CARTA AUSJAL 26

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La cultura juvenil


DIRECTORIO AUSJAL

CARTA DE AUSJAL

PRESIDENTE

José María Tojeira SJ Rector Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” El Salvador. jtojeira@rec.uca.edu.sv

Luis Ugalde SJ Rector Universidad Católica Andrés Bello. Venezuela lugalde@ucab.edu.ve VICEPRESIDENTES Jesús Hortal SJ Rector Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro. Brasil. hortal@reit-puc-rio.br

Luis Rafael Velasco SJ Rector Universidad Católica de Córdoba. Argentina rector@uccor.edu.ar

EDITOR JEFE Luis Ernesto Blanco / lblanco@ucab.edu.ve CONSEJO EDITORIAL Jesús Azcargorta / jazcargo@ucab.edu.ve Susana Di Trolio / sditroli@ucab.edu.ve Miguel Flores Castellanos / mflores@url.edu.gt DIAGRAMACIÓN Y PORTADA Julio Leonel Valle Lucero / jlvalle@url.edu.gt Dirección de Comunicaciones, Universidad Rafael Landívar

SECRETARIA EJECUTIVA Susana DiTrolio sditroli@ucab.edu.ve

ÍNDICE NOTA DEL EDITOR El estudiante que tenemos

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Luis Ernesto Blanco

MENSAJE DE LA PRESIDENCIA EL PADRE GENERAL Y AUSJAL

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Luis Ugalde SJ

TEMAS PARA REFLEXIONAR Aproximaciones teóricas a las culturas juveniles contempráneas

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ESPECIAL: HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL

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CON SELLO AUSJAL Investigación sobre Cultura Juvenil de los y las estudiantes de las obras educativas de la Compañía de Jesús - Provincia Centroamericana

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Renata Rodrigues / UCA Nicaragua

Eduardo García / UCAB

TEMAS PARA REFLEXIONAR Retos del Proyecto Educativo Común y la cultura juvenil de nuestros estudiantes

PROYECTOS AUSJAL quiere conocer sus estudiantes Silvana Campagnaro / UCAB

12 PROYECTOS Construyendo una red. Jesús Azcargorta /AUSJAL

Rafael Campo Vásquez /PUJ Bogotá

TEMAS PARA REFLEXIONAR La Cultura Juvenil: un reto para la educación en valores José R Lezama Q /UCAB

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ROSTROS DE LA RED

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PUBLICACIONES

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Luis Ernesto Blanco /AUSJAL

ANTES DEL CIERRE

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DOCUMENTOS Universidad y Humanización de la Ciencia y la razón Luis Ugalde SJ

DIRECTORIO

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CRÓNICA Los jóvenes viven a toda prisa

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El estudiante que tenemos Luis Ernesto Blanco

Alguna vez todos nos hemos preguntado ¿quiénes son nuestros estudiantes? ¿Para quién formamos? ¿Qué piensan y qué hacen esos jóvenes que transitan día a día por las aulas, jardines, bibliotecas y demás espacios de nuestras universidades? Seguramente no pocas veces hemos caído en el error de suponer que esos jóvenes piensan y actúan igual que nosotros a su edad, sin darnos cuenta que mantenernos en esa creencia es poner más dificultades para lograr una comunicación más efectiva y finalmente un proceso de enseñanza-aprendizaje más provechoso. Estos jóvenes que se criaron conviviendo con el Internet, que usan teléfono móvil en sus bolsillos desde de tener uso de razón, que tienen años sintiendo que desde hace años ven que sus países no les ofrecen posibilidades para desarrollarse personal y profesionalmente, son un misterio que desde AUSJAL nos hemos propuesto descubrir, no por un capricho, sino para recomendar acciones de políticas de formación y extensión de las distintas universidades de la red. La investigación sobre Cultura Juvenil en las Universidades de AUSJAL, tal como señala la vicerrectora académica de la UCAB, Silvana Campagnaro en su artículo sobre el proyecto, se propone descubrir la realidad sociodemográfica, las prácticas, creencias y aspiraciones de la población estudiantil que hace vida formativa en las instituciones de AUSJAL. En dicho proyecto participan las universidades Pontificia Javeriana

ota del Editor

NOTA DEL EDITOR

de Bogotá (Colombia), Católica Andrés Bello, Católica del Táchira e Instituto Universitario Jesús Obrero de Maracaibo (Venezuela), Iberoamericana de Puebla y Ciudad de México (México); Alberto Hurtado (Chile); Antonio Ruiz de Montoya (Perú); Católica del Uruguay y el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (Paraguay). Este número de la Carta AUSJAL está dedicado a la Cultura Juvenil. Desde una aproximación teórica que realiza Eduardo García de la UCAB, pasando por el trabajo de Rafael Campo de la Javeriana de Bogotá en donde plantea los retos del Proyecto Educativo Común y la Cultura Juvenil hasta los retos para la formación en valores de la cultura juvenil que plantea José Lezama de la UCAB, son parte de los artículos que se incluyen en esta edición. También la vicerrectora académica de la UCA-Managua, Renata Rodrigues describe lo que fue la investigación sobre Cultura Juvenil en la Provincia Centroamericana Completan la edición, además de las secciones habituales, un Resumen de los Informes Regionales sobre los Retos/Prioridades de la Educación Superior Jesuita, así como un artículo del presidente de AUSJAL, Luis Ugalde SJ, sobre Universidad y humanización de la ciencia y la razón.


MENSAJE DE LA PRESIDENCIA 4

EL PADRE GENERAL Y AUSJAL

Recibimos con alegría la elección del P. Adolfo Nicolás SJ como nuevo P. General de la Compañía de Jesús. Para muchos fue una sorpresa, que, al ir conociendo el perfil de este japonés-español, se confirmó como una buena noticia, motivo de alegría y de esperanza. Lo principal es que sea virtuoso y humilde, piden las Constituciones de la Compañía de Jesús. El P. Nicolás une “virtud con letras”, como quería S. Ignacio; es un teólogo bien formado, enriquecido por el dominio de varias lenguas hoy imprescindible y con una experiencia abierta a las culturas de un mundo globalizado y plural, en el que el cristianismo tiene un aporte de espiritualidad y de inspiración. Desde hace casi dos años el centenar de universidades de la Compañía de Jesús en todo el mundo hemos ido preparando nuestro encuentro con el nuevo P. General y las orientaciones de la Congregación General 35. Las 31 universidades de AUSJAL estamos abiertas para las noticias, documentos y orientaciones que nos vayan llegando desde la Congregación General y seremos activos en la preparación de la futura reunión. Antes de entrar en esta nueva etapa queremos recordar lo que ha sido para Ausjal el P. Kolvenbach. Cuando lo elegimos General hace 24 años, no existía Ausjal. Más bien fue él quien impulsó el nacimiento de nuestra Asociación en 1985, después de una reunión internacional de universidades en Roma, donde los latinoamericanos participaron individualmente. Luego, gracias a la insistencia desde Roma, nos animamos a elaborar un documento sobre “las características de la educación superior de la Compañía de Jesús” en América Latina, que publicamos en 1995 bajo el título de “Desafíos de América latina y Respuesta Educativa de Ausjal”, que nos permitió plasmar consensos básicos y líneas maestras para responder universitariamente a la sociedad latinoamericana y sus problemas. Después en el 2001 avanzamos con el Plan Estratégico de AUSJAL que nos ha servido de guía para ir creando redes de homólogos con políticas compartidas de trabajo y ejecución de proyectos comunes. Las universidades de todo el mundo tuvimos el año (2001) en Roma con el P. Kolvenbach el Encuentro de Montecucco y todos hemos utilizado una decena de documentos extraordinarios de reflexión universitaria producidos por él con ocasión de aniversarios y de visitas a universidades de diversas latitudes.

Mensaje de la Luis Ugalde SJ

Prresidente de AUSJAL

De 1983 a 2008 el mundo ha cambiado mucho. Ausjal hoy es una realidad operativa con muchas novedades y cambios en relación a lo que éramos. La presencia de laicos con plena autoridad, participación e identificación con nuestra especificidad


MENSAJE

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Texto para fotografía

universitaria, es una realidad creciente en cada universidad y en la vida de nuestra Asociación. Hemos explicitado mucho más la inspiración cristiana y la vocación universitaria con profesionalidad y discernimiento. Otra novedad, tal vez impensada en 1985, es la presencia activa de las mujeres con cargos de Rector (tres rectoras: Universidad Rafael Landivar, UCA-Managua, Universidad del Pacífico) y de Secretaria Ejecutiva de Ausjal. Gracias P.Kolvenbach por su humilde, aguda y lúcida conducción que nos ha adentrado con apertura de mente y de corazón en la problemática universitaria del siglo XXI.

a presidencia

Bienvenido P. Nicolás con sus cualidades personales y con la convicción de que Jesucristo es luz para todos los pueblos, aunque de manera muy distinta como lo era hace setenta años en Villamuriel, pueblito natal de Palencia donde la existencia era inconcebible fuera del marco (político, social y cultural) de la “cristiandad”.


TEMAS PARA REFLEXIONAR 6

Aproximaciones teóricas a las culturas juveniles contemporáneas

La preocupación de las sociedades por las condiciones de los jóvenes comenzó a acentuarse desde mediados del siglo XX. La concepción del joven como ser inacabado, en tránsito entre la niñez y adultez fue paulatinamente dando paso a una concepción optimista o pesimista del mismo, pero que en definitiva no buscaba quitarle su identidad. Por ello los jóvenes como grupo humano productor y reproductor de cultura es relativamente reciente en los campos de la sociología y antropología cultural. En el presente trabajo haremos una aproximación al concepto de culturas juveniles, sus características predominantes y los factores que influyen en su configuración.

I-. Concepto y visión de la juventud. El concepto de juventud comenzó a utilizarse con mayor regularidad a mediados del siglo XX. La transición entre la condición de niñez y adultez, evidentemente notoria para nuestra sociedad actual, no existió en el mundo en los siglos anteriores. La relación de dependencia entre hijos y padres era a la vez sustituida y replicada por un nuevo núcleo familiar; el cambio era brusco pero los individuos se adaptaban a los patrones culturales predominantes. El concepto de juventud comenzó a cobrar fuerza luego de los conflictos bélicos del siglo XX. El mundo occidental comprendió que existía un nuevo actor social el cual debía ser considerado. El camino para la construcción de una paz futura debía tomar en cuenta entre otros aspectos, a ese nuevo ciudadano que no había recibido la atención necesaria como grupo etario específico, diferente a niños y adultos. Asociado al concepto de joven surgieron también los términos de adolescente y más recientemente el de preadolescente. ¿En qué momento se deja de ser adolescente para poder ser calificado como joven? ¿Existe un límite definido para diferenciar los conceptos? Desde el punto de vista formal se pueden hacer las siguientes precisiones:

Eduardo García / CIFH UCAB

• Adolescente: personas comprendidas entre los 10 y 18 años de edad1. • Joven: personas comprendidas entre los 15 y 24 años de edad 2. 1

Ministerio de Salud y Desarrollo Social Venezolano. Lineamientos Estratégicos para la Promoción y el Desarrollo de la Salud Integral de las y los Adolescentes en Venezuela. Tomo I, Caracas, OPSOficina Regional de la OMS-UNFPA, 2003. Pág. 3.

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Por citar un caso, en Venezuela la Ley de Juventud establece como edad juvenil desde los 18 hasta los 28 años de edad.


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7 La elaboración de marcos teóricos con sus respectivas referencias tienden a ser relativas puesto que se configuran de acuerdo a intereses específicos de investigadores, organizaciones mundiales o lineamientos jurídicos de los Estados. Si a este particular agregamos que efectivamente no existen límites absolutos para ubicar el período juvenil, el asunto se torna más complejo. Al respecto opina Rossana Reguillo: “… La juventud es una categoría construida culturalmente, no se trata de una “esencia” y, en tal sentido, la mutabilidad de los criterios que fijan los límites y los comportamientos de lo juvenil, está necesariamente vinculada a los contextos sociohistóricos, producto de las relaciones de fuerza en una determinada sociedad…”3 Antes de abordar el tema de las culturas juveniles debemos entonces responder ¿Quiénes son los jóvenes?. ¿Son definidos por su edad o por las formas de comportamiento? Como bien lo indica Reguillo el concepto de juventud está íntimamente ligado a las características que han presentado las sociedades a lo largo de la Historia. Para efectos prácticos recomendamos asumir la categoría de joven para todos aquellos individuos comprendidos entre los 12 y 29 años de edad4. El motivo de esta categorización es crear un marco lo suficientemente amplio que abarque tanto a los adolescentes que han comenzado a interactuar en distintos contextos sociales (comunidad, barrio, urbanización, etc.) con cierto grado de autonomía, y los jóvenes-adultos que no han logrado su plena emancipación del hogar principalmente por razones económicas. Independientemente de los débiles límites de lo juvenil, el tránsito entre la niñez caracterizada por su dependencia y la adultez en el que prevalece la autonomía moral y económica de los individuos, sufre la mirada inquisidora de los adultos antes de lograr su aprobación social. Con frecuencia se critica su apatía pero cuando participan, a su manera, son objeto de descalificación por su falta de experiencia. El doctor Orlando Albornoz lo expresa claramente: “… el drama de la juventud es que si bien existen normas acerca de (la) permisología social los límites son a menudo difusos y el joven no sabe cuándo debe o tiene que pedir permiso, y cuándo debe asumir por sí solo su toma de decisiones…”55 La educación (formal y no formal) persigue entre sus metas la adaptación de los jóvenes a los patrones culturales de la sociedad. Ellos no pueden ser señalados como responsables de las costumbres, valores y actitudes sociales predominantes; reciben una sociedad y reproducen los patrones existentes. Desde luego, la inserción y reproducción social no son automáticas; cada generación incorpora nuevos elementos que promueven el dinamismo social y en

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Rossana REGUILLO. Las culturas juveniles: un campo de estudio; breve agenda para la discusión. Tomado de: http://www.andep.org.br/ rbe23/andep-23art07.pdf. Revista Brasileira de Educacao. Pág. 104.

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INSTITUTO MEXICANO DE LA JUVENTUD-CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS SOBRE JUVENTUD: Encuesta Nacional de Juventud 2005. Resultados preliminares, México, 2006

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Orlando ALBORNOZ: Juventud y educación en Venezuela: inserción y reproducción social, Caracas, Cuadernos Lagoven, 1989.


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consecuencia construyen nuevas configuraciones del mundo. Generalmente son las nuevas generaciones las que impulsan los cambios sociales que permiten tener visiones más flexibles sobre temas de carácter público. Las nuevas interpretaciones del mundo son expresadas por los jóvenes a través de la música, los tatuajes, la vestimenta, la pintura, el trabajo, los movimientos sociales, etc. En este sentido las culturas juveniles sintetizan su pensamiento, tanto de los incorporados como de los no incorporados6 a los patrones culturales dominantes de una sociedad. En esas construcciones culturales los jóvenes en no pocas oportunidades retoman figuras del pasado para justificar sus acciones. Esa capacidad de volver al pasado para tomar elementos culturales y adaptarlos a sus nuevos contextos sociales o romper abruptamente con las tradiciones forma parte de su dinamismo y heterogeneidad

II-. ¿Qué son las culturas juveniles? La cultura como manifestación humana ha sido uno de los principales objetos de estudio de las Ciencias Sociales. Diversos autores han teorizado sobre el significado, expresiones y trascendencia de las culturas a lo largo de la Historia. Para contextualizar el concepto de culturas juveniles, partimos de la definición de cultura elaborada por J. Serrano Maya: “… conjunto de todo aquello que se obtiene a partir de las actividades progresivas de las personas en comunidad y que alcanza su realidad espiritual permanente en la unidad de la conciencia comunitaria y en la tradición que la perpetúa. Dimensión que se presenta revestida de paradoja de ser a la vez, fundamental y etérea, es territorio de la acción y de la vida, de las producciones materiales y simbólicas…”7 La cultura es la expresión de maneras de pensar y sentir de los seres humanos, las cuales se manifiestan a través de objetos tangibles e intangibles. Abarca desde la vida cotidiana hasta las manifestaciones de religiosidad/espiritualidad de las personas. Dado el carácter complejo y dinámico de la juventud, muchos investigadores han considerado pertinente analizar sus expresiones culturales desde su propia perspectiva juvenil y no en función de las expresiones culturales dominantes. De allí que resulte legítimo representar las culturas juveniles como aquellos modos de vida y valores que los jóvenes crean en respuesta a sus condiciones materiales de existencia8, condicionados a su vez por la tradición heredada de generaciones anteriores. En atención a dicho planteamiento, ¿Es posible caracterizar a las culturas juveniles contemporáneas? ¿Existen elementos predominantes en sus expresiones culturales?. Al respecto opina Sandro Maccassi: “… es (…) difícil poder caracterizar a la juventud en un solo rasgo, salvo el de la heterogeneidad y la dispersión. Los jóvenes participan activamente de diversas ofertas culturales y al mismo tiempo se adscriben

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Rossana Reguillo (2003) hace la distinción de los actores juveniles al catalogarlos como “incorporados” y “alternativos o disidentes”. Mientras los primeros son asociados a su participación en el ámbito escolar o bien al consumo cultural, los segundos reflejan su rechazo a la cultura dominante.

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J. SERRANO MAYA en: Tejiendo identidades. Jóvenes y Cultura. Bogotá, Instituto Misionero Hijas de San pablo-Comunidad de Hermanos Maristas, 2007. Pág. 14.

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Maricela PORTILLO SÁNCHEZ: Culturas juveniles y cultura política: la construcción de la opinión política de los jóvenes de la Ciudad de México, universidad de Barcelona, 2005, Pág. 20.


TEMAS a múltiples prácticas de identidad que les vienen de la música, la ecología, el fútbol, la moda, la pandilla…”9 Para el autor lo común en las expresiones de las culturas juveniles es lo poco homogéneas que son entre ellas. Por su parte Reguillo ha determinado algunas características definitorias10 de las culturas juveniles contemporáneas: 1. 2. 3. 4. 5.

Poseen una conciencia planetaria o globalizadora. Priorizan los pequeños espacios de la vida cotidiana como trincheras para impulsar la transformación global. Existe en ellas un respeto casi religioso por el individuo que se convierte en el centro de las prácticas culturales. Evidencian una selección cuidadosa de las causas sociales en las que se involucran. Prevalece la tendencia al poco apego hacia el territorio. El barrio, la comunidad o urbanización han dejado de ser el epicentro del mundo.

Para aproximarnos a una comprensión de las culturas de los jóvenes contemporáneos debemos aceptar que sus formas de socialización son distintas a las que caracterizaron a décadas anteriores. En una misma década es posible detectar cambios significativos en la música, pintura, vestimenta, simpatías políticas, etc., de los jóvenes. Lo que a muchos adultos puede parecer una actitud apática frente a las problemáticas sociales puede ser simplemente el reflejo de un rechazo hacia las formas tradicionales de protesta y militancia política. Su aparente actitud antirreligiosa puede ser expresión de un reclamo a la Iglesia más que a la negación de la existencia de Dios o el rechazo a las enseñanzas de Jesús. Los dibujos hechos en las paredes pueden expresar su inconformidad con las injusticias existentes más que constituir simples actos anárquicos. En medio de la heterogeneidad que caracteriza a las culturas juveniles, es posible destacar algunos factores comunes que actualmente influyen en sus configuraciones: las tecnologías de comunicación e información, los medios de comunicación masivos, las modas en la música, vestimenta, estética y alimentación y las problemáticas internacionales que atentan en contra la paz y el equilibrio ecológico del planeta. Sobre los efectos que tienen las TIC´S en las culturas juveniles opina Sandro Macassi: “… estamos hablando de proceso de desterritorialización de la cultura, donde internet tienen una presencia dinamizadora, en tanto que los productos comunicativos tienden cada vez más a construir códigos y referentes «comunidades hermenéuticas de consumidores» más allá de las fronteras de los Estado-nación, así tenemos que las modas, los bailes y la música son referentes desterritorializados de los cuales los jóvenes son los abanderados…”11 Resulta imperativo ver estas culturas desde otras perspectivas que nos permitan comprender mejor sus mensajes, y a su vez, influir positivamente en su proceso cultural, siempre y cuando quieran ser influidos. Desde luego, podremos

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Sandro MACASSI LAVANDER. Culturas juveniles, Medios y Ciudadanía. El nuevo horizonte generacional y la disyuntivas de la inserción de los jóvenes en la sociedad, Lima, Asociación de Comunicadores Sociales Calandria, 2001. Pág. 39.

10 REGUILLO. Op. Cit. P. 114 11 Sandro MACASSI. Op. cit. P.34

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encontrar tanto aspectos social y humanamente positivos como negativos; la tarea de padres, profesores e investigadores no es juzgar sino comprender para incidir positivamente, en la medida de lo posible, en su proceso cultural.

III-. ¿Por qué han cobrado importancia las culturas juveniles en las sociedades contemporáneas? En las últimas décadas los jóvenes han sido tema recurrente en las universidades, centros e institutos de investigación. Especialmente en Latinoamérica se ha incrementado el presupuesto para programas de atención de la juventud y en muchos países se han creado entes públicos especialmente dedicados a proteger el sano desarrollo de niños, adolescentes y jóvenes. Las causas que podrían explicar dichos cambios pueden ser resumidas en las siguientes: 1. El crecimiento demográfico 2. La crisis de la convivencia ciudadana expresada en un incremento de la violencia, entre otros aspectos Según los datos presentados por la UNESCO, los jóvenes en los próximos años representarán más del 50% de la población de los países en vías de desarrollo12 . El mundo presenta hoy más que nunca un rostro juvenil que ha obligado a instituciones públicas y privadas a dar un viraje hacia este grupo un tanto olvidado en el pasado. De la misma manera el incremento en las cifras de homicidios, especialmente entre los jóvenes pertenecientes a las clases sociales más deprimidas, son un llamado de alerta a la sociedad en general. La pobreza no solamente afecta el aspecto nutricional de niños y jóvenes. Si no existen condiciones educativas dignas para los pueblos estaremos transitando hacia la deshumanización de nuestras sociedades. Aunque pocas veces lo expresen, los jóvenes desean ir a la escuela; pero si consideran que están perdiendo el tiempo en una clase en vez de aprender, entonces inevitablemente surgirán las fugas o jubilaciones y será la calle la maestra inseparable (para bien o para mal) en las etapas cruciales de la formación de sus identidaades. Las universidades deben continuar sus trabajos de investigación para orientar a los entes públicos y privados responsables de la formación de niños y jóvenes; la juventud es el futuro y de allí que la comprensión de sus formas de expresión cultural representa el primer paso para la consolidación de sociedades más justas y solidarias.

