AsociaciónparaelFomento delEspírituylaEsenciade
lasArtesMarcialesyelYoga
Cuandoescuchomarzo,escuchoprimavera… Séque,enrealidad,marzotienemásdeinvierno que de primavera, pero a mí me suena ya a prados floridos, pájaros de colores y mariposas. Y esto es así porque el 21 de cada marzo se abre un nuevo ciclo cósmico, empieza un año nuevo,elcarnerodeoro,elvellocinodeJasóny sus argonautas, llega y rompelainerciainvernal.
Tambiénesciertoqueen marzo celebramos el tiempo de Piscis. Por eso, feliz cumpleaños a todos ellos.Es el final de la rueda zodiacal, que representa el gran mar que al final nos acoge para fundirlo todo en la memoriacolectiva.
Piscis es tiempo de contradicciones, de opuestos, de confusión, de caos y también de mística, de religiosidad y de recogimiento. Tal y como decimos: los impulsos opuestos se encuentranjuntos,asícomolasganasdedigerir, asimilar, y descansar están junto con el presentimiento de lo que ya va a empezar.
Queremos quedarnos en la cueva y, al mismo tiempo, ya necesitamos salir y explorar de nuevo. Así es la época y así es Piscis. Esto es algoquesolosepuederesolverconbuenhumor y simpatía. Lo digo una vez más: solo el amor sana, porque el amor concilia, da espacio, conecta,aceptayune.
En marzo me urge el romanticismo de Piscis y la aventura de Aries, la pasión por explorar y, al mismo tiempo, admirar y gozar de cada salida a la naturaleza. En el bosque frío ya se
ven brotes por todas partes: las yemas de los árboles quieren convertirse en flores, los seres vivos sienten la llamada del celo, del amor, la búsquedadelencuentro,delcortejo,delacópula y la creatividad. Se van a sembrar las semillas de las vidas nuevas, y por eso las perdices andancomolocasypierdenelmiedo,porqueles puede más el amor. Desde lo alto de la roca cantan y cantan, exhiben su ardor, atraen a la pareja y les da un poco igual el fotógrafo que trata de hacerles una foto. Ellas no quieren salir en Instagram ni en Facebook, solo quieren dar rienda suelta a su instinto, generar una nueva proleydarcontinuidadalaespeciepormandato biológico.
En los bosques mediterráneos y las dehesas, entre encinas y alcornoques, las hembras del linceibéricovanbuscandoellugaridóneodónde daraluzasusnuevosgatitos,esospeluchesde algodón que mañana serán los matadores del matorralmediterráneo.
Hay bullicio entre los rabilargos y las urracas. Losmartinespescadorestoleranlapresenciadel
otro para aparearse. En definitiva: el campo es una fiesta. Hay agua en los torrentes, se zambulleelmirloacuáticoycompiteconlanutria en busca de pescados. El águila real cruza majestuosamente los cielos limpios, se solean laslagartijasylasculebrasdeescalera.
Allí donde mire me enamoro, me falta tiempo y me sobra sangre. Estoy tranquilo e inflamado como Piscis y Aries, como agua y fuego, como vidaymuerte.Debatíentresentarmeaescribiro salir a vivir. Porque, si no vivo, ¿para qué escribo? Pero si vivo tanto no encuentro el momentoparaponerpalabrasenlamemoriadel mundo.
Escribiresalgosano,yaquemepermitecentrar la mente y ordenar las ideas, pero también sé que mi vida es el verdadero libro que quiero escribir. Y este se narra caminando, respirando, amando y sufriendo. Nuestra vida es nuestra obra y también nuestro mensaje. Nada queda fuera de la memoria que guarda los pliegues de la vida. Todo cuanto ha existido ha dejado su
mensaje. Eso pasa con cada humano, animal, plantaopiedra.
Enrealidad,mientrascaminoporlaarboledaleo ellibrodemisantepasados.Todoestáaquí,todo está ahora. Detenerme un rato a contemplar, a admirar la naciente primavera, a disfrutar de los estertores del invierno, a escuchar al trueno, al aguacero o al goteo persistente tras la lluvia. Todo,pasoapaso.
