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Año II - Número 1 Marzo 2016

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Ateos Araucanía

Pensamiento Crítico en La Frontera

Con un ateísmo militante de más de 30 años son un modelo a seguir para Chile

Historia del Ateísmo en Estados Unidos

Participación ciudadana y nueva Constitución Pág. 8

Ilustración Radical Pág. 14

Aborto: Pequeña minoría daña a la gran Mayoía Pág. 22


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Editorial En este número de Ágora

hemos querido reivindicar la educación laica a propósito del caso del colegio English College de Talagante que le pidió a todos los apoderados de alumnos eximidos de religión un certificado de credo, y en caso contrario, los niños serían calificados con nota mínima. Para empezar, la Superintendencia de Educación no exige certificados de credos, y además obliga a dar una alternativa académica a

los alumnos que están eximidos de este ramo de adoctrinamiento religioso. Hemos llegado a un punto en que el Estado laico ha sido pisoteado de tal forma, que ni siquiera hay pudor para pasarse por el aro la separación IglesiaEstado, sino que además, somos testigos de cómo algunos sostenedores de colegios particulares subvencionados instalan su propio estado religioso dentro de colegios financiados con dineros públicos. Este último fin de semana de marzo, poco más del 50% de la población que es católica en nuestro país conmemora la Semana Santa e invade al resto del país con su catolicismo añejo y desfasado. El propio Cardenal Ezzati señaló hace unos días que si bien la ley de aborto en tres causales

Revista Ágora Es la primera publicación atea

de Chile. Es una revista de Ateos Araucanía, colectivo ciudadadano que promueve el pensamiento crítico, la difusión científica y la visión del ateísmo.

es legal, no es ética, pero el señor Ezzati olvida que su “ética” permite encubrir pedófilos y abusadores de niños. Son esos niños los que nos preocupan. Porque independiente del credo del sus padres, puedan crecer y relacionarse con otros niños, hijos de padres de otros credos, o incluso compañeros con apoderados ateos. A eso apostamos cada día, a crear un país con una convivencia más diversa y respetuosa del pluralismo. Invitamos a nuestros lectores a sumarse activamente para aportar con un grano de arena a esta noble causa de tener una educación laica para Chile. Ramón Badillo Alarcón Editor Revista Ágora Editor Ramón Badillo. Colaboradores Gabriel Fernández, Cristián Lillo, Héctor Muñoz, J. O., Antonio Pavez, Maryorie Quiroz, Pedro Stein y Marcos Telias. Impreso en los talleres de Editorial Detinta


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El día 8 de marzo los directivos de Ateos Araucanía realizaron su reunión mensual dedicada a la preparación del primer Asado Ateo de La Araucanía. Además trataron algunos puntos relacionados con los estatutos de su orgánica y su financiamiento.

El 22 de marzo en reunión extraordinaria se afinaron los últimos detalles del Asado Hereje y se definieron los roles de cada directivo para el día del evento. Se repasó el comunicado de prensa y el diseño del espacio para recibir a las personas en el Café Punto Rojo.


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Historia del Ateísmo en los Estados Unidos

El ateísmo tiene raíces profundas en América del Norte desde el siglo XVIII. Durante la Ilustración muchos intelectuales, políticos y la élite norteamericana fueron seducidos por las ideas librepensadoras que cuestionaban abiertamente la divinidad de cristo y la Biblia. Hoy en día esa tradición librepensadora se mantiene y avanza en un país invadido por el fanatismo religioso.

La

historia de Estados Unidos comienza con grandes librepensadores que son considerados los padres de la patria. Conocidos como Los Padres Fundadores, integraron un movimiento llamado Deísmo, que se caracterizó por su agnosticismo y laicismo. Thomas Jefferson, Tom Paine, George Washington, James Adams, Benjamín Franklin y James Madison, entre otros, lograron instaurar una Constitución

que separó la Iglesia y el Estado de forma estricta a pesar de la protestas de los grupos conservadores evangélicos de la época. Es más, la Carta Magna dejo en claro que Estados Unidos era un Estado Secular y no una nación Cristiana como querían los Protestantes más recalcitrantes. El Siglo XIX Ya en el siglo XIX toma protagonismo el agnosticismo, sobretodo en la lucha por la abolición de la

esclavitud. Robert Ingersoll “El Gran Agnóstico”, lucho como general en la guerra civil en el bando de los Abolicionistas, tuvo gran influencia en el mundo Intelectual y social, abogó por la eliminación de la violencia contra la mujer y el racismo, era hijo de Pastor y eso indigno mucho a los fundamentalistas, porque le dio mayor credibilidad a su mensaje Laico y Secular. Escribió en contra de la divinidad de cristo y la inmortalidad del alma entre otros textos.