12 Graciela CASTRO: Los jóvenes y la vida cotidiana: elementos y significados de su construcción. En: Espacio Abierto. Cuaderno Venezolano de Sociología, Vol.14 número 1, enero-marzo 2005. Pág. 10


TEMAS Bibliografía: ALBORNOZ, Orlando: Juventud y educación en Venezuela: inserción y reproducción social, Caracas, Cuadernos Lagoven, 1989. CASTRO, Graciela: Los jóvenes y la vida cotidiana: elementos y significados de su construcción (Este es un artículo en formato digital). Revista: Espacio Abierto. Cuaderno Venezolano de Sociología, Vol.14 número 1, enero-marzo 2005. COMUNIDAD DE HERMANOS MARISTAS. Tejiendo identidades. Jóvenes y Cultura, Bogotá, Instituto Misionero Hijas de San Pablo, 2007. Rossana Reguillo. Las culturas juveniles: un campo de estudio; breve agenda para la discusión. Tomado de: http:// www.andep.org.br/rbe23/andep-23art07.pdf. Revista Brasileira de Educacao. P.104-118 INSTITUTO MEXICANO DE LA JUVENTUD-CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS SOBRE JUVENTUD: Encuesta Nacional de Juventud 2005. Resultados preliminares, México, 2006 MACASSI LAVANDER, Sandro: Culturas juveniles, medios y ciudadanía. El nuevo horizonte generacional y la disyuntiva de la inserción de los jóvenes en la sociedad (Perú, 2001). PORTILLO SÁNCHEZ, Maricela: Culturas juveniles y cultura política: la construcción de la opinión política de los jóvenes de la Ciudad de México, Universidad de Barcelona, 2005.

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TEMAS PARA REFLEXIONAR 12 RETOS DEL PROYECTO EDUCATIVO COMÚN Y LA CULTURA JUVENIL DE NUESTROS ESTUDIANTES

Como todos sabemos, desde abril del 2005 tenemos un Proyecto Educativo Común (PEC), para todas las instituciones educativas encomendadas a la Compañía de Jesús, en América Latina. Este documento, obviamente nos atañe de manera especial a quienes hacemos parte de las universidades de AUSJAL, por que señala los retos que debemos asumir y las acciones a realizar. Los retos y acciones fueron formulados, como orientaciones generales para todas las instituciones educativas a cargo de la Compañía de Jesús en el continente y, por consiguiente, no se refieren a ningún nivel educativo en particular, a pesar que al elaborarlos se tuvieron en cuenta situaciones concretas de tiempo y lugar, así como los condicionamientos comunes de los colegios, las universidades y otros centros docentes. Por lo tanto, nos corresponden a quienes hacemos parte de AUSJAL, precisar de qué manera debemos asumir los retos y las acciones que conciernen a nuestras Universidades. Esta es una tarea compleja, dada la diversidad de nuestras instituciones y las particularidades históricas y culturales de cada una de ellas, a pesar de los rasgos comunes que nos identifican como Universidades Latinoamericanas Ignacianas. Una consideración fundamental que vale la pena hacer en este sentido, es que a la universidad le corresponde ser mediadora de la cultura con los adolescentes y los adultos, conciencia crítica de la sociedad y propiciadora de las profesiones y las disciplinas; es decir, que la universidad tiene una responsabilidad especial con la cultura y con la formación de los jóvenes, que va más allá de la transmisión y generación de conocimientos. La universidad debe asumir la cultura como reflejo de los cambios sociales, pero también como fundamento de las transformaciones más profundas de una época: Los valores, las identidades, las creencias, las sensibilidades, las concepciones del mundo y de la vida, se arraigan en los procesos culturales, los cuales también les dan significado y los expresan.

Rafael Campo Vásquez, P.H.D. en Educación / Profesor titular Pontificia Universidad Javeriana

En este sentido, uno de los acontecimientos culturales más trascendentales de los últimos tiempos, es la aparición de la cultura juvenil. Por primera vez en la historia, a partir de mediados del siglo pasado, los jóvenes han adquirido formas propias de pensar, de sentir, de actuar y de relacionarse entre si y con las instituciones. Su cultura juvenil frecuentemente entra en conflicto con la mentalidad y las expectativas de los adultos, aunque también tiende a generalizarse en la llamada “juvenilización de la cultura”, por la cual se ha puesto de moda parecer joven a pesar de la edad. Estas contradicciones y coincidencias intergeneracionales, se magnifican al hacer


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13 parte del proceso de globalización, a través de los mercados, de los medios masivos de comunicación y especialmente de las interconexiones que posibilitan las nuevas tecnologías. Al ser los jóvenes precisamente nuestros estudiantes, no podemos dejar de reconocerlos como nuevos actores sociales, que llegan a la universidad con su propia cultura y ya no como sujetos pasivos y sin una manera de ser, de sentir y de actuar propia. Inevitablemente esta nueva situación afecta los procesos de enseñanza y aprendizaje, las relaciones profesor – estudiante, la efectividad formativa de los currículos y en general la vida universitaria. Sin embargo, como educadores es considerable el grado en que ignoramos, o simplemente condenamos, las manifestaciones propias de su cultura juvenil, sin entrar a comprender concienzudamente sus implicaciones positivas y negativas, para la formación que nos corresponde propiciar y las transformaciones sociales que nos proponemos orientar. Por lo anterior, me parece oportuno plantear algunas de las preguntas sobre la cultura juvenil de nuestros estudiantes, cuyas respuestas condicionarán significativamente, la manera como debemos asumir los retos del Proyecto Educativo Común. A continuación, menciono cuales son estos retos y sugiero algunas de las preguntas que nos podemos hacer sobre la cultura juvenil de nuestros estudiantes, en relación con cada uno de ellos. Primer reto: La grave desigualdad social y de la distribución de los medios de producción y la riqueza, con enormes contrastes entre el desarrollo científico y tecnológico que posibilita una cultura de bienestar nunca vista y da origen a un mundo interconectado y global, y el número reducido de personas que se benefician de esos avances.

¿Al ser la cultura juvenil uno de los componentes más importantes del proceso de globalización, qué desigualdades ocultan las similitudes de conductas y actitudes, que identifican a nuestros estudiantes con los jóvenes de países desarrollados? ¿De que manera, consumos masivos de nuestros estudiantes, similares a los de jóvenes de otros estratos sociales, generan aparentes y reales conflictos o solidaridades? ¿Sí entienden nuestros estudiantes lo que significa “la opción preferencial por los pobres”? Segundo reto: El aumento alarmante de la violencia y de la crueldad. ¿Qué valores de convivencia social y solidaridad, practican nuestros estudiantes en su cultura juvenil? ¿Entienden nuestros estudiantes el carácter poliforme y multi-determinado de las violencias políticas, económicas, familiares y delincuenciales que nos aquejan? ¿En su cultura juvenil, es la paz algo más que un slogan? ¿Es una vivencia? ¿Es un propósito? ¿Es una disposición espiritual? Tercer reto: El crecimiento de la corrupción y la deshonestidad, sobre todo en el desprestigiado ámbito político y de la administración pública, que demandan una especial atención a la educación ética y política. ¿Cómo asumen nuestros estudiantes en su cultura juvenil, el problema de la “doble moral”? ¿En su cultura juvenil, sí tiene lo público un valor sagrado de bien común, o tiene el carácter de tierra de nadie o botín?


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¿Tiene sentido en su cultura juvenil hablar de la función pública como un servicio, o más bien es ocasión de beneficio privado?

¿Cuál es la presencia en su cultura juvenil, de prejuicios sociales, raciales, sexuales, religiosos …. ?

¿Se concreta en la cultura juvenil de nuestros estudiantes, el “romanticismo ambiental “, en prácticas cotidianas ecológicas?

Sétimo reto: El nuevo tejido social y la reestructuración cultural, en los cuales son replanteados los significados y las estructuras de instituciones sociales fundamentales como la familia, la escuela, la Iglesia y el Estado. ¿Cómo conciben y practican nuestros estudiantes en su cultura juvenil, los modos de pertenecer a sus familias, a su Universidad, a su religión, a su Nación?

¿Qué conciencia tienen de las relaciones que existen entre su profesión y los problemas del medio ambiente?

¿De que manera perciben la interpretación que estas instituciones hacen de su cultura juvenil?

¿Sí entienden y les interesa lo que implica el desarrollo humano auto- sostenible?

¿Qué transformaciones aspiran que ocurran en estas instituciones?

Cuarto reto: La destrucción del medio ambiente y el riesgo de un desarrollo no sustentable.

Quinto reto: La crisis de valores, en un ambiente propicio para la indiferencia valorativa, en el que prevalecen la libertad individualista, el pragmatismo utilitarista y el hedonismo. ¿Hay ausencia de valores en la cultura juvenil de nuestros estudiantes, o son otros sus valores? ¿Cuales? ¿En su cultura juvenil, se jerarquizan y se interpretan de manera diferente los valores tradicionales? ¿Cuáles son los nuevos referentes valorativos en su cultura juvenil, que cumplen el papel de ideales y modelo?

Octavo reto: La sociedad de la información, en la cual los medios y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ponen en juego nuevos lenguajes, que son aptos para difundir valores y propician espacios virtuales de construcción de identidades personales y sociales. ¿De qué forma las TIC, al ser parte integral de la cultura juvenil de nuestros estudiantes, han modificado sus procesos de pensamiento, su mentalidad, su manera de ser, sus relaciones interpersonales y no sólo su facilidad de acceso a la información?

Sexto reto: Los múltiples pluralismos y la abigarrada diversidad cultural derivadas del creciente movimiento de migraciones y la influencia de las culturas extranjeras, al mismo tiempo en que se constatan las dificultades de diálogo con lo diferente, el racismo, el sexismo, la discriminación cultural y diversas formas de violación de los derechos humanos.

¿Cuáles son sus nuevas maneras de aprender y que consecuencias tienen para la forma como practicamos nuestra pedagogía?

¿Qué tan particular es la cultura juvenil de nuestros estudiantes, su identidad institucional, en comparación con la cultura juvenil de otros jóvenes?

Noveno reto: La hegemonía del sistema neoliberal y el imperio del mercado, que orientan casi exclusivamente, incluso a la educación, hacia la rentabilidad, la eficacia, la ganancia y el consumismo, en una racionalidad económica que reduce la grandeza y dignidad del hombre y de la mujer, y los valorizan según su capacidad de generar una renta monetaria.

¿Cómo se manifiesta en la cultura juvenil de nuestros estudiantes, las complejas y contradictorias interdependencias culturales entre lo global y lo local?

¿Cómo valoran y que sugerencias tienen para los procesos de virtualización en su educación, en combinación o reemplazo con los procesos presénciales?


TEMAS ¿Cómo la cultura juvenil de nuestros estudiantes, condiciona sus aspiraciones de inserción y desempeño en su campo profesional?

¿Cuáles son sus formas de entender su participación democrática?

Décimo reto: La creciente dificultad de gobernabilidad y el debilitamiento del Estado de Derecho.

¿De que manera se conciben como actores sociales, en colaboración y en contraste con otros actores sociales? Estas son algunas de las preguntas cuyas respuestas deben ayudarnos a orientar con mayor certeza, los programas y proyectos que diseñemos, para atender adecuadamente los retos que nos propone el Proyecto Educativo Común, a las Universidades de AUSJAL: nuestros estudiantes y su cultura juvenil, son el contacto más directo que tenemos con las transformaciones que ocurren en el continente y los primeros sujetos de nuestra responsabilidad social

¿Cómo en su cultura juvenil nuestros estudiantes entienden y están dispuestos a acatar la legitimidad y autoridad del Estado?

Bogotá D.C. Febrero de 2008

¿De que manera sus valores, actitudes y competencias condicionan la relativa importancia que le otorgan a la responsabilidad social y la utilidad personal, en su futuro desempeño profesional? ¿Qué disposición personal y qué comprensión tienen en su cultura juvenil, de lo que significa el “Servicio Ignaciano”?

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TEMAS PARA REFLEXIONAR 16

La Cultura Juvenil: un reto para la educación en valores

Cuando se me pidió que, con ocasión de esta publicación, escribiera una comunicación acerca de la relación entre la educación en valores y la cultura juvenil, tuve la impresión inicial de que se podía tratar de una tarea sencilla. Ahora pienso, sin embargo, que en ese momento no medí en su justa dimensión lo solicitado. Había hecho en ese entonces un cálculo mental tan rápido como simplista en el que, como supuesto fundamental, como dato cierto, asociaba la cultura juvenil con ciertos desvalores (o antivalores, o contravalores, como se prefiera), cuya desarticulación solamente sería posible a través de una adecuada formación en valores y principios. Allí era donde iba yo a proponer mis recomendaciones, trasunto del estratega que contempla los mapas de las operaciones a cientos de kilómetros del centro de los combates. Mi idea inicial era, básicamente, que si era verdad eso de que los jóvenes de hoy eran tanto víctimas como productos del consumismo, el individualismo y el aislacionismo que se genera merced su apego a las diversas tecnologías, sobre todo las de la comunicación, el único camino posible para enmendar dicha situación debería ser necesariamente una educación que sirviera para rescatar esos valores que el tiempo ha borrado o disminuido, cuya conveniencia se ha demostrado o revelado históricamente. Mi error fundamental fue el de caer en la trampa (muy extendida) de confundir o hacer equivalentes juventud con caos, con desorden y excesos, así como se asimila la madurez con el orden, el equilibrio y el asentamiento. Lo último suele ser verdad casi siempre, pero eso de que la juventud es sinónimo de caos, desorden y excesos no siempre es así. Por lo menos no es sinónimo de ese desorden y caos que consideramos inconveniente o que presumimos negativo y que a veces consideramos necesario evitar. Pienso que lo que por juventud entendemos en este caso dista mucho de lo que en realidad podría significar, en la actualidad, estar en esa condición. La educación en valores sí tiene que ver mucho con la cultura juvenil, pero no en cuanto necesidad de “convertir” a los jóvenes a ciertos valores que creemos o pensamos, valga la redundancia, más valiosos. La lectura de algunos trabajos sobre los jóvenes en la actualidad, sobre sus características, sobre sus demandas, sobre sus defectos y virtudes, sobre su saludable desorden y caos me abrió un horizonte que solamente había oteado desde la lejanía, desde la cápsula en la que habitualmente fantaseamos a veces, sin partir desde ningún contacto con ella.

José R Lezama Q. / CIFH UCAB

Otro fatal error he cometido aquí mismo, delante de Ud., cuando me he referido a los jóvenes –y su cultura– como si se tratara de algo homogéneo, como si fuera un objeto identificable y definible de acuerdo con sus atributos. La verdad es que eso que llamamos jóvenes o juventud varía enormemente en cuanto a si los concebimos


Juventud y jóvenes, como indicamos antes, no son categorías homogéneas. Es una exigencia comprender la juventud en su esencial diversidad y en las diferencias que caracterizan a cada uno de sus integrantes. Todo joven es único, irrepetible y diferente a los demás, aun cuando se agrupen, como se agrupan a veces, según sus afinidades. No es incorrecto hablar de cultura juvenil, pues ciertamente los jóvenes crean cultura mediante sus maneras de valorar; pero lo que sí está mal es encasillarlos a todos como si de borregos dentro de un redil se tratara. Pienso que una mejor metáfora para definir a los jóvenes es la del cajón de sastre, no la del corral. De no comprenderlos en su diversidad corremos el riesgo de fracasar en cualquier proyecto educativo que pretendamos impulsar; como fracasan actualmente los que ahora se ejecutan sobre la base de muchos prejuicios de los adultos. Si la cultura juvenil representa un reto para la educación en general, imagínense cuán formidable es este reto para la educación en valores. A veces no nos fijamos que los jóvenes son en buena medida el producto de nuestras decisiones como padres, como maestros, como políticos. Los jóvenes no brotan por generación espontánea y por tanto no se encuentran aislados de las sociedades donde viven. Los jóvenes a los que estamos tentados a criticar cuando exhiben su rebeldía son el producto (a veces incompleto) de esas instancias de socialización por las que pasan desde que vienen al mundo. No solemos percatarnos, salvo cuando ya es demasiado tarde, que son las familias a las que pertenecen las primeras de esas instancias de

socialización y que la mayoría de sus valores y principios se generan desde allí. La familia es todavía el ámbito fundamental para aprender las normas morales, los principios y las pautas de conducta que rigen la convivencia social. Esa preeminencia sigue todavía vigente hoy en día, aunque pudiera parecer que no es así. De hecho, la importancia de la familia para los jóvenes puede haberse incrementado considerablemente en estos tiempos, cuando ante la hostil trama social que enfrentan a diario, éstos se repliegan hacia adentro de sus hogares, donde se sienten más seguros o más protegidos. En ocasiones no estamos conformes con esas maneras de valorar de los jóvenes y pretendemos que eso que no hacemos en casa, con los dos o tres hijos que tenemos, lo hagan con grupos numerosos los maestros en las escuelas. Ciertamente, no somos siempre completamente responsables de que en la casa, en la familia, no se den las condiciones formativas óptimas. La familia en la actualidad se ha convertido en un ausente objeto de culto. Ya la imagen tradicional de la misma, con un padre una madre y unos hijos, donde el primero busca el sustento, mientras la mujer se encarga del cuidado de los pequeños es una estampa de tiempos pasados. Hoy es muy frecuente que falte uno de los padres, casi siempre el hombre, y donde todavía están los dos, ambos deben salir a trabajar, dejando muchas veces solos, física y afectivamente, a sus hijos, con la televisión o la Internet como niñeras. En todo esto no debemos perder de vista tampoco el papel que juega la violencia doméstica; que genera más violencia, pues se trata de la herramienta más a la mano que en ocasiones encuentran los jóvenes para resolver sus dificultades. Violencia con la cual se familiarizan fundamentalmente por vía de los medios de comunicación, los mismos en los que, como indicamos más atrás, abandonan los padres las responsabilidades formativas de sus hijos. Son numerosas las investigaciones que han probado la relación que existe entre lo que exhiben los medios de comunicación y las conductas violentas de los jóvenes y, sin embargo, es poco lo que se hace al respecto. Acogiéndose a una mal comprendida libertad de expresión (concebida en muchas ocasiones como una libertad sin exigencia de responsabilidad) se hace del mal y de la violencia cosas triviales, banales y excesivamente frecuentes. La falta de normas claras de convivencia, que experimentan los jóvenes y que asociamos con el desorden y el caos que pretendemos acusar en ellos no es algo generado por ellos mismos, aunque en él se hallen involucrados. La falta de referentes que nosotros mismos vivimos también la padecen ellos. Las muertes de Dios, de los discursos morales, de la fe en lo humano, en la razón tienen sus resultados en eso que se ha dado en

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en términos de edad cronológica, biológica o si lo hacemos en términos de edad mental o de acuerdo con sus comportamientos. La juventud parece estar muy condicionada por el contexto y por esa razón nos encontramos con que en distintas sociedades y en diferentes momentos de sus historias, la juventud, como concepto, ha variado notablemente. Bien podemos apreciarlo hoy, cuando se ha extendido la calificación de jóvenes hasta edades que antiguamente eran consideradas adultas o maduras o, también, cuando se reitera que la juventud es una (buena, deseable) condición mental, no necesariamente relacionada con la edad biológica. Entonces, ¿se es joven por pertenecer a un grupo etario o se es joven si se conduce uno de acuerdo con ciertos parámetros? La respuesta a esa pregunta excede el alcance de este escrito, además, es un asunto que se tratará en otro trabajo incluido en esta revista. Valga por el momento la acotación acerca de lo difícil de definir dichos conceptos, así como la necesidad operativa de establecer respecto de este punto un criterio, al menos provisional, para poder identificar el asunto sobre el que queremos investigar y sobre el cual pudiéramos desear intervenir ulteriormente

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llamar posmodernidad, que algunos lamentan y en la que otros se solazan cuando se trata de no enfrentar ningún compromiso, ni acometer ningún esfuerzo por vivir una vida digna y auténtica. Muchos jóvenes, los que pueden hacerlo, tienden a vivir en mundos virtuales que se recrean en la Internet y en los videojuegos. La realidad “real” les resulta desagradable y por tal razón evitan el contacto con ella. Ya ni siquiera es necesario salir de la casa para entablar relaciones personales, de amistad, de amor y hasta sexuales. Tampoco es preciso salir a jugar en las calles o para comprar algo que hace falta en casa. La globalización de las tecnologías de la comunicación nos permite, entre otros muchos prodigios, adquirir bienes y servicios desde lugares remotos, a gentes de otras culturas, que nunca conocemos ni deseamos conocer. Esto ha permitido, entre otras cosas, que las relaciones que son capaces de establecer los jóvenes sean cortas, rápidas o, sencillamente, nulas.

en la casa y más tarde en la calle, con otros jóvenes aburridos de una educación castradora. Por otra parte, la negación de los jóvenes, que en la práctica se lleva a cabo en la educación formal, justifica en ocasiones esa intransigencia al aplanamiento, esa resistencia al uniformismo que se manifiesta como rebeldía, iconoclasia, atrevimiento y todos esos calificativos negativos que suelen emplearse para condenarlos. Muy en cuenta deben tener los educadores que mucho de lo que los jóvenes son y pueden ser se debe a la educación no formal, la que adquieren en otra parte, la que permite que estén enterados de cosas que los maestros y profesores mismos ni sabían que existían. No es que no tengan conocimientos los jóvenes, lo que ocurre es que esos conocimientos muchas veces se encuentran desordenados y fragmentados; por tal razón, un buen educador, en estos casos, debe operar más como un guía que como un maestro, en el sentido clásico.

