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dónde va el segmento

La introducción en hoteles fue un elemento decisivo, dado que marcas internacionales que llegaban al país por aquellos años –Radisson y Sheraton–, exigían a nivel técnico la instalación de las láminas de Drywall en sus interiores. Posteriormente, las oficinas de grandes multinacionales extranjeras fueron el segundo escenario de desarrollo del sistema, dado que en sus casas matrices el Drywall era el elemento de regla.

Durante su emancipación, a finales de los años noventa, la construcción en seco encontró cabida en edificios gubernamentales y hospitales, que se fueron convirtiendo cada vez más en focos de mercado. Hoy en día, existen grandes proyectos con acabados exteriores en fibrocemento, como el complejo Offix 33 en Medellín, y la Clínica Chicamocha de Bucaramanga.

Finalmente, y hacia el año 2001, el Drywall penetró la vivienda. Hoy en día, los estratos 4, 5 y 6 se han convertido en oportunidades de negocio para este tipo de construcción, y el objetivo de los proveedores de esta lámina es vender láminas para muro. “Tenemos la concepción en nuestro país de que con una patada o un puño, la pared se va a romper; eso es falta de documentación, eso no va a suceder”.

Para el fibrocemento, la introducción en vivienda está casi que descartada, dado que se trata de un sistema de altas especificaciones, diseñado para edificaciones grandes. Según Luis Felipe Córdoba, Gerente de Producto de Corona, “existe un temor de las constructoras por usar el fibrocemento en exteriores. Las malas experiencias en el pasado por el tema calidad, son la principal causa”. No obstante, su flexibilidad y su rápida instalación, son los puntos a favor en este sistema. “En obra, el tiempo es dinero”, concluye Córdoba.

Colombia tiene bastante para crecer en metro cuadrado construido, y suplir esa demanda con Drywall es la prioridad. La posición del país frente al resto de Latinoamérica en uso del sistema, es el mejor pretexto para nuevos jugadores.

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