Ágora Elizabeth Cady Stanton fue la feminista atea más famosa de ese siglo en los EE.UU., ella luchó por el derecho al sufragio femenino y la liberación de los esclavos durante la guerra civil, autora del polémico libro “La Mujer en la biblia” que sacó chispas entre muchos pastores tradicionalmente machistas, por su discurso frontal y al hueso. Una de sus frases fue: “La Biblia y la Iglesia han sido los mayores obstáculos en el camino de la Emancipación de la mujer”.

5 Mark Twain, escritor de fama mundial, autor de “Tom Sawyer” y las Aventuras Huckleberry Finn. Criado como evangélico presbiteriano, desde adolescente empezó a cuestionar la religión, sobretodo las contradicciones bíblicas que el capto mientras asistía a la escuela

dominical, al poco tiempo dejo la iglesia y se dedico a vivir su vida sin interferencias religiosas. Aparte de ser un gran escritor, fue abolicionista y pro-feminista. Se declaro agnóstico y escribió Sátiras religiosas como “Cartas desde la Tierra” y “Diarios de Adán y Eva” donde se burlaba del Génesis.

Frederick Douglas fue un esclavo fugitivo del sur que escapó al norte donde fue automáticamente liberado, jugó un rol clave en la emancipación de los afroamericanos al ser asesor del Presidente Abraham Lincoln. Durante su vida de esclavitud vivió en carne propia la crueldad e hipocresía de sus amos blancos que eran muy religiosos (evangélicos) y que se justificaban con la biblia Habiendo sido cristiano se volvió ateo y fue amigo de Robert Ingersoll y de otros librepensadores. Elizabeth Cady Stanton


Ágora El Siglo XX A pesar de que a comienzos del siglo pasado en los Estados Unidos hubo una gran Revolución Científica e Industrial, la gente seguía siendo muy religiosa. Hasta 1950 el número de ateos, agnósticos o librepensadores no superaba el 3 o 4 por ciento de la población. El Protestantismo estaba bien cimentado y los Católicos eran una minoría bien respetada (eran alrededor del 28% de los Americanos) y para añadir problemas en la década del 50’ apareció el Macartismo una doctrina Anti-Comunista Radical y fanática. Este movimiento fundado por el Católico Ultraconservador Joseph Mac Carthy. Fue una verdadera caza de brujas para todos aquellas personas con ideas progresistas, independiente si fueran comunistas o no. Lamentablemente muchos ateos, agnósticos y librepensadores fueron perseguidos por la derecha religiosa, despedidos y discriminados tanto o más que los propios afroamericanos en la

6 paranoia de la guerra fría. MacCarthy asoció el ateísmo con el comunismo como una sola fuerza maligna que quería destruir la democracia norteamericana y aún hoy quedan algunos resabios de esta política tan antidemocrática. Sin embargo, hay luz al final del túnel. En la década del 60’ la figura de Magdalena O’hair una ex evangélica que se volvió atea en su juventud, fundo el grupo Ateos Americanos. Su gran triunfo fue que la Suprema Corte de Estados Unidos declarara inconstitucional las oraciones en colegios públicos. Los evangélicos la bautizaron como “la mujer más odiada de EE.UU.” A pesar de las amenazas ella persevero en su lucha y triunfó. Al mismo tiempo ocurría la Revolución de las Flores y el movimiento Hippie dirigido por el anarquista ateo Abbie Hoffman. Esta lucha pacífica contra la guerra de Vietnam, la liberación sexual y el feminismo militante se debieron en gran parte a librepensadores que

rompieron las cadenas del conservadurismo. Ateísmo Militante Posterior a la décadas de los 80’ y 90’ el número de personas sin religión se incrementa a un 10% de la población y empieza a crearse el Ateísmo Militante que ha impactado positivamente en la opinión pública luego de la aparición de los Best Sellers Ateos de Richard Dawkins, Sam Harris, Christopher Hitchens y Daniel Dennett. Incluso en el Cinturón bíblico se han formado Clubes Ateos en universidades y escuelas secundarias. El activismo Ateo es impresionante y eso tiene muy preocupados a los grupos evangélicos que ven como sus miembros se van de sus iglesias y se vuelven racionalistas. De hecho, se hizo un estudio que concluye que cada año más de 200 mil Jóvenes se alejan de sus congregaciones para no volver nunca más. Las últimas encuestas dicen que el número de librepensadores, secularistas, ateos y agnósticos llega al 23% de los norteamericanos el


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año 2014. Superando a los católicos que quedan con un 22%, y los evangélicos bajan al 44% perdiendo un 5% ya que en 2007 eran el 49%. Para el 2020 las proyecciones se ven alentadoras para los ateos, mientras que el escenario de los protestantes no es alentador.

