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AYDO Asociación para el fomento del Espíritu y la Esencia
de las Artes Marciales y el Yoga.
BOLETÍN 173 Noviembre 2.016 1
1. EDITORIAL Noviembre. El bosque se ha vestido de verde intenso. El aire puro de la montaña, saturado del perfume de frutos tardíos, llena los pulmones como un aura vivificante. Se respira libertad: parece que el vasto pecho de las montañas gigantes se alza de igual forma que un coloso dormido. Toda la hermosura circundante está llena de pulsaciones de vida, de esa elemental aspiración al calor, a la luz y al sol. Mientras camino silencioso entre pinares viejos y castaños jóvenes, pienso en la muerte, quizás me lo han recordado los restos de un corzo casi devorado por los lobos o por el sombrío graznido de un gran cuervo, tan negro como un enterrador. Sí, día y noche, vida y muerte, todo está presente en cada momento, y en este noviembre, palabra que proviene de “nueve”, del noveno mes romano, me recuerda el preludio a la gran noche… En diciembre celebraremos el nacimiento de la Luz, el nuevo amanecer, el germen incandescente, del hijo de Dios, las fiestas decembrinas, con sus pesebres, mantos blancos y saturnales. Pero ahora es tiempo de buen luto, de compás de espera, de castañas a la lumbre y setas asadas. Después de todo, la muerte tan temida, solo es la amenaza ante la separación de lo querido y amado, la evidencia descarnada y cruel del apego, el duelo y el miedo al sufrimiento. Luego, cuando realmente pasa, solo queda silencio y espera. Y más adelante, renacimiento y libertad. Todos hemos muerto muchas veces, todos moriremos muchas más. Buda decía que el dolor es “no poder estar con quien queremos estar y, en cambio, tener que estar con quien no queremos estar”. En definitiva, la falta de aceptación de la realidad, de las cosas tal y como son que, en realidad, nunca son completamente malas ni completamente buenas, solo diferentes. Y el apego, siempre apego… Pero, ¿a qué nos apegamos? Solo a pensamientos e ideas porque la realidad de cada ahora contiene el potencial de todo, así es un universo holográmico. “Todo está en todo”, y todos los momentos, en cada momento, solo requiere aprender a sintonizarnos correctamente. El ser amado nunca te abandona, así no lo veas, así digas que ha muerto, el ser amado y tú nunca os separáis, porque el amor está hecho de lazos invisibles que trascienden la miopía de los sentidos. ¡Nunca te separas ni te separarás de quien amas o has amado! Nunca nadie lo sustituirá ni te sustituirá, porque el amor es expansivo e incluyente, así que no hace falta que te preocupes por estar recordando al que se fue o, mejor dicho, al que no ves porque éste se ha convertido en “tú mismo”. No es que sea malo hacer rituales de recordatorio, ir a un campo santo a poner flores o ponerlas bajo una foto. A veces el alma lo necesita, lo agradece, pero no el alma del que se fue sino el tuyo que, en definitiva, es la misma porque todo está en ti. Honra a tus muertos con tu vida, honra a tus antepasados con tu alegría, con tu disfrute sereno de cada momento y con tu buen hacer. Mirar demasiado hacia atrás es solo tener miedo a no ser capaces de enfrentar el presente. Sin embargo, esta
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es una estrategia ilusoria ya que solo disponemos del ahora. Tu nostalgia no es del pasado, es del ahora y, de hecho, no es una buena frecuencia para honrar a la vida, ya que nos ciega e incapacita para el agradecimiento. Todo está listo para ti en este momento. Ahora, en este noveno, en este noviembre, el mes del Ermitaño te puede ayudar a realizar una gran comprensión. Necesitas al puente viviente, al Maestro de carne y hueso, para que te ofrezca la guía real hacia tu propia luz. Pero el Maestro no lo encontrarás en internet, ni en un libro, ni en un recuerdo, solo se hará presente ante tu compromiso y entrega sin condiciones. Este es el precio. Profesores hay muchos, a los cuales necesitamos, pero el Maestro es uno, porque el paso decisivo hacia lo sagrado nunca puede ser dos o más… Al final solo puedes acabar cruzando por un solo Puente. Antes que eso, recuerda: “Cuando el Discípulo está preparado aparece el Maestro”. Si no está el Maestro es que no estás preparado. Y la humanidad debe de prepararse… YUG es el Maestro, el cual aparece cuando existe el DO, el Discípulo, y ese “do” es la plena disposición, entrega y compromiso total. Antes que eso solo hay inseguridad y miedo, es decir, dudas y confusión. Pero para que el Maestro se haga presente y te guíe, tienes que estar realmente dispuesto, abierto y listo para entregar tu vida inconsciente, el Maestro la tomará y te la devolverá consciente. En términos humanos todo es más sencillo y menos dramático. Significa trabajar en la Obra del Maestro, a su lado no a sus pies, formar parte de un proyecto de conciencia y mantener la lealtad y la confianza plena y con ojos abiertos. El camino hacia la Luz, hacia el re-nacimiento que ya llega, implica meditación, soledad y curación. Partir del anhelo del corazón y ser sinceros con nosotros mismos, luego tomar nuestro bambú para poner manos a la Obra. “Maestro, ¿en qué puedo servir? ¿Cómo puedo cooperar? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué tengo que construir?” Estas son grandes preguntas para subir un gran peldaño: el del Discípulo vivo y real. Dejemos a los pseudodiscípulos y a los pseudo-maestros para las redes sociales… El camino se hace andando. Y ya es tiempo de despertar. ¡Buen noviembre!