Otro tanto ocurre con la segunda de las instancias de socialización más importante: la escuela o, mejor dicho, la educación formal. Sin exagerar, creo que se puede afirmar, sin muchos inconvenientes, que uno de los mayores problemas que enfrenta la educación formal es que la misma “aburre” a los jóvenes. Ese es quizás el mayor de los retos que enfrenta la educación en general y la educación en valores en particular. La escuela aburre y fastidia a los jóvenes porque no engarza con sus intereses, con sus preocupaciones o inquietudes. Ensimismadas en sus problemas académicos, en sus dificultades escolares, los institutos de educación –no solamente las escuelas, también los liceos, los institutos tecnológicos y las universidades– prestan a veces muy poca atención a la cultura juvenil, en la que bien deberían interesarse. Esto ocurre porque, entre otras cosas, se parte de la idea que la formación es desde un solo lado, pues al otro le toca recibir. Precisamente, la falta de comprensión de los jóvenes y su cultura es una de las causas del fracaso de la escolaridad y la deserción. La desmotivación que en los jóvenes produce el contemplar el trabajo escolar como un mero requisito, como una obligación social, es muchas veces la causa de que busquen experiencias más interesantes, más “intensas”

¿Cuál es, entonces, el reto de la educación en valores de acuerdo con este panorama tan complejo? Pues, la formación de un carácter crítico en los jóvenes que les permitan construir su propio proyecto de vida sin encuadrarlos de antemano en la plantilla que las sociedades tienen ya prefijadas para ellos. Nada más pernicioso que una educación de valores en estos casos. Lo necesario es una educación para valorar, para criticar con fundamentos, para argumentar y para participar. Para esto también debería poder crearse espacios, que no necesariamente sean las familias o la escuela; o echar mano de los que esos mismos jóvenes generan. Lo que se ha exigido a la educación, desde la sociedad, ha sido siempre que se formen ciudadanos. Es hora de acometer esa tarea al son de la música de estos tiempos, al nuevo son que impone ahora la cultura juvenil, con su diversidad, con su desorden, con su caos. A los jóvenes hay, por tanto, que animarlos para que valoren el convivir y la tolerancia (que no es lo mismo que acepten que “todo vale”) mientras se construyen a sí mismos. Claro que primero, por supuesto, habría que estimular esa misma tolerancia en los padres y educadores, que tienen la obligación de desempeñar su papel de formadores sin afincarse en sus prejuicios y resabios.


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Carolina tomó su reloj y lo guardó en el morral. Unos minutos antes había hecho lo mismo con los zarcillos, la pulsera, el teléfono celular y un pequeño reproductor de Mp3. Lo hace siempre que se dirige al Metro. “Es por seguridad, no quiero llamar la atención de ninguno que quiera robarme”, dice.

Viviendo a toda prisa

Salvo las precauciones que ella considera de “sentido común”, no tiene problemas en circular por la ciudad, aunque sus modales, su ropa de moda y su bolso Nike la delatan como una sifrinita del Este, expresión usada en Venezuela para designar a los jóvenes de clase media o alta. Gracias a Dios, desde que ingresó a la UCAB, hace tres años para estudiar Comunicación Social, no ha dejado de hacer este trayecto de lunes a viernes, entre octubre y julio sin ser víctima del hampa. “Es una tranquilidad eso de que hasta la universidad llegue el Metro. Mi mamá me cuenta de todas las peripecias que tenía que hacer para venirse hasta la universidad cuando ella estudiaba y la verdad es que para nosotros es más fácil”, afirma convencida, prueba de que es una optimista incurable. Ni la difícil situación del país, especialmente para los comunicadores sociales, ni los problemas de inseguridad cada día más agudos de nuestra ciudad la hacen dudar. “Mi destino está aquí; no voy a graduarme de comunicadora social para después irme de Venezuela y como quiero un país mejor, estoy luchando desde ahora, no solamente formándome, sino participando en el Movimiento Estudiantil y en todas las cosas que creo. Independientemente del modo de pensar, del estereotipo que puedan representar, lo que es constante en los jóvenes universitarios es el deseo de libertad y de trabajar por un país mejor. Aunque en apariencia para muchos luzcan superficiales, entienden muy bien el país que les está tocando vivir y la lucha nada fácil que tendrán que dar para sacarlo adelante

La vida es un ratico Mientras conversamos, su teléfono no deja de anunciar la llegada de mensajes de texto, los cuales despacha a una velocidad envidiable, prácticamente sin ver el teclado. Y es que Carolina, así como otros de su generación, parece vivir a toda prisa y es capaz de hacer maravillas con su tiempo. Puede estudiar y escuchar música a la vez; puede hablar por teléfono con alguien y chatear con otros en el mismo

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Ella es una de las seis mil mujeres que estudian en la UCAB. Como cualquier otra que entró siendo una adolescente y vivió su pase a la adultez en las aulas de esa institución en uno de los momentos más convulsionados del país.

Luis Ernesto Blanco / AUSJAL


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instante. Trabaja, estudia, tienen actividades extra-cátedra y una conciencia política que no tenían los jóvenes de hace solo un lustro atrás. “Todo lo que ha pasado en el país los últimos años me ha cambiado. Si quiero vivir en libertad, si quiero tener oportunidades para desarrollarme profesionalmente, no puedo esperar que eso me caiga del cielo. Debo conquistarlo y mantenerlo y si hay que robarle tiempo a todo lo demás, así será. Desde que a mediados de 2007, RCTV, el principal canal de televisión de Venezuela salió del aire, apareció en la escena eso que se conoce como el Movimiento Estudiantil. De allí, de las distintas universidades del país, salieron líderes como Yon Goicochea, Freddy Guevara, Stalin González, Ricardo Sánchez, que han impactado en la opinión pública y han tenido un papel decisivo en el quehacer político venezolano. Pero son miles los estudiantes que han participado en las diferentes acciones que se han trazado para reconquistar en los venezolanos el deseo de luchar, y eso sin dejar de estudiar, trabajar, o atender a sus amigos, o su pareja. “Creo que sin mi novio no hubiese tenido la fuerza para aguantar los momentos de presión. Cuando la corredera de los exámenes, es él quien me da la tranquilidad para seguir adelante” Aunque no le gusta hablar de sexo, admite que desde hace algún tiempo tiene relaciones con él; comenzó su actividad sexual antes de los 19 años, como el 80 por ciento de las jóvenes de su edad, según estadísticas de varios países latinoamericanos. “Ambos no cuidamos, no queremos un embarazo a este momento de nuestra vida y no creo que sea nada malo; si la iglesia dice que es pecado es problema de ellos. Sin embargo entiendo que a mis papás no le gustaría saberlo y sería incómodo para todos. Prefiero mantenerlos fuera de esto, aunque lo más seguro es que se lo imaginen. Dudo que sean tan ingenuos”, señala con picardía. Quizás para algunos sea contradictorio que dicho lo anterior, Carolina se defina como muy católica, al igual que Humberto, su novio, que hasta ese momento callado “El problema es que creo que la iglesia está desfasada. Hoy en día las cosas son diferentes y si uno no le hace daño a nadie no pueden tildarlo de pecador”.


Humberto no fuma, no ingiere drogas, su consumo de alcohol es más que moderado, pero admite que tiene un vicio: los videojuegos. A sus 21 años, puede pasar un fin de semana entero drenando el estrés liquidando rivales en juegos de computadora. Su afición por las computadoras raya en lo patológico y su habitación parece más un taller de reparación que el cuarto de un universitario. “La universidad me ha dado la oportunidad de encontrar mi verdadera vocación. Cuando salí del colegio estaba más que perdido; imagínate que como mi papá es abogado yo decía que quería estudiar derecho. ¡Nada que ver!” Ingresó a la carrera, pero no había pasado un mes estudiándola cuando ya se había dado cuenta de que eso no era lo suyo. “Los psicólogos de la universidad me ayudaron mucho y me abrieron las luces para saber que lo que a mí me gustaba era la ingeniería informática. A partir de ese momento la cosa cambió radicalmente. Estudiar dejó de ser una obligación y comencé a enamorarme de mi carrera; claro que hay materias que no me gustan y trato de salir lo mejor que se pueda, pero la mayoría si me interesa aprender. Su apariencia dista mucho de la del típico nerd informático. Parece más bien un surfista. El cabello decolorado, el zarcillo en la oreja, los pantalones puestos de tal manera que sobresale por encima la liga de la ropa interior, difícilmente delatarían a uno de los mejores estudiantes de su promoción. “¿Quién dijo que todos los gallos (en Venezuela, estudiantes aplicados) tienen pinta de gallos? Yo no tengo problema en que me digan así, o que me llamen cerebrito. La verdad es que ni estudio tanto. Después que aprobé los cálculos y las físicas la carrera ha sido un paseo y yo creo que es porque me gusta y se me da fácil.

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No todo es estudio

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A pesar de sus buenas calificaciones y del tiempo que pasa con Carolina, Humberto asegura dedicar buena parte de su tiempo a los amigos. “Yo creo que disfrutar es parte de ser estudiante ¿sino para cuándo lo vas a dejar?¿para cuando tengas hijos y familia?¿para cuando estés contando triglicéridos? Yo prefiero hacerlo ahora que quiero y puedo. Lo que más hacemos es comprarnos unas cervezas, unos tostitos (snacks) y amanecer jugando en la computadora. Cada quien en lo suyo: unos se meten en política, otros van al gimnasio todo el día y otros andan probando cosas raras. Al final son otras maneras de disfrutar y pasarla entre amigos, entonces no veo problema en que mi hobbie sean los juegos de computadora” Su mayor preocupación es la inseguridad y es por lo único que a veces piensa en abandonar el país. “Cuando uno tiene la oportunidad de salir de Venezuela, se relaja y deja de preocuparse por los ladrones. En cambio, aquí dejas de ir a algunas partes de la ciudad es por miedo a que lo roben o le pase algo peor. A mí me robaron un carro a punta de pistola, y después de esa experiencia uno queda asustado por un montón de tiempo, y la cosa es peor cuando salgo con Carolina, porque me siento responsable de lo que les pueda pasar.” La libertad como principio Carolina y Humberto permanecen un rato más en el Cafetín. Están esperando que salga Sebastián para irse de la universidad. “Este pana (amigo) vive cerca de mi casa y no tiene carro, así que casi siempre le doy la cola, lo estoy esperando porque me mandó un mensajito (sms) que ya venía; de todas formas me toca esperar porque me avisaron que hay un accidente en la autopista y el tráfico esta heavy”, dice Humberto. Al rato aparece otro veinteañero, pero por su aspecto parece mucho mejor. Un traje muy bien cortado, corbata y zapatos finos y un cigarrillo entre los dedos. “Estaba en una reunión con los del movimiento (estudiantil). Estábamos cuadrando lo de este fin de semana”, dice Sebastián a modo de disculpa. Para este estudiante de Administración, el tiempo está entre la carrera y su trabajo en una firma de auditores en donde acaba de ser contratado como asistente. “Estoy aprendiendo mucho y no lo quiero dejar, pero tampoco puedo salirme


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del movimiento estudiantil porque tengo compromisos. Menos mal que no tengo novia porque ya me hubiese despachado hace tiempo. A diferencia de Humberto y Carolina, Sebastián se ve fuera del país. Tengo familia en España y al menos pienso irme un tiempo para hacer un postgrado. Acabo de venir de allá de pasar vacaciones, y te juro que no quería regresar. Yo se que la vida es dura, como en todas partes y comenzar allá no es fácil, pero acaso ¿acá lo es?” Si bien es cierto que toda la pasantía en el Movimiento Estudiantil le ha fortalecido sus lazos y compromisos con Venezuela, quiere para él cosas mejores. “Mientras esté en Venezuela seguiré esforzándome porque las cosas cambien, pero eso de hacer una cola por un litro de leche me parece surrealista; eso de pelear con una página web para que le den unos dólares, me parece orweliano”, dice casi con desespero. “Lo otro que echo de menos de allá, cuando estoy aquí es la libertad, no solo en el tema político, sino también en lo personal: poder hacer lo que uno quiera sin que lo estén cuestionando.” Las luces del cafetín ya se encendieron. Los aspectos estrafalarios de los estudiantes diurnos dejan su lugar por otros más formales que estudian en la noche y que vienen de trabajar; aunque son los mismos: hablan de lo mismo y no hay diferencias notables. Hombres, mujeres, sifrinitos (de clase media alta o ricos) o no; gallos o los más irresponsables; los que tienen carro o vienen en bus, todos forcejean en la barra por el mismo café, están a la caza de los apuntes del profesor tal o esperando las calificaciones de la materia. Son solo estudiantes universitarios que quieren que las cosas cambien, que quieren un país mejor. Ya es hora de marcharse. Está oscureciendo y mañana toca un día fuerte. Esta semana es de exámenes y mientras estén en la universidad, tienen claro que su prioridad son los estudios, como también saben que el viernes en la noche, hay que pasarla bien.


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Universidad y Humanización de la ciencia y la razón

Luis Ugalde, S.J. / Presidente de AUSJAL

INTRODUCCIÓN Si las universidades de inspiración cristiana no cultiváramos los saberes, las ciencias y las tecnologías basadas en la razón, no seríamos universidades. Y si no fuéramos capaces de discernir entre aplicaciones humanas y antihumanas de esos saberes, sería vacía e intrascendente nuestra inspiración cristiana. Para discernir se requiere aceptar la necesidad de discernimiento, es decir que la razón no produce unívocamente el bien, sino que sus avances multiplican y sofistican también las posibilidades del mal, de la miseria y de la dominación humanas. Los avances de la razón no traen unívocamente el progreso en el mundo. Así mismo, para discernir es necesario no absolutizar, ni adorar los productos de la razón, sino examinarlos a la luz de la afirmación absoluta de la dignidad humana. Jesús fue acusado por haber violado lo que para un piadoso judío era sagrado, el sábado consagrado al Señor. A lo que Jesús respondió con una frase clave para ordenar según Dios los medios y los instrumentos favor de la vida humana: “No es el hombre (hombres y mujeres) para el sábado sino el sábado para el hombre” (Mc. 2, 27). Jesús, la verdad de Dios hecho hombre, pone en cuestión el adecuado uso de los instrumentos humanos, aun aquellos que eran sagrados para un fervoroso observante de la Ley de Moisés. Entre los ritos y la vida humana que Dios afirma hay la infinita distancia que hay entre el fin y los medios. Esta es la fuente de la libertad y de la irreverencia de Jesús en los casos en que la manera de usar los instrumentos se vuelve contra el fin: afirmar la vida humana como sagrada. No es sólo el rito religioso el que a veces se antepone a la afirmación y cuidado del hombre herido. Para explicarlo más ampliamente Jesús inventó la “parábola del samaritano” y en otros momentos señaló a la riqueza y al poder como señores de este mundo que disputan su lugar a dios y en consecuencia oprimen al hombre: “Saben que entre los paganos los que son tenidos por gobernantes dominan a las naciones como si fueran sus dueños y los poderosos imponen su autoridad. No será así entre ustedes…” (Marcos 10,42-45) Poder no sólo es el poder político, sino “poderoso caballero es don dinero”. Ya lo era en tiempo de Jesús y más lo es en nuestra cultura economicista. También Jesús nos puso el dilema: “Nadie puede servir a dos señores…No pueden servir a Dios y al dinero” (Mateo 6,24). O sea que el dinero con frecuencia señorea e instrumentaliza a las personas. Para que no ocurra así hay que relativizar el dinero a su condición de medio, discernir, y organizar la sociedad y sus instituciones de manera que se impida la conversión del hombre-fin en simple medio para la acumulación de poder. Para los que adoran al dinero como absoluto, Dios se convierte en instrumento y a sus ministros se les pide su dócil bendición de la acumulación, aun cuando ésta sea inhumana. Las universidades son fuentes excepcionales de incremento de ciencia y de tecnología y quienes de ellas egresan están mejor preparados para tener más poder en la sociedad. ¿Lo están para tener más discernimiento? La pregunta es si los egresados están preparados para que usar los saberes para convertir el poder en un instrumento de servicio a la humanización. Así es indispensable preguntarnos qué hacemos en nuestras universidades de inspiración cristiana para incrementar la capacidad del buen uso humanizador de la razón, de la ciencia, de la tecnología y del poder e interrogarnos si los graduados salen con la voluntad de usar sus capacidades universitarias para crear un mundo más justo y de


conocida. Es en la sociedad donde podemos apreciar si la razón, de manera unívoca y necesaria, va desarrollando el bien para que el disfrute de la dignidad humana sea asequible a toda la humanidad. Para el iluminismo es innecesaria esta pregunta, pues del recto conocimiento se sigue el bien y la gente hace el mal por ignorancia. Sentimos que la historia contemporánea con guerras sofisticadas como nunca antes y dirigidas por las potencias técnicamente más avanzadas, demuestra que la razón aumenta también la capacidad destructiva de la aplicación científica y tecnológica. La sociedad no la hace la razón sino que la voluntad humana es la que decide su aplicación. Esto nos obliga a las universidades a plantearnos la integralidad del conocimiento humano, más allá del reduccionismo racionalista-positivista y también a preguntarnos sobre la integralidad de la formación-acción de la persona universitaria, que comprende su entendimiento, voluntad, afectos y acción. ¿En qué grado es humanamente razonable la sociedad configurada por la modernidad racionalista? El centro de la famosa clase del papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona hace dos años, que desató tanta polémica en relación al Islam, era el reduccionismo racionalista en Occidente, es decir la mutilación de la razón humana. Nosotros no queremos pertenecer a una universidad mutilada y por eso queremos entender dónde se produce la reducción de las personas y sociedades y el modo de evitarla. Dos son básicamente las mutilaciones 1) reducir la razón a un conocimiento positivista e instrumental, excluyendo la comprensión de dimensiones vitales de la persona humana y 2) separar el conocimiento de la acción humanizadora y la universidad de su misión responsable y transformadora de la sociedad. Para nosotros sería reduccionismo limitar el cristianismo a un pietismo de una fe que prescinde de la razón, o a un espiritualismo con una fe incapaz de actuar en la sociedad movida por el amor para transformarla en una realidad más justa y humana. 1- Las Preguntas

I EL PROBLEMA DE LA RAZÓN REDUCTIVA Las universidades se han consolidado en los dos últimos siglos como las catedrales de la razón. Grandes presupuestos nacionales y familiares se dedican para que los jóvenes salgan de ellas consagrados como sacerdotes de la religión de la razón. Es un logro lleno de ambigüedades que requiere hoy reflexión crítica sobre la identidad de las universidades y de la razón que se cultiva en ellas. Benedicto XVI invita a “hacer ciencia en el horizonte de una racionalidad verdadera, diversa de la que hoy domina ampliamente” (Cfr. Citado por de Mons. Michael Millar. Ver UCActualidad. Publicación de Pontificia Universidad Católica Argentina añoVI, N.87, 2006, p.9)). Racionalidad que domina la universidad y la sociedad moderna, tan llena de irracionalidades. El concepto católico de la verdad no comprende meramente la razón positivista, ni sólo la dimensión cognitiva. Para nosotros la universidad no es sólo para conocer la verdad, sino también para aprender a hacer el bien con la verdad

En términos cristianos hay dos grandes batallas que se remontan dos mil años, pero que con la modernidad (y en los tiempos postmodernos) se vuelven particularmente agudas y determinantes: Fe-Amor y Razón y Fe-Amor y Justicia. El cristianismo en Occidente fue retado hace un par de siglos por una Razón excluyente y con pretensión de ser omnicomprensiva. En los días de la Revolución Francesa había que entronizar la Razón, desterrando el oscurantismo de la religión. Fe y Razón, Fe y Ciencia eran presentadas como excluyentes y para muchos iluministas su relación era entre la noche oscura de la religión y el amanecer radiante que la disipa y remplaza. El conocimiento iba inseparablemente unido al bienhacer. Años más adelante los hijos rebeldes de ese mismo racionalismo veían el divorcio entre conocimiento y bien en la sociedad y dijeron que el reto de la humanidad lacerada por la miseria del proletariado, no era conocer el mundo, sino transformarlo para hacerlo plenamente humano. La alienación no era mental, ni de simple idea equivocada,

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oportunidades de vida digna para todos. Jesús dice que donde esta tu tesoro allá está tu corazón. Al final son los afectos los que deciden cuál es nuestra apuesta en la vida. ¿Forma bien una universidad que no cultiva los afectos que deciden el rumbo de nuestras vidas? Lógicamente, esta es sólo una responsabilidad individual, sino un planteamiento colectivo de las universidades y que se coloca en el centro del modo de ser universidad y nos lleva a preguntarnos qué universidad queremos para qué sociedad. No es posible crear sociedades alternativas volviendo la espalda a las capacidades científicas, tecnológicas, empresariales que hay en un país y sus condicionamientos y circunstancias en un mundo globalizado. Peo tampoco lo es sin la formación de una cultura adecuada para los cambios y un corazón con convicciones y empeño decidido. Lo difícil es asumir todo ello desde dentro de manera que nos lleve al compromiso con la justicia social, la inclusión y la paz nacional e internacional para que todos tengan vida y dignidad. Uno de los fundadores de la Bioética Van Rensselear Potter escribió hace unos años: “La humanidad tiene la urgente necesidad de una nueva sabiduría que ha de proveer el conocimiento sobre cómo usar el conocimiento para la supervivencia del hombre y para mejorar la calidad de vida”. Cada año que pasa se hace más evidente esta necesidad y el desequilibrio entre los avances de la ciencia y la tecnología por un lado y la debilidad de la conciencia humana y de la sabiduría para usarlos en defensa de la vida y su calidad. Quisiera compartir con ustedes algunas reflexiones que no son exclusivas de los cristianos, sino de toda persona sensata que mira sin prejuicios el desequilibrio de un mundo de impresionante desarrollo instrumental y material y con tanta debilidad para ordenarlo al bien de la dignidad humana de todos. Esta creciente preocupación se acentúa cuando vemos que es cada vez mayor la capacidad destructiva de la humanidad, de volver invivible su hábitat y la capacidad de agotar recursos vitales como el agua y la energía. Con la sola lógica del poder y de la ganancia económica no puede corregirse el rumbo negativo.

