Áurea revista de arte+literatura

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Áurea Revista de arte y literatura

La belleza de la barbarie Gonzalo Lizardo

#001 Agosto-septiembre de 2013

Ficciones Carlos Velázquez • Gerardo Sifuentes • Joel Flores Portafolios Anael Tritura •Jorge Pérez música envasada daniel herrera

áurea

rumbo al centenario de la batalla de Zacatecas Limonar Soto Salazar • eduardo Jacobo Bernal • Sofía Gamboa Duarte

áurea, revista de arte y literatura

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E Editorial áurea Lic. Miguel Alonso Reyes Gobernador del Estado de Zacatecas y Coordinador de la Comisión de Cultura de la Conferencia Nacional de Gobernadores Lic. Gustavo Salinas Íñiguez Director General del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” Ing. Héctor Emmanuel Galaviz Castañeda Coordinador Administrativo Lic. Ma. de Jesús Muñoz Reyes Subdirector de Difusión y Animación Cultural

Desde el inicio de la presente administración, el impulso decidido a la cultura es un tema de primer orden para el Gobierno del Estado de Zacatecas. A tres años de haber asumido el cargo, el gobernador Miguel Alonso Reyes ha mostrado su determinación por fortalecer aspectos fundamentales como la difusión y la descentralización de las actividades artísticas y culturales, con el propósito de que un mayor número de personas tenga acceso a las distintas manifestaciones culturales. Esta meta institucional, incluida en el Plan Estatal de Desarrollo 2011–2016, constituye una de las principales líneas de acción del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”. De ahí que hayamos sumado esfuerzos con los creadores, artistas

© ÁUREA. Revista de arte y literatura. Dirección Editorial

Lorena Rodríguez Santoyo Redacción

y la sociedad en su conjunto para diseñar e implementar acciones y políticas públicas encaminadas a concretar dicho objetivo. La revista Áurea será una publicación bimestral de artes y li-

Juan Gerardo Aguilar y Óscar Edgar López

teratura, que abre sus páginas a las distintas expresiones cultu-

Corrección

nuestras fronteras, y así encuentren un espacio amplio para su

Luis G. Amézquita Consejo Editorial

Benjamín Valdivia Héctor Ávila Sofía Gamboa Gonzalo Lizardo Rodrigo Castillo Diseño publicitario

Jesús Muro diseño editorial

Javier Alcaraz aurearevista@gmail.com www.zacatecas.gob.mx Áurea. Revista de arte y literatura es una publicación bimestral editada por el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”, con domicilio en Lomas del Calvario no. 105, Díaz Ordaz, Zacatecas, Zacatecas, 98020. Editora responsable: Lorena Rodríguez. Todos los textos aquí publicados son responsabilidad de quien los firma. Certificado de Licitud de Título: en trámite. Publicación periódica con un tiraje de 1 500 ejemplares. Producción editorial: La Dulce Ciencia Ediciones S. R. L. de C. V.

rales, tanto de Zacatecas como del resto del país, y más allá de libre expresión. Áurea busca ser el equilibrio rector en la escena artística local y de la región centro-norte de México. Su nombre obedece a dos fuentes dispares, pero no menos insoslayables: la primera es el homenaje al espléndido cielo zacatecano: “el aura” con que despierta la ciudad y se derrama sobre nuestros desiertos, montañas y poblados; la segunda se refiere a la “proporción áurea”, esa relación matemático-geométrica necesaria, seductora y tan vívida para las artes visuales. Al elegir este nombre decimos que esta publicación se encuentra destinada a ser equilibrio, proporción y vértice de esplendor de la vida cultural de nuestro Estado y de nuestro país. Cada página buscará contribuir a difundir la política cultural del Gobierno del Lic. Miguel Alonso Reyes, así como el trabajo de nuestros artistas en todos los ámbitos. De ahí que quienes encabezamos este esfuerzo editorial estaremos complacidos de ponerla ahora en sus manos.

— Lic. Gustavo Salinas Íñiguez Director General del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”

1


[ Contenidos ]

10

E

editorial

F

en foco

Presentación

Zacatecas en la revolución

1

6

constitucionalista

30

T N 33

P

La toma de Zacatecas

10

Francisco Goitia y la revolución

14

La belleza de la barbarie

18

tesis

La música envasada

22

narrativa

Los que esperan

26

El hombre oso cerdo

30

El león filisteo

50

poesía

David Mudo A dónde irá…

4 5 20

Dije (escribí) 32 Vi, otra vez 49

A 54

L B

61

2

artes visuales

Anael Tritura

33

Jorge Pérez

42

Lindes

Cannes y “Heli” breves

Dolores Castro Veta Gráfica

R

54

60 61

Reseñas

La transmigración de los cuerpos

62

El mundo no se acaba

63

Doce en punto,…

63

The Walking Dead…

63

Colaboradores

64


Sácame los ojos de Anael Tiritura , xilografía, 30 x 40 cm.


P Poesía

David Dalí Corona

Te llevaban al hospital cuando se hartaban de ti y tus lloridos. Cuando la abuela no podía más contigo y los tíos no dominaban tu carácter. Nunca hubo despedida con pañuelos o palabras de aliento a tu partida, a decir verdad, nadie esperaba que volvieras. Aunque por partes, siempre regresaste a esta casa que es tuya y que en la incertidumbre todos se reparten. Tu hermana te dejó porque no supo nacer iluminada; sombría jugaba a las princesas y ella siempre era la criada. Un día no aguantó más y se colgó del tendedero. Pero tú, árbol mal logrado, te niegas a dejar este mundo que para ti no tiene nada. Te aferras a él como hierba que crece entre las vías.

4


[ Poesía ]

Mudo Mi lengua es una piedra que antes llama ardía en los páramos de tu cintura. Susurraba tu nombre y toda luz hacía en tu cuerpo. Estalactita hoy pende de mi boca como un murciélago en el día. Apenas balbucea. Niño que sin caminar busca asirse a un árbol de aire.

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F En Foco

Franciso Villa saliendo de la batalla de Ojinaga, Chihuahua, enero 1914 (Acervo del Museo Toma de Zacatecas).

Zacatecas en la revolución constitucionalista Limonar Soto Salazar La batalla de Zacatecas ocurrió el 23 de Junio de 1914. La antecedieron otros episodios notables, como la Decena trágica y el golpe de estado de Victoriano Huerta. Envueltos en la celebración del centenario de este suceso, el presente dossier es un esfuerzo por encomiar la que fue una batalla decisiva para el desenlace de la revuelta mexicana.

A

mediados de febrero de 1913,

La preminencia de Huerta le confirió el voto de

la Ciudad de México sufría

los sublevados para afianzarse a la cabeza de un

los estragos de un golpe de

nuevo gobierno que tendría numerosos adeptos

Estado conocido como “la

en el país, principalmente los sectores sociales

Decena Trágica”, hecho que

que reclamaban la pacificación (circunstancia

fue dirigido por antiguos militares porfiristas,

que se vio perdida durante el gobierno made-

entre ellos, los generales Félix Díaz, Bernardo

rista). También contó con el reconocimiento de

Reyes, Manuel Mondragón y Victoriano Huer-

los gobiernos de diversos países como Estados

ta. Este último fue quien sobresalió en el cuar-

Unidos de América, en cuyas instalaciones de su

telazo que terminó con el gobierno y las vidas

representación diplomática en México se celebró

de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez.

el Pacto de la Embajada o de la Ciudadela. Este

6


[ En Foco ]

acto, acontecido bajo la complicidad del emba-

carrancistas fue jefe del 1er Regimiento de Li-

jador estadounidense Henri Lane Wilson, esti-

bres del Norte.

puló el desconocimiento del gobierno de Madero

Con estos hechos inició en Zacatecas la revo-

y la creación de un nuevo régimen bajo la presi-

lución en su etapa constitucionalista. La ante-

dencia del general Victoriano Huerta.

rior denominación se le dio por haberse asignado el mismo nombre al ejército que se conformó

La revolución constitucionalista

a partir del Plan de Guadalupe, firmado el 26 de

y las acciones rebeldes zacatecanas

marzo de 1913. Pero las acciones revolucionarias

Apenas se instauró el régimen huertista, cuan-

zacatecanas no se limitaron a los hechos ya re-

do en el interior del país algunas autoridades

latados, también en otros puntos de la entidad

estatales y municipales ya reprobaban el golpe

acontecieron el descontento popular y la lucha

de Estado y el consecuente gobierno emanado

armada. En la región del cañón de Juchipila, el

de éste, por lo que no hicieron esperar sus pro-

guerrillero Crispín Robles emprendió acciones

nunciamientos de rebeldía armada. En el mar-

de combate desde el sur de Moyahua hasta Jal-

co de dicho escenario de insurgencia, al esta-

pa, haciendo algunas incursiones en el cercano

do de Zacatecas le corresponde un distinguido

Nochistlán. Lo mismo aconteció en los valles y

lugar por haber albergado varios actos dignos

serranías de Tlaltenango y Teúl de González Or-

para las remembranzas revolucionarias. Se ha

tega; en estos lugares tendrían importante pre-

reconocido a Concepción del Oro, bajo la pre-

sencia revolucionaria Trinidad Cervantes y Pe-

sidencia de Eulalio Gutiérrez, como la primera

dro Caloca. En Sombrerete se pronunció Santos

autoridad formalmente establecida que se re-

Bañuelos, quien destacaría en el concierto de

beló contra el gobierno de Huerta el 19 de fe-

la insurrección regional; aunque quizá de ma-

brero de aquel año de 1913. La rebelión con-

yor trascendencia para la historia de la revolu-

cepcionense involucró, en gran medida, a

ción constitucionalista en el estado fue la figu-

operarios que laboraban en la industria minera

ra de Pánfilo Natera, hombre que, a mediados

de la región, destacando el uso de la dinamita

de abril, se levantó en armas en Nieves y llevó

como una de sus armas (la cual fue bien aplica-

cabo diversos hechos de guerra en localidades

da para el ataque y sabotaje de trenes, estacio-

del centro y noroeste zacatecano, logrando un

nes y líneas férreas). A este respecto, habría de

gradual reconocimiento revolucionario. No se

recordarse que, durante los primeros meses de

debe omitir que varios de los personajes citados

rebelión, buena parte de las fuerzas insurrectas

combatieron en la revolución promovida por

carecían de armamento regular, por lo que el

Francisco I. Madero contra Porfirio Díaz en 1910,

uso de dinamita resulta lógico. Otro persona-

para luego integrarse a las fuerzas de la adminis-

je insurgente en el noreste zacatecano fue For-

tración maderista como rurales (tal condición

tunato Maycotte, antiguo oficial rural, quien se

les permitió contar, en principio, con algunos

rebeló junto con su destacamento de caballe-

pertrechos y medios para el combate).

ría en Villa de Cos el 28 de febrero. No obstante, Maycotte no efectuó ninguna acción de armas

Zacatecas: el baluarte huertista

en el estado de Zacatecas, sino que se trasladó

La ciudad de Zacatecas prácticamente sería la

a Coahuila para unirse a Venustiano Carranza, y

única población importante que el huertismo

su recorrido implicó enfrentar o evadir las per-

mantuvo bajo control. En ésta se apostarían

secuciones de las fuerzas gobiernistas situadas

fuerzas que de manera recurrente tenían que

entre Zacatecas y San Luis Potosí. En las filas

emprender salidas hacia distintos puntos de la

7


entidad para sofocar acciones revolucionarias,

las avanzadas revolucionarias, predominando

como lo fueron sabotajes a líneas férreas, ata-

en este escenario Pánfilo Natera, consolidado

ques y destrucción de estaciones de ferrocarril e

como jefe regional revolucionario y como aglu-

incluso retomar el control de algunas poblaciones

tinador de una fuerza que se conoció como “Di-

importantes que fueron controladas por los revo-

visión del Centro”. Es importante enfatizar que

lucionarios. Poblaciones en estas circunstancias

algunas de sus acciones, más allá de escaramu-

fueron Salinas, San Pedro Piedra Gorda, Jerez, Río

zas y daños a la infraestructura férrea y telegrá-

Grande, Cañitas, Fresnillo, Calera y otras tantas

fica, llegaron a ser verdaderos hechos de guerra.

más. En la capital zacatecana, la guarnición fe-

Los casos de las tomas de Jerez, Fresnillo y Calera

deral tendría como cuartel la antigua Ciudadela

provocaron que los regimientos fueran estable-

—que ocupó el espacio donde hoy se encuentra la

cidos precautoriamente en Zacatecas para su

escuela Enrique Estrada—; dicho inmueble aloja-

defensa. Sin embargo, a principios de junio de

ría gran parte de las fuerzas castrenses, entre és-

1913, la misma capital zacatecana fue toma-

tas, varios contingentes o fracciones de diversos

da por Natera, venciendo la guarnición local y

batallones y algunos regimientos de caballería,

ocupando la plaza por el lapso de varios días.

así como piezas de artillería.

