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AYDO
Asociación para el fomento del Espíritu y la Esencia de las Artes Marciales y el Yoga.
BOLETÍN 171 Septiembre 2.016 1
1. EDITORIAL Es maravilloso contemplar el ritmo de las estaciones: primavera, verano, otoño, invierno, y otra vez la primavera… Los ciclos que observamos como el día y la noche, las fases de la luna, las edades de nuestros hijos, el crecimiento de las plantas, las mareas o los cambios en el clima nos informan que más allá del cambio existe un patrón ordenado, algo eterno que se repite y repite, y que nos deja con un sentimiento extraño, paradójico, donde nada es igual y todo parece ser, al final, lo mismo. En el mes de septiembre se celebra el equinoccio de otoño sobre el día 21: cada año la Luz solar alcanza el equilibrio entre las horas de luz y las de oscuridad. Cada año tenemos la increíble oportunidad de darnos cuenta de la gran importancia de estar atentos a los ritmos de la naturaleza. Hoy, ahora, bajo el tono dorado de los álamos y una tenue brisa de finales de verano, dejo que el cuerpo sea un cuerpo, y mis pies se fundan con la tierra húmeda. Noto el aire fresco y agradable entrar y salir por las fosas nasales, con un inconfundible perfume a setas, arroyos, madera en descomposición y pinos. Dicen que el bulbo olfativo nunca duerme, y me conecta con una dimensión a temporal, con una experiencia que va de la nada al todo, para la cual no encuentro forma de reducir a palabras. Por si fuera poco, el canto del ruiseñor parece engullir cada uno de mis pensamientos, y me quedo fundido en este tronco viejo, como una raíz más, como una piedra cubierta de líquenes verde brillante, como una “nada” que late al ritmo de un corazón sin cuerpo. Es en otoño, tras la euforia del verano, cuando el caballo del corazón se apacienta tranquilo, entre fardos amarillos de trigo y hierba sedienta de agua. Uno sabe que en el equinoccio todo va a empezar de nuevo: las clases, los cursos, las rutinas del año y, en parte, uno ya lo quiere, pues tras la dispersión estival, llega la época de la tierra que, para los antiguos seguidores del Tao, era el tiempo del CENTRO. El CENTRO es siempre un portal multidimensional, porque solo cuando estamos realmente centrados alcanzamos la perspectiva necesaria para trascender nuestros sentidos; es decir, podemos captar y percibir ese “algo más” que nos impulsa a avanzar. Camino tranquilo, paso a paso, escucho el rumor de cada pie pasándose en el manto de hojas pardas y doradas, observo si es posible hacer menos ruido, delatar menos mi presencia. Me gusta experimentar el estado de fusión con la naturaleza. Pruebo de quedarme quieto, a medio pie alzado, como un felino al acecho, y escuchar y atender todo lo que pasa en este momento. Así descubro un movimiento entre las hojas, que resulta ser un “ciervo volante”, un
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escarabajo de considerables dimensiones; luego, un rumor entre las ramas: un mirlo con un gusano en el piso. Y entonces me acerco a un viejo roble y lo toco, lo abrazo despacio, lo siento, y me siento. Se apaga el mundo y desaparece la persona en la quietud. Hay una energía fresca y renovadora que lo inunda todo. Una nada exquisita lo llena todo; es como si de repente la Presencia invisible conectara con hilos de Luz a todas las cosas. Y supiera que soy nube, cielo azul, una hormiga subiendo por un tronco, hierba verde, un pájaro surcando el espacio, alguien abrazado a un tronco, todas las cosas, todos los seres: UNO. Me muevo despacio sabiendo que no hay nada más hermoso que tratarse bien, que armonizar y sintonizarse con uno mismo, entonces no me quedan dudas sobre lo que esta forma, la cual me presta un cerebro y unos sentidos, debe hacer o no debe hacer. Desde el CENTRO, que se llama YUGDO, YOGA, CHIKUNG, TAI