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Conclusión La historia del librepensamiento en Estados Unidos ha tenido altos y bajos. En la actualidad los ateos y agnósticos han sacado la voz y se están haciendo respetar y perdiendo el miedo. Aún quedan desafíos

en el Sur evangélico fundamentalista, pero incluso ahí la luz de la razón está iluminando las mentes de las nuevas generaciones. Por Cristián Lillo Integrante de Ateos Araucanía


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Participación ciudadana y nueva Constitución introdujo varios cambios a la Carta Magna, que se auto legitimó en plena dictadura. Antes de este texto ilegítimo teníamos la Constitución de 1925, donde podemos leer en su Artículo 10: “La Constitución asegura a todos los habitantes de la República: La manifestación de todas las creencias, la libertad de conciencia y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público, pudiendo, por tanto, las respectivas confesiones religiosas erigir y conservar templos y sus dependencias con las condiciones de seguridad e higiene fijadas por la leyes y ordenanzas”.

El proceso constituyente nos permite levantar la lucha por tener un Estado laico y que esa definición quede explícitamente instalada en el Artículo Cuarto del Capítulo I como “Chile es un Estado laico democrático”.

Un día viernes 8 de agosto

de 1980 fue aprobada la Constitución política de Chile, fue sometida a un plebiscito el 11 de septiembre de 1980 y fue promulgada el 21 de octubre

del mismo año. Se designó la «Comisión de Estudios de la Nueva Constitución» más conocida como Comisión Ortúzar, en donde intervino el Consejo del Estado, y la misma Junta Militar que

En esta Constitución se genera la primera separación entre el Estado y la Iglesia de una forma concreta en la redacción de la constitución de 1925, asegurando igualdad, diversidad y pluralismo, para todas aquellas religiones establecidas o emergentes de aquel tiempo. Con el paso de los años, la estrecha


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y fuerte relación de la élite católica, las fuerzas políticas conservadoras y la institucionalidad de aquellos años, lograron eliminar y establecer un nuevo artículo que ya no vela por el bien de todos los credos y personas sino que deja un vacío legal en la Carta Fundamental de 1980. En el Artículo Cuarto del Capítulo I de la Constitución de 1980, la definición de nuestro Estado es: “Chile es una República democrática”. Con aquella ambigüedad la misma dictadura se encargó de señalar que nuestro país NO es un país Laico ni hay plena igualdad de derechos de todos los credos sino beneficiada desde entonces a la Iglesia Católica, que en los últimos años ha perdido poder e influencia por los casos de pedofilia y abusos sexuales que se han dado a conocer públicamente, pese a los esfuerzos por ocultarlos y negarlos sistemáticamente por parte de su cúpula. El proceso constituyente nos permite levantar la lucha por tener un real Estado laico.

Hoy tenemos una responsabilidad en nuestras manos, a través de la participación ciudadana y del mismo proceso constituyente promulgado en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, podemos cambiar aquel artículo que dice “Chile es una República democrática” y establecer que Chile es una república laica y democrática, donde se vela por todos los chilenos en igualdad de condiciones, en aspectos religiosos, sin que ninguno tenga mayor beneficio o prioridad sobre otros. Es por ello que mediante una Asamblea Constituyente, donde decidan los

ciudadanos y no un grupo de parlamentarios o una comisión de expertos, que podremos definir qué es lo mejor para Chile y su gente. Es de suma importancia tener por escrito en nuestra Carta Fundamental que somos un Estado laico y de esa manera asegurar la separación de la Iglesia del Estado para seguir avanzando en el progreso de nuestra sociedad. Por Gabriel Fernández Integrante de Ateos Araucanía.


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Por La Fe o La Fuerza

La actitud autoritaria del colegio English College de Talagante no hace más que desnudar los vacíos legales del Decreto Supremo 924, que reglamenta las clases de religión en la educación pública. Una reflexión sobre lo frágil de nuestro Estado laico.