Este evento constituyó el caso de la primera

Debe decirse que el ejército huertista siempre

capital de un estado que fue capturada por los

estuvo en desventaja numérica frente a sus ad-

revolucionarios constitucionalistas. El hecho

versarios revolucionarios. Por ejemplo, durante

representó un duro golpe para el huertismo,

el año de 1913, las fuerzas federales apenas si lle-

al grado de motivar la renuncia del general

gaban a sumar algunos centenares de hombres

Manuel Mondragón del Ministerio de Guerra

tanto de infantería como de tropa. Esta situa-

y Marina. La ciudad fue recuperada a sangre y

ción obligó a que el gobierno federal permitie-

fuego algunos días después por el general José

ra la inclusión de fuerzas de origen civil tam-

Delgado, quien derrotó a Natera en una fuerte

bién llamadas “irregulares”. Un notable caso de

acción de armas en Guadalupe.

estas fuerzas es Benjamín Argumedo, quien se

Tras retirarse de la capital, las fuerzas re-

hizo aliado del huertismo junto con sus hom-

volucionarias actuaron en diversos puntos del

bres los denominados “Colorados”, no sin an-

estado teniendo enfrentamientos en diversos pa-

tes asolar algunas poblaciones localizadas entre

rajes, haciendas y pueblos. Por su parte, Natera,

Sombrerete y Salinas. Aquí también tendría que

ascendido a general, se trasladó al norte del país

mencionarse el cuerpo auxiliar zacatecano in-

para participar en diversas batallas en compañía

tegrado por voluntarios. La guarnición federal

de otros caudillos, entre ellos, Francisco Villa.

y sus aliados llegaron a recibir algunos refuer-

Su desempeño fue variopinto entre las filas nor-

zos provenientes de Durango o del centro del

teñas, pero le sirvió para acrecentar su cercanía

país, aunque estas ayudas sólo se dieron cuan-

con Venustiano Carranza, relación que fue sella-

do la situación lo ameritó, o por atención a las

da al año siguiente en Sombrerete cuando los dos

solicitudes de auxilio por parte del gobernador

personajes se reunieron y comenzaron fraguar un

del estado.

decisivo ataque a la ciudad de Zacatecas.

La primera capital en manos

Hacia el fin del régimen huertista

de la revolución

El año de 1914 vendría con igual o mayor núme-

Algunas de las poblaciones de importancia po-

ro de combates en la entidad zacatecana. Pue-

lítica o económica comenzaron a ser objeto de

de decirse que tres cuartas partes del estado se

8


[ En Foco ]

Ruinas del Palacio Federal, destruido a las cinco de la tarde del 23 de junio. Entre los escombros quedaron sepultados los cuerpos sin vida de dos oficiales y 35 soldados revolucionarios; así como de 89 federales (Colección de José Manuel Enciso. Archivo de Víctor Hugo Ramírez Lozano).

encontraban bajo dominio revolucionario. Cada

desde el 17 de junio; en los días siguientes un

vez se efectuaban con mayor intensidad los en-

gran número trenes comenzó a llegar a la esta-

frentamientos entre la insurgencia regional y

ción de Calera. Durante ese tiempo comenzaron

las fuerzas gobiernistas. Por lo menos una vein-

a efectuarse los primeros enfrentamientos en la

tena de combates de significativa importancia

serranía zacatecana. Por su parte, la defensa fe-

se dieron entre los meses de enero y mayo, aun-

deral también recibió una importante cantidad

que algunos de carácter menor (como tiroteos

de refuerzos provenientes de San Luis Potosí y

entre grupos de jinetes rebeldes y cuerpos ex-

el centro del país. El crecimiento de fuerzas por

pedicionarios federales). En la mayoría de los

ambos bandos hacía ver una inevitable batalla

casos fue la guarnición de Zacatecas la que tuvo

de gran magnitud, la cual acaeció entre los días

que desplegar fuerzas para eliminar o contener

21 y 23 de junio, siendo esta última fecha en la

las acciones revolucionarias que ya comenzaban

que se dio el desenlace: una ofensiva final que

a evidenciar un cerco en torno a la capital, cuya

ocasionó el aniquilamiento total de la otrora

importancia política, económica y estratégica

poderosa guarnición federal, la única que que-

no estaban en duda.

daba en el norte de México.

En la segunda semana de junio, Pánfilo Na-

Con la derrota y destrucción del ejército fe-

tera y los hermanos Domingo y Mariano Arrie-

deral en Zacatecas del 23 de junio vendría de

ta atacaron Zacatecas pero su ofensiva fue re-

manera vertiginosa el declive del régimen huer-

pelida por una fuerte guarnición al mando del

tista (que tendría su fin a mediados del siguien-

general Luis Medina Barrón y la oportuna lle-

te mes), dando paso al triunfo de la revolución

gada del general irregular Benjamín Argumedo.

constitucionalista, pero también a una nueva

El fracaso revolucionario significó un duro re-

lucha entre las distintas fuerzas revoluciona-

vés para las intenciones de Carranza de hacerse

rias (distinguiéndose entre ellas villistas y za-

de la estratégica urbe minera, por lo que tuvo

patistas frente a los carrancistas). Gran parte de

que permitir la participación de toda la fuerza

los revolucionarios zacatecanos se incluirían a

de la División del Norte al mando de Villa. El

la facción carrancista, lo que para ellos con el

portentoso ejército norteño comenzó a trans-

tiempo significó ser parte del bando triunfante

portar sus tropas desde Torreón vía ferrocarril

revolucionario. n

9


Panorámica de la ciudad de Zacatecas, circa 1900-10 (Archivo Raquel Toribio).

La toma de Zacatecas, ¿fin o inicio de un conflicto? José Eduardo Jacobo Bernal

Eran las seis horas cuarenta y cinco minutos de la tarde; la temperatura era deliciosa; el sol de la gloria de ese día, 23 de junio, moría apaciblemente.

C

Felipe Ángeles, La batalla de Zacatecas.

aos, confusión, cadáveres esparcidos en las calles, militares con vestimenta de mujer tratando de darse a la fuga, una ciudad humeante y edificios destroza-

dos. Zacatecas había sido tomada, la Revolución había triunfado. A casi cien años de aquel 23 de junio de 1914, la Toma de Zacatecas sigue siendo un punto crucial en la explicación del proceso revolucionario, puesto que se trató de la coyuntura que marcó el fin de un periodo y el inicio de otro.

10


[ En Foco ]

Pánfilo Natera y Venustiano Carranza en Chihuahua, abril

General Santos Bañuelos de la División del Centro, circa

1914 (Acervo del Museo Toma de Zacatecas).

1910 (Acervo del Museo Toma de Zacatecas).

Pero vayamos por partes. Recordemos que en

consecuencia de la falta de definición de Ma-

1910 Francisco I. Madero encabezó un movi-

dero, Victoriano Huerta consideró posible re-

miento abanderado con el lema “Sufragio efec-

tornar a un régimen militarista, y para ello en-

tivo, no reelección” para tratar de quitar del

cabezó un golpe de Estado que se concretó en

poder a un personaje que, años atrás, había usa-

la llamada “Decena Trágica”, mediante la cual

do el mismo lema en contra de Benito Juárez.

asumió el poder y apresó a Madero y al vice-

Nos referimos, por supuesto, a Porfirio Díaz,

presidente José María Pino Suárez (ambos ase-

quien al ver al país envuelto en una lucha ar-

sinados el 22 de febrero de 1913).

mada decidió autoexiliarse en París, esperando que la historia le hiciera justicia.

La muerte de Madero desató un torbellino revolucionario, y originó tres facciones prin-

La partida de Díaz, sin embargo, poco o

cipales lideradas por tres caudillos: Venustia-

nada cambió la situación de México, pues el

no Carranza, Francisco Villa y Emiliano Zapa-

sistema de gobierno seguía siendo el mismo;

ta. Cada grupo tenía sus propias demandas de

no hubo cambios estructurales para solucio-

acuerdo con su realidad muy particular y, si po-

nar la acentuada desigualdad social, por lo

demos hablar de multi-Méxicos para referirnos

que aun quienes apoyaron a Madero (como es

a la diversidad de condiciones en las distintas

el caso de Emiliano Zapata) pronto se levan-

regiones del país, debemos decir entonces que

taron en armas en contra del llamado “Após-

hubo multi-revoluciones.

tol de la democracia”. A decir de estos nuevos

Carranza, abanderado del movimiento

detractores, Madero se mostró demasiado tibio

constitucionalista, representaba a la clase me-

en un momento en el que México exigía una

dia ascendente, al grupo poseedor de la tierra

transformación de fondo y no de forma. Como

y del capital; su idea era continuar el proyecto

11


Episodio de la Revolución desde el 9 al 23 de Junio de 1914. Teatro Calderón, Zacatecas. (Archivo de Víctor Hugo Ramírez Lozano).

de un Estado nacional fuerte y con una verti-

geográfico específico se dio la batalla que defi-

calidad en el gobierno. El movimiento de Vi-

niría al ganador de la contienda. Huerta orde-

lla, respaldado militarmente por una poderosa

nó frenar a toda costa el avance de la División

División del Norte, incluía a las clases medias,

del Norte, famosa ya en este momento por sus

es decir, pequeños terratenientes, ferrocarri-

victorias sobre los federales. Para ello, envió

leros, rancheros y comerciantes, por lo que sus

un ejército de aproximadamente 12 mil hom-

demandas eran mucho más variadas y hetero-

bres a oponer resistencia al ejército constitu-

géneas. Finalmente, el zapatismo acaso fue el

cionalista, reforzado por los hombres de Villa.

más fácil de caracterizar, ya que surgió de una

Mucho se ha dicho acerca de la rivalidad entre

demanda específica: el derecho a la tierra. Sin

Carranza y Villa; lo cierto es que ambos caudi-

embargo, esto es sólo una caracterización so-

llos desconfiaban el uno del otro, por lo que era

mera de cada grupo, pues éstos no fueron es-

importante quien lograra la victoria en Zacate-

táticos ni inamovibles: algunos villistas se pa-

cas, pues ello le otorgaría legitimidad al caudi-

saron al lado de Carranza y viceversa; Zapata y

llo frente los insurrectos y posibilitaría su ac-

sus premisas permearon a los demás grupos,

ceso al poder.

los campesinos y las clases medias no tenían

De esta tensa relación derivó la negativa de

que pertenecer forzosamente al grupo que de-

Carranza, en su calidad de líder del ejército

cía representarlos. Es decir, si hay algo que ha

constitucionalista, de permitir a Villa participar

quedado claro es que los acontecimientos his-

en la contienda. Éste último, sin embargo, hizo

tóricos son mucho más complejos de lo que

caso omiso y dirigió a sus hombres a la que es

estamos acostumbrados a pensar.

considerada la batalla militarmente más elabo-

Regresando al tema de la Toma de Zacate-

rada en la historia de la Revolución Mexicana.

cas, su importancia radica en que en ese punto

Lo anterior se explica si tenemos en cuenta la

12


[ En Foco ]

formación de los contendientes: por el lado de

no fuera suficiente, el régimen político emana-

los federales, las fuerzas estaban comandadas

do de la Revolución se encargó de perpetuar el

por los generales Luis Medina Barrón, Antonio

hecho mediante la producción de varias pelícu-

G. Olea y Benjamín Argumedo (quienes se ha-

las, la colocación de estatuas y monumentos, la

bían destacado en la carrera de las armas); por

apertura de museos y una historiografía oficial

el otro, sin duda, la figura predominante fue la

que ha señalado a la Toma de Zacatecas como

de Felipe Ángeles (quien se había destacado en

la batalla determinante del conflicto revolucio-

su formación militar como uno de los estrategas

nario. Esta última determinación se dio pues-

más brillantes de su generación).

to que no era conveniente hablar en abundan-

La batalla en sí, desarrollada el 23 de junio de

cia sobre el consecuente enfrentamiento entre

1914, fue una victoria contundente para los re-

los caudillos, por ser una historia de rencores y

volucionarios, pues a consecuencia de ésta Vic-

traiciones, y no la noble lucha por derrocar a un

toriano Huerta dejó la presidencia y el camino

usurpador (que es la que se enseña a los niños).

hacia la Ciudad de México quedó libre para los

No cabe duda de que la batalla del 23 de ju-

triunfadores. No obstante, y por decirlo de al-

nio de 1914 marcó un antes y un después en el

gún modo, esa fue la parte fácil. El verdadero

movimiento revolucionario. Concluyó un con-

conflicto se dio entre las facciones ganadoras,

flicto, pero desencadenó otro que sería igual o

pues cada una tenía intereses muy distintos (en

más importante para la definición del proyec-

muchas ocasiones contrapuestos entre sí).

to nacional. Sin embargo, más allá, nos intere-

Carranza y Obregón habrían de enfrentarse

sa resaltar lo que para Zacatecas significa “La

a Villa y Zapata en una lucha que se prolongaría

Toma”, pues la figura de Villa se ha convertido

varios años más y que no concluiría realmen-

en parte fundamental del imaginario zacateca-

te sino hasta la muerte de los últimos (aunque

no. La estampa del Centauro del Norte cabal-

confinados —uno en la hacienda de Canutillo,

gando por la Bufa está impresa en nuestra me-

Durango y el otro en su natal Morelos—, ambos

moria. “La Toma” devino en un acontecimiento

representaban una seria amenaza al régimen

para sentirse orgulloso, pues se recuerda a la

instituido por la Constitución de 1917).

ciudad como el escenario en el que los ideales

Esta lucha entre las facciones revolucionarias

de la Revolución aún se mantenían intactos y

dejó atrás a Zacatecas; el papel de esta ciudad

con la fuerza para derrotar a un ejército que re-

en la Revolución ya había sido cumplido. Para

presentaba la tiranía y la desigualdad.

los zacatecanos era tiempo de reponerse y re-

A un año de celebrar el centenario de la Toma

construir no sólo los edificios sino también la

de Zacatecas, es tiempo de repensar nuestro

memoria histórica. Y es que “La Toma” se con-

pasado, no sólo en el sentido colocar más mo-

virtió en un acontecimiento coyuntural en la

numentos o placas alusivas, sino de preguntar-

vida de la ciudad: el 23 de junio de 1914 que-

se qué tan vigentes son hoy las demandas so-

dó grabado a sangre y fuego en la memoria de

ciales por las que se luchó hace casi un siglo.

Zacatecas.

