Boletín AYDO 181 by Antonio Iborra

Ya estamos en verano en el norte e invierno en el sur. Pasamos el Solsticio y empezamos una llanura de calor en el norte y frío en el sur del planeta. En cualquier caso, hay una llanura. No es época para excesos, sino para la moderación. Te invito a descubrir tu bambú renovado. Ves a una hermosa montaña, o un prado en medio de un frondoso bosque, quizás en una playa solitaria al amanecer. Busca tu lugar frente a la salida del sol, siéntate cómodamente con tu bambú descansando en las manos abiertas y empieza la práctica del Yug Do más profundo. Se trata de la práctica sin práctica. De permitir que, a través de ti, se genere el Kata del amanecer. Es la vivencia más profunda y sagrada, no se trata de demostrar nada, ni de lograr nada. No podrás presumir de saber este Kata, no la podrás enseñar, y es tan esotérica que nadie verá, ni se dará cuenta de que estás haciendo la experiencia más profunda. No la podrán fotografiar, ni filmar, no habrá competiciones de dicho Kata, ni saldrá en las redes sociales. Los que te vean practicar pensarán que estás meditando, "o algo así"; si pasa por ahí algún caminante, escucharás comentaros bajitos que dirán: "es yoga", "está meditando", o cosas semejantes. Nadie sabrá que eres Discípulo de la práctica más profunda, más mágica y transformadora. No es Yoga, ni Zen, ni Tao; no es budismo, no es tampoco Vipassana, ni meditación. El portal se llama Yug Do. Más adentro. Lo innombrable, sin palabras, sin títulos, sin explicaciones. Si lo quieres contener se te escapa entre los dedos: como el agua; si lo explicas no te entienden. Todo el mundo quiere etiquetarte y clasificarte. Pero la esencia misma del Yug Do es lo que no puede ser descrito ni clasificado. Un bambú en tus manos, silencio. Ni haces, ni impides. Ni te dejas arrastrar por la necesidad compulsiva de moverte, ni tampoco te reprimes. Término medio, sin medida, sin demasiado control, sintiendo, percibiendo, siendo el momento. Una brisa en la cara, el canto del Mirlo rasgando la penumbra, una tensión en una pierna, inspiración, expiración. Algo se despliega, momento a momento. El bambú danza y se mueve en micras de danzas Invisibles. No haces el kata; el kata te hace a ti de

forma nueva, única e irrepetible. No hay necesidad de protagonismo; todo, absolutamente todo, protagoniza el momento. De repente, ya de pie, una hoja de abedul se desprende de la copa y cae dulcemente, trazando giros derviches en la claridad ya incipiente. Y entonces, te empiezas a mover: el bambú traza haces de viento entre el canto intermitente del autillo, y masas brumosas de un denso silencio que parece sostenerlo todo. Hay danza. Hay coreografía, pero sin actor, sin danzarín, sin espectadores. Eres presenciado y realizado por una nada amable y dulce, como la hoja se detiene en el suelo y ahora viaja por la galaxia montada en una tierra. Así el bambú se posa en una roca y, sin movedor ni movimiento, cruza los espacios vacíos y atómicos de una roca de granito. Más allá de lo de afuera, en la matrix invisible, mundos nacen, se encuentran y saben de amor. Te levantas, saludas, das y ofreces salud. Y descubres la Fuerza que siempre te acompaña cuándo no hay nada que demostrar. Tus ojos brillantes atraen a un caminante. Te dice: “¿Qué practicas?, ¿Tai-Chi?, ¿Yoga?, ¿Chi Kung?, ¿qué escuela?, ¿qué forma?”. Inspiras despacio. ¿Qué hay que contestar? “Todo... Nada. Ni esto, ni aquello. Yug Do”, te escuchas decir. Hay una mirada interrogante. Luego una sonrisa tranquila. “Ven mañana al amanecer. Trae un bambú, quizás ahí puedas comprender”. Hay gente que ya sabe lo que haces, otros no. Tú, desde luego, no. No hace falta reducirlo todo a conceptos, ni llenar el mundo de palabras. Cuando era joven, salí de España buscando el Oriente. Llegué a India, Tíbet y Tailandia. Y seguí buscando al Oriente, más al oriente. Así que fui a América, a MÉXICO, y miré al Oriente. Y allí me dirigí. Así fue como llegué a España, Europa. Ahí dónde empecé. Y vi al Oriente en cada amanecer, y supe que Oriente no era un lugar, sino una mirada al Sol del adentro. Que la llanura del verano, o del invierno no te quite el relieve, ni te distraigas con las formas. Empieza siempre desde dónde estás, oriéntate, con dirección al Sol, ¿lo viste? Ahora cierra tus ojos y descubre la Luz que ilumina cada instante. Buen viaje. TAI

