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ARE YOU A COP OR WHAT?
Notas Preliminares Este fanzine fue organizado de una manera más académica como un nuevo intento de decir las mismas cosas cambiando la forma en la que se dispuso la información, como un nuevo/viejo recurso utilizado para producir algún tipo de efecto en la lectora/lector. Este fanzine no dice nada nuevo, lo que estoy intentando compartir ya fue escrito/dicho/organizado/pensado/expuesto/vomitado por alguien más. Ya escribió Foucault, Adorno, Paul Preciado, ya lo dijeron Kafka, Judith Butler, Deleuze, Walter Benjamin, ya lo vomitaron Leo Silvestri y también las Ludittas Sexxxuales, ya lo hicieron en fanzines mis compañeras y compañeros, por eso es de mi interés citar a algunas autoras al principio de esta publicación, autoras y autores que no he leído completamente pero dejaron puntos que decidí unir para armar esta breve constelación de escritos, de reflexiones, de restos estelares que quedaron en mi cabeza. En primer lugar me dispuse a escribir sobre el especismo y la jerarquía, texto que sienta una de las bases para intentar entender la organización verticalista de la sociedad y la dominación de los cuerpos y las mentes. El segundo texto apunta a una reflexión sobre los conceptos identitarios de género cerrados y su perpetuación a través de la Ciencia, la Iglesia, el Mercado, de los medios de comunicación, el Estado legislativo y armado y el facho de la vida cotidiana. El tercer texto intenta explicar algunos de los modos a través de los cuales el sistema administra la potencia de nuestros cuerpos transando con el comercio de las imágenes. El cuarto texto plantea la contradicción al formar parte de los cuerpos aplastados en la base de la organización verticalista y reclamar la inclusión dentro de las instituciones y un llamado a una nueva organización con conciencia de opresión. El quinto texto apela objetivamente al auto, a la policía y a los gedes como actores cotidianos que cooptan nuestros movimientos en el espacio libre que es la calle. Este fanzine es otra línea de fuga, otro punto de partida a otras posibilidades. (A) - Are you cop or what? // Noviembre 2015
Toda carne es carne: especismo y jerarquía toda carne es carne, humana y no humana, todas somos carne. Y si te podés comer la carne de otra especie también te podés comer a las de tu misma especie. El modo de supervivencia dentro del contexto capitalista se basa en la explotación de los cuerpos de manera especista y fascista, la explotación del cuerpo animal, de los de las mujeres y hombres en relación de dominación a favor del progreso y del orden del capital. Nos explotan para seguir manteniendo el mercado en el que solo ganan los dueños de los medios de producción. Progreso y orden son dependencia y control: dependencia es lo que crea el sistema para que sigamos manteniéndolo y control para que no salgamos de la línea de consumo constante. si la razón es lo que nos diferencia de otra especie animal entonces deberíamos ser capaces de razonar que el ser humano comparte el planeta con otros animales, que los otros animales también ocupan un espacio, tienen una vida y tienen derecho a vivirla tanto como nosotras. El raciocinio debe servir como base para una conciencia horizontal aboliendo la verticalidad especista. Las ideas darwinianas de la selección natural y la supervivencia del más fuerte transan con el mundo capitalista, en donde siempre gana el que se garcha al que más garcha, el que puede llegar a la cúspide del sistema piramidal de dominación organizado de manera jerárquica. De la misma manera que está organizada la sociedad, entre las personas, dominados y dominantes, es como se organiza la relación del ser humano para con los otros animales. toda carne es carne y la dominación especista se reproduce en los diferentes ámbitos de organización individual y
