Almácigos y viveros
1
CAPITULO V
ALMACIGOS Y VIVEROS La industria viverística y su producto, la planta cítrica, constituyen el basamento a partir del cual crece la citricultura. Es muy importante la responsabilidad de producir plantas cítricas. Muchas veces se extiende más allá del vivero, ya que el viverista suele ser consultado sobre el comportamiento de las variedades y portainjertos que comercializa. La producción de plantas de vivero y las prácticas usadas han variado en los últimos años .El método convencional de producción a campo ha cedido algún lugar al de producción de plantas en maceta bajo invernaderos cubiertos con plástico. Las condiciones climáticas de cada zona determinan los métodos de producción, épocas y prácticas más convenientes. ELECCION Y PREPARACION DEL TERRENO. Es un aspecto muy importante a tener en cuenta, especialmente si los almácigos y viveros se van a conducir a campo. El terreno deberá ser alto, bien drenado, de tipo mestizo y cercano a una fuente de agua para facilitar el riego. Se recomienda arar el terreno en abril y terminar la preparación en julio, dejándolo listo para la siembra o plantación. Si las tareas van a realizarse en invernaderos es igualmente importante disponer de un lugar alto, bien drenado y en lo posible alejado de plantaciones comerciales de cítricos. EXTRACCION, TRATAMIENTO, ALMACENAMIENTO Y GERMINACION DE LA SEMILLA. La producción de plantas cítricas comienza con la recolección, almacenamiento y posterior siembra de la semilla de los
portainjertos. La semilla a usar en los almácigos debe ser de reconocido origen y sanidad. No se recomienda cosechar semillas de plantas usadas con otros fines como ocurre con las borduras realizadas con trifolio. El control de calidad y uniformidad son los conceptos que después se harán evidentes en la relación costo/beneficio de un vivero comercial. La semilla debe ser cosechada de plantas semilleras plantadas para tal fin. Dado el uso de diferentes portainjertos conviene señalar el tratamiento que se le da a la semilla de cada uno de ellos. La fruta de trifolio y algunos de los citranges caen una vez que han logrado su madurez. Otros, como la mandarina Cleopatra y el limonero rugoso, mantienen la fruta en planta por lo que se la puede cosechar para extracción de semillas en el momento en que se las quiera sembrar. En la zona del río Uruguay el portainjerto más usado es el trifolio (en más del 90% de los casos). La fruta de trifolio cae en el mes mayo, por lo que es necesario realizar en esa época la extracción de semilla para los próximos almácigos. Básicamente hay dos maneras de extraer semillas: en forma manual o usando máquinas diseñadas para tal fin. En el primer caso se realiza cortando la cáscara y la pulpa de cada fruta superficialmente y girando ambas partes en sentido opuesto hasta lograr separarlas. Luego se exprimen las mitades apretándolas con las manos para facilitar la salida de las semillas. En el segundo caso, se usan máquinas especiales que trituran la fruta sin producir casi daños a las semillas. Los trozos de cáscara y la pulpa son separados de las semillas por un chorro de agua que hace correr los restos de la fruta y permite que las semillas se depositen en el fondo del recipiente. Terminada la extracción de la semilla, generalmente se hace un tratamiento
2
Manual para Productores de Naranja y Mandarina
con agua caliente (51-52 °C durante 10 minutos). Después se la seca al aire y a la sombra. Antiguamente se la guardaba estratificándola con capas de arena seca en un lugar seco y fresco. Actualmente la estratificación en arena ha sido reemplazada por la colocación en bolsas de polietileno en cámaras refrigeradas a 5° C (o en la parte inferior de heladeras familiares), lo que permite mantener la viabilidad de la semilla durante un año. Para evitar el desarrollo de hongos se recomienda tratarlas con un fungicida (como thiram). La manipulación de la semilla debe realizarse con cuidado ya que el poder germinativo decae rápidamente si se secan demasiado o si el estacionamiento no se realiza de manera adecuada. La forma más confiable para determinar la viabilidad de la semilla es mediante un test de germinación en condiciones controladas. Para ello se colocan 100 semillas previamente peladas en una caja de petri en estufa a 26°C ± 2. Se estima que en esas condiciones se consigue una germinación completa en un período de 20 a 40 días. La mayoría de los portainjertos cítricos son altamente poliembriónicos. Ello significa que cada semilla tiene más de un embrión. Uno de ellos es de origen sexual y los otros son nucelares. Se denominan nucelares a los que se originan en el nucelo de la semilla, tejido que rodea al saco embrionario. Los plantines de este origen tienen las mismas características de las planta madre de donde se sacó la semilla.