De oriente en oriente uno se va buscando a sí mismo, mientras que cree buscar cualquier otra cosa. El Sol es la Identidad esencial, el propósito existencial. ¿Para que nací? Pues para verme en cada sol, en cada brillo, en cada mirada. Verme y saberme en tus labios, en una golondrina dando de comer a si polluelo, en la nube errante del rojo atardecer. Saberme, sentirme y descubrirme en ti, volar con el milano, ser roja amapola en mar de trigo maduro. Mi oriente me llevó al orientador, al faro en la oscuridad, al guía en los senderos del bosque nublado. Al Maestro del Camino al corazón secreto. Cuándo lo vi, me vi; cuando lo reconocí, empecé a reconocerme. Él tenía nombre, apellidos, nacionalidad y edad, pero nada de eso era significativo ni tenía la más mínima importancia. Él era un héroe sin tiempo, un jinete pálido del páramo azul. Sus ropajes y porte despertaron en mí las memorias de la cultura galáctica: a ratos era japonés, otras mexicano, español, chino o tibetano. Era muy joven y tan viejo como el roquedal de la ermita. Se tomaba a risa lo sublime y muy en serio lo trivial, ¡los detalles! ¡No perder ni un detalle! Porque el ego es un maestro del disfraz, pero en un simple detalle ¡se deja ver! Con el Maestro no valen los juegos, ni los conceptos vacíos. "Esto es para el que tiene necesidad". Y si tienes necesidad, pregunta sin palabrería. Y si no sabes preguntar sin palabras, pues entonces te pones a trabajar. Siempre el mismo oriente... Primero el centro, después adentro, y desde ahí hacía arriba. Cada amanecer, bambú en la mano, armonización con música del mundo, pájaros y rocío fresco. Luego Wu-Shu de movimientos felinos. Ceremonia Cósmica, desayuno. Trabajo de Ashram, Asanas de Yoga al mediodía, comida, más trabajo. Meditación al atardecer, cena y descanso. Y tras cada disciplina, un encuentro, una inspiración, un diálogo entre el Maestro y los Discípulos. Y el Orientador insiste: "Me entendieron bien, o díganmelo, para que se lo explique más claro". Luego añadía: "Y no se crean nada de lo que les digo. Considérenlo, cuestionen y exprésense sí no están de acuerdo".

Silencio. ¿Dónde está el Centro? - Adentro ¿Y dónde está el adentro? -En el Centro. Y ya me lié otra vez la cabeza. Mejor no preguntar por lo de arriba. Un Oriente Vivo y en vivo. Jesús con sus Discípulos, Buda con los suyos, Confucio con sus incondicionales recorriendo toda China. El Maestro, el Discípulo, cuentos eternos de Samuráis y Jedáis. Ejércitos estelares, Guerreros de la Luz, tradiciones culturales, mito y realidad. El Guía, el Maestro, siempre te aterriza, te regresa al sentido común. "Sin esfuerzo no hay nada"; "El esfuerzo solo, es insuficiente"; "Se necesita al Maestro, pero todo tienes que hacerlo tú". Un Guía guía, pero no camina por ti, tus piernas deben sostenerte. Ninguna facilidad, ni el buen zapato, ni la ropa técnica, te pueden hacer menos empinada la subida. Al final, más preparado o menos, mejor equipado o menos, costando más o menos, el Oriente está ahí, en todo su esplendor, sin atajos ni concesiones. ¿La necesidad basta? ¿Y si las piernas no aguantan? No hay que pensar tanto. Sigue, siempre sigue. Unos lo dejan, tendrán sus razones, otros empiezan, tendrán las suyas. Pero tú siempre estás solo ante la montaña. El Oriente está ahí, el Guía señala, las piernas duelen. Los "para qué" agotan. Mejor hay que seguir. Al final, como al principio, nada es fácil ni difícil, nada es imposible pero tampoco sencillo. El oriente se te escapa porque siempre va delante de ti, como una sombra inalcanzable. El Maestro ríe. Finalmente, tú también.

