Boletín AYDO 177 by Antonio Iborra

La neblina que se forma con el humo del incienso asciende al cielo de la estancia mientras las campanas del Tao tañen tres veces. Silencio. Todo lo que viene se va: dicha, placer, dolor, horror, pensamientos, sensaciones y estímulos. Se van como las nubes blancas de formas caprichosas en el azul nítido de la conciencia despierta. Me levanto y camino. No es una decisión, simplemente me doy cuenta del camino. Mientras disfruto del aire fresco con aroma de cedro humedecido por el rocío, dejo que el maravilloso trino de un ave sin nombre me anuncie la primavera. Luego, una mente sagaz me informa que aún estoy en lo más crudo del invierno y quizás por eso siente frío. Una sonrisa se dibuja en los labios resecos sin motivo alguno y percibe el florecimiento interno de placer no planificado. -Antes meditaba. Ahora camino-, dice la mente. -“¡Calla, charlatana!”-, le contesta su propio eco. El disfrute de vivir, el goce de compartir. En marzo, en el norte del mundo empieza la primavera mientras en el sur, el otoño. El Equinoccio es luz y oscuridad en tablas: empate en el que todos ganan y donde el perder es también divertido. Tiempo de juegos. Los agoreros del fin del mundo se ríen de sus ocurrencias. Los negativos, que parecen verlo mal todo, se enfadan con la llegada de las golondrinas, con el rojo de las amapolas, con el verde del trigo nuevo y arrugan la frente en mueca de desdén ante los arrumacos de las palomas. “¡Solo es sexo!”, dicen, mientras secretamente añoran los abrazos perdidos. Sí, en silencio y sin permiso todo sigue adelante. Se enterraron los muertos, se acabó el invierno, lo pedido se recuperó. Y todo va como tiene que ir. Veo al gavilán acechando al Mirlo que devora las lombrices. Vida, muerte, vida. Cambio, y siempre lo mismo. Pero nunca jamás es igual. Sentado piedra

en tan

una vieja

como el tiempo, no medito, simplemente soy. Y la sonrisa del tigre dormido

recuerda que hoy es el

día

Eternidad. Antes

que

naciera el tiempo Doña Eternidad y

Don Silencio decidieran amarse y criar vida no había deseo, pero al nacer, el niño tiempo hizo sonreír a sus padres. Ahora, el hijo ve en cada forma el rostro de su padre y el aroma de su madre. Cada día de esta luna de Piscis voy a compartir un canto nuevo. Palabras escritas, contadas, escuchadas o vistas para resaltar el puente secreto, el hilo dorado que conecta todos los mundos. Te invito a ti, mi estimado amigo, mi reflejo en el estanque de plata, a encontrarte con tu gran anhelo ahí, justamente, donde las palabras terminan, los mensajes se acallan y donde lo Supremo, el TAI invisible, se disfraza con las galas más sublimes de belleza. Si buscas encontrarás, si no buscas, también. Al final, lo mismo que al principio, el tiempo despierta en su padre y en su madre. Eterno Silencio vestido de luces, hojas verdes, peces de colores, formas sorprendentes, nubes caprichosas, ojos verdes, miradas sanadoras, escucha que te completa y niños jugando en el jardín. Primavera y Otoño son las épocas cuando el Yin y el Yang dejan ver los trazos de la canción. EL GRAN TAO. YUG-DO Tomas aire: YUG. Sueltas el aire: DO. Aun sin brazos, aun sin piernas, el YUG te llena de lo Nuevo en cada aliento, te inspiras al recibir el aire. Y dejas, cedes, abandonas y entregas en cada expiración. No puede ser tan complicado, lo llevas haciendo desde antes de nacer. Ese es el mensaje: lo nuevo es la vida, y está llegando con cada inspiración. YUG. Lo viejo es solo memoria, mente y sombra. Sale con cada expiración. Sin más drama, natural como la vida misma que eres. El Tao es sencillo. Una mente sin Tao es complicado. Deja que la mente y el TAO se encuentren y sonríe, aunque no tengas ganas, aun sin motivo. Sonríe. Yug-Do aparece. TAI

Justamente estos tiempos traen la trampa de la facilidad: las máquinas, los enseres, todo aquello que en teoría reduce nuestro esfuerzo y hace sencilla nuestra vida. Contamos con el ascensor, el coche, el teléfono y el microondas; hoy en día con la tecnología y la información podemos tener todo más cómodo, más rápido y más sencillo. Pero todo esto también nos debilita. Nos crea dependencia de lo externo, de la máquina. Necesitamos recuperar el valor de caminar, de subir escaleras, de fregar a mano, de trepar a un árbol, de subir una cuesta... En vez de tanto gimnasio y palestra aprovecha cada oportunidad para esforzarte. Aunque tengas coche ve andando o en bicicleta. Aprecia la capacidad de tu cuerpo, el valor de sudar, de pasar un poco de frío, de sufrir calor o de ayunar un día. ¡Tampoco pasa nada porque no comas un día! Aprender a valorar tu capacidad de adaptarte y esforzarte. Por ejemplo: ¿Has probado de dormir en el suelo? ¿Ducharte con agua fría? ¿No ponerte los lentes de sol? ¿Comer solo fruta? En fin, la lista puede ser muy larga, y seguro que me dirás que algunas de esas cosas ya las haces de vez en cuando. Pero mi escrito pretende ir un poco más allá. No digo que busques complicarte la vida. No, simplemente elegir el camino más fácil, no el más cómodo. ¡Sube andando! Mientras la cultura valora el culto al cuerpo y la moda "sana", seguimos apegados al dinero y a lo que podemos comprar, ahora bien, ¿cuánto vale tu salud? ¿Puedes comprarla? Bien, pues si quieres ser un poco más consciente te invito a salir de lugares comunes. Y que conste que lo más común hoy en día es un fin de semana "exótico", un viaje a Vietnam, a Australia, al Amazonas o un safari a África, eso sí, todo bien programado, con seguros de viaje, con guías, con coach para todo. Olvida todo eso, ello lo hace todo el mundo: viajar ha perdido su glamour, porque eso no es viajar en absoluto... A cambio te ofrezco otro viaje: sal de casa andando, con lo puesto, y viaja hasta la puesta de sol, donde sea tendrás que pasar la noche, y mañana volverás (o no) a casa; hoy no usarás ni dinero ni tarjetas de crédito ni llevarás celular ni aparatos, tampoco libros ni ninguna distracción. Hoy toca un verdadero viaje, caminar y ver qué pasa. ¿Te atreves? Hay que ser joven de cualquier edad para aceptar un reto así. Lo más fácil es que lo descartes, pero ahí te lo dejo. Es una experiencia Yug-Do, pero no para clase media. Salud y buen viaje! TAI