Cinta Blanca ANTONIO IBORRA 3
2. EL BUEN DOLOR El dolor no sólo forma parte de la vida, sino que también es útil y necesario. Sabemos que uno de los papeles más importantes que cumple el dolor es el de ser una señal indicadora. Es decir, fungir como un piloto en rojo biológico que indica que algo no va bien. De este modo, el dolor nos avisa, nos cuida y preserva la vida. A veces vivimos emocionalmente de forma errónea, y realizamos una conexión “dolor-culpa”, por lo que interpretamos -mediante creencias erróneas- que el sufrimiento es un merecimiento, quizás porque en el fondo nos sentimos malos o tontos. Desde el punto de vista de la vida, que siempre se expresa en dualidad y polaridad, sin dolor tampoco existiría el placer, sin sufrimiento tampoco podríamos experimentar el bienestar. La conciencia precisa siempre del contraste entre los opuestos y complementarios. El UNIVERSO es Unidad en Diversidad: la Armonía Original es perfecta e inconsciente, y para poder convertirse en una Armonía Consciente se manifiesta y expresa mediante el mecanismo de la multiplicación y expansión. A medida que la evolución de la conciencia se va produciendo, el humano va descubriendo el arte de existir, que es el arte de Ser. Ser expresado en una forma humana temporal y cambiante. En esta realidad dual y polar, el apego al sufrimiento, lo mismo que su rechazo, nos atascan en ruedas y ciclos de estancamiento y dolor. El ser inconscientes e ignorantes nos hace experimentar realidades limitadas, muros mentales de creencias que confundimos con la verdad. De este modo la mente humana no entrenada puede convertirse en una fábrica de sufrimiento y dolor, creando miedos, inseguridades, ansiedad o tristezas innecesarios. Por otro lado, hay muchas personas que plantean su vida como una huida del dolor, un escapar del mal estar, una intolerancia al sufrimiento que, claro, los conduce a sufrir más y además con intereses… El dolor, como todo en la existencia, tiene una naturaleza benigna y buena cuando es natural y no ha sido deformado por la mente. Cierto que alguien dirá que lo benigno y lo maligno también son parte de las polaridades de la realidad. Es cierto, pero lo que te quiero decir es que, más allá de la dualidad, más allá del bien y del mal, existe un BIEN absoluto, y no dual. Hay un BIEN con mayúsculas por encima del juego mental del bien y del mal. Porque todo sigue un propósito hacia la Unidad. De este modo, el Camino hacia la evolución de la conciencia, que es el patrón de lo que llamamos vías espirituales, debe considerar con gran finura el papel del dolor y del sufrimiento. Existen dos tendencias erróneas muy comunes. Una, la fabricación, insistencia y apego al dolor y la tensión. En gran
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medida esa actitud refleja el estado de conciencia de identificación plena con el ego y su personaje. Lo común en este estado es un sentimiento de vulnerabilidad y carencia, donde uno siente que le falta algo y a la vez que es víctima de algo. Dicho de otro modo, que la felicidad está fuera de uno mismo, la cual depende de factores externos, pero que dolor y sufrimiento también dependen de lo exterior, es decir provienen de fuera de uno mismo. Eso coloca al sujeto en un estado de víctima involuntaria, sin capacidad de ser libre o elegir, y solo depende de las circunstancias y gente externa. Cuando el individuo ha llegado a elevar su vibración y frecuencia hasta la responsabilidad personal y el valor, es decir al CORAJE, la visión del mundo y de sí mismo empieza a cambiar. Se va dando cuenta que es completo en sí mismo, en su esencia, y que en la realidad y la presencia tiene que aprender el arte de las relaciones interdependientes con justicia y equidad. Lo que implica compartir con inteligencia emocional. En esta nueva frecuencia, aferrarse al dolor, negarlo o huir de él dejan de ser respuestas válidas y útiles. Ya no se trata de ignorar como uno, en su forma de pensar y actuar, genera sufrimiento ni de idealizar un mundo perfecto y sin dolor… Desde esta óptica más despierta, “dolor” no significa necesariamente “lo estoy haciendo mal” o “no debería sufrir”, sino una referencia para buscar el centro, y hacer lo que tenemos que hacer, dañando y dañándonos al mínimo. El Yoga siempre ha planteado generar conciencia para reducir el dolor y la tensión, y no crearlo innecesariamente. El Camino de la Conciencia nos ayuda a observar al dolor como algo bueno y natural, pero evitar hacerlo crecer en demasía o, al contrario, procurar reducirlo. El enfoque es orientar nuestra vida hacia la recreación de la Armonía Original, dentro del cambio y de la conciencia. Eso implica observarnos a nosotros mismos para no generar dolor innecesario, y ver en el dolor una referencia más. Es decir, no hay que estar dirigidos hacia la búsqueda del placer y la huida del dolor, que es la programación más habitual, y en cambio darnos cuenta de cuál es nuestra Misión y buscar cómo realizarlo con la mínima cantidad de dolor posible. Como todo es rítmico, también es necesario saber esperar el descenso… En otras palabras, no hagas del dolor o su ausencia la guía del Camino, solo haz de ella una referencia más para considerar, una pauta para gestionar con equilibrio. T AI