Asombrosamente,

en un Estado supuestamente laico, el colegio English College Talagante atentó contra el derecho a libertad de conciencia de sus alumnos con una comunicación para los eximidos de religión en que amenazaba con calificación mínima a quienes no trajeran certificados de credo de sus respectivas iglesias, por «negarse a recibir, como corresponde,

la asignatura de religión». La eximición de religión es un derecho garantizado para todos los estudiantes, desde colegios públicos a privados confesionales en todo Chile y el único requerimiento es que los padres comuniquen al establecimiento su deseo de eximir al alumno, ante lo que el establecimiento debe otorgar otras actividades docentes paralelas.

Además, la Convención sobre los Derechos del Niño garantiza «…que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo a acusa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o sus tutores o de sus familiares» (Art. 1.2) y que «Los Estados Partes respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de conciencia


Ágora y de religión» (Art. 14.1) Pero la prepotente comunicación no sólo atenta contra la libertad de conciencia del alumno y la legislación nacional e internacional, sino que la coerción e intimidación debiese contradecirse con la consigna del colegio en su página web, que supuestamente se basa en «valores cristianos», «tolerancia» y entregar «herramientas necesarias para que sus alumnos sean generadores de cambios para el país». Este tipo de conductas ocurre no solamente en colegios, sino también en varios establecimientos pre-escolares según las denuncias que ha recibido la Sociedad Atea

11 de Chile, como el Jardín Infantil Los Copihues de San Joaquín, donde los niños son puestos a rezar sin autorización de sus apoderados. (Si Ud. como

mejor, es indispensable empezar por los derechos básicos de apoderados y alumnos, respetando la diversidad de ideas y creencias, para que

La eximición de religión es un derecho garantizado para todos los estudiantes, desde colegios públicos a privados confesionales en todo Chile. cristiano no le encuentra nada malo a enseñar a los niños a rezar, imagínese por un momento descubrir que en el jardín hicieron que su hijo le rezara al dios elefante Ganesh o recitarle versos del Corán a Alá). Si realmente queremos inculcar valores y fomentar cambios para un futuro

dejen de ser causa de segregación, persecución y odio. Por Marcos Telias Director de Formación Fundación Sociedad Atea de Chile


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Mujer…Atea, un peligro

Es difícil decir con todas sus letras “Soy Atea”, no porque me avergüence de ello, al contrario, lo digo con orgullo, sino porque nunca la reacción es positiva. Les contaré por qué.

Como la mayoría de las

estaba sentado en mi asiento favorito solo y en segundo lugar, repasaba con sus dedos una cosa que yo pensé era un rosario.

personas que vivimos en Santiago, suelo utilizar el Transantiago y al igual que muchas mujeres, soy mirada con, interpreto, deseo. Lo cuento no para subir mi ego, sólo Como la curiosidad y el para contextualizar mi escepticismo son los motores de mi vida, me anécdota. senté a su lado (él ya no Subí un domingo al me miraba directamente Transantiago y sucedió sino que por el rabillo exactamente esto: un de su ojo) para poder hombre sentado casi al ver de más cerca dicho final de la micro (en uno objeto, pero, apenas me de los asientos altos) acomodé, lo tomó y lo se fijó en mí con una guardó en su banano. expresión de “agrado”. Cuando avanzó un poco Debo reconocer que yo la micro, le pregunte también me fijé en él con una sonrisa: “¿Qué por dos razones: primero era eso que tenías en

tu mano? Él, también con una sonrisa, me respondió: “Un rosario”. Su acento es lo que en Chile llamamos “Turco”, pero que, correctamente hablando debemos llamar del “Medio Oriente”. Eso no hizo más que aumentar mi curiosidad y seguí con la conversación: - Pero tu rosario no tiene cruz. - No, es que soy musulmán – seguía sonriendo. - Ahhh….crees en Alá.


Ágora - Claro – su expresión cambió a extrañeza - ¿tú sabes de eso? - Algo, lo que he leído. - Me parece muy bien… una mujer que sabe. - (en ese momento fue mi cara la que cambió) Sí, algo sé. - Tú en qué crees…

13 - Es que eso no es posible…uno ve a Dios en todas las cosas…se siente… - ¿Dónde sientes tú a Dios?

Para mí el viaje ya estaba por terminar. Sólo agregué qué si me podía demostrar científicamente la existencia de Alá quizá seguiríamos conversando. Se negó y me bajé.