Los dos problemas más grandes a los que tenemos que enfrentarnos hoy en día es al exceso de información y al exceso de tecnología. Hemos adorado a muchos falsos dioses: fuego, sol, piedras, montañas, ideas de hombres barbudos o paraísos imaginarios. El mundo de las creencias y la fe consuela al hombre, lo mismo que lo separa de los que creen otra cosa. Así que hoy mucha gente cree que ya lo sabe todo. Entonces aparece el desánimo, la apatía y la desilusión. El exceso de datos e información aturde el cerebro y cierra el corazón. Por otra parte, todos estamos a la espera de los nuevos milagros tecnológicos. Hoy Dios parece la ciencia y los científicos sus sacerdotes. Los demás son "sumisos y esperanzados creyentes". A la espera de un nuevo medicamento, de una nueva técnica. Buscamos y buscamos. Tratamos de redescubrir los viejos ritos chamánicos por lo que se reactiva el fanatismo y el fundamentalismo. Aparecen nuevos brotes de adoradores del diablo o nazis, racistas, sexistas y toda una reactivdad ante tanta información y contradicciones. A pesar de Internet, de tanta cultura a la mano, vemos una juventud perdida buscando la secta fanática. No tener qué pensar permite que alguien aparentemente seguro y en posesión de la "verdad" aparezca y les diga lo que hay que hacer, por ejemplo, en nombre de un único Dios verdadero... Yug-Do no es nada nuevo, pero tampoco es nada viejo. Así que deja tus prejuicios y toma un simple bambú. No es budismo, ni taoísmo, ni ningún "ismo": no te promete nada. Solo es una invitación

experimentar

descubrir

por

mismo. Es hora de ir más

allá

las

palabras y practicar. Los antiguos sabios dejaron constancia. La

causa

las

enfermedades y del sufrimiento hay que buscarla bloqueo

en de

el tus

catorce Meridianos de Acupuntura. Con

esos canales bloqueados hay enfermedades del cuerpo, emocionales y de la mente. Así, la práctica diaria de Yug-Do va abriendo y liberando los catorce canales de energía. Aparece la salud, la paz y el bienestar. Además, la práctica despierta la conciencia en ti, y tú despiertas en la CONSCIENCIA. Primero, con la conciencia sensorial consigues sentirte mejor, liberar tus tensiones, hacer que tus órganos mejoren y rejuvenezcas. Además, te haces sensible a mejorar tu alimentación y escoger mejor tus hábitos. Luego, en segundo lugar, la conciencia emocional te permite gestionar mejor cada energía emocional y liberar la tensión de los miedos, preocupaciones, ansiedad o agresividad. Por ejemplo, la tristeza es liberada y uno se siente receptivo y en paz. En tercera, la conciencia mental te ayuda a descubrir el funcionamiento de la mente sin psicólogo alguno, descubres su mecanismo y, por decirlo de algún modo, te haces con el manual del usuario. Finalmente, la cuarta, la conciencia espiritual aparece al reconocerte como amor y como libertad, sientes respeto y empatía por todos los seres y en ellos ves reflejado tu pasado y tu futuro. Ahora disciernes mejor y aunque el bien y el mal forman parte de la vida, eliges lo correcto. Respeto y tolerancia aparecen cuando tu conciencia se universaliza, y eso te sitúa en tu presente y te confronta con el correcto pensar y el correcto actuar. Más allá de las palabras, la práctica. Día a día, momento a momento, cultivas ese "algo" sin nombre que te hace sentir contento sin motivo alguno. Haciendo lo que puedes y lo que debes, sin agobiarte por nada al confiar en todo. Es momento de ir más allá de la información, de empezar la Alquimia que solo produce la práctica. La verdadera filosofía no es un conjunto de teorías, sino el aroma del sabio que se realiza viviendo pequeñas cosas. Sí, pequeñas pero importantes. Toma el Bambú en tus manos, huélelo y siéntelo. La práctica ya ha empezado. TAI

Nada lo puede tapar, nada lo puede extinguir. No entra en conflicto, no lucha y tampoco huye. No acumula ni retiene. No espera ni desea. No busca ni encuentra. No aumenta ni disminuye. No se puede comprar ni vender. No te pertenece ni le perteneces. No puede ser alcanzado ni soslayado. Es permanente y sutil como la brisa de la mañana. Cálido como el sol de invierno. Armonioso como el canto del pájaro Zihao. Nada lo opaca, nunca se contamina ni pierde su naturaleza. El SILENCIO eres TÚ. TAI .

