una permisividad frente a prácticas condenadas por la iglesia tales como el uso de drogas (ellas facilitan la comunicación con el más allá). ¡Y mirad!... en la Biblia dice que Babilonia sedujo al mundo precisamente por sus encantamientos, por sus brebajes y por sus drogas. En efecto, el tema de las drogas tiene relación con la iluminación a lo sobrenatural. Tampoco se condena ninguna experiencia de tipo sexual pues el sexo vehicula una energía transmisible. Por todo ello, en muchas ocasiones las personas de orientación homosexual se encaminan hacia esta filosofía tan permisiva y tan poco condenatoria. El tercer elemento que da fuerza al evangelio de la Nueva Era radica en que no existe distinción entre lo sagrado y lo profano. Todo es sagrado. En esto también coincide con el mensaje bíblico, el mensaje adventista, porque «si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Corintios 10: 31). Cuarta nota de esta filosofía es que no se constituye en privilegio de ninguna iglesia o secta. Lejos de ello, cualquiera puede crear su propia espiritualidad descubriendo cuales son sus propios valores. La Nueva Era se encamina a que nosotros elijamos nuestro propio futuro y nuestro propio destino. Quinto elemento de éxito es la movilización en sus cruzadas del elemento feminista. Entienden que las mujeres poseen un hemisferio cerebral izquierdo mucho más desarrollado que los hombres. Son por lo tanto más intuitivas, más emotivas, más propensas a lo esotérico y más capaces de aportar soluciones a temas tan delicados como por ejemplo el de la miseria. Sexto factor es la presentación de un acertado argumento cristológico. La Nueva Era dirá con acierto que los cristianos con sus cristologías han separado a Cristo de la humanidad, haciendo de él un modelo inaccesible. Los adventistas creemos que Cristo se reencarnó en un verdadero hombre, que llevó y venció nuestras miserias y pecados. Pero esto no ha sido siempre así predicado por todas las iglesias cristianas. La Nueva Era acusa al cristianismo de ser el culpable de su propio fracaso pues un Cristo que no se hubiera encarnado en verdadero hombre, en carne semejante al pecado, ya conocéis el texto de Romanos, no puede interesar a nadie pues debió vivir experiencias completamente ajenas a las nuestras. A esta filosofía le interesa tan solo el Cristo que consiguiera iluminar o despertar su espíritu. Ved como la Nueva Era utiliza los grandes temas del mensaje del tercer ángel, lo que debe impulsarnos a trazar puentes entre estas personas y nosotros para ir −al menos en cierta medida− en su misma dirección. Para ser objetivo, quisiera ahora anunciaros algunos de los principios de la Carta de la Nueva Era. Se trata de un documento que esta publicado por la Asociación Francesa de la Nueva Era. Ser newager significa: • Tener una perspectiva antropológica holística. • Respetarse a sí mismo, a los demás y al medio ambiente. Este último es Dios pues la naturaleza misma es Dios. –Fijémonos en el orden: respetarse a sí mismo, al otro y al medio ambiente, mientras que en la perspectiva cristiana el orden será: amar a Dios y al prójimo como a sí mismo.– • Cuestionarse regularmente, formarse permanentemente, ser curioso, tener una apertura espiritual, cambiar el futuro del mundo cambiándose previamente a uno mismo. • Ser optimista, tener sentido del humor y a la vez guardar la lucidez y conservar una conciencia realista de las posibilidades de uno mismo y de sus derechos como individuo. • Buscar la armonía corporal, espiritual y del alma (1 Tesalonicenses 1: 10, espíritu alma y cuerpo deben de ser considerados como un todo indisociable). • Integrar el tiempo en la acción. • Creer, imaginar, inventar, tomar riesgos, aceptar la idea de compartir para enriquecerse. • Rechazar el Estado providencial en el que este lo da todo. Preocuparse por la propia vida, tener iniciativas, aprender a crecer solo, por y para los demás. • Añadir al instinto y a la inteligencia la dimensión intuitiva que incluye todos los sentidos, abriéndose también al fenómeno de las percepciones extrasensoriales. Ello equivale a la aceptación del channeling o comunicación con el más allá. • Respetar la Tierra como ser viviente y trazar una nueva alianza con la naturaleza. El
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