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social, tanto en las formas de relacionarnos a nivel micro como macro. La relación vincular con tus compañeras y compañeros, amigas y amigos, novias y novios, familiares, laborales, vos misma, no debe basarse en el utilitarismo dominante/dominado - explotador/explotado. toda carne es carne y asumir un concepto de superioridad, la humana y al mismo tiempo la del hombre como ideal de género y de especie, es lo que provoca el devenir en relaciones de explotación constante y desigual. Un concepto de superioridad desde cualquier punto de vista es fascista. Qué es lo que hace que un ser humano sea superior a otro? Su grado de estudios? Su posición laboral? El barrio donde vive? Su condición física? Las armas que porta? Cuántos libros leyó? Los países que visitó? La cantidad de gente que conoce? Su descendencia? Aparecer en televisión? La plusvalía acumulada mediante la explotación de personas y gracias a la propiedad de los medios de producción? Todas estas variables son relativas y lo que se considera como superior no debería ser organizador ni regulador de las relaciones sociales y personales. En una binaria historia dividida entre los poseedores y los desposeídos no podemos dejar que piensen que nosotras somos parte de la propiedad de quienes dicen nos gobiernan. Ni tampoco por vivir en un contexto de relaciones políticas organizadas verticalmente nosotras debemos seguir organizándonos de esa manera. Es necesario construir un orden horizontal desde donde nos encontramos: ABAJO. Una relación vincular horizontal para con los demás animales conforma una nueva perspectiva para nuestras relaciones con quienes conforman lo que denominamos nuestra especie, una nueva perspectiva necesaria para develar la caducidad tanto del sexismo, del machismo, del racismo, como del especismo y de las jerarquías.
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Reproducción de conceptos estáticos, construcción de una identidad y géneros fijos Somos atacados constantemente por conceptos estáticos identitarios que creemos no absorber pero los accionamos constantemente, a través de la reproducción o el rechazo. Nos penetran constantemente, las internalizamos inconscientemente. Establecen lo normal y lo moral, lo bueno, lo malo, lo bello, lo legítimo, lo ilegítimo. las éticas. En las publicidades en la calle, en la internet, en las películas, en las series, en los libros. En la porno que miramos para acabar de unas vez por todas. Recibimos imágenes que nos dicen/dictan “como”: Como vestir, como hablar, como amar, como escribir, como coger, como vivir, que comprar. La mayoría de las imágenes reproducen un canon burgués de ostentación. El devenir de la imagen fija como código de la comunicación es la reproducción del canon burgués a través de nuestro querer ser, hacer y pertenecer estereotipos fijos. La imitación como la búsqueda de identidad constante: queremos hacer lo mismo que ellos. Queremos ser como ellos. Queremos sentir como ellos. La reproducción del género femenino-masculino es una consecuencia de la necesidad de identidad fija. La necesidad de identidad conlleva a una búsqueda que el sistema capitalista resuelve rápidamente en
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las personas a través de productos para su consumo. Para resolver la ansiedad del ser el capitalismo ofrece productos en el mercado que las personas obtenemos para construirnos a nosotras mismas. Al consumirlos creemos ser “alguien” para en cierta realidad devenir finalmente siendo “algo”, un producto más del sistema dominante utilizados por quienes se encuentran controlándonos. Podemos devenir productos o podemos devenir seres que no reproduzcan conceptos lineales esperados. El encuentro con una identidad fija es en sí una idea impuesta por el sistema, la respuesta a la tempestuosa pregunta “quién soy”, pero el viraje al terminar preguntándose “qué soy, qué hago”. Lo que el hombre hace, lo que la mujer hace. Lo que deben hacer. De esta manera, a través de la fisionomía (los órganos reproductores) estipulan conductas orientadas a un determinado género, pero quién estipula lo que un cuerpo puede hacer, ser, sentir? Lo justifica la ciencia a través de la reproducción como finalidad del ser humano. Lo estipula la Iglesia a través del concepto de familia. Lo perpetúan los medios de comunicación a través de la masificación del mercado del romance netamente heterosexual-clasistablanco. Lo mantiene el mercado de comunicaciones oligárquico. Lo protege el Estado con sus leyes. Lo reproduce el producto facho con cualquier argumento sacado de la Iglesia, de la ciencia, de los medios de comunicación hegemónicos y de las políticas de un estado armado.
