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Es posible la espiritualidad en dromocracia?

:: COMUNICACIÓN ¿Es posible la espiritualidad en dromocracia?

Migue Roth

Lector • Realizador multimedia, fotoperiodista & cronista. Editor fundador de Angular (periodismo narrativo) www.espacioangular.org.

«Porque necesitamos aprender a leer la realidad para escribir una historia diferente».

Hace no muchos años, si no tenía un libro en mano y estaba de viaje, pensaba. Al ir a dormir; o en momentos de espera —en el trabajo, en una fila para hacer pagos, en el baño—, miraba alrededor; revisaba lo que tenía por delante y lo que había hecho; imaginaba situaciones posibles, sacaba conclusiones: pensaba.

Hoy, en estas situaciones tiendo a chequear el teléfono, ver si alguien mensajeó, revisar un enlace. Así como lo plantea Teddy Wayne 1 , he notado que quedan cada vez menos espacios y momentos para estar a solas con mis pensamientos. Pareciera que los reductos para imaginar, para probar ideas y ser creativos, para decidir conscientes, se han reducido a un mínimo peligroso.

Vivimos en contextos sociopolíticos donde predomina la vertiginosidad, la superficialidad y la infoxicación: vivimos en dromocracia. (-dromo: elemento sufijal del griego que podemos entender como «lugar en el que lo que importa es la velocidad». / -cracia: autoridad; gobierno; dominio).

La vertiginosidad define nuestras acciones y limita nuestra capacidad de profundización. En la actualidad, estamos en constante estado de desconcentración —Bauman lo llamó «estado líquido» 2 — donde la fugacidad y la procrastinación parecen conditio sine qua non en nuestras relaciones. Y esta obstrucción

Teddy Wayne, «¿Se acabaron los momentos de reflexión?» New York Times, en español, 19 junio 2016, recuperado de: http://www. nytimes.com/es/2016/06/19/se-acabaron-los-momentos-dereflexion/?smid=recirc&smtyp=cur

«La metáfora de la liquidez –propuesta por Bauman– intenta también dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones». Adolfo Vásquez Rocca, «Zygmunt Bauman; Modernidad Líquida y Fragilidad Humana», Revista Observaciones Filosóficas, n.º 6 (2008), recuperado de: http://www. observacionesfilosoficas.net/zygmuntbauman.html en nuestra capacidad de abstracción, conduce a inevitables limitaciones en nuestra vinculación con el otro, con el semejante.

Si la vinculación cierta con un semejante es difícil; si nos cuesta o se inhibe la vinculación certera, efectiva y afectiva con mi semejante: ¿qué nos queda para con aquel a quien no considero semejante? 3

La dificultad de leer al otro; la dificultad de entender el contexto y atender a lo distinto, genera un ambiente propicio para la ambigüedad y para los totalitarismos (totalitarismo entendido como aquello que se piensa sin afueras posibles). ¿Existen prác

ticas / ideas / creencias que se piensen sin afueras posibles, que busquen crecer para abarcarlo todo como un dogma ideal e incuestionable?

En contextos sociopolíticos complejos y ante la obstrucción de la vinculación real —no virtual— con el otro, nuestras decisiones tienden a ser reactivas, en lugar de activas. Interpretamos y hacemos basándonos en niveles de pensamiento lógico concreto —propio de la adolescencia—; hemos condicionado el proceso de pensamiento abstracto; dejamos de hacerlo: pensamos como

adolescentes; vivimos en sociedades caprichosas, inestables

y adolescentes. Y en este tipo de ambientes en los que prevalece lo pasajero, lo superfluo y la imagen, los momentos de reflexión y los espacios de encuentro donde se retoma la palabra (como acto dialógico) son revolucionarios.

Es una pena que nos suene a nada decir revolucionario. O peor: que nos suene mal. Quizá sea porque hemos ido perdiendo las palabras. Las fuimos pervirtiendo, las tornamos cliché.

Hay una bellísima reflexión: «La palabra es donde reside la última batalla por la emancipación del hombre» 4 .

Y lo creo: porque «por la palabra fuimos creados».

3

4 Tolerancia. Nos queda la tolerancia, como una de las reacciones sectarias e hipócritas menos coercitivas.

La palabra humillada. Jacques Ellul. Ediciones SM. 1983.

¿Es posible la espiritualidad en dromocracia?

Pero retomar la palabra es un acto de ruptura. En contextos donde «lo políticamente correcto es el fascismo contemporáneo», retomar la palabra es un acto de ruptura con el orden establecido —u orden estableciéndose—. En lugares donde la imagen parece ser más importante que el hecho en sí, pensarse distinto, imaginar posibilidades para bajar la velocidad y vincularse con el otro, implica actos de ruptura con el modelo y con las maneras de hacer propias de la actualidad dromocrática.

Sería oportuno pensar cuáles son las formas de retomar la palabra y revisar qué es lo que inhabilita el encuentro con el otro, conmigo mismo y con Dios: ¿qué es lo que nos limita?

Creo que nos limita aquello que intermedia y no es puente. Obstruimos el vínculo cuando lo institucional supedita a las personas; cuando la intención es aumentar / extenderse / abarcar, en lugar de valorar y buscar la relación directa.

¿Qué decimos cuando explicamos quiénes somos? ¿Describimos nuestra identidad por medio de ideas—cosas que nos agradan—nombres—posiciones—números—una institución—varias; en lugar de una búsqueda consciente de identificarnos con Él?

La dromocracia limita nuestra capacidad de imaginar, de extrapolar lo aprendido a nuevas situaciones, de construir esquemas; limita la capacidad de deducción, de sacar conclusiones más precisas. La dromocracia limita nuestra creatividad: y esa dificultad de imaginar otras maneras de ser y estar, es la peor forma de esclavitud.

La palabra y no la coerción; la posibilidad de dudar y no la imposición; el ejercicio de mi capacidad de decisión y no ser funcional a un modelo; el respeto y no la autoridad; la posibilidad de ser responsable de mis decisiones y no la inercia y la complicidad; el diálogo y no la jerarquía, es lo que nos ayuda a caminar hacia la libertad.

La libertad como un camino posible, que se hace más oportuno transitar con Alguien que permanece y se ofrece a guiarme a ese lugar donde la libertad ya no será camino, sino morada.

Que nuestras prácticas, que nuestras decisiones y acciones nos permitan caminar en libertad.

LA CABRA CADABRA, por Maijo Roth

Cuento cedido por Rothbros a aula7activa.org. Cuentos con arte de www.rothbros.es. En esta página encontrarás “cuentos con gracia, ingenio y belleza; cuentos que nos lleven a recorrer los mismos caminos, con otros zapatos”. Y manualidades, juegos y más cosas. Disponible en: el apartado de relatos infantiles de la sección infantil de aula7activa.org

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