todas y cada una de esas definiciones siguen tratándose de simplemente creer que algo es cierto, a pesar de no haber evidencia alguna que lo demuestre.

No por nada se considera que la expresión «fe ciega» es una redundancia. ¿Y qué ocurre cuando se tiene a personas con una total disposición a creer lo que se les dicta, sin necesidad de darles una buena razón? ¿Qué se puede llegar a hacer con personas que adoptan posturas de vida sin ningún respaldo? Mediante la fe, es posible hacer que una persona crea, con certeza, que al morir se


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9 vivos a otros en una plaza, que se lancen con un avión contra un edificio en un ataque suicida, que encuentren inmundos y despreciables a quienes tienen otro gusto sexual, y ahora que decidan degollar a niños y suicidarse para matar inocentes en plena calle.

esastre

que personas decidan voluntariamente acceder a ara matar a otros, y ese elemento es el que solemos irá a un mundo paradisíaco; que existe un ser superior y mágico que premia en abundancia a quien mate a otros por no creer que ese ser exista. Esa supresión del pensamiento crítico permite que una persona crea hasta en las ideas más absurdas y despiadadas. Si una persona no se guía por la fe, sino por el pensamiento crítico, ¿cómo la convencemos de que si se suicida en un ataque con una bomda se irá a un paraíso?

Y ahora hay un montón de gente que, tratando de defender ese pensamiento crédulo (probablemente por que lo usa), dice que esos terroristas solo eran tipos desquiciados con ganas de morir… ¿Realmente creen que es más sencillo encontrar 35 psicópatas deseando suicidarse con bombas, que simplemente aprovecharse de la credulidad humana que genera la religión? Y hablo de exactamente la misma credulidad que hizo que la gente celebre el quemar

¿Por qué se le está dando valor al creer en ideas caprichosas sin motivos consistentes? ¿Y por qué se evita mencionarlo? Todos y cada uno de los actos violentos y barbáricos de las religiones se han podido llevar a cabo gracias a que sus ejecutores se negaron por completo a cuestionarlos. No por nada hay religiones que promocionan explícitamente el tener fe, elevándola hasta llamarla una «virtud» y un «acto de amor». ¿Por qué evitamos a toda costa criticar la fe? ¿Hemos reflexionado lo suficiente esto, con sinceridad? Por Pedro Stein Directivo Fundación Sociedad Atea de Chile


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La espiritualidad como dimensión y mito fundante

Más que abordar las problemáticas derivadas del decreto 924, el cual reglamenta las clases de religión en la educación pública, este artículo pretende problematizar algunas cuestiones que se derivan del fundamento que justifica y orienta la instalación de un modelo educativo que incorpora la religiosidad como materia de aprendizaje.

No

increparemos aquí facilistamente a un decreto para que detalle con mayor fineza sus fundamentos y que explique lo que entiende por “dimensión espiritual”, pero si intentaremos cuestionar estos supuestos cuasi-dogmaticos que nos permitan profundizar la fisura que desde un tiempo a esta parte hemos estado viendo en la educación religiosa de nuestro país (el caso de Úrsula Eggers es solo la punta del iceberg). El más básico de los cuestionamientos que podemos hacer es que,

no solo es cuestionable la real existencia de aquella dimensión espiritual, sino que es imposible saber la forma y contenido de la misma. Desde el punto de vista ateoescéptico es insostenible asumir la existencia de la espiritualidad como algo inherente al ser humano. Esta afirmación metafísica deriva de un fenómeno antropológico que nada tiene de religioso (aunque podemos considerarlo su raíz), como es la necesidad de encontrar sentido y certidumbre a la existencia humana. La razón y la ciencia han

ido respondiendo a esa necesidad, aunque con cierto grado de lentitud cuando se compara con la inmediatez de la explicación religiosa. Cuando se trata de certidumbres, los dogmas religiosos tienen una ventaja ganada, han explicado el mundo en su totalidad desde que el ser humano comenzó a cuestionarse su propia existencia en este mundo. Ahora bien, el hecho de que esta supuesta “espiritualidad” aparezca como indefinida es una demostración de su carácter relativo y acomodaticio en