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¿Qué es lo que el sistema pretende? Cuerpos dóciles: noción de tristeza y noción de felicidad A la sociedad de control de Foucault se le acopló la sociedad pornofarmacológica introducida por Paul Preciado, y a esta se le agregó junto al “avance” de las tecnologías, una sociedad táctil, en donde las pantallas y la entrega de información a través de las mismas se convierte en una forma de alimentar al sistema de datos para la creación de cuerpos bajo la noción de la tristeza y bajo la noción de felicidad, en total contraposición. Ambas nociones regulan las potencias creadoras de las personas, administran nuestras emociones a través de dos conceptos binarios y maniqueistas. El sistema se organiza a través de aparatos y dispositivos que nos convierten en cuerpos dóciles funcionales. Somos parte de los órganos del sistema a través del comercio, el de nuestras emociones, las nociones de tristeza y de felicidad. Somos la sangre misma de un sistema carente de oxígeno en órganos muertos en proceso de descomposición. La noción de tristeza es aquella que domina nuestra pulsión de muerte y se activa a través de contraste con la noción de felicidad. La noción de felicidad es el motor del sistema capitalista a través del consumo, en donde tener, ver y pertenecer se convierten en las formas en las que podemos creer obtener ese estado.
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TENER La noción de felicidad a través del tener es en esencia obtener los productos que brinda el mercado de la obsolescencia programada y los de la obsolescencia insertada por los medios de comunicación. Los primeros de obsolescencia programada son conocidos como los productos a los que el fabricante le configura una vida útil, un período de uso determinado, una fecha de vencimiento en la que el producto deja de funcionar para que el usuario compre uno nuevo y el mercado pueda perpetuarse. Por otra parte también existe una obsolescencia insertada a través de los medios de comunicación la cual impone en las personas la renovación de un producto por otros similares a través de todo tipo de medio comunicacional, revistas y diarios, películas, televisión, básicamente cortes comerciales pero dentro de toda la programación, en los envases de los productos de consumo básico, en la radio, en las letras de las canciones, en Facebook, en las paredes y en el muro, en todas las plataformas vendidas a su mismo tiempo como redes sociales y de comunicación, en las personas como las cantantes, los actores, modelos, vendedores. Así tener un producto efímero crea la noción de felicidad, noción por la duración de su vida útil y por su obsolescencia. La felicidad reside en la obtención de un producto, cosas hechas para durar poco y la tristeza en la no obtención de un producto, lleno y vacío que también puede sentirse con las personas que no se pueden o se pueden obtener, ausencia y presencia.
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Cuerpo dócil a la entrega de nuestra persona. Tener es ser, es creer poseer un estilo de vida que es esencialmente el principio de la publicidad utilizado para intentar vender un producto, vender un estilo de vida, es decir una identidad. Las identidades no se poseen como intenta vendernos el sistema capitalista para finalmente poseernos a nosotras. Las identidades impuestas por el mercado conforman jaulas que no permiten salir ni entrar a las posibilidades. PERTENECER La necesidad de identidad se resuelve a través de la reproducción de los estereotipos, consumo de productos e identidades estáticas brindadas por el mercado. Reproducir un “estilo de vida” fijo es pertenecer. Líneas rectas, espacios cerrados, pertenencia. Pertenecer abarca desde sentir arraigo a un espacio limitado, un país, ciudad, barrio, etc., hasta sentirse como propiedad, al servicio de un otro, sea otra persona, un ente gubernamental, algún tipo de institución o academia, equipo de fútbol, partido político. Seguir en la línea reproduciendo el modelo de trabajo fordista donde todos transitamos estáticos para algún día devenir producto siendo insertados por objetividades que nos programan o insertan la obsolescencia. La pertenencia crea fidelidad y al mismo tiempo felicidad pero anula la posibilidad de otras identidades, las suprime. Pertenecer regula la noción de felicidad al crear una zona de confort, el espacio donde nos