TAI

A casi cuarenta grados apetece mucho una sombra, algo fresquito, una siesta veraniega... Hay que vivir en el contraste, siempre será así, y siempre será diferente. No hay bien sin mal, ni belleza sin fealdad, ni verdad sin mentira. Y siempre encontrarás los matices, los infinitos matices. Están las variables incalculables. Siempre está el esfuerzo, y también lo sencillo. Nada es absolutamente terrible, ni tampoco impecable. Desde abajo, la cima se idealiza, desde arriba, el valle se ve agradable. Pero hay que subir y bajar muchas veces para comprender que no es el lugar sino el momento lo que hay que enfrentar. Arriba o abajo, cima o valle todo tiene su sol y su sombra, su fresquito o su frío atroz. Nada es mejor que otra cosa, tampoco peor. Lidiar con lo que hay te vuelve humano de nuevo, por si acaso te hubieras olvidado. Sorpresas te da la vida. Unas te gustan, otras te agobian. Alegría y Frustración son hermanos. Nos gusta lo que nos gusta y lo que no, lo aguantamos. Nada es completamente bueno, o, todo lo contrario. En la buena sombra a veces te acompañan las moscas para tomarse un refresquito contigo. Y si huyes al sol ni las moscas te acompañan, pero te abrasas, y pronto regresas junto a las moscas, ¡pero eso sí, ahora con abanico! Por los caminos inciertos de Don Quijote, Sancho Panza me dijo que nadie da duros a cuatro pesetas, ni pueblo que a los perros aten con longanizas. A menudo el valle de enfrente parece mejor. Pero cuando vas allí, y miras las caras de los paisanos, pronto te entra la morriña y te vuelves al terruño. La gente está cansada de su entorno y del trabajo, desea y anhela con desespero las vacaciones. Gente humilde que ha ahorrado

céntimo a céntimo para hacer ese soñado viaje. Luego, vienen los retrasos de vuelo, los agobios de tanta gente en la playa, gastar todo el dinero. Y ya están deseando volver al odiado trabajo. Sí, hay de todo: también del que disfruta libre y gratis del jardín del barrio, del que se pone retos y metas. Cada vez que inicias un peregrinaje, pones tu mente en un objetivo y te pierdes el verdadero viaje. Al final del camino solo te espera el cansancio y la efímera sensación de haberlo conseguido. Pero, ¿para conseguir qué cosa?, ¿tan solo una foto para Facebook?, ¿algo para presumir con los compañeros de trabajo? El verdadero caminante es como El Loco del Tarot: no se apega a la ruta, sino que improvisa. No quiere llegar, sino descubrir cada paisaje. Al que disfruta del Camino, hasta el propio Apóstol Santiago le sale al encuentro. Observa la vida; no te límites al hacer; abre y crea ocasiones para la contemplación, para escuchar, para vivir sin pensar. Entre las obligaciones y las pausas puedes apreciar las brechas del misterio. Te darás cuenta de que existe una sincronización perfecta, todo llega cuando tiene que llegar y no se puede retener la vida. Así que, entre el sol y la sombra, lo cotidiano y lo especial, en el fresquito del verano, quizás llegues a apreciar el Yug Do del estar plenamente presente en el momento, con lo que hay, sin exigencias, sin expectativas, agradecido por lo vivido, abierto a lo que viene. Por ejemplo, el aroma del té de menta a la sombra de la palmera. TAI