CHI, MEDITACIÓN, AMOR o VIDA, surge una nueva forma de relacionarse, de tratarse a sí mismo en todas las cosas, una nueva ética que no es moralista ni cultural, sino fruto de la experiencia de Ser. Ahora, el amar a los demás como a sí mismo cobra pleno sentido: ya no son palabras, doctrina o intentos. Cuando veo el error en el otro sé que también es mi error y, como tengo paciencia conmigo, puedo tener paciencia con el otro que, en realidad, soy yo mismo. Pero también sé poner LA MANO DE Buda para no dejarme ni permitir que la falta de respeto se produzca en ningún sentido ni dirección; es decir, no hacerme cómplice de la agresión de otros hacia mí o de mí hacia otros, ya que todo es UNO. Este mes de septiembre, en el umbral de un nuevo ciclo, te invito a honrar tu propia vida con la superación personal, la elección de tu estado de conciencia. Para lograrlo no hay mejor forma de acero que activar tu verdadera voluntad mediante una disciplina de conciencia: yo lo llamo Yug-Do. T AI
Cinta Blanca ANTONIO IBORRA 3
2. LA PALMA DE BUDA La mano de Buda es una estrategia de conciencia para usar, la cual parte desde el Kung Fu emocional. En el mundo manifiesto, donde la Unidad se expresa como diversidad, se genera la conciencia, y eso en la vida humana queda claramente expresado como sufrimiento o coherencia. Es decir que el proceso evolutivo humano ensaya y experimenta, y no anda buscando otra cosa que SENTIRSE bien, y eso solo ocurre si uno acierta con el ORDEN IMPLICADO. En cambio, si nuestra reacción mecánica al momento presente no es congruente con el ORDEN IMPLICADO, se experimentan esos sentimientos de poca energía como culpa, vergüenza o simple malestar. Esta conducta o, mejor dicho, el mismo dolor es suficiente como para que despertemos y paremos de reaccionar automáticamente. Según nuestros programas de conducta es como respondemos. Si la reacción es un acto inconsciente, la RESPUESTA implica una parada, una pausa y un acto de conciencia. Es conocida la siguiente frase atribuida a Jesús de Nazaret: “poner la otra mejilla”, pero fuera algo que dijera o no hace dos mil años, esta se dirigía a una humanidad en otro estado de conciencia. Hoy, en cambio, en esta nueva era queda mejor la PALMA DE BUDA, ya que se refiere a no admitir el acto incoherente, agresivo o irrespetuoso. Si le ponemos la otra mejilla a un agresor, ¿qué mensaje le estamos dando?, ¿qué somos unos santos, merecemos su agresión o que somos un saco de boxeo? Simplemente y de la manera más firme posible debemos mostrar el límite. ¡N NO NOS HACEMOS CÓMPLICES DE LA FALTA DE RESPETO! Y con eso no estoy insinuando aquella sentencia primitiva que “la mejor defensa es un buen ataque”; no, simplemente el mensaje ha de ser, de forma explícita o implícita, el siguiente: “Te respeto y me respeto, por eso no voy a permitir que te degrades a ti mismo, agrediéndome a mí”. Y si subimos aún más alto en la escala de la conciencia, donde podemos sentir que todos somos uno, he de recordarme que permitir que otro me falte al respeto es permitirme a mí mismo continuar con pautas autoagresivas. A menudo lo mejor es el silencio, la distancia y el tiempo, y no interactuar jamás a la defensiva, porque ese es siempre el juego del error. La persona que nos agrede, normalmente se siente agraviado por nosotros. Puede ser verdad o no; es decir, a menudo una persona va proyectando su malestar en los demás y, quizás, simplemente seamos “perchas” donde el otro quiera colgar sus frustraciones