Estoy sentado en silencio. Con el tacto suave en la áspera corteza y la respiración balsámica, en el interior de mi casa inhalo un bosque.

Silencio. Una brisa mueve las acículas superiores. Una Curruca con su bit, bit intermitente. Luego, no sucede nada. Una ráfaga cruje las ramas secas. Una hilera de hormigas sube en procesión. Acerco el oído: apenas nada. Hay un desfile minúsculo. Una urraca grazna toscamente, quizás en un árbol cercano. Hay olor a Pino, olor verde, savia verde. Frescor.

Una joven ardilla trastea en el desván superior, entre piñas secas y tiernas: parece que está de mudanza. De repente baja por el tronco acelerada, como un repartidor de pizza en hora punta. Frena de golpe, me mira a los ojos. No me muevo. Parece no estar segura de lo que soy. Se da la vuelta y sube a toda prisa cacarea asustada como una comadre. Como sigo inmóvil repite la operación, llana de curiosidad, decide que soy algo raro y desaparece cruzando a otro árbol.

Silencio. Brisa, las ramas tocan melodías

pinos

exhalan

perfume de mañana de primavera; el pecho se abre y la mente se calla.

Abrazo al silencio. Camino renovado.

En un mundo con tantos contrastes como el nuestro es fácil observar cómo una gran parte de la humanidad está simplemente tratando de sobrevivir, mientras que un pequeño pero privilegiado sector posee la riqueza de todos y empieza a crear la cultura del ocio. Dentro de esta humanidad ociosa y altamente tecnológica, parece que está de moda la búsqueda de la felicidad. Este concepto desde luego es completamente irrelevante y desconocido para el que vive en la miseria, el hambre, el frío y las penurias. Pero para los "triunfadores" la felicidad se ha vuelto un motivo de vida, un sello de estatus, casi una obligación. Dentro de esta percepción egocéntrica y adolescente parece que lo importante es que uno sea feliz y realice sus sueños. La pregunta es ¿y qué sucede con los demás? Antes de considerar a los otros, a los que pasan miseria y penurias, sería bueno pararse a comprender que, en el mundo de la realidad, en la dualidad misma de la mente humana, no puede existir placer sin dolor, por lo tanto, ineludiblemente la felicidad debe ser acompañada de la infelicidad. Y así de sopetón podemos ver con claridad que la felicidad no puede ser una meta ni siquiera un valor perdurable o estable. Conscientes de todo ello, los Sabios de todos los tiempos nos han transmitido la visión de trabajar para conquistar la armonía en el día a día. De hecho, la salud misma solo es eso. Una cierta armonía frágil dentro del binomio salud - enfermedad. Nunca estamos completamente sanos ni completamente enfermos. Nunca las cosas van totalmente bien o totalmente mal. Van como van, y al que le toca adaptarse es al ego. En la tradición china la salud no es más que equilibrio entre el Yin y Yang, lo mismo que todo. La espiritualidad fue comprendida como un TAO, un camino entre las fuerzas motrices e inestables del Yin y del Yang, del Cielo y la Tierra, de la materia y del espíritu. La Gran Unidad es perfecta armonía inconsciente. Algo parecido a dormir profundamente, sin sueños ni soñador. Esta unidad inconsciente se expresa y se manifiesta para convertirse en CONCIENCIA y para ello debe trabajar para ver y descubrir el equilibrio en el mundo manifiesto. El ego humano, poco a poco, va desarrollando en su temporalidad las habilidades para generar armonía. Y en parte eso implica fluir entre el propio sueño y anhelo personal y lo que el océano de la vida te deja cada día en tu orilla. La quimera de la felicidad en su idealismo desequilibrado puede generar mucho dolor en la búsqueda del placer. Mucha

desdicha en la búsqueda de la dicha. Mucha infelicidad en la búsqueda de la felicidad. Así que estén atentos a tanta moda social que te impulsa a luchar y a buscar realizar tus deseos y sueños sobre todas las cosas, porque a menudo es más importante LO QUE SE ENCUENTRA que lo que se busca. Con esto no te quiero decir que renuncies a tus sueños o a buscar realizar tu anhelo. Además de absurdo sería imposible. Lo que te digo es que la ARMONÍA se establece en no dejar que tu empeño, tu idea o tu deseo te impidan ver todos los regalos que la vida te ofrece a cada momento. Un día te darás cuenta que no hay nada más grande que la plena confianza como acto supremo de amor. Y que la vida en su inmensa sabiduría siempre sabrá sorprenderte y quizás darte mejores cosas que las que pides o con las que te obsesionas. Cada día lo tienes todo. Deseos de avanzar, de mejorar e infinidad flores que te guiñan un ojo a lo largo del camino. No pases de largo. Armonía es tanto trabajo sano, como descanso. Buscar tanto como encontrar; hacer tanto como Ser. No te empeñas demasiado. Haz lo que tengas que hacer con amor y dedicación, y deja que la vida te traiga su misterio. TAI