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sino que estaba en la realidad social, determinada por una base material, una economía que hacía a unos opulentos, mientras que la mayoría era condenada a la miseria, por la apropiación de su producción por aquellos pocos. El racionalismo materialista descubría las leyes de la alienación incrustadas en el proceso productivo, y la liberación vendría por la toma del poder de las mayorías y la eliminación de la fuente misma de la alienación humana implantada en la economía, que era la propiedad privada de los medios de producción. Ese era el modo de saltar de la injusticia a la liberación, hacia la plena dignidad humana colectiva y, por ende, personal. De nuevo aquí la religión era un estorbo, era el opio que adormece, el suspiro en la miseria que proyecta en otro mundo la justicia, la igualdad y la liberación que hay que hacerlas realidad en éste( Cfr. Carlos Marx Crítica de la Filosofía del Derecho). De acuerdo a esto, un mundo justo, necesariamente tiene que ser ateo. Así llegamos al umbral del siglo XX con los dos retos que afirman la incompatibilidad de la fe con la razón y la ciencia por un lado, y la imposibilidad de crear un mundo justo mientras haya religión, o, dicho de otra manera, la extinción de la religión en un mundo justo, donde ya no habrá ni suspiro, ni hará falta opio para adormecer y mitigar los dolores de la miseria humana. La Iglesia aceptó estos dos retos y no renunció a su papel en este mundo moderno, emancipado de su tutelaje. En la Universidad Católica y en la Sociedad ella afirma, sin imponer, la convivencia, y la mutua necesidad y exigencia entre razón y fe, entre justicia y fe. Hoy ante un mundo moderno y postmoderno poco justo y razonable, aunque con desarrollos instrumentales que parecieran ser muy capaces de lograr las dos cosas, la Universidad se pregunta por qué no las logra. Benedicto XVI en la conferencia en Ratisbona (que fue sacada de su centro para la polémica del Islam), señala que el reduccionismo reside en el positivismo que lleva a “entender cómo funciona la materia y cómo es posible usarla eficazmente”. Su método como tal excluye el problema de Dios “como un problema acientífico o precientífico”. Nosotros añadiríamos que ese tipo de racionalidad también excluye el problema del corazón y de la conducta humana que pueden usar los instrumentos racionales para hacer un mundo más humano o para destruirlo e inhumanizarlo. El profesor Ratzinger en Ratisbona puntualiza:”Mi intención no es el reduccionismo o la crítica negativa, sino ampliar nuestro concepto de razón y su aplicación”. No estamos contra la razón, sino que buscamos su comprensión más amplia y abierta a la integralidad del misterio humano y a su aplicación para hacer del mundo un lugar para la dignidad de hombres y mujeres. Cuando al comienzo del Evangelio de Juan se nos dice que el Verbo es Logos, Razón y Palabra (Juan 1,1) y la primera carta de Juan afirma que Dios es Amor (1 Juan 4,1-8) no se nos habla de dos realidades opuestas y excluyentes, sino de una más amplia Dios-Amor, que incluye la razón instrumental y positivista, sin reducirse a ella, ni absolutizarla, sino que guía su aplicación para dar vida y no para producir muerte. Hoy la Universidad de manera amplia y plural debe abrir el debate sobre la esencial ambigüedad de la aplicación de la razón. Ni implícita, ni explícitamente se puede defender que el mal solo es causado por la ignorancia y que toda persona

ilustrada, siempre hará el bien. Lamentablemente esta promesa-profecía, luego de dos siglos de predominio, no resiste un examen de sus resultados. La razón instrumental positivista desarrolla una ciencia y tecnología maravillosas, que constitutivamente se prestan a ser instrumentos al servicio de la humanización, pero si la mente humana y la sociedad absolutizan su condición relativa, reducen a los hombres y mujeres a lo medible, a lo útil y los convierten en instrumentos. En un enfoque positivista reductivo, ni el misterio humano tiene cabida, ni la ética tiene sustento. ¿Cómo podríamos fundamentar la afirmación de que el pobre, débil, enfermo e “inútil”, tienen la misma dignidad que el poderoso y el rico? ¿Cómo sustentar que dar la vida por otro no es perderla, sino ganarla? ¿Qué razón positivista nos explicará que el yo no puede encontrarse, sino saliendo de sí y perdiéndose en el otro para hallarse en el nos-otros? ¿Cómo defender que el avance tecnológico que revoluciona la computadora o el celular no es más importante que mil vidas “inútiles”? ¿Por qué la apropiación de unos pozos petroleros no merece una guerra, aun a costa de la muerte de 100.000 personas de menor valor e importancia? Hace un par de meses el Papa en la fiesta de Santo Tomás de Aquino, dijo: “La tendencia a considerar verdadero sólo lo que se puede experimentar constituye una limitación de la razón humana y produce una terrible esquizofrenia, en la que viven racionalismo y materialismo, hipertecnología e instinto desenfrenado” (Benedicto XVI Citado en El Universal de Caracas 29-01-07 p.1-17) En este contexto nos preguntamos: ¿La Universidad incluye sólo la inteligencia o también la voluntad, sólo los saberes y conocimientos o también la sabiduría de utilizarlos para la vida y el bien?; ¿sólo enseña a conocer el bien o también forma la voluntad y el afecto para hacerlo con la verdad conocida? ¿Se puede cultivar el mundo de las leyes científicas y dejar las otras dimensiones humanas a la subjetividad de cada uno, o son necesarios foros públicos permanentes donde se intercambien ideas y convicciones y sean cultivadas, sin imponerlas a la fuerza? ¿Quién es el que aplica la ciencia y la tecnología o quién decide sobre su aplicación? ¿No son, entre otras, las universidades las llamadas a ser estos foros abiertos y críticos? Si en las sociedades y economías el uso eficaz de la razón instrumental pone todo el talento universitario dócilmente en manos de una cultura utilitaria y una eficacia economicista, las personas tanto cuentan cuanto sean capaces de consumir y producir. No es sorprendente la analogía con una granja eficaz. Ciertamente es un bien para la persona y la sociedad una Universidad Católica que se asume como tal, en rebeldía ante los reduccionismos personales y sociales. No lo hacemos por rutina, ni por tradición o porque todavía no hemos tenido, ni el tiempo, ni la audacia de quitar el letrero de “católica” a una universidad que se basta sin ese adjetivo. Lo hacemos porque el imperialismo de la razón instrumental y positivista ya no es una promesa liberadora, sino una realidad ambigua que también produce frutos de opresión, que están a la vista en el mundo y en cualquiera de nuestros países y necesitan discernimiento cuidadoso.


Occidente lleva más de dos siglos de ciencia y de razón. Ya no son promesas (sobre todo en los países que encabezan el desarrollo científico-tecnológico y económico), sino realidades cuyos logros y límites están a la vista. Las sociedades de dictadura comunista tuvieron su oportunidad y se derrumbaron a sí mismas, tras más de medio siglo de dominio total. Por eso ya no se puede hablar de socialismo con ingenuidad e idealismo, como si nada hubiera ocurrido en la historia del siglo XX, o como si sus promesas no hubieran sido sometidas al examen de las realidades y de los logros. Así mismo hay que evaluar y confrontar también los resultados con las promesas de la modernidad racionalista en su versión más capitalista. Mencionemos algunos: 1- Avances de la ciencia y de la tecnología. Gracias a la razón, en esta “era del conocimiento” los avances de la ciencia y de la tecnología son realmente prodigiosos e ilimitados y sus aplicaciones han transformado el mundo material y cultural. 2- Evidencia empírica de la insuficiencia del conocimiento “ilustrado” para hacer el bien. Las guerras más espantosas y destructivas de la humanidad se hicieron en Europa en el siglo XX, promovidas por los países más modernos y de avanzada racionalidad instrumental, lo que evidencia la ambigüedad de ésta. No es sólo una idea religiosa de S. Pablo (y también de otros pensadores no cristianos) aquello de que “no hago aquello que quiero, sino que hago lo que no quiero “(Rom. 7, 15) “Yo soy capaz de querer el bien, pero no de realizarlo” (Rom. 7,18), sino una evidencia empírica la dinámica destructiva en la sociedad actual más “avanzada”. El avance de la razón y el mal son compatibles y a veces forman poderosas alianzas. También es una evidencia la capacidad humana de autoengaño y de destrucción. Las ciencias positivas y la razón no llevan en sí mismas el saber hacer el bien, ni la voluntad de hacerlo. Pueden y suelen prestarse para hacer el mal. Sirven para matar y también para defender la vida y no depende de ellas mismas su aplicación para lo uno o lo otro. El discernimiento y el para qué, los ponen las personas, su sentido y su querer, pero pareciera querer imponerse un mundo donde se supriman esas dimensiones vitales. 3- El amor a la vida y en la vida no se resuelve sólo con la razón. En ese sentido para las personas, instituciones y culturas, es cierto lo que afirma Pablo en la carta primera a los Corintios: “Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia…. Si no tengo amor, nada soy” (1 Cor. 13, 2). No vemos argumento racional positivista que demuestre que es más científico hacer casas de atención para los de la “tercera edad”, que eliminar a los ancianos que, luego de su vida productiva, se vuelven carga pesada e “inútiles” para la

sociedad. Lo mismo podemos decir de los “niños de la calle”, de los presos por delincuentes, e incluso de algunos países enteros que en su pobreza pueden considerarse un lastre para la humanidad. La razón no da para más y con frecuencia se utiliza para justificar crímenes. Viene de otras fuentes la convicción del valor absoluto de la vida humana sin importar cuan débil, pobre y molesta sea la persona. ¿Es tan secundaria esa dimensión que se pretende lograr un mundo mejor sin cultivarla, sin espacio público para ella y con mera tolerancia de su sobrevivencia oculta? Ante los logros e insuficiencias de la razón instrumental, no sólo se caen las promesas iluministas de plenitud, sino que surgen en toda persona honesta (creyente o no) las preguntas: ¿Dónde se aprende el amor que da sentido a la vida y la mejor aplicación de la ciencia para defenderla? ¿Dónde se aprende a no ser Caín, sino Buen Samaritano? Es obvio que el mundo actual, donde los poderes (políticos y económicos) tienen a su servicio todo el potencial de la ciencia y la tecnología modernas, vive sin embargo en amenaza de muerte por agotamiento de recursos básicos y destrucción del medio ambiente; por la pobreza, la guerra, la incapacidad diálogo mundial entre distintas culturas que se reconocen y se valoran como parte de una humanidad única con pluralidad de pueblos, razas, culturas y religiones. III UNIVERSIDAD CATÓLICA, POBREZA Y DESARROLLO HUMANO La educación superior católica en América Latina es una realidad con centenares de centros (unos 240) y cerca de un millón de estudiantes. No está en extinción, como pudo pensarse hace 30 años, sino en auge y con creciente demanda. ¿Cómo hacer para que tengamos una presencia más significativa en la búsqueda de soluciones y cómo la fe en Jesucristo, la inspiración cristiana y la identidad católica son más vigorosas en la Universidad y con modos propiamente universitarios? La identidad de las universidades de inspiración cristiana nos lleva a leer las sociedades y nuestra contribución a ellas desde la perspectiva de la dignidad humana y específicamente desde la “opción por los pobres” para lograr sociedades más equitativas, dejando atrás la pobreza indigna. Al vivir en un mundo globalizado y en un continente con formas seculares de dependencia y de subordinación, los latinoamericanos no podemos ignorar que los factores decisivos económicos, financieros, culturales y políticos, tienen su centro fuera de nuestros países, pero hay que evitar la fácil evasión de presentar de tal manera la dependencia externa que se olviden la responsabilidades de nuestras sociedades y de sus internas élites políticas, económicas y profesionales en los fracasos de nuestros países y se anulen nuestras propias posibilidades. Nuestra ineficiencia, la corrupción pública, la falta de espíritu empresarial con responsabilidad social, la demagogia política palabrera, y la carencia de espíritu público, de ciudadanía solidaria y de instituciones eficientes, contribuyen terriblemente a la miseria de las mayorías. Pero donde están los males, están también las posibilidades y tenemos numerosos éxitos multiplicables.

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II LOS FRUTOS DE LA RAZÓN INSTRUMENTAL

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La globalización ha agravado algunos de nuestros problemas, pero también ha puesto a nuestro alcance medios nuevos que nos permiten cambiar más rápidamente los problemas que venimos arrastrando desde lejos. A continuación vamos a señalar algunos elementos en los que las universidades católicas latinoamericanas podemos y debemos sobresalir cultivándolos como rasgos de nuestra identidad en un mundo globalizado: 1- Antropología solidaria e inspiración abierta a un Dios trascendente, cercano y hermanador, entendido y vivido como Amor personal, tal como se nos manifiesta con rostro humano en Jesús de Nazaret. En definitiva en Jesús se nos muestra Dios como Amor trascendente y no como reflejo servil de los poderes humanos, un Dios que es pura gratuidad y, por ello, nos revela el sentido de la vida que encontramos cuando nos abrimos como don hacia los otros. Para encontrar al yo y su realización es necesario abrirse a los otros, en el “nos-otros”. Esta no es simplemente una verdad cristiana para los cristianos, sino una revelación de la condición humana de toda persona en la que nos encontramos con lo más humano-divino de nosotros mismos. 2- Radical afirmación de la dignidad humana. Por la dignidad de ser humano (no por la fuerza, riqueza o belleza que se tenga) nadie puede ser reducido a simple instrumento de otro; cada uno tiene en sí mismo un fin trascendente. Importante recalcarlo en una cultura en la que tanto vales cuanto consumes o produces; o en sistemas políticos en los que las personas sólo son valoradas como fichas al servicio del poder. 3- Opción preferencial por los pobres. En los últimos 40 años la Iglesia latinoamericana “redescubrió” esta identidad evangélica fundamental y ayudó a que el conjunto de la Iglesia lo reactivara; la civilización humana misma debe examinar y aprender a medir su calidad humana por su relación a los pobres, oprimidos y marginados y por su decisión de liberarlos. Nosotros no proclamamos la opción por los pobres como un principio filosófico, ni como una medición racionalista, ni tampoco como una limosna. La Biblia nos dice que quien maltrata a la viuda, al extranjero, al huérfano y al pobre, se encontrará con la ira de Dios, pues El es defensor de los débiles. Jesús nos dice que lo que hacemos con el más pequeño lo hacemos con Él. Esa es la dimensión sagrada del pobre, su dignidad irreductible: quien la niega, niega a Dios y reniega de la vida. No son separables el amor a Dios y al prójimo, y los creyentes no podemos tener aquél sin éste. La relación con el pobre concreto nos da la medida de nuestra fe, de nuestro sentido de la vida, de la calidad de nuestra economía y política. A esta luz evaluamos los sistemas políticos, económicos y culturales, apreciamos la marcha de nuestros países y actuamos responsablemente. 4- Afirmación de la razón y de los poderes como realidades necesarias para producir el progreso humano y, sin embargo, radicalmente ambiguas, cuyo ordenamiento humano requiere conciencia y discernimiento. Como universidad afirmamos la razón, las ciencias y las diversas formas de los saberes, y buscamos su máximo desarrollo, respetando la naturaleza de cada ciencia y sus leyes intrínsecas. Las necesitamos para

desarrollar nuestros países. Aunque el estudiante en su formación ética se prepare para el uso humanizador de todo ello, no sale a actuar en un campo neutral y sin resistencias al buen uso del Derecho o de la Economía. En el mundo hay una economía y unos intereses dominantes y las vigentes relaciones internacionales de poder no son neutrales. En la práctica la actuación humanizadora va a encontrar graves dificultades para lograr sociedades más justas y una globalización distinta, superando la pobreza de la mayoría de la humanidad, destinando a educación y salud de los países y de los sectores más necesitados los billones de dólares que hoy se destinan al armamentismo, por ejemplo. Hacer fuerte al débil, para que todos los países tengan empleo y desarrollo propio, para que sea eficaz la solidaridad con las generaciones que todavía no han nacido y no privarlos del medio ambiente de calidad…, mientras sean palabras de discursos protocolares serán aplaudidos, pero todo intento de ponerlo en práctica resulta subversivo por su contenido ético contracultural. Es también una deformación pensar que hay alguna sociedad donde el mercado (que por cierto para su buen funcionamiento entraña ética y no exclusión) puede funcionar de manera beneficiosa, sin una buena institucionalidad y sin un Estado fuerte con leyes que se aplican para todos. No es de hoy sino de hace 76 años la luminosa afirmación de Pío XI “Es de todo punto necesario, por consiguiente, que la economía se atenga y someta de nuevo a un verdadero y eficaz principio rector. Y mucho menos aún puede desempeñar esta función la dictadura económica que hace poco ha sustituido a la libre concurrencia” (Quadragesimo anno N.88) 5- Pluralismo cultural y diálogo religioso. La inspiración cristiana nos lleva a reconocer al otro como otro en su dignidad e identidad. La radicalidad de la fe cristiana afirma la dignidad de los otros por el mero hecho de ser humanos en un mundo con diversidad de razas, religiones, género, culturas... En consecuencia, la universidad católica desarrolla una conciencia personal y un clima institucional que afirman, con visión universal, el diálogo intercultural y la valoración del otro, del que es distinto, del divergente. En la aceptación ética se implica toda la persona y se comprometen su voluntad, afectividad, inteligencia y acción: La verdad ética es asumida de tal manera que orienta toda nuestra acción y estamos dispuestos a dar la vida por ella. Estos son apenas los enunciados de algunos de los tesoros liberadores que encierra la fe cristiana y que en el mundo se echan de menos. Al iniciar este nuevo curso los tomamos como retos y también como un camino para ser universidades de verdadera calidad. Ustedes, como miembros de AMIESIC (Asociación Mexicana de Instituciones de Educación Superior de Inspiración Cristiana) tienen la dicha de recibir este gran don de la inspiración cristiana y de sentirse retados a convertirlo en luz y en obras de vida para los demás y para ustedes mismos. Cancún febrero de 2008


ESPECIAL: HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL 29

1. ¿Cuáles son los cinco principales retos o prioridades que enfrentan nuestras universidades jesuitas en los próximos diez años? 2. ¿Cuáles son nuestras prácticas de cooperación actuales entre todos los apostolados? Este informe comienza describiendo el denominador común de todas las instituciones de educación superior (objetivo académico y servicio social); sigue con lo que distingue a las instituciones de educación superior jesuitas y católicas (servir a la Iglesia y la identidad); luego pasa a las realidades financieras; continúa con África como prioridad y concluye con la cooperación como introducción a la segunda pregunta. Las respuestas se encuentran incorporadas en siete áreas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Investigación, docencia y curriculum Servicio social: local, nacional, global Servicio a la Iglesia Identidad católica y misión educativa jesuita Realidades financieras África como prioridad de la Compañía de Jesús Cooperación (en todos y cada uno de los apostolados)

Las respuestas a la segunda pregunta están simplemente reseñadas tal como se entregaron.

Introducción La necesidad de transformar el proceso general de la educación superior surge de las nuevas realidades del mundo actual en globalización y de esta generación de alumnos que heredará un mundo completamente diferente del de hace apenas una década. En el año 2000, el Padre General Kolvenbach añadió una nueva dimensión a la educación de la persona integral, y la calificó de nuevo parámetro para la educación jesuita: Desde hace cuatrocientos cincuenta años, la educación jesuita se ha propuesto educar a la “persona integral” en el ámbito intelectual, 1

Regiones: América Latina AUSJAL, Estados Unidos AJCU, África, Asia Orienta, Asia del Sur y Europa.

Resumen de los Informes Regionales sobre los Retos/ Prioridades de la Educación Superior Jesuita

special

En preparación para el Encuentro Mundial del Padre General con los rectores, los miembros del ICJHE sometieron las siguientes dos preguntas a los Rectores en sus respectivas regiones1

COMITÉ INTERNACIONAL SOBRE LA EDUCACION SUPERIOR JESUITA (CIESJ) Noviembre 2007


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profesional, psicológico, moral y espiritual. Sin embargo, en esta realidad global emergente signada de grandes posibilidades y profundas contradicciones, la persona integral ha cambiado…. La “persona integral” del mañana no puede ser integral si no cuenta con una conciencia culta de la sociedad y la cultura para contribuir socialmente y generosamente en el mundo real. En resumidas cuentas, la persona integral del mañana debe poseer una solidaridad informada. Esta pedagogía se basa en la creencia de que el saber tiene un valor en sí mismo y el poder para ser empleado en la construcción de un mundo más humano, sustentable y justo. Nuestra convicción más fuerte debe ser que la calidad académica aumenta, no disminuye, mediante la incorporación y respeto a los valores y principios éticos y religiosos, y que debemos inmiscuirnos en el mundo de la pobreza, la enfermedad, la discriminación u otros factores. Como lo han resaltado los miembros de la ASJEL (Association of Jesuit Higher Education Institutions of Europe and Lebanon), nuestra prioridad educativa debe ser la “formación intercultural, interreligiosa, la ética privada y pública” (sic). Así como la Universidad contribuyó exitosamente a transformar la era de la Revolución Industrial, actualmente se encuentra en una posición donde es capaz de influir en la era científica-tecnológica global. El reto consiste en la capacidad de influir en la nueva generación de pensadores y líderes, sean libertarios o liberales, orientados hacia el bien común o al individual, para que acepten la diversidad humana palpable y contribuyan al bienestar de todos. Para responder a las necesidades del estudiantado y a las nuevas realidades globales, la educación jesuita debe liderizar el proceso de re-pensar la misión y la pedagogía de la educación superior. A continuación se presentan algunas ideas sobre el inicio de dicho proceso, las cuales provienen principalmente de los informes regionales.