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y su falta de responsabilidad personal. En cualquier caso, lo más práctico e inteligente es el camino del perdón, y éste ha de ser sincero porque tenemos que reconocer que no somos perfectos y es común y cotidiano cometer errores. Ello también implica hacer daño a los demás, voluntaria o involuntariamente. Así que LA PALMA DE BUDA trae el mensaje implícito en su propio gesto: “Te pido perdón, también me perdono. ¿Qué te debo? ¿Puedo hacer algo bueno por ti que no sea convertirme en tu saco de boxeo? Entonces, te pido perdón, me perdono y pongo una BARRERA de amor inteligente, donde sólo acepto de ti lo que llegue desde el amor y los sentimientos correctos, lo demás ¡TE LO TENDRÁS QUE GESTIONAR TÚ! Porque sería una irresponsabilidad por mi parte asumir tu propia responsabilidad personal”. Y entonces, ante el desencuentro hay que presentar amor, espacio, tiempo, confianza y paciencia. Visualiza a tu interlocutor feliz y calmado en su propia vida, y deséale justamente eso, pero en su vida, no en la tuya. En un mundo donde lo esencial es el acrecentar la conciencia, las relaciones humanas son nuestra escuela permanente y en la que nunca aprenderemos del todo. Por lo cual hay que seguir adelante con nuestras dos piernas: la una es la ATENCIÓN. La otra es el AMOR y la amabilidad. Buen camino. T AI
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3. YUG-DO PARA ELEVAR TU CONCIENCIA La esencia del Yug-Do es encontrar el Camino del Ascenso. Es decir, impulsar tu vida hacia estados más elevados de conciencia. Por lo tanto, a la práctica no hay que verla como un conjunto de ejercicios o una forma de gimnasia sino como un trabajo de Alquimia real para transmutar los estados bajos de conciencia y energía en estados altos de conciencia y energía. La práctica misma es más parecida a acudir a un Templo a invocar a la Divinidad, que asistir a un gimnasio a desarrollar los músculos. El Yug-Do no usa ceremonias religiosas, porque en sí misma la práctica ya es una Ceremonia Iniciática donde uno se abre a lo nuevo, momento a momento. Lo “viejo”, en realidad, es una superposición de la mente; es decir, la propia mente que no es más que una película antigua proyectada sobre el Ahora, que es siempre NUEVO. Si estamos practicando de forma distraída o pensando no estamos viviendo realmente el Yug-Do ya que, en esencia, la práctica es la plena presencia: aquí y ahora. Cuando estamos plenamente presentes, aquí y ahora, estamos viviendo Yug-Do, aunque estemos lavando los platos o pasando la escoba. Pero, además, la naturaleza misma de los ejercicios que se viven en el Yug-Do está diseñada para aumentar la percepción del CHI o energía vital, para equilibrar los meridianos de acupuntura, despertar y activar los Chakras y, en definitiva, proporcionarnos más equilibrio, centro, salud y conciencia. Aunque no sea nuestro objetivo, un efecto colateral de la práctica es aumentar nuestra vitalidad y fortalecer nuestro sistema inmunitario, por lo cual practicar es como una mega dosis de vitaminas diarias que, por experiencia, sabemos que cura muchas de las enfermedades y desequilibrios cotidianos. La perla del Yug-Do hay que buscarla como método para la evolución de la conciencia. Cada día, cada práctica, estamos creando las condiciones cuánticas para darnos una oportunidad hacia nuestro crecimiento y avance en la vida. En lo más esencial, la amplificación de la conciencia que promueve el Yug-Do nos permite darnos cuenta de todo lo que obstruye nuestra armonía y felicidad, y nos invita a soltarlo. Después de una práctica correcta y equilibrada nos sentimos mucho mejor y más centrados, lo que nos ayuda a ver en qué nos estamos estancando, y por dónde está la dirección del avance correcto. El Camino del Yug-Do es una propuesta muy actual para el ser humano del siglo XXI, donde no sólo buscamos la conciencia sino también la eficiencia. Practicar Yug-Do con ritmo y asiduidad es equivalente a:
Ir a un gimnasio para estar en forma. Ir a una terapia para regular nuestra energía y salud. Ir a un psicólogo para superar las limitaciones de nuestro ego. Ir a un templo a tomar contacto con la Divinidad.