SIEMBRA. Los almácigos pueden realizarse a campo o en invernadero, en bandejas o cajones germinadores. La siembra en los almácigos a campo se efectúa en la segunda quincena de agosto. La práctica indica realizarla a nivel de suelo en pequeños surcos de 5 cm de profundidad y distanciados 40 a 50 cm entre sí. La siembra se
realiza a chorrillo. La cantidad aproximada de semilla por metro lineal es la siguiente: Trifolios y Citranges............................... 20 g. Naranjo dulce y agrio............................. 15 g. Limonero rugoso, Rangpur y 5 g. Cleopatra.. Estas cantidades permiten obtener una densidad adecuada. La cantidad de semilla a sembrar varía de acuerdo al portainjerto que se trate. No todos producen la misma cantidad de plantines de buena forma y calidad genética, lo que determina un porcentaje de descarte que puede llegar a ser mayor del 50%. En el siguiente cuadro se presenta el número de semillas contenido normalmente por kilogramo para cada portainjerto y el porcentaje promedio de plantines fuera de tipo (variantes). Portainjertos
Semillas/kg Variante s (%) Trifolio 5.000 20 Citrange Troyer 4.500 8 Citrange carrizo 4.500 4 Citrumelo Swingle 5.500 12 Cleopatra 13.000 5 Limonero rugoso 13.000 5 Naranjo dulce 6.400 <1 Naranjo agrio 7.800 32 Rangpur 12.000 >10 En el caso de que se realicen almácigos cítricos bajo cobertura plástica, se dispone de condiciones óptimas (sustrato apropiado, riego, fertilizaciones y pulverizaciones fitosanitarias oportunas, mayor temperatura) lo que permite lograr en menor tiempo, plantines de buen desarrollo y vigor. La fertilización deberá hacerse teniendo en cuenta el tipo de sustrato empleado, tratando de darle a los plantines todos los elementos necesarios para un crecimiento rápido. La producción de plantines se realiza en bandejas o cajones con distintos tipos de
Almácigos y viveros sustrato o arena lavada. En el primer caso debe desinfestarse para eliminar patógenos. La época de siembra depende del momento en que se necesite tener plantines disponibles para su injertación. En general se realizan entre mayo y julio para la injertación antes del próximo otoño. La germinación y el desarrollo de los plantines debe seguirse cuidadosamente, controlando el riego y las pulverizaciones necesarias. Para setiembre-noviembre los plantines están en condiciones de ser transplantados, dependiendo del portainjerto de que se trate y de las temperaturas ocurridas durante su crecimiento. Las principales labores culturales que se realizan en almácigos a campo son la eliminación de malezas, la fertilización y el riego. Al momento de la siembra se aplica un herbicida preemergente, diuron 80% en la dosis de 4 kg./ha. Para combatir la gramilla se usa fluazifop butil 35%, herbicida selectivo para cítricos, en forma de manchoneo. Para pastos más agresivos como el pasto miel (Paspalum) se puede aplicar glifosato al 2%, cuidando de no mojar los plantines. Para favorecer el crecimiento de los plantines se agrega fertilizante nitrogenado cuando alcanzan una altura de 10 a 15 cm. Se puede aplicar urea (45%N) a razón de un kilogramo cada 50 m lineales de almácigo. Se debe tener cuidado en la distribución para evitar la quemadura de los plantines. En los meses de verano y especialmente en períodos de sequía y altas temperaturas es común encontrar ataques de arañuela roja en los plantines de trifolio. Esta arañuela teje una tela que adhiere a las hojas y ramitas alimentándose de la savia de los plantines. Se la controla con pulverizaciones. Es muy importante que los plantines tengan un estado vegetativo óptimo para tener un alto porcentaje de prendimiento al momento de la injertación. EXTRACCION Y SELECCION DE PLANTINES
3