Ya llegamos a la máxima hoguera del ciclo anual. San Juan, en muchas regiones de España, es una fecha de fuego y renovación, son muchos los rituales populares que representan al "quemar" lo viejo y sembrar lo nuevo. Estas fechas en Europa, son momentos para la fertilidad y la generación de nuevas vidas. Aunque la longitud del día y el calor no lo hace evidente, ya ha empezado el proceso de mengua de la Luz. A partir de ahora en cada día la luz se irá acortando hasta llegar al equinoccio, el veintiuno de septiembre, cuando no solo empezaremos el otoño, también habremos alcanzado el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Todo ello hay que reflexionarlo bien, con calma y tranquilidad. Con la llegada del calor y las vacaciones de verano, hay que hacer un cambio de ritmo y actitud. Ya no hay que seguir empujando hacia afuera sino pisar el freno suavemente. En los próximos meses hay una gran tendencia a la dispersión. Lo que se concentró, ahora quiere dispersarse. Desde el Camino de la Conciencia hay que considerar dos cosas. La primera, el sabio busca fluir con la vida, ser uno con la naturaleza. Por eso, los más observadora y sagaces entre nuestros ancestros aprendieron y respetaron los ciclos de la Luz y la influencia de las luminarias. Mucho antes de que los científicos demostraran "científicamente" muchas cosas, ya eran sabidas y estaban demostradas por la experiencia. Recuerda, un principio es plegarse a la vida y funcionar con ella. Pero el otro aspecto, el segundo, es no dejarse arrastrar por las fuerzas inconscientes. Todo ello parece contradictorio: o funcionas con el instinto o te opones a él. Sin embargo, bajo la percepción consciente no hay oposición, solo complementación. La mente gusta de controlar, racionalizar y formular.

Por otro lado, desde la meditación, la atención y escucha silente, la consciencia actúa como un moderador natural. De este modo, el camino se despliega armónico, cuando nos sentamos pacíficamente y nos disponemos a seguir los pasos nuevos de un corazón despierto y compasivo. Ser uno con la naturaleza no es resignación, ni tomar ninguna actitud nihilista; es considerar que tú también eres naturaleza y, por lo tanto, no se trata de la dualidad, hombre-naturaleza o natural-artificial. Es algo más profundo e integrador. Hemos escuchado demasiadas cosas negativas sobre que nos estamos cargando el planeta, que el ser humano lo ensucia y destruya todo. No, para nada es así: el Ser humano, crea, limpia, protege, cuida y sana la vida. No todo lo hacemos mal. Por eso es necesario y sano apagar el noticiero, que nutre a la mente en su demanda de morbo y noticia catastrófica. El hombre y la tierra son lo mismo. Somos hijos del sol, como planeta vivo, nacimos de polvo de estrellas y nos sumiremos parcial y rítmicamente en juegos de noche y vacío cósmico para ser poco a poco luz más brillante y colorida. No hay nada que temer: el final no existe, ni siquiera el principio, solo hay mutación, que son las olas del mismo mar de lo inmutable. De este modo no desesperes, ni te agobies, tienes toda eternidad por delante. Lo que puedes hacer hoy es bueno, justo y preciso, hasta trascendente si confías en la Fuerza invisible que te asiste. Dejen la culpa, la vergüenza, el dolor, la tristeza y el miedo. Abran el corazón del CORAZÓN para admirar la belleza, la bondad y la verdad. Y aún más para disponerse a aportar un pequeño grano de arena que es tan minúsculo como gigante. Que esta sea tu oración, tu vibración: ¡Oh, Fuente Suprema de toda Luz y toda vida, hazme instrumento de tu PAZ! ¡Feliz Verano! TAI