Y todo ello ¡comprimido y unificado de 5.30 a 7 de la mañana! Desde ahí se abre, ante nosotros, un día hermoso y lleno de posibilidades Infinitas. TAI
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4. EL ARTE DE LA TRASCENDENCIA Yug-Do es el arte de la trascendencia. Trascender es ir más allá de algo; literalmente es pasar a través de… Es bien sabido que el ser humano carga un gran fardo de sentimientos negativos que, probablemente, son la causa directa de un sinfín de enfermedades. El asunto es que, como a nadie le gusta sentirse mal, la persona intenta a toda costa suprimir sus sentimientos negativos. El mecanismo de la supresión es la versión un poco más consciente de la represión, pero que al final lleva al mismo lugar. Todo lo que no sabemos transformar acaba encontrando dos vías de salida. La primera es la Somatización, la cual refleja perfectamente el dicho popular de “echarse a la espalda” o al “saco” que, por supuesto, se convierte en dolor de espalda o miles de trastornos corporales. Es decir que el cuerpo muestra lo que la mente consciente quieres ocultarse a sí misma. El otro camino es la proyección; es decir, atribuir las causas de nuestro mal estar y de nuestros problemas a situaciones o personas externas a nosotros, literalmente echar la culpa de mis problemas o malestar a la gente del trabajo, la familia, los vecinos, el clima, la contaminación, el gobierno o lo que sea. Esta actitud y modo de pensar nos sitúa en el estado de conciencia de la “víctima” y nos induce a la queja. Con ello, no sólo cedemos nuestro poder y nuestra conciencia, sino que nos perpetuamos en una forma de vida dolorosa y lamentable. Entonces, ¿qué debemos hacer cuando los demás me fastidian? Pues aplicar el mismo proceso que nos ayudará a SANAR y a crecer… Los investigadores modernos del estrés nos dicen que el estrés, más que otra cosa, es una reacción cerebral personal; es decir, una forma errónea de gestionar y vivir una determinada realidad. Ante una misma situación hay gente que se estresa más y gente que se estresa menos, incluso quien se lo pasa bien o quien aprovecha la situación para crecer y evolucionar. Todo depende de ti mismo, de tu actitud, creencias y programa mental. Entonces si algo o alguien te “molesta”, en vez de empezar a echar la culpa empieza a tomar el control de la situación. La “molestia” la generas tú mismo. La situación requiere que le prestes atención y que encuentres la mejor respuesta, la menos violenta y la más funcional. Por ejemplo, si el vecino tiene la música muy alta, puedes empezar a enfadarte y a segregar bilis, o puedes ir amablemente a su puerta y pedirle con cortesía si puede bajar un poco el volumen. Si ya has ido, y la estrategia no funciona, puedes maldecir y seguir segregando bilis, o ponerte unos tapones en las orejas… En cualquier caso, si el asunto es que la música te molesta, tienes que tomar la decisión en darle fuerza a esta molestia y acabar enfermado tu hígado o ponerte a bailar ya que el vecino pone la música. Recuerda, sentirte mal es algo que se produce dentro de ti, no importa que la causa o las causas sean externas. Tú tienes el poder de modificar la respuesta interna. Las cosas te afectarán lo que tú permitas o decidas que te afecten. Si crees que
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no es así, debes saber que esta “creencia” te mantiene en el sufrimiento. No hay verdades personales, solo creencias personales. Lo que creemos con firmeza lo convertimos en “nuestra verdad”, pero esto es falso. Lo que aceptamos como verdad se convierte en nuestra verdad. Pero si en vez de ceñirnos en verdades “verdaderas” empezamos a pensar en “verdades útiles” y además desechables, la vida se nos hará mucho más fácil. Otro ejemplo: si yo creo que algo es verdad y me siento muy bien con ello, quizás no sea cien por cien verdad pero, al menos, me hace sentir bien, me sana y, por lo tanto, me es útil. Si creo que algo es verdad, pero me siento mal con ello, esa es una “verdad inútil” porque más allá de su tanto por cierto de certeza me hace sentir mal, me enferma y me esclaviza. Así que date cuenta que cada pensamiento y creencia que tienes posee energía, y esa energía puede ir a favor de la vida y ser positiva, o ir en contra de la vida y ser negativa. Trascender implica NO negar lo que te afecta, no suprimir ni huir del sentimiento negativo, no importa quién o qué lo haya disparado. Lo primero es asumir que ese sentirse mal está ahí, y que puedes trabajar con ello. Detente un momento. La vida está llena de cosas que no te agradan o te cuestan, por lo tanto, las dificultades son una parte muy importante de la vida. Cuando te sientas mal, detente un momento y déjate sentirlo en tu cuerpo en vez de quedártelo en la mente: reconoce la sensación física de ese “sentirse mal”. ¿Dónde está dentro de tu cuerpo? No dejes que la mente siga con el juego de las culpas y los culpables: no hay culpables, punto. Tampoco hay víctimas, otro punto. No hay un problema, solo se trata de una situación a resolver. Primero tomate un rato para ti, para trascender. Túmbate cómodamente. Pregúntate amablemente, “¿qué pasa?” y, al momento, retira la atención del parlanchín mental que está asustando, alterado y desequilibrado y pregunta: “Si, es cierto, no me siento bien, ¿dónde está este sentimiento en mi cuerpo?”