RETOS Y PRIORIDADES DE LA EDUCACION SUPERIOR JESUITA I. Renovar y Fomentar la Investigación, Docencia y Contenido Curricular A. Introducción o Contexto Las universidades e institutos de educación superior jesuitas, en cada dimensión de su institución, buscan

adoptar la norma ignaciana de adaptarse a la “gente, la época y los sitios”. Una pregunta clave en el presente es: ¿Qué nuevas realidades globales debe incluir el profesorado de la educación superior jesuita en la investigación, docencia y el programa de estudios? Retos/Prioridades 1. Incorporar la Globalización a la investigación, docencia y programa de estudios. La globalización, ese nuevo horizonte contextual de la educación, afecta cada una de los aspectos de la vida y el aprendizaje. La educación tiene la obligación de lograr un entendimiento más profundo de las nuevas realidades de la globalización. 2. Incorporar las humanidades (educación humanística) a la educación profesional, tecnológica o científica. La educación profesional (cursos vocacionales o de tecnología aplicada) está adquiriendo prioridad sobre la educación humanística. Fomentar los valores humanos –sensibilidad social y de justicia- frente a los valores cambiantes como el consumismo, responde a la necesidad de la educación jesuita, y alcanzar este ideal es un reto clave. [Informe Asia del Sur] 3. Perfeccionar la definición de la característica sistemática de la educación jesuita en la búsqueda del saber mediante la investigación científica y humanista, por separado e integralmente. Un reto y prioridad de nuestras instituciones jesuitas es la creación y promoción de la investigación socialmente significativa, con la que lograremos formular ideas e ideales transformadores que producirán un cambio en el status quo y en las estructuras sociales que fomentan y amparan la injusticia y exclusión. [Informe América Latina] 4. Descubrir y emplear el saber para superar la pobreza y la desigualdad económica, sobre todo en donde éstas aumentan. Este es tal vez el mayor reto de nuestra era en todas las naciones. Superar la enormidad de la pobreza no es solo un gran reto sino que es muy probable que la desigualdad creciente genere violencia y polarización. La globalización ha creado ganadores y perdedores. No todos los perdedores son del tercer mundo ni todos los ganadores son del primer mundo.[Comisión de Justicia Social] 5. Descubrir y emplear la tecnología y la ciencia. La adaptación de tecnologías de punta y del conocimiento científico es integral a la educación. La tecnología y la ciencia, acompañadas de acelerados cambios geopolíticos, socioeconómicos y culturales, crean nuevas oportunidades al mismo tiempo que nuevas


La tecnología también proporciona nuevas estrategias docentes y de aprendizaje. La incorporación de las últimas tecnologías educativas deben enriquecer, pero no reemplazar las metodologías pedagógicas tradicionales. Veintisiete colegios de la AJCU (EEUU) pertenecen a la JesuitNET, una red en línea que ofrece más de 500 cursos en línea y 50 programas completos. Actualmente existen iniciativas para ofrecer estos programas no solo a todos los colegios AJCU sino también a los colegios AUSJAL y elaborar un catálogo trilingüe de los cursos AUSJAL. [Informe EEUU] 6. Comprender y abogar por la cultura de la vida contraria a la cultura de la muerte. Se requiere de un compromiso con la cultura de la vida para superar un mundo fragmentado. Las personas se encuentran desplazadas a causa de la pobreza, opresión, violencia armada, diferencias étnicas y otros factores. Para promover la paz y la justicia, el compromiso con la cultura de la vida y la solidaridad debe abarcar el comienzo de la vida hasta su fin, incluyendo cualquier acción que destruya la vida (aborto, guerra, pena capital). [Comisión de Justica Social] 7. Investigar y defender la sostenibilidad ambiental. La sostenibilidad exige comprender la necesidad de cambiar los estilos de vida individuales y colectivos de las naciones desarrolladas o en vías de desarrollo, para que la civilización y el planeta sigan existiendo. Los cambios climáticos amenazan al planeta y a la humanidad, sobre todo el calentamiento global, el agotamiento de los recursos naturales y los irreparables daños causados a los océanos, bosques, aire y suelo. 8. Educar en función de la comprensión y tolerancia religiosa; fomentar el diálogo interreligioso, especialmente con el Islam, sin obviar afrontar los problemas del fundamentalismo en una era posmodernista y post-cristiana. Aunque es imposible ignorar el impacto de la religión sobre la cultura y el de la cultura sobre la religión, existen corrientes y orientaciones de la religión que necesitan ser tratados directamente. La religión y la ciencia, la religión y la cultura, la religión y el secularismo deben hacer más que coexistir separados aunque iguales. Más bien, junto con el diálogo entre la fe y la razón, debe haber también el diálogo entre la fe y la ciencia, la fe y la cultura.

La atmósfera de fundamentalismo y mayoritarismo genera muchas consecuencias, incluyendo el resurgimiento de la conciencia regional. El reto de este mundo es preparar a los ciudadanos de este planeta con una perspectiva internacional. [Informe Asia del Sur] Tanto el diálogo interreligioso en el aula como en los programas sacerdotales universitarios es una realidad que crece en nuestros recintos. Crece la oferta de cursos en árabe y de estudios árabes. Varias instituciones tienen imanes residentes entre su personal y ofrecen servicios musulmanes para los estudiantes. Este diálogo aumentará a medida que nuestras instituciones se diversifiquen. [Informe EEUU]

II. Servicio a la Sociedad : El Compromiso de emplear el Saber para el Bienestar del Individuo y la Comunidad Local y Global, y la Sociedad Civil. A. Introducción o Contexto La visión del Papa Juan Pablo II en Ex Corde Ecclesiae convirtió el servicio a la sociedad en una importante característica de las universidades católicas cuando escribió: “La Universidad Católica, en cuanto Universidad, es una comunidad académica, que, de modo riguroso y crítico, contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la herencia cultural mediante la investigación, la enseñanza y los diversos servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales.” Esto coincide con la vision de Ignacio de educar para la cultura (mundo) contemporánea (global). Al concebir la educación como un bien público, las universidades jesuitas se relacionan con el Estado al fundamentarse en un enfoque en el que se investiga, aprende y educa para el bien común, para regir la “vida pública”. Como universidades católicas, tenemos responsabilidades paralelas para con la Iglesia. Establecer y mantener relaciones efectivas y productivas con el Estado y la Iglesia es una prioridad de las universidades jesuitas. [Informe América Latina] B. Retos/Prioridades 1. Educar para reforzar la dimensión política de la vida en el complejo proceso de la globalización. Los docentes son importantes agentes de cambio para la ciudadanía y la sociedad civil y están a la vanguardia del compromiso con la comunidad. [AL] 2. Establecer una relación entre la enseñanza y el aprendizaje con la comunidad local y global. Nuestra

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formas de marginalización para los pueblos y culturas indígenas. (GC34, D26, Nos. 18-20). “Necesitamos ciudadanos globales entrenados en las nuevas tecnologías y cuya fe religiosa y cultura sea capaz de mantener su compromiso con la justicia, la paz y la reconciliación para todas las personas a través de las fronteras”. [Comisión de Justicia Social]

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responsabilidad social es requerida para contribuir a una comunidad y sociedad justas, lo que garantiza el compromiso con la democracia y la superación de la pobreza y todos sus efectos perjudiciales.

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3. Crear relaciones educativas con la comunidad acordes con nuestra identidad y la misión de fe que hace justicia; preservar las culturas indígenas; promover el diálogo interreligioso y garantizar la sustentabilidad. 4. Facilitar un lugar para el diálogo sobre cuestiones claves que afectan a las comunidades y la(s) cultura(s) tales como fe/tecnología y políticas públicas, globalización y culturas autóctonas, entendimiento interreligioso y fundamentalismo. [Informe América Latina] 5. Crear y promover la investigación socialmente significativa en todas las áreas del saber que conduzca a lograr que las estructuras socioeconómicas y geopolíticas incluyan a los pobres y marginados, y a superar la injusticia y la exclusión. [Informe América Latina] 6. Reforzar el compromiso social y la formación humana. [Informe Europa] 7. Entrenar para la ciudadanía, los valores profesionales y la ética. [Informe Europa] 8. Algunos puntos o ideas clave: • Fomentar una comprensión genuina de la sociedad civil • Promover la dignidad del individuo y del bien común. • Elevar la calidad de la Universidad y de la comunidad en general mediante el saber y la virtud. • Educar mediante el “concepto” y el “contacto” [FHK] • Incluir la dimensión política de educar en pos de la democracia y la ciudadanía responsable. • Promover el vivir ética y moralmente como ciudadanos. • Promover la justicia social y reparativa como personas con capacidad de toma de decisiones.

III. Servicio a la Iglesia A. Introducción o Contexto Históricamente la Compañía de Jesús ha servido a la Iglesia en muchas formas: intelectual, espiritual, pastoral y teológicamente. Las universidades jesuitas han sido una parte esencial de la tradición docente social, intelectual y teológica.

B. Retos/Prioridades 1. Fomentar la vida intelectual católica y la tradición social católica. Concentrarse en una vida intelectual católica vibrante y una tradición social católica fuerte es esencial para superar las confusiones sobre el significado de “católico” y ofrecer una perspectiva mundial coherente en un clima de pluralismo (religioso) y posmodernismo. Ex corde ecclesiae promueve una visión magnánima de la universidad católica, donde la cultura no es la enemiga de la fe sino el medio para que prospere la educación jesuita. 2. Educar para la fe y la justicia, la docencia católica intelectual, ética y social. Las instituciones confiadas a AJCU se comprometieron a educar para la fe y la justicia, con un significativo aumento en los intentos de crear más consciencia en alumnos y docentes. Incorporar la calidad académica mediante la docencia e investigación en la lucha por la justicia social. “Un factor que afecta la calidad de la educación para la justicia es un programa de estudios flexible que ofrece áreas y acceso socialmente relevantes a los estudiantes,” además de un permanente análisis social. [Informe América Latina] 3. Adoptar o promover la pedagogía de responsabilidad social para aprender de y con los pobres y marginados, incluyendo los del “Tercer Mundo.” Las experiencias de aprendizaje-inmersión comunitario acompañadas de reflexión inteligente son corrientes y aumentan. [Informe EEUU] 4. Basar la excelencia académica en el magis, porque al concentrarse en el desarrollo espiritual individual, además del intelectual, ofrece una orientación humanística para aprender a respetar la dignidad de cada individuo y el bien que es común a todos. [Informe América Latina] 5. Formar profesionales competentes que sean al mismo tiempo ciudadanos comprometidos y concientes en busca de la justicia social. La educación de la “persona profesional integral” ofrece la oportunidad de desarrollar todas las dimensiones de la persona profesional: desarrollo personal, valores éticos, libertad, justicia, la verdad, tolerancia y la capacidad de dialogar. 6. Afincarnos en nuestro ambiente social y proveer servicio a la región, nación, el mundo y a la Iglesia. [Informe Europa] 7. Buscar el sentido, la transformación de la sociedad, la tradición católica. [Informe EEUU]


IV. Mantener y Fomentar nuestro Carácter Católico y la Misión Educativa Jesuita. A. Introducción o Contexto Las instituciones de educación superior jesuitas, como parte del conjunto de instituciones de educación superior, se están globalizando en cuanto a orientación y hechos, y deben centrarse en elevar la excelencia académica mediante la calidad investigativa y docente y sus orientaciones distintivas. Preservar y realzar la identidad católica y la misión educativa jesuita se está convirtiendo en una inquietud por varias razones: desde el impulso técnico de la educación hasta el número decreciente de jesuitas, desde la secularización de la sociedad hasta la educación profesional del cuerpo docente. La gobernabilidad en un mundo que se diversifica y globaliza tan rápidamente requiere una forma alternativa de dirigir y administrar instituciones de educación superior, igualmente desafiante es la colegialización (collegiality) entre las diferentes comunidades y grupos: jesuitas y laicos, docente y administrativo, consejos directivos y comunidad universitaria, Provincial/ Comunidad y comunidad universitaria. Algunos jesuitas se ven afectados por su carencia de entendimiento del trabajo universitario, bajo rendimiento docente e investigativo, actitud pasiva, debilidad en la obra evangelizadora y aislamiento del cordón umbilical de la universidad cuando llegan a cierta edad o a retirarse. Mientras que otros jesuitas necesitan aprender más acerca de como trabajar dentro de las estructuras universitarias, a respetar los procesos y mecanismos institucionales y ser sensibles a su papel dentro de esas estructuras. Y otros necesitan desarrollar una mayor apreciación del sacerdocio jesuita y la presencia y participación del apostolado en los eventos de la comunidad que son importantes para la universidad. Y aún otros jesuitas deben ayudar a la próxima generación de jesuitas a comprender mejor su

papel y su responsabilidad en dar testimonio de los principios y presencia fundamentales. [Informe Asia Oriental] B. Retos/Prioridades Con este fin se incluyen las sugerencias de los informes regionales ligeramente editados: 1. Enriquecer la Identidad Católica y la Misión Jesuita. a. Implementar eficazmente la visión magnánima de Ex corde Ecclesiae al servicio de la Iglesia y del mundo moderno. b. Ser más explícitos al relacionar los términos “fe” y “católico” con “justicia” y “Jesuita.” c. Garantizar la amplia propiedad de nuestra identidad católica/jesuita por parte de todas las comunidades universitarias: consejo administrativo, profesorado, personal, estudiantes y egresados. d. Renovar la inspiración Cristiana e Ignaciana de la educación jesuita mediante conversaciones interesantes e inteligentes.. e. Incorporar la misión/ identidad institucional eficazmente en el programa de estudios. f. Equilibrar el compromiso de la identidad (carácter) con la obligación de mantener la diversidad como un medio de enriquecer la experiencia educativa y responder a los cambios demográficos para que las instituciones realmente reflejen sus propias culturas, ya sean asiáticas, africanas, norteamericanas, europeas, latinoamericanas etc. 2. Desarrollar la Misión Educativa Jesuita a. Definir claramente la misión jesuita con el fin de establecer los parámetros universitarios e integrar las inquietudes de la universidad en función de la innovación, creatividad, reputación y reconocimiento. b. Definir la misión jesuita tomando en cuenta las distintas normas, por ejemplo las académicas de excelencia académica, investigación, reputación y clasificación, factores de mercadeo competitivo, y las normas jesuitas de fe, justicia, cultura, diálogo interreligioso, para crear un equilibrio y sinergia e integrar el mundo del mercado y el de la misión. c. Desarrollar la misión académica y tradición jesuita dentro de las diferentes culturas y corrientes intelectuales (profética, virtud, investigación, artes) para comprender mejor las diversas perspectivas y posiciones que co-existen en la universidad. d. Educar al profesorado en cuanto a los beneficios de desarrollar la calidad académica mediante una mayor integración, incluso identificación, con el carácter distintivo de la educación jesuita e involucrarlo en

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8. Educar al Pueblo de Dios para la Iglesia en el Mundo Moderno. (Concilio Vaticano II) • Proporcionar una teología genuina (dentro del contexto de la pluralidad religiosa y cultural) para el Pueblo de Dios. • Servir como espacio donde la Iglesia pueda desarrollar su óptimo pensamiento, aprendizaje y docencia. Interpretar y reflejar las enseñanzas intelectuales, teológicas y sociales de la Iglesia. • Contribuir a la Iglesia en función de una comunidad/ institución de aprendizaje y docencia.

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proyectos relevantes al contexto social más amplio. e. Buscar, definir y construir la identidad y cultura común que gobierna las instituciones jesuitas traspasando las barreras y diferencias culturales. f. Convencer a un porcentaje mayor de nuestros estudiantes que acepten los aspectos formativos de la educación jesuita. 3. Proporcionar Formación Personal u Oportunidades de Desarrollo a. Ofrecer programas de Orientación y Desarrollo o de Formación que enriquezcan la calidad mediante la integración de las cualidades distintivas de nuestra misión educativa jesuita para el profesorado, personal, administradores y junta de administración. b. Mantener programas de desarrollo eficaces para docentes con el fin de cerrar la brecha entre su formación especializada y las expectativas de un profesorado en una universidad jesuita. c. Incorporar experiencias sólidas de formación sistemática y/o desarrollo (programas de liderazgo y de desarrollo profesional conservando el carácter católico y la espiritualidad ignaciana.) d. Dedicar personal, tiempo y recursos a los programas sistemáticos en la formación del profesorado, personal no-académico, consejo de administración, padres y representantes, etc.

términos específicos, vivir una vida plena católica, cristiana u otra religiosa en el medio del caos y de las exigencias del trabajo universitario. i. Trabajar con nuestro profesorado y personal laico para mantener nuestro legado ignaciano y al mismo tiempo, alentarlos a ser nuestros asociados. [Informe Europa] j. Entrenar personas competentes con sentido crítico, abiertas al mundo cambiante y al movimiento europeo hacia una preparada y competente. (Informe Europa) 4. Aclarar la Gobernabilidad, Colegialidad y el Papel de la Compañía de Jesús a. Participar en una alianza genuina con los colegas laicos y transitar eficazmente hacia un liderazgo laico. b. Superar los obstáculos a la integración del carácter distintivo (identidad) y las estructuras administrativas eficaces para enfrentar la complejidad de las universidades. c. Definir la misión y las normas en las universidades: el papel de los jesuitas, el Provincial, la comunidad, las estructuras de gobierno y los colaboradores laicos. d. Crear la mejor estructura en la que trabajemos juntos para fomentar una óptima colaboración y consenso a la luz de la visión y dirección futura de la universidad.

e. Desarrollar formas de inspirar/alentar la participación en el largo proceso de formación/desarrollo que ha caracterizado a la Compañía (Continúa la tendencia de que cada vez hay menos jesuitas entre que ocupan posiciones académicas, no-académicas y administrativas, mientras que en el pasado llegaron a ocupar un gran porcentaje de estas posiciones.

e. Alentar la presencia y participación de los jesuitas como individuos y como comunidad en la universidad y en el gobierno universitario:

f. Dedicar recursos, personal y tiempo para responder a los retos de nuestra misión educativa y universitaria, y la apostólica intelectual, tan esencial para el carisma de la Compañía de Jesús.

g. Enfrentar el reto del número decreciente de jesuitas activos en la universidad y la dificultad de involucrar algunos jesuitas en una conversación sobre la vida universitaria.

g. Garantizar la formación de un consejo de administración (laicos y jesuitas), seleccionando hombres y mujeres calificados y comprometidos que entienden el mundo académico y aporten su experiencia y habilidades en la dirigencia y liderazgo inherente.

h. Percatarse de que ha disminuido el impacto de la comunidad jesuita por causa de las realidades actuales como el envejecimiento de la membresía, la cultura, actitudes y disposiciones básicas, y la percepción de que es un grupo exclusivo.

h. Promover la vocación de jesuitas y seglares, lo que significa en términos generales, desarrollar un compromiso con el apostolado intelectual, y en

f. Involucrar a las comunidades jesuitas, como comunidad, en tantas dimensiones del apostolado como sea posible.

i. Aclarar y resaltar el papel crucial del Provincial en alentar y asistir al Rector y a la comunidad jesuita en procurar encarnar los valores jesuitas en la estructura universitaria y a comprometer hombres capaces para este fin.


k. Ocuparse de la planificación a largo plazo y de la misión del recurso humano jesuita en la Universidad. l. Ayudar a los jesuitas a comprender la importancia de sus funciones individuales y colectivas en la Universidad. El compromiso con la investigación y docencia de calidad solo podrá florecer en un sistema de gobierno de cooperación entre colegas. Es más, tener una visión estratégica a largo plazo es una cosa, pero su implementación efectiva depende mayormente del compromiso colegiado y un profesorado, personal, administración y junta de administración competentes para cumplir los objetivos del plan.

V. Garantizar la Estabilidad Fiscal y Sostenibilidad Económica mientras se afrontan los retos del Acceso Asequible y la Rendición de Cuentas. A. Introducción o Contexto Desarrollar los recursos para garantizar la estabilidad y la capacidad de la institución para cumplir con sus responsabilidades, es sin duda un reto-prioridad. Se requieren fondos para garantizar una educación jesuita de calidad dentro de este riguroso y competitivo mundo académico. Sin embargo, el acceso a los recursos de todas las fuentes es muy limitado.

número de horas-hombre, lo que se traduce en un incremento acelerado de la matrícula. La ayuda financiera gubernamental ha mermado considerablemente en dólares monetarios y reales, mientras que la matrícula ha estado aumentando un promedio aproximado de 6.5% por año, lo que representa casi el doble del aumento del costo de la vida. [EEUU] B. Retos/Prioridades 1. Perfeccionar el funcionamiento con limitados recursos. La compleja mezcla de factores, desde establecer prioridades hasta asignar recursos para proporcionar los medios de estudio a los estudiantes provenientes de familias o sectores de bajos estratos. 2. La educación superior es cada día más costosa. Debemos encontrar los recursos para apoyar nuestra misión distintiva de educar a los jóvenes además de llevar a cabo la investigación y el análisis social. 3. Desarrollar programas que garanticen una educación jesuita de calidad en un mundo académico sumamente competitivo. Debemos recabar fondos de fuentes externas de forma que no produzca dependencia (pública o privada). 4. Desarrollar nuevas fuentes de fondos para facilitar el acceso a las instituciones jesuitas por parte de los sectores empobrecidos y de bajos recursos como otra dimensión del reto que afronta nuestra sostenibilidad económica en la obtención de fondos y recursos. (Informe América Latina)

La competencia de otras instituciones educativas reta a nuestras instituciones. La llegada de corporaciones comerciales y universidades extranjeras es inevitable. Por un lado, necesitamos recabar fondos y por otro lado, necesitamos buscar la forma de atender a los marginados; no sólo admitiéndolos, sino creando estructuras de atención y apoyo continuos. Debemos abrir nuevos caminos e introducir nuevos cursos relevantes que conduzcan a un desarrollo humanizado y sostenible. [Informe Asia del Sur]

5. Actualizar las habilidades del personal es una prioridad. La sofisticación tecnológica tarda mucho en llegar a los colegios jesuitas comparado con otros colegios de la misma talla y excelencia. [Informe Asia del Sur]

En los Estados Unidos, los colegios y universidades jesuitas siempre han aceptado estudiantes de bajos recursos, desfavorecidos y de primera generación, pero esta práctica se ha vuelto muy costosa. Con una matrícula promedio de más de $25.000 en el caso de los colegios de la AJCU (NA) y una subvención financiera de alrededor de $8.000, la matrícula “neta” es de $17.000 por año. Los estudiantes, padres y representantes exigen más servicios, muchos de los cuales implican un gran

Rendición de cuentas: Hoy en día se exige la rendición de cuentas, la valoración y evaluación de resultados educativos, y la transparencia de nuestras instituciones. La ACJU está actualmente realizando una encuesta de las actividades de cada universidad en este respecto, con el objetivo de compartir las mejores prácticas y demostrar que hemos encontrado maneras apropiadas de ser responsables y transparentes en función de la clase de educación que ofrecemos. Esperamos que quede

6. Garantizar una educación asequible para los más pobres requerirá maximizar tanto los rendimientos operativos en busca de la calidad, como mantener un alto nivel de ayuda financiera para los estudiantes a quienes hemos servido tradicionalmente.