Ágora cuestiones concretas como la educación. En última instancia la dimensión espiritual quedará definida por grupos con una posición de poder privilegiada dentro del campo educativo, ya que la educación como mecanismo social, opera de acuerdo a intereses de quienes definen y sustentan el funcionamiento de lo colectivo. A la base de esto existe una conformación de un modelo de sujeto social que, según lo dictado social y culturalmente, debe desarrollar como atributo ideal la dimensión espiritual. En otras palabras nuestra cultura ha naturalizado lo religioso, de ahí que se incorpore en lo educativo casi sin cuestionamiento. Ahora bien ¿la formación religiosa convierte a un sujeto en creyente? ¿Instalar la creencia es requisito suficiente para que los individuos se conviertan en fieles de la religión instalada? No olvidemos que en esta ecuación juegan una infinitud de variables que inciden en las posibles variaciones de las creencias de las personas. Basta con recordar nuestras propias historias como ateos, historias en las que sobre

11 el 90% de los casos hemos sido formados firmemente en alguna denominación religiosa. El sistema educativo y de socialización nos inculcó creencias metafísicas y religiosas y sin embargo acá estamos compartiendo nuestra

embargo lo importante es comprender el fundamento que sostiene la instalación de esta dimensión como un requisito formativo. Si logramos resquebrajar ese núcleo es muy probable que la religión en la educación termine por desaparecer

Extracto del decreto 924:

“Que la persona tiene una dimensión espiritual que forma su existencia…” profunda convicción atea. No diremos con esto que la formación religiosa sea inocua e inocente, por el contrario, es altamente cuestionable y peligrosa, sin embargo no es posible establecer una estructura causa-efecto tan simplista en relación a esta problemática. La educación religiosa puede tomar múltiples formas (filosofía, historia de las religiones, ética y moral, e incluso la versión confesional que hoy predomina), sin

de manera natural ya que no se trata de discutir si la religión debe estar o no en los colegios, o que forma específica tomará la cátedra de esta materia, sino que de cuestionar el real significado de la supuesta dimensión espiritual que se pretende formar en nuestros niñ@s. Por Héctor Muñoz. Antropólogo. Diplomado en estudios Teológicos. Integrante de Ateos Araucanía.


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El intelectual plantea que Chile como Estado laico debe ser neutral frente al fenómeno religioso

Agustín Squella: “El Estado no está para apoyar creencias religiosas”

El destacado intelectual Agustín Squella espera que el proceso constituyente fije sí o sí en la nueva Constitución la definición de “Estado Laico” para nuestro país. Además critica el adoctrinamiento religioso y el abanderamiento del Estado chileno con la religión católica.


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El

Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2009, es moderado en sus respuestas, siempre pensativo y con la idea bien pulida contesta cada una de las preguntas mientras el débil sol del atardecer porteño se refleja en sus ojos. Ateo desde hace 15 años, aunque todavía su familia y entorno “no le creen” su ateísmo, y cada vez que el tema se toca en la sobremesa le dicen “No, en el fondo tú sí crees”. En medio de este paternalismo creyente escribió su libro “¿Cree usted en Dios? Yo no, pero...”, el que aborda el fenómeno religioso y la todavía abultada cifra de que 8 de cada 10 personas en el mundo dicen creen en algo. Luego de un par de preguntas de contexto me lanzo sobre su libro. ¿Qué lo motiva a escribir un libro sobre ateísmo y una serie de columnas sobre el tema? Lo principal fue razonar para hacer presente que ante la pregunta de si existe Dios hay no solo las respuestas más habituales