. Cuando lo tienes, préstale atención a la sensación física, no al diálogo mental, solo al cuerpo; imagina que tu atención y observación ya es un medicamento. Tras unos minutos, pregunta al cuerpo y al lugar de la sensación desagradable, “¿qué sentimiento hay ahí?, ¿miedo?, ¿ira?, ¿frustración?, ¿orgullo herido? o ¿TRISTEZA?”. Luego pregunto: “¿qué tengo miedo a perder?, ¿qué es lo más grave que puede pasar?”. En mi profundidad, con total sinceridad, y sin culpar a nadie ni siquiera a mí mismo, hago otro cuestionamiento: “¿qué creo que realmente está pasándome a mí?”. En una situación determinada, por poner un ejemplo, uno puede sentir mucho agobio y enfado, luego sentir que eso es una presión en el pecho, más tarde descubrir un gran dolor, al sentir la posibilidad de perder algo muy importante para uno. Y profundizando más, descubre que el poder perder eso puede ser vivido así: “¡Otra vez estoy cometiendo el mismo error!, ¡no valgo nada!, ¡creo que no podré salir adelante!, ¡sin esto no podré ser feliz!”. Ahora respira hondo, porque estas creencias erróneas y profundas son las causantes de todo tu malestar: ¡¡NO HAY CULPABLES!! Ni dentro ni fuera de ti: solo hay personas humanas.
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Ahora tienes que cambiar tus creencias falsas por otras verdaderas que sean ÚTILES, y que te devuelvan el poder. Empieza por considerar lo siguiente:
Hay un Poder SUPERIOR e infinito que siempre está en disposición de ayudarte. Solo tienes que pedir ayuda. Deja el orgullo. El Reino de los Cielos está en tu interior. Todo lo que realmente necesitas YA ES EN TÚ PROPIO INTERIOR. La verdadera felicidad es aquella que no depende de nada, por lo cual nadie te la puede dar ni quitar: es tu naturaleza profunda. Tu malestar se debe solo a falsedades que has aceptado como ciertas; es decir que son incorrectas las siguientes premisas: que otros te pueden hacer feliz o que otros tienen lo que tú necesitas. También es falso el pensar que los demás te pueden fastidiar o hacer daño. Todas estas creencias erróneas deben ser desechadas, desprendidas y DEJADAS. Cuando te afirmas en que eres un SER Completo, al que no le falta nada ni te sobra nada, todo lo que te produce malestar puede ser desechado. La esencia de tu felicidad está en relacionarte con atención y amorosamente con lo que tienes a mano a cada momento.
Reflexiona y lee una y otra vez estos puntos, hasta que los asimiles, y así podrás cambiar la actitud y las creencias erróneas. Con ellas no sólo se irá el malestar sino también las enfermedades. Practica una y otra vez este proceso hasta que te sientas lleno de ligereza y alegría. No pasa nada. La Energía más elevada de este planeta y la que más poder tiene se llama Divinidad, y se siente como AMOR, PAZ, COMPLTITUD, COMPRENSIÓN Y ARMONÍA. Te deseo buena vida. TAI
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5. SEMILLAS DE AMOR Mis queridos hermanos: Sí, mis queridos, sé que, si no inundo esta vivencia de amor, nada de lo que haga o diga se llenará de energía nueva. Hay que quitar las telarañas de la ya sabida costumbre de dar muestras de cariño como algo protocolario. La vivencia del saludo es eso: una vivencia nueva que nos dispone a compartir. Y para mí, recoger tu mirada, sentir tu abrazo y dejarme seducir por tu sonrisa es la antesala a esa relación que dará paso al vínculo y la conexión de nuestras almas. Estamos unidos por algo más grande que los protocolos, y si decidimos entender un camino espiritual de transformación te ofreceré y manifestaré la hermandad entre nosotros, poniendo mi conciencia al abrazarte, al mirarte, al sonreírte y, sobre todo, a conmover con tu cercanía. Dejar esas telarañas es dejar de pensar, no permitir que mis pensamientos hagan del presente algo descafeinado y rancio de saludos, que se ejecutan solo porque es lo normal. Mi deseo es dar energía cálida a ese encuentro para que nuestra conciencia se dirija como una flecha a renovar el vínculo sagrado que cada uno por separado establece con el Maestro. Todo lo mejor del Maestro está en un simple acto y su presencia viste lo nuevo de presente, del presente eterno que es la obra de Dios en nosotros. Como un rayo de luz quiero atraerlo hacia ti con mi abrazo. Si el Maestro es querido, la hermandad se renueva en cada abrazo. Sé que lo de “Querido hermano” se hace verdad en presente. Las semillas de amor son evidencias en un simple gesto de verdad.