Los plantines pueden sacarse del almácigo para llevarlos al vivero en el mes de agosto o setiembre-octubre, dependiendo del portainjerto. La selección de los mismos se hace por tamaño (primera y segunda), descartándose los pequeños y mal formados (cuello de raíz torcida) y fundamentalmente por la calidad genética, eliminando aquéllos fuera de tipo. El tamaño del plantín al momento del transplante es un factor de suma importancia. Plantines muy grandes tienen problemas en el arraigue; si son muy pequeños es difícil de hacer una buena selección y se corre el riesgo de transplantar un alto porcentaje de “variantes”, es decir plantines híbridos indeseables. En general se transplantan plantines de menor tamaño en invernáculo que a campo. CONDUCCION DE VIVEROS En la zona del río Uruguay hay viveros comerciales a campo y bajo cubierta plástica. Estos últimos no son muchos debido que el portainjerto que mayoritariamente se usa es trifolio. La principal ventaja de los viveros bajo cubierta plástica es el menor tiempo de producción de la planta y para el caso de trifolio, si bien el tiempo de producción disminuye, la ganancia no es tan importante como en otros portainjertos. Otras ventajas adicionales de la producción de plantas en maceta en invernáculo, son la facilidad en el arraigue y manipuleo en la plantación, facilidad de transporte y obtención de plantas libres de cancrosis. Actualmente no se recomienda la producción de plantas en viveros a campo en portainjertos como limonero rugoso, Rangpur, citrumelo y aún citranges, en zonas donde la cancrosis es endémica. En el caso de ser zona libre, se recomienda hacerlo en setiembre y siguiendo las mismas instrucciones que para los plantines de trifolio. En los viveros a campo la preparación del terreno empieza en abril, con aradas y
4
Manual para Productores de Naranja y Mandarina
pasadas con rastras de discos. Se recomienda siempre tener en cuenta las pendientes para evitar la erosión. La distancia entre filas dependerá de las herramientas disponibles. Generalmente las distancia varía entre 1 a 2 metros. La distancia entre plantas será entre 30-40 cm. Los plantines se sacarán del almácigo sin dañar las raicillas. Se seleccionarán de acuerdo a los criterios antes señalados tratando de plantar en un mismo lote los de tamaño similar. Ello uniformará las tareas a realizar en el futuro. Antes de plantarlos se cortará el extremo radicular y el brote terminal para uniformar el tamaño dentro de cada grupo (primera y segunda). Es conveniente formar un mazo de 100 plantines y sumergir las raíces en una mezcla de tierra mestiza y agua (barro semiconsistente). Se debe cuidar de cubrir bien las raicillas con ese barro y no dejarlo secar. Si los plantines deben ser enviados a un lugar distante, se los embalará convenientemente. Para plantarlos, se hace un pequeño pozo a la distancia convenida y se coloca la raíz del plantín. Luego se afirma la tierra contra ella pisando con fuerza para que se forme un pequeño hoyo que retendrá el agua de riego. Al terminar la plantación se riega abundantemente para favorecer el contacto de las raíces con la tierra y asegurar el arraigue. Se recomienda no transplantar en días de mucho viento para evitar la desecación de los plantines. Para lograr un buen desarrollo de plantines es necesario mantener el vivero libre de malezas. Si se trabaja con herramientas mecánicas, pasar el cultivador las veces necesarias para que el suelo permanezca limpio y suelto. Si se emplea herbicida debe aplicarse después del transplante y con humedad en el suelo. Se recomienda el uso de terbacil (80%) a razón de 0.2 g/m2. Las gramíneas deben ser tratadas por manchoneo con glifosato al 1% o fluazifop butil (35%) al 0,5%. Los plantines de trifolio son muy sensibles a los herbicidas, especialmente a bromacil y glifosato.