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j. Aclarar y resaltar el papel crucial del Superior de la comunidad para enriquecer y promover la misión y la identidad de la Universidad.

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claro que no es necesario que el gobierno nos indique cómo hacerlo. [Informe EEUU]

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VI. Africa, el Reto

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jesuita para el beneficio educativo de los estudiantes y de África.

A. Introducción o Contexto

7. Fomentar y/o desarrollar la colaboración y asociación regional e internacional con otras instituciones de educación superior.

Africa es una prioridad de la Compañía de Jesús. Por tanto, sus retos son todos nuestros retos. Sus retos y características singulares se han resumido de la forma siguiente:

8. Garantizar la continuidad del personal jesuita y de otros hombres y mujeres que comprendan la espiritualidad y los valores ignacianos.

Algunas de las características comunes compartidas por todas las instituciones en Africa incluyen: son pocas, muy jóvenes (entre dos y diez años); tienen una plataforma financiera débil (sin donaciones o reservas); tienen pocos profesores autóctonos o ninguno, y se ven forzados a depender de conferencistas de otras universidades que las visiten (con los consecuentes impactos económico y educativo); tienen solo uno o dos jesuitas (generalmente el Director y su asistente), y tienen estudiantes incapaces de pagar el costo de su educación. Todas esas instituciones tienen la obligación de participar de una forma u otra en el proyecto común de la Universidad Africana. [Proveniente del informe regional de Africa.]

9. Trabajar junto con los africanos como iguales, y aprender de ellos lo que aspiran y esperan para África, como un conjunto de naciones y como continente. África es una prioridad apostólica para la Compañía pero necesita acaparar la atención del mundo entero. Debe ser comprendida no solo en términos de lo que un no-africano puede “hacer” o “dar” al Africa, sino lo que podemos hacer juntos como socios iguales. Todos nos beneficiamos del intercambio con el África basado en el reconocimiento, respeto y proyectos comunes. [Comisión sobre Justicia Social]

B. Retos/Prioridades Los retos de la prioridad africana de lograr una educación efectiva de alta calidad para los jóvenes que servirán a sus países y a la Compañía de Jesús, incluyen la necesidad de: 1. Mejorar los estándares educativos de las universidades existentes. 2. Alentar a la Provincia a comprometerse aun más a disponer de personal jesuita y recursos económicos. 3. Implementar programas adecuados para el contexto africano en cuanto a la globalización y los problemas mundiales tales como el medio ambiente y la gobernabilidad. 4. Educar a profesores capaces de implementar estos programas orientados a la cultura específica en un contexto donde la crisis de la educación generalmente hace que este recurso sea escaso. 5. Reclutar y seleccionar estudiantes calificados (preparados) en un contexto donde los estándares educativos han descendido en los niveles primarios y secundarios, y donde la mayoría no pueden enfrentar los gastos de su educación. 6. Desarrollar y/o reunir los recursos económicos necesarios para financiar una buena Universidad

VII. Prácticas de Colaboración entre las Universidades Jesuitas y otros Sectores Apostólicos. A. Introducción o Contexto Un objetivo prioritario es aprovechar la dimensión global de la Compañía para internacionalizar nuestras universidades, inclusive conseguir que las experiencias interculturales e internacionales sean asequibles a estudiantes y profesores, y asistir a las instituciones en dificultades que se encuentran en los países en vías de desarrollo.[Informe América Latina] B. Retos/Prioridades 1. Establecer una red interna de colaboración: Los pro y contra de establecer una sinergia positiva entre las instituciones jesuitas yace en la sensibilidad conciente de los miembros de la AUSJAL. En consecuencia, para establecer una red interna efectiva entre las instituciones jesuitas, otras obras apostólicas, la vida religiosa y la Iglesia, se convierte en un reto-prioridad para la próxima década. 2. Establecer un sistema global de universidades jesuitas que brinde consistencia al trabajo compartido, y comprometerse a crear esta red interna de colaboración de nuestra obra apostólica intelectual es una prioridad de nuestra misión jesuita. La universidad es una institución abierta y su efectividad en el campo académico está indisolublemente ligado a su


3. La colaboración a nivel nacional e internacional: el aporte mancomunado de personal especializado entre las Universidades Jesuitas en todo el mundo es un gran reto y oportunidad. (En el presente, las instituciones de educación superior de una Provincia donde hay más de una institución, funcionan como unidades independientes con un único enlace conectivo, el religioso, que es transferido de una institución a otra. Sin embargo, algunas instituciones de educación superior comparten la experticia académica por ser miembros externos del Consejo de Estudios que diseñan los programas. Necesitamos constituir un comité/cuerpo común capaz de supervisar los asuntos curriculares, administrativos, evaluativos y otros más de cerca, para que las instituciones de una Provincia pudieran compartir un sentido más amplio de “comunidad”, entre ellas. Tal vez podrían unirse como una universidad común a nivel de Provincia.) Nuestras instituciones suelen ser islas de excelencia, pero se resisten a establecer redes de contacto, una reticencia que conduce a un pecaminoso desperdicio de energía y del recurso humano. Los centros de excelencia y las instituciones necesitan compartir sus experiencias, experticia, información y habilidades. [Informe Asia del Sur] Respuestas a la Segunda Pregunta: Prácticas de colaboración por región. Africa, Asia Oriental, Asia del Sur, América Latina, Europa y Estados Unidos.

AFRICA Ecole de sciences morales politiques d’Afrique de l’Ouest (ESMPAO): La institución recién comienza, no ha entablado relaciones significativas aún con otras instituciones universitarias jesuitas. Sin embargo, su primer objetivo es desarrollar este tipo de relaciones con la « Faculté de sciences sociales et gestion » de la Universidad Católica de Africa Central en Yaounde (Camerún) CERAP, la institución administradora de la ESMPAO, y se encarga de otros apostolados de acción social y de una casa editorial, con las cuales ESMPAO mantiene relaciones enriquecedoras. Faculté de philosophie St Pierre Canisius, Kimwenza: Esta institución está afiliada a la Universidad Gregoriana de Roma, y está en proceso de agregación por la misma.

Tiene un programa de intercambio para profesores y alumnos con la Universidad Arrupe en Harare (Zimbabwe). Mantiene relaciones estrechas y comparte muchas instalaciones con ISAV, que funciona en sus instalaciones. Los miembros de su comunidad manejan varios apostolados, entre ellos la prédica en el retiro espiritual y gerencia parroquial.. ISAV (Institut Supérieur Agro-Vétérinaire), Kimwenza: Esta institución mantiene relaciones estrechas y comparte instalaciones con la Faculté de Philosophie, que lo patrocina en sus instalaciones. Otros apostolados mantienen varias colaboraciones con los dos jesuitas comprometidos con ISAV: Es el caso de CEPAS (Centre d’action sociale), con la prédica en el retiro espiritual y el seguimiento de los candidatos que se preparan para formar parte de la Compañía de Jesús.

ASIA ORIENTAL: AJCU-EAO Establecer una red de contactos y trabajar tanto entre nosotros y allende (intra y extra) para obtener ventajas con las conexiones jesuitas internacionales Explorar los posibles puntos de entrada prácticos y oportunidades al nivel más básico, como iniciativas concretas de escuelas individuales, por ejemplo, programas de japonés y chino, programas de entrenamiento de liderazgo, programas de intercambio estudiantil, cursos en línea. Constituir grupos de enlace y trabajar en función de la construcción de la Identidad Asiática y de la identidad de la Compañía en Asia. Asistencia en el entrenamiento de las generaciones más jóvenes de profesores jesuitas para cerrar la brecha existente entre las nuevas y viejas generaciones jesuitas. Entrenar a los agentes de transformación a nivel asiático en pos de de la formación de la identidad asiática, como la experiencia EAPI y SEARSOLIN, y la colaboración en proyectos de tecnología y desarrollo específicos. Concentrarse en la formación del liderazgo, e invertir especialmente en aquellos que serán los portadores de los valores. Compartir los recursos humanos entre los distintos centros e instituciones jesuitas. Maximizar los beneficios de la tecnología de la información y comunicación en nuestros esfuerzos de colaboración. Continuar nuestras conversaciones habituales entre nosotros.

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participación activa en la comunidad global y la conexión de todos (y entre) las instituciones jesuitas en el mundo. [Informe América Latina]

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ESPECIAL

Fundamento propuesto por la membresía de la AJCUEAO para un Proyecto Común entre las instituciones de educación superior y otros apostolados jesuitas.

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1. Apropiarnos de la misión jesuita de la sociedad en general y comunicar eficazmente esta misión a un público más grande prescindiendo del argot jesuítico. 2. Buscar cumplir la misión “cuatro-en- uno” (Fe, Justicia, Diálogo Interreligioso, Cultura ) juntos. 3. Reconocer las diferencias culturales, académicas, financieras y legales que podrían obstaculizar la colaboración. 4. Crear estructuras de colaboración construyendo estructuras de discusión que aborden varios problemas.

ASIA DEL SUR A nivel nacional, los informes sometidos reflejan la insatisfacción general con los niveles de colaboración. Gracias a la red JEA (Jesuit Educational Association), algunos Directores han podido obtener orientación y apoyo en las áreas donde había un clima de incertidumbre. Algunas instituciones de educación superior tienen ciertos programas que involucran unos pocos profesores y estudiantes a nivel de intercambio. Hace algunos años los Directores de la JEA acordaron unánimemente ayudar a una institución rural económicamente débil a crear su biblioteca. En la última asamblea anual celebrada en Ahmadabad, el grupo se enfrentó al reto de trabajar conjuntamente. Creó dos programas de colaboración, uno para el personal de nuestras 27 instituciones con becas de ayuda financiera y otro para los estudiantes de las mismas. El taller dirigido al personal y patrocinado por la Universidad Loyola, Chennai se celebrará del 7 al 9 de Diciembre de 2007, y el taller para los estudiantes será del 14 al 16 de Diciembre de 2007, coordinado por la AICUF (All India Catholic University Federation). Además, se está actualizando el portal JEA para incluir una “sala de charla” (chat room) que facilitaría el intercambio de ideas entre los Directores de las universidades jesuitas. A nivel internacional, nuestras universidades tienen nexos con universidades extranjeras en cuanto a algunos programas menores de intercambio, pero por el momento no se está realizando algo significativo que nos satisfaga. Hace cuatro años el grupo de Directores decidió en términos muy claros no permitir a las universidades extranjeras establecer sus oficinas en nuestra universidad.

No obstante, determinaron que nuestras universidades jesuitas serían bien acogidas y que se les daría un trato preferencial. Varias universidades jesuitas: St. Joseph´s, Philadelphia y Marquette, Wisconsin, están realizando algunos proyectos, pero en su conjunto no alcanzan a reflejar la más mínima colaboración inter-universitaria internacional. Reconocemos su importancia, la sentimos, pero todavía no vemos iniciativas desde la Compañía de Jesús que la compensen. La colaboración a través de las líneas del Apostolado: Algunas de nuestras instituciones de educación superior tienen comunidades mixtas donde se llevan a cabo la acción social y los apostolados pastorales. Casi todas nuestras Instituciones se dedican al aprendizaje para el servicio, que involucra indirectamente al apostolado de acción social. El Sacerdocio Universitario comprende el apostolado pastoral. Después de la última congregación de los Procuradores, los Directores de nuestras Instituciones consideraron la posibilidad de reforzar los lazos entre el Apostolado de Acción Social mediante la Investigación y nuestras instituciones educativas. Aunque prevalecieron las buenas intenciones, solo algunas han reportado que hayan iniciado algún programa específico. Se mantiene este punto en la agenda permanente de las asambleas de la JEA para seguir presionando a los Directores a actuar en esta área.

AMERICA LATINA: AUSJAL Los comentarios sobre esta pregunta fueron variados, y reflejaron la diversidad de percepciones y enfoques sobre las prácticas de colaboración con otras obras apostólicas de la Compañía de Jesús. La relación entre los miembros de AUSJAL está mejor representada en los informes de la coordinación de la Red AUSJAL (consultar informe Secretaría Ejecutiva) que en las respuestas sometidas, en las que no existe una visión clara ni sistemática de las relaciones entre la educación superior, otros niveles educativos y otras dimensiones apostólicas de la misión jesuita. Este comentario no significa que no exista una compleja colaboración entre las instituciones y otras obras apostólicas. Por el contrario, la colaboración existe en diversas formas que permiten albergar la esperanza de que una dirección y acciones programadas, en este sentido, conducirían a la creación gradual de una red de lazos apostólicos de colaboración interactiva , comenzando con el enfoque académico continuo. Además, se hace hincapié en que hay una mayor conciencia entre los directores de las universidades jesuitas para establecer relaciones sinérgicas entre sí e


EUROPA Convertir el proceso de Bologna en un éxito: (consultar actas de la reunión y extractos anexos.)

EEUU: AJCU La Asociación de Colegios y Universidades Jesuitas (AJCU) es una red de relaciones de colaboración que abarca 28 instituciones (más tres miembros asociados: los dos centros teológicos de EEUU y Campion College en Canadá), y que opera a través de más de 35 reuniones (Vicerrectores Académicos, Rectores, Directores Financieros, etc.) en las que transcurre gran parte de la actividad de colaboración. (Para un listado de las conferencias, ver http:www.ajcunet.edu/tier.aspx?sid=5 .) La colaboración comienza con los Rectores, que se reúnen regularmente, apoyan al AJCU y sus actividades, y alientan la participación de los administradores, profesorado y estudiante en las conferencias y programas de la AJCU. Un ejemplo tangible de colaboración fue la respuesta inmediata y generosa de las otras 27 instituciones a la Universidad de Loyola en Nueva Orleáns después del desastre causado por el huracán Katrina. Alrededor de 1400 estudiantes de Loyola fueron rápidamente absorbidos por las otras instituciones de educación superior de la AJCU para cursar el primer semestre, y luego retornar a Loyola a cursar el segundo semestre. Además, todas las instituciones exoneraron la matrícula. Los estudiantes y padres/ representantes que participaron en esta experiencia de colaboración ofrecieron elocuentes testimonios de que la red jesuita es lo que profesa.

i ECE. N.1 ii ECE. N.32

Las conferencias de la AJCU realizan un variado espectro de actividades de colaboración. Por ejemplo, los bibliotecarios han desarrollado un sistema mediante el que un profesor de cualquiera de las instituciones de la AJCU tiene el privilegio de acceder a las bibliotecas de las otras 27. Los directores de Tecnología Informática y los directores financieros colaboran realizando regularmente estudios referenciales (benchmark surveys) con el propósito de recortar costos. Ambas conferencias y un número de grupos de interés (p.ej., coordinadores de estudios en el extranjero o investigadores institucionales hacen uso regular de las 45 listas de servidores de Internet (listserv) que mantiene la ACJU para compartir preguntas, respuestas e ideas. JesuitNET, una red de cursos y programas en línea en donde participan 27 de las 28 instituciones de la ACJU, es probablemente la forma más elaborada de colaboración. Ha desembocado en otros esfuerzos de colaboración por parte de los encargados de la educación tecnológica e informática, bibliotecarios y secretarios, por ejemplo. Varios grupos regionales de instituciones (el corazón del Delta, conversaciones entre la Costa Este y Oeste, etc.) se reúnen periódicamente en asambleas en las que participan Provinciales, rectores, administradores y profesores. Como consta de lo anterior, existe una extensa colaboración internacional, sobre todo con las instituciones de AUSJAL, pero también con la AJCUEAO y otras instituciones jesuitas y no-jesuitas en al menos 76 países. (consultar el informe sobre la internacionalización de las instituciones de la ACJU.)

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implantar la misión apostólica universitaria de la Compañía.

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DOCUMENTOS 40

Algunos retos y prioridades de las Universidades S.J.

Luis Ugalde, S.J. / Presidente de AUSJAL

I. Dominación y Gratuidad En los primeros capítulos de la Biblia hay dos aspectos de la condición humana que son distintos, complementarios e irreductibles entre sí: dominio y compañía. Se refieren a la relación de Adán con toda la creación por una parte, y por la otra a la relación con Eva que expresa no solo la relación especial del hombre y de la mujer como pareja, sino también la relación entre todos los seres humanos. Dios crea la tierra, las plantas y los animales y da a Adán el poder de dominarlos e incrementarlos. El hombre aunque es animal, no encuentra compañía adecuada en los animales y se encuentra solo. Por eso Dios crea a Eva como humana y en ella encuentra Adán una compañía adecuada. El hombre y la mujer, no como objetos de dominio, sino como sujetos que se reconocen al reconocer al otro y establecer compañía, es decir una relación de don gratuito el uno para el otro. Han sido creados a imagen del Dios gratuito, capaces de comunicación y de gratuidad el uno para el otro. El hombre no sería imagen de Dios si sólo tuviera su cualidad de dominar la tierra, sino que la gratuidad, el amor y el reconocimiento del otro para construir el nos-otros es una dimensión constitutiva de las personas humanas a imagen de Dios. El hombre para desarrollarse necesitará cultivar los dos aspectos, dominar la tierra y acompañar, amar y servir a otros humanos para realizarse juntos y a imagen de Dios. El reto de toda civilización es desarrollar ambos aspectos: la dominación de la tierra y su desarrollo a través del trabajo, de la tecnología y de la ciencia por medio de la racionalidad instrumental y utilitaria, y el reconocimiento del otro, en amor y servicio, para juntamente realizarse en un “nosotros”. En esa relación se expresa de manera libre y voluntaria la dimensión divina del don y de la gratuidad. En todas las civilizaciones se desarrollan ambas dimensiones: los saberes instrumentales, imprescindibles para transformar y crear respuestas a las necesidades, y la sabiduría para convivir y hacer buen uso de esos saberes. La Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX estableció una civilización que da el salto de la economía de subsistencia a una de acumulación que revoluciona constantemente las fuerzas productivas. De manera creciente la dinámica económica y sus impresionantes éxitos tecnológicos y productivos van modelando toda la civilización moderna. Pero la sociedad es más compleja, rica y pluridimensional que la economía y el dominio economicista contemporáneo puede ahogar las dimensiones humanas más trascendentales. La Universidad que en siglos anteriores, poco o nada estaba vinculada al hecho productivo, en adelante más y más se concentra en la razón instrumental, y en las ciencias que transforman las fuerzas productivas. El conocimiento se convierte en la principal fuerza transformadora de la producción. Este crecimiento descomunal de


1) ¿Cuáles son los principales cinco retos-prioridades (challanges-priorities) de las universidades jesuitas en la próxima década? 2) ¿Cuáles son las prácticas de colaboración entre instituciones de educación superior y con los demás apostolados s.j.? En noviembre de 2007, los miembros del ICJHE, reunidos en Roma, sintetizaron las respuestas recibidas de cada área geográfica. El P. Paul Locatelli, Secretario para la Educación Superior Jesuita, nos envió una síntesis de dichos aportes.

Quiero resaltar algunos aspectos que tienen relación con lo que acabamos de decir sobre los graves límites y deformaciones de la Universidad moderna, reducida casi exclusivamente a la promoción de la razón. En el siglo XXI, somos testigos de las formidables virtualidades de la razón, pero también de sus deformaciones y limitaciones. Menciono cuatro grandes puntos.

1.- Creciente globalización Vivimos en un mundo en creciente globalización (globalizing) impuesto básicamente por la dinámica económica, tecnológica y comunicacional. Esa creciente realidad nos plantea algunas tareas que modifican profundamente nuestro modo de hacer universidad, con mirada de futuro para así contribuir a un mundo más humano. a) ¿Cómo contribuir más decidida y eficazmente a una “ciudadanía mundial”, de manera que nos sintamos corresponsables del bien común del mundo? Ciudadanía implica necesariamente solidaridad, es decir que el éxito y desarrollo de unos contribuya al éxito y desarrollo de los otros. b) Diálogo entre los diversos Este sentido de pertenencia a un mismo mundo, con un mismo “bien común”, implica la producción de una humanidad capaz de diálogo con aprecio mutuo entre pueblos de diversa raza, religión y cultura. Venimos de tiempos en que esas diversidades daban origen a guerras, destrucción y dominación, y esa etapa esta lejos de ser superada. c) Poder político y económico mundial subordinado a principios generales y a una autoridad internacional por encima de la ley del más fuerte. Obviamente, hoy como en el pasado, el poder (económico y político) de acuerdo a su propia dinámica tiende a imponerse (Cfr. Marcos 10,42-45) como factor absoluto y son necesarios contrapesos, principios e instituciones superiores, que los ordenen como elementos de la humanización global. d) Con la actual globalización y desarrollo tecnológico queda también en evidencia la amenaza ecológica. La defensa del hábitat que posibilite la vida digna para nosotros y las futuras generaciones, se vuelve así en una tarea ética de importancia y gravedad.

2- Formación integral En la tradición educativa de la Compañía de Jesús la integralidad de la formación del joven implica el explícito cultivo de la inteligencia, de la voluntad y de los afectos.