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3. ¿DESDE DÓNDE TOMAMOS LA MEDIDA? La base de una buena vida es exactamente la misma que la base para una buena salud, física y mental: esto es el equilibrio. Todos estaremos de acuerdo en la importancia de ser mesurados, de buscar el término medio y no exagerar. Incluso podemos recordar que la palabra “medicina”, proviene de medida. Con ello traemos a la memoria la sentencia del gran Paracelso: “La dosis correcta es la base del buen medicamento”. Buda, el gran Maestro, resumió toda su enseñanza en la aplicación del “término medio”. Y en sus mandamientos parten de “El recto pensar” o “El recto actuar”, etc. Todo esto parece muy sencillo y muy claro, el único problema está en el “fulcro”, es decir: ¿desde dónde tomamos la medida?, ¿cuál es el centro que tomaremos como referencia? Este punto es esencial, sino ¿cómo sabremos qué es mucho, y qué es poco? Un poco de veneno puede curar, y un exceso de medicamento, matar. Entonces el “lugar” desde donde vamos a medir se hace muy importante. Como cada cabeza es un mundo, lo que uno ve como “poco” a otro le parece “mucho”. Y así tomando nuestras decisiones personales nos equivocamos una y otra vez. Todo el asunto radica en el hecho de que nuestro cerebro o, mejor dicho, sus programas mentales nos engañan. Los apetitos nos enredan, las apetencias nos atrapan y las preferencias nos atan a ruedas de desequilibrios y dolor. Los sentidos no son de fiar, la propia mente tampoco es de fiar. La información de la gente nos puede confundir aún más, y la opinión de los expertos es, a menudo, ambigua o abiertamente contradictoria. Así que ahí andamos: sabiendo la receta (“buscar el equilibrio”), pero no hallando el modo real de aplicarla con éxito. ¿Qué hacer? Esta es la pregunta del siglo, en realidad es, al menos, ¡la de los últimos milenios! Mi sugerencia es simple: ¡Meditar! Meditar es otra posibilidad para encontrar el “medio”, el punto medio, la percepción y visión no condicionada por el ego. La meditación es mucho más que una técnica oriental. Meditar es una actitud y una forma de usar el potencial de nuestro cerebro. Normalmente las funciones cerebrales pasan por estar en “modo” reflexión con análisis, memoria, imaginación o distracción. Casi a cada momento o estamos dándole vueltas a algo, en lo que estamos enfocados, o andamos medio inconscientes, distraídos. Poner el cerebro en “modo” MEDITACIÓN
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implica colocar tu cuerpo y tu mente en alerta, pero relajado y no enfocar nada. Aunque es útil tener a mano un punto de referencia neutro, para mantener la atención centrada y evitar el péndulo mental que pasa de estar hiperactivo en el pensamiento, a quedar aturdido o adormilado. Esos, justamente, son los dos enemigos y obstáculos para poder meditar: Dormirse o distraerse. Sé que dicho todo esto, sin haber vivido la experiencia, puede parecer complicado, pero todo es cuestión de entrenamiento y habilidad. Hay gente que plantea la gran dificultad en dominar a la mente y, en cambio, ve normal que para aprender a tocar el piano o el violín se requieran años, y más para alcanzar su dominio y maestría… Con el cerebro y la mente es lo mismo. Solo que tocar este “instrumento” puede hacer la diferencia entre una vida llena de dolor y sufrimiento, o una vida sana y pacífica. Creo que vale la pena aprender a meditar… De todos modos, como he dicho, no se trata de un ejercicio o una mera técnica, es mucho más. Se trata de tomar contacto con el Campo de la Conciencia. Detrás de la mente, siempre está el Campo de la Conciencia. Sin conciencia, la mente desaparece y estamos dormidos, por tanto, inconscientes. No podemos usar la mente sin conciencia, pero si podemos estar en la conciencia sin mente, por rara que nos parezca esta afirmación. Meditación es permanecer en la conciencia sin involucrarse con la mente y sus procesos ordinarios, como pensar, recordar, imaginar o desear. Solo permanecer conscientes. Como estamos condicionados a vivir siempre pensando y creemos que sin el proceso del análisis y la reflexión no podemos hacer nada. Es complicado plantearse que, para solucionar el problema de la medida, del término medio, de lo correcto o lo justo haya que dejar de pensar. Todo nuestro instinto, nuestros miedos, la base misma del ego, usa el pensar y razonar constantemente, como una reacción ante el miedo, aparte de imaginar y recordar para “defenderse” y protegerse ante la incertidumbre. Cuando estamos asustados no podemos parar de pensar y pensar. El programa mental crea e imagina escenarios terribles y, casi siempre, exagerados y el razonamiento ofrece “posibles soluciones”, a menudo erróneas o desequilibradas. Buda nos transmitió que debíamos tomar diferentes referencias, pero no quedarnos con ninguna. Decía: “No te creas algo porque todo el mundo lo diga o lo crea verdadero, a menudo la mayoría de la gente está condicionada y equivocada; no te creas las palabras de los especialistas, de los expertos, de
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los maestros o de la gente “autorizada”, tampoco te creas lo que tú mismo piensas, ni lo que está escrito en los libros sagrados”. En resumen: no te creas nada, porque creer es seguir atrapado en el mundo del pensamiento. Más allá está la conciencia. Si te quedas en el creer, a ti mismo o a los demás, te desconectas de la conciencia. Entonces es muy importante reconocer las propias creencias, y también la opinión de los demás que son las creencias de otros, o lo que está escrito que son las creencias del pasado. Pero luego hay que soltar todo este conjunto de datos, y abrirse al silencio, a la quietud, a la calma y saber quedarse ahí, en confianza, a la espera de la respuesta. Esta no siempre aparecerá como una idea iluminada y motivadora. A menudo no aparecerá nada, pero luego al actuar, veremos el valor y el efecto de esa “nada”. A menudo sin razonar, pero desde una claridad y seguridad interior, tomaremos la medida adecuada. Sé que parece magia, quizás lo sea, pero nos da un fulcro, un punto de medida más allá del ego, y eso acaba siendo muy útil. En la Tradición de Sabiduría, el “eje” siempre se da en la relación arquetípica entre el Maestro y el Discípulo; éste, a su vez, es el modelo del