A veces hay que decir: ¡Basta! A veces, incluso hay que dar un puñetazo en la mesa, o en ocasiones toca indignarse. Sin embargo, no hagas de esto una actitud. El "no" tan normal y común, no es malo porque establece límites, defiende. Pero no vivas a la defensiva. Apuesta por la luz, alumbra, enfoca, céntrate y presta atención a lo que es correcto. Apoya y aplaude todo acto luminoso, sea de quien sea. Pero cuando no estés a favor de algo procura reflexionar sobre la tolerancia, el respeto, la flexibilidad y la diferencia. Son muchas las ocasiones en las que no necesitamos estar en contra. Basta con apoyar otra cosa, y permitir que otros hagan sus elecciones. Nuestro "centro de opinión", que es un mecanismo del ego, tiende a afirmarse a sí mismo negando a los demás. A menudo nos volvemos violentos defendiendo opiniones, creencias y supuestos valores. Quizás nos sentimos seguros de nosotros mismos, defendiendo e, incluso, imponiendo nuestras opiniones como si fueran la "única verdad". El Bambú es flexible, se puede doblar, se mece con el viento, se adapta, pero no es débil en absoluto, su gran fuerza está en su profunda raíz. De este modo, cuando te das cuenta que tus raíces son la unidad no necesitas convencer a nadie, ni volverte un defensor de causas perdidas. En silencio sabes que hay un plan perfecto y que una justicia perfecta gobierna el mundo. Nada es por casualidad "bueno" o "malo". ¿Quién sabe? Tú eres el Infinito, pero estás aprendiendo a despertar a tu ser desde una forma temporal y cambiante, lo que se traduce en que no has nacido para salvar al mundo. Solo tienes que salvar y hacer despertar a una sola persona. Si sabes mantener tu ambiente interior en equilibrio y armonía, eso será un gran regalo para el mundo. Mientras todo el mundo quiere cambiar a los demás, el sabio se cambia a sí mismo. TAI

Reserva de Protección integral, El Pijaral, Monte Verde, Anaga, Tenerife, Islas Canarias.

Tras los permisos pertinentes para entrar en una Reserva de Protección integral, y con la guía y excelentes explicaciones del biólogo -y Cinturón Rojo- Eugenio Pareja, entramos en un maravilloso mundo mágico. Entre helechos gigantes (Pijaras), Laureles, Vugatigos, Tilos y Saúcos, uno se ve de inmediato sumergido en un extraordinario viaje en el tiempo. Parece que estamos en el terciario y que, a cada esquina, seremos descubiertos por algún dinosaurio. Eugenio nos explica, con sencillez y maestría, como gran parte de Europa era así hace veinte millones de años. El aislamiento insular ha mantenido un museo casi viviente, con cerca de seiscientos endemismos vegetales. Científicos de todo el mundo vienen aquí a estudiar la historia de la vida. Precisamente por ser una isla volcánica, con un pico de 3700 m., el lugar no es rico en fauna. Así que es un bosque, una selva plagada de silencioso, de goteo constante, de lluvia horizontal, ya que es el hogar de muchas nubes residentes. Hay musgos colgantes increíbles, líquenes, setas y cuevas. Es una selva única en Europa. Aquí y allá se nos cruzan mirlos burlones, alguna lavandera y las palomas Torque y Raviche se ocultan en las intrincadas espesuras. Aquí no hay serpientes, pero ya que es la isla de los lagartos gigantes, hay de diferentes especies, dos de ranas. Esta es una tierra de saurios. Aquí vivimos un hoy eterno. Dieciséis Guerreros de la Luz. Entre verdes intensos, nubosos, rayos de sol y goteos, aprovechamos para vivir una experiencia de Yug Do, el arte marcial del Bambú. Gran parte del éxito se lo debemos al Cinturón Dorado Raúl Villar, un verdadero Discípulo, entregado, trabajador incansable, leal hasta la médula. Él ha reunido un buen grupo para realizar el viaje no solo hacia la selva sino también hacia adentro. Así que, antes de adentrarnos en el corazón verde, les hablo un poco del