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la razón instrumental y sus éxitos, transforman también cualitativamente el significado de la universidad en la sociedad, hasta extremar su valoración instrumental productiva y reducir otras dimensiones humanas. Una singular valoración de la Razón, del conocimiento y de la formación pretende que la fuente del mal está en la ignorancia y que el bien se sigue del conocimiento. Si esto es así, lógicamente la Universidad y su cultivo del conocimiento automáticamente, traen el bien y la liberación de la humanidad y la modernidad económicoracional es el paso de una etapa de miseria y de negación humana a una de plenitud y felicidad. Esta fue la utopía de la razón. Luego de más de dos siglos de éxitos, en las sociedades más avanzadas queda claro que la humanidad no se humaniza por el desarrollo unilateral de la razón instrumental y de una civilización economicista y utilitaria. Al mismo tiempo, queda en evidencia que la aplicación de la razón instrumental y de la ciencia es ambigua, puesto que da mayor capacidad y eficacia para fortalecer la vida y la dignidad humana, pero también para la dominación y la muerte. No hay un orden preestablecido por el cual la razón humana, al descubrir las leyes, va haciendo el bien y desarrollando el orden perfecto preestablecido por el Gran Arquitecto del Universo. Más aún, el prodigioso desarrollo de la razón instrumental, y de la economía de acumulación, ha llegado a niveles en los que el hombre es capaz de destruir la tierra y hacerla invivible. Hoy la humanidad y la universidad no pueden confiar en un “progreso” preestablecido, sin ambigüedad, sino que se tienen que preguntar por el sentido de las cosas y por la capacidad humana de usarlas constructivamente. La libertad y la responsabilidad humana no son sustituibles. II. Universidades de inspiración cristiana en un mundo dominado por la racionalidad instrumental. A lo largo del último año, las Universidades jesuitas de todo el mundo hemos hecho un esfuerzo de preparación de un futuro encuentro con el nuevo P. General. En este proceso de preparación todos nos planteamos dos preguntas:

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San Ignacio ponía mucho énfasis en ordenar los afectos, consciente de que ellos mueven a las personas. La novedad está en que la modernidad y la Universidad, donde la razón positivista e instrumental parece tener la exclusividad, han hecho que esa reivindicación de la “integralidad” en la formación de la persona requiera especial énfasis, por encontrarse en un ambiente desfavorable e incluso hostil. Por otra parte, hay evidencia de que un alto nivel de conocimiento no significa automáticamente un alto nivel de voluntad y capacidad para hacer el bien. Sabemos que, individualmente y como civilización, “no hacemos el bien que queremos y hacemos el mal que no queremos” (Romanos 7,15 y 18). Una civilización consumista y de individualismo posesivo produce una grave distorsión de los valores y desorden de los afectos, cuyos efectos están a la vista.

3- “En todo amar y servir” No se puede ignorar que los estudiantes buscan nuestras universidades porque esperan ser profesionales exitosos al salir de ellas. Esperan y quieren que la carrera les sirva para su éxito. La Compañía de Jesús forma para que ese éxito personal esté impregnado de sentido, como amor y servicio a los demás. Esa es la identidad cristiano-humana que la experiencia ignaciana enseña. No solo cerebralmente, sino de manera vivencial y afectiva, con la alegría de quien encuentra un tesoro escondido, el tesoro que nos comunica Jesucristo. Este sentido de servicio, en un mundo globalizado y con una visión más completa que en el pasado, nos lleva a la opción por los pobres y excluidos con dimensiones internacionales. La Universidad jesuita no puede ser para reforzar dinámicas políticas, económicas, sociales y culturales de exclusión. Afirmar el papel de la Universidad significa valorar altamente la razón, la ciencia y la tecnología. Afirmarla católicamente significa que somos conscientes de la ambigüedad de estos instrumentos y su tendencia a convertirse en absolutos de poder. Por tanto exige el discernimiento y la formación de personas que dominan esos instrumentos y los ponen al servicio de la humanización. Quiero citar una frase afortunada de Paul Locattelli en el documento mencionado anteriormente. “Further, rooted in the rich Catholic and Jesuit intellectual tradition, Jesuit Universities function in that creative tension between the importance of knowledge to educate students as whole persons and to serve society and Church” (p.2).

4- Metodología Formativa No se trata de formar bien la cabeza en la Universidad para que luego los egresados, en otra etapa de la vida, aprendan la acción. La acción, la experiencia y el “contacto” con las realidades humanas problemáticas son indispensables para la solidaridad bien formada. El P. Arrupe y el P. Kolvenbach insisten en que la formación de hombres y mujeres “para los demás” y “con los demás” requiere experiencias concretas de convivencia y de solidaridad. De manera muy acertada y breve, el P. Locatelli resume la metodología que va más allá de la relación profesorestudiante, de los muros de la universidad y de la pantalla de la computadora :”Students, in the course of their formation, must let the gritty of this world into their lives, so they can learn to feel it, think about it critically, respond to its suffering and engage it constructively. They should learn to perceive, think, judge, choose and act for the rigths of others, especially the disadvantaged and the oppressed” (p.2).

5- Universidad y tecnología para los excluidos Esta reunión que iniciamos hoy, representantes de universidades jesuitas de ambas Américas, con la participación de la iniciativa global llamada “Messina Commons” y de experiencias como las desarrolladas en Australia, es un momento especial para ver lo que estamos haciendo y podemos hacer en la línea de nuestra identidad común, como universidades de inspiración católica al modo jesuita. Es un don para nosotros poder compartir tres días de trabajo en esta Universidad, donde un grupo de 6 jesuitas y dos de sus colaboradoras dieron la vida por su empeño en hacer una universidad comprometida con la creación de un país donde los pobres no queden excluidos y expulsados por falta de oportunidades de vida. Su ejemplo y su amistad nos sirven de guía y de ánimo. La memoria del obispo mártir Mons. Romero nos inspira y renueva nuestro amor a esta Iglesia servidora de los pobres que nos recuerda que el uso de la razón, la economía y el poder político debe ser discernido y puesto al servicio de la vida. Tenemos la plena seguridad de que los frutos de este encuentro serán abundantes y duraderos. Pedimos la bendición de Dios para que así sea. UCA San Salvador, 13 de marzo de 2008


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De acuerdo con este objetivo, en agosto de 2003, en la ciudad de San Salvador se realizó una reunión provincial de rectores y directores de obras educativas, en la cual se propuso realizar una investigación que sirviera como punto de partida y proporcionara una valiosa información desde la perspectiva de la juventud sobre sí misma y sobre su vínculo con la problemática social y humana. Se pretendía conocer más sobre sus percepciones, vivencias y aspiraciones, para ello se plantearon tres propósitos básicos: lograr una mejor comunicación con los jóvenes, revisar y repensar nuestros programas educativos y crear nuevas plataformas de proyección. El proceso de definición de la metodología de la investigación y de las preguntas claves tomó mucho tiempo, pues hubo un amplio proceso de consulta para llegar a consensos y acuerdos. Se decidió que, en su primera etapa, la investigación sería de carácter exploratorio, y que en una segunda etapa, tendría un enfoque cualitativo, y que sería realizada por cada obra, a la luz de los resultados de la primera. En este proyecto participaron las diferentes obras del sector educativo de la Provincia Centroamericana: Fe y Alegría, colegios, institutos y universidades. En Guatemala participaron Fe y Alegría, la Universidad Rafael Landívar, el Liceo Javier y el Colegio Loyola; en El Salvador, Fe y Alegría, la Universidad Centroamericana Simeón Cañas, y el Colegio Externado San José; en Nicaragua, Fe y Alegría, la Universidad Centroamericana, el Colegio Centroamérica y el Colegio Loyola; en Honduras, Fe y Alegría y el Instituto San José. Las obras educativas de Panamá, Fe y Alegría y el Colegio Javier, no pudieron participar en esta etapa de la investigación. La pregunta clave fue: ¿Cuál es el perfil sociocultural de los y las adolescentes y jóvenes de las obras educativas de la Compañía de Jesús en la Provincia Centroamericana? Los objetivos que persiguió dicho estudio fueron: • Elaborar un perfil de los y las jóvenes que estudian en las diferentes obras educativas que la Compañía de Jesús tiene en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, tomando como base el diagnóstico de los factores socioculturales que los caracterizan.

Investigación sobre cultura juvenil de los y las estudiantes de las obras educativas de la Compañía de Jesús - Provincia Centroamericana

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En el año 2000, la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús elaboró su Plan Apostólico para los años 2001-2010, en el cual definió como una de sus prioridades el trabajo apostólico con la juventud. Entre las estrategias propuestas se encuentra la realización de investigaciones sobre el mundo juvenil, para diseñar programas integrales de atención a este importante sector.

Renata Rodrigues / Vicerrectora Académica UCA Nicaragua


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• Identificar a través de los perfiles regionales por edad, sexo, país, tipo de obra educativa y nivel educativo, las fortalezas y las debilidades que presentan los y las estudiantes en cada área investigada. • Recomendar líneas estratégicas de intervención en el trabajo educativo con los y las jóvenes. Para alcanzar tales objetivos, las obras jesuitas involucradas elaboraron un cuestionario que contemplaba temas de gran influencia en el mundo de los y las jóvenes: familia, trabajo, nivel socioeconómico, visión sobre su futuro, valores y antivalores, participación social a través de la vida religiosa u otras organizaciones, consumo de alcohol y drogas, vida afectiva y sexual, violencia y percepción de su mundo inmediato (familia y universidad) y mediato (el país). Contestaron la encuesta 5382 jóvenes, 2735 hombres y 2647 mujeres; 2530 adolescentes, de 12 a 16 años y 2853 jóvenes, de 17 a 24 años; 1168 estudiantes de Fe y Alegría, 1,736 de Colegios e Institutos y 2478 de universidades. Esta investigación exploratoria fue realizada a finales de 2004 por trece equipos de trabajo, uno por cada obra educativa participante. La coordinación técnica quedó a cargo del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA de El Salvador; se hicieron 5,382 aplicaciones a una muestra representativa de los y las estudiantes, que tuvieran entre 12 y 24 años. La coordinación general estuvo a cargo de la Comisión de Educación de la Provincia Centroamericana. La investigación se realizó gracias a la contribución financiera del Centro MAGIS, Provincia Centroamericana y obras educativas participantes. Fue un arduo trabajo, en el que cada equipo elaboró un informe de los resultados de su obra, y un equipo central se encargó del informe regional. En algunas obras, ambos informes fueron presentados a profesores y padres de familia. Se crearon espacios de reflexión sobre lo que sienten, piensan, viven y anhelan los jóvenes que se están educando en nuestras escuelas y universidades. Uno de estos espacios tuvo lugar en 2006, durante el encuentro anual de las tres universidades, el cual generó un rico debate.

Algunos hallazgos En este artículo podemos apenas mencionar algunos de los principales hallazgos: Con relación a los valores, se midió el nivel de tolerancia, la solidaridad, y la visión del país que el joven encuestado posee. La solidaridad hacía referencia al apoyo que se brindaba a otros, medía la capacidad de compartir voluntariamente lo que hacen los y las demás. En general se observó un mayor nivel de tolerancia que de solidaridad entre los jóvenes. Éste último está más vinculado al círculo familiar, y no a la comunidad ni a colegas de estudio. Al preguntarles si tienen problemas personales de carácter familiar, los resultados indican que casi la mitad de los jóvenes (46.3%) dicen no padecerlos, seguido por un 23.2% que menciona que su principal problema familiar es la falta de confianza para compartir sus problemas y un 19% que expresa la falta de comunicación.


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Sobre la visión del país, hay un consenso bastante grande entre los encuestados. Apuntan que entre los principales problemas de su país, la pobreza ocupa el primer lugar, seguido por la violencia (con excepción de Nicaragua) y el desempleo (segundo principal problema para los jóvenes nicaragüenses). Sobre las acciones que podrían tomarse para mejorar la situación en sus países, una tercera parte (29.5%) opina que se deberían abrir más y mejores oportunidades de trabajo, le sigue un 16.2% que dice que debería de haber mayor diálogo y participación de todos; un porcentaje similar (16.0%) expresa que se debe aumentar el acceso a la educación y un 12.2% cree que deben haber líderes íntegros y honestos. Sobre el nivel de confianza que tienen los jóvenes en las diferentes instituciones gubernamentales y civiles, cuatro de cada cinco jóvenes considera que la institución más confiable es la Iglesia. La mitad de ellos afirma que son los medios de comunicación y una tercera parte piensa que son los cuerpos de seguridad, como el ejército y la policía. Poco más de la décima parte de los jóvenes confían en los partidos políticos o en el poder legislativo. El descrédito en los políticos es patente. Cuando se les preguntó sobre los motivos para emigrar de sus lugares de origen, se observó diferencias, en dependencia del país. Según los jóvenes salvadoreños encuestados, el conflicto armado de su país fue el responsable del desplazamiento del 14.5% de ellos y ellas o de sus familias. Este porcentaje duplica al de los otros países por esta misma razón. Para el 17,6% de los salvadoreños, la falta de una vivienda digna también es motivo de emigración. Porcentualmente, esta cifra es cerca de nueve puntos mayor que en el resto de países. Por otra parte, los jóvenes de Honduras (28.0%), Nicaragua (15.1%) y Guatemala (20.6%), manifiestan que la búsqueda de un mejor trabajo ha sido el motivo principal para abandonar sus lugares de origen. Al preguntarles si están motivados o no a migrar, se observó una opinión muy dividida, ya que el 51.4% dice que ha pensado seriamente en irse a vivir a otro país. Esta respuesta varía según el país, ya que seis de cada diez jóvenes (61.2%) de El Salvador así lo expresan; en Honduras y Nicaragua lo manifiestan cinco de cada diez (50.6% y 51.5% respectivamente) y en Guatemala lo hacen cuatro de cada diez (41.1%). Por otro lado, dos de cada cinco jóvenes (41.4%) de Fe y Alegría dicen lo mismo, mientras que en los colegios y universidades sólo lo expresan uno de cada dos (53.7% y 54.4%), respectivamente. En la medida en que la edad aumenta, crece el porcentaje de jóvenes que dicen haber pensado irse a vivir a otro país, aunque al llegar al grupo de mayor edad esta tendencia se invierte y desciende. El rango de edad del grupo que expresa mayor voluntad de migrar se encuentra entre los 15 a 20 años, y va decreciendo paulatinamente. Para los universitarios, el principal motivo para irse a vivir a otro país es seguir estudiando, seguido por los que desean hacerlo para mejorar económicamente.


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Sobre el nivel de satisfacción con su vida, la mayoría (80%) manifestó sentirse algo satisfecho o muy satisfecho con ella. Este porcentaje se mantiene en los diferentes países, aunque con algunas diferencias. Entre los principales motivos por los que los jóvenes dicen sentirse felices se destacan las relaciones personales que tienen y su estado personal. Al preguntarles sobre sus modelos de vida, la mayoría quiere parecerse a sí mismo; uno de cada cinco expresa que le gustaría parecerse a Jesucristo. Otro de los aspectos que aborda la encuesta es el tema religioso. La inmensa mayoría de nuestros alumnos y alumnas, el 90%, profesan algún credo religioso y de tradición cristiana. Sin embargo, muchos no son católicos practicantes. Su visión de Dios mayoritariamente es la del creador del ser humano y de todas las cosas, seguido por la de un ser de amor. Al momento de preguntarles a los jóvenes si creían más en la comunicación personal con Dios que en las actividades religiosas tradicionales, como ir a misa, procesiones, rezos, cultos, etc., el grupo se dividió en dos partes: un 44.1% está de acuerdo con la afirmación anterior, mientras que un 46.4% dice que ambas formas los comunican con Dios. Apenas un 4.9% dice creer que la única forma de hacerlo es a través de ritos, como los mencionados anteriormente. Éstos son algunos de los resultados de la investigación realizada. Hay una rica y valiosa información que podemos extraer de ella, lo que nos insta a hacernos muchas preguntas. ¿El aumento de la tolerancia y la disminución de la solidaridad reflejan un joven más metido en sí mismo? ¿Hay un redireccionamiento del sentido religioso, vinculado a preguntas fundamentales sobre la vida humana? ¿Por qué a los actos religiosos católicos les encuentran cada vez menos sentido? ¿Se podrá revertir el descrédito evidente en los políticos y en la política? ¿Cuánto están los jóvenes dispuestos y motivados a contribuir para la superación de los principales problemas nacionales apuntados por ellos? ¿Qué procesos educativos debemos implementar para generar en los jóvenes mayor confianza en sí mismos y en su país? Es nuestra tarea seguir buscando las respuestas a éstas y a otras preguntas, junto con ellos y ellas, protagonistas de su desarrollo y formación.

Algunas lecciones aprendidas Vale la pena finalizar este artículo puntualizando en las principales lecciones aprendidas durante el proceso de investigación. Fuimos muy ambiciosos al pretender abarcar tantos temas, por lo que el cuestionario resultó muy largo, un poco cansado para contestar y muy trabajoso para analizar posteriormente. A lo largo de los meses que duró la investigación, se realizaron algunos talleres en los que participó todo el equipo de trabajo de todas las obras, lo cual contribuyó muchísimo para cohesionar al grupo, compartir conocimientos, resolver dudas, orientar las tareas, reorganizar fuerzas y tomar decisiones de manera conjunta. Se intentó mantener una comunicación constante y


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fluida entre los equipos y la coordinación del proyecto, garantizando así el acompañamiento técnico de la investigación. Las obras educativas asumieron el reto, apoyando a cada equipo de trabajo. Consensuamos un cronograma de actividades comunes, aunque no siempre fue cumplido, pues la experiencia previa en investigación no era homogénea; algunos equipos tenían más dificultades técnicas, otros dedicaban poco tiempo a la tarea por las múltiples actividades que tenían en la obra, otros, en cambio, avanzaban más rápido. La coordinación técnica, con amplia experiencia en investigación, jugó un rol muy importante al dar seguimiento a cada equipo, de manera personalizada. Las universidades lograron integrar estudiantes a los equipos locales de investigación, generando una rica reflexión interna en cada colectivo, pues eran jóvenes investigando a los jóvenes, con una mayor capacidad de comprensión de sus pares. Esta participación juvenil dio fortaleza a los análisis de resultados de cada informe. Ya han pasado algunos años desde la aplicación de la encuesta, hemos definido y ejecutado planes de intervención en algunas obras. Nos preguntamos si los jóvenes que están hoy en nuestras aulas son los mismos, o si ya piensan, viven y sienten de manera diferente. Puede ser que sí, puede ser que no. Lo que sí podemos afirmar es que para educar de manera pertinente, poniendo a nuestros estudiantes en el centro del proceso, debemos seguirnos preguntando ¿qué piensan, cómo viven, qué anhelan, qué tipo de apoyo humano y pedagógico necesitan? El documento “Pedagogía ignaciana, un planteamiento práctico” enfatiza con precisión meridiana: “Los profesores y los demás miembros de la comunidad educativa deberían, en consecuencia, tener en cuenta: a) El contexto real de la vida del alumno que incluye su familia, los compañeros, las situaciones sociales, la misma institución educativa, la política, la economía, el clima cultural, la situación eclesial, los medios de comunicación, la música y otras realidades. Todo esto tiene un impacto positivo o negativo en el estudiante. De vez en cuando será útil e importante animar a los alumnos a reflexionar sobre lo que están experimentando por los factores del entorno y cómo éstos afectan sus actitudes, sus modos de captar la realidad, sus opiniones y sus preferencias. Esto será especialmente importante cuando los alumnos estén tratando temas que les van a provocar probablemente fuertes sentimientos.” Con esta investigación pretendíamos conocer este contexto real, visto desde sus ojos y de su corazón, para poder finalmente proyectar mejor nuestra misión y quehacer educativo. Renata Rodrigues Vicerrectora Académica de la Universidad Centroamericana Coordinadora de la Comisión de Educación Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús


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El CENDIBERO DE LA UIA LEÓN

“¿Es un sueño, en el mundo de hoy, generalizar una pedagogía personalizada y comunitaria? … Pretensión, quizá, respondería Pierre Faure, pero, aceptando las exigencias ligadas a la búsqueda de los valores que son sus raíces, un reto a superar”. Anne-Marie Audic (2007), Pierre Faure, S.J. 1904-1988. Hacia una pedagogía personalizada y comunitaria, UIA León, p. 335.

No estaríamos completos en nuestro espacio de trabajo sin el Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad Iberoamericana León o como le llamamos desde que fue fundado hace casi ocho años: Cendibero; ahí acuden las hijas e hijos de las mamás que son parte del personal administrativo o académico, alumnas o exalumnas. Mientras estos integrantes de la comunidad, que pertenecen a la primera infancia, realizan actividades que favorecen su desarrollo integral, sus mamás y sus papás se desempeñan con toda tranquilidad confiando en que sus pequeños están en manos expertas. El Cendibero fue pensado para satisfacer, por un lado, una necesidad de las mamás y los papás que laboran y/o estudian en la Ibero León, y por otro, para operar un proyecto congruente con el modelo educativo ignaciano de proporcionar una formación integral que considera los aspectos físico, afectivo, social, cognitivo y espiritual de los menores. Gracias a importantes investigaciones en el ámbito de lo fisiológico y psicológico, en la actualidad sabemos que en los primeros años de vida se adquieren las bases fundamentales para el desarrollo del ser humano, pues es a partir del periodo sensoriomotor cuando se favorece la capacidad neurológica y por tanto afectiva y mental de los infantes, lo cual propiciará a su vez el logro de su autonomía, su confianza básica y su propia autorregulación. Con base en dichos avances, los cuales han sido adquiridos por el personal de este centro de desarrollo infantil al asistir a diplomados sobre Estimulación Temprana, Psicomotricidad, etc., se propicia un ambiente favorable y se apoya al infante en este conocimiento de sí mismo y lo que le rodea, mediante estrategias para la promoción y protección de la salud, y la atención responsable del desarrollo para que las niñas y los niños caminen armónicamente hacia su autorrealización. Redacción: UIA LEÓN

El Cendibero abrió sus puertas el 21 de agosto del año 2000, recibiendo a tres niños y a una niña, cuatro en total. En la actualidad, se atiende un promedio de 85 niños al mes, en edades que fluctúan entre los 43 días de nacidos y los 4 años, en el turno


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matutino; en el vespertino, se extiende hasta los 8 años. El Cendibero ha atendido en estos años a 36 infantes hijos de alumnas y alumnos de la Universidad.