Aunque no me mueva, no dejo de viajar. La nave tierra sigue su periplo infinito, así hacia el horizonte ya veo nacer al nuevo sol, la nueva luz, la nuevavida...
¡Esprimavera!
¡Felizaño!
TAI
El estado de conciencia más elevado es la alegría interior. La verdadera, la que nada tiene queverconloslogrosdelego,laquesolopuede emanardelencuentrosagradoconnuestroSer.
Por eso, un ser humano auténticamente espiritual no puede ser alguien serio, triste o taciturno.No.Elaromadeliluminadosiemprees elsolqueseasomadesdedentro,lasonrisadel quesabeycomparte,aquelqueyasehadejado encontrar por lo que es. Es donde todos los acertijos convergen y donde nada queda afuera, porque la verdadera alegríaes laexperienciade lacomunión.
La común - unión con todo y con todos, el reconocimientodequelodefuerasoyyo,ylode dentro,también…
Todo es YO, porque soy en el UNO. El ser que soy es el que tú eres, el que somos todos. No hay diferencia. La alegría es la emanación del encuentroconelunomismoanhelado,soñadoy
esperado. Y siempre se refleja en una simple respiración. La cosa es muy simple, una respiración. Un trabajo y una entrega. A veces nos parece que es muy difícil dar, ofrecer o soltar, pero el verdadero trabajo está en abrirse para respirar. Hay una inspiración y una expiración. Inspirar requiere el trabajo de abrirnos a lo que se nos ofrece.¿Quémellega?
Estamoscerrados,porqueelmiedoquiereevitar que llegue el mal, el dolor y la agresión.
Tenemos mil memorias de dolores y traumas. Por eso, al cerrar la puerta al enemigo, también la cerramos al amigo. Al llevar puesta la armadura, encorsetados por temores y condiciones, no podemos aceptar el aire nuevo, el espíritu de la renovación que puede aparecer. Al no respirar bien, no podemos sentirnos inspirados, motivados y entusiasmados. Los prejuiciosylasdefensasloimpiden…
Queremos elegir: esto sí, esto no. Pero la vida, que siempre sabe más, nos ofrece lo que necesitamosacadamomento.Loquerealmente
precisamosparanuestraevolución.Aunqueesto que llega sea una pérdida, un dolor o una enfermedad. La intención de la vida es siempre enseñarnos a amar. Así que amar es abrirnos y aceptar el regalo que nos llega hoy, sea lo que sea,aunqueelegosufra,elalmanossanará...
Inspirar es entusiasmarse con lo que me llega hoy. Sea lo que sea, sin condiciones, sin elecciones, sin preferencias, sin pedir a la carta. Solo queda servir el menú que se me otorga y disfrutarlo a fondo. Todo, todo, absolutamente FORMA PARTE. Todo llega para nutrirme, sanarmeyenseñarme.Nadaquedafuera.
Pero recuerda: nada es para mí, nada es para que lo retenga o lo atesore, sino para que lo
ofrende, lo ofrezca, lo done, lo de y lo deje ir como cada exhalación. Así que lo que llegó, bienvenido,peroluegoloofrendo,loentregoolo regalo en el templo de la vida. Lo pongo en el altar para que lo divino disponga. Nada es mío. Solo tengo que recibir, aceptar, abrazar y soltar, inhalary,luego,exhalar...
Así de fácil, así de simple. Viniste sin nada, te irás sin nada.
Tu única aportación válidaaojosdel mundo es que toques la canción, que cantes la alegría, como cualquier pájaro enamorado, como cualquier florocomocualquiernube.
TAI AIM
Aunquelaalegríaeslafrecuenciamásalta,ningún ser humano —por santo o elevado que esté— la puedesostenertodoeltiempo.
Nuestra humanidad implica movimiento y ritmo, y aunque la alegría brote de la Gran Fuente, no siempre podemos estar ahí. Y sí esto sucede, es que nos olvidamos y nos quedamos atrapados en los velos de maya, de la ilusión cósmica, del condicionamiento de la percepción individual o del sentirnos seres distintos y separados. En realidad, lo que nos distingue no nos separa de nada, pero el poco estado de conciencia que tenemos nos hacevivirnoscomoentesseparados.Laverdades que todo está unido y conectado, todo está ligado alUno.