doble viaje que vamos a realizar. Uno exterior, a un entorno vivo y maravilloso, y otro interior, con Yug Do, Yoga, Meditación, caminatas silenciosas y observación de vida salvaje. Lo mismo que hace apenas una semana vivimos en el corazón de la selva amazónica, con el gran trabajo y apoyo de la Escuela de Ecuador hoy le ha tocado a Tenerife. Y nuestras invitadas son Stephani y Carolina Preis, de Perú, quienes ya están tomando buena nota, además de que disfrutan a tope, para organizar un próximo encuentro de Yug Do en Perú. Aquí y allá somos sorprendidos por los Duendes y las Hadas del bosque. Un pequeño soberano, el hermoso petirrojo, y una familia de camochuelos canarios. Hoy no hemos visto al gavilán o a la majestuosa águila ratonera canaria. Pero por aquí vuelan. Nuestra aventura, estudio, meditación y silencios nos conducen por el descenso de la cordillera hasta terminar, ya con un sol radiante en la playa azul y caribeña de las Teresitas. Allí toca el baño refrescante del Atlántico y una maravillosa práctica de Yoga. Día entero y completo. Empezamos en invierno, terminamos en verano. Un año entero, en pocas horas; una vida en nuestras sonrisas de niños encantados. Así es el Yug Do, así que es nuestro Camino, así es la vida que hemos decidido vivir. Gracias, gracias, Raúl. Gracias, gracias, Eugenio. Gracias a Toño, a Julio. A todos nuestros invitados y amigos, alumnos de Raúl. Y a nuestras amigas del Perú. Seguimos.

CLAVE DEL MES:

FRASE DEL MES:

DISFRUTAR

La sabiduría se reconoce en aquel que aprende a disfrutar de la vida.

 PARA VER: PARA LEER:

Dallas Buyers Club (2013) Dirigida por Jean-Marc Vallée y

Puig, Dr. Mario Alonso

guionizada

TÓMATE UN RESPIRO

por Craig Borten, Melisa Wallack, según

(Mindfulness: el Arte de mantener la calma en medio de la Tempestad)

la vida de Ron Woodroof.

Edita: S.L.U. ESPASA LIBROS, 2017 (En Papel i E-Book)

La definición del propósito es el punto de comienzo de todo logro.

La vida es un 10% lo que me ocurre y 90% cómo reacciono a ello.

W. CLEMENT STONE

JOHN MAXWELL

Pon el corazón, mente y el alma incluso en los actos más pequeños. Ese es el secreto del éxito. SWAMI SIVANANDA

No cuentes los días, haz que los días cuenten. MUHAMMAD ALI

No soy producto de mis circunstanci as. Soy producto de mis decisiones.

Comprende que no todo se comprende. Ojos de Brujo (Runali)

STEPHEN COVEY

Ve definitivamente en dirección de tus sueños. Vive la vida que imaginaste tener.

Nunca en la vida aprendí algo de alguien que estuviese de acuerdo conmigo. DUDLEY FIELD MALONE

HENRY DAVID THOREAU

Muchos de nosotros no estamos viviendo nuestros sueños porque tememos vivir nuestros miedos. LES BROWN

La vida es cíclica. En ese ciclo se suceden los cambios, así como las oportunidades para el desarrollo de la conciencia. Esto son los portales cósmicos, los cuales ofrecen la posibilidad de un nuevo aprendizaje dejando atrás todo aquello que no va a favor de la evolución y de la manifestación del espíritu, de la luz que, en esencia, somos. El dalet o la puerta es la oportunidad para un verdadero despertar. Para una respuesta que nace de una verdadera necesidad de “SER”, he aquí donde opera la alquimia o la transformación del gusano en mariposa. Todo tiene su ciclo, su momento para el desarrollo de una visión más amplia, de una percepción que me permita transcender los límites de la condición humana y comprender que puedo ir más allá del conformismo y de la tentadora zona de confort. La disciplina y la entrega constante son esenciales para ese cambio en el ejercicio de una verdadera voluntad. Esta mañana hemos celebrado en el mirador de las Teresitas el Solsticio de verano, en comunión con un propósito de cambio, de trascender lo viejo y de abrirnos desde el corazón y la conciencia a una octava superior realizando la unidad desde la diversidad. En lo más profundo de nuestros corazones, existe ese anhelo de cambio, de romper con todo aquello que a uno lo limita o lo mantiene atrapado en el laberinto emocional o mental. Y, ¡sí!, es posible trascenderlo, sin lugar a dudas. El Sol emerge desde el horizonte para recordarnos, una vez más, quiénes somos y cuál es nuestro origen. Se oye un palpitar de un gran corazón que unifica a todos los demás corazones allí presentes. La presencia del Maestro se hace manifiesta. Después de la práctica de Yug Do que dirigió el Cinturón Rojo Eugenio, encendemos una nueva llama, un nuevo fuego, una nueva semilla en el Círculo de luz. Celebramos con la Oración de la mañana y Bushido. La unidad se transforma en una Espiral ascendente, la luz del astro rey anima nuestros corazones unidos por un lazo invisible de luz y amor. Me siento conectado con la experiencia, seguro de mis palabras y de lo que siento, agradezco el apoyo de mis hermanos y compañeros de batallas: C.R. Eugenio, C.P. Toño y C.N. Julio. Celebro la participación de todos aquellos que se han dado la oportunidad de compartir y vivir esta maravillosa experiencia de renovación de la luz. Se han ganado el derecho de estar porque se han vencido a sí mismos y a sus propias resistencias. Tomo conciencia de las palabras y enseñanzas del Maestro. “Todo está aquí y ahora: el espíritu y el corazón del guerrero samurái, de los caballeros templarios de antaño, de los monjes budistas, sabios y artistas marciales del TAO cobran vida en este instante. El espíritu grabado a fuego en lo más profundo de nuestra alma renace de nuevo en este día, en este acto de gran transcendencia para el despertar de nuestra conciencia”. El Código Bushido es la llave que abre la puerta a la consciencia; en cada acto, por mínimo que sea, el códice activa la alquimia Solar que se hace operativa al servicio de un ideal, de la vida, sacro-sagrado desde la guía, sabiduría y orientación del Maestro. Una