desarrollo de la conciencia hacia la CONSCIENCIA, con “s”, o consciencia de la conciencia… El darse cuenta del propio Ser Esencial. En la trascendencia el mecanismo es similar: el Maestro, con su energía y presencia, es una poderosa referencia para el Discípulo, pero éste no debe olvidar su propia conciencia. Y ahí se establecen los dos polos necesarios. La información que recibe desde la Conciencia del Maestro y la que percibe en sí mismo. La respuesta buscada está en una nueva conciencia que surge entre ambos. No se trata de que la conciencia del Maestro se imponga al Discípulo, por mucho que este la perciba como “superior”, ni de que el discípulo se aferre a su propio ego confundiéndolo con su propia conciencia… El Discípulo debe tomar contacto con su plena sinceridad, y dudar de su propia “conciencia”, ya que puede ser engañado por su ego. A la vez debe acercarse al Maestro con verdadera devoción, confianza y escuchar la energía del Maestro, es decir, no sólo sus palabras habladas o escritas, también su silencio. Y no tomarlo como algo absoluto o “la palabra de Dios”, sino como una orientación, una referencia valiosa. Pero si el Maestro es verdadero, y no un manipulador, siempre empujará al Discípulo a meditar, escuchar y escucharse, atender a la conciencia que se despierta ENTRE el Maestro y el Discípulo, y actuar con total responsabilidad personal. El verdadero Maestro no espera ser obedecido por su Discípulo, ni que le haga caso. Solo ofrece con amor UNA REFERENCIA, una orientación, que será tomada por el Discípulo para encontrar la Puerta. En resumen, la clave está en “E ENTRE” la relación Maestro-Discípulo. Y naturalmente en la capacidad de observar la naturaleza del propio ego y la mente personal y no tomarla como punto de medida, más bien como una referencia para, despacio, abrirse a la percepción de la conciencia y desde ahí caminar con calma, valorando y corrigiendo nuestros propios pasos. ¡Buen camino!
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4. EL METAL La energía de este elemento se manifiesta con mayor intensidad en otoño, tiene que ver con la contracción, el recogimiento y la resecación. El yin crece y el yang decrece. Es el momento de eliminar lo innecesario, de guardar sólo lo que será esencial para el invierno. Nos da la capacidad de dejar partir y del “no-apego”. Nos permite terminar el ciclo y renovarnos. Es un momento de interiorización en el que podemos conectar con la pena y la melancolía, que permite crear un espacio limpio y renovado para que entre lo fresco y lo nuevo, con lo que nos posibilita un nuevo ciclo. El metal representa el proceso de individualización necesario para que florezca una relación sana con el exterior. Delimita nuestro espacio vital, forma una frontera permeable que a la vez nos separa, nos comunica con el exterior y nos da estructura. Tiene que ver con la sensación de pérdida cuando la luz empieza a debilitarse y el aire se enfría. Permite la eliminación de residuos a través de las heces, la exhalación y el sudor. Si el metal es débil resulta difícil desprenderse de la tristeza y del luto, y las pérdidas, del tipo que sean, originan un proceso permanente de melancolía y depresión. La energía metal resulta debilitada en la infancia por una educación muy estricta que deriva en tristeza y pérdida de autoestima. La represión de la tristeza suele ir acompañada de una búsqueda de la perfección en la vida. En la voz se puede manifestar como una caída de tono al final de cada frase (una forma de aflorar el llanto). Otro desequilibrio que puede aparecer es el sentimiento de alejamiento de la vida, y lo trata de compensar despertando los sentidos con sabores fuertes y picantes. El pulmón Tiene las funciones de captar el “chi” del aire y de regular la respiración. Gobierna la relación entre el interior y el exterior, lo hace a través de la piel. El reconocimiento de los límites nos permite poder expandirnos. Hidrata la piel, regula la apertura y cierre de los poros y el sudor. La piel se tensa y engrosa para evitar las influencias no deseadas y guardar los recursos valiosos, o la afloja y la vuelve fina para liberar las sustancias o sentimientos no queridos y permitir que penetren las influencias deseables. Está relacionado con lo bello corporalmente. Ayuda a destilar el chi puro necesario para vivir y difundirlo por todo el cuerpo hasta la piel, haciéndola permeable. Desciende y dispersa los fluidos y el chi. Favorece todos los procesos fisiológicos y regula el movimiento de los líquidos orgánicos. Gobierna el exterior y la capacidad inmediata de responder al medio ambiente protegiéndonos de los factores patógenos externos. Calienta la piel y los músculos, controla la fuerza de la voz, los canales y los vasos sanguíneos. Si hay problemas de pulmón se pueden manifestar como trastornos respiratorios (bronquitis, enfisema, disnea, contención respiratoria), tos, catarro nasal, hemorragia nasal, estornudos, congestión sinusal, ojos hinchados y llorosos, rinitis, dolor e irritación de garganta,