Acaso sea el tiempo de que Zacatecas sea ‘to-

Los recuerdos de la batalla tomaron forma

mada’ por los ciudadanos, que sea con la parti-

concreta en fotografías que adornan las casas,

cipación popular efectiva que la historia de esta

en los relatos de quienes estuvieron presen-

entidad cambie; que lo heroico de la ciudad no

tes, en corridos y cantares, en partes de gue-

sea únicamente una añoranza del pasado, sino

rra y notas periodísticas, en las nuevas calles

una promesa y una responsabilidad civil para el

y en la reconstrucción de fachadas. Por si esto

futuro. n

13


Cabeza de ahorcado, óleo sobre tela, 1912-1917, Conaculta-INBA/Museo Francisco Goitia.

Francisco Goitia y la Revolución Sofía Gamboa Duarte

T

odas las guerras civiles dejan

son bellas ni poéticas ni sublimes, son inten-

profundas huellas en la memo-

samente dolorosas y despiadadas sin límite.

ria individual y colectiva de los

Epopeyas de triunfos y gloria, motivo de orgullo

pueblos. Cicatrices escinden

y satisfacción. Herencia cultural, eslabón de

pastizales y degüellan sembra-

identidad: fiesta nacional.

díos; los nuevos paisajes se extienden dispuestos

La guerra civil llevada a cabo en México para

por hollín, larvas y moscas. Despojos de ciuda-

librarse de la dictadura del general Porfirio Díaz

des saqueadas, incendiadas y ultrajadas se es-

no es diferente de las que se emprendieron en

parcen en antiguas avenidas y sobrios edificios

otros países. Abuso, vandalismo y crimen son

sobre pequeños huérfanos, madres sin maridos,

las noticias que tenían los zacatecanos acerca

comunidades amputadas.

de los revolucionarios. Los citadinos propie-

Humo, polvareda, olor a incendio, a putre-

tarios de negocios en calles recién empedra-

facción e imperio de muerte. Las guerras no

das, de una orgullosa ciudad recién entrada en

14


[ En Foco ]

Francisco Goitia, originario de Fresnillo, regresa de Europa con sosegados paisajes plenos de vida y radiantes de color en su memoria.

activa dentro de las filas armadas de protesta, pero no con un fusil en la mano, sino con sus lienzos y pinturas a cuestas (como testigo fiel y objetivo de aquellos acontecimientos trascendentales para la historia mexicana). Plenamente convencido de sus deseos y de la justificación para realizarlos, se presenta ante el mismo general Francisco Villa para expresarle sus intenciones. Éste lo envía de mala gana con Felipe Ángeles, no sin antes burlarse de sus palabras. Por fortuna, la sensibilidad y la cultura de Ángeles comprenden al artista, permitiéndole unirse a su tropa para que logre satisfacer su proyecto. Goitia recuerda nítidamente la breve conversación que mantuvo con Villa cuando logró encontrarlo para unirse a su tropa: —¿Qué deseas, joven? ¿Cuál es tu asunto?—; —Mi general, soy pintor y pienso perpetuar en un lien-

la modernidad, ocultaron sus tesoros y trataron

zo alguna de sus grandes hazañas. Quiero hacer

en vano de resguardar familia y pertenencias.

pintura revolucionaria.—; —¡Qué pintar, ni qué

La libertad arrasó ciudades y comunidades, los

pinturitas! La revolución no está ahora para “mo-

pequeños comerciantes no pudieron recuperar-

nitos”. Denle a este muchacho un rifle y mánden-

se; fue el fin de generaciones familiares de sas-

lo a la línea de fuego. Allí verá cómo se pintan los

tres, fotógrafos e impresores. Aquello que los

uniformes de los soldados en el avance—.1

revolucionarios no se pudieron llevar, lo dejaron destrozado y para nadie. Los muertos lle-

Un año y medio de actividad nómada entre

naron plazas y calles, salieron de los poblados

la guerrilla serán suficientes para imprimir en la

y cubrieron campos y caminos. Imágenes em-

mente del artista las más desgarradoras visiones

blemáticas de la revolución hay por millares en

que contemplaría durante toda su vida: paisajes

fotografías, mudas narraciones de transforma-

sembrados con muerte y poblados con desola-

ciones urbanas, muerte, dolor y desolación.

ción. Imponente el contraste entre la vida (que

En Zacatecas hubo un pintor recién llegado

aflora donde sea que se encuentre la pura na-

de Europa para esas épocas: Francisco Goitia.

turaleza) y los cadáveres humanos convertidos

Originario de Fresnillo, regresa con sosegados

en carroña que (como alimento que pende de

paisajes plenos de vida y radiantes de color en

los árboles) prolongarán, a su vez, los días de los

su memoria, sin embargo, encuentra más bien

animales que consigan devorarlos.

los parajes de sus recuerdos poblados de cuer-

La mayoría de las imágenes que se presen-

pos pendidos en ramas de todo árbol guardián

tan ante la mirada de Goitia consisten en des-

de caminos.

trucción, aniquilamiento y devastación, sin

Cuando el ejército de Felipe Ángeles llega a la ciudad de Zacatecas, Goitia decide formar parte

1 Luna Arroyo, Antonio, Francisco Goitia Total, unam, 2a edición, 1987, p. 195.

15


Autorretrato (con la mano en el pecho), detalle, óleo sobre tela 1955-58, UAZ/Museo Francisco Goitia.

embargo, momentáneamente son disipadas por

época, así como por una sección biográfica de

la sed de vida que emana de las más instintivas

sí mismo.

pasiones del ser humano. El júbilo que acompa-

El periodo con la milicia es el más corto en

ña hasta el triunfo más inmediato (como el de

la vida de Goitia y el que marcó de manera más

mantener la vida bajo condiciones extremas) se

profunda su sensibilidad. Durante este tiem-

transforma en palpitantes fiestas donde corre el

po, experimentó de manera inmediata las más

alcohol en búsqueda de la excitación y el entor-

íntimas emociones ante vertiginosas circuns-

pecimiento de los sentidos. Se ansía la trasgre-

tancias; contempló los más primitivos impul-

sión para olvidar el dolor por esa forma de vida

sos de la naturaleza del hombre y fue testigo de

que se detesta pero que no se puede evadir; se

cómo se desgarran las almas. Es por ello que las

ofrecen libaciones por la constante lucha para

imágenes de dicha época reaparecerán décadas

transformarla, aunque se tenga siempre la con-

más tarde en su pintura, apuntalada ya hacia la

ciencia de que toda pelea será en vano.

madurez.

Las visiones de Goitia en aquellos meses que-

No existe ninguna certeza acerca de las con-

dan inmersas en su alma y poco a poco se vuel-

diciones bajo las que Goitia abandona el ejér-

can para transformarse en ventanas al antaño,

cito villista. La información presentada por sus

un pasado no sólo contemplado por el indivi-

dos principales biógrafos difiere por cinco me-

duo, sino experimentado por un espíritu sen-

ses, pero ninguna versión ha podido ser com-

sitivo y sagaz, testigo fiel de esa vida. Las obras

probada. Ambos investigadores fechan la sali-

realizadas por el pintor sobre esta fase histórica

da del pintor en acontecimientos importantes

están constituidas por instantes extraídos de la

para la milicia; esto se debe, seguramente, a

16


[ En Foco ]

que el mismo Goitia narró a uno y a otro versiones diferentes, pues las conversaciones del artista muestran una tendencia a idealizar sus experiencias pasadas en un tono fantástico o exagerado. José Farías Galindo afirma que el pintor dejó el ejército cuando llegó con éste a la capital del país en noviembre de 19142, no obstante, Arroyo sostiene que cuando Villa es derrotado en la batalla de Celaya, Felipe Ángeles ordena a Goitia su retirada. Y allí estuvo, al pie del cañón, hasta los combates de Celaya en abril de 1915, cuando las tropas de Villa fueron derrotadas y casi aniquiladas en el campo de batalla por el ejército del general Obregón. En ese momento, el general Felipe Ángeles ordena a Goitia, de manera enérgica, que se concentre a la Ciudad de México como civil.3 Sea cual fuere la verdadera fecha en la que el artista se separa de la tropa, e incluso si se tratara (como es lo más probable) de un día sin relevancia histórica, lo cierto es que después de vivir con los guerrilleros, la Revolución está presente en la obra de Goitia no sólo como tema, sino como una nueva manera de plantear la pintura en México. La temática nacional co-

El Ahorcado, pastel sobre papel, 1912-1917, Conaculta-INBA/

mienza con lo que hay en el país: fragmentos de

Museo Francisco Goitia.

visiones que constituyen parte de su historia; esa parte del periodo más importante de los últimos siglos, la Revolución Mexicana. n Obras consultadas Farías Galindo, José, Goitia… (su muerte), Instituto Mexicano de Cultura, 1972. Luna Arroyo, Antonio, Francisco Goitia Total, unam, 2a edición, 1987.

2 “Entrado 1914, noviembre, llegan a la Capital, en donde sigue prestando sus servicios a la causa, ya con el grado de Capitán Primero. Al retiro de los villistas, él se quedó y esperó que se calmara la ‘revuelta’, como le llamaba”. Farías Galindo, José, Goitia… (su muerte), Instituto Mexicano de Cultura, 1972, p. 33. 3 Farías Galindo, José, Goitia… (su muerte), Instituto Mexicano de Cultura, 1972, p. 209.

El periodo con la milicia es el más corto en la vida de Goitia y el que marcó de manera más profunda su sensibilidad.

17


Nopal de Alberto Ordaz, litografía, s/f.

La belleza de la barbarie Gonzalo Lizardo

T

ristemente, la ciudad de Zaca-

de policía o las ambulancias que cada noche se

tecas se ha vuelto inhóspita, en

vuelven más habituales.

especial por las noches. Eso nos duele más a quienes recorda-

Esta nostalgia, por supuesto, se basa en una ilusión.

mos todavía nuestros años de

El recuerdo de un pasado más grato que

estudiantes, en la década de ochenta, cuando

nuestro presente nos hace olvidar que la ciu-

se podía caminar a deshoras entre sus plazuelas

dad ha vivido épocas muy cruentasy caóticas.

y callejones, guiados por nuestra sombra, sin el

Basta consultar esa memoria incómoda que es

miedo que acechaba a los noctámbulos de otras

la literatura, para darnos cuenta que la violen-

ciudades como Monterrey, Guadalajara o Mé-

cia no es una excepción, sino un fantasma recu-

xico. Nos enorgullecía que nuestra ciudad fuera

rrente en la biografía de nuestras ciudades. Así

un laberinto apacible, frío, pero entrañable, tan

se lee en Los de abajo, esa novela que fue escrita

lejana a la ciudad de nuestros días—con el tráfi-

por un jalisciense, pero que transcurre casi toda

co interminable de cada jornada, los estruendos

en Zacatecas, desde el cañón de Juchipila hasta

de bala, el rugir de las persecuciones, las sirenas

los cerros de la capital. Una obra publicada en

18


[ En Foco ]

1915, que aún sorprende por su forma —sus ca-

el saqueo de una rica mansión zacatecana, pues

pítulos breves y picantes, su prosa veloz y pre-

ahí se manifiestan, al mismo tiempo, el desca-

cisa— como por el trasfondo trágico de su tema:

rado esplendor que caracterizaba a las clases

la cólera ciega y el afán de venganza que carac-

altas del Porfiriato, así como la saña ya varicia

terizaron a la Revolución Mexicana.

con que “el pueblo revolucionario” respondió

En esa pequeña gran novela encontramos una instantánea casi apocalíptica de nuestra ciudad:

a ese lujo, profanándolo como símbolo material de su opresión. Un ejemplo magnífico de esos símbolos del poder —de su embrujo— lo hallamos en esos

De lo alto del cerro se veía un costado de la Bufa

“diamantes de aguas purísimas” que encuen-

con su crestón, como testa empenachada de alti-

tra Luis Cervantes en medio del saqueo, y que

vo rey azteca. La vertiente, de seiscientos metros,

marcan el inicio de su derrumbe moral. Tras el

estaba cubierta de muertos, con los cabellos en-

ingenuo entusiasmo que lo llevó a luchar por

marañados, manchadas las tropas de tierra y de

“los ideales de la Revolución”, este periodista

sangre, y en aquel hacinamiento de cadáveres ca-

inteligente y letrado padece un progresivo des-

lientes, mujeres haraposas iban y venían como fa-

encanto ante la realidad de la lucha (los asesi-

mélicos coyotes esculcando y despojando.

natos absurdos, la crueldad gratuita, la ausencia

En medio de la humareda blanca de la fusilería

de objetivos), una realidad que no puede cam-

y los negros borbotones de los edificios incendia-

biar y quelo somete al final, cuando los dia-

dos, refulgían al claro sol casas de grandes puer-

mantes le inducen la idea de comprar una novia

tas y múltiples ventanas, todas cerradas; calles

para su general Demetrio Solís y así empezar a

en amontonamiento, sobrepuestas y revueltas en

construir, al amparo de su sombra, un futuro de

vericuetos pintorescos, trepando a los cerros cir-

prosperidad material.

cunvecinos. Y sobre el caserío risueño se alzaba

Una vez releída la novela, al cerrar sus pági-

una alquería de esbeltas columnas y las torres y

nas, queda la impresión de que nunca fue ver-

cúpulas de las iglesias.

dadero el estado de apacible bienestar que creí-

—¡Qué hermosa es la Revolución, aun en su misma barbarie! —pronunció Solís, conmovido.1

mos vivir en nuestra juventud. Basta mirar en torno para comprobar que han cambiado muy poco las condiciones materiales y espiritua-

En medio de un estruendo que debió ser in-

les de esta ciudad, de esta región, de este país,

soportable —entre la metralla y la artillería, el

de este mundo donde conviven los lujos y las

relincho de los caballos y el silbato de los tre-

miserias, los rencores sociales, los miedos y las

nes— Azuela condensa en dieciséis páginas la

ambiciones más desmedidas. Esos balazos que

violenta batalla de Zacatecas y la violenta ce-

ahora mismo reverberan en nuestra ciudad, en-

lebración de los villistas tras la derrota del ejér-

tre sus calles “sobrepuestas y revueltas en veri-

cito federal. El diálogo en la cantina es tre-

cuetos pintorescos”, no son sino el eco de otros

mendo: no sabe uno si reírse o temblar cuando

balazos: el estruendo intermitente de una ba-

escucha las hazañas de los vencedores, o cuan-

talla, de un Apocalipsis que no se ha apagado.

do presencia el decisivo encuentro de Deme-

Mientras persistan esos valores y esas condicio-

trio Solís con la Pintada y el güero Margarito.

nes morales y materiales, cabe pensar que sólo

Más simbólica resulta otra escena, que describe

nos quede un camino: el de presenciar la belleza de la barbarie, con la esperanza de sobrevivir

1 Azuela, Mariano, Los de abajo, fce, México 1960, p. 72.

para cantarla. n

19


P Poesía

A dónde irá a buscar cl Eduardo Padilla

A dónde irá a buscar clemencia Bartolo cuando el reloj ecuatorial dé la hora justa y todas las voces del vecindario clamen por su cabeza. Irá primero con el gendarme, que bien se sabe nunca niega su servicio, a quien le ofrezca sacrificio o soborno. “Te acepto el dinero, Bartolo, pero cuando la sombra del gnomon te alcance, yo no respondo. Mi garrote obedece a los mismos mandos que el reloj de la plaza, y si las órdenes vienen del Sol o más arriba, pues disculpa viejo, la mollera tendré que aplastarte. Por qué no intentas mejor pedirle asilo a tu madre. Que te deje entrar por donde te vio salir, el día en que naciste y llegaste, según tú, para quedarte.” “Pues es verdad” dirá Bartolo “que las mujeres son piadosas y que en su fuero está el goce. Iré con Blanca, la dueña del huerto. Recuerdo a los quince, a la sombra del hule, los frutos del roce y de su amor inexperto.” Estará Blanca a la sombra del Ayuntamiento.