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sentimos contenidas, pero al mismo tiempo no permitimos que nada nos afecte, un estado cerrado desde adentro y desde afuera. En contraposición la noción de tristeza impuesta es la de no pertenecer a ningún espacio, el sentimiento de carencia de territorio conlleva a una noción de anarquía territorial. Cuerpo dócil a la obediencia. se pertenece a un espacio cerrado, a la zona de confort donde se reproducen reglas de comportamientos normales para no salir de ese territorio blindado. Cercado en sus límites trazados por nosotras mismas y por otros con alambre de púas. La no pertenencia abarca posibilidades y el campo de las subjetividades hace posible la fluctuación, la invasión, la penetración, la afección. VER El mercado ofrece la noción de felicidad a través del comercio de la imagen. Los desarrollos tecnológicos hacen de la proyección de imágenes es algo cada vez más veraz y voraz que transita los mundos de los real e irreal, pero finalmente dentro del mundo de lo posible por haber sido creado por alguien. Estas proyecciones funcionan como mecanismos de lo espectacular, generando en las personas el transitar por las diferentes emociones más allá de que dicha proyección no sea parte de su realidad. Es decir, las imágenes son capaces de regular nuestras emociones en relación a
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nuestras objetividades cotidianas y al ser capaces de regular nuestras emociones son capaces de estipular nuestras conductas. Las imágenes estipulan patrones de emociones y conductas. Cuerpo de mente dócil. Las imágenes son diseñadas por el mercado del espectáculo regulando la noción de felicidad por la obsolescencia y el carácter efímero del estado de las emociones producidas. A partir de una estética calculada de los productos es como se anula el poder subversivo de las imágenes y de los diferentes dispositivos, cine, música, arte, literatura, alguna vez utilizados para desalinear en lugar de alienar. Se desactiva su potencia crítica a través de la espectacularización la cual solo tiene un resultado efímero en la mente de las personas sin dejar rastros de un mensaje concreto. La industria cinematográfica a través de técnicas de diseño equilibran guiones y efectos especiales algorítmicamente para obtener un resultado positivo en ventas y al mismo tiempo un vaciamiento emocional: el golpe brindado por las imágenes es funcional al momento de la proyección pero su fuerza efímera / efecto shockeante crea un vacío posterior cuando se realiza el traspaso a la tan cuestionada “realidad”. La mecanización y posterior espectacularización del cine, la música, el arte y la literatura construyen el mercado industrial de la cultura y el tráfico y usufructo de nuestras emociones.
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después de la película, qué? Después del espectáculo, el vacío mental. Después de los fuegos artificiales, el humo. Después de las luces, la oscuridad. Después de los gritos, el silencio. Después de la fiesta, el dolor de cabeza. Después de las vacaciones, volver a trabajar. Después de la serie, sigo sola. Después de acabar quiero que te vayas. Es eso felicidad? Es eso tristeza? Puede ser. Surge la necesidad de aprender a administrar la tristeza y la felicidad: Cuerpos tristes encerrados vs. cuerpos felices en zonas de confort Para administrar la tristeza y la felicidad por nosotras mismas es necesario reconocer esos dispositivos externos que generan esas nociones. La tristeza y la felicidad no existen en sí, al ser una noción, lo que existe es la potencia creadora de las personas disminuida por estas ilusiones programadas por el sistema. Tanto la noción de tristeza como la noción de felicidad anulan nuestras capacidades: al encerrarnos en el territorio de la tristeza, un espacio en el que los mundos posibles generan frustración al no coincidir con el tiempo y el espacio en el que transitamos entre los límites de la normalidad, y la noción de felicidad genera un espacio denominado zona de confort o zona de comodidad, otro espacio cerrado en el que SI transitamos mediante la transa con las expectativas por el sistema o un espacio de satisfacción hecho a la medida por nosotras