A nueve mil metros de altura. Voy a cruzar el charco. Hay nueve mil kilómetros entre México y España. Primero nos dirigimos hacia Nueva York y de ahí a Santiago de Compostela, luego a Madrid, todo el recorrido sin escalas. La velocidad es de ochocientos kilómetros por hora en la que se emplean toneladas de combustible. Viajamos más de trescientas personas. Aunque todo esto parece simples datos y números, es real. Mientras trato de acomodarme lo mejor posible para pasar el trago que representa un viaje intercontinental, vienen a mi mente imágenes dispersas, momentos que parecen haber esculpido el alma. Por ejemplo, lo que sucedió en el Cerro del Tepozteco hace apenas unos días. Ahí estuvimos los siete Samuráis de avanzada. Tras trepar por una angosta cortada de roca brava, que parece una vagina natural, sin cuerdas y a puro valor, nos encontramos con tres guardabosques que tratan de cerrarnos el paso. El viejo, que es el que manda, preguntó: “quién es el responsable”, y si tenemos permiso. Me encaré con él con firmeza afable y le dije que ya he subido muchas veces la montaña. Insistió en el permiso, y que el viaje es muy peligroso. Sin mirar a las demás que me acompañan, quienes apenas se recuperan del susto de la subida, les dije con aparente seguridad que no hay problema, que somos todos profesionales. Mi frase fue contrastada con la falta de equipo: no se lo creyó nadie. El guardabosque vio que no me detendría, por lo que me exhortó a no prender fuego, ni a consumir bebidas alcohólicas. Le dije que somos vegetarianos y que respetamos y cuidamos de la naturaleza. Con remilgos nos dejó pasar, al menos no fue capaz de impedirnos continuar. Al estar un poco más arriba vi ¡la roca! Ya no me acordaba de ella. Una vez tuvimos que hacer una cuerda con los cinturones de Yug-Do para bajar a todo el equipo. Tal como en esta ocasión. La verdad es que ella impresiona un poco, porque a la mitad hace como un poco de barriga y hay que subir en escalada libre, sin cuerdas ni seguridad. Es una completa imprudencia. Pero me lanzo, no tengo miedo por mí. Mi seguridad hace que todos me sigan y, mientras me tiemblan los pies al estar colgados en el abismo, todos subimos. Encontramos varios clavos: allí suben con cuerdas. Lo que más me preocupó es pensar en cómo bajaremos, pero oculté este sentir. Al llegar arriba, otro guarda con una cuerda nos increpó de nuevo. Le dije que el jefe de abajo nos dio permiso. “Es peligroso”,

insiste

muchacho. Entonces le pedí que nos prestara la cuerda que lleva para el descenso de la roca, que es lo realmente complicado. Me aseguró que dejaría

cuerda

puesta,

aunque no me fío mucho. Lo demás fue pan comido, ya que en total son dos pasos de complejidad media y uno

realmente peligroso. Vimos ardillas, pájaros carpinteros, zopilotes planeando como águilas, pinos, oyameles, encinos, y un paisaje cada vez más espectacular. Ya en la cima, tras varias horas de ascenso y ruta, encontramos a unos operarios guardamontes, quienes estaban tratando de colocar una cruz de piedra en la cima. El nuevo jefe tampoco estaba contento de que estuviéramos ahí. Le dije que nos dieron permiso, y nos volvió a soltar la retahíla de recomendaciones en torno a no hacer fuego. Incluso nos pidió que le entregáramos los encendedores y las bebidas alcohólicas. Por supuesto que no llevamos; sospecho que ellos se las hubieran bebido… También descubro que, tras haber subido tres o cuatro veces el Tepozteco, ¡esto no es el Tepozteco, sino el Cerro de la Luz! Este último es bastante más alto. Me alegro mucho ya que el nombre es muy sugerente. Hicimos varias paradas meditativas para disfrutar del silencio, y recordar que la mitología dice que este monte es un Dios, hijo a su vez del Dios del Viento y, como siempre, una bella mortal. Y es que ya se sabe, algunas féminas humanas en su esplendorosa belleza parecen ejercer una gran atracción hasta en los mismos dioses. Cuando iniciamos el descenso un joven guarda nos paró de nuevo y nos dijo que no podríamos bajar por ahí. Al increparle, contestó que “no se puede porque hay un problema”, sin aclarar cuál. El chico solo era un mandado y quiso que nos diéramos la vuelta y regresáramos por otro sitio. Fue incapaz de argumentar nada, nos vio decididos, por lo cual se puso más duro, y nos advirtió que está prohibido bajar por ahí. Le respondí que “no conocemos otro camino”, y si nos manda por otro lado, él nos tendría que acompañar con la responsabilidad de todos nosotros. Intentó convencernos de que ese camino era más fácil. Nosotros nos mantuvimos: “o nos acompañas por otra ruta o te apartas”. No supo qué hacer, así que seguimos adelante. Cuando llegamos a la roca peligrosa, nos esperaban dos o tres guardas más, y aquel que tenía la cuerda se fue y no nos la dejó. No nos arrendamos: sacamos los Cintos e hicimos nuestra propia cuerda. Así, ante la mirada curiosa y pasiva de los guardas, bajamos a todo el equipo. Sí, porque también llegó a la cumbre Antonieta, Alan y Eduardo. Los diez Guerreros coronamos la cima de la Luz y, entre águilas, buitres y peñas impresionantes, descendimos salvos.