20


[ Poesía ]

lemencia Bartolo Sobre pilares griegos, efigies de piedra mirarán a Bartolo desde arriba, como se mira al perro que orinó en el tapete. “Qué hay, Bartolo. Sabía que vendrías. ¿Es verdad que el lobo está a tu puerta?”

“Quiero que abras tu corazón, ese escapulario de plata con el que los niños sonríen. Quiero esconderme ahí, sin presión, y esperar un par de meses a que las cosas se enfríen.”

“Es verdad que mi puerta, mi osamenta, ya se astilla y fragmenta, y que el lobo, o el diablo, resuella fuera de ella.”

Blanca sonreirá para Bartolo una sonrisa del tamaño del cielo. “Está bien, Bartolo… si eso es lo que quieres.” Al abrirse el corazón de Blanca Bartolo encontrará a un escarabajo rinoceronte en mangas de camisa, sentado en un sillón, viendo un partido del Manchester United, terminándose la última cerveza. “¡Bueno, y quién cojones es éste, Blanca!” gritará el escarabajo, y de una simple cornada empalará a Bartolo, que ya no tendrá oportunidad de explicarle al escarabajo que él, de hecho, también es hincha y orgulloso portador de la misma camiseta.

“El diablo te pisa la cola, entonces.” “El diablo me pisa la cola y el alma, no exagero. Me cuesta trabajo decirlo con calma pues en mi ser lo escucho hurgando, y en mi nuca soplando, buscando el agujero.” “El mundo te ha dado la espalda.” “El mundo entero la espalda me ha dado, antigua nodriza que hoy me niega su seno. En el hospital ya quedé desahuciado y en la iglesia hoy me han tildado de obsceno. ¿Será esto justo lo que por algo merezco? En el palacio han tumbado mi busto y en la sección amarilla ya ni siquiera aparezco.” “¿Qué quieres de mí, Bartolo?”

21


T Tesis

La música enlatada. Del cilindro a los bits Daniel Herrera

C

uando se buscan forzadamente

que la venta siempre estará por encima de cual-

las similitudes en la historia son

quier ideología de moda.

fáciles de encontrar. Aquí una.

Pocos años tiene la comercialización de mú-

En abril de 2000, Lars Ulrich,

sica grabada, apenas 130, en ese lapso muchas

baterista de Metallica inició una

cambios han sucedido. Esas transformaciones

serie de demandas contra una compañía que

son resultado, no sólo del perfeccionamiento

permitía el intercambio de música entre usua-

tecnológico, sino principalmente del consumo

rios a través de Internet. La historia es conocida,

y el gusto por lo nuevo, por la moda y la venta

Metallica y Napster se enraizaron en una pelea

en masa de productos culturales.

que terminó pronto pero cambió todo.

La música grabada es tan importante que se

La coincidencia se encuentra cien años atrás,

estudia como un evento separado de los medios

justo en el mejor momento comercial del fonó-

masivos, aun y cuando pareciera que la radio y

grafo, el invento de Edison que duró poco. El

la música grabada nacieron juntas, el inicio de

director de una de las bandas militares más fa-

su coexistencia no fue pacífico.

mosa, John Philip Sousa, desconfiaba de esta

En realidad, el primero que grabó la voz hu-

nueva forma de escuchar música, así que co-

mana no fue Thomas Alva Edison. Fue Edouard-

menzó una campaña contra la llamada “música

Leon Scout de Marinville quien, en 1860, 17 años

enlatada”. Para él nada podía suplir a un grupo

antes que Edison, grabó en un papel ahumado

tocando en vivo, mucho menos un cilindro de

diez segundos de una canción popular france-

cera o un disco de plástico.

sa: Au clair de la lune. Este descubrimiento se

Ninguno de los dos grupos quería adaptarse a

dio gracias a una nueva tecnología que permi-

los cambios en los formatos para escuchar mú-

tió escuchar por primera vez ese papel grabado

sica. Al final, Metallica decidió suspender sus

con un fonoautógrafo, invento del francés que

demandas por la mala publicidad que estaba re-

grababa el sonido pero no podía reproducirlo. A

cibiendo y Sousa terminó grabando discos para

Edison le corresponde el grabar y reproducir la

continuar en el circuito comercial de la música

voz humana por primera vez al recitar un trozo

popular estadounidense. Ambos encontraron

de la canción Mary had a little lamb en uno de

22


[ Tesis ]

Medios múltiples I, taller Lugar_Cero.

sus inventos más importantes, el fonógrafo que consiste en:

El sistema de Berliner, que llamó gramófono, no tuvo éxito al principio, principalmente por culpa de Edison quien es bien sabido no po-

…una membrana-bocina unida a un estilete que

día soportar que alguien le hiciera competencia.

actúa sobre una capa de cera parafinada que re-

Para 1890 la competencia entre los dos sistemas

cubre la superficie de un cilindro. Éste realiza un

era feroz. La solución no fue simple, implicó la

movimiento combinado alrededor de su eje y a lo

pelea entre la Columbia Phonograph Company

largo del mismo, mientras el estilete produce una

y la compañía de Edison, la Edison’s North

huella de trayectoria helicoidal sobre su super-

American Phonograph Company. Mientras tan-

ficie, que es coherente con las vibraciones de la

to Berliner se unió a Eldrige Jonson y fundaron

membrana. Recíprocamente, durante el periodo

la Victor Talking Machine Company.

de reproducción, el estilete recorre la huella sobre

Finalmente, alrededor de 1912, gracias a una

el cilindro y transmite a la membrana unas vibra-

agresiva campaña publicitaria y a la creación de

ciones análogas a las que previamente habían ser-

la Victrola, la primera reproductora de música

vido para impresionar la misma. (Ransanz, 2005)

que parecía un mueble más, el disco ganó la batalla y Edison aceptó su derrota al crear un fo-

El fonógrafo —que al principio era una curiosidad científica— hacia 1890 se había con-

nógrafo de discos, aunque continuó produciendo cilindros hasta 1929.

vertido en un producto que tenía ventas decen-

En 1890, el comerciante Jesse Lippincott, fra-

tes. En la máquina se podía grabar voz y música

casó al adaptar el invento de Edison para crear

y reproducirlas. Al mismo tiempo, Emile Ber-

una máquina que serviría para el dictado en las

liner, un inmigrante alemán, encontró que los

oficinas, pero un trabajador de Lippincott colo-

cilindros de Edison no podían ser manufactu-

có fonógrafos que funcionaran con un penny en

rados en masa e ideó un sistema que permitiera

diferentes lugares de paseo en Estados Unidos.

crear el mismo producto varias veces a partir de

Por una moneda se podía escuchar dos minutos

un molde. El nuevo formato sería el disco y su

de la misma canción. La primera rockola, lla-

producción masiva daría movilidad al mercado.

mada nickelodeon, fue colocada en el Palais Royal

23


Medios múltiples II, taller Lugar_Cero.

Saloon de San Francisco, a los seis meses ganó

por su periodo de adaptación a un público ma-

más de mil dólares. Esta máquina permitió que

sivo blanco. El swing iba a tener sus mejores re-

las empresas discográficas conocieran a los ar-

presentantes en músicos como Louis Armstrong,

tistas que más monedas conseguían, entre ellos,

“Jelly Roll” Morton, Bix Beiderbecke, y otros.

el desconfiado John Philip Sousa.

Pero el primer grupo de jazz en grabar fue la Ori-

Todas las dudas desaparecieron ante el éxi-

ginal Dixieland Jazz Band, una banda integrada

to de los primeros diez discos que la compañía

por blancos que fueron pioneros al popularizar

Victor produjo en mayo de 1902. Y aunque pare-

entre el público blanco ese endemoniado ritmo

cieran un producto estadounidense los primeros

negro. Eran tantos los grupos y tanta la deman-

discos, con la voz de Enrico Caruso, aparecieron

da de jazz que los primeros años de la década fue

primero en Europa. Estaban hechos de goma en-

uno de los mejores momentos de la grabación,

durecida con 25 centímetros de diámetro, planos

aunque poco a poco se acercaba la gran depre-

de un lado y con una etiqueta en el centro.

sión y el auge de la radio.

El ragtime, ritmo popular que cabalgaba entre

Mientras la radio ganaba popularidad duran-

la música culta y la síncopa del folclore negro,

te la segunda mitad de los veintes, la industria

rápidamente se adaptó a la nueva forma de ven-

discográfica vio caer sus ventas un 50 por cien-

der. Con la Primera Guerra Mundial en puerta,

to. La música tocada en vivo a través de las on-

Estados Unidos estaba obsesionado por la música

das era mucho más atractiva para el público, sin

grabada. 27 millones de discos se vendieron en

importar la mala calidad del sonido. Las com-

1914 y al final de la gran guerra en 1919, se ma-

pañías discográficas, sutilmente, introdujeron

nufacturaron 107 millones.

una nueva máquina que incluía un radio y, ha-

Los veintes en Norteamérica, una época de

cia finales de la década, tanto Victor Company

bonanza gracias a los negocios militares de la

como Columbia se fusionaron con corporaciones

primera guerra, también tuvieron su música de

radiofónicas. La primera se unió a Radio Corpo-

fondo. El jazz, un sonido que había aparecido en

ration America (RCA) y la segunda a la Columbia

los barrios bajos negros de New Orleans, pasaba

Broadcasting System (CBS).

24


[ Tesis ]

La gran depresión fue terrible. La compañía

1978, año en que apareció el Walkman. Durante

de Edison desapareció en 1930 y las ventas ca-

los años ochenta fue claro que el cassette despla-

yeron de 46 millones de dólares a 5.5 millones

zaba poco a poco al LP. Éstas fueron las mejores

en 1933. La tabla salvadora fue, una vez más, la

décadas de las ventas discográficas: tecnología,

rockola que permitió a la industria discográfica

poder de compra, moda, medios masivos, todos

recuperar sus ventas a finales de la década.

ayudarían a que las ventas crecieran de 600 mi-

A pesar de que durante la Segunda Guerra

llones de dólares en 1960 a 1.2 billones en 1970.

Mundial las compañías grabaron los V-discs

El último cambio tecnológico conveniente a

(discos producidos especialmente para los sol-

las empresas de grabación duró menos de diez

dados en el frente), las ventas se vieron afec-

años. En 1982 Phillips comenzó a vender el disco

tadas; pero, al final de la guerra, los cambios

compacto que, hacia 1985, comenzó a desplazar

tecnológicos trajeron también cambios en los

al LP. El CD se desgastaba menos, no producía

gustos. En 1948, la CBS introdujo el disco de re-

ruido o gis y tenía más durabilidad.

sina de polivinilo, comúnmente llamado LP de

Muchas voces se levantaron en contra del

33 revoluciones, más resistente y flexible. RCA

nuevo formato. Implicaba perder colecciones

contraatacó con el EP de 45 revoluciones. La

completas compradas a través de cuarenta años

guerra de las velocidades quedó empatada. Para

de consumo. Sin ningún problema esas voces

los discos se utilizaría el LP y para los sencillos

fueron ignoradas. Durante los noventas pare-

el EP. Esta tecnología hizo más viable la creación

cía muy claro que el nuevo formato sería el do-

de nuevas pequeñas compañías que fueron, de

minante por otros cuarenta años. Pero a fina-

alguna manera, el suelo fértil donde surgiría el

les de los noventas con la aparición del MP3, no

siguiente gran fenómeno cultural que marcó la

solamente el CD parece superado, sino incluso

música del siglo xx: el rock.

el concepto mismo de una grabación física po-

Como parte fundamental de la cultura juve-

dría desaparecer. El futuro del disco es incier-

nil de los cincuenta y sesenta, el rock proveyó

to, aunque el futuro de la grabación no, esa está

de las estrellas necesarias para el consumo cul-

más viva que nunca gracias a que la tecnología

tural. Elvis Presley, por ejemplo, vendió más de

ha permitido que los músicos puedan grabar sin

250 millones de discos. Pronto, el cine, la radio,

depender de empresas discográficas.

la moda y la música estuvieron de acuerdo. Un

El impacto del MP3 tiene desconcertados a

joven de 1954 quería parecerse a Marlon Brando,

muchos en la industria. La solución tendrá que

escuchar a Elvis, vestir pantalones de mezcli-

ser simple, regresar al origen. Los músicos por

lla, camiseta blanca y chamarra de cuero y te-

miles de años se dedicaron a tocar para vivir, el

ner un auto descapotable. Las tiendas de discos

vender discos como forma de ganarse la vida es

eran el lugar ideal para reunirse y descubrir la

una invención novísima, tal vez sea momento

nueva música de moda, el vinil de 33 revolucio-

de regresar a lo básico. n

nes dominaba con sus atractivas portadas y su poderoso sonido. Durante 40 años este formato dominó el mercado, ni la grabadora de carrete abierto, ni el 8-track, ni el cassette pudieron desbancarlo por completo. En 1962, la empresa Phillips Company introdujo en Europa el cassette compacto, costoso al principio, comenzó a tener un claro éxito en

Referencias bibliográficas Dominick, Joseph, The Dynamics of Mass Communication, McGraw-Hill Collage, 1999. Lincoln Collier, James, Jazz. La canción tema de los Estados Unidos, Diana, México, 1996. Ransanz Martinez, Pablo. “Del fonógrafo al disco compacto: la revolución digital” en revista digital Filomúsica (en línea) www.filomusica.com/filo67/fonografo.html, agosto 2005, (fecha de consulta: 10 de julio de 2009).