Y acá es donde viene mi segunda sorpresa con este hombre que, a esas alturas, me miraba como Una vez en la vereda, me Debo reconocer que si fuera un demonio di cuenta de lo poderosas cuando me hizo esa sentado a su lado: que son las palabras pregunta me sentí muy “Soy Atea”. Me sonreí bien: era mi oportunidad - …en todas partes: mientras pensaba: para conversar con los árboles, el viento… un religioso devoto no mi señora, mis hijos e “Si con sólo decir que cristiano: ¡Que buen hijas… soy atea se produce tanto debate! temor, ¿qué sucedería Bueno, ahí mi si muchas más mujeres - No creo en nada…Soy desconcierto fue el que nos asumiéramos, Atea. se apoderó de mi boca y formáramos hijas e hijos se me escapó: ateos sin culpa? La desilusión se notó en su rostro con una - ¿Y también lo veías Para quienes leen mis mueca de terror-Asco- en mí mientras me palabras la respuesta no Descontento, perdió su coqueteabas teniendo es ninguna sorpresa, es sonrisa y sus ojos ya esposa e hijos? (sé que algo un poco atípico para no me miraban con la su religión se los permite, nuestro país, pero, por picardía del coqueteo. pero debía conocer su fortuna, común en varios Ahí quedó mi ilusión de respuesta) otros países: un debate. - ¿Qué? yo sólo miré… - ¿No crees en nada? además claro que El mundo sería un lugar ¡Pero cómo! aunque estés “vacía de mejor. - Así, como lo oyes, no fe” (excelente frase para creo que un Dios o un una canción de rock Por: Maryorie Quiroz E. grupo de ellos estén por pesado) eres una hija de Activista Atea ahí mirándonos o nos Alá. Santiago hayan dado la vida.


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Ilustración Radical

Es interesante que hoy se esté reivindicando la figura de estos filósofos radicalmente ateos. Nos dice algo sobre la vieja cuestión de la modernidad como proyecto inconcluso, malogrado. Cuando se piensa en el ateísmo actual nos vemos tentados a creer que se trata de un movimiento reciente, propio de nuestro siglo. Una forma del progresismo radical que quiere terminar con la primacía pre moderna de las religiones. Sus representantes actuales, como Hitchens, Dawkins u otros, pueden parecer promotores de una idea renovada que rompe abierta y espectacularmente con la tradición que se opone

al dogmatismo y defiende al todo, el cosmos, el nuestra comprensión universo, un tiempo en científica del mundo. el que se combatieron las fantasmagorías de la Pero existió un imaginación religiosa y tiempo en el que este se desecharon una por movimiento fue tanto una las supersticiones o más intenso que en como subterfugio del nuestros días. Un tiempo poder. Hoy esa época en el que un número se redescubre bajo el creciente de pensadores concepto de Ilustración fueron interpelando y Radical. reduciendo al absurdo uno a uno los axiomas La Ilustración Radical es incuestionados de la la versión más audaz de religión, un tiempo en la filosofía ilustrada, esa el que se reformuló el corriente de pensamiento concepto de naturaleza extendida por Europa y para hacerlo equivalente las Américas en los siglos


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Ágora XVII y XVIII y que está a la base de la aparición de las instituciones que hoy día nos parecen “naturales” (educación generalizada, participación política, etc.). Inspirados en las ideas de Spinoza, los filósofos de la Ilustración Radical propusieron nuevas bases para pensar al ser humano y su relación con la naturaleza. A diferencia de otras variaciones reformadoras del pensamiento ilustrado -como las que podemos apreciar en el ideario de famosos iluministas como Rousseau, Voltaire, Montesquieu o, incluso, Hume, Locke o Kant-, las ideas de la Ilustración radical no hicieron concesiones al sistema establecido y no dejó ninguna puerta abierta a las instituciones del Antiguo Régimen. Sobre todo, la Ilustración Radical no dejó en ningún instante de ser un pensamiento profunda y consistentemente ateo. Y sólo a la luz de esa inquebrantable

convicción se puede entender su valor y su herencia. En su libro dedicado al tema, Jonathan I. Israel, pasa revista a la extensa legión de filósofos que se fueron sumando a esta tarea de desmantelamiento filosófico que implicó la deconstrucción de las religiones y sus prejuicios. Comenzando por la crítica historiográfica de las escrituras, la negación de los milagros, la muerte del Diablo y la negación del infierno. Continuando con la

afirmación de la libertad del hombre, en general, y de la mujer, en particular, la reivindicación de las pasiones y el cuerpo, la reivindicación de la Naturaleza y la prescindencia de la divinidad. Pero este atrevimiento no estuvo exento de persecución, censura y procesos inquisitoriales. En todas partes se obligó a los ateos a una existencia clandestina y críptica que terminó muchas veces en el exilio. Pese a todos los anatemas, las renovadas ideas circularon, y no