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El hecho de que el Centro se encuentre ubicado en el Campus Universitario permite, entre otras cosas, fomentar la lactancia materna; de tal manera que hasta ahora, 51 infantes han sido alimentados por sus madres, lo cual reporta grandes beneficios físicos y psicológicos para el crecimiento de los menores. Podemos resumir que lo que hacemos en el Cendibero es formar a las niñas y a los niños en un ambiente de respeto, armonía y libertad en donde cada una y cada uno de ellos recibe una atención personal, desarrollando hábitos y habilidades, en donde la convivencia diaria con otros pequeños así como con los adultos les ayuda a ser más sociables y seguros. Cada quien trabaja a su propio ritmo, y para que todas y todos

tengan las mismas oportunidades, se fomenta la cooperación, el diálogo, la curiosidad, la creatividad, los valores y la transmisión de la cultura.

A estos “futuros universitarios” les ha tocado enfrentar un mundo complejo, sin embargo desde este momento ya se encuentran en un espacio adecuado para su formación y viviendo en un clima propicio para crecer fortalecidos hacia la autorrealización. El equipo que los atiende trata de contribuir a un despertar alegre y comprometido a la vida, con base en algunos de los principios pedagógicos del jesuita francés Pierre Faure, quien proponía una atmósfera de libertad y responsabilidad, para que cada sujeto encuentre sus propias metas -no para reproducir un conocimiento irreflexivamente-, para poder llegar a ser uno mismo: “El hombre es un ser de valores y no puede evitarlo… El ser debe identificar el valor que adopta para sí. El educador sólo puede ayudarlo a elegir” (Ibid., p. 334). Observamos estos principios al ver a los niños jugar en el arenero, o cuando están pintando o comiendo o jugando en las canchas deportivas o en el desfile de la Primavera, o cuando hacen gala de sus talentos artísticos e histriónicos en la ceremonia de graduación. Cada quien está descubriendo cómo ser, cómo ser en la alegría de con-vivir. Decía la maestra y escritora chilena Gabriela Mistral: “El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”.


PROYECTOS

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AUSJAL quiere conocer sus estudiantes. 10 universidades investigan la cultura juvenil

Silvana Campagnaro / Vicerrectora Académica UCAB Líder del proyecto

Desde el año 2004 la Red de Homólogos de Educación estableció como meta prioritaria del trabajo de la red, investigar sobre la Cultura Juvenil de los estudiantes de las Universidades de AUSJAL. Esa determinación surgió como respuesta a interrogantes planteadas durante extensas discusiones: ¿quiénes son nuestros estudiantes?, ¿por qué se rompe el diálogo entre el docente y el alumno?, ¿deberíamos cambiar el paradigma del docente conocedor y transmisor del saber y del alumno receptor?, ¿deberíamos ver la dinámica pedagógica desde la perspectiva del estudiante?, ¿cuál es el modo juvenil de percibir el mundo y su relación con los adultos?, ¿cómo han influido las tecnologías de la comunicación en la construcción de la socialización y de la propia cultura juvenil?, ¿qué cambios han impulsado los jóvenes en la sociedad?, ¿cuáles son sus creencias sobre asuntos como la familia, la política, la salud, la educación?, y finalmente, ¿cómo puede la universidad comprenderlos y acompañarlos en el tránsito hacia la vida adulta para que sean ciudadanos de bien con una formación al servicio del otro? Además de tales preguntas, la motivación para emprender un estudio de envergadura como éste, surgió de otro estudio relacionado que realizó la Provincia Centroamericana en las obras educativas de la Compañía de Jesús en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua; sus responsables nos animaron y compartieron sus experiencias tanto para la conformación de equipos como en los elementos metodológicos a considerar. Muchos autores han definido el término cultura juvenil como el modo que tienen los jóvenes de percibir su mundo en ese espacio temporal que significa ser joven, manifestando preferencias y protagonismos hasta generar una cultura propia: una visión del mundo que los rodea, un modo de actuar, de creer y de aspirar a un futuro promisorio. Ahora bien, la cultura juvenil no se puede estudiar a través de una sola dimensión, porque es un fenómeno multidimensional y así lo hemos considerado siempre. Como era de esperar cuando se conformó un grupo de investigación interdisciplinaria, cada quien defendía (primer inconveniente) una posición sesgada por su propia formación, pero a medida que avanzábamos en la discusión fuimos deshilando la madeja de este fenómeno complejo que es Cultura Juvenil para definir lo sustancial, lo medular, dejando de lado florituras y elementos secundarios (segundo inconveniente). Conocedores de los valores que promueve el Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús, y atendiendo a los ámbitos en los que la Universidad puede


PROYECTOS

51 influir en la formación de los jóvenes, centramos la cuestión de la siguiente manera: ¿qué dimensiones podemos estudiar?, ¿para qué formamos? Luego de un seminario técnico, de una audioconferencia y numerosos correos electrónicos, convinimos en seleccionar estas dimensiones: 1) Política/ Ciudadanía (Formar para la democracia) 2) Sexualidad (Formar para la sexualidad plena y responsable) 3) Salud (Formar para estilos de vida saludable) 4) Trascendencia (formar para la trascendencia) 5) Consumo cultural (Formar para el uso crítico, académico y social de las tecnologías de la comunicación e información, y del uso de los espacios de diversión y entretenimiento) 6) Expresividad cultural (formar para la expresividad artística) 7) Educación (Formar para el estudio, el trabajo en equipo y la investigación, así como para evaluar de forma critica la relación profesor-alumno, la finalidad de los estudios académicos y su correspondencia con el trabajo) 8) Familia (Formar para la vida en familia) 9) Trabajo (Formar para el trabajo productivo, solidario y sustentable) Actualmente estamos en la fase de construcción del instrumento de evaluación y próximos a desarrollar un estudio piloto que nos permitirá afinar dicho instrumento, para así administrarlo a una muestra de 11 mil estudiantes de dichas universidades. Con esta información cuantitativa pretendemos mejorar y fortalecer los procesos de formación de las nuevas generaciones de nuestras universidades.

Al final del estudio caracterizaremos, a partir de un marco de investigación común, la realidad sociodemográfica, las prácticas, creencias y aspiraciones de la población estudiantil que hace vida formativa en las instituciones de AUSJAL. Intentaremos también intercambiar información, diálogo y reflexión continua para el estudio de la realidad sociocultural de los jóvenes de las universidades de AUSJAL, tanto a escala nacional como latinoamericana. Pretendemos comparar los resultados obtenidos en la investigación con los valores promovidos por el Proyecto Educativo Común (PEC), y con documentos normativos de la universidad para recomendar acciones de políticas de formación y extensión de las distintas universidades de AUSJAL. El equipo está conformado de la siguiente manera: Coordinación General • Centro de Investigación y Formación Humanística (CIFH), Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, Venezuela Integrantes del Proyecto • Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Venezuela • Universidad Católica del Táchira, Venezuela • Instituto Universitario Jesús Obrero de Maracaibo, Venezuela • Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia • Universidad Iberoamericana de Puebla, México • Universidad Iberoamericana de México, Ciudad de México, México • Universidad Alberto Hurtado, Santiago de Chile, Chile • Universidad Antonio Ruiz de Montoya de Lima, Perú • Universidad Católica del Uruguay , Montevideo • Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos, Paraguay


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Construyendo una red. Pasos en el Proyecto de Monitor de la Cultura Juvenil en la Universidades de AUSJAL

La preocupación por el tema de la “cultura juvenil” en AUSJAL no es nueva. En distintas Asambleas Generales de Rectores de AUSJAL se presentaron iniciativas y propuestas orientadas hacia la investigación de este tema. Constantemente se mencionaba la existencia de una “brecha generacional”, el desconocimiento de que implicaba esta brecha, y las dificultades de comunicación y motivación que reiteradamente se reportaban por parte de directivos, docentes y agentes de pastoral en su trabajo formativo con los jóvenes universitarios. Durante el III Encuentro de la Red de Homólogos de Educación realizada en Lima en abril del 2005 y que contó con la participación del Secretario de Educación de la CPAL, el P. Jesús Montero Tirado s.j., se consideró “pertinente y prioritario” realizar un Proyecto de Investigación Interinstitucional sobre Cultura Juvenil Universitaria. En aquel momento manifestaron interés en participar en este proyecto la Javeriana de Bogotá, la Católica del Uruguay, la Ruiz de Montoya de Perú, la Iberoamericana de Puebla, el ISEHF de Paraguay, la UCA de Managua, la Alberto Hurtado de Chile, UNISINOS de Brasil y la Católica Andrés Bello de Caracas. Para coordinar este esfuerzo se comprometieron a trabajar el Profesor Rafael Campos de la Javeriana de Bogotá y la Coordinadora de la Red de Homólogos de Educación la profesora Silvana Campagnaro de la UCAB de Caracas. La Asamblea de Rectores celebrada en Córdoba Argentina en mayo del 2005 concluyó en la necesidad de apoyar esta idea de investigación surgida en la Red de Homólogos de Educación de AUSJAL. Paralelamente a este esfuerzo el P. Luís Ugalde s.j. y la profesora Silvana Campagnaro establecieron contacto con la profesora Renata Rodríguez, Vicerrectora Académica de la UCA de Managua quien conjuntamente con la profesora Olga Doñas estaban a punto de culminar una investigación sobre “cultura juvenil” para todas las instituciones de la Compañía de Jesús en la Provincia Centroamericana. Tanto el Profesor Rafael Campo de la Javeriana de Bogotá como la profesora Silvana Campagnaro Coordinadora de la Red de Homólogos de Educación y su equipo de trabajo, han revisado, la metodología, el instrumento y el informe preliminar y coinciden que este estudio es un excelente proyecto que pudiese ser replicado con las modificaciones necesarias para su contextualización.

Jesús Azcargorta / AUSJAL

Durante el mes de febrero de 2006 se realizó en Caracas el IV Encuentro de las Red de Homólogos de Educación de AUSJAL que contó con la participación de once instituciones de la Red y tuvo como objetivo central: Establecer el marco teórico y metodológico del estudio de Investigación sobre Cultura Juvenil. Para ello, se


PROYECTOS

53 debían conocer las experiencias de estudios similares realizadas por las universidades y analizar el marco teórico y metodológico del estudio realizado en las obras educativas de la Compañía de Jesús de Centroamérica. El grupo debía además definir el esquema organizativo para elaborar el diseño del proyecto de investigación que debería ser presentado al Centro Magis para obtener un posible cofinanciamiento. Durante los meses de marzo a julio de 2006 la Coordinación de la Red con el equipo de trabajo de la UCAB, conjuntamente con la Secretaría Ejecutiva de AUSJAL y el resto de los responsables de la Red estuvieron trabajando en la elaboración del diseño del Proyecto de Investigación el cual fue concluido en su Versión Inicial en Octubre del 2006. En enero del 2007 se elaboró la Versión Final del Proyecto y en marzo del 2007 la Coordinadora de la Red de Homólogos de Educación Silvana Campagnaro firmó en representación de la Red y como Líder del Proyecto el contrato de cofinanciamiento con el Centro Magis del “Monitor de la Cultura Juvenil en la Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina” cuyo objetivo general será: crear una Red Inter Universitaria que propicie el intercambio de información, diálogo y reflexión continua que permita conocer la realidad sociocultural de los jóvenes de las Universidades de AUSJAL, para mejorar y fortalecer los procesos de formación de las nuevas generaciones. Las Universidades de AUSJAL que se comprometieron a participar en el Monitor de Cultura Juvenil son las siguientes: UCAB de Caracas, UCAT del Táchira, IUJO, Javeriana de Bogotá, UIA Ciudad de México, UIA de Puebla, UIA de Torreón, Alberto Hurtado de Chile, Antonio Ruiz de Montoya de Perú, Católica del Uruguay. Cada una de estas universidades a través de su Rector debió comprometerse por escrito con el proyecto, definir el responsable de llevar adelante la investigación en su propia universidad, así como el equipo de investigadores que lo acompañaría En Mayo del 2007, se realizó en Caracas con la participación de todos los representantes técnicos de la universidades participantes en el proyecto, el primer Seminario Técnico que tenía como objetivo principal establecer los acuerdos acerca del marco metodológico de la investigación y discutir entre los distintos representantes de la universidades sobre las dimensiones que debía contemplar el instrumento de recogida de información. Los objetivos del Seminario se lograron, para ello fue necesario que los asistentes escucharan los distintos enfoques metodológicos que cada uno traía al seminario. Después de un largo, complejo y colaborativo proceso de toma de decisiones se lograron los acuerdos metodológicos requeridos por la investigación. Una comisión integrada por la UCAB como institución coordinadora, la Javeriana de Bogotá, la UIA de Puebla y la UIA de Ciudad México, se responsabilizó de elaborar una versión preliminar del instrumento de recogida de la Información. Esta versión preliminar se culminó y en el mes de enero de 2008 se envió a todas las universidades participantes con el propósito de recoger sus observaciones. El próximo 18 y 19 de febrero se reunirán en Caracas los representantes de las cuatro universidades mencionadas con el propósito de concluir la elaboración de la versión final del instrumento y planificar los próximos pasos a dar en relación con esta investigación sobre la “cultura juvenil” en las universidades de AUSJAL. Desde la Carta AUSJAL deseamos enviar una calurosa felicitación a todos los participantes en este proyecto y animamos a la coordinación y a los equipos de investigadores de las distintas universidades a poner su mejor motivación y disposición técnica en este momento en que el proyecto inicia una fase decisiva.


ANTES DEL CIERRE 54 Congregación XXXV Recibimos con alegría la elección del P. Adolfo Nicolás SJ como nuevo Padre General de la Compañía de Jesús.Se confirmó como una buena noticia, motivo de alegría y de esperanza. Por otra parte, en el marco de la Congregación, el Rector de la Universidad Católica del Táchira, Arturo Sosa SJ, fue designado como Consejero General no residente del Padre Nicolás SJ.. Sosa, quien antes había sido Provincial de Venezuela, participó previamente en la comisión encargada de la preparación de la Congregación General. La información sobre los pormenores de la Congregación está disponible en http://www.sjweb.info/35/index.cfm?Lang35=3

Fortaleciendo el continuo educativo Educadores populares de Fe y Alegría. Las universidades Javeriana de Bogotá, Católica Andrés Bello, Católica del Ecuador y Antonio Ruiz de Montoya de Perú, coordinados por la Secretaría Ejecutiva de AUSJAL y la Federación Internacional de Fe y Alegría (FIFYA), trabajan conjuntamente en el diseño de un programa virtual para la formación de educadores populares de Fe y Alegría en América Latina. Luego de dos audioconferencias, se celebró una reunión en Caracas, del 20 al 22 de febrero, en la que los equipos técnicos trabajaron en el diseño instruccional. Por otra parte, las universidades que manifestaron su interés de sumarse al proyecto para el Curso de Gerencia Social e Identidad Ignaciana en las obras de la Compañía de Jesús se reunirán en Caracas del28 al 30 de abril conjutamente con representantes de CPAL, Fe y Alegría FLACSI, el Sector Social y la Secretaría Ejecutiva de AUSJAL.

Nuevo Rector de FAJE El Gran Canciller de la Facultad Jesuita de Filosofía y Teología, P Joäo Roque Rohr SJ, designó a Jaldemir Vitório SJ como nuevo rector de esa casa de estudios, en


ANTES DEL CIERRE

55 sustitución de Joao Mc Dowell, SJ. Vitorio SJ nació en Cachoeiro del Itapemirim, el 3 de septiembre de 1949. Entró en la Compañía de Jesús en 1969 y se ordenó en diciembre de 1979. Es Magíster en Escritura Sagrada del Instituto Bíblico Pontifical de Roma (1986) y Doctor en Teología de la PUC-Río (1995). Pertenece al Departamento de Teología de FAJE desde 1986, ejerciendo la posición del director entre 1999 y 2007. La toma de posesión del nuevo rector tuvo lugar durante la ceremonia de la inauguración del año académico de FAJE, en marzo de 2008.

RSU se reúne en Córdoba Luego del trabajo de revisión del documento de «Políticas e Indicadores de Responsabilidad Social de AUSJAL» y de la definición de una batería de indicadores de RSU para nuestras universidades realizado por la Católica de Córdoba y la Católica del Uruguay durante el segundo semestre de 2007, se han programado nuevas audio conferencias para el primer trimestre de 2008 que permitirán concluir con la elaboración de los indicadores y la formulación del Proyecto de Fortalecimiento de la Responsabilidad Social de la Universidades de AUSJAL. La Red de Homólogos de Responsabilidad Social Universitaria se reunirá en la Universidad Católica de Córdoba (Coordinadora de la Red), y se dará inicio al Proyecto de Fortalecimiento Institucional cuyo primer paso será la elaboración de los instrumentos para el proceso de auto evaluación de la gestión de RSU de las universidades participantes en el proyecto.

Encuentro AUSJAL-AJCU-DACE-Jesuitnet en la UCA-El Salvador Del 12 al 14 de marzo de 2008 tuvo lugar en la Universidad Centroamericana «José Simeón Cañas» de El Salvador, el III encuentro de los directores y responsables de educación a distancia y enseñanza para adultos de AUSJAL y AJCU. La agenda contempla 4 conferencias y 16 talleres de trabajo. Este es el tercer evento de este tipo; el primero se celebró en el ITESO de Guadalajara (2001) y el siguiente en la UCA de Managua (2006). Estos encuentros han permitido estrechar los vínculos entre las universidades de AUSJAL y las universidades norteamericanas de AJCU.

Fondo Editorial AUSJAL. Como uno de los acuerdos de las videoconferencias realizadas entre los directores de publicaciones de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, la Católica Andrés Bello, la Javeriana de Bogotá y la Católica del Ecuador, se decidió colocar en el portal de AUJSAL sus catálogos de publicaciones en formato .pdf. Los interesados pueden revisarlos en www.ausjal.org/publicaciones.php. Otros acuerdos apuntan hacia la definición de unos acuerdos generales y especfíficos para la coedición de obras de interés latinoamericano.


PUBLICACIONES

Bioética y Derechos Humanos

PUBLICACIONES

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Armando Segundo Andruet (h), compilador. Educc, Córdoba, 2007.

La Editorial de la Universidad Católica de Córdoba (Educc) acaba de publicar el libro Bioética y Derechos Humanos , compilado por el actual Presidente del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Córdoba, Armando Segundo Adruet (h). La obra reúne ensayos sobre las relaciones entre el desarrollo tecnológico de la humanidad y el desarrollo ético que debería acompañarlo, y se aproxima a una serie de preguntas asociadas a la contradicción entre los beneficios de la investigación científica, asequibles sólo para unos pocos, y la exclusión social apremiante en países como la Argentina, donde gran parte de la población no puede acceder a los cuidados básicos para la salud. Bioética y Derechos Humanos compila ensayos de José Alessio, Ronald Cárdenas Krenz, Olsen A. Ghirardi, Mónica Heinzmann, María del Pilar Hiruela, Andrés Toledo, Rafael Velasco y Susana Vidal.

Secuencias de Desarrollo Infantil Integral Chilina León de Viloria. Universidad Católica Adnrés Bello

En este libro la autora ofrece una visión más integradora del proceso de desarrollo infantil integral. Introduce modelos octogonales para adolescentes, adultos y ancianos, dado el impacto de la funcionalidad y el bienestar de los adultos significativos en el proceso constructivo del desarrollo infantil. El libro ofrece un marco de referencia de psicología infantil útil para la rutina diaria de la familia, la escuela y la comunidad en nuestra realidad nacional

Las víctumas frente a las búsqueda de la verdad y la reparación en Colombia Guillermo Hoys Vásquez. Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá

El presente libro recoge algunas de las exposiciones más relevantes del Seminario Internacional sobre “Verdad y reparación en Colombia, desde la perspectiva de las víctimas”, celebrado en Bogotá los días 8 y 10 de mayo de 2006. Este evento permitió dar a conocer los diferentes puntos de vista de personalidades vinculadas a procesos de verdad, justicia y reparación en América Latina. La búsqueda de nuevas vías para el diálogo es uno de los ejes de esta obra, la cual se constituye en un compendio de diversas conferencias que tuvieron lugar en el evento.


Poducido por el Equipo saramaguiano de investigación de la Universidad Católica de Córdoba, y editado por Miguel Koleff y María Victoria Ferrara, este el uarto libro publicado por el Equipo saramaguiano, tras dos volúmenes de Apuntes y el libro Indagaciones, de Mónica Ponce, Graciela Castañeda y Marisa Piehl. En este caso, Apuntes saramaguianos III reúne ensayos en torno de la mirada de José Saramago sobre los temas más actuales de este principio de siglo: derechos humanos, democracia, igualdad y libertad.

Comunicación y desconstrucción. El comcepto de comunicación a partir de la obra de Jacques Derrida García Masip, Fernando UIA 2008

Una revisión, desde la perspectiva de la desconstrucción, del concepto de comunicación. Se explican las estructuras conceptuales de la desconstrucción, sobre todo las provenientes del pensamiento de Jacques Derrida, y también se trabaja con las mismas estructuras en algunos usos conceptuales que se le dan frecuentemente a la comunicación. El libro es un homenaje al propio Derrida, quien a través de sus textos nos enseñó a leer y a escribir de otras formas, lo que creíamos ya haber leído y escrito siempre, sobre todo a la filosofía.

Pacificadores vs. Oportunistas. La difícil implementación de un acuerdo de paz. El caso de El Salvador (1992-1994) Zamudio González, Laura UIA; Plaza y Valdés, 2007

Utilizando el planteamiento teórico del Nuevo Institucionalismo Económico, en este trabajo se pretende establecer cómo contribuye la creación de un marco institucional de reglas, que reduzca la incertidumbre de los actores en el periodo posconflicto, a la implementación exitosa del acuerdo de paz establecido.

PUBLICACIONES

Miguel Koleff / María Victoria Ferrara (Ed.) Educc, Córdoba, 2007,

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PUBLICACIONES

Apuntes saramaguianos III. José Saramago y el siglo XXI.




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