13 -sí, no, dudo, no puedo saberlo-, sino a lo menos otras 4 respuestas posibles. En esto hay una gran diversidad de respuestas, como también las hay al interior de los que creen, de los que niegan y de los que afirman que no es posible saber ni decir si Dios existe o no. Hay distintos tipos de creyentes, de agnósticos, de ateos. Reconocer y celebrar esa diversidad -que a veces es ocultada por las religiones y también por los ateos demasiado intensos- es lo que me llevó a escribir el libro “¿Cree usted en Dios’ Yo no, pero...”, y donde el “pero” no está allí para dar una luz de esperanza a los creyentes, sino para indicar que se responda como se responda a esa pregunta, siempre es necesario agregar algo, explicar un poco más allá del monosílabo que se haya utilizado para contestarla. ¿Qué piensa de la labor de ateísmo militante que asume Ateos Araucanía? Hay un ateísmo radical, que es el de aquellos para quienes la cuestión de Dios no es tema y que, por tanto, se niegan incluso a hablar del asunto, tanto como se

niegan a hablar de hadas y brujas, salvo cuando se trata de contar cuentos a los niños. Hay también el ateísmo militante, que se interesa por el tema y que no solo defiende el ateísmo, sino que lo promueve. Hay el ateísmo agresivo, que enfrenta con dureza y hasta persigue a religiones e iglesias y hay un ateísmo temperado, que se interesa por el asunto, pero que no promueve ni menos agrede en nombre del ateísmo. En cuanto a mí, me siento un ateo temperado y por momentos, solo por momentos, un ateo militante. ¿Existe la llamada espiritualidad atea? Claro que sí. Lo que sea finalmente eso que llamamos “espiritualidad” -seguramente un estado a nivel cerebral que algún día se terminará por conocer del todo-, ella vale para todo el mundo, independientemente de sus creencias y prácticas religiosas. Las religiones no pueden pretender el monopolio de la espiritualidad. ¿Se podría apelar a algo similar a los “Valores Ateos”?


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Prefiero a “valores” la vieja palabra “virtudes”. Las personas no son buenas o malas por los valores que declaran, sino por las virtudes que practican. Declararse partidario de ciertos valores es cosa fácil; en cambio, ser virtuosos, o sea, observar de manera regular hábitos de bien, es mucho más difícil. Así, declararse partidario de la “vida”, la “verdad”, la “libertad”, bueno, eso lo hacemos prácticamente todos, pero ¿cuántos se comportan de manera de no agredir físicamente a sus semejantes, de decir siempre la verdad, de ser y dejar ser efectivamente libres?

¿Qué debería estar sí o sí en el texto constitucional que garantice un real Estado Laico?

Con un proceso constituyente en marcha,

¿Qué le parece la decisión del gobierno de mantener

Deberá estar lo que sea, de partida la definición de la República de Chile como un Estado laico, neutral frente al fenómeno religioso y sus distintas manifestaciones, y que no favorezca ni tampoco perjudique a ninguna religión o iglesia en particular. El Estado no está para apoyar creencias religiosas. Tampoco para eliminarlas. Lo que debe hacer es permitir la libre profesión y expresión tanto privada como pública de todas ellas.

las clases de religión? Buena me parece si esas clases fueran de historia de las religiones, un fenómeno objetivamente importante en la historia de la humanidad, tanto para bien como para mal. Pero ya sabemos que las clases de la religión son adoctrinamiento en el credo de una religión determinada -la cristiana, por ejemplo- y, más aún, de una iglesia en particular - por ejemplo la católica- cuando no de una específica devoción dentro de una iglesia, por ejemplo, el mensaje de Escrivá de Balaguer para quienes son del Opus Dei. ¿Qué piensa usted sobre impartir religión en los colegios municipales y subvencionados? Conforme si se hiciera en los términos que señalé antes. Pero lo veo difícil. No es Dios lo que interesa a la mayoría de los profesores de religión, sino “su” Dios. No es la religión, sino “su” religión. No son las iglesias, sino “su iglesia”. No son ni siquiera los santos de su iglesia, sino “el” santo que ellos prefieren. ¿Cuáles son los desafíos