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sólo entre los entendidos sino que se instalaron peligrosamente en la mente del pueblo volviéndolo “ingobernable”. En un libro exquisitamente relatado, Philipp Blom, nos muestra cómo una pequeña cofradía de irreverentes liderada por Diderot y D’Holbach, se complacía en un irreductible ateísmo íntimo el cual se veían obligados a negar o maquillar en público para no perder la protección de las altas esferas del poder (que los toleraba).

16 Mientras esta gente peligrosa era obligada a callar, las versiones moderadas (teístas) de la Ilustración f u e r o n gradualmente adoptadas por todas las monarquías ilustradas de Europa como un mal menor. Desde este punto de vista, nuestros reverenciados Rousseau, Voltaire y muchos otros fueron una solución de compromiso que permitió la mantención de muchos bastiones del Antiguo Régimen en la nueva y entusiasta época que se iniciaba. Es interesante que hoy se esté reivindicando la figura de estos filósofos radicalmente ateos. Nos dice algo sobre la vieja cuestión de la modernidad como proyecto inconcluso, malogrado.

Nuestras modernidades no supieron desprenderse de sus viejos hábitos y avanzaron aferrándose a sus fantasmas. Referencias: Jonathar I. Israel (2012). La Ilustración radical. La filosofía y la construcción de la modernidad, 16501750. México, Fondo de Cultura Económica. [orig. Oxfrod University Press, 2001] Blom, Philipp (2012). Gente peligrosa. Barcelona, Anagrama. [orig. A wicked company. Basic Books, 2010]. Por J.O. Docente universitario.


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Libros: El Mapa Roto

“El Mapa Roto” de Juan Wenuan es un libro recomendable para la comunidad no creyente pues a través de él podríamos entender mejor nuestro propio extranjerismo cultural, y acaso entender la necesidad de nuestra lucha. Ya han pasado dos años desde que se publicara en Temuco el poemario de Juan Wenuan y la obra aún sigue estando presente en la escena literaria nacional. Poetas importantes para nuestra literatura como Carlos Cociña o Verónika Zondek han acogido de buena manera este libro que se enmarca en lo que conocemos como Poesía Mapuche y está disponible en distintas librerías a lo largo del país. ¿Por qué resulta de nuestro interés un libro de poesía

mapuche como el del poeta temuquense? Pues existen ciertas homologías en la condición de quien, con una ascendencia ancestral deviene en las grandes ciudades y no encuentra su genealogía –extranjero de sí mismo, de su espacio territorial y de la cultura heredada–, con quien, en el juego incesante del cuestionamiento, se ve llevado a negar por su coherencia interior no solo a una religión determinada, sino fundamentalmente el seno de su propia familia:

la cultura que le vio crecer. La estructura y argumento de la obra resulta de la unión de dos grandes etapas: “Sangre Rota” y “Mapa Roto”. A su vez cada etapa está compuesta por tres movimientos, a la manera de viajes a través del tiempo y el espacio, cada cual con determinada función y registro: La primera etapa y movimiento va desde el inicio de la obra en donde el poeta debe deshacerse de la palabra aprehendida pues “es un accidente que escoge a su familia” y adquiere el oficio en la pugna con el propio mapa. En el segundo movimiento cuestiona, personificado en personalidades mapuche


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18 (ficticias o históricas), tanto su condición “no he visto hermanos que nazcan / con un árbol genealógico en la espalda”, como la de sus congéneres y hasta el dios de su bautizo que trae consigo “la fe, privativa de los sentidos exquisitos / los mártires llorones, la culpa”. Para terminar la etapa con un tercer viaje afiebrado en el box de un hospital “y ver aquello guarecido en los rincones”, “pues llevo en mí un retazo del conflicto / y del recuerdo de otras minorías” y poco a poco ir (re)construyendo su propósito al encuentro de su interioridad. La segunda etapa comienza con un viaje a través del tiempo en la historia occidental y nacional; extraviando referencias, pasa por Carolina del Norte, Curalaba, Roma, Santiago de Chile, Waterloo, Sebastopol, Lepanto o Ercilla, en la búsqueda de su propio registro, pues “La palabra es avanzar, / a grito y a silencio, como el simio vencido”. Por el quinto movimiento se detiene en la cotidiana proximidad de la ciudad, “Aquí estoy, en calle Las Quilas”, para hacer algunos retratos en voz de algunas calles de Temuco: “Abajo, carnicerías