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pérdida de olfato y voz débil. Poca resistencia a las infecciones. Dermopatías crónicas, eccemas, psoriasis. Palidez. Sequedad en piel, cabello y labios. Transpiración espontánea o falta de sudoración, acumulación de líquidos bajo la piel. Circulación deficiente. Desarreglos intestinales (estreñimiento, diarrea). Retención de orina. Dolor en zona superior de espalda. Problemas en pecho (congestión, dolor, opresión, rigidez). Tortícolis a lo largo del brazo. Dolor en el pulgar. Frío en las manos. Rigidez muscular. Sobrepeso. Rostro abotargado. Cansancio, falta de vitalidad o debilidad. A nivel emocional se puede manifestar como nerviosismo, desarraigo, tristeza, pena, represión de sentimientos, bloqueos emocionales, celos, desánimo, desapego, egoísmo, orgullo, hipersensibilidad, sollozo fácil, suspiros, bostezos, depresión. A nivel mental se puede manifestar como colapso mental, negatividad, perfeccionismo. El intestino grueso Tiene las funciones de eliminar los desechos procedentes de la digestión, absorción de parte del agua de la digestión y de la esencia de los alimentos. Dispersa influjos patógenos al comienzo de cualquier enfermedad. Armoniza las emociones con una respuesta apropiada a la relación soltar-guardar. Está relacionado con la sinusitis, resfriados, congestión nasal, hemorragia nasal, sequedad nasal, amigdalitis, tos. Problemas en piel (acné, diviesos), sudoración dificultosa, escalofríos. Propensión a infecciones. Frío en abdomen inferior, estreñimiento, heces secas o sueltas, diarrea, dolor abdominal, sonidos abdominales, hemorroides, ardor en el ano. Rigidez, migrañas, dolor de cuello, dolor en mandíbula, dolor en brazo, frío en extremidades, falta de fuerza en la cadera. Expresión sin vitalidad en la cara, comer en exceso, epilepsia, falta de ejercicio e inflamaciones. A nivel emocional se puede manifestar como aislamiento, ser antisocial, decepcionarse, dependiente, depresión, desconfiado, falta de amigos con quien hablar, falta de entusiasmo, falta de espíritu, falta de expresividad, falta de ilusión, insatisfacción crónica, introvertido, tristeza, melancolía, no dejar partir las cosas, pesimismo, remordimientos. Y a nivel mental como falta de pensamiento positivo, preocupación, perfeccionismo, resistencia a los cambios. Esta es una energía que frecuentemente se desequilibra en retiros de meditación o talleres de crecimiento personal, en los cuales nos resistimos a que aflore el inconsciente, y usamos esta energía para impedirlo. Esta energía está relacionada a su vez con el primer chacra. Si está desequilibrada puede aparecer en una persona puramente material que se resiste a ver que existen otras dimensiones de su Ser (emociones, sentimientos, espiritualidad) y actúa sin tenerlos en cuenta. También puede ocurrir lo contrario, una persona muy espiritual que desatiende los temas materiales por considerarlos inferiores o sucios. ¿Qué hacer? Saber decir NO. Marcar tus límites y hacerlos respetar, ser claro y pedir claridad a los demás. Permitirte expresar la tristeza (mediante el llanto, que aparece cuando conectamos con nuestras carencias). Gritar. Tirar o regalar lo que ya no nos sirve. Satisfacer tus necesidades reales y sentirse merecedor. Hacer ejercicios aeróbicos y respiratorios. Estirar los músculos. Dar y recibir masajes o caricias. Tomar un poco de picante en las comidas. Hacer espacios regulares para estar solo, para reflexionar o meditar. Salir de la rutina, hacer cosas nuevas y traspasar los límites de tus miedos. Enfocarse en el disfrute de las cosas, más que en hacerlas correctamente.
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5. SERENIDAD La sociedad actual bascula rítmicamente entre la ansiedad, el sufrimiento y el hedonismo, es decir, está tras la búsqueda del placer compensatorio. El fondo lo hemos de buscar en la falta de verdadera espiritualidad, es decir, en un exceso de mentalismo donde todo es reducido al concepto, a la idea y al pensamiento, y donde la acumulación de información es confundida con sabiduría. La persona, atrapada en su propia mente, no hace otra cosa que pensar, sin darse cuenta que el pensar, a menudo no es más que fruto del miedo y del instinto de conservación. Naturalmente me refiero al pensar inconsciente, a la mente “que no para”, que nada tiene que ver con el pensamiento racional y consciente. La mayoría de las personas, dentro de este paradigma, viven la espiritualidad como el aferramiento a un sistema de creencias, cuando en realidad la CONCIENCIA ESPIRITUAL solo se activa desde el estado de meditación, es decir, el tomar contacto con aquello que está más allá de la mente y el pensamiento. Como pensar no es más que “hacer” con la mente, el contacto con la dimensión interior requiere de DETENERSE, de quedarse quieto, física y mentalmente, manteniendo la conciencia despierta y alerta, sin tensión. Esta práctica, a menudo llamada meditación “sin objeto”, nos coloca en un estado de serenidad, donde el nivel vibratorio va de la neutralidad y la aceptación hacia el amor y la alegría. Para el ego desequilibrado, la persona extrovertida y ocupada, esta práctica parece una pérdida de tiempo, y dice “que no va a solucionarle nada”, dado que del estado del que parte, de un vacío interior negativo, busca constantemente llenarse de cosas, alcanzar objetivos, hacer, tener, guardar o coleccionar… Entonces se requiere de valor y determinación para entrar en la dimensión espiritual, que es aquella que nos hará descubrir quiénes somos para trascender la ilusión de la materia. La vida cotidiana está llena de requerimientos. Nos falta tiempo para todo, siempre viviendo en la sensación de que algo nos es ausente y algo nos sobra. Ante nuestra ansiedad hacemos, huimos y luego nos distraemos. Ante las preguntas trascendentales respondemos con racionalismos o filosofía prestada. El CAMINO es silencioso, sin aspavientos, una llamada a tomar contacto con la VERDAD. En el silencio, en la quietud, no hay ángeles, no hay Dios, no hay emociones, no hay ni siquiera silencio, ni tan solo nada… Debes entrar y vivirlo, y, luego, sobrarán las palabras. La búsqueda de la felicidad es una falacia. Necesitas encontrar al que la está buscando. El conocimiento directo de SÍ MISMO es nuestro origen inconsciente y nuestro destino CONSCIENTE. La serenidad no es auto control ni pose alguna, es una consecuencia directa de haber hollado el Sendero. TAI
(Este mes, date espacio y date tiempo, para detenerte y vivirlo).