25


N Narrativa

26


[ Narrativa ]

Retratos urbanos,

34, quien conducía el carro, no paraba de de­

fotografía de

cir ponte trucha, Chillo, que no te agarren tra­

Cosme Rada.

gando camote. Aunque quien viniera no fuera la camioneta, sino una moto o un grupo de chi­ quillos en sus patines del diablo. En cuanto la camioneta se emparejara a ellos, Francisco apuntaría por la ventana y comenza­ ría a dispararle. Si logro una muerte limpia con éste, seguro el patrón me subirá de puesto, se decía. Pero a la vez no dejaba de pensar en lo que le había dicho Mariana: estoy embarazada. ¿Qué hacemos? Miró la farmacia y pensó en salir del carro. En esto no es bueno tener familia, hasta en las películas de mafia lo dicen. Por eso abandonó a sus padres sin decirles bien por qué y se marchó al entrar a La Compañía. La decisión la había to­ mado de un día para otro. Metió en su mochila

Los que esperan*

lo indispensable y le pidió a su padre que lo lle­ vara a la central camionera. “¿y si acataste bien las indicaciones del pa­ trón?”, le preguntó el 34. “me las memoricé en los entrenamientos” Francisco volvió sus ojos a la farmacia y cre­ yó que responderle a Mariana de acuerdo, ten­

Joel Flores

gamos al bebé, iba a devolverlo a donde sus pa­ pás y hacerlo cargar de nuevo reses desolladas en el matadero de aquel pinche pueblo, robar

L

Para Flor Cervantes, siempre

estéreos de carros viejos, brincarse a casas de gente que ni siquiera tenía para ellos y asaltar

es habían ordenado matarlo en la

en cualquier esquina a quien se dejara.

esquina de la 5 y 10 y ya tenían

Apenas me estoy haciendo de prestigio en La

más de 20 minutos esperándolo.

Compañía como para mandar todo a la mierda,

El patrón había sido determinan­

pensaba. Y no dejaba de pensar que si seguía así

te con ellos: no se larguen del lu­

ganaría el respeto del patrón. No por nada lo re­

gar hasta que se lo tuerzan. Pero ya era mucho

comendaban: el Chillo es bien hecho. Si quie­

esperarlo y ni sus luces de que fuera a aparecer.

res que sea una chamba rápida, dásela a él, no

Sus contactos dijeron que manejaba una camio­

se anda con dobleces. Ya antes había hecho una

neta blanca sin polarizar para no levantar sospe­

perfecta ejecución en los ejidos de Mexicali y

chas y que no andaba con escoltas.

esta vez planeaba ser más limpio.

Se habían estacionado debajo del puen­

Incluso esa misma tarde el patrón había di­

te, cerca de la Farmacia del Ahorro y la parada

cho si te chingas al de la troca, hoy mismo te

de autobuses. Francisco andaba como ido y el

aumento el sueldo y te pongo al mando de una

27


plaza para ya no estarte moviendo tanto de ciu­

Francisco aceptó a Mariana porque prefería

dad. Pero Francisco no podía quitarse de la ca­

dormir calientito y deslechado todas las noches,

beza que Mariana estaba embarazada y lo que

que solo y pensando en cómo iba a matar al de

vendría después.

la camioneta blanca. Al fin y al cabo quería dis­

“ponte listo, ahí viene el cabrón”, le advir­ tió el 34.

frutar la vida antes de la misión, porque en este negocio tenemos hora de entrada, pero no de

Y Francisco sacó la escuadra como se lo ha­

salida, le explicaban en los entrenamientos. Y si

bían explicado tantas veces en el entrenamiento.

el día de la misión todo salía mal, prefería morir

La camioneta estaba a dos cuadras de retirado de

bien cogido, que frustrado y sin coger.

ellos y le pareció que venía muy lenta, una tor­

Pero el patrón fue postergando la misión se­

tuga que se iba a tardar un día entero en llegar.

mana tras semana, diciéndole es que el cabrón

Revisó que su arma no tuviera el seguro puesto,

de la troca blanca no se ha aparecido, seguro

volvió a mirar el vehículo y acomodó su brazo

sabe que le andan oliendo el culo. Y fue así que

encima de la ventana.

Francisco pasó más horas con Mariana encer­

En cuanto la camioneta blanca se emparejó

rado en el departamento, sin pensar absoluta­

frente a él, apuntó a su objetivo y los rayos del

mente en nada, sólo en las distintas formas que

sol chocaron contra el metal del arma. Entre los

pudiera coger con ella.

destellos que lo encandilaban pudo descubrir

Cogía en las mañanas, recién se despertaban.

muy apenas el rostro de un niño asomándose

Cogía para embobar el hambre, olvidar al

por la ventana del copiloto y que quien mane­ jaba no era el cabrón que debía matar, sino una mujer muy joven. “casi me chingo al niño y a su jefa”, dijo asustado.

patrón y al de la camioneta blanca. Cogía en el sillón, frente a la tele encendida, en la alfombra, en la cama, encima de la lava­ dora o en el suelo duro del patio. Y las pocas veces que salieron a que Mariana

“me equivoqué. Neta que no la vi bien”

le presentara los lugares que más le gustaban de

“no la vi bien mis güevos, quítate esos pinch­

Tijuana, Francisco terminaba convenciéndo­

es lentes y ponte más listo” El 34 obedeció. La falsa alarma espabiló a Francisco y lo ayudó a olvidar por un momento el embarazo de Mariana. Después de ver la farma­ cia, sin embargo, recordó cuando se fue a vivir con él porque su papá la había echado de la casa.

la de volver a casa y coger donde no lo habían hecho antes. “¿nunca has matado a alguien por equivo­ cación?”, le preguntó el 34. “no, nunca. Pero ahorita estuve a punto de cagarla”

Yo si le pongo en su madre a tu jefe, Mariana, no

Ambos se rieron.

tiene por qué golpearte el puto, son mamadas,

“¿tú sí?”, preguntó Francisco, esperando

le advirtió la noche que ella llegó con un pómu­

sosegar su cabeza.

lo reventado al departamento, pidiéndole que

“no, yo siempre he chambeado como hal­

la dejara dormir con él sólo ese día. Sólo ese día

cón. Pero he visto a muchos que la han cagado

porque el problema con su padre seguro se com­

gacho en su prueba. Y la neta, ya no me causa

pondría mañana. Pero nunca llegó ese mañana,

lástima como antes. Son accidentes de trabajo y

ni ninguna conversación al respecto. Lo que sí

ya. Pendejadas las comete cualquiera”

llegó fue un amor tierno entre los dos, un amor

Francisco volvió a mirar la farmacia, la cal­

donde ambos, aparte de descubrirse, encon­

le atrás para ver si no venía la camioneta blan­

traron una especie de refugio difícil de evadir.

ca. Sintió que jamás iba a pasar. Que les habían

28


[ Narrativa ]

dado las instrucciones mal y que de seguro el

más que un tipo tan igual a él, quizá de 22 años,

34 ni siquiera conocía bien los planes. Se calmó

quizá menos. Igual de iluso y valiente, de ar­

imaginando cómo podría ser el hijo que espe­

mado y pendejo. En lugar de desfogar su enojo,

raba Mariana: de pelo castaño como él y con los

aventó el arma al asiento. Se bajó del carro para

ojos negros como los de ella, quizá con los hom­

no escuchar lo que le decían. Y sin más, azotó

bros anchos, los labios gruesos y la piel tostada

la puerta. Tantas semanas de concentración

como la de los que nacen bajo el rojo semidesi­

para una prueba. Tantas desveladas pensando

erto. Todo un zacatecano hecho y curtido. Lue­

en ¿qué podría pasar?, ¿cómo sería el cabrón

go pensó qué nombre podrían ponerle: Salazar

de la troca blanca?, ¿llevaría o no arma?, ¿quién

como el abuelo o Francisco como él, quizá Va­

dispararía primero? Tanto obligarse a no ex­

leriano, por la tranquilidad de la planta. Ése le

trañar a sus padres y concentrarse en lo que se

gustaba, Valeriano Macías. El Vale.

había convertido su nuevo trabajo. ¿De qué le

Pronto se enojó por pensar en pendejadas,

había valido dejarlos para alistarse en La Com­

por haberla cagado con Mariana. Y volvió a mi­

pañía? ¿Una prueba? ¿Un rato aburrido al lado

rar la farmacia con ganas de bajar del carro y

de un pendejo como el 34? ¿Venir a esta ciudad

respirar aire fresco, estirar los músculos y be­

a embarazar a una desconocida?

ber un tarro de cerveza helada, llena de lúpulo,

Miró al final de la calle, la cruz encima de él

bien muerta por el congelador, como las que le

que formaba el puente y los dos caminos de la

gustan al patrón.

5 y 10. Buscó algún taxi que lo pudiera sacar de

“¿sabes cuál es la diferencia entre los buenos

allí. Pensó en volver a la central camionera y to­

gatilleros y los malos?”, preguntó el 34 como si

mar el primer autobús a casa. Pero en lugar de

sus palabras fueran un gancho que obligaban a

eso, entró a la farmacia cansado, como si las bo­

hablar a su compañero.

tas y la ropa le pesaran. Miró los anaqueles, el

“no”, respondió Francisco mirando su arma y sus botas de piel de cocodrilo. “su manera de resolver los aprietos al ch­ ingadazo. Los malos casi siempre se hacen gü­ eyes solos y terminan cagándola en la misión. Si ahorita te hubieras chingado al niño, tam­ bién tendrías que haberte chingado a la ñora y

mostrador y terminó preguntando a la depend­ ienta cuánto vale saber si alguien está embaraz­ ada. Así lo dijo: “¿cuánto vale saber si alguien está embarazada?” Y las palabras sonaron en su cabeza como un corrido mal cantado.

a los fisgones. Y por tanto yo habría acelerado

La dependienta puso en el mostrador una

a fondo y levantado polvo, y quizá hasta una o

docena de cajitas insignificantes de varios colo­

dos patrullas nos habrían seguido. Y ni hablar

res. Y empezó a explicarle los precios, la efec­

de los disparos, los municipales son tan escan­

tividad y las recomendaciones de uso. Francisco

dalosos, que con tal de demostrar que hacen su

vio nuevamente los estantes donde estaban los

trabajo disparan a lo pendejo”

productos de maternidad y concluyó:

Francisco lo interrumpió: “ya no va a venir este cabrón, ¿verdad?”

“deme mejor un paquete de pañales y un par de esos botes de leche, por favor”. n

El 34 encendió el motor y dijo: “la neta sólo era una prueba ordenada por el patrón” Francisco se sintió novateado. Miró por el retrovisor al 34 y apenas descubrió que no era

(*) “Los que esperan” integra el libro de relatos Rojo semidesierto, ganador del Certamen Internacional Sor Juana Inés de la Cruz 2012.

29



[ Narrativa ]

El hombre oso cerdo* Carlos Velázquez

L

a vida en el norte era cruenta,

respondió. Cuando la aguja se deslizó en mi car-

pero a ratos divertida.

ne y el líquido se incrustó no sentí ni la brisa.

Un día encendí la luz y me

Exageraciones, me dije, de estas matalotas di-

miré en el espejo. Tenía la mitad

vinas. Salí con la cabeza todavía cubierta. Ca-

del rostro deforme. John Merrick

miné media cuadra y en la esquina sentí dos

era guapo en comparación. No podía escupir

calambres que me cimbraron. Nunca me había

sin mancharme todo el tórax. Estoy intoxicado,

dolido tanto una inyección. Me costaba cami-

pensé al ver mi cara tan inflamada. Volví a la

nar. Temí subirme a un taxi porque no deseaba

cama y me dormí. No lo pensé hasta después.

ni presentir el dolor que me aturdiría si me sen-

Pero pude haber muerto aquella noche.

taba. Me tardé casi una hora en recorrer unas

Desperté con la jeta más henchida todavía. No

cuantas cuadras para llegar a mi casa. Con ver-

podía ni pronunciar mi nombre. Expulsaba un

güenza, veía cómo los viejitos me rebasaban.

balbuceo ininteligible, no podía ni decirle a

Parecía que estaba aprendiendo a caminar. En

la operadora de los radiotaxis a dónde quería

la primera calle que tuve que atravesar estuve

trasladarme. Salí de casa envuelto en una toalla.

a punto de pedir ayuda. “Que alguna alma pia-

No quería que nadie me viera. Incitaba a la

dosa me cruce por favor”. Ni madre. No haría el

carcajada sin contemplación. El chofer dedujo

oso. Me esperé a que no pasara ningún carro y

que me dirigía al hospital. Entré a urgencias

seguí. Cuando por fin llegué a mi jausa, me eché

como nuestro todavía presidente había entrado

boca abajo en la cama.

a gobernar este país, por la puerta de atrás.