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mismas muchas veces, del que no salimos porque salir es afectarse. Los espacios cerrados, las líneas que funcionan como límites nos neutralizan. Para administrar la tristeza es necesario entenderla desde su raíz, situarla, tomar distancia, transformarla, darle forma hasta convertir esa noción en algo real, la potencia. tristeza, miedo, dolor, bronca, potencia. Para administrar la felicidad es necesario también ser radical, ubicando la raíz, identificando el acontecimiento, el suceso, la fugacidad, transitoriedad y brevedad propias del tener, pertenecer y ver. El sistema precisa de cuerpos dóciles para poder seguir con la organización patriarcal verticalista. Los cuerpos dóciles trabajan a su servicio, son funcionales al consumo y al mercado manteniendo su forma. Nuestro cuerpo es fuerza de trabajo, pero trabajo como actividad sin relación de dependencia al sistema capitalista. Nuestro cuerpo como el campo de batalla donde se lleva a cabo la lucha que se roba nuestra fuerza de trabajo. El sistema precisa cuerpos dóciles estáticos que entreguen su tiempo a un trabajo asalariado en relación de dependencia y que sea consumidor del tener, pertenecer y ver con el salario recibido para que el circuito cíclico siga funcionado, si puede endeudarse con el sistema será enviado a la base de lo vertical, a la base aplastada, donde deja de ser útil y permanecerá
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hasta su muerte, la que el sistema provoca y espera. El sistema necesita cuerpos dóciles consumidores de espectáculo de la industria del turismo, del comercio de la cultura articulada por estereotipos normalizadores, de la propiedad privada que condena el robo y la inseguridad, de la familia heteronormal que extiende la institución familar legislada funcional a la propiedad privada, de la venta del amor romántico reproductora de noción de felicidad, precisa del ver, tener y pertenecer, y del cuerpo como objeto cosificado para la ostentanción. El deseo del cuerpo dócil es aspiracionista. El deseo del cuerpo dócil queda condicionado/atrapado por las redes que nos tiende la tecnología dominada por los grupos económicos. El deseo del cuerpo con conciencia de opresión es en sí revolucionario, el que organiza por si mismo sus placeres, el que desea organizarse el escapar al encierro de la tristeza trazando la línea de fuga y desmantelando los dispositivos impuestos que forman la arquitectura de la zona de comodidad, escapando por las fisuras del sistema. escapando como fisura del sistema.
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El oxímoron de formar parte de la opresión y reclamar inclusión en el sistema El sistema desplaza, crea un espacio específico debajo de la pirámide vertical en la que se organiza la socidad diseñado para aplastar a los que en esta posición se encuentran. Este espacio está hecho para que residan allí las personas que no forman o no quieren formar parte del establecido normal. No formar parte del canon de lo normal es considerado no cumplir con las expectativas físicas y/o mentales para el Mercado, la Iglesia, el Estado armado y legislativo y la Ciencia., si bien también existe la toma de decisión de no pertenecer a los cánones impuestos, cuerpos que niegan las intervenciones en su modo de vida. El sistema patriarcal organiza en su cúspide a unos pocos responsables de lo que sucede abajo. Debajo de ellos una mayoría aspiracional que siempre está a la espera de algún movimiento para poder ascender. La misma que los mantiene en el poder. Un poco más abajo la opresión, como una base aplastada. Actualmente convivimos con fascismos micro y macro. Fascismo organizado y justificado por el voto y por los dispositivos institucionales. Cultura hecha turismo. En el fondo la fisura. Y en el fondo lo único que quieren es esconder quemar a las fisuras en contenedores. Líderes con proyecto político que responden a intereses empresariales.