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6. EN BLANCO ¿Por qué esperar? No es necesario entender lo que te sucede, y tampoco esperes que nadie más lo pueda comprender. Estamos atrapados por el materialismo, la religión o las creencias. Todos estamos condicionados, programados. El Maestro le llama "modo automático". Él nos propone que indaguemos. ¿Qué es la vida? ¡Es hora de empezar a caminar! Veo en las montañas un ser con su hatillo al hombro siguiendo el camino de la comprensión, más allá del mundanal ruido que, durante tiempo, lo dejó inhabilitado para comprender que esconderse detrás de todo lo que le ofrece la mente lo invalida, que esto sin conciencia no tiene sentido, y que el atender continuamente a las necesidades del instinto te deja al final la sensación de toda una vida sin para qué. ¿Todo para qué? Es hora de empezar. No puedes llegar al final de este viaje que se llama vida y sentir solo miedo, miedo a no ser. El alma te habla en susurros y aclama el despertar a una vida llena de sentido y que está oculto en ti, en tu interior. El Maestro te propone solo la práctica para despertar, un grupo para entender a tu ego. Todo esto sin dirección y sin guía es difícil y, a veces, imposible. La Luz está para ti disponible para todos. Recupera a tu ángel.
Cinta Blanca MARÍA ARRABAL 12
7. …DEL MES…
FRASE DEL MES:
CLAVE DEL MES: CONCRETAR
Un gran edificio se realiza poniendo un ladrillo tras otro.
PARA VER: Un monstruo verme. (2.016)
PARA LEER: Van Lysebet, André. PRANAYAMA
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Dirigida por J.A. Bayona, con guión y basado en la novela de Patrick Ness.
A la Serenidad por el Yoga Editorial Urano, última edición, 2.014
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8. FRASES PARA NUTRIR EL ALMA Ser un buen perdedor es aprender cómo ganar.
La vida no es un problema a ser resuelto, sino una realidad a experimentar.
CARL SANDBURG
SOREN KIERKEGAARD
Nos convertimos en lo que pensamos.
Cualquier cosa que la mente del hombre puede concebir y creer, puede ser conseguida.
EARL NIGHTINGALE
El éxito tiene una simple fórmula: da lo mejor de ti y puede que a la gente le guste.
NAPOLEON HILL
SAM EWING
La derrota no es el peor de los fracasos. No intentarlo es el verdadero fracaso.
Todo tiene belleza, pero no todo el mundo puede verla. 孔子, CONFUNCIO
GEORGE EDWARD Woodberry
Una persona con una nueva idea es una broma hasta que la idea tiene éxito.
Un líder es alguien que conoce el camino, lo recorre y lo muestra.
MARK TWAIN
JEAN PAUL SARTRE
Cinta Blanca MARÍA ARRABAL 14
9. EL GUERRERO DEL BAMBÚ Hoy puede ser un día como otro cualquiera. Pero en realidad no es así, porque yo decido vivir mi día con la mayor conciencia posible. Cuando camino por la ciudad me gusta observar y, cuando lo decido, qué curioso que percibo con mayor amplitud sensaciones, olores, así como las energías que van y vienen. Todo adquiere un matiz diferente con la actitud adecuada, es mi respuesta lo que hace que ante una situación concreta o difícil pueda extraer una experiencia provechosa que me permita adquirir mayor conciencia. Evidentemente, esa respuesta viene de un adecuado manejo del cuerpo emocional, mental y energético. Ser como un bambú para canalizar cada una de las experiencias sin quedarme atascado ni bloqueado, ya sea en mi relación con los demás, en la realización de mis propios sueños o cumplimiento de mis objetivos. Desde la disciplina me entreno para que esto sea posible, trabajando desde mi cuerpo físico y fortaleciendo mi cuerpo emocional, equilibrando mi energía, centrando mi mente y decidiendo que pensamientos me ayudan de forma constructiva en mi evolución, desechando aquellos otros que no me aportan nada. Dicho así parece muy fácil, pero para ello es necesario comprometerme de manera seria y sincera con mi disciplina. Uno de mis retos es trabajarme la paciencia con un enfermo de Alzheimer al que atiendo diariamente. Sus continuas solicitudes o demandas cada cinco minutos podrían hacer que hasta un santo perdiera la paciencia; y aunque para nada es mi meta ser un santo, me doy cuenta de lo que ese anciano enfermo y con actitud de dictador puede llegar a mover en mí. Algunas noches sin dormir bastan para que mis demonios se despierten y me hagan experimentar el volcán de la ira, del enfado súbito, convirtiéndome en un ser despiadado y sin corazón. De no ser por la disciplina y recordando las enseñanzas de mi maestro con respecto al desapego y al poder de la respiración, ¡estoy seguro que estos demonios harían de las suyas! No todo es tan bonito; hay situaciones extremas que ponen a prueba mi paciencia y mi temple. Ser un guerrero del bambú es justamente eso: desarrollar la capacidad para filtrar y manejar con altura cada una de las experiencias, relaciones y frustraciones que me indican en qué estoy fallando y por dónde no es. Con muy pocas horas de sueño escribo este artículo: no poder dormir tiene también sus ventajas. Como el bambú me hago permeable y adaptable a cada experiencia. Sí, así es, ser un guerrero del bambú no es precisamente vivir aquello que me gustaría, sino vivir lo que la vida me trae en cada momento sin juzgarlo bueno o malo, deseable o no deseable, oportuno o inoportuno, sin etiquetarlo. Toda experiencia es una oportunidad, un entrenamiento ya que la divinidad sabe lo que me conviene en cada momento. No tengo todas las piezas del puzle, por lo tanto, solo puedo confiar y ser confiable. También vivo hermosos momentos, y son aquellos en los que me permito ser, sentir y amar sirviendo a los demás integrando la luz y la sombra en cada presente, momento y vivencia ofreciendo lo mejor de mí. Sin perder el sentido del humor y mostrando con agradecimiento una sonrisa, la luz y el amor que hay en mi corazón.