El dolor comenzó a disminuir. Y la inflama-

“Prurito por piquete de insecto”, fue el diag-

ción también. A las once de la mañana mi ros-

nóstico. Reacción alérgica al veneno de asquel.

tro había recobrado su dimensión original. Me

Si mi cuerpo no lo hubiera resistido, podría ha-

pegué una ducha y me arranqué a la oficina.n

ber padecido un paro respiratorio y adiós. Una enfermera gorda, benditas enfermeras gordas, las amo a todas, me aplicó dos inyecciones. Una en cada nalga. “¿Va a doler?”, pregunté. “Sí”,

(*) Fragmento perteneciente al libro El karma de vivir al norte, de próxima publicación en la editorial Sexto Piso.

31


P Poesía

Dije (escribí) Sergio Loo Dije (escribí) que por él cambiaría la ciudad (y cambiaste de ciudad) Quería (querías) (quieres) (lo necesitabas tanto) Ahora los dos (la voz a la que le llamas yo y el cuerpo al que identificas como él) agarrados de nada (ni de sí mismos) Todo es medieval y nuevo (y caro) para sus pies (¿salimos a caminar o hermanos -en bóxers- nos acurrucamos?) Escribí su dulzura que ahora dentada (¿querías besos sin dientes?) Pero una catedral (Sagrada familia) no se construye (visita) en una sola tarde (te repites) (te repites para que se torne verdad) Este es el inicio

32

la cimentación de la palabra nosotros


A Artes Visuales

S/T, digital, 2013.

Imaginario Technicolor de Anael Tritura En su obra, el artista zacatecano Anael Tritura explora en su trabajo sentimientos como el miedo, las frustraciones y la timidez. Se dedica a la ilustraci贸n desde que conoci贸 el t茅rmino, y, actualmente, cuenta con m谩s de treinta exposiciones en colectivo e individuales. Dice que sus mejores amigos son la acuarela y los pinceles chiquitos.

33


Abelsja II, acuarela sobre papel, 2012.


[ Artes Visuales ]

Naxe Dixitla 154671, acuarela sobre papel, 2012.


For George A. Romero, collage, 2012.


[ Artes Visuales ]

Montoya 4, collage, 2012.


Montoya 2, collage, 2012.


[ Artes Visuales ]

Montoya 6, collage, 2012.


Glostora 2, collage, 2012.


[ Artes Visuales ]

Glostora, collage, 2012.


Ironía en la obra de Jorge Pérez La tradición gráfica de Zacatecas es una de las más arraigadas dentro de la producción artística del estado. Desde Ruelas hasta Felguérez, los artistas zacatecanos han procurado trabajar y difundir el gran abanico de técnicas que ofrece el grabado. En esta ocasión, Jorge Pérez, dibujante y grabador, explora la locura y la ironía como los temas centrales de esta selección gráfica.

42


[ Artes Visuales ]

Ese maldito yo, 56 x 74 cm, litografĂ­a y serigrafĂ­a.

43


Chica superpoderosa, 56 x 74.5 cm, litografía y serigrafía.


[ Artes Visuales ]

Moda hombre (verde y rojo), 76 x 49 cm, litografĂ­a, serigrafĂ­a, huecograbado y stencil.



[ Artes Visuales ]

página opuesta:

Chiapas, 49.5 x 38 cm, litografía y chine collé.

Pinche T.L.C., 41 x 65 cm, xilografía y serigrafía.


Metamorfosis, 56 x 38 cm, litografĂ­a y serigrafĂ­a.


P Vi, otra vez Sergio Téllez-Pon

Vi, otra vez, el Pacífico extenderse en el horizonte; la vista no bastó para abarcarlo. Vi el océano rutilante haciendo destellar la luz en nuestros ojos. Vi a la opulencia instalada allí, impoluta, en contraste con las aguas de tonos grises que la sostenían en la imagen de un crucero. Vi la insistencia de las olas por traspasar la ensenada e ingresar a la bahía. Vi encallado el arrecife artificial donde incuban su sonido los lobos marinos. Vi, también, el clamor del día, a lo lejos, reverberando en los cerros desérticos. Vi, en los techos de las casas, la ciudad extendiéndose detrás del puerto. Vi la humedad del aire caer sobre mi piel, erizarla, haciendo tiritar mi cuerpo. Así, con sólo mirarlas, recuerdo que en las cosas simples yace el misterio de la vida. También vi irradiar el sol del mediodía en su sonrisa, sentí vértigo cuando el oleaje meció el bote en mar abierto —más allá, me dijeron, hay una isla que nunca ha sido pisada por el hombre—, estuve allí, en el punto exacto donde las aguas se mezclan y cambian su color, tuve la avidez del deseo… contuve el impulso bajo el ritmo sosegante del regreso.

49

Poesía


N Narrativa

El león filisteo Gerardo Sifuentes (1974)

E

l cuadro que colgaba en la pared

asno propiedad del mago Balaam. Se le mencio-

de mi estudio era nada menos

na en el primer libro de Samuel, cuando el futu-

que la reproducción del pasaje

ro rey David, luego de matar al gigante Goliat,

bíblico del león filisteo. Origi-

buscó la cueva donde su fallecido enemigo es-

nalmente estuvo en el despa-

condía un gran tesoro. Descubrió entonces que

cho de mi abuelo por muchos años —lo compró

la entrada era custodiada por un enorme león

en una tienda de antigüedades según decía— y,

que devoraba con avidez a un carnero. Enva-

eventualmente, lo heredé. Pocos tienen recuer-

lentonado, David desenvainó la espada para ha-

dos de este cromo, que estoy seguro se le podía

cerle frente. Pero el feroz animal, postrado a un

encontrar impreso en viejos calendarios, copias

lado de su comida, le dijo con desdén: “Primero

fieles de un gran óleo expuesto en el convento

encárgate de las bestias”. Dicho esto continuó

de San Francisco –destruido en 1924, cuando se

alimentándose. David se disponía a contestarle,

derrumbó la bóveda de su capilla a causa de un

cuando se percató que atrás de él estaban cuatro

temblor–.

lobos en posición de ataque; aunque el futuro

Resulta ser que el felino que ahí mostrado es uno de los tres animales con capacidad de ha-

rey salvó su pellejo por intervención divina, se quedó sin conseguir su objetivo.

blar que se encuentran en el Antiguo Testamen-

La pintura más antigua de esta moraleja so-

to: los otros dos son la serpiente del Edén y el

bre la ambición se titula ‘David y las bestias

50


[ Narrativa ]

51


filisteas’, de Assidoro Marto, artista italiano del Bajo Renacimiento, expuesta en el Museo del Louvre. Se sabe que en las casas y negocios de los banqueros y prestamistas de aquella época solían colgarse copias de esta escena para cuidar su dinero y bienes. La expresión ‘león filisteo’ fue bastante usada para referirse a quienes guardaban celosamente sus ahorros, y siglos después se abrió paso hasta América; más de una vez la escuché en boca de mi abuelo y en pláticas de cantina. De la misma manera, la frase ‘al rey siempre le ganarán los lobos’ se usaba cuando asesinaban a cualquier líder político de manera sorpresiva, y por supuesto en la jerga militar significaba una emboscada; en un ejemplar de 1914 del periódico ‘El Siglo’ que conservo en casa, se puede leer la hoy famosa crónica titulada ‘Le ganaron los lobos’, donde se narra la muerte de Villa en Zacatecas, traicionado por el general Felipe Ángeles, en medio de la desastrosa incursión rebelde a esa ciudad. Curiosamente, la famosa imagen que muestra el cadáver del bandido, rodeado por cuatro comandantes y el general Medina Barrón, tiene cierta reminiscencia con el ‘El león filisteo’. A sugerencia de mi hijo decidí comercializar la imagen en forma de carteles y rompecabezas, integrándola al catálogo de nuestro negocio de venta en línea. Así fue que mientras enviaba a imprenta los respaldos digitales, me di a la tarea de rastrear al verdadero autor de esta versión. Aunque no pensaba pagar un solo centavo por los derechos, pues asumía que dada su antigüedad era libre de hacerse cualquier cosa con ella, también me entusiasmaba pensar que se trataba de una de esas obras maestras perdidas o robadas de algún gran museo. Tras consultarlo con una docena de expertos en arte y rastrearlo en Internet, me enteré que el tema era poco conocido, aunque había sido objeto de una tesis de posgrado en Italia, y al menos dos páginas electrónicas dedicaban breves

52


[ Narrativa ]

artículos al respecto, con información mera-

concluyó. Así fue como confiscaron la obra sin

mente superficial.

dar más explicaciones. En menos de una hora

“Estimado señor, agradezco la fotografía

recibí una llamada del encargado de la impren-

que me ha enviado del cuadro, admiro su co-

ta, avisándome que había llegado un grupo de

nocimiento sobre el tema. Puedo decirle que

hombres a bordo de un camión con órdenes ju-

a simple vista no he reconocido al posible au-

diciales de requisar los rompecabezas y carte-

tor de esta versión y, a juzgar por su estilo, no

les, así como borrar cualquier rastro del respal-

dudo que sea copia de algún oscuro pintor del

do digital. Me enteré después que también toda

siglo XVII. Sólo un examen exhaustivo de la

alusión al León Filisteo que conocía había sido

pieza nos revelaría alguna prueba de su origen

eliminada de Internet.

y detalles más específicos. Sugiero acuda de

“Estimado Señor, la obra que usted refiere,

inmediato a un comisario profesional para tal

‘David y las bestias filisteas’, del artista Assi-

efecto.”

doro Marto, fue retirada de nuestra colección

Tuvieron que transcurrir un par de meses

renacentista hace más de seis décadas para ser

hasta que obtuve una entrevista con el cura-

restaurada, pero durante el proceso se dañó se-

dor del Museo Nacional de Arte, quien tras una

riamente al momento de trasladarla a nuestros

llamada telefónica a mi hogar amablemente se

talleres. No se encuentra incluida en nuestro

ofreció a analizarlo. Para entonces ya tenía en

inventario desde entonces, y no se tiene regis-

el almacén de la imprenta un centenar de cajas

tro de su ubicación actual.”

del rompecabezas, además de un millar de co-

Al volver a casa, me di cuenta que algo no

pias en láser que aguardaban a ser enmarcadas.

estaba bien en ella. Aunque las habitaciones

“Me enteré que ya consultó en el extranje-

presentaban el mismo aspecto de antes de sa-

ro”, me dijo el curador con cierto nerviosismo

lir, había indicios apenas perceptibles que de-

el día de nuestra reunión, mientras examina-

lataban la intrusión de desconocidos. Me senté

ba la pieza bajo una gran lente de aumento. Al

frente al escritorio resignado, abrí cajones para

oír estas palabras, mi mente empezó a calcu-

revisarlos y eché un vistazo rápido a los libreros

lar cantidades en dólares, incluso pensé en los

y repisas en búsqueda de algún faltante. En un

términos de una inminente negociación. “Hice

rincón, aplastado entre dos pequeñas y gruesas

algunas llamadas, sabe. Y me tomé la moles-

tablas de madera, encontré el antiguo ejemplar

tia de invitar a algunas personas de la emba-

de ‘El Siglo’. Me llamó la atención no encontrar

jada de Estados Unidos.” La palabra ‘invitar’

la crónica de la muerte de Villa en ninguna de

fue pronunciada de manera forzada. Me miró

sus páginas, salvo los detalles de la heroica de-

unos instantes, como pidiendo comprensión.

fensa de la ciudad por las fuerzas federales y la

El personal diplomático al que se refería lle-

trágica derrota de la División del Norte.

gó después de unos minutos, y aunque ama-

Cuando le comenté a mi hijo los pormenores

bles durante su presentación, se mostraron se-

del caso, se limitó a decir que habíamos tenido

veros al tener el cuadro frente a ellos. “Señor,

la suerte de no perder tanto dinero por las im-

es posible que usted mismo pintara la pieza”,

presiones decomisadas y, por supuesto, que el

afirmó convencido uno de ellos en perfecto es-

asunto de los gringos no hubiera sido tan gra-

pañol, observándome directamente a los ojos.

ve. Al mencionarle sobre la crónica perdida en

“Imposible. Ni siquiera sé dibujar”, dije extra-

las páginas del periódico, meneó la cabeza son-

ñado ante su actitud. “Señor”, insistió, “us-

riente. “Ay pa, a lo mejor te lo imaginaste. Pero

ted mismo pintó la pieza, no se hable más”,

bueno, a ti te creo, al papel ya ves que no…” n

53


L Lindes

Locaciones de “Heli”. Foto: Alex De Graaf.

Cannes y “Heli”: crónica breve de una película Alexander De Graaf En el correo electrónico habitó una emoción

Uno: Cannes como la primera escala

poderosa:

para llegar a Cannes

Soy amigo de Amat y trabajo a su lado desde Querido equipo!

hace tiempo. ¿Qué puedo decir de él? Amat Es-

Llegamos a lo más alto que podíamos y estoy muy

calante es un director de cine que ha estrena-

contento y orgulloso del trabajo que logramos.

do todas sus películas en el Festival de Cannes,

Apenas ayer nos avisaron que “Heli” quedó se-

desde su ópera prima “Sangre” (que le valió el

leccionada para competir en el festival de Cannes.

premio fipresi de la Federación Internacional

Hoy se anuncia todo en la prensa.

de Críticos de Cine), pasando por “Los bastardos” y llegando hasta el cortometraje “El cura

El día era un 18 de abril de 2013 y Amat nuestro remitente.