Sin embargo, nos olvidamos de esto. Y entonces, ¿qué viene después de la alegría? Para el ego, quien vive la falsa alegría, aquella que tiene que verconconquistasylogrospersonales,continúala tristeza.Insisto: parael ego, después delaalegría viene la tristeza. En cambio, para el Iniciado en lo sagrado,traslaalegríasiemprevienelaserenidad,
laecuanimidadylacalma.Enlosmomentosduros para el ego, en las pérdidas, los fracasos, la observación del dolor ajeno o las desgracias, la alegría debe convertirse en serenidad, firmeza, confianzaycalma...
Hay momentos que no son para saltar de alegría, pero tenemos que cultivar el equilibrio interior, el aplomo, y sostener el ánimo con fortaleza. Saber quevendránmejorestiempos.
La serenidad se conecta con la alegría interior a través de la suave sonrisa de Buda. Cuando ves muchas imágenes de Buda, te das cuenta de que la magia de su rostro está en sus labios distendidos y abiertos, los cuales son la emanación de una profunda e imperturbable armonía interior. No hacefaltaserbudistaparacaptarelenergíadeun serdespiertoeiluminadoporlacompasión.
La alegría genuina que es la fragancia del encuentro místico con lo esencial, quizás no siempre está disponible, y las falsificaciones no ayudan mucho. Sin embargo, podemos trabajar con nuestros labios, con la sonrisa, con la respiración consciente y con el aquietamiento del ánimo.
Muchas veces, después de la alegría, podemos sostener la serenidad, pero también podemos cultivar la calma y la ecuanimidad para crear las condicionesparaelnuevoamanecer.
Si has conocido la alegría interior, espera, y espera serenamente: el pájaro volverá a tu ventana.
La vida en la tierra sigue una trayectoria horizontal para los humanos inconscientes: nos levantamos, hacemos muchas actividades, nos acostamos y nos volvemos a levantar. Nacemos, crecemos, morimos y la vidacontinúa.
Como ya hemos descubierto que la tierra es redonda, vayamos por dónde vayamos, siempre acabamos en el mismo sitio.
Juventud, vejez, enamorarse, desenamorarse, entusiasmarseydesanimarse,subirydespués bajar, hasta la siguiente subida y, una vez más, quedas en el mismo sitio. El maestro José Marcelli decía: "Es como la eterna vida de Pepito, que nació, creció, se reprodujo, se murió, y nunca supo por qué”. Esta es la vida detodosnosotros.
Sin embargo, hay más cosas que estas. Algunos lo llaman “la vida espiritual”, el
“despertar”, el salir de la caverna de Platón, y yo lo llamo tangencialidad. Salirse por la tangente, como solemos decir por aquí. Es decir,quedevezencuando,envezdeseguir el guion inconsciente de la vida, la rueda cíclica en la jaula del hámster, somos succionados hacia arriba, como si fuéramos abducidos por unos seres extraterrestres. Quizás sea eso o, a lo mejor, es la atracción delamateriaoscuradeluniverso,¡quiénsabe!
Lo tangencial, la tangencialidad, es la percepción repentina de que no estamos yendo a ninguna parte, solo giramos y giramos. Naturalmente, esta llamada, fogonazo o iluminación, es el resultado o la consecuenciadeunadetención.
Hay un stop, una parada en la vida inercial, mecánica e inconsciente, se requiere ESTAR
AQUÍYAHORA.Normalmenteestamosaquíy ahora, moviéndonos en el "allí" y "después"
estamos proyectados hacia el adelante, o a veces, ensimismados en el "antes" y los recuerdos del pasado. La naturaleza de la
mente humana es desear y escapar, con miedo a ser devorado y ganas de devorar, comer y no ser comido, siempre miedo y deseo.
La tangencialidad, que algunos llaman espiritualidad, es como la pregunta: “¿Quo vadis?”, la pregunta que tiró del caballo a Pablo de Tarso y lo transformó. El evangelio dice "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?/¿Quovadis?/
¿A dónde vas?/ ¿Qué estás persiguiendo?/ ¿Porquésigueshuyendo haciaadelante?”.