Eso

adrenalina ciento,

sanos sí, a

pero

con

cien con

la por

gran

satisfacción y alegría. Yug-Do es un Camino de Vida: no solo una técnica con un bastón de bambú. Nuestra Escuela practica en altas

montañas,

selvas,

desiertos, parajes increíbles tal

como

las

islas

Galápagos...

Aún

en el

mismo centro de grandes ciudades, como ayer mismo sucedió en el parque de

Viveros, en la Ciudad de México. Nuestra vivencia esencial incluye la vida plena, total. Las imágenes se suceden en poderosos recuerdos como en el Santuario de la Mariposa Monarca, en Michoacán, donde el aleteo silencioso de millones de lepidópteros te traslada a otro mundo, a una dimensión sin miedo. Al reino de la paz. Momentos, infinidad de momentos sagrados sin tiempo. Son portales interdimensionales hacia el eterno presente. En ellos uno se siente espartano, o samurái, o hijo de un rey inca, o un guerrero chino, quizá mongol de las estepas, o un romano, tal vez un cruzado, o un danzarín derviche... El Guerrero Universal es un estado de conciencia, por lo que no tiene género ni edad, o ninguna nacionalidad ya que ¡es libre! En Los Azufres, en la Sierra Madre, nos volvimos monjes shaolín y practicamos al amanecer entre los pinos, a 3.500 m de altura y tres grados bajo cero. Aparecieron cuervos, pájaros juncos, ranas, pinzones y con una cercanía de ciervos de cola blanca y coyotes. En la noche vivimos con troncos en la chimenea de leña y el crepitar del fuego, todo bajo el silencio de cumbre tachonado se estrellas. Morelia la bella se nos presentó con miles de rostros, su Acueducto y el monumento a las Tarascas. Además, hubo helados de chocolate vegano y pájaros carpinteros cheje, muchos sueños cumplidos. Y en la carretera, unos policías malcarados a los hombres nos hicieron bajar con malas maneras y cierta grosería. Le hablé al que coordinaba con tranquilidad y cariño, sin sentirme molesto: le conté del maravilloso viaje por su extraordinario país. Primero me interrogó y al final amablemente conversó. Hay que saber cambiar a la gente, devolver la dignidad al que se empeña en perderla. Todo estuvo bien y sin problemas. Serafín dijo que nunca le había pasado que le revisaran de ese modo, frase que ya no podrá decir más. En cada cara veo un anhelo sincero a crecer, a descubrir, a SER. GRACIAS a todos. Me gusta México, me gustan sus calles abarrotadas, sus mercados multicolores, su gente siempre comiendo a cualquier hora. Comer: aquí se come en la calle, de hecho, se hace

cualquier

sitio

mientras se come se habla de comida y después se sigue hablando de comida. Mejor ese tema que el de política. Sí, es cierto que México también es un polvorín: el sistema de gobierno está más que corrupto, es atroz. Una vida humana no vale nada. Por eso aparecen descabezados, fosas comunes, muertos en la carretera o raptos continuos. tomado

mafia

muchos

tiene estratos

sociales y hay miedo. Mucha gente ha dejado de viajar a Guerrero o Michoacán, por hablar solo de un par de sitios por lo que suelo pasar. Pero también hay muy buena gente, personas de un corazón y una generosidad que contrarresta el terror. En Europa

se está muy al tanto de del terrorismo yihadista; aquí hay uno incluso peor porque está oculto y consentido. Muchos no quieren hablar. Las ardillas corren libres por los árboles. El tres por ciento de todas las especies de aves del mundo viven en la Ciudad de México, espacio en el que viven más de veinte millones de habitantes y hay una contaminación espantosa. Y, aun así, los colibríes liban las flores en los días de sol hermosos. Yug-Do florece en la jungla urbana. Y en las otras es una pequeña luz en la oscuridad. Siento gran alegría en el alma. Tanto amor por todos. Serafín está invitado a presentarse para su examen de Cinturón Dorado en Tenerife, España en el mes de agosto, con unos cuantos Guerreros Mexicanos dispuestos a darlo todo a cada momento. Perla está avanzando, comprendiendo, retomando, aclarando y ya, está lista para la Obra. Ilihutsy, la Coordinadora de Plata, una verdadera Discípula, más allá de cualquier color de Cinturón: generosa, entregada y dispuesta. Eduardo finaliza ya su formación y está listo para integrarse en serio, para empezar con el manejo de la materia y a trabajar de lo que quiere. Antonieta, ya Cinturón Plateado, tras ocho años se práctica y de seguir ahí con el dedo puesto en el reglón, ahora le toca más responsabilidad, hacer funcionar su empresa, impulsar el proyecto Yug-Do, a todo dar. Fátima, feliz en su nueva etapa, está comprometida y dispuesta como Cinturón Negro a todo. Ella es un ejemplo de superación. Antonio Chávez, su papá, y Guillermo, su hermano, Catalina, su cuñada, todos ellos son practicantes acérrimos, quienes están invitados ya a presentar su examen para Cinturón Negro en julio. Lo mismo a Mónica, Jessica y todos los que quieran mantenerse firmes en la práctica. Con todo esto, se abren puertas en Guadalajara y Querétaro. Mientras en la Ciudad de México, la ya Cinturón Negro, Alicia está empujando fuerte al equipo de Samuráis. Y allí va Mona, que siempre nos acompaña, Emili y otros muchos que están listos para integrarse al Proyecto Vivo Yug-Do. Marina y Elian nos han acompañado en varios sitios y hemos disfrutado de su

presencia:

ahora

Marina está también lista y dispuesta a portar su Cinturón

Negro

integrarse a la Escuela. Esta vez no vimos a la Cinturón

Plateado

Eugenia, le pudieron sus pruebas personales, pero ahí sigue, y todos le animamos cualquier

superar

dificultad

seguir con el equipo, y será que en julio le va a tocar renovarse. Así es el Camino, con sus luces y sombras, sus maravillas

las

dificultades a superar por cada uno. No es fácil ni difícil: solo te saca de tu zona de confort y te empuja al avance. Cuando uno es picado por el veneno del Bambú ya no lo puedes dejar, porque sabes que es tu propia familia, tu Shanga, tu comunidad consciente internacional, tu aldea del mundo.