vez

más

renovamos

nuestra

luz

nuestro

compromiso de seguir adelante firmes y con el corazón abierto, dispuestos en el arte de amar y servir a la vida que me ha ofrecido tanto.

Al caminar me preparo para iniciar mi trote. Comienzo a correr y con ello me reafirmo desde mis pies y experimento la seguridad. Al iniciar temprano le doy la bienvenida a la mañana, mientras espero la luz del sol. Después tomo el bambú y comienzo la secuencia del rit, del rito para abrir la práctica como lo guía el Maestro. Así realizo los 22 movimientos, con la respiración, la relajación y la atención puesta ahí. Al final me siento bien. Veo los colores del sol aparecer en el horizonte astronómico oriental: son azules, rosados, amarillos y hasta tintes rojos. Al mismo tiempo escucho el canto de los pájaros, el cual pone su toque de alegría, y veo su movimiento; unos vuelan y otros saltan de una rama a otra, aunque no dejan de trinar ni cantar. La entrada del verano es maravillosa: veo la luz clara, intensa e iluminante, tal como es, cumpliendo su parte en el ritual de la vida. Rit es orden y el orden es todo aquello con luz y limpieza en su lugar. La disciplina solar en el Yug Do es orden, lo cual habla de la transmisión viva de siempre. El verano es la fiesta del fuego del camino, la fiesta de San Juan, o de Escorpión, que es lo secreto o sacro. Nuestro Maestro es del linaje directo, vivo y solar del Gran Dragón Blanco. Es, por ley de merecimiento o de dharma, el encontrarnos aquí trillando el camino y vivir la disciplina del Yug Do, bajo la supervisión y guía del Maestro. Observo que es muy gratificante irme despegando de las ataduras de personas, objetos, títulos, costumbres y demás. Soltarse de ellas ha sido muy doloroso, hay razones valiosas, pero la vida real es así. El Yug Do es para toda la humanidad, pero también para aquél que un día se pregunta, “¿quién soy yo, en realidad?”. Y ese cuestionamiento se lo hace desde su confusión, desde su forma de vida que lleva, para aquel que está insatisfecho y no se resigna a ello. Yug Do es una nueva propuesta de vida, sin ser nada nuevo. Les mando un gran abrazo para todos en este verano que comienza.

