Chile una estación al sur Los Andes en el Cajón del Maipo
Crónica: armando rivera Fotografías: A n d r e a T o r s e l l i P h o t o g r a p h y
Chile una estación al sur Los Andes en el Cajón del Maipo
El verso de una antigua canción puede definir la hermosura de Los Andes, montañas majestuosas que delimitan el paisaje; por eso Chile es una estación del sur, un país cobre y mineral que anda sobre la cordillera para exponer el fulgor de las rocas en movimiento. Cuando el caminante tiene la oportunidad de aspirar -con todos los sentidos- la intensidad del paisaje, comprende las fracturas que dejan los macizos en el horizonte, ese diálogo que tiene el viento con las piedras. Así el ulular continuo del aire le crea fisuras y, de tanto en tanto, las montañas del Cajón del Maipo bailan al compás de la tierra.
El paisaje se recompone, brotan nuevos manantiales de los picos nevados y los arroyos son, a veces, hermosas cascadas que rugen al ritmo del agua.
impone un ritmo de acenso a los montes. Con la alegría de un viento frío -siempre presente- uno se envuelve y de pronto te sientes parte de la montaña; eres un fragmento mineral en Al verlo desde la perspectiva comunión con la vida. de un horizonte que nos acerca, la campiña de esta región de Los Andes son parte de ese Chile tiene esa gama de colores equilibrio continuo que tiene el impresionantes: tonos verdes, país. Por una parte, forman un azules, morados, arcillosos que horizonte y dan la medida a una nos hacen participar -con la mi- belleza de un ambiente natural rada- de una policromía que sin comparación; pero, en otro
sentido, esas montañas son fuente de riqueza nacional. En la actualidad, la industria minera tanto en Chile como en otras partes del mundo, tiene una contradicción, a veces, irresoluble para el estilo de vida occidental; que impone la extracción de los minerales sin respetar el equilibrio de la vida. En ocasiones, en este ritmo de las minas, por ejemplo, se crea
un pueblo, florece y al terminar la explotación quedan los vestigios de un lugar -donde los recuerdos son la nostalgia de un caserío- que se quedó encallado en la montaña, con sus hogares y el abandono floreciendo en las orillas del camino. Pero los habitantes del Cajón del Maipo, al día de hoy, sienten cada mañana esa hermosura impresionante.
Las montañas del Maipo están situadas dos horas -más o menos- de distancia en automóvil de la capital de Santiago, por eso todo viajero que se precie de amar la naturaleza debe llegar hasta el macizo montañoso. En días claros es factible visitar un par de glaciales; en otros con el simple hecho de llegar, aspirar la frescura de ese viento y palpar el latido de las rocas, la vida es suficiente. En el Maipo, el silencio de la roca platica con el viento y la belleza de las cumbres de Los Andes majestuosos crean un Chile cobre y mineral. armando rivera armar6264@gmail.com www.facebook.com/armandoriveraescritor Andrea Torselli atorselliphoto@gmail.com www.facebook.com/atorselliphotography
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