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que deberían enfrentar los ateos chilenos en los próximos 20 años? Continuar en el espacio público para hacerse ver, oír y respetar sin que nadie vea en ello una amenaza o peligro para la vida en común y la moralidad de las personas. Tan posible y legítima es una moral religiosa como una de tipo laico. Incluso una moral laica puede ser más meritoria que una religiosa, puesto que quien la tiene la observa sin esperar recompensas divinas y sin temer tampoco ningún castigo de parte de Dios. ¿Qué opina del crecimiento sostenido de los ateos en Chile? Se trata de un fenómeno planetario, según creo, si bien muchas veces insuficientemente exteriorizado. Es

frecuente que ateos que temen declararse tales se presenten como agnósticos, lo cual es muy frecuente entre políticos ateos que temen perder votos entre los creyentes. “Agnóstico” es una palabra que suena mucho más suave, hasta elegante, que “ateo”. No digo que no se pueda ser agnóstico -se puede y legítimamente-, pero lo que no está bien es utilizar esa palabra como tapadera de un ateísmo que algunos tienen temor de confesar.

de una persona para mover sus puños termina justo en la nariz de sus semejantes. En el caso de las iglesias, muchas veces no pasan de ser un galpón que se instala en barrios populares para que un tipo con suficiente facilidad de palabra pueda estafar a los vecinos en nombre de Dios y su palabra, esa palabra que ciertamente él conoce mejor que nadie.

¿Qué le parecen las facilidades que entrega la ley de libertad de cultos?

Mal. No deben existir privilegios, ni siquiera en favor de la religión o iglesia a la que adscriba la mayoría. Los países -al menos los más desarrollados- no tienen religión. Solo las personas pueden tenerlas.

El ejercicio de las libertades es siempre bueno, aunque también es del caso regularlas. Ninguna libertad es absoluta y todas tienen una cierta línea del horizonte que no deben traspasar. La libertad

¿Qué le parecen los privilegios económicos de la Iglesia Católica?

Por Ramón Badillo Coordinador de Ateos Araucanía


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No Existe la Filosofía Cristiana

Hace ya bastante tiempo que E. Brehier escribió tajantemente: No existe una Filosofía Cristiana. Esto causó revuelo entre los intelectuales católicos. Intervinieron R. Jolivet, G. Marcel, M. Blondel, J.Maritain y otros con argumentos bastante modestos. “Filosofía cristiana” existe porque lo permite el lenguaje. Así como “materialismo dialéctico”, ”ser en cuanto ser”, “unión de los contrarios”, y otras expresiones de la alta cultura. Comencemos por lo indiscutible El Evangelio es una fe o una firme adhesión a Jesús. El Reino de los Cielos que éste predica es el advenimiento de los pobres; sólo los pobres se salvarán. La parábola del rico Epulón no es la parábola del rico malo, sino que lo es del rico simplemente. En un momento pareció conveniente abrir un

resquicio para la salvación de los ricos. La prédica de Cristo está inserta en la tradición salvífica de los profetas de Israel. Cristo es un judío y predica sólo a los de su nación. Recordemos la dura respuesta que da a la mujer cananea: “No echemos el pan de los hijos a los perros”. En vano buscaremos en el Evangelio un rastro de teoría, de razonamiento; Cristo predica al corazón del hombre desde la Ley. San Pablo, sucesor inmediato de Jesús, predica desde una fe. “Fe es la firme seguridad de lo que

esperamos; la convicción de lo que no vemos… por la fe caminamos, etc.” (Hebreos 11,1). La fe está por sobre la Ley y por sobre la Filosofía. Otro hombre del cristianismo primitivo, Tertuliano, opone explícitamente a la fe con la Filosofía. Es famoso todavía su “Creo porque es absurdo”. (De Carne Christi). De la prédica de Jesús, de Pablo, de Tertuliano surge la Iglesia. San Pablo y Tertuliano encontraron un pensamiento griego decadente. Santo Tomás de Aquino –que ha expresado y expresa


Ágora a la ortodoxia católica– encuentra el pensamiento griego en todo su esplendor. Encuentra a Aristóteles. ¿Qué hacer con él? ¿Para qué nos puede servir? La respuesta de los teólogos fue simple: nos puede servir como una sirviente de la Teología (Ancilla Theologiae). Arrimémosle a todo esto un algo de racionalidad. Tomás de Aquino elabora, entonces, los preámbulos de la fe. Santo Tomás es cauto, y no se compromete con pruebas de la existencia de Dios. Examinemos una de las cinco vías tomistas: la causalidad en el mundo. Santo Tomás razona así: donde hay muchas causas ordenadas entre sí, debe haber también una causa primera no causada; pero en el mundo hay muchas causas ordenadas entre sí: luego hay que admitir una primera causa no causada. Nos atenemos en esto al Cursus Philosophiae del Padre C. Boyer, S.J . II. Pág. 316. En este razonamiento, A deviene B. Pero A será siempre, de suyo, lo que es. Si deja de serlo es porque algo diferente de