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6. …DEL MES…
CLAVE DEL MES:
FRASE DEL MES:
ORDEN
El verdadero orden nos muestra la unidad subyacente a la diversidad y lo sentimos como bienestar y paz.
PARA VER: Regreso a casa (Gui lai) (2.014)
PARA LEER: Tsuda, Itsuo. LA VÍA DEL DESPRENDIMIENTO Editorial EYRAS, 1992
Dirigida y guionizada Zhang Yimou, basada en la novela de Yan Gelin
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7. FRASES PARA NUTRIR EL ALMA No hay comienzo ni final en un holograma. Ya que está en todas partes completo. De hecho, la apariencia de estar inacabado, es parte de su culminación.
El nivel de conciencia de un individuo es determinado por los principios con los cuales se compromete.
D. BOOM
SI no te gusta algo cambialo. Si no lo puedes cambiar, cambia tu actitud.
D. R. HAWKINS
Una enfermedad no es más que nuestra conciencia llamándonos la atención sobre algo a aprender. ANTONIO IBORRA
MAYA ANGELOU Piensa por ti mismo y deja a otros que disfruten del mismo privilegio.
Llegamos a ser neurológicamente lo que pensamos.
VOLTAIRE
NICHOLAS CARR
Tú lenguaje indica y limita lo que piensas.
No hay nada bueno o malo, el pensamiento lo hace así.
JONATHAN PRICE
WILLIAM SHAKESPEARE Lo que haces por ti mismo desaparecerá cuando no estés, pero lo que haces por los demás permanecerá como tú legado.
Tomate tu tiempo para deliberar, pero cuando llegue el momento de la acción, para de pensar y actúa.
KALU NDUKWE
NAPOLEÓN
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8. NARRACIÓN (2ª parte) La señora de la guadaña siguió mirándolo fijamente. Conmocionado e incrédulo ante lo que estaba presenciando, no podía articular palabra, tenía ganas de vomitar y correr, pero, ¿hacia dónde lo haría? Inmovilizado por el miedo, solo podía confiar en su corazón y permitir que la realidad de lo que estaba viviendo tuviese algún sentido, algún motivo de ser que, de momento, escapaba a su entendimiento. El viento arenoso azotaba su cara tan fuertemente que le costaba abrir los parpados. Sin evitar que la arena entrase en sus ojos, los abrió; a varios metros de distancia la inquietante y siniestra figura seguía allí de pie, quieta e inamovible, como si esperara algo o alguien. Óscar transformó su miedo en coraje y levantó la mirada con detenimiento al rostro de aquel espectro. A lo largo de su vida se había enfrentado a situaciones difíciles e inverosímiles, pero ésta sobrepasaba sus expectativas. Divisó el rostro descarnado, aterrador e inanimado; de no ser por un fulgor, un destello de luz rojiza que provenía de las cuencas vacías de su rostro, hubiera sido fácil pensar que se trataba de un cadáver o un esqueleto abandonado en aquélla tierra inhóspita. Pero eso no era así. Por un momento, Óscar pensó que podía ser que ello fuera una alucinación, un desvarío provocado por el golpe que se dio tras el forzoso aterrizaje. Manteniendo la cordura y haciendo acopio de valor miró el semblante de aquel ángel exterminador y preguntó: -¿Quién eres?, ¿en qué lugar me encuentro? De repente sintió un zumbido, una sensación punzante en la parte superior de su cabeza que se convirtió en un dolor insoportable. Posteriormente, ese zumbido se tradujo en un lenguaje irreconocible para él, todo empezó a dar vueltas a su alrededor, hasta que por fin unas palabras hicieron eco en su mente y que pudo entender con claridad: -¡¡¡Soy tu protector!!!-, respondió aquel ser sacado de una película de terror. -¿Mi protector?