Ágora de caballo y vacuno, botillerías e importadoras / de ropa usada, calle Malvoa”, hasta finalmente moverse dentro de sí para encontrar la palabra que se abre a su destino “en su intento por cantar un canto fresco”, entender la trágica condición de su extranjerismo, “la voz que te sopla de adentro” y que “aviva los aciertos de tu lengua”, y le invita a luchar por la memoria que comienza mañana, esa mañana de la palabra “con un grito de guerra que me enciende la vida”. Algo nos evoca la escritura

19 de Wenuan con su épica simbolista un tanto afín a los autorretratos del polaco Malczewski, por tanto aborda polémicos trasfondos políticos con una fijación por las fantasmagorías esotéricas que se incrustan al cotidiano, juega con lo fantástico y lo real generando disonancias cuasi-pictóricas por su lenguaje escritural, y también porque considera a lo largo de toda la obra la compleja relación entre el escritor y la escritura tributando de cierto modo a la metapoesía. “El Mapa Roto” de

Juan Wenuan es un libro recomendable para la comunidad no creyente pues a través de él podríamos entender mejor nuestro propio extranjerismo cultural, y acaso entender la necesidad de nuestra lucha –la constitución de una sociedad equitativa en la que puedan coexistir tanto las comunidades ateas, como creyentes o mapuches. Por Antonio Pavez Poeta, dirigente estudiantil UCT y directivo de Ateos Araucanía


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Cine:The Magdalene Sisters

Un film que grafica cómo la religión se ha apoderado de la ética y la moral a su antojo. En esta historia, basa en hechos reales vemos las humillaciones a las que fueron sometidas de cientos de mujeres irlandesas en los conventoslavanterías de los años 60.

La Religión no sólo realiza

una lectura metafísica de la realidad sino que además define un esquema de comportamiento en base a normas arbitrarias que responden a la estructura de lo sagrado y lo profano, entendiendo ambas como dimensiones que separan y vinculan la relación entre el mundo terrenal y el espiritual. La dimensión de lo sagrado es la representación de lo perfecto, lo bueno, lo ideal, por su parte lo profano es la definición de lo imperfecto, lo impuro y pecaminoso. Esta moral que define lo correcto y lo incorrecto es una especie de camisa de

fuerza que limita el actuar de los sujetos a la vez que indica las consecuencias de aquellos comportamientos que escapan a lo aceptable. En esta maquinación moralreligiosa existen sujetos que cargan un peso especial en cuanto a los límites de su comportamiento, y como bien se puede adivinar, la mujer corre en desventaja. Una de las expresiones más extremas de esta lógica en nuestra cultura occidental es la que presenta el director británico Peter Mullan en su aclamado film “The Magdalene Sisters” (2002). Esta película, basada en hechos reales

y ambientada en la Irlanda de los años 60, cuenta el caso de múltiples mujeres que durante décadas fueron encerradas en conventos disfrazados de lavanderías (o lavanderías disfrazadas de conventos) que operaron hasta el año 1996, como una especie de cárcel femenina. Sin embargo, a diferencia de lo que se podría pensar, no estamos frente a mujeres delincuentes ni homicidas, sino que a mujeres que la sociedad irlandesa ha considerado como “pecadoras”. En estos conventos, gestionados por la iglesia católica y específicamente por la orden de las Hermanas de


Ágora la Misericordia, las mujeres eran encerradas por cuestiones “moralmente cuestionables”, como ser madres solteras, bellas, coquetas, feas, violadas, pobres, huérfanas, y así un largo y cuestionable etcétera. Si el encierro y la exclusión social parecen castigos excesivos a estos “pecados”, lo que ocurría en estos conventos parece sacado de una historia de terror: humillaciones constantes, castigos físicos, extenuantes jornadas de trabajo y la separación casi absoluta de sus familias, completan un cuadro difícil de justificar si no es en función de algún dogma que sustente tales prácticas. Esta ideología moral busca acortar la distancia entre lo profano y lo sagrado a