Por eso, desde la Escuela de Sabiduría que ofrecimos ayer, en directo, desde México al mundo, ya recibimos la invitación para acudir en mayo a la selva amazónica en Ecuador. La Escuela de Yug-Do de allá está preparado para todos una vivencia irrepetible, una oportunidad de vivir algo en la vida extraordinaria. Ahora, el Guerrero se resuelve en la silla y se muere de ganas por estar. Solo hay que lograr superar algunos "no puedo", que se expresan en cosas tan banales como dinero, tiempo, trabajo, salud y otras excusas. La llamada está hecha: Semana Santa en Murcia, España; mayo en la selva de Ecuador; julio en México; y agosto en Tenerife. En fin, hay muchos platillos para saltar las propias limitaciones. Es tu momento. Gracias, gracias, gracias ¡México, te amo!

P.D. Y, sobre todo, a mi amor a María, mi otro yo, quien siempre me acompaña en todo, y hace posible lo que vivo. También gracias, Maestro. Por Ser en mí, y yo en ti.

TAI

El Maestro siempre nos contempla como algo nuevo que llega a su vida. Esa inocencia es nuestra oportunidad a que todo ocurra. Sí ocurre: la verdad deseada estará en el reflejo de sus ojos. Sería como penetrar en ese momento sin tiempo, el cual tú eres. Estos son instantes donde te arrodillas para escuchar el canto sagrado que eres, que somos. Él es el inconfundible testimonio de la expresión del ser que nos protege y nos guía. Él es ese espacio del Ser, expresado en los incontables ojos que le observan. Él es ese paisaje revelado que aparece y desaparece en sus ojos, en su mirada cuando formamos parte de su contemplación. Él es esa divinidad que eclosiona al sentir cómo el suave manto de rocío sagrado nos baña en su amanecer. Él es ese instante sagrado al que pertenecemos. Me adentro, me expongo al nosotros, para que cada uno penetre en la espesura y encuentra el gran mar que nos acoge, para ser uno con el todo. Somos esa naturaleza viva en la expresión de sus ojos. Somos ese hoy nuevo solar, que usa la imagen como testimonio vivo cada amanecer. Somos esa perene oportunidad divina que contempla esa fuente inagotable de amaneceres, con el hecho de llamarnos hijos de dios.

 CLAVE DEL MES:

 FRASE DEL MES:

ARMONÍA

El equilibrio es la base de la vida.

PARA VER: HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE (Hacksaw Ridge). (2.016)

 PARA

Dirigida por Mel Gibson, con guion de

LEER:

Robert Schenkkan y Andrew Knight y

Noah Harari, Yuval HOMO DEUS: BREVE HISTORIA DEL MAÑANA Edita: DEBATE, 2016 (En Papel y E-Book)

banda sonora de Rupert GregsonWilliams.

La vida se repite a sí misma fútilmente. A menos que te vuelvas atento seguirá repitiéndose como una rueda.

El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto. CHARLIE CHAPLIN

OSHO La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger.

Todo pasa todo llega así es la vida, justo cuando crees que no se puede te sonríe todo.

JACINTO BENAVENTE

ALEJANDRE SANZ

Niégate a sufrir por amor, encuentra tu lugar en la soledad y no permitas que el deseo de amar esté por encima de todo.

He decidido apostar por el amor, el odio es una carga demasiado pesada.

WALTER RISO

MARTIN LUTHER KING

Cada hombre es una criatura del tiempo en que vive y pocos son capaces de elevarse sobre esas ideas

Mis hermanos de vida, me gustan, pues sin conocerme me quieren, sin tenerme cerca me alientan y sin pedirles nada me ayudan en seguir en la vía del despertar. MARÍA ARRABAL

(François-Marie Arouet) Voltaire

El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece. JACINTO BENAVENTE

Esta mañana fui a visitar a mi estimado SOL, visita que sucedió después de mi práctica matutina. Subí por la cuesta hasta un claro de verde hierba en donde pude divisar las montañas, árboles y prados, así como escuché el canto de los pájaros y, en frente del horizonte, pude divisar cómo emerge en su trayecto incesante a Hermes, el mensajero de los dioses, al astro rey con su luz nueva y siempre cálida. Toqué la tierra húmeda, la olí y su aroma me puso en contacto con el origen de todas las cosas; toqué la yerba mojada por el rocío del amanecer y me sentí parte de la naturaleza de mi entorno. Son aromas y texturas que forman parte de mi infancia y vida pero que fácilmente se olvidan. Cada día es nuevo y diferente. La práctica me pone en contacto con lo esencial, con el momento y el regalo de lo inesperado. Esperar lo inesperado expresa el “no juicio”, el “no poner etiquetas”, el “no dar nada por sentado” y “abrirme a una dimensión más amplia de mi mente y de mi corazón”. Sin expectativas, abierto al misterio insondable de la vida, al agradecimiento, a los contrastes e incesantes oportunidades que ofrece la existencia. Cuando surge la alguien equívoco, consideramos malo o respuesta diferente, fuera de lo común y posible la esperanza, la luz persona que nos causaba de uno mismo que no son contemplar y aceptar. He la conciliación de los explicó mi maestro uno está unificado o es uno, más allá de la

transformación de algo o negativo o que erróneo hay una tenemos una actitud esperado. Entonces es y el amor en aquella rechazo, aún a esas áreas tan agradables de ahí el gran paradigma de opuestos. Bien me lo Antonio Iborra: “cuando alineado con la vida, todo dualidad de la mente”.