-, preguntó para sí mismo, incrédulo. La situación adquirió un matiz todavía más surrealista. Cómo iba aceptar el amparo de un ser que le causaba rechazo y miedo. Él tenía por costumbre invocar como protección a las potencias divinas, ángeles y arcángeles que lo acompañaban en su vida, en momentos decisivos. A través de la oración había conseguido conciliar su alma, la luz y la sombra que formaban parte de su existencia, abriendo su corazón y confiando en lo superior. Como en su mentor que iluminaba su camino y lo guiaba por el sendero de la virtud. Su amada Áurea también había sido su musa, su inspiración, la sensibilidad y la dulzura que hacía que su vida fuera todavía más plena y feliz. Recordó las últimas palabras que ella le dijo:
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- “Sólo cuando lo hallas dado todo por perdido, la aguja y el hilo en comunión se unirán para siempre”. Óscar temblaba, no sabía si por el frio de aquel paraje desolado o por la incertidumbre de lo que estaba aconteciendo. Preguntó nuevamente: “¿Estoy muerto?”. Por extraño que le pareciera sintió una cierta conexión con aquel SER. Una atronadora carcajada no se hizo esperar en el vasto y desolador desierto. Los ojos de la señora de la guadaña brillaban con mayor intensidad, expresando una mueca burlona de su mandíbula huesuda y desencajada. “¿Estás muerto?”, volvieron a resonar las palabras en la mente de Óscar. La muerte le contestaba con la misma pregunta alzando su brazo descarnado que asomaba de la raída túnica y que apuntaba hacia él. Óscar no esperaba esa respuesta que lo desconcertó profundamente. Se burlaba de él. - ¿Quién eres? -, preguntó Óscar, esta vez un tanto airado. -En el pasado me llamaban el guardián del tiempo, aunque he tenido muchos nombres-, respondió aquel espectro. - ¿Qué quieres de mí? -, preguntó Óscar. Hubo un largo silencio. La tormenta de arena cesó de repente para dejar paso a la nada, a la nada, al vacío y al más absoluto silencio; a una obscuridad aterciopelada que se cernía sobre las dunas que se apreciaban gracias a la luz de la luna. -¡¡¡Nada!!! ¡¡¡Todo!!!-, resonó con una afilada y tenebrosa voz en el silencio de aquella desolada región. Óscar quería entender, comprender lo que estaba sucediendo y de súbito lo vio todo muy claro. Aquella visión era la expresión misma de su miedo a la vida, de la falta de amor hacia sí mismo, del resentimiento de un pasado que él creía olvidado. Aquella muerte le hacía recordar su humanidad, los tiempos en los que se creyó estar por encima del bien y del mal, y una larga lista de sueños no cumplidos. De pretensiones inequívocas, autoengaños y un orgullo que lo había desmarcado de su propósito existencial, lo había tiranizado. Congeladas sus alas de ángel, lo comprendió todo. Continuará…
Cinta Dorada RAUL VILLAR 14
9. CCA AP PA AC CIIT TA AC CIIÓ ÓN N,, P PR RE EP PA AR RA AC CIIÓ ÓN NY YE EN NT TR RE EN NA AM MIIE EN NT TO O En agosto, mes del signo de Virgo, Perla vuela a Tenerife después de resolver varios obstáculos. Por fin lo hizo, y hoy se encuentra en la bella y hermosa Isla del Dragón con todos mis amigos. Ahí, ella disfruta y experimenta la vida al estilo del exterior con ricas comidas, entusiastas sonrisas y grandes abrazos al estilo de los canarios. Tengo muchas ganas de viajar a España y estar en Tenerife, y me encuentro ahorrando plata, oro y hasta cobre para ir. Eso del oro no es para tanto... Los entrenamientos siempre son distintos, pero con las mismas bases del presente. El Maestro es un caminante de lo inmenso que, con su mirada integradora, nos brinda el asombro del Ser. El Maestro también sugiere el Camino hacia el interior, y ahí nos guía en que la firmeza y lo sereno es a toda prueba para Ser. La conciencia y