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Se enriquecen a través de la compra y venta de los derechos humanas con negación y represión, se enriquecen a través de la entrega de favores para seguir perpetuándose en el poder, a ellos y a sus amistades, mientras destruyen todo a su paso, yendo por todo. Se justifican a través de sus medios de comunicación e imponen realidades. Porque nosotras somos la minoría, y mientras la mayoría sea la consumidora de los dispositivos de comunicación y mientras no construyamos contra-dispositivos o quememos los suyos, van a seguir desapareciéndonos e invisibilizándonos. La organización de la manada y la conciencia de opresión debe ser inminente. La base aplastada y oprimida de la organización gubernamental piramidal se encuentra bajo una presión cooptada por los movimientos y decisiones que toman los de arriba como dictadores de realidad. La base aplastada está conformada por impensables formas de discriminación por parte de los órganos institucionales y empresariales. El desafío necesario es reconocer las formas en las que el sistema coopta la libertad y a través de esto, tomar conciencia de opresión para con las otras discriminaciones que realiza, las creadas por la exclusión. Unión que no pide inclusión, exige la creación de una nueva formación de la sociedad, una real igualdad desde las diferencias y opresión con el fin de derrumbar el sistema vertical actual.
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Nunca confíes en un auto, repoblar la calle Los espacios cerrados justifican la propiedad privada, en primer lugar las casas. La propiedad privada justifica la noción de inseguridad. La calle es uno de los pocos espacios donde no estamos encerradas y es uno de los pocos territorios sin dueños pero bajo el acoso de autos, policías, gedes. Es necesario reapropiarse de la calle, repoblarla para despojarse de la propiedad privadahogar y de la zona de comodidad. Los autos son la materialización del sistema económico y la justificación de la cazería del petróleo, estado armado, guerras. El petróleo es necesario para las guerras, las guerras necesarias para quedarse con la tierra con petróleo, los países llamados subdesarrollados endeudados dependientes de las políticas de exportación y del precio en el mercado. Los autos son el uso cotidiano del petróleo, el uso real es formar parte de la reserva combustible para afrontar una guerra a desatarse. Lo son las autopistas, las lapiceras, los satélites, la internet, las rutas terrestres, marítimas y aéreas. La calle habitada por los autos principalmente es otro campo de lucha donde es necesaria la reivindicación a través de la presencia, es donde suceden los acontecimientos. Es necesario llevar a cabo la práctica de atravesar la estepa, fugaces y como espacio de posibilidades y el desapego a los dispositivos que provocan que devengamos cuerpos dóciles encerradas. Esto significa convivir con los autos, declararle la guerra a las extensiones fálicas del espectáculo de tener, pertenecer y ver.
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Esto significa mostrarnos como habitantes de la calle a través de vehículos que no participen del mercado bélico del petróleo ni del de la ostentación, a través de nuestra presencia en la calle como nuestros propio medio de transporte. Esto también significa huir de lo que llamamos un “hogar” que termina siendo una hoguera, la que no nos protege del invierno, en realidad nos quema. esto significa dejar de besarnos y abrazarnos en la oscuridad. Esto significa irse cada vez más lejos hasta quizás desaparecer. Esto significa dejar de ser lo que desaparece encerrado para ser lo que se pierde en la distancia. Por qué debería tomarme un colectivo/taxi si es el mismo que si me ve en el espacio de la calle me pasaría por encima? Repoblar es dejar de ser quien habita al costado con miedo a molestar. Reapropiarse es rehabitar los espacios que son o que en algún momento fueron de todas. No de los autos, no de los polis, no de los gedes, no de los hombres, ni de las mujeres. Reapropiarse es entender la noción de propiedad privada e implosionarla. Es robar lo que nos quieren robar todo el tiempo. La calle no es nuestra, ni de nadie, pero en el juego de la propiedad privada impuesta es lo primero que NO hay que entregar para que lo hagan mierda.
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Este fanzine (多es esto un fanzine?) tuvo contexto de urgencia en Buenos Aires, Argentina, noviembre del 2015 - correcciones Febrero 2016 ARE YOU A COP OR WHAT? issuu.com/ayacowzine areyouacop-orwhat.tumblr.com ayacow@riseup.net
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