Cinta Dorada RAUL VILLAR 15
10. Viaje de verano del 2016 Segunda parte Cuando partí de Tenerife sentí un poco de nostalgia mientras me preguntaba, ¿qué sería de mí vida si me quedara ahí por algún tiempo? Sin lugar a dudas, pensé, podría profundizar en el Yug-Do, actualizarme mes a mes con mi maestro, apoyar en el Dojo, además de todo lo otro que pueda venir sin ser planeado. Pero al mismo tiempo sabía que en México podía contribuir a la obra, y que no era momento para estar en otro lugar. Después de que Eugenio me llevó al Aeropuerto, nos dio tiempo de entablar una amena charla de amigos y cintos rojos. Con el estómago contraído esperaba el vuelo a Barcelona, con todas las ganas de ver a mi amiga Thaïs, a su familia y a mi amigo David. Lo que siguió fue la incertidumbre de qué hacer después de Barcelona y antes de México.
Barcelona En el avión quedé a un lado de una chica vasca muy peculiar, guapa y en apariencia descuidada. La joven miraba todo lo que hacía, y eso me incómodo, así que le sonreí y fue el inicio de una charla. Me compartió toda su vida viajera, cómo lo ha currado, los encantos y desencantos. Me preguntó a dónde iba, y le comenté que había quedado con una amiga en una estación del metro. Ella me dijo, “mira, nos vamos juntas”, y así fue. Esta vez sentí Barcelona diferente, tanto que me dejé guiar por ella y que me perdiera. Yo quería llegar tarde al sitio acordado, y antes de que la joven se deshiciera de mí, le pedí hacer una llamada desde su teléfono. Ella, de mala gana, me prestó su teléfono. Me sorprendió como una persona puede ser buena onda y pasó a ser todo lo contrario. Acepté mi responsabilidad por haberme dejado llevar. Al final llegué al encuentro. Fue un gusto ver a Thaïs. Ahora ella está en su nuevo rol de madre, desde donde tiene que compartir al estar enamorada de su hija y de todo lo que la mueve. Vive un gran cambio ahora: me da alegría saberla bien. Dimos una vuelta por las calles de Gracia en donde había fiestas y las calles eran temáticas y concursaban entre sí. Hubo vendimia de cosas, por lo que pude probar la horchata. Ya que prefiero no entrar en detalles culinarios -entre México y España- sólo diré que disfruté tanto como a la caminata. Asimismo tuve la fortuna de encontrarme a Lorena, quien estaría un par de días por Barcelona. Su principal intención era conocer una universidad muy cerca de la ciudad. Pude conocerla en varias etapas: de niña a adolescente, y la sentí como a una hermana menor. Caminamos por la ciudad y, al parecer, compartimos el mismo gusto por las obras de Gaudí. No es la primera vez que comparto con alguien especial parte de mis sitios favoritos: el Parque Ciutadella, el Bell Port, las Ramblas, la Estación de Francia, el Mirador del Parque Güell o la Sagrada Familia. Esta vez me sorprendí al no ver el espejo de agua, pues sin duda el reflejo y el ambiente lo hacían más encantador. Agradezco la oportunidad de sentirme un tanto adolescente al empatizar con ella en algunas situaciones, y un tanto hermana mayor. Fue, sin duda, una linda experiencia. Creí que tendría pocos días en la ciudad, pero Thaïs preguntó si quería quedarme más días en su casa, a propuesta de su pareja Roberto. Me sentí completamente agradecida por la confianza pues ellos salían de viaje. Me quedaría prácticamente sola. No dudé en decir que sí, pues estaría unos días más para disfrutar de la ciudad mientras veía las posibilidades de andar hacia otro lugar. El mirador del Parque Güell me quedaba tan cerca que podía ir andando desde la casa. Allí pude contemplar varios amaneceres y atardeceres, es como ver un mapa de la ciudad donde los principales edificios, monumentos, avenidas y lugares emblemáticos son fácilmente apreciables. Mi mirada se quedaba siempre perdida ahí entre la urbe y el mar.
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Sorprendida como la primera vez, siempre como la primera vez. Pude disfrutar, después de seis años de conocer el Montjuïc, del espectáculo de las fuentes: entre la música, los colores, y la sincronicidad del agua, el bullicio de los turistas y la energía de todos los visitantes. Me recordó al ver la torre Eiffel encenderse por primera vez, escuché una exclamación al unísono de un “¡Oh!”. No quería ceder a la ciudad, y volver a pensar en quedarme a vivir ahí, enamorarme y dejarme seducir por la chica hippie y despreocupada que, aparentemente, ofrece un mundo de posibilidades y diversión entre sus callejones atemporales, el modernismo, la variedad cultural. No quería volver a enamorarme de esos ojos azules, la voz suave, la sonrisa encantadora, así que fui con tiento, sintiendo mis pasos, observando los movimientos de todas las personas alrededor y, entre más caminaba, más notaba esas pequeñas diferencias, en donde los sitios más populares se ponen de moda entre los jóvenes, los murales urbanos. Vi cómo de lo sencillo emerge la belleza; pasé días dentro y fuera de casa, perdida entre un vaivén de pensamientos y de sentir que no me encontraba entre los deseos y la lealtad. Busqué un bambú en las tiendas de chinos, donde había encontrado uno hace años, y aunque aparecieron varios ninguno que me eligió. Comencé a entrenar sin bambú, en una danza de manos, una experiencia diferente al practicar Yug-Do. Sin duda, la disciplina me ayudó a despejar la mente y discernir por lo menos lo que venía en el día a día, pues comenzaba a sentir la distancia y la soledad. Me dejé envolver en el sentimiento hasta fundirme en él y después aceptar lo que vivía, nadar en esas aguas, cedí a la seducción de la ciudad y la disfruté tanto como pude. Tuve caminatas de esas que dejan dolor de pantorrillas. Al final queda el recuerdo de lo andado. Me queda el agradecimiento a mi amada Barcelona por lo siguiente: porque me ha dejado darme cuenta de lo fácil que es perderse en los sentidos, como mi mente puede ayudar a poner cosas maravillosas donde no las hay y viceversa, por pasar días con Lorena, con Thaïs y Roberto (aún tengo los cantos de la pequeña Noa en mi cabeza, la luna, la pruna, el sol, con una dulce voz, que me arrulló algunas noches antes de dormir, y de Eric inquieto, lleno de datos curiosos, juguetón, sonriente y cariñoso), gracias a la familia Martínez por hacerme sentir parte de su familia, con cariño y confianza, y por volver a ver los ojos azules con sonrisa pícara de David (con quien pude dar un par de paseos, tanto en el bosque como la ciudad, escucharlo cantar en vivo y festejar su cumpleaños, conocer a sus amigos y los alrededores de la ciudad). Agradezco todas y cada una de las coincidencias, vivencias que no se volverán a vivir pues, en cada reencuentro, todos somos diferentes. Bendito cambio. Después de estar Barcelona y antes de volver a México, ya casi terminaba mi viaje y la pregunta de “a dónde seguir” seguía en el aire. Continuará...