Hay algunos momentos en la vida en los que un acontecimiento,ounaccidente,rompenuestra monotonía. Esto despedaza nuestra rutina.
Porejemplo,conlamuertedeunserqueridoo unaenfermedad.Haymilesdeexperienciasde shock.
A veces ni siquiera tiene que pasar una tragedia, sino tan solo un drama como una rupturadepareja,unadepresióno tambiénel fruto del trabajo interior. Así, con meditación, Yoga, Yug-Do, más allá de cualquier técnica es también crear unas condiciones, sembrar unestado,abrirunapuerta...
Todo lo que llamamos espiritualidad no está divorciado del mundo material ni real. Solo lo cuestiona, abre más preguntas, indaga sobre lacuestiónesencial.
Lo tangencial,sea lo que sea, seabrecamino hacia nuestra consciencia cuando estamos abiertos, quietos, dispuestos, atentos y nos ofreceinspiración,intuiciónyunavisiónglobal.
Atrapados en los pasos, no hay mejor forma de transformarse que darse cuenta de lo que espera al final del camino del deseo. Como la zanahoria que hace andar al burro, al final caminamos y caminamos y nunca nos saciamos.Vivirlatangencialidadesgenerarel
hábito de romper los hábitos, al menos pararlosoposponerlos.
Hay que diferenciar bien entre medios y fines. Las técnicas, los ejercicios y los métodos son como cuchillos: pueden servir para cortar pan o para matar a alguien. Practicar esto, o lo otro, es menos importante que al lugar al que teconducen.
Lo tangencial no es ni una técnica, ni un acto devoluntad,niunpropósito,niundeseo.Más bien es el fruto de salir de la inercia.
Lo tangencial o lo disruptivo aparece tras una entrega, una renuncia, un soltar,un confiar en algo más grande queelautocontrol.
El trabajo interior es la disciplina. Eso no sólo significa esfuerzo y voluntad sino disposición a una guía real. Aceptar y seguir las enseñanzas vivientesdeunmaestrodecarneyhueso.
Uno puede tener muchos profesores, puede aprender de todo el mundo, pero la disciplina, que atañe al discipulado, se refiere a poder confiar y comprometerse con un maestro vivo o unamaestraviva,quiennosinspire,motive,guíe y, también, nos ayude a corregirnos y evitar que nosengañemosanosotrosmismos.
Losmaestrosvivosquenospermitenalcanzarel discipulado son, a menudo, incómodos, porque noshacenver loqueno queremos ver,tal como sucede con una luz en la oscuridad. Su presencia puede alumbrar nuestras miserias e incapacidades. Sin embargo, la mirada del maestro es compasiva así que, además de sacudirnos,tambiénnoscomprende yapoya.La otra cuestión es que un maestro real es un ser
humano falible, con defectos e imperfecciones y que,sinembargo,nossirvedereferenciaporque alumbranuestrasendaypodemosconfiarenél.
El trabajo interior guiado por el maestro solo se hace real asumiendo la disciplina y práctica que él nos propone. Cualquier técnica o método implica paciencia y sobre todo, perseverancia.
Empezaremos cada día, y cada día nos volveremos a dispersar. Habrá que volver una y otra, y otra vez más al punto, a la propuesta, a lapráctica...
El esfuerzo debe ser sostenido en el tiempo, durante años, décadas o a menudo el resto de nuestra vida, porque la disciplina esencial es volver una y otra vez al punto de partida, a la humildad y a la mente de principiante. Eso es Iniciación: empezar de nuevo, iniciar de nuevo,
ser sencillos y comprender que no se trata de entretenimiento, ni tampoco de rutina, sino de conciencia. Hay que cavar más hondo, darnos cuentademáscosas,profundizaryprofundizar.
Laclaveesnodesistir.Lailuminaciónnoessolo que se prendió el foco: es saber dónde está el interruptor y prenderlo cada día. Eso es una vida iluminada.
Volver una y otra vez al punto, buscar el interruptor y volver a prenderlaluz. TAI AIM