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marisol méndez
Entrevista respondida el 26 de mayo por teléfono. MARISOL MÉNDEZ.
RETRATO DE LA DIVERSIDAD.
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La fotógrafa boliviana Marisol Méndez presenta en Getxophoto 'Madre', un trabajo que celebra la diversidad de la cultura boliviana poniendo el foco en la representación de la mujer. La mezcla de imágenes invita a cuestionar el clasismo y el machismo imperantes en el imaginario de Bolivia.
‘Madre’, de Marisol Méndez, podrá verse en Getxophoto, que se desarrollará del 2 al 26 de junio.
ARGAZKIA / FOTO / PHOTO
En 'Madre' utilizas fotografías de distinta procedencia, ¿por qué te parece importante esta mezcla de retratos y material intervenido? ¿Cuál es más realidad y cuál más
ficción? Yo creo que todo es un relato, una narrativa. Por eso las instituciones que cuestiono con ‘Madre’ son aquellas que presentan sus ficciones con la etiqueta de verdad o de historia. Además, lo hacen de manera unilateral ignorando que la existencia versa sobre perspectivas plurales y narrativas corales.
La exposición busca desafiar la mirada machista y clasista en Bolivia con imágenes como una Miss Universo trans, mujeres con atuendos religiosos, con armas, mujeres diversas, etcétera. ¿Crees en el poder transformador de las imágenes? ¿Ha generado la exposición algún tipo de polémica o revue-
lo? Nunca creía que ‘Madre’ fuera a transformar una realidad profundamente machista, pero sí esperaba que iniciara una conversación. Sin embargo, al menos hasta ahora, la controversia más grande que ha generado mi trabajo no ha sido por su contenido ideológico sino por involucrar desnudez. Esto me entristece profundamente. Recuerdo que cuando hice mi trabajo de maestría censuraron una de mis obras por contener la palabra cunnilingus. Que el placer de la mujer, su mirada y su cuerpo sigan generando revuelo parece anacrónico, pero refleja cuán complejo es desafiar un sistema.
¿Tienes alguna imagen favorita o favorita(s) dentro de la exposición?
Imposible tener una favorita. Cada imagen tiene su historia y soy muy apegada a mis memorias. Lo que puedo ofrecer es contarte una de las anécdotas que me vienen a la cabeza. La imagen de la mujer con un traje de toro en medio de árboles es una fotografía que soñé. La recuerdo vívidamente, aunque haya nacido en el albor de la conciencia. La horizontalidad y la profundidad del campo. La luz difusa y los pies enraizados. Nunca antes me había pasado. Soñar con algo que luego se materializaría tan fielmente. Suena místico porque lo es. Me sentí conectada con algo que no sé bien si estaba muy dentro de mí o completamente fuera. Esa fue la prueba de algo que ya intuía. El acto de crear no está exclusivamente subordinado a lo racional.
El gobierno boliviano ha anunciado que el 2022 será el año de la despatriarcalización
en el país, ¿hay esperanza? No pierdo la esperanza de algún día trascender el patriarcado. Sin embargo, no tengo fe en que sea pronto o a manos de gobiernos que no practican lo que proponen.
¿Cómo llega la exposición a Getxophoto y qué referencias tenías o tienes del festi-
val? ‘Madre’ fue uno de los cuatro proyectos seleccionados en la convocatoria abierta que realiza Getxophoto. Es un sueño que mi visión haya resonado con el jurado y que se le otorgue el espacio para existir junto a la obra de tantos artistas que respeto y admiro. Conocía el festival desde que empecé a interesarme en la fotografía. Recuerdo que, entre tantas propuestas maravillosas, Getxophoto siempre resaltó por su afán de disrumpir estructuras más tradicionales de exhibición. El año pasado participaron colegas amigos como River Claure y Juliana Gómez Quijano así que decidí enviar ‘Madre’ y ahora la realidad parece ficción. Texto de Roberto González.