la salud son vivencias indispensables para el diario camino y la vida de los guerreros. La salud es el estado funcional correcto con el cual debo vivir, instante a instante. La conciencia es la capacidad para darme cuenta y producirme ese estado de salud. Con la disciplina voy desarrollando más y más mi conciencia y, claro, con la guía del Maestro que me resulta indispensable. Reconozco que el Maestro tiene un corazón de guerrero que siempre está en su lugar, con la mirada brillante y eso me motiva mucho a seguir adelante. El Maestro me enseña que el camino interior consiste en engrandecer la brizna de la conciencia en actividades como hacer la comida –lo cual me cuesta mucho trabajo-, el correr un buen trecho del camino, bañarme, enjabonarme y restregar mi cuerpo con el zacate, también el hablar por el celular y distraerme, entre otras más. Por ejemplo, la lectura del anterior Boletín me hizo revivir la experiencia mexicana en compañía del Maestro: al estar permanentemente contento, el Maestro me contagiaba. Noté que en las meditaciones es todo nuevo: asombro, firmeza y confianza. Morelia me sorprendió por la respuesta de su gente. ¡Gracias, Antonieta y Fátima! Fueron unas excelentes anfitrionas que nos proporcionaron un gran apoyo y servicio. Un guerrero no está enamorado si el amor no ilumina su alma. En el Yug-Do voy enamorándome más y más al darme cuenta, y cuando eso sucede no hay palabras para expresarlo. Siempre la vía es el Amor que integra y cura. Para el amor no hay cura, y eso sí: es la medicina que cura todos los males.
Cinta Roja SERAFÍN MENDOZA 15
10. CCUUA AN ND DO OD DE EC CIID DÍÍ V VIIA AJ JA AR RA AL LA ASS IISSL LA ASS C CA AN NA AR RIIA ASS Cuando decidí viajar a las Islas Canarias -hace ya 11 años- dejé todo sin esperar nada, al mismo tiempo que pensaba que no volvería a estas tierras argentinas. Pero, ¡cómo es la vida! Te lleva por donde ella quiere y como quiere. Algunas de las posturas que me enseñó mi maestro son las siguientes: “adaptarse a lo que hay”, “fluir con la vida”, “no esperar nada”, “luchar por lo que nos hace bien” y “sudar el cuerpo para acallar a la mente”. He aprendido tanto en esos tres años de Yug-Do. Por ejemplo, es esta persona quien soy ahora la que me gusta. La que no sufre como antes porque sabe que yendo hacia el interior todo tiene solución. Y entonces me sucedió lo mismo de antes, pero para regresar a América: en esta ocasión dejé todo en las islas... A lo que voy es que en un año y medio que estoy aquí la vida me ha dado todo cuando al principio no tenía una silla en donde sentarme, y ello fue apareciendo como por arte de magia. Por eso, ¡hay que confiar en la vida! Eñe as el sueño perfecto.
Cinta Negra GRACIELA LEIVA 16
15. INFORMES TENERIFE
En la Convivencia de agosto paso a Cinturón Negro el querido hermano Julio Galvan.
Actividades del 7 al 11 de septiembre. Cursos de Acupuntura Cuántica, YOGA, YUG-DO, Crecimiento Personal y Terapias individuales. Contacto 606981118
BARCELONA
16 y 17 de septiembre terapias individuales.
ECUADOR
Continúan las clases y Talleres de YUG-DO, Yoga, y Terapias alternativas, en Quito y Guayaquil.
ARGENTINA
Siguen las clases regulares en Posadas (Misiones).
MÉXICO
Siguen las clases regulares en la Ciudad Universitaria, el Parque de Pilares y el Parque de Viveros, al igual que en Morelia y Acapulco.
SEVILLA
Continúan las clases en Pruna.
¡Seguimos el mes próximo! Para bajar las anteriores publicaciones: hhttttpp::////yyuugg--ddoo..bbllooggssppoott..ccoom m..eess// hhttttppss::////iissssuuuu..ccoom m//aayyddoo
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