Ese es el gran bálsamo y elixir que ofrece el YugDo, la posibilidad de integrar, de aceptar con amor, de disfrutar y desarrollar mi conciencia, además de no mezclar, solve et coagula, o lo que sería disolver y coagular, separar lo impuro de lo impuro, y concretar la experiencia alquímica del ser transformando el plomo en oro. En la disolución de los metales pesados y densos se genera un espacio único, excepcional para que ocurra ese gran milagro de la trascendencia. Hermes, el mensajero de los dioses, trajo y compartió el fuego de la sabiduría con los seres humanos a costa de su sacrificio. Es, precisamente, en ese oficio de lo sagrado donde la relación Maestro-Discípulo se da por antonomasia en una comunión sagrada que trasciende todas las épocas y todos los tiempos. Todo madura con el paso del tiempo y la semilla que germinó de la tierra mojada se convierte en un árbol de tronco fuerte y hojas exuberantes, con ramas provistas de exquisitas frutas para ofrecerlas generosamente.

La vida es un constante cambio, todo es puro movimiento, ya lo veamos como inicio o final. Así, todo nace, crece, culmina, decrece y muere, para después volver a iniciar otro nuevo ciclo, cada uno con infinidad de factores diferentes a las ya existentes. Esto lo observo en mi vida diaria: día a día, noche a noche. Está presente en mi respiración, mi parpadeo, mi disciplina, mi trabajo y muchas más. La palabra nómada también implica movimiento, viajes y camino. La idea sedentaria, por otro lado, me sitúa en un espacio sin cambio, con comodidades y facilidades, asociada con el estancamiento, la rutina y el estar haciendo siempre lo mismo. Ser nómada implica que despierto esa inquietud por saber hacia dónde me estoy dirigiendo, para darme cuenta a pesar de las condiciones en las que esté: tenga dinero o no, sea famoso o un desconocido, esté alegre o triste, etcétera. Con la disciplina mejoro esta capacidad a través de mis cinco sentidos, los cuales se vuelven muy finos al funcionar en la experiencia. Ser nómada me limpia continuamente, me amplía, me produce asombro y me descubro sin descanso. A lo nómada lo relaciono con el arquetipo de Hermes, el mensajero divino, el caminante Olímpico que vive en cielo y en la tierra, o en el Sahasrara chackra y en el Muladhara chackra. El guerrero solar realiza su vida de forma equilibrada entre lo sedentario y nómada. Así he descubierto con asombro esta combinación de dichos aspectos en el Yug-Do. Soy nómada constantemente, pues viajo a varios lugares, mientras estoy viviendo la disciplina. Soy sedentario cuando voy y vengo al mismo lugar, hago las mismas cosas en rutina, me alimento todos los días en la misma mesa, entre otras. Observo en la naturaleza las estaciones del año y allí veo que lo sedentario se intercala con lo nómada de forma secuencial, lo cual sucede también en dimensiones pequeñas o grandes. La experiencia nómada es un

continuo

descubrimiento con alegría y creatividad. Un abrazo nómada.