17 ella le ha sobrevenido. Hay que importar el agente del cambio en el interior de A, y, por lo tanto A es pasiva. Dicho de otro modo: para que A devenga B es menester introducir la causación en A. Tendríamos entonces que A + C dan cuenta de B. Pero entonces enfrentamos la siguiente disyuntiva: o A y C son lo mismo o no lo son. Si son lo mismo, no compliquemos las cosas; si no lo son, ¿cómo A y C llegan a ser otro de lo que son? Y para explicar A + C no introduzcamos D porque no acabaríamos nunca. Tendríamos que la causa para que sea tal requiere de una causa que requiere una causa, y así indefinidamente.

hay un paralogismo. Vamos terminando. Si bien el Evangelio no es una teoría, no podemos ignorar las esperanzas y tensiones que ha suscitado en la humanidad. De las peripecias de su destino han surgido las diferentes iglesias. La palabra simple y directa de Jesús se ha inficionado de ganga griega, romana, y gnóstica; ha surgido un Derecho Canónico, y una pseudo ciencia, la Teología. Hasta un partido político ha surgido de esa palabra simple y directa.

No tan indefinidamente, se nos dirá, pues es el cosmos entero el que produce el más humilde suceso y entonces para encontrar una causa debemos considerar el estado completo del universo mientras pasa a otro estado también completo.

Las iglesias, luchando por su prosperidad terrena, no han podido sustraer al mundo de esa peor parte que mueve a la Historia. La dulce religión de los que se amaban se multiplica, y se vuelve a multiplicar en sectas enemigas que reclamando cada una para sí al Evangelio se acometen con fervoroso entusiasmo. “Jesús predicó el Reino y lo que vino fue la iglesia” (A. Loisy sacerdote católico excomulgado).

Aquí hay una confusión, pues, de decir que hay causalidad en el mundo, no se sigue que hay una causalidad del mundo. Aquí

Por Ramón Menanteau Filósofo de la Universidad Austral de Chile Ex académico de la Universidad de Chile


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El éxtasis antirreligoso y atrabiliario de un poeta apóstata

“El libro del devorado” es la obra del poeta Pablo Apellidos, quien lo utilizó como argumento artístico y literario para realizar su apostasía en la ciudad de Chillán.

Un

28 de agosto del año 2013, un joven escritor entrega en el obispado de Chillán una colección de 46 poemas a modo de apostasía, poemas que posteriormente fueron publicados bajo el título “El libro del devorado”. Si bien originalmente aquellos poemas solo tuvieron el objetivo de apostatar sin la forzosa necesidad de

solicitar “autorización” a las autoridades eclesciales, esta publicación marca ciertamente un hito para la comunidad atea y laica. El título nace a propósito de un pasaje bíblico en el apocalipsis que habla de la aparición de un ángel al apóstol Juan que se devoraba un libro y se le ordenaba escribir las

cosas que había visto al hacerlo. Estableciendo una analogía, el poemario trata sobre el tránsito del hablante lírico hacia la apostasía y la no creencia, ésta, encomendada por el arcángel Gabriel en representación de Jesús, se presenta al hablante través de una visión en el éxtasis que arremete en medio de una eyaculación


Ágora masturbatoria. [6] Caí en éxtasis el día del señor en medio de una eyaculación masturbatoria oí detrás de mí una voz potente como de trompeta que decía, lo que ves escríbelo en un libro Una vez llamado a la intervención literaria, el hablante aborda en una serie variada las limitaciones que impone la Iglesia a la libertad humana y anuncia el irremediable derrumbe de la institución. Entre los tópicos y denuncias que podemos vislumbrar se encuentran: la culpa como herramienta de control, la construcción de lo femenino como sinónimo de pecado, la normalización de la servidumbre a dios y de los privilegios del clero, el desprecio hacia el cuerpo humano y el conocimiento, la visión de la ignorancia como virtud en los pobres y la acumulación de tierras en el nombre de dios. Este mensaje “bíblico”, expresado a través del humor negro y el sarcasmo, pareciera indicarnos tanto la importancia social