La fertilización se hace en noviembre mediante aplicaciones del tipo N-P-K, (12-6-12-6) o (15-15-15) a razón de 1000 gr. por cada 50 metros lineales. También se puede aplicar urea a razón de 500 g/50 m. lineales. Durante los meses de diciembre y enero se deberán mantener los viveros limpios y con suficiente humedad. En la segunda quincena de enero se realiza una poda de brotes y chupones de la parte inferior de los plantines (20 cm) para facilitar la injertación posterior. Se recomienda realizar una segunda fertilización en febrero cuidando que el suelo se mantenga limpio. Con un manejo como el descripto los plantines a campo deben estar en condiciones de ser injertados a fines del mes de febrero. El transplante de plantines bajo cubierta plástica se realiza unos 4-5 meses después de la siembra, en setiembre, octubre o noviembre. La operación se realiza en un lugar que permita la recuperación de los plantines antes de ir al invernáculo. Este debe cubrirse en el verano con mallas de media sombra para evitar una excesiva insolación. Hasta el momento de la injertación se cuidará del riego, la fertilización y el control de plagas (especialmente ácaros). Si el riego es automático es fácil de regular la humedad del sustrato y su fertilización. Si fuera manual es posible cometer errores por exceso o defecto. El problema de los ácaros es importante en el manejo de plantas bajo cubierta, especialmente el del ácaro blanco. El control debe hacerse en el momento preciso y con el producto específico. Un problema bastante común en los invernáculos es el de Phytophtora, por ello se recomienda mantener cubierto el piso con una capa de oxicloruro de cobre. Otra causa de contaminación con Phytophtora puede ser el agua de riego, si proviene de arroyos o ríos. La mejor manera de evitar la infección con esta enfermedad es prevenirla usando aguas y sustratos controlados. Los recipientes a usar y el sustrato adecuado son un aspecto muy importante a
Almácigos y viveros tener en cuenta en viveros bajo cubierta. Los componentes de las mezclas que pueden usarse son muchos y dependen de la disponibilidad, precio y calidad. Una mezcla está formada por una parte orgánica (tierra, turba, compost) y una parte inerte para darle aireación (perlita, arena). Los porcentajes de cada componente de la mezcla pueden variar, pero deben ser livianos, porosos y permitir una adecuada retención de agua y buen desarrollo de raíces, además de ser económicos y hallarse disponibles permanentemente. Los componentes más usados son: turba, compost, perlita y arena. El punto crítico de una mezcla artificial es la fertilización. Es conveniente incorporar el fósforo y elementos menores (cobre, hierro, zinc, manganeso, boro) en el
5 momento de hacer la mezcla. La fertilización con nitrógeno, potasio y magnesio puede hacerse mezclando las sales correspondientes en distintas dosis, según el sustrato y pH del mismo. INJERTACION Y CUIDADO DE LA PLANTA INJERTADA En la zona del río Uruguay donde el portainjerto más importante es el trifolio, la injertación a campo se inicia en la segunda quincena de febrero y se extiende hasta abril si las condiciones climáticas lo permiten (Figura 1).
Figura 1. Injerto tipo “T”invertida. El mayor porcentaje de injertación se realiza en marzo. La injertación se realiza a “yema dormida” mediante un escudete que se
introduce en un corte en forma de T invertida, practicado en el plantín. El atado posterior se realiza con rafia o cinta plástica. En los últimos
6
Manual para Productores de Naranja y Mandarina
años se ha reemplazado el uso de yemas de mayor tamaño denominadas “yemas enteras” por yemas más pequeñas que permiten utilizar las provenientes de ramitas yemeras de menor grosor. Generalmente las yemas provenientes de ramas finas se injertan con madera. También se ha modificado el uso de la T invertida, reemplazándola por un corte en el tallo del plantín en “media luna”, para colocar allí la yema convenientemente extraída. Los porcentajes de prendimiento del injerto son altos en la mayoría de los portainjertos cítricos. En los plantines de trifolio se prefiere la injertación baja, a no más de 10 cm del nivel del suelo. Un aspecto muy importante a tener en cuenta en el momento de injertación es el origen y calidad de las yemas a injertar. Las yemas deben sacarse de plantas madres seleccionadas para tal fin, de alta calidad genética y sanitaria y producidas bajos estrictos controles. El Centro de Incrementación de yemas del Campo “El Alambrado” tiene como finalidad producir yemas cítricas para cubrir la demanda viverística del NEA. Allí se mantienen las plantas madres yemeras que producen material de propagación de sanidad controlada para psorosis, tristeza, exocortis, cachexia, CVC, y cancrosis. En el mes de abril se acostumbra a desatar los injertos para constatar el prendimiento y reinjertar aquéllos que han fallado antes de que comience el período de receso del plantín de trifolio. Hacia fines de julio puede comenzar el descopado del plantín. El corte se hace inmediatamente arriba de la yema y ligeramente inclinado para evitar que el agua de lluvia quede retenida. Al mes siguiente se colocan los tutores al que se atarán los brotes incipientes, lo que permitirá obtener un tronco recto en la futura planta. Los tutores son de altura variable según el tipo de planta que se quiera obtener. Si se desea formar copa se colocan tutores de aproximadamente 50 cm de altura. El brote en crecimiento se ata sobre el