54

Nicolás colgado” de la película ómnibus “Revolución” (producida por imcine y Canana). Sin


[ Lindes ]

Amat Escalante durante el scouting. Foto: Alex De Graaf.

lugar a dudas, es un tipo que sabe comenzar los viajes desde su destino final. Este año su costumbre fue también su [nuestra] sorpresa: “Heli”, tercer largometraje de Amat, se estrenaba en Cannes y, al mismo tiempo, quedaba en competencia por la “Palma de Oro” del festival. La emoción no se hizo esperar en todos nosotros, los miembros del crew. La selección de la película para la competencia oficial era, en sí misma, el premio máximo que pudiéramos siquiera pensar. Es más, haber

Amat Escalante es un director de cine que ha estrenado todas sus películas en el Festival de Cannes.

culminado la película ya representaba un logro digno de celebración. Dos: “Heli”, concebida en Guanajuato

La concepción de “Heli” comenzó dos años atrás. Estaba contemplada para filmarse a mediados de 2011, pero (por diversos contratiempos en la obtención de recursos para consolidar

55


Tomando un descanso en la búsqueda de locaciones. Foto: Alex De Graaf.

el presupuesto) se postergó hasta 2012. Fue un

partes automotrices, varios poblados y parajes

proceso largo y difícil para todos nosotros desde

abandonados. En fin, todo un reto de logística

el comienzo. Muchas veces se titubeó y se re-

para una producción que, además, contaba con

compuso el camino narrativo; el guión tuvo que

un presupuesto muy modesto, un crew peque-

cambiar en varias ocasiones, desde la primera

ño, actores/extras no profesionales y modestos

idea concebida por Amat hasta el desarrollo de

efectos especiales y armas de utilería.

un guión poderoso y definitivo (tejido en conjunto con el escritor Gabriel Reyes).

“Heli” fue un proyecto complejo que exigía jornadas de hasta 20 horas de llamado para

La filmación comenzó en enero de 2012,

crear el universo que la historia demandaba, la

siendo ésta el proyecto más ambicioso, lo nunca

historia que no pocas familias mexicanas viven:

antes hecho por Amat Escalante. El rodaje tuvo

la violencia en nuestro país que, como una ga-

como escenarios diversas, áridas y complicadas

rra, extrae las vidas cotidianas y rutinarias ha-

locaciones alrededor de la ciudad de Guanajua-

cia un vertiginoso viaje a lo profundo de la an-

to: la comunidad de Calderones (donde se de-

gustia. Un viaje en el que no se sabe qué pasará

sarrolla la mayor parte de la historia), las líneas

en el próximo segundo; un reino de incerti-

de producción de fábricas ensambladoras de

dumbre y desamparo.

56


[ Lindes ]

El director de fotografía de “Heli”, Lorenzo Hagerman, durante el scouting. Foto: Alex De Graaf.

“Heli” fue un proyecto complejo que exigía jornadas de hasta 20 horas de llamado para crear el universo que la historia demandaba.

Seleccionar a los actores de la película también fue un asunto abrumador. El casting duró casi dos años y tuvo distintas etapas, tanto en Guanajuato capital como en la Ciudad de México. Se “castearon” al menos 4000 personas, ya fuera en convocatorias o en calles, camiones urbanos, callejones y plazuelas. No obstante, fue sólo gracias a esa ardua labor que Martín Escalante encontró a Andrea Vergara de once años (quien interpreta a Estela, hermana menor de Heli) y a Linda González (actuando como Sabrina, la pareja sentimental de Heli). De manera similar, el casting realizado en las oficinas de Mantarraya (casa productora de la película) nos hizo dar con Armando Espitia, quien fuera estudiante del prestigioso CUT

57


(Centro Universitario de Teatro). Espitia, ante la negativa de la dirección de dicha institución de darle el permiso para trabajar en una película antes de terminar la carrera, tomó el riesgo de dejar los estudios para entregarse completamente al papel de Heli. Su compromiso con nuestro proyecto fue total: Armando vivió una temporada en la comunidad minera de Calderones para aclimatarse a su personaje y adquirir el acento de la zona, integrándose totalmente como un miembro más de una familia de la comunidad. Al final, y con todo en nuestra contra, pudimos terminar el rodaje con éxito. La postproducción se llevó a cabo en los nuevos y flamantes estudios Splendor Omnia de Carlos Reygadas, quien es coproductor, situados a unos 80 km de la ciudad de México en El tepozteco (Tepoztlán). Era abril de 2012. Unos meses después, las maletas estarían listas para llevar a “Heli” a su debut. Tres: Hitchcock y “Heli” (Hitchcock y Amat o “Vértigo” y “Heli”)

Ya en Cannes, mientras hacíamos la larga y abarrotada fila para entrar a la función especial de la versión remasterizada de la obra maestra cinematográfica “Vértigo” de Alfred Hitchcock, nos pusimos a platicar con uno de los guardias de fila, un joven francés común que hablaba español. En algún momento de la charla le pregunté que si él disfrutaba de ver películas, que si le gustaba el cine, a lo cual me respondió que sí, que claro, pero que en realidad no era un cinéfilo y que no sabía mucho o nada de cine, que le gustaban las películas que no agradaban a los críticos de cine. Y ahí lo dijo: “como ‘Heli’, la película mexicana, me gustó mucho, me impresionó profundamente por su realidad entre tierna y violenta; es lo que creo que viven muchas gentes allá en México”. En ese instante recordé Calderones y las largas horas de

Parte de crew de la película durante el scouting técnico.

producción. Todo había valido la pena, el viaje a

Foto: Alex De Graaf.

58


[ Lindes ]

Cine en la playa de Cannes. Foto: Alex De Graaf.

La postproducción se llevó a cabo en los nuevos y flamantes estudios Splendor Omnia de Carlos Reygadas.

Cannes tenía sentido, el circulo de viaje se había cerrado. La sonrisa en mi cara delataba el gran orgullo de pertenecer a este proyecto. El resto (como suelen decir) es historia. El jurado de Cannes, presidido por Steven Spielberg, otorgó el máximo galardón que se le da a un director de cine: Amat Escalante, a pesar de las duras críticas, gana el premio a la mejor dirección (Mise-en-scène) del Festival de Cannes 2013. Los múltiples viajes de “Heli” comenzaron y terminaron en el mismo lugar. Ahora impera la satisfacción y resuena entre nosotros la promesa de otra travesía circular. n

59


B

reconcilia el entorno cotidiano con los elementos de la naturaleza, ámbito en que ha empren-

Breves

dido su minuciosa indagación en la condición humana —” Soy yo/ una caja resonante/ donde guardo preguntas.// yo ya no soy/ quietud que se refleja/ sino afilada pregunta sin respuesta”. Con sobria sensibilidad, Dolores Castro explora, ausculta y realiza la dignidad del lenguaje reformulado en el verso, así como la dignidad y el sentido del oficio del poeta. Desde El corazón transfigurado (1949), pasando por su novela La ciudad y el viento, hasta Poemas inéditos (1990), nuestra poeta ha sabido edificar una obra de calado y coherencia admirable. Coherencia de la dación celebratoria, podría atreverme a adjetivar. Por ello, Dolores Castro pudo escribir, en versos de precisa sensibilidad: “Te daré lo que tengo:/ este poco de viento/ que escapa entre mis dedos,/ que es el dulce dolor/ de estar viviendo”. El Premio Iberomericano “Ramón López Velarde” que la escritora ha recibido en este

Dolores Castro: ese dulce dolor de estar viviendo

año corona una serie de justos homenajes que se le han ofrecido en los últimos meses. Se trata de la primera mujer en recibirlo, y lo es porque el peso específico de su obra así lo amerita; pero además representa ella misma a una generación —la de los cincuenta— en que irrumpe en número y en fuerza en las letras mexicanas —y

Dijo Dolores Castro hace poco “soy la supervi-

en las de Iberoamérica— la voz plural y perso-

viente de todo”. Podríamos pensar que ese tipo

nal de lo femenino. La simpatía que sus libros y

de cosas se pueden decir cuando se alcanzan

su persona despierta entre sus lectores, la gene-

los 90 años. O no. Tal vez sea necesario ade-

rosidad de su magisterio para con sus alumnos,

más atravesar un siglo y aguantar sus vendava-

así como su entrañable presencia, son elemen-

les, sus temporadas de huracanes y sus largas

tos que otorgan un lustre añadido a la altura de

sequías. Tal vez sea necesario además reco-

su poesía y de su persiste y fructífero interés en

ger todos los frutos, digerirlos y saber espar-

la obra del poeta Ramón López Velarde. El nom-

cir sus semillas. Dolores Castro ha probado los

bre de Dolores Castro se une ahora, en este sig-

frutos de su tierra, ha respirado el aire entero

nificativo año, a la célebre nómina de los poe-

de su tiempo y se ha convertido ella misma en

tas, escritores y académicos que han recibido

el árbol y el viento que lo mece, en la palabra

el premio. Dolores Castro, esa superviviente, la

y en la poesía que la arrulla. Árbol de terrestre

voz de una mujer que nos ha detallado “ese dul-

raíz, de frondosas ramas y nido para la brisa y

ce dolor de estar viviendo”. n

para el vendaval. En su obra, el lenguaje poético

60

—Javier Acosta


[ Breves ]

Karina Lozano con el artista Alberto Ordaz en el Taller Vetagráfica. Foto Antonio Ambriz.

Veta Gráfica 40 artistas/40 estampas en una de las cimas artísticas del país

El objetivo es investigar, producir, difundir promover y exhibir las obras gráficas realizadas en el taller —también llamado Veta Gráfica— durante un año de trabajo. Las estampas serán producidas en prensas como la llamada “Chane-

A dos mil 520 metros sobre el nivel del mar, en

quito” (prensa litográfica donde se trabaja con

Vetagrande (uno de los municipios más altos

mármol mexicano) y la prensa de huecograbado

del Estado de Zacatecas y de México), Aman-

(con lámina de fierro atacada en una novedosa

da Karina Lozano López desarrolla el proyecto

técnica no tóxica llamada “agua dulce”).

Veta Gráfica, que consiste en la producción de

El proyecto pertenece a la categoría Investi-

cuarenta estampas por parte de igual número

gación y Difusión del Patrimonio en la discipli-

de artistas.

na de gráfica y, a decir de Karina Lozano, obser-

En su emisión 2012, el Programa de Estí-

var a los artistas frente a la piedra es un proceso

mulos a la Creación y al Desarrollo Artístico

bastante enriquecedor pues permite observar la

del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de

manera en la que cada uno trabaja con texturas,

Zacatecas (PEDCAZ) apoya el desarrollo de di-

métodos, colores, composiciones.

cho proyecto que, a la fecha ya registra el paso

Una vez concluido el proyecto, se realizará

de treinta artistas como: Andrés Vazquez, Yor-

una exposición colectiva con los trabajos ob-

chil Medina, Jesús Reyes Cordero, Carolina Or-

tenidos durante el periodo de apoyo de la beca

tega, Javier Cortez, Felipe de la Torre, Sergio

en la galería del propio taller Veta Gráfica, para

Mayorga, Juan Manuel de la Rosa, Catarino del

posteriormente hacer lo propio en otras ciuda-

Hoyo y Omar Lemus, entre otros.

des del país y fuera de México. n

61


R

El lenguaje tiene una capacidad ilimitada para nombrar y renombrar al mundo. La palabra escrita es como un horizonte insondable;

Poco o nada importa, en realidad, si el escritor es burócrata de medio tiempo, bohemio empedernido, aficionado al futbol o adicto al

ces Rubia y el Alfaqueque durante sus encuentros amorosos. La sencillez siempre es más difícil de alcanzar: pero debemos dejar en claro que que lo sencillo jamás será lo mismo que lo simple. Ya en sus novelas anteriores Trabajos del reino (Periférica, 2008) y Señales que precederán al fin del mundo (Periférica, 2009) Yuri Herrera había mostrado una marcada proclividad hacia las atmósferas caóticas y los personajes marginales, pero sobre todo, un respeto singular por el lenguaje. Poseedor de una prosa cargada de imágenes y significados, Yuri

siempre con sus connotaciones y posibilidades para mutar e incidir lo necesario en el contexto donde se encuentra —esto incluye, por supuesto, al discurso literario Nos han dicho que la generación de narradores mexicanos nacidos en los 70 no existe; que todos son una broma, una charada literaria, porque su “gran obra” — la que será capaz de hablar por ellos— aún no ha sido escrita. Y sin embargo, más y más nombres surgidos de distintos puntos del territorio nacional emergen para ratificar la pertinencia de esa suerte de “no existencia”. El reconocimiento literario es una broma de mal gusto bien contada por el marketing editorial. Personas van y personajes vienen, cada vez resulta menos escandaloso y más familiar ver a escritores inexistentes apareciendo en las portadas de las revistas. Es así como algunos de ellos han demostrado, también, lo fácil que es nadar de a muertito, sobándole las chiches a la luna mientras su propuesta literaria oscila entre la solidez de la palabra y la condescendencia editorial. Para fortuna de los lectores y de quienes leen, también existen excepciones que han logrado hacer de la obra epicentro y no réplica.