19 sobrevalorada hacia la religión y la Iglesia Católica. Hecho que históricamente siempre ha estado presente y pareciera ser el motivo que justifica la supervivencia del dogma, como la importancia del laicismo para estructurar un país en donde la Iglesia no pueda alejarnos de la libertad de conciencia y autodeterminación. [5] Dios me violó me encajó su cruz de sangre en la boca y me metió su misericordia eterna por el ano ¿Acaso a usted lo ha amado tanto?

En síntesis la obra expresa, transparentando la relación personal del autor y la Iglesia, la relación social y coercitiva de la humanidad con las ideas divinas. “Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los homicidas, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira” conjuré, que hoy mi cabeza no será la cena de nadie. Por Antonio Pavez Poeta Dirigente estudiantil UCT Integrante Ateos Araucanía


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Cine: Juicio a Dios

“En este film podemos encontrar una gran cantidad de argumentos que dan cuenta de algunas fisuras lógicas en el judaísmo y por consecuencia en la base del judeocristianismo.

Debo

partir confesando mi dificultad para disfrutar viendo films de la segunda guerra mundial y en particular de la situación judía en tal conflicto. No es que no considere lamentable la tragedia de este pueblo, pero los relatos e historias de las últimas décadas nos han entregado obras redundantes y que difícilmente logran salir del canon dramático ya establecido en torno a la temática. Por eso cuando vi este film (God on Trial), no pude esconder mi desconfianza, sin embargo tuve una grata sorpresa

al encontrar una historia profunda y poderosa que no recurre a la tragedia cruda y sanguinaria, sino que se adentra en el profundo cuestionamiento religioso que esa tragedia puede significar, convierte a esta película en una obra de interés para cualquier persona que busque comprender el fenómeno religioso como tal. Este film ingles dirigido por Andy DeEmmony tiene una trama en apariencia sencilla, centrada en un grupo de judíos apresados en un campo

de concentración, que mientras esperan su ejecución deciden hacer un juicio a Dios, el mismo que alguna vez los ungió como el pueblo elegido. Resulta interesante y altamente complejo el intento de remover los cimientos más profundos de una creencia religiosa (asumiendo que eso fuese realmente posible). De esta manera el film abre la puerta para que el espectador concentre su mirada en las implicancias paradójicas de lo que podríamos entender como un “cuestionamiento al dogma”. Por definición un


Ágora dogma es inamovible e incuestionable, entonces podemos preguntarnos ¿Qué ocurre cuando esa matriz ideológica (religión) es puesta en tela de juicio por aquellos sujetos que la profesan? ¿Es factible ese tipo de cuestionamientos? Y si es así ¿Cuáles podrían ser las consecuencias? ¿Cuestionar el dogma lo anula? Hay que ser cuidadoso en cómo abordamos esta situación pues no podemos perder de vista la necesidad de certidumbre que tiene el ser humano y la importancia y funcionalidad que el dogma cumple en la satisfacción de esa necesidad (mas allá de si lo consideramos verdadero o no). Cuestionar el dogma, es decir cuestionar aquel mito original que se transforma en arquetipo

21 de la dimensión sagrada, no implica necesariamente destruir el dogma, sino que simplemente realizar un reacomodo de los contenidos que le dan sentido. El film parece ser un ejemplo de cómo el cuestionamiento al dogma no tiene ningún efecto estructural sino que sólo es un juicio cosmético concentrado en el contenido, haciendo que la estructura que sostiene lo sagrado y lo divino no se vea en absoluto resquebrajada. Aun cuando este análisis puede ser cuestionado desde la visión de cada uno de ustedes, destaco la posibilidad de encontrar en este film una gran cantidad de argumentos que dan cuenta de algunas fisuras lógicas en el judaísmo y por consecuencia en la base

del judeocristianismo. No son muchas las películas que den cátedra acerca del fenómeno religioso, pero sin duda que Juicio a Dios es un film para tomar nota. Disfrútenla. Por Héctor Muñoz. Antropólogo. Diplomado en estudios Teológicos. Integrante de Ateos Araucanía. Ficha Técnica Dirección: Andy DeEmmony País: Reino Unido Año: 2008 Duración: 90 min. Género: Drama Guión: Frank Cottrell Boyce Producción: BBC Scotland / Hat Trick Productions Protagonistas: Joseph Muir, Josef Altin, Ashley Artus