tutor hasta que lo sobrepase. Los brotes laterales se eliminan continuamente. En este momento se recomienda realizar una fertilización de acuerdo a las dosis indicadas anteriormente. Durante octubre y noviembre se continúa con las tareas de atado y desbrote hasta lograr que el brote terminal sobrepase el tutor 20 cm; luego se corta, logrando de esta forma la aparición de 3 ó 4 brotes equidistantes que constituirán las ramas primarias de la futura copa. Si bien ésta es la forma de conducción de los viveros en la zona del río Uruguay, hay otras zonas donde el tutorado se realiza para conseguir que las plantas completen su formación con un fuste único, sin ramificaciones. La formación de la copa se realiza en el campo. Para ello es necesario colocar una “polaina”, especie de cartucho que puede construirse con papel (del tipo de los envases tetrabrick) que aseguran su permanencia a campo en buenas condiciones durante dos años. De esta manera se favorece el desarrollo de 3 ó 4 brotes del extremo cortado que formarán la copa El uso de este cartucho evita el daño ocasionado por liebres, el ataque de cochinillas y la brotación del tronco, reduciendo los costos de manejo de los primeros años. La extracción de plantas para llevar a lugar definitivo se realiza normalmente en los meses de julio y agosto. Para ello se hace una poda de acortamiento de la copa (Figura 2). Esta poda tiene como finalidad equilibrar la parte de raíces que se pierde al extraer la planta del vivero. Las plantas pueden extraerse a “raíz desnuda” o con pan de tierra, según sea el suelo donde fueron criadas. Es muy importante que las raíces y raicillas no se sequen en ningún momento durante las operaciones de extracción y transporte, para evitar pérdidas en la plantación a campo.
Almácigos y viveros
7
Figura 2. Poda de acortamiento de copa.
La injertación en invernáculo puede hacerse a los 5-6 meses después del transplante, dependiendo del grosor de los plantines. Hay portainjertos como el limonero rugoso, Rangpur y citrumelo que tienen un rápido crecimiento y adquieren tamaño apropiado antes que otros como el naranjo dulce y Cleopatra. El tipo de injerto usado es el mismo descripto anteriormente. Generalmente los injertos se desatan a los 20 días de realizados. Luego se hace el descope del plantín por encima del injerto, lo que permitirá la brotación rápida de la yema y el crecimiento sostenido de los brotes. La fertilización y
cuidados sanitarios son similares a los recomendados para los plantines. Los injertos son tutorados para conseguir que las plantas lleguen a la madurez con un fuste único (como comúnmente se realiza en el NOA, constituyendo el manejo más rentable y práctico para plantas producidas en invernáculo) o formando una copa similar a la descripta para los viveros de campo. Al momento del transplante, 16 a 18 meses después de la siembra de las semillas, se podan las plantas que se condujeron con fuste único a una altura de 60 cm y se llevan a campo donde se forma la copa. El diámetro del tronco de la planta producida en invernadero es generalmente la mitad del de las plantas producidas a campo; sin embargo, una vez en la quinta, después de un año de crecimiento tienen el mismo porte. Por último es importante destacar la necesidad de disponer de una reglamentación en materia de viveros cítricos. Ello permitirá al citricultor contar con plantas certificadas que representen un aval de seguridad para el futuro de su empresa citrícola. Plantas de vivero de alta calidad constituyen el pilar fundamental sobre el que se asienta una citricultura eficiente y progresista.
BIBLIOGRAFIA -BEÑATENA, H.N. 1983. Conducción de almácigos y viveros cítricos en la zona de Concordia, E.R. Carpeta de Información Citrícola, Vol I., D.5, D.6 y D.7.; E.R., Argentina. -FOGUET, J.L. 1991. Producción de plantas cítricas en macetas bajo invernáculo. Acta XIV
Jornada Citrícola Nacional, B.1. Concordia, E.R. Argentina. -LEE, Andrew T.C. y Keith ROXBURG. 1993. Guidelines for the Production of Containergrown Citrus Nursery Trees in Southern Africa. 53 pp. Printed by Citrus Improvement Programme, Port Elizabeth, Sudáfrica.
(Preparado por C. Anderson)