Cinta Roja PERLA PALMA 17
11. VISIÓN DEL TODO Hay dos maneras de amar: La primera, la que es de manera común o simplemente eyaculatoria, biológica. La segunda, la que es a la manera de los dioses, héroes, alquimistas, tantristas o guerreros impecables”, dijo el conferenciante sobre el Tantra. Entonces percibo que me encuentro todavía en la primera clasificación. De eso y más apenas me estoy enterando a partir del contacto con el Maestro vivo, de carne y hueso, que me he encontrado por Ley de Dharma. El Dharma es la senda real para conquistarme de manera completa, pues ahí están todo el Yin y el Yang como una oportunidad para despertar. La mejor respuesta es la sonrisa del Maestro. Cada vez que me coloco el cinto para iniciar la práctica, lo hago en nombre del Maestro, del camino y del Colegio interno, y me lanzo a la aventura de mí mismo. El Maestro me recuerda que la Unidad que soy es el campo unitario, que es pura armonía, paz y felicidad sin depender de nada. Dice que cuando se manifiesta este paraíso original es que está perdido, y necesita ser recuperado a través del desarrollo de la consciencia. Y ello lo estoy intentando cada día con la disciplina individual y de grupo, donde me reúno con los cintos rojo, plateados y negros. El panorama que yo veo del Yug-Do en México es bueno, pues cada vez que algún aspirante despierta, resulta de gran ayuda para todos nosotros. Ahora, cuando coincide el despertar en varios a la vez, el resultado es proporcionalmente mayor y es un momento fabuloso. Esa es mi visión del todo.
Cinta Roja SERAFÍN MENDOZA 18
12. FFRRA ASSE ESS A AC CT TU UA AL LIIZ ZA AD DA ASS:: D DE EL LA AY YE ER RP PA AR RA AH HO OY Y Estas son algunas frases que dijo el maestro Antonio Iborra durante varias Convivencias y Encuentros en los últimos años. Son enunciados del ayer que nos sirven para actualizarlos ahora hacia la evolución del mañana, ya que siempre estamos en un eterno presente:
La intención es información con atención. El corazón es ahora, y obedece a impulsos. Date la oportunidad de que tu corazón sea tocado por tu alma. El verdadero problema es que no hay problema. El Valor es tu capacidad de amarte. El Anhelo es el lugar más importante. La Transmutación es la Transformación con Consciencia. La Recreación es volver a crearte, volver a creer. La Felicidad es la acción de amar, o el amor en acción. Céntrate en los actos de amor, y la mente cambiará. Tu cuerpo es un gran maestro. Ámalo. Con vulnerabilidad y disposición surge la sabiduría. Silencio: ábrete, recréate. Primero experimento, luego me experimento. Imagen: hemisferio derecho-número; hemisferio izquierdo- nombre. Conexión entre ambos.
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La Luz procede de la vibración original. Acecha al bicho pero no lo mates, convive con él. Observa cuando otra persona quiere alimentar su parásito a través de ti. Escucha con ambos oídos, pero no simultáneamente. En las relaciones tú te ocupas del 50%, el resto es respeto. Desvía la atención suavemente de lo que no construye. Necesitas de la tierra para levantarte. Lo primero que nos viene es la intuición. Eso es importante. La energía del Guerrero cambia la energía del lugar, y de los demás. Un abrazo Guerrero y Hermano; un abrazo, Maestro. Gracias Tai
Cinta Roja EUGENIO PAREJA 20
13. INFORMES TENERIFE, Stage Del 3 al 9 de Noviembre
Taller de YUG-DO, Cursos de Yoga, Medicina China, Terapias Manuales, prácticas diarias.
BARCELONA
11 y 12 de noviembre, Terapias personales.
ECUADOR
Siguen las clases y difusión en Quito y Guayaquil.
ARGENTINA
Siguen las clases regulares en Posadas (Misiones).
MÉXICO
Se realizó un curso de Astrología en Morelia y siguen las clases en varios puntos de Ciudad de México y Morelia.
¡Seguimos el mes próximo! Para bajar las anteriores publicaciones: hhttttpp::////yyuugg--ddoo..bbllooggssppoott..ccoom m..eess// hhttttppss::////iissssuuuu..ccoom m//aayyddoo
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