éxito, cuando es su obra la que habla por él. Un caso concreto de lo anterior lo encontramos en La transmigración de los cuerpos (Periférica, 2013), tercera novela de Yuri Herrera (Actopan, 1970) donde, precisamente, logra que la obra, en sí misma, hable acerca de sí misma. Teniendo como escenario una ciudad de tintes apocalípticos, pero no por ello menos verosímil, Yuri construye una historia cimentada en la capacidad de llevar la prosa al límite. El Alfaqueque, especie de antihéroe, caricatura de sí mismo, ejemplifica a la perfección la metáfora de que al final, lo que queda es el lenguaje como única vía para abrirse paso y continuar deambulando por aquello que sus personajes, de una u otra manera, insisten en llamar vida. La ciudad y sus habitantes muestran su alto grado de vulnerabilidad ante un insecto tan pequeño y a la vez tan devastador como un mosquito. Se propaga la epidemia, la enfermedad desconocida, pero en realidad pareciera que la peor peste es el odio. Y aun así, en medio del caos provocado por la desesperanza y el miedo, parece que todavía hay tiempo para el placer, tal y como lo demuestran la Tres Ve-

nos adentra en la vida de el Alfaqueque, para quien no existe arma con mayor potencia que el lenguaje y la capacidad para dirimir conflictos a través de éste. La poética del personaje frente al mundo y de la novela frente a la literatura se resume en la frase: “Verbo y verga es lo único que tengo. Y a veces susto”, y acá le añadiríamos: “Todo lo bueno es un pedazo de algo horrible”. Tan bueno y tan horrible que tiene que fungir como mediador en el proceso de intercambio de dos cadáveres entre un par de familias rivales y, al mismo tiempo, unidas por la misma catástrofe: la pérdida de un ser querido. La anécdota es circular y los personajes que intervienen parecen estar calculados con precisión casi quirúrgica. Los une la tragedia y los separa su visión de la realidad, la misma realidad que Yuri Herrera no plasma ni cuenta, sino que reinventa con una capacidad narrativa tan inexistente como la generación a la que pertenece. A final de cuentas, la obra literaria nos recuerda que es, ante todo, artificio. Y en Yuri Herrera encontramos la terquedad de alguien que no sólo existe, sino que también gusta de llevar la prosa siempre al límite. n —Juan Gerardo Aguilar

Reseñas

narrativa

La transmigración de los cuerpos Yuri Herrera Periférica, Colección Largo Recorrido, España, 2013.

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[ Reseñas ]

Poesía

poesía

Ensayo

El mundo no se acaba Charles Simic; traducción de Jordi Doce. Vaso Roto Ediciones, España, 2012.

Doce en punto, poesía chilena reciente (1971-1982) Selección y prólogo: Daniel Saldaña París. Dirección de Literatura, UNAM, Serie Antologías, México, 2012.

The Walking Dead. Apocalipsis zombi ya Varios autores, traducción de Antonio Fornet Vivancos. Errata Naturae, España, 2012.

“Dentro de la obra del poeta norteamericano Charles Simic (Belgrado, 1938), El mundo no se acaba ocupa un lugar central. Hay un antes y un después de este libro, y no sólo para su autor, pues es el único conjunto de poemas en prosa que ha merecido el Premio Pulitzer de Poesía en sus noventa años de existencia. Publicado en 1989, El mundo no se acaba remata la evolución de Simic hacia una poesía más rica y pegada a la calle, empapada de las voces y motivos de la cultura popular norteamericana, capaz de bailar o sonreír con todo lo que llama su atención. Como afirma Jordi Doce en su prólogo, “a veces se diría que todos los poemas de Simic son en realidad el mismo, la celebración de un mundo nocturno que sobrevive en equilibro inestable, una fantasmagoría llena de claves pictóricas y cinematográficas sobre la que revuela el pájaro del humor negro, esa ironía zumbona que permite contar los asuntos más extravagantes como si tal cosa”. Este libro nos presenta a un Simic imprescindible en un tiempo en que la poesía necesitaba de una revolución, y muestra que lo sigue siendo por su modo peculiar de acercarse a la realidad, al mundo, a un sujeto que sólo puede verse cuando antes ha sabido reírse de su propio dolor, convirtiéndolo en parte de lo que él mismo llama “la estupidez humana”. n

“Durante los últimos cien años la poesía chilena erigió la leyenda de su propio Siglo de Oro: desde la Mistral hasta nuestros días, Chile ha contribuido a la lírica en español con obras y autores de insoslayable radicalidad. Huidobro, Neruda, De Rokha, Parra, Rojas, Lihn, Teillier, Lira, Zurita, Díaz Varín, Martínez, Maquieira y Berenguer, entre otros, ampliaron las fronteras del género y discutieron vivamente con una tradición que, gracias a ellos, no volvió a ser la misma. Las nuevas generaciones de poetas chilenos recogen ese legado crítico, esa actitud iconoclasta y ese espíritu de innovación para proponer libros muy distintos entre sí, pero todos de una fuerza extraordinaria. Doce en punto es una muestra de esa poesía penúltima de Chile: un golpe de aire fresco y una provocación para que el lector que se adentre en sus páginas abandone de una vez el mullido sofá de las certezas poéticas. Son doce los autores antologados: Germán Carrasco, Cristián Gómez Olivares, Yanko González, Gustavo Barrera, Pedro Montealegre, Gloria Dunkler, Claudio Gaete, Paula Ilabaca, Héctor Hernández, Gladys González, Christian Anwandter y Enrique Winter.” n

“The Walking Dead es mucho más que un cómic referencial, mucho más que una serie con decenas de millones de espectadores: es el ingreso definitivo de los zombis en nuestras vidas y nuestros hogares, en el espacio de las ficciones de consumo mayoritario. Pero ¿cómo puede ser mayoritaria la imagen de un rebaño de muertos vivientes devorando vivo un caballo? ¿Cómo es posible que una serie podrida de contenidos violentos, repulsivos e inquietantes triunfe en un espacio de producción y difusión mainstream, obteniendo una audiencia inmensa? Éste es un libro, por tanto, sobre una serie de televisión, sobre un cómic y, más ampliamente, sobre estas preguntas, sobre este extraño fenómeno que ha conseguido que los muertos vivientes, esta vez definitivamente, estén entre nosotros. Un libro sobre The Walking Dead, por supuesto, pero también sobre las paradojas psicológicas del terror, sobre nuestro miedo a la muerte, sobre el horror que nos producen los zombis y el horror que nos producen los hombres, sobre los monstruos de la modernidad y la postmodernidad, sobre casi cien años de cómics de terror, sobre el discretísimo primer zombi de la literatura…”. n

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[ Colaboradores ]

CARLOS VELÁZQUEZ (Perros Bravos, Coahuila, 1978). Es autor de los li­ bros La marrana negra de la literatura rosa (Sexto Piso, 2010); La Biblia Vaquera (Sexto Piso, 2011) y El karma de vivir al norte (inédito), con el que obtuvo el Premio Nacional de Tes­ timonio Carlos Montemayor 2012. @ Charfornication GERARDO SIFUENTES (Tampico, 1974). Narrador y periodista, ha publicado los libros de cuento Perro de Luz (Times Editores, 1999) y Pilotos Infernales (Grupo Editorial Vid, 2002). Es coordinador editorial de la revis­ ta Muy Interesante México. Vive en el DF. @Sifuentes Dalí Corona (Ciudad de México, 1983), poeta y autor de los libros Voltario (2007) y Desfiladero (2008). Sergio Loo (Ciudad de México, 1982), poeta y narrador, su libro más reciente es Guía Roji (2013). En 2008 publicó el libro de poemas Sus brazos labios en mi boca rodando. Eduardo Padilla (Vancouver, Cana­ dá, 1976) es autor de los libros Zimba­bwe (2007) y Minoica (2010), este último en colaboración con Ángel Ortuño. JOEL FLORES (Zacatecas, 1984). Es autor de los libros de cuento El amor nos dio cocodrilos (VozEd, Editorial digital, 2012) y Cómo escribir bien (Editorial Germinal). Su libro Rojo semidesierto fue premiado en el Certamen Internacional Sor Juan Inés de la Cruz 2012. @joelfloresl SERGIO TÉLLEZ-PON (Ciudad de Méxi­ co, 1981). Autor del libro de poemas No recuerdo el amor sino el deseo (Quimera, 2008), traducido al inglés (Floricanto, Estados Unidos, 2013). @tellezpunk GONZALO LIZARDO (Fresnillo, Zaca­ tecas, 1965). Ha publicado: Azul venéreo (Joan Boldó, 1989); Malsania (Joan Boldó, 1994); El libro de los cadáveres exquisitos (Ediciones sin nombre, 1997); Polifoni(a)tonal (UAZ, 1998), Jaque perpetuo (Era, 2005); Jaque perpetuo (Era, 2005); Corazón de mierda (Era, 2007) e Invocación de Eloísa (Era, 2011). Es miembro del Sistema Nacional de Creadores. gonzalolizardo@yahoo.com DANIEL HERRERA (Torreón, Coa­huila, 1978). Escritor, profesor y periodis­ ta. Ha publicado en revistas nacio­ nales. Tiene tres libros: Con las pier-

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nas ligeramente separadas (Icocult, 2005); Polvo rojo (Ficticia, 2009) y Melamina (Tierra Adentro, 2012). @puratolvanera EDUARDO JACOBO BERNAL (Ciudad de México, 1977). Licenciado en Histo­ ria por la Universidad Autónoma de Zacatecas y maestro en Historia Moderna y Contemporánea de Mé­ xico por el Instituto Mora. Docenteinvestigador en la Licenciatura en Historia de la UAZ. Es coordinador de la Asociación de Historiadores Elías Amador A.C. @EduardoJacoboB LIMONAR SOTO SALAZAR (Zaca­tecas, 1976). Licenciado y maestro en Historia, es investigador en el INAH y docente en la Unidad Académica de Antropología de la UAZ. Se interesa en la divulgación de la historia regional a través de foros y revistas académicas, suplementos culturales y libros. pocomundo@hotmail.com SOFÍA GAMBOA DUARTE (Zacatecas, 1973). Realizó estudios de licencia­ tura y de maestría en Filosofía en la Universidad Autónoma de Zaca­ tecas. Ha publicado los libros Travesía del arte contemporáneo (IZC, 2010); Francisco Goitia. Obsesión en soledad (IZC, 2011) y Manuel Durón. Imágenes desde la oscuridad (Co­ narte-IZC, 2012). LUIS AMÉZQUITA (Guanajuato, 1983). Maestro en artes y docente univer­ sitario de filosofía y literatura. Es fotógrafo por el taller de Roberto Camarra en Buenos Aires. Ha publi­ cados poemas, fotos, cuentos y en­ sayos en revistas latinoamericanas. http://viejopuerco.wordpress.com JAVIER ACOSTA (Estancia de Áni­ mas, Zacatecas, 1967). Es autor de los libros Allen, tómate una tableta de eucalipto (1994); Melodía de la i (2001); Cuadernillo del viento (2007); Regla de tres (2007); Schopenhauer, Nietzsche, Borges y el eterno retorno (2008); Largo viaje al presente (2008) y El libro del abandono (2010). Obtuvo los pre­ mios nacionales de Poesía Ramón López Velarde 2006, y de Aguasca­ lientes 2010. Coordina el taller de poesía del Instituto Zacatecano de Cultura. ANAEL TRITURA (Guadalajara, Jalisco, 1985). Ilustrador y artista gráfico. Ha participado en más de 30 exposi­ ciones colectivas e individuales. Ac­

tualmente desarrolla proyectos vi­ suales diversos y trabaja en el Taller de Gráfica “Gabriel Ovalle”, en Zaca­ tecas. http://macolva.tumblr.com http://acidmother.deviantart.com/ ALBERTO ORDAZ (Zacatecas, 1976) Artista visual. Estudió filosofía en la UAZ. Cuenta con más de 40 ex­ posiciones individuales en México y Francia. Es fundador y director del taller de litografía La Veta Gráfica, de Vetagrande, Zac. Forma parte del colectivo artístico “Vaivén” MéxicoFrancia. @alberto_ordaz JORGE PÉREZ CORTÉS (Zacatecas, 1981) Artista plástico. Fue profesor de di­ bujo en diversos centros culturales de Zacatecas. Miembro fundador de talleres profesionales del Centro Nacional de las Artes en la Repúbli­ ca Mexicana. Colaboró con diversos artistas de la Ruptura, y ha obtenido premios de dibujo y varias seleccio­ nes nacionales e internacionales de gráfica. jpcortes1@hotmail.com ANTONIO AMBRIZ-AVENDAÑO (Ciudad de México, 1969). Fotoperiodista. Egresado de la licenciatura en Pe­ riodismo y Comunicación Colectiva de la FES Acatlán UNAM. Ha cola­ borado en diversos medios nacio­ nales y agencias extranjeras. Es fotógrafo documental de obra pú­ blica e infraestructura para el Go­ bierno de Zacatecas desde 2001. @ AntoinedelaSex COSME RADA (Zacatecas, 1984). Fo­ tógrafo independiente y gestor cul­ tural. Ha colaborado en La Jornada Zacatecas; Agencia Cuartoscuro; Cache Producciones; El Universal; Milenio; Reforma; El Financiero; Mural; Ftv Argentina. Cuenta con diversas exposiciones colectivas e individuales y ha recibido premios por fotografía turística así como de artesanías y tradiciones de Zacate­ cas, además del 8º Premio Estatal de Periodismo Cultural en 2010. Forma parte del Colectivo “Vaivén” (México-Francia). @CosmeRada ALEXANDER DE GRAAF (Cuidad de Mé­ xico, 1974) ha colaborado en todos los proyectos del cineasta Amat Ecalante, desde la película Sangre (2004) hasta “Heli” (2013) siem­ pre tiene a su cargo las labores de asistente de dirección, casting y se­ gundo asistente de cámara. http:// www.imdb.com/name/nm1858699/



#001

Áurea Revista de arte y literatura

La belleza de la barbarie Gonzalo Lizardo

#001 Agosto-septiembre de 2013

Ficciones Carlos Velázquez • Gerardo Sifuentes • Joel Flores Portafolios Anael Tritura •Jorge Pérez música envasada daniel herrera

áurea

rumbo al centenario de la batalla de Zacatecas Limonar Soto Salazar • eduardo Jacobo Bernal • Sofía Gamboa Duarte

áurea, revista de arte y literatura

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