SOLSTICIO DE VERANO 1. EL MAGO: ATENCIÓN Y FIRMEZA. Date cuenta de lo que es coherente con tu ser. 2. LA SACERDOTISA: ERES, no hay nada que temer. Atención: tú decides que pensar, sentir o hacer. 3. LA EMPERATRIZ: CONFÍA, y cambia al modo creativo. Genera buenos hábitos. 4. EL EMPERADOR: CÉNTRATE en el sentido común. Constrúyete a ti mismo. 5. EL HIEROFANTE: MEDITA: el presente es la eternidad. Eres responsable de tu respuesta hoy. 6. LOS ENAMORADOS: PAZ. Sé el Guardián de lo externo e interno. Sirve al nosotros. 7. EL CARRO: VOLUNTAD de hierro. De la aspiración a la acción- realización. 8. LA FUERZA: FORTALECE tu actitud. Supera tus resistencias. 9. EL ERMITAÑO: AUTODISCIPLINA. Atención consciente a tu guía. 10. LA FORTUNA: BUENA SUERTE. De lo horizontal a lo vertical. 11. LA JUSTICIA: TÉRMINO MEDIO. Aceptación con equidad. 12. EL COLGADO: Revisa tu INTENCIÓN. Del corazón inferior al superior. 13. LA MUERTE: HOY. Sólo por Hoy, haz tu parte. 14. LA TEMPLANZA: EL ENCUENTRO. Hoy es el Milagro. 15. EL DIABLO: NO DAÑAR. No te engañes, pon atención a los instintos. 16. LA TORRE: HACERLO MEJOR. Hechos, con tranquilidad y en paz. 17. LA ESTRELLA: SANACIÓN, a través de la Meditación. La confianza y el poder ordenante de la consciencia. 18. LA LUNA: SILENCIO. Libérate del psiquismo-creencias. 19. EL SOL: EL OBSERVADOR. De la identificación a la identidad. 20. EL JUICIO: ATENCIÓN a la espiralización. Nada es lo mismo, nada es igual. 21. EL MUNDO: LA NADA Maravillosa. Convierte tu tiempo en luz. 22. EL LOCO: APORTA. ¿Cuál es tu aprendizaje hoy? ¿Qué tienes que aportar?

¡FELIZ RENACIMIENTO! Este es un extracto de los Mensajes del Solsticio de Verano del año 2017, de nuestro estimado Maestro

Antonio Iborra Montells. ¡Gracias, Maestro! PAX

Cuando decidí participar en el Boletín tenía la intención de compartir todo lo que desde hace días y meses, he estado experimentando a través del Yug Do. Después, llegaron los pendientes del trabajo, las visitas inesperadas, el reloj que parece que va detrás de ti todo el tiempo y, finalmente, el encuentro con la hoja en blanco. Las dos estábamos frente a frente, mientras intentaba escribir casi en el tiempo límite. La sensación de no tener tiempo para poner en palabras lo que he estado interiorizando y experimentando, me llevó a la conclusión de que lo único que podía compartir es lo que estoy viviendo tal cual es, sin previo análisis, sin reflexión aparente, solo lo que está, y lo que está definitivamente es muy bueno y lleno de energía vital que me permite continuar y “hacer lo que toca hacer”, como siempre dice el Maestro. Así que mientras conducía a una cafetería con internet para poder enviar mi artículo para el Boletín, me di cuenta que todas las reflexiones que he tenido alrededor del Yug Do pierden todo sentido sino se ponen en un contexto práctico. Al final, la mayoría de las reflexiones que pretendía compartir son preguntas sin respuesta, porque no alcanzo a comprender qué es el camino, qué es el Yug Do. Solo siento una energía que me abraza, orienta y unifica entre todos los quehaceres cotidianos, las metas personales, el trabajo diario y ese correr para que el día sea suficientemente largo y logre alcanzar a hacer todo. Hay algo que me sujeta y me devuelve al centro y me obliga, pese a todas mis resistencias, a mantener el foco de la auto-observación encendido para no ir a la derecha o a la izquierda, y que el péndulo siempre regrese al centro. Entonces te das cuenta que todo lo que haces está al servicio de algo, quizá sea lo que llaman “camino”.

 TENERIFE, Del 29 de junio al 5 de julio 

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Del 10 al 13 de agosto YUG-DO, Yoga, Meditación, excursiones, Convivencia en un Hotel en el Puerto de la Cruz ¡No te lo pierdas!

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