Me siento a escribir acompañado del sonido del agua y el cantar de los grillos en el ocaso. Pienso en los posibles temas por escribir y me vienen varias cosas, y como sé que todo esto es mente, agarro el bolígrafo (y no digo cojo, sino agarro, por si sale el tema del albur mexicano) y confío en que salga lo que tenga que salir. Esta técnica me da mejor resultado desde hace tiempo. Lo primero que me viene es una imagen que se me grabó tras el medio día, cerca de la tarde en que --tras seis horas de intenso trabajo, después de practicar Yug-Do en su versión Yoga y una pequeña meditación-- di un paseo al puerto, junto a riscos volcánicos habitados por palomas. Venía acordándome de la meditación de anoche (tras tocar un rato el didjeridoo) en que me reconocí vacío, pero a la vez sereno y despierto, más allá de estados de euforia, viviendo la gran prueba que me toca, que nos toca, que siempre nos toca, y que es el Ahora. Nunca antes, nunca después, siempre ¡AHORA! Hacía fresco, pero era un día con nubes y claros. Salí abrigado y con las gafas de sol. Delante de mí, las nubes empezaron a cubrir el sol y, poco a poco, entredejan ver algunos rayos en la lejanía, que permiten contrastar y ver más nítidamente el verdor de parte de las montañas distantes. Veo regresar el rico solecito, y esto me permite descalzarme y acomodarme comenzando a fijarme en lo que acontece. Las palomas están sobre y tras de mí en las paredes volcánicas. El señor lija una vela en la escuela. Los pescadores regresan de la mar, algunas gaviotas vuelan en algarabía; otras de ellas remontan la costa. Los barcos atracados se mecen con largas y suaves caricias del mar. La brisa hace sus bailes y pinceladas sobre la superficie. Los aviones surcan el cielo. En un rato sucede pura explosión de vida y movimiento a mí alrededor. Me conectaron al maestro Sun Wu Kung, sorprendido y conmovido por su vuelo. La naturaleza de Gaia, un mundo como ser vivo, bien abierto y luminoso, y todo a mí alrededor conectado en red. Yo, desde allí, observo atento y presente, me sumo en la percepción del movimiento, del baile de las barcas, del viento, de las aves y las nubes en su avance, de las olas suaves que hacen danzar a los barcos y propios pantalanes. Todo en un ritual armónico. Los aviones suben los tonos, y el cielo azul como vibración de fondo. Me sigo observando, aunque mi perfil deja de ser nítido, mi figura se va desdibujando y voy desapareciendo hasta que sólo quedan los ojos. Unos ojos grandes que miran, que lo ven todo. Como los del WhatsApp. Ellos también se sumergen y desaparecen, para permitir la danza y el arrullo y volar con todo, siendo todo, y nada a la vez. Conmovido y perplejo, por la escena. Sintiéndome parte y a la vez esencia… Poco a poco regreso, me percibo de nuevo. Ya de regreso me viene una idea: esta noche quiero irme pronto a meditar, y luego a la cama a leer un rato. Me voy a seguir trabajando la tarde, pero tendré después algo más tiempo para hacer otra cosa, aún no sé qué… hasta que al llegar y mirar los mensajes leo lo siguiente: “es el momento de realizar sus aportaciones”. Pues mira, ya sé qué: hay algo más para compartir. TAI

Algunas veces pienso que los ojos son un portal que nos permite transportarnos. Muchas personas dicen que son el espejo del alma. Quizá sean los dos, portal y espejo, ya que al final ambas ideas nos brindan la imagen de transportarnos a otro lugar. En mi caso prefiero creer que son un portal que nos transporta: basta cerrarlos para viajar a cualquier lugar, o abrirlos y dejarnos llevar por la contemplación, un objeto, un árbol, una flor, cualquier cosa es suficiente para abrir el portal a otro lugar. Así fue como llegué a la isla verde, en un abrir y cerrar de ojos. Apenas podía creer que hubiera llegado ahí. Era un lugar fantástico, de vegetación exuberante, inmensa, coloreada por enredaderas, follajes y hojas inmensas. Todo era tan verde que, por momentos, me sentí en una esmeralda. Había encontrado una joya, un lugar de descanso, inhabitado, silencioso, repleto de vida y absoluta paz. Se escuchaba a lo lejos el correr del agua, un oleaje suave acariciaba las orillas de la isla mientras una cascada verde y cantarina salpicaba las inmensas hojas colgantes y, por supuesto, verdes. ¿Cómo había llegado ahí? Eso era lo menos importante, mi pensamiento estaba quieto, no importaba el cómo, tampoco el porqué, mucho menos importante era saber si esto era real o solo producto de mi imaginación, después de todo, ¿acaso existe algo que no sea imaginario? Para mí, en ese momento, solo existían esos inmensos pastizales y enredaderas que me invitaban a fundirme con ellas y quedarme para siempre. Me recosté junto al brazo largo de una rama que colgaba como formando un columpio entre la cascada y un gigantesco árbol de follaje arropador y verde. Me columpiaba plácidamente, una absoluta paz me invadía y, aunque no podía ver mi rostro, sentía cómo dibujaba una sonrisa. Y entonces sucedió, las olas se callaron y la cascada también, todo parecía un retrato sin movimiento y fue en ese momento que algo me sacudió, como si un rayo penetrara todo mi ser sin inquietarlo: era un Silencio profundo, inmenso, absoluto. ¿Cómo describirlo? No creo que exista una palabra para definirlo. No sé si fue una fracción de segundo o una eternidad, pero fue tan avasallador que todo mi ser se sacudió y de un salto abrí los ojos. Todavía con mi corazón palpitando a mil por segundo crucé las manos y acaricié mis brazos como reafirmándome que estaba aquí, que era yo, la de siempre, en el cuerpo de siempre, ¿dónde más podría estar si no? Me quedé un rato más sentada en la banca del parque junto a la fuente de los patos; sentí mucha sed, quería beber agua, caminar por la calle de asfalto y olvidarme del verde. Me levanté de la banca y comencé a caminar; miré los espectaculares en la avenida, escuché el ruido de los carros, la gente y las bicicletas, todo en un sonido imparable y conocido. Me sentí tranquila de estar de vuelta, aunque en mi corazón quedó el recuerdo de una maravillosa isla verde.

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Se está trabajando activamente en el programa y agenda para el Encuentro del mes de Mayo, con el Maestro de YUG-DO, del 18 al 28 de mayo... No se lo pierdan, ¡será maravilloso!!

 ARGENTINA 

Siguen las clases en Posadas, Misiones, con Graciela Leiva.

 MÉXICO 

La Escuela de YUG-DO de México muy reforzada, paso el examen a Cinturón

Plateado Antonieta Chaves de Morelia y una nueva Cinturón Negro en Ciudad de México, Alicia Velazques. Los grupos van bien y se están preparando nuevos Cinturones Negros para el mes de julio.

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SEMANA SANTA

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Encuentro en Los Alcázares, Murcia del 13 al 16 de abril, una maravilloso Convivencia y Encuentro.

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