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Religión en la escuela: Un debate abierto El panel se centró en dos visiones, analizar una nueva forma de entregar las clases de religión en los colegios públicos o eliminar el ramo de la malla curricular. Quien estaba por eliminar esta clase, el Doctor en Ciencias de la Información y la Comunicación, Jaime Otazo, sostuvo que en caso de mantener la clase de religión, ésta debería se absorbida por ramos como historia o filosofía. “Espero una solución a la francesa, clases sobre historia de las religiones… como se hace historia del imperio romano o de otras instituciones históricas, debiésemos tener mucha conciencia del fenómeno religioso desde el punto de vista histórico”. Mientras que para la investigadora del Instituto Teológico de la Universidad

Un debate abierto y franco sobre las clases de religión en los colegios públicos fue lo que se vio en el foro Temuco Piensa Libre organizado por la Corporación Fraternidad y el Colectivo Ateos Araucanía que contó con 3 destacados académicos de las universidades de La Frontera y Católica de Temuco. Católica de Temuco, Jaqueline Olivares la clase de religión debe modernizarse y volverse abierta y pluralista, ella planteó que “hay que avanzar a una clase de religión no confesional, pluricultural, sobretodo en nuestra región”. Por su parte el Magíster en Gobierno y Sociedad, Francisco Vega, señaló que cualquier cambio a las clases de religión será complejo mientras exista “el fuerte lobby de la iglesia católica y partidos políticos con influencia cristiana... hay un estanco que se traduce en que si se llega a

hacer una reforma la iglesia va a exigir sus derechos”. El debate Temuco Piensa Libre se realizó en el Auditorio de la Biblioteca Galo Sepúlveda y es parte de las actividades de difusión del pensamiento crítico que realizan las organizaciones Corporación Fraternidad y Ateos Araucanía.


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Ateos Araucanía realizar una reunión de formación en temas tales como teología, religiones comparadas, ateísmo, agnosticismo, laicismo, humanismo y ciencia entre otros, y una reunión de coordinación para planificar actividades como charlas, debates y discusión de temas que posteriormente se incluyan en la Revista Ágora.

Equipo directivo

Ateos

Araucanía es un colectivo ciudadano de la región de La Araucanía que promueve el pensamiento crítico, la ética y la moral secular, el laicismo y los valores del ateísmo. Está asociado al movimiento secular chileno que lidera la Fundación Sociedad Atea, que trabaja para construir un real Estado Laico, neutral frente a las religiones y la generación de una sociedad más abierta y diversa. El colectivo busca posicionar y validar una voz para enfrentar todo tipo de dogmas, sean estos religiosos, políticos, ideológicos o de otra índole, que frenan el avance y el desarrollo de La Araucanía hacia el pluralismo y la

aceptación de la diferencia de todos los ciudadanos. Apunta a abrir espacios de diálogo y debate en función del respeto y la tolerancia, que permitan cuestionar en forma crítica y reflexiva los principales mitos que las religiones han instalado como verdades metafísicas incuestionables. El colectivo se reúne quincenalmente para

Si quieres ser parte de Ateos Araucanía, colaborar con nuestra revista, recibir información sobre nuestras actividades o simplemente compartir con nosotros te invitamos a contactarnos en nuestra redes sociales o escribiendo a nuestro correo electrónico, araucania@sociedadatea. cl.

Reunión de planificación de Temuco Piensa Libre


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Pensamiento Crítico en La Frontera

araucania@sociedadatea.cl

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Todas las opiniones vertidas en Revista Ágora son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la visión de Ateos Araucanía.


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