21 través del sacrificio. De esta manera, el encierro en los conventos de las magdalenas opera como penitencia y el sufrimiento de esas mujeres “impuras” es un vehículo de la redención metafísica. Sin embargo, el encierro de por vida nos deja en claro que no hay perdón terrenal, sino una recompensa extraterrenal al sacrificio. Si bien el film de Peter Mullan es una historia impactante, se queda corta frente a la realidad de estas mujeres que sufrieron los castigos de una sociedad cegada por el miedo y la hipocresía. En último termino, los asilos de las magdalenas son la demostración más fehaciente de cómo el dogma religioso puede terminar justificando las más deleznables

atrocidades. Una película para ver la punta del iceberg, el resto corre por cuenta de ustedes. Disfruten. Por Héctor Muñoz. Antropólogo. Diplomado en estudios Teológicos. Integrante de Ateos Araucanía. Ficha Técnica Año: 2002 Duración: 119 minutos País: Irlanda Director: Peter Mullan Guión: Peter Mullan Música: Craig Armstrong Fotografía: Mark Leese Reparto: Geraldine McEwan, Anne-Marie Duff, Nora-Jane Noone, Dorothy Duffy, Eileen Walsh. Género: Drama/Religión. Basado en hechos reales


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Aborto: cuando una pequeña minoría daña a la gran mayoría Los pro vida tienen nula empatía con la realidad del país; una nula empatía con el cómo vive la mayor parte de sus conciudadanos. Y no sería tan terrible si solamente se tratase de un grupo de desconectados de la realidad nacional pataleando por moralinas religiosas. Lo que preocupa es que son un grupo muy bien enlazado e influyente en la clase política.

Casi

todos nosotros, afortunadamente, tenemos claro que hay avances sociales que son, y deben ser, inevitables (por algo se llaman «avances»). Y el aborto es uno de ellos. El aborto es un derecho de la mujer, tal como fue indicado ya por la ONU. El acto de mantener prohibido el aborto no resiste ningún análisis ni

ético, ni psicológico, ni biológico. Prohibir el aborto atenta contra el derecho de la mujer de decidir por su cuerpo, atenta contra la salud mental de las mujeres forzadas a parir y atenta contra la vida de las mujeres que son obligadas a gestar bombas de tiempo. Y hace pocos días pasó algo muy interesante. Hace pocos días, en Santiago,

hubo una «protesta» de un grupo de autodenominados «provida» frente al palacio de La Moneda. Y lo interesante fue el definido y casi caricaturesco grupo de personas que conformaban esta protesta minoritaria. Vimos familias de pelo claro y ojos de colores, del barrio alto de la capital, acompañadas por curas, y todos uniformados con poleras estampadas y movilizados en buses privados; una pintoresca y culturizante aventura a ese desconocido y salvaje centro de la ciudad. Curiosamente se trata del perfil de personas más cercano a la Iglesia católica y con menos dificultades


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económicas. Justamente el grupo de personas que más lejana ve la realidad de quienes realmente tienen prohibido abortar. El perfil de personas que si quieren abortar, abortan, sea como «apendicitis» o en un viaje de vacaciones a Miami. Y en casos más extremos, el tipo de personas que si realmente siguieran con un embarazo no deseado, con la característica que sea, nunca tendrán que esforzarse por mantener o criar al hijo(a). Pensando en todo eso, resulta casi una consecuencia inevitable el que quieran que esté prohibido el aborto: se mantienen obedientes y bien vistos frente a su Iglesia y tienen todos los recursos necesarios para que no les sea un problema; la posición más cómoda posible para defender lo indefendible.

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El problema de esto, el problema de verdad, es que terminan afectando gravemente la calidad de vida de la gran mayoría de chilenos. Tienen nula empatía con la realidad del país; una nula empatía con el cómo vive la mayor parte de sus conciudadanos. Y no sería tan terrible si solamente se tratase de un grupo de desconectados de la realidad nacional pataleando por moralinas religiosas. Pero sí es tan terrible cuando se trata de un grupo, que si bien es muy minoritario, es un grupo muy bien enlazado e influyente en la clase política. Y nuevamente nos encontramos con la típica situación chilena en que unas pocas familias deciden el destino del resto de los chilenos, y sin importarles la calidad de vida de los mismos. Independiente de lo

absurdos y retrógrados que sean sus intentos de argumentación, estos grupos «provida» son una de las más pequeñas minorías, que afectan y dañan la calidad de vida de la gran mayoría de los chilenos. Por Pedro Stein Director Fundación Sociedad Atea de Chile


Ágora

